Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

  • Upload
    gallo67

  • View
    216

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    1/10

    La otra diversidad: historias mltiples de apropiacin de la escritura;Elsie Rockwell

    DiversCit Langues. En ligne. Vol. V. 2000Disponible http://www.teluq.uquebec.ca/diverscite

    Introduccin

    Mi argumento central es recordar que junto con la reflexin acerca de la diversidad lingstica,es necesario incorporar otra diversidad, la de los usos sociales de la lengua escrita. Es sabidoque opera en contra de nuestra conciencia de esta diversidad un modelo evolucionista quepresupone un desarrollo lineal de la oralidad hacia la escritura, particularmente la escrituraalfabtica. Esta imagen tiene fuertes races en el mundo de la Ilustracin (Chartier 1995, Bloch1998), que apost con optimismo a la difusin de la cultura letrada hacia todos los pueblos.Simplificando la propuesta original de Jack Goody e Ian Watt (1968, Goody 1977), entre otros,la alfabetizacin se ha asociado con una larga serie de consecuencias, que abarcan desde laracionalidad y la conciencia crtica hasta la modernizacin de las instituciones estatales y laaparicin de la democracia misma. An recientemente, David Olson (1994), respondiendo a

    algunas de las crticas hechas a Goody, ha defendido una posicin matizada que asigna a laalfabetizacin un rol instrumental en el desarrollo social. Varios investigadores (Graff 1987,Finnegan 1988, Gee 1988, Keller-Cohen 1994) han criticado el nfasis en las consecuenciaspositivas de la alfabetizacin, considerando esta posicin como un mito (literacy myth) queoculta la naturaleza contradictoria del uso social de la lengua escrita.

    Durante las ltimas dos dcadas, han aparecido numerosas investigaciones que ponen en telade juicio algunos de los supuestos de este modelo lineal y abren un campo para hablar de ladiversidad dentro de las culturas escritas, sin que ello nos exima de la tarea de reconstruir lasimplicaciones sociales y cognitivas de estas historias. Por ejemplo, la nocin de una progresindesde una escritura pictogrfica hacia una alfabtica ha sucumbido ante la evidencia de la

    compleja mezcla de elementos tanto logogrficos como fonticos en todo sistema de escritura.Se ha mostrado, as mismo, la evidente relatividad de las ventajas de una u otra forma derepresentar el lenguaje oral. Varios autores han cuestionada tambin la oposicin clsica entrela oralidad y la escritura (Finnegan 1988, Street 1993, Thomas 1992, Barton 1994) y hanpropuesto modelos alternativos, entre ellos la nocin de un continuo oral-escrito, y la insistenciaen la imbricacin constante entre oralidad y escritura en todos los actos que involucran lapalabra escrita (Tannen 1982, Heath 1982). El estudio clsico de Scribner y Cole (1981)tambin cuestion la asociacin global entre la escritura y el desarrollo cognitivo. Variosinvestigadores (Cook-Gumperz y Keller-Cohen 1993, Hornberger 1997) han usado el conceptode mltiples alfabetismos (multiple literacies) para acercarse a la diversidad de formas deutilizar y expresar la lengua escrita.

    El estudio de las formas retricas de las tradiciones orales (Bauman and Briggs1990,Montemayor 1998) agrega una dimensin compleja al polo de la oralidad. Incluso la prctica dela ciencia en occidente, largamente asociada con la cultura escrita, se comprende cada vezms en funcin de formas retricas de argumentacin y de indagacin, enraizadas en laoralidad (Billig 1987). Es ms, sin esta base oral y social, la escritura misma no tendra laeficacia que frecuentemente se le atribuye. Nuestras propias prcticas acadmicas de hacerpblicas nuestras contribuciones, es decir, de presentarlas oralmente, atestiguan este hecho.Por otra parte, la creciente evidencia de la complejidad de algunas formaciones sociales quecarecan de escritura, como nosotros la conocemos, ha matizado la asociacin entre la

    escritura y la evolucin del Estado (Michalowski 1994). Si bien los Estados poderosos hanutilizado medios escritos para reforzar el control administrativo y legal, tambin recurren almundo oral para ocultar sus tejemanejes y decisiones. La prctica reciente de destruir el

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    2/10

    registro escrito de muchas transacciones y decisiones gubernamentales corrobora estaapreciacin.

