43
93 “Es de importancia para quien desee alcan- zar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo”. ARISTÓTELES “Si no conozco una cosa, la investigaré”. LOUIS PASTEUR “En principio, la investigación necesita más cabezas que medios”. SEVERO OCHOA INTRODUCCION Tres reflexiones en lo que antecede como introducción básica, expuestas por hombres sabios de distintas épocas, cuyos mensajes concadenados deben hacernos pensar que el conocimiento adquirido pro- ducto de la experiencia, resulta insuficien- te para obtener las conclusiones de exacti- tud, precisión y perfección que se espera conseguir en la confección de nuestras aportaciones temáticas, siempre vistas desde el prisma y la óptica tratada que deseamos compartir de forma general con el supuesto lector interesado. Es una obli- gación asumir, que nuestro trabajo pudiera ser estéril, y, no por ello rendirnos a la indi- ferencia de los demás, pero como escribie- ra Marcel Proust: “Los días son iguales para un reloj como objeto que señala la puntualidad del tiempo, pero nunca lo serán en el proceso evolutivo del hombre, que piensa, siente, emociona, y, alguno, se inspira creando un pensamiento, una idea, un concepto, una recopilación de secuen- cias escritas que, con interesar, servir ó beneficiar exclusivamente a una sola per- sona, estará justificado el esfuerzo”. Y esa debe ser la constante finalidad, junto a los lemas elegidos de Aristóteles; Pasteur, y Ochoa, a la que nos comprometemos cuan- tos nos dedicamos de forma abnegada y altruista a defender la línea editorial de nuestra revista. Para el caso que refiere a continuación, es propósito de éste artículo ampliar y desarrollar desde perspectivas inéditas, las aportaciones de opinión expresadas por los últimos industriales conocidos de la actividad que se indicará a lo largo de éste texto, cuyas manifestaciones expon- dremos seguidamente, e incluyendo datos íntimamente ligados con los descubri- mientos históricos, arqueológicos y docu- mentales existentes en la actualidad con respecto a hace un siglo, en relación el tra- bajo realizado durante 1931-36, por Wil- helm Bierhenke, traducido –versión espa- ñola de José Antonio Molina Gómez– y publicado en la “Revista Murciana de Antropología”, número 16, 2009, de la Universidad de Murcia, en homenaje a Francisco Flores Arroyuelo. Tras éste comienzo, me inhibiré, en principio, de aclarar el significado de la palabra “aljez”, dispuesta en el título de éste artículo, evidentemente, para llamar la atención. Y doy fe, que no todos sabrán de que se trata (como anécdota, he com- probado, la duda de su significado por parte de incluso técnicos), y, al dar lectura al titulo de éste documento, cabe la posibi- lidad de que en algún lector, haya surgido la curiosidad de conocer a lo que se refiere. Antes de que recurramos al DRAE, sin animo de mantener intriga o suspense, no quiero dejar pasar la oportunidad de reco- nocer la figura de quien en sus orígenes emprendió el camino de la curiosidad y deseo de averiguar o conocer mejor la naturaleza, cuya denominación en el tiem- po de su origen le dimos el nombre de naturalista. Naturalista, que pese a las dis- tintas vertientes investigadoras, tendremos en cuenta definirlo en el estudioso de todo lo relacionado con la superficie terrestre del medio ambiente donde desarrolló y desenvolvió su existencia, que podríamos encuadrarla dentro de un sistema de inte- rés personal por descubrir y averiguar lo inédito, nuevo y desconocido de los miste- rios de nuestro mundo. La Región de Murcia ha conocido eta- pas esplendorosas gracias al “aljez”, sien- do su territorio un verdadero almacén explotado para beneficio del desarrollo y progreso que a lo largo de su historia ha generado la iniciativa emprendedora de PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA Ángel Luis Riquelme Manzanera

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

93

“Es de importancia para quien desee alcan-zar una certeza en su investigación, el saberdudar a tiempo”.

ARISTÓTELES

“Si no conozco una cosa, la investigaré”.LOUIS PASTEUR

“En principio, la investigación necesita máscabezas que medios”.

SEVERO OCHOA

INTRODUCCIONTres reflexiones en lo que antecede

como introducción básica, expuestas porhombres sabios de distintas épocas, cuyosmensajes concadenados deben hacernospensar que el conocimiento adquirido pro-ducto de la experiencia, resulta insuficien-te para obtener las conclusiones de exacti-tud, precisión y perfección que se esperaconseguir en la confección de nuestrasaportaciones temáticas, siempre vistasdesde el prisma y la óptica tratada quedeseamos compartir de forma general conel supuesto lector interesado. Es una obli-gación asumir, que nuestro trabajo pudieraser estéril, y, no por ello rendirnos a la indi-ferencia de los demás, pero como escribie-ra Marcel Proust: “Los días son igualespara un reloj como objeto que señala lapuntualidad del tiempo, pero nunca loserán en el proceso evolutivo del hombre,que piensa, siente, emociona, y, alguno, seinspira creando un pensamiento, una idea,un concepto, una recopilación de secuen-cias escritas que, con interesar, servir óbeneficiar exclusivamente a una sola per-sona, estará justificado el esfuerzo”. Y esadebe ser la constante finalidad, junto a loslemas elegidos de Aristóteles; Pasteur, yOchoa, a la que nos comprometemos cuan-tos nos dedicamos de forma abnegada yaltruista a defender la línea editorial denuestra revista.

Para el caso que refiere a continuación,es propósito de éste artículo ampliar ydesarrollar desde perspectivas inéditas,las aportaciones de opinión expresadaspor los últimos industriales conocidos de

la actividad que se indicará a lo largo deéste texto, cuyas manifestaciones expon-dremos seguidamente, e incluyendo datosíntimamente ligados con los descubri-mientos históricos, arqueológicos y docu-mentales existentes en la actualidad conrespecto a hace un siglo, en relación el tra-bajo realizado durante 1931-36, por Wil-helm Bierhenke, traducido –versión espa-ñola de José Antonio Molina Gómez– ypublicado en la “Revista Murciana deAntropología”, número 16, 2009, de laUniversidad de Murcia, en homenaje aFrancisco Flores Arroyuelo.

Tras éste comienzo, me inhibiré, enprincipio, de aclarar el significado de lapalabra “aljez”, dispuesta en el título deéste artículo, evidentemente, para llamarla atención. Y doy fe, que no todos sabránde que se trata (como anécdota, he com-probado, la duda de su significado porparte de incluso técnicos), y, al dar lecturaal titulo de éste documento, cabe la posibi-lidad de que en algún lector, haya surgidola curiosidad de conocer a lo que se refiere.Antes de que recurramos al DRAE, sinanimo de mantener intriga o suspense, noquiero dejar pasar la oportunidad de reco-nocer la figura de quien en sus orígenesemprendió el camino de la curiosidad ydeseo de averiguar o conocer mejor lanaturaleza, cuya denominación en el tiem-po de su origen le dimos el nombre denaturalista. Naturalista, que pese a las dis-tintas vertientes investigadoras, tendremosen cuenta definirlo en el estudioso de todolo relacionado con la superficie terrestredel medio ambiente donde desarrolló ydesenvolvió su existencia, que podríamosencuadrarla dentro de un sistema de inte-rés personal por descubrir y averiguar loinédito, nuevo y desconocido de los miste-rios de nuestro mundo.

La Región de Murcia ha conocido eta-pas esplendorosas gracias al “aljez”, sien-do su territorio un verdadero almacénexplotado para beneficio del desarrollo yprogreso que a lo largo de su historia hagenerado la iniciativa emprendedora de

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Ángel Luis Riquelme Manzanera

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93

Page 2: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

94

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

sus hombres y mujeres, cuyas particulari-dades ejercidas por muchos de ellos hasido el naturalismo.

EL NATURALISMO Y LA AGRIMENSURAPero retrocediendo en el tiempo, al

citar naturalistas, donde la diversidad dematerias se transformaron en herenciasque nos acercan, entre otras, a disciplinasque hoy se vinculan con la sociología; laantropología; la etnografía y la etnología,debemos remitirnos a los más antiguosconocidos de la historia clásica, como:Anaximandro de Mileto (610-547 a.C.);Sócrates, maestro de Platón (470-399 a.C.).Simplicio (490-560); Epicuro de Samos(314-270 a.C.), y, Aristóteles (384-322a.C.).

Pero el estudio de la naturaleza terres-tre, también ha quedado vinculado con lageología que, tras la aplicación científica,generó, no sólo el conocimiento de las pau-tas de comportamientos de los elementosque la componen, sino que, avanzó haciaalgunas ramas análogas, generando la geo-morfología especializada en las formas derelieve estudiadas principalmente por lageografía, ó, la edafología dirigida al dis-cernimiento del suelo que pisa el hombre,cuyos resultados son difíciles de situar porentender que dicha superficie terrestresupone un puente interfaz entre la geologíay la biología, sugiriendo consultar la obradel naturalista y geofísico alemán, AlfredWegener, de carácter científico, escritacomo resultado de sus viajes, con la fatali-dad de perder la vida a los 50 años en unaexpedición en el centro de un indlandsis.1

Por tanto en el caso que nos ocupa,debemos remitirnos al principio de“curiosidad humana para evolucionar”,debiendo centrarla en el naturalista másprimitivo de la creación, quien procuróextraer los valores y cualidades del suelopara ponerlo al servicio y disposición dela sociedad civilizadora.

Recuerdo vagamente en mi niñez,haber oído pronunciar, más de una vez, lapalabra “aljez”, a mi abuelo paterno, ÁngelRiquelme Valera, quien gustaba coleccio-nar minerales. De profunda y extensa for-mación técnica, licenciado Agrimensor,profesión que, a finales del S. XIX, y, prin-

cipio del XX, vendría a consistir en lo quecorrespondería actualmente a la suma deun conjunto de diplomaturas y licenciatu-ras universitarias, aunque en aras de con-textualizar, digamos que durante muchotiempo tuvo la particularidad de ser unaespecie de especialista en ingeniería civil ymilitar; geógrafo; geólogo; botánico; exper-to en transporte y comunicaciones terres-tres; cartógrafo; topógrafo; dominador delproceso para segregar la propiedad deterrenos, y, además, conocedor de la juris-prudencia para asesorar sobre la interpre-tación de las leyes aplicables por la legisla-ción, la tradición, costumbre y los princi-pios generales del derecho.

Y todavía seguiremos preguntándonoscon respecto al “aljez”, la relación de losantecedentes antiguos de un naturalista,que tras varios milenios, culminaría con latécnica, metodología y conocimiento alcan-zado por la agrimensura.

Dado el caso que, el abuelo, mi abuelo,fue encargado y encomendado en repeti-das ocasiones, además con éxito, de locali-zar y encontrar “Aljez”, no puedo pormenos que felicitarme por muchos moti-vos, el más importante, dejar constancia de

Cuadro de instrumentos del agrimensor. 1728.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 94

Page 3: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

95

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

que éste artículo es un merecido homenajea su quehacer profesional, extensible acuantos hombres han aportado su entu-siasmo y curiosidad investigadora en éstecampo de la profesión de agrimensores,que antes fueron naturalistas, personasque dedicaron su vida al estudio de la natu-raleza, de modo prioritario, en sus aspec-tos físicos, geológicos y biológicos, en bene-ficio de la sociedad evolutiva.

