24
Año de la Fe 03 Año 01 Septiembre 2012 Distribución gratuita. www.parroquialamerced.org Adoradores. Para aprender a rezar, solo hay que rezar y rezar mucho mucho más... Fiestas Patronales Parroquia Ntra. Sra. de la Merced

Revista la Merced (septiembre)

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Revista de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, Beccar, Buenos Aires, Argentina.

Citation preview

Año de la Fe

03Año 01Septiembre 2012Distribución gratuita.

www.parroquialamerced.org

Adoradores.Para aprender a rezar, solo hay que rezar y rezar mucho

muchomás...

Fiestas Patronales

Parroquia Ntra. Sra. de la Merced

02 / La Merced

SUMARIO04

08

05

10

06

12

14

18

22

09

11

07

13

17

21

23

Editorial.

Adoradores.

Recomendados.

Nosotros.

Virgen de la Merced.

Familia.

En profundidad.

Espiritualidad.Atravesar la puerta. Año de la Fe

Cartelera.Oración.

Para aprender a rezar, solo hay que rezar y rezar mucho

¡Apuntá!

Hagamos un poco de historia

Historia. Acá en La Merced ¿qué pasó? Iconografía SXVI

Adolescencia

La santidad según Von Balthasar

Animate a leer todo...no sólo la página que más te gusta!

Dirección: Julián Navarro 3546, Lomas de San Isidro. Web: www.parroquialamerced.orgSeguinos en: /lamerced.sanisidro @LaMercedSanIsid

Capilla Cristo RedentorDirección: Murature y Gob. Udaondo, Beccar

Horario de MisasParroquia Ntra. Sra. de La MercedDomingos: 11:30 y 19:00Lunes, martes, miércoles y viernes: 19:00Jueves: 19:00, celebración de la Palabra con comunión.Sábados: 19:00

Capilla Cristo RedentorDomingos: 10:00

Secretaría ParroquialGraciela Álvarez Iberlucea Horario: Lunes a Viernes de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00Dirección: Julián Navarro 3546 (1643) Lomas de San IsidroTel./Fax: 4512 8294 C.e.: [email protected]: [email protected]

Coordinación y Diseño: Golondrina, comunicación para la Iglesia.Flor: 15 30108222 / Magui: 15 3570 7857Fotos: Pato Muller www.patriciamuller.com.arCorrección: Traduar Claudia Calvosa: [email protected] García Calabria: [email protected]

Parroquia Nuestra Señora de La Merced

Correo de lectores Te invitamos a que nos hagas llegar tus comentarios, sugerencias y opiniones respecto de la revista y la comunidad. Esperamos que nos escribas a:[email protected]

PublicidadEn caso de que quieras anunciar en la revista contactate con Graciela por teléfono o C.e.Celular: 4512 8294 C.e.: [email protected]

La Merced / 03

Editorial.

El próximo 24 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, la advocación de la Santísima Virgen María, bajo cuya intercesión se animó la gran obra de la redención de los cristianos cautivos en el siglo XIII.

La Merced es para nosotros la presencia de María que, de modo discreto y silencioso, fue animando la vida de nuestra comunidad, imprimiéndole una identidad y un carisma propios.

Nuestra Virgen de la Merced lleva en su escapulario los signos de la Palabra, la Eucaristía y la fraternidad. La Palabra de Dios ilumina e interpela nuestra vida para que, escuchándola

como verdaderos discípulos, ella forme en nosotros a Jesús. La Eucaristía nos congrega cada domingo y nos permite comulgar con el amor de Cristo que salva nuestra vida cotidiana. Jesús Resucitado, presente en el Santísimo Sacramento, está con nosotros día y noche, y los adoradores son la comunidad de la Merced que se deja acompañar por el Señor. Finalmente, la fraternidad que la Palabra y la Eucaristía van forjando entre nosotros, hace crecer nuestra solidaridad, en especial con los más necesitados.

Es así como la Virgen de la Merced nos engendra incesantemente como cristianos y nos rescata del cautiverio de nuestras esclavitudes, haciéndonos libres, hijos de Dios.

Los invito a celebrar el sábado 22 nuestra fiesta patronal compartiendo la fe, la comida y el canto. María nos reúne como madre en comunidad. Los espero ese sábado.

Queridos amigos:

P. Carlos. Párroco

[email protected]

« (...) la Virgen de la Merced nos engendra incesantemente como

cristianos y nos rescata del cautiverio de nuestras esclavitudes, haciéndonos

libres, hijos de Dios. ».

