Rodriguez Villa Antonio - La Reina Doña Juana La Loca - Estudio Historico

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DOA JUANA LA LOGA

Retrato deVaselo i]iic

lase dice al

Reinalin

D.-^

JuanaesteI:sliidio.

acerca de

el

del

Apndice de

i&'cr{x-

LA REINA

DOA JUANA LA LOCAESTUDIO HISTRICOPOR

ANTONIO RODRGUEZ VILLAINDIVIDUO DK NMERO (ELECTO) DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

)%(^^'O

.

MADRIDLIBRERA DECALLEI)E-1

M.

MURILLO1

ALCAL, NM.

S92

Es propiedad del Autor.

IMPRENTA DE FORTANET, CALLE DE LA LIBERTAD, NM 29

PRLOGO.

este Estudio, no solo la personalidad de la reina Doa Juatambin la explicacin de graves y trascendentales sucesos, que por el anmalo estado de aquella seora ocurrieron en su tiempo en Espaa. Es este perodo, uno de los ms interesantes de nuestra historia, tan fecundo en grandes hombres como en culminantes sucesos, y significa en ella la transicin de la antigua poltica castellana la nueva extranjera, impuesta por monarcas y ministros nacidos y educados en lejanas tierras y del todo ajenos los legtimos intereses de Espaa. Eepresentante Pona Juana de la legtima autoridad real en Castilla, despus de la muerte de la Eeina Catlica, y careciendo por su carcter y las vicisitudes de su vida de las necesarias condiciones de mando, fu constante vctima de ambiciosas y rivales pasiones que, la sombra de su derecho, se amparaban para regir y gobernar el reino libremente. As, al mismo tiempo que los unos la declaraban incapacitada inhbil para empuar el cetro, proclambanla los otros duea absoluta de su razn y voluntad; y cuando por el contrario, estos la tenan por loca rematada, aquellos ensalzaban su recto y sano juicio: todo segn convena sus particulares miras interesados propsitos. En este borrascoso y embravecido oleaje, se destacan las grandes figuras del rey D. Fernando el Catlico, de D. Felipe I, del emperador Maximiliano, de Lus XII de Francia, de Enrique VII de Inglaterra, del Papa Julio II, del Gran Capitn, del cardenal Jimnez de Cisueros, de Coln, de toda la ms encumbrada y linajuda nobleza castellana, de los ms elevados dignatarios de la corte de Flandes, y ms tarde del emperador Carlos V, del cardenal Adriano, de Juan de Padilla, de Bravo, Maldonado, Zapata y otros miembros de la Junta de las Comunidades. travs de esta numerosa cohorte de eminentes personajes, que pocas veces se ven juntos en un breve perodo histrico, y los cuales va poco poco la historia juzgando con severa rectitud, se ve el pas, tan floreciente y bien gobernado bajo el cetro de la reina Doa Isabel, abatido y perturbado ahora, dividido en facciones y banderas, exhausto y ensangrentado. Todos ponen sus ojos en la infeliz reina Doa Juana, smbolo del derecho y de la justicia, algunos impulsados de nobles y generosos deseos; los ms instigados, por la sed de maudo, por desenfrenada codicia. No es exna, sino

Comprende

trao por tanto que ante cuadroshistoria, diciendo

como

este defina

un

ilustre escritor la

que es

el espectculo

de las vicisitudes humanas debi-

das las pasiones de algunos hombres. De la vida de la Eeina, impropiamente denominada la Loca, solo eran conocidos algunos hechos y detalles aislados. Con ser una poca tan brillante y decisiva en nuestra historia, no haba un libro donde sus acciones estuviesen recopiladas con la debida amplitud. Agradecido yo la benvola acogida que mereci el Bosquejo biogrfico de la reina Doa Juana