Para hacernos una idea de lo que pudoser éste oficio naturalista al inicio de lasprimeras civilizaciones, habrá que exten-derse en unos aspectos que le identificancon lo que se pretende, o sea, detectar suvinculo con el “aljez”. Y por supuesto, losprincipios básicos de la agrimensura nohan cambiado en su cometido a lo largo delos siglos, pero los instrumentos utilizadospor los agrimensores han avanzado y supe-rado un enorme nivel tecnológico. Hoy día,la ingeniería, en especial la ingeniería civil,depende en gran medida de la aplicaciónmetodológica y sistematizada de los agri-mensores. El producto resultante del aljez,descubierto como se narrará más adelante,cuanto menos, en el VIII milenio a.C., fue labase original, para que fuesen apareciendoy desarrollando materiales más sofistica-dos que, actualmente, se emplean en cami-nos, puertos, diques, muros de contención,puentes o zonas residenciales por cons-truir, donde antes los agrimensores desple-garon sus competencias, ingeniando y afi-nando el conocimiento de sus facultades enla materia. Como se expuso, el agrimensor,además de la experiencia adquirida sobrelos materiales de construcción, determina-ron los límites de la propiedad privada ylos límites de las distintas divisiones políti-cas. Ahora, su especialización ofrece, ade-más, asesoramiento y datos para los siste-mas de información geográfica (SIG), basesde datos informatizadas que contienenevaluaciones físicas sobre las característi-cas y límites del terreno.

Por todo ello, en honor y homenaje a supasado dedicado al interés que le suscitócada material encontrado en superficie,con esmerado estudio para conocer suspropiedades y servicio a la sociedad, trata-remos de dar unas pinceladas que nosacercarán a un mejor conocimiento de la

trayectoria que le llevó, al margen de laaplicación de su técnica, a saber distinguirrocas y minerales, amén de analizar laexistencia del consiguiente volumen deexplotación del descubrimiento de unacantera con la finalidad de su rentabilidad.

Es evidente, que el resultado nos con-duce a presentar al agrimensor actualcomo un técnico que ha conseguido un altí-simo grado de minucioso conocimientoalgebraico, cálculo básico, geometría y tri-gonometría. También son excepcionalesexpertos sobre las leyes que regulan loscatastros, la propiedad y los contratos.Además, disponen de una basta formaciónpráctica previo acompañamiento a pasan-tes agrimensores de gran experiencia,capaces de utilizar los delicados instru-mentos con prodigiosa exactitud y preci-sión, y, en funciones de su trabajo retros-pectivo, rastreo y de recorrer a pie lassuperficies que mide, tanto en zonas urba-nas, como rurales, dar cuenta e informar alas Administraciones Públicas y al Estado,sobre los supuestos descubrimientos demateriales que pudieran ser de beneficio yrentabilidad para el interés general de lasociedad.

Pero averigüemos algo más sobre éstenoble y antiguo oficio que mucho tuvo quever con el “Aljez”.

La agrimensura fue considerada anti-guamente la rama naturalista del principioactivo para diferenciar terrenos, medircampos, y montañas, crear el sistema topo-gráfico, destinado a la delimitación desuperficies, la medición de áreas y la recti-ficación de límites. En la actualidad lacomunidad científica internacional recono-ce que es una disciplina autónoma, conestatuto propio y lenguaje específico queestudia los objetos territoriales a cualquierescala, focalizada en la fijación de todaclase de límites. De este modo producedocumentos cartográficos e infraestructuravirtual de una gran exactitud para estable-cer planos, cartas y mapas, dando publici-dad a los límites de la propiedad privada ogubernamental. Con el fin de cumplir suobjetivo, la agrimensura se nutre de latopografía, geometría, ingeniería, trigono-metría, matemáticas, física, derecho, geo-morfología, astronomía, edafología, histo-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 95

Page 4: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

96

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

ria, informática, teledetección y análisis dela seguridad y apoyo a la arquitectura. Noobstante, sus aplicaciones actuales, másconocidas son las edificaciones, construc-ción, comunicaciones terrestres, cartogra-fía, y la definición de los límites legales dela propiedad de terrenos.

A lo largo de la evolución de esta disci-plina los agrimensores se han servido dediversos instrumentos específicos de suactividad. Entre ellos se destacó durantesiglos la escuadra de agrimensor, que per-mitía establecer las dimensiones de dife-rentes ángulos en varias direcciones, cuyabase daría lugar a diversos inventos inno-vadores creados por Jesse Ramsden.

El naturalista, hoy asimilado, en una desus facetas, a lo que conocemos por agri-mensor, ha sido un oficio esencial en eldesarrollo del entorno humano, desde elcomienzo de la historia registrada (hacia el8.000 a.C.); es por tanto un permanenteinnovador, emprendedor e indagador de lanaturaleza, cuyas aportaciones han sido elrequisito en la planificación y ejecución decasi toda forma de construcción material yfísica.

Como prueba de su influencia en la evo-lución y desarrollo de la humanidad, decirque, las técnicas de la agrimensura se hanaplicado a lo largo de gran parte de nues-tra historia escrita. Como ejemplo, en papi-ros y grabados del Antiguo Egipto, apare-cieron datos de su labor referidos a formu-las y sistemas de productividad con lasinundaciones del Nilo sobre los campos decultivo que se encontraban en sus riberas,estableciéndose además de límites (uso dela geometría empleada por el consideradoantecesor del agrimensor –el denominadonaturalista–), comprobaciones de la utili-dad de los limos como fertilizantes de lastierras. Pero aún más, la casi perfecta cua-dratura y orientación norte-sur de la GranPirámide de Guiza, construida hacia el2570 a.C., confirma que los egipcios domi-naban la agrimensura. Y las piedras unidaspor aljez, de materia caliza, marmórea oarenisca, de las extraordinarias y faraóni-cas estructuras que jalonan la geografíaegipcia, fueron elegidas por los responsa-bles conocedores de la minería y cantería,buscadas y encontradas en los lugares más

próximos, de las zonas en construcción,que se ejecutaban por mandato real.

Bajo el dominio de los Romanos, la acti-vidad entendida por lo que más tarde deno-minamos agrimensor se estableció comouna profesión. Se crearon las divisionesbásicas del Imperio, así como, en su habi-tual exigencia de contribución al vencido ocolaborador, conforme al registro de losimpuestos de las tierras conquistadas y enbase a la proporcionalidad territorial enco-mendada, regentada o delegada, medida ensuperficie y productividad indicada por elprimigenio agrimensor, marcaba el obliga-do pago de peculio correspondiente.

En Gran Bretaña, el “Domesday Book”,impuesto por Guillermo I de Inglaterra(1086), cubría toda Inglaterra. Éste trabajofiscalizador, delimitando propiedades yseñalando propietarios estuvo a cargo de loque entendemos por agrimensores. En elcenso figuran nombres de los propietariosde las tierras, superficie, calidad de la tie-rra, e información específica sobre el con-tenido de la zona y sus habitantes, en espe-cial, minas, propiedades con valores fores-tales o medioambientales, e interés de pie-dras, en especial, lugares con canteras dealjez. Por la escasez de medios facilitados,y las mínimas inversiones económicasempleadas, pese a las propuestas y presio-nes que se elevaron por sus profesionales,convencidos de su utilidad futura, no fruc-tificó el levantamiento de mapas mostran-do la exacta localización de las tierras.

El tiempo les daría la razón, y las medi-ciones a gran escala se convierten en unprerrequisito para realizar un mapa. Afines de la década de 1780, un equipo de lacartografía inglesa, inicialmente bajo lasordenes del General William Roy, comenzóla Principal de la triangulación de Bretañautilizando el teodolito Ramsden, instru-mento geodésico, óptico-mecánico de pre-cisión, utilizado para la medición de ángu-los, tanto horizontales como verticales.

James Hutton, fue un geólogo, médico,naturalista, químico y granjero experimen-tal escocés, primer formulador de las ideasque conducirían a la corriente científica lla-mada uniformísta y del plutonismo, en lasque incluyó sus teorías de la geología y deltiempo geológico y su escala, también lla-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 96

Page 5: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

97

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

mado “tiempo profundo”. Está considera-do el fundador de la geología moderna.Compartió espacio y época con grandespensadores y científicos formando junto aellos la que ha sido llamada la “Ilustraciónescocesa”. Pero fue, otro James y natura-lista, en ésta ocasión el geólogo y aristócra-ta inglés Sir James Hall de Dunglass, quieninvestigó y demostró que era posible paralas rocas ígneas líquidas formar discordan-cias. Otros muchos les siguieron durante elS. XVIII, hasta comenzar el proceso decatalogar la dureza, y, en especial valorarla utilidad del aljez como material impres-cindible en la construcción y por consi-guiente de un alto interés industrial,comercial y de rentabilidad para las arcasde la corona.

Por tanto, nos remitiremos al hecho deatribuir a los naturalistas iniciadores delorigen de las disciplinas, estudiosos de laevolución de la tierra y sus especies, quie-nes definieron el proceso geológico y ladescomposición de la materia lítica. Real-mente donde sobresalieron sus dotes yconocimientos, como naturalistas, fue endesarrollar al ámbito de la geología, delgriego "Tierra", ciencia y estudio de lamateria física y energía que constituye lacorteza terrestre. El campo de la geologíacomprende el estudio de la composición,estructura, propiedades, la historia de lamateria física del planeta, y, los procesospor los que se forma.

Como hemos expuesto, la geología talcomo la conocemos hoy fue establecida apartir de los estudios de James Hutton, alque se le considera el padre de la geologíamoderna.

Actualmente, el campo de disciplinasacadémicas sobre la materia, se encuentradentro de la Carrera de Licenciatura de"Ciencias Geológicas", esto es, un compen-dio de diferentes ciencias o disciplinasautónomas sobre distintos aspectos delestudio global de nuestro planeta, y porextensión, del estudio del resto de los cuer-pos y materia del sistema solar (astrogeo-logía o geología planetaria). No obstante,sería el alemán, Carl Friedrich ChristianMohs, quien en 1812, crearía la Escala deDureza para las piedras.

Cuatro años antes, en 1808 se creó el

catastro de la Europa Continental bajo lainiciativa establecida por Napoleón Bona-parte, quien dijo: "Un buen catastro será elmayor logro en mi derecho civil". Conteníael número de parcelas de la tierra, su uso,su valor..., tal es su beneficio que 100 millo-nes de parcelas de tierra, se triangularon ymidieron por especialistas, hoy conocidospor agrimensores, haciéndose mapas aescala de 1:2.500 y 1:1.250, que no sólosirvieron para un mayor control del fisco,sino para descubrir canteras de aljez queservirían para apoyar la construcción dedefensas fortificadas y estrategia geopolíti-ca que había proyectado. Pronto se produ-jo la rápida propagación sobre los territo-rios ocupados y al igual que la Roma Impe-rial, exigió compensaciones y contribuciónfinanciera a sus campañas; pero los pro-blemas generados a consecuencia de losgastos ocasionados en el mantenimientodel catastro y conflictos en los países delMediterráneo, los Balcanes y EuropaOriental, produjo una fuerte brecha en suorganigrama expansivo y el primer brotede perdida de poder y hegemonía europea.

En España, en el siglo XIX, Javier deBurgos apoyó la creación de las Academiasde las Nobles Artes, para expedir títulos deagrimensores.

Históricamente, se midieron distanciasde múltiples formas; como unir los puntoscon cadenas de una longitud conocida, porejemplo, la cadena de Gunter, cintas deacero, ó, invar. Con el fin de medir las dis-tancias horizontales, estas cadenas o cintasse tensaban de acuerdo a la temperaturapara reducir el pandeo y la holgura.

