22
C RISIS Y ENCRUCIJADA DE LA NoVELA ACTUAL / Santos Sanz Villanueva n vistazo epidérmico y panorá- mico sobre la novela española actual revela una situación compleja y contradictoria. Por un lado, aumenta el interés de los lectores, a tenor de encuestas y cifras de venta. Por otro, proliferan absurdas y repetitivas narraciones históricas y variantes espurias de la novela criminal que copan buena parte de la difusión del género y corroboran la impresión de que el mercado es la última seña de identidad de la hora presente. Las listas de libros más vendidos demuestran el cuasi monopolio, mes tras mes, año tras año, de mediocres productos de consumo. Sin embargo, tampoco falta esa literatura atenta y exigente representada por los veteranos Luis mateo Díez o Javier marías, por belén Gopegui y su obra en marcha o el recién llegado Isaac Rosa, dando solo unos pocos nombres y de diferentes tendencias, que obtienen bastante amplia atención. Es curioso constatar, sin embargo, que, desde el punto de vista de la recepción por el lector común, cualquiera de estos narradores se percibe en un plano de igualdad con estajanovistas del best seller como César Vidal o matilde Asensi * . El estado presente de nuestras letras se puede sintetizar, en suma, como la tensión entre una “literatura fuerte”, según la fórmula U lag ina H 145 C RISIS Y ENCRUCIJADA DE LA NoVELA ACTUAL * Retoco y amplío el artículo “La novela en una encrucijada” recogido en el libro colectivo La novela española ante el siglo XXI (Madrid, Centro Cultural de la Villa, 2004) que no llegó a tener presencia pública alguna. www.elboomeran.com

RISIS Y ENCRUCIJADA DE LA NoVELA ACTUAL …€¦ · la novela criminal que copan buena parte de la difusión del género y ... ejercicio oportuno contemplar qué alternativas,

Embed Size (px)

Citation preview

C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L /Santos Sanz Villanueva

n vistazo epidérmico y panorá-mico sobre la novela españolaactual revela una situación

compleja y contradictoria. Por un lado, aumenta el interés de loslectores, a tenor de encuestas y cifras de venta. Por otro, proliferanabsurdas y repetitivas narraciones históricas y variantes espurias dela novela criminal que copan buena parte de la difusión del género ycorroboran la impresión de que el mercado es la última seña deidentidad de la hora presente. Las listas de libros más vendidosdemuestran el cuasi monopolio, mes tras mes, año tras año, demediocres productos de consumo. Sin embargo, tampoco falta esaliteratura atenta y exigente representada por los veteranos Luismateo Díez o Javier marías, por belén Gopegui y su obra enmarcha o el recién llegado Isaac Rosa, dando solo unos pocosnombres y de diferentes tendencias, que obtienen bastante ampliaatención. Es curioso constatar, sin embargo, que, desde el punto devista de la recepción por el lector común, cualquiera de estosnarradores se percibe en un plano de igualdad con estajanovistas delbest seller como César Vidal o matilde Asensi*.

El estado presente de nuestras letras se puede sintetizar, ensuma, como la tensión entre una “literatura fuerte”, según la fórmula

U

lapágina H 145C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

* Retoco y amplío el artículo “La novela en una encrucijada” recogido en el librocolectivo La novela española ante el siglo XXI (Madrid, Centro Cultural de la Villa, 2004)que no llegó a tener presencia pública alguna.

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 145

www.elboomeran.com

de J.A. González Sainz (así titula, “Por una literatura fuerte”, sucombativo artículo recogido en La novela española ante el sigloXXI), y una literatura para el consumo. un par de términosconvienen al propósito de definir tal estado de cosas: crisis yencrucijada. El Diccionario de la RAE define crisis en su cuartaacepción como “momento decisivo de un negocio grave y deconsecuencias importantes”. Dejando aparte si el “negocio” literarioes grave, trivial o secundario, viene este término como anillo aldedo para sintetizar la situación en que la novela se juega mucho aldebatirse entre la continuidad de un ayer poco satisfactorio y unmañana todavía sin perfil claro. Crisis forma en esta ocasión,además, inseparable pareja con encrucijada, que significa, en laprimera acepción del mismo diccionario, “Lugar en donde secruzan dos o más calles o caminos”, y, en la tercera: “Situacióndifícil en que no se sabe qué conducta seguir”. Encrucijada y crisisdescriben el estado actual de la novela, y no sólo de la española:múltiples caminos se requieren para su desarrollo y su “situacióndifícil” provoca incertidumbres acerca de su porvenir.

Dicha situación no plantea nada históricamente novedoso.Hace un siglo se manifestaban opiniones que parecen dichas ahoramismo. Azorín pensaba que la novela era un género abierto que nohabía cerrado su recorrido: “Dista mucho, dista mucho de haberllegado a su perfección la novela”, escribe en La voluntad. Esto seafirma en 1902. En 1903, Ramón Pérez de Ayala observa, enPequeños ensayos, la consecuencia del carácter inconcluso delgénero. En la novela, aprecia,

se ha llegado al triunfo completo del individualismo atómico, apartir de la bancarrota de la escuela naturalista. Hoy cada autorescribe sus novelas sin prejuicios de técnica ya definida, nipreocupaciones de bando, y el público los alienta a todos. No hayuna novela concebida específicamente y que predomine comoescuela de moda sobre todas las demás; hay una novela in genereque cada cual entiende a su modo.

146 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 146

www.elboomeran.com

C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L lapágina H 147

Agreguemos algo bien sabido para cerrar el diagnóstico de unasituación actual tan sorprendentemente semejante a la pasada: en1924 aventuraba ortega y Gasset en Idea de la novela la dificultad deque el género subsistiera en su modo tradicional; requería radicalestrasformaciones, pues, según el pensador, ya no quedaba muchorecorrido para una forma que había agotado sus posibilidades.

