16
ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA Dr. Antonio Vidal DIRECTOR: Dr. Humberto Díaz REDACTORES: Dr. Salvador Paredes ADMINISTRADOR: Dr. Miguel A. Sánchez Dr . Ricardo D. Alduvín Año III Tegucigalpa, Honduras, C. A, Julio de 1933 | No. 33 PAGINA DE LA DIRECCIÓN LOS distinguidos doctores don Juan A. Werner y don Pedro Bal- deón, Secretarios de la Asociación Médica Peruana, nos participan en muy atenta nota, la reciente fundación en la ciudad de Lima, de la "Asociación Médico-Quirúrgica Latinoamericana.", bajo los auspicios de aquella noble entidad y de la Sociedad de Cirujanos de Santiago de Chile. Este paso, de gran trascendencia y de gran significación para el gremio médico hispanoamericano, habla elocuentemente de la elevación de miras y de la amplía ideología de que están poseídos sus iniciadores. De los conceptos de sus mensajes, enviados a 'nuestra asocia- ción, hemos deducido también el saludable optimismo y el justo valor de las edificantes aspiraciones que animan a las sociedades médicas de los gloriosos países de Chile y el Perú, que acaban de unirse en estrecho abrazo. Reconocen, entre otras cosas, que la unidad de acción del ele- mento medico de Latinoamérica debe realizarse, puesto que; "Liga- dos por vínculos etnológicos y geográficos, nada más natural que nuestros problemas resulten similares, nuestras tendencias comu- nes y comunes también nuestras aspiraciones ante los nuevos pos- tulados que rigen a las ciencias médicas: Comprensión, Colabora- ción y Perfeccionamiento". Los esfuerzos, pues, de la nueva agrupación, se fincarán en una labor de acercamiento espiritual, acercamiento fraternal, razonado y hondo que encausará a las generaciones médicas-de nuestro con- tinente, a la conquista de su engrandecimiento,..

ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

Dr. Antonio Vidal

DIRECTOR: Dr. Humberto Díaz

REDACTORES:

Dr. Salvador Paredes ADMINISTRADOR:

Dr. Miguel A. Sánchez

Dr. Ricardo D. Alduvín

Año III Tegucigalpa, Honduras, C. A, Julio de 1933 | No. 33

PAGINA DE LA DIRECCIÓN

LOS distinguidos doctores don Juan A. Werner y don Pedro Bal-deón, Secretarios de la Asociación Médica Peruana, nos participan en muy atenta nota, la reciente fundación en la ciudad de Lima, de la "Asociación Médico-Quirúrgica Latinoamericana.", bajo los auspicios de aquella noble entidad y de la Sociedad de Cirujanos de Santiago de Chile.

Este paso, de gran trascendencia y de gran significación para el gremio médico hispanoamericano, habla elocuentemente de la elevación de miras y de la amplía ideología de que están poseídos sus iniciadores.

De los conceptos de sus mensajes, enviados a 'nuestra asocia-ción, hemos deducido también el saludable optimismo y el justo valor de las edificantes aspiraciones que animan a las sociedades médicas de los gloriosos países de Chile y el Perú, que acaban de unirse en estrecho abrazo.

Reconocen, entre otras cosas, que la unidad de acción del ele-mento medico de Latinoamérica debe realizarse, puesto que; "Liga-dos por vínculos etnológicos y geográficos, nada más natural que nuestros problemas resulten similares, nuestras tendencias comu-nes y comunes también nuestras aspiraciones ante los nuevos pos-tulados que rigen a las ciencias médicas: Comprensión, Colabora-ción y Perfeccionamiento".

Los esfuerzos, pues, de la nueva agrupación, se fincarán en una labor de acercamiento espiritual, acercamiento fraternal, razonado y hondo que encausará a las generaciones médicas-de nuestro con-tinente, a la conquista de su engrandecimiento,..

Page 2: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA

Como primer paso, se ha acordado la celebración de jornadas médicas que deben de haberse verificado en Lima a mediados del presente mes; y con ésto, no sólo se ha dado principio a la tarea mencionada yá, sino que se ha glorificado también a la figura lumi-nosa de Hipólito Unanue, llamado con justicia el padre de la medi-cina peruana, de cuya sentida muerte se ha cumplido el primer centenario el 15 de julio del año en curso.

Del resultado de las referidas jornadas, dados los temas que se han propuesto, se derivará la continuación de la notable obra escrita por Unan-i'*-: "El Clima de Lima y su influencia sobre los seres organizados, en especial el hombre". Y con esto, nuestras esforzados colegas habrán ganado muchísimo terreno en la resolución de los grandes problemas que implican la geografía médica, la climatolo-gía y la higiene social peruanas.

Al llegar a nuestras manos el órgano de publicidad de la nueva falange, en el cual se encuentra el acta de fundación, la daremos a conocer a los lectores de la "Revista Médica Hondureña". Mientras tanto, que reciban un caluroso aplauso los distinguidos compañeros que acaban de iniciar una obra tan plausible, significativa y me-ritoria.

Un caso de embolia de la artería pulmonar Por el Dr. S. Paredes P.