En la Palabra, la Eucaristía y la fraternidad

04 / La Merced

Recomendados.

Esta sección es el espacio para que nos pasemos datos. ¿Qué peli está buena? Si

hay un libro que te parece imperdible, quizás un video en YouTube que te

pasaron y querés compartir, también un CD, una web, lo que se te ocurra.Películas

Libros

“Jane Eyre”Director: Cary Fukunaga Género: Drama romántico de época. Jane Eyre (Mia Wasikowska), una muchacha educada en un orfanato y de difícil infancia, es contratada por Edward Rochester (Michael Fassbender) para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Sin embargo, poco a poco empieza a enamorarse de él. ¡Atención!: para ver en familia.

“Padre Pio”Director: Carlo Carlei Género: BiográficoFrancesco Forgione, es un muchacho nacido en el seno de una pobre familia campesina. Tras entrar en la orden de los Capuchinos con el nombre de Pío de Pietrelcina, se hace evidente para los miembros del convento que tiene unos poderes para los que no hay explicación científica: sana enfermos, conoce el nombre y los problemas de desconocidos les predice el futuro...

“Teresa de Lisieux, Historia de una misión” de Hans Urs von Balthasar

Un santo únicamente puede comprenderse desde la teología, es decir, en función de su vocación y de su misión. Las confesiones de santa Teresa de Lisieux constituyen una auténtica teología del infinito amor de Dios y la absoluta obediencia de la criatura.

“Sabiduría de un pobre” de Éloi Leclerc

No hace falta decir que «el pobre» es san Francisco de Asís y que su «sabiduría» no es otra cosa que la autenticidad y sencillez evangélicas, las de los limpios de corazón. Un hijo de Francisco de Asís, el franciscano Éloi Leclerc, nos ofrece en este libro una entrañable relectura de la «sabiduría» franciscana, realizada con hábito poético y desde una perspectiva totalmente actual.

“Más fuerte que el odio” de Tim Guénard

El esperanzador testimonio de Tim Guénard ha causado una enorme conmoción en Francia, donde se han vendido más de 300.000 ejemplares de su libro. Su nombre es Tim Guénard y este libro es el relato de su vida. Ha necesitado años de silencio y de amor para poder decirlo casi todo. Este libro es el vigoroso testimonio –crudo y enternecedor– de una vida herida por un destino terrible.

Esperamos tus

“recomendados”

para la próxima

Alégrate.

¡Apuntá!

Otro libro recomendado del mismo autor:“¿Nos conoce Jesús? ¿Lo conocemos?” de Hans Urs von Balthasar

La Merced / 05

06 / La Merced

Virgen de La Merced.

María eucarística,

La Merced / 07

Adoradores.por Francisco Teijeiro y Sebastián Schenone

Francisco Teijeiro, 22 años, estudiante de comunicación audiovisual y Sebastián Schenone, 22 años, estudiante de Música Profesional en representación de todo el equipo de Jóvenes Adoradores.

Para aprender a rezar, solo hay que rezar y rezar mucho.

... y volver a empezar continuamente a rezar, sin cansancio, incluso si no se halla respuesta, si no se ve resultado”

Hermano Carlos de Foucauld

08 / La Merced

La adoración permanente en la parroquia es de todos, también de nosotros, los jóvenes. Si sos joven y adorás en la parroquia, entonces sentite parte de este espacio que se llama Jóvenes Adoradores.

Porque queremos que nuestra Fe sea para toda la vida, buscamos madurar a la luz del Evangelio dando lugar a la oración que se va haciendo parte esencial de nuestra vida y va forjando nuestra personalidad de jóvenes católicos. Solo Jesús ensancha nuestro horizonte y nos hace entender el verdadero sentido de la vida.

En la parroquia, la adoración permanente nos da la oportunidad de visitar a Jesús y conocerlo como amigo. Tal vez venís a adorar cada tanto, con amigos, con tu novio o novia, a veces a cantar o a pasar un rato en silencio o quizás recién estés conociendo este espacio que hay en la parroquia. Descubrí en el silencio de la adoración el verdadero sentido de ser adorador. Tomate una hora de tu semana para estar a solas con Jesús.