Semejantes incertidumbres, aunque con otros signos,marcados por la época, menudean en nuestro tiempo. un debatevivo a finales del ochocientos, qué género merecía mayorpreeminencia social, se ha solventado de manera irreversible afavor de la novela. Antes de mediados de la pasada centuria sehabía convertido ya en el indiscutido género mayoritario. Eldebate no ha desaparecido, sin embargo, y subsiste con un perfilinédito. Ahora afecta a la cualidad artística de la novela,enfrentada a su condición cada día mayor de producto industrial.La disyuntiva estaría entre la novela literaria y lo que LuisLandero llama la novela dineraria en el citado colectivo La novelaespañola ante el siglo XXI.

La cualidad comercial de la novela ha alcanzado un estatuspúblico tan fuerte que incluso se presta al cínico reconocimientode tal estado de cosas. Con frívolo desparpajo lo admite unnarrador cuando quería bien serio, Terenci moix, en Chulas yfamosas. Hablan con ánimo provocador en la curiosa cita quecopio de esta despendolada fábula un novelista (llamado el Autor,desdoblamiento inequívoco del propio moix) y un personaje:

—[...] Figúrese: la editorial ha programado Chulas y famosaspara septiembre, estamos empezando el verano y todavía noencuentro el tema.

—Perdone, pero esto que me cuenta es como vender el aceiteantes de plantar el olivo. ¿Cómo se puede programar una cosa queno existe?

Con revelador sarcasmo, sentencia el Autor (y, claro, el autor):

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 147

www.elboomeran.com

—Hoy en día el libro empieza a ser posterior a los albaranes.Que después salga una obra maestra depende del departamentocomercial. (p. 146)

Esta iconoclasta hipérbole pone el dedo en la llaga de uno de losproblemas presentes. La alternativa sería deslindar la novela en doscampos separados por un foso. En uno de ellos crecería la novelacomercial, de consumo. En el otro florecería la novela de los artistas,creadores puros, o, como suele decirse con boba frase hecha, autoresde culto. Sendos territorios tendrían sus propios habitantes, loslectores de calidad, uno; el vulgo al que hay que hablarle en necio, elotro. Esta separación en novela mayoritaria y minoritaria, además,no garantiza mucho. Aparte de que ni lo mayoritario haya deprovocar por esencia desconfianza, ni lo minoritario lleve inherenteel certificado de calidad, desde hace tiempo asistimos aldebilitamiento de las fronteras entre lo popular y lo culto, lo fácil ylo exigente, que permite amplia difusión a narradores un tantominoritarios. Pienso en Javier Cercas, Rafael Chirbes, JesúsFerrero, Gustavo martín Garzo, Ignacio martínez de Pisón,Alberto méndez, Antonio orejudo, José ovejero, Ramiro Pinilla,Álvaro Pombo o Antonio Soler, a quienes acompañan en estesentido otro buen número de autores. A la vez, la marginalidadpuede ser la coartada aducida por una literatura incapaz de conectarcon un público algo amplio. Es asunto que dentro de la propiaficción plantea miguel Sánchez-ostiz. El narrador de La nave debaco se explaya de esta manera con reticencias críticas hacia lasobras que andan fuera del circuito comercial:

El jambeta aquel quería algo nuevo, una editorial nueva paraverdaderos lectores [...] y para verdaderos escritores, una editorialmarginal, decía, para ganar dinero: “En Nueva York se llevamucho”.

Porque según él, el dinero iba a estar a partir de entonces en lamarginalidad. La gente se iba a dar de bofetadas por comprar todo

148 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 148

www.elboomeran.com

lo que quedaba al margen de las grandes editoriales, de las grandessuperficies, que es de donde le habían echado por incapaz. (p. 47)

Tanto lo mayoritario como lo minoritario comparten, sinembargo, una experiencia común. A ambos les afecta lareactualización, asumida por el postmodernismo, de la antiguaincertidumbre relativa a la posibilidad de que el propio géneronovelesco sea factible en nuestro tiempo. Este asunto tiene tanplena actualidad —luego volveremos a él al preguntarnos por laanunciada muerte de la novela— que rebasa las preocupaciones delos teóricos para incorporarse incluso al propio texto novelesco.Alejandro Cuevas (1973), novelista de la penúltima promoción,dispone en La peste bucólica un simpático juego de “narradores asueldo” que debaten dentro de la misma trama novelesca acerca deesa su ocupación profesional. uno de ellos, un tal Kovalsky, rebatede la siguiente manera al colega que ha puesto objeciones a unaobservación tópica:

—¿originalidad? No seáis ingenuos. Todas las historias ya hansido contadas y, lo que es peor, todas las vidas ya han sido vividas.Nosotros estamos abocados a la parodia, al paroxismo, a laparáfrasis. (p. 80; subrayado mío)

Cuevas apunta algo bastante claro para mucha gente denuestros días: que hoy no puede apostarse a favor de la creatividadsin muchas reservas. Esta desconfianza, tampoco inédita en elcurso de la historia, constituye otro signo evidente de laencrucijada actual en la que conviven rasgos peculiares delmomento esperanzadores y sombras preocupantes. Por eso pareceejercicio oportuno contemplar qué alternativas, dando porsupuesto que existen, permitirían la salida de una situacióndeteriorada al entender de muchos. Haré una sumariaenumeración del puñado de caracteres que distinguen la realidadde la novela española a comienzos del presente milenio:

lapágina H 149C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 149

www.elboomeran.com

—Sustitución de objetivos esenciales de la creación por metassecundarias. búsqueda del éxito: una mayoría de escritorespersiguen la fama antes que la obra bien hecha. búsqueda derentabilidad económica: Jorge Edwards ha aportado su personaltestimonio de un rumor extendido; los escritores cuando se reúnenhablan más que antes de dinero, contratos, ventas, y mucho menosde libros (“Costumbres de la tribu”, El País, 15/12/08).

—La novela está predominantemente en manos de editores aquienes preocupa sólo la difusión, que anteponen a toda costa a losvalores culturales.

