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Historia y Teoría de la Arquitectura II
QUINTA SEMANA
ARQUITECTURA Y URBANISMO ROCOCO
El estilo Rococó nace en Francia a principios del siglo XVIII y se desarrolla durante los
reinados de Luis XV y Luis XVI.
Ha sido considerado como la culminación del Barroco, sin embargo, es un estilo
independiente que surge como reacción al barroco clásico impuesto por la corte de Luis
XIV. El rococó a diferencia del barroco, se caracteriza por la opulencia, la elegancia y
por el empleo de colores vivos, que contrastan con el pesimismo y la oscuridad del
barroco.
La fase final del arte barroco, por su cada vez mayor libertad estilística, acabó
desembocando en una nueva sensibilidad artística, un nuevo estilo llamado rococó que
nació en los frívolos ambientes de la aristocracia francesa y que convirtió la decoración
de sus casas y la de sus salones en una muestra exterior de riqueza.
El rococó, que más que un estilo artístico fue una moda cortesana, se afirmó entre
1730 y 1745 como un arte aristocrático y refinado que revalorizó géneros artísticos
considerados menores como podían ser los grabados, el tapiz, las chinoiseries, las
miniaturas
o las porcelanas.
Es un estilo aristocrático, revela el gusto por lo elegante, lo refinado, lo íntimo y lo
delicado. Armoniza con la vida despreocupada y agradable que la sociedad ansía y se
desentiende de cuestiones religiosas. Es un arte mundano, sin conexión con la religión,
que trata temas de la vida diaria, no simboliza nada social ni espiritual, sólo
superficialidad. Por todo esto se considera al Rococó un arte frívolo, exclusivo de la
aristocracia.
Se difundió rápidamente por otros países
europeos, sobre todo en Alemania y Austria
y se seguirá desarrollando hasta la llegada
del Neoclasicismo.
El término rococó proviene de la palabra francesa
"rocaille" (piedra) y "coquille" (concha), elementos de
gran importancia para la ornamentación de interiores.
Lo importante es la decoración, que es
completamente libre y asimétrica. Muestra su
predilección por las formas onduladas e irregulares y
predominan los elementos naturales como las
conchas, las piedras marinas y las formas vegetales.
En arquitectura, los edificios mantienen un trazado externo simple, sin embargo, en el
interior la decoración se desborda. El rococó impone la acumulación de elementos
decorativos basados en líneas ondulantes y en la asimetría. Alcanza mucha difusión el
gusto chino, que había entrado en Europa con las piezas de porcelana, telas o lacas, y
que decorará los salones occidentales con sus temas más representativos.
En pintura, los temas más abundantes son las
fiestas galantes y campestres, las historias
pastoriles, las aventuras amorosas y
cortesanas. Las composiciones son
sensuales, alegres y frescas, predominan los
colores pasteles, suaves y claros. La mujer se
convierte en el foco de inspiración, ya que es
la figura bella y sensual.
El rococó en España se inicia
durante el reinado de Felipe V (1700-
1746), favorecido por el estilo
churrigueresco, que había llevado al
barroco al recargamiento ornamental.
Su influjo fue limitado, ya que fueron
muy pocos los contactos que España
mantuvo con el rococó europeo y
especialmente con Francia y
Alemania.
El ejemplo más temprano de
arquitectura rococó es la portada de
la catedral de Valencia, realizada por
el alemán Conrad Rudolf. Dividida en
tres cuerpos y coronada con un
frontón curvo, alterna el ritmo
cóncavo en sus calles laterales con
el ritmo convexo en la central.
La fachada del palacio del marqués de Dos Aguas, diseñada por Hipólito Rovira se
compone de dos partes bien diferenciadas y separadas por el escudo del marqués. En
la parte inferior, se describe la alegoría de los dos ríos valencianos, el Turia y el Júcar, y
en la superior, aparece una hornacina que alberga una escultura de la Virgen con el
Niño. Una movida decoración de inspiración vegetal recorre toda la fachada.
El rococó en Francia (donde se
dividió en variantes: Luis XV,
Regencia, Pompadour) hacia 1720,
bajo la influencia directa de las ideas
racionalistas de la ilustración y como
reacción a la excesiva pomposidad
que había alcanzado el Barroco: su
auge duró aproximadamente hasta
1770, en el resto de Europa se
desarrolló un rococó tardío.
Encontró su expresión más característica en la decoración
de interiores: las paredes se embellecían con entrepaños
decorados con molduras doradas y tapizados de seda. El
mobiliario adoptó formas más delicadas y ligeras con la
aparición de nuevos elementos como mesas de distintos
usos y delicada construcción (mesitas de noche, de té,
“chifoniers”, etc.), el secreter, la “chaise-longue”,
peinadoras, cómodas, y canapés tapizados de seda. Como
complemento de los elegantes salones abundaron también
los relojes de repisa, las lámparas de araña y los espejos
con que se cubrían profusamente las paredes.
