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Número 212 (Juan Wesley) Revista Metodista Revista Metodista Revista Metodista El mundo es mi parroquia NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2014 “José fue allá a inscribirse junto con María, su esposa, que se encontraba en cinta”

Revista Metodista Nº 212

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Noviembre - Diciembre 2014

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Número 212 (Juan Wesley)

Revista MetodistaRevista MetodistaRevista MetodistaEl mundo es mi parroquia

NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2014

“Joséfuealláainscribirse

juntoconMaría,suesposa,

queseencontrabaencinta”

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Revista Metodista Nº 212noviembre-diciembre 2014

Publicación de la Iglesia Metodistaen el Uruguay (IMU)

Oscar Villagrán: redactor [email protected]

Diseño: Andrea [email protected]

Diseño de tapa: Luciana Villagrá[email protected]

Revista Metodista (RM) respeta la opinión de sus colaboradores.

Los artículos firmados expresan única y exclusivamente el pensamiento de sus autores. Permitida la reproducción total o parcial de los artículos, citando su fuente.

Agradecemos el envío de un ejemplar

Oficinas Centrales: Barrios Amorín 1310Teléfonos 2413 6552 – 2413 6554Correo electrónico: [email protected]

Página web: www.imu.org.uy.

Colaboran en este número: Oscar Bolioli, Gabriela Cabrera Castromán, Mirtha CoitinhoJuan Damián, Juan Pablo Espinosa Arce, Aldo Etchegoyen, Walter López, Iris Moreira, William Quinteros, Alberto F. Roldán, Hugo Rovira DíazArmando Tejada Gómez, Carlos A. ValleCorrección de textos: Prof. Pablo Osores

Impresión:

Artes Gráficas S.A.Porongos 3035 - Tel.: 2208 [email protected]ósito Legal Nº: 361.998/2014

sumarioEscuela dominical: Navidad infantilJuan Damián 4

La solidaridad es solo para algunosPastor Oscar Bolioli 5

¿Qué es el tiempo de Adviento?¿Cuál es su contenideo?Pastora Iris Moreira Clok 7

Wolfhart Pannenberg 1928-2014Alberto F. Rodán* 9

Navidad: otra miradaWalter López 10

La suave caricia de un ángelHugo Rovira - Durazno 11

Lo político y lo religioso Carlos A.Valle* 13

Instituto Crandon: 135 años de compromiso cristiano con la educaciónLic. Gabriela Cabrera Castromán 14

Pensar metodistaWilliam Quinteros 16

TejiendoAldo Etchegoyen 17

Cristo ¿en forma de mujer?Mirtha Coitinho 18

La experiencia de Dios como sorpresa y novedad 19

Curso actualización de laicos. Cultopor la vida del pastor Gustavo Garello. 21

Foto de tapa:Oscar Isaac y Geisha Castle-Hughe como

José y María en la película “La Natividad”

Número 212 (Juan Wesley)

Revista MetodistaRevista MetodistaRevista MetodistaEl mundo es mi parroquia

NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2014

“Joséfuealláainscribirse

juntoconMaría,suesposa,

queseencontrabaencinta”

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Editorial

REVISTA METODISTA | 3Nº 212 | noviembre-diciembre 2014

El Adviento es el tiempo con el cual se inicia el año litúrgico cristiano. Consiste en un período de preparación espiritual para la solemnidad

de la Natividad, nombre litúrgico de la Navidad, en la cual se celebra el nacimiento de Jesús.

Si bien el Adviento precede inmediatamente al tiempo de Navidad, desde el punto de vista espiritual tiene por finalidad la preparación del creyente para la segunda venida de Cristo (parusía) y el encuentro definitivo con Dios.

Este último número del año de Revista Metodista ofrece como ya es tradicional en este tiempo, distintas miradas de este hecho y de la Navidad.

También en éste número compartimos otras sugerencias para acompañar nuestro proceso de apertura hacia nuevas formas de entender nuestra religiosidad y el mundo tan ancho y ajeno.Hay buenas noticias que suceden en nuestra iglesia tanto en Montevideo como en el interior que las detallamos en fotos.

En fin, una variedad de temas que esperamos que sean de interés para nuestros lectores.Les deseamos a todos una muy bendecida Navidad y que Dios les siga mostrando su amor y compañía en vuestras vidas.

¡Hasta el próximo año!

Tiempo de Adviento

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Juan Damián

Escuela Dominical

Nº 212 | noviembre-diciembre 20144 | METODISTAREVISTA

ES TU CUMPLEAÑOS Estamos contentos si tenemos pan,si comemos juntos y al ir a jugar.Dicen que naciste sin casa y sin luzpor eso mi casa es tuya, Jesús. Es tu cumpleaños,es la Navidad.Como nos queremos, ¡qué fiesta que habrá! Viviste bien pobre allá en Nazaret,¡qué poco tuviste con María y José!Vienes con nosotros, vamos a jugarcompartimos todo, feliz has de estar. Es tu cumpleaños… Trajimos regalos, te van a gustar.Entre compañeros te vamos amar.Mira, te pedimos para Navidadque todos los niños hoy puedan jugar.

Es tu cumpleaños….

CON EL GRUPO:

Antes de comenzar la reunión y el diálogo, preparar y vivir una fiesta. Cada uno/a de los niños/as que participen pueden traer de su casa tortas, golosinas o bebidas.Y comparten todo.También pueden traer regalos hechos por los niños/as, como dibujos o manualidades muy simples.Luego cada uno/a lo regalará a alguien del grupo.Al final de la fiestita leen juntos el poema.Se empieza el diálogo tratando de que los chicos tomen conciencia de haber festejado en la fe el cumple de Jesús.Se puede leer Lucas 2, 6-7 o Mc. 10,41-45 o Lc. 22, 14-20El/a coordinador/a comparte y conversa con el grupo sobre el texto.

Navidad infantil

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La solidaridad es solo para algunosPastor Oscar Bolioli

Nº 212 | noviembre-diciembre 2014

En estos tiempos electorales me ha llamado la atención el uso y manipulación de situaciones trágicas de personas. La l legada de

refugiados sirios, que como todo refugiado vive situaciones límites, se trató de impedir. El argumento fue que antes de pensar en eso había que fijarse en los niños pobres de nuestro país y en sus necesidades. Argumento muy débil que no fue muy lejos. La presencia de niños víctimas de una guerra ajena no redituaba la simpatía de votos. Pero no terminó allí la cosa. Junto a la llegada del primer contingente de cinco familias sirias, apareció en la prensa la presencia de una familia siria que había llegado por sus propios medios y se planteaba que tuviera los mismos beneficios que los recién llegados. Yo me pregunto, si no se hubiera hecho nada por las víctimas de la tragedia siria, ¿la prensa habría publicado algo sobre esta otra familia que llegó por sus medios, o seguiría en el anonimato como cuando llegó?