En el Hospital "II Policlínico" la herida está casi cicatrizada, de esta ciudad, Clínica Quirúr- A las nueve y media, la enfer- gica del Profesor Alessandri, he ma es atacada súbitamente de visto hoy algo soberbio. Una mu- un fuerte dolor retroesternal, jer de 50 años fue operada hace pulso acelerado y débil, cianosis 17 días por cuerpo extraño del y disnea. Alessandri hace inme- esófago (hueso de carnero), con- diatamente el diagnóstico de sistiendo dicha intervención en embolia de la pulmonar. Su pri- una esofagotomía. mer asistente, Profesor Valdoni,

Sobreviene una mediastinitis es encargado de operarla. La ligera: la temperatura al prin- mujer es llevada muerta a la sala CÍDÍO alta desciende y los demás operaciones, siete minutos síntomas van desapareciendo. habían durado los padeci- Hoy a las 8, cambio de aposito, mientos. no hay pus, no hay temperatura,

Page 3: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

6 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

en la oscuridad, y sigue siendo, por lo tanto, objeto de grandes discusiones. Que la influencia de afeciones crónicas anteriores del aparato respiratorio, favorezca la fijación de! treponema, parece incierto; aceptándose única-mente como regla práctica que, en las infecciones adquiridas la sífilis pulmonar es tardía, al contrario de lo que sucede en la sífilis hereditaria, la cual afecta el pulmón con una predilección particular aun antes del nacimiento.

Lesiones anatómicas. — Con respecto a las lesiones anatómi-cas, quiero recordaros que la sí-filis, pudiendo asertar en cual-quier parte del pulmón, parece que tiene preferencia marcada por localizarse hacia la parte media (Regiones biliares), so-bre todo del lado derecho, según afirma Grandidier.

Sus formas principales: la for-ma hiperplástica, la forma go-mosa y la forma esclerosa. La forma hiperplástica es la lesión característica de la heredosífilis pulmonar, constituye lo que se llama la neumonía blanca de Vir-chow, forma que no difiere de la hepatización roja de la neumo-nía lobar, más que por su colo-ración blanca o asalmonada.

La forma gomosa, como su nombre lo indica, se caracteriza por la formación de gomas que evolucionan, ya a la degenera-ción caseosa o ya a la fibrósis, por reabsorción de las partes de tejido mortificado.

La forma esclerosa puede pre-sentarse bajo dos aspectos: la forma blanda, que constituye un estado evolutivo de la neumonía hiperplásica. y la forma dura, que es el tejido cicatricial que probablemente sucede a la pri-mera, produciendo lesiones de endo y periarteritis y tabicando el parénquima pulmonar con bri-das fibrosas que por regla gene-ral parten del hilio. Esta forma, que he mencionado por último, es la que a mi entender predomi-na en el caso de que me ocupo, y digo predomina, porque todos los autores están acordes en que casi nunca se encontrará una forma aislada, la regia es com-probar lesiones de carácter mix-to; por lo menos, procesos de di-latación bronquial .en grados di-ferentes se agregan a las lesio-nes fundamentales

Sintomatología. — La sinto-matología de la sífilis pulmonar tiene grandes puntos de contacto con la sintomatología de la tuberculosis de dicho órgano, de ahí que se les confunda tan a menudo, sin que dejen de coexis-tir en muchos casos. En cuanto a los síntomas funcionales, os recordaré ante todo que la tos, es habitual en las neumopatías sifilíticas, sin que revista por eso caracteres especiales. La ex-pectoración es abundante, mu-copurulenta, purulenta y hasta puriforme cuando hay una con-siderable dilatación bronquial, pudiendo presentarse las vómi-cas en dichas circunstancias. La disnea es un síntoma que

Page 4: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA

A NUESTROS LECTORES

Debido a las circunstancias anómala» por que atravesó el país, desde el mes de noviembre de 1932 al mes de febrero de 1933, la "Revista Médica Hondureña" ha sufrido un considera-ble retraso; para evitar las irregularidades consiguientes, se ha acordado ponerla al día con el presente número, el cual, en con-secuencia, pertenece al mes de julio del año en curso.

L. D,

puede faltar, y en el caso de que me ocupo pudo comprobar su ausencia, por lo menos durante el tiempo que la enferma estu-vo bajo mi vigilancia. El dolor, así como la tos, no tiene caracteres especiales y la punta de costado señalada algunas veces, depende de reacciones inflamatorias pleurales.

Las hemoptisis son menos fre-cuentes que en la tuberculosis, pero no dejan de ser un síntoma de gran importancia y de presen-tar, como en ésta, algunas veces, proporciones alarmantes que pongan en peligro la vida del en-fermo. En cuanto a los signos fí-sicos, bien sabéis que están en relación con las diferentes for-mas anatómicas. Me concretaré a apuntar que en las formas es-clerosas, entre las cuales he in-cluido el caso observado por mí, se manifiestan a la exploración física por los signos siguientes: A la inspección: cicatrices, re-tracciones, proceso de condritis y osteoartropatías torácicas, A la palpación: aumento de vibra-clones vocales. A la percusión: submatidez. A la auscultación: respiración soplante, inspiración

ruda, pectoriloquia áfona y to-das las manifestaciones en fin, del aumento de condensación del parénquima pulmonar. No me detendré a hacer considera-ciones con respecto a la evolu-ción, diagnóstico, pronóstico y tratamiento, a ello me referiré después en lo que concierne a mi caso, cuyo resumen de observa-ción es el siguiente:

M. G. P., de 45 años de edad, de oficios domésticos, viuda y vecina ele Yauyupe, ingresa al 1er. Servicio de Medicina de Mu-jeres del Hospital San Felipe, el día 9 de marzo de 1933, queján-dose de TOS, DEBILIDAD y DO-LORES DE CABEZA.