Los ángulos horizontales se midieronutilizando una brújula, que proporciona-ba una inclinación magnética que sepodía graduar y evaluar. Este tipo de ins-trumento posteriormente se mejoró, conunos discos inscritos con mejor resoluciónangular, así como el montar telescopioscon retículos para ver con más precisiónencima del disco, gestado en el teodolito.Además, se añadieron círculos calibradosque permitían calcular ángulos verticales,junto con el vernier, nombre que recibetambién el nonio, para medir las fraccio-nes de grado.

El método más simple para medir altu-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 97

Page 6: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

98

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

ras es con un altímetro (básicamente unbarómetro); utilizando la presión del airecomo indicador de alturas. Pero para laagrimensura se necesitaba mejorar la pre-cisión. Con este fin se han desarrollado unamultitud de variantes, tales como los nive-les exactos. Los niveles son calibrados paradar un plano exacto de diferencias de altu-ras entre el instrumento y el punto en cues-tión que se mide, por lo general, medianteel uso de una barra de medición vertical.

A finales de 1890 se utilizaban comoherramientas básicas en la agrimensurasobre el terreno, la cinta métrica paramedir las distancias más cortas o diferen-cias de cotas; y, un teodolito fijado en untrípode para medir ángulos (horizontales yverticales), en combinación con la triangu-lación. Podríamos entrar en desplegar suactual y desarrollada tecnología profesio-nal, pero sería largo y dedicaríamos unespacio que necesitamos para explicar elmotivo de su protagonismo en éste trabajo.

Un amplio documento de estudio y aná-lisis del futuro de ésta actividad, publicadoen el año 2000, por el agrimensor D. JuanAntonio del Río Reboredo, con el titulo:“Nuestra profesión en el nuevo milenio”,tras un repaso comparativo con otras profe-siones y las aspiraciones que deben conse-guir con sus actuaciones, dice lo siguiente:

“Es también una de las profesiones másantiguas de la humanidad, junto con elmédico, el sacerdote y el arquitecto. Tan esasí que ya en el Antiguo Egipto existíanunos funcionarios dependientes del Fara-ón y cuya misión, que era consideradasagrada y se realizaba bajo supervisiónsacerdotal, era volver a marcar los terre-nos cuyos límites habían quedado confusospor el depósito superficial de los limos queaño a año depositaba el río Nilo en sus cre-cidas periódicas. También realizaban unaapreciación de la potencialidad productivade esas parcelas a efectos de determinar eltributo en especie que cada agricultordebía entregar a las arcas reales, y, porsupuesto localizaban y obtenían informa-ción de los terrenos que supervisaban conla finalidad de obtener capacidad paraofrecer piedra caliza con destino a los can-teros que se encargaban de realizar losgrandes bloques de piedra para las estruc-

turas arquitectónicas, artísticas o simbóli-cas que creaba cada dinastía faraónica.

Nótese que la Agrimensura es anterioral Derecho, que surge muchos siglos mástarde en Roma, y, es también previa a laIngeniería, que aparece recién en los últi-mos dos o tres siglos, cuando la RevoluciónIndustrial hace necesaria la aplicación delos conocimientos matemáticos y científi-cos a la Industria, los servicios y las obraspúblicas.

Históricamente fue, la nuestra, la pri-mera profesión con un fundamento cientí-fico riguroso, pues los primeros desarro-llos matemáticos, la geometría de los anti-guos griegos, se hicieron precisamentepara la agrimensura, notemos que el tér-mino viene del griego “geo”, que significatierra, ó, conocimiento del terreno y de laspiedras”.

Es por tanto que todo viene a demostrarque el primitivo oficio de conocedor delterreno y de naturaleza, terminó denomi-nándose agrimensor, en función de suentendimiento relacionado con la mediciónsuperficial de la tierra, y, en consecuencia,su contacto y estudio de la geología desdela perspectiva de la piedra y las propieda-des de las mismas. Otro tema sería la clasi-ficación de las piedras, cuya tipologíasegún su composición y origen, quedarondivididas en Silíceas; Carbonatadas; Arci-llosas; Salinas; Ferruginosas; Carbonosas;Sedimentarias; Detríticas; Ígneas; Volcáni-cas; Metamórficas; Recristalizadas; y, conSolidificación de magma. Y por supuesto sucatalogación por dureza, la encontramos–como se dijo–, dentro de la Escala de sucreador, el mineralogista alemán FriedrichMohs para medir la relativa resistencia alrayado o ruptura de diversos minerales. Éllo basa en diez minerales fáciles de conse-guir. Como es una escala ordinal, hay quecomparar dos minerales para decidir cuáles más duro. La escala no es ni lineal nilogarítmica. Por ejemplo, el corindón esdos veces tan duro como el topacio, pero eldiamante es casi cuatro veces tan durocomo el corindón. Por tanto el lógico razo-namiento que siguió es mediante la integracolección de piedras y minerales existen-tes, denominados y catalogados, realizarlas pruebas de roce y frotamiento respecti-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 98

Page 7: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

99

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

vo, de esa forma obtuvo el resultado paraconocer el material más blando y el másresistente a ambas condiciones: la dureza yel rayado.

No obstante, conviene aclarar, y, comose puede deducir, que, finalmente, la com-petencia sobre todo ello, quedó bajo la res-ponsabilidad de quien tiene facultades enminería, que en definitiva son sus ingenie-ros correspondientes.

DUREZA DE LOS MINERALES Y DESCRIPCIÓN DEL ALJEZ

Para advertir la Escala original lahemos extraído, con la finalidad de que nosresuelva la duda de su moldeamiento,antes de explicar lo que se pretende, por-que en el catalogo que se detalla a conti-nuación, aparece con el nombre específicocon que se le conoce en construcción comoproducto final manufacturado en materiaprima tras el proceso conseguido mediantetransformación industrial, sentido quecomprenderemos cuando traducimos elsignificado, según el DRAE de dicha pala-bra de “aljez”, con la que iniciamos nuestrocometido en éste artículo.

TABLA DE DUREZA COMPARATIVA ENTRE LOS MATERIALES MÁS CONOCIDOS

Dureza Material DurezaAbsoluta

1 Talco (Mg3Si4O10(OH)2) 12 Yeso (CaSO4·2H2O) 33 Calcita (CaCO3) 94 Fluorita (CaF2) 215 Apatita (Ca5(PO4)3(OH-,Cl-,F-)) 486 Ortoclasa (KAlSi3O8) 727 Cuarzo (SiO2) 1008 Topacio (Al2SiO4(OH-,F-)2) 2009 Corindón (Al2O3) 40010 Diamante (C) 1500

Para dar algunos ejemplos en la vidacotidiana, una uña tiene una dureza abso-luta de 2; un centavo de cobre, alrededorde 3; una hoja de cuchillo, 5; cristal de laventana, 5.5; y una lima de acero, 6.5.

¿Sabríamos contestar ahora a quematerial expuesto en la tabla anterior serefiere cuanto hemos expuesto y recogidoen el texto anteriormente vinculado con elaljez?. Y, ¿el naturalista antiguo cómo seríadenominado en la actualidad?

Comenzando por la segunda pregunta.

Ya hemos descrito antes que pese a laamplia distribución de disciplinas quegeneró la especialidad del naturalista delmundo clásico, una de ellas, y, para el casoque nos ocupa, vino a concentrarse en laactividad y conocimientos que ejerció el ofi-cio de Agrimensor.

Respecto a lo que tratamos de resolver,es el momento, para quienes no hayanrecurrido a éstas alturas al Diccionario dela Real Academia Española, decir que lapalabra redundada expresa el siguientesignificado:

Aljez.- (Del ár. hisp. éste del ár. clás., yéste del pelvi gac, y este del gr. yuwoc,yeso). 1. m. Mineral de yeso.

Pero en el Diccionario de la LenguaEspañola, dice:

Aljez.- Del morár. Al-jez; del latin gyp-sum, yeso. M. Mineral de yeso. Se denomi-na también, Algez; Alcer; Algir; Algezar;enyesar, enyescar.

Sin embargo, considerando que debe-mos diferenciarlo con respecto al yeso, dicede ésta palabra el Diccionario:

Yeso: (Del lat. gypsum, y éste del gr.yuwoc). 1. m. Sulfato de calcio hidratado,compacto o terroso, blanco por lo común,tenaz y tan blando que se raya con la uña.Deshidratado por la acción del fuego ymolido, tiene la propiedad de endurecerserápidamente cuando se amasa con agua, yse emplea en la construcción y en la escul-tura. Lo que supone, para entendernos, elresultado del manufacturado de la piedrade aljez, que se convierte en yeso, tras elproceso de horno, triturado y cribado hastaobtención del polvo.

No obstante, se debe dejar claro que,para entender con propiedad el significadode las distintas palabras que se empleanpara definir y diferenciar los variadosaspectos en que se mueve ésta actividad,debemos acompañar el significado de lostérminos: “Aljecero” y “Yeserías”.

Aljecero.- Del mozár. y ár. hisp. Algis-sair. 1. m. yesero. 2. que fabrica o vendeyeso.

Yeserías.- Tiene su origen cuando losespecialistas en bellas artes definieron eluso del yeso para lo que conocemos por lacreación artística de la yesería mudéjar.Por su reconocimiento en el arte se con-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 99

Page 8: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

100

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

vierte en una de las técnicas más depura-das del uso del yeso, llegada a España conlos árabes como modelo de una composi-ción arquitectónica que se identifica plena-mente con la idiosincrasia de los territoriosde Oriente2).

Como puede verse hemos tratado dedefinir todos los términos de palabras mássignificativas, puesto que excepto los inves-tigadores sobre la materia que escribenpreciso y rigurosamente sobre las palabrasaljez, yeso, aljecero y yeserías, apenas seha avanzado en la Real Academia Españo-la para que cada una de ellas, quede asig-nada a su cometido y función semántica.

Genéricamente y de forma popular, seconoce con el mismo término la palabrayeso, en dos acepciones distintas, o sea, ala piedra de yeso y al yeso molido paraamasar y utilizar. Sin embargo son dosmateriales diferentes con propiedades físi-cas y químicas variadas.

El primero se refiere al producto natu-ral bruto ó en cantera, que corresponde ala piedra de aljez, cuya formula es CaSO4

2H2O.El segundo se refiere al producto obte-

nido industrialmente tras el proceso de tri-turado, cocido y pulverizado, que su nom-bre es el conocido por yeso, con nomencla-tura: CaSO4· 1/4 H2O.

También podríamos entenderlo por pie-dra de yeso, pero entonces no sería yeso,sería la piedra de aljez, que es sulfato decalcio dihidratado, mientras que, realizadoel proceso industrial de triturado de pie-dra, cocción y tamizado, el sulfato de calciose queda hemidritado convirtiéndose enyeso.

DIFERENCIAR LA PIEDRA DE ALJEZ YLA MANUFACTURA DEL YESO

En adelante, convendría especificarcada una de las dos características paradirigirnos con propiedad a la que corres-ponda. No obstante, tenemos constancia ydebemos asumirlo en el campo de la técni-ca industrial y arquitectónica, que cuandose trata el tema del yeso natural, los muyduchos en el tema, lo tienen clasificadocomo aljez, sin embargo, aceptan que a lascanteras de donde se extrae se les dé nom-bres como alabastro; selenita; espejuelo;

yeso espático; yeso sedoso; yeso fibroso;yeso de nieve; yeso terroso; rosa del desier-to, etc. Actualmente se consigue de formaartificial convirtiéndose en subproductos dela industria de ácidos fosfórico y bórico,conocidos por yesos químicos, denominán-dose como fosfoyeso y boroyeso; sin dejar almargen que, las centrales térmicas consu-mistas de combustibles sólidos ricos en azu-fre producen yesos de distintas propiedadespero con idénticas particularidades de uso.Y finalmente recordar que el sulfato de cal-cio ó aljez, también se encuentra en la natu-raleza presentándose en forma de masascristalinas o granulares de color azul, negroo incoloras, denominado anhidrita.

