Rompecabezas carnico

7/23/2019 Rompecabezas carnico

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Rompecabezas cárnico.

Sobre el cuerpo-puzzle y la narrativa del yo.

Javier Ferreya, 2007

Una de las operaciones más significativas de la modernidad es la importancia que ha

ido adquiriendo el cuerpo como lugar de representación de la autonomía del sujeto. Es decir,

de la valoración del cuerpo como lugar que define al yo. Según avid !e "reton, en la

modernidad se o#servan dos opiniones so#re el cuerpo$ por un lado, el cuerpo como la parte

maldita de la condición humana, la pie%a d&#il, frágil, sospechosa, sujeta a enfermedades y

por lo tanto elimina#le, aunque tam#i&n perfecti#le, recicla#le por la ciencia y la t&cnica. !a

otra opinión es la aparición del cuerpo como el lugar privilegiado de salvación, como el lugar

de resistencia del sujeto, ya que el cuerpo es el modo de e'perimentar nuevas sensaciones, por

lo tanto malea#le a la #úsqueda de seducción, al #ienestar, al arraigo en la materialidad de la

e'istencia por medio de la cual se a#re un a#anico casi infinito de nuevas sensaciones y

placeres. esde el (enacimiento, la historia del cuerpo se fue vinculando cada ve% más con

los procedimientos m&dico)científicos que hicieron del cuerpo un lugar de operaciones,

convirtieron al cuerpo en un espacio de investigación y tradujeron su funcionamiento en un

sistema maquínico, cuyas metáforas impregnan el imaginario social. En efecto, el cuerpo

humano aparece reducido a una serie de funciones, y es descompuesto en elementos que lo

convierten en una materia rara, en mercancía clasifica#le e intercam#ia#le$ *El cuerpo, desde

esta perspectiva, ya no es más rostro de la identidad humana sino una colección de órganos,

una posesión, una especie de vehículo que el hom#re utili%a y cuyas pie%as son

intercam#ia#les+ !e "reton, -/$-0/1

Estas transformaciones históricas en relación con la percepción del cuerpo humano

fueron desintegrando la relación del hom#re con su cuerpo. 2rimero el Estado moderno, con

la apropiación que reali%a so#re el cuerpo del sú#dito como parte fundante del poder so#erano

3oucault, 45561 y luego con las tecnologías del yo que se van imponiendo como el lugar en

el que el sujeto se reconoce como fundante de una ra%ón autónoma, en la medida en que el

cuerpo es el lugar de la fundación del placer, los atri#utos de la carne forman parte de la

relación entre el hom#re y su entorno, se produce la paulatina reapreciación del cuerpo y sus

atri#utos. El sujeto comprende que ya no es reh&n del cuerpo, disociando la relación estrecha

que unía el cuerpo con el Estado. Esta tecnificación, entonces, permite que el hom#re reasuma

su cuerpo como el lugar de las sensaciones y de la identidad, a#riendo así la e'periencia de la

carne a un conjunto de impresiones, afectos y emociones que dan lugar a la construcción de



uno mismo como sujeto en la #úsqueda de placeres e intensidades que edifican la

individualidad por medio del hedonismo 7nfray, -1.

e modo tal que una de las transformaciones más significativas del período que los

críticos llaman posmodernidad, es el &nfasis puesto en valores relacionados con el cuerpo. En

efecto, el *cuerpo para el otro+ del que ya ha#la#a Sartre, se ha convertido en un #ien

altamente valorado, cuyo cuidado requiere una alta inversión de tiempo, dinero, esfuer%o,

etc1 y entre cuyas características está nota#lemente la de poder *ela#orarlo+, es decir,

producirlo, transformarlo, renovarlo. Si #ien el cuidado del cuerpo siempre formó parte de

toda sociedad y la cosmetología cuya raí% proviene del griego kosmos$ *poner orden+1 está

presente en todos los estratos de las diversas culturas, los últimos decenios del siglo 88 han

hecho emerger un nuevo tipo de relación del sujeto con el cuerpo que su#raya y radicali%a el

valor del cuerpo y lo hace o#jeto, en el cual pueden manifestarse las relaciones ya no sólo

sociales, de clase o rango, sino que hace al cuerpo el lugar de manifestación de la

su#jetividad$ yo soy mi cuerpo.