    Estas discusiones abren un campo para abordar las mltiples historias de apropiacin de laescritura. Quisiera reparar un momento en la idea de apropiacin, utilizada por Roger Chartieren conexin a la lectura, ya que permite -ms que otros conceptos, como difusin,

    socializacin, o adquisicin- insistir en dos cuestiones. Primero, acenta el rol activo de lossujetos involucrados en tomar para s y hacer uso de la escritura. En segundo lugar, permiteexaminar los cambios que pueden sufrir los bienes culturales, como la escritura, cuando sonapropiados por los sujetos. En palabras de Chartier, ..... la apropiacin siempre transforma,reformula y excede lo que recibe... (Chartier 1991:19, mi traduccin). Estos cambios semarcan en los productos de las diversas prcticas culturales que involucran a la lengua escrita.

    En este sentido, quisiera distanciarme de un uso extendido del trmino ingls literacy, comoconcepto que se hace extensivo a diferentes medios y campos (visual literacy, computerliteracy, vase Gee 1990, Graff 1987). Este uso da una falsa idea de la multiplicidad, al ubicarla escritura dentro de toda una gama de posibles medios de representacin y de comunicacin,

    en lugar de examinar las mltiples expresiones de la representacin escrita en s misma.Prefiero limitarme a la escritura cmo tal, aun admitiendo la discusin actual sobre quconstituye un sistema de escritura (Boone y Mignolo 1994). Esto permite enfocar, por elmomento, en la multiplicidad de formas de leer y de escribir utilizando los diferentes sistemasde representacin grfica de la lengua oral

    Los pueblos indios y la escritura: una apropiacin negada?

    Aunque mi reflexin en esta ocasin abordar el plano conceptual, est referida a una situacinespecial, la de los pueblos indios en Mxico, y usar algunos ejemplos de mi trabajo en cursosobre comunidades de tradicin indgena. En Mxico, como en una gran parte del mundo, las

    estadsticas oficiales asocian al analfabetismo con el hablar alguna lengua indgena overncula. Vista desde la perspectiva del centro, el problema de la alfabetizacin se debateen trminos tcnicos, tales como qu mtodos adoptar, qu idioma usar, o cmo organizar elservicio educativo para asegurar la alfabetizacin. Se parte del valor incuestionable de laalfabetizacin universal, valor que fue una construccin particular de las organizacionesinternacionales durante la segunda mitad del siglo XX (Graff 1987, Street 1993). Por otra parte,se esgrime un argumento cultural para explicar el rezago en la alfabetizacin en zonasindgenas, al considerar a los pueblos indios como culturas inherentemente orales o grafas,que presentan resistencias a la introduccin de un elemento externo, occidental, como laescritura. Contra este discurso antropolgico y educativo, sugiero explorar la idea de queexisten formas distintas de apropiacin de la escritura por los pueblos indios.

    En aos recientes, varias instituciones oficiales en Mxico han fomentado la actividad deescritores indgenas y han patrocinado la publicacin de sus obras. Algunos estudios sobreeste proceso muestran que si bien se legitima la produccin escrita en algunas lenguasindgenas, se trata de un fenmeno urbano, protagonizado por profesionistas indgenas(Montemayor 1993). El auge de estas publicaciones literarias no necesariamente refleja lasituacin en las comunidades indgenas rurales.

    Frente a la creciente preocupacin por la escritura de las lenguas indgenas, no han faltadoquienes sostienen posiciones contrarias, defendiendo el carcter oral de las culturas indgenas,

    y advirtiendo que la introduccin de la escritura puede destruir la riqueza y el sentidocomunitario de la tradicin oral. Considero que estas posiciones olvidan que los pueblos indiosde Mxico no son -de hecho nunca han sido- comunidades cerradas. Siempre han compartido-desde una posicin de total desventaja- los destinos polticos y econmicos de la nacin, y

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    3/10

    siempre han tenido que enfrentar el hecho social de la escritura en el contexto nacional. Desdeesta perspectiva, nos preguntamos cmo es que los pueblos indios han vivido, sufrido,retomado, subvertido, o resistido las prcticas escriturarias especficas con las que se hanencontrado, y cmo se han apropiado de la escritura, en cualquier lengua, a lo largo de suhistoria.

    La multiplicidad de historias de la escrituraCada sociedad desarrolla lo que de Certeau (1996) ha acertado en llamar una economaescrituraria. Se han documentado mltiples tradiciones en el mundo (por ejemplo: Cavallo yChartier 1997, Keller-Cohen 1994, Boyarin 1993, Boone y Mignolo 1994), que dibujanjustamente un panorama de diversidad cultural en el uso social de la escritura. Quisieracomentar algunos de los rasgos de esta diversidad.

