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Ruptura Matrimonial 2003

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ESTRATEGIAS

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LA CULTURA DEL DIVORCIO ES LA CULTURA DEL DOLOR:

LA RUPTURA MATRIMONIAL ENGENDRA Y TRANSMITE MS RUPTURA

115.000 rupturas matrimoniales en el 2002 es decir, cada cuatro minutos y medio se separa o divorcia un matrimonio en Espaa. Desde la implantacin de la Ley del Divorcio en Espaa en 1981se han producido 900.000 separaciones y 600.000 divorcios. Tres millones de personas han roto su matrimonio. Adems, la ruptura familiar est creciendo ms rpidamente que los matrimonios. As, en Espaa, desde 1996 al 2000 el ritmo de crecimiento de matrimonios ha sido del 7% y el ritmo de crecimiento de rupturas del 26%. Ya hay ciudades espaolas como por ejemplo Castelln- que se han producido ms rupturas matrimoniales que matrimonios.

Pero eso s, ya las rupturas de mutuo acuerdo han superado a los procedimientos basados en una causa legal; de modo que mientras en 1993 las rupturas de mutuo acuerdo fueron 34.331, en el 2002 han pasado a suponer 73.545.

Causas de esta explosin en las rupturas matrimoniales

Aunque son muchos los factores que afectan e incrementan la ruptura matrimonial, podemos distinguir tres factores principales:

Por una parte son factores de ndole cultural, ya que se ha transmitido e impregnado en la sociedad de que el divorcio constituye el mejor - y casi nico- remedio para solucionar las crisis matrimoniales, rechazando la va de la reconciliacin familiar, camino ste mucho ms angosto y complicado a corto plazo- sobre todo en los momentos de la crisis-, pero de consecuencias infinitamente mejores para los propios cnyuges, los hijos y por ende la sociedad. As, silenciosamente, casa por casa se ha ido transmitiendo una mentalidad rupturista, en la que se el divorcio se ha concebido como una conquista social. Por otra parte, el individualismo que impregna la mentalidad social en nuestros das ha desnaturalizado, a travs del divorcio-consensuado, la institucin matrimonial, anteponiendo unos pretendidos derechos individuales de los cnyuges a los de la familia resultante de dicha unin.

Por otra parte las administraciones pblicas han tenido una buena parte de la responsabilidad, a veces por abandono o porque han ignorado el problema (en este sentido ningn Gobierno espaol han implementado medidas preventivas para ayudar a los matrimonios a superar las crisis matrimoniales cuando ello ha sido insistentemente recomendado por el Consejo de Europa desde hace ms de 20 aos, no existe ninguna ley de proteccin a la familia), otras veces por que han desarrollado o tienen intencin de desarrollar leyes que atentan contar la familia (leyes de parejas de hecho-homosexuales que equiparan ciertas uniones convivenciales- de naturaleza y fines distintos- con el matrimonio y la familia con la injusticia y discriminacin que ello produce a las familias, el anuncio de agilizar los trmites de divorcios, reformas del cdigo civil para equiparar a los uniones de homosexuales con el matrimonio, etc), otras veces por ineficacia, (la nica medida que se est implementando el desarrollo de los centros de mediacin familiar que no tienen como misin ayudar a superar las crisis matrimoniales sino la reducir los efectos negativos cuando la ruptura ya es se ha producido.

Esto no permite constatar que las distintas administraciones nacionales ni autonmicas en el pasado nunca tuvieron la voluntad ni sensibilidad de abordar la ruptura matrimonial. Y lo que es ms preocupante, tampoco la administracin actual- a pesar de los datos dramticos, parece que tiene voluntad poltica de abordar este grave problema. Es una administracin, que en este rea, est fuera de la realidad y desarrolla planteamientos obsoletos que han demostrado su ineficacia y que han fracasado. Parecieran como si no confiaran en el matrimonio y la familia espaola.

