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72 LA VOZ DESNUDA Sonia Budassi es la autora de Mujeres de Dios, una investigación acerca de la vida de las monjas en la actualidad, además de editora y escritora de ficción por Florencia Goldsman 72 72 Es crítica literaria, creadora de la editorial Tamarisco y narradora. Gestora de los libros de otros, el año 2008 fue su momento de dar a luz a dos vástagos literarios que, con algunos puntos en común, evidencian las marcas per- sonales de una escritora que se especializa en escenificar con sutileza sentimientos, percepciones y contradicciones internas. Mujeres de Dios (Sudamericana) es el producto de dos años de investigación acerca del presente de las religiosas. Como quien despliega un abanico, Budassi se aventuró en el intento de desnudar (desafío enorme si de religiosas se trata) aquello que está por detrás de diferentes decisiones que llevaron a elegir el amor a Dios como una opción de vida. En otro registro Los domingos son para dormir (Entropía), su primer libro de cuentos, despunta con una pluma que por momentos resuena a los pasajes de Manuel Puig en los que el murmullo interno del narrador alimenta de colores, texturas y olores a los relatos. En los dos libros, su voz narrativa indaga incansable sobre lo que aparece y se pone en conflicto tanto como investigadora que se cuenta a sí misma en primera persona, como narradora que escruta a los personajes que creó.

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Entrevista a Sonia Budassi Año 2009

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LA VOZDESNUDASonia Budassi es la autora de Mujeres deDios, una investigación acerca de la vidade las monjas en la actualidad, ademásde editora y escritora de ficción

por Florencia Goldsman

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Es crítica literaria, creadora de la editorial Tamarisco ynarradora. Gestora de los libros de otros, el año 2008 fue su momento de dar a luz a dos vástagos literarios que,con algunos puntos en común, evidencian las marcas per-sonales de una escritora que se especializa en escenificarcon sutileza sentimientos, percepciones y contradiccionesinternas.

Mujeres de Dios (Sudamericana) es el producto de dosaños de investigación acerca del presente de las religiosas.Como quien despliega un abanico, Budassi se aventuró enel intento de desnudar (desafío enorme si de religiosas setrata) aquello que está por detrás de diferentes decisionesque llevaron a elegir el amor a Dios como una opción devida. En otro registro Los domingos son para dormir (Entropía),su primer libro de cuentos, despunta con una pluma quepor momentos resuena a los pasajes de Manuel Puig en losque el murmullo interno del narrador alimenta de colores,texturas y olores a los relatos. En los dos libros, su voznarrativa indaga incansable sobre lo que aparece y se poneen conflicto tanto como investigadora que se cuenta a símisma en primera persona, como narradora que escruta alos personajes que creó.

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— ¿Cuál era su imagen acerca de las monjas? Antes deescribir el libro pensaba que existía una gran monja unívoca,que estaba asociada por un lado con esa cosa santa tipo laMadre Teresa de Calcuta y, por otro lado, con ese costadoperverso, oscuro, terrorífico y sufriente de las telenovelas alestilo de La extraña dama o del cine de terror clase B en las quehay miles de personajes nefastos que son monjas. Me diomucha curiosidad y pensé que el tema era un poco más com-plejo, aparte de esta noción de monstruo, se trata de un estilode vida que rompe totalmente con nuestro sentido común. Enel pasado, en la época de nuestros abuelos, era una cuestiónprestigiosa elegir la vida religiosa. Ahora sucede todo lo con-trario, no da estatus para nada, está mal visto. Entonces medaba mucha curiosidad ver qué había detrás de eso. Me sor-prendió conocer la variedad y notar que lo de “la monja uní-voca” no es así. Hay muchas que trabajan ocupando los hue-cos que deja el Estado en cuanto a asistencia social, despuésestán las que viven cómodamente en los colegios religiososque ni siquiera tienen un rol activo o intenso como teníanantes cuando todas las monjas debían dictar materias o todaslas profesoras eran monjas, están las que viven en una villa olas de clausura que llevan una vida rarísima.— ¿Cómo fue el proceso de investigación para el libro? Al principio empecé a estudiar teología, estuve muchos mesesenroscándome y con una dificultad terrible, porque el discur-so de la teología llega a un gran nivel filosófico de abstracción,yo no soy una especialista en religión, de repente el discursova perdiendo el referente, aparecen conceptos como “la trini-didad”, la “misericordia” y me vino bien como base, pero des-pués me di cuenta de que el libro tenía que ser casi como degénero. O sea: tratar de hacer un non-fiction e intentar quetuviera capítulos más emotivos, buscar el conflicto dentro deesas vidas respetando los testimonios o tratar de darle laimpronta de la ficción, que sea entretenido y que habilite losinterrogantes que cualquiera plantearía.— ¿Cómo se manejó con los preconceptos que existensobre ellas? El estereotipo es el primer paso que lleva a ladiscriminación y genera los prejuicios. Entonces intenté, comoprimer paso, hacerme cargo de mis prejuicios y escuchar. Sibien en la crónica la primera persona está bastante relegada yaparece en momentos muy puntuales, ése era el recurso quetenía para mediar entre mi prejuicio, los que tenían ellas y,muchas veces, las incoherencias que no podía comprender.Por otro lado, lo que me parece más importante es que yotampoco encontré respuestas ciertas ni determinantes anteun montón de problemas. Lo interesante es que con todos losprejuicios de ellas y los míos, se habilitaron más preguntas. Yme parece que eso está bien porque mi intención no era daruna respuesta ni definir si estas chicas están locas o son san-tas. Si no convertir a esas personas en personajes complejosque tienen muchísimos matices, tienen una carga muy fuertey por otro lado ¡son personas! Cuando empecé a trabajar en ellibro, me agarraba angustia y pensaba que no entendía nada,que muchas veces me perdía, se lo comentaba a mis amigos yme decían “!!¿¿de monjas estás escribiendo??!!” como si estu-viera escribiendo sobre extraterrestres malvados (risas),entonces me ponía en el lugar de explicarles: “¡no, bueno che,pero son seres humanos también!”.— ¿Este trabajo tuvo efectos sobre usted? Sí, un montón.Sobre todo en relación con el prejuicio que tengo hacia el