    En general, las historias no siguen necesariamente una lnea ascendente y progresiva. Existenretrocesos y virajes fuertes en el uso de la escritura. La historia de la cultura escrita, como lahistoria de otros elementos culturales, es vulnerable ante las vicisitudes de la economa, la

    poltica, la migracin masiva y la guerra. Estos fenmenos afectan las oportunidades deapropiarse y de aprovechar una cultura escrita. La destruccin masiva de los patrimoniosescritos -el caso tal vez ms impactante fue el de la conquista de Mesoamrica- y la restriccinde las prcticas de escritura y de lectura en determinadas pocas son momentos claves deesta historia.

    Las historias de la escritura no pueden deslindarse de la oralidad. No existe una progresinlineal desde una cultura oral hacia una cultura escrita, sino ms bien se da una constantemezcla o imbricacin de la escritura y la oralidad, en diferentes proporciones. La apropiacin dela escritura es selectiva, es decir, implica tambin determinar cundo no utilizar la escritura,cundo no dejar registro por escrito, cundo preferir la oralidad. Esto no significa

    necesariamente un retroceso, si dejamos de mirar a la oralidad como el polo primitivo de lalnea evolutiva. Las opciones orales son complejas y diversas. Pueden ser vistas comodesarrollos de gneros discursivos muy elaborados, cuya realizacin exige un alto nivel decompetencia, producto de un entrenamiento especfico, cmo es el caso tanto de situacionesrituales en muchas sociedades consideradas tradicionales (Bauman y Briggs 1990;Montemayor 1998), como en la retrica poltica en las sociedades modernas.

    Finalmente, estas historias involucran diversas tradiciones escritas que a menudo hancoexistido e interactuado, y por lo tanto han tenido influencias fuertes unas sobre otras. Porejemplo, las escrituras rabes tuvieron influencia en la tradicin latina (romana-cristiana) en laedad media. En ese sentido, al reconstruir las historias, debemos estar alertas a los erroresderivados del estudio de cada forma de escritura por separado. De manera similar, lastradiciones marginales o vernculas (Street 1994) de apropiacin de la escritura siempre haninteractuado con las historias oficiales, aqullas que se desenvuelven en las instituciones comogobierno, iglesia y escuela. Es necesario considerar los numerosos espacios de encuentro einteraccin entre las diversas tradiciones escritas.

    Tres investigaciones sobre formas particulares de apropiacin de la escritura en diferentespocas y lugares pueden ilustrar lo anterior. El etnlogo francs, Daniel Fabre (1993), estudiuna cultura escrita que se desarroll entre los pastores de los Pirineos franceses y espaoles,en los siglos XVII a XIX d.C. Esta historia incluye la invencin de sistemas propios de

    anotacin, el control de los calendarios naturales, laborales y rituales, la difusin de ideasmgicas y herticas y la produccin potica. Otro antroplogo, Maurice Bloch (1998), describela cultura escrita entre el pueblo Merino de Madagascar, en donde desde hace dos siglos laalfabetizacin occidental, ligada a la evangelizacin, entr y desplaz la tradicional cultura

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    4/10

    literaria y religiosa musulmana. En este caso, la apropiacin de la nueva escritura conservsupuestos de la tradicin local, incluyendo el peso otorgado a un texto sagrado, y las normasde la legitimidad de ciertos estilos discursivos asociados al uso de la lengua escrita. De manerasemejante, Frank Solomon (1998) ha descrito la compleja interaccin entre ritos tradicionales,la memoria histrica y los escritos legales en los litigios comunales de una regin andina, yactualmente estudia sistemas de contabilidad comunitaria que recuerdan a los quipus. Estas

    historias nos hablan de una diversidad de apropiaciones de la escritura alfabtica inscrita entradiciones culturales de larga duracin.

    Si miramos el contexto de los pueblos indios de Mxico, podemos encontrar procesossimilares. Se trata de una historia que no es progresiva, sino que fue interrumpida yreinventada a lo largo de 500 aos (Cifuentes 1998, Pellicer 1993). En el rea culturalmesoamericana, la larga historia de apropiacin de una escritura alfabtica no fue una simplesustitucin. En la regin nahua, pese a la destruccin del registro prehispnico durante laConquista, sobrevivieron saberes y prcticas de escritura que marcaron profundamente laproduccin de documentos, particularmente aquellos que daban continuidad a gnerosantiguos, como los mapas, los anales y las cronologas, y las nminas de tributacin (Lockhart

    1992). La apropiacin indgena de la escritura alfabtica tuvo una de sus expresiones msconocidas en los ttulos primordiales inventados para reforzar la defensa de las tierras(Gruzinski 1991, Lockhart 1992).