Por ltimo hay causa econmicas, de vivienda (el 60% de los ingresos de un matrimonio se destinan a la adquisicin de una vivienda), de conciliacin de la vida laboral y familiar (cada vez ambos cnyuges trabajan ms horas fuera del hogar con jornadas cada vez ms extensas que trae consigo una disminucin en la comunicacin en la pareja, con los hijos, etc.)

El divorcio engendra divorcio

En primer lugar hay que constatar que en todas las naciones donde se ha introducido el divorcio legal, han aumentado sostenidamente las rupturas matrimoniales. Es por ello, que el divorcio no arregla ningn problema sino que los agrava. Pero si esto no fuera suficiente, progresivamente, en muchos pases occidentales, se ha introducido la voluntad unilateral como causa de divorcio. La evidencia emprica muestra que en todos los pases donde se ha aprobado el divorcio unilateral sin causa objetiva, se ha producido un incremento en el nmero de rupturas matrimoniales de 2 a 7,5 veces superior en el periodo posterior al cambio legalEn efecto, hasta los aos 60 del pasado siglo XX, las diversas legislaciones que permitan el divorcio slo contemplaban la posibilidad de que uno de los cnyuges solicitara el divorcio si el otro incumpla deberes conyugales objetivos y objetivables, tipificados en la propia ley: adulterio, violencia, abandono, etc. Sin embargo, poco a poco se introduce la mentalidad, que pronto se traduce en leyes, de que es posible solicitar y conceder el divorcio con el simple requisito de que los cnyuges se pongan de acuerdo en ello. Ms an, las distintas legislaciones han terminado aprobando el derecho () a que uno de los cnyuges, unitaleralmente, sin que existan causas objetivas graves que lo justifiquen y sin que la otra parte pueda evitarlo de modo alguno, pueda solicitar y conseguir el divorcio alegando simplemente la prdida del llamado afectio maritalis. Esta transformacin se inicia en 1969 con la Family Law Act del Estado de California, la Divorce Reform Act inglesa del mismo ao y la ley de divorcio italiana de 1970.

Consecuencias psicolgicas, econmicas y sociales del divorcio

Multitud de investigaciones demuestran que las consecuencias del divorcio estn afectando de diversa manera al llamado Estado del Bienestar. A partir de la dcada de los 90, diversos gobiernos se han comenzado a preocupar del tema, impulsando estudios sobre los Efectos Sociales del Divorcio.

El ltimo informe interdisciplinar sobre el divorcio a nivel mundial realizado en el ao 2002 por la Universidad de los Andes de Chile, demuestra que los hijos de padres divorciados presentan mayores dificultades en sus relaciones paterno-filiales y sociales, mayores problemas psicolgicos y de fracaso escolar, y una mayor probabilidad de terminar su matrimonio en divorcio. Otros estudios mdicos demuestran que los hijos de padres divorciados presentan un mayor nivel de agresividad, con aumento de delincuencia y drogadiccin con respecto a los hijos de los matrimonios estables.

El informe interdisciplinar anterior contina poniendo de manifiesto, que los cnyuges divorciados presentan ms problemas de salud mental y fsica, teniendo 6 veces ms problemas psiquitricos, entre el doble o el triple de probabilidad de suicidio o muerte por accidente; son 4,5 veces ms propensos a abusar del alcohol y de las drogas o a ser adictos a stos; y tienen mayores tasas de fallecimiento por enfermedades crnicas. En la misma lnea de investigacin, la Dra. Linda J. Waite, profesora del departamento de sociologa de la universidad de Chicago, y presidente de la Asociacin de la Poblacin de Amrica, ha defendido en multitud de ensayos que estar casados mejora la salud fsica y psquica, y alarga la vida. En el ao 2000, junto con la sociloga Maggie Gallagher, public The Case for Marriage, mostrando los beneficios que a largo plazo supone el matrimonio para la sociedad.Por otro lado, las mujeres y los hijos experimentan un empobrecimiento tras el divorcio, formando hogares monoparentales que son el foco prioritario de los programas sociales del Estado. Datos de 1994, reflejan que en Inglaterra el 77% de las madres divorciadas reciben ayudas estatales. En el ao 2000, un 34% de las familias monoparentales mantenidas por mujeres en EE.UU. se encontraban en condiciones de pobreza. La realidad es, que para el cnyuge que vuelve a casarse -mayoritariamente son los varones los que vuelven a hacerlo-, se crean una serie de nuevos vnculos jurdicos y patrimoniales que por fuerza lo alejan de su primera familia, siendo difcil de mantener financieramente dos o ms hogares. La mujer tiene que buscar un empleo que se ajuste a su situacin sociofamiliar, con la consiguiente fatiga personal.

