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1 PARTE I: CARCEL Y PENALIDAD: DISCURSOS Y POLITICAS

Rivera Mitos y Discursos

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1 PARTE I: CARCEL Y PENALIDAD: DISCURSOS Y POLITICAS 2 MITOLOGAS y DISCURSOS SOBRE EL CASTIGO Historias del presente y posibles escenarios Iaki Rivera Beiras (Universitat de Barcelona) SUMARIO. Diez escenarios y discursos sobre el castigo. I)Enbuscadeunaprimeraracionalidaddelcastigo:el panorama de la Ilustracin. II)ElPositivismoylasaspiracionescientificistas:hacianuevas teoras de legitimacin de las penas. III)Enposdelacohesinsocialylaeducacinmoral:lavisin durkheiminianadelapenaylasposterioreslecturas funcionalistas. IV)Sistemaspunitivosysistemasdeproduccineconmica:la economa poltica y el discurso marxiano en torno al castigo. V)Re-descubriendoellaboratoriodelasegregacin:algunas direccionesdelaEscueladeChicagoyladifusindel behaviourismo. VI)DelPanpticoalpanoptismo:Foucault,laarqueologadelas sociedades disciplinarias y el nacimiento de la Criminologa. VII)La racionalizacin del sistema penal como caracterstica de la Modernidad: el discurso weberiano. VIII)Un nuevo enfoque dramatrgico: Goffman, las instituciones totales y la ficcin de la evaluacin. IX)El rol de las sensibilidades sociales y las pautas culturales en lamodelacindelareaccinpenal:lateorasocialde Garland. X)Dnde nos encontramos actualmente? CONCLUSIONES: qu horizontes penales se dibujan? 3 INTRODUCCIN: diez escenarios y discursos sobre el castigo. 1) El complejo problema que encierra la penalidad, ha sido contemplado desdediversospuntosdevista.Tradicionalmente,hasido hegemonizadoporeldiscursojurdico-penal,elcualsiempreintent encontrar algn tipo de legitimacin de semejante forma de intervencin estatal.Apelandoateorasabsolutas,lapenafuecontempladacomo unaretribucin-reparacindelmalcausadoporeldelito(Ferrajoli 1995),comolgicaherenciadeconcepcionesmedievalestalionales primero,yensusversioneskantianayhegelianamsadelante. Posteriormente,yrecurriendoaparadigmasutilitaristas,elcastigofue justificado en aras a desplegar ciertas funciones positivas o negativas- conlasquepresentarseensociedad(MirPuig1982ay1982b, Hassemer1984y1986,Roxin1992).Mas,frentealfracaso comprobadodelasfuncionesatribuidasalapena,notardaronen aflorardiscusiones,debates,luchasdeescuelas(Roxinop.cit.), teorasintermedias(delaunin,dialcticas,delosmarcos,etc.cfr.paracadauna,Jakobs1995,PrezManzano1986,Luhmann 1983ay1983b-)quenovenansinoareflejar,precisamente,la profundacrisisdelegitimacinenqueelcastigosiemprehaestado sumido desde los albores, al menos, de la Modernidad (Pavarini 1985). Ahorabien,esprecisoaqusealarquecuandosehabladefunciones, semejantesdiscursosjurdico-penalesslopudierondescribirunos supuestos efectos que la pena debera cumplir; dicho en otras palabras, slocontemplaronloquealgunosdenominanlasfunciones normativamentedeclaradas(Pavarini1995)u,otros,cuandohablan delapenaprivativadelibertadidentificancomolacrcellegal (Bergalli 1997). Obvio es sealar que nada de ello tiene que ver con las funcionesquematerialmentecumplanlossistemaspunitivosenla realidad,cuestinqueporperteneceraluniversosociolgico,(casi) nuncafueadvertidaporaqueldiscursojurdicohegemnico.Ental sentido, semejante discurso, pese a querer construir autnticas teoras 4 delapena,sequedenelestadio-enelmejordeloscasos-dela construccin de simples mitologas del castigo; mas, no por ello, como se ver despus, stas dejaron de cumplir un claro papel ideolgico.Y,enefecto,entornoalproblemadelcastigo,puedenser vislumbradosotrosescenariosquerevelanporsmismoslanecesidad deahondarenreflexionespluridisciplinarias,nicasquepermiten contemplarlamultiplicidaddecarasconqueelproblemadela penalidad emerge. Sin el auxilio de la historia, la filosofa, la economa, lasociologa,lapolitologa,lademografa,lageografaurbanaysocial, la psicologa o la antropologa -por citar algunas de las disciplinas ms relevantes que se han ocupado de esta cuestin-, desconoceramos, por ejemplo:laevolucinytransformacindelossistemaspunitivos;su vinculacinconlossistemasdeproduccineconmicayelmercado laboral;(Rusche/Kirchheimer1984;Melossi/Pavarini1987; Pashukanis1978;Ignatieff1978y1982;Hay1975;N.Elias1978; Spitzer1983);lossignificadosyvaloresqueencierrayproduceel castigo(Cattaneo1978,Mar1983;Paul1986;Rothman1971y 1980);lasautnticasfuncionesqueelmismohadesplegado(Bergalli 1976,1980,1986,1987,1992y1997;Baratta1985y1986;Rivera Beiras1992,1993,1995,1997a,1997b,1999);surelacinconlas diversasformas-Estado(Bergalliop.cit.;Spierenburg1984;Spitzer op.cit.);losmecanismosdeseleccindesusclientelas(Manzanos 1987,Matthews1999);laimportanciadesuselementosestructurales comoelanlisisdeltiempoydelespacio(Fraile1987,Matthews op.cit.);lafuncionalidadculturalqueelcastigodesempea(Geertz 1987,Garlandop.cit.)oeltipodesubjetividadesqueconstruye,el modo en que lo hace y los efectos de ello (Garca Bors 1993a y 1993b, Adelantado1991, Zino 1996). O sea: que no sabramos practicamente nada.Sealarquelapenaeslaconsecuenciajurdicadeldelitoyque aqulladebecumplirtalocualfuncin,revelalapobrezadelos estudiosque,apegadosalasnormas,nuncapudierondarrespuestaa lascuestionesquesehanmencionado.Bastepues,ello,paraquese 5 justifiqueentonceslarealizacindeautnticosestudiosquerevelenla poli-funcionalidad de una institucin social como el castigo. 2) Por otra parte, algunas de las aproximaciones ms interesantes (ms ricas)y menos conocidas en torno al problema del castigo, son aqullas quepretendeninterpretarlocomoforma(comoelemento)de/para comprender al conjunto social de cada momento. Es decir, estudiar las formas,losprocedimientos,loslenguajes,lagramticadelcastigo(y del sistema penal en su conjunto, cfr. Foucault 1984) puede constituir una va para conocer y comprender mejor a la sociedad que sustenta el mismo (Garland 1999). Este es el objetivo del presente trabajo: trazar al menosdiezescenarioshistrico-sociolgicosdondeelcastigoes contempladodemododiversoy/ocomplementario.Ello,aunque necesariamente(porrazndeespacio)seharconunamiradams panormicaqueexhaustiva,sertilparaconocerlosdistintos discursos que sobre el problema punitivo se han presentado e intentar resumir el estado de la cuestin, o sea: a) qu funciones ha cumplido lainstitucinsocialdelcastigoenelpasado?;b)culesseransus funcionesenelpresente?;c)quposiblesescenariosfuturospodemos contemplaroesperarenelpanoramapunitivo?.Setrata,en consecuencia,deunareflexinretrospectiva,descriptivaprimeroy analticaposteriormentequepretende,modestamente,saberdnde estamostrashaberrecorridobastantedistanciaenlahistoria.Es decir,reivindicarmsquenunca,lanecesidaddehacerhistoriadel presente(unaautnticagenealogaenpalabrasdeFoucault,1984) parapodercontemplarlaactualidadensuprofundadimensinde sumayentrecruzamientodetradiciones,discursosyprocedimientos. Entiemposdeprofundoscambiosculturales,detransicinnosesabe muybienhaciadnde,enpocaspost(comotrmino,aldecirde Beck,queremiteaalgoqueestmsallyquenopuedean nombrar,1998:15),creoqueunareflexindetaltipodeviene imprescindibleparaque,almenos,sigamospensando(unodelos 6 grandesriesgosdeestostiemposdelllamadopensamientonicoes, precisamente, el descenso de la reflexin y el pensamiento crtico). 3)Finalmente,aunquecreoquesededucedeloanterior,conviene sealarclaramentequelafinalidadesencialdeuntrabajodeestetipo consisteenreflexionaracercadelsignificadoydelasautnticas funcionesqueelcastigoyconltodalamaquinariaestticay dinmicadelsistemapenal(cfr.Bergalli1996)-poseeycumpleenel presente. La gestin del riesgo de las sociedades actuales nada tiene que ver con la expansin del bienestar de otras pocas (al menos, mientras aquelmitodur),niaqullasconlasluchasprotagonizadaspor movimientossocialesemancipatoriosdeotrostiempos,yas sucesivamente.Portanto,devieneimprescindiblesiqueremos situarnosenelpresente-revisartantascategoras,discursos, presentaciones,procedimientos,etc.,queentornoalcastigosehan elaboradoeneltiempo.Porque,enrelacinconlymsenconcreto conunadesusmanifestacionesparadigmticas,comolacrcel- pudieraparecerquesetratadeinstitucioneseviternas(Oliver1999); desvelarsilosonono,puedeconstituirunavaliosainquietud cientfica. Tal es el propsito de las pginas que siguen. I)Enbuscadeunaprimeraracionalidaddelcastigo:el panorama de la Ilustracin. EssabidoquedesdelasegundamitaddelsigloXVIenadelante, comenzaronaflorecerenEuropa,trashabersidoinauguradasenGran Bretaa,todounentramadode"work-houses"quesedifundi ampliamente hasta los primeros decenios del siglo XVIII (Spitzer y Scull 1977).Sibienesciertoqueyapuedehablarsedeciertasprcticas punitivas en el mundo clsico (frente a ciertas conductas transgresivas de losesclavosquienespodanllegaraserinternados),tambinesverdad quelautilizacindel"granencierro"constituyeunfenmenoqueno puedeserapreciadohastaelperodoindicado,estoes,alquesesita 7 entre el final de la Edad Media y la paulatina aparicin de la Modernidad (Pavarini 1994a: 4-5). Fue,enefecto,endichapocacuandosurgieronenEuropalas primerasprcticasdesegregacinmasivadeindividuos,atravsde institucionesdiversas:manicomios,hospicios,casasdecorreccin, lazaretos,befotrofios,crceles...Numerosaliteraturapuedehallarseen torno a esa nueva praxis. Foucault (op.cit.) seala las "prcticas de profilaxis social" propias delaBajaEdadMedia,encaminadasalucharcontralasamenazasdel contagiodelalepra,comoorigendelaedificacindelosgrandes lazaretos. Asimismo, como ya se mencion, Spitzer y Scull (op.cit.) dan f delaaparicindelas"work-houses"britnicas.RuscheyKirchheimer (op. cit.), por su parte y, asimismo, Melossi y Pavarini (op. cit.) acreditan laaparicindelosprimeros"hpitalgeneral"franceses,"rasp-huis"y "spin-huis"holandeseso"casasdilavoro"italianas.Asimismo,otra literaturaponedemanifiestoeldecisivoroldesempeadoporla experiencia religiosa en la produccin de una cultura de "domesticacin" deloshombresparasermstiles,delaafinidaddeladisciplina conventual con la todava entonces lejana de la fbrica y de la vinculacin entreelprocedimientopenitencialylaaparicindelasprimeras penitenciaras (Pavarini 1994).La"opcincustodial"fuetomandocadavezmscuerpoenla poltica de la disciplina social. Naci as la idea de que la respuesta ms adecuadafrentealosproblemasrepresentadosporenfermedades, disturbiosypeligrosfueseladesecuestrarasusprotagonistasen espaciosrestringidosyseparadosdelasociedad(Pavarini1994:4).El "gran encierro" quedaba de este modo inaugurado. Sinduda,elperfeccionamientodetalesprcticassegregacionistas nollegarahastalainvencin"panoptista".Concebirunespaciocerrado aptoparalavigilanciadesushabitantes(el"principiodeinspeccin" benthamita),podasertilparaconstruirhospicios,fbricas,orfanatos, crceles ... Pocos autores han podido describir tan bien como Mar lo que verdaderamente represent Jeremy Bentham en el contexto de los sueos 8 (irrealizados)delIluminismo.ElSiglodelasLucessoconla transparencia,contrapoderdeloscurantismo,conlasociedad contractual,conelnuevomodelopolticoyconlaRazn.Mar,con hermosascitasdeStarobinskiponedemanifiestocmoelIluminismo soconpoderorganizarlacrcelconpiedrastransparentes(comoel cristal)yalnopoderhacerlodeesemodo,laarquitecturapanptica intent cumplir (fallidamente) aquel sueo (Mar, po.cit: 131)1.Sinembargo,el"panoptismo"representalgomsqueesasimple aspiracin de gobierno interior de la institucin: como ha sealado Costa (1974),enlaparticularmetforapoltico-jurdicadelPanpticode Benthamseestdiseandoun"lugarexterno","diversodelproyecto jurdico";unlugardondepuedeensayarseunPoderdesvinculadodelos lmitesformalesdelContrato,loscualesvenanimponindoseenla sociedadcivil.Laideadehabilitarunespacioaptopara"secuestrardel mercadodetrabajo"aquienesnosedisciplinarandeacuerdoalas nuevas reglas del juego, se iba as delineando. Una nueva pedagoga de la subordinacin del hombre por el hombre poda comenzar a ser practicada enestosnuevoslugares"externos"alproyectojurdicohegemnico.Sin perjuiciodecuantosedirmsadelantesobreestepunto,puede adelantarseyaqueahresideelverdaderosentidodeloqueseconoce como "panoptismo". Enesecontexto,yenelperodohistricopropiodefinalesdel sigloXVIIIyprincipiosdelXIX,severificeltriunfodefinitivodela opcincustodialoelpasodelautilizacindelencierropreventivoo cautelar,alaadopcindelsecuestroinstitucionalcomosancinpenal porexcelencia.Diversassonlasexplicacionesquetodavahoysedan para desentraar las razones del por qu de la invencin punitiva o del surgimiento de la pena de privacin de libertad. Al menos seis lneas o puntosdepartidahistoriogrficospuedenserdestacadosdesdeun