—Presencia decisiva de un nuevo factor, el agente literario, quedistorsiona la cadena literaria tradicional, constituida por autor,editor y lector.

—Conversión de la novela en producto industrial regido por lasleyes del mercado y del consumo masivo. La presencia ubicua deuna obra en los circuitos de la distribución ha adquirido laconsideración de garantía de solvencia. El propio mercado secoloca en la cima de la jerarquía de valores, los que sean, pero muydistintos de los representativos de la tradición humanística.Repárese en un dato sintomático. una novela no se recomiendapor sus méritos intelectuales o artísticos sino con el siguienteargumento utilizado en la publicidad de algunas obras: “Libroanunciado en televisión”.

—Sustitución de las viejas mediaciones (en especial de lacrítica) por mecanismos de promoción comercial, por el marketingy otras formas de propaganda, en consonancia con lo indicado enel punto anterior.

—Auge y multiplicación de los premios literarios, que se hanconvertido en un rasgo diferencial de la cultura española. A la vezque alcanzan dotaciones económicas elevadas han perdido suprimitivo sentido cultural y se han transformado en purosmecanismos publicitarios. Producen confusión en la sociedadlectora al promocionar por igual autores de calidad y merosredactores de fábulas anodinas. Con justificada malicia se ha dicho

150 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 150

www.elboomeran.com

que el declive de la novela española reciente comenzó al conseguirJuan benet, representante máximo de la alta literatura, el puestode finalista en el Planeta.

—Renovación de la oferta a ritmo vertiginoso. Presenta diversosflancos o variantes. La novedad se ofrece como alternativa quedesplaza lo anterior. Adopta los criterios y los ritmos de la moda.Las novedades se “queman” al igual que los productos perecederos.No se da tiempo a que se consoliden los autores. La presentación y“consagración” de los autores se produce en un plazo muy breve.basta para comprobarlo con contraponer lo que (por lo general ysalvando algunas excepciones) se tardaba a tener imagen deescritor reconocido y asentado durante el medio siglo de la pasadacenturia frente a lo que ocurre en nuestros días. Los propiosautores sufren el espejismo de creer que han alcanzado la gloriaduradera por la efímera repercusión mediática de un premio (casomuy notorio, aunque no excepcional, las declaraciones de Pedromaestre tras darse a conocer con el Nadal).

—Renovación no solo de obras (productos) sino también decreadores. Cada poco surgen nombres nuevos, publicitados conénfasis, para mantener viva la oferta.

—La renovación constante de nombres impulsa la actividad delos escritores ya conocidos en función de sostener su presencia enel mercado. El novelista que quiere sobrevivir tiene quemantenerse en permanente actualidad dando de manera regularnuevos títulos, al margen de su ritmo natural de creación. Esteobjetivo se consigue no con obras originales sino medianterecolecciones de relatos o artículos. Produce una anormalinflación editorial.

—Con algo de lo apuntado tiene que ver un cambio capital en lapercepción del sentido de lo literario. Lo literario se ha concebidodesde tiempos remotos como expresión del espíritu humano convoluntad intemporal. Parte importante de la nueva literaturarenuncia a este alcance y a la perdurabilidad de la creación. Josémaría Pozuelo considera el problema de mayor calado hoy día lo

lapágina H 151C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 151

www.elboomeran.com

que llama con acertada expresión el “síndrome de la actualidad”.Apunta Pozuelo en “Los aliados del lector” (artículo tambiénrecogido en La novela española ante el siglo XXI) como unaamenaza muy grave la fungibilidad de la novela actual, el hecho deque se consuma con el uso.

—Ciertos valores espurios se imponen como criterio derecepción de calidad. Anoto dos generalizados. uno, la brevedad.Se estima que constituye un valor actual intrínseco. El tiempopresente exige lo conciso y simple. Lo extenso pertenece a otraépoca y está anticuado. De ahí los estragos que viene causandomonterroso, al haberse convertido una forma original en “moda”,la del microrrelato o el relato hiperbreve, que, con las excepcionesque se quieran, se salda con harta frecuencia con textos cercanos ala ocurrencia, la trivialidad o el chiste. (También debe anotarseuna reacción contraria a la brevedad que ha estimulado la novelacaudalosa como medio de los autores para mostrar sus poderes).otro, la juventud. Deja de suponer un rasgo accidental del autorpara convertirse también en valor intrínseco. Ambos valores, falsoscomo tales, tienen puros objetivos comerciales: el primero, captarcompradores por medio de una literatura que exige poco esfuerzo;el segundo, atraer a extenso un sector de consumidores bastantealejado de lo literario.

Supone gran dificultad deducir un balance de este rosario desíntomas, varios bien inquietantes. Según algunos observadores,pasamos una época catastrófica en lo relativo a la situación actual dela novela en nuestro país. Tal apreciación no se sostiene, sinembargo, si se atiende a las novedades que los escaparates de laslibrerías han ido ofreciendo al interesado en el primer decenio delpresente siglo. En estas fechas han visto la luz las más que notablesmemorias de José manuel Caballero bonald y Juan marsé hasumado buenas piezas a su narrativa hecha con dolor y piedad. En elmismo tiempo han asentado su perfil definitivo valiosos narradoresde la última promoción surgida en el franquismo: Luis mateo Díezha redondeado su original visión literaria del pesimismo existencial,

152 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 152

www.elboomeran.com

José maría merino ha profundizado en las relaciones entre realidady fantasía, Javier marías ha rematado la ambiciosa empresaintelectual de Tu rostro mañana, Eduardo mendoza ha proseguidosu narrativa postmoderna, aun sin haberle añadido ningún títulofundamental. En estos dos lustros han confirmado una escriturameritoria y seria los narradores que tomaron el relevo literario unavez restablecida la democracia en sucesivos jalones: Antonio muñozmolina, Rafael Chirbes, Enrique Vila-matas o benjamín Prado. Esdifícil encontrar periodos del pasado de semejante extensión queofrezcan un censo tan notable de narradores valiosos. De tal modo,no parece justo acentuar la sensación de crisis hasta el derrotismoque suele impregnar las crónicas.