Tal vez pensás que esto no es para vos, que no vas a poder ir todas las semanas, que te cuesta rezar, que no sabés. No te preocupes, “Para aprender a rezar, solo hay que rezar y rezar mucho y volver a empezar continuamente a rezar, sin cansancio, incluso si no se halla respuesta, si no se ve resultado” (Hermano Carlos de Foucauld).

Como decía Juan Pablo II “Para orar hay que procurar en nosotros un profundo silencio interior. La oración es verdadera si no nos buscamos a nosotros mismos en la oración sino solo al Señor. Hay

que identificarse con la voluntad de Dios, teniendo el espíritu despojado, dispuesto a una total entrega a Dios. Entonces nos daremos cuenta de que toda nuestra oración converge, por su propia naturaleza, hacia la oración que Jesús nos enseño y se convierte en su única plegaria en Getsemaní: “No se haga mi voluntad, sino la tuya” (Orar, Juan Pablo II).

Somos jóvenes y tenemos mucho que aprender, no estamos solos en esta búsqueda de Dios. Somos comunidad. Jóvenes Adoradores pretende ser ese espacio comunitario que reúna a todos los jóvenes de la parroquia en torno a la Eucaristía.

Por eso, todos los primeros viernes de mes, después de misa, compartimos un rato de adoración comunitaria para poder seguir creciendo y renovar nuestro compromiso con la adoración permanente, tomando conciencia de que Jesús esta en el sagrario y nos espera a cada hora.

Te esperamos, como todos los primeros viernes de mes para compartir la misa y la adoración comunitaria.

[email protected]

“Solo Jesús ensancha nuestro horizonte y nos hace entender el verdadero sentido de la vida”

La Merced / 09

por Patricia Pico del Cerro

Nosotros.

Hace casi 25 años que pertenezco a esta comunidad. Cuando el Padre Manuel celebraba misa en la capilla de José Ingenieros me decidí a ayudar ad honórem. Comencé con esta actividad en la Parroquia Don Bosco un día en que pedían colaboración para hacer los arreglos para el altar. En ese momento, yo no sabía hacer arreglos florales, pero siempre me encantaron las flores, lo heredé de mi madre. La señora Chiquita Mato, quien aun está en Don Bosco, fue quien me introdujo en esta tarea y me enseñó los primeros pasos; luego continué tomando cursos. Ya no sé ni cuantos cursos realicé, fueron muchísimos, porque aunque esto parezca fácil, no lo es. Para todo se necesita técnica

y práctica. Luego ingresé en el Club Argentino de Jardinería (CAJ), donde aprendí diseño, porque para realizar esta tarea también hay que tener conocimientos de técnicas, colores, centros focales, formas, largos y anchos, etc. Con el tiempo me asocié al Garden Club del cual aún sigo siendo miembro. En el Garden Club se exponen diseños florales y se realizan concursos. Los jueces que evalúan los diseños florales son muy exigentes. Actualmente mi profesión es esta, hago arreglos florales para eventos, ramos de novias, decoración con flores frescas.

La Merced para mí es un lugar de Paz. Siento que trabajando en la parroquia doy algo de lo que Dios me dio. Sé que lo principal es nuestro

Patricia Pico del Cerro, 57 años, es decoradora de eventos y tiene tres hijos: dos mujeres y un varón.

10 / La Merced

Jesús en el altar pero que Él quiere que su mesa se vea linda como la mesa de cualquier casa. Ya sea con una flor o con cien. Y esas flores son parte de la naturaleza que Él nos regaló. Él me dio un don y yo se lo regalo con mis manos a los demás. Con mi compañera Olguita Moure, amiga y buena profesional, arreglamos los altares los viernes. Ella no vive en esta zona pero viene desde lejos y con todo amor se acerca a dar también su don. El tiempo que nos lleva arreglar el altar es de tres a cuatro horas si hay casamientos; de lo contrario, un poco menos. Comenzamos con la limpieza de todos los floreros. (En verano es más complicado porque hace mucho calor y las flores estropean el agua). Luego separamos todas las flores. Las flores que utilizamos las compramos con anterioridad en el mercado de

las flores en Barracas. Vamos a las cinco de la mañana, para conseguir un precio más económico. Este gasto lo abonan los novios, a veces la parroquia y otras veces nosotras. En general aconsejamos a los novios qué colores quedan mejor. Para las comuniones utilizamos distintos colores según las flores de estación.