    Para Chiapas, la historia parece haber sido algo distinta, en parte por los antecedentesprehispnicos. Pese a la elaborada escritura encontrada en Palenque y otros sitios, durante lapoca colonial la destruccin de los usos extraoficiales de la escritura en las lenguas indgenasfue una constante (de Vos 1994). Ciertas prcticas de resistencia tambin influyeron en esahistoria, ya que los pueblos indios intentaban negarse a entrar al juego del control por mediodel registro de los nombres individuales para efectos de tributacin. Por otra parte, duranteciertas sublevaciones, como la rebelin de Cancuc en 1712 (Viqueira 1995), los dirigentes

    utilizaban los gneros propios de la colonizacin, incluyendo proclamas, cartas a la Coronaespaola, y testimonios escritos, como armas en sus luchas. Dado que las prcticas deescritura desde la resistencia eran perseguidas, los pueblos tendan a desarrollar alternativasde representacin por medio de la oralidad, la plstica, los textiles, el teatro, que lograronmayor arraigo que la propia escritura.

    La historia de la cultura escrita en los pueblos indios se encuentra truncada nuevamente en elsiglo XIX (Pellicer 1993, Cifuentes 1998). La apropiacin de la escritura qued opacada por laprogresiva perdida de status del nhuatl, que haba ocupado un lugar importante en el espaciopblico colonial. Por otra parte, la aparicin de la escuela laica, como institucin dedicada a lapropagacin de la escritura y del castellano como lengua oficial, orill a la escritura de laslenguas nativas, e incluso del espaol usado por indgenas, a lugares apartados de la visinantropolgica e historiogrfica. De hecho, en ese siglo empieza la larga construccin de unanocin de comunidades primitivas y grafas que caracteriza nuestra actual percepcin.

    Caminos individuales hacia la lengua escrita

    Es posible apoyar el argumento con una mirada hacia una escala que recupere la agenciahumana, la dimensin biogrfica del acceso a la escritura. En este caso, tambin hay caminoandado. Por ejemplo, las autobiografas de determinados personajes del inicio de los tiemposmodernos en Europa muestran esta diversidad. Estos incluyen la notable obra de Ginzburg

    (1978), sobre las interpretaciones de la doctrina catlica que hace un molinero acusado de serhereje, as como los casos documentados por Jean Hbrard (1985) y Daniel Roche (1982) depersonas autodidactas en Francia. Aunque no conozco estudios semejantes para Mxico,existe cierta evidencia del aprendizaje no-escolar de la lectura y la escritura.

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    5/10

    He reunido diversos relatos de las vas alternativas de acceso a la escritura en comunidadesindgenas. Entre stos, resalta el caso que me contaron en Chiapas de un joven hurfano queviva con su padrino; deba trabajar todo el da y no tena permiso de ir a la escuela. Durante lamisa, escuchaba la lectura del Evangelio en tzeltal y qued impresionado. Pidi permiso a supadrino de aprender a leer por su cuenta, pero ste no le permiti prender una vela de noche

    mientras los dems dorman. Entonces construy su propio cuartito para pasar la noche envela, estudiando, y al cabo de una quincena, se dice, logr entender el texto, a tal grado quepudo participar leyendo en la siguiente celebracin dominical. Seguramente este logropresupona un conocimiento previo de la Palabra de Dios, un conocimiento que provena deuna prctica oral, o ms bien aural, que le permiti un rpido desciframiento del cdigoalfabtico. El joven lleg a ser dicono de su comunidad. Otros relatos semejantes dantestimonio de esfuerzos individuales realizados para aprender a leer y a escribir,frecuentemente ante la necesidad de resolver alguna situacin vital, como los requerimientosde un trabajo o la necesidad de ayudar a los hijos con la tarea.

    El entretejido social de historias personales de aprender a leer y escribir muestra una

    distribucin desigual de oportunidades de apropiarse de la escritura. Los caminos de acceso amenudo pasan por la participacin en ciertos oficios -el de tipgrafo, el de cartero, incluso el desoldado-- que ponen a las personas en contacto con los medios escritos. A partir de estostestimonios, podemos constatar que la escuela no siempre detenta el monopolio pretendidosobre el acceso a la escritura, ni tampoco garantiza este aprendizaje, como lo evidencia el grannmero de analfabetas funcionales que egresan del nivel bsico. Los individuos se apropian laescritura en determinadas situaciones de vida, que a su vez estn impregnadas por diversashistorias culturales. En cada momento o situacin, diversos procesos sociales impulsan ladiseminacin de la palabra escrita y conforman los contextos de apropiacin posible. Por ello,una apreciacin del carcter mltiple de la cultura escrita requiere entrelazar las trayectoriasparticulares de los individuos con las historias sociales de diseminacin de la escritura.

