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05-06 / 2015 #196 año X www.revistallegas.com.ar teatro arte bares música letras cine noche buenos aires

Revista llegás edición 196

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Edición 196 de la revista Llegás a Buenos Aires. www.revistallegás.com.ar

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05-06 / 2015 #196 año Xwww.revistallegas.com.ar

teatro arte bares música letras cine noche buenos aires

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OBRA DE TAPA

SUMARIO

196La revista Ajoblanco (1974-1999). Ruptura, contestación y vitalismo, muestra hasta el 31 de julio en el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA Paraná 1159), gratisLiteratura, una obra de Mariana de la Mata, se representa viernes a las 23 en Espacio Irreal ([email protected]), $70No inventes lo que no quieras que exista, unipersonal de Florencia Carreras sobre Silvina Ocampo, lunes y viernes a las 21 en las cúpulas del Edificio Bencich (Diagonal Norte 615), $180

ARTE La escultura, pintura y fotografía del brasileño Vik Muñiz emigran hasta el Museo de la Universidad Nacional Tres de Febrero

BARES Buenos Mares, tres generaciones en el negocio del pescado

MÚSICA Reseñas de los últimos discos de Sufjan Stevens y Jamie XX, además de los principales recitales durante junio en la ciudad

LETRAS Camilo Sce charla sobre poesía mientras prepara dos libros

CINE Juan Martín Hsu viaja hasta La Salada con tres inmigrantes

NOCHE Recital del Planetario para explorar el lado oscuro de la Luna

BUENOS AIRES Y la expedición galáctica continúa desde tres observatorios astronómicos porteños hasta el infinito y más allá

TEATRO Entrevista con los capitanes con Walter Jakob y Agustín Men-dilaharzu, alegato de la escenografía y el vestuario con Gabriela Aurora Fernández, además de un repaso a la cartelera independiente

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EDITOR RESPONSABLE Gustavo Gaona EDITOR DE CIERRE Armando Camino EDITOR Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Luz Marchio (arte), Armando Camino (bares), Martín Caamaño (música), Mercedes Álvarez (letras), Ximena Brennan (cine), Martín D’Adamo (noche), José J. Jiménez (buenos aires), Julieta Bilik, Vera Czemerinski, Juan Ignacio Crespo y Mara Teit (teatro), Esteban Serrano (serie bondi). TIRADA DE ESTA EDICION 12 mil ejemplares

PUBLICIDAD: Ricardo Tamburrano (15 5958 7489, [email protected] y [email protected]) llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Re-gistro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. Llegás no se responsabiliza de los mismos.

?QUIENES SOMOS

Alejandro Pasquale nació en Buenos Aires en

1984. Durante 2002 comenzó sus estudios en el

Instituto Universitario Patagónico de las Artes, en

la ciudad de General Roca. A lo largo de sus años

de estudiante participó en grupos de muralistas

y eventos culturales de la región. A fines de 2004

viajó a Buenos Aires para seguir la carrera en IUNA

(Instituto Universitario Nacional de Artes), aunque

abandona a los pocos meses para continuar de

forma autodidacta. La obra de tapa puede visitarse

en el marco de la muestra colectiva Hablar con las

manos, escuchar con los ojos, una exposición que

habla del dibujo contemporáneo a través del trabajo

de cuatro artistas que revindican esta técnica como

medio y como fin: Eduardo Stupia, Salvo y Sissia,

además de Pasquale.

Naturaleza viva. Lápiz sobre papel. 122x150 cm.

Fundación ICBC, Riobamba 1276

Hasta el 30 de junio

Lunes a viernes de 10 a 19, gratis

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ARTE

industria imaginadaEL ARTISTA BRASILEÑO VIK MUNIZ ExpORTA SU MUNDO A BUENOS AIRES CON UNA MUESTRA EN EL MUNTREf-hOTEL DE LOS INMIgRANTES IDEAL pARA LOS AMANTES DEL DETALLE.

Los pactos entre almas se escriben en muy pocos lugares. Sólo en algo pequeño: una semilla, un diamante, un resto de basura. Sólo en un color: la miel, el chocolate o la tierra. Un pacto, un encuentro o el pe-queño instante que guarda el paisaje más profundo. ¿Se puede pedir más? De eso se

trata. Allí donde “la mirada se encuentra con la imagen y las preguntas comienzan a fluir”, el artista brasileño Vik Muniz reúne fragmentos de imágenes: historias en per-manente construcción.

En el Centro de Arte Contemporáneo del Museo de la Universidad Nacional Tres

de Febrero (MUNTREF) - Hotel de In-migrantes, presenta Vik Muniz - Buenos Aires, una exposición retrospectiva donde exhibe 95 obras de los últimos 20 años de producción. La propuesta abarca los prin-cipales tópicos abordados por el artista y muestra los múltiples materiales con los

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i

EL SACRIfICIO INÚTIL

NIhILISMAN

VIK MUNIZ-BUENOS AIRES

Centro de Arte Contemporáneo

del Museo de la Universidad Nacional

Tres de Febrero - Hotel de Inmigrantes

Antártida Argentina 1355

Hasta el 14 de septiembre

Martes a domingos de 11 a 19

Gratis

Catalina León presenta en la sala de proyec-tos especiales del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires una instalación que incluye obras producidas en los últimos tres años de trabajo. Bordados, pinturas sobre telas, car-tones y placas de yeso oscilan entre la figura-ción y la abstracción y reflejan inquietudes, emociones y pensamientos que la artista atraviesa en su cotidianidad. Desplegadas o acumuladas, cargadas o despojadas, la energía de estas obras proviene de un largo ejercicio íntimo que invita al descubrimien-to. Una muestra recomendada para quienes disfrutan de hurgar en los espacios donde nacen pequeñas historias de todos los días.Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, San Juan 350; hasta el 21 de junio, martes a viernes de 11 a 19, y sábados y domingos de 12 a 20; $15 y martes gratis.

Año de elecciones. ¡Hagan sus apuestas! Mientras tanto, Anatole muestra el costado más ácido del bestiario urbano en Nihilis-man, una exposición que reúne fotografías realizadas entre los años 1999 y 2013 en distintas partes de la ciudad. En la era de la fragmentación, la publicidad y la propagan-da conviven sin prejuicios. Como afirma Sol Rossi, “los rostros y mensajes de la política se enfrentan a los rostros de la pobreza. Los mensajes de resistencia de las minorías se superponen a los del consumo del capita-lismo tardío”. Nadie teme al sinsentido y los mensajes se cortan y pegan unos sobre otros frente a una cámara que todo lo ve.El Trueno, dirección en [email protected]; hasta el 13 de junio, lunes a viernes de 16 a 19, excepto jueves; gratis

que trabajó a lo largo de su carrera. Entre las obras más destacadas está el retrato del Che Guevera hecho con porotos negros, una relectura de la Mona Lisa en merme-lada y mantequilla de maní, los rostros de estrellas de cine como Elizabeth Taylor he-chos con diamantes, y animales y objetos dibujados en la tierra y el polvo.

Además se exhibe por primera vez, la pieza Buenos Aires, hecha con imágenes de revistas y perteneciente a la serie Postales de ningún lugar. Por otro lado, aparecen series de contenido social como Niños de azúcar e Imágenes de la basura. En relación a esta última, se proyecta también el documental Waste land, dirigida por Lucy Walker, que narra la historia de cómo Muniz construyó los retratos de los recicladores de Jardim Gramacho, uno de los basurales más gran-des del mundo. Conmovido frente a la di-fícil realidad de quienes sobrevivían con la recolección de latas, neumáticos o botellas, decidió crear una serie de retratos hechos con los mismos materiales que recogían, haciéndolos participes del proceso. Luego los fotografió, los puso a la venta y lo re-caudado fue destinado a esas familias. En Niños de azúcar (1996), los rostros felices de los niños se desintegran para denunciar el trabajo infantil en las plantaciones de azúcar de la isla Saint Kitts, en el Caribe.

Como afirma Diana Wechsler, direc-tora del Departamento de Arte y Cultura del MUNTREF, “Vik es un fotógrafo que se pregunta por la fotografía, sus condiciones de producción y de lectura. Su propuesta estética trabaja en la tensión entre proceso y obra. Expone ante el espectador fotogra-fías que sean el punto de partida de una narrativa que le permita recuperar diferen-tes dimensiones presentes en esa imagen”. Para Muniz, el espectador es quien comple-ta la obra. Entre él y su público solo existe la mirada. Un detalle, un color: un pacto.

LUZ MARChIO

Sobre el artista

Vik Muniz nació en 1961. Creció en una favela llamada Jardín Panamericano de San Pablo, Brasil. Actualmente, vive entre Nue-va York y Río de Janeiro. Pero fue la mala suerte lo que determinó su futuro. Cuando salía de un evento, se acercó a separar una pelea y una bala perdida alcanzó su pier-na. Se despertó en el hospital y su atacante le ofreció dinero por los daños ocasiona-dos. Con esa plata viajó a Estados Unidos, donde pudo probar la escultura, el dibujo y la fotografía para, finalmente, construir un estilo único en el que confluyen las tres artes. Además de sus actividades artísticas, Muniz participa en proyectos educativos y sociales en Brasil y los Estados Unidos. Su documental Waste land (La tierra bal-día) de 2010 recibió una nominación para el Oscar y obtuvo el Premio del Público al Mejor Documental en el Festival de Sun-dance. En 2011 la Unesco lo designó em-bajador de Buena Voluntad y en enero de 2013 recibió el Premio Cristal otorgado por el Foro Económico Mundial. En 2014 culminó la construcción de Escola Vidigal, una escuela de arte y tecnología para niños de bajos recursos de la comunidad homó-nima de Río de Janeiro, cuya apertura está prevista para el otoño de 2015.