Este breve repertorio de autores revela además la gran variedadde temas y de planteamientos que coexisten en nuestra narrativade ahora. En realidad, abarca la amplia gama de lo literario, desdelo artístico hasta lo comunicativo: la escritura vanguardista deJavier Pastor, la culturalista de Vila-matas, la metaliteraria delhispano-chileno Roberto bolaño, la que estiliza el relato clásico demarsé, la sociológica de Vázquez montalbán, la reflexiva de belénGopegui, la ensayística y directamente ideológica de Isaac Rosa,la enraizada en la tradición literaria de benjamín Prado, laneogaldosiana de Almudena Grandes, la popular de Arturo Pérez-Reverte o la “postpoética” de Fernández mallo, por ponerlealgunos nombres significativos a semejante diversidad.

Todos los posibles caminos de lo narrativo se entrecruzan en laépoca actual, según se desprende de los narradores recién citados.Si ello nos pone ante el riesgo de reproducir la dispersiónatomística que percibía Pérez de Ayala hace una centuria, tambiénsupone que estamos ante una narrativa viva que asume el desafíode encontrar nuevos caminos, y afronta la búsqueda de formaspertinentes a las múltiples innovaciones que marcan la vida en estaera de cambios tecnológicos y sociales casi impensables hace nada.

Estamos asistiendo a un fenómeno verdaderamente nuevo,propio de nuestros días, y de cuyo alcance a medio y largo plazo

lapágina H 153C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 153

www.elboomeran.com

poco puede decirse. Se trata de algo que resulta capital subrayar,el progresivo e irreversible establecimiento de unos nuevos hábitosde recepción de lo narrativo. Los códigos de lectura de la ficcióninteriorizados de manera irreflexiva por los lectores eran hastahace poco los propios de la narrativa literaria y libresca. Desdehace un tiempo, los ciudadanos de los países industrializadosestamos asumiendo, también de forma involuntaria, códigos queproceden de otras fuentes. Las más importantes en el presentepróximo radican en el cine, las series de televisión o el video clip. Yahora mismo ha surgido con fuerza arrasadora la comunicación enla Red con las imprevisibles mudanzas que entraña la sustituciónde la expresión trabada del mundo (propia de casi toda la historiade la novela hasta la fecha, si se exceptúan un par de momentos defervor vanguardista) por el mensaje fragmentario o inarticulado delos blog o de twitter. Con estos fenómenos se relaciona unaconstante de nuestros días, la narración literaria de cortecinematográfico, bien porque utilice procedimientos propios deeste arte, bien porque incluso se acerque al guión del cine. Dehecho, no pocas novelas actuales están ideadas para su fáciladaptación a la pantalla, grande o pequeña. En el aire quedacuánto haya en ello de alerta hacia nuevas necesidades expresivas ycuánto de oportunismo. En cualquier caso, debe notarse que partede los novelistas actuales (entre ellos, de modo muy destacado, elrecién fallecido Isaac montero) han afrontado el reto de lareconversión de la novela, tanto de la tradicional como de lamodernista, a esos nuevos hábitos receptivos.

otra constante se refiere a la conciencia postmoderna de quetras siglos de gran cultura no es posible ninguna clase de adanismo.Esta percepción engloba dos cuestiones de gran calado. una, elsentido del realismo; otra, la sustitución de la realidad común, cuyoanálisis quedaría en el campo de las ciencias, por otra realidad, ladel arte. Diremos primero dos palabras sobre esta última.

Cualquier mediano curioso de estos asuntos conoce la auténticahipertrofia de lo literario que se da en la prosa narrativa reciente. un

154 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 154

www.elboomeran.com

amplio sector de las novelas últimas se circunscribe a una temática oa unas intenciones dirigidas al pequeño gremio de los literatos yprofesores: la construcción de la novela como asunto novelesco, elobjetivo de sustituir el relato por el discurso, el arte de novelarensayado como un medio de hacer que avance el arte narrativo...Incluso, ciertas novelas piensan más en los campus universitarios oen la historia de la literatura que en los lectores comunes; si no sellega, que también ocurre, a utilizar la ficción como vehículo dehomenaje a los colegas literatos o de insultos a los competidores conmayor éxito. Estos usos y gustos metaliterarios y culturalistas tienenalgo positivo: por un lado, el reconocimiento de que no puedehacerse a estas alturas de los tiempos una escritura inocente; porotro, que una indagación en el mundo desde la experiencia culturalo artística valiosa es por completo lícita e interesante.

El peligro llega cuando esta perspectiva adquiere caractereshegemónicos o excluyentes y niega la validez, o la menosprecia, delanálisis de la vida corriente. Con ello enlazamos con la cuestiónsiempre espinosa del realismo. No son contradictorias niincompatibles las dos afirmaciones siguientes. una: existen entrenosotros hoy notables narradores que se mantienen en la alerta detestimoniar las incertidumbres materiales, las frustracionescolectivas de su época. Dos: la narrativa de nuestro tiempo ignorao margina o desaprovecha la problemática contemporánea.