Pero lo que más me molestó fue el uso político para evitar que vinieran seis refugiados de la prisión de la Base Norteamericana de Guantánamo. Más allá de no ser el mejor momento, sería un gesto humano importante. Guantánamo no es poca cosa. Es consecuencia de la guerra entre España y Estados Unidos, donde este último obtuvo ese pequeño territorio en el sudeste de Cuba, en un arriendo a perpetuidad, en 1903. Después de los ataques del 11

de setiembre del 2001, se aprobaron leyes de seguridad en USA que no se hubieran aprobado en o t ra s i t uac ión . Pe ro s í se acep ta ron s in cuestionamientos debido al miedo por lo acontecido. Esa cárcel se montó en Guantánamo porque no es territorio norteamericano, porque el tratado reconoce la territorialidad de Cuba y por lo tanto no está bajo las leyes de Estados Unidos. Las 750 personas que allí llegaron fueron detenidas en el extranjero. Algunas con conocimiento de las autoridades del país, otras no. Ninguna garantía les protege ni tienen ningún derecho. Ha sido un lugar que contradice todo lo que USA sostiene. Al punto que el presidente Obama cuando asumió prometió cerrarlo inmediatamente. Sin embargo, después de siete años, no pudo hacerlo por los obstáculos que su propio Congreso ejerce. Según Amnistía Internacional solo ha sido condenado el 1% de los que allí están presos. Hoy permanecen 155 prisioneros -algunos con libertad concedida, pero que todavía siguen en prisión, y otros que no saben cuándo serán juzgados-. Muchos no pueden regresar a su país porque no hay condiciones de seguridad para ellos. Más allá de los detalles, estamos hablando de seres humanos, aun cuando los consideremos nuestro enemigo. No se trató así a los responsables del genocidio en el juicio de Núremberg. Entonces, ¿por qué está mal volver a darles el derecho de ser persona a quienes todavía no sabemos si son culpables?

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Algunos de los argumentos que se esgrimen son: que Estados Unidos es responsable de esos prisioneros y que debe arreglar é l m i s m o e s e problema; que es un peligro traer a e s a g e n t e a nuestro país; que dichos prisioneros no son el tema p r i n c i p a l d e nuestra política; o que es un asunto que debe pasar por el Parlamento. El miedo, el miedo al otro es lo que se plantea. Miedo que se extiende a mi seguridad, lo que sí es políticamente redituable. No es nada nuevo en política, pero es doloroso cuando se juega con la posibilidad de otros seres humanos. ¿Cómo podemos sostener esto así en una tierra de inmigrantes? ¿Cómo podemos pensar así, con amnesia, donde miles pudieron seguir siendo personas gracias a manos y brazos abiertos que les dieron refugio más allá del océano? Fuimos siempre un país solidario, ¿por qué no serlo ahora?

Jon Sobrino en su libro Teología de la Solidaridad Cristiana sostiene: “Solidaridad es el amor que mueve pies, manos, corazón, bienes, ayudas y sacri-ficios hacia el dolor, la desgracia, el desastre, la represión, el peligro, la masacre o la muerte que sufre un pueblo o unos seres humanos en desgracia, para compartir y ayudarles a levantarse, liberarse, a rei-

(1)vindicarse y reconstruirse” . El OTRO existe en el plan de Dios para ser valorado, si no será difícil cons-

truir el Reino. Dicen los psicólogos que un abrazo de más de seis segundos cambia las cosas, produce un comple-jo neurotransmisor que motiva el senti-do de la recompen-sa. “Amar significa esperar, no lo que uno puede hacer sino qué es lo que D ios aún puede hacer en el otro”, a f i r m a b a P a u l Tillich. Reconciliar frente a la hostilidad, reunir lo separado, aceptar en lugar del rechazo. No es fácil, pero es necesario. De no ser así, la reconciliación con el otro, que demanda

el Evangelio, se vuelve parodia.

La proyección del miedo y temor hacia el otro no cons-truye la sociedad. Somos llamados a reconocer al otro con respeto, sin cosificar, sin esclavizar o destruir. Tenemos que aprender que lo fundamental en la coe-xistencia no está en el YO sino en el TÚ. En Mateo 5: 46-48, Jesús es muy claro con sus discípulos en este tema:

“Si quieren solo a los que los quieren, ¿qué premio merecen? ¿No hacen eso mismo también los recau-dadores? Y si muestran afecto solo a su gente, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo tam-bién los paganos? Por consiguiente, sean buenos del todo, como es bueno su Padre del cielo.”

(1) Teología de la Solidaridad Cristiana -Jon Sobrino SJ Juan Hernández Pico SJ- Coedición IHCA-CAV. Nicaragua, 1983

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¿Qué es el tiempo de Adviento? ¿Cuál es su contenido?

Pastora Iris Moreira Clok

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No hay otro tiempo litúrgico en que haya tanto conflicto entre lo que la fe cristiana propone y lo que se vive; decimos que ¡Es un tiempo

fuerte!El término “adviento” viene del latín adventus, que significa “llegada”. La palabra latina adventus corresponde a la griega parusía, que significa “venida”, “llegada”. Si recurrimos a datos históricos se remontan a los siglos IV y VII a. C. Fue la liturgia Romana la que en la segunda mitad del siglo VI adoptó una posición de celebrarlo como un tiempo de gozo y esperanza ante la venida del Señor. Su duración varió, según el lugar, de dos a seis semanas. Y fue San Gregorio Magno que lo organizó definitivamente en cuatro semanas. En la actualidad, la Iglesia lo celebra con énfasis en la preparación para la Navidad.¿Cómo celebrarlo?“Y Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros … abundante en amor y verdad.” (Juan 1: 14)

Necesitamos que el camino de celebración del Adviento nos lleve al Evangelio que predicó Jesucristo, que no es otra cosa que la acción de Dios en la historia. Dios se hace como nosotros trayendo con Él el don de la salvación. Para que esta salvación se concrete es necesario preparar el camino en el contexto de nuestra propia historia.

“Allí nació su hijo, lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el albergue.” (San Lucas 2:7)

Lucas narra el nacimiento de Jesús como un nacimiento que sucede estando en camino, como un

nacimiento en tierra extraña. El comentario del evangelista acerca de que para María y el Niño no había lugar en el albergue es lo que la religiosidad popular ha retomado en sus representaciones y canciones. Tal vez porque han sentido que María y José se repiten en todos los tiempos, que comparten el destino de refugiados y asilados que buscan un lugar y muchas veces son rechazados.

El mensaje a los pastores dice “Como señal encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.” (Lucas 2: 12)

La celebración del Adviento también es un camino de búsqueda, de ir al encuentro de Jesucristo, recordando siempre que el lugar de privilegio para ese encuentro es el otro, la otra, las personas que nos rodean. Esta es la manera de encontrarse con Dios. Es una acción profética y práctica de la iglesia para que tengamos una sociedad más justa con los niños y niñas que nacen en la pobreza y que también son personas en camino, sin un lugar, porque la pobreza extrema no es “el lugar” al cual Dios nos ha destinado. Haciendo algo por seres humanos que provienen de otra cultura y que buscan un albergue donde sanar sus heridas, como quienes vienen de Siria buscando un lugar de paz en estas tierras tan lejanas para estas personas.

“Nosotros esperamos, según la promesa de Dios, cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta

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espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz” (2Pedro 3: 13-14)

Durante esta espera por el mundo nuevo de justicia y de paz hay mucho por hacer. Siendo una iglesia -comunidad- en movimiento con Jesucristo, en actitud de servicio, que es mucho más que ser una institución. Esto es estar mucho más cercano al sueño de Jesucristo, constantemente dialogando con la sociedad contemporánea, construyendo liberación, sin temor, mostrando la fe en que esto es posible. Articulando constantemente acciones para la vida, con un estilo participativo; mostrando cómo la memoria de Jesús puede recibir una configuración social que trascienda las paredes de nuestros templos y se transforme en amor, paz y alegría de dar testimonio de la Vida contra toda opresión.

“No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia que será motivo de gran alegría para todos. Hoy les ha nacido un Salvador.” (Lucas 2: 11)

El Adviento es un tiempo para interpelarnos como hombres y mujeres de fe, llamándonos a la conversión, al compromiso, para la transformación

del mundo en un lugar de hermanos y hermanas. Sin pretender tener el monopolio de la verdad, sino caminando junto a otras personas que también buscan construir esperanza para la humanidad. En el centro de toda esta realidad debe de estar colocado el pesebre, porque Jesús nació en medio de la Vida y hoy tiene que suceder lo mismo. Jesucristo nacerá, tanto en la vida personal como en la colectiva, en la medida en que podamos tener un testimonio fiel al evangelio, ese que siempre trae la esperanza de que todo puede ser modificado, de que lo nuevo puede llegar.