    El uso de la escritura ha llegado a las localidades ms apartadas por diversas vas, como lasreformas religiosas y las campaas polticas, las instituciones administrativas o jurdicas, o laextensin agrcola. Han sido particularmente importantes los movimientos sociales, con suprofundo arraigo en los sectores populares y su tendencia a romper con las limitacionesimpuestas por un orden institucional dominante. Entre stos, destacan los movimientos herejesde la Europa occidental (Biller 1994), que diseminaron nuevos textos, o bien promovieroninterpretaciones heterodoxas de los existentes. Asimismo, muchas rebeliones campesinasintentaron legitimar su lucha recurriendo a documentos originales o apcrifos, y utilizaron losmedios escritos disponibles para apoyar la organizacin. Como lo ha mostrado Stephen Justice(1994), en su estudio sobre un movimiento campesino medieval de Inglaterra, los cronistasoficiales tienden a negarle a quienes participan en rebeliones campesinas el estatus depersonas letradas. Algo parecido ha ocurrido en la historia de movimientos indgenas ypopulares en Mxico, incluyendo el de Emiliano Zapata, que han defendido sus intereses conun uso poltico de documentos escritos (Sotelo Incln 1991).

    La escritura: herramienta o prctica cultural?

    Al abordar la historia social de la escritura, he intentado distinguir y evaluar las implicaciones dediferentes concepciones acerca de la cultura escrita. En particular, encuentro interesantes loscontrastes entre dos concepciones, la nocin de escritura como herramienta cultural, o bien, la

    idea de escritura como prctica cultural.Sin duda ha sido importante considerar a la escritura como herramienta cultural, desde laperspectiva histrico-cultural de Vygotski, o como outillage mental, siguiendo la escuela de los

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    6/10

    Annales. Permite prestar atencin ante todo a los soportes y los instrumentos materiales quese utilizan al escribir, y concebir a la escritura como instrumento cultural, ms que comorepresentacin de la lengua o como cdigo simblico. Desde esta postura, las mltipleshistorias de la escritura se pueden explicar en cierta medida por los cambios -algunos de ellosradicales, como los del cdice al libro y luego del libro a la pantalla (Chartier 1994)- que hansufrido los implementos y los sistemas de escritura. La cultura material asociada con la

    escritura constituye una primera condicin para los usos sociales de la lengua escrita.Si examinamos esta dimensin en las comunidades rurales indgenas, encontramoscircunstancias poco conducentes a la apropiacin de la escritura. Existen restriccionesmateriales fuertes: las condiciones climticas y la precariedad de las construcciones hacensumamente difcil conservar textos escritos. A pesar de que una de las prcticas constantes enlas comunidades es la bsqueda de contenedores seguros -como cofres y cajas, sobres ybolsas de plstico- para salvaguardar los documentos ms importantes, es posible imaginar loque estas condiciones significan respecto a la legendaria funcin de la escritura de preservar lamemoria. De hecho, el desarrollo de la memoria oral en estos pueblos puede verse como unarespuesta a la imposibilidad material de confiar en la durabilidad del registro escrito. A la vez,

    un sentido de economa acompaa el uso de la escritura en estas comunidades, tanto en elcuidado y la distribucin de los materiales necesarios (papel, lpices), como en la asignacinselectiva del trabajo de escribir a determinadas personas de cada familia o comunidad.

    Al utilizar esta perspectiva para aproximarnos a las comunidades indgenas, podemosreconocer algunas de las limitaciones de pensar en la escritura como herramienta. La pobrezaeconmica de las comunidades se traduce, ciertamente, en una pobreza de instrumentosmateriales de la lectura y la escritura. Sin embargo, al examinar slo la dimensin material deuna esfera cultural, se corre el riesgo de desconocer otras dimensiones, expresadas enprcticas y concepciones propias de la localidad. Si bien en muchas comunidades indgenas eltrazo de la escritura es poco visible y nada duradero, algunas bien pueden albergar un saber

    acumulado acerca del mundo escrito.