formado con

los ms notables documentos histricos relativos ella, publicado en 1874, cuya edicin qued agotada en dos meses, me decid investigar de nuevo en los archivos y bibliotecas para ampliar y completar en lo posible mi primer intento. Tan fructuoso y aprovechado ha sido mi trabajo, que he logrado delinear en gran parte la interesante, dramtica y agitada vida de la heredera de los Reyes Catlicos. El archivo general de Simancas la biblioteca de la Real Academia de la Historia las nacionales de Madrid y de Pars; las colecciones de papeles histricos de varios magnates y particulares, han contribuido eficacsimamente al ms exacto desempeo de mi empresa. Y no menos me han ayudado ella los diligentes cronistas contemporneos Estanques y Padilla, y sobre todo el in; ;

signe historiador Zurita,

Como el espritu hoy dominante es por excelencia incrdulo y realista; y como, por otra parte, soy en extremo apasionado por los documentos, cuando revisten caracteres de absoluta autenticidad, conieso que los he prodigado con exceso. Varias razones, sin embargo, abonan en mi favor: la primera, ser los ms de los documentos inditos, desconocidos y de gran valor histrico; la segunda, ser el lenguaje de esta poca tan castizo y vigoroso tan grandilocuente veces su estilo, que vertidas al moderno sus ideas, notablemente se alteran y palidecen; y, en fin, la deleitosa fruicin que se siente al oir hablar, por decirlo as, y discurrir sobre los sucesos de su tiempo, sorprendiendo razones de Estado y mviles secretos, igno,

rados poco conocidos, monarcas, embajadores, secretarios, prelados y otros actores del gran drama histrico. Y esto con tanta ms razn, cuanto

que no pocas veces palabras locuciones, al parecer insignificantes, ilustran poderosamente al lector sagaz y entendido y le sirven para deducir nuevas y atinadas observaciones. Qu reflejo ms vivo y directo de las ideas contemporneas y de los ocultos pensamientos de los protagonistas histricos se siente al acabar de leer muchas de estas cartas Parece que las distancias se estrechan; que los siglos desaparecen que el inters poltico personal se aviva, y como que percibimos entre sombras los actores y con ellos gozamos sufrimos. < Mayor beneficio, escribe persona tan competente y autorizada como el Sr. Fernndez Navarrete (1), hubieran hecho la historia ciertos escritores. antiguos publicando las memorias de que se valieron, que el resultado de sus tareas. >I ;

(1)

Coleccin de viajes y descubrimientos,

tomo

i.

\ig. lvi.

LIBRO

I.

Doa Juana, Infanta de

Castilla.

I.

El podero y grandeza que elevaron los Reyes Catlicos la -monarqua espaola, hacan presumir que el reinado siguiente sera tanto ms prspero para nuestra nacin. A este noble fin

dirigieron todos sus esfuerzos aquellos gloriossimos monarcas. Unidos en sacrosanto lazo la piedad y la prudencia, la virtud yel valor, las

ms preciadas cualidades de la mujer y las dotes ms estimadas del hombre, lograron Doa Isabel y D. Fernando afianzar en su memorable reinado la autoridad real y el imperiola justicia

de

y contribuir poderosamente

al desarrollo

material

intelectual del pas.

Sus victoriosas armas les proporcionaron triunfos famossimos y nuevos florones que aadir su corona. La conquista de Granada, el descubrimiento del Nuevo Mundo y el predominio espaol en Italia, son hechos que por s solos bastaran perpetuar la gloria de aquellos soberanos.

Parece que la Providencia se haba complacido en derramar sobre ellos todo gnero de felicidades, concedindoles tambin cum-

hermosa descendencia que asegurara tan valiosos trofeos y dirigiera con hbil mano los destinos de Espaa. Amagbales, 5in embargo, por este lado dolorosa y fatdica decepcin. Tan venturosos como fueron los Reyes Catlicos en los dos primerosplida y

tercios de su reinado, fueron desgraciados

en

el

ltimo, al conla vida

templar cmosus

la

muerte segaba con mano despiadada

de

ms quejidos seres, la esperanza de la futura felicidad de su amado pueblo; y cmo por tal causa verase este desviado de su natural destino impulsado por rumbos extraos sus verdaderos intereses. Doa Juana y Doa Catalina que sobrevivierony hermanos, fueron tan infortunadas en sus matripresenta como dos verdaderas mrtimonio?, que sus padresla historia las

res de la tirana conyugal.

