Revista Letras Anónimas

Año: 3 Número de edicióN: 16 Septiembre - octubre

edicióN 16

Letras Anóni++ tipoS de viAjeS

Viajes+ ANtoNio ANdrAde + cArlA morriSoN

3er AniversArio

www.letrasanonimas.com

EDITORIAL

2 // Letras Anónimas

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sariamente la opinión de los editores.

Viajar es cambiar y cambiar es lo que realizamos siempre. Letras Anó-nimas continúa viajando pues ha transcurrido un año más y con el paso del tiempo hemos realizado cambios que esperamos sean en beneficio de los lectores. Este número está dedicado a los viajes y acompañare-mos a algunos colaboradores en sus viajes al pasado, presente o futuro, en la imaginación o la realidad. Por mencionar algunos, Antonio An-drade con Del tingo al Tango, Rafael Cruz con La sombra de Daisen y Abraham García con la primera parte de La Mexicana Comedia, nos comparten las experiencias de sus viajes en otros lugares. También encontrarán la entrevista a Carla Morrison, poesías y algunos textos que nos motivarán a “seguir en nuestro viaje”.

ÍNDICE

www.letrasanonimas.com Letras Anónimas // 3

4 tAN SeNcillo como viAjAr de mANoS Sobre uN moNociclo

6 del tiNgo Al tANgo

9 el regreSo

10 turiStA o viAjero

11 cuANdo el SileNcio del corAzóN

13 lA locA del pueblo

14 Hoy SueNA A...

16 roberto ibArrA

19 SuNriSe

22 SAlidAS y llegAdAS

24 viAje viveNciAl

25 de kANSAS A ciudAd eSmerAldA y No HAy mejor lugAr que el HogAr

26 eStAcióN No. 56

28 gloSArio de viAjeS

31 lA SombrA de dAiSeN

35 letArgo

37 lA mexicANA comediA. uN viAje dAN-teSco por el bAjío y SureSte NAcioNAl

FotogrAFíA eN portAdA por:rAFAel cruz

Http://rAFAelcruz.com.mx

www.letrasanonimas.com4 // Letras Anónimas

viajero espectador en dos ruedas, que se convierte así en el protagónico sobre el escenario, para formar parte de un recuerdo en la mente de su gente, y una tortura para aquel que juró no alcanzar a verle así sin más complicación, más de alguno ha salido sin cargos por el delito cometido, muy a pesar de la gente que se queda llorando por el que se fue, pasando por el sen-cillo duelo de la pérdida casi tan fácil como andar de manos en un monociclo.Un viaje a Guadalajara, es experiencia cultural, un amplio abanico de sabores, de gente, música, un portal gastronómico pluricultural, un encuentro con nuestras raíces, con el trabajo por excelencia que ha-cen nuestros hombres, como testimonio vivo, el agave silencioso y meditabundo que en sus entrañas guarda el elixir del tapatío. Sin embargo es importante hacer conciencia en nuestra gente y en el turista sobre la cultura vial y peatonal, así como exigir a nuestras au-toridades, tomen las medidas pertinentes y luchar por evitar mas pérdidas.

FELICITACIÓN A LETRAS ANÓNIMAS POR SU ANIVERSARIO.

La ciudad de Guadalajara es aquella brisa de nostal-gia, de encuentros y desencuentros, de instantes o de toda una vida. Guadalajara es Tequila, música y Ma-riachi, pasión por el arte y las musas casi inexisten-tes, de aquella inquietud del artista que busca decir en pinceladas y tinta todo lo que en su mente transita, es por ello que Inlove Guadalajara hace un humilde reconocimiento a la admirable labor de Letras Anóni-mas por gritarle al mundo que en Guadalajara existen rincones en las mentes humanas que crean, que creen y que saben sentir.

Tan sencillo como viajar de manos sobre un Monociclo

Es de noche en Guadalajara y se escuchan los mur-mullos en los misteriosos rincones con un tibio olor a nostalgia, a historia, con ecos silenciosos y pequeños bríos de una hermosa historia, remontada al tiempo de aquellos amplios vestidos y ostentosos carruajes, el olor que desprende el pan horneado sobre la ces-ta del hombre que la lleva sobre su cabeza, montado en una bicicleta de madrugada y la voz de los sere-nos, que velaban las noches con olor a tierra moja-da, la silueta contorneada de una mujer caminando por la acera y el rítmico taconeo que despierta el es-truendo del folklórico sonar de los bailes tapatíos.Es así como aquel que, sobre un par de ruedas se con-vierte en el espectador del escenario en el que se dibu-jan las hermosas calles de Guadalajara, como protago-nista de la historia de aquellos ojos que porta la mujer tapatía, siendo el reconocimiento más sonado por las naciones enteras. Son así pues las siete y cuarto de la noche y todo sereno, el hombre viaja todo el tiempo a experiencias inolvidables, a sitios que pasan inadver-tidos, a tierras fértiles donde se siembran sueños, que quedan en el silencio de los pensamientos, que van destiñéndose en un pavimento húmedo, entre tanto pensó que realmente no era tan importante el que los hombres en sus tiempos no hacían o decían tal o cual cosa, que por irónico que pareciera, la sabiduría la ob-tendrías cuando ya no pudieras hacer nada con ella. El olor al pan se había convertido casi imperceptible.Es así como puede suceder, que un viajero no llegue a su destino, y entonces por homena-je es colocada una bicicleta blanca por aquel


Del tingo al tangoAutor: Antonio Andrade

www.antonioandrade.com.mx

Me resulta imperativo dar inicio a esta nueva cola-boración haciendo uso de la trillada frasecita “los viajes ilustran” porque ciertamente lo hacen, en mi caso particular y gracias al oficio que hace tantos años elegí, la oportunidad de viajar me ha encontra-do de manera constante.

Andándome del tingo al tango fue que he conocido a un sinfín de personajes, de costumbres, de paisajes y de mañas, por ejemplo y para no ir demasiado le-jos así de entrada, el gusto por el campo y el trabajo en el mismo lo aprendí de Don Juan, en San Andrés Lagunas Oaxaca, durante nuestras largas charlas sen-tados en el porche de su casa mientras veíamos llo-ver; del dolor que causa perder las raíces autóctonas por falta de interés gubernamental lo aprendí con la gente de las comunidades otomíes de Santiago Mez-quititlán Querétaro cuando el monaguillo de la igle-sia del barrio de Amealco me preguntó “¿Quién es más ignorante, yo que hablo español, inglés y Oto-mí, o usted que sólo habla inglés y español?”; del su-frimiento por la familia que se cruza ilegalmente la frontera en pos de una vida mejor o de una muerte se-gura lo aprendí enjugando el llanto pasajero de doña Mary en Temascalcingo Querétaro; aprendí a hacer contrabando de vino tinto y tabaco extranjeros en la frontera de Francia con España; en Lázaro Cárdenas Michoacán conocí la verdadera humildad, cuando una pareja de edad madura me ofreció un lugar en su mesa y un delicioso pescado a la talla después de

un recital poético; de la cosmogonía Azteca y la elaboración de tambores de madera aprendí en Malinalco, durante una caminata sin sen-tido que me hizo llegar hasta el sitio donde Martín –el señor que llamaba a las águilas con un silbido- me contó sobre la magia de saberse con raíces Nahuas; el pueblo de Mool en Bél-gica fue el hogar de mi conciencia donde un grupo de niños, de adolescentes y de adultos con Síndrome de Down me enseñaron a en-samblar empaques de jabón, a hornear galle-tas sin forma aparente y a pintar con los pies y las manos para sostener la casa hogar donde habitaban; Guanajuato fue la cuna de mi aho-ra larga trayectoria por los amores imposibles; Rafael Lara Grajales Puebla será siempre ese frío encierro donde puedan madurar de mane-ra efectiva los sueños nuevos y esa ansiedad particularmente agradable de volver a casa que por veces pereciera olvidárseme; de amistad y de amor fraternal he aprendido en muchos si-tios pero nunca como aquella noche, mojando los pies en las playas de Ixtapa donde sin tener dónde pasar la noche y mucho menos una piz-cade alimento, cuatro absurdos adolescentes nos reíamos de nuestra suerte; del olor que la muerte arrastra tras de si supe en Monterrey,


los fantasmas nos seguirán por siempre, que la familia se escoge y que es mejor soltar amarras que aferrarse a los temores; Suiza me dejó un sabor de boca a grato, una her-mana maravillosa, un pretexto para vol-ver en el primer descuido y una sonrisa tan constante como el candor de la nieve cuan-do apenas se adivina cayendo en el horizon-te; fue subiendo la Malintzin donde me cayó el veinte por vez primera, me hago viejo tan de prisa y es tan tanto lo que debo navegar.

