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Ruta Cruz de Tejeda – Lanzarote (Valleseco) - Teror.
Autor: Alejandro González Morales
Departamento de Geografía. ULPGC.
Caracterización General.
Esta ruta discurre por la cumbre de Gran Canaria, concretamente por el ámbito
septentrional de la misma, es decir vamos a pasar por una serie de espacios
pertenecientes al barlovento de la isla, zona que se conoce como alisiocanarias, debido a
la influencia de este viento en dicho territorio.
Se trata de unos lugares que destacan por su geomorfología y geología, en otras
palabras por la formación, disposición, erosión (geomorfología) y tipos de los
materiales (geología). De entre estos lugares destaca por su importancia la Caldera de
Tejeda (ver ficha).
La construcción de la Caldera de Tejeda.
La antigua caldera se forma por el colapso del edificio central (formado entre
15 y 13,5 m.a. b.p.) de la isla hace 13, 4 millones de años (Mioceno medio). Era un
gran edificio en escudo formado por basaltos fisurales. Más tarde entre 13,4 y 9,7
m.a.b.p hay una diferenciación en la cámara magmática y da lugar a unas erupciones
sálicas (riolitas, sienitas, gabros, peridotitas, traquitas,…). Al mismo tiempo se produce
el colapso del antiguo edifico basáltico debido al vaciamiento de la cámara magmática,
formando la caldera antigua de unos 18 km de diámetro. Esta depresión se irá
rellenando con las nuevas emisiones sálicas (ignimbritas y traquitas). Entre los 11,9 y
11,8 hay una erupción de sienitas que abomba el conjunto, ésta a su vez será inyectada
por una profunda malla circular de diques (cone –sheet1) que abarca unos 112 km². Al
final de esta primera fase (9,7 m.a.b.p) hay unas inyecciones de domos y pitones
monolíticos.
1 Es una especie de fonil por el que surge lavas en forma radial. El centro de este embudo está entre los lugares del El Chorillo, El Espinillo y La Higuerilla. En algunos lugares la red es tan densa que resulta imposible distinguir la roca encajante
Edad (m.a.) Fase Materiales Geoforma 15 y 13,5 Ciclo antiguo Basaltos fisurales Edificio antiguo 13,4 Ciclo antiguo Colapso edificio antiguo
Formación 1ª caldera 13,4 y 9,7 Ciclo antiguo Erupciones sálicas
(traquitas,riolitas, sienitas, fonolitas
Relleno caldera
11,9 y 11,8 Ciclo antiguo Sienitas Malla de diques (cone –sheet)
Abombamiento relleno Malla de dique.
9,7 Ciclo antiguo Fonolitas Domos y pitones Tras un largo paréntesis – primer ciclo erosivo – entre 9,7 y 4,5 m.a. comienza
el nuevo ciclo volcánico –Roque Nublo – en el que se emite brecha y aglomerado
volcánico. Se expulsan unos 100 km³. y se canalizan por los barrancos hacia el norte de
la isla fosilizando el relieve persistente. Los materiales que se acumulan en la zona de
Tejeda levantan un edificio de 3.000 mts de altura. Las erupciones empezaron con
basaltos fisurales y efusivos, más tarde por diferenciación en la cámara magmática se
vuelven explosivas, lo cual produjo el paroxismo del edificio ya señalado y la aparición
de paquetes de brecha comos los de Ayacata, El Aserrador, El Montañón,…, al tiempo
que se genera una gran caldera de explosión en la zona de Las Mesas – Llanos de la
Pez, que luego será rellenada por el volcanismo posterior y los sedimentos. Vuelven a
aflorar pitones monolíticos (Ordanchitas).
Edad (m.a.) Fase Materiales Geoforma
9,7 - 4,5 1ºperiodo erosivo.
Vaciado de materiales
4,5 Ciclo medio (Roque Nublo) 100 km³.