Es indecible cuanto aquellos magnnimos monarcasraron enla crianza,(i),

instruccin(2),

Doa

Isabel

D. Juan

se esmey educacin de sus hijos. Doa Juana, Doa Mara y Doa

Catalina, frutos de la unin de Isabel y de Fernando, fueron las

ms queridas prendas de sus corazones; el anhelo constante de todos sus cuidados y la ms risuea esperanza de sus futurosdesignios.la

No

omitieron medio alguno para dotar sus hijos de

mayor

ilustracin

y perfeccionamiento

posibles.

Deleitbase

la reina Isabel

en unin de sus hijos, damas y servidumbre en oir en su capilla motetes y plegarias y en la cmara canciones yvillancicos,

cuyo

efecto traa

siempre su lado una cohorte denaci la decidida

poetas

y msicos.

De

tan laudable ejemplo

aficin de todos sus hijos este divino arte.

Al poner casa

al

prncipe D.le

Juan

le

dot de eminentes profesores de msica que

adiestraran en

ella,

para que juntos conla pasin

l la cultivisen

(3).

De aqu tambin debi nacer Juana por la msica, en cuyoera

arte,

que tuvo siempre Doa segn testimonios coetneos,

muy

entendida

(4).

(1)

Naci en DueasNaci en Sevilla

el 1." el

de Octubre de

1470.

(2)

30 de Junio de 1478, siendo jurado sucesor al trono en las

Cortes de Toledo de 1480.

XV y XVI. Confirman adems esta aficin de Doa Juana los siguientes prrafos del Inventario de su mobiliario, existente en el Archivo de Simancas:(3)

Barbieri. Cancionero musical de los siglos

(4)

Un templador de manicordio.

caxa.

>;Una cajita ciiiquita de ceti carmesi y dentro otra caxa de madera blanca con unosaljofarios

y una biliuela, todo como

la mano...>>

9Sobre todoslos estudios, laboresel

dominaba constantementeinculcar en sus hijosla

y honestas recreaciones preanhelo de los Reyes Catlicos porlos

moral m^s pura,

ms elevados

senti-

mientos ynal, gi'an

la

ms ortodoxa doctrina

cristiana. El ejemplo pater-

maestro de costumbres, ayudaba poderosamente la

formacin y desarrollo de las de aquellos tiernos infantes. Hondamente arraigados fueron por este motivo el respeto, amor y

sumisin que siempre conservaron sus padres.

Sus

hijos, escribetal

Glemencn

(1),

presenciaban estas liornas

escenas y en

escuela tomaban las lecciones de virtudel

y adqui-

ran las prendas que los hicieron justamenteleso de su digna

consuelo y embeafectuosa Isabel,el

madre. Cinco

le

dio

el cielo: la

reina de Portugal; Mara, que

lo fu

despus de su hermana;

malogrado prncipe D. Juan; Catalina, reina de Inglaterra,tre

ilus-

los

V,

por su piedad y por sus desventuras, y Juana, madre de Car quien el amor su marido, hereditario en las hembrasel

de su familia, vino por ultimo arrebatarleIsabel los

juicio y el cetro.el

amaba

todava con

mayor intensin que

comn de

las radres; su ardiente

y generoso pecho no era capaz de afecciones vulgares; prodigbales las ternezas, los llamaba de ordinario

sus ngeles.

A

par de su caiio caminaba

el

de su educacin: dbales especialmentedio eficaz que con

la del

cuidado y solicitud ejemplo, aquel me-

gir las inclinaciones y costumbres de la niez.

ningn otro puede suplirse para formar y diriTuvieron el debidode sus hijas las artes y labores femeniles, sin

lugar en

la crianza

olvidar las que cultivan y perfeccionan el ingenio. Hijas de tal madre no podan estar ociosas. Enselas hilar, coser y bordar.6 de

Haba nacido Doa Juana en la ciudad de Toledo, el sbado Noviembre del ao 1479 (^2). Educada con tan sanos princicon tan entraable cario y afanosa solicitud, no era mucho el tiempo llegara ser una de las msde su tiempo.

pios,

presagiar que andando

felices iluslradas princesas

Con

tal

aprovecha-

(1)

Elogio de

la

Reina Isabel

la Catlica.