No hace falta extenderse mucho para demostrar la primeraafirmación. Desde una conciencia ética escribe siempre muñozmolina. Las limitaciones de un mundo precario están en el fondode Landero. Los pasos que conducen a una parábola de la soledadlos da Luis mateo Díez. Estas perspectivas no son ajenas a lasmudanzas precipitadas de nuestro tiempo, a esta especie deaceleración del ritmo histórico en que a muchos nos parece estarsumidos. Por eso no resulta extraño que las últimas fábulas tantode Díez como de Landero tengan un aroma elegíaco: miran connostalgia la pérdida de un ayer rescatado por la memoria, el casiarrumbamiento de una civilización.

lapágina H 155C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 155

www.elboomeran.com

Por otra parte, la problemática fuertemente enraizada en unespacio y un tiempo reconocibles de estos autores (y de algunosotros que se podrían agregar a esa mínima lista) sirve de respuestaa otra tentación reciente, la que se deja vencer por la fascinacióncosmopolita y margina lo local. Estos narradores se desmarcan delcosmopolitismo y atienden al verdadero alcance representativo delo local. Lo ve y lo practica muy bien Luis mateo Díez, quienrepite con gusto una afirmación del portugués miguel Torga: “Louniversal es lo local sin fronteras”. Y muñoz molina se distanciadel cosmopolitismo desarraigado incorporando una auténticaprofesión de fe en un libro acerca de la ciudad cosmopolita porexcelencia, Ventanas de manhattan. Defiende en este fresconeoyorquino, frente a una creencia muy del día, y muy de nuestropaís, la virtualidad universalizadora del localismo. Con razónsostiene cuánto deben lo mejor de las letras y el cine americano asu cercanía a una inmediatez de vecindario.

Estos testimonios no invalidan la otra afirmación. una parteimportante de la novela española finisecular ha tenido a gala elestar como ajena a la realidad inmediata. Han llegado muy pocoa ella las penurias laborales y las frustraciones privadas en elcontexto de la última revolución industrial. Y eso que taldocumento suscita el interés del público, según lo muestranalgunos éxitos del cine, las películas polémicas y bien recibidasde Ken Loach o la famosa Full monty, de Peter Cattaneo, queincluso ha hecho escuela y ha inspirado la reivindicación de milgentes, desde bomberos hasta ejecutivos agobiados. No puedealegarse que estos asuntos resulten indiferentes al español dehoy, no sólo por la acogida de esas películas extranjeras sino porel éxito, sin ir más lejos, de un film nuestro en clave parecida,Los lunes al sol. Parece como si el cine sí tuviera unasensibilidad de la que carece la narración literaria. Son losnovelistas españoles los que se apartan de tales problemas, entérminos generales, y aunque de vez en cuando aparezcanmuestras esporádicas de lo contrario, como la inquietante

156 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 156

www.elboomeran.com

Animales domésticos, de marta Sanz, o la combativa La manoinvisible, de Isaac Rosa.

Con el conjunto de rasgos que hemos visto no es de extrañar quela novela cause la impresión de algo inestable, indefinido o confuso.Que, en suma, se perciba como un producto cultural en unaencrucijada. Vale para percibirla así lo dicho, pero consolidandefinitivamente esa impresión otros dos importantes fenómenosque no he aludido todavía. Estoy pensando, primero, en la debatidacuestión del canon. Hay una clara voluntad de descrédito del canontradicional, lo cual para mí tiene no poco que ver con una sensaciónoculta de impotencia, con un propósito de enmascarar laslimitaciones de la ambición por parte de la escritura novelescaactual. Y hay, a la vez, un intento de revisión del canon del pasadopara sustituirlo por otro, presuntamente proscrito por no se sabequé fuerzas oscuras. En esa empresa anda Juan Goytisolo, con bienmenguados efectos, que él achaca a esas mismas fuerzas.

El otro fenómeno consiste en un empeño tampoco del todo nuevo,la voladura de las fronteras de género. Se propugnan unas formasmestizas que participan de lo narrativo, lo poemático y lo ensayístico.Son no pocos los narradores que giran en esta órbita. Hay queagradecerle a Enrique Vila-matas al menos su claridad al respecto:

En el futuro se llamará literatura a la escritura sin géneros,porque creo que esa literatura en estado puro es aquella a la queaspira todo escritor genuino (en El País, 21/7/2000).

La suma de estos datos, indicios e incertidumbres se saldafrecuentemente con una desconfianza y escepticismo completosrespecto del porvenir del género. De ahí que una vez más, y en estaocasión con no menos motivos que en las otras muchasprecedentes, surja el fantasma del fin de la novela. Nadademasiado nuevo, sin embargo, sub sole. La postura escéptica, deviejas raíces, cobra nueva fuerza en el ámbito del pensamiento dela postmodernidad. Ya Gómez de la Serna hablaba de una novela

lapágina H 157C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 157

www.elboomeran.com

escéptica que, en su caso, da pie a las “falsas novelas”. A finales desiglo, hablamos de la novela paródica. Ello se produce, según laexplicación de Eduardo mendoza en un desenfadado artículo, “Lanovela se queda sin épica” (El País, 16/8/1998), por la peculiarevolución del género durante la pasada centuria. La novela —yresumo el relato de mendoza— sufrió una fase experimental quecondujo al descubrimiento de los mecanismos del “juguete” y a lanecesidad de la participación del lector. “El viejo símil de la novelacomo espejo de la vida siguió en pie, pero ahora ese espejo sóloreflejaba una persona leyendo una novela”. Luego se tornó a esosgéneros; “volvían a tener plena vigencia, pero sólo a modo dejuego”, concluye el narrador catalán.

De ahí a proclamar la muerte de la novela no hay más que unpaso. Y de hecho, el propio mendoza ha augurado ese destino alo que llama “novela de sofá”. Pero no está claro que tal vaticiniovaya a cumplirse, o, al menos, otras voces animan a la esperanza.A ésta se encamina la creencia de muñoz molina: la novelaseguirá siendo “el lugar de los renegados o de los expulsados de laépica”, sostiene en un artículo de muy intencionado rótulo,“Novelas sin épica” (El País Semanal, 13/IX/1998). “No morirá lanovela”, dice Juan bonilla en “La muerte de la novela” (El mundo,18/10/1998), porque “ya se han escrito las que aseguran supermanencia”. El futuro, añade, “ya no depende de los novelistas,sino de los lectores que las sigan necesitando”. En otra línea,digna de mucha atención, se mueve manuel Hidalgo, porqueplantea una cuestión capital. Repasa el escritor y periodistanavarro algunas circunstancias del presente del cine y de lasletras, anima a señalar “excesos y dislates”, a ser “críticos yvigilantes”, pero advierte sobre la tendencia a incurrir “vez tras vezen una suerte de autofagia que está a un paso del instinto suicida”.A estas observaciones sigue la pregunta esencial: “¿se estáhaciendo una novela de calidad que refleje la España de hoy conposibilidad de perdurar?”. mantiene Hidalgo, pues, en el artículoque estoy citando, “La novela que hacemos” (El mundo,

158 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 158

www.elboomeran.com

29/V/1999), una tesis bien sensata y compartible, el género no estámoribundo, lo que precisa es que se cultive con voluntad de hacerliteratura seria y no efímera.