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tres generaciones a bordoBUENOS MARES CUMPLE UN AÑO CON SU TRIPLE OFERTA dE PESCAdERÍA, ROTISERÍA Y RESTAURANTE, PERO LA FAMILIA dI LEVA ACUMULA dECENIOS CON LOS FRUTOS dEL OCEÁNO.

Pese a su ubicación litoral e idiosincrasia portuaria, reflejada incluso en el gentilicio, no abundan las pescaderías ni las maris-querías en la ciudad de Buenos Aires, un te-rreno dominado por carnicerías y parrillas. Eso sí, toda regla tiene su excepción, bueno, quizá alguna más en este caso. Por ejem-plo, Buenos Mares se llama una excepción, además por partida triple. No en vano, el establecimiento ubicado de Barracas, justo en el límite con La Boca, es una pescadería, una rotisería y un restaurante.

También tres, casualidad, es el núme-ro de generaciones detrás de Buenos Mares dedicadas al negocio del pescado. Aunque el local de Patricios 249 justo cumple un año a principios de junio, la familia acumula 70 años de experiencia en el rubro desde que el primer Di Leva, un emigrante natural de Sorrento (Italia), instalara una pescadería en San Telmo. Sus cuatro hijos varones, no todo gira alrededor del 3, continuaron con los frutos del mar; dos con una pescadería al por mayor, en Suárez 1344, y el dúo restante con una flota de barcos, en Mar del Plata. Y desde 2014, dos nietos, Bernarda y Federico Di Leva, emprendieron una nueva ruta den-tro de la tradición familiar. “Fue una idea de la familia, que es bien italiana por los debates y discusiones, para crecer y ofrecer al barrio algo distinto, todo junto”, cuenta Bernarda, morocha de 30 años, en la terraza sobre la vereda bajo un toldo azul, claro, marino.

“Ya hay una rotisería de pescado cerca, El Delfín, pero la competencia es buena, la idea es no ofrecer lo mismo, no repetir, así hay mercados para todos”. A la oferta de ro-tisería, con múltiples platos expuestos sobre

una amplia barra y dentro de transparentes refrigeradores, se añadieron altas mesas para comer ahí mismo, como en una parrilla o pizzería al paso, de pie o sobre banquetas. “Pero un día me encontré a gente con ban-dejas en la mano esperando por lugar, así que agarré dos tablones del fondo para ar-mar algunas mesas más”, recuerda Bernar-da sobre el origen del restaurante. Así que ahora, al autoservicio original al mediodía se sumó el servicio de mesa por la noche, lo que genera “ambientes distintos”. Tras la vi-sita diurna de clientes para “picar algo y vol-ver al laburo o irse a casa”, en Buenos Mares se arman largas y concurridas cenas, hasta con música en directo viernes y sábado a cargo de algún Di Leva al bandoneón y voz.

La carta se basa, ya imaginan, en el pescado y el marisco, obvio, con un menú del día, por ejemplo, de filet de merluza con champiñón ($75) o uno ejecutivo de sorrentinos con langostino y apio (120). “Todo es fresco, nada congelado, priori-zamos la calidad y la disponibilidad del producto sin matar a la gente con los pre-cios”, subraya la responsable de Buenos Mares. Además de raciones típicas como rabas ($55, con cerveza), paella ($160 por kilógramo) o cazuela de mariscos (220 por kilo), se ofrecen otros platos cocinados, atención, por la abuela materna de Ber-narda, la emigrante española de 82 años Nélida Brunel, así lo que no se olviden de preguntar jueves y viernes por la empana-da gallega ($80), la lasaña de brótola (60) o los fosforitos de salmón, puerro o ricota (20). Y también pueden, incluso, elegir el producto en crudo de los mostradores de

la pescadería, a la entrada del local, para sus inmediatas preparación en la cocina y degustación en el comedor con, por favor, un fresco vino blanco, aunque la clientela se suela decantar por los tintos.

Sábado al mediodía, los parroquianos casi completan el aforo, conviene reservar los fines de semana, por lo que sus con-versaciones animan un salón de ambiente cálido gracias a la madera de mobiliario, barra y pared para compensar la frialdad de obligatorios azulejos y aceros. “Arrancar arrancó, ahora ya estamos encaminados, contentos. El primer año tiene un balance positivo. Funciona bien, con buena acepta-ción, la gente se copó, volanteamos por la zona, pero también se conoció de boca en boca, los clientes habituales no son todos del barrio, hay mucha gente de zona norte”, concluye Bernarda Di Leva. “A veces tengo que saludar con un beso en varias mesas, hay un clima familiar, de hogar”. Quizá, pese al predominio cárnico, los porteños siembre busquen un puerto donde atracar, descansar y abastecerse en las orillas riopla-tenses. Ya saben, “la nuestra es agua de río/mezclada con mar” (Vasos vacíos, Los Fa-bulosos Cadillacs, 1988)

ARMANDO CAMINO

bARes

i bUeNOs MARes

Patricios 249, 4361-6661

Lunes a sábado de 9 a 23:15

Ambiente: cálido atención: familiar

recomendación: pescados y mariscos

I a.c.

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B/RBARES Y RESTAURANTES [email protected]

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DOÑA

Bulnes 802, esq. HumahuacaReservas: 4862-9278Doña es una cantina que intenta homenajear a los gran-des bodegones de Buenos Aires desde la mirada del pre-sente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.

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fIlO

San Martín 975. Retiro. Reservas 4311-0312 / 1871. Cultura gastronómica ítalo-véneta, lugar de diversión, para mirar y ser visto. Música, siempre. Excelentes las pizzas y la mejor barra de tragos. Más información en:[email protected]

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TIeMPO De GITANOs

Restaurante - Tablao FlamencoEl Salvador 5575, Palermo hollywood, tel.4776-614312 años con el mejor show flamenco y la cocina española imperdible, para venir con amigos de tapas, aprovecha y presenta el aviso de esta pagina para obtener un 2x1 en entradas al show. www.tiempodegitanos.com.ar

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lA ReINA KUNTI!

Humahuaca 3461. Abasto. Reservas e informes al 4863-3071.Delicias vegetarianas de la cocina védica. Un rincón para espiritualistas donde el aire que se respira es más livia-no. Chutneys, arroces varios, ensaldas y pastas. Delivery-catering. Martes a sábados de 10:30 a 0:30.

MUseTTA CAffé

Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán.Información y reservas: 4867-4037.Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuer-zos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com

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GUARDA lA VIejA!

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja.Reservas: 4863-7923Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.

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Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Ex-quisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche.

DoñaUna pequeña cantina en una esquina del barrio de Almagro

Especialidad en pastas caseras amasadas en el salónPicadas con productos artesanales

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias.Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.

Abierto de martes a sábados de 12 a 15:30 y de 20 a 00:30 hsLunes y Domingos de 12 a 15:30 hsBulnes 802, esquina Humahuaca, Almagro, Buenos Airesreservas al 4862-9278

No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.

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Existen personas lloronas que, sin que les pase nada, se quejan constantemente, como si la vida les debiera algo. En cam-bio, otras tienen el don de convertir el do-lor en potencia. Esa es la actitud de Sujfan Stevens, abandonado por Carrie, su madre esquizofrénica, cuando tenía apenas un año de edad y a la que solo volvió a ver en

Sufjan StevenSCarrie & Lowell

Asthmatic Kitty Records

jamie XXIn colour

XL, Young Turks

situaciones aisladas, sobre todo durante el tiempo en que estuvo casada con Lowell, su segundo marido. A la pareja alude el títu-lo de su último álbum. En diciembre del 2012, Carrie murió a causa de un cáncer de estómago y fue entonces que Stevens tuvo que hacer algo con el terrible desasosiego que lo invadió. De ese trance surge Carrie & Lowell. A cierta edad aprendemos que no le po-demos exigir a nuestros padres algo que nosotros mismos no somos capaces de cumplir. Stevens, que tiene 39 años, en lu-gar de ponerse a salpicar toneladas de odio y resentimiento, compone una plegaria de despedida para su madre tratando de reordenar y comprender esa relación tan tortuosa y distante. El gesto queda claro en una de las líneas de Death whit dignity, el emotivo tema que abre el disco: “Te perdo-no, madre, puedo oírte y quiero estar cerca tuyo pero cada camino conduce a su fin”. Carrie & Lowell podría ser la banda de so-nido para una proyección de diapositivas familiares que obligan a recordar momen-tos pasados y a compensar con fantasía los agujeros negros de la memoria. Desde

lo musical, Stevens vuelve a dar un paso desconcertante. Recuerden que estamos hablando de un tipo que en un momento tuvo la ambiciosa idea de hacer un disco dedicado a cada estado de los Estados Uni-dos. Hasta ahora realizó solo dos: Michi-gan e Illinois, una de sus obras maestras. Luego del proyecto electro hip-hop Sis-yphus, Stevens pasa en Carrie & Lowell a un despojo total de guitarra, piano y voz propio del folk. Pero en su caso podría tra-tarse más bien de un folk espacial, donde abundan los pasajes ambientales como los de la etérea Fourth of july o el del final de Drawn to the blood -junto con Death whit dignity, una de las melodías más sublimes del disco- y también las repeticiones de motivos que hacen que un arpegio de pia-no Rhodes parezca un loop de música elec-trónica, como en la coda de Should have know better, donde de paso revive cuando tenía 3 o 4 años y su madre se lo olvidó en un videoclub. Al escuchar este disco da la sensación que las canciones fueron compuestas en estado de gracia. De tan soberbias, las melodías elevan a Stevens al olimpo de los elegidos.