En invierno se usan más crisantemos, lisciantus y astromelias; en verano hay profusión de flores, lo que permite jugar con los colores, los verdes y las texturas. Con Olguita creemos que tenemos mucha suerte en poder dedicar a Jesús esos momentos que son solo nuestros, para ofrendar a Jesús todo lo que Él nos da día a día.

Gracias a todos por los comentarios tan positivos que recibimos. Creemos que con este pequeño aporte alegramos la parroquia, nuestra parroquia que tanto nos da.

Afectuosamente, Patricia

www.cala-f lores.com.ar

La Merced / 11

Familia.

Se producen tres duelos que el paso por la adolescencia obliga a enfrentar: el duelo por el cuerpo infantil, el due-lo por la identidad infantil y el duelo por los padres ideales.

Duelos implican pérdidas y, como toda pérdida, conllevan alguna emo-ción, enojo, miedo, dolor. ¿Cómo se enfrentan? ¿Se pueden evitar?

A veces los padres nos desvivimos por intentar que nuestros hijos no sufran. Es natural que lo hagamos, pero eso no nos tiene que cegar y así, negar el camino que, en un sano pro-ceso, ellos tienen que atravesar. De otro modo, no podremos acompañar-los y ellos se sentirán abandonados frente a la realidad que les toca vivir.

¿En qué consisten estos duelos y cómo tienen que atravesarlos? El duelo por el cuerpo infantil es sencillo de comprender. El cuerpo cambia abrup-

tamente, de un día para el otro inicia un proceso de transformaciones que no ceden y que al púber sorprende. A veces el proceso de desarrollo físico va más rápido que la capacidad psíquica de procesarlo. Este crecimiento es dis-tinto del que estaban experimentando desde la niñez, porque la sexualidad irrumpe y, además de los cambios visibles, surgen sensaciones nuevas. ¿Lindas?, ¿feas?, ¿suaves?, ¿intensas?, ¿manejables?, ¿incontrolables? Nuevas. Y como todo lo nuevo, generan dudas, miedos e inseguridades.

¿Qué se hace con esto? Cada uno va encontrando su propio camino: algunos las reprimen, otros las exa-cerban; como siempre, el equilibrio y los puntos intermedios son los más difíciles de lograr.

¿Cómo acompañarlos? ¿Descalifi-cando las sensaciones?, ¿Impidién-dolas?, ¿estimulándolas para que las vivan como algo valioso y positivo?, ¿hablando o callando?, ¿permitiendo o prohibiendo?

Todos pasamos por esto, es cierto, pero el mundo que a ellos les toca en-frentar hoy es particularmente difícil. Los desafíos que hay que enfrentar son mayores, las ofertas son cada vez más osadas. Cuerpos ideales, droga,

por Lic. María Agustina Cabantous

Ma. Agustina Cabantous de D´Agosto, 44 años, es Lic. en Psicología (UBA). Está casada y tiene 5 hijos. Participa del movimiento de adultos de Santa María de la Estrella de San Isidro.Pertenece desde hace un año a la parroquia La Merced. Sus hijos celebraron sus comuniones y confirmaciones en la parroquia.

Adolesce

“Es importante atender a la singularidad de cada uno y responderse sinceramente estas preguntas al ir permitiéndoles acceder a los distintos programas de moda, conociendo las ofertas que estos involucran”.

En el primer número de Alégrate nos introdujimos en el tema de la adolescencia, período de la vida que suele ser conflictivo porque implica cambios, crecimiento, pérdidas y asunción de nuevos roles.

12 / La Merced

alcohol, encuentro desenfrenado con el otro sexo, Internet que todo lo deja al alcance de la mano. ¿Tendrá nues-tro hijo la fortaleza necesaria para enfrentar estas realidades con las que puede encontrarse? ¿Está preparado para ello? Es importante atender a la singularidad de cada uno y responder-se sinceramente estas preguntas al ir permitiéndoles acceder a los distintos programas de moda, conociendo las ofertas que estos involucran.

En este punto es interesante tener en cuenta los otros dos duelos antes mencionados. Nuestro hijo ya no será el niño que hasta hoy fue, sediento de nuestra aprobación.

La identidad infantil es el cimiento de la identidad futura. La primera será remplazada por una nueva que se irá construyendo de a poco. La firmeza, confianza y seguridad que se hayan adquirido en esa etapa los acompaña-rán por el resto de sus vidas.

El hijo adolescente está consti-tuyendo una identidad nueva, y en virtud de ella necesita diferenciarse de lo que hasta hoy fue e ir separándose de sus padres en busca de autonomía.