1º basaltos fisurales muy fluidos 2º Brechas y aglomerados
-Relleno del relieve anterior -Edificio Roque Nublo (3.000 mts) -Grandes explosiones -Paroxismo edificio R.N -Formación caldera Las Mesas -Relleno caldera -Pitones (oredanchitas)
Concluido este periodo hace 3,5 m.a. comienza una nueva serie erosiva entre
los 3,5 m.a y los 2,8 m.a.. Tras esto se reanudan las erupciones (Ciclo Reciente),
aunque estas ya son escasas y de baja intensidad, con basaltos fisurales (mesa de
Acusa, Garañón, Pino Gordo,…
Edad (m.a.) Fase Materiales Geoforma
3,5 -2,8 2º ciclo erosivo Vaciado de La Caldera
2,8 - hoy Ciclo Reciente Basaltos Erupciones puntuales
-Acusa
-Garañón
-Montañón Negro
-Pino Gordo
Asimismo la zona es importante por la presencia de abundantes materiales de la
serie Roque Nublo, prácticamente desde El Pico Constantino hasta Calderetas todo el
material volcánico que vemos es de este tipo, destacando en particular las formaciones
de Cueva Corcho. Por último en Calderetas veremos la formación de un cráter
estromboliano de edad relativamente reciente, último periodo eruptivo de la isla de Gran
Canaria. A partir de aquí y hasta el pueblo de Teror nos encontraremos de forma alterna
con materiales del Roque Nublo y con basaltos de las series intermedias( entre 5 y 2
millones de años antes del presente)
También destaca esta zona por unas características climáticas propias: nos
encontraremos con dos tipos de climas, el primero se localiza en la zona de cumbre,
clima montano, que se define por unas precipitaciones medias, en torno a los 400 mm,
en algunas ocasiones éstas son incluso en forma de nieve, y por unas temperaturas con
elevada oscilación térmica entre el verano y el invierno, así como también entre el día y
la noche, en algunas ocasiones se superan los 35ºC de temperatura, mientras en invierno
pueden bajar hasta los 0ºC o incluso con valores negativos, aunque esto último es muy
excepcional. La insolación es muy elevada por estar la zona por encima del mar de
nubes del alisio y los vientos suelen ser de cierta intensidad. En la zona inferior, es decir
las medianías altas y bajas, o sea el área de Cueva Corcho y La Caldereta, esta última
junto a Lanzarote (Valleseco) hasta el casco de Teror, el clima es diferente, ahora
estamos en el dominio del alisio, con la influencia del mar de nubes, o manto de estrato
– cúmulos, que se forma por la condensación de las masas de aire provenientes del norte
que chocan contra el relieve de la isla y ascienden. Se trata de un clima mediterráneo
húmedo, con precipitaciones que pueden ascender hasta los 1000 mm, tanto por las de
tipo horizontal (lluvia de niebla) como por las de tipo vertical; la oscilación térmica es
menor, en ningún caso supera los 25ªC entre el mes más cálido y el más frío. La
insolación se encuentra muy atenuada por el efecto del mar de nubes y los vientos
provienen mayormente del noreste.
Estas características climáticas han propiciado al menos tres pisos de vegetación
diferentes. En la zona de alta montaña, cumbres, se da una vegetación de codesar –
retamar (retamas y codesos), que constituyen alimento para el ganado junto al escobón –
otro matorral - que también aparece en esta zona. Se completa esta vegetación de
montaña con salvias, inciensos, y algunas hierbas comunes. Este piso de vegetación
abarca desde los 1.949 mts. de El Pico de Las Nieves (máxima altitud de la isla) hasta
los 1.800 mts.
Por debajo de esta altura y hasta los 1.200 mts. nos encontramos el pinar (ver
ficha )
El PINAR.
