Ricoeur - La imaginación en el discurso y en la acción

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; Paul Ricoeur Hermneutica y Accin De la Hermenutica del Texto a la Hermenutica de la Accin Prlogode Juan Carlos Scannone @UCA 11 prometeo)!. - .......,..tifica UniYusidaa w t O t . ~ .ovw..-,'Un. "librosFiKuttaddeFilasoft'1letr.asLaimaginacinenel discurso y enlaaccin1 Paraunateoriageneral delaimaginadn Lapreguntaqueseintentaresponderenesteensayopuedeenunciarse enlossiguientestrminos:esposiblegeneralzarlaconcepcitldelaimaginacill,puestaenprcticaenuna teoradelametforacentradaenlanocin del1llOvacinsemdntica,msalldelaesferadeldiscursoalcualpertenece orignariamente? Este pregunta surgedeuna investigacin de alcancems amplio a la cual di hace algn tiempo elnombre ambicioso de Potica de la Voluntad.En elpresente ensayo seda un paso adelante en la direccin de esa Potica.Mesiento felizde ofrecerelestudioalProfesor VanCamp,cuyahospitalidadenlasFacultades Universitarias Saint-Louis meofrecilaocasin, enms deuna oportunidad. detrazar elprimer esbozo de un trabajo en curso. Sedarsolamenteunpasoenladireccin. deestaPotica:elpasodelo tericoaloprctico.Enefecto,heconsiderado quelamejorprueba alaque sepodasometer lapretensindeuniversalidaddeunateora constituida en la esferadellenguaje eralade interrogar sucapacidad de extensin a laesfera prctica. Se proceder pues de la siguiente manera: en una primera parte, se evocarn lasdificultadesclsicasdelafilosofadelaimaginaciny se trazarunbreve esbozo delmodelodesolucinelaboradodentro delmarcodelateoradela metfora.Sepropondr, as,larelacin entre imaginacin einnovacin semntica,ncleo de todo el anlisis, como estadioinicialdel desarrollo uherior. L1segundaparteseconsagrar alaimnsicindelaesferatericaalaesprctica.Seelegirnyordenarnunaciertacantidaddefenmenosy de experiencias envirtud de suposicinenelpunto deunindelotericoy lo lagll1aUOndanslediscours et dans I'aclion".Sa\'oir,faire,csprcr:leslimites delaraison, Publication des Facults Univcrsilaircs,Saint-Louis (1976). 102I PauLRlcoeur prctico: sea quelaficcincontribuya a re-describirlaaccin que yaestpresente, sea que se incorpore alproyectodeaccindeun agenteindividual, sea que engendre elcampo mismo delaaccinintersubjetiva. Laterceraparteseubicarsinvacilacinenelcorazndelanocindel imaginariosocial,piedradetoquedelafuncinprcticadelaimaginacin. Siaqu se acentan con tanta fuerzalasdosfIgurasde laideologa ylautopla, esporquereiteran,en elotro extremodelatrayectoriarecorridapor esteensayo,las ambigedades ylas aporas evocadas en elpunto inicial delamisma. Quizspodraadvertirseentoncesqueesasambigedadesyesasaporasno deben ponerse solamente en lacuenta delateorladelaimaginacin, sino que sonconstitutivasdel fenmenodelaimaginacin.Solamentelapruebadela generalizacin habr podido dar peso y crdito a estahiptesis. Una investigacin filosfica aplicada alproblema delaimaginacin no puede dejar de encontrar, desde su estadio inicial, una serie de obstculos, paradojas y fracasos que quizs expliquen el eclipse relativo delproblema de la imaginacin en lafilosofacontempornea. Enprimer lugar,laproblemticadeconjuntodelaimaginacinpadecela mala reputacin de! trmino "imagen" despus de su empleo abusivo en la teora empirista del conocimiento.Elmismodescrdito que afecta al"psicologismo" enlasemnticacontempornea -tantoladeloslgicoscuantoladeloslingistas- afecta tambin todo recurso a laimaginacin en la teora del"sentido" (en este aspecto, basta con evocar a Gottlob Frege y su firmedistincin entre el "sentido" de una proposicin o de un concepto -sentido "objetivo" e "ideal"-y la "representacin", que es "subjetiva" y simplemente "fctica").Pero lapsicologa deinspiracin conductistanosesientemenos ansiosapor liquidar laimagen, considerada comouna entidadmenta!,privada,inobservable.Por