Jamie Smith. Quizás ese nombre no diga demasiado, pero sí Jamie XX. Por un lado, es uno de los tres integrantes del grupo bri-tánico The XX –de ahí el seudónimo-, tal vez una de las bandas más relevantes surgi-das en la última década. Y uno de los ma-yores responsables de su sonido es Jamie, quien hoy por hoy es considerado uno de

los mejor beatmakers del mundo, además de ser codiciado como productor tanto por artistas independientes como pesos pesa-dos de la industria como Shakira o Drake. Jamie ha hecho remix de bandas y DJ que, aunque prestigiosos, tal vez no sean tan co-nocidos –como Four Tet o Nosaj Things- pero también para Radiohead o Adele. En una palabra, no le hace asco a nada y en todo lo que mete mano deja su impronta inconfundible.Toda esta introducción solo para decir que hace unos días Jamie XX acaba de lanzar In colour, su primer disco solista oficial. Lo más cerca que había estado de esa instancia fue en el 2011, cuando lanzó We’ re new here, un álbum que, debido al papel destacado que tuvo en su produc-ción, firmó junto a Gil Scott-Heron. Pero ahora llegó la hora de cortarse solo en serio y el resultado es un exhaustivo ca-tálogo de talento y buen gusto. In colour se presenta como un viaje lisérgico por la mente de Jamie XX, por sus preferen-cias y obsesiones. El disco abre con Gosh, un tema de cierto aire tribal, surcado por samples de voces asmáticas, que a medida

que avanza se va volviendo cada vez más melódico y melancólico, sobre todo cuan-do un sintetizador gana el protagonismo sonoro. En Ovbs parece remixar -o tal vez sea tan solo un sampleo- al Myth de Beach House y, por su parte, Loud places -uno de los hits del verano europeo-, con la participación de Romy, su compañera de The XX en voz, samplea en su estribillo el tema Could heaven ever be like this de Idris Muhammad’s. Oliver Sim, su otro compa-ñero en The XX, aporta su rugosa voz en la oscura Stranger in a room, canción que podría ser un track perdido de Coexist, se-gundo disco del grupo. Sobre el final cam-bia radicalmente de estilo con la ragga-muffin I know there’s gonna be (good time), el momento más alegre del álbum, para luego cerrar con Girl, un funk hipnótico en el cual resalta un entramado de guita-rras y la irrupción de toda clase de voces. Conformado en su gran mayoría de temas instrumentales, el álbum se compone de materiales heterogéneos y se parece más a una pintura sonora, más precisamente a un collage, que a un disco convencional. Y tal vez a eso responda su título.

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MUSICA

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miércoleS 17

Sábado 20

vierneS 19

Sábado 27

jueveS 18 y Sábado 20

Sábado 20

Después de una ilustre carrera que comenzó con la venerada banda de rock británica The Smiths, el guitarrista editó The messenger, su primer álbum en solitario, al que le siguió Playland, a fines del año pasado, otro excelente trabajo que ahora viene a presentar a la Argentina. A las 21 en Niceto Club (Niceto Vega 5510).

La banda española liderada por la actriz y cantante Leonor Watling regresa para presentar su más reciente álbum, El porvenir. Músicas que suenan a boleros eternos, a blues infinitos, a jazz vocal crepuscular. A las 21 en Niceto Club (Niceto Vega 5510).

El nuevo proyecto de Mariano Custodio, conjuga lo aprendido durante su trayectoria con su perspectiva actual: calidez, ritmo y novedad. Promete volver a sonar, adoctrinar la frescura y la sencillez necesaria. A las 21 en Studio Samsung (Pasaje 5 de julio 444).

Estos verdaderos maestros de la diversión y la canción popular siguen demostrando que están en forma después de tantos años de carrera. Justamente, su nuevo show se llama Y la banda sigue. Cataratas de hits a las 21 en el Luna Park (Madero 420).

Luego de realizar En el sendero Tour, el referente del reggae lover anticipa el festejo de los 10 años realizando dos shows completamente distintos, repasando toda su discografía y sus principales éxitos. A las 21 en La Trastienda Club (Balcarce 460).

El ex Serú Giran sigue cultivando su carrera solista como compositor, cantante e interprete. Mezclando toda clase de estilos –el pop, el jazz, el rock, el folklore- promete un nuevo show con banda nueva. A las 21 en el Gran Rex (Corrientes 857).

IMPERDIBLES DE JUNIo

3M 9

i jueveS 18

¿Se acuerdan de More than words, esa balada acústica interpretada por Extreme? Más allá del hit que los catapultó a la fama, el grupo hace funk metal y ahora vuelven para festejar sus 25 años de carrera. A las 21 en Teatro Vorterix (Federico Lacroze 3455).

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Camilo Sce nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1985. Estudió Filosofía, especiali-zado en Filosofía del Lenguaje, en la Uni-versidad de Buenos Aires. Coordinó tanto ciclos literarios como cinematográficos y, actualmente, trabaja como encargado de la librería Clásica y Moderna. Traduce poesía e integra la organización del Slam! Argenti-na, como responsable de la propuesta Poe-mas a medida. Participó en ciclos y lecturas en la Feria Internacional del Libro de Bue-nos Aires, el Encuentro Nacional de la Pala-bra, el Filba, el Festival de Poesía de Mar del Plata, los slam de poesía oral y el Mundial de Poesía. Publicó los libros 002 (2011, Mi-lena Caserola) y El amor es una cachiporra de policía (2014, Milena Caserola) y formó parte de las antologías 2017: Nueva Poesía Contemporánea (2012, Milena Caserola) y Atada a la reacción (2010, Nulú Bonsai). En plena traducción de obras de Jas H. Duke y Lawrence Ferlinghetti, también prepara los libros de próxima aparición Mar del Plata (Nulú Bonsai) y Las cosas que se extinguen (Elemento Disruptivo).-En tus poemas incluidos en El amor es una cachiporra de policía hay un trabajo

con la oralidad que permite casi escuchar-los. ¿Fue ese el núcleo desde donde pensas-te el poemario? ¿Cómo surgió este libro?Yo venía produciendo muchos textos y probándolos en público. Estaba dando vueltas por el circuito de la poesía oral y tenía una extraña sensación de falta de conciencia de lo que se estaba haciendo; se dejaba la performance librada al azar del momento, una suerte de catarsis oral que tenía como excusa el poema. Yo no estaba conforme con eso y tuve la ocasión de cru-zarme con un pequeño ensayo de Charles Olson, El verso proyectivo. Olson decía que el poeta contemporáneo, liberado de las estructuras de rima y versificación clási-ca, empezaba a recurrir a un estilo propio que no era más que una respiración, una cierta cadencia, una forma de decir. Por ello, era importante que la escritura empe-zara a respetar esta respiración propia del autor; escribir un poema era eso: escribir una forma de leer un poema en voz alta. En el momento me pareció la respuesta a lo que venía pensando: la oralidad seguía ahí, pero la escritura no se dejaba de lado, no se la daba por vencida. Esa fue la matriz con

la que repasé los poemas y los fui agrupan-do: cada sección tiene una forma de hablar, su propia cadencia, y, si todo salió bien, eso está traducido a un escanciado específico, una disposición gráfica determinada.-¿De la oralidad de tus poemas al Slam Poetry hay un paso?Participé en el Slam!, en sus primeras siete ediciones, y siempre lo entendí como un formato de competencia, como un for-mato de presentación oral de los textos, generalmente de poesía oral. No sé si hay un tipo de poesía particular que deba ser llamada poesía slam. Si uno hace de una herramienta de difusión un estilo, puede terminar creyendo que es un mal estilo si son pocos los buenos poetas que participan del circuito, o que es el futuro de la poe-sía, si participan las voces más originales y activas. Yo entiendo el Slam como una herramienta para masificar la poesía oral aprovechándose de formatos con una lógi-ca televisiva, de consumo fácil y rápido (3 minutos por persona, mucho humor, etc). En ese caso, mi poesía no es poesía slam, es poesía oral, si se quiere, pero no tiene como esencia ser televisiva y de consumo

una poesía para cada persona

LETRAS

EL ESCRITOR PORTEÑO CAMILO SCE CHARLA, PURO LIRISMO ORAL, MIENTRAS ULTIMA LA PUBLICACIÓN DE SUS LIBROS DE POEMAS MAR DEL PLATA Y LAS COSAS QUE SE EXTINGUEN.

I paula dinorah salgado

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fácil, por más que me parezca una buena estrategia para infiltrar poesía en audien-cias de no-lectores de poesía.-¿Hay continuidades entre El amor es una cachiporra de policía y tus libros de próxi-ma publicación, Mar del Plata y LaS cosas que se extinguen, que saldrán este mes por las editoriales Nulu Bonsai y Elemento Disruptivo?Hay una metodología repetida: una serie de preguntas retóricas que fingen dejar un lugar para el lector en la máquina del poe-ma, pero que tienen sus respuestas ya dadas siempre. Tanto Mar del Plata como Las co-sas que se extinguen tienen algo confesional también, eso también los vincula al otro libro: una trampa en torno a una confesión falsa, la carnada perfecta. -Sos poeta pero también sos gestor. Re-cientemente coordinaste un ciclo en la Fe-ria del Libro titulado Poesía al banquillo. ¿Necesitamos teorizar acerca de la poesía? ¿Cuánto debe pensar un poeta acerca de su quehacer? ¿Sería esta la única forma de avanzar?