“¡Señor, Dios nuestro! Tú nos mandas esperar y apresurarnos en vistas al gran día de tu manifestación total y salvadora en el mundo, entre nosotros, en tu comunidad, en nuestros corazones, y en nuestra vida también. No miramos en el vacío cuando dirigimos la vista a este día de luz. Tú ya los has hecho apuntar, al nacer como el débil y poderoso

niño Jesús, haciéndote hombre como nosotros. Y ahora vamos a celebrar pronto una vez más la Navidad. Ayúdanos, haznos el regalo de que nos reunamos una vez más como es debido, que reflexionemos y examinemos cómo debemos ir a tu encuentro, para que después nuestra celebración de Navidad no se reduzca a un teatro estéril, sino que, por el contrario, sea un esplendoroso, serio y gozoso encuentro contigo.”Karl Barth 23 de diciembre de 1962, cárcel de Basilea.

No dejemos pasar este tiempo litúrgico con perspectivas convencionales que lo marcan por su utilización cultural y comercial. Es una ocasión para alimentar nuestro espíritu de esperanza, para recordar que necesitamos a Jesús y que nos hace falta más de su presencia, más de su luz, más de su fortaleza. Porque sabemos que no estamos completos ni cerrados en lo que hemos conseguido. Creemos y estamos abiertos a las promesas del Señor, que siempre nos abrirá nuevos caminos para la misión y el servicio, y así poder descubrir la alegría del verdadero “Advenimiento de Dios” en Jesucristo.

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Wolfhart Pannenberg 1928-2014

Nº 212 | noviembre-diciembre 2014

El 5 de setiembre último falleció Wolfhart Pannenberg. Teólogo sistemático por excelencia, nos deja un monumental legado

de pensamiento cristiano en sus numerosos libros y artículos. Había nacido en Stetting, Alemania, en 1928. Perteneció a la Iglesia luterana y desde joven mostró una gran pasión por el estudio de la filosofía y la teología, campos que dominaba con gran maestría.

Mi acercamiento a sus obras comenzó con la lectura de libros pequeños pero enjundiosos tales como: La fe de los apóstoles, Teología y Reino de Dios y El destino del hombre, para incursionar, más adelante, en sus obras más voluminosas, especialmente: Systematic Theology, Cuestiones fundamentales de teología sistemática, Teoría de la ciencia y teología, Una historia de la filosofía desde la idea de Dios y Antropología en perspectiva teológica. Algunos de los conceptos y líneas de pensamiento que me impactaron de Pannenberg fueron: el concepto de “revelación como historia” que es con el cual Pannenberg comenzó su escuela teológica junto a otros biblistas y teólogos.La historia es, para Pannenberg, el escenario de la revelación de Dios

Alberto F. Roldán*

que, lejos de ser una manifestación para algún grupo humano, está abierta a todos. También me agradó su uso del término prólepsis, en el sentido de “anticipación” del futuro. Para Pannenberg, la resurrección de Jesucristo, que dicho sea de paso él interpretó en forma plenamente histórica, es la anticipación de la victoria final del Reino de Dios.Y, por supuesto, también aprecié su énfasis en el Reino de Dios. Dice: “El anuncio del reino de Dios venidero constituyó el centro del mensaje de Jesús.”. A pesar de esa importancia, constata que “la escatología fue desprendida y despojada de su sentido temporal. Se prescindió de que en el mensaje de Jesús la idea del reino de Dios designaba un futuro bien concreto.”. Por lo tanto, sentenciaba: ”La teología actual ha de recuperar de nuevo este tema fundamental del mensaje de Jesús.” Como si su voz se hubiera escuchado, precisamente el siglo XX fue el del resurgir del tema del Reino de Dios tanto en las t e o l o g í a s n o r d a t l á n t i c a s c o m o e n l a s latinoamericanas, especialmente la teología de la liberación y la teología de la Fraternidad Teológica Latinoamericana).En fin, se podría seguir escribiendo mucho sobre el legado de Pannenberg a la Ig les ia . Pero fundamentalmente, como dice David A. Roldán: “Más allá de las muchas críticas que pueden plantearse a la teología de Panneberg (varias de tenor ideológico), una cosa es cierta: Pannenberg tomó con absoluta seriedad la tarea de pensar la fe.”. Yo agregaría, con sumo respeto, que entre las cosas que también podrían habérsele criticado es su escaso interés por la teología que se forjaba en América Latina, a diferencia, por caso, de Jürgen Moltmann. Pero más allá de esos aspectos, Wolfhart Pannenberg nos deja un monumental legado de pensamiento cristiano con un rigor poco común pero imprescindible para poder dialogar con la filosofía y las ciencias sociales y humanas en un mundo cada vez más desafiante.

* Doctor en teología por el Instituto Universitario Isedet. Máster en ciencias sociales y humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes. Máster en educación por la Universidad del Salvador. Director de posgrado de FIET. Director de Teología y cultura: www.teologos.com.arRamos Mejía, 13 de septiembre de 2014

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Los evangelistas Mateo y Lucas, cada uno con un enfoque distinto, nos relatan el nacimiento de Jesús. Es a través de sus relatos que la

Navidad se ha venido celebrando, según las distintas culturas, de diversas maneras pero basadas en un relato común: los ángeles, los pastores, el niño, los magos, etc., etc.Generalmente, nos quedamos con esta historia, pero Mateo nos cuenta algo más sobre ese niño. Nace en medio de la pobreza, en un pesebre -un lugar destinado a los animales-. Sus padres no encontraron lugar para su alojamiento. Las posadas estaban llenas de peregrinos que venían a cumplir las órdenes del emperador que había decretado un censo. Pero más adelante, cuenta Mateo que José y María tienen que arropar al niño e irse a Egipto porque Herodes quiere matarlo.Lo folclórico del pesebre cambia rápidamente para unos padres que tienen que irse al exilio para conservar la vida del niño.Frente a esta realidad, se me ocurre otra historia que por supuesto los textos no la cuentan. ¿Hubiera sido distinta la historia de la Navidad si la contara José?¿Cómo la registraría María?¿Cómo se habría sentido José al hacerse cargo de un hijo que según el relato no era suyo? ¿O es que José no era diferente a muchos novios que hasta el día de hoy, cuando su novia queda embarazada, deciden abandonarla?

¿Fue su ética de hombre de bien que le ayudaría a tener un sueño que lo hace volver y reparar su momento de duda?¿José tendría claro que Dios estaba actuando en sus vidas?¿Y María? Ella era adolescente y se encontraba en una sociedad patriarcal, comprometida para casarse, según lo convenido por sus padres, con un hombre mayor.¿Y el amor? ¿Era menos importante que el contrato matrimonial y la dote?Soltera y embarazada. ¿Había asumido todo lo conversado con su prima Elizabet?Es interesante cómo las religiones monoteístas cuando hablan de Dios o sus profetas recurren a relatos fantásticos para q u e r e r d e j a r c l a r o l a i d e a q u e generalmente el ser humano tiene acerca

de lo trascendente, ubicando a Dios en un lugar superior al plano humano.En el cristianismo también se ha querido manipular a Dios y ponerlo al lado del poder.En cambio, estos relatos de la Navidad pasan por otro lado.Dios nos sorprende en su fragilidad al nacer entre lo humilde, en lo que la sociedad no tiene en cuenta, nace humilde entre los humildes y pronto conocerá el exilio.José y María se hacen padres en medio de la duda, las privaciones, las dificultades y las persecuciones.Es ahí donde se manifiesta Dios, en medio del pueblo humilde, lejos del lujo, el boato y los cargos clericales. Lejos del templo de Jerusalén, lejos de las luchas por prestigio y poder.El otro relato de la Navidad nos invita a encontrar a Jesús en lo sencillo, en los humildes, en el rostro de los niños sirios que están llegando a nuestro país como exiliados y que han perdido todo por causa de la guerra.Por ahí pasa el verdadero mensaje de la Navidad: la otra mirada es acoger a los desposeídos, los que no cuentan, los ninguneados, al decir de Galeano.Si pretendemos llamarnos cristianos debemos estar abiertos a que Jesús nazca nuevamente en medio de lo cotidiano.

