41
RIP VAN WINKLE Washington Irving Obra reproducida sin responsabilidad editorial

Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

  • Upload
    dodang

  • View
    216

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

RIP VAN WINKLE

Washington Irving

Obr

a re

prod

ucid

a si

n re

spon

sabi

lidad

edi

toria

l

Page 2: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Advertencia de Luarna Ediciones

Este es un libro de dominio público en tantoque los derechos de autor, según la legislaciónespañola han caducado.

Luarna lo presenta aquí como un obsequio asus clientes, dejando claro que:

La edición no está supervisada por nuestrodepartamento editorial, de forma que nonos responsabilizamos de la fidelidad delcontenido del mismo.

1) Luarna sólo ha adaptado la obra paraque pueda ser fácilmente visible en loshabituales readers de seis pulgadas.

2) A todos los efectos no debe considerarsecomo un libro editado por Luarna.

www.luarna.com

Page 3: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Cualquier persona que haya viajado ríoarriba por el Hudson, recordará los montesKaatskill. Son un desprendimiento aislado delgran sistema orográfico de los Apalaches. Se lesve al oeste del río elevándose lentamente hastaconsiderables alturas y enseñoreándose del paíscircundante. Todo cambio de estación o deltiempo, hasta cada hora del día, producen al-guna modificación en las mágicas formas deestas montañas; todas las buenas mujeres de losalrededores, y hasta las de lejos, tienen a esosmontes por barómetros perfectos. Cuando eltiempo es bueno y se mantiene así, parecenrevestirse de azul y púrpura y se destacan níti-damente sobre el fondo azul del cielo; algunasveces cuando el firmamento de la región estácompletamente limpio de nubes, alrededor desus picos se forma una corona de grises vapo-res, que al recibir los últimos reflejos del solponiente despiden rayos como aureola de unsanto.

Page 4: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

A los pies de estas bellas montañas, el viaje-ro habrá percibido columnas de humo que sedesprenden de un villorrio cuyos techos se des-tacan entre los árboles, allí donde la coloraciónazul de las tierras altas se confunde con el ver-de esmeralda de la vegetación de las bajas. Esuna pequeña villa de gran antigüedad, pues fuefundada por los primeros colonos holandeses,en los primeros tiempos de la provincia, al ini-ciarse el período de gobierno de Pedro Stuyve-sant, a quien Dios tenga en su gloria; hasta haceunos pocos años, todavía quedaban algunas delas casas de los primeros colonos. Eran edificiosconstruidos de ladrillos amarillos, traídos deHolanda. En aquella misma villa y en una de esasmismas casas (que, a decir verdad, el tiempo ylos años habían maltratado bastante), vivióhace ya de esto mucho tiempo, cuando el terri-torio era todavía una provincia inglesa, unbuen hombre, que se llamaba Rip Van Winkle.Descendía de los Van Winkle que tanto se dis-

Page 5: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

tinguieron en los caballerescos días de PedroStuyvesant y que le acompañaron en el sitio deFuerte Cristina. Sin embargo, poco había here-dado del carácter marcial de sus antecesores.Debo hacer notar que era de buen natural, ve-cino bondadoso y esposo sumiso, pegado a lasfaldas de su mujer. A esta última circunstancia,a esta mansedumbre se debía su enorme popu-laridad, pues estos hombres, que en casa estánbajo el dominio de una tarasca, tienden en lacalle a ser conciliadores y obsequiosos. Sin du-da, sus temperamentos se ablandan y se hacenmaleables en el terrible fuego del hogar conyu-gal; los gritos de su mujer equivalen a todos lossermones del mundo, en lo que respecta alaprendizaje de la paciencia y de la longanimi-dad. En un cierto sentido, una mujer bravíapuede considerarse como una bendición; si asíes, Rip Van Winkle estaba bendito tres veces. Cierto es que era el favorito de todas lasbuenas mujeres de la vecindad que, como escorriente entre el bello sexo, se ponían de parte

Page 6: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

de Rip en todas las dificultades domésticas deéste; de noche, cuando se dedicaban a comentarlas ocurrencias de la villa, todas ellas echabanla culpa a la señora Van Winkle. Los chiquilloslanzaban exclamaciones de júbilo en cuanto seacercaba. Los ayudaba en sus juegos, fabricabasus juguetes, les enseñaba a hacer cometas ycanicas, y les contaba extensos relatos acerca deaparecidos, brujas e indios. En cualquier lugarde la villa que se encontrara, estaba rodeado deun grupo de ellos, colgados de sus faldones ode sus espaldas, y haciéndole mil diabluras contoda impunidad; ni un perro de la vecindad leladraba. El gran error de Rip consistía en su invenci-ble aversión por toda clase de trabajo prove-choso. Eso no procedía de carencia de asidui-dad o perseverancia, pues era capaz de pasarsesentado en una roca húmeda, con una caña tanpesada como la lanza de un tártaro, tratando depescar todo el día, aunque los peces no se dig-nasen morder el anzuelo ni una sola vez. Con