ANAMNESIA Anamnesia Próxima. — Mani-

fiesta la enferma que hace cua-tro meses, poco más o menos, co-menzó a sentirse mal, con falta de fuerzas para el trabajo, tos acompañada de expectoración abundante, dolor de cabeza, en-flaquecimiento y falta de sueño. Nos cuenta, además, que hace algunas semanas tuvo hinchazón de los pies, lo cual he interpre-tado, en vista de los detalles que

Page 5: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

8 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

me da la enferma, como un pro-ceso de ulceraciones interdigita-les (Mazamorras probablemen-te), con su repercusión consi-guiente en los ganglios inguina-les.

Anamnesia Remota. — En su infancia padeció de tos ferina, viruela y sarampión, más tarde liebres palúdicas y grippe. Ha padecido de leucorrea y tuvo ha-ce algunos años un bubón que le fue tratado quirúrgicamente, Regló a los 15 años, siendo sus períodos menstruales de tres días de duración y con flujo abundante. Ha tenido siete par-tos, entre los cuales hay uno pre-maturo (8 meses), dos abortos: uno de 1 mes y otro de 2 meses. Sufrió abundante caída de ca-bello, cefalalgias, dolores articu-lares y torácicos. Hace dos años tuvo dos hemoptisis de regular magnitud. Su vida ha sido siem-pre de escasez, dedicándose ex-clusivamente a los oficios do-mésticos. Ha fumado en abun-dancia y con alguna frecuencia ha bebido licor. El apetito ha si-do normal, sed algo abundante; sueño, digestiones y evacuacio-nes normales. Antecedentes de los órganos circulatorios, diges-tivos, nerviosos, urinarios y de los órganos de los sentidos, nor-

males. Antecedentes Hereditarios. .

— Sin importancia. Antecedentes Colaterales—Sin

importancia. ESTADO ACTUAL

Estado General. — Mujer de fisonomía más o menos tranquila,

enflaquecida, de alta estatura, piel morena con numerosas pig-mentaciones parduzcas disemi-nadas por todo el cuerpo. Muco-sas pálidas. Temperatura nor-mal.

Aparato circulatorio. —Estado del corazón y de los vasos nor-mal; pulsaciones, 85 por minuto. Presión arterial, 9'/2 Mx. y 4y2 Mn. al Vaquez-Laubry. Aparato digestivo. — Ausencia de la mayor parte de las pieas dentarias, por lo demás, normal. Aparato respiratorio. — Signos físicos: a la inspección, nada anormal. A la palpación, dismi-nución de la excursión respira-toria del vértice izquierdo, au-mento de las vibraciones vocales en ambas regiones hiliares. A la percusión, acentuada submaci-cez de las mismas regiones. A la auscultación, inspiración ruda, expiración soplante y pectorilo-quia áfona; todo esto localizado también en las regiones ante-riormente referidas.

Síntomas funcionales: No hay disnea, no hay punta de costado ni fiebre. Hay expectoración, francamente purulenta, los es-putos son numulares. Sistema nervioso. — Normal. Sistema ganglionar, — Hay micro-poliadenitis inguinal, hay adenitis epitroclear y retrocervi-cal.

Órganos de los sentidos. —Dis-minución de la agudeza visual y auditiva.

Aparato génito-urinario. —En-durecimiento del cuello de la matriz. Hay leucorrea escasa.

Page 6: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

10 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

Exámenes complementarios. —-Sangre. —Por hematozoario de Laveran, negativo. Recuento globular: eritrocitos, 3.872.000; leucocitos, 8,250 por mm. cúbico. Fórmula Leucocitaria: Mononu-cleares y Linfocitos, 63%; Poli-nucleares Neutrófilos, 47%; au-sencia de Eosinófilos, Basófilos y Formas de Transición. Seroreac-ción de Kahn, positiva más cuatro (++++).

Esputo. — Negativo por bacilo de Koch, ocho veces consecuti-vas, aun después de la adminis-tración de yoduro de potasio. Negativo por micelios de hongos.

Orina — Normal. Pus Vaginal, —Negativo por gonococo. Mate-rias Fecales.—Positivo por hue-vos de ascárides y oxiuros.

Examen Radiológico. — Envié a la enferma al departamento de rayos X, con el dignóstico de esclerosis pulmonar de ambas regiones hiliares, en vista de los signos físicos, y de naturaleza sifilítica en vista de la historia de la paciente y del resultado de los exámenes de laboratorio. El Dr. Larios me remitió el infor-me siguiente: "Al examen ra-diográfico del tórax, se muestra un aumento de las arborizado-nes bronquiales de, ambos lados, sobre todo del izquierdo, exten-diéndose en forma de estrías des-de el hilio hacia la periferie. El parénquima pulmonar no pre-senta infiltraciones. Diagnósti-co: Fibrósis Pulmonar. No hay evidencia de Tuberculosis.

COMENTARIOS Se trata, pues, de una enfer-

ma, que presenta una afección pulmonar de carácter crónico; con antecedentes específicos muy claros y que datan ya de varios años. La exploración del aparato respiratorio nos da toda la simiología de una esclerosis pulmonar, cuya naturaleza tu-berculosa tuve derecho a des-cartar en vista del resultado ne-gativo de los repetidos exámenes de esputo, viniendo a justificar más mi proceder, la notable me-joría que se 'ha efectuado en la enferma bajo la acción del tra-tamiento específico, mejoría que llamó la atención del Dr, Larios, cuando la paciente se presentó por última vez al servicio de ra-yos X, dos días antes de dársele el alta, es decir, el 3 del presente mes.