1SealudealrecuerdoqueMarefectadelaspalabrasdeStarobinski:transparentecomoelcristal: porque entre todas las piedras, slo el cristal es inocente: posee la dureza de la piedra pero deja pasar la luz.Lamiradaloatraviesaperolmismoesunamiradapuraquepenetrayatraviesaloscuerpos circundantes. El cristal es una mirada petrificada. Es un cuerpo en estado puro o un alma solidificada? (op. cit: 132). 9 puntodevistameramenteexpositivoysinperjuiciodequealgunode ellos ser retomado en epgrafes siguientes. Elprimero,esaquelquesealacomoantecedentedelamoderna penitenciara, al entramado de casas-trabajo surgidas en la Europa de la segunda mitad del siglo XVI y que habra tenido su esplendor durante dos siglos,paradecaerprecisamenteenlasegundamitaddelXVIII,dando paso al surgimiento de la pena privativa de libertad. Esas casas de trabajo (elBridwellbritnico,losRasp-huisoSpin-huisholandeses,elHpital General francs, la Casa di Lavoro italiana, o las Casas de la Caritat o de laMisericordiacatalanasyespaolas)habrancumplidolafuncinde adiestrar a una poblacin marginal en la disciplina y oficio de los talleres quefueroninstalndoseensuinterior,proletarizandoaunamanode obradesocupadaparaconvertirlesenobrerosaptosparaelposterior trabajo en las nacientes fbricas (cfr. por todos Melossi-Pavarini op.cit.)2. Elsegundopuntodevistadesdeelcualpuedeserafrontadala radical transformacin de los sistemas punitivos, es el que recupera el rol delaexperienciareligiosacomoprecursoradelaarticulacindemodos depenitencia.Enefecto,puedeafirmarsesinerrorquefueelsistema penal y penitenciario propio de la Inquisicin, quien dise con dos siglos deanticipacinautnticosregmenespenitenciarios,clusulasde conmutacindepenascapitalesporprivacindelibertad,aislamientos celularesypretensionesdeenmiendadeldelito-pecado(blasfemias, herejas),comofrmulaspenitencialesenelinteriordeceldas monacalesqueanunciaronfrmulasquemstardesesecularizarany seran adoptadas por los Cdigos Penales (cfr. Toms y Valiente 1983 Tellechea Idgoras 1978). La tercera lnea de anlisis, de algn modo vinculada con la anterior en

2 Un proceso semejante slo se comprende si se advierte el profundo cambio que en el siglo XVI comienza a operarseenelnacientemercadodetrabajo.Enefecto,lapobreza,laociosidadylavaganciaqueenel medioevo haban gozado de un estatuto sagrado- pasan a convertirse en una autntica lacra social que es necesario combatir. La eliminacin en los pases europeos de numerosas fiestas patronales, la lucha contra la ociosidad, la criminalizacin de la mendicidad, el nacimiento del culto al trabajo o la paulatina introduccin de lapoblacinenlalgicamanufacturera,constituyentodosellosfenmenosqueexplicanelsurgimientode estascasas.Lasmismas,quealprincipiotuvieronunacentotutelar(enloshospiciosdepobreza, orfanatos, etc.), acabaran por transformarse con un marcado acento de tipo penal y constituiran autnticos antecedentes de las posteriores y modernas penitenciaras. 10 ciertosaspectos confesionales, estara representada por la influencia que desde los EE.UU. recin independizados, habran ejercido las comunidades cuqueras en la construccinde los primeros sistemas penitenciarios. En ese sentido, es indudable que la influencia de los cuqueros quienes insistan desde Pensilvania en la abolicin de las leyes inglesas cuyas sanciones suponan sufrimiento corporal a los infractores penales- fue notoria en la primera legislacin del pas recin independizado. Por otra parte, el Prembulo del "Bill" de 1779 -redactado por Blackstone y Howard- instaba a que tales personas fuesensometidas a una detencin aislada, a un trabajo regular y a la influencia de la instruccin religiosa3.Lacuartaposicin,explicaraqueelnacimientodelapenade privacindelibertadencuentrasuorigenenelhumanismoclsicoque, tras repudiar y condenar la barbarie y el carcter pblico y sangriento de los suplicios y en general de las ejecuciones penales del Antiguo Rgimen, elpensamientoilustradohabradiseadounanuevapenalidad,menos cruel, ms humana, ms justa (v. Neuman 1971: 83-84; Cuello Caln

3 Ello fue provocando una paulatina reduccin de las medidas que tenan por objeto el cuerpo de los condenados. En 1790 se abolieron los trabajos forzados, las mutilaciones y los azotes. Asimismo, se aprob -por un perodo de prueba de cinco aos- una forma de privacin de libertad en una seccin de la "Walnut Street Jail" en la ciudad de Filadelfia (que afect solamente a treinta reclusos). Pero, en realidad, fue en 1829 cuando se inaugur, tambin en Filadelfia, la "Eastern Penitentiary", primer establecimiento destinado a ejecutar el llamado "sistema filadlfico". Sandoval Huertas menciona cuatro elementos caractersticos de este sistema: "aislamiento o segregacincelular permanente, prohibicin de trabajar, educacin religiosa y silencio absoluto" (1982: 86). Por otra parte, en 1818, en la ciudad de Auburn, en el Estado de Nueva York, se inaugur otro establecimiento penitenciario en el cual se aplic el rgimen de Filadelfia. Sin embargo, cuando Elam Lynds fue nombrado director del mismo, instituy una variante de aquel sistema: aislamiento celular nocturno, trabajo en comn, disciplina seversima y silencio absoluto (Sandoval Huertas, op.cit: 91). 11 1958: 119; Garca Basalo 1970:16). Esta explicacin, que ha recibido la denominacin de perspectiva humanista y/o pietista, es eminentemente ideolgica en el sentido de interpretar el nacimiento de la pena segregativa comounavance,comounprogresomoraldelahumanidaden comparacin con pocas anteriores. En tal perspectiva, la crcel siempre ser algo mejor que cualquier penalidad diversa4.Elquintopuntodevista,eseldenominadodisciplinarioy estararepresentado,bsicamente,poreldiscursodeFoucault,quien seal que "la forma-prisinpreexisteasuutilizacinsistemticaenlasleyes penales. Sehaconstituidoenelexteriordelaparatojudicial,cuandose elaboraron, a travs de todo el cuerpo social, los procedimientos para repartir a los individuos,fijarlosydistribuirlosespacialmente,clasificarlos, obtener de elloselmximodetiempoyelmximodefuerzas,educarsu cuerpo, codificarsucomportamientocontinuo,mantenerlosenuna visibilidad sin lagunas, formar en torno de ellos todo un aparato de observacin, de registroydeanotaciones,constituirsobreellosunsaberquese acumula ysecentraliza.Laformageneraldeunequipoparavolveralos individuos dcilesytiles,poruntrabajoprecisosobresucuerpo,ha diseadolainstitucin-prisin,antesquelaleyladefinieracomolapena por

4 Desde luego, se trata de una perspectiva cada vez ms abandonada pues es difcil aceptar que la humanidad de la noche a la maana- tome conciencia (o se haga ms buena) en torno a la barbarie de las antiguas formas de ejecucin penal. 12 excelencia.Hay,enelvirajedecisivodelossiglosXVIIIyXIX,el paso a unapenalidaddedetencin,escierto;yelloeraalgonuevo.Pero se tratabadehechodelaaperturadelapenalidadaunos mecanismos de coercin elaborados ya en otra parte" (op.cit., p.233). Finalmente,lasextaperspectivaseralallamadaeconmico-estructuralque, recuperando la tradicin iniciada por Rusche y Kirchheimer en los aostreintadelpresentesiglo,seraprofundizada,entreotros, por Melossiy Pavarini cuando sealaron que "() llegamos as a establecerunaconexinentreelsurgimientodelmodocapitalista de produccin y el origen de la institucin carcelaria moderna. Este es el objetodelosdosensayosquesiguen(...).Enunsistemade produccin precapitalista la crcel como pena no existe; esta afirmacin es histricamente verificable con la advertencia de que no serefieretantoalacrcelcomoinstitucinignoradaenelsistema feudal cuantoalapenadelainternacincomoprivacindelalibertad (...). En efecto,respectodelanaturalezadelaequivalencia,(...).Elmodo capitalista de produccin y la institucin carcelaria (y otras 'institucionessubalternas')surgieronalmismotiempoenunarelacin determinada" (op. cit: 18-23). Sinperjuicioquemsadelanteseretomarnalgunasdelas perspectivas aqu apuntadas, para desarrollarlas ms profundamente, se hanpresentadoseisvisionesoexplicacionesdeunmismofenmeno: comopuedeverse,yaseapornecesidadesdisciplinarias,antecedentes confesionales,razoneseconmicasodeotrotipo,ningnautorponeen duda que el siglo XIX fue el siglo de oro de la crcel. Aunque, conviene recordarlosiempe,stanaciconcebidacomopenacorporal5.Las primerasteorasdejustificacindeunapenalidadsemejante,comoes sabido,vinierondelamanodelasaproximacionesretribucionistas kantianayhegeliana.Asunacimientocomopenayaesaprimera bsquedaderacionalidad,seleaadirainmediatamentedespusla legitimidad que pretendi darle el pensamiento positivista al encontrar en lacrcel(yenotrasinstitucionessemejantes)unperfectolaboratorio dondeponerenprcticalasexperimentacionesderivadasdelparadigma etiolgico de la criminalidad. Como se ver en el siguiente punto, a finales del siglo XIX y principios del XX, las teorizaciones en torno al concepto de penaindeterminadayladefinitivaadopcindelsistemapenitenciario progresivo(Garland1990),marcarontalvezelpuntodeinflexinms alto en el esplendor de la institucin segregativa. II)Elpositivismoylasaspiracionescientificistas:hacianuevas teoras de legitimacin de las penas.