¿Somos, como padres, capaces de tolerar esta distancia necesaria? ¿Encontramos la medida justa de soltarlos con confianza sin caer en un exceso que sea vivido como abando-no? ¿Toleramos nosotros la pérdida del niño y el paso del tiempo?

El adolescente dejará de mirarnos como personas perfectas e ideales a los que hay que parecerse y buscará otros con quienes identificarse. Los pares adquieren un lugar de suma importancia y en la búsqueda de identidad en que se encuentran es importante pertenecer, de lo contrario se sienten solos, raros, distintos y fra-casados. ¿Cómo sostenerlos sin que los vaivenes del grupo los arrasen?

Ante todo confiemos en ellos. Ayudémoslos a descubrirse. Cada uno tiene sus propios recursos y valores:

que puedan apoyarse en ellos. Des-cubrirse distintos, no seguir siempre la moda, que no tiene por qué vivirse como una catástrofe. La fortaleza saldrá de la fidelidad a lo que cada uno es. Ellos como adolescentes en plena búsqueda de su rol, nosotros como padres adultos en el nuestro, marcando el límite al rumbo que ellos eligen, mostrándoles sus propias capacidades de una manera realista. Pero sobre todo, teniendo paciencia para acompañar, esperar y permitir que ellos se descubran a su modo.

No nos olvidemos que sus desafíos son distintos de los que nos tocaron a nosotros, y que esto puede hacerles a ellos la tarea más difícil al tiempo que a nosotros nos exige estar a la altura de las circunstancias.

Cerrando esta nota pro-pongo que como padres seamos sinceros y tengamos una mirada realista al evaluar las tres variables involu-cradas: a) el mundo que a nuestros hijos les toca enfrentar hoy; b) ellos: sus recursos, fortalezas y debilidades; c) nosotros mis-mos y nuestra capacidad de asumir el rol de adultos que nos toca.

Es la vida de nuestros hijos la que está en juego.

“El hijo adolescente está constituyendo una identidad nueva, y en virtud de ella necesita diferenciarse de lo que hasta hoy fue e ir separándose de sus padres en busca de autonomía”.

La Merced / 13

En profundidad.por Javier Iraola

14 / La Merced

La Iglesia esta fundada sobre apóstoles y profetas y ha recibido promesa de santidad objetiva pero eso no la exime de la obligación de la santidad personal, sino que mas bien, cuanto más cerca se está de las fuentes de santidad objetiva que hay en la Iglesia, como pueden ser los sacramentos, tanto más se está obligado a ajustar la vida y a ponerla a disposición de esa gracia que recibe.

Si la santidad de sus miembros es el fin de la Iglesia, esa santidad no puede ser conseguida en otra parte que no sea la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo y que se edifica por la realización de todos sus miembros.

La santidad es aquel amor que prefiere a Dios y a los hombres que a sí mismo y que por ende vive para la

comunidad de la Iglesia “La caridad no busca su interés” (I Cor 13, 5).

Sin embargo no se deja al arbitrio de cada individuo,

como miembro de la Iglesia, la manera en que ha de entregarse al servicio de la comunidad. Para que dentro de la Iglesia no haya un “caos en la caridad” es el Espíritu el que se encarga de distribuir los ministerios y carismas. (Ver I Cor 12, 4-11).

En la misión que uno recibe se determina esencialmente la forma de santidad que se le da y se le exige, y en el cumplimiento de la misión está la santidad que se nos destina y la que podemos alcanzar. La santidad es algo esencialmente comunitario y, por ende, sustraído al capricho de un individuo. Dios tiene de cada cristiano una idea que le marca un puesto dentro de la comunidad de la Iglesia. No hay

peligro de que esta idea, que es

Conversando con el equipo de Alégrate sobre la sección recomendados, surgió el nombre del gran Hans Urs Von Balthasar y su libro “Teresa de Lisieux, Historia de una misión” que verán como recomendado en este número. La conversación despertó mi interés por releerlo y allá fui… Claro que un teólogo como Von Balthasar no se lee a la pasada, no porque sea extremadamente difícil, sino por ser extremadamente denso y profundo. Es así que, perdida la ilusión de darle una rápida leída, me centré en la introducción donde Von Balthasar habla de la santidad. Es eso es lo que quiero intentar compartir con ustedes en este artículo, donde lo único propiamente mío será el intento de resumir lo esencial.