La evolución del presente caso no pudo, pues, ser más satisfac-toria y el tratamiento al que la enferma estuvo sometida fue el mercurial (cianuro de Mercurio por vía intravenosa), e inyeccio-nes de bismuto por vía intramus-cular. El yoduro de potasio lo administré en esta ocasión con el objeto de facilitar los exáme-nes de esputo y no con fines-te-rapéuticos; os extrañará tal vez mi conducta, puesto que recor-dáis que ha sido preconizado por a mayoría de los autores en ca-sos semejantes, pero es que me he atenido a la lógica con que Sergent restringe, por decirlo así, el empleo de este medica-mento en las neumopatías sifi-

Page 7: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA 11

líticas; oíd lo que al respecto dice el maestro francés: "El empleo del yoduro de potasio requiere restricciones extremas. Su ac-ción congestiva sobre la mucosa bronquial lo hará rechazar cuan-do exista alguna razón para te-mer la existencia de la tubercu-losis , y no deberá emplearse —solo o asociado-— más que en las formas fibrosas con enfise-ma, en las que parece obrar me-nos como antisifilítico que como

modificador fibrolítico. Aun en estos casos, sólo se prescribirá a pequeñas dosis y bajo vigilan-cia".

En el caso del cual os he ha-blado, no encontré ningún sín-toma ni signo revelador de enfi-sema pulmonar y en cambio la duda que a pesar de ser cruel, nos salva muy a menudo de los: fracasos, me acompañó hasta que vi los magníficos resultados del tratamiento específico.

Una nueva teoría de los soplos anorgánicos: Frotamientos Cardio-Serosos

Una nueva patogenia de los soplos orgánicos. Soplos sin vena líquida Por el Doctor TEÓFILO ORTIZ RAMÍREZ (Prof. de; Clínica Propedéutica Médica de la Facultad de Medicina de México, D. F.)

Le professeur de médicine com-mence son enseignement á une épo-que de la vie oú il n'a pas l'occa-sion de s'assurer de la veracité de ce qu'i-1 enseigne. II est donc obligé de diré aux etudiants ce qu'on lui a Dit. Quand un homme commence á répéter une chase, il arrive gradué-llement á le croire, et au bout de quelques années le professeur croít implicitement ce qu'il enseigne. C'est pour cette raison que beaucoup de professeurs sont si lents á adopter une nouvelle conception, surtout si elle jette quelque doute sur ce qu'ils ont enseigné pendant des années.

J. Mackenzie.

La auscultación es de los pro-cedimientos y recursos de la car-diología, tal vez el más impor-tante; desde Laennec ha venido precisando y depurando un am-plísimo campo de la semiología. Actualmente ha cedido su pues-

to, en la investigación, a los pro-cedimientos de laboratorio —ra-diología, electrocardiografía — no menos fecundos. A pesar de que una falange de clínicos emi-nentísimos ha espigado durante un siglo, por 'medio de la auscul-tación, en las cardiopatías, que-dan aún problemas muy serios por esclarecer. Para no citar sino aquellos que surgen comúnmente, recordemos los enfermos que sobrellevan en condiciones favorables, durante años y años, y no obstante esfuerzos físicos más o menos frecuentes y considerables, una lesión valvular perfectamente caracterizada por sus manifestaciones acústicas no acompañada de claudicación miocárdica. Inexplicables tam-

Page 8: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

12 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

bien son algunas contradiccio-nes de la clínica y de la anato-mía patológica: las válvulas ín-tegras, los orificios suficientes de individuos portadores de sínto-mas estetoscópicos inconfundi-bles, reveladores de venas liqui-dianas soplantes. Y las cardio-patías "áfonas" o silenciosas, v.gr., la estenosis mitral, en de-terminados casos; y los ejemplos desconcertantes en que de modo bien singular, subsiste el soplo presistólico del ritmo de Puro-ziez, a pesar de que se instala una fibrilación auricular bien comprobada.

La semiología tiene que pedir aún mucho a los procedimientos clásicos y en particular a la aus-cultación.

En trabajo reciente (des souf-fles aortiques expérimentaux et I´hyperadrénalinémie. Aren. Lat. Amer. de Card. y Mem.), hacía notar, de acuerdo con Laubry y Thiroloix, la conveniencia de ini-ciar una revisión de ciertas no-ciones estetoscópicas casi dog-máticas, por su prestigio secular. En semejante labor, que sobre-pasa cualquier capacidad indivi-dual, no deben olvidarse los con-ceptos de Laubry " . . . j e vou-drais montrer que le respect d'un Maitre ne consiste pas dans une fidélité étroite á sa doctrine, in-suffisante, previsoire ou périssa-ble, mais dans un effort continu, imité de sa méthode et de son exemple, dons un élargissement de sa pensée, degagá des erreurs inherentes á notre infírmaté,

adapté au progrés et au temps". (Sémiologie Cardio-vasculaide. Troubles Fonctionnels).

Se admite universalmente que el deslizamiento de una serosa sobre otra, no produce fenóme-nos ruidosos a menos de que existan alteraciones histológicas bien apreciables (despulimiento, procesos exudativos).

Las modificaciones de la lu-bricación acarrean el "frota-miento" (frottement, frólement o frou-frou) con las variaciones bien sabidas de froissement" de pergamino y la de ruido de "cuir neuf" (Collin).