Naci cuatro horas antes de medioda, segn unos; seg-n Zurita, entre las seis y las siete horas antes de medioda. Pisa, el historiador de Toledo, asegura que vio la luz en las casas del Conde de Cifuentes.C2)

miento aprendila latinidad

10

(I),

que, al decir del insigne Vivesella le

responda de repente en esta lengua los que en

hablaban.

La msica era tambin una de sus distracciones favoritas. Era tan parecida Doa Juana Enrquez de Crdoba, hija del almirante de Castilla D. Fadrique Enrqnez, y madre del Rey Catlico, que no solo se equivoc en el nombre con la abuela, sino en el rostro; tanto que la reina Doa Isabel la llamaba donosamente mi suegra, y el rey D. Fernando por igual motivo madre ('2).

II.

Con

la

conquista de Granada consiguieron los Reyes Catlicos

uno de

los

ms importantes

fines

qne desde

el

principio de su

reinado se haban propuesto; y este suceso unido

memorableautoridad

del descubrimiento del

al no menos Nuevo Mundo, consolid y

acrecent por

modo

extraordinario dentro y fuera de Espaa su

influencia.

No

es de extraar por tanto

que muchos

Prncipes extranjeros manifestasen vivos deseos de unirse por

medio de enlaces matrimoniales con tan poderosos monarcas. Desde 1492 negociaba ya el Rey de Francia con los Reyes Catlicos,

para que se obligasen con

l

no casar las Infantas, sus

hijas,

sin su consentimiento, porque no se viesen obligados

salir la defensa de las casas de

aples y Borgoa, casando sus

hijas en ellas;

que de

lo

contrario jurasen los monarcas espa-

oles no ayudar ninguno de los Prncipes sus yernos en caso

de guerra con

el

soberano francs.

Con

anterioridad esta pltica se haba entablado activa nego-

ciacin entre Maximiliano, rey de

Romanos

(3)

y

los reyes

Don

(1) (2)

De

institutione christianre ffemime, lib,

i.

De doctrina puellarum.

Flrez, Reinas catlicas. CXemencin, sin embarg-o, atribuye este parecido y estos cariosos dictados Isabel, la hermana mayor.(3) Corresponda este titulo al candidato electo que se trocaba por el de Emperador despus de haber sido solemnemente ungido y coronado el electo por el Sumo

Pontflee.

u

Fernando y Doa Isabel i fin de estrecharlos vnculos de amistad con que ya estaban confederados^ mediante el matrimonio del archiduque D. Felipe, hijo del primero, con una de las infantas Doa Juana Doa Mara. Para arreglar este enlace, vino Espaa principios del ao 1492 D. Ladrn de Guevara, mayordo-

mo

del

Archiduque, y fu Flandes Garca de Herrera,los tratos fu-

si

bien el

primero que inici

D. Juan de Fouseca, enviado

Flandes por D. Fernando y Doa Isabel con este motivo.Difirise la conclusin de este tratado por hallarse la sazn

estos

monarcas en negociaciones con Francia acerca de

la resti-

tucin que su rey Carlos haba de hacer del Roselln y Gerdaa

D. Fernando, y no convena por esta causa romper abierta-

mente conHastalos

l.

el 19

de Enero de 1493 no se acab de concertar entreel

Reyes Catlicos y mediante la cesin deel

Cristiansimo

el

asiento de sus alianzas,

los

condados de Roselln y Gerdaa, y to-

dava

Rey de Francia

se neg firmar el tratado de cesin si

antes no prometan D. Fernando y

Doa

Isabel no casar sus hijas

con

los hijosel

de los Reyes de Romanos, Inglaterra y aples, nide Calabria, ni sus hijos, ni con otros enemigos

con

Duque

declarados del soberano francs, sin su voluntad y consentimiento

expreso; y que no daran ayuda ni socorro los Prncipes, en cuyos reinos casasen sus hijas, contra la casa de Francia. Tal erael

temor que en esta nacin infunda entonces

el

podero es-

paol.