Por lo tanto, existe un gasto social generado por el divorcio que no se puede obviar.

Respecto el ndice de matrimonios en Europa, segn informes europeos, ha disminuido de manera significativa, pasando de 8 a 5,1 bodas por cada 1.000 habitantes entre 1960 y 1995. Al mismo tiempo, se ha triplicado el ndice de divorcios, que pasa de 0,54 a 1,8 por cada 1.000 habitantes (excepto en Irlanda). Por lo tanto, se est produciendo una modificacin de la estructura social a nivel mundial, que puede estar perjudicando las relaciones interpersonales.

Debido al aumento paulatino de la violencia domstica, en 1999, la Unin Europea puso en marcha una campaa de sensibilizacin sobre la violencia ejercida en las mujeres. El 96% y 94% de los encuestados menciona el alcoholismo y la drogadiccin, respectivamente como causas de la violencia domstica. El desempleo fue citado por el 79% de las personas interrogadas y la exclusin social, por el 75%. En Espaa, segn diversos datos estadsticos de Servicios Sociales y de la Polica, la edad media de la mujer maltratada est entre los 30 y los 50 aos de edad, aunque tambin se est incrementando las agresiones a mujeres de 20 aos de edad. Ms de un 60% de las mujeres maltratadas no tienen trabajo remunerado.

Generalmente son mujeres que ya han sufrido maltratos y agresiones durante la infancia. La mayora de las mujeres maltratadas estaba casada o tena pareja y casi en su totalidad se encontraba en proceso de separacin o divorcio. Curiosamente, segn el Instituto Nacional de Estadstica el mayor nmero de divorcios se produce en el mismo rango de edad (de 30 a 49 aos), tanto para mujeres como para hombres, que la edad media de la mujer maltratada.

Creemos, que no hay que confundir el estado civil de las mujeres maltratadas casadas o en pareja, con las causas de dicho maltrato. Es obvio, que si hay ms mujeres maltratadas casadas o en pareja que solteras, es porque el nmero absoluto de mujeres casadas es mayor que el de solteras en ese rango de edad. Ello no da por supuesto que el matrimonio favorezca el maltrato familiar.

Soluciones: El desarrollo de una cultura con perspectiva de familia, activa y de prevencin

En primer lugar hay que ser conscientes de la magnitud del problema (una ruptura cada 4 minutos, Los divorcios/separaciones en Espaa han crecido en casi un 40% desde el ao 1996 y un 72% desde 1992, etc ) y ser conscientes que el divorcio engendra divorcio y se transmite de generacin en generacin. En todas las naciones donde se ha introducido el divorcio legal, han aumentado sostenidamente las rupturas matrimoniales. Hay que transmitir que la ruptura No es la ni la nica ni la mejor opcin ante la crisis matrimonial

En segundo lugar hay que tener voluntad poltica de solucionar y/o reducir el problema. Las administraciones deben cambiar el chip ante la ruptura y no quedarse como entes pasivos como hasta ahora. Deben ser conscientes que su poltica hasta ahora ha sido ineficaz y en muchos casos, errnea.