En la actualidad, ante el aumento de la oferta de productos culturales, es vital en-contrar estrategias para visibilizar lo que por sobreabundancia se torna invisible. La paradoja de nuestra época es que se produ-ce más para el olvido que para el presente; poco de lo que se piensa o se está haciendo en pos de un cambio y una adaptación de la poesía a la sensibilidad y realidad actual está siendo leído o conocido por aquellos que están tratando de hacer lo mismo. No creo que sea necesario tener un proyecto claro antes de escribir cada poema. Sin embargo, la contrapartida a no tener un proyecto cla-ro, es tener un feedback continuo con otros colegas, críticos y lectores. Entonces, sí, ne-cesitamos discutir la poesía, mostrarnos lo que está pasando mutuamente.-Por último, ¿podrías contarnos qué es Poemas a medida?Poemas a medida es un emprendimiento didáctico. La intención es contravenir una concepción estándar de la poesía como una ciencia arcana, complicada y, para peor, tre-mendamente aburrida. La consigna detrás

es que hay una poesía a medida de cada persona; todos pueden encontrar un poe-ma que hable en su idioma, una poética que se dirija a ellos. A su vez, todos llevan una poética propia oculta, traficada entre pala-bras cotidianas y discursos automáticos de todos los días. En concreto, montamos una mesa donde ofrecemos poemas realizados a pedido en el momento. Pueden darnos una consigna, un título, una palabra, una idea o un estilo; parte del trabajo es analizar a la persona que se acerca para dar con la fibra que el poema tiene que tañer. Como contrapartida, les pedimos a ellos que, si se animan, nos escriban un poema a nosotros. Ahí ocurre lo más interesante, donde vemos señoras mayores o nenes de 8 años que se sientan a escribir poemas con entusiasmo. Descubren que se puede escribir con liber-tad y sin tener que legitimar lo que hacen. Además de todo, se divierten mucho; es una actividad que infantiliza a los participantes en un buen sentido: los deja jugar en paz.

MERCEDES ÁLVAREZ

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un cálido mosaico etnográficoEL ARGENTINO DE RAÍCES TAIWANESAS JUAN MARTÍN HSU ESTRENA EN EL pAÍS SU ÓpERA pRIMA LA SALADA, LUEGO DE MÚLIpLES pREMIOS EN EL EXTRANJERO CON UNA FICCIÓN CORAL.

Hablar sobre la ópera prima de Juan Mar-tín Hsu, joven director de raíces taiwane-sas nacido en Argentina hace 36 años, no es sólo referirse a un punto estratégico del área metropolitana de Buenos Aires por donde circulan aproximadamente 20.000 personas cada día provenientes de todo el país. La Salada es un film multipremiado y muy bien recibido en distintos países, no sólo por la crítica sino también por el pú-blico. Enhorabuena, durante junio se estre-na comercialmente a nivel nacional.

Como su n ombre indica, la película fue rodada en el caótico contexto de la famosa gran feria de Lomas de Zamora, considera-da la más grande de Latinoamérica, donde se venden productos de dudosa proceden-cia a bajísimo costo. Constituido como una de las principales fuentes de trabajo, no sólo de los inmigrantes, el predio fue recorrido por primera vez por un Hsu ado-lescente que ya empezaba a encontrarle lo vistoso al lugar para capturar momentos.

Este espacio real, que alberga a unos 6.000 trabajadores, supo ser el escenario de una ficción coral sobre la base de tres historias diferentes, cuyo punto en común es el desarraigo que provoca la migración y escaparse de los mandatos familiares. Un empresario coreano que obliga a su hija a

casarse con el hijo de su amigo, un joven boliviano que junto a su tío acaba de llegar al país en busca de trabajo, y un solitario vendedor taiwanés de DVD que hasta tiñe su pelo con tal de conseguir una novia.

Historias sencillas pero con gran carga emocional y cuyo objetivo -en palabras del director- es el de homogeneizar el con-cepto del nuevo inmigrante en la Argenti-na. Para retratarlas, qué mejor que contar con artistas de primera línea como Chang Sung Kim, visto ya en la televisión; Ignacio Huang, conocido por participar junto a Ri-cardo Darín en Un cuento chino (2011); y el boliviano Limbert Ticona, menos visto por nuestros pagos. “Lo interesante es que cada uno de ellos debía ser oriundo del país que representa en el film”, comenta Hsu. Pero el rasgo que aporta aún mayor riqueza al rela-to es la predominancia de idiomas como el quechua, el coreano y el chino, además de la presencia de un gran número de actores no profesionales de diferentes nacionalida-des como extras.

Coproducción argentino-española, La Salada nos trae el drama constante de es-tas personas con calidez, humor y también un poco desde la ternura. Como buen hijo de inmigrantes, Hsu no juzga a sus perso-najes, sino que elabora un discurso en pos

de conocer y aceptar al otro, de integrarlo, de entender por qué actúa de una forma u otra; en otras palabras, la problemática social y cultural que concierne a aquel que le gustaría volver a su país pero no puede, y quien -según el cineasta- no termina por vivir ni en un lugar ni en otro.

“Con una sola persona de una deter-minada colectividad no me alcanzaba para abarcar una problemática tan amplia. Tampoco quería una película autobiográ-fica, sino que tuviera tintes y perspectivas diferentes. Me interesó hacer referencia a la forma en que personas de distintas nacio-nalidades, casi sin querer, empiezan a jun-tarse y trabajar juntos como inmigrantes”, relata Hsu. De todas formas, es claro que La Salada tiene mucho que ver con su pa-sado y que, a pesar de estar despojado de estereotipos, el espectador diferencia cla-ramente a sus personajes. Así, esta película del director argentino-taiwanés del mo-mento fue acogida enormemente en casi todo el mundo y, sin duda, seguirá cose-chando frutos en Argentina como un film amigable con la premisa de convivencia en-tre diferentes hábitos y culturas; hecho que algunos consideran imposible.

XIMENA BRENNAN

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psicodelia estelarECOS DE PINK FLOYD Y EL PLANETARIO DE LA CIUDAD ImPULSAN UNA PROPUESTA AUDIOVI-SUAL QUE mÁS QUE UN RECITAL ES UN VIAJE ESPACIAL CON EL DISCO mÁS GALÁCTICO.

Donde comienza el espacio, se instala el misterio. ¿Es posible vislumbrar el Universo con la mirada? ¿Y con otros sentidos? ¿Cuá-les son sus sonidos? Si fuera posible contem-plar nuestro planeta desde la inmensidad estelar, alguna eufonía es plausible de existir, pero si no la hubiera, sin duda encajaría a la perfección el segundo disco más vendido de la historia (sólo superado por Thriller, de Michael Jackson), es decir The dark side of the Moon, de Pink Floyd. Probablemente, si Neil Amstrong llegaba a la Luna cuatro años más tarde de aquel julio de 1969, hubiese elegido los sintetizadores de On the run para dar sus primeros pasos.

Es por eso que, si bien el lado oscuro de la Luna no puede verse desde la Tierra, sí desde el Planetario Galileo Galilei, y tam-bién puede oírse. Allí, en el marco del ciclo Música bajo las estrellas, que periódicamen-te presenta una propuesta musical para ser presenciada bajo el cielo planetario, ahora es el turno de Pink Floyd.

Por la estrecha relación que se produce entre el onirismo propio de la agrupación y el enigma inabordable del espacio estelar, el homenaje que llevan adelante entre la

banda tributo Ecos de Pink Floyd y el Pla-netario de la Ciudad, es un verdadero via-je interestelar. Difícilmente haya un lugar más indicado que la sala de proyecciones del edificio Galileo Galilei, con su pantalla 360, y un sistema de avanzada tecnología que proyecta imágenes en movimiento de alta calidad, acaparando la atención visual, no sólo del público que yace reclinado en las butacas inmerso en la excursión extra-terrestre, sino también de los integrantes de Ecos, que tocando de pie y formando un círculo en el exacto centro de la nave, tam-bién observan los resplandores que surgen del costado oculto de la Luna.

Definitivamente, es un viaje. A las es-trellas, a lo desconocido, a la psicodelia so-nora de Waters, Gilmour y compañía. Un viaje con todas las letras. Y si algo tiene el Planetario es la apariencia de una nave que en cualquier momento levanta sus patas para despegar hacia el infinito y más allá. Allí dentro y bajo las estrellas, mientras se forma el oxímoron, el misterio espacial se deshilacha en imágenes sonoras y visuales.

Los asistentes, hundidos en las butacas 4D, y Ecos, interpretando con detallada ri-

gurosidad a la legendaria banda británica, atraviesan planetas, estrellas, avizoran la oscuridad que la Luna habitualmente nie-ga. A su manera, el Planetario nos recuer-da que la Tierra siempre está en constante movimiento, y esa sensación de estar des-plazándose por el Universo de a momentos se hace tan manifiesta que toda la sala pare-ce una tripulación galáctica en una factible escena futurista.

Al final cuesta volver a tierra firme, los misterios se hicieron visibles pero no fueron develados, y las preguntas se mul-tiplican infinitamente como meteoritos. Es inevitable: el misterio carece de respuesta, pero al menos goza de sonidos. Y también de latidos.

MARTÍN D’ADAMO

NOCHE

i MÚSICA BAJO LAS ESTRELLAS

Planetario Galileo Galilei

Sarmiento y Belisario Roldán

Viernes 5 y 12 de Junio, a las 20

y 21.30; $ 70

I eva lupi

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LA POSIBILIDAD DE ASOMARSE AL InfInItO DEL UnIVERSO A tRAVES DE VARIOS OBSERVAtORIOS AStROnÓMICOS PORtEÑOS OfRECE UnA OPCIÓn DE OCIO DIfEREntE En BUEnOS AIRES.

En diciembre de 1882 un grupo de astró-nomos del Observatorio de París llegaba al Río de La Plata para ser testigos de un even-to astronómico importante. Aquel verano austral de finales del XIX, el planeta Venus se interpondría entre el Sol y la Tierra, una magnífica oportunidad para hacer, a través de la observación, complicados cálculos y trazado de trayectorias que ayudaran a en-tender un poco mejor el funcionamiento del Universo. Para ello, trajeron consigo un telescopio Gautier de última generación. Cuentan que el clima no acompañó y que se pudieron hacer las observaciones gracias a un oportuno claro que permitió apenas unas horas de trabajo. Pero el Gautier, uno de los pocos telescopios decimonónicos del mundo que aún siguen en perfectas con-diciones de funcionamiento, se quedó en Buenos Aires y hoy es una de los tesoros más preciados de la Asociación Argentina de Amigos de la Astronomía, un club de fanáticos de las estrellas que, cada noche,

escudriñan el cielo desde su observatorio del barrio porteño de Caballito.