Iniciada ya la rivalidad entre Espaa y Francia en

el

reinado

de

los

Reyes

Catlicos, trataron estos de contrarrestar el poder deel

Francia alindose con

tratados y conciertos sino

Rey de Romanos, no solo por medio de tambin y ms principalmente por

licos

medio de alianzas matrimoniales. Para asegurar los Reyes Catsu dominio en Italia, constantemente amenazado y disputado por Francia, y para recobrar el Emperador el ducado deBorgoay otras tierras de

que

el

Rey

Cristiansimo estaba apo-

derado en menoscabo del archiduque D. Felipe, era indudable-

mente

el

mejor medio, establecer cierta comunidad de intereses

entre Espaa y Alemania, que obligase B'rancia ceder en sus

pretensiones en uno y otro territorio. Profundas y

muy transcen-

12

el

dentales consecuencias haba de traer la poltica europea la

unin de estas dos casas, comenzada porprincesa

doble matrimonio del

prncipe D. Juan, primognito de los Reyes Catlicos, con la

Doa Margarita de

Austria, hija de Maximiliano, y deleste,

archiduqne D. Felipe, primognito deestos casamientos por parte de

con

la

infanta

Doa

Juana, hija de aquellos Catlicos monarcas. Negoci de nuevo

Espaa

el

experimentado y hbiloposicin del

embajador en Alemania

L).

Fi-ancisco de Rojas; y bien necesitla eni-gica

de toda su destreza para resistir

Rey de

Francia estos enlaces, y la repugnancia del Empei-ador consentir en el doble matrimonio causa de que como tena diversas pendencias en

muchas

partes, le convena haber con sus hijos

ms de un deudo; puesto que los sino la infanta Doa Mara ^1).Rota en 1495porlala

principios no

le

quera dar

alianza entre los Reyes deal frente

Aragn y de Francia,

de podei-oso ejrcito en Italia y haberse apoderado de casi todo el reino de aples, qued libre

entrada de este

ya D. Fernando del compromiso que con

el

Cristiansimo haba

adijuirido acerca del casamiento de sus hijos, motivo por el cualse haban ido difiriendo los enlaces del prncipe D.

Juan con

la

princesainfanta

Doa Margarita, y del archiduque D. Doa Juana. Acabse de concertar todo loel

Felipe con larelativo este

asunto

el

ltimo da de Marzo de 1495, interviniendo en su arre-

Conde de Nassau, M. de Xevres, M. de Berghes, ayo del Archiduque, el canciller de Borgoa y el preboste de Lieja, y por parte de los Reyes Catlicos el embajador Francisco de Rojas. Asentse en esta concordia que ningunaglo por parte de Maximiliano

de

las hijas llevase dote.

En

el

mismo

da se firm tambin

el

concierto de la Santa

Liga entre los Reyes Catlicos, Maximiliano y los Estados deItalia contra el

Rey de Francia

(2),

y habiendo ido

Alemania

(1)

Zurita.

Tomo

v, fol. 40.

Hablando el Rey Catlico con el Duque de Njera acerca de la Liga que con el Papa, Venecianos y Rey de Romanos haba pactado, le replic el Duque: Para tan gran p.xaro, poca liga es esa. (Ms. de la .-Vcademia de la Historia. Est. 16, grada 3.*,C2)

nm.

188.)

como embajadores dela guerra, solicitaronla

13

Albin para activar con

Liga Antonio de Fonseca y Juan de el Rey de Romanos el comienzo del

tambin de

los

mismos embajadoresMaximiliano

que

los

matrimonios concertados se efectuasen por palabras

de presente.

Mas

dilataba siempre su ejecucin

sn

por sistema y por carcter, como hombre tan fcil y vario en modo de negociar y tan sujeto la influencia de sus conse-

jeros.