Y por último Teresa –mi verdadera patria-, esa agüela de envidia que la vida me hizo el favor de conservarme viva hasta verse cumplido mi sueño de escribir como dios manda –así me de-cía-, para otros, para muchos, para mí, de ella aprendí que ese viaje final llamado muerte es tan sólo el principio de algo más, con sus tangos y sus tingos tan propios que ya muero por contar.

durante una madrugada de operativos militares y también fue en Monterrey donde probé por vez primera el sabor de unos labios saltillenses; en Pachuca aún dormitan mis sueños y ese segundo-primer beso, es ahí donde aprendí a dejar migajas en lechos y camas esperando un regreso que segu-ramente nunca habrá de sucederse; aún recuerdo al pié de la mañana mi primer amanecer a lado de esa inalcanzable mujer con la que de veces toda-vía sueño, fue en un balcón de la ciudad de Taxco, con el sol de frente y la ciudad entera a nuestros pies; en Italia descubrí paso a paso la enormidad que significa ser latino y lo empequeñecedora que resulta la historia del mundo; en Matehuala estuve a punto de tirar por la borda mi reino –parafrasean-do viejos cuentos- por esos famosos y penetrantes ojos negros que tanto he admirado por años; de sueños partidos, desgastados y rotos aprendí cami-nando entre las calles de Barcelona y en Madrid me enamoré por vez primera de la soledad, supe más del suicidio a lo largo de ochocientos desespe-rantes y dolosos kilómetros que todo aquello que me ha sido enseñado en pupitres y libros, cuan-do una madrugada de domingo fui informado que debía volver de mi estancia en el mar para ente-rrar a un nuevo hermano; en Cholula aprendí que


El regresoTexto: Ana Gabriela Barajas Ceballos

De regreso, de vuelta o como sea; tus dos días en la ciudad de Morelia están por concluir y la maña-na es fría, con aire, mucho aire que golpea tu cara tan muy fría. Y tú que no te acostumbras a las altas temperaturas llegas al mostrador de la línea en la que viajarás y pides tu boleto de regreso e indicas el asiento de tu agrado. De tu billetera sacas lo último de dinero que te queda. Será un viaje largo Morelia-Colima.

La espera. Esperas porque has llegado un par de ho-ras antes de que salga tu autobús, y esperas en la sala de espera. La gente va, la gente viene, se va, se queda, regresa. La gente desayuna un café, un jugo, lee el periódico del día o compra una revista. Las revistas son caras, los precios en la central suben al doble, los recuerdos y dulces que se venden ahí lo son aún más. Sólo miras, recorres con tu vista y compras un periódico La Jornada de Michoacán. Regresas a tu asiento y lees. Pasa el tiempo y te en-fadas sacas de tu mochila tu computadora portátil y te conectas al mundo del Internet. Y esperas.

-Que tenga buen viaje- eso te dice el boletero que te espera al frente de tu línea de autobuses con un lonche en la mano. Un sandwich, unas galletas y te vuelve a decir con una sonrisa tipo colgate -¿agua, jugo o refresco?- Eliges agua. Agua, el camino es largo y la gaseosa no te hace muy bien.

El maletero te espera, entregas esa mochila azul, es-peras tu boleto con el código de tu maleta, y dejas en manos de un desconocido tus cosas sucias, zapatos, tenis, botas, y una bolsa de recuerdos que acomodas bien, muy bien para que no sufra daños entre tanto amontonadero de las maletas de los demás pasaje-ros.

Subes al autobús, ese que te llevara de regreso y se detiene el tiempo en el asiento 26, te acomodas y recorres la cortina para mirar sobre la ventana.

Ves pasar por la ventana aquellas calles que re-corriste, los lugares que no viste, las personas que no observaste y que ahora esperan, van y vienen, se detienen, suben y bajan. Los semá-foros te dicen adiós con el verde y te detienen unos segundos más con el rojo. Atrás va que-dando esa ciudad, esa, llena de grandes edifi-cios históricos, de hoteles caros, baratos y me-dios, de jardines, museos, templos, parroquias, catedral, galerías. Se va quedando la ciudad llena de carros, de gente, de semáforos en cada esquina, de policías y ambulancias, de puestos de comidas, de quesadillas, de gazpachos, de nieve y dulces, de gelatinas, de paletas, pan, tacos y enchiladas morelianas.

Por la ventana se va quedando atrás, las cosas que no viste, los lugares que no conociste, las cosas que no probaste. Se van quedando y tú te vas.

La ventana dice adiós a la ciudad y dice hola a la sierra, las montañas, los bosques, los pue-blos, las rancherías, a los caminos desiertos, caminos rectos, caminos llenos de curvas, ca-minos con sol, con lluvia. Vas despierta, atenta a cualquier movimiento, es de día, la gente está despierta. Escuchas murmullos de la gente, be-rrinches de niños, y uno que otro va dormido.

El reloj camina, camina, pasan las horas y si-guen pasando, el camino es largo y aún falta más por ver. El cuerpo se cansa de estar senta-do, enciendes tu reproductor de música y cie-rras los ojos.

Despierta; aún falta mucho para llegar.


A veces quisiera irme tan lejos de aquí, emprender un viaje sola sin nada más que mi destino marcan-do mi camino, tal vez sólo así, podré demostrarme qué tan fuerte soy, qué tantos golpes puedo sopor-tar, qué tan valiente puedo ser.Quiero demostrar que puedo hacerme cargo de mí y tomar decisiones por mí misma, y así también deshacerme del cordón que me une al seno fami-liar; necesito saber que puedo llegar por mi propio pie muy alto, muy lejos. Qué es la vida si no un viaje; uno muy largo con tantos caminos por recorrer. Uno decide cuál to-mar y qué herramientas llevar; decides si empren-der el camino sólo o acompañado, como turista o como viajero. Si decides ser turista en la vida verás las cosas desde lejos, hablarás con gente que piensas que sabe, y olvidarás cuando pase el tiempo; señalarás lo bonito de los lugares pero si te das cuenta de algo más bonito, lo compararás y juzgarás. Si eres turista en la vida, la gente te dará miedo, y no tratarás de ver mas allá de lo físico, solamente estarás con gente igual que tú, que prefiere que el camino sea cómodo, placentero, y serás sólo un pasajero más.

Texto: Brenda Ledezma

¿Turista o viajero?