Navidad: otra mirada

Walter López

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REVISTA METODISTA | 11Nº 212 | noviembre-diciembre 2014

Un alma grande lo es porque vibra al unísono con la vida y tiene el don de animar aquello que mira: personas,

objetos o circunstancias.Y aun una persona común, en una situación límite, puede ver el alma de las cosas y recordar, una vez superada la coyuntura, el poder oculto de la vida; misterioso poder disfrazado de casualidad, del que un o b j e t o h a s i d o c a n a l o p u e n t e , transformándose en símbolo.Es así que algunas cosas por las que hemos tomado especial afecto obran como talismanes cargados de virtud y nos trasmiten energía, seguridad, paz, amor…No bien le sacaron las esposas en el Establecimiento Militar de Reclusión, el joven casi niño tocó el pañuelo que abrazaba su cuello y recordó dos cosas: que allá afuera estaba ella; y que en el mundo aún quedaban personas buenas, de las que hacen bien sin esperar nada a cambio, porque sí nomás.Al separarse, ella se había quitado el pañuelo para anudarlo en el cuello de él “para la suerte” – le había dicho-, porque ese humilde objeto ya estaba bendecido por la vida. Y de esa forma prolongó su abrazo protector durante el tormento y la soledad acalambrante de los plantones; durante los interrogatorios le dio fuerza… y por las noches extendía su perfume por debajo de la capucha. El pañuelo, ese mágico trozo de seda con colores de otoño que llevaba impresos distintos grabados de los puentes de la vieja Europa; la Europa de las guerras imperiales y también la de los cuentos de hadas…Pronto le requisarían el preciado objeto, ese cálido lazo de amor que rodeaba su cuello desde la despedida -al menos él había podido despedirse-; se lo quitarían por una o dos eternidades junto con su vaquero, la camisa, los championes, y hasta su nombre, que sería sustituido indefinidamente por un número impreso en el mameluco. Perdería así esa extensión de la caricia de ella y su perfume… y la prueba de que no todo estaba perdido afuera.-Largo, largo, señorcito. ¡No mire para atrás! ¡Largo!...Se abre el infierno de cemento: rejas y escaleras, golpeteo de trancas, gritos, rejas y más escaleras…, rejas, gritos y corridas. Garrotes tableteando por el enrejado. Gritos, jadeos y empujones. Ojos con esa mirada que solo ahí… o en el matadero.-Largo, largo…Cada prisionero corría con su respectivo guardia torciéndole el brazo por detrás y acicateándole, empujando

Hugo Rovira - Durazno

La suave caricia de un ángel

con el bastón en la derecha; gritando algunos para disimular su propio miedo: - Largo, señorcito.Frente a uno de los tantos portones mecánicos, de rejas corredizas a control remoto, se escucha la voz de “alto” de un alférez recién salido de la escuela del desprecio y el odio. Al ver a otro niño entre tanto hombre curtido, se llena de coraje y va a exhibir su guapeza. Descubre el pañuelo, lo toma de las puntas mirando al otro con técnica aprendida (una pulgada sobre el entrecejo), y entre burlas e insultos comienza a apretar…Irónicamente, la presión en el cuello produce en el “tupamaro” una balsámica e inesperada

relajación en los esfínteres contracturados por el frío del traslado nocturno en camión y por los días de

continencia forzada en los plantones o en los lúgubres sótanos cuarteleros (la inaccesibilidad al baño era uno de los tormentos permanentes y gratuitos, tanto por sadismo como por burocrática desidia).La tibia orina, igual que la que apestaba los sótanos descomponiendo por igual a los presos y a la guardia -también reclusa-, busca las partes bajas y se escurre por el ruedo del pantalón. El dorado charco busca botas de Panamá. El gallardo alférez se aparta asqueado de la rubia “sangre”, pero igual celebra el miserable triunfo de su, tal vez, primera batalla, de su guerra particular contra su propia inseguridad y miedo.-Se meó; el cobarde se meó -festejaba.Desmerecida victoria, empañada por el desprecio silencioso de la guardia -casi todos veteranos hombres de campo desplazados hacia la “orilla” y los cuarteles-, o hijos de hijos de “milicos”, dinastías de seres empobrecidos, mandoneados por “estos botones mocosos” que no saben nada de la miseria humana (aunque la posean toda).Continúa la carrera hasta el espacio de las duchas; un rápido corte de pelo, más al ras si es posible que en el cuartel. La afeitada;… desnudarse… y al fin la increíble ducha caliente, como ninguna desde hacía meses... la gloria… efímera, como la gloria. El gurí firma la planilla con el listado de sus magras pertenencias confiscadas, sin pasar por alto la amenaza del ítem “a quién avisar en caso de fallecimiento”… y le permiten recoger su monástica fortuna: dos mudas de ropa interior -de la que se pone una-; el mameluco, que llevará su numérico nuevo nombre y que le quedará un tanto “zungado”; las alpargatas, casi del talle apropiado, y…como

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susurrando que Dios existe… contra toda lógica y reglamento de reclusión militar, como plegado por las manos de un ángel, debajo del montículo: el pañuelo. El pañuelo d e l o s p u e n t e s ; puentes hacia el amor y la libertad; puentes hacia la memoria, puentes hacia los imposibles, hacia la f a n t a s í a d e u n a esperanza y una vida recuperadas….Ya en la nuevita y fría celda de hormigón armado, feliz y aún sorprendido, se ajusta el pañuelo al cuello, ba jo , ocu l tándo lo prudentemente tras el último botón del cuello del mameluco. Sus p e n s a m i e n t o s retroceden como tres meses y se sitúan en Montevideo, en los comienzos de 1972.1972: No era ese el mejor año para ser joven (si alguna vez algún año lo ha sido), y menos para ser un j o v e n c o n i d e a s libertarias y rebeldía de joven. Los novios viajaron a la gran ciudad buscando escapar a la inminente derrota de las esperanzas, presintiendo la abominable dictadura presente ya bajo una delgada piel de legalidad. Escasez de trabajo y alimentos, inseguridad, desconfianza y desesperación, delación. Pobreza, suciedad y miedo hacían de la capital una ciudad más desteñida, borrosa y triste que las fotos exhibidas en las cámaras de cajón de los fotógrafos de la Plaza Independencia. No servía estudiar ni buscar empleo… ni trabajar rendía fruto. Ni soñar con emigrar para tener una vida normal, futuro, hijos… Estaba prohibido hasta soñar.Solo quedaba esperar tener mejor suerte que los que iban cayendo y que todo pasara pronto. Y sobrevivir, claro.Los novios, cada uno en un hogar diferente, animando la esquiva ilusión con un magro e inseguro empleo, robaban horas de sueño para unirse en un desesperado beso reparador de soledades y el abrazo clandestino, en una ciudad donde era peligroso ser joven, y caminar por la calle, era una ruleta rusa.