suparte,e! celodelafilosofapopulardelacreatividadnohizopocoparacontribuiral descrdito delaimaginacin entrelosfilsofosdetendencia "analtica". Ene!trasfondodeestarepugnancia delosfIlsofosa dar labienvenida a un eventual "regresodelexiliado",sepuede discernirunaduda deracesmsprofundas que una ocurrencia arbitraria o consideracin circunstancial.Esta duda fue expresada con vigor haceun tiempopor GilbertRyleenTiteCOllccf1tof Mind. Eltrmino imaginacin designa un fenmeno homogneo o una coleccin deexperiencias dbilmenterelacionadas entre s?Latradicinmuestrapor lo menoscuatroempleosprincipales deestetrmino.Designa,enprimer lugar, la evocacin arbitraria de cosas ausentes,pero existentes en otro lugar,sin que dicha evocacin implique la confusin de la cosa ausente con las cosas presentes aquy ahora. Hermenuticay AccinI 103 Segnunusocercanoalanterior,elmismotrminodesignatambinlos retratos, cuadros, dibujos, diagramas, etc., dotados de una existencia fsica propia,pero cuya funcineslade "ocupar ellugar"delas cosas que representan. A una distancia mayor de sentido, llamamos imgenes a las ficciones que no evocan cosas ausentes, sino cosas inexistentes. A su vez,las ficciones mismas se despliegan entretrminos tan alejados entre scomo los sueos,producto del acto de dormir, y las invenciones dotadas de una existencia puramente literaria, tales como losdramas ylasnovelas. Por ltimo,eltrmino imagen seaplica alcampo de lasilusiones,es decir, lasrepresentaciones que,para un observador externo oen una reflexinulterior,sedirigenacosas ausentes oinexistentespero que,para elsujeto y en el momento en que seentrega a ellas,hacen creer enlarealidadde suobjeto. Qu hayde comn, entonces, entre la conciencia de ausencia y la creencia ilusoria, entrelanada de lapresencia y lapseudo-presencia? LasteorasdelaimaginacinrecibidasdelatradicinfilosfIca,lejosde aclararesteequvocoradical,serepartenmsbien enfuncindeloque cada una considera paradigmtico enlagamadesigniftcaciones bsicas.Tienden a constituir,deesemodo,teorasunvocasencadacaso,perorivales,sobrela imaginacin.Elespacio de variacin de las teoras puede medirse segn dos ejes deoposicin:por ellado de! objeto, elejedelapresencia y de la ausencia;por elladodelsujeto,el~ j ede laconcienciafascinaday delaconciencia crtica. Segnelprimer eje,laimagenrespondeadosteorasextremas,ilustradas respectivamenteporHumeyporSartre.Enunextremo deeseprimer eje,la imagen est referida a la percepcin de la cual no es sino la huella, en el sentido depresenciadebilitada.Haciaesepolodelaimagen,entendida comoimpresin dbil,tienden todas lasteoras de laimaginacin reproductora.En elotro extremodelmismoeje,laimagen seconcibeesencialmenteenfuncindela ausencia, delo otro que no es lopresente; las distintas ftguras de la imaginacin productora, retrato, sueo, ftccin,remiten de diversas maneras a esta alteridad fundamental. Pero la imaginacin productora e inclusive laimaginacin reproductora, en lamedida en que suponen lainiciativa mnima que consiste en la evocacin de lacosaausente,sedespliegan sobreunsegundoeje,segn sea elsujetodela imaginacin capaz ono deasumir una conciencia crtica de la diferencia entre loimaginario y loreal.Lasteoras delaimagen sereparten, entonces, a lolargo de un eje yano noemtico sino notico, cuyas variaciones son reguladas por los gradosdecreencia.Enunextremodeleje,eldelaconciencia crticanula,la imagenseconfunde conloreal.selatomapor loreal.Eselpoder delengao 104I PaulRtcoeur y de error denunciadoporPascal;es tambin,mutatismutandi,laimaginatio deSpinoza,contaminadadecreencia,mientrasunacreenciacontrarianola desaloje de suprimera posicinEn el otro extremo de! eje,donde ladistancia crtica es plenamente consciente de s misma, la imaginacin es elinstrumento mismo de la crtica de loreal.Lareduccin trascendental husserliana, en tanto delaexistencia,eslailustracinmscabaldeello.Lasvaria(;lunes