5 Cfr. al respecto, por ejemplo, el art. 28 del primer Cdigo Penal espaol de 1822. 14 Inventadayala"crcelpunitiva",comenzsuandadura decimonnica.SiellanacienelmarcodelaIlustracin6,serconel Positivismo cuando alcance su mayora de edad. Veamos previamente, de modomuysinttico,algunospresupuestosbsicosdeestacorrientede pensamiento. Elpensamientopositivistasecontraponealdela Ilustracinenel sentido de pretender despojar a sta de sus aspectos crtico-negativos, de lo utpico, quedndose exclusivamente con su filosofa racional, cientfica y prctica. As, sealaba Comte que no hay "en filosofa poltica orden y acuerdo posibles ms que sujetando los fenmenos sociales, como todos losotros,alasinvariablesleyesnaturales"(citadoporFerraroti,1975: 72).Estaaplicacindelasleyesdelanaturalezaalascienciassociales serunadelascaractersticasdelpensamientopositivista.Tambin sealaba Comte que "lo positivo vendr a ser definitivamente inseparable de lo relativo, como ya lo es de lo orgnico, lo preciso, lo cierto, lo til y lo real" (citado por Bustos Ramrez 1983: 16-17). Por ello, se deba sustituir la"imaginacin"(propiadelIluminismo)porla"observacin"queser fundamental en el positivismo del siglo XIX.Yesatravsdeesta"observacin",queseentiendeporlos positivistasquetodosloshechosdelanaturalezaestnsubordinadosa leyes (naturales) inmutables. Resulta as esencial la "ley de la causalidad" comoinstrumentodescriptivo-explicativodetodoslosfenmenos; tambin, entonces, del fenmeno del delito7. Enefecto,elpositivismotuvodesdesusorgenesunaprofunda influenciaenladenominada"criminologa"8.Elpositivismosecentrde

6 (Foucault recuerda aquello de que "las Luces que han descubierto las libertades inventaron tambin las disciplinas", op.cit: 20) 7EnestesentidoBarattasealaque"lareaccincontraelconceptoabstractodeindividuoconduceala escuelapositivaaafirmarlaexigenciadeunacomprensindeldelitoquenosedetengaenlatesis indemostrabledeunacausalidadespontneapormediodeunactodelibrevoluntad,sinoquesedirijaa encontrar todo el complejo de las causas en la totalidad biolgica y psicolgica del individuo, y en la totalidad social en la que la vida del individuo se inserta. En su libro "L'uomo delinquente", cuya primera edicin es de 1876, Lombroso consideraba el delito como un ente natural, , determinado por causasbiolgicasde naturaleza sobretodo hereditaria"(1986: 32). 8 Bustos Ramrez, an aceptando que la criminologa surgi con el pensamiento ilustrado en el siglo XVIII, admite que como ciencia, la criminologa apareci en este momento, con el positivismo propio del siglo XIX pues, "desde un punto de vista metodolgico, el iluminismo se plante exclusivamente en el plano conceptual o filosfico...Es el positivismo, en cambio, el primero que completa la metodologa cientfica, al posibilitar no 15 inmediatoenelanlisisdelapersonalidaddelosinfractoresalaley penal, buscando una explicacin "cientfica" de la criminalidad. Para ello separtidel"presupuestobsicodelcarctersingularydistintodel comportamientodelincuenteconrelacinalcomportamientoadaptado a las normas sociales y jurdicas. Y lo que es ms, en este origen singular delcomportamientodelincuenteestimplcitaunabasepatolgicadel individuo que lo lleva a cabo" (Miralles 1983: 51).Enesapreocupacincientficaporelfenmenodeladesviacin criminal,elanlisisdel"porqu"lossujetosdelinquencentrartodala atencindelpositivismoenlabsquedadelascausasdeesa criminalidad(Pavariniop.cit:44)9.Enestesentido,Lombrosocentraba suanlisisenunrgido"determinismobiolgico"comocausaprincipal del comportamiento criminal, aunque tampoco descuidaba otros factores como los psicolgicos y sociales. Garofalo (en Criminologa, 1905), por su parte, ampli la visin de Lombroso en sus aspectos psicolgicos, y Ferri (ensuSociologaCriminal,1900),enlosdecarctersociolgico.Las causasdelcomportamientodelictivoestabanasdeterminadas: biolgicas, psicolgicas y sociolgicas10. LainfluenciadelpositivismonosereducesloalaCriminologa sino tambin,yengranmedida,alDerechopenal.ComosealaBustos Ramez, en primer lugar esa influencia se not en el llamado "positivismo jurdico-penal" (que, con Binding, el estudio del jurista qued reservado a la "norma"); en segundo lugar, la influencia se percibe en la denominada "nuevaescuelapenal"(que,conVonLiszt,dicomienzoalasociologa criminal), escuela que "pretendi realizar una sntesis o unin, aspiracin

slounacontrastacinoverificacinconceptual,sinotambinemprica.Conellosednacimientoauna ciencia" (op. cit: 18). 9Pavarini seala al respectoque la interpretacincausal del obrar humano(determinismo) permiti que el paradigma epistemolgico de la criminologa positivista fuese de tipo , esto es el de una ciencia que explica la criminalidad examinando las causas y los factores (op. cit: 44). 10SealaenconsecuenciaBarattaque"elsistemapenalsesustenta,pues,segnlaconcepcindela escuelapositiva,notantosobreeldelitoysobrelaclasificacindelasaccionesdelictuosas,consideradas abstractamente y fuera de la personalidad del delincuente, sino ms bien sobre el autor del delito, y sobre la clasificacin tipolgica de los autores" (op. cit: 32). 16 tpicadelpositivismo,delosdiferentesconocimientos:sociolgico, natural, normativo y psicolgico" (op. cit: 35). Contodoslosantecedentescitados,puedeentendersequeel Positivismoencontraraenlasinstitucionesdesecuestroperfectos laboratorios donde poner a prueba sus hiptesis. As, ya avanzado el siglo XIX,sepusoenfuncionamientounnuevosistemapenitenciario:el "progresivo",consistenteenlaposibilidaddelreclusodemejorarsu situacinpenitenciaria(eincluso)obteneranticipadamentesulibertad (condicional)sisuconductaerajuzgadafavorablementeporlas autoridades penitenciarias (Rivera Beiras 1995). Es precisamente en este momento,cuandonaceotrafuncinqueseatribuiralacrcel:la readaptacin11 de los reclusos (Sandoval Huertas, op. cit: 98). Enefecto,enlastresltimasdcadasdelsiglopasado,varios acontecimientossesucedenypropicianelnacimientodeestanueva crcel: a)eldesarrollodelpositivismocriminolgico,alquereradoptarparalas ciencias sociales los mtodos propios de las ciencias naturales, propiciar elnacimientodeunsabercientficoentornoalaresocializacindelos reclusos; b)porotraparte,en1870secelebraenEEUUel"CongresoNacional sobrelaDisciplinadelasPenitenciarasyEstablecimientosdeReforma" (Cincinnati)dondeseestableceelprincipiofundamentaldela "regeneracin moral de los delincuentes"12; c) al mismo tiempo, el trabajo penitenciario comienza a perfilarse como el instrumentomsidneoparaalcanzarlaresocializacin(locual comienzaaplasmarseenlasprimeraslegislacionesdefinalesdelsiglo XIX), extendindose tanto a los "penados" como a los presos "preventivos" (Kauffman 1977: X);

11Indicaesteautorquelafinalidadreadaptadoradelacrceles,aveces,confundidaconexpresiones similares tales como reinsercin social, resocializacin social, reeducacin social o rehabilitacin social. Estos conceptos"coinciden,porlomenos,ensugerirqueelsentenciadoadolecedeunadeficienciaensu adaptacin social que debe ser subsanada" (Sandoval Huertas, op. cit: 98). 12Apartirdeestemomento,cuandolaresocializacincomienzaateneruncarctercientfico,ellase convertir en la ms frecuente justificacin de estas penas (Sandoval Huertas, op. cit: 101). En ese sentido, afirmabaMarcdelPontque"desdeelpuntodevistadenuestroestudioelaspectomsimportantede destacar es el carcter reeducativo que debe tener la pena" (1974 T.I: 4). 17 d)y,porltimo,laresocializacindelreclusoyanosedejaallibre arbitriodeunsimplecuerpodecustodiospenitenciarios.Supretendido carcter cientfico, propicia el nacimiento del "tratamiento penitenciario" para el cual deben prestar su apoyo la medicina, la psiquiatra y la recin aparecidapsicologa:"conelinflujodelascienciasdelhombre,a principiosdeestesiglo,surgielmodeloclnico;elobjetivoera teraputico;elsistemapenitenciariodeberaserunasuertedehospital quetendralafuncindecuraraldelincuentemedianteuntratamiento adecuado"(SandovalHuertasop.cit:105).Laideologadela resocializacinatravsdeuntratamientoemerga,comoseve,y desplegara rpidamente todo su esplendor. Antes de terminar este punto es preciso recordar, aunque sea muy sintticamente, que el penalismo iba, al mismo tiempo, desarrollando sus nuevas teoras de legitimacin de las penas. Se pasaba as de la antigua retribucin a una nueva presentacin en sociedad del castigo: las ideas utilitaristas o prevencionistas o relativas construiran nuevas mitologas punitivas. Estas teoras han sido denominadas "relativas" o utilitaristas porquelaimposicindelapenaslosejustificasilamismaatiendeal logro de un fin, precisamente, el de ser til para prevenir la comisin de delitos.Comoparececlaro,lasteorasabsolutasdelapenaintentaron responderalinterrogantede:porqupunir?,locualsignificaquelas mismasmirabanalpasado:poraquelloderetribuirelmalyacausado. Por el contrario, las teoras relativas de la pena pretendieron responder a otra pregunta: para qu castigar?. En esta nueva visin, la pena no fue yaconcebidacomounfinsmismasinocomounmedioparaalcanzar determinados fines: un medio para la prevencin. En consecuencia, estas teoras se orientaron hacia el futuro. Se trataba ahora de utilizar la pena como un instrumento que permitiera evitar el delito, protegiendo de este modo determinados bienes jurdicos que se estimaban necesarios para la convivencia social (cabe recordar al respecto la frmula latina del punitur, 18 nepeccetur,quesitacorrectamente,ensutradicinhistrica,esta pretensin utilitarista)13. Mas,peseatodoeldesplieguedoctrinal/ideolgicodeaquellas teoras de justificacin de las penas, el fin del siglo XIX y el inicio del XX propiciarannuevasbsquedasdelegitimacinpunitivadonde,comose verenelsiguienteepgrafe,sernotraslasfuncionesqueahorase revelaran. III)Enposdelacohesinsocialylaeducacinmoral:lavisin durkheiminianadelapenaylasposterioreslecturas funcionalistas. Ha sido sin duda Durkheim el autor que, ya a fines del siglo XIX, realiz un muy completo estudio de la autntica significacin social del