Si decides ser un viajero en la vida, caminarás sin rumbo fijo, abriendo los ojos grandes porque hay caminos estrechos y difíciles; y te caes, te hieres, te levantas y con todo y cicatrices sigues adelante comprendiendo que cada golpe que te diste tiene su historia y hasta amas esos moretones; te topas con mil personas y cada una deja en tu corazón parte de su alma lo cual te hace más y más fuerte. Tu viaje es solitario pero aprendes a compartir hermosos momentos, te enamoras mucho, vives alegría, tristeza, coraje, decepción y cada cosa, lugar, persona, te hace como eres.Al final del viaje, el turista sólo deja de caminar, deja vivir. Sin embargo el viajero es tan sabio y seguro de qué dejo en cada paso y en cada cora-zón, una parte de su alma. Seguirá vivo aunque el cuerpo ya no este presente.

¿Cómo viajas tú en la vida?

En la escuela me preguntaban a menudo acerca de la lucha de Moctezuma pero nadie me preguntaba cómo me sentía en ese momento si tenía algo atravesado que impedía que fuera libre prohibiendo el curso natural de mi cabellera bajando el volumen de mi radio vigilando que mi camisa fuera perfectamente correcta que años aquellos.

Hoy en día, unos años después, mi camisa está perfecta desde mi punto de vista y de lo demás mi estéreo tiene el volumen y la melodía correcta según marca el ritmo de mis manos la cabellera que porto está impecable adornada por miles de cabellos que el viento agita y mi espíritu, mi espíritu esta libre no hay nada que lo asfixie. No sé si Moctezuma ganó su batalla nada me importa menos, lo importante es lo que me dejaron esos años.

Manuel Lereetbi


Siento soledad-inquietante que noNoNo habíaSentido antes:No necesito ni extraño. Apareces en mi mente como recuerdo dulce de mi pasión, de mi amor, de mis deseos, pero es inútil al escuchar la música que acaricia mi memoria y la remueve para recordar y añorar… no hay nada. No hay nada…ni rastros de dolor, ni huellas de ansiedad, ya no existes he dejado de amar-te.Estoy sola.Pero no lamento mi soledad No mal entiendas, siento vacio-corazón y mente-libre.Pero… la música me obliga a buscarte en lo hondo de mis recuerdos. Como luz y oscuridad.El cambio es algo inusual en mi cuerpoPoco probable en mi menteE imposible en…….. mi espírituAhora no puedo verme, me siento unida al respiro de la noche con esos deste-llos de paz, escondida entre los arboles mirando como el sol pinta su copa.Una marejada de pasividadA veces,Me siento, sólo, a observar, aunque no sé con que propósito. La memoria Se ha rotoO se ha cortado ¿¿Coartado??Necesito pero no lo mismo que antes…… … tal vez ahora … …no necesite y…………………… eso sea lo que me entristezca Feliz era NecesitandoDeseandoAmandoAhora mientras escucho el rumor del monte y veo los coqueteos de la luna siento comezón del alma, ¿cómo rascarme? si ya no hay vacío que llenar ni saturación que agotar.Estoy en blanco.Corazón: ¿has llegado o nunca piensas llegar?

Cuando el silencio del corazón

Por: Claudia Marín Inclán


Caminaba sucia y harapientaVestida de cruel soledad

Cargaba en el alma una afrenta,Una deuda por pagar.

Muchos de ella se burlabanOtras limosnas le daban

Mientras que yo, en sus ojos me encontraba.

La vi solitariaRondando mi caminar.

Venía vestida de harapos,Mi mano quería tocar.

Sus ojos apagados,Cansados de tanto llorarAferrada a una historia

Que a nadie iba a contar.

Era la loca del pueblo,La que lloraba pidiendo perdón

A gritos pagaba su afrentaEn agonía, locura y dolor.

Me la encontré aquella tardeLa última vez que la vi.

Se me acercó con ternuraY en ella me descubrí.

Temblorosa y quebrantadaAlcanzó a decir, perdóname niño mío

Hoy fui feliz.

Era la loca del pueblo la que me Abrazaba pidiendo perdón.

Murió aquella tarde, pero no en soledad.Se desplomó entre mis brazos

Murmurando palabras que jamás he de olvidar.

Esa loca era mi madre, Y me amó en su soledad.

La Loca del puebloTexto: Marisol Flamenco ©2002


Carla MorrisonEntrEvista: DanElia PérEzFotograFías: CortEsía DE WEnDy MartínEz

Hoy suena a...

Porque cuando me pregunto ¿por qué soy músico? la respuesta es muy simple: está profesión es mi pasión, me gusta, me encanta, me hace muy feliz y más que nada Dios me ha dado la oportunidad de poder seguir en esto.Mi infancia está ligada a la música, puedo decir que, si tuviera el privilegio de hacer un video acerca de esa etapa de mi vida, yo le pondría música desde los Beatles hasta Ramón Ayala.El chiste de hacer música es el sentido, porque da sen-tido, bueno a mí me lo da y mucho porque es mi vida, pero más que nada para mí es poder ayudar a la gente a sentir, eso es lo más precioso. Bien dice el dicho “recordar es volver a vivir” y eso es lo que más cuen-ta. La música es un lenguaje universal, es hermosa y cura a veces más que la medicina.Pero para hacer música no se necesita de tocar bien los instrumentos; por ejemplo, yo toco a puro oído; así que no lo hago de la mejor manera pero aún así estoy en el teclado, la guitarra, el bajo, las maracas, un poco de percusión, otro poco de armónica, y el pandero entre otros.Antes tocaba en la antigua banda llamada Babaluca, pero los deseos por hacer mi propia música me lle-varon a empezar desde cero. La idea de ser solista nació de la ansiedad de no poder dormir, de sentir la necesidad de volver a casa y a mi país que tanto

quiero, de luchar por lo que deseo, por mi felicidad y claro que tuve miedo pero pienso que al final del día sigo creyendo en mi.

El proceso de composición para Aprendiendo a aprender es algo que intento que sea lo más natural; entre más honesto, crudo y real, mejor para mi y para el receptor, trato de no intentar o pretender nada, más que nada que se dé por sí sólo. Por experiencia sé que estando enamorada se puede componer can-ciones tristes pero todo depende de que tan sensible sea la persona y como perciba la vida.

Yo soy una dramática enamorada que un cree en el amor 100%, quedé estancada con los tiempos de an-tes y como se amaba de verdad, por eso es la canción de “Buena Malicia” me refiero a una persona, pero en la canción de “Soledad” me refiero a esos tiempos tristes que pasé sola en mi departamento en Arizona y lo difícil que era para mi; por eso este EP tiene toques de desamor y roturas.

Mi música la defino como minimalista melodramáti-ca. No tuve muchas influencias al hacer mi EP, pues ya tenia tiempo haciéndolo sin pensar que sería para un material en solista, sé que hubo mucha soledad y mucha crisis pero musicalmente no sé, a lo mejor la


melancolía mexicana que tanto tenia…ya extra-ñaba a mi gente.

Al comenzar a realizar a mi hijito (EP) tenía mucho miedo, pero algo dentro de mí me decía que todo estaba bien y que sólo cosas buenas podrían salir de un cambio tan drástico, seguía los latidos de mi corazón y fue exactamente lo que tenía que hacer…seguir viviendo en el pre-sente y estar tranquila y feliz; musicalmente ha sido muy entretenido este aprendizaje porque ahora yo dirijo todo… ¡me encanta!Pero lo más difícil es que la gente no te tome en serio o que tengas que estar bien atenta porque hay muchos tiburones que te quieren cazar.Este disco lo hice exactamente como que quería que fuera: primitivo, como un niñito muy dulce y frágil pero con fuerza. Lo que pretendo es que a las personas que escuchen mi música les ayude a sentirse cómodos y se identifiquen. Aun no se con quién podría trabajar en un futu-ro pero lo he pensado y seria con Julieta Vene-gas, antes de concretar con alguien yo digo que primero quiero tener un disco bien hecho. Lo que viene es el nuevo EP en el mes de octu-bre llamado Mientras tú dormías que lo esta-mos produciendo juntas mi amiguita Natalia Lafurcade y yo.