Page 7: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

un fusil al hombro, recorría a pie bosques ypantanos durante muchas horas, para mataralgún pájaro. Nunca se negaba a asistir a unvecino, hasta para el trabajo más duro. Era elprimero en tomar parte en todas las diversionescampesinas, como tostar maíz o construir unaempalizada de piedras; las mujeres de la aldease valían de él para los pequeños servicios yhacer aquellas labores menudas que sus espo-sos, menos corteses, no querían llevar a cabo.En una palabra: Rip estaba pronto a efectuarcualquier trabajo menos el propio: le era com-pletamente imposible mantener su granja enorden o dar cumplimiento a sus deberes depadre de familia. Afirmaba que no tenía sentido trabajar sustierras. En todo el país no se encontraba unpredio que contuviera tantas dificultades, enigualdad de tamaño. Todo salía mal y saldríamal, a pesar de cualquier cosa que él hiciera. Suempalizada se derrumbaba sola. Su vaca des-aparecía o se metía en la granja vecina. En sus

Page 8: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

campos crecía más aprisa la maleza que cual-quier otra cosa que él plantara. La lluvia parec-ía empeñada en caer justamente cuando se hab-ía propuesto trabajar al aire libre. Por todasestas razones, las tierras heredadas de sus pa-dres se habían ido reduciendo, hasta quedarlesólo una parcela, plantada de patatas y maíz,que a pesar de su reducido tamaño era la granjapeor administrada de toda la región. Sus hijos, por lo descuidados, no parecíanpertenecer a ninguna familia. Su primogénito,que se llamaba Rip como él, era su propia es-tampa y parecía heredar, con los trajes viejos desu padre, todas sus características. Se le veía,generalmente, saltando como un potrillo, allado de su madre, vistiendo un par de pantalo-nes, cortados de otros viejos del autor de susdías, que sostenía con una mano, con la mismaelegancia con que una damisela recoge su largafalda, para evitar que se ensucie, cuando hacemal tiempo.

Page 9: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Sin embargo, Rip Van Winkle era uno deesos felices mortales que, gracias a su innatadisposición, toman las cosas como se presentan,comen pan negro o blanco, el que pueda conse-guirse con menos dificultades y quebraderos decabeza y que prefieren morirse de hambre conun penique a trabajar por una libra. Si hubieraestado solo se habría desprendido de todas susdificultades vitales, pero su mujer no cesaba deecharle en cara su haraganería, su descuido y laruina que su conducta traía a su familia. De mañana, al mediodía, de tarde y de no-che, aquella mujer no daba descanso a su len-gua; cualquier cosa que dijese o hiciera, provo-caba, con toda seguridad, un torrente de elo-cuencia doméstica. Rip tenía un método propiode replicar a estos sermones y que ya se estabaconvirtiendo en hábito. Consistía en encogersede hombros, sacudir la cabeza, bajar los ojos yno decir una palabra. Sin embargo, esta actitudsiempre provocaba una nueva andanada dereproches de su mujer, por lo que se veía obli-

Page 10: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

gado a retirarse y refugiarse fuera de la casa, elúnico lugar que corresponde a un marido de-masiado paciente. Sólo un miembro de la familia tomaba parti-do por él, y era su perro: Lobo, tan perseguidocomo su dueño, pues la señora Van Winkleconsideraba a entrambos como cómplices en laharaganería y hasta atribuía a Lobo el que sumarido se perdiera por aquellos andurrialescon tanta frecuencia. Cierto es que, en lo que respecta a las cuali-dades que deben adornar a un perro honorable,Lobo era tan valiente como cualquier otro ani-mal que hubiera rastreado por los bosques.Pero, ¿qué coraje puede aguantar el eterno te-rror de una lengua femenina, que nada perdo-na? En cuanto Lobo entraba en la casa, toda supelambre caía laciamente por los costados, met-ía el rabo entre las piernas, se deslizaba como sifuera culpable de algún terrible crimen y con elrabillo del ojo vigilaba a la señora Van Winkle;a la menor indicación de una escoba salía dis-

Page 11: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

parado hacia la puerta, aullando lastimeramen-te. A medida que pasaban los años, la situaciónse hacía cada vez más intolerable para Rip VanWinkle; el mal genio nunca mejora con la edady la lengua es el único instrumento cuyo filoaumenta con el uso. Durante algún tiempo seconsolaba, cuando debía abandonar el hogarconyugal, frecuentando una especie de club,abierto a todas horas, formado por todos lossabios, todos los filósofos, así como todas lasgentes que no tenían nada que hacer. Manten-ían sus sesiones en un banco, delante de unapequeña taberna, cuyo nombre derivaba de unrubicundo retrato de su Majestad Británica Jor-ge III(3). Acostumbraban sentarse a la sombra,durante los largos días de verano, hablandosobre las murmuraciones propias de una pe-queña ciudad o contando larguísimas y soporí-feras historias acerca de naderías. Eran dignosde los tesoros de un hombre de estado los pro-fundos comentarios y discusiones que tenían