Y, justamente, fue caminando, repasando las noticias de los a m i g o s p r e s o s o requeridos, sintiendo estrecharse el cerco, que ella echa de menos el pañuelo. Enseguida vuelven sobre sus pasos. Es solo un pañuelo de seda, pero ya simboliza todas las p e r d i d a s y n o s o p o r t a r í a n u n a perdida más, no.Aunque sea un simple pañuelo… ¿Por qué la vida se ha vuelto tan dura? ¿Por qué se ensaña tanto con la esperanza? Desandan el camino barriendo la oscuridad con deses-perados ojos. Es solo un rectángulo de seda, s í , pero neces i tan imperiosamente un milagro…(Ya lo habrá recogido alguien)… Las chapas de una obra en cons-trucción les cortan el paso. Bajan el cordón, caminan unos metros por la calle, y allí, en el último árbol que sostie-ne la barrera, abrazado al tronco y sujeto con un nudo a la altura de los ojos, el pañuelo. Al

descolgar la prenda, fruto magnífico del fraterno árbol, los dos pensaban en ese ser invisible que nunca conocerían, que nunca verían para agradecerle: el de la cálida mano que ajustó el nudo en un silencioso y esperanzador mensaje de solidaridad desinteresada. Y de fe: por la secreta confianza en que dejándolo allí, lo encontraría su legítima dueña.¿Qué forma tendría el providencial mensajero? Una abuela desvelada, un joven estudiante, un obrero preocupado regresando del trabajo, una joven romántica, un viudo nostálgico, un soldadito de franco también perdido en un mundo hostil… ¿Qué forma habría adoptado el ángel?Lo extraño es que hoy, al tocarlo con el recuerdo, disuelto ya en hilachas que el tiempo se llevó -como se llevará el viento las cenizas de los amigos desaparecidos-, el recuerdo, solo el recuerdo de un pañuelo de seda puede posar sobre nuestro corazón como la suave caricia de un ángel.

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La historia de la humanidad está plagada de persecuciones religiosas de todo tipo. En varias de ellas, las iglesias cristianas han jugado el

papel de víctimas o de victimarias. Todo esto merece la reprobación de todos los que defienden la dignidad y el respeto de todo ser humano sin distinción.

Sería largo e innecesario proporcionar un listado de heroicos actos y de cruentos baldones que se pueden enlistar en la historia del cristianismo. Será más importante recordar que difícilmente se pueda aislar lo religioso de lo político. Las aventuras belicistas reiteradamente apelaron a resortes espirituales por los cuales ponerse al frente de las luchas de dominación.

En la historia bíblica no se puede aislar el tema religioso del tema político. El reclamo de Israel es que Dios le ha otorgado una “tierra prometida”. Por ella lucharon y combatieron con otros pueblos. Esta concepción de haber recibido dádivas especiales de la divinidad también la reclaman otros pueblos. Están convencidos de que lo que están haciendo y conquistando es el cumplimiento de la voluntad divina.

Hoy en día, los reclamos de carácter trascendente han dejado lugar a la conciencia de que hay pueblos que no necesitan el sello divino porque creen que ya lo poseen genéticamente. Así se puede entender la

comprensión religioso-secularizada del Estado de Israel en su actitud con Palestina.

Los últimos acontecimientos han puesto de manifiesto que en esa visión los palestinos no tienen futuro en esas tierras bíblicas. Y se ha agravado por la desmedida acción bélica contra la aislada Franja de Gaza que produjo más de 2000 muertos, muchos de ellos niños. A ello se ha sumado la anexión de 400 hectáreas en la zona de Cisjordania, con lo que el pueblo palestino ha perdido desde la ocupación británica casi el 90 por ciento de su territorio.

¿Cuál ha sido la reacción de las iglesias? Es bien sabido que cualquier crítica contra Israel es considerada un acto de antisemitismo. Es penoso que una mirada abierta y de respeto por el pueblo de Israel no pueda contener un leve cuestionamiento por simples razones humanas. Expresiones de pesar y dolor por las pérdidas humanas, píos rezos y declaraciones altisonantes se convierten en negación de sus propias convicciones.

La decisión de EE.UU. de proceder a atacar al Estado Islámico, constituido en la zona que media entre Siria e Irak, no es nueva. Ya anunciaron haber realizado más de 1500 ataques “exitosos” en el área, durante el pasado mes. Uno de los argumentos que se esgrimen tiene que ver con la persecución de cristianos por los llamados grupos terroristas islamistas. Relatos de estos atropellos se destacan en los medios y son muy lamentables. Pero, mientras tanto, se recibe con cierta resignación que la única respuesta es la ofensiva bélica.

Las cruentas guerras que asolan esa región del Medio Oriente tienen demasiado olor a petróleo y dominio regional, y los argumentos religiosos se convierten en un maquillaje que despierta los sentimientos de quienes han hecho de la religión un tema individual que quieren proteger a costa de la vida de muchos.

¿A qué van a jugar las iglesias, a preservarse a sí mismas o a dejarse desafiar por su fe?

* Pastor de la Iglesia Metodista. Ex secretario de la Asociación Mundial para las Comunicaciones Cristianas.

Carlos A. Valle*

Lo político y lo religioso

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Instituto Crandon: 135 años de compromiso cristiano con la educación

Lic. Gabriela Cabrera Castromán

En 1879 la Reforma Educativa de José Pedro Varela era un hecho en el Uruguay y varios maestros se sumaron a la iniciativa. Entre

aquellos docentes se destacaba una joven maestra metodista: Cecilia Güelfi.

Los responsables de la Iglesia Metodista en el Uruguay (establecida en 1836) contactaron a Cecilia para llevar adelante uno de sus principales objetivos como Institución: educar. El proyecto buscaba crear en Montevideo escuelas evangélicas populares.

La Mtra. Güelfi realizó un comprometido trabajo y fundó dos escuelas (febrero de 1879) con el respaldo de la Sociedad Misionera de Señoras de los Estados Unidos. En ambas se aplicaban los nuevos métodos educativos de la Reforma y se impartían los principios cristianos basados en el paradigma evangélico. La primera escuela era gratuita y la segunda era paga.

La obra educativa de la Iglesia Metodista continuó creciendo y hacia 1886, cuando Cecilia Güelfi falleció, había nueve escuelas en diferentes barrios de Montevideo. Antonio Güelfi, hermano de Cecilia e inspector de las escuelas, se hizo cargo de la gestión en el marco de un estado de desaliento ante la prematura muerte de la Mtra. Güelfi (tenía solo 30 años).

Antonio reorganizó y dio un nuevo impulso al proyecto al fundar nuevos establecimientos. En 1888 la Junta de Misiones de la Iglesia Metodista de los Estados Unidos envió a una misionera —la Srta. Minnie Hyde— para hacerse cargo de la Dirección de las 13 escuelas evangélicas. Pronto llegó otra misionera —la Srta. Mary Bowen— y ambas llevaron adelante la obra. Se encontraron con dos grandes dificultades: el idioma (desconocido para ellas) y la dispersión de los establecimientos. Decidieron entonces concentrarlas en una sola: el Liceo Evangélico para Niñas que ofrecía español, inglés y estudios superiores.

La escuela crecía y para atender la demanda se compró una propiedad en la calle San José; así el colegio pudo albergar unos 200 alumnos y el pensionado de maestras y pupilas.

En mayo de 1893 las Srtas. Hyde y Bowen regresaron a su país y otra misionera norteamericana —la Srta. Elizabeth Hewett— se hizo cargo de la obra. Esta directora realizó importantes contribuciones y, con fondos reunidos en el exterior, se construyó un nuevo edificio con frente a la calle Soriano. Este fue inaugurado en junio de 1906 y en la ceremonia se anunció su nuevo nombre: Instituto Crandon, en homenaje a la Sra. Frank P. Crandon (Illinois) por su generosa colaboración prestada desde la época de Cecilia Güelfi.