13 Las expresiones que tuvieron estas nuevas teoras de legitimacin de las penas son muy conocidas:la llamadaprevencinespecial,quefueextendindoseapartirdelltimoterciodelsigloXIXcomo consecuencia del auge de las ideas positivistas. Como seala Ferrajoli, es a partir de ese momento cuando sobrela"personalidadcriminal"seconstruirunsaber"cientfico".Lapretensinporclasificarymedirel comportamiento humano, por separarlos "corregibles"de los "incorregibles", los"sanos" de los "enfermos", etc., ser comn a las tres orientaciones preventivo-especiales que se han conocido, algunas incluso desde antiguo: a) "las moralistas de la enmienda"; b) "las naturalistas de la defensa social" y c) "las teleolgicas de la diferenciacindelapena"(cfr.op.cit:265).Enlaprimeradelasorientacionesmencionadas,setratael concepto de la poena medicinalis, fruto de una concepcin espiritualista del hombre informada por el principio del libre arbitrio en su forma ms abstracta e indeterminada. Esta visin pedaggica de la pena informa en la pocamedievaltodoelderechopenalcannico.Directamenteligadasaestasantiguasynuncaextintas tradiciones, la idea de la pena como medicina del alma -entendida casi ms como un bien que como un mal para el que la sufre- recobra vigor en el siglo pasado inspirando, an con diversos matices, las dos versiones delamodernapedagogapenal:lacatlica(sostenidaporKarlRoederentreotros)ylaidealista(deUgo Spirito).As,elfindelapena,segntodosellos,sereldelareeducacinyrecuperacinmoraldel condenado, a quien se presupone sujeto inmoral a redimir (cfr. Ferrajoli op.cit: 266). Las doctrinas sealadas en la segunda direccin, parten de la idea que el delincuente es un ser antropolgicamente inferior, desviado (degenerado)yque,elproblemadelapena,equivaleportantoaldelasdefensasmsadecuadasdela sociedadfrentealpeligroquerepresenta.Seasignaalapenay,fundamentalmente,alamedidade seguridad,eldoblefindecuraralcondenado(alpresuponerlesujetoenfermo)y/odesegregarloy neutralizarlo (al verlo como individuo peligroso) (Ferrajoli ibidem). Seala Ferrajoli que, en el presente siglo, aunque con premisas diversas, estas teoras fueron acogidas en la Unin Sovitica por obra de Lenin, Evgenii Pasukanis y Petr I. Stucka. Finalmente, la tercera orientacin correccionalista, confa la funcin de prevencin especial de las penas a su individualizacin y diferenciacin. En Alemania, a partir de la Escuela Sociolgica deFranzvonLisztcomenzadifundirselaidearelativaaquelafinalidadpreventivo-especialrequera investigaciones en torno a las distintas categoras de delincuentes y ya no, como hasta entonces, de modo uniformeparacualquierinfractor.Enesalnea,vonLisztsealabaqueelderechopenaldebaprestar atencin a los resultados de las investigaciones antropolgicas y sociolgicas de los delincuentes.La otra conocida expresin de esta doctrinas de justificacin de las penas, es la llamada prevencin general. Estasteoras,comosealaBaratta(op.cit.),tienenpordestinatariodelapenaalconjuntosocialypueden presentardoscontenidosdiversos:uno,quepuededenominarsecomo'disuasivo'(prevencingeneral negativa), el cual se dirige a crear contra-motivaciones en los transgresores potenciales y, otro, que podra ser calificadocomo'expresivo'(prevencingeneralpositiva),elcualestaraorientadoadeclararyreafirmar valores y reglas sociales, contribuyendo as a la integracin del grupo social en torno a aqullos. 19 castigo.Hablardelasancinpenalcomotangibleejemplodel funcionamiento de la conciencia colectiva y entender el funcionamiento de la sociedad a travs de los rituales del castigo, son expresiones que remitendirectamentealcitadoautor.Conviene,primero,conocer algunosrasgosgeneralesdesupensamientoantesdeabordar directamente su aproximacin punitiva. Tal vez una de lasms grandes preocupaciones deDurkheim y deaquseconstruirnalgunospilaresbsicosdelpensamiento Funcionalista-estuvieseensuintentopordescubrirlosorgenesdela solidaridad social pues all residan las condiciones fundamentales de la vidacolectivaydelacohesinsocial.Alrespectodeberecordarseque, ensuesquemadepensamiento,lasociedadslopodafuncionarsi existaunmarcocompartidodesignificadosymoralidades:elloera, precisamente, lo que llevara a la cohesin social. Y, para esta tarea, era decisivoanalizarlosdostipossocialestancitadosenlosestudios durkheiminianos:lassociedadesprimitivas,conescasaonuladivisin del trabajo (y caracterizadas por la presencia de solidaridadmecnica); ylassociedadesmsdesarrolladas,quepresentandiversosnivelesde divisindeltrabajo(yuntipodesolidaridadorgnica).Ahorabien, antesdepasaravercmojuegaelpapeldelcastigoenambas,talvez seaoportunorecordarque,ensenodelpensamientoFuncionalista, nuncainterespromoverunatransformacinsocialsino,alosumo, ajustar los elementos disfuncionales que pudiesen poner en peligro el correcto funcionamiento del organismo social (Baratta op.cit., Pavarini op. cit.).Puesbien,desdeelpuntodevistapenolgico,hasidoGarland (1990)quien,enlosltimosaos,harealizadouncompletoestudio(y re-interpretacin)delaobrasdeDurkheim.Sigamosescuetamentesu recorridoparaintentardesentraarelautnticosignificadoquedel fenmenopunitivosehizohaceyaalgomsdeunsiglo.Ellosertil paracomprobarhastaqupunto,posterioresversionesfuncionalistas pretenderan asignar unas (supuestamente) novedosas funciones de las penas. 20 LaprimeradelasobrascitadasporGarlandesLadivisindel trabajo social14. En esta obra comienza a perfilarse la idea relativa a que el castigo representa una autntica institucin social en el sentido de constituirunasuntodemoralidadysolidaridadsociales.Oloquees muchomsdecisivo:lapenalidadnopuedeseguirsiendoentendidacomo el discurso penal vena haciendo- en los trminos mundanos de serviralcontroldelcrimen,oalcumplimientodelalegalidadoala reclusindelosinfractores.Parairllegandoaestacomprensin, Durkheim trata sobre la relacin existente entre el delito y la conciencia colectiva. Los primeros no son categoras dadas sino cambiantes en los tiemposylugares.ComodestacaGarland,enlaconcepcin durkheiminiana,losdelitosconstituyenofensasqueviolanseriamente laconcienciacolectiva,elcdigomoralquelassociedadesconsideran sagradoyesenesamedidaenlacualproducenlareaccinpunitiva (op. cit: 46-47)15. En consecuencia, de la violacin de los sentimientos y emocionessagradasqueconformanlaconcienciacolectivapueden desencadenarsereaccionespsicolgicasquerequierancastigo, venganza, etc16. Poresecamino,sevallegandoaconocerelalmadelapena: para Durkheim el derecho penal tiene su fundamento en la reaccin de tipoemocionalqueproducelaprofanacindelascosasentendidas comosagradas.Eseapegoreligiosoprofundoqueprovocaquelos sentimientosocupenundestacadolugarennuestrasestructurasy organizacionesanmicas-provocar,comoindicaGarland,reacciones apasionadas y hostiles por parte del pblico, el cual exige castigo para los profanadores; en ese sentido, el alma de la pena est constituda por lapasinynuncadejadeserlavenganzalaprimordialmotivacin quesubyaceenlosactospunitivos(op.cit:48).Yaunquesemejantes fundamentospunitivoseranmspropiosdelassociedadesprimitivas

14 De la cual se utiliza aqu la publicacin en castellano de 1993 (de la Editorial Colofn). 15Esaconcienciacolectiva,atacadaporeldelito,Durkheimladefinecomoelconjuntodecreenciasy sentimientos comunes al trmino medio de los miembros de una sociedad. 16 De todo lo cual sealar Garland (aunque en otros pasajes de su obra), que el rol de las sensibilidades socialesenlacomprensindelcastigoconstituyeundatoimprescindiblequelabordaralfinaldela obra citada. 21 que de las avanzadas, lo que habra sucedido es que, en estas ltimas, lavenganzasehabraorganizadomejor.Garlandlointerpretacon sumaclaridadcuandoafirmaque:considerarelcastigocomoun instrumentocalculadoparaelcontrolracionaldelaconductaesno percatarse de su carcter esencial, confundir la forma superficial con el verdaderocontenido.Laesenciadelcastigonoeslaracionalidadniel controlinstrumental();suesenciaesunaemocinirracional, irreflexiva,determinadaporelsentidodelosagradoysuprofanacin. La pasin se encuentra en el corazn del castigo (op. cit: 49). Y ello es decisivo,adems,porotracuestinoelementoestructuraldelcastigo: ensuarticulacinnoslojuegandospartes(infractoryvctimadel delito).Elroldesempeadoporeltercerelementorepresentadoporel pblico-serevelaentodasuintensidad:losobservadores, considerados como un ente de ultrajados, proporcionarn una dinmica motivadora(ylegitimante)de/paralarespuestapunitiva(Garlandop. cit: 49-50). Se va revelando, as, la autntica (poli) funcionalidad del castigo. ComoexpresaGarland,stetieneunimportantecomponente expresivo: de un lado, expresa valores sociales; de otro, libera energas anmicas.Enconsecuencia,enlavisindurkheiminianadelareaccin penal, incluso el delito puede llegar a ser funcional, no en el sentido de ser positivo (comose le ha querido alguna vez imputar aDurkheim), sinoenelmscomplejodedesencadenarfuerzasdereaccin,de aproximaralasconcienciashonradas(yconcentrarlas,aade Garland)y,poresava,contribuirdecisivamentealacohesinsocial. Durkheim, hace ms de un siglo, lo seal ya con suficiente claridad, al indicarqueelcastigolograraelprecisofindegenerarsolidaridad automtica17.Ahorabien,comosevermsadelantesobretodoa partirdelaaproximacinweberiana,alladodetodoelcarcter

17Enefecto,yasealabaenLadivisindeltrabajosocialque,elcastigo,aunqueprocededeuna reaccinabsolutamentemecnica,demovimientospasionalesyengranparteirreflexivos,nodejade desempear un papel til. Slo que ese papel no lo desempea all donde de ordinario se le ve. No sirve, o no sirve sino muy secundariamente, para corregir al culpable o para intimidar a sus posibles imitadores; desdeestedoblepuntodevistasueficaciaesjustamentedudosay,entodocaso,mediocre.Su verdadera funcin es mantener intacta la cohesin social, conservando en toda su vitalidad la conciencia comn (op.cit: 118). 22 pasional,emotivo,irracional,etc.,quecaracterizayfundamentala reaccinpenal,caractersticacentraldelassociedadesavanzadasser el(mayoromenor)gradodeinstitucionalizacin18enlasrespuestas penales(atravsdesuorganizacinenleyes,burocracias, procedimientos,sistemaspoliciales,tribunalicios,penitenciarios,etc.). Pero ello se ver con mayor claridad en otras obras de Durkheim. Garland pasa entonces a su interpretacin de Las dos leyes de la evolucin penal19 en la cual, se subrayan los aspectos histricos que no estaban tan presentes en la obra anterior. Tales aspectos servirn para demostrarquelasgrandestransformacionespunitivasobedecenen granmedidaaloscambiosenlassensibilidades,concienciasy moralidades de la sociedad20. Tales cambios en la historia penal seran de dos tipos (u obedeceran a dos leyes): a) cambios en la intensidad del castigo,y;b)cambiosenlacalidaddelmismo.Enambostiposde cambios,Durkheimcomienzasubrayandoque,enlassociedades avanzadas,lasformasdelcastigoseranmssuavesqueenlas primitivas21.Sinembargo,advierte,lacuestinnoestansencilla:el propioindividualismoyhumanismo,propiodelosnuevostiempos, exigierontambinprestaratencinalasviolacionesdelosderechos humanosqueelpropiosistemapenalpuedeocasionar;elloeraalgo impensableenlapre-ModernidadoAntiguoRgimen(Garlandop.cit: 54-56).

18 De racionalidad, dir Weber. 19 De la cual se utiliza aqu la versin inglesa de 1983. 20 Tesis que, por cierto, terminar siendo una de las que de modo central subrayar Garland al final de su obra y que se analizar aqu con detalle ms adelante. 21Alrespecto,afirmaGarlandinterpretandoestasegundaaproximacindurkheiminiana,quelas sociedadesmssimplessiemprerecurrieronamedidaspenalesdraconianasdebidoaqueenellas prevalecelaintensidaddelaconcienciacolectiva.Sumoralsocialessevera,rgidayexigente, estrictamentereligiosaenforma,yrepresentatodaslasreglascomoleyestrascendentales,autorizadas porlosdioses.Dentrodetalessociedadeslosindividuosestnprofundamenteimbuidosdelsentidode carctersagradoquetienenlasreglassociales().Encontraste,lossentimientoscolectivosquese encuentranensociedadesmsavanzadassonmenosdemandantesyocupanunlugarmenos prominenteenlavidasocial.Lascreenciascolectivasquecompartenestosindividuosnotienenel carcter de prohibiciones religiosas estrictas que regulan todos los mbitos de la vida por decreto frreo ().En consecuencia, la moralidad social tiene una resonancia psicolgica diferenteun lugar diferente enlaestructuraanmica-y,comoresultado,suscitaunareaccinmsmoderadacuandoseviolansus principios (op. cit: 55). 23 La tercera obra considerada por Garland en su interpretacin del pensamientodurkheiminianoesLaEducacinMoral22,enlacual asistimosauncambiodeescenario:elaula23.Analizndoseahorala posiblecorrelacinquepuedaexistirentreagenciasdecontroly/o disciplinamientosocial(delafamiliaalaescuela;odelmundolaboral alsistemapenal),comienzaunaaproximacinqueserdecisivaenla interpretacindurkheiminianadelcastigo:lacuestindela construccindelaautoridad.Enefecto,demostrarlarealidadyla fuerza de los mandamientos morales se lograr slo cuando las reglas convencionalesalcancenelprestigioylaautoridaddelascosas sagradas,locualselogracuandoseevidenciequelosinfractoresson castigados;entalsentido,elcastigocontribuyealreforzamientodela autoridad(Garlandop.cit:61).Yestareafirmacindelordenmoral constituyeaslafuncinprimordialdelapunicin,tantoenelaula como en los Tribunales de justicia24.DestacaGarland,apropsitodelodicho,unodelosprincipales instrumentosdurkheiminianosdelcastigo:elempleodeunpreciso lenguaje.Paraqueaquellasfuncionesatribuidasalapunicinse verifiquen,lamismanecesitaexpresarsesloentrminosdedolory sufrimiento,deformadesagradable.Elcastigocomometforadela comunicacinserevelaahoraentodasuintensidad:elcastigo transmite,afirmayre-afirmavalores.Poresoestanimportante(como en toda comunicacin), aade Garland el rol reservado al pblico, la receptividaddeste;ensntesis,queelmensajeseaclaroy comprensible.Esporestava,entonces,quelaspenas,lasmultas,la crcel,lasrestriccioneslegales,etc.,constituyenelautntico