Page 12: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

lugar allí, cuando por casualidad algún viajeroles dejaba alguna gaceta anticuada. ¡Con quéatención escuchaban a Derrick Van Bummelleerla en voz alta, arrastrando mucho las pala-bras! Es cierto que el lector era el dómine dellugar, hombre pequeñito, muy sabiondo ysiempre cuidadosamente vestido, que no seasustaba ante la palabra más larga del dicciona-rio. ¡Con qué sabiduría discutían los hechospúblicos, varios meses después de ocurridos! Las opiniones de esta junta de notables esta-ban bajo la influencia de Nicolás Vedder, pa-triarca de la villa y dueño de la taberna, a cuyapuerta estaba siempre sentado, desde la maña-na hasta la noche, moviéndose sólo lo estricta-mente necesario para evitar el sol y quedarsiempre bajo la protectora sombra de un árbol,con lo que los vecinos deducían la hora por suposición con tanta certidumbre como si fueraun reloj de sol. Es cierto que muy raras veceshablaba, pero en cambio fumaba continuamen-te su pipa. Sus discípulos (pues todo gran

Page 13: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

hombre los tiene), sin embargo, le entendíanperfectamente y sabían comprender sus opi-niones. Cuando se leía o se contaba algo que noera de su agrado, fumaba nerviosamente supipa, echando frecuentes bocanadas de humocon gesto de enojo; pero cuando le gustaba,inhalaba lentamente el humo y lo lanzaba for-mando nubes ligeras y plácidas. A veces llega-ba a sacarse la pipa de la boca, dejando que eloloroso humo girara en volutas alrededor de sunariz, inclinando la cabeza en señal de perfectoasentimiento. Su terrible esposa logró expulsar a Rip hastade este último reducto, pues muchas veces inte-rrumpió la serena tranquilidad de aquellaasamblea para expresar su opinión acerca decada uno de los presentes. Ni el mismo NicolásVedder estaba seguro ante la audaz lengua deaquella harpía, que le acusó públicamente defomentar la haraganería crónica de su marido. El pobre Rip llegó así a un estado de verda-dera desesperación; su única posibilidad de

Page 14: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

escapar al trabajo en su granja o a las vocifera-ciones de su mujer, consistía en tomar la esco-peta y recorrer los bosques. Allí se sentaba, a lasombra de un árbol, compartiendo el contenidode su mochila con el pobre Lobo, que gozaba detodas sus simpatías por ser copartícipe de sussufrimientos. «¡Pobre Lobo!», acostumbrabadecir, «tu ama te hace llevar una vida de pe-rros, pero no te preocupes, pues mientras yoviva no te ha de faltar un amigo que te ayude».Lobo meneaba la cola, miraba cariñosamente asu amo y si los perros pueden sentir piedad,estoy plenamente convencido de que respondíacon el mismo afecto a los sentimientos de suseñor. En uno de estos largos paseos, durante unbello día de otoño, Rip llegó sin darse cuenta auna de las más elevadas regiones de los Kaats-kill. Se dedicaba a su pasatiempo favorito: lacaza; en aquellas tranquilas soledades, el ecorepetía varias veces los disparos de su escopeta.Por encontrarse cansado, se tiró, ya muy entra-

Page 15: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

da la tarde, en un prado cubierto con hierbas dela montaña que terminaba en un precipicio.Desde allí podía divisar hasta gran distanciaparte de las tierras bajas. A lo lejos, distinguíael señorial Hudson, que avanzaba majestuosa-mente, reflejando en sus ondas una nubepurpúrea, o el velamen de alguna barca que sedeslizaba por su superficie de cristal, para per-derse luego en el azulado horizonte. Por el otro lado se veía un estrecho valle,cuyo suelo estaba cubierto con las piedras quehabían caído de la parte superior de la monta-ña. Los rayos del sol poniente difícilmente pe-netraban hasta su fondo. Durante algún tiem-po, Rip observó distraído la escena; avanzaba latarde; las montañas empezaban a arrojar susazules sombras sobre los valles; comprendióRip que sería completamente de noche cuandollegase a su casa y suspiró profundamente alpensar en lo que diría su mujer. Cuando se disponía a descender, oyó unavoz que lo llamaba: «¡Rip Van Winkle, Rip Van

Page 16: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Winkle!» Miró en todas direcciones, pero nopudo descubrir a nadie. Creyó que su fantasíale había engañado y se dispuso a bajar, cuandooyó nuevamente que le llamaban: «¡Rip VanWinkle! ¡Rip Van Winkle!» Al mismo tiempo,Lobo enarcó el lomo y gruñendo se refugió allado de su amo, mirando aterrorizado hacia elvalle. Rip sintió que un miedo vago se apode-raba de él, miró ansiosamente en la misma di-rección y pudo observar una extraña figura quesubía lentamente por las rocas, llevando unapesada carga sobre los hombros. Se sorprendióal ver un ser humano por aquellas soledades,pero creyendo que fuera alguno de sus vecinos,necesitado de su ayuda, se apresuró a socorrer-lo. Al acercarse, se sorprendió aún más por laextraña apariencia del desconocido. Era unhombre bajo, de edad avanzada, con pelo hirsu-to y barba grisácea. Vestía a la antigua usanzaholandesa. Llevaba sobre los hombros un pesa-do barril, que parecía estar lleno de licor; hacía