Carla Morrison

comprA el álbum eN ituNeS méxico.

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Myspace: www.myspace.com/neonlike

Roberto Ibarra



que en manos de Mayer y Murnau, logra tras-cender en la historia del cine por diversos as-pectos notoriamente importantes. Uno de ellos es la reducción al mínimo de los intertítulos, la intención principal de F. Murnau era la reducción de estos totalmente a cero, pero los productores decidieron que no le daban esa libertad con el argumento de que el filme se tornaría confuso e incomprensible. Aun así, la aparición de inter-títulos es mínima e incluso se da a una expe-rimentación el desenlace dramático que juegan algunos en escena (por mencionar alguno, está el del intertítulo que muestra el diálogo que se derrite en negros) rescatando no sólo el estilo de Murnau, sino proponiendo ampliar los límites de lo establecido. El filme podría prescindir total-mente de los intertítulos y sería completamente comprensible por todo espectador, aspecto im-portante que consideraba latente el Kammers-pielfilm.El filme fue premiado en la ceremonia de los premios Oscar en Hollywood por la categoría de mejor calidad artística, considerado entonces el máximo galardón. Murnau propone que visual-mente y con la narrativa basada en el montaje que ya lo habían convertido en un ícono, el uso de una carga digna en la historia para con una técnica ya perfeccionada por el director en ese entonces, dar el ejemplo de un texto que sin éxito literario, adaptado al cine y su lenguaje, fue todo un suceso.

Sunrise (1927)Dir. F.W. Murnau

Texto: Abraham Reyes

Co-escrita por Carl Mayer y Friedrich W. Murnau, Amanecer ó Canción para Dos Humanos, es un filme que permite colocar a Murnau su nombre en la historia del cine, para siempre y heredándo-le su inmortalidad y éxito en Hollywood; a pesar de ser estrenada en el mismo año que el filme Cantante de Jazz (1927), introduciendo el cine con sonido sincrónico, no desmerece calidad ni interés alguno, por el contrario, atrae la aten-ción y celebración de todo un numeroso público.Obedece al estilo de puesta en escena del ci-neasta alemán, sin embargo, es auxiliado en el guión por su fiel amigo y compañero Carl Mayer. Lo curioso es que en el mismo tiempo, Mayer era de los principales precursores de un movimien-to fílmico paralelo al expresionismo también en Alemania: el Kammerspiel o Kammerspielfilm. Este movimiento proponía una naturalidad y uni-ficación en la puesta en escena más cercana al teatro por enfatizar el dramatismo en la interpre-tación actoral, por lo tanto, podría considerársele, si bien no una oposición al expresionismo, sí un movimiento que no cuestionaba totalmente sus características pero sí ofrecía nuevas alternativas sin necesidad de ambientar tan artificiosamente el escenario, más bien aprovechar el entorno. (Quizás el indicio de lo que se retomaría años después en el nacimiento del cine moderno).Sunrise es una historia basada en una no-vela de la que se rescata muy poco y que no tuvo éxito ni fama alguna, pero

NicoláS mAríN

mr. poper

Http://mrpoper.blogSpot.com/

Un día, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren. Una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada.Interesante, porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques y desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables, con algunas subidas y bajadas tristes.

Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas que nos harán conocer el viaje has-ta el fin: “nuestros padres”. Lamentablemente, ellos en alguna estación se bajarán para no volver a subir más, quedaremos huérfanos de su cariño, protección y afec-to. Pero a pesar de esto, nuestro viaje deberá continuar.

Conoceremos otras interesantes personas durante la lar-ga travesía, entre ellos nuestros hermanos, hijos, amigos y amores. Muchos de ellos sólo realizarán un corto pa-seo, otros estarán siempre a nuestro lado, compartiendo alegrías y tristezas.En el tren, también viajarán personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite. Muy cerca... Muy cerca.

Es curioso ver como algunos pasajeros a los que que-remos deciden sentarse alejados de nosotros, en otros vagones. Muchos se bajarán y dejarán recuerdos im-borrables, para ellos el viaje “terminó”. Otros, en cambio, viajarán ocupando asientos, sin que nadie perciba que están allí sentados. Eso nos lleva a realizar el viaje distante de ellos. Pero eso no nos impedirá, aunque tal vez con alguna dificultad, acercarnos a ellos.Lo difícil es aceptar que, a pesar de estar cerca no po-dremos sentarnos juntos pues muchas veces otras son las personas que los acompañan.

Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas.Sabemos que este tren sólo realiza un viaje, el de ida…

Tratemos entonces de viajar lo mejor posible; inten-tando tener una buena relación con todos los pasajeros; procurando lo mejor de cada uno de ellos; recordando siempre que, en algún momento del viaje, alguien pue-de perder sus fuerzas y deberemos entender eso.A nosotros también nos ocurrirá lo mismo y segura-mente alguien nos entenderá y ayudará.

El gran misterio de este viaje es que no sabemos en cuál estación nos tocará descender.Pienso: cuando tenga que bajarme del tren ¿sentiré añoranzas?Mi respuesta es sí; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste; separarme de los amores de mi vida será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún mo-mento nos volvamos a encontrar en la estación prin-cipal y tendré la emoción de verlos llegar con mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.

Seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas. Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas. Me gustaría que tú pensa-ras que el desembarcar del tren, no es sólo una repre-sentación de la muerte o el término de una historia… Estoy feliz de ver como ciertas personas, como noso-tros, tenemos la capacidad de reconstruir para volver a empezar, eso es señal de lucha y garras. Saber vivir es poder ofrecer lo mejor a todos los pasajeros.

Agradezco a Dios porque estamos compartiendo este viaje y, a pesar de que a veces nuestros asientos no estén juntos, con seguridad el vagón en el que vamos y el maquinista son los mismos.

GRACIAS por dejarme compartir contigo este tramo de la vida…te deseo un feliz resto del VIAJE.

Nota: a mi correo llegó esta cadena anónima y quiero conmpartirla con ustedes, me parece genial la analalo-gía de la vida con un viaje en tren.

Salidas y llegadas...Anónimo SALIDA: Cada segundo.....

LLEGADA: Nunca lo sabrás.... DESTINO: LA VIDA!


Justo ayer festejaba mi vigésimo quinto aniversario; realmente no fue nada del otro mundo, y no es que esperara algo sorprendente, simplemente quería que no

pasara desapercibida mi bienvenida al primer cuarto de siglo.De pronto, me doy cuenta lo fatigada que en ocasiones me siento, veo los peque-ños pero ahora ya visibles surcos que atraviesan mi rostro en múltiples direccio-nes, mis canas escondidas entre mi mata de cabello, y aquella sensación de cuánto

he dejado pasar sin sentir ni disfrutar.En un corto tiempo perdí a mis abuelos más queridos, de los cuales sólo pude acompañar a mi bisabuela hasta su último aliento; con los otros, simplemente no estuve. Tal como el agua entre mis manos, se escurrieron muchos momentos, mu-

chas historias que no volverán.Vacío mis recovecos mentales y encuentro risas inmortales sostenidas en el viento, aquel beso de una madre que ve partir a uno de sus hijos, aquel consejo perdurable a través del tiempo, esos cuentos llenos de fantasías y misterio, la tortura de la última clase del día, las interminables pláticas antes de dormir, aquellas ruidosas cenas familiares, las cuantiosas lágrimas exageradas y los tantos rollos de papel gastados. Esto y miles de pasajes más vinieron al presente traídos por aquella

nostalgia pasajera.Hoy veo en perspectiva todos esos altibajos que no hacen otra cosa que darle sabor a este viaje, el cual puede ser tan lento o rápido como deseemos, tan placen-tero o tortuoso como decidamos. De repente pasaremos por lugares poco o nada agradables, conoceremos “buenas o malas” personas (depende de tu perspectiva), aprenderemos tanto aún en el momento de nuestra muerte, guiaremos y seremos

guiados; todo en un solo viaje que inicia desde nuestra concepción. Elegimos ir solos o acompañados, cabizbajos o altivos. A final de cuentas la mayo-ría queremos que nuestro paso por estos lares sea lo más acogedor posible y siem-pre quedaremos cortos ante esta ilusoria inmensidad puesta en nuestras manos. Lo

importante es seguir viajando.