Es así como queda aclarado el signifi-cado de la palabra aljez. Palabra quequeda reivindicada en éste artículo con-forme en justicia le corresponde, piedranatural sin proceso industrial, y, quesupuestamente sería descubierta por unnaturalista en la antigüedad, y, donde lascasualidades permitirían la coincidenciade realizar el proceso expresado requeri-do para la consecución del yeso, y, cuyaherencia de conocimiento recayó en elpersonaje, cuyo perfil, miles de años mástarde, llamaríamos con el nombre de agri-mensor.

Se ha barajado la idea de contactar conun agrimensor, pero finalmente se ha con-siderado que, la intención etnográfica queconduce a éste artículo, debe pasar máspor la humildad de quienes ejercieron laactividad de la explotación del aljez y suindustrialización en yeso. Pero sobre todoatendiendo a que hoy día, aquella primeraactividad de agrimensor, dentro del campodel especialista naturalista de la antigüe-dad, quedó descompuesta, y, en la actuali-dad en España la conforman y se encuen-tra encuadrado en distintas disciplinas,dentro de Facultades Universitarias Técni-cas de Grado Medio y Superior.

¿Pero qué tiene que ver y porqué intro-ducimos ésta semblanza de quienes ejer-cieron desde el comienzo de las civilizacio-nes cultas lo que entenderíamos por éstaespecialidad respecto a la evolución que hallegado a nuestros días del agrimensor?

Pues porque era preciso crear la analo-gía entre la antigüedad de quien supuesta-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 100

Page 9: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

101

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

mente descubrió el material lítico para serprefabricado obtenido de la piedra de aljez,el naturalista, y, un resultado evolutivo,donde los últimos profesionales que seencargaron de su localización y explota-ción, anterior a los estudios de las licencia-turas competentes, correspondió a la figu-ra del agrimensor. El naturalista agrimen-sor, desde muy antiguo, demuestra un pro-fundo conocimiento del proceso a seguirpara la obtención del yeso, que requiere,primero identificar con claridad la canterade piedra de aljez; a continuación frag-mentarla de su lugar de origen; siguientepaso, crear un horno donde el aljez tieneque soportar directamente el fuego conleña menuda durante un mínimo de 8 a 12horas, a una temperatura de unos 120º;posteriormente triturar la piedra de aljezque ha sido sometida al fuego; y, finalmen-te, filtrar los restos del triturado hasta con-seguir el polvo en cantidades industrialespara ser utilizado. Y su empleó será, evi-dentemente, con la ayuda del agua, que, alser mezclados, yeso y agua, se conseguirála masa plástica, cuya reacción con la eva-poración del líquido, se solidificará. Portanto tras conseguir el polvo, descubrieronque, en contacto con el agua quedaba mol-deable y su rápido endurecimiento permi-tía infinidad de usos en la construcción ycuanto se considerase oportuno en los dis-tintos ámbitos del desarrollo y evoluciónsocial.

Es así como podemos decir que el yesoes un producto preparado básicamente a

partir de una piedra natural denominadaaljez, mediante deshidratación, al quepuede añadirse en fábrica determinadasadiciones para modificar sus característi-cas de fraguado, resistencia, adherencia,retención de liquido y densidad, que unavez amasado con agua, puede ser utilizadodirectamente. También, se emplea para laelaboración de materiales prefabricados.El yeso como producto industrial es sulfatode calcio hemihidrato (CaSO4- 1/2H2O), tal ycomo quedó reflejado en la tabla queadjuntamos anteriormente, para conocerla dureza de los distintos materiales exis-tentes en la naturaleza. También le llama-mos vulgarmente "yeso cocido". Se comer-cializa molido, en forma de polvo.

SÍNTESIS DE LA HISTORIA CONOCIDADEL MANUFACTURADO DEL YESO

Hoy día estamos capacitados parademostrar que el aljez ó yeso crudo y pos-teriormente del manufacturado, convertidoen polvo de yeso, es uno de los materialesmás antiguos conocidos empleados para laconstrucción. Convencidos que con eldominio del fuego, y, para realizar la pri-mitiva concentración étnica, comenzaría aelaborarse yeso que sería utilizado paraguarnecidos, un revoque o entablado pararevestir por dentro o por fuera paredesperpendiculares de rocas superpuestas, óhuecos en cuevas y cavernas primitivas, eincluso para unir bloques de piedra, sellarjuntas de muros, y, sustituir definitivamen-te al mortero de barro primitivo con el quecomenzó a crearse el modelo de civilizacio-nes recolectoras y agrícolas del X milenioa.C., cuyo fenómeno urbano nace de lamano de la neolitización y su desarrollo seinicia en el mismo lugar donde surge ésta,la zona de Oriente Próximo conocida comoel Creciente Fértil. Un arco que discurredesde las costas orientales del mediterrá-neo hasta la desembocadura de los ríosTigris y Eufrates, junto a todo el inter-flu-vial de estos ríos. En esta amplia zonaencontramos las ciudades más antiguas delmundo, la ciudad de Anatolia (Turquia) deCatal-Huyuk (IX milenio a.C.), y, la ciudadde Jericó (fundada en torno al VIII milenioa.C.).

Diversos son los tratadistas que nos

Yesera. Maqueta Sr. Jor-dán Murcia. Museo de laHuerta.

Criba de filtrado paraobtener el polvo de yeso.Maqueta Sr. Jordán Mur-cia. Museo de la Huerta.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 101

Page 10: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

102

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

explican y narran las primeras pruebas dela utilización del yeso en Catal-Hüyük,durante el milenio VII a.C., localizados enguarnecidos compartidos con unos presu-mibles primeros experimentos con cal3).

Los arqueólogos han encontrado, yeso ycal, en suelos, muros y techos de las vivien-das de Catal Hüyük, así como soporte depinturas y relieves de animales; y, aunquecon contradicciones en la lectura de sus tex-tos e indefinición por parte de los técnicos ala hora de especificar con claridad si se tra-taba de yeso ó cal, éste último material evi-dencia, como explicamos, compartir anti-güedad de utilización con el primero.

Las excavaciones arqueológicas de losdescubrimientos se realizaron sobre ellecho seco de un lago de Anatolia. El arque-ólogo británico, James Mellaart, encontróen 1958, un asentamiento neolítico excep-cional por su antigüedad y por su exten-sión, tanto que se tiene hoy en día comouno de los más importantes y mejor con-servados hasta la fecha. El asentamientoconocido como Çatal Hüyük ocupa unasuperficie de 13 hectáreas, posee estratos oniveles de población de hasta 17 metros deprofundidad y restos que denotan una vita-lidad urbana, o sea, un período de ocupa-ción, de historia real, estimado en 1.400años, y cuya población residente debióalcanzar unas 10.000 personas. Un agru-pamiento intenso y extenso por su número,de la especie humana en colectividadsocial, totalmente inaudito e inédito, paraesos milenios. Los trabajos de Mellart rea-lizados entre los años 1961 y 1965, y losposteriores que se realizan en la actualidadgracias a las subvenciones de la UNESCOdesde 2006, han revelado notables mues-tras del arte y la configuración neolítica,aunque se estima que apenas se ha revela-do un 5% del total del yacimiento, supo-niendo queda aún mucho por descubrir enese lugar. En ningún lugar como en ÇatalHüyük se puede contemplar las casas delos habitantes del Neolítico con tanto deta-lle. Se encuentran decenas de ellas. Apare-cen pegadas las unas a las otras, sin divi-sión por medio de calles o cualquier otrotrazado urbanístico. Se accedía al interior através del tejado, bajando a las estanciasmediante una escalera de madera. El inte-

rior de las casas se dividía en dos depen-dencias: vivienda y almacén. La parte dedi-cada a la vivienda solía disponer de variasplataformas elevadas y un horno con chi-menea para preparar los alimentos. Elsuelo de las casas compuesto de yeso y cal,casi siempre aparece pintado de rojo y unade las paredes cubierta de yeso blancodonde los habitantes dibujaban animales yotros motivos típicos del arte prehistórico.Cada casa tenía cabida para un total deentre cinco y diez personas y se les estimauna vida útil de setenta años. Las casasestaban construidas con adobe y muchasde ellas aparecen decoradas con cráneosde animales, tanto salvajes como domésti-cos, que pegaban a las paredes de las casasmediante grandes cantidades de yeso.Modo de vida de sus habitantes. Los pobla-dores de Çatal Hüyük se dedicaban lamayor parte del año al pastoreo y cultivode cereales, produciéndolo en terrazassituadas a las afueras de las casas. Tam-bién recolectaban madera en los almace-nes para el invierno o para la preparaciónde alimentos. Durante el otoño se dedica-ban a la caza de la rica fauna silvestre:jabalís, cabras, ciervos..., anímales que enla actualidad ya no existen en aquél lugarpero cuya presencia queda testimoniadapor la gran cantidad de dibujos que serepresentan en la limpieza de las paredesde yeso. También existen muestras de tra-bajo artesanal, vasijas y sellos de barro,esteras y cestas de fibra vegetal, herra-mientas e incluso espejos de obsidiana. Sinduda alguna Çatal Hüyük debió ser unasentamiento muy importante, en el quepudieron llegar a vivir, como decimos,hasta varios miles de seres humanos.

¿Cultos a la fertilidad?. En cuanto a lasposibles creencias de los habitantes deÇatal Hüyük, el mismo Mellaart; “Marina-kis, y Marija Gimbutas”, opinan querendían culto a una diosa madre primige-nia, señora de la fertilidad, y que, proba-blemente, su tipo de organización socialfuera matriarcal. Para sostener esta idea sebasan en una estatuilla de piedra en la queaparece una mujer robusta sentada en untrono sostenido por leopardos, que para loscitados arqueólogos e historiadores setrata de una representación de esta diosa

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 102

Page 11: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

103

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

de la fertilidad. Y ´ésta idea, aunque nopuede ser del todo confirmada, pudiera serde cierta credibilidad, ya que es conocida laimportancia que los pueblos primitivosotorgaban a la fertilidad y la prosperidadde la tierra. Su mundo dependía de ello.

Igualmente, las citas referidas al yesoen la ciudad de Jericó, se hacen constantesa lo largo de los informes facilitados porsus estudiosos. Sin duda, ya podemosadvertir que, los restos de la antigua ciu-dad de Jericó, son los que están bajo elmontículo conocido por “Tell-es-Sultán”,situado a unos 19 Km. al Norte de ladesembocadura del Jordán en el MarMuerto, parte occidental del Valle del río, y,a 2 km. de “er-Riha”, la actual Jericó queestá a unos 27 km. de la ciudad Santa deJerusalén.

Tal vez fuese el manantial de agua quebrota, formando el oasis de “Eriha”, en elextremo oriental del promontorio señala-do, el que motivó el asentamiento de losprimeros colonizadores en el VIII milenioa.C.