Page 17: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

señales a Rip para que se acercara a ayudarle.Aunque desconfiaba algo de su nuevo amigo,Rip acudió con su prontitud habitual y,ayudándose mutuamente, ascendieron por unestrecho sendero, que era aparentemente ellecho de un seco torrente. Mientras proseguíansu camino, Rip oyó algunas veces extraños rui-dos, como de truenos lejanos, que parecían salirde una estrecha garganta, formada por altasrocas, hacia la cual conducía el áspero senderoque seguían. Se detuvo un momento, pero cre-yendo que el ruido proviniera de una de esastormentas momentáneas tan frecuentes en lasalturas, prosiguió. Pasando por la estrecha gar-ganta, llegaron a una especie de anfiteatro, ro-deado de murallas de piedra perpendiculares,por encima de las cuales se asomaban algunasramas de árboles. Durante todo el camino, tan-to Rip como su compañero habían permanecidoen silencio, pues aunque el primero se admira-ba de que el segundo llevase un barril de licor aaquellas alturas, había algo extraño e incom-

Page 18: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

prensible en el desconocido que inspiraba res-peto e impedía la familiaridad. Al entrar en el anfiteatro, aparecieron nue-vos motivos de asombro. En el centro se encon-traba un grupo de extraños personajes que ju-gaban a los bolos. Estaban vestidos de una ma-nera realmente extraña y anticuada, que se pa-recía a la del guía de Rip Van Winkle. Tambiénsus caras eran peculiares: uno tenía una cabezalarga, una cara ancha y ojillos rodeados de gra-sa, como los de un cerdo; la cara de otro parecíaconsistir exclusivamente en nariz, y llevabasobre la cabeza un sombrero cónico, en cuyacúspide lucía una roja pluma de gallo. Todostenían barbas de las más diversas formas y co-lores. Uno de ellos parecía ser el jefe. Era uncaballero de edad provecta, muy alto, y cuyaapariencia demostraba que había pasado mu-cho tiempo al aire libre. Aquel grupo le recor-daba a Rip las pinturas de la antigua escuelaflamenca, que colgaban en el cuarto del párroco

Page 19: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

y que habían sido traídas de Holanda, en losprimeros tiempos de la colonia. Lo que extrañaba particularmente a Rip eraque aquellas gentes, aunque estaban divirtién-dose, ponían unas caras muy serias, manteníanun silencio sepulcral y formaban el más me-lancólico grupo de personas que Rip hubieravisto jamás. Nada interrumpía el silencio de la escena,excepto los bolos, que cuando rodaban produc-ían entre las montañas un ruido como de true-nos. Cuando Rip y su compañero se aproxima-ron, dejaron repentinamente de jugar y le ob-servaron con una mirada tan fija, más propia deuna estatua, y un aire tan extraño que el co-razón se le dio vuelta y se le echaron a temblarlas piernas. Su compañero vertió contenido delbarril en grandes copas e hizo señas a Rip paraque las repartiera entre los presentes. Obedecióasustado y temblando; los extraños personajesbebieron y continuaron su juego.

Page 20: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Gradualmente desapareció el miedo y laaprensión de Rip. Hasta se atrevió, cuando na-die le miraba, a probar aquella bebida, en lacual encontró el sabor de una excelente ginebra.Como era una naturaleza sedienta, pronto sesintió tentado a repetir el trago. Como no haydos sin tres, persistió en sus besos a la copa, contanta asiduidad que finalmente perdió el senti-do, le bailaron los ojos, inclinó gradualmente lacabeza y se durmió profundamente. Cuando sedespertó, encontróse otra vez en la verde pra-dera, desde la cual había distinguido por pri-mera vez al extraño viejo. Se frotó los ojos. Erauna mañana estival. Los pájaros saltaban entrelos árboles. Un águila volaba a gran altura, as-pirando el aire puro de la montaña. «Supongo»,pensó Rip Van Winkle, «que no habré dormidoaquí toda la noche». Recordó los extraños suce-sos ocurridos antes de que empezara a dormir-se: el desconocido que subía con un barril acuestas, la garganta entre las montañas, aquelanfiteatro rodeado de rocas, el juego de bolos,

Page 21: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

la copa. «¡Oh! ¡Aquella maldita copa!», pensóRip, «¿qué explicación le daré ahora a mi mu-jer?» Buscó su escopeta, pero en lugar de su armabien aceitada y limpia, encontró a corta distan-cia de donde estaba un caño enmohecido, quetenía roto el gatillo y la culata carcomida. Tam-bién Lobo había desaparecido, pero era probableque se hubiera escapado detrás de una liebre.Silbó y le llamó por su nombre, pero todo fueen vano: el eco repitió el sonido, pero el can noaparecía por ninguna parte. Se decidió a visitar el lugar de la fiesta de lanoche anterior y a pedir explicaciones a susocasionales compañeros acerca de su escopeta yde su perro. Al levantarse, comprobó que susarticulaciones no funcionaban como siempre.«Estas montañas no me convienen», pensó Rip,«y si esta fiesta me ha de obligar a guardar ca-ma con reumatismo, ¡vaya el escándalo que mearmará mi mujer!» Tuvo muchas dificultadespara caminar, pero al fin llegó al principio del