Viaje vivencial

Por: May Rovles


Es el posterior viaje que realiza la protagonista desde Munchkiland a Ciudad Esmeralda el que le revelará que ese lugar ideal, soñado por ella, no lo va a encontrar más allá del arcoíris, sino en Kansas, con sus tíos y así es como Glinda, “la bruja buena del Norte”, se afirma al decirle que ella –Dorothy- siempre tuvo el poder de regresar a casa por medio de las zapatillas de rubí que tanto salvaguardó y que el viaje que realizo hasta Ciudad Esmeralda, sirvió para probar la fortaleza de su corazón por defender su anhelo ante la adversidad y la maldad del camino amarillo.

El Mago de Oz es una historia que trasciende a un nivel psicológico, es una provocación al espectador o lector (dependiendo el caso) para expandir su autoconfianza, que no hace falta caminar sobre baldosas amarillas o caminos sinuosos para ir en busca de algo que ya po-seemos pero que no nos hemos percatado de su existencia.

De Kansas a Ciudad Esmeralda y No hay mejor lugar que el hogar

Por: Alejandra Lomelí

Dorothy Gale estaba muy lejos de imaginar que el tornado que azotó Kansas aquel fatídico día la iba a llevar más allá de conocer Munchkin-land y a sus simpáticos habitantes.El Mago de Oz es una obra que se desprende del género fantástico, sale a la luz en forma de novela infantil con el nombre, El maravilloso mago de Oz escrita por Frank Baum en 1900 pero su incursión a la pantalla grande, treinta y nueve años después bajo la dirección de Victor Fleming, la hizo convertirse en un icono de la cultura popular.

No es de extrañarse que sea el género fantás-tico el salvoconducto para mostrar historias en donde la búsqueda de la identidad y los anhe-los internos de los personajes, se manifiesten a través de metáforas muy elaboradas en un mundo paralelo al real, en donde este último resulta ser un lugar hostil y totalmente opuesto a las aspiraciones de sus protagonistas.Este es el escenario que rodea a Dorothy, una pre-adolescente huérfana que vive en com-pañía de sus ancianos tíos y que sueña con encontrar un lugar más allá del arcoíris, mucho más feliz y colorido que la grisácea granja en Kansas, en donde sus juegos y cantos no enca-jan con la recatada sobriedad de sus vecinos, sin embargo, el tornado que la arrastra hasta Oz será el que le muestre que está en ella el poder de transformar su entorno.


REDMOTHERSKYAlvaro Sánchez©2010

La estación del metro es una pasarela de persona-jes inusuales y bizarros, pero eventualmente te en-cuentras con algo o alguien diferente que llama tu atención, eso me pasa cuando tengo suerte (casi nunca). Así fue como me tope con ella, una mujer de una extraña mezcla asiática que llamó, talvez demasiado, mi atención. Hace varias noches que la observo aguardando el metro del otro lado del andén, aunque su imagen es cortada cada momen-to por el metro que pasa a toda velocidad, siempre esta ahí frente a mí, entre los rótulos luminosos y personas sumidas en sus pensamientos. Trato de no ser descubierto, pero no puedo evitar el verla, no sé si alguna vez ella ha reparado en mí, pero yo puedo recordar hasta el último detalle de su ropa o de la forma en el que lleva su cabello durante la semana. Esta noche me he parado justo en el lu-gar perfecto para poder observarla tranquilamente y si tengo suerte talvez ella me verá. La vi bajar las gradas de la estación y tuve la suerte de que se detuviera justo donde yo quería y en una fracción de segundos ella volteó y me vio directo a los ojos, justo antes de que el metro se descarrilara frente a los dos.

Estacion No.56©

REINTERPRETACIÓNAlvaro Sánchez©2010

GlosArio de viAjes

Un viaje es un desplazamiento en el tiempo y en el espacio que requiere de un punto de partida, uno de llegada, una trayectoria o ruta además de un medio para el desplazamiento. A continuación se exponen algunos tipos de viajes, sus características y una breve definición empírica de cada uno de ellos.

Viaje astral. iNvoluNtArio. No deSplAzAmieNto. No rutA. No medio.

Conocido por la “separación” del alma y el cuerpo. Este viaje ocurre cuando el viajero está dormido.

Viaje de negocios. iNvoluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.

Este tipo de viaje tiene como propósito esta-blecer relaciones de negocios, cerrar tratos o simplemente dar a conocer el producto o ser-vicios que ofrece el viajante. Se caracteriza por estar planeado y contar con un punto de reunión

acordado por los empresarios.

Viaje de placer. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.

También conocido como “vacaciones”, se rea-liza fuera la localidad en que se radica.

Este tipo de viaje tiene como objetivo el des-canso o la recreación fuera de los espacios de

costumbre del viajante.

Viaje al pasado. iNvoluNtArio. No deSplAzAmieNto. No rutA. No medio.La finalidad de este viaje es recordar lo vivido, tiene como punto de partida el presente y su punto de llegada puede ubicarse en cualquier momento del pasado. El me-

dio que permite este viaje es la memoria.

Viaje mochilero. voluNtArio. deSplAzAmieNto. No rutA. medio.

Sus principales practicantes son jóvenes en la bús-queda de nuevas aventuras. Es uno de los viajes más económicos, por consecuencia carece de co-modidad. El objetivo principal es conocer, explo-

rar, experimentar y aprender.

Viaje académico. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.

Este viaje cuenta con un rígido itinerario. Está enfocado a estudiantes y se desarrolla en áreas donde el alumno pueda aprender. Los benefi-cios se reflejan tanto en las calificaciones como en las nuevas experiencias y aprendizajes de carácter formal-académico. Cabe destacar que el en muchas ocasiones el transcurso es lo que

más se disfruta y no el lugar al que se llega.

Viajesote. voluNtArio. No deSplAzAmieNto. No rutA. medio.Este viaje se realiza bajo los efectos de las drogas que sirven como “medio o transporte”. No necesita desplazarse (geográficamente) por lo que el punto de partida y llegada está determinado por el tiempo y éste dependerá del tipo y calidad de droga em-pleada. La finalidad es escapar de la realidad o en su

defecto, hacerse otra realidad más cómoda.

Viaje de compromiso. iNvoluNtArioS. deSplAzAmieNto. rutA. medio.Son ineludibles. La característica es que no se quiere, pero se tiene que ir. Existe cierta obli-gatoriedad en el viaje que en el inicio resulta incómodo porque al parecer se imagina cómo será la estancia en el lugar, aunque realmente

se desconoce.

Viaje a futuro. voluNtArio. No deSplAzAmieNto. No rutA. medio. El punto de partida al igual que el viaje al pasado es “el presente” y el destino es el futuro. Es el viaje que se caracteriza por la idealización de la visión

del viajero. En éste todo es mejor a lo actual.


Malviaje. iNvoluNtArio. No deSplAzAmieNto. No rutA. No medio.Este tipo de “viaje” es de carácter emocional y se rela-ciona con estar triste, decaído, preocupado o enojado. En otras palabras se puede definir como un cambio de estado de ánimo óptimo al opuesto. El punto de partida es “estar bien” y el punto de llegada es “estar mal”. La duración del viaje depende del viajante y las circuns-tancias que le rodean. Es involuntario y el detonador

puede ser una mala noticia o una discusión.