periodismo o mejor podría decir: el juicio con respecto a laprensa diaria y esa cuestión de estigmatizar temas muchomás graves. Por ejemplo que te planteen un titular que diga“Fuerte Apache: donde la inseguridad es un deporte” y bajoese título hay 50 mil personas viviendo que la luchan todoslos días y que cuando van a buscar trabajo por culpa de esetitular tienen que cambiar la dirección del barrio en el queviven, porque después no les dan el trabajo. Entonces sí, enese sentido me cambió un montón porque creo que con otrotema pude tener una suerte de revancha, de lograr compleji-zar sobre esta cuestión. Esto que veo que se maneja en laprensa diaria, que implica dejar al otro de lado y mostrarlo deuna manera extremista y simplificada que no responde a larealidad termina generando consecuencias crueles. Por otrolado, nunca me dediqué a ese tipo de periodismo y fue rarotambién porque no soy una gran lectora de libros periodísti-cos. Entonces me di cuenta de que se podía hacer algo buenodesde ese lugar más testimonial, pude trabajar en términosnarrativos de manera tal que, escribiendo ficción, me resultómuy interesante.— En ‘Los domingos…’ aparece como componente fuertelo íntimo ¿cómo puede un escritor tomar de la propiavida pero no agotarse en eso? En realidad está lo que tepasa a vos o a los otros, lo que te pasa en recorridos que pue-den ser lugares, familias, tipos de personas, círculos de ami-gos. Pienso que la literatura tiende a dar cuenta de una ciertaverdad pero no de una verdad entendida como registro dealgo que de hecho sucedió, sino plantear un problema concierto conocimiento. Las biografías de los otros son herra-mientas para intentar comprender algún problema que hayen las relaciones, respecto de las regulaciones sociales, de lasconvenciones, del sufrimiento y a algunos narradores nosinteresa trabajar sobre eso. Pero no creo en la escritura linealde la experiencia, para nada.— En los cuentos siempre aparece una voz interior queagrega información, juzga o comenta ¿cómo maneja esterecurso? En realidad aparece, pero también hay una inten-ción de mostrar los discursos superpuestos, desde aquellosinternos que por momentos pueden parecer absurdos hastarecuerdos de series de televisión, personajes de cuentos dehadas. Me interesaba reescribir eso y ver cómo va operandoen los personajes. Como lo que a veces pasa con uno: hayvarios planos en el pensamiento y la acción va en simultáneo.— Como editora de escritores jóvenes e inéditos, ¿de quétipo de literatura se nutre? Hay una presentación míticadurante el auge de la poesía de los ‘90 en la que MartínGambarotta dijo: “No puedo escribir si no leo a mis contem-poráneos”. Creo que eso es fundamental sobre todo porquehay gente que está trabajando como uno y hace cosas súperinteresantes, distintas y muy creativas Mis lecturas son muycaóticas, más porque también trabajo de leer y escribir críticaliteraria, pero siempre trato de estar al tanto de las apuestasque hacen las otras editoriales.

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