La supuestamente, segunda ciudad másantigua de nuestro planeta, demuestra laarqueología que usó la piedra de aljez paraproducir yeso, y, que sus murallas de pie-dra, que incluían, al menos una torre, y, enlos restos de paredes del interior de susprimitivas casas redondas, aparecenpequeñas porciones de éste material que seconsolidaría en la segunda ocupación,sobre el V milenio a.C., cuando las vivien-das, comienzan a construirse en porciónrectangular.

Las excavaciones arqueológicas se hansucedido de una forma espontánea y for-tuita, cuando por primera vez CharlesWarren, tras unas prospecciones previasen 1867, comprueba que bajo el montícu-lo-promontorio, se encuentran restos de laciudad primitiva de Jericó, pero sólo alcan-zó hasta la intervención que descubre unapared de adobe de la Edad del Bronce, conun poco de enyesado en su zona interior, loque le llevó a suponer no había nadaimportante que descubrir en relación conel origen, ocho veces milenario, ofrecidopor las documentaciones y fuentes de tra-dición oral antiguas. No obstante se suce-dieron las expediciones, y en 1907-1909,

llegaron a profundizar las excavacioneshasta niveles que proporcionaron datos delneolítico. Sin embargo fue el arqueólogoJohn Garstang, entre 1930-1936, quienfruto de sus trabajos en la primitiva ciudadcubierta por las superposiciones del proce-so discontinuo de ocupación poblacional,quien descubre materiales de época neolí-tica “pre-cerámica”, de unos 5.000 añosa.C., a la que denominó “Ciudad IV”. Perosería definitivamente el profesor, KathleenKenyon, quien clasificó restos, entre otrosmateriales, pequeños grumos de yeso, queno se habían tenido en cuenta, y, su traba-jo minucioso y científico le permitió llegar ala reconstrucción de la primera ciudad deJericó, elaborando un detallado informeque demostraba que la primera coloniza-ción y establecimiento del primer asenta-miento de la ciudad destruida por los ejér-citos de Josué, correspondería a una cro-nología de más de 7.500 a.C., con casas detipo circular cuya construcción aportadiminutos restos de yeso. El informe, con-siderado una obra magistral de la arqueo-logía científica, trata el mesolítico, condatos extraídos del carbono 14, cuyosmateriales proporcionan una antigüedadde 7.800 a.C., definiendo y detallandocomo en el neolítico, cerca del 4.100 a.C.,trabajan la pre-ceramica y cerámica, con-secuencia del momento de reconstrucciónde la ciudad por otros pobladores, cuyacultura diferente inserta edificaciones conforma rectangular, siendo aquí cuandoaporta un rastro claro del uso del productomanufacturado del aljez, y, aunque sesiguen utilizando adobes, en el solado delas edificaciones aparecen materiales cali-zos y especialmente yeso barnizado(“Comentario exhaustivo al Antiguo Testa-mento”. Capítulo Excursus 5. Jericó. Pági-na 127 y siguientes. Samuel Perez Millós).

La relación entre vida y muerte era unaconstante que se deduce por los enterra-mientos que se encontraron bajo el piso delas viviendas. Prueba mayor la tenemoscon el desenterramiento de 10 calaveras(donde nuevamente se comprueba subagaje experimental y conocimiento de lamanufactura del aljez convertido en yeso),donde cavidades y partes externas occipi-tales de los cráneos estaban enyesados; lo

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 103

Page 12: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

104

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

que hace pensar, conociendo que con eltiempo sólo quedaban huesos, se exhuma-ban de sus fosas, para rellenarlas de yeso,induciendo a pensar que con ello prolonga-ban la longevidad de proximidad a susseres queridos.

En el Antiguo Egipto, durante el tercermilenio a.C., según Choysi, se empleó yesopara sellar las juntas, mediante la utiliza-ción por primera vez del yeso hemihidrata-do (obtenido por cocción a temperaturas de120º C), para unir los bloques de la GranPirámide de Keops en Guiza, y, en multitudde tumbas como revestimiento y soporte debajorrelieves pintados. El Río Nilo, únicoconducto de comunicación natural en Egip-to, fue el transporte ideal de los limos yyesos de su cabecera hacia su desemboca-dura, lo que nos sugiere que los mismosquedaban depositados en sus orillas. Antela imposibilidad de existencia de grandesconcentraciones humanas en el desierto,las ciudades se construyeron en sus riberascon la ayuda del yeso arrastrado que seposaría por gravedad y empuje del aguapor inundación en el entorno de las playasfluviales. No obstante, conviene recordarque, casi todos los morteros de la épocafaraónica se realizaron a base de sulfato decalcio ó piedra aljez, de donde se obtendríael yeso cocido; y, hacer constar que, lasauténticas canteras de piedra de aljezestán localizadas en las inmediaciones deAlejandría, próximas al mar. También exis-ten en las costas del Golfo de Suez (PortSaid), y, en las proximidades del Mar Rojo(Quoseir).

Por otra parte, está demostrado por laarqueología de excavaciones francesas quelos sillares de los edificios, templos y pala-cios egipcios, se trabaron con yeso, encon-trándose al pie de los mismos gran núme-ro de restos de estucos rojos desprendidos,lo que nos indica que además de dominarel uso del yeso, tuvieron capacidad paracolorearlo o teñirlo de dicho color. El yeso,fue usado en vaciado de máscaras sepul-crales y funerarias, artes decorativas eindustriales, soporte de pinturas en monu-mentos y templos, pero por entenderse elalto valor para todo tipo de ambiciosos pro-yectos constructivos al servicio del Faraón,se le consideró de carácter divino y sobre-

natural, de tal forma, que, los únicos quepudieron manejarlo y conocer los secretosencerrados en el proceso para obtener lamasa viscosa de aplicación, correspondióexclusivamente a la clase sacerdotal. Quizápor ello, al no ser un material de usocomún generalizado y régimen secreto enEgipto, no trascendió a griegos y romanosa quienes cuestionamos su uso en la pro-porcionalidad que debió exigir la construc-ción de sus ciudades de piedra y mármol.

El palacio de Cnosos contiene revesti-mientos y suelos elaborados con yeso, conun alto grado de desarrollo técnico. Elescritor griego Teofrasto, en su tratadosobre la piedra, describe el yeso (gipsos),localización de sus yacimientos y los modosde empleo como enlucido y para ornamen-tación.

En la Península Ibérica, tenemos mues-tras desde muy antiguo del uso del yeso,conforme trata la investigación desarrolla-da por María Pilar de Luxan sobre detec-ción y análisis de los tratamientos superfi-ciales de piezas escultóricas de la culturaibérica, cultura ésta que nos indica VirginiaPage del Pozo, en su trabajo “Museo deArte Ibérico de El Cigarralejo”, se encuen-tra descrita por los autores clásicos griegosy latinos, como ibérica, en un sentido geo-gráfico, al conjunto de pueblos que habita-ron en el área litoral mediterránea com-prendida entre el río Herault, en el sur deFrancia y la Andalucía Oriental, hacia fina-les del s. VI a.C. y los s. II-I a.C. Las aplica-ciones de extracción de huellas y datos deM. P. Luxan y Fernando Dorrego, en arque-ología, conservación y restauración, unavez estudiadas algunas esculturas de nues-tra más interesante civilización antiguaresidente en los fondos del Museo Arqueo-lógico Nacional, resulta haber encontradorestos de yesos como posible acabado oaparejo soporte de policromías. Aún enten-diendo que no puede generalizarse, seríainteresante que los arqueólogos estudiaranla composición de materiales que confor-man los restos constructivos de nuestrosyacimientos ibéricos, y, de suyo en laRegión de Murcia, que tan extraordinaria-mente está representada su cultura tantopor el Museo de “El Cigarralejo” en Mula,como con el Centro de Interpretación de

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 104

Page 13: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

105

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Arte Ibérico del Santuario de la Luz en elValle Carrascoy. Con ello daríamos íntimarelación del conocimiento heredado por lacultura ibérica respecto de anteriores civi-lizaciones (Catal Hüyük y Jericó), sabiendodetectar las canteras de aljez, y después, larealización del complejo sistema de horne-ar, triturar y tamizar para conseguir la pro-ducción de yeso.

Sin embargo, tenemos que mencionarla completa ausencia de noticias e informa-ción sobre éste material del aljez, en la cul-tura argárica (excepto el encontrado enCatal Hüyük, durante la Edad del Bronce),de la que, por ser de mayor antigüedad a laibérica y menos tratada desde el punto devista de la arqueología constructiva, debe-ría sugerirse a los especialista y técnicosexpedicionarios sumergidos en el estudiode los yacimientos propios del argar, queprocuren analizar la composición de losmateriales utilizados contribuyentes a jun-tear y trabar la piedra, tanto desde loscimientos básicos hasta las propias pare-des y muros que componen le emergenciade los asentamientos descubiertos. Quizápodamos encontrar un nexo de unión entreel pasado del neolítico oriental, y, las cultu-ras del argar e ibérica, que tanto tienen deconsolidada su trayectoria humana y socialen éste territorio geográfico de la Región deMurcia.

Igualmente los etruscos y griegos, pre-vios a la constitución del Imperio de Roma,utilizaron el yeso en paredes para empleartécnicas de pinturas al fresco o “in seco”,así mismo se enyesaron sus tumbas above-dadas para insertar decoraciones, que hanllegado a nuestros días, ó, llevar la aplica-ción de placas finas de yeso en marcos deventanas y puertas, dando a cierto materialde enyesado el nombre de selenita, pues laluz que se filtraba a su través se transfor-maba en un color que se identificada conlos destellos plateados que produce la Lunallena.

Como antes decíamos, el secreto de laformula de producción del yeso, partiendode la piedra de aljez, guardada escrupulo-sa y meticulosamente por los sacerdotesegipcios, incluso dadas las magnificas yfavorables relaciones políticas y estratégi-cas mantenidas, en grandes periodos de

tiempo, con el Imperio de Roma, impidióque fuese recogido con la intensidad que laciudad del Cesar habría requerido en sumorfología de construcción urbana. Aúnasí, Plinio el Viejo, describió su uso congran detalle. Marco Vitrubio Polión, arqui-tecto, ingeniero y tratadista romano, en susDiez libros sobre arquitectura, describe elyeso (gypsum), aunque los romanos emple-aron normalmente morteros de cal ycementos naturales. Vitrubio recomiendaestucos de yeso en exteriores siempre quese den varias aplicaciones de aceite deoliva con la mano hasta incorporarlo a lamasa, incluso a falta de éste el uso de man-teca rancia de cerdo; pero también men-ciona en el Capitulo III “Estucados de bóve-das”, el uso de maderas y cañas para con-formarlas y unirlas mediante la aplicaciónde yeso. Poco se ha encontrado en la ciu-dad de Roma clásica hasta el descubri-miento de Pompeya, y, el estudio de Hercu-lano, por lo que de alguna forma podemosimaginarnos ante la semejanza en concep-to y técnica con los pocos restos de yesosencontrados en Grecia, como serían losinteriores griegos.

Los Sasánidas utilizaron profusamenteel yeso en albañilería. Los Omeyas dejaronmuestras de su empleo en sus alcázaressirios, como revestimiento e incluso enarcos prefabricados.

También escribieron sobre las aplica-ciones del yeso, Marco Porcio Catón;Lucius Junius Moderatus, de sobrenombreColumela, y, Gayo Plinio Cecilio Segundo,conocido como Plinio el Viejo; los tres conestancia en Hispania, conocieron de pri-mera mano el uso de éste material queaparecía con frecuencia en toda la franjamediterránea. Respecto al uso del yeso porRoma, ya damos datos sintetizados enotros apartados.