Viaje soñado. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.Como su nombre lo dice es un sueño, es el viaje que todos quieren realizar pero nadie hace. Es el viaje ideal, con la compañía ideal, el destino ideal. Se piensa que viajará con y a “lo mejor de lo mejor”. La extravagancia y la felicidad son un regalo envuelto en “papel

imaginación”.

Viaje familiar. iNvoluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.

Están cargados de costumbres. En este acuden todos los miembros de la familia. El punto de partida es la casa de alguno de los viajeros, el medio puede es en la mayoría de las veces el auto familiar. Los destinos preferentes suelen ser espacios donde puedan convi-vir todos, tales como el campo, la playa, un río, bos-

que o cabañas, la casa de los abuelos, entre otros.Una de sus particularidades es la comida casera con

que se alimentan los viajeros.Es uno de los viajes que se suelen recordar con picar-

día con el transcurso del tiempo.

Viaje de bodas. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.

Es uno de los pocos viajes “bautizados” o reconoci-dos por todos. Es el primer viaje con la nueva familia, estás iniciando tu nueva vida. Está cargado de tradi-ciones y simbolismos que no siempre se respetan. El color del vestido ha perdido su significado “original” y está “manchado por la moda”. La noche de bodas desde antes dejó de ser una expectativa. Los botos matrimoniales se cambiaron por contratos prenup-ciales. Este viaje es el que aún está en la agenda de

algunas mujeres como pendiente.

Viaje religioso. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.También conocido como peregrinaciones o mandas. El destino final es alguna iglesia y se puede realizar de manera individual o en grupo. Una de las características es que se lleva acabo cierto sacrificio para la obtención de un bien mayor como puede ser el perdón, la tranquilidad de conciencia, la protección

divina, entre otros.

Viaje espiritual. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.Se considera un viaje introspectivo cuya meta es la purificación, la paz interna y el bienes-tar del espíritu, lo que lo hace diferente del religioso es que éste es individual, se puede hacer a un lugar de retiro que no precisamen-

te tiene que ser religioso.

Viaje de fe. voluNtArio. deSplAzAmieNto. rutA. medio.No importa el destino, el recorrido, ni el tiempo, lo que importa es que lo motiva la fe. Se realiza con fines curativos, ya sean fí-sicos o del alma. Estas enfermedades son de carácter inexplicable para la ciencia, según

sus practicantes.

Viaje de la vida. iNvoluNtArio. deSplAzAmieNto. No rutA. medio.El punto de partida es el nacimiento y el de desti-no es la muerte. No importa que tan corto o largo sea, el propósito principal de este es aprender y

disfrutar al máximo.


Por: Rafael Cruz

La sombra de Daisen

Les dió un pincel que sumergieron en las aguas entre el cielo y la tierra y batieron el océano. Cuando las primeras gotas de agua se derramaron de la punta del pincel se formó la primera gran isla.

El sol de la mañana regresó. El mar está in-festado de pendientes de ríos que provienen desde todas partes. Se ha abierto al cielo y se ha convertido en nubes durante toda la tarde. El sol de la tarde se fue, y las hierbas del cam-po se mecen tranquilas al ritmo del arte de huir de la noche hasta cubrirse de sombras en un armonioso balance entre luz, y oscuridad.Balance entre luz, y oscuridad.

Montaña interiorLa luz, es energía que podemos ver. La luz es una onda electromagnética, que está agrupa por una variada cantidad de frecuencias que se reflejan en todo lo que vemos; para dejarnos ver el mundo que se despliega después de las sombras. Para Yamanoushi, la luz lo significa todo.Yamanouchi Yoshihiko, es un hombre solitario de 53 años de edad que vive a las sombras del Daisen, una montaña ubicada al oeste en la gran isla Nippon en la prefectura de Tottori, en Saihaku-gun, aproximadamente a 350 kilóme-tros de las próximas costas de Corea del Sur.La palabra “Yamanouchi”, traducido al idioma español significa “Montaña interior”. Artista de la madera y jefe de la aldea Jupitarian Hill, des-de hace 20 años dedica su existencia a com-prender la luz y su travesía por los árboles,

impregnando en la práctica de la carpintería su entendimiento y explicándolo por medio de artesanías, “un árbol es una fuente de energía, un árbol llega a ser un gran amigo”, explica que “durante la vida de un árbol, este pasa mucho tiempo meditando y creando las raíces de su mente”. Trabajar con materiales orgánicos o reciclados, es filosofía fundamental en la colina Jupitariana.El jefe de la aldea (o “Soncho” en vocablo Ni-ppon) abandonó el sistema no hace más de 20 años para adentrarse a una vida más “elemen-tal”. Estudió la preparatoria en Tokio, es ahí, donde emprende su oleaje por la vida, donde recorrió varias prefecturas del país, así como varios países fuera de Asia en busca de su es-pacio y conocer el mundo que lo rodea. “Son-cho” trabajaba en un taller modesto en la ciu-dad de Yonago años antes, donde dice permitía la entrada de los rayos de sol por un agujero en la pared, esto “lejos de la naturalidad que bus-caba”, vista que dijo, daba “hacia una avenida y a varios edificios”.Recordaba sus viajes no planeados a América y Europa, sitios donde desarrolló el gusto por escribir con luz. La fotografía se convirtió en su compañera, ésta en modalidad fotografía na-tural, aplicando en ella también su interés por las tonalidades e intensidades de luz durante el


transcurso del día, según su posición geográfica y capturando así, paisajes traducidos por sus tonos claroscuros en la quietud que caracteriza su visión del todo armónico, del todo “balanceado”, común en la mirada de Oriente.

La presión social y el sistema económico y políti-co que coexiste en la isla, así como en el mundo, lleva a la fundación por parte de algunos grupos sociales a convertirse en tribus urbanas que logran aislarse del bullicio de las ciudades al refugiarse en montañas con el propósito de apartarse de la corriente capitalista, caso del artesano de la made-ra, en el pliegue extenso de terreno en la montaña. “Me abandoné a mí mismo y el lugar se abandonó conmigo. Cuando la gente de las tribus se unió a nosotros, coincidimos y nos instalamos. Con ra-mas de los árboles del jardín y con plantas frutales construí una casa, fui enterrado por el suelo en madera bañada por las olas del mar de Japón”.Yamanoushi cuenta con exposiciones como el “Washi Dome”, en junio de 2009; el “Washi Tun-nel”; la exposición “Kamikatachi”, que consistió en la colocación de samuráis elaborados con papel japonés en puntos estratégicos en la ciudad de Tottori; “Light Tree”, en junio de 2009 en Kou tei show y en Tottori, entre otras presentaciones. To-das, bajo el arte de iluminación con “Washi”.El papel tradicional japonés “Washi”, nació como fruto anónimo del pueblo nipón para la interlocu-ción con el mundo espiritual y para con las artes. Es, a su vez, un versátil medio de expresión en el arte contemporáneo que conjuga la modernidad en su estilo cultural de vida con la mística de sus creencias espirituales.La etimología de la palabra “Washi” proviene de “Wa” o “Wakuko”, término con el que se denomina-ba al pueblo japonés, y “Shi”, que significa papel. El tono claro del papel figura la capacidad de purificar las cosas, refleja el alma y, por su tonali-dad en contraposición con la luz, balanceado por medio del Ikebana (arte japonés de los arreglos florales), es aceptado internacionalmente debido a su enfoque armonioso, ritmo en el uso de colores y diseños complejamente simples. “Soncho” observa el techo de la noche y dibujando sobre las ondas del viento en el observatorio del cielo, cómoda-mente sentado en su silla, expresa “quiero volver al principio, volver a lo elemental”.Jupitarian Hill