    La escritura tiene un arraigo importante en la diversidad de instrumentos, materiales ymquinas utilizadas para leer y escribir, sin embargo, no se puede reducir a ellas. Algopodemos avanzar si llevamos la metfora de una herramienta al plano simblico, donde sepresta para considerar la relacin entre la escritura, el conocimiento, y la produccin cultural.La nocin de la escritura como una herramienta cultural puede incluir saberes compartidos quesubyacen a otras formas de expresin. Por ejemplo, en algunos lugares se encuentran ciertosgneros que se desarrollan como tradiciones orales a partir de un texto cuya lectura ya no serequiere. La reproduccin oral de textos sagrados, versos y cuentos (Cavignac 1998), as comola referencia cotidiana a ciertos preceptos legales y morales, se sostiene sin la presencia delsoporte material original. No es excepcional encontrar este tipo de tradiciones en lascomunidades indgenas de Mxico (Montemayor 1998).

    Las limitaciones de la nocin de herramienta cultural llevan a examinar una segunda metfora:la idea de la lectura y la escritura como prcticas culturales (Chartier 1995, de Certeau 1996,145-152). El cambio de foco nos lleva a observar cmo se encuentran las prcticasescriturarias inmersas en diversas situaciones sociales. Numerosas acciones cotidianasinvolucran la lengua escrita, ya sea como actividad presente o como referente distante. Dehecho, el recurso a la lengua escrita rara vez acontece sin alguna interaccin oral en torno alcontenido o sentido de los textos ledos o escritos (Heath 1982). Las formas culturales que

    norman las situaciones y la interaccin pueden influir en las prcticas de lectura y escritura aunms que la tecnologa utilizada.

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    7/10

    Actualmente es claro que no hubo una secuencia fija de introduccin de la escritura en losdiferentes dominios de vida o trabajo en la historia de las sociedades occidentales (Graff 1987),ya que cada historia privilegi ciertos espacios, estratos y oficios como escenarios de laalfabetizacin. Los contextos de apropiacin de la escritura en los pueblos indios tambin hansido diversos. Ciertamente, la escritura ha sido un hecho ineludible en la esfera de contactocon las instituciones del gobierno que exigen la produccin y conservacin de documentos. En

    cambio, no suele encontrarse un uso domstico de la escritura, como el registro de cuentas ola biografa personal, como se ha descrito para el periodo premoderno en Europa (Burke yPorter 1987). En muchas localidades, en cambio, la escritura ha entrado en apoyo a la msicay el canto, o bien, para la comunicacin con los parientes que han migrado a otras partes delpas o al extranjero.

    Las herramientas y prcticas culturales que expresan la apropiacin de la escritura pueden serdiferentes de un pueblo a otro, aun en la poblacin rural indgena. En la zona central deTlaxcala, durante siglos ha sido importante el contexto jurdico, por los documentos ytestimonios necesarios para entablar demandas y juicios civiles (Sullivan 1987; Rockwell 1992,Hill and Hill 1986). En los pueblos indios de Chiapas, dos contextos de apropiacin que han

    destacado en dcadas recientes son la lucha por la tierra, con toda la secuela de trmites queello ha requerido, y la vida religiosa, renovada por las sectas protestantes y por la nuevaevangelizacin catlica (Viqueira 1995, Leyva Solano 1995). En los dominios del litigio, lagestin y el ritual, entre otros, estos grupos indgenas han adoptado o generado estrategiaspara utilizar la lengua escrita desde sus propias perspectivas culturales. Ciertamente, la lenguaescrita no existe en abstracto, como herramienta que se puede utilizar en cualquier momento opara cualquier fin. Slo se le apropia como parte de una prctica cultural concreta, ydifcilmente es transferida a otros mbitos.

    Reflexiones finales

    Esta revisin somera de algunas investigaciones sobre la historia de la escritura como objetocultural sugiere formas concretas de abordar el tema de la escritura en las culturas indgenasde Mxico.

    Primero, es necesario reconstruir la historia de la apropiacin de la escritura alfabtica (y laconservacin o modificacin de las diversas escrituras prehispnicas) por parte de los pueblosindios, a lo largo de la colonizacin y formacin nacional. Durante todo este periodo, lospueblos entraron en contacto con la lengua escrita en una variedad de contextos, incluyendo eladministrativo, el religioso y el escolar. Al reconstruir este proceso, es posible quedescubramos que la escritura ha sido una constante de la historia de los pueblos indios, no unanovedad reciente.