La Merced / 15

En profundidad.

única y personal, no sea para alguien suficientemente elevada y amplia.

Realizar esta idea que descansa en Dios es el supremo fin de cada cristiano. Esta santidad participa de la infinitud divina y por nadie, fuera de María, fue perfectamente alcanzada.

El cumplimiento de la voluntad de Dios no es sino la realización libre de un designio amoroso de Dios, que cuenta con la libertad, más aún, que da la misma libertad.

Nadie es en tanto grado él mismo como el santo que se ajusta al plan de Dios y pone a su disposición su ser entero, cuerpo, alma y espíritu.

Dios cuenta, al trazar el plan de santidad, con la naturaleza, las fuerzas y las posibilidades de cada uno, pero procede en ello tan libremente como el artista con su paleta de colores.

Cada uno ha de averiguar, ha de tratar de escuchar en la oración, la voluntad de santidad de Dios y nadie puede hallar su llamamiento a la santidad fuera de la oración.

Dentro de la vocación a la santidad no solo se dan infinitos matices en

lo personal sino que hay también diferencias de volumen.

Hay una vocación a la santidad ordinaria, que cada cristiano debe realizar en la comunidad, y a una santidad particular y diferenciada, cuando Dios, para bien de la Iglesia, levanta a un individuo como ejemplo singular de santidad. Todos ellos saben, como Pablo, que al aceptar su misión diferenciada y realizarla a la vista de toda la Iglesia, no hacen sino obedecer un mandato del Espíritu Santo. La condición previa a esta llamada es la renuncia evangélica que Jesús exige a todos los que quieren ser sus discípulos y solo por esta liberación de los lazos terrenos una vida se convierte en aquella materia prima que la mano de Dios requiere.

Los verdaderos santos, por Dios mismo enviados y levantados, son todos obedientes. No son los santos sencillamente hombres de vuelo superior y lo más esencial de su misión es que es un puro regalo de Dios que ellos han aceptado.

Dentro de las santidades diferenciadas hay misiones que

“Su existencia es en sí una

doctrina viva, fecunda y

adaptada a la época”.

16 / La Merced

parecen disparadas como rayos del cielo sobre la Iglesia y hay otras que brotan del seno de la Iglesia y la comunidad.

Ambos tipos de santos viven del mismo Espíritu y ambos son cristianos y eclesiásticos, pero el primer grupo contiene claras formas de santidad que Dios presenta como piedras angulares. Expresan lo que el Espíritu, que sopla donde quiere y sin cesar, y descubre nuevos aspectos de la revelación, quiere decirnos hoy.

Estas misiones regaladas por Dios a la Iglesia son, a la vez, totalmente concretas y totalmente incomprensibles. Para el pueblo fiel, ellos son una nueva forma de imitación de Cristo, una imagen y ejemplificación del Evangelio en la vida diaria. Para los teólogos, estos son una nueva exposición de la revelación y un enriquecimiento de la doctrina. Su existencia es en sí una doctrina viva, fecunda y adaptada a la época.

Lo más importante del gran santo es su misión, el nuevo carisma otorgado por el Espíritu a la Iglesia;

el hombre que lo recibe es un débil servidor que nos ilumina con el testimonio, la misión, el ministerio y no con su persona.

Hay que creerles a los santos cuando afirman la deficiencia en su servicio a la misión porque lo fundamental en ellos no es su personal acción heroica sino la decidida obediencia con que se entregaron a su misión. Lo que en el santo es perfecto es su misión. Muchos la han aceptado gozosamente, otros la han arrastrado pesadamente, pero su misión era más fuerte que ellos y los forzó a su servicio.

El límite supremo de una identificación entre misión y persona, solo fue alcanzado por la Madre del Señor.

“Dios cuenta, al trazar el plan de santidad, con la naturaleza, las fuerzas y las posibilidades de cada uno, pero procede en ello tan libremente como el artista con su paleta de colores”.

Terminemos con una oración de Teresita: “Yo deseo cumplir perfectamente tu voluntad y llegar al grado de gloria que me has preparado en tu reino: en una palabra, yo quiero ser santa”.

La Merced / 17

Espititualidad.por P. Alejandro Bertolini Alejandro Bertolini es sacerdote, colabora en

la parroquia Santa Rita y es Dr. en Teología (Roma) y profesor en varias facultades.