La cultura musulmana difundió enEspaña el empleo del yeso, ampliamenteadoptada en el valle del Ebro y sur de Ara-gón, dejando hermosas muestras de suempleo decorativo en el arte de las regio-nes de Aragón, Toledo y Sevilla. Ésta cul-tura convirtió en arte el yeso al concebir layesería como motivo decorativo del másalto nivel profesional con la finalidad deembellecer y dar el máximo ornato y

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 105

Page 14: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

106

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

esplendor a la suntuosidad de los edificiospara el Califa y sus mezquitas, cuyasmuestras son prolíficas e innumerableslas publicaciones de los especialistas quelas han tratado en toda la zona de influen-cia mediterránea donde el árabe estuvoasentado.

APORTACIONES CIENTÍFICAS DEL YESO EN LO ARTÍSTICO

Una de las exposiciones más brillantesy espectaculares que se han realizado enEspaña, sobre el arte de las yeserías latenemos registrada en los anales de nues-tra ciudad de Murcia. Para hacernos unaidea de su magnitud, decir que bajo la Pre-sidencia de Honor de su Majestad el Rey D.Juan Carlos I, se estableció un Comité deHonor de “El Legado Andalusí”; tambiénlos de la Región de Murcia; Organizador yEjecutivo, que se plasmó en el Tomo“Casas y Palacios de Al-Andalus”, dirigidoy a cargo de Julio Navarro Palazón. Paraquien tenga interés en conocer el exhaus-tivo trabajo expuesto en Murcia, coinci-diendo con la terminación de la ExposiciónUniversal de Sevilla, que se dedicó a ladecoración arquitectónica utilizada por losárabes, concretamente respecto al uso delas canteras cuyo producto final, el yeso,tiene su máximo esplendor en las yeseríasartísticas, sólo tiene que acudir al Tomoenunciado, cuyas casi cuatrocientas pági-nas, son un cúmulo de ciencia y sabiduríarelacionada con la arquitectura, urbanis-mo, simbología, decoración, cerámica, y,cuanta construcción se realizó durante eltiempo de estancia del musulmán en Mur-cia, ayudado por su conocimiento de latransformación de la piedra de aljez enmaterial polvo que, en contacto con agua,produce la masa plástica, para los cometi-dos expresados, más completa y antiguaque la creación del hombre ha conseguidoa lo largo de su historia. Escribir sobre lasYeserías Islámicas en España, sería unavanidosa e ímproba aspiración por miparte. Ahora bien, una sola percepción delo conocido, nos invita a pensar en laextraordinaria sensibilidad que plasmaronen sus obras de yesería los artistas quetrabajaron en ello. Sin duda, fueron exce-lentes y magníficos alarifes, arquitectos,

maestros de muro exterior de contradicto-ria ejecución de la belleza ejecutada en susinteriores con respecto a la obra en intem-perie), profundos conocedores de la geo-metría, incluso del álgebra y la alquimia,pese a la rigurosa sumisión al Corán, queaunque les limitaba por un lado, por elotro, les mostraba las estrellas del univer-so. Concebida como gente culta, formadaentre filósofos, poetas y músicos, defenso-res de la gramática del color. Color queaplicaban para regocijo de la vista y laespectacularidad. Serían, expertos calígra-fos de expresiones cúficas bordeando com-posiciones de esmerado ornato, estilo ydiseño. Dibujarían monteas que elevaríana obras magistrales de arcos y bóvedas.Un infinito proceso de yeserías, que seproyectó durante los más de 800 años deestancia en España, y, donde contribuye-ron nazaríes, abasíes, mudéjares, y, cuan-tas culturas análogas se anexionaron a sularga trayectoria en ésta geografía patria.

La magnífica obra publicada, joya espa-ñola de la investigación en materia de yeso:“Arte de los yesos. Yeserías y Estucos”, delinsigne Doctor en Arquitectura, IgnacioGarate Rojas4, siendo uno de los estudiososmás prestigiosos y expertos sobre los mate-riales de yeso y cal, nos advierte que, de losestudios realizados por Noël Heaton, publi-cados por la Royal Society of British Archi-tets, en 1911, y, otras documentacionesposteriores, comprobaron la extraordina-ria técnica empleada sobre los yesos defrescos minoicos cretenses.

No podemos olvidar al trabajo de nues-tro Rey Sabio, al que dio el titulo de “Lapi-dario”, que, traducido en distintas versio-nes, nos acogemos a lo expuesto al prime-ro de los cuatro compuestos, que se extien-de desde el folio 1 al 94a del Códice Escu-rialense h-I-15, donde en su prólogo da elnombre de quien lo escribe, que lo recibióde otros documentos anteriores, Abolays,sabio musulmán de ascendencia caldea, y,que, D. Alfonso, supo darle valor, entregan-do la obra a leer a su físico judio, YhudaMosca, quien le informó favorablemente desu importancia, que ayudado por el clérigoGarci Pérez, el manuscrito castellano,quedó terminado entre 1250 y 1260. Supropósito, escribe María Brey Mariño, es

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 106

Page 15: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

107

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

describir trescientas sesenta piedras cuyaspropiedades están vinculadas a los tres-cientos sesenta grados del Zodiaco -treintapiedras por cada uno de los doce signos-, einfluidas también por la posición en que seencuentren las estrellas que forman lasconstelaciones; éstas son veintiuna septen-trionales y quince meridionales, las cualessumadas a los doce signos, componen unconjunto de cuarenta y ocho figuras. Elyeso procedente del aljez, se encuentrasituado en la número 31 de las septentrio-nales zodiacales, y, en el grado 266 de laRosa de los Vientos.

Para definir las propiedades del yesoprocedente del aljez, dice lo siguiente:

“Del XXV grado del signo de Capricor-nio, es la piedra a que dicen del yeso, cono-cida por el moro por piedra de aljez. Pie-dra es blanda y de color blanco, ligera dequebrantar. De ellas hay que tiran a ber-mejo en el color y otras que son mezcladasde bermejo y blanco. En muchos lugares eshallada y hay muchas minas de ella. Denaturaleza es fría y seca. Cuando es moli-da y mezclada con alguna cosa, endureceluego y hácese piedra, por lo que la metenlos físicos mucho en las medicinas que sonsecantes; también es buena para laboresde casas y de otras cosas porque las hacencon ella sutiles y muy buenas. También esbuena para estancar la sangre cuando salemucho. Cuando la queman, hácese másseca y más sutil y tiene mayor fuerza enretener las cosas húmedas para que nocorran y mucho más si la amasan convinagre, que entonces hace parar el sudorpor fuerza, si untan el cuerpo con ella.Pero es en sí tósigo mortal, pues si de ellabebe alguno, antes que sea quemada, ahó-gale de manera que mata; lo mismo hacecuando está quemada, más no tanto. Laestrella delantera de las dos que están enla raya de la cola de la figura de Capricor-nio, tiene poder en ésta piedra, que de ellarecibe la virtud; y cuando está en el ascen-dente, muestra ella más cumplidas susobras.”

De cualquier forma, desde que opté arecabar lo más trascendente de éste apar-tado sobre yeserías, traté de conocer a losmejores estudiosos de todo lo relacionadocon los estucados artísticos en la actuali-

dad. Mi primer contacto lo mantuve conDoña Carmen Rallo Gruss, quien en su con-ferencia en la Real Fundación de Toledo,durante 2009, desveló el arte del aljez, a lavez que, es una renombrada especialistaen el tema y con responsabilidad en el Áreade Infraestructura de la Unidad de Conser-vación - Restauración del Ministerio deCultura, y, tras mantener un intercambiode opiniones y explicarle el motivo de mitrabajo, muy generosamente, me enviótoda clase de documentación y bibliografíareferidas a yeserías, remitiéndome a D.Ramón Francisco Rubio Domene, Jefe delTaller de Restauración de Yeserías y Alica-tados del Servicio de Conservación delPatronato de La Alhambra y Generalife,por encontrarse a punto de publicar unextenso estudio sobre la materia, y, a quienle envíe el siguiente escrito:

“Estimado Ramón: Por medio de Dña. Carmen Rayo Gruss,

acabo de conocer la aparición de su recien-te libro sobre yeserías.

En primer lugar me presentaré.Soy el Subdirector, Gestor y Editor de la

Revista Etnográfica "Cangilón", que sepublica bajo los auspicios de éste Centro, y,cuyo próximo número alcanzará la edición33, emitidas durante los más de 20 añosque llevamos trabajando en ello desde elConsejo de Redacción, compuesto por diezinvestigadores, y, con un equipo de colabo-radores articulistas que supera el mediocentenar de personas distribuidas por todala geografía de la Región de Murcia.

El motivo de mi necesidad de contactarcon usted, radica en la información quepreciso, sabiendo de su experiencia y tra-bajo científico, relacionado con la histo-ria, arte, uso y labor del aljez, cuyo princi-pal estudio está dirigido a las yeserías.

Le explico. En la Sierra de Murcia,denominada Carrascoy, existe una peque-ña pedanía (7.000 habitantes aprox. en laactualidad), cuyo nombre es Algezares(Aljez-ares, ó, Al-Jezar), lugar que pudie-ra coincidir en sus inmediaciones con laciudad perdida de Ello, donde existendesde muy antiguo, canteras de aljez quefueron abandonadas a finales del S XIX, y,en sus estribaciones, una importante can-tidad de hornos de yeso agrupados, con-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 107

Page 16: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

108

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

servados en perfecto estado de construc-ción gracias a la hostilidad de la zona decon dificultosa accesibilidad, sin perjuiciode que, en los últimos 25 años, la crea-ción de una urbanización de montaña ensus inmediaciones, Los Teatinos, ha pro-ducido una acelerada agresión de intensoperjuicio futuro para su normal manteni-miento estructural.

Ante lo expuesto, en éste aspecto,vengo realizando estudio sobre todo lorelacionado con el aljez para su publica-ción en la revista que le mencionaba, ade-más de iniciar expediente de solicitudpara la defensa y protección de las esta-ciones de hornos de yeso y sus canteras dealjez, por lo que todo conocimiento quepueda facilitarme en aportación y comple-mento al trabajo que vengo confeccionan-do desde hace meses, será de un granvalor para mis pretensiones.

Dado el caso, me interesaría hacerreferencia a su trabajo sobre yeserías, porlo que le ruego encarecidamente me indi-que donde puedo acceder a la informaciónen internet, y, en su caso, titulo del libropara interesarlo en la librería donde seencuentre disponible de facilitar.

Un saludo,Ángel L. Riquelme Manzanera.”

La respuesta no se hizo esperar, y, con-testaba lo siguiente:

“Estimado Angel:Estoy encantado de poder atenderle a

sus preguntas, y, muy interesado en cono-cer ese pueblo. El tema del yeso, yo yallevo con él mas de 20 años y sigo con lailusión de poder dar a conocer un materialtan extendido en todas las culturas y entodas las manifestaciones artísticas, arte-sanales, etc.

Son muchos los trabajos que llevohaciendo sobre el yeso, y cada vez son maslos frentes de investigación sobre estematerial, aunque la cosa no se animamucho por parte de investigadores, uni-versidades, etc.

Mi trabajo de tesis doctoral se ha tra-ducido en la publicación de un libro que seacaba de imprimir: "Yeserías de la Alham-bra: Historia, Técnica y Conservación", hedado algunas conferencias sobre el yeso, y

varias publicaciones. Una de ellas trata delos yesos de la Sinagoga de Lorca, le man-daré un pdf por si le interesa. En mi libroaparecen algunos hornos de yeso, de lazona norte de Granada (Galera-Baza).