    Segundo, la apropiacin de la escritura implica la transformacin de este objeto cultural y suadaptacin a las disposiciones culturales propias de las comunidades indgenas. En el proceso,influyen en la lengua escrita los usos sociales y las prcticas cotidianas, las imitaciones y lasresistencias culturales. Se ha sugerido que la adopcin de la escritura alfabtica endeterminados dominios puede influir en las pautas locales de comunicacin y percepcin(Olson 1994). No obstante, tambin es claro que las prcticas de escritura sufren cambiossignificativos dentro de cada contexto cultural.

    Tercero, es necesario situar las mltiples historias de la escritura dentro de un panorama ms

    amplio de las historias de la representacin. Esto incluye tanto los diversos gneros orales,particularmente aquellos cuyas races se encuentran en el mundo colonial (la expresinmusical, teatral y plstica) y los medios electrnicos, como el video y audio grabacin, dereciente adopcin en muchas comunidades indgenas.

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    8/10

    El reconocimiento de la diversidad de prcticas culturales que involucran a la escritura puedeenriquecer la teora sociolingstica, y adems abonar una mejor comprensin de las vas desocializacin de los saberes asociados a estas prcticas.

    ReferenciasBARTON, D. 1994. Literacy: An Introduction to the Ecology of Written Language. Oxford:Blackwell.

    BAUMAN, R. y C. L. BRIGGS. 1990. Poetics and performance as critical perspectives onlanguage and social life. Annual Reviews of Anthropology 19, 59-88.

    BILLER, P. 1994. Heresy and literacy: earlier history of the theme. En Heresy and Literacy,1000-1530. P. Biller y A. Hudson (eds.). Cambridge: Cambridge University Press.

    BILLIG, M. 1987. Arguing and Thinking. A Rhetorical Approach to Social Psychology.Cambridge: Cambridge University Press.

    BLOCH, M. 1998. How We Think They Think. Anthropological Approaches to Cognition,Memory and Literacy. Boulder, Colorado: Westview Press.

    BOYARIN, J. (ed.). 1993. The Ethnography of Reading. Berkeley: University of California Press.

    CAVALLO, G. y R. Chartier (dir.). 1997. Histoire de la lecture dans le monde occidental. Pars:Seuil.

    CAVIGNAC, J. 1998. La littrature de colportage au Nord-Est du Brsil: De l'histoire crit aurcit oral . Pars: CNRS Editions.

    CHARTIER, R. (dir.). 1985. Pratiques de la lecture. Pars: Editions Rivages.

    CHARTIER, R. 1991. The Cultural Origins of the French Revolution. Durham: Duke UniversityPress.

    CHARTIER, R. 1995. Forms and Meanings: Texts, Performances and Audiences from Codex toComputer. Philadelphia: University of Pennsylvania Press.

    CIFUENTES, B. 1998. Letras sobre voces. Multilingismo a travs de la historia. Mxico:Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social.

    COOK-GUMPERZ, J. y D. KELLER-COHEN. 1993. Alternative Literacies in School andBeyond. Multiple Literacies of Speaking and Writing. Anthropology and Education Quarterly 24(4) 283-287.

    DE CERTEAU, M. 1996. La invencin de lo cotidiano. Tomo I. Artes de Hacer. Mxico:Universidad Iberoamericana.

    DE VOS, J. 1994. Vivir en Frontera. La experiencia de los indios de Chiapas. Mxico: Centro deInvestigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social.

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    9/10

    FABRE, D. (dir.). 1993a. Ecritures ordinaires. Pars: Editions P.O.L. Bibliothque GeorgesPompidou.

    FABRE, D. 1993b. Le Berger des Signes. En Ecritures ordinaires. D. Fabre (dir.). Pars:ditions P.O.L. Bibliothque Georges Pompidou.

    FINNEGAN, R. 1988. Literacy and Orality. Oxford: Basil Blackwell.GEE, J. P. 1990. Social linguistics and literacies: ideology in discourses. Nueva York: FalmerPress.

    GINZBERG, C. 1979. El queso y los gusanos. Barcelona: Muchnik.

    GOODY, J. y I. WATT. 1968. The consequences of literacy. En Literacy in Traditional Societies.Goody, J. (ed.). Cambridge: Cambridge University Press.

    GOODY, J. 1977. The Domestication of the Savage Mind. Cambridge: Cambridge University

    Press. [La raison graphique, Pars, Minuit)

    GRAFF, H. 1987. The Legacies of Literacy. Bloomington: Indiana University Press.