2ierre "ourdieu ya detecta#a, a finales de la d&cada de -/5, que una de las

transformaciones #ásicas de la &poca era la concepción del cuerpo como un capital. El *valor

comercial de la #elle%a+ "ourdieu, -05$459)4561 tiene que ver con el inter&s que las

propiedades corporales pueden tener en el mercado de las relaciones sociales, de tal manera

que la #elle%a funciona como capital, al otorgar al cuerpo una representación particular que

trata de ha#lar un lenguaje de signos que ponen de manifiesto los rasgos que el sujeto

pretende revelar, ingresando de esta manera en un espacio de pugnas por imponer la propia

representación de uno mismo y lograr un reconocimiento que puede traducirse en #eneficios y

utilidades de diversos tipos. e esta manera, el cuerpo entra en un campo de tensiones en el

que se conjugan la seguridad del sujeto con su propio cuerpo y la capacidad del mismo por

hacer representar lo que &ste pretende, ocupando así determinada posición en el campo de las

relaciones sociales. En estas tensiones en las que entra el cuerpo están presentes los patrones

de #elle%a dominante y las propias representaciones que el sujeto da a su cuerpo en relación

con el grupo con el cual entra en contacto y con el cual pretende sentirse representado.

!a *comodidad+ con el propio cuerpo es una narrativa contemporánea en la que se

construye una relación de poder entre los dominantes y los dominados, en la que unos

muestran con seguridad y soltura la eficacia de su cuerpo que nunca es del todo natural1 y

otros se someten, se corrigen, se apropian de rasgos, gestos, modos, vestimentas, maneras, en

una tentativa casi desesperada por incorporarse al efecto corporal deseado. !a imposición de

moldes de #elle%a instala una narrativa de la apropiación, de la construcción, de la



arquitectura de la carne$ una sim#ólica del poder que impone la legitimación de ciertos

patrones o cánones esta#lecidos juventud, delgade%, tersura, agilidad, liviandad, fluide%,

modos de mirar o de caminar, gestualidades, etc1 cuya posesión aseguran la entrada al

mercado de lo legítimo en t&rminos de acepta#ilidad del sujeto.

2ero, al mismo tiempo, uno de los rasgos so#resalientes de la &poca actual es la

apertura hacia modos de representación que conviven y a veces chocan con las valoraciones

de las representaciones dominantes. En efecto, en la medida en que se trata de *producir+ una

representación de uno mismo, la malea#ilidad y fle'i#ilidad del sujeto es un #ien altamente

valori%ado, por lo tanto en una sociedad en permanente cam#io, de valores efímeros y

mutantes !ipovets:y, -/1 la capacidad para actuali%arse, moldearse, renovarse,

transformarse, es un indicio de la capacidad de creación so#re uno mismo que ha#la a los

otros so#re las propias cualidades e instalan el lugar por medio del cual el yo se narra a sí

mismo y quiere representarse frente a los otros. Estas cualidades resumen o actuali%an las

valoraciones o representaciones que el propio grupo hace de sí mismo$ es el caso de las tri#us

ur#anas, de los hinchas de fút#ol, de los skaters, de los fans de grupos de roc:, de los rappers,

de los diversos y cada ve% más variados y minúsculos grupos que encuentran en la

presentación y la acumulación de signos e'ternos pegados al cuerpo el modo de incorporarse

y representarse en relación a determinado gusto, capacidad o actividad. e esta manera, una

forma de vestir impone una representación que ha#la de lo que el sujeto es o pretende ser.

2odemos decir que *el cuerpo significa+, que *soy mi propio cuerpo+, es decir que en

una &poca en la que la materialidad de la e'istencia pasa por una crisis, la propiedad del

cuerpo, la capacidad de manejar, operar y transformar el cuerpo en lo que uno quiere es una

narrativa que se impone en todos los ám#itos. *;uiero tener la li#ertad de elegir mi propia

silueta+ decía hace unos a<os el modisto =art !agerfeld dise<ador principal de la casa

>hanel1. !a posi#ilidad de *hacerse+ el cuerpo, de formarse una figura de acuerdo al gusto

propio o a lo que la propia categoría cree que es el gusto propio1 es una rasgo a#solutamente

posmoderno que transforma todas las percepciones actuales en relación a todo un conjunto de

actividades y actitudes. Esta posi#ilidad casi un impulso insoslaya#le1 a *construirse un

cuerpo+ configura gracias a la tecnociencia contemporánea un campo f&rtil de indagación

so#re las conductas actuales del sujeto en relación con su cuerpo. >omo dice Ugo ?olli *no se

trata solamente de apropiarse de los signos del &'ito, de llevar al e'tremo la lógica del

consumo vistoso con armi<os, coronas, púrpuras y medallas, sino más #ien de transformar

esto mismo en símbolos, la propia persona en norma+ ?olli, -@$ -9/1.