Un cordial saludo.Ramón Fº Rubio Domene.”

Aunque ambos, mantuvimos contactodurante algún tiempo, me centré en leer eltrabajo sobre “Las Yeserías de la Judería ySinagoga de Lorca (Murcia)”, a cargo deRubio Domene, y, cuatro compañeras más:Campos Suñol; De la Torre López; AyoraCañada y Domínguez Vidal; como asímismo localizar su libro, que, tras tenerloen mi poder, he tenido la oportunidad deleer detenidamente. Realmente es un librode inmensa riqueza investigadora que per-mite adentrarse y pasear por el impresio-nante y extraordinario patrimonio sobreyeserías circunscrito a La Alhambra y elGeneralife de Granada. Para tener unaapreciación más cercana, en la página queabre el libro se dice lo que, en su dos párra-fos iniciales, reza a continuación:

“Desde la perspectiva de la investiga-ción, el Conjunto Monumental de LaAlhambra y el Generalife, ofrece un ampliorepertorio de campos en los que profundi-zar sobre su historia cultural y material.Sin embargo no ha sido hasta fechas muyrecientes cuando el término científico seha podido aplicar para referirnos a losestudios y trabajos técnicos realizados pordistintos campos disciplinares para obte-ner resultados concluyentes.

Es el caso del libro que ahora se publi-ca: “Yeserías de la Alhambra: Historia, Téc-nica y Conservación”, del que es autorRamón Rubio Domene..., fruto de su tesisdoctoral defendida en la Facultad de BellasArtes de la Universidad de Granada.

El yeso, un material consideradohumilde desde el punto de vista decorati-vo logra con los talleres artesanos delReino Nazarí de Granada, una de susexpresiones plásticas más extraordina-rias. La destreza y habilidad demostradapermiten valorar hoy mocárabes, sebkas,epigrafías y panales, de atauriques comoun auténtico tapiz arquitectónico desti-nado a fortalecer la apariencia de unos

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 108

Page 17: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

109

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

espacios pertenecientes a un poder polí-tico en regresión.”

No será necesario continuar detallandola importancia de éste libro, pero es ciertoque quien tenga alguna relación con elestudio y análisis que ofrece el arte de layesería, o, simplemente tenga interés porconocer con mayor detenimiento ésta disci-plina, tendrá de forma obligada que recu-rrir a conocer el magnífico y excelente con-tenido vertido en su libro, Ramón RubioDomene, de forma metódica, extensa, con-cienzuda y rigurosa en virtud de la expe-riencia, profesionalidad y estudios realiza-dos sobre la materia.

Tampoco es cometido de éste trabajonombrar, citar y dar cuenta de los grandesescultores y decoradores del yeso en Espa-ña, que muchos trabajaron en Murcia,pero en homenaje a todos y de formaexcepcional tomamos el ejemplo de Jeró-nimo del Corral. Por ello, no puede pasardesapercibido, el libro: “La obra en yesopolicromada de los Corral de Villalpando”,confeccionada por un equipo de especialis-tas en la materia, como Teresa Gómez;Ramón Romero; Guadalupe Sardine; Fer-nando Checa; Rocío Bruguetas; Mª LuisaGómez; Irene Arroyo; Bárbara Hasbach yAlfonso Muñoz, a cargo de la DirecciónGeneral de Bellas Artes y Archivos en cola-boración con el Instituto de Conservacióny Restauración de Bienes Culturales delMinisterio de Cultura, que concuerda conuna profunda investigación historiográfi-ca, documental, científica y de exquisitaaplicación de técnicas microbiológicas y debiodeterioro; exponiendo posibilidades detratamiento, así como alternativas y pro-puestas de conservación.

PERSONAJES INSIGNES EN LA INVES-TIGACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL YESO

Juan de Villanueva, Arquitecto y máxi-mo exponente de la arquitectura neoclási-ca en España, al referirse al patrimonioartístico realizado con yeso por todo elterritorio español, decía de forma sencillapero contundente: “Las obras de yeseríason más de nuestro genio.” No obstante,Torres Balbás, advierte que debemos teneren cuenta los estudios realizados sobre ladecoración mural Hispano Musulmana,

con signos procedentes del precedenteclaro de las yeserías aparecidas en villasromanas españolas, pese a que según elPresbítero Ortiz Sanz en su versión del S.XVIII sobre los Diez Libros de Arquitecturade Vitrubio, expresa: “... parece que losantiguos (romanos) hicieron muy poco usodel yeso en los enlucidos...”; cita textualque los especialistas han recogido comomuestra del poco uso de éste material porRoma, más con papel secundario de ayudaa la albañilería (sabemos que el materialromano por excelencia era la cal), pero hayque recordar que la civilización de Roma,no se limita a la vida del arquitecto, sinoque tiene un periodo que suma Monarquía,República e Imperio, que supera los nuevesiglos de historia, lo que nos deja entenderque existirían épocas donde el yeso (antesse mencionó el secreto de su uso por Egip-to), sería un producto que tendría prepon-derancia en las construcciones de los pue-blos romanos, no por su vinculo con Greciaque demuestra igualmente ausencia deyeso, sino por su relación con Mesopota-mia, con quien tuvo un intercambio deacciones y aplicaciones sociales que apren-dió y utilizó en función de la experienciasobre fortificaciones y murallas de las ciu-dades defensivas existentes desde la EdadAntigua por toda la geografía del OrientePróximo.

Y evitando entrar en una inmensa can-tidad de información que ya se encuentraredactada en los libros citados, diremosbrevemente que, durante la Edad Media,principalmente en la región de París, seempleó el yeso en revestimientos, forjadosy tabiques. En el Renacimiento para deco-ración. Durante el periodo barroco fuemuy utilizado el estuco de yeso ornamen-tal y la técnica del staff, muy empleada enel Rococó.

Es así como en el Renacimiento configuras como Pietro Cateneo; León BattistaAlberti; Vennoccio Biringuccio; Giovannida Udine, entre otros, personajes quemanejan el estuco con experta profesiona-lidad, crean una corriente de influencia enEspaña produciendo una de las eclosioneshistóricas más importantes de explotaciónde aljez de mejor calidad en la finura delyeso, y, con ello, la aplicación de métodos

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 109

Page 18: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

110

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

más depurados para la consecución de unpolvo más blanco y fino. El motivo fue des-tinarlo a enlucir, laminar y alisar paredes ytechos como base sólida para crear lasdecoraciones, representaciones e ilustra-ciones de pintura al fresco, y, pese al des-concierto de los maestros pictóricos en éstaespecialidad respecto a cuestiones sobre ladeterminación de algunas condiciones ele-mentales en las que se estimaban las ade-cuadas para la realización de sus inspira-ciones artísticas. El material base paraejercer y ofrecer la mejor pintura consistíaen disponer de un finísimo y limpio yeso deblanca pureza y tensa tersura, que serviríapara fratasar con absoluta lisura de perfec-to pulido, las superficies indicadas. Conpoca más investigación se descubrió, quecociendo la piedra de aljez molida, en vezde a 120º, cuya resultante es el yeso, ele-vando la temperatura a 180º, el materialmolido muy finamente se convertía enescayola. Ello dio carta de naturaleza a lafigura del aljecero en la transformación ymanejo del yeso, instaurando talleres yescuelas de los oficios, hoy día conocidospor “yesaire” y “escayolista” -que antesfueron fabriqueros y más tarde albañiles-,ante la lucha del exigente intelectual cultoque deseaba disponer de la mejor superfi-cie elaborada –aún estando, como un sier-vo más, al margen y lejos de la nobleza–,con la finalidad de obtener el mejor resul-tado con que ser felicitado y reconocidoartísticamente por sus obras.

En el siglo XVIII el uso del yeso en cons-trucción se generaliza en Europa. Lavoisierpresenta el primer estudio científico delyeso en la Academia de Ciencias. Poste-riormente Van t'Hoff y Le Chatelier aporta-ron estudios describiendo los procesos dedeshidratacíon del yeso, sentando lasbases científicas del conocimiento para lamayor segregación de usos que pudieraaportarse a la construcción, y, demás apli-caciones sociales. Hoy día, el yeso tiene talpolivalencia de usos, que llega desde suincorporación a la composición químicacomo fertilizante de suelos; pasando por laremediación y regeneración ambiental, eli-minando elementos de contaminación,especialmente metales pesados, y, paraotros productos en la agricultura; pero

también de él se obtiene ácido sulfúrico; o,con destino a recibir material fundente enla industria; y, por supuesto para todo lorelacionado con los nuevos materiales deconstrucción artesanal; aditivo; designa-ciones técnicas controlando el nivel queestablece la Norma RY-85; y, finalmente esimprescindible en odontología, con tipolo-gía I de yeso corriente; II denominado yesoParis; III extraduro modelos preliminaresde estudio; IV extraduro agregando resinaso Densita; y, V, el Sintético, reconocidocomo el más duro de todos.

Viene a enlazar con la prosperidad delS. XVIII en Murcia, pues durante éste siglo,se construyó la casi totalidad del patrimo-nio eclesiástico y civil. La mayoría de lasiglesias y palacios que visitamos tienen suorigen durante el Siglo de las Luces, ó, alque definimos por el de la Ilustración,demostrando sus fábricas, haber recibidoel yeso de forma variada y distinta, secuen-cia que nos indica la importante explota-ción y producción de yeso, procedente delas canteras de aljez, principalmente ubica-das en la Sierra de El Valle Carracoy.

El símbolo emblemático del uso delyeso en la actividad artística de Murcia, lotenemos en el Casino, ubicado en la calleTrapería, metáfora de la arteria raquissumida en la vieja historia de nuestra ciu-dad capitalina. Hay que agradecer a D.Alfredo Vera Boti, su labor investigadora yextensamente documentada sobre dichoedificio de arquitectura ecléctica, que fuevaciada en el libro “El Casino de Murcia”,verdadera tesis magistral, quien escribe alinicio, para darnos unas pinceladas de suintención, cuatro párrafos muy interesan-tes, pero que sin desmerecer, sino al con-trario, brindarle el éxito en su conjunto, metomo la libertad de referirme al tercero quereza: “El Casino de Murcia, se transformaasí en una excusa; mejor, en una pruebaque concentra (como buen resumen, preci-samente porque es una obra tardía, un epí-gono), que perfila, el modo de hacer acríli-co del historicismo, y como cualquier lec-tura poética que se haga, tiene que res-ponder casi necesariamente al campo delas “realidades inventadas”. Un libro deobligada lectura, no sólo por el erudito enmateria de yeserías, sino por todo aquél

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 110

Page 19: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

111

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

que sienta latir el corazón de Murcia y elalma de los elementos producidos en sunaturaleza como propios. La luz; el color;olores; paisaje urbano y huertano; inclusolos serranos montes; materiales sólidos dela tierra; que, de todo notamos del rezumarde su aliento entre las viejas paredes delCasino, preñadas de signos de nuestraidentidad que debemos amar y respetar,además de por ser nuestros, por haber sidoel cosmos en que vivieron, dentro delmarco territorial murciano, aquellosancestros del antepasado que nos legaronun rico y exuberante patrimonio material einmaterial, que debemos proteger, defen-der y conservar.

Del proceso cronológico resultante de lainvestigación del Sr. Vera Boti, relativa a loslibros del Casino, nos ceñiremos a los aspec-tos donde se encuentra el yeso referido.