22 De la cual se utiliza aqu la versin castellana de 1997 (de Siglo XXI). 23 Seala Garland al respecto: El escenario de este anlisis es mucho ms especfico que el de trabajos previos,yaqueaquseocupadedescribirlosprincipiosylapragmticadelaeducacinenelaula, aunque resulte el escenario perfecto para sealar las implicaciones especficas de su trabajo terico. Tal comolaconcibe,latareadelaeducacinmodernaesdesarrollarunamoralidadlaicayracional,y encontrar la mejor forma de socializar al nio en esta nueva conciencia colectiva. El papel del castigo en estecontextoesprecisamenteelmismoquesupapelenlasociedadengeneral,laexpresinyel reforzamiento de la moralidad social, de manera que su anlisis del castigo en el aula puede considerarse una extensin de la teora que desarroll en su trabajo previo (op. cit: 60). 24 Si bien esta interpretacin que Garland hace del texto analizado es muy sugerente, creo que tampoco puede olvidarse que la autoridad de la que Durkheim est tratando, es la del maestro. Y esa autoridad se expresa en trminos ticos, a travs del ejemplo, de la persuasin, en suma, de laautoridad moral. La autoridad penal del Estado, obviamente, posee procedimientos y finalidades muy diversas. 24 escenario, el andamiage donde se representa y se expresa el lenguaje del castigo (op.cit: 64-65).Paraconcluirestarpidamiradadelaaproximacinpunitivade Durkheim, puede decirse que l no ha visto en la pena las tradicionales funciones que la doctrina penal le atribuy y que no han sido otras que las clsicas de ser, a) un medio de prevenir delitos; b) o un instrumento paralacorreccindelosinfractores;oc)unmedioparalograrqueel derechosecumpla(funcionessubalternasomundanas,cuandono abiertamente falsas o ideolgicas). Las autnticas funciones del castigo no son las penales sino, como institucin social que es, a) asegurar la cohesin social, b) reforzar el sentido de la autoridad, c) contribuir a la reproduccinmoraldelasociedad,yd)seruneficazmediode disciplinamiento social. Vistoello,antesdeconcluiresteepgrafe,comoseanuncial iniciodelmismo,puedeserimportanteveralgunasdelasposteriores re-interpretacionesqueelpensamientoFuncionalistarealizdelas ideassealadas,sobretodoporqueporestavaseconstruiraunade lasms(pretendidamente)modernasteorasdelapena:lallamada doctrinadelaprevencingeneralpositivaoprevencin-integracin (Jakobs1995).Enefecto,cuandolascorrientes sociolgicas penetraron enelanlisisdeldelitoydelapena,lateoradelossistemas,como variante del funcionalismo, hizo su aparicin (Prez Manzano 1986). La teoradelossistemasintroduceunlenguajeyunmtododeanlisisde losfenmenossocialesqueescomplejoyhadeserexplicadopara comprendercmo,posteriormente,seconstruylaformulacinde Jakobs sobre la teora de la prevencin-integracin.Lateoradelossistemasseoriginenlosaosde1940comoun intentodesuperacindelacontraposicinentreunparadigma mecanicista de explicacin de la realidad y del paradigma holstico. Como indicalacitadaautora,unadelasdefinicionesmsusadassobreel concepto de sistema seala que el mismo es un "conjunto de objetos ms lasrelacionesentre losobjetosy entresusatributos"(op.cit:45),siendo losobjetoslaspartesdelsistema,losatributossuspropiedadesylas 25 relacioneslasqueposibilitanlanocindesistemaenlamedidaenque mantienen las partes unidas en el sistema. Pero el concepto de sistema se articulasobrelabasedeotroselementosauxiliares:estructura,como organizacininternadesuselementosyfuncin,comolaconductae interrelaciones del mismo con el exterior.En esa perspectiva global, Luhmann (1983a y 1983b) se ocup de investigar el Derecho a travs del campo sistmico. Seala este autor que, enelinteriordeunsistemasocial,laconvivenciaestorganizadacon procesosinteractivosentresusmiembrosquesedenominan "expectativas":cada individuo esperara asquelosdemssecomporten conformealasreglassociales(expectativasdeconducta)yviceversa (expectativasdeexpectativas).Deesemodo,cuandolaexpectativaes incumplidaoviolentadaseproduciraunafrustracinenelsujeto expectantequesetransformaenun"conflictosocial".Alproducirsela frustracinsealada,dichosujetotienedosposibilidades,segnesta teora: a) adaptar sus expectativas a la frustrante realidad (para no volver a frustrarse en el futuro); , b) mantener sus expectativas inmodificadas. Aquellas expectativas en las que el conflcito surgido por su frustracin se resuelven a costa del sujeto expectante, son denominadas por Luhmann como"cognitivas".Encambio,lasexpectativascuyafrustracinno produceuncambiodelasmismas,sonporaquldenominadas "normativas". ElDerecho,enestavisin,vieneaimplicarlainstitucionalizacin deunsistemadeexpectativas,regulandolaconvivenciasocialy disminuyendoelriesgodeconflictoqueseoriginaradenopoder preveerselasactuacionesdelosotrosysusreaccionesfrentealas propias, "surgiendo un equilibrio consensual independiente del contenido valorativo de las expectativas" (Prez Manzano ibidem). En tal sentido, se dice que el Derecho contribuye a la creacin y mantenimiento de consenso. Lasolucindelconflictosocialproducidoporlafrustracindelas expectativas normativas, pasara a ser canalizada mediante el mecanismo deimposicindesanciones,lascualesvendranasuponer,en 26 consecuencia,ladeclaracinexpresadelafrustracindelaexpectativa, partiendo de que el conflicto se resolver "a costa del sujeto" frustratorio.Apartirentoncesdeestateorasistmica,muybrevemente apuntada aqu, Jakobs efecta toda una reformulacin global de la teora jurdicadeldelitoydelapena,efectuandounafundamentacin preventivo-general positiva del Derecho penal. Como ya se ha apuntado, a partirdelaconcepcinluhmannianadeDerechocomoconjuntode normasquecreanexpectativasdeconducta,Jakobsconcluirconsu afirmacindequelapena,comosancinjurdicopenal,contribuyeala estabilizacindelasexpectativas(delos"contactossociales",ensu terminologapropia)25.Enesesentido,Jakobsindicaquelatareadel derechopenalhadeconsistirenelmantenimientodelanorma,como modeloorientadordelcontactosocial:"ascomoloshombresensu relacinconlanaturalezasloseorientanenlamedidaenquepueden encontrarregularidades,delmismomodoenloscontactossocialesslo resultaposiblelaorientacinsino hay quecontar acadamomento con cualquiercomportamientoimprevisibledelaotrapersona(...).Una decepcinespecficaenelmbitodeloscontactossocialesafectaa aquellas expectativas que se derivan de la pretensin frente a la otra parte de que respetar las normas vigentes, pudiendo la pretensin contradecir al juicio congnitivo" (op.cit: 9-10)26. PesealpretendidocarcternovedosodelateoradeJakobs, Baratta (1986) y Ferrajoli (1995) recuerdan que, en realidad (y como se havistoya),losantecedentesdelamismaseencuentranenlas

25 Para una crtica a los planteamientos del "neutralismo funcionalista o sistmico", v. Octavio de Toledo y Ubieto (1990). 26 En esta perspectiva, el significado de la pena ha de ser el rechazo de la desautorizacin de la norma y se ha de llevar a cabo "a costa" del que la ha quebrantado, pues ste, con sus actos delictivos ha creado un"conflictosocialenlamedidaenqueponeenteladejuiciolanormacomomodelodeorientacin" (Jakobs op.cit: 13). Por ello, "no puede considerarse misin de la pena evitar lesiones de bienes jurdicos. Sumisinesmsbienreafirmarlavigenciadelanorma"(ibidem).Enestecontextoque,comoseve, afianzaelvalordelasnormas,Jakobscontinaindicandoquelaproteccin(penal)tienelugar reafirmando al que confa en la norma. Y vuelve a sealar que "la reafirmacin no tiene por contenido el queposteriormentenovayanadiemsainfringirlanorma,porquelapenahagadesistiralos delincuentespotenciales,nimenosansetratadecualquierpronsticoespecialmentereferidoal comportamietofuturodelautor"(op.cit:18).Deestemodo,losdestinatariosdelanormanosonlas personasquepotencialmentepuedenconvertirseenfuturosautoresdedelitos(finalidadquelapenas cumplira en la prevencin-intimidacin), sino "todos". Y ello porque, en esta lnea, contina sealando el autor alemn, la pena producir tres efectos: a) ser til "para ejercitar en la confianza hacia la norma"; b) 27 posicionesdurkheiminianas,aunquedesdehacealgunosaoshansido reelaboradas en un marco conceptual parcialmente nuevo que se sirve de la teora sociolgica de los sistemas. "Dentro de esta direccin, representa unpuntodellegada-hoyatentamentediscutido-deldesarrollodela cienciapenalalemanadelosltimosdecenios(teoradela'integracin-prevencin')" (Baratta op.cit: 83). Lasobjecionesque sehanformuladoalateoradelaprevencin generalpositiva,provienendedistintosfrentes.Porunapartesecritica quesupongaunavueltaalretribucionismopuestoquealcriticarala resocializacin no se responde al problema del fin que tiene la ejecucin delaspenas.Barattasealaquelacrticaalaresocializacinnova acompaada de la creacin de instrumentos alternativos a los del derecho penal (1984). Pero, adems de ello, el autor italiano advierte que la crtica aestasteorasnopuedeconsistirensucontestacindesdeelpuntode vista de su adecuacin a la realidad que efectivamente reflejan, "sino que debefundamentarseenlaelaboracindeundiscursocrticosobrela propiarealidad,estoes,sobrelosmecanismos generados porelsistema punitivoysobrela'normalidad'queellarepresentaygarantiza"(op.cit: 85).Alhablarde"normalidad",Barattatieneencuentatantolaquese deriva de una moralidad dominante como la que surge de las relaciones socialesydepoderexistentesenunasociedad27.Ensimilarsentido, Ferrajoli objeta que a estas doctrinas acompaan generalmente modelos de "derecho penal mximo" e ilimitado, programticamente indiferentes a la tutela de los derechos de la persona. IV)Sistemaspunitivosysistemasdeproduccineconmica:la economa poltica y el discurso marxiano en torno al castigo.

ser til "para ejercitar en la fidelidad al Derecho";c)sertil"paraejercitarenlaaceptacindelas consecuencias". 27 Al respecto, destaca Baratta que la funcin de castigar sirve aqu, en realidad, como el "chivo expiatorio" mediantecuyosacrificiosellevaacabolarepresentacindelordenexistenteyelrestablecimientodela seguridaddetodoslosasociadosenuna"normalidad"enlacualelsujetohumano-ynosolamenteenel papel del condenado- es un elemento funcional y no el fin" (op.cit: 89). 28 Se analizar ahora un planteamiento radicalmente diverso de los vistoshastaestemomento.Desdeluego,noseefectuaraquun examen detallado de los postulados marxistas pues ni hay espacio para hacerlo,niesesalaintencin.Porotraparte,abundanteliteratura puede manejarse en tal sentido. Lo que se tratar es de ver cules han sidolasprincipalescontribucionesdelallamadacorrientemarxiana enelmbitopunitivo,expresinqueyarequiereunaexplicacin.Se calificadetalmodolacorrientedepensamientoque,inspiradaenlas obrasdeMarxyEngels(quienesapenastrataronlacuestin penolgica),apliclascategorasmarxistasalanlisisdelacuestin penal (cfr. Pavarini 1983, Bustos Ramrez 1983, Baratta 1986)28. Y, en este epgrafe, se examinar el desarrollo de una corriente semejante en su estricta contribucin al estudio del castigo. Essobradamentesabidoaestasalturas,queesacontribucin principal arranc en el seno de la llamada Escuela de Frankfurt a travs delosescritos,fundamentalmente,deRuscheyKirchheimerque daranlugaralaconocidaobraPenayEstructuraSocialpublicada originalmenteen1939enelmbitodeloquefueelInstituto InternacionaldeInvestigacinSocialfundadodiecisisaosantes, cuandoelmismoyahabatenidoquetrasladarseaNuevaYork29.Se inauguraba con esta perspectiva un estudio que, por primera vez, vena aponerenestrecharelacinelcomplejofenmenopunitivoconeldel mercadodetrabajoyconlosvaloresculturalesquesustentanauna determinadasociedad(Sellin1984:XII).Unanuevaepistemologa estaba surgiendo en relacin con el conocimiento cientfico del problema