!a tendencia a marcar el cuerpo con signos ropa, peinado, accesorios1 encuentra en

esta &poca de tecnociencia la posi#ilidad a#ierta ya no sólo de agregar o#jetos al cuerpo sino

tam#i&n de modificar el mismo a partir de operaciones m&dicas. En efecto, se conjugan dos

tipos de actitudes en relación al cuerpo con la tecnociencia$ por un lado la disponi#ilidad

#rindada por la tecnología de incorporar al cuerpo accesorios cada ve% más peque<os que

posi#ilitan llevar dispositivos tecnológicos que antes esta#an confinados al ám#ito hogare<o

con uno mismo tel&fono, computadora, Anternet, cámara de fotos, música, filmadora,

agendas, hasta televisor o dvd1 que permiten que el sujeto est& permanentemente conectado

por medio de la tecnología sin necesidad de volver a la casa o a la oficina. !a producción

tecnológica insiste con dispositivos cada ve% más peque<os que van pegados al cuerpo, hacen

del cuerpo su sost&n y convierten al sujeto en su propia oficina, su propia morada$ la

comodidad de sentirse *en la propia casa+ a partir de la sensación de estar conectado y en

contacto con todo lo necesario.

Una segunda actitud se refiere a la posi#ilidad de transformar el propio cuerpo de

acuerdo al gusto propio$ ya no solamente el desarrollo físico o la cosm&tica, sino la efectiva

conversión del cuerpo en *el cuerpo deseado+ a trav&s de las operaciones est&ticas. En efecto,

en la medida en que el cuerpo contemporáneo se ha convertido en un dato de la naturale%a, un

#orrador o #osquejo, como tal puede ser mejorado, corregido, reformado, em#ellecido de

acuerdo a cánones sim#ólicos o gustos propios que lo transforman y lo convierten en un #ien

para su poseedor.

!a *esteti%ación de la vida+ se impone como un valor insoslaya#le del sujeto

contemporáneo, una actitud que comprende todo un a#anico de comportamientos que van

desde el acto mismo de comer, con todas las nuevas tendencias de la cocina gourmet, la vida

sana y saluda#le y la ampliación del campo de sensaciones posi#les a trav&s de la

sensi#ili%ación del gusto 3erreyra, 455/1 hasta las elecciones de la vida cotidiana que van

desde el tipo y color de auto hasta el corte del traje, el perfume, el deporte a practicar, el lugar

de vacaciones, la manera cotidiana de vincularse, etc. Bodos &stos son procedimientos que no

transforman solamente los matices e'ternos del sujeto, sino que conducen a toda una

innovación de la sensi#ilidad y la su#jetividad contemporánea. Annovaciones que tienen que

ver con la mecánica de la diferenciación, la estrategia de la seducción, la ra%ón de la est&tica$

en síntesis con toda una nueva forma de la intensidad y la esteti%ación de la vida en la que el

cuerpo se ha convertido no sólo en el capital principal del sujeto, sino tam#i&n en el o#jeto

más preciado y como tal el más fle'i#le y adapta#le a los cam#ios.



Bibliora!"a

"ourdieu, 2ierre -01 La distinción. Criterios y bases sociales del gusto. Cadrid$ Baurus

3erreyra, Davier 455/1 Sabor, saber y cultura: las revistas de cocina en Argentina (!"#$%##&' 2onencia

presentada en el AA >ongreso Anternacional de Semiótica, (osario. Cimeo

3oucault, Cichel 45561 Securite, erritoire, )opulation. Cours au College de *rance (!++$+"' 2aris$ allimard.

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!ipovets:y, illes -/1 l -mperio de lo efímero. "arcelona$ Fnagrama

7nfray, Cichel -1 l deseo de ser un volcn. /iario 0edonista. "uenos Fires$ 2erfil !i#ros

?olli, Ugo -@1 Contro la moda. Cilano$ SaggiH3eltrinelli

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