La pregunta que debieran contestarse es la siguiente: Es un bien en s mismo, favorecer la reconciliacin matrimonial, y evitar la separacin y posterior divorcio?

La propuesta poltica en nuestro pas est siendo bien distinta. Siendo Espaa uno de los pases donde en trminos relativos ms ha aumentado la tasa de separaciones y divorcios, se est proponiendo como novedad por algunos partidos polticos, la agilizacin de los procesos de divorcio, adems de la supresin del periodo previo de separacin, sin tener en cuenta la importancia de potenciar campaas de prevencin, formacin y terapia familiar que favorezcan la reconciliacin; dejando entrever, que basta para divorciarse el mutuo acuerdo de los cnyuges, o incluso, previas las oportunas reformas, el derecho de repudio, al que llamaran de otra forma por no ser polticamente correcto dicho trmino. En definitiva, en lugar de potenciar campaas de prevencin, formacin y terapia familiar que favorezcan la reconciliacin, se potencia la ruptura matrimonial.

O al menos, como est ocurriendo en algunos estados de los Estados Unidos donde se puede optar por los denominados matrimonios blindados. En efecto, Adems del aumento del divorcio en Europa, podemos afirmar que EE.UU. es el pas del mundo donde la tasa de divorcio es mayor, y uno de los pases con mayor ndice de delincuencia. Frente a tan cruda realidad, Estados Unidos est intentando volver a legislar el matrimonio indisoluble. En efecto, desde el ao 97, en el Estado de Louisiana, las parejas que se casan pueden optar por el llamado matrimonio blindado, es decir, pueden excluir voluntariamente la posibilidad del divorcio. Adems, se propone un tiempo de reflexin y ayuda teraputica para solucionar el conflicto. Esta reforma, se est debatiendo actualmente en ms de 20 estados de la unin norteamericana y en algunos pases europeos como Inglaterra.

En tercer lugar hay que desarrollar polticas pblicas activas, con perspectiva de familia y preventivas. En efecto es con esta triple vertiente como se empezar a solucionar este problema.

Se necesita que las polticas pblicas (Leyes, medidas econmicas, fiscales, educativas, culturales, etc) se desarrollen con perspectiva de familia.

Se deben desarrollar campaas de sensibilizacin y de concienciacin de la importancia del matrimonio y la familia, de las funciones sociales que cumple, del bien que representa para la estabilidad emocional, psicolgica y fsica tanto para los padres como para los hijos como para la sociedad.

La cultura de un pas se mide por la capacidad de estrategias de prevencin en diferentes reas, pero especialmente en aquellas que hacen referencia a la proyeccin del bienestar de las familias.

Detrs de cada persona que se divorcia hay un conflicto por resolver, y un drama familiar.

Y para ello se necesitan de organismos pblicos y/o privados (Centros de Orientacin y Terapia familiar) compuestos por especialistas en distintas reas (orientadores familiares, terapeutas, juristas, psiclogos, asistencia social, etc) que ayuden a los matrimonios a superar las crisis matrimoniales

Desde hace mucho tiempo, el Consejo de Europa, resaltando la especial naturaleza de la familia, y teniendo en cuenta el aumento paulatino de las rupturas matrimoniales, entre los aos 1974 y 1980, redact dos importantes documentos, mediante los que recomendaba a los estados miembros, promover y fomentar la instauracin de Centros de Orientacin Familiar, como centros de atencin integral a la familia, en los que con carcter previo a la va judicial, pudiera intentarse la reconciliacin de cuantas personas atravesaren situaciones conflictivas en el seno de la familia.

Instituto de Poltica Familiar

INE. Anuario Estadstico de Espaa 2002-2003. Justicia. Pg. 295.

Informe de la Comisin Europea. Ao 2000. ISBN 92-894-0073-0. http.//europa.eu.int.

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