Sin embargo, la observación no ha sido conducida con absoluto rigor: las serosas normales, bar-nizadas de sus trasudados fisio-lógicos, también originan ruidos, cuando se desusan con cierta energía.

Tómese cualquier animal de laboratorio y hágase deslizar una sobre otra dos hojas perito-neales que cubran visceras de superficie uniforme; auscúltese por medio de un fonendoscopio, procurando que no se originen desalopamientos de la cápsula o cornetilla receptora sobre los te-gumentos (para evitar el escollo de los ruidos de frotamiento pi-loso auscúltese extirpando o se-parando un colgajo de piel) -Puede practicarse también la observación auscultando directa-mente el sitio suprayacente a las serosas peritoneales que se fro-tan, aplicando el pabellón de la oreja a la cara dorsal de la ma-no que se mantendrá fija sobre

Page 9: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA 13

la pared del vientre. Con variaciones de técnica que

fácilmente pueden encontrarse, explórese la gran variedad de ruidos que produce el desliza-miento de la pleura sobre la pleura, del pericardio sobre el pe-ricardio y del endocardio sobre el endocardio. Esta experiencia debe realizarse, por supuesto, en animales que acaban de ser sa-crificados y siempre en condicio-nes de lubricación similares a las fisiológicas: barnizando las serosas con suero fisiológico, se-rosidades lacunares. sangre oxa-latada, etc.

Una demostración cómoda y sencilla, si bien no muy correc-ta,, consiste en aplicar la corne-tilla del fonendoscopio al labio inferior mientras se desliza la punta de la lengua con extrema suavidad sobre la mucosa del vestíbulo; igual maniobra puede realizarse teniendo la boca llena de algún líquido. Es claro que en este caso las condiciones no son ideales y estrictas, por tratarse de epitelios pavímentosos estratificados y hasta cierto pun-to irregulares por la presencia de las papilas.

Todas estas experiencias de-muestran evidentemente que las serosas producen un ruido so- plante que tiene todos los carac-teres de los soplos cardíacos anorgánicos y orgánicos. Es fácil advertir que. para lograr tal fe-nómeno, se requiere cierta ener-gía de frotamiento y que, a ma-yor energía, mayor intensidad y rudeza del soplo. A medida que

se despule y altera la serosa o por interposición de sangre que sufre el proceso de la coagula-ción, se trasmuta el soplo en el clásico frotamiento, que llega a tomar los detalles descritos por Collin.

Las serosas normales pueden originar soplos, en ciertas condi-ciones. ¿Es aplicable este hallaz-go a la semiología cardíaca? ¿Hay algunos soplos cardíacos que reconozcan un mecanismo análogo al de los soplos sero-se-rosos?

La clínica admite únicamente que los soplos anorgánicos tienen las misma, localizaciones que los frotamientos pericardiacos, idénticos caracteres de mutabili-dad, iguales variaciones con la actitud, relaciones análogas con el ritmo cardíaco y que unos y otros carecen de propagaciones.

Según Barié los soplos anor-gánicos se reparten de la siguien-te manera: soplos preventricula-res izquierdos 34%, apexianos 18%, supra-apexianos 14%, pre-in fundibulares 11%; el resto co-rresponde a los soplos pre-aórti-cos y endoapexianos. Los soplos preventriculares izquierdos de la zona meso-cardíaca, son los más frecuentes.

El frotamiento pericárdico "pendant quelques jours, il reste localisé soit á la región mesocar-diaque, au bien á la base, au ni~ veau du foyer d'auscultation de l'artére pulmonaire, plus rare-ment á la pointe au á appendí-ce xiphoide", G. Bleohmann), Según Barié " . . . s e recontre de

Page 10: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

14 REVISA MEDICA HONDUREÑA

préference á la base du coeur, vers le 3e. ou 4e. cartilage costal du cote gauche, oun encoré au nixeau de l´origine de l'artére pulmonare".

A estas referencias tomadas al -azar, de la rica literatura con-cerniente, añadiré la descripción de un autor moderno: "el frota-miento se observa principalmente en la región mesocárdica, o en la base y hacia el foco pulmonar, es decir, en la parte interna de los segundos y terceros espacios intercostales izquierdos; más ra-ramente es lateral o dorsal". (M. A. Clerc).

La zona mesocárdica es, pues, el sitio de elección de los soplos anorgánicos y de los frotamien-tos pericárdicos.

Los soplos anorgánicos son merosistólicos y en un 70%, son mesosistólicos; son raros los dias-tólicos (mesodiastólicos) y ex-cepcionales los presistólicos.

El frotamiento pericárdico se yuxtapone a los ruidos cardía-cos simulando un ritmo de galo-pe; se percibe entonces en la mi-tad de la sístole. No es frecuente el frotamiento mesodiastólico Hay frotamientos dobles que se designan con el nombre de "rui-do de vaivén".

Los soplos anorgánicos son me-rosistólicos y los frotamientos pericárdicos acompañan a los ruidos cardíacos "á cheval" (Gü-bler) o más bien se perciben "al derredor" de ellos.

Los soplos anorgánicos se ate-núan o desaparecen al pasar del clinostatismo a la posición se-

dente; transformaciones simila-res acaecen bajo la influencia dé-los movimientos respiratorios El eretismo cardiaco ora los pro-voca, ora los aminora y extin-gue. Los frotamientos pericárdi-cos se advierten mejor en ortos-tatismo o en posición sedente, cuando la flogosis no ha deter-minado un exudado abundante de naturaleza líquida; un derra-me ligero hace que se perciban mejor en actitud semi-sentada.