28 Y, por cierto, declaraba Quinney hace dos dcadas: Marx tena poco que decir sobre la ley penal y el control del delito. El objetivo es ac, entonces, desarrollar un anlsis crtico-marxita del control del crimen en la sociedad capitalista (1985: 243). Garland, por su parte, emplea el trmino neo-marxismo para referirse a la misma corriente sealada. En efecto, destaca que () ni Karl Marx ni Friedrich Engels hicieron una contribucin sustantiva al anlisis delasinstitucionespenales.Encontrasteconotrasreasdeestudiodelmarxismoeconomapoltica, derecho,familia,Estado,entreotras-noexistentextosbsicosquepresentenunaposicinmarxista desarrollada sobre el castigo, por lo que, en consecuencia, no hay ninguna ortodoxia original que superar (op.cit: 106). 29Enefecto,escribaen1938MaxHorkheimer(porentonces,DirectordelInstituto),queen1934 transfirisusprincipalesactividadesalaciudaddeNuevaYork,dondefuncionabajoelauspiciodela Universidad de Columbia; los miembros del Instituto forman un grupo de estudiosos alemanes emigrados quesededicanaladocenciayalainvestigacinenloscamposdelafilosofa,psicologa,economa, sociologa y derecho, con el propsito comn de convertir a las ciencias sociales en elemento til para el anlisis de las tendencias ms importante de la sociedad actual (Prefacio 1984: IX). 29 punitivo.Y,cuandosehabladeunanuevaepistemologa,seest haciendomencindelosprincipalespilaresqueconformanesenuevo enfoque:unnuevoobjetodeestudioyunnuevomtododetrabajo. Veamos algunos de sus puntos fundamentales. Enprimerlugar,cabedestacarqueRuscheyKirchheimer partendeunacrticaalenfoquejurdicohegemnicoquesiemprese expresatravsdelasclsicasteorasdelapena.Enefecto,cuando afirman que stas nunca pueden llegar a explicar la introduccin de las formasespecficasdecastigoenelconjuntodeladinmicasocial(cfr. op.cit.),estnanunciandolaadopcindeunanuevaperspectivapara elabordajedelacuestin.Lanuevaepistemologasepondr definitivamentedemanifiestocuandosealanquetodosistemade produccintieneunatendenciaadescubrir(yautilizar)sistemas punitivosquecorrespondenalaspropiasrelacionesdeproduccin (ibid.).ComodestacaBaratta,latesisdelosdosautorescitadosse resumeensealarqueenlasociedadcapitalistaelsistema penitenciario depende sobre todo del desarrollo del mercado de trabajo. La magnitud de la poblacin carcelaria y el empleo de sta como mano deobradependendelaumentoodeladisminucindelafuerzade trabajo disponible en el mercado y de su utilizacin (1986: 204). Se iba edificando,deestemodo,lanuevaepistemologapunitivaquepasa ser conocida como la economa poltica de la pena.Garland,cuandoanalizalaobradeRuscheyKirchheimer, sintetizaclaramentesusprincipalespropuestas:1)Elcastigodebe considerarse como un fenmeno histrico especfico que slo aparece en formasparticulares,concretas30().2)Conformealainterpretacin marxistadelahistoria()elmododeproduccineseldeterminante principaldelosmtodospenalesespecficosenperiodoshistricos especficos (). 3) El castigo no es una simple consecuencia del crimen (); el castigo debe entenderse como un fenmeno social liberado tanto desuconceptojurdicocomodesusfinessociales().4)Las

30 Los autores de Pena y Estructura Social destacan, en efecto, que la pena como tal no existe; existen solamentesistemaspunitivosconcretosdecastigoyprcticasdeterminadasparaeltratamientodelos criminales (op.cit: 3). 30 institucionespenalesdebenverseensuinterrelacinconotras instituciones y con otros aspectos no penales de la poltica social (). 5) El castigo debe verse, no como una respuesta social a la criminalidad de losindividuossino,sobretodo,comounmecanismoconhondas implicacionesenlaluchadeclases,entrericosypobres,burguesesy proletariado (). 6) La funcin real del castigo no es beneficiar a toda la sociedad,sinoapoyarlosinteresesdeunaclaseencontradelaotra (op.cit: 113-115)31. Decisivo,paraelespecficocasodelahistoriadelasreformas carcelarias,eselconceptodelalesselegibility(oleydelamenor elegibilidad) que surge ya del primer trabajo de Rusche de 1933 (Labor marketandpenalsanction)yquetambinafloraenPenayEstructura Social.Poresareglaseestableciquelascondicionescarcelariasfundamentalmente,lasdeltrabajocarcelario-siempredeben permanecerpordebajodelaspeorescondicionesmaterialesdelas clasessubalternasdelasociedad.Unprincipiosemejante,orient(si as puede decirse) los procesos reformistas de las crceles europeas del siglo XIX. Sealan al respecto Rusche y Kirchheimer, a propsito de la situacinalemanadeentonces,quelosjuecesylegisladoresse mostraban indiferentes ante las condiciones imperantes en la prisin y no se preocupaban por distinguir las diversas escalas en la graduacin delapenadedetencinoporfijarsuduracinconformeaprincipios definidos.Sedabanporsatisfechossuponiendoqueelhambre,los azotes y el trabajo duro produciran sus efectos, de modo que ninguno, por ms pobre y miserable que fuese su condicin, dejara de hacer todo lo que estuviera a su alcance para permanecer fuera de los muros de la crcel.Laposibilidaddequelapenadeprisinpudieraperdersus

31AadeposteriormenteGarlandimportantesconsideracionesdemogrficasensuinterpretacindela obradeRuscheyKirchheimer:Entrminosmuygeneraleselmercadolaboral,aligualquela demografa del crecimiento poblacional, tienden a fijar el valor social de la vida humana, por lo menos la vida de los siervos, vagos y obreros que son el objeto de la administracin social. Durante los perodos en queabundalamanodeobralapolticapenalpuededarseellujodeserinflexibleconlavidahumana comosucedienlaEdadMedia,cuandoelcastigocapitalycorporaleratanfrecuente.Noobstante, cuando la demanda de mano de obra amenaza con exceder la oferta -como sucedi en algunas partes de Europa durante el perodo mercantilista- el Estado y las instituciones penales estarn menos dispuestos a deshacerse delrecursovaliosoquerepresentansus cautivosyprobablementelosponganatrabajar de una u otra manera (op.cit: 116). 31 efectosintimidatorios,seencontrabamsalldelcampodel pensamiento racional (op.cit: 134). Estarecuperacindelanlisishistoriogrficoquecaracterizala obra aqu analizada y que constituye uno de los rasgos fundamentales deestanuevaepistemologarevisionista-hasidodesarrollada posteriormenteenalgunasreinterpretacionesverificadasenladcada delosaosde1970.CrcelyFbrica.Losorgenesdelsistema penitenciario(siglosXVI-XIX)publicadaoriginalmenteenItaliaen1977 porMelossiyPavarinies,posiblemente,elejemplomsclarodelo dicho.AsloexpresaclaramenteNeppiModonaenlaPresentacinde los dos ensayos si bien, l mismo, advierte del cuidado que debe tenerse dequeestasinterpretacionesnoexagerenencuantoadogmatismoy asbtraccin32.Noserepetirncomentariosycitasqueyasehanhechoenel EpgrafeI)delpresentetrabajo,enrelacinconlastesissobreel surgimientodelapenaprivativadelibertadsustentadasporlosdos autoresitalianos.Slocabesubrayarquelasmismasafianzaronan ms la llamada orientacin econmico-estructural que, sobre todo, vino a desvelar la pobreza y la falacia de las explicaciones pietistas-humanistas quehabanmencionadolacontrariaexplicacinsobresemejante fenmeno.Heahlaautnticaimportanciadelmtodohistoriogrfico como revelador de la nueva epistemologa a que se ha hecho referencia. Paraacabaresteepgrafe,convienerecordarconGarlandquela llamadaperspectivamarxianaaqusintetizadahatenidootras expresionesdiversasdelascomentadas.Enefecto,son tradicionalmentecitadosenestalneainterpretativa,lostrabajosde

32 Seala el presentador citado, a propsito del mtodo seguido por los dos ensayistas, que para ellos la preocupacinporsituarlacrcelenuncontextohistricoprecisoconstituyeelhiloconductordela investigacin,alavezqueconstantementeintentancompararlosesquemasterico-interpretativosque proponen para explicar primero la gnesis y despus el desarrollo de los distintos sistemas penitenciarios y la concreta incidencia que tienen las instituciones penitenciarias en la organizacin econmica y social que estn analizando (op.cit: 8). Pero ms adelante advierte, veremos cmo tampoco este mtodo est libredeunciertomecanismo,enparticularparalosperodoshistricosyparaaquellasrealidades nacionalesentrelasqueseencuentraItalia-enlasquelashiptesisdetrabajoylastentativasde explicacin propuestas para otras situaciones encuentran menos correspondencia en la realidad concreta (ibid.). Observaciones semejantes se hallan a lo largo de la Presentacin de Neppi Modona al comparar la metodologa de trabajo de Melossi y Pavarini con la empleada por Foucault. 32 Pashukanis33 relativos a las formas y categoras del derecho burgus y a la poderosa carga ideolgica que el derecho y los sistemas punitivos- imponecomomediodelegitimacindelasdesigualesrelacionesentre clasessociales(cfr.op.cit:138)34.Entalsentido,concluahaceaos Barattadestacandoqueenestecontextoestructuralmsvastodebe examinarselatransformacinactualylacrisisdelainstitucin carcelaria. La investigacin que queda todava por hacer concierne a la relacinfuncionalqueintercedeentrelaactualfasedecontrarreforma delsistemapunitivoylacrisisdelmecanismodeacumulacin capitalistaaquehoyasistimos(op.cit:207).Sobreestaimportante afirmacin se volver posteriormente. V)Re-descubriendoellaboratoriodelasegregacin:algunas direccionesdelaEscueladeChicagoyladifusindel behaviourismo. Comoesbiensabido,losllamadossistemaspunitivopremiales35 fueron diseados hace un siglo y, con pequeas variaciones y sofisticados refinamientos,hanperduradohastanuestrosdas.Veamosahora, brevemente,cmootrascorrientesdepensamientotambin"aportaron" algunasvariantesenlasindicadasmodalidadesteraputicas.Sealude ahoraalasreflexionesqueprovienendelaTeoradelAprendizajede aquel laboratorio que fue la llamada Escuela de Chicago y que supuso lapenetracindelconductismoo"behaviourismo"enlasinstituciones segregativas.Enefecto,lasnocionesde"contagiosocial"yde"aprendizaje criminal"ejercieronnotableinfluenciaenelcampodelaintervenciny tratamientopenitenciarios.ComosealaBergallialanalizarlos