Hasta

el 5

por palabras de presenteesta

de Noviembre de 1495 no se confirmaron y juraron los matrimonios concertados. Efectuseello

ceremonia en Malinas en virtud del poder que paraFrancisco de Rojas.

tena el embajador

Todava habindose

alterado principios del ao 1496 las buenas y naturales rela-

ciones entre D. Felipe y su padre Maximiliano, por inclinarse

aquel

la

paz con Francia, se temi que

el

matrimonio concer-

tado con la infantaescribi ya el

Doa Juana se dificultase. Mas poco despus Archiduque Doa Juana la siguiente expresiva y

afectuosa epstola:Excellentissimte dominse Joanne Archiducisse Auslrie et coniugi sue carissime.

Gordialem commendationem

:

intelliget vra.

excellencia ex

domino

oratore Francisco de Roias

quem

vobis

nuncium ouiumafficio-

proficisse rogaui:

quanta animi molestia atque cruciatu

num

q.

impresentiarum in adueatu

nia presens esse nequeo. Sortem

vro. ad nostra comunia domiiniquam que me huc perduxit in

horas acuso:et

et

causas remeandi ad propria studiosissime querito

animo

est

michi credite quod

me

ut

nostros appulisse cognouero: hic detinere possit,

plurimum vos portus verum polius

mnibus relictis ad vos noctu diuque festinantissime properabo, et acerbum quem fero mentis dolorem, suam vestrara presenciam compensabo eque minori amoris vinculo seu fauoris beneficio vobis deputatos in obsequium per Serenissimos dminos etpatres nostros

hec

et alia sibi per

quam proprios me creditaet

et

michi caros prossequar: proutvestra dilectio,

propensius referet ipse orator cuivelit

non secus ac michi fidem tribueresaluam conservet christus:Dal.

quam

nos faciat pulcra prole parentes. (per

Augusta die

vi

Julii

manum

propriam).

Eius-

demV,

14

philipus

excellentice

AmantissimusJuaa

archidiixel

aus-

trie, etc. (1).

A

su vez

el

prncipe D.esta carta:

dirigi su

cuado

.archidu-

que D. FelipeArchidux

frater nosler karissime (post

comendationem,et

etc.)

Ex

literis vestris

quas periocunde accepimus,

ex

iis

quas regius

orator frauciscus de roias ad nos scripsit intclleximus id

qnodIliina.

iam animo nostro proculdubio insedebat,D.illam

scilicet

V.

magno ac sincero nos prossequi amore, simul et ingentem animorum paritateni quse inter vos et nos conspicitur, quamque fauente deo cunctis conspiciendam speramus Serenissi-

morum Regum parentum nostroruminsequendo,tioniset

colendissimorum vestigiaamicifie et confedera-

eorum mutue benivolentielicet in

nexibus inherendo. Et

scribendo vos preceperilis

ut prius vestrenobis

quam

nostre vobis littere redderentur,et

humanitati vestreCelera

et

ascribendum

quod magnifaciendum censemus.

tamem cum

pari etate noslra tanta

animorum conjun(2)

ctione texuntur ut nutu

quodam

celesti

hoc factnm diuinitus

quasi videatur. Gomperiet itaque in nobis V. Illma. D. verioplimi fratris oiiitium operaipsa

et

comprobandum.

RogamusquodCurabi-

eandemfuturum

ut

si

quid apud nos

et in bis

regnis et dominiis est

sibi

gratum

putet, id nobis significare velit.

operam dar et vobis fraterno amore complacer quandoquidem nil proprii cum Illma. D. V. est nobis habendura eque censendum qu. tam vestrum quam uostrum existat, cum id totum sit illustrissime Margarite sororis vestre sponse mee (3) dilecti (sic) (juod eque plus caripendi eque maioris fieri potest poslqunm de ipsa et nobis eadem est ratio. Cui nos plurimum comendatos facer velitis. Difasius qdem. Regius orator prefatus

mus

n. et in eis

cui

dem haberesalutis

velit

hec referret Ilhne. D. V.

quam bene

felici-

terque valere semper obtamus.

Ex oppido Tirasone septembrisvester Joannes

anuo

M.cccc.l.xxxxv.