Cuando uno piensa en astronomía se imagina enormes cúpulas blancas instala-das en las cimas de montañas remotas. Pero no. La ciudad de Buenos Aires se incorporó pronto al listado de ciudades astronómicas al socaire del empuje económico y científi-co del siglo XIX. La primera de estas insta-laciones se construyó en 1870 en la terraza del Colegio de San José, apenas a un par de cuadras de la plaza Miserere. La cúpu-la, con más de un siglo a cuestas, se pierde entre los edificios de la zona guardando otro verdadero tesoro: un telescopio Mil-hat francés que también suma más de cien años de preciso y cumplido servicio. Hoy, el punto de observación astronómica más antiguo de la ciudad sigue funcionando y ofreciendo, al neófito, la posibilidad de dar un vistazo a través del telescopio y empezar a maravillarse.

Los tiempos han cambiado; nada tie-

ne que ver la ciudad de finales del XIX con la megápolis del XXI. Hoy, la urbe se desparrama decenas de kilómetros y las luminarias crean un gigantesco hongo de luz amarilla que dificulta la observación. “Tenemos muchos problemas con las luces de la ciudad”, nos cuenta el guía que, ama-blemente nos acompaña mientras subimos las escaleras que llevan a la cúpula del ob-servatorio del parque Centenario. “No hay una conciencia de la necesidad de man-tener el cielo limpio; hemos intentando que nos permitan mover varios focos del parque pero no hay nada que hacer”. Pero aún así, los viernes y los sábados (a partir de las 20.30), los curiosos se acercan hasta la avenida Patricias Argentinas para mirar a través de estos tubos mágicos y dejarse sorprender por las imágenes que llegan desde el cielo. Gracias a la óptica precisa del Gautier y otro telescopio de museo ale-mán de principios del XX, la Luna se con-vierte en un territorio cercano en el que se

BUEnOS AIRES

la ciudad bajo las estrellas

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i ASOCIACIÓN AMIGOS

DE LA ASTRONOMÍA Patricias Argentinas 550, 4863-3366

Visitas guiadas y observaciones viernes

y sábado a las 20.30; $30

asaramas.com

PLANETARIO GALILEO GALILEI

Sarmiento y Belisario Roldán, 477-9265

Observaciones sábado y domingo

a las 15 y 18.30; gratis

Funciones de varios espectáculos de

martes a domingo de 16 a 19 horas;

desde $40

planetario.gov.ar

ObSERvATORIO

DEL COLEGIO SAN JOSé

Bartolomé Mitre 2455, 4951-0264

observatoriosanjose.com.ar

I j.j.

j.

identifican montañas, cráteres y enormes planicies; lo que a simple vista es un punto luminoso más del firmamento adquiere la identidad de Saturno, mostrando sus ani-llos y satélites; las estrellas se acercan mos-trando un caleidoscopio de colores aluci-nantes; los huecos negros se llenan de luces titilantes que, a simple vista, nos pasan inadvertidas. Para el curioso, estas visitas pueden ser la puerta de entrada a una afi-ción. La Asociación Argentina de Amigos de la Astronomía también ofrece un com-pleto programa de actividades formativas, ciclos de conferencias, talleres de astrofoto-grafía e, incluso, la posibilidad de construir tu propio telescopio a través de un curso abierto a la participación de los aficionados que quieran ir un poco más allá y aprender a desvelar los secretos del cielo.

Otra opción para acercarse a las estre-llas en la capital es el Planetario Galileo Galilei, que desde 2012 presume de una renovada cúpula de proyecciones dotada de instrumental de audio y sonido de últi-ma generación. Más allá de los telescopios y las noches de vigilia, el planetario tam-

bién permite conocer el Universo de una manera didáctica, asequible y, sobre todo, entretenida. El programa de espectáculos incluye varias posibilidades: Colisiones cós-micas, que hace un repaso al poder creador del Universo a través, paradójicamente, de los choques estelares; o Una de piratas, un viaje a través del cielo y sus principales ele-mentos especialmente diseñado para niños bajo la conducción de un temible marino que surca los mares de la tierra en un bar-co de papel. Los audiovisuales, a la altura de las mejores instalaciones del mundo, se completan con la visita al museo, en el que las piezas estrella son los meteoritos encon-trados en suelo argentino. La observación del cielo también ocupa un lugar destacado en el programa de actividades del planeta-rio porteño; los sábados y domingos hay programa doble. A las 15 horas hay talleres de observación solar de acceso libre y gra-tuito, mientras que al atardecer, la noche toma el protagonismo. A las 18.30 se dicta una pequeña charla sobre fundamentos de astronomía en la que el visitante aprende el funcionamiento de los telescopios y recibe

las nociones básicas para disfrutar de la ob-servación, directa, del cielo.

JOSÉ JIMÉnEZ

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POR SEPARADO, WALTER JAKOB Y AGUSTÍN MENDILAHARZU RESPONDEN SOBRE EL ESTRENO DE CAPITÁN PARA TIMBRE4 Y DE SU PARTICULAR FORMA DE CREAR A CUATRO MANOS.

el otro siempre tiene la razónTEATRO

Deleuze/Guattari. Casares/Borges, Bellin-son/Solari, Agulla/Baccetti. Estas duplas creativas despiertan más misterios que el acto de creación en sí (que es por demás misterioso). Dos egos y cuatro manos tra-bajan en el mismo objeto borrando sus límites y conformando un tercer ente que excede a sus integrantes. La frase, aunque obvia, sería: la subjetividad (de ambos) se objetiva en el objeto.En el ámbito teatral porteño actual, Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu son la repre-sentación de esto. Desde su primera obra, Los talentos, vienen trabajando juntos y, a diferencia de los duetos mencionados más arriba, parece difícil su ruptura. Se sabe que son amigos casi antes de nacer, que sus madres eran conocidas, que los dos estu-diaron cine (uno en la FUC, el otro en la UBA). Esto, en tiempos de relaciones líqui-

das, tristemente, nos da alguna esperanza. Los vínculos pueden atravesar las décadas y volverse algo productivo.Pero para sumar más envidia y fascinación, el trabajo de Jakob/Mendilaharzu es de una precisión matemática (al menos narrati-vamente) que hace suponer una puesta en común y una síntesis extrema entre las dos intensidades puestas en juego. En Capitán, obra realizada por encargo para el emporio teatral Timbre 4, la exac-titud es llevada al paroxismo. Las reglas de la narratología están al sol. Basta con ver la primera escena, donde un dramaturgo, Ni-colás Molinari (José María Marcos), habla por teléfono con su hijo sobre una cadena de mails que él reconoce como mensaje personal para entender que toda la fábula ya está contenida allí, que el desarrollo pos-terior será deshilvanar lo mostrado. Todo

avanza implacable hasta el final, donde es-tos elementos se subvierten, dan la conclu-sión, y cierran el sentido.Hay dentro de la pieza una suerte de reva-lorización de este tipo de escritura versus las experiencias (podríamos decir pos-dramáticas, performáticas, documentales, biodramáticas, deconstruidas, etc) que en-carna Molinari en su vuelta a la escena. El personaje parece estar realizando una tarea épica; siente que volver es entender que su tiempo (y las formas estéticas de su tiem-po) aún no está muerto. Y si lo están, él se hundirá con el barco de su época (aunque durante el transcurso de la pieza que Mo-linari se esté deshaciendo de gran parte de su biblioteca, nos da la pista que imagina un naufragio próximo…).Capitán es (y usemos una definición de Ricardo Piglia que sirve exacta en ese mo-

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mento) una “maquina narrativa” perfecta, concreta. El desocultamiento de los inciden-tes -las famosas capas de cebolla que debe tener un relato están-. Jakob-Mendilahar-zu disfrutan en su rol de demiurgos de la construcción de universos simbólicos que funcionan por sí mismos y con una lógica en la que es imposible encontrar una fisura.Pero vamos a provocar una fisura. Mínima. De otro orden.Fueron entrevistados con el mismo cues-tionario, pero por separado, primero llegó uno y respondió, y después el otro (y el que entonces ya había respondido, creo, estaba escribiendo algo, o esperando la confirma-ción de una actriz… o eso entendí).

El cuestionario es el siguiente:1. ¿Por qué viniendo del cine, que es un soporte superior para narrar, ustedes eli-gen en el teatro ser tan matemáticamente narrativos?2. El personaje de la obra tiene un ego desmedido… ¿Cómo manejas vos el tuyo, tomando en cuenta que trabajas con otra persona que también, como creador, tiene el suyo?3. ¿Cómo sería tu teatro sin tu coequiper?4. ¿Para qué sirve una experiencia teatral en sí misma?5. Si hicieras una obra sobre el eterno vín-culo con tu compañero, ¿cuál sería la pri-mera escena?

