“Disfrutemos Sirviendo al Señor”

Por: Henry Hernández

Especialista en Entrenamiento y Apoyo

Compassion Honduras

Servir al Dios Eterno, Creador de todo lo que existe en el universo, es el privilegio más grande al que un ser

humano puede aspirar, no existe ninguna actividad o profesión alterna que ni siquiera pueda compararse

al honor que tenemos de servirlo a través de lo que Él mismo nos ha dado (dones, talentos, recursos,

tiempo, familia, ministerio, trabajo, etc.)

Saber esto traerá a nuestros corazones un enorme gozo, independientemente si nadie reconoce lo que

hacemos, es Dios mismo quien se encargará de reconocerlo “No lo hagan sólo cuando los estén mirando,

como los que quieren ganarse el favor humano, sino como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón

la voluntad de Dios.” Efesios 6:6 (NVI), o como lo afirmó Jesús en el sermón del monte: “tu Padre que ve

en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:4,6,18.

Además, esta actitud nos afirmará en nuestro caminar y servicio al Señor y nos permitirá formar el

verdadero carácter del cristiano, sin desanimarnos bajo ninguna circunstancia; bien lo afirma el escritor a

los Hebreos cuando escribe: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,

porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas

obras.” Hebreos 10:23-24 (RV-60)

Disfrutemos Sirviendo al Señor ¿Cuál sería nuestra actitud si el máximo Mandatario del país nos llamase para ser parte del equipo de su

confianza? Muchas personas anhelan estar muy cerca de las máximas autoridades políticas del país,

llámese presidente, alcalde, etc.

Están puntuales al llamado, se visten con las mejores galas y si es posible soportan cualquier inclemencia

en una cita aun si se ha postergado la hora estipulada, siguen pacientemente en espera con tal de

conseguir concretar aquella cita, esta actitud no está mal, al contrario, es bueno ser puntual, saber esperar

y dar lo mejor de cada uno, y con mucha más razón si le han confiado ser parte del equipo de servidores

del gobierno o de cualquier institución u organización, sin embargo, cuando se trata del llamado divino

debemos tomarlo con mucha más pasión y alegría desbordante.

Que mejor ejemplo a seguir que el de nuestro Maestro, Jesús disfrutaba servir al Padre ya que él vino a servir, y Él nos ve como sus colaboradores en el reino de Su Padre. Él nos creó para el servicio, y puesto que ésa es la vía que conduce a una vida de contentamiento, debemos entender qué es lo que enseña la Biblia en cuanto al gozo que trae el servicio al Señor. Servir al Señor no tiene nada que ver con pensar que nosotros hacemos algo para Dios, sino más bien en saber y disfrutar qué es Dios haciendo algo por medio de nosotros. 1 Tesalonicenses 5:24 (RV-60) dice: “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”. ¿Qué es lo que realmente traerá deleite a nuestros corazones?

1. Saber que nuestra vida está en las mejores manos nos da seguridad y alegría. Debemos confiar plenamente que nuestra cobertura es permanente, no debemos estar temerosos ante las circunstancias adversas de la vida como la gente que no conoce a Dios, recordemos que de Su mano nadie nos puede arrebatar. Salmos 4:7-8 “Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”

2. Congregarnos en nuestras iglesias nos permite gozarnos con la familia de Dios. Es un refrigerio ir a la casa del Señor, adorarlo en familia, servir a los hermanos con los dones que nos ha regalado, escuchar atentamente el consejo que nos tiene preparado; orar unos por otros, etc. Esa es la verdadera vida de Iglesia que Dios nos permite disfrutar. Salmos 122:1 “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.” ¿Disfruta usted estar en su Iglesia?

3. Amar Su palabra y alimentarnos de ella diariamente. Ante un mundo que se despedaza por la

crisis moral, económica, religiosa, etc. la buena noticia es que si nosotros devoramos su palabra, la comemos con deseos genuinos hay garantizado de parte del Señor un gozo pleno. Allí encontramos consejo, advertencias, mandatos y también preciosas y grandísimas promesas. Jeremías 15:16 “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”

¿Cuál es el propósito de gozarnos en el servicio al Señor? Es normal que cada uno de nosotros tengamos anhelos, sueños y metas que alcanzar, a eso le llamamos peticiones del corazón, muchas de ellas están por concretarse si seguimos deleitándonos en lo que también al Señor le agrada, nada de lo que hacemos para Su gloria es en vano, bien lo dijo el salmista: “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.” Salmos 37:4. ¿Estás esperando la respuesta a una petición de tu corazón?, sigue deleitándote en el Señor, no dejes de confiar que tu vida y tu familia están bajo el cuidado de Dios, no se te ocurra dejar de congregarte por ningún motivo, aparta deliberadamente cada día un espacio de tiempo para tener encuentro con la Palabra de Dios y anuncia su Poderoso evangelio a todos los que te rodean. ¡Gózate sirviendo al Rey de reyes y recuerda que Él se encargará de las peticiones de tu corazón; que Dios te bendiga y te use para Su gloria!

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Historia y Fotos por: Juana Ordóñez Martínez Especialista en Comunicaciones Compassion Honduras

“No le temo a las inyecciones. A la mayoría

de los niños no les gusta ir al Doctor, pero a

mí sí. Los Doctores son mis amigos ahora,”

nos dijo Daniela Alejandra Maldonado, una

dulce y valiente niña de 10 años de edad,

quien ama saltar la cuerda y quien ha luchado

por su vida desde que fue diagnosticada con

la enfermedad de Granulomatosis de

Wegener.

Daniela fue registrada en el Proyecto HO412

llamado Sinaí, cuando ella tenía cuatro años

de edad. El Proyecto HO412 está ubicado en

la ciudad colonial de Santa Rosa de Copán, en

el occidente de Honduras. Daniela está en

quinto grado, le gusta la clase de Español y la

historia bíblica: Jonás y el gran pez.

Desde que Daniela era una bebé ha vivido con sus dos

cuidadoras: Su tía Marisela, a quien Daniela llama

mamá y su abuela Gladys. Marisela y Gladys trabajan en

el Hospital de Santa Rosa de Copán. La madre biológica

de Daniela no vive con ella.

Daniela había crecido como una niña saludable hasta

los seis años de edad. Pero en noviembre del 2011,

cuando Daniela tenía siete años, estaba en casa con su

abuela Gladys preparándose para ir a la escuela. “Sentí

que me dolía mi pie, luego me dolían mis piernas y no

podía subir las gradas de mi casa o caminar,”

mencionó Daniela.

Gladys llevó inmediatamente a Daniela al Hospital más

cercano en Santa Rosa de Copán, donde hay equipo y

medicamentos limitados para tratar a los pacientes.

Después de unos exámenes de rutina y exámenes de

sangre, el diagnóstico del Doctor fue que era normal

que Daniela sintiese dolor en sus piernas, ya que es

parte del crecimiento de todo niño que sus huesos se

estiren. Así que Daniela salió del Hospital y regresó a

casa sintiéndose mejor.

En Diciembre del 2011, Daniela comenzó a sentirse mal

y necesitaba ser llevada nuevamente al Hospital. “Uno

de mis pulmones estaba dañado, también estaba un

poco pálida,” dijo Daniela.

Historia y Fotos por: Juana Ordóñez Martínez Especialista en Comunicaciones Compassion Honduras

Historia y Fotos por: Juana Ordóñez Martínez Especialista en Comunicaciones Compassion Honduras

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Historia y Fotos por: Juana Ordóñez Martínez Especialista en Comunicaciones Compassion Honduras

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