Page 22: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

sendero que la noche anterior habían seguido ély su compañero; con gran asombro suyo hallóque ahora era un verdadero río montañés, quesaltaba de roca en roca, formando cascadas deespuma. Intentó ascender por sus orillas, atra-vesando con gran trabajo los arbustos, que pa-recían extender ante él una red impenetrable. Finalmente, llegó al punto donde se abría lagarganta, pero no quedaban ni rastros de aquelcamino. Las rocas presentaban una superficiesólida y unida, por la cual descendía el torrenteformando una capa de espuma, cayendo en sulecho ancho y profundo. Aquí el pobre Rip nopudo proseguir. Otra vez silbé y llamó a superro. Nadie le respondió. ¿Qué hacer? Avan-zaba la mañana, y Rip sentía hambre, pues nose había desayunado. Le dolía perder su perroy su arma; además temía encontrarse con sumujer, pero no quería morirse de hambre en lasmontañas. Sacudió la cabeza, se puso sobre elhombro su descabalada escopeta y con el co-

Page 23: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

razón lleno de miedo y ansiedad se dirigió a sucasa. Al acercarse a la villa encontró diferentespersonas, todas desconocidas, lo que le sor-prendió sobremanera, pues creía conocer a to-dos los habitantes de aquella parte del país.También la manera como iban vestidas se dife-renciaba de aquella a la cual estaba acostum-brado. Todos le miraban con iguales demostra-ciones de sorpresa y, en cuanto le veían, se aca-riciaban la barbilla. La constante repetición deeste ademán indujo a Rip a hacer lo mismo, yobservó entonces con gran asombro suyo quetenía una barba de casi medio metro. Finalmente, llegó a los suburbios de la villa.Una tropa de chiquillos desconocidos corríadetrás de él gritando desaforadamente yburlándose de su barba. Los perros, ninguno delos cuales parecía conocerle, ladraban a su pa-so. La misma villa había cambiado: era másgrande y más populosa. Encontró hileras decasas que nunca había visto; además habían

Page 24: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

desaparecido muchos lugares familiares. Laspuertas tenían inscripciones de nombres desco-nocidos; se asomaban a las ventanas caras quenunca había visto; no podía reconocer nada. Lacabeza le daba vueltas, y llegó al extremo depreguntarse si él o la villa estarían embrujados.Ciertamente este era su lugar natal, del cualhabía salido el día anterior. Allí estaban losKaatskill; a una cierta distancia corría el platea-do Hudson; cada colina y cada valle se encon-traban precisamente donde debían estar. Ripestaba profundamente perplejo. «Esas copas deanoche -pensó- me han trastornado la cabeza». Lo costó bastante trabajo encontrar el cami-no hacia su casa, a la que se acercó lleno desobresalto, esperando oír a cada momento lavoz chillona de su mujer. La casa estaba en ruinas: el techo se habíadesplomado; no quedaba puerta ni ventana ensu sitio. Un perro famélico rondaba por allí.Como tenía un cierto parecido con Lobo, Rip lellamó por su nombre, pero el animal le mostró

Page 25: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

los dientes y siguió de largo. «¡Hasta mi mismoperro me ha olvidado!», dijo Rip con un suspi-ro. Entró en la casa, que, a decir verdad, la seño-ra Van Winkle había mantenido siempre limpiay en orden. Estaba vacía y aparentementeabandonada. Una intensa desolación se apo-deró de él. Llamó a gritos a su mujer y a sushijos. Resonó su voz en los cuartos vacíos ydespués reinó otra vez un silencio completo. Echó a correr en dirección a la taberna, peroésta también había desaparecido. En su lugar seelevaba un edificio de madera, muy amplio, defrágil apariencia, con ventanas irregularmentecolocadas, sobre cuya puerta había un letreroque decía: «Hotel Unión, de Jonatán Doolitle».En lugar del árbol, bajo el cual se albergabanlos ciudadanos de antaño, había ahora un granmástil, que en la punta tenía algo que parecíaser un rojo gorro de dormir, además de unabandera, conjunto de estrellas y barras, que eracompletamente extraño e incomprensible. Re-

Page 26: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

conoció la rubicunda cara del rey Jorge, perotambién ésta había sufrido una metamorfosissingular. En lugar de la casaca roja, llevaba otraazul, tenía una espada en la mano, en lugar deun cetro y debajo del cuadro decía en grandescaracteres: general Washington. Cerca de la puerta se encontraba un grupode personas, pero Rip no pudo reconocer a nin-guna de ellas. Parecía que hubiera cambiadohasta el carácter de la gente. Hablaban con untono discutidor y gritón, como si estuvieranengolfados en algún asunto importante, en lu-gar de la acostumbrada flema y soñolientatranquilidad de antaño. Buscó en vano al sabioNicolás Vedder, el de la ancha cara, la doblemandíbula y la larga pipa holandesa, que acos-tumbraba fumar en vez de echar discursos ton-tos, o a Van Bummel, el maestro de escuela, queles leía en voz alta el contenido de una viejagaceta. En lugar de aquellas gentes, a las queestaba acostumbrado, un hombre flaco, de as-pecto bilioso, echaba una vehemente arenga