Walter Jakob.1. Me parece que el teatro siempre fue na-rrativo. En el siglo XX apareció la posibi-

lidad de hacer algo más de imagen o un teatro en el que la palabra tiene un valor más poético. Me parece que el teatro siem-pre ha sido narrativo. Mi formación es de cine, mi formación en teatro, en actuación fue con Javier Daulte, fue más de grande. No tengo grandes obras que me marcaron. Es difícil no estar narrando, y en muchas obras que se presentan como no narrativas [las nombra, pero prefiere que no se impri-man] y que ponen el acento en otro lugar pero presentan ciertos elementos a desa-rrollar, pienso como espectador que algo está abortado, no trabajan todos los niveles que proponen. Siempre estás narrando y, si no las desarrollas vos, no te estás haciendo cargo de una obligación hacia el material.2. Lo bueno que haya otro es que te obliga a bajar el ego y siempre estás constatando o midiendo lo que decís; siempre hay una conversación que te está ubicando. Te-nemos una regla: el otro siempre tiene la razón. Kafka lo dijo: en la lucha entre vos y el mundo, apoyá al mundo. Esa idea es fundamental. Si a mí no me convence, él puede gastar toda la energía que quiera en tratar de convencerme, y por algo no me convence. Yo a veces no estoy de acuerdo con lo que Agustín propone, pero por algo lo está diciendo. Más allá de que sus argu-mentos no me conformen y al día siguiente somos otros. Confío en sus instintos. Son tantas las cosas en común que tenemos. Yo soy más impulsivo, más arrojado, Agustín por ahí es más reflexivo y le suma mesu-ra…pero a veces es al revés. Es típico que yo pienso en cosas más macros, y él esté

buscando las palabras. Al mismo tiempo es al revés. 3. Tengo tres obras escritas solo, y con ac-tores [una de ellas es Viva Italia, que ac-tualmente se presenta en el Excéntrico los viernes a las 21). Es medio inimaginable. En principio, el tema de la amistad no esta-ría tan presente, es un tema muy fuerte de Los talentos y La edad de oro, el tema de la amistad, es uno de los ejes. Las obras cuen-tan nuestra relación. Escribí otras obras con universos más familiares. Yo no tengo una buena respuesta, pero me parece una buena pregunta.4. En ese sentido que todo se nos mete en nuestra cara, que pueda haber una expe-riencia que uno tenga que ir y acercarse es una resistencia. Yo como experiencia me corrí de una zona de consumo, no veo tele, me hablas de los famosos y no tengo idea… estoy corrido de eso. Escucho los vinilos, soy analógico. El teatro es unos tipos jugan-do adelante tuyo, siempre fue, es y será así. Se produce una situación, disfrutándola… comprendiendo su procedimiento, sus jue-gos, sus ideas, se produce un encuentro y una celebración con un público: eso es esen-cial en el teatro, es ponerle una pausa a una cantidad de cosas que nos pasan en el día a día, es poder enfrentarse a la obra y atender a ella, es un paréntesis que no nos aísla, sino que nos permite pensar y ver de otro modo. Esto tiene que ver con seguir creando la pro-pia vida, sin tener tan claro quién es uno. En nuestras obras se repiten ciertas cosas… pero no levanto ninguna bandera. No hay que identificarse con estéticas…

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5. Hay una que es divertida: me cuentan que yo lo quería mucho a Agustín. Cuan-do éramos chicos él se iba, yo iba hasta la puerta del ascensor y para despedirlo, lo besuqueaba todo y se tenía que secar la baba. La escena sería un nene que le expre-sa su amor a otro.

Agustín Mendilaharzu.1. ¡Uy, qué difícil! La contesto en partes: el haber venido del cine y haber desem-bocado en el teatro es un accidente, mi carrera es deficitaria en muchos aspectos, en un momento dado, y yo sentí un déficit especial en mi formación en lo que tenía que ver con dirigir actores, al problema del actor, una variable muy importante y que yo sentía que no tenía ninguna formación. Cuando entramos al taller de actuación de Daulte, nos dimos cuenta que en el tea-tro había una potencia, una efervescencia brutal y creo que a mí como a Walter eso nos ganó, y sin darnos cuenta estábamos haciendo teatro. Eso tiene que ver con algo que quizás no habría pasado en otro mo-mento del país, de la ciudad digamos. Hubo algo que nos ganó. Por otra parte, general-mente trabajamos con materiales muy vi-vos. Lo que hacemos con esos materiales es intentar que nos revelen las potencias que esos materiales tienen, pero nunca traba-jamos de la estructura hacia la carnadura, siempre es al revés, pero sí lo que hacemos es interrogar, entender que estructura hay

i CAPITAN

Timbre 4. Boedo 3554

Viernes a las 23:30 y sábado a las

20:30. 150$

Dramaturgia y dirección: Walter

Jakob y Agustín Mendilaharzu

Interpretación: Hernan Grinstein,

Magui Grondona, Melisa Hermida,

Laura Lértora y José María Marcos

Voz en off: Eugenia Alonso

y Claudio Tolcachir

que soporta esa carne… No queremos que la gente vea la estructura, si se viera sería un fracaso. Nosotros empezamos a escribir una potencia escénica y después sí lo que hacemos es intentar averiguar que estruc-tura sostiene eso.2. En las obras no queda nada de lo que no estemos seguros los dos; esto hace que dis-cutamos mucho y muy fuerte, pero eso es una forma muy eficaz de combatir el ego. Los dos sabemos que, si bien en el traba-jo día a día hay momentos duros que uno tiene que resignar cosas, en el resultado que producimos hay la construcción de una tercera voz que nos protege mucho de experiencias falsas como el narcisismo. Es más fácil no entrar a juzgar lo que nosotros producimos, sino generar una objetividad laboriosa. Después el público lo percibe como subjetividad.3. ¡Peor! Sería una buena respuesta. Lo que pasa es que me cuesta, no hice nada sin él. Tengo algunas ideas dando vueltas y son algunas cuestiones que se alejan de un formato narrativo, pero no puedo ca-racterizarlas, no trabajo con ideas, sino de intuir formas en cuestiones muy embrio-narias que largamos, cosas muy pletóricas pero embrionarias. Intentamos que esa escena sea potente, que sea un combus-tible para la actuación fuerte, no sabría caracterizar el teatro sin él. Trataría de no hacer algo tan narrativo, pero me daría cuenta que estoy narrando de nuevo.

4. Por el ciclo Invocaciones, en el que es-tamos trabajando Brecht... Él habla que la primera función es entretener, ir en contra de eso es quitarle algo lícito, pero después dice que hay entretenimientos simples y complejos. Nosotros estamos más cerca-nos al entretenimiento complejo. ¿Qué es eso? No sé… es difícil. No sé si sirve para algo… No lo pensé en términos utilitarios, uno lo hace porque se le imponen ciertas experiencias, trabajar con cierta gente. En mi vida, el tema teatro fue medio un ac-cidente. Me cuesta montarme en un dis-curso. Yo quería estudiar actuación, me vinieron con una recomendación y me en-contré con gente que me estimuló mucho y me encontré al principio haciendo videos y después participando en un ambiente muy vital. Quizás el medio o el lenguaje teatral se llevaba mejor conmigo, yo tenía frustración porque no había dirigido una peli, y me resultaba más fácil imaginar una obra gracias a Walter, que se sumó, si no, no hubiera podido, no tengo una idea muy acabada de porqué… Me sigue interesan-do hacerlo y soy bastante nuevo. Tengo la intuición de que es un lenguaje poderoso, esto de juntarse con el público, que todos los trucos estén a la vista; es un poco difícil que se acabe porque sentís el peso de la an-tigüedad y de la tradición.5. Quizás los dos tirados escuchando un disco… pero se parecería a La edad de oro. Walter siendo el que pone los discos, y di-ciendo: “Mirá acá, mirá esto”…y relacio-nando con otras cosas que nos gustan. Creo que sería esa.

JUAN IGNACIO CRESPO

TEATRO 20

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GABRIELA AURORA FERNÁNDEZ, ESCENÓGRAFA Y VESTUARISTA, RELATA SU EXPERIENCIA EN UN RUBRO SIN TANTA POPULARIDAD, COMO TANTOS OTROS, PERO ESENCIAL PARA LA ESCENA.

de las valijas al AutocadTEATRO

“El espacio es concreto, rodeado de incier-to, y es negro”. Gabriela Aurora Fernández le escribió un mail a Mauricio Kartún des-pués de leer Terrenal, cuando ambos aún suponían que ella se encargaría sólo del vestuario. Después de la lectura, no pudo evitar referirse también al espacio y mechó esa pequeña frase, en la que late el germen de una escenografía con tantas capas y lec-turas, como telones y dimensiones instaló en el escenario.

En general, son los actores y directo-res quienes más iluminados quedan en la vida estrenada de una obra. Pero -ni falta decirlo hace- las partes hacen al todo, y los rubros merecen mover el tacho de luz hacia allí. Gabriela Fernández empezó su camino del otro lado, cuando tomaba clases de ac-tuación. Sin renegar de ese posible papel en su vida, fueron su capacidad de enfrentarse a la materia y -sobre todo- de resolver tan efectiva como poéticamente los que la lle-varon a ocupar un lugar del que supo adue-ñarse con marca propia, aunque de sus objetos y costuras nunca cuelgue ninguna etiqueta. Por poéticos, por artesanales, por únicos y por independientes.

“Empecé a trabajar sin tener una for-mación específica. Hacía el vestuario y la escenografía de las obras en las que actua-ba. Nadie se ocupaba y me gustaba, era una

manera natural de resolver, algo para lo que tenía herramientas. No lo pensé como eso a lo que me dedicaría”. El primer salto gran-de vino con El pecado que no se puede nom-brar, de Ricardo Bartís, cuando el Sportivo Teatral todavía quedaba en la calle Velazco. “Bartís buscaba vestuarista y yo era su alum-na. Se ve que veía lo que hacía en las clases y le llamaría la atención -iba con dos valijas, todo el mundo terminaba y yo acomodando era la última en irme-. Entonces me dice de ir a ver los ensayos. Terminaban a las 2 de la mañana. Yo me levantaba a las 7 al otro día, pero iba chocha porque empezaba a ver algo que no veía en las clases, una concentración distinta, ensayos trasnoche, una obra en la que no había un texto, y esos actores, genios totales; había que estar expectante a ver qué era lo que uno agarraba”.

En determinado momento empezaron los llamados con propuestas de trabajo por parte de gente que ya no eran sólo amigos. “La verdad, yo no sabia dibujar ni un arbo-lito, pero eso que era una dificultad técnica se convirtió en virtud estética, porque lo primero que hice cuando tuve que presen-tar un boceto fue vestir a los actores, les sa-caba una foto, la revelaba, la pintaba arriba con acrílicos. Mis primeros bocetos fueron así. Hoy en día sigo sacando fotos, pero, bueno… ¡ya manejo el Autocad!”.