18 / La Merced

Algo nuevo. Siempre. Abrir una puerta y atravesarla implica novedad, quizá sorpresa. Cambio seguro y mejora indudable. Traslado, mudanza. Emigrar, sólo para alcanzar algo que llega, que nos llega. ¡No siempre! Dirá alguno con justicia: “hay puertas que llevan a lo conocido, que no necesariamente es bueno”. Y es cierto, salvo que la puerta de la que hablamos sea el mismo Cristo (Jn 10,7), y cruzar tal umbral se refiera a la misma fe (Hch 14,27).

Esta es la imagen sugerente que elige Benedicto para su última carta apostólica Porta Fidei con la que se convoca el año de la fe. A modo de invitación para preparar un año entero (a partir del 11 de octubre de 2012) dedicado a la renovación de la fe, el Papa nos dedica unos párrafos breves y sustanciosos que merecen nuestra atención. Los invito entonces a detenernos en ellos comentando algunos de sus núcleos fundamentales.

Lo que hay del otro lado...“La puerta de la fe (cf. Hch 14,27),

que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma” (PF 1).

Una clave totalmente existencial, que responde a nuestra sed de intimidad y de gozo: la fe abre a la comunión con Dios. Lejos quedaron los catecismos de preguntas y respuestas aprendidas de memoria, que dejaban entrever una

fe más nocional, aprendida y recitada, que vivida. Lo primero que ofrece este pasaje es una red vincular, un cara a cara con Alguien que sabemos nos ama, sostiene, interpela, sacia, espera, conoce, etc. Espléndida promesa en tiempos de amores que crujen, de vínculos humanos que se desvanecen o bien exigen más de lo que dan. Dios es vínculo gratuito, que restaura, contiene y resucita.

Este espacio al que se accede confiando, es concreto y tangible. Dios se deja experimentar en la comunidad humana que lo celebra a diario, por eso añade: “y permite su entrada en la Iglesia”, como continuación lógica de la comunión previa con Dios. La Madre Teresa solía decir: “la distancia que hay al corazón de Dios es la distancia que hay al corazón del hombre”. Así daba cuenta del modo misterioso en que Dios quiso y quiere entrelazarse con la humanidad en Jesús: el vínculo con él es necesariamente vínculo con el otro, porque en Jesús, el Dios a quién buscamos se hizo prójimo. Pues bien, este otro concreto se llama

“Dirá alguno con justicia: “hay puertas que llevan a lo conocido, que no necesariamente es bueno”. Y es cierto, salvo que la puerta de la que hablamos sea el mismo Cristo (Jn 10,7), y cruzar tal umbral se refiera a la misma fe (Hch 14,27)”.

La Merced / 19

Iglesia y hace tremendamente cercana su experiencia.

Y quizás sea interesante pensar esta frase en doble sentido: el otro concreto es la Iglesia, y la Iglesia es el otro concreto. El lugar de manifestación y primer contacto con esta comunión con lo divino, es su cuerpo como lo conocemos, la Iglesia Cuerpo de Cristo: los cristianos, las comunidades, los bautizados y la parroquia. Pero para evitar ese aire de encierro que a veces nos atormenta, es bueno invertir la equivalencia y con todas las reservas del caso- recordar que el otro, sea quien sea, en algún sentido también es presencia de Cristo. El pasaje del Evangelio de Mateo 25,31ss., es lo suficientemente abierto como para incluir como espacio de Cristo a cualquiera que sufre. En definitiva, dado que todos sufrimos, a cualquiera que tengamos delante. Así pues, cuando hablamos de cruzar este umbral nos referimos al vínculo de amor con el Otro y con los otros.

Pero no cualquier vínculo es fe. Hay un autor que recuerda que esta sólo surge cuando el “principio materno” del deseo de Dios, de trascendencia, que hay en cada hombre y mujer, se abre al “principio paterno” fecundante de la Palabra de Dios. Sólo entonces surge la vida nueva de la fe, distinta de la que podría producir el humus de nuestro deseo de “más” por sí mismo. Es necesario por tanto un encuentro, una confrontación, un factor nuevo que entre en juego: la palabra que se anuncia y que es recibida por el corazón que se deja plasmar por la gracia que transforma. Sin escucha no hay fe, sin siembra no hay vida nueva. A lo sumo un surco abierto, pero no hay vida nueva.