Se extrae de raíz, y se coloca a los árboles mayores de 20 años al revés, con las raíces hacia arriba y sus ramas sosteniendo su pro-pio peso. “De pie en este sitio sólo puedes ver el cielo y las montañas” expresa Yamanouchi.Rodeado por campos de peras, La Colina Jupitariana está abierta al público esperando por aquellos que adornan el mundo con arte. Viento del nirvana en la montaña, la galería independiente Anju, es un importante espacio para la exposición de trabajos artísticos que se crean en el inmueble, así como espacio para artistas independientes que deseen dar un mensaje.Yamanoushi cuenta en la historia de 3 capítu-los de Jupitarian Hill que fue recibido por una llamada local del bosque, “iba en busca de un taller detrás de un valle y encontré unas ruinas, ahí me encontré a la gente de Júpiter a los pies del Daisen”.Este lugar voltea a ver Júpiter, “quería encon-trar un lugar y que al mismo tiempo el lugar me encontrara a mí. La colina tiene una her-mosa vista. Los hombres de Júpiter dijeron que los árboles me habían llamado, y me que-dé. El sentimiento saltó cuando trajimos el pri-mer árbol del sur. Al principio, era un bosque que descansaba en paz donde crecían fresas salvajes que se convertían poco a poco en la parte superficial del suelo, territorio donde la tribu trajo las semillas de los árboles nuevos. Lo que fue un jardín ahora es un bosque, aquí es un lugar donde aprendimos a encontrar compañeros excavando a mano la tierra, lo que significa, otros árboles que se unían a nosotros. En la colina estaban apareciendo castillos por la noche al sur de la tierra de la gente de Júpiter”, detalla el jefe de la aldea.Jupitarian Hill ha sido sede de eventos como el “Candle Night”, el 13 de junio de 2008 y “Poco by Deco”, del 10 al 12 de octubre de 2009, donde se respiraban giros en los trazos de la exposición de dibujo de Yohei Yama; así como sede de reuniones con grupos cultura-les y centro de ceremonias ancestrales de la mitología regional y cultos con “Mai” y “Odori”, danzas procedentes de la cultura japonesa predestinadas para la meditación y contem-plación a la naturaleza en su todo armónico, donde dicen, se oculta “La diosa de todas las cosas”, entre otros eventos.


Todos los elementos están conectados

El pincel es el instrumento de escritura tradicional del pueblo japonés. De igual modo, la pintura ha sido un arte en el cual el pueblo oriental encuen-tra especial forma de expresión desde hace ya mucho tiempo, la extensión de ello fue su uso como herramienta artística. La cultura popular japonesa refleja las actitudes y preocupaciones de la vida moderna así como también poseen una conexión directa al pasado.Según la mitología nipona, los dioses Izanagi e Izanami bajaron al plano inferior del cielo don-de construyeron un “Amenoukihashi” o “puente flotante de los cielos” entre el cielo y la tierra, ahí se deslizaban por un arco iris y bajaron a la tierra. En ese lugar les fue encargada la creación de la primera tierra.Para ayudarles a realizar esto, se les dio un pin-cel que sumergieron en las aguas entre el cielo y la tierra y batieron el océano. Cuando las prime-ras gotas de agua se derramaron de la punta del pincel se formó la primera gran isla, mística de esta sociedad oriental, a su apego constante para con las artes como forma y herramienta de expre-sión del pueblo japonés que conllevó su historia después de un largo tiempo aislado del resto del mundo.El alma se incendia, el árbol respira, descansa sobre la tierra y muere “el árbol trasciende en un abrazo, como fuente importante de energía, el árbol levita, recibe y despide el recorrido del sol”, expresa el artista de la madera.“Me aseguré de contar cada árbol con cada uno de los dedos de mi mano, cuando uno realmente está convencido de sus amigos, realmente no im-porta perder la mano”, cuando quieras compren-der todo, observa una sola cosa, “todos los ele-mentos están conectados”, finaliza Yamanouchi.


Sollozan las estrellas en el cielo,son partícipes de un coro celestial,de un canto a la eternidad.Es tan inmensa su lejanía,que se pierden ocultando la luz en su guarida.Nos muestran su endeble camino,enteramente opuesto al tiempo,como el amor, como el dolor.El cuerpo es el detonante de este letargo,de este viaje prodigioso de sensaciones y colores.Así es como está construida la vida,de este caudal incesante,de sueños y sabores.Reposando oculto en ese rincón de soledad,donde emergen las mas ocultas verdades,que nos tiene preparada, la solitaria alma del hombre.

LetargoPor: Miguel E. López Cisneros


La Mexicana Comedia. Un viaje dantesco por el bajío y sureste nacional Por Abraham García

Fotos de Rafael Cruz

Para Miguel Monti, un cumpa argento que quiere expe-rimentar México más que nadie.

Hay pocas ocasiones, y muy raras, en las que se sale al viaje sin tener certezas de nada. En las que sólo se suelta uno, y ver qué pasa. El pretexto perfecto de Rafael Cruz y de quien escribe, para recorrer parte del bajío y del sureste mexicano –en unos 3,400 kilómetros de ida y vuelta y en una semana- fue una exposición fotográfica del primero, pactada en la Universidad Intercultural de Chiapas en San Cristóbal de las Casas; mientras que la del segundo consistía en documentarla periodísticamente. La verdad es que sólo pretendían recorrer parte del país sin una garantía que asegurara la llegada hasta el destino final. Una mochila con una muda de ropa, dos mil pesos mexicanos y un poco de convicción por cada uno, más seis latas de atún y un plano de México, fueron suficientes para librar un periplo que, antes, durante y después de su realización, muchos han calificado de ser sólo para locos, tanto por la constante y creciente inseguridad del país como por el desparpajo con que se organizó.-Primera Parte- La salida de ColimaEn cualquier lugar del mundo se hacen favores de bue-na gana, pero sólo en México la gente los hace al mis-mo tiempo que te van cagando, como dicen en Argen-tina. Aquella mañana del sábado 7 de agosto, nuestro chofer hizo su buena acción del día. Iba acompañado de una niña entre 6 y 8 años en el asiento del copiloto y nos llevaría hasta el pueblito jalisciense de Zacoalco. El tipo, originario del Estado de México, corría por la libre a más de 120 km p/h en medio de cerradas curvas, y en su frenesí rebasaba trailers frente a señalamientos que lo prohibían. Su mirada, fija en el camino, ni se inmutaba mientras le daba desesperados tragos a su cerveza, al tiempo en que los dos de atrás de la pick up, en calidad de bultos, dábamos tumbos al son de cada giro del volante. Fue entonces cuando Rafa dijo algo como: “Ya comenzó el viaje”.En la entrada a Zacoalco de Torres nos esperaba nues-tro segundo raite, con destino a Guadalajara. Se trataba de un sujeto acompañado de un chavito que traslada