Quién tenga a la larga razón está por ver. Parece claro, encualquier caso, que la situación actual es de encrucijada, asediadala novela como se encuentra por toda clase de circunstancias deriesgo. Por la desconfianza de muchos autores, por la nivelación ala baja impuesta por el mercado, por los recursos de granespectacularidad de que dispone el cine, por los imprevisiblesefectos del asombroso desarrollo tecnológico de nuestros días.

Vive la novela en una encrucijada sin duda difícil, pero que noconduce sin remedio a un callejón cerrado. Celebrar de nuevo susfunerales resulta, hoy por hoy, ejercicio repetitivo de un escepticismoque adopta aires de rito. La natural necesidad o gusto de nuestraespecie de alimentarse de fábulas, de vivir vidas prestadas, asegura susupervivencia, siempre que sea capaz de responder a ese reto y de nodejar que otros medios le arrebaten esa virtualidad. Si responde aesta alerta, tiene su vida asegurada. Lo cual, por otra parte, ha sidouna constante en el género, como evidencia no ya la historia remotasino la cercana. La gran novela clásica, burguesa, había llegado a uncierto extremo de convencionalismo a finales del ochocientos, perono desembocó en su desaparición sino en una renovación. De hecho,el siglo XX, la otra gran centuria de la novela, acometió su reforma abase, sobre todo, de superar la ganga informativa que lastraba a lanarración decimonónica.

En cualquier caso, en la circunstancia actual poco discutible decrisis, en la perplejidad que antes señalaba entre el ayerinsatisfactorio y el mañana todavía sin definir, la propia reflexiónsobre el fenómeno resulta un ejercicio imprescindible. Yúltimamente sí se viene dando al menos una inquietud al respecto.Ahora mismo las estancadas aguas de la creación narrativa se estánviendo agitadas por un debate con intereses partidistas pero detrascendencia general. La discusión se centra en una capitalpregunta: ¿cómo ha de ser la novela del siglo XXI, de la “era

lapágina H 159C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 159

www.elboomeran.com

afterpop”, por decirlo con el neologismo acuñado por EloyFernández Porta en su ensayo Homo Sampler?

El primer elemento a considerar de cara a los desafíos queplantea el futuro es el desarrollo tecnológico. Se le viene dandomucha importancia al nuevo soporte, el libro electrónico, todavíaen una fase preliminar a poco que imaginemos sin hacer fantaficción cuál puede ser su desarrollo, a la vista del espectacularprogreso habido en poco tiempo desde los primeros aparatoselectrónicos y hasta el kindle. En realidad, no cambia mucho a losefectos del contenido literario. Afecta, eso sí, al futuro del libro. Ytambién al de la lectura.

Cosa bien distinta es la interacción que permiten el hipertexto yla escritura en la RED. No echemos en saco roto que laposibilidad del lector de intervenir en el texto activamente no hahecho sino empezar. Las reservas ante un fenómeno novedosoexplican la tímida respuesta a un trabajo pionero, el de LeandroGay, Puzzle, clave Z. La novela, incursión crítica en la ciudadnatal del autor, Zaragoza, invita en su versión incorporada aInternet en 2006 a un debate con los lectores, a apostillas,ampliaciones o correcciones del texto base, al cual se incorporan.Las intervenciones habidas no llegan, sin embargo, a establecer undiálogo fecundo y se reducen a comentarios anecdóticos.Tampoco ha dado grandes frutos otro texto cibernético de Gay,Cuentos de fútbol, a pesar de la popularidad del tema y del propioplanteamiento de la página: “acoger las opiniones sobre equipos,jugadores o encuentros que en ligas y campeonatos nos vengan yasí conformar un sitio de encuentro común y deportivo”.

Sí permite esta nueva vía la posibilidad de una creación colectivaabierta a la participación fuera del circuito literario tradicional.Como responsable de la primera novela digital colectiva de nuestropaís, La rebelión de los delfines (2000, también en formato de libroen 2001), puedo ofrecer el testimonio de la extraordinaria acogidaque obtuvo esta novela desarrollada en la Red. En elmundo.es,plataforma digital del periódico El mundo, se lanzó un primer

160 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 160

www.elboomeran.com

capítulo a manera de arranque de La rebelión de los delfines y cadasemana, desde mayo a noviembre, se insertaba uno nuevo, elegidoentre los enviados por los lectores (para sostener un mínimo decoherencia argumental se alternaron también capítulos sueltosencargados a escritores profesionales). En este tiempo, serecibieron un millar de capítulos. El relato resultó de una formamuy convencional, debido a su composición episódica, y, por tanto,el medio novedoso no influyó. Pero lo notable es otra cuestión: sefacilitaba el acceso a la escritura a muchas personas que se veíanlibres, en buena manera, del circuito libresco tradicional autor-editor. Esto supone un nuevo perfil del escritor, que, cuando estaposibilidad se desarrolle con más amplitud, tendrá acceso a ladifusión de la escritura sin las exigencias conocidas hasta ahora.Por eso, frente a quienes ven Internet como un peligro para laliteratura tradicional, más bien hay que considerarlo como unriesgo para la figura convencional del escritor. Éste, el escritor,ahora tiene la posibilidad, con costes muy reducidos, de crear supágina web y difundir desde ella su obra hasta lugaresdistanciadísimos sin necesidad de contar con un editor.