FraterSicilie,

princeps

Gastelle, Legionis,

Aragouum,

Granate

'etc.

manu

pro-

(1)(2)

Bibliot. de la .\cad. de laSic: divinitas?

Hist. A-

9, fol.

36. Copia contempornea.

(3)

Tachado.

pria).trie,

15

philipo, archiduci ausiios-

irimo.

et

excellenlissimo

dominoetc.,

duci burgiindie, brabancie,

comitis flandrie, fralri

Iro carissiaio. (I).

Eran D. Felipe y*Doa Margarita hijos de Maximiliano, electo Emperador y Rey de Romanos, y de Mara, hija del Duque de Borgoa Garlos el Valiente. D. Felipe, primognito de estossoberanos, haba nacido en Brujasel

Doa Margarita en BruselasDesdeparaToriosa',

el

10 de

12 (2) de Junio de 1478, y Enero de 1479.

donde

se hallaba celebrando Cortes fines deel

Febrero de 1496, daba apremiantes rdenesel

Rey

Catlico, as

armada que haba de conducir Flandes la infanta Doa Juana, como sus Embajadores en aquel Estado, para que se dispusiese venir Espaa en la misma armada la princesa doa Margarita. Finalmente, el bastardo de Borgoa,apresto de la

con poder del archiduque D. Felipe, se despos en Valladolid con

Doa Juana, y en Flandes Doa Margarita condel prncipe D.

el

embajadorello tena

D. Francisco de Rojas, en virtud del poder que para

Juan

(3).

(1) (2) (3)

Bib. de la Acad. de la Hist. A. 11,

fol. 97.

Minuta de

carta.

Otros dicen que

el

23 de Junio de 1478.la

Lorenzo de Padilla: Fragmentos de

Crnica de Felipe

I.

LIBRODona Juana,

II.

Infanta de Castilla y Archiduquesa de Austria.

I.

Desposada por poder Doa Juana, y dispuesta ya la armada que desde Laredo haba de conducirla Flandes, sali la reina

Doa

Isabel de la villa dela

Almazn con

direccin aquel puerto,(1)

donde esperabade alto bordo,

escuadra compuesta de ciento veinte navios

bien aderezados y provistos, y prestos embarcarse en ella quince mil hombres escogidos, mandados por D, Sancho de Bazn.

muy

No pudo

el

Rey

Catlico despedir su

Mja

en

la

la defensa contra

armada por haber tenido que ir Gerona fin de aprestarse el Rey de Francia, que amenazaba venir sobreal

Perpin.Casi

mismo tiempo que

la

Reina, lleg Laredo Doa Teresa

de Velasco, acompaada dehijos y

muy

muchos

deudos y caballeros, todos los cuales sede Agosto(2)

honradas dueas, y con ella sus embarcade 1406,

ron con

la Infanta el da 20

(1)

'>fijo

Y

en otra parte del dorso: Relacin de

la

forma que se touo en141

bautismo del

del arciiduque.>> Acad. de la

Hist. A.

9, fol.

y siguientes.'

Es de

letra del tiempo.

LIBRO

III.

Doa Juana, princesa de

Asturias.

La reina

Isabel lo haba pronosticado. Estaba de Diosel

que

D. Garlos haba de ser

heredero de los Reyes Catlicos.

El prncipe D. Miguel falleci en Granada 20 de Julio d^1500, los 22 meses de edad.los tuvieron

Inmenso fu

el

dolor que sus abuela

por esta desgracia, tantola

ms considerando

mums

danza que se causaba en

sucesin de sus reinos. ISo caba

consuelo estos amantsimos padres por tan repetidas inmensasdesgracias que atribuirlo ocultos juicios de Dios, que tena

bien cercenar, segn escribe Zurita, los pimpollos

ms preciados

y que se conservase la firmeza y fuerza del fruto por la sucesin del prncipe D. Carlos, su nieto.sajeros Flandes

Luego determinaron D. Fernando y Doa Isabel enviar men(1) participar esta nueva los Archiduques

(1)

f