Los pinares de Pino Canario (Pinus canariensis) se encuentran tanto a barlovento como a sotavento de las isla montañosas del Archipiélago Canario. En la cara norte van desde los 1200m hasta los 2000 m. El sotobosque del pinar es de reducidas especies - las jaras (Cistus monspeliensis y Cistus symphytifolius) y codesares (Adenocarpus spp.) en las áreas más áridas y los brezos (Erica arborea) y tagasastes (Chamaecytisus proliferus) en las más húmedas - debido al efecto alelopático de las aciculas de los pinos. Otras especies arbustivas del pinar son los poleos (Bystropogon origanifolius), las lavandas (Lavanda spp.) y los corazoncillos (Lotus spp.).
Fotos: Daniel Patón.
El pino canario puede adquirir grandes dimensiones alcanzando hasta 20 - 30 m. de altura y 1 m. de diámetro. En sus primeros estadios su porte es típicamente de conífera con una copa cónica, pero en la madurez adquiere un porte aparasolado. La principal característica muy finas, de gran longitud (hasta 30 cmpinos, el pino canario rebrota de tocrecuperación después de un incendio.adaptación a crecer en suelos volcánicopino canario se ha extendido fuera de las
distintiva de esta especie es la presencia de acículas ) y agrupadas en grupos de tres. A diferencia de otros ón por lo que esto aumenta sus posibilidades de Además, el pino canario presenta una muy buena s siendo un magnífico agente colonizador. Por ello, el islas en otras partes del planeta como plantación.
Corteza de pino (Fotos: Andrés Bermudo). Rebrote de tocón (Foto: Daniel Patón).
Esta especie ha sido muy utilizada en las Islas Canarias para las siguientes aplicaciones: obtención de tea, carbón, en ebanistería, etc... Sus acículas se han usado como lecho para el ganado, en la formación de compost y para el empaquetado de los plátanos de exportación. El pinar a pesar de su pobreza en especies vegetales presenta una gran cantidad de endemismos de aves e insectos. Quizá el ave mas emblemática de estas bellas masas forestales sea el Pinzón Azul del Teide (Fringilla teydea) un ave singular dotada de un llamativo colorido.
Pinzón Azul del Teide (Fringilla teydea), libélula endémica (Sympetrum fonscolombei) y Mariposa Maculada de Canarias (Pararge xiphioides). Fotos:
Daniel Patón.
El pino canario (Pinus canariensis) sólo está representado de forma natural en las islas Canarias. En épocas anteriores los pinares estuvieron más extendidos como así lo atestiguan los fósiles encontrados en yacimientos pliocénicos del sur de Europa. Desde el punto de vista fitogeográfico, su pariente más cercano es Pinus roxbourghii del Himalaya.
Nuestro pino suele alcanzar tamaños medios entre 20 y 30 metros de altura y de 0,5 a 1 metro de diámetro en sus situaciones más óptimas, aunque existen casos excepcionales como el Pino Gordo de Vilaflor, con 60 metros de alto y un tronco de 2,66 m.
Una importante propiedad del pino canario a destacar es la de brotar de cepa (raro en las coníferas), lo que junto al gran espesor de su corteza y a su peculiar forma de enteamiento -que es central en vez de radial como en otros pinos, con lo que la parte más combustible se mantiene alejada del fuego- hacen que pueda sobrevivir a los incendios, envidiable característica que no poseen otras especies de pinos.
Las formaciones de pinar están caracterizadas por la presencia del pino canario, que domina en todas ellas como elemento arbóreo único, exceptuando sus cotas más altas en Tenerife y La Palma, donde se presenta como acompañante el cedro canario (Juniperus cedrus). Son formaciones generalmente abiertas con sotobosques bastante escasos.
Las comunidades asociadas a los pinares varían de acuerdo con la exposición, la altitud y el grado de ecotonía con otras zonas de vegetación; en el norte estará en contacto con el fayal-brezal y los codesares, en tanto que en el sur con los escobonales, jarales y tomillares. Una importante característica que condiciona la vegetación acompañante es la acidez de los suelos debida a la acción conjunta de la naturaleza de las rocas y la descomposición de la pinocha.