Page 27: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

acerca de los derechos de los ciudadanos, laselecciones, los miembros del Congreso, la liber-tad, los héroes del 66 y muchas otras cosas más,que para el extrañado Rip Van Winkle sonabancomo si se las dijeran en chino. La aparición de Rip Van Winkle con su largabarba gris, su herrumbrosa escopeta, su trajedesarreglado, y una procesión de mujeres y dechiquillos detrás de él, pronto atrajo la atenciónde aquellos políticos de taberna. Se agruparon asu alrededor, observándole de pies a cabezacon gran curiosidad. El orador se apoderó de ély, llevándole aparte, le preguntó por quién ibaa votar. Rip le echó una mirada estúpida por loinexpresiva. Otro hombrecillo, que se movíaágilmente como una ardilla, le arrastró por elbrazo y, poniéndose en puntas de pies, le pre-guntó al oído si era federal o demócrata. Rip seencontró igualmente imposibilitado de respon-der a esa pregunta, pues no la entendía tampo-co. Un anciano caballero, que se daba muchaimportancia, se abrió paso a través de la multi-

Page 28: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

tud, apartándola a derecha e izquierda con suscodos, se plantó delante de Van Winkle, y conuna mirada que parecía querer penetrarle hastael fondo del alma, le preguntó en tono austerocómo se le ocurría venir a una elección portan-do armas, con una muchedumbre detrás de él ysi era su intención armar un escándalo en lavilla. -Ay, señores -dijo Rip algo asustado-. Yo soyhombre de paz, nacido en esta villa y fiel súbdi-to de nuestro señor, el rey Jorge, a quien Diosguarde. Los circunstantes estallaron en exclamacio-nes: «¡Un espía! ¡Un refugiado! ¡Fuera con él!»Con gran dificultad, aquel anciano caballero,que se daba tanto pisto, logró restablecer elorden. Con un fruncimiento de cejas, que indi-caba una austeridad diez veces mayor, pre-guntó a aquel malhechor desconocido a quéhabía venido allí y qué buscaba. El pobre Ripaseguró humildemente que no tenía ningunamala intención y que venía a buscar algunos de

Page 29: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

sus vecinos que acostumbraban frecuentar lataberna. -¿Quiénes son? Nómbrelos. Rip pensó un momento y luego preguntópor Nicolás Vedder. Reinó silencio durante un momento, inte-rrumpido finalmente por un anciano, que convoz quebradiza exclamó: «¿Nicolás Vedder?Murió hace dieciocho años. Hasta hace pocotiempo todavía quedaba en el cementerio unatabla con su nombre, pero ya ha desaparecido». -¿Dónde está Brom Dutcher? -Ese ingresó en el ejército, al principio de laguerra; algunos dicen que fue muerto duranteel ataque a Stony Point; otros que se ahogó du-rante una tempestad. De todas maneras, nuncavolvió. -¿Dónde está Van Bummel, el maestro deescuela? -También se fue a la guerra. Ahora formaparte del Congreso.

Page 30: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Al pobre Rip se le subía el corazón a la bocaal oír todos estos tristes cambios, experimenta-dos por su familia y sus amigos. Se encontrabasolo en el mundo. Todas las respuestas leasombraban por referirse a tan enormes espa-cios de tiempo y a cosas que no podía entender:la guerra, Stony Point, el Congreso. Ya no teníavalor para preguntar acerca de sus amigos, sinoque gritó desesperado: -¿No conoce nadie aquí a Rip Van Winkle? -¡Oh!, ¡Rip Van Winkle! -exclamaron algu-nos-; claro, Rip Van Winkle está allí apoyado enun árbol. Rip miró y vio una reproducción exacta de símismo cuando se fue a las montañas. Por loque se veía, seguía siendo tan haragán comosiempre y su desastrado traje no había cambia-do nada. El pobre Rip estaba completamenteconfundido. Dudaba de su propia identidad yno sabía si él era él o cualquier otra persona. Enmedio de su confusión, oyó que el anciano ca-ballero le preguntaba su nombre.

Page 31: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

-¡Sólo Dios lo sabe! -exclamó sin saber yaqué pensar ni qué decir-. Yo no soy yo. Yo soyotro. Es decir, yo estoy allí. No, es otro que seha metido en mis zapatos. Hasta anoche, yo erayo, pero me dormí en las montañas y me cam-biaron hasta la escopeta. Quiero decir, todo hacambiado. Yo he cambiado y no puedo decirquién soy ni cómo me llamo. Los circunstantes empezaron a mirarse losunos a los otros y a hacer girar los dedos sobrelas sienes. En voz baja, se dijeron que era mejorsacarle la escopeta para evitar que hiciera algúndisparate, al oír lo cual el anciano caballero, quese creía muy importante, retiróse con ciertaprecipitación. En este momento crítico, unamujer que acababa de llegar se abrió paso através de la muchedumbre, para poder obser-var a Rip. Tenía en los brazos un chiquillo decara redonda, que, al verle, comenzó a gritar.«¡Vamos, Rip! -exclamó ella-, ¡tonto!, ese hom-bre no te va a hacer daño! El nombre del niño,