En 1915 llegó a Montevideo otra misionera —la Srta. Jennie Reid— para hacerse cargo de la Institución. El alumnado del Colegio continuaba creciendo y la Sociedad de Señoras de los Estados Unidos consideró oportuno vender el edificio para la construcción y equipamiento de uno nuevo. En noviembre de 1916 se compró el terreno en la esquina de las Avenidas 8 de Octubre y Garibaldi. Cuatro años más tarde se realizó la ceremonia de colocación de la piedra fundamental del nuevo edificio que se inauguró en marzo de 1922. Ese mismo año comenzaron la enseñanza comercial y los cursos de Economía Doméstica.

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En 1935 comenzó a trabajar la Sra. Esperanza Vizcay de Ful ler quien cinco años des-p u é s o c u p ó e l cargo de Directora del Liceo Habilita-do Crandon.

Para atender a la Sección Primaria se decidió la construcción de un nuevo edificio. Luego de varias campañas de recolección de fondos, en 1946 se colocó la piedra fundacional del nuevo edificio (Reid Hall) que se inauguró en 1952.

En 1957 asumió Edith Clarke de Ros Jones como Directora General. Edith, uruguaya y exalumna, fue la autora de la Historia de Crandon, libro que narra los acontecimientos históricos de la Institución desde sus inicios hasta 1969.

En 1957 un grupo de exalumnas fundó en Salto una filial del Instituto que se conoce como Liceo y Escuela Crandon Salto. Su primera directora fue la Srta. Finke con el apoyo de dos graduadas de Crandon: Margarita Grassi y Marta Font. Y ese mismo año se editó el primer Manual de Cocina del Instituto Crandon, que con el tiempo se ha transformado en un "best seller" nacional.

En 1965 se cerró el internado y finalizó una época en la que muchas alumnas convivieron con las misioneras. En 1969 la Iglesia de los Estados Unidos cedió las propiedades del Instituto a la Iglesia Evangél ica Metodista en e l Uruguay y la transferencia se concretó hacia 1973.

El Departamento de Preescolares se creó en 1977 y para celebrar el Centenario se iniciaron las obras del nuevo gimnasio. Este fue inaugurado en 1979.

A fines de la déca-da del 70 comen-zaron a rendirse los exámenes internacionales de inglés: Sout-hern Illinois Uni-versi ty, Michi-gan, Cambridge. Y tiempo des-pués se iniciaron las prácticas informáticas.

Para profundizar los cambios iniciados y atender en mayor horario a los niños de 5 años, se crearon Jardineras de tiempo completo y se instaló una Sala de Psicomotricidad modelo en nuestro país. Se sumó e n 2 0 0 3 l a c r e a c i ó n d e l Jardín Maternal para niños de 1 y 2 años.

En 2007 se inau-guró un nuevo edificio: la Cafe-tería de Secun-daria. En 2010 la Fundación Lolita Ruibal otorgó el premio Morosoli Institucional al Manual de Cocina por su aporte al “Uru-guay Cultural”.

En 2013 se inauguró el edificio “Margarita Grassi” sobre la calle Estero Bellaco para Educación Inicial. Ese año también se creó el Fondo Crandon Violeta Cavallero para apoyar, junto con el Colegio, a familias con situaciones económicas adversas y también facilitar recursos para la conservación del acervo histórico.

En estos párrafos hemos esbozado solo algunos momentos de la rica historia del Instituto Crandon en la que diversas personas, con su dedicación, fe y responsabilidad, han hecho posible estos 135 años de compromiso cristiano con la educación.

Archivo Histórico del Instituto Crandon. Montevideo: Instituto Crandon.Clark de Ros Jones, Edith. (1969). Historia de Crandon. Montevideo: Instituto Crandon.Güelfi de Bersia, Cecilia. (1940). Dos Vidas Fecundas. Buenos Aires: La Aurora.Vasallo, Mario. (2004, setiembre). Huellas del pasado. Historia y Actualidad del Instituto Crandon. 18 a 21. Montevideo: Instituto Crandon.

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Pensar metodista

William Quinteros

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Para este articulo me he servido del trabajo del teólogo noruego Tore Meistad “Teologi og etikk i wesleyansk tradisjon” “Frelsens veg”

Alta Laererhögskole, 1992.

Hay una expresión que condensa el pensamiento metodista a través de su historia: “el camino de salvación”. Siguiendo el pensamiento de John Wesley podemos decir que este camino de salvación no responde solamente a las preguntas de una salvación como individuo, sino que apunta a cómo vivir y conservar nuestra fe. Esta expresión wesleyana, “camino de salvación”, resume todo el sistema teológico de Wesley. Tanto la perspectiva teológica como la ética encajan perfectamente como los engranajes de un mismo mecanismo. El contenido de nuestra fe y su desarrollo en cada uno de nosotros tiene que tener una consecuencia en nuestra vida diaria así como también en la necesidad de comunicar nuestra experiencia de Dios.En la historia del metodismo, la “doctrina” y la “disciplina” formaron una unidad indivisible en el llamado “camino de salvación”. La doctrina la podemos definir o caracterizar como el cuerpo dogmático del cristianismo. En general, Wesley se mantiene dentro de la tradición dogmática cristiana. Pero hay dos aspectos que son propios y característicos de la teología de Wesley: la “justificación mediante la fe” y la “santificación por la fe”. Es importante tener en cuenta que creer en el dogma no significa lo mismo que creer en la salvación. Wesley ejemplifica esto diciendo que el mismo pecador puede creer que el Hijo de Dios nació de una virgen, sin que por ello cambie su situación de pecador. Creer en la salvación significa un cambio radical de nuestra vida donde la gracia de Dios se hace manifiesta y en donde esa experiencia nos lleva a poner toda nuestra vida en manos de Dios. Para el metodismo, la fe va unida a la experiencia de Dios como salvador. La fe salvadora no es resultado de la especulación teológica sino de una nueva vida en Cristo. Por eso es que la “gracia” no es un principio de naturaleza teórica, sino una fuerza activa que cambia radicalmente la vida del ser humano. Es Pablo en su carta a los Gálatas (cap. 2: 19-20) quien nos arroja luz sobre esto: “…con Cristo he sido crucificado, ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí.”

La disciplina, en tanto el metodismo como movimiento originariamente carismático, no tiene relación directa con lo eclesial, con el ordenamiento directo de la iglesia, sino con la práctica de vida que nos desarrolla como cristianos, con nuestras acciones que nos acercan o nos alejan de Dios. Cuando recibimos la “gracia” es nuestra responsabilidad cultivarla y transformarla en obras hacia los demás, de eso se trata la disciplina. Este camino de salvación no comprende solamente la parte individual, es también, y fundamentalmente, una guía de vida y para cada día, al tiempo que comprende el plan de acción, el plan de trabajo de la iglesia. Es en este camino que experimentamos la voluntad salvadora de Dios como una “gracia” cuando, como personas y parte de un sistema social, trabajamos en “cercanía de Dios” para comenzar aquí en la tierra el Reino de Dios. Por eso no se trata solo del alma de la persona. La naturaleza, el diario vivir y la sociedad toda están incluidas. Esto ha hecho y hace que los metod is tas hayan inc lu ido en su práct ica evangelizadora la lucha por la salud, el trabajo digno, contra la pobreza y la explotación y todas las manifestaciones bélicas.De esta manera, el metodismo ha significado un importante aporte al desarrollo de la sociedad. Su preocupación constante por mejorar la calidad de vida ha sido tema central de la evangelización. Las instituciones educativas y las vinculadas a la salud son pilares fundamentales del metodismo en el mundo.Pablo le escribe a los Filipenses y Wesley toma estas palabras en relación al “camino de salvación” como lema fundamental: “… Hagan efectiva su propia salvación con profunda reverencia; pues Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos a cabo…”