La importancia del pinar como fuente de recursos para las sociedades que han poblado las islas es manifiesta. En general, los pinares fueron áreas de obtención de recursos desde la época prehispánica, donde constituían posiblemente las zonas de mejores pastos. A la llegada de los europeos se comenzó a talar de manera progresiva el pinar, con el fin de obtener grandes cantidades de madera. La madera más blanda se utilizaba como leña para los fuegos caseros y para fabricar carbón, actividad ésta que llegó a ser realmente devastadora.
La madera de tea (parte más interna de los pinos viejos, fuertemente resinosa) debido a sus especiales características de dureza y resistencias la hacían muy aprovechable para trabajos de carpintería y ebanistería (artesonados, techumbres, puertas, etc.) llegando incluso a exportarse
a la Península, donde existen muchos edificios en los que se empleó esta preciosa madera.
Un típico uso del pinar fue la obtención de brea o pez, mediante quema de trozos de tea para extraer su, resina. Se empleaba sobre todo para calafatear barcos, así como con fines medicinales. El proceso se realizaba en hornos preparados en las mismas zonas del pinar.
Otro recurso fue el aprovechamiento de la pinocha, empleada en el empaquetado de plátanos y para obtener abonos. También se utilizó para cama de ganado, aunque en menor grado. Todas estas actividades de explotación fueron reduciendo de modo extraordinario la extensión del pinar, de tal modo que en Gran Canaria -según Sunding- fueron destruidos el 80% de los bosques de pinares.
En esta pequeña representación del Jardín, junto al pino podemos observar algunas especies propias del pinar como por ejemplo, jarones (Cistus symphytifolius), cresta de gallo (Isoplexis isabelliana), retamillas (Lotus spartioides), etc.
Tras dejar el pinar, por debajo de los 1.200 mts. y hasta aproximadamente los
600 mts. aparece el dominio del Monteverde o laurisilva, donde distinguimos dos
subpisos, el del fayal – brezal entre los 1.200 mts y los 1.000 mts; y el de la laurisilva
propiamente dicha (Tiles, laureles, barbuzanos, naranjs salvajes, palos blancos,…),
entre los 1.000 mts y los 800 mts; y por último entre los 800 y los 600 mts. de altitud de
nuevo aparece el fayal -brezal ( Brezos y Fayas). A esta última altitud se encuentra el
casco histórico de Teror
Desde un punto de vista humano la zona destaca por ser un espacio de usos
agrícolas y ganaderos tradicionales, aunque en la actualidad se le han sumado las
actividades del sector servicio. En efecto, desde épocas prehispánicas la zona de cumbre
tuvo un intenso aprovechamiento ganadero, sobre todo con ganado ovino y caprino. Se
aprovechaban los pastos de esta zona para dar de comer a los animales en el verano, ello
se hacía por el sistema de trashumancia, es decir el ganado ascendía a la cumbre por una
serie de caminos o cañadas y bajaba a la costa en invierno por los mismos caminos,
algunas de estas vías se aprovechan en la actualidad para hacer senderismo.
La agricultura de la zona es de la denominada de pequeña producción mercantil
o de mercado interior se fundamenta en los cultivos de cereales, hoy venidos a menos,
las leguminosas, garbanzos, lentejas, chícharos,…, los tubérculos (las papas), las
hortalizas (cebollas, zanahorias,..) y los frutales (ciruelas, almendras,..) esta agricultura
en la actualidad está sumida en una importante crisis, pues el abandono del campo
(éxodo rural) para ir a trabajar al turismo propició su decadencia, sobre todo a partir de
los años sesenta del siglo XX, aunque todavía se conserva algo de agricultura, sobre
todo por la gente más vieja y por aquellos que mantienen la fórmula de trabajo a tiempo
parcial, es decir compaginan la agricultura con alguna otra actividad en la industria o
sobre todo en los servicios.
El turismo ha entrado en esta zona a través de las modalidades de turismo rural o
deportivo (senderismo), significando junto a los servicios el principal reglón económico
de esta zona en la actualidad.