Así, pues, la mutabilidad es un rasgo común a los soplos anorgá-nicos y a los frotamientos peri-cárdicos.

Los soplos anorgánicos son ge-neralmente circunscritos y su propagación es insignificante o no existe. El frotamiento peri-cárdico, tal como afirma Jac-coud, nace y muere en su sitio. Anormalmente se propaga en ciertas pericarditis "brighticas" y reumáticas. En el caso de Teys-sir, singularísimo por todos con-ceptos, la propagación era per-ceptible en toda la pared torá-cica anterior.

La falta de propagación cons-tituye otra semejanza de los so-plos anorgánicos y los frotamien-tos pericárdicos.

Ahora bien, los datos señala-dos no son absolutos y por lo tanto, no son aceptados igual-mente por todos los clínicos; he-mos hecho resaltar, no obstante, los rasgos comunes menos discu-tibles que permiten descubrir un parentesco elocuente entre soplos y frotamientos.

Page 11: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA 15

Tal parentesco se precisa más aún por una circunstancia que los clínicos contemporáneos han dejado casi en olvido, pero que no escapó a la sagacidad de los clásicos, a saber, cuando los ca-racteres distintivos no bastan para identificar un soplo o un frotamiento es menester, preci-sar el "timbre especial" de fenó-meno.

Ahora bien, el clínico más "virtuoso" no podrá hallar dis-tingo alguno cuando, como afir-ma Blechmann rotundamente, el soplo es duro y rasposo.

Hay, pues, frotamientos so-plantes o soplos fricativos en que todo parentesco se convierte en identidad. Vemos también de qué modo la clínica corrobora los datos experimentales y hace resaltar la similitud patogénica de los frotamientos pericárdicos y los oplos de laboratorio.

La etapa inmediata consiste en averiguar si los soplos de la-boratorio, dan razón de los soplos cardíacos anorgánicos.

Dichos soplos se presentan en los estados anémicos, en la fie-bre, en el eretismo cardíaco de algunos padecimientos nerviosos y en ocasiones, sin modificación apreciable del estado general: soplos fisiológicos, soplos cardio-pulmonares, extra-cardíacos, en-gañosos, etc.

El diagnóstico de un soplo anorgánico se funda en los caracteres arriba consignados —cualidades intrínsecas— y ade-más, por la carencia de manifes-taciones cardiopáticas.

Ahora bien, en las anemias criptogenéticas o sintomáticas, es evidente un desequilibrio ve-getativo revelado por un eretis-mo cardíaco, palpitaciones, ines-tabilidad tensional, etc. Un ejemplo típico lo encontramos en la clorosis; en tal hemopatía se agrega a la perturbación gona-diana una disfunción tiroidea, un cuadro frustrado de basedo-wismo (crecimiento glandular en 82% de los casos, según Ha-yem; taquicardia, temblor, ligera exoftalmia).

Los estados febriles realizan una verdadera tormenta vegeta-tiva durante los brotes hipertér-micos y en los intervalos apiré-ÍTÍCOS. LOS pródromos y la conva-lescencia son igualmente intrin-cadas y tupidas acciones vago-simpáticas.

Los trastornos subjetivos de los cardiópatas, no difieren sino por matices de los síndromos eré-ticos del anémico.

Laennec, hablando de los rui-dos de "soufflet", asegura ter-minantemente que "la seud trou-ble de la santé qui m'ait paru coincider constamment ou á peu prés avec le bruit de soufflet du coeur et des artéres, est une agi-iation nerveuse plus ou moins marquée..." (Traite de l'aus-cultation medíate et des maladies des poumons et du coeur, 1837).

El "síndromo de esfuerzo", el "corazón irritable de Da Costa", los "falsos cardíacos" que acu-san cenestesias, perturbaciones vasomotoras y ciertas anomalías psicológicas, las disendocrinias

Page 12: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

16 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

graves, etc., etc.; constituyen ca-tegorías del primitivo lote aisla-do por Laenec de !os corazones agitados y soplantes.

Lo dicho permite asentar, a manera de aforismo, que los so-llos anorgánicos traducen un es-tado permanente o transitorio de eretismo cardíaco.

Ahora bien, sabemos que todo eretismo cardiaco se origina por alteraciones de tono vago-simpá-tico, ya sea en sus manifestacio-nes físicas o en su fisonomía subjetiva; tal es su mecanismo inmediato o aparente, ignoramos su íntima causalidad.

Taquicardia, bracicardia, ma-yor energía del choque precor-dial, etc., factores mecánicos, en una palabra, serán los que apor-ten la base de una explicación de un fenómeno mecánico tal como el soplo anorgánico. Es conveniente por lo tanto, preci-sar cuáles son los cambios de for-ma, consistencia, posición, etc., que experimenta el corazón, en pleno eretismo, en los sitios en que se perciben preferentemente los soplos anorgánicos. Concrete-mos, pues, la cuestión, a la cara anterior y en particular, a la región mesocárdica.