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Tejiendo

Aldo Etchegoyen

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No sé tejer, pero no dejo de admirar la destreza y rapidez con la que algunas mujeres lo hacen. Hace tres o cuatro años recibí una

manta suave y abrigada. Cuando la uso, admiro las manos que la tejieron con paciencia y no menos destreza. Tejer es un arte maravilloso que logra poner en sintonía colores y formas que luego darán abrigo y elegancia.Tener esperanza es como practicar el arte de tejer. No es desear que alguna vez suceda algo especial, sino pensamiento y manos que se mueven combinando hilos de entrega y compromisos que un día se transforman en historia y realidad. Tener esperanza es tejer la utopía, ese sueño que buscamos se haga realidad un día. Es como entramar los hilos y colores que tomarán forma y darán abrigo. Pocos días atrás, el país saltó de alegría al recibir la noticia de la recuperación de otro nieto que se suma a la lista de las Abuelas de Plaza de Mayo. Se trata de Ignacio / Diego Montoya Carlotto quien encontraba a su familia biológica que tanto lo había buscado en la persona de su abuela Estela y las ansias de su otra abuela Hortensia “Tenchi”, de 91 años. El descubrimiento de la identidad que le fue robada al

nacer hace más de 30 años fue la realización de un sueño. Fue así porque hubo Abuelas que por años tejieron y tejieron, y hoy siguen tejiendo sin pausa junto con otros tejedores del Equipo Argentino de Antropología Forense y del Banco de Datos Genéticos, hilvanando identidades. Hubo mucho tejido de verdades que estaban escondidas, dudas e incertidumbres. Hoy aquel tejer recibe nueva música en las manos de Ignacio Diego, pianista y compositor. Todo esto me hace pesar en el Maestro Daniel Barenboim que le ha puesto música a la lucha por la paz y la justicia en Tierra Santa, y en ese armónico sonido de orquesta de ejecutantes palestinos e israelíes viene bailando la esperanza. En un mundo donde las armas, los fondos especulativos, la guerra y la deshumanización van rompiendo el tejido humano, se necesitan millones de manos capaces de tejer una manta de nueva esperanza cada amanecer, con la seguridad de que es posible una nueva creación humana, luciendo un nuevo tejido. Mi gratitud para quienes vienen tejiendo, aunque a veces haya quienes cortan los hilos.

Aldo M. EtchegoyenBuenos Aires, agosto 15 – 2014.

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Cristo ¿en forma de mujer?

Corría el año 1936. La Liga Femenina

Evangélica celebraba, en Montevideo, su XII

Congreso.

La señora Juanita Rodríguez de Balloch expone el

tema La demanda de Cristo a la mujer moderna.

Comparte entonces que hace poco tiempo atrás

estaba ella conversando con un hombre sobre

asuntos religiosos, y el mismo le dijo: “Tal como

sucedió en el pasado, cuando Jesús vuelva, no lo van

a recibir”. Al preguntarle la razón, él le respondió:

“Porque va a venir en forma de mujer.”

Llamativo ¿no? El comentario proviene de un hombre

y en una época en que las uruguayas todavía no

habían votado en las elecciones nacionales y nuestra

Iglesia Metodista no admitía, todavía, que las mujeres

fueran Pastoras, (sí Diaconisas).

Viniendo al presente, vos ¿en qué formas pensás que

se manifiesta Jesucristo en nuestra sociedad?

¿Serías capaz de reconocerlo si se nos muestra de

una manera bien distinta a aquella primera vez?

Sin duda, frente a tantos cambios de la vida, esta

anécdota del pasado se nos presenta como todo un

desafío: saber reconocer a Jesucristo más allá de

nuestros deseos, prejuicios y expectativas.

Mirtha Coitinho

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“La experiencia de Dios como sorpresa y novedad”

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El tiempo del Adviento y la preparación a la Navidad nos ubica como creyentes frente a un escenario radical: Dios se hace hombre, se

hace debilidad y muestra su rostro en un niño recién nacido. El misterio de la Encarnación, realidad paradójica pero fundamentalmente salvadora, se expresa en términos de sorpresa y novedad. En esta reflexión queremos comprender cómo aquello que celebramos en estas semanas nos exige ponernos en sintonía con Aquel que es el eterno joven, con este Dios que llena de sorpresas la existencia, con este Hijo Encarnado que es siempre sorprendente.

“Y María dio a luz a su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre” (Lc. 2,7) ¡Dios se reveló de manera fundamental en el rostro de un niño! Los niños son los necesitados de todo, dependientes de sus padres y de aquellos que están a su cuidado. Son criaturas frágiles y potencialmente vulnerables. ¿Por qué el Dios en quien creemos quiso revelar su rostro en el rostro de un niño galileo? Porque ese rostro define lo que Dios mismo es. Es un Dios humilde, pobre y nacido entre los pobres. ¡Fue puesto en un pesebre, en una cueva oscura que era refugio de animales! ¡No tuvo un hogar propio para nacer! La Encarnación nos pone pues en la línea de un Dios que nace en la marginalidad tomándola como su propia casa… ¡Felices los pobres! ¡A los pobres se les anuncia la Buena Noticia! Esto es sorpresa y novedad.

“En esa región acampaban unos pastores que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc. 2,8-12). ¿Pastores? Sí, pastores. Eran los marginados del sistema político, económico,

El Dios de nuestra fe se revela en lo nuevo, en lo sorprendente y en lo paradójico, pero siempre enmarcado en lo cotidiano. El acontecimiento de la Navidad es el momento

sublime en que se manifiesta dicha novedad: Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre nace como un niño, imagen sugerente que expresa la sorpresa y la novedad.

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religioso y social de Israel. En el tiempo de Jesús eran vistos como sujetos peligrosos. El Padre de Jesucristo opta por manifestarse primero a los pobres. ¡No teman! La experiencia de Dios invita a la alegría, a lo nuevo y a lo sorprendente. Exige del creyente la acogida del Evangelio, de las buenas noticias de salvación. Podemos escuchar a los ángeles en esa noche de gracia: ¡Hermanos! -les dice- El Dios a quien ustedes esperaron nació en un pesebre, en el lugar en que ustedes guardan sus animales, en el lugar de los excluidos de Israel, del mundo y del Chile de hoy. ¡En medio del olor de los animales, de los fardos, de los bichitos, ahí Dios está salvando!

“Y jun to con e l Ángel apareció de pronto una multitud del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres ama-dos por Él! Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se d e c í a n u n o s a otros: Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. Fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acos-tado en el pesebre” (Lc. 2,13-16). Lo nuevo y lo sor-prendente son motivos de alegría. En la Misa del Gallo volveremos a cantar el Gloria luego de haberlo silenciado durante el Adviento. El creyente se regoci-ja en su Señor. Los pastores, los pobres de todos los tiempos, de espíritu y de lo material, viven en sus corazones una nueva esperanza. Una nueva y sor-prendente luz ha brillado y la señal que la acompaña es un recién nacido, un rostro necesitado y frágil. Solo queda ir y buscarlo.

“Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido” (Lc.