33 Fundamentalmente Law and Marxism. A general theory (1978). 34EltemadelasfuncionesideolgicasdelsistemapenalestambinanalizadoporHayquien,como destaca Garland, pretende entender, desde el punto de vista humano, la gnesis de las estructuras, de lossmbolosculturalesydelospatronessocialessistemticos().Seconcentraenlasresoluciones penales procedimientos legislativos, decisiones de sentencia, organizacin de las ceremonias penales y modosdepensarquecomunicanestosdistintosprocesos-,msqueenlasformaspenalesypatrones culturales (op. cit: 145). 35 Es decir, aquellos sistemas penitenciarios (y de otro orden) que se han basado siempre en la lgica del premio/castigo (Pavarini 1986). 33 postuladosdePavlov,fueapartirdesusexperimentosconperros cuandosesupoqueelcomportamientopuedeserdedostipos:el "reactivo"yel"operante".Elprimeroeselproducidocomo respuestaa ciertosestmulosysegeneraenlaesferaautomticadelsistema nervioso;elsegundo,interesaelsistemanerviosocentralyresultaser unafuncindesusefectosambientalespasadosypresentes.Cuando uncomportamientooperanteesseguidodeciertotipodeestmulos, aqul aumenta su frecuencia en el futuro (1980: 121). Segn el mismo autor,"aplicandolosestmulosreforzadoresydiscriminantesse puedenobtenersensiblesmodificacionesdelcomportamiento.Estas tcnicasdelahansidoaplicadascon singular relieve en las crceles" (op. cit: 122).De ah que el llamado aprendizaje comenz a ser una de las ideas quefundamentarlaintervencinresocializadora.Partiendodequeel comportamientocriminalessiemprecomportamientoaprendido,las nuevasterapiassecentrarnenlafilosofaaparentementeelemental- depremiarelcomportamientodiferenciado.Msadelanteseverque, peseasemejantepresentacinideolgica,lasautnticasfinalidadesde una intervencin semejante siempre estuvieron orientadas a alcanzar la adhesindelosinternos,fomentaractitudesindividualistas(en detrimento de otras solidarias) y, en fin, servir de eficaz instrumento de gobiernodisciplinarioenelcasoespecficodelasinstitucionesde segregacin. TambindentrodeesteLaboratoriodeChicago,sehande mencionar los anlisis que fueron propios de las Teoras Subculturales y que,enelcampopenitenciario,provocaronlosprimerosestudios etnogrficos en comunidades cerradas elaborndose conceptos como el de "prisonizacin"(Clemmer1958).Elmodelocausalexplicativoque proporcionlateoradelassubculturascriminalesfueparticularmente utilizadoenelmbitopenitenciarioparadescribirladenominada "sociedadcarcelaria"(Neuman1968),cmosedesenvuelvela organizacin-formal e informal- de los reclusos y los funcionarios, cmo seconstruyeunprecisolenguajecarcelario,cmoapareceuna 34 jerarquizacin de sus sistemas de valores, etc. ElconceptodeprisonizacinfueacuadoporClemmer(op.cit.) paradefinirelefectodecarctersubjetivoqueproducelaconvivencia carcelaria. Bergalli, cuando introdujo tal concepto en Espaa, se refera a dichoefectoalsealarque,juntoala"nuevasocializacin"o "resocializacin"quedelaprisinsepretende,seproducetambinun "procesodesocializacinnegativo",pues,"eneltranscursodela ejecucin,elcondenadoasumesituacionesymodosdecomportamiento queimplicannormasyvalorespropiosdelavidadeencierroque dominan en el instituto"(1976: 53). Y,porltimo,nopuedendejardeindicarselascontribucionesde ciertasorientacionesdecarcterfuncionalistaaldiseodeparticulares formas de intervencin reeducadora. Desde el punto de vista penitenciario (adems de cuanto se seal en el Epgrafe III), el Funcionalismo di paso aunanuevaformadeintervencinsobrelosreclusosenlosinstitutos penales.SealaBergallique"VictorvonWeszackerfuequienenla Medicinaintrodujolaexpresin'terapiasocial'paradaraentenderun mtodo psicoteraputico para el refuerzo sobre el defectuoso influjo que el medio ambiente ha tenido sobre el paciente" (op. cit: 77)36. Bergalli,citandoaDilger,destacaque"laterapiasocialesun tratamientocurativoqueserelacionaconlosmodospsquicosde comportamientodelapoblacinrespectodelaasociacinovidade conjuntoengrupossociales,clases,estratos.Porello,comprenderalos fenmenospsquicoscomosimpata,antipata,amoryodio,dominioy sumisin,formasdecontactoydistanciasocial,modosdeviday comportamientoengrupossocialescomolafamilia,amistad,escuela, profesin,etc..Latareadelaterapiasocialesladenormalizarestos modos de comportamiento dentro de los grupos sociales. Por medio de un procesocurativoenelmbitosocialsellegaauna(re)socializacindel

36 Mapelli Caffarena coincide en ello con Bergalli aunque seala que"la expresin terapia social haba sido utilizada con anterioridad en el ao 1927 dentro de un Proyecto de ley penitenciaria alemn, que no lleg a ser aprobadoaconsecuenciadelosfrecuentescambiospolticosqueporentoncessufralanacinalemana. Tambin es necesario recordar como antecedentes inmediatos de los centros de terapia social el desarrollo de clnicas de tratamiento tanto en Dinamarca como en Holanda a partir del ao 1925" (1983b: 68-69). 35 paciente. Entonces la terapia social es una terapia que potencia lo social" (op. cit: 78). Apropsitodelaterapiasocial,Mirallesafirmaqueelaspecto principal de sta es la idea de "reintegracin del individuo a la sociedad" para que sea til a la misma por la adquisicin de "capacidades tcnico-laborales-disciplinarias", aspecto, pues, "de tipo funcional" (1983: 104).Y, para ello, seala la citada autora, sern elementos necesarios la terapia, lamedicalizacin,el aprendizajeyla disciplina "que seentrecruzarn y autoinfluenciarn en la vida diaria de la crcel durante la ejecucin de la condenaprivativadelibertad"(op.cit:104)37.Porloquehaceala utilizacin de algunas de las modalidades de terapia social en la ejecucin de las penas privativas de libertad, Bergalli seala -citando a Brink- que"lapsicoterapiaanalticafuepensadaparapersonalidadesque,sobrela basedefuertesinstanciasdeconduccin,consientanunsatisfactorio desarrollodesusestructuras,msquenadaenpresenciaderasgos neurticos" (op. cit: 133)38.Los reparos que se han formulado a la terapia social provienen de distintosfrentes.Unodeellosesaqulque,enpalabrasdeKaufmann, supone"la cada de la terapia social entre dos frentes ideolgicos" (1977: 201).Deunladoestaranaqullosqueseresistenaaceptarqueun determinado porcentaje de individuos est tan afectado. De otro lado, se seala que no puede ocultarse que detrs de la terapia social se esconde una necesidad inconsciente y reprimida de castigo, as como el aferrarse rgidamente a posiciones antiguas y reprimidas (Bergalli, op. cit: 154).

37Encuantoalosnumerososmtodosempleadosporlosdefensoresdelaterapiasocial,Bergallicitalos siguientes:a)mtodos individualizados bsicos:psicoterapia analtica (132 y ss.), terapia de contacto (136 y ss.), terapia de comportamiento (138 y ss.), terapias no-directivas (141 y ss.); b)mtodos individualizados subsidiarios:entrenamiento autgeno (143), hipnotismo y sugestin (143), farmacoterapia (144), ciruja (145 y ss.); c)tratamientoengrupos:psicoterapiaanalticadegrupo(147),psicodrama(148),psicoterapiadela comunicacin (148), "sensitivity training" (149), terapia de comportamiento en grupo (149), "group counseling" (150), terapia de medio ambiente (150), terapia laboral (151), grupos de tiempo libre (152), contactos con el exterior (152). 38 Asimismo, seala este autor que, en lo relativo a la denominada terapia de comportamiento-en el mbito ejecutivo penal-,"las ventajas que resultan de su aplicacin (...) reposan en el hecho que an detenidos de bajainteligenciapuedensertratadosconellaafindeverbalizaranalticamentesusproblemas.Existela posibilidaddereconstruirmodosadecuadosdecomportamiento,anensujetoscongrandesdificultades, medianteunprocesodecondicionamientoqueprovoqueenellosunayotravezsituacionesconflictivas 36 Conlaintencindepaliarlascrticasquesehanformuladoala terapiasocial,comotratamientoparticularizado,surgilaalternativade la denominada "terapia social emancipadora". Este concepto -acuado por Haffke- "puede definirse como un proceso prctico por medio del cual se le manifiesta libremente al recluso la razn y sinrazn de las normas, se lemuestrasuimpotenciayloinfructuosodeintentarhallar compensaciones en el delito" (Mapelli Caffarena, op. cit: 86)39. Agrega Mapelli Caffarena que, la terapia social emancipadora, tiene a la vez una orientacin individual y social. Individual porque atiende los sufrimientos y las necesidades del recluso. Pero a su vez es social porque conocedesusproblemasnodemanera aisladasino enrelacinconlos complejos fenmenos sociales, que son los que originan en parte aquellos problemas.Yes,porltimo,emancipadoraporquerenunciaal adoctrinamiento del sujeto (op. cit: 86). Bergalli,alexplicarelpensamientodeHaffke,sealalastesis centralesdelascualespartelaterapiasocialemancipadora,lascuales pueden resumirse del modo siguiente: a)TesisI:ladiferenciaqueseprovocaentrepaciente/internoy terapeuta/educador,eneldeseode"curar"o"tratar"alprimersujeto, genera un esquema de roles que aparece en oposicin con el principio de laautonomaindividual."Enconsecuencia,quiensedecidaporla oenterapiasocial,debe rechazarcompletamentelaambicinpedaggicaoteraputica"(op.cit: 156). b)TesisII:larealizacindelaPedagogadelapropiadeterminacin necesita de algunos presupuestos empricos determinantes externos y ha

estereotipadas. Como en todos los procesos de este tipo debe prestarse gran atencin a la duracin medida del tratamiento, cuyo trmino slo ser fijado en cada caso individual" (op. cit: 140). 39 Esta alternativa teraputica reconoce sus orgenes en la llamada "Pedagoga de la propia determinacin" (Bergalli,op.cit:156).Bergalli,comentandolostrabajosdeEser,sealaquestelaharecogido"para solucionar lo que l llama elde la moderna Pedagoga criminal y que se concretara de la manera siguiente: de un lado, toda socializacin que se limita a la construccin de una posicin (exterior) de legalidad, sera desacertada edsde un enfoque psicolgico fundamental y por eso enjuiciada como un fracaso. Del otro lado, empero, toda socializacin orientada hacia muchos fines-entre ellos el de una transformacin del carcter y del sistema de valores internos (inconsciente)- esconde en s el peligro de producir una coercin sobre las convicciones, lo que resulta insoportable en una sociedad pluralista y en un Estado de Derecho" (ob. cit: 156). 37 deejercerinfluenciaenunmarcoinstitucionaldado(elinstitutopenal) "queactabajocondicioneslegalesimpuestasdesdeafuerasobrelos aspectoseducativos-pesealabuenavoluntaddelospedagogosen funcin-favoreciendoasciertasdecisiones"(op.cit:156-157).Agrega Bergalliqueelpostuladoradicalesaquelquepresuponequela Pedagogadelapropiadeterminacinnecesitalibertaddeldominio institucional, es decir, libertad de la ejecucin penal. "Entonces, ejecucin penal como privacin violenta de la libertad significa aumento del dominio y, a esto, debe oponrsele una educacin " (op. cit: 157). c) Tesis III:a pesar de su nombre -"social"-, la terapia estara en principio orientadaindividualmente(pedaggicamentehablando).Estoes:la criminalidaddebeseraisladaenelcomplejosocialenqueellanace, apareciendocomodficitpropiodelvioladorindividualdelasnormas penales,quien,porconsiguiente,necesitasersometidoala"terapia"o "educacin". De tal manera la criminalidad no es ms una desviacin de aquellas normas, sino, antes que nada, un comportamiento "defectuoso", "incompleto","insano".Entonces,sioriginariamentelasnormaspenales debensepararlasconductasdesviadasdelasconformes,ahoraposeen unanuevatareacualitativacualesladelimitacindelasantinomias salud-enfermedad,perfecto-defectuoso,etc.Enresmen,elautorpenal recibiraunadobleestigmatizacin:una, pormediodelaviolacindela norma,yotra,porlaaplicacindelaetiquetade"enfermo","necesitado de educacin", etc. (op. cit: 157)40. Para terminar, sealar con Bergalli que, "en resumidas cuentas, los defensoresdelatesisIdirigirnsudeseohaciaunatransformacindel sistemadeinteraccinentreeleducadoryelinterno;losdelaTesisII, hacia una mudanza de la estructura organizativa de los institutosy los de la Tesis III, hacia un cambio de las relaciones sociales que producen la criminalidad y las definiciones de la criminalidad" (op. cit: 158).