Y así fue armando sus procedimientos. En estos veinte años tuvo espacio para pen-sar en su actividad, en los modos de traba-jo. “Me pregunto cuándo se habrá perdido la noción de que el vestuarista y el escenó-grafo no ensayan (también el iluminador, pero no es mi caso). En algún momento de la historia teatral los vestuaristas y esce-nógrafos probarían también. Ese lugar de prueba y error hoy no esta tan habilitado.

En un teatro oficial es lo que hay que hacer, el sistema de producción lo impone: char-lar con el director, bocetos, propuesta, y realización; a lo sumo podés meter un poco de mano, pero la propuesta está hecha. Es en el teatro independiente donde más cues-tiono esto, porque uno no ve tanto la posi-bilidad de probar, de decir ‘compremos un piso y veamos sin funciona’ y, si después no va, lo sacamos. Como está involucrado el dinero, cuesta más. Y sin embargo uno se sienta ahí durante meses, ve al actor que vive equivocándose, ve al director hacer propuestas que cambia rotundamente todo el tiempo. Creo que eso empieza a poder pasar en la medida que uno está en el lugar de los ensayos, y se hace un espacio tam-bién desde lo creativo. Ahí uno comienza a tener una mirada mas totalizadora”.

Además de en Terrenal, ahora su trabajo se encuentra desparramado por todo Bue-nos Aires, en muchísimas de las obras del circuito: Constanza muere, de Ariel Farace; Trópico del Plata, de Rubén Sabadini; Mau Mau o la tercera parte de la noche, dirigida por Juan Parodi; El centésimo mono, de Os-qui Guzman, y siguen las firmas. Segura-mente los lectores habrán visto varios, sin saber quién ni cómo era ella. Bueno, acá está.

VERA CZEMERINSKI

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iPESSOA, ESCRITO EN SU NOMBRE

Andamio 90, Paraná 660

Viernes, a las 22.30

$100 y $60

Dramaturgia y dirección:

Alfredo Martín

Interpretación Daniel Begino,

Marcelo Bucossi, Leonel Dolara,

Dolores Perez Demaria, Mariano

Scovenna y Lorena Szekely

EL DRAMATURGO Y DIRECTOR ALFREDO MARTÍN, TAMBIÉN PSICOANALISTA, PLANTEA INTERRO-GANTES SOBRE SU IDOLATRADO LITERATO PORTUGUÉS CON PESSOA, ESCRITO EN SU NOMBRE.

las preguntas del escritorTEATRO

De lo que Pessoa, escrito en su nombre llena al espectador es de preguntas: ¿Por qué un escritor tiene más de setenta heterónimos? ¿Por qué decide escribir a través de la voz de otros? ¿Por qué se encuentra con ellos en sueños? ¿Por qué confunde lo real con lo imaginario? Y, sobre todo, ¿ese escritor es de verdad uno solo? ¿O esas presencias que in-ventó para enfrentar la soledad y poner en palabras lo que por sí mismo no puede de-cir se han hecho carne y de verdad existen?

Falta poco para su muerte y el escritor Fernando Pessoa, un poco dolorido aun-que de buen ánimo y todavía joven -murió de cirrosis a los 47 años-, está internado en un hospital. Su enfermera Isabel, lo cuida, lo escucha y al mismo tiempo lo prepara y lo conduce a ese encuentro anunciado (Pessoa consultaba la astrología y se dice que a través de ella le había sido predicha la fecha de su propia muerte). En medio de ese hospicio oscuro y húmedo, bajo los efectos del opio usado como calmante, vi-sitan a Pessoa -quién sabe si entre sueños o pesadillas- algunos de los heterónimos a los que les dio la vida. “Me exterioricé dentro de mí”, dirá para explicarse. Y entre tanta carnadura, también recibirá la visita de su amada Ofelia, ese amor -paradójicamente- platónico que abandonó para dedicarse a la más fuerte y eterna de sus pasiones: la

literatura. “No puedo dejar de escribir. Es una necesidad fatal”, se justificará.

Sobre la soledad y los métodos para evadirla; sobre la escritura, pero también sobre las relaciones humanas, la muerte y las vidas posibles; sobre todo eso proble-matiza Pessoa, escrito en su nombre. “El vi-cio del sueño. La disolución de la persona-lidad para vivir otras vidas”, dirá para resu-mirlo el mismo Pessoa en una muy sólida interpretación a cargo de Marcelo Bucossi.

Alfredo Martín, dramaturgo y direc-tor de la puesta por un lado, y fanático del autor portugués y de su obra por el otro, cuenta que entre heterónimos y semihete-rónimos existen más de setenta. “Cada uno de ellos tiene su propia biografía, un estilo literario diferente y una concepción poé-tica diversa”, agrega. Y se entusiasma: “Me pareció que confrontar a estas personalida-des entre sí y con Pessoa en un momento crucial de su vida podía resultar dramático y gracioso al mismo tiempo”.

Para explicar la elección de un título tan sugerente, Martín, que es psicoanalista de profesión, explica: “Quería un título lo suficientemente abierto como el fenómeno mismo creado por dicho autor donde las significaciones también se multiplicaran. Además, Pessoa en portugués quiere de-cir persona y nada al mismo tiempo con

lo cual quedaba latente ese lugar para ser ocupado por las máscaras”.

Para crear la atmósfera de fantasía que recorre la obra, cercana a la muerte pero todavía llena de vida, Martín detalla el pro-ceso. “Sabíamos que no nos convenía un es-pacio cotidiano porque necesitábamos darle estatura a lo poético, pero sin restarle peso a lo dramático. Había una frase clave de Pes-soa. Él hablaba de “ficción verdadera”. Con los creativos aportes de Gonzalo Córdova –iluminador y escenógrafo de la puesta-, nos dispusimos a darle lugar a lo imaginado junto a lo más real, pasando por lo onírico, sin establecer valores ni jerarquías”.

Y ejemplifica: “Así apareció ese baúl enorme atiborrado de hojas y cuadernos que parece un ataúd sobre el cual caminan los personajes. Asimismo, están los arcos blancos y laberínticos que traen las figuras de los heterónimos desde atrás, como si sa-lieran de su cabeza para integrarse luego al universo pessoneano y adquirir fuerza cor-pórea y dramática”.

Si de lo que se trata cuando uno va al teatro es de llevarse algo, alguna experien-cia sensible, alguna idea o alguna imagen; lo que uno se lleva de Pessoa, escrito en su nombre son las cientos de preguntas que suscita la puesta, repleta de poesía y de una historia teñida por la mente brillante y enloquecida de un escritor, ¿o serán más de uno?

JULIETA BILIK

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TEATRO 26

El fútbol como suceso es ya un espacio plenamente político que contiene, con una intensidad arrolladora, desde el ca-rácter más genuino y romántico del ritual semanal de seguir con una lealtad impo-sible al club de los amores (y los dolores y las matufi as) hasta la estampa clara del peor de los males del gen argentino. El lí-mite de la pasión parece difuso y las ac-ciones que proclaman al hincha como tal pueden ser exacerbadas. Por un lado, se debate la identidad por dinastía barrial, y por el otro, el negocio de fogonear ese sentimentalismo, esa pasión por los colo-res, para exponer a quienes con una inge-nuidad peligrosísima, justifi can así tanta violencia.Bernardo Cappa logra sintetizar toda esa contradicción en Es un sentimiento, donde, en un patiecito de La Matanza, Mario vuel-ve de las tierras nórdicas a las que emigró hace 10 años, con novia noruega, y desea compartir con ella el ritual dominguero, mientras la bandera de Almirante Brown (cuya hinchada es por demás polémica) se debate entre las dos facciones de la barra brava. Entre el desbordado y, a la vez efímero, postmundialismo, y los hechos en el último Boca-River, esa pasión vuelve a signifi car nuestro carácter argento, nuestra nostalgia entre chori, truco y fútbol y Gardel y Mara-dona y los símbolos ya vencidos y nuestra nostalgia salvadora.MARA TEIT

Dramaturgia y dirección: Bernardo Cappa

Interpretación: Carla Appella, Fernando De Rosa,

Berik Eik, Lara Sol Gaudini, Guido Losantos

y Silvia Villazur Andamio 90, Paraná 662; sábados a

las 22:30; $100 y 60

ES UN SENTIMIENTO CONSTANZA MUERE

MIS COSAS PREFERIDAS

¿Será posible mirar a la muerte con ter-nura? ¿Podremos coquetear y reírnos con ella, de ella, antes del sablazo fi nal? Podremos, sí. Sólo hay que ser testigo de los últimos momentos de Constanza, una adorable señora cuyo destino conocemos desde el título, y que con sus pensamien-tos, su peluca y sus piruetas nos convidará lo que le quede de vida, su extendido úl-timo aliento.“Es difícil dejarlo todo”, dice Constanza poco antes de irse para siempre. Farace hace hablar al paso del tiempo, mezclando

Brenda es diviiiiiiina; con tantas “ies” como problemas, pero igual es un amor: calienta té, cocina trufas, se viste como si habitara en un sueño, y se prepara para recibir visitas que en breve tocarán su puerta. Para el encuentro, Brenda anhela “nubes y fl ores de muchos colores, nieve de fresa y de todos sabores”, y a partir del momento en que suene el timbre, hará lo imposible por identifi carse con su lado luminoso. Nadie la obligó a invitar a sus tres amigas a tomar el té esa tarde en su casa y -como una tragedia que solita fue a