Es de presumir que los blogs tengan en el futuro un papeldeterminante en la literatura. Como asegura Hernán Casciari,pionero de la blognovela, “Las posibilidades literarias en unabitácora son infinitas”. La influencia se ejercerá en una dobledirección. Por un lado, la blogosfera ha de crear su propio sistemaliterario —lo está intentando— que afecta a la escritura y, comodecía, a la cadena literaria convencional, la ya dicha y representadapor la secuencia autor, editor y lector. Hoy por hoy, sin embargo,los resultados son poco relevantes. Supone, hasta la fecha, antetodo, la posibilidad de publicar a escritores poco esforzados. Loasume un entusiasta bloguero, José miguel Ridao, en una de sus“bloguerías” recogidas en blogueína (2010), compilación librescade su página de Internet: “El blog es la zanahoria del escritorperezoso”. Por ahora, lo verdaderamente diferenciador es elsoporte y no contenidos o formas. En realidad, solo hay una

lapágina H 161C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 161

www.elboomeran.com

literatura, la libresca, y nada más cambia el medio de difusión, ellibro o la www. Pero estamos solo en la prehistoria del fenómeno.Al paso que llevan las nuevas tecnologías, y considerando sumultitudinaria y universal frecuentación, sin mucho tardar, ¿nohabrá en las historias de la literatura un apartado sobre las letrasen la blogosfera?, y ¿no tendrán que plantearse de otra manera apartir de ahora las historias nacionales de la literatura? Por otrolado, y aparte las formas literarias específicas de los blogs, el nuevomedio influirá también en la literatura libresca.

Esta es una manera de afrontar el futuro mirando a latecnología. otra, en el reciente debate aludido, busca nuevas víasa partir de un torcedor que, aunque apele a las innovaciones delpresente, está ante todo en la ruptura con el pasado. Es el fondo dela polémica postura de de Vicente Verdú y sus “Reglas para lasupervivencia de la novela” (El País, 17/XI/2007). Sostiene Verdúque “así como en la pintura es inconcebible producir sin tenerpresente la fotografía, la televisión, los videojuegos, el avión, losgrafitos o cualquier pantalla, en la narración es torpe seguir comosi no existiera publicidad, coreo electrónico, chats, cine YouTube,mySpace o la blogosfera”. Y añade que “quienes en los paísesdonde se han desarrollado las nuevas formas de comunicacióncontinúan redactando novelas a la antigua usanza atienden sólo alos lectores vetustos, incomunicados o burdos. Y también a los queaprecian los libros en cuanto les parecen películas o telefilmesimpresos y en donde la escritura cumple la simple función deentretener durante el trayecto en avión o metro”. Contra elloreivindica “el carácter propio especial de la escritura literaria”,cuyo decálogo formula. A lo que me interesa, reniega de la fantasíay la intriga, de la narración que desemboca entre añagazas deloficio en la apoteosis final, del hegemónico hilo argumental, de latercera persona narrativa, de la novela severa y sin humor. Ypostula la belleza y perspicacia de la escritura, la peripecia interior,el destierro de la ficción, sustituida por la propia experiencia, elhumorismo y la ironía, el trato directo entre el autor y el lector

162 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 162

www.elboomeran.com

mediante la primera persona y “la fragmentación de las historias”,que, “con sus anotaciones e intervalos mentales, tiende a copiar delblog y de la comunicación fragmentada omnipresente”.

También búsqueda de nuevas vías supone el movimiento críticomás reciente, el conocido como “generación Nocilla”, a partir, en lapostura de su más reconocido representante, Agustín Fernándezmallo, de la creencia de que “el universo de la obra es autónomo yno puede ser cooparado con un mundo exterior a la obra. Laficción se pertenece a sí misma, al universo genésico quedespliega”. Para Fernández mallo, “la ciencia, como las artes, no esel mundo, sino una representación del mundo, y como talrepresentación es ficción”. Antes de aceptarse esta verdadposmoderna —explica en “Hacia un nuevo paradigma: poesíapostpoética”— “los productos artísticos se entendían como unadescripción más o menos veraz de la realidad del entorno”, peroahora “esta cosmovisión resulta insostenible y ha sidoabandonada”. De ahí que sea necesario un nuevo enfoque acordecon este planteamiento. Hay que buscar otros caminos y merece lapena intentarlo. Por eso, dice con despego sarcástico, “Paraescribir como en el siglo 20 siempre estaremos a tiempo”.

El problema sigue estando en la materialización de esos caminosnuevos, cuya necesidad casi nadie discute. La alternativa de Verdú,con displicencias que recuerdan posturas de las viejas vanguardiasde entreguerras, necesita, por el momento, una puesta en prácticaque revalide su eficacia. Y algunos de sus postulados son menosnovedosos de lo que él mismo cree. Autobiografismo y humorismofueron rasgos de una nueva novela defendidos —y practicados—hace casi ya un siglo por Ramón Gómez de la Serna. Tampoco sonpor completo inéditos los procedimientos de la generación Nocilla,si bien tienen la ventaja de haberse puesto en práctica antes osimultáneamente de las propuestas teóricas. La discontinuidad, elfragmentarismo y el collage tienen tras de sí larga historia y no se vedel todo que en ellos se encarne con vigor ese relato del futurobuscado. Las obras del grupo de autores que se relacionan con este

lapágina H 163C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 163

www.elboomeran.com

movimiento tienen más interés por su voluntad de superar unasituación estancada que, hasta la fecha, por sus logros.