La estructura fascicular del miocardio, la dirección de sus fi-bras, la forma y capacidad de sus cavidades y, sobre todo, la sorprendente similitud que tiene el corazón humano con el de al-gunos mamíferos (de corazón no coniforme ni puntiagudo y de punta no retráctil) por ejemplo, el perro, permiten conocer, hasta

donde la analogía hace valedera la certidumbre, que las paredes ventriculares derechas son las más móviles y que, del ventrículo derecho, la zona infundibular es la que más variaciones de ampli-tud experimenta. A medida que progresa la sístole ventricular. se abomban y endurecen tales regiones; la contracción, sin du-da simultánea en todas las fi- bras, simula por los cambios morfológicos que origina, una onda que, partiendo del borde derecho, se propaga hasta el sur-co inter-ventricular anterior y se pierde en la porción cavernosa del ventrículo derecho, que como es bien sabido, no forma parte propiamente de la punta del corazón. La cámara poste-rior parece vaciarse en la cámara anterior o cámara de evacuación. La cámara anterior, el in-fundíbulo y la arteria pulmonar, no se deprimen sino al princi-piar la diástole general.

La región mesocárdica corres-ponde justamente a la cámara anterior del ventrículo derecho. De modo ilegítimo, llaman algu-nos cardiólogos región preven-tricular a la zona electiva de los soplos anorgánicos. pues el ven-trículo izquierdo, apenas forma una mínima parte de la cara an-terior y, en propiedad, constitu-ye el borde izquierdo. Por su for-ma convexa, el borde menciona-do se aleja de la pared anterior, y se pierde tras la hoja pulmo-nar del mediastino.

Los soplos anorgánicos son to-pográficamente preventriculares

Page 13: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA 17

derechos. La zona mesocárdica se superpone en parte, al trián-gulo extrapleural de la pared to-rácica anterior y en parte al se-no costo-mediastinal en la es-cotadura cardíaca. No hay que olvidar que los corazones que dan frecuentemente soplos anor-gánicos, son corazones pequeños.

Los soplos (inorgánicos se per-ciben, por lo tanto, en las regio-nes más movedizas de la cara anterior.

Ahora bien, según Potain, los soplos cardio-pumonares, son ruidos de aspiración pulmonar determinados por la retracción sistólica o diastólica de la super-ficie del corazón. El corazón provocaría en las porciones cir-cunvecinas del pulmón, un mo-vimiento de compresión y des-compresión, semejante a un fue-lle. El soplo anorgánico no sería al fin y al cabo, sino un murmu-llo vesicular, un ruido parenqui-matoso, con ritmo cardíaco.

La experiencia de Franck, sir-ve de apoyo a esta teoría: en un perro portador de un soplo anor-gánico indudable, se introdujo debajo de la pleura un gancho y se retiró suavemente la hoja pul-monar del sitio exacto del fenó-meno. El soplo aparecía o desa-parecía según que se dejara o quitara el borde pulmonar.

En el hombre, la legüeta de Luschka jugaría un papel aná-logo.

La teoría de Franck-Potain, tiene algunos puntos vulnera-bles; en efecto, es indudable que los soplos anorgánicos se perci-

ben frecuentemente en las zonas cubiertas por pulmón y que se-guramente toma participación el borde pulmonar; no es proba-ble, sin embargo, quesea el mur-mullo vesicular transformado el origen del fenómeno, puesto que frecuentemente persisten los so-plos anorgánicos durante la ap-nea en completa expiración.

Si no existe corriente aérea vesículo-bronquial durante la apnea completa expiratoria. sí hay desalojamientos del borde pulmonar, que es rechazado fue-ra, de la zona mesocárdica por la compresión y descompresión, que engendran la pared anterior del corazón y la pared torácica.

En nuestra opinión el soplo anorgánico, sigue siendo cardio-pulmonar, vero no traduce la circulación de una corriente aé-rea vesicular, sino un frotamien-to pleural; cuando el soplo no se percibe en las zonas cubiertas por pulmón, traduce o revela un frotamiento pericárdico.

La base experimental de nues-tra teoría, tiene suficiente soli-dez; ya hemos expresado y de-mostrado que las serosas norma-les dan, por frotamiento, una ga-ma de ruidos que van, desde el soplo suave, dulce, aspirativo, velado, hasta el frotamiento y la crepitación pasando -por las va-riantes de frotamiento de uña sobre papel, como quiere Hu-chard y todos los matices descri-tos por Laennec, Collin, Guéneau de Mussy.

La experiencia de Franck, que ha dado lugar a la teoría de Po-

Page 14: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

18 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

tain, no invalida la nuestra: si el soplo desaparece al retirar el borde pulmonar, es porque impi-de el frotamiento brusco de la pleura visceral, con la que recu-bre el lecho costo-mediastinal.

El soplo puede también prove-nir del frotamiento del pericar-dio de la cara anterior del cora-zón en la serosa parietal super-puesta.

Las experiencias demuestran que el soplo sero-seroso, requie-re cierta energía; el eretismo cardiaco es, evidentemente, un factor manifiesto de enérgico deslizamiento sero-seroso, ya sea pleural o pericárdico.

La adrenalina inyectada por vía intravenosa, desencadena un eretismo típico, acompañado de soplo aórtico y de un soplo meso-cárdico. Por excepción se pueden originar soplos pulmonares. El soplo mesocárdico, es general-mente sistólico.