Descripción pormenorizada de la ruta.
El camino se inicia en La Cruz de Tejeda, justo detrás del Parador Nacional hay
un sendero que nos conduce hasta el Pico Constantino, aunque nosotros primero nos
asomaremos a la Caldera de Tejeda (ver ficha de la Caldera de Tejeda) para observar
este imponente espacio que Unamuno describió como una tempestad petrificada:
“Pasando senderos cortados a pico en abruptos y escarpados derrumbaderos, dimos vista al valle de Tejeda. El espectáculo es imponente. Todas aquellas negras murallas de la gran caldera, con sus crestas, que parecen almenadas, con sus roques enhiestos, ofrecen el espectáculo de una visión dantesca. No otra cosa pueden ser las calderas del infierno, que visitó el florentino. Es una tremenda conmoción de las entrañas de la tierra; parece todo ello una tempestad petrificada, pero una tempestad de fuego, de lava, más que de agua.”. (Unamuno,1909).
De igual manera se puede ver el pueblo de Tejeda como bien describe Viera y
Clavijo:
"Entre Tirajana y este lugar queda el barranco de Ayacata, que es muy profundo, en
donde se halla una casita rodeada de inmensas montañas. Desde aquí se va siempre subiendo y
trepando por la eminencia; luego se baja por el empinado Roque Nublo, baja a la verdad de
innumerables vueltas, por un piso tan resbaladizo, que se escurre la tierra de los pies"(VIERA Y
CLAVIJO, J.: Historia de Canarias, 1982, p. 395).
Tras ver la Caldera regresamos al punto de inicio y nos adentramos en el sendero
que nos conduce al Pico Constantino, desde ahí iniciaremos el descenso hacia Cueva
Corcho, durante el trayecto y si el mar de nubes no los permite veremos una magnífica
perspectiva de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Esta zona destaca por el pinar
(ver ficha del pinar). Tras llegar a Cueva Corcho, cruzamos la carretera y subimos a una
pequeña era cerca del camino, para desde aquí iniciar el descenso hacia Calderetas. En
este lugar a parte de comentar la formación del volcán se podrá observa una serie de
campos de cultivo, unas viviendas y alpendres para animales y unos lavaderos. Tras
salir del volcán encontramos un pozo de agua y cogemos el camino que está junto al
mismo, que nos conduce al pueblo de Lanzarote. Al llegar a la carretera de asfalto
tomamos la dirección de Las Palmas de Gran Canaria y vemos otros lavaderos. Se sale
del pueblo de Lanzarote por una senda que discurre paralela al bco de Madrelagua, en
concreto por el lomo de la divisoria de aguas que le separa del bco de Valleso. Este
camino nos conduce hasta el Mirador de Zamora. Llegados aquí tomaremos una serie
de atajos junto a la carreta que conduce de Valleseco a Teror, para finalizar el camino
en el campo de fútbol de éste último municipio. Desde el campo de balompié nos
dirigimos hacia la basílica de nuestra señora del Pino donde tomaremos la guagua para
regresar a la ciudad, es decir a nuestro punto de partida junto a la fuente luminosa.
FICHA TÉCNICA
Tramo Rumbo Longitud (mts) Tiempo Firme Pendiente Dificultad
Cruz de Tejeda – Pico Constantino
NE 1.500 45´ Sendero/tierra media Baja
Pico Constantino – Cueva Corcho
NE 1.300 45´ Sendero/tierra media Baja
Cueva Corcho - Calderetas
N 1.800 75´ Sendero/tierra baja Baja
Calderetas – Lanzarote
NE 1.000 45´ Sendero/carretera
baja Baja
Lanzarote – Balcón de Zamora
NE 2.000 60´ Pista/ carretera media Media
Balcón de Zamora- Teror
NE 2.000 60, Carretera/atajos media Baja
Total 9.600 5h. 30´ Media/baja Baja