.
La Arquitectura exterior se
caracterizó por sus líneas
elegantes y serenas, con
una división de espacios
uniforme en las fachadas y
altas ventanas engarzadas
en una decoración de
molduras y relieves
esculpidos en piedra. Las
fachadas adoptaron una
asimetría espacial y una
independencia total de los
ambientes interiores, pero,
como éstos, fueron
adornadas con rocallas y
otros elementos vegetales
que enmarcaban los vanos
de las ventanas o colgaban
de los balcones en una
profusión de flores, hojas y
zarcillos.
El uso de la ventana aumenta progresivamente de medida, hasta la puerta-ventana o
«ventana-francesa», obteniendo una fusión casi ideal con la naturaleza, se dejan de
usar los marcos con apariencia recta y rígida para usar formas más arqueadas, la
arquitectura se alió de una forma tan perfecta con la decoración interior que las
habitaciones se diseñaban como un conjunto logrando una cohesión con cada elemento
de ornamentación.
Dadas las características, este tipo de diseño fue exclusivo de la nobleza por el costo
que estas exigían es por eso que edificios oficiales de este estilo no son comunes,
Considerado un arte mundano por
su nula influencia religiosa además
de que reflejara temas de la vida
diaria, por lo que podemos definir
un estilo que buscaba reflejar la
realidad de una forma exótica y
sensual, sin embargo al igual que
su corriente predecesora
consideraba
que las construcciones reflejaran lo fresco del
pensamiento ilustrado, proponiendo la supresión
toda idea estética ya previamente concebida o
aceptada dando así un arte en aquel tiempo
contemporáneo y liberador de lo que se
consideraba sin contemplación una verdad
absoluta.
Para la iglesia, la carencia de simplicidad, la
exterioridad y la frivolidad del estilo Rococó
tenían el efecto de distraer del recogimiento
y de la plegaria, encontramos una
decoración compatible con el aspecto
sagrado de las iglesias.
En el interior de las iglesias, el Rococó pudo
ser tolerado, dado que los objetos eran
pequeños como un vaso, una mesita de un
corazón, una luz, una barandilla o una
balaustrada y no eran demasiado evidentes
a la vista. Resulta estar más en
consonancia en la sacristía y en ambientes
no propiamente de culto, más que en la
iglesia propiamente dicha.
El estilo Rococó se adapta muy mal al oficio solemne de la función religiosa, con
el tabernáculo, el altar o el púlpito. Entre los materiales utilizados en el estilo Rococó
figuran la madera tallada, el hierro y el bronce, utilizado en la construcción
de balaustradas y portales.
Un château (pronúnciese sható, en plural châteaux) es una casa solariega o residencia
del señor o una casa de campo de nobleza en regiones francófonas. Por ejemplo,
el Château de Versailles se llama así porque estaba en el campo cuando se erigió, pero
no se parece en nada a un castillo, así que se suele traducir como Palacio de Versalles.
El equivalente urbano de un château es un palais, que en Francia se aplica sólo a
grandes casas en una ciudad.
Este uso es diferente
al de "palacio" en
español o inglés,
donde no se requiere
que un palacio esté
en una ciudad, pero
la palabra rara vez
se usa (en inglés)
para edificios
distintos de las
residencias reales.
“Cuando un príncipe fija su residencia a un lugar y otros señores acuden allá y se
establecen para verse y tratarse en sociedad, este lugar se convertirá en una ciudad”
Cantillon Siglo XVII
Esta definición señala la oposición entre ciudad capital y residenzstadt el modelo
versallesco se caracteriza por una dispersión edificatoria con una oposición y
complementariedad entre ciudad edificada y ciudad vegetal. A lo largo del reinado de Luis
XIV, el antiguo pabellón de caza de Luis XIII se transforma en un nuevo proyecto urbano.
La España Borbónica de Felipe V y Carlos III tiene a LA GRANJA como ejemplo.
Karlsruhe
La ciudad fue fundada el 17 de
junio de 1715 después de la
final de la Guerra de Sucesión
española, por el margrave o
marqués Karls Wilhelm Von
Baden-Durlach III como su
palacio, según se dice, luego
de una jornada de cacería, el
aristócrata soñó con la
construcción de una nueva
ciudad, -para la capital de su
feudo- , la cual ha sido
llamada: el descanso de
Carlos, o la, Versalles de
Alemania, y también, el
abanico de Carlos. Los
habitantes de la antigua capital
se opusieron. El complejo
palaciego luego se transformó
en una importante capital
regional. El proyecto se
presentó como un palacio y la
vez ciudad.