En conclusión: la igualdad de variaciones, localización, etc., de

los frotamientos pericárdicos y de los soplos anorgánicos; la existencia de soplos que no pue-dan diferenciarse de manera di-recta de los frotamientos; la de-mostración experimental de los soplos sero-serosos; la reproduc-ción clínica mediante la inyec-ción de adrenalina del eretismo cardíaco determinante de los so-plos anorgánicos; la experiencia de Franck; la persistencia de los soplos anorgánicos en apnea ex-piratoria completa; el desequi-librio común del sistema vegeta-tivo cardio-vascular a todas las enfermedades que engloban en su cuadro sintomático los fuga-ces ruidos adventicios de la re-gión precordial; he aquí los he-chos que mutuamente se armo-nizan y sostienen dentro de la teoría que venimos defendiendo. Ahora bien, la cardiología tiene algunos problemas en que la teoría de los soplos sero-serosos arroja alguna luz. En efecto, si las serosas normales son capaces

Page 15: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

REVISTA MEDICA HONDUREÑA 19

de producir soplos, se advierte la posibilidad de que los fenómenos se acentúen en caso de .haber ligeros procesos que las despulan. El pericardio es asiento de lesio-nes esclerosas —manchas lecho-sas o tendinosas— no muy ra-ras, por cierto; estas placas le-chosas se observan de preferen-cia en la cara anterior del cora-zón, en donde alcanzan su mayor tamaño; generalmente arredon-deadas, toman forma alargada o de cinta en las cercanías de los vasos. Las placas lechosas, son vestigios de viejas pericarditis o de alteraciones nutritivas seni-les.

Son estas perturbaciones nu-tritivas del pericardio, las que dan razón, en nuestro concepto, de los soplos más o menos cons-tantes, de organicismo dudoso, que se descubre en sujetos cuyo corazón se encuentra indemne en la autopsia. La contradicción clínico-necróspica. la falta de eretismo cardiaco y ¡a lesión cardio-vascular comprobable, no tienen actualmente manera de ser explicadas a satisfacción. Los soplos sero-serosos permiten, si no resolver el asunto, al me-nos dejan entrever una patogenia razonable.

Queda todavía otra aplicación de la teoría de los soplos sero-serosos ; en ambos ventrículos 'hay columnas carnosas de gro-sor y longitud variables, más o menos esculpidas en las pare-des o libres y pediculadas. En la región de la punta, es donde se intrincan abundantemente. Las

de primer orden, tienen consi-derable importancia. En el ven-trículo izquierdo existen dos que dan nacimiento a las cuerdas tendinosas en que se fijan y apo-yan las valvas de la mitral; es-tos dos pilares —anterior y pos-terior— se engranan y acomo-dan durante la sístole de tal suerte que la convexidad del an-terior, coincide con la concavi-dad del posterior. A este encaja-miento se agrega el ligero movi-miento rotatorio del ventrículo izquierdo; hay, por lo tanto, dos condiciones propicias para que, habiendo alteraciones ligeras del pulimento endocárdico, se pro-duzcan frotamientos soplantes.

Aquí nos colocamos en un te-rreno franca y decididamente hipotético, pero la hipótesis es suficiente para determinados he-chos. ¿No serán estos frotamien-tos endo-endocárdicos soplantes los que expliquen esas pretendi-das lesiones valvulares de indi-viduos que habiendo sufrido un proceso endocárdico no presen-tan cardiomegalia ni alguna de las manifestaciones de la insufi-ciencia miocárdica a pesar de los años que transcurren, de los es-fuerzos físicos, del embarazo, etc.? Los casos en que la necrop-sia demuestra orificios normales y válvulas suficientes, con sor-presa del clínico que diagnosti-có un soplo indudable ¿no serán explicables por pequeñas lesio-nes endocárdicas que pasan in-advertidas o que, por estar aleja-das de los orificios, no se les con-cede importancia?

Page 16: ÓRGANO DE LA ASOCIACIÓN MEDICA HONDUREÑA

20 REVISTA MEDICA HONDUREÑA

CONCLUSIONES :-

1- Los soplos inorgánicos tie-nen las misma localizaciones que los frotamientos pericárdicos, idénticos caracteres de mutabi-lidad, iguales variaciones con la actitud, relaciones semejantes con el ritmo cardíaco; soplos y frotamientos carecen de propa-gaciones.

2- Hay casos en que no es po-sible distinguir un soplo de un frotamiento, ni aun por el tim-bre; no hay diferencia alguna entre ambos, cuando el soplo es duro y rasposo (Blechmann).

3- Es fácil producir experi-mentalmente soplos por el fro-tamiento de serosas normales: peritoneo, pleura, pericardio, ele

4- Los soplos experimentales sero-serosos no se distinguen de los -soplos clínicos y pueden ad-quirir, mediante algunas circuns-tancias, los caracteres de los frotamientos típicos.

5- La adrenalina desencadena un eretismo cardíaco, acompaña-

do de soplos inorgánicos aórti-cos y mesocárdicos.

6- La experiencia de Franck. traduce un fenómeno cardio-pulmonar, distinto del que pre-tende la teoría de Potain; es un frotamiento soplante y no un ruido aéreo.

7- Los soplos inorgánicos del corazón, se deben al frotamiento de serosas normales —soplos sero-serosos— en condiciones de eretismo cardio-vascular. El ere-tismo cardíaco es un hecho co-mún a todas las enfermedades en que se presentan los soplos enorgánicos.

8- Los soplos inorgánicos se deben al frotamiento de pericar-dio con pericardio, o de pleura con pleura (lengüeta de Lusch-ka).

9- Las manchas lechosas del pericardio, las lesiones endocár-dicas alejadas de los orificios, pueden dar lugar a frotamien-tos soplantes —soplos sero-sero-sos— que simulen procesos orgá-nicos.