    GRUZINSKI, S. 1991. La colonizacin de lo imaginario. Sociedad indgenas y occidentalizacinen el Mxico espaol. Siglos XVI-XVIII. Mxico: Fondo de Cultura Econmica.

    HEATH, S. B. 1982. Protean Shapes in Literacy Events: Evershifting Oral and LiterateTraditions. En Spoken and Written Language. Exploring Orality and Literacy. D. Tannen (ed.).Norwood, New Jersey: Ablex.

    HBRARD, J. 1985. L'autodidaxie exemplaire. Comment Jamerey-Duval apprit-il lire? EnPratiques de la lecture. R. Chartier (dir.), Pars: ditions Rivages.

    HILL, J. y K. HILL. 1986. Speaking Mexicano: Dynamics of Syncretic Language in CentralMexico. Tucson: University of Arizona Press.

    HILL, E. B. y W. D. MIGNOLO. (eds.).1994. Writing without Words. London: Duke UniversityPress.

    HORNBERGER, N. (ed.). 1997. Indigenous Literacies in the Americas. Amsterdam: Mouton deGruyter.

    JUSTICE, S. 1994. Writing and Rebellion. England in 1381. Berkeley: University of CaliforniaPress.

    KELLER-COHEN, D. (ed.). 1994. Literacy: Interdiciplinary Conversations. Cresskill, NewJersey: Hampton Press.

    LEYVA SOLANO, X. 1995. Catequistas, misioneros y tradiciones en Las Caadas. En Chiapas,los rumbos de otra historia. J.P. Viqueira y M.H. Ruz, (eds.) Mxico: Centro de Investigacin yEstudios Superiores en Antropologa Social.

    LOCKHART, J. 1992. The Nahuas after the Conquest. Stanford: Stanford University Press.

  • 7/31/2019 Rockwell Elsie - La Otra Diversidad

    10/10

    MICHALOWSKI, P. 1994. Writing and Literacy in Early States: A Mesopotamianist Perspective.En Literacy, Interdiciplinary Conversations. D. Keller-Cohen (ed.). Cresskill, New Jersey:Hampton Press.

    MONTEMAYOR, C. (comp.) 1993. Situacin Actual y Perspectivas de la Literatura en LenguasIndgenas. Mxico: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

    MONTEMAYOR, C. 1998. Arte y trama en el cuento indgena. Mxico: Fondo de CulturaEconmica.

    OLSON, D. 1994. The World on Paper: The Conceptual and Cognitive Implications of Writingand Reading. Cambridge: Cambridge University Press.

    PELLICER, D. 1993. Oralidad y escritura de la literatura indgena: una aproximacin histrica.En Situacin Actual y Perspectivas de la Literatura en Lenguas Indgenas. C. Montemayor(comp.). Mxico: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

    OCHE, D. 1982. Journal de ma vie. Jacques Louis Mnetra, compagnon vitrier au xviiie sicle.Pars: Montalba.

    ROCKWELL, E. 1992. Tales from Xaltipan. Documenting Orality and Literacy in RuralMexico.Cultural Dynamics, 5 (2).

    SCRIBNER, S. y COLE, M. 1981. The Psychology of Literacy. Cambridge, Massachusetts:Harvard University Press.

    SOLOMON, F. 1998. COLLQUIRI'S Dam: The Colonial Re/voicing of an Appeal to the Archaic.En Native Traditions in the Postconquest World. Boone, E. H. y T. Cummins. (eds.).

    Washington, D.C.: Dumbarton Oaks Research Library and Collection.

    SOTELO INCLAN, J. 1991. [orig. 1943]. Raz y razn de Zapata. Mxico: Conaculta.

    STREET, B. (ed.) 1993. Cross-Cultural Approaches to Literacy. Cambridge: CambridgeUniversity Press.

    SULLIVAN, T. D. 1987. Documentos tlaxcaltecas del siglo XVI en lengua nhuatl. Mxico:Universidad Nacional Autnoma de Mxico.

    TANNEN, D. (ed.) 1982. Spoken and Written Language. Exploring Orality and Literacy.Norwood, New Jersey: Ablex.

    THOMAS, R. 1992. Literacy and Orality in Ancient Greece. Cambridge: Cambridge UniversityPress.

    VIQUEIRA, J. P. 1995. Las causas de una rebelin india: Chiapas, 1712. En Chiapas, losrumbos de otra historia. J.P. Viqueira y M.H. Ruz, (coords.) Mxico: Centro de Investigacin yEstudios Superiores en Antropologa Social.