en su camioneta estantes y libreros de madera, fa-bricados seguramente en Guadalajara o en algún pueblito de Jalisco. Esperaba a nuestro amigo ca-fre para pasarle la carga de muebles, para que los llevara a quien sabe dónde. Así como Virgilio y Dante tuvieron que pagarle a Caronte para poder cruzar el Río Estigia en su balsa, Rafa y yo sin chistar descargamos y carga-mos los muebles de una camioneta a otra con la ayuda del púber, y con eso llegar a Guadalajara. Era retribuir el buen karma que esperábamos para la semana. Perdidos en Guadalajara (o los mochileros de San Luís).Al llegar a Guadalajara, teníamos que tomar una ruta que nos dejara en la salida a Guanajuato. Por una hora perdimos la brújula, tomamos dos rutas, y llegamos al mismo punto en donde nos dejó nuestro Caronte. Siempre he pensado que Guada-lajara es una ciudad muy mal planeada, pues es muy fácil perderse si no andas a pie.Caminamos y abordamos una ruta más, y cami-namos otro tramo. Salimos a la carretera a través de una especie de callejón donde están Las Puer-tas, una carpintería decorada con el logo de The Doors. Luego de cruzar un puente para plantarnos en la dirección correcta de la carretera vimos que no éramos los únicos viajeros. Eran tres chicas y dos chicos de San Luis Potosí, según comentaron. Nos tocaba seguir adelante en la carretera para no entorpecerles el raite (porque levantar a siete rai-teros en una pick up pequeña, ¿quién lo hace?). Llegamos a una gasolinera y esperamos como una hora. Nada. Al poco rato pasaron los amigos po-tosinos, a pie. Pintaba mal porque tendríamos que salir después de ellos, pero los saludamos y en se-guida una de las chicas se acercó corriendo para que los otros cargaran sus mochilas y se subieran en la troca.Sin drama, el conductor accedió a llevarnos tam-bién. Éramos siete en la parte trasera de una ca-mioneta relativamente pequeña, y comodidad era lo último que encontraríamos.


Expuestos a una ligera lluvia, pero que caía como ráfaga en la cara con la velocidad del vehículo, nos contaron de dónde venían, y que regresaban de Puerto Vallarta, pues no hay playas en San Luís. Se dirigían a San Juan de los Lagos o Lagos de Moreno, al punto de entronque con la carrete-ra hacia San Luís. A pesar de estar entumidos de los pies, se rieron cuando dijimos que íbamos al Distrito Federal para después salir a Chiapas.Cuando se bajó el último de los cinco, el conduc-tor dijo que llegaba hasta León Guanajuato. En el descanso de una caseta nos preguntó qué hacía-mos y Rafa contó la historia de la exposición. Al ver los parches de su suéter, el sujeto le preguntó de qué lugar era uno que tenía forma de flor. Al contestarle que era de Laos, repuso algo como:-¿Pasaste por Tailandia? -Sí. Afirmó Rafa.-¡Qué bien! Yo de ahí pasé a Birmania. Y se me-tió a la camioneta.

Minutos después de la clara alusión al Triángu-lo de Oro en Asia (tuve que leer un poco para entender aquella plática), llegamos a la salida de León, Guanajuato. Incluso esperamos un poco a que pasara nuestro siguiente transporte, pero ya oscurecía el día.


El largo camino del León Luego de una larga caminata, llegamos al centro de la primera ciudad que nos alojaría. Parecía festividad, pues había mucha gente. Entre un ir y venir de peatones, ma-nifestaciones artísticas como break dancing al ritmo de una batucada con ollas y cubetas, se hacían presentes en medio de la noche guanajuatense, adornada con bande-ras patrias y la leyenda “Viva México” que engalanaban los edificios aledaños al Quiosco de la ciudad. Ya están cerca los festejos nacionales de septiembre y noviem-bre, y está claro que, tal vez por la historia, Guanajuato se siente muy importante para este año.León es un lugar lindo, y se nota mucho la esencia la colonia española en sus edificios, en pero tiene pocas opciones de hostales para los mochileros. Asegurar un lugar barato y tranquilo dónde pasar la noche, tomar una cerveza bien fría y descansar todo lo posible para continuar al día siguiente, fueron los primeros impulsos al llegar; sin embargo, y luego de haber recorrido los hoteles de la zona centro -desde el más caro y elegante, hasta el más económico y sórdido- fue hasta después de las once de la noche que pudimos checar en un hotel decente donde nos botarían ocho horas más tarde. Entre tanto, en un bar del centro de León, Guanajuato, y con michelada en mano, se reafirmaban para este trajín las ideas contenidas en la letra de “Money” de Pink

Floyd, interpretada en manos de un grupo descono-cido y local.Eran 6:30 de la mañana del domingo y ya buscába-mos dónde desayunar. Un café de olla y una raquítica quesadilla serían el único alimento que tendríamos hasta después de las tres de la tarde, pues llegar a la salida de León desde su centro histórico, es una agó-nica e interminable caminata de ocho kilómetros, o de diez. Parecía de mil.-Nunca saldremos de León. Pensé.Llegábamos a todas las gasolineras que están al cos-tado de la carretera con el pulgar bien alzado y nin-gún conductor nos miraba siquiera. Ya no sabíamos si escribir DF o Chiapas en una hoja de papel, o bur-larnos de nosotros mismos. Parecía que el resultado sería el mismo. Bajo el sol lacerante, entre el ruido de la carrete-ra reinaba un silencio lleno de hastío y molestia a cada paso que dábamos entre la quinta y la sexta gasolinera. Fue como si en ese momento hubiése-mos querido tirar el arpa, como dice Rafa, y retor-nar a Colima del mismo modo en que se regresa la selección nacional después de cada mundial. “Igual y llegamos a Puebla y ahí muere”, dijo en algún mo-mento, “allá hay una amiga que nos recibiría”. No sé si contesté, pero ya tenía en mente la posibilidad de que ni ahí llegaríamos. Íbamos en automático.Yo nunca he ido a QuerétaroEn la siguiente gasolinera se podía apreciar un se-ñalamiento de las distancias a los diferentes lugares con que conectaba la carretera, cosa que no vimos en ninguna de las anteriores.En la primera camioneta donde preguntamos, nos subimos. “Nomás que se van adentro, porque los fe-derales no me dejan llevarlos afuera”, nos dijeron.La inevitable charla entre raite(s) y raitero(s) en el interior de un vehículo, a veces insufrible en incó-moda, nunca hubiese salido mejor en otras condi-ciones.Compartíamos la doble cabina de una lujosa pick up con dos tipos de Saltillo y uno de Monterrey. Via-jaban a Querétaro para estar ahí unos días, ya que recién habían terminado de transportar maquinaria pesada en León desde Saltillo, donde está la base de su empresa.En Silao, Guanajuato, nos invitaron a comer unas quesadillas estilo norteño en un puesto de tacos donde acostumbran llegar. La comida y una cerveza bien helada nos hicieron recargar pilas, tras el mara-tón de la mañana.


De regreso en el camino, como viejos pira-tas de la carretera, nos recomendaron eva-dir el Distrito Federal, y pasar directo de Querétaro a Puebla para ahorrar tiempo.Entre broma y broma revelaron todos los lugares “¡Con madre!” a donde habían via-jado por su trabajo. Todo el norte y bajío de México, y ciudades al sur de Estados Unidos.“Aquí es bien tranquilo, ¿o no, cariño?”, le preguntaba el conductor con acento norte-ño al tipo que iba atrás con nosotros. “En el norte sí te puede pasar cualquier cosa. Todo lo que es Chihuahua, Tamaulipas, Ti-juana y esos lados, ahí sí está bien cabrón”, se contestaba solo.

En nuestra primera visita a Querétaro sólo conocimos a distancia el Estadio Mundialista de La Corregidora. Desde ahí es considerable la distancia a Puebla, y con la hora que era no llegaríamos antes de oscurecer, así que durante la caminata decidimos darle la oportunidad a un camión, ya que la terminal nos quedaba de paso. La gran hazaña fue que no gastamos absolutamente nada en transporte desde Colima. Y con credenciales de estudiantes, un boleto de autobús nos saldría a mitad de precio.Así fue que esperamos unas horas la salida del camión de las 19:00 a Puebla, que arribó a su destino a las tres de la madrugada. Pudimos esperar a que amaneciera para con-tactar a la amiga de Rafa, pero pudo más el autobús que salía a Oaxaca a las seis de la mañana y el módico precio de su boleto.

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