Toda una vida…En relación con el párrafo anterior

el Papa agrega: “Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida”. ¡Cuánto realismo! ¡Cuánto descomprime escuchar esto! La vida entera para descubrir paso a paso, de a poco, el gran misterio del amor de Dios entretejido con el de los demás. Cada acontecimiento, cada época, cada etapa de nuestra historia es apta para develar un lado escondido del Amor que nos llama. Si una pregunta de los grandes del espíritu es “¿quién eres Tú y quién soy yo?”, podemos pedirla prestada y formularla en cada momento del recorrido: ¿quién sos vos, Señor, en este momento de mi viaje? Así, la fe se nos muestra como un vínculo que se recrea continuamente, al ritmo de nuestra vida desplegada.

El fundamento que falta…“Sucede hoy con frecuencia que los

cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. De hecho, este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado. Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas” (PF 2).

Lo que parece obvio, en realidad tiene un fondo de novedad importante. Si los que saben afirman que la religión es el estrato más

Espititualidad.

“(...) la fe de siempre espera

ser apreciada con nuevos

ojos: no es sólo un Padre a

quién hay que obedecer, sino

alguien por quién dejarse

atraer”

20 / La Merced

profundo de una cultura, pues nuclea las respuestas a las preguntas más fundamentales que dan sentido de unidad a lo que entendemos por existencia. Nuestra fe tiene un potencial enorme: puede ayudar a integrar los fragmentos de las vidas de quienes ya no creen. Puede dar coherencia, consistencia y contundencia a sus existencias al tocar las fibras más profundas y responder a las preguntas más hondas. Sólo es cuestión de redescubrir la belleza y la fuerza del tesoro que se nos confía desde hace más de 2000 años.

Redescubrir el gusto“Debemos descubrir de nuevo el

gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf. Jn 6,51)” (PF 3). A la par de la pérdida de sentido, nuestra época se ha vuelto especialmente sensible al gozo de lo inmediato. Y esto puede ser un punto de partida para recuperar el costado sapiencial de la fe: la sabiduría cristiana se deja saborear en la Palabra y en el Pan de vida. Hay un encanto que seduce, que espera ser redescubierto: el de un Dios que todo lo renueva a partir de la donación total de su persona. Así pues, la fe de siempre espera ser apreciada con nuevos ojos: no es sólo un Padre a quién hay que obedecer, sino alguien por quién dejarse atraer: “Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación” (PF 7). Un primer momento de recepción de tal encanto es clave: “La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”. Pura ventaja que se

acoge, y luego se comunica con gozo porque se experimentó primero la fuerza renovadora y la bondad radical de lo que comunica: El Amor que hace nuevas todas las cosas (cf. Ap. 21,5).

El desafío está abierto. La carta apostólica es rica, simple y consistente. En la próxima edición de Alégrate comentaremos los medios que Benedicto XVI nos acerca para ponernos a tono con el año de la fe, que comenzará en octubre y marcará el ritmo de la vida eclesial.

Continuará...

“La vida entera para descubrir paso a paso, de a poco, el gran misterio del amor de Dios entretejido con el de los

demás. Cada acontecimiento, cada época, cada etapa de nuestra historia

es apta para develar un lado escondido del Amor

que nos llama”.

La Merced / 21

Peregrinaciona Lujan

EL SÁBADO 6 DE OCTUBRE.

Como todos los años, partimos a Lujan al encuentro con nuestra Madre.

La parroquia ofrece salidas desde Liniers (60km) y Moreno (30km), caminaremos rezando y en comunidad. Informes e inscripción estarán oportunamente en nuestra página web.

La Merced entrevista al Obispo Oscar Ojea

Cartelera.

Invitamos a toda la comunidad a que nos envíen preguntas para entrevistar a nuestro Obispo.

Hagan llegar sus preguntas al mail [email protected]

Tienen tiempo hasta el 30 DE SEPTIEMBRE.

22 / La Merced

Virgen de la Merced, bajo tu amparo de madre esta familia se cobija.

A ti te consagramos nuestras vidas para ser signo e instrumento de la unidad y del amor allí donde estemos.

Haznos como tu, todo de Dios y de la Iglesia en la Palabra, la Eucaristía y la fraternidad.

Acuérdate de nosotros en tu misericordia, rompe las cadenas que sujetan nuestro corazón para tener así, los mismos sentimientos de tu hijo Jesús.

Amén.

ORACIÓN A LAVIRGEN DE LA MERCED

La Merced / 23

24 / La Merced