Page 32: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

el aspecto de la madre, el tono de su voz, tododespertó en Rip numerosos recuerdos. -¿Cómo se llama usted, buena mujer? -lepreguntó. -Judit Gardenier. -¿Cómo se llamaba su padre? -Rip Van Winkle, ¡pobre hombre! Hace vein-te años que desapareció en las montañas con suescopeta y desde entonces nadie ha sabido másde él. Su perro volvió solo a casa. No sabemossi se mató o si se lo llevaron los indios. Yo eraentonces muy pequeña. A Rip le quedaba tan sólo una pregunta porhacer, la que formuló con voz temblorosa: -¿Dónde está ahora su madre? -Murió hace muy poco tiempo. Sufrió unataque consecuencia de una discusión que tuvocon un vendedor ambulante que venía de Nue-va Inglaterra. Por lo menos con esto oía algo reconfortante.El honrado Rip no pudo contenerse más tiem-po. Abrazó a su hija y a su nieto.

Page 33: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

-Yo soy tu padre. ¿No conoce aquí nadie alviejo Rip Van Winkle? Todos se quedaron asombrados, hasta queuna anciana salió de entre la multitud con pasotembloroso y, poniéndose la mano delante delos ojos, para ver mejor, exclamó: «¡Claro!, esRip Van Winkle. ¡Es el mismo! Bienvenido, ve-cino. ¿Dónde has estado todos estos años?» Rip acabó pronto de contar su historia, puespara él aquellos veinte años se reducían a unasola noche. Los vecinos se asombraron al oírlereferir tan extraña historia; algunos se hicieronmutuamente señas; el anciano caballero que secreía importante y que había vuelto en cuantopasó la alarma, sacudió la caza, al ver lo cualtoda la asamblea hizo lo mismo. Se decidió preguntar la opinión del viejoPedro Venderdonk, a quien vieron venir len-tamente por el camino. Descendía del historia-dor del mismo nombre, que escribió una de lasprimeras crónicas de la provincia. Era él elhabitante más viejo de la villa; estaba versado

Page 34: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

en todos los sucesos maravillosos y tradicionesde la vecindad. Reconoció a Rip enseguida ycorroboró su historia de la manera más satisfac-toria. Aseguró a los presentes que era un hecho,transmitido de padres a hijos, que los Kaatskillhabían sido siempre refugio de extraños seres.Se afirmaba que el gran Hendrick Hudson(4), eldescubridor del país y de la comarca, manteníaallí una especie de vigilancia, visitando la re-gión cada veinte años y vigilando el río y lagran ciudad que llevaba su nombre. El padrede Vanderdonk los había visto una vez, en susantiguos trajes holandeses, jugando a los bolos,en un rincón de la montaña; él mismo habíaoído una vez durante el verano el ruido de susjuegos, que sonaban como truenos lejanos. Loscircunstantes se dispersaron y volvieron a laelección, que era más importante. La hija de Riple llevó a su casa a vivir con ella: habitaba unelegante chalet bien amueblado que compartíacon su marido, un hacendado enérgico y opti-mista, a quien Rip reconoció como uno de los

Page 35: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

chiquillos que acostumbraban jugar con él. Enlo que respecta al hijo y heredero de Rip, queera la misma estampa de su padre, y que éstehabía visto apoyado en un árbol, se decidióemplearlo en trabajar la hacienda, pero de-mostró una predisposición hereditaria a pre-ocuparse de sus propios asuntos. Rip reanudó sus viejos paseos y costumbres;pronto encontró muchos de sus antiguos com-pañeros, aunque el tiempo no los había hechomejores, por lo cual nuestro personaje preferíahacerse amistades entre la joven generación,que pronto le consideró uno de sus favoritos. No teniendo nada que hacer en casa, yhabiendo llegado a aquella feliz edad en que unhombre puede impunemente dedicarse a laholgazanería, ocupó una vez más su lugar en elbanco de la taberna, donde se le reverenciabacomo uno de los patriarcas de la villa y unacrónica viviente de los viejos tiempos «antes dela guerra». Pasó algún tiempo antes de que pu-diera encontrar el método actual de murmura-

Page 36: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

ción o pudiera comprender los extraños hechosque habían ocurrido durante su sueño: la gue-rra, la liberación del yugo de Gran Bretaña y lacircunstancia de que ahora, en vez de ser unsúbdito de su majestad Jorge III, era un libreciudadano de los Estados Unidos. Rip no eraningún político; las transformaciones de losEstados y de los imperios le hacían muy pocaimpresión; había una especie de despotismobajo el cual había gemido durante muchosaños: la dictadura de las faldas. Felizmente, esohabía terminado, había logrado sacudir el yugodel matrimonio, y podría entrar y salir sin te-mor a la tiranía de la señora Van Winkle.Cuando se mencionaba su nombre, sin embar-go, meneaba la cabeza, se encogía de hombrosy bajaba la vista, lo que podía pasar por unaexpresión de resignación ante su suerte o dealegría por su liberación. Acostumbraba contar su historia a todos losextraños que llegaban al hotel de Doolittle. Alprincipio, algunos oyentes observaron que va-