de sentido alo largo de este segundo eje no son menos amplias que las precedentes.Qu tienen en comn elestado de confusi6n, caracterstico de la consciencia que, sin saberlo, toma como real aquello que, para otra consciencia, no esreal,yel acto de distincin,altamente consciente de smismo,mediante elcualunaconcienciaubicaalgoadistanciadelarealidad,y,deesemodo, produce la alteridaden elsenomismo de su experiencia? Este es e!nudo de aporas que revela una mirada rpida alcampo deruinas que constituye hoy lateora delaimaginacin.Acaso esas aporas descubren un defectode lafilosofadelaimaginacin, obienelrasgoestructural caractersticodelaimm!nacinmisma sobre e!cuallafilosofatendralatareadc rendir cuentas? l.Laimaginacinenel discurso Qu accesonuevo ofrece lateora de lametfora alfenmeno de laimaginacin?Loqueofrece, enprimer lugar, esunplanteo diferentedelproblema. Enlugar de abordarlo desde la percepcin y preguntarse si y cmo sepasa de la percepcin a la imagen, la teora de la metfora ofrece la posibilidad ae vincular laimaginacin conun determinado uso del lenguaje,msprecisamente, a ver en ello un aspecto de la inllovaci/1 semntica, caracterstica de!uso dellenguaje.Elcambio derrentees considerablepor s prejuicios estn ligados a laidea de que laimagen es un apndice dela percepcin,una sombra de ella.Decir quenuestrasimgenes son habladas antes que vistassignificarenunciar aunaprimerafalsaevidencia:aquellasegnlacual laimagensera,antes quenadaypor esencia,una "escena"quesedespliega en una suerte de "teatro" mentalfrentea lamirada de un "espectador" interior Significa renunciar, a la vez, a una segunda falsa eviaencia, aquella segn la cual estaentidadmentalseraelmaterialsobreelcualtallamosideas nuestros conceptos, elingrediente hsieo de cierta alquimia mental. Pero, sino derivamos laimagen delapercepcin, cmo la derivaremos del lenguaje? Elanlisisdelaimagenpotica,tomadacomocasoparadigmtico,proporcionar e!primer paso de larespuesta.Laimagenpotica, en efecto, esalgo Hermenutica y Acdn1105 que elpoema, como obra discursiva, despliega en ciertas circunstancias y segn determinados procedimientos. Dicho procedimiento es el de la resonancia, segn una expresin que Gastn Bachelardtoma de Eugenio Mnkovski.No obstante, la comprensin de este procedimiento implica, en primer lugar,reconocer que la resonancia no procede de cosas vistas sino de cosas dichas. De modo que hay que remontarse ala cuestin que concierne a las circunstancias mismas del discurso cuyo empleo engendra loimaginar He estudiado en otra parte el funcionamiento de lametfora, que tiene consecuencias tanvastaspara lateora de laimaginacin.Mostrque este namiento resulta totalmente ignorado mientras se vea en la metfora solamente undesvo en eluso delosnombres,un apartamiento de ladenominacin.La metfora es,antes,unusodesviadodelospredicados en elmarcodelafrase completa.Demanera que hay que hablar de enunciacin metafrica, antes que de nombres empleados metafricamente.La cuestin es entonces la de la estrategia discursiva que regula el empleo de predicados extraos. Con ciertos autores delenguafrancesaydelenguainglesa,pongoelacentoenlaimpertinencia en tanto medio apropiado para laproduccin deun choque entre campos semnticos.Para responder al desafo que surge del choque semntico, producimos una nueva pertinencia predicativa que es la metfora. A su vez, esta nueva compatibilidad, producida en elnivel de la frasecompleta, suscita, en e! nivel delapalabra aislada,laextensinde sentidomediante la cuallaretrica clsicaidentifica lametfora Si este enfoque tiene algn valor, es que desplaza la atencin delosproblemasdelcambio desentido,enelsimpleniveldeladenominacin,hacialos problemas dereestructuracin delos campos semnticos,en elniveldeluso Es justamente en este punto donde la teora de la metfora interesa a la lIlV"'-lIl