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2, 17-20). La admiración va unida indisolublemente con la novedad y con la sorpresa que provoca el Dios Encarnado. Los pastores, aquellos que en el tiempo de Jesús no podían ser testigos fiables en un juicio, ahora estaban dando público testimonio del Dios que nació. La historia se subvierte y los pobres tienen voz, la cual les viene de los llantos, gritos y balbuceos del Hijo de María. La Madre por su parte medita, escucha y calla. Es el signo de fidelidad del buen discípu-lo/discípula (ver Is. 50,4). El creyente debe adoptar esta bendita actitud. ¿Y qué pasó con los pastores? Volvieron, pero lo hicieron alabando a Dios por lo que habían experimentado con este Dios siempre nuevo,

cada día sorpren-dente y s iempre s a l v a d o r. C o m o Iglesia, y en estos días de Adviento y Navidad, debemos mantener estas dos últimas actitudes: escuchar y acoger la Palabra de Dios como María lo hizo y también anunciar con alegría las mara-villas de Dios, así como lo hicieron los pastores, los pobres de Dios.

¡Feliz Navidad!

Juan Pablo Espinosa ArceCHILENO, Laico católico

Licenciado en Educación (UC del Maule)Profesor de Religión y Filosofía

Docente de Ética Profesional en Instituto Profesional Santo Tomás, Sede Rancagua

CHILE. Email: [email protected]

Preguntas para la reflexión: Les invito a que en la noche de Navidad puedan leer la lectura de Isaías

9, 1-6. Léanla con sus hijos, amigos, familias y reflexiónenla compartiéndola entre todos con las

siguientes preguntas: ¿Cuál es la alegría que queremos recibir y transmitir a nuestros hermanos en esta Noche Buena? ¿Qué podemos hacer para

anunciar la gran luz que el niño Dios nos trajo?

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Curso actualización de laicosCulto por la vida del pastor Gustavo Garello

El lanzamiento de la formación y actualización de laicos por parte de IMU tuvo una muy buena repuesta en toda la iglesia nacional.Bajo la responsabilidad del pastor Mercio Meneghetti y la pastora Araceli Ezzatti en la parte académica, se dio por iniciado este proyecto en las instalaciones de la Iglesia Metodista Central. Las personas interesadas en participar deben comunicarse con el pastor Mercio Meneghetti.

El sábado 27 de setiembre se llevó a cabo un culto de Acción de Gracias por la vida del pastor Gustavo Garello al cumplirse un año de su fallecimiento.Las instalaciones de La Iglesia Metodista “Casa de la Amistad” en el Cerro resultó chica para albergar a tanta gente que emotivamente recordó al querido Gustavo.

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El 30 de setiembre de 1979 bajo la presidencia de la prof. Margarita Grassi y el pastorado de Oscar Villagrán quedaba constituida la Iglesia Metodista en Bella Unión.Con una iglesia renovada se celebraron los 35 años de esta comunidad.Fue un encuentro lleno de recuerdos de los tiempos del inicio, donde la iglesia brindó su espacio para acoger a muchas personas que buscaban dónde encontrar solidaridad para muchos de los familiares que estaban presos en las cárceles de la dictadura.

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Un grupo de jóvenes estudiantes de Crandon Montevideo junto a jóvenes de la Iglesia Metodista de Mercedes, participaron de un campamento de trabajo en Trinidad.Partiendo de la visita al geoparque “Grutas del Palacio” y generando una dinámica entre lo científico y la leyenda que se ha venido trasmitiendo por generaciones, pintaron un mural en la pared medianera de la Iglesia Metodista del centro de Trinidad.Estuvieron acompañando a la delegación jóvenes becarias alemanas, pastores y profesores de Crandon.

Celebración por los 35 años de la iglesia en Bella UniónCampamento de jóvenes

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Ofrecemos una muy breve semblanza de tres mujeres metodistas que vieron para servir a través de sus dones.

Metodismo con “M” de Mujer

CIRA EGUIA de DE VICENTE (1878-1964). LA GRAN EDUCACIONISTA

Educadora de alma, muy joven se recibió de maestra y los jóvenes de la revista La Idea la

llamaron La Gran educacionista. Esa vocación la llevó a trabajar en Rivera y Santa Rosa

del Cuareim (hoy Bella Unión) donde llegó a ser Directora de la escuela. Cuando se trasladó a Montevideo, ingresó como miembro de la congregación de Central.

Pero su dedicación la llevó más allá de las puertas del edificio para seguir actuando en

medio de la sociedad. Es así que ofreció, en los cursos nocturnos y en las escuelas públi-

cas, conversaciones de carácter antialcohólico, educacionales y morales, según sus pro-

pias palabras. Como profesora de Literatura enseñó en el Crandon, en la Escuela Italiana,

en los liceos Rodó y Nro. 3 de Montevideo y también en San Carlos y Maldonado. Trabajó con la Comisión del Ministerio de Salud Pública para la represión del alcoholismo;

la Liga Uruguaya Contra el Alcoholismo y la Liga Uruguaya contra la Trata de Blancas. Además, ayudó a fundar un

hogar para madres solteras; la Sociedad Protectora de Animales; el Comité Nacional Femenino pro Paz y fue elegi-

da Presidenta Honoraria de la Asociación de Jubilados Escolares. También trabajó a favor de la sanción del Proyecto de Derechos Cívicos para la mujer, y colaboró tanto con la

Asociación Cristiana de Jóvenes como con la Asociación Cristiana Femenina. Por si fuera poco, la encontramos

difundiendo el Evangelio al aire libre, por ejemplo, en la plazoleta de la Universidad.

Metodismo con M de mujer y de Medicina: las nurses

Delma Oreiro y Clemira Arrizala

Ambas encontraron en su profesión de nurses la oportunidad de servir y sus vidas fueron

testimonio del amor que sentían por el prójimo.

Delma Oreiro, miembro de la Congregación de Central, expresó que allí encontró a

Cristo y recibió su formación cristiana. Hasta 1983, y durante más de dos décadas, trabajó en el Hospital Evangélico al que

soñó antes de su construcción. Para ella, el mismo sería la más viva realidad de los

ideales cristianos, ofreciendo, además de la salud física, amor al que sufre.Al agradecerle su trabajo de tantos años en el Hospital, reconoció que sin Dios no habría

podido hacer nada: Él guio mi mente, mis manos y mi voluntad para que junto a otras

personas fueran realidad las palabras de Jesús: “No he venido para ser servido sino

para servir.”Coincidentemente, aunque por razones de salud, en 1983 Clemira Arrizala dejó su

trabajo en la policlínica instalada en el edificio de la Congregación metodista de

Belvedere. En ese lugar, y en forma honoraria, brindó sus conocimientos de nurse

durante unos 20 años. Miembro de esa congregación desde junio de 1960, Clemira vivía la policlínica como

una obra de amor para bien de la salud física y espiritual de los que acudían a ella. Para la provisión de mobiliario y útiles, qué mejor que solicitar la colaboración de los

comerciantes del barrio, por ejemplo, con el fin de adquirir una balanza para lactantes; o

buscar el apoyo de los laboratorios para conseguir medicamentos. Allí estaba el

esfuerzo de Clemira junto al de otras personas que tenían su misma visión: servir en el

área de la salud.Pero además, Clemira también utilizó sus capacidades para dirigir y enseñar a los niños

en la Escuela Dominical. Con el paso del tiempo y por haberse mudado, terminó sus

años asistiendo a Congregación metodista de Malvín.

Delma Oreiro

Clemira Arrizala

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Hay gente que con solo decir una palabra,

enciende una ilusión y los rosales;

que con solo sonreír entre los ojos

nos invita a viajar por otras zonas,

nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano

rompe la soledad, pone la mesa,

sirve el puchero, coloca las guirnaldas;

que con solo empuñar una guitarra

hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con sólo abrir la boca

llega hasta los límites del alma,

alimenta una flor, inventa sueños,

hace cantar el vino en las tinajas

y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida

desterrando una muerte solitaria

pues sabe que a la vuelta de la esquina

hay gente que es así, tan necesaria.

Armando Tejada Gómez

La gente que se necesita