Mr. Músculo con el hondo y simple cono-cimiento que portan los viejos. Se caga de risa -nos invita a hacerlo- y mientras tanto hiere, porque nunca deja de referirse a ese pasado que es la vida cuando ya no queda casi nada de ella. Ése es su fi lo, su puerta de entrada, su invitación a ser testigo de este pequeño fi nal de una vida cualquiera.Aquí la muerte muestra su cara de asno y su guadaña. Todos los elementos de Cons-tanza circulan por fuera de cualquier ima-ginario prefabricado, y responden sólo al que desde hace varios años construye con enorme coherencia Ariel Farace, nada más que fi el a sí mismo. Constanza nos hace una cálida invitación que sugerimos acep-tar: como ella, todos alguna vez enfrentare-mos, en un futuro privado, a ese irresistible momento en que se nos presente nuestro personal asno con guadaña. Qué mejor que hacerlo deliciosamente.VERA CZEMERINSKI

Dramaturgia y dirección: Ariel Farace

Interpretación: Analía Couceiro, Florencia

Sgandurra y Matías Vértiz Portón de Sanchez,

Sánchez de Bustamante 1034; jueves a las 22;

$140 y 90

buscar- su paso por Mis cosas preferidas la irá dirigiendo de modo tan gradual como descarriado hacia sus rincones más oscu-ros. Esta preciosa obrita pega, en un solo y sim-ple acto, el salto que va de lo primoroso a lo monstruoso. Y puede hacerlo porque se expresa a través de la enorme gracia y ha-bilidad –y unos dotes de comediante inna-tos- de Valeria Giorcelli; y de la inteligencia de su autora y directora, cuya mano se ve tanto en el desarrollo paulatino de la trage-dia, como en las decisiones de puesta sobre el uso del espacio, la iluminación, de los colores crema.Con aparente liviandad, Mis cosas preferi-das pone el ojo en el enorme esfuerzo que implica digerir lo que no se pudo masticar en su momento, en el intento de taparlo, y en el fracaso al destaparlo. Un exquisito menú acompañado con trufas y té. Bien british, un primor.V. C.

Dramaturgia y dirección: Macarena García Lenzi

Interpretación: Valeria Giorcelli Teatro Anfi trión,

Venezuela 3340; miércoles a las 20:45; $120 y 90

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TEATRO 28

La relación de los personajes de Las guar-dianas es desde ya delicada. Una madre y un hijo con especial apego, entre la cruel-dad y el amor que la sangre impone, con-valecientes tras un trasplante de riñón, encerrados en una habitación, bajo el cui-dado de una enfermera que observa a tra-vés de la ventana los rituales sexuales que se suceden en el interior del baño de una estación ubicada en la vereda opuesta. En pleno voyerismo, esos deseos se reprimirán hasta, como lo anuncia la propia sinopsis, la misma tragedia. La estética exacerba la romántica podredumbre. Todo parece oler a hollín, meo, piel muerta y jarabe, aunque no se huela. Detrás del ventanal creemos oír los gemidos de masculinos trasnocha-dos, que llegan desde la tetera en el andén. Como detrás de una fotografía antigua de alguna familia, que supo ser ostentosa y hoy se pierde en los deseos más básicos y perversos. Las actuaciones absolutamente corridas incomodan en su cercanía ante la inmensidad de gestos arrebatados y grotescos: la mirada inquietante y la son-

LAS GUARDIANAS

risa macabra llena de dientes y estertor de Maiamar Abrodos, la debilidad incómoda, histérica y pegajosa de Emiliano Figueredo y la languidez lujuriosa de Jorgelina Vera. Y detrás de esta foto en movimiento, un texto inquietante que juega a comedia sórdida y que Pablo D’Elía plaga de estímulos que nos mantienen en tensión constante.MARA TEIT

Dramaturgia: Hernán Costa Dirección: Pablo

D’Elía Interpretación: Maiamar Abrodos, Emilia-

no Figueredo y Jorgelina Vera

La Casona Iluminada, Corrientes 1979; jueves a

las 23; $100 y 80

(LÁSTIMA QUE SEA UNA PUTA)

La versión de Lástima que sea una puta dirigida por Eloy tiene una virtud que la recorta del marco en el que se inscribe: la decisión de llevar a escena una tragedia de fuerte estructura clásica publicada en 1633. El texto no carga problemas contempo-ráneos sino universales, y su visión se en-frentará con la vigencia que puedan tener -o no- los temas trasversales que atraviesan cualquier época.Sin embargo, el presente se ve a trasluz en las marcas de su sistema de producción. Una gran cantidad de detalles (el estado deteriorado del suelo en una puesta que necesita prolijidad que ponga por delante

el texto, las sillas que usan los personajes en el afuera de escena, etc.) hacen que se-guir con atención la historia de estos her-manos incestuosos sea más costoso que lo que podría ser si se destilaran con mayor rigor –tanto económicos, como de tiempo y espacio- los elementos de la perfecta tra-gedia de Ford. Más allá de este problema (común a una enorme porción de las producciones in-dependientes), las actuaciones de los pro-tagonistas, la muy buena versión del texto, y la intención de meterse en un territorio inusual en la escena actual, le dan a la pieza una particularidad que la hace merecedora de una visita a su mundo: uno que, aunque tenga más de cinco siglos, no deja de inter-pelarnos, como pasa con todo aquello que carga peso específico propio, y trasciende sanamente su propio tiempo.VERA CZEMERINSKI

Dirección: Gonzalo Eloy Interpretación: Alejandra

Endler, Federico Falasco, Julian Quilaqueo, Ale-

jandro Ini, Noemí Macías, Lorena Damonte, Jeró-

nimo Sabaté, Osvaldo Malizia y Juan Rashplash

Espacio Cultural Urbano, Acevedo 460; viernes a

las 23, $80

SI NO TE VEO, FELICES FIESTAS

“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”. Sabina titula este instante teatral que ofrece Pablo Bellocchio en Espacio Polonia. Si algo me ha llamado siempre la aten-ción de las propuestas de Bellocchio es su inquietud incesante por deconstruir espa-cios e historias que a simple vistas parecen haber sido atravesadas una y mil veces por cada uno de nosotros. Desde esa identifica-ción nos sentimos ya involucrados y con-movidos. Pero no satisfecho con ello, las desarticula para convertirlas en un hecho artístico sorprendentemente único. Esa fir-ma de autor se imprime también en Si no te veo, felices fiestas.Disímiles personajes y sus mundos tan particulares van trenzándose en esta his-toria que iremos rearmando en el mismo suceder de la función. Comenzamos sin comprender demasiado de donde vienen, qué desean y hacia donde van, particu-larmente en este día de celebración (o no tanto). Pero en el mismo cruce es donde todo empezará a cobrar sentido. Y el mis-mo procedimiento, saltando arbitraria-mente entre los pasados, los presentes y los futuros, es el que potenciará esta his-toria de promesas nunca cumplidas, en-cuentros que nunca suceden, deseos que nunca parecen realizarse.Las actuaciones de Si no te veo...emulan un naturalismo liviano, cotidiano, que irá en-trando en tensión en armonía con las situa-ciones. Imperfecta, caótica, intensa. Como los deseos, como los recuerdos, como los días de fiesta. M. T.Dramaturgia y dirección: Pablo Bellocchio

Interpretación: Martina Carou, Geronimo Espeche,

Jimena López, Clara Mastronardi, Estefanía Revas,

Gimena Romano Larroca y Nicolás Salischiker

Espacio Polonia, Fitz Roy 1477; sábados a las 23;

$100

I lau castro

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Locución - Oratoria - NeutroCanto Popular y/o Lírico

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Seré tu madre tranquila es la ópera prima -una de las ganadoras en 2014 del concurso homónimo que organiza cada año el Cen-tro Cultural Ricardo Rojas- de Ariel Gure-vich, egresado de la carrera de dramaturgia de la EMAD y coautor, junto con Santiago Loza, de Doce casas. En escena, un chico joven, casi aniñado (Juan Gabriel Miño) y una actriz vestida de señora (Fernanda Pérez Bodria). Todo -la ropa, los elementos escenográficos, los peinados y hasta la vieja biblioteca del Rojas devenida en sala- tiene un aire un poco retro. Pero hay un micró-fono. Y hay una mirada novel en la esce-na. La mirada de Gurevich que escribe su propia historia, que empieza justo cuando su madre, mirando por televisión a Solita Silveyra y Arnaldo André amarse en Pobre diabla, siente el deseo de ser madre, al que confunde -abusado por una educación reli-

SERÉ TU MADRE TRANQUILA

giosa y algo retrógrada- con el deseo sexual atrofiado. Gurevich indaga en la historia de sus pa-dres -aunque se detiene mucho más en la de su progenitora, vaya a saber por qué, universal e ineludible complejo de Edipo- para escribir la propia. Rindiendo home-naje y exorcizando el culto al gran Alberto Migré, autor de los radioteatros y las tele-novelas que han forjado el inconsciente colectivo de toda una generación, Gurevich -como en una especie de constelación fa-

miliar teatral- indaga en su pasado perdi-do, en la semilla que motivó su existencia, en la subjetividad de los que, como su ma-dre, fueron adolescentes durante los años 70. Todo salpicado con un poco de poesía, algo de humor y mucha ternura. “Pequeñas mitologías donde buscar el origen (...) Contarse, escondido entre los otros”, dice en el programa Gurevich. Y confiesa que a su mamá la obra no le pare-ció tierna. Y claro que no, porque siempre es más fácil y más gracioso ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Pero esa ceguera es, justamente, la que hace tan her-moso al momento de sentarse en la butaca a oscuras y ser espectador de teatro. JULIETA BILIK

Dramaturgia y dirección: Ariel Gurevich Interpre-

tación: Juan Gabriel Miño y Fernanda Pérez Bodria

Sala Biblioteca del Centro Cultural Ricardo Rojas,

Corrientes 2038; sábado a las 21 durante junio, jue-

ves a las 21 durante julio, agosto y septiembre; $ 60

I alejandra del castello

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SERIE BONDI POR ESTEBAN SERRANO / @cienperros 30

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