Page 37: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

riaba en diversos puntos, lo que se debía indu-dablemente a que acababa de despertarse. Fi-nalmente llegó a contarle exactamente cómo yolo he relatado aquí; todo hombre, mujer o niñode la vecindad lo conocía ya de memoria. Al-gunos pretendían dudar de la realidad de lanarración e insistían en que Rip había estadoloco. Sin embargo, casi todos los viejos habitan-tes holandeses de la villa le daban entero crédi-to. Hoy mismo, en cuanto oyen truenos, en unatarde de verano, alrededor de los Kaatskill,dicen que Hendrick Hudson y su tripulaciónestán dedicados a jugar a los bolos; en la vecin-dad, cuando un marido a quien le ha tocadouna mujer demasiado dominadora siente lopesado de su situación, desea beber un buentrago de la misma copa de Rip Van Winkle. NOTA. -Es de sospechar que el relato ante-rior haya sido sugerido al señor Knickerbockerpor una superstición alemana acerca del empe-rador Federico Barbarroja(5) y las montañas deKiffhäuser(6). Sin embargo, la nota agregada a

Page 38: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

este relato demuestra que es un hecho referidocon su usual fidelidad: «La historia de Rip VanWinkle puede parecer increíble a muchos, apesar de lo cual la creo verdadera en todos suspuntos, pues nuestras colonias holandesas hansido siempre escenario de hechos y aparicionesmaravillosas. Yo mismo he escuchado historiasmás extraordinarias que ésta en las villas situa-das a lo largo del Hudson, todas las cuales erantan auténticas que no admitían la más mínimaduda. Yo mismo he hablado con Rip Van Win-kle, quien, cuando le vi por última vez, era unvenerable anciano, tan perfectamente lógico yconsistente en todos los puntos, que no puedosuponer que ninguna persona consciente pu-diera negarse a creerle. He visto un certificadodel juzgado de paz sobre esta materia, firmadocon una cruz, en la propia caligrafía del juez.Por consiguiente, la historia está fuera de todaduda.»D. K.

Page 39: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

Post scriptum. -En lo que sigue transcribimosalgunas notas de viaje del señor Knickerbocker: «Las montañas Kaatsberg o Catskill, como sellaman ahora, han sido siempre una región le-gendaria. Los indios creían que allí moraban losespíritus que reinan sobre el tiempo, que espar-cen las nubes o los rayos del sol, y que conce-den abundantes o escasas estaciones de caza.Estaban sometidos a un viejo espíritu femenino,que, según ellos, era su madre. Esa mujer seaposentaba en el pico más alto de los Catskill,desde donde abría y cerraba las puertas del díay de la noche, siempre a la hora conveniente.Suspendía la luna nueva en los cielos y trans-formaba las otras en estrellas. En los tiempos desequía, si los sacrificios que se le ofrecían erande su agrado, hilaba ligeras nubes de verano,con telas de araña y rocío de la mañana y lasmandaba a las crestas de las montañas, copopor copo, como si fuera algodón cardado, flo-

Page 40: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

tando en el aire, hasta que, disolviéndose por elcalor del sol, descendían a la tierra en suaveslluvias, que hacían renacer los pastos, madurarlos frutos y crecer rápidamente el maíz. Si, porel contrario, las ofrendas no le placían, soplabanubes negras como la tinta, sentándose en me-dio de ellas, como una araña en medio de sured, y cuando estas nubes descendían, ¡ay delos valles! »En tiempos antiguos vivía una especie deManitú o espíritu que tenía su morada en lomás recóndito de los Catskill y que se complac-ía en hacer toda clase de males a los pieles ro-jas. Algunas veces tomaba la forma de un oso,una pantera, o un ciervo, y conducía al extra-ñado cazador por intrincados bosques o entrepeñascales, hasta que el piel roja se encontrabaal borde de un precipicio o de un impetuosotorrente. »El escondite favorito de este Manitú semuestra todavía hoy al excursionista curioso.Es una gran roca, que por la vegetación silves-

Page 41: Rip Van Winkle¡sicos en Español/Washington... · gran sistema orográfico de los Apalaches. Se les ... En aquella misma villa y en una de esas mismas casas ... tratando de pescar

tre que la adorna se llama el Jardín Rocoso.Cerca se encuentra un pequeño lago. Los indiosrespetaban mucho este lugar, tanto que el másaudaz cazador no perseguía su presa hasta allí.Sin embargo, uno, perdido en las montañas,penetró una vez en él, donde recogió un bejucode los que crecían en aquel lugar. En su prisapor abandonar el paraje, lo dejó caer entre lasrocas, donde se formó un gran río que learrastró entre precipicios, deshaciéndole enpedazos y abriéndose camino hasta el Hudson,hacia el cual va fluyendo hasta el día de hoy.Trátase del mismo río que se conoce con elnombre de Kaaters-kill.»