40 A propsito de todo ello, Mapelli Caffarena seala que, semejantes premisas, "tal y como acepta Haffke", sonimpracticablesenelactualsistemadeejecucindepenas,puestoqueesimpensablecambiarla sociedadysuscontradiccionesapartirdelarealidadpenitenciaria."Elautor(serefiereaHaffke)noha pretendidoofrecerunaalternativadepresentesinodefuturo,yenestesentido,suopcinresocializadora tiene un valor especfico" (op. cit: 88). 38 Comoseve,pesealasaparentesinnovacionesquecadaunade estasorientacionesintrodujoenelcampodelaejecucin penal/penitenciaria-innovacionesque,comosevaviendo,acentuaron cadavezmslasprcticasdetipomdico/psiquitrico,primero,y pedaggico,despus-nuncafueyasustancialmentemodificadalabase normativaquepermitasemejantesintervenciones.Elsistema penitenciario"progresivo",apoyadoenelmodelopunitivo/premial,se constituiraasenlacolumnavertebraldecualquierintervencinque pretendieraserteraputica.ElsiguienteEpgrafe,aunquedesdeuna perspectiva muy diversa, abunda an en ello. VI)DelPanpticoalpanoptismo:Foucault,laarqueologadelas sociedades disciplinarias y el nacimiento de la Criminologa. Referenciaobligadaenlasaproximacionesfilosficasy sociolgicas(noslo)delcastigo,laobradeFoucaultrepresentaun importantsimohitoenelqueesprecisodetenerse.Pensarenciertos problemasactualesyrastrearloshaciaelpasado(lapenalidad,pero tambin,lasexualidad,lamedicina,lalocura),efectuaruna genealogay/oarqueologadelasinstitucionesmodernas,analizarlos costosdelaModernidad,hacer,enfin,unaautnticahistoriadel presente,constituyenalgunosdelosrasgosfundamentalesdela complejaobrafoucaultiana.Paracuantoaquinteresa,aldecirde Garland, esta aproximacin es la que tal vez mejor que ninguna otra ha efectuadounaautnticagramticadelastecnologaspunitivas(op. cit: 160)41.Comoesbienconocido,elanlisismsexhaustivodeFoucault sobrelahistoriadelcastigosehallaensuobraVigilaryCastigar.

41 Seala Garland al respecto de la obra de Foucault que, l ha entablado un prolongado ataque contralo que considera los mitos de la Ilistracin: la razn, la ciencia, la libertad, la justicia y la democracia; todasestasconsignasdelaculturaoccidentalhansidorevaloradasensuesfuerzoporanalizarlos efectos de poder de la Razn y rastrear las sombras opresivas que arroja. De esta manera, el trabajo de FoucaultnosrecuerdaaldeMaxWebersobrelaracionalizacinoaldeSigmundFreudsobrela civilizacin, en los que se demuestra el precio que debe pagarse por lograr acceso a las formas de vida apreciadasporelmundomoderno;conladiferenciaimportantedequeeltonodeFoucaulteseldeun subversivo que cuestiona los valores establecidos, as como sus costos (op. cit: 163). 39 Nacimiento de la prisin42. Con la descripcin, desde la primera pgina, delestilodelapunicinsuplicialdelAntiguoRgimen,Foucaultpone enevidencialatransformacinqueelsistemapenalexperimentenel advenimientodelaModernidad.Yadesdeelprincipioseponede manifiestounadelosaspectosdebatidosdesuobra:lanueva penalidadlaprivacindelibertad-recaeramssobreelalmaque sobre el cuerpo de los condenados?43. Lo que el autor francs describe con precisin es la nueva tecnologa de poder que se pone de manifiesto conlanuevapenalidad.Enelmodernosistema,bajoelnombrede crmenesydedelitos,sejuzganefectivamenteobjetosjurdicos definidosporelCdigo,peroalavezsejuzganpasiones,instintos, anomalas, achaques, inadaptaciones, defectos de medio o de herencia; secastiganlasagresiones,peroatravsdeella,lasagresividades;las violaciones,peroalavez,lasperversiones;losasesinatos,queson tambin pulsiones y deseos (op. cit: 25). Como seala Garland el nuevo sistemaresulta,as,mscorrectivoquepunitivo:unsistemapenalal quelosestadunidensesdenominaronadecuadamentecorreccional(op. cit: 166). Aproximndosealsurgimientooaltriunfo-delaopcin segregativa,Foucaultcentrasutesisenlaafirmacindequeel sistema penal no invent nada absolutamente original en atencin a la penaprivativadelibertad-,sinoqueadoptensusenounaopcin, una praxis custodial ya ensayada en otras esferas sociales en la poca delGranEncierro.ComoqueddichoenelEpgrafeI)deestetrabajo, Foucaultsealalas"prcticasdeprofilaxissocial"propiasdelaBaja Edad Media, encaminadas a luchar contra las amenazas del contagio de la lepra, como origen de la edificacin de los grandes lazaretos. La "opcin custodial"fueastomandocadavezmscuerpoenlapolticadela

42 Publicado originalmente en Francia en 1975. Aqu se emplea la traduccin al castellano de 1988. 43 Con tal debate se alude a ciertas citas que pareceran encerrar ciertas contradicciones. En efecto,por unaparte,Foucaultsealaqueyanoeselcuerposinoelalmaelobjetodelcastigo(op.cit:24);sin embargo,tambinresultaindudablesuconsideracindelcuerpohumanocomoobjetoamoldear,a volverle dcil, obediente y til, en tantos otros pasajes de la misma obra. Esta aparente contradiccin, en miopinin,noestalsinofrutodelecturassesgadas.Dentrodesucomplejopensamiento,resultaclaro que la primera de las afirmaciones citadas tiene la finalidad de mostrar el radical cambio en el estilo del castigoenlapocadetransicin quevadelAntiguoRgimenalaModernidad.Queelcuerpohumano 40 disciplinasocial.Nacientonceslaideadequelarespuestams adecuada frente a los problemas representados por enfermedades, pestes, disturbios, amenazas y peligros fuese la de secuestrar a sus protagonistas en espacios restringidos y separados de la sociedad44. Estanuevapraxisuopcinsegregativaquetuvoinclusosus antecedentes en las medidas que deben adoptarse en una ciudad cuando sedeclaralapeste45-encontrunmodeloqueseraemblemtico, representativodelosnuevostiempos:lafiguraarquitectnicadel PanpticodeBentham.Unnuevoestilodecastigo,seasentaba entonces.Pero,lafiguradelPanptico,yestaesotradelastesis foucaultianas,terminaraportrascender,pordifundirse,haciatodoel espacio social. En efecto, y esto ya se mencion al inicio de este trabajo, el "panoptismo" represent algo ms que esa simple aspiracin de gobierno interiordelainstitucincerrada:comohasealadoCosta(1974),enla particularmetforapoltico-jurdicadelPanpticodeBenthamseest diseandoun"lugarexterno","diversodelproyectojurdico";unlugar donde puede ensayarse un Poder desvinculado de los lmites formales del Contrato, los cuales venan imponindose en la sociedad civil. La idea de habilitarunespacioaptopara"secuestrardelmercadodetrabajo"a quienes no se disciplinaran de acuerdo a las nuevas reglas del juego, se iba as delineando. Una nueva pedagoga de la subordinacin del hombre porelhombrepodacomenzaraserpracticadaenestosnuevoslugares

sigue siendo objeto principalde la nueva sancin penal se revela en multitud de ocasiones como se ir viendo ms adelante. 44Enefecto,Pavarinihasealadoalrespectoque,laprolficamadrequefuelacasadilavoro,de memoriaisabelina,desdefinalesdelsigloXVIalXVIII,sereprodujoensegmentacionesinstitucionales produciendo mltiples realidades del secuestro del social legitimadas por diversos estatutos del saber y delapraxis,loscualesapropindosedeaqulla,lecolonizaron.Surgieronasinstitucionesdiversas (manicomios,hospicios,befotrofios,casasdecorreccin,crceles,etc.).Lacuriosidadcientficaviene solicitada por seguir, hasta el fondo, es decir, desde el inicio, este proceso: desde cundo, retrocediendo eneltiempo,sefueafirmandoporprimeravezlaideadequelarespuestasocialmsadecuadaenel tratamiento de los problemas de desorden, disturbio y peligro fuese la de secuestrar a sus portadores en espacios cerrados y separados de la sociedad. Muchas son las lecturas histricas relativas a la invencin custodial, aunque a veces no sean coincidentes en la fecha de la misma (1994: 4). 45 Narra Foucault que tales medidas deban consistir en: el cierre de la ciudad (que produce una divisin espacial en la que el territorio queda compartimentado), el control de cada calle por la figura del Sndico; el aislamiento de cada vecino en su casa como medida de profilaxis social. Como claramente seala, se alcanzaunautnticodispositivodisciplinario:unespaciocerrado,recortado,vigiladoentodossus puntos,enelquelosindividuosestninsertosenunlugarfijo,enelquelosmenoresmovimientosse encuentran controlados, los acontecimientos registrados (...) en el que el poder se ejerce por entero, en el quecadaindividuoestsiemprelocalizado,examinadoydistribuidoentrelosvivos,losenfermosylos muertos"(op. cit.). 41 "externos" al proyecto jurdico hegemnico; ah reside el verdadero sentido de lo que se conoce como "panoptismo"46 Esenuevoestilopunitivotuvo,incluso,precisoscontornosenel mbitodelprocesoydelaejecucinpenal:enelAntiguoRgimen,el proceso penal (su fase declarativa) era secreto y, en cambio, la ejecucin penalerapblica.EnlaModernidadlostrminosseinvirtieron:el proceso penal (su fase declarativa) pas a ser pblico, pero la ejecucin de la pena se hizo secreta, se escondi de los ojos del pblico y se confin en unlugarmsntimoyapartado:laceldadelimitadaporlosmuros carcelarios. El nuevo estilo quedaba inaugurado y muy pronto iba a ser habitadoporlossaberesqueledaranelestatutodeciencia,desaber cientficoy,enconsecuencia,necesitadodeunprecisopersonal capacitado en ciertas disciplinas que por entonces asomaban. En efecto, Foucault destaca que el antiguo rol desempeado, entre otros,porlossacerdotes,empezarahoraaserdesempeadoporlos tcnicos,porlostcnicosdelanuevaortopediamoral.Para comprender esto es preciso, previamente, conocer aunque sea brevemente susconcepcionesentornoalpoder,ladisciplinaylademocracia. ParaFoucault,elpodernoesunobjetoposedopordeterminadas personas o clases sociales47. l habla de relaciones de poder (y s admite questassepresentan,muchasveces,asimtricamente),lascualesse expresanentcnicasdedominiorelacionadasconelconocimiento entendidoste,asuvez,comoelconjuntodeformas,tcnicas,o estrategias, empleadas para el disciplinamiento de otro u otros.De all deriva su concepcin de la disciplina y de la democracia. ParaFoucault,ambasnacenfuertementeunidasenunarelacin dialctica:noexistedemocraciasinoestfuertementeasentadaenla disciplina.Oconsuspalabras,citandosufamosoaforismo:lasLuces quedescubrieronlaslibertades,tambininventaronlasdisciplinas(op. cit:222).ComoindicaalrespectoGarland,enesesentido,ladisciplina

46IndicaGarlandalrespectoqueelanlisisqueseefectaenVigilaryCastigarapropsitodel Panptico, termina expandindose a todo el cuerpo social: nos habla de una sociedad de la vigilancia en que todos estamos sujetos a un examen ininterrumpido en la mquina panptica (op. cit: 177). 47 Clebre diferencia con ciertas orientaciones ortodoxas del pensamiento marxista. 42 representaelladooscurodelademocraciaydesusleyesigualitarias (op. cit: 178).Pues bien, de tales ideas Foucault desciende al mbito de la crcel lacualesconcebidacomounadelasinstitucionesdisciplinariaspor excelencia:lacrceldelaModernidad,lanuevapenaprivativade libertad,naceconunaaspiracin:transformaralosindividuosqueall residirn.Seretoma,as,elargumentodelnacimientodeunnuevo corpusdeconocimiento.Enefecto,silanuevaejecucinpenalse converta en un segmento cientfico, ese nuevo estatuto requera de unos precisos saberes, de todo un discurso, de un cuerpo de legitimacin y de unostcnicosencargadosdelatarea:laCriminologatradicionalpasa ocuparelnuevoespacio48.Entaldireccin,Foucaultsubrayaladoble funcinquehabracumplidolaCriminologaaplicadaalmbito penitenciarioolaprimeraPenologadecortepositivista-:deunlado, fabricabadelincuentesenelliteralsentidodecrearlascondiciones favorablesparalareincidencia;deotrolado,desdeunpuntodevista epistemolgico, la crcel cientfica produca delincuentes, stos se hacan visibles,pasabanaserunobjetodeindividualizacin,estudioycontrol (cfr. Garland op. cit: 180). Es as, entonces, segn Foucault, que en la mayora de edad de la crcelcorreccionalista,elpoderdecastigarsufreunadecisiva compartimentacin que perdurar: ya no slo juzga el juez. En efecto, en lacrceldisciplinariabullentodaunaseriedeinstanciasanejas.En tornodeljuicioprincipalsehanmultiplicadojusticiasmenoresyjueces paralelos: expertos psiquiatras o psiclogos, magistrados de la aplicacin de penas, educadores, funcionarios de la administracin penitenciaria se dividen el poder legal de castigar (op. cit: 28)49.

48Garlandlodiceclaramente