En cualquier caso, bastantes autores jóvenes o nuevos —visto elfenómeno en conjunto y sin ceñirse al mediático grupo Nocilla—observan el mundo desde el prisma de sus particulares valores, loreproducen por medio de códigos inéditos que se inscriben en lamúsica pop y folk, y piensan en términos del “comic-book”, losfanzines o el video clip y no —y eso es lo básico— de la culturalibresca clásica. Estos narradores recientes reflejan la crisis y laencrucijada que vengo comentado, pero no ofrecen propuestas porahora alternativas o satisfactorias. Aunque alguna anuncia la voz deun autor con porvenir, se queda en la audacia de su propuesta, conecos de las vanguardias clásicas; la audacia de cortar y enrollar,como señala desde el mismo título de su libro óscar Gual, Cut androll (2008). También se perciben intuiciones innovadoras muyinteresantes. Por ejemplo, ir un paso más allá de la monótonaretórica del fin de los géneros practicando una sutil fusión de lopoético y lo narrativo tal como hace manuel Vilas. Para mí tengoque su poemario Calor es tan narrativo, y no porque haga poemasnarrativos, como su novela España (2008). o también comoejemplo, y muestra de otra actitud innovadora muy distinta, elsingular modo de relatar de Kiko Amat en Cosas que hacen bum(2007). Lo peculiar de este planteamiento reside en la manera depresentar la anécdota como dibujada en viñetas; y en la constanteconexión entre los sucesos y el tipo de cultura que recrea la obra abase de incesantes referencias, todas pertenecientes a un ámbito nohispánico (no hay ni una sola española). A todos estos autores lesvincula, además, un rasgo que me parece capital, la selección de undestinatario específico, no el lector común indiscriminado (o sea, elconsumidor mayoritario) sino el bloque social o cultural que conectacon una percepción del mundo semejante a la del propio autor.

Las posturas formalistas y, en alguna medida, estetizantes deVerdú o el movimiento Nocilla constituyen sólo una posibilidad, yya veremos con qué alcance, en la imperiosa conveniencia de buscar

164 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 164

www.elboomeran.com

una salida a la novela cara al siglo XXI y los desafíos que plantea lanueva centuria. Sus limitaciones, por otra parte, resultan evidentes.Ya lo planteó el joven narrador barcelonés Gabi martínez en suréplica a Verdú: el decálogo “destierra la ficción” y “reduce la novelaa cuestiones técnicas”, alega en “Aviadores descubren enormemanada (literaria)” (El País, 22/XII/07). Y, ciertamente, cabe poneren cuarentena la eficacia para un futuro renovado del género de estanovísima poética, por ejemplo el fragmentarismo practicado comoencadenamiento de instantáneas. Tomo el caso de FedericoFuertes Guzmán en Los 400 golpes (benalmádena, E.D.A., 2008).La novela pone una tras otra el número de secuencias anunciado enel título, rematadas con la referencia ordinal correspondiente.Reproduzco una página completa:

lapágina H 165C R I S I S Y E N C R U C I J A D A D E L A N o V E L A A C T U A L

LA RESISTENCIA SEXuAL DE JESuCRISTo

Y al tercer día, eyaculó.

G 046

Dudo de que ejercicios de este tipo faciliten la novedad necesariaen la nueva centuria y no hay, por otra parte, que negarle virtualidaden el mañana al peso fuerte de los contenidos anecdóticos. Así locree, y parece razonable, un narrador veterano, y próximo a laliteratura como conciencia social de un tiempo, manuel Rico, enotra replica a Verdú de título militante, “La novela en el siglo XXI,goza de buena salud”: “Diría más: [en el futuro] convivirán novelasen las que tenga un peso esencial la historia con aquellas otras queensayen nuevos lenguajes, que carezcan argumento y de estructura,que se nutran de técnicas importadas de otros géneros y de otrasáreas de la comunicación” (El País, 8/III/08).

No hace falta esperar al futuro para que se cumpla la predicciónde manuel Rico. uno de los ultimísimos movimientos de nuestra

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 165

www.elboomeran.com

narrativa, de cierta amplitud en las fechas en que rubrico estaspáginas, ejercita la fragmentación o difuminación anecdóticaextremas como un aliciente para el lector moderno, a la última, queviene a suponer un reto en ocasiones desesperante. me refiero a laescritura novelesca de Willy uribe en Cuadrante Las Planas, miloJ. Krmpotic en Las tres balas de boris bardin o mario CuencaSandoval en El ladrón de morfina. En realidad, uno no le vedemasiado sentido a este propósito de obligarnos a un ejerciciotan esforzado como el de la pista americana. Por el contrario, IsaacRosa, por ejemplo, asume con gran potencialidad la otra postura,la que otorga un sólido peso a la anécdota. Rosa, una de las vocesrecientes más meritorias, viene planteando una nueva novela consu difícil aleación de inquietud constructiva y de compromisoideológico. Rosa representa el intento más notable entre losnarradores todavía jóvenes de hacer una novela al día sobre unaconciencia creativa acentuadamente artística. Y su arriesgada obraen marcha supone, por lo que aquí me interesa, una buena muestrade que no todo habrá que fiarlo a la innovación formal parapreservar el futuro de la novela.

La crisis actual de la novela no es presumible que se resuelva ensu extinción. Seguirá habiendo novelas porque la invención, juntocon el lenguaje, parece un rasgo antropológico, peroprobablemente serán distintas a las que hasta ahora conocemos.Incluso es de sospechar que la “novela de sofá” perdurará muchotiempo. Tanto como haya lectores, pues siempre se acudirá a lasformas narrativas convencionales para el noble entretenimiento. Amás largo plazo, sin embargo, a la novela literaria, la novela convalores artísticos, que además lo quiera ser de su tiempo, le esperaun buen trabajo. Tendrá que desprenderse de gangassociologistas justificables en el pasado y deberá superar losconvencionalismos de épocas en que predominaban formas decomunicación muy distintas a las actuales. En suma, la novela hade afrontar la renovación que le permita sobrevivir a largo plazo.

166 H lapágina S A N T o S S A N z V I L L A N U E V A

maqueta SantosSanz_Número 93 94 29/12/11 12:35 Página 166

www.elboomeran.com