En 1876, página 76, reza lo siguiente:“Se le pagan a D. J. Moreno por el friso

tallado en yeso para el salón de baile1.300 reales de vellón, y, a D. SantiagoRoche por los originales para los adornosde las pilastras de dicho salón, y a D.Manuel Sanmiguel por los dibujos para lasgalerías y antepechos de las tribunas demúsica.”

En 1892, página 81, dice:“Se inicia la decoración (yeserías), de

las nuevas salas del ensanche del Casino;en diciembre se coloca el techo del Come-dor (yeso).”

En 1886, página 83, indica:“Se ejecutan unos florones de yeso y la

pintura de la fachada de la Calle Lucas”“Se ejecutan obras de albañilería

(yeso), en distintas partes del Casino...”En 1899, página 97, expresa quien pro-

yecta el Patio Árabe de Yesería:“Satisfecho al arquitecto D. Pedro Cer-

dán a cuenta de los trabajos y memoriasde las obras 1.000 pesetas. Éste proyectocomprendía la ejecución del Patio Árabe,Peceras, Sala de Exposiciones de plantaalta y Fachada.”

“J. Juliá de Alba, construye el PatioÁrabe”. Lo que nos aporta el dato del adju-dicatario contratista de la obra que emple-aría a un especialista en yeserías que sehizo cargo de parte de la decoración queactualmente contemplamos en la entrada

por Calle Trapería hacía el Pasaje interiorEste-Oeste.

En 1900, J. Julíá de Alba, aparece tra-bajando con yesería, en el Pasaje E-O.Gimnasio, Biblioteca. Escalera. Restau-rante. Patio Central. Peceras. También seencargó a Juliá, la cimentación del PatioÁrabe.

En el libro Mayor de cuentas, 1899-1902, op. Cit, se cita que José Juliá haceescayolas y moldes de yeso. Hay que pen-sar que se trataría de las yeserías referen-tes para la decoración de los techos de laspeceras, accesos, etc.

El año 1901, interviene un nuevo espe-cialista en estuco para continuar el trabajodel Patio Árabe. Se registra con el nombrede Salvador Monzó, quien debió ser tam-bién marmolista, pues ejecuto meses mástarde, toda la obra de mármol rojo y blan-co de los dos pasajes por importe de 6.984pesetas. Después levantó los muros de laplanta principal del Patio Árabe, y, realizoel friso decorado con entrelazos hasta suterminación por 16.205 pesetas.

A Serrano y García se le atribuye lacolocación de los 35.000 panes de oro delPatio Árabe, lo que evidencia el número dehuecos dejados en medio de los entrelazosde paredes y bóveda de yesería artística.

Se incorpora, Manuel Castaño, a laslabores de entrelazado del Patio Árabe, y,hace los moldes en escayola (yeso conse-guido a 180 grados), de las cariátides de lafachada, y, a continuación las yeserías delSalón de Baile, esto último por una canti-dad de 12.000 pesetas.

Durante 1902, el Patio Árabe, vuelve aser motivo de trabajos por parte de algo decerrajería de Mejías, Castaño por decora-dos; y, de dirección del Arquitecto D. PedroCerdán.

Como podemos observar, el Casino deMurcia, es una joya, cuyo contenido, estáfraguado de yeso en sus diversas modali-dades, y, donde tanto alarifes, como artis-tas conjugan un equipo preciado y bienorganizado por su principal director, elArquitecto D. Pedro Cerdán, demostrandoser un ejemplo claro de acopio de éstematerial fabricado desde la piedra de aljez,cuyos yacimientos son claramente abun-dantes a lo largo y ancho de la Región, y,

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 111

Page 20: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

112

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

que los que se localizan en las inmediacio-nes de la pedanía de Algezares, como sunombre indica aljez-ares, en plural,muchos, han sido explotados a lo largo detoda la historia desde la fundación de Mur-siya, y, en consecuencia, producto impres-cindible en el proceso constructivo y arqui-tectónico que conformaba la trama resi-dencial urbana del interior de sus murallasy elemento de arraigo integrador de comúndenominador como técnica avanzada pro-fesional utilizada con todo conocimiento yexperiencia por parte de los primeros colo-nos que se asentaron como población esta-ble, y, de sus descendientes, hasta el día dela fecha en nuestra región.

Aun lo expuesto, quien mejor nos intro-duce en el conocimiento del aljez o piedrade yeso es el Ingeniero francés Jean Costes,quien escribe uno de los documentos másdescriptivos de los materiales y sus cante-ras, en su “Manual del Yesero y del Estuca-dor”, publicado por Eyrolles –Editeve–Paris, que, en 1966, fue traducido porMiguel Ángel Delgado Plá, para EditoresTécnicos Asociados, S.A. de Barcelona. Sinolvidar y teniendo en cuenta las lecciones yexposiciones soberbias, y, superiores plu-mas de expertos tan consagrados en bellasartes, como Amador de los Ríos; Torres Bal-bás; Pavón Maldonado; Luis de Villanueva,y, otros tantos dignos de mencionar, quedebe comprenderse la imposibilidad decitar por lo prolijo y extenso de su número.

Dice Costes, que según Littre, el yeseroes: “Obrero que emplea el yeso”. Sin embar-go desarrolla una larga definición desdeoperarios, hasta artistas, elaboradores,prácticos y especialistas, donde quedarepresentada la noble función de quien haconocido y trabajado el arte de localizar elaljez, transformarlo en yeso, y, a la vez, con-seguir multitud de estados materiales, paraser utilizado según pueda interesar. Éstelibro se hace imprescindible para quienrealmente tenga necesidad de informarsesobre toda la técnica procesal que comien-za en uno de sus capítulos con “El algez opiedra de yeso”, y, continúa con “las Cante-ras”, “Acción del calor sobre el aljez o yesocrudo”; “Fabricación del yeso”, variedades;denominaciones normalizadas; propieda-des del yeso; utilización del yeso; y, así, casi

trescientas páginas, donde demuestra laimportancia del yeso y su estudio perfecta-mente medido para estucado, enyesado,prefabricados, escayolas, planchas, placas,y cuanto hoy día puede ser motivo de pro-greso y evolución en la que ha contribuidoel yeso a lo largo de la historia.

ORIGENES Y FORMACIÓN DEL ALJEZSOBRE LA CORTEZA TERRESTRE

Tenemos constancia de que hace 200millones de años la costa Este y zonacentro de la Península Ibérica se encon-traba sumergida en el mar, cuando partede las zonas coordenadas donde ahorase encuentran ubicados nuestros Conti-nentes conocidos eran inmensas exten-siones oceánicas, modificadas a causadel último movimiento centrífugo y cen-trípeto de la superficie terrestre firmerespecto al núcleo de la tierra, que sedenominó Pangea5.

Se deduce que la forma original de Pan-gea era una masa de tierra con forma de"C" distribuida a través del Ecuador. Ya queel tamaño masivo de Pangea era muyamplio, las regiones internas de tierradebieron ser muy secas debido a la falta deprecipitación. El gran supercontinentehabría permitido que los animales terres-tres emigraran libremente desde el PoloSur al Polo Norte. Y para precisar, la esferaexenta de tierra que existió, referida alextenso océano que una vez rodeó alsupercontinente de Pangea se le ha deno-minado Pantalasa (Panthalassa). Se estimaque Pangea se formó a finales del períodoPérmico (hace aproximadamente 300millones de años) cuando los continentes,que antes estaban separados, se unieronformando un sólo supercontinente rodeadopor un único mar.

Ocurrió, que, Pangea, supercontinenteheredero, en sexta generación, del Vaalba-rá (la primera masa de tierra sobre lasuperficie marina, teorizada su dataciónhace aproximadamente 4.000 millones deaños), habría comenzado a fragmentarseentre finales del Triásico y comienzos delJurásico, producto de los cambios y movi-mientos de las placas tectónicas. El proce-so de fragmentación de este superconti-nente condujo primero a dos continentes,

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 112

Page 21: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

113

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Gondwana al Sur y Laurasia al Norte, sepa-rados por un mar circum-ecuatorial (marde Tetis,) y, posteriormente, a los continen-tes que conocemos hoy. Dicho proceso geo-lógico de desplazamiento de las masas con-tinentales (deriva continental) se mantieneen marcha al día de hoy. La siguiente hipó-tesis, como curiosidad del futuro, quedaplanteada en Pangea Última6.

El resultado de los depósitos acumula-dos durante millones de años, en franjasdeterminadas en las profundidades oceáni-cas, permitió crear el apilamiento de estra-tos sedimentarios adecuados, y, a su vez, alretirarse los mares durante el periodoJurásico, quedaron secos los lechos deéstos materiales que antes fueran solerasde fondos, que, enterrados y solidificadospor la meteorización física y química, que-daron convertidos en aljez, cuyos yaci-mientos fueron hallados por el hombrecuando el fuego ya era un elemento con-sustancial con los seres culturizados porlas primeras sociedades agrupadas caza-doras y recolectoras, y, pese al altísimogrado de sofisticada complicación para susprimeros usuarios, la producción del yesofue descubierta en un momento indetermi-nado de la historia repasada brevemente alcomienzo, pero que nos sitúa en fechascotejadas por la arqueología, comprendi-das al Neolítico, de increíble e incompren-sible entendimiento pero que, en Europa,abarca desde ese momento de la apariciónde la agricultura y ganadería socializadahasta el instante que comienzan los prime-ros procesos metalúrgicos.

Y desde esa fecha neolítica, el conoci-miento de la identificación del aljez y sumanufacturado, ha convivido con todas lascivilizaciones en mayor o menor medida,suponiendo un verdadero revulsivo en elprogreso evolutivo de sus primeros asen-tamientos y posterior incorporación a laconstrucción creada para proteger la uni-dad familiar colectiva socializada median-te hogares particulares, y, defender conelevadas murallas a sus residentes deincursiones e invasiones de agresores hos-tiles, material convertido en el tiempo yhasta el día de la fecha en el elemento deimprescindible uso para todo lo que hayasignificado arquitectura, y, en su anexo de

compañía surgió la inspiración del con-ducto artístico, que en las últimas décadasdeja paso y se extiende a distintos planosde la ciencia, la medicina, química y altatecnología.

CANTERAS DE ALJEZ DONDE REFLEJARSE

La Región de Murcia se encuentra den-tro de esa franja de terreno, actualmenteun tramo del arco mediterráneo, que hacedoscientos millones de años estaba sumer-gida bajo los mares. La evidencia la tene-mos por la cantidad de yacimientos dealjez descubiertos desde los Montes Pire-naicos hasta Andalucía Oriental. Dentro deésta planimetría abundan, incrustados yfundidos en las rocas, fósiles marinos demillones de años que demuestra la teoríadel antecedente acuático en el territorioexpresado.

En nuestro caso y por proximidad con laHuerta de Murcia, me referiré a las canterasencontradas en los montes adyacentes de laSierra de Carrascoy, y, una en particular,ubicada en la Carretera antigua de Alcanta-rilla a Mula por haber sido explotada duran-te varias generaciones de la misma familia,cuyos indicios visuales, formados por unagran hendidura que se aproxima a tres hec-táreas y con profundidades que superan los15 metros en algunas zonas del Este,demuestra la potencialidad de la explota-ción durante más de 150 años, debiendohaber prestado un extenuado servicio atoda la comarca del Guadalentín, Alcantari-lla, y, pedanías al Oeste de la capital.

Cantera de yeso en el margen de la carretera Alcanta-rilla-Murcia.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 113

Page 22: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

114

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Los tres puntos concretos de la Sierrade Carrascoy son los que tienen una mayorproliferación de material de aljez. El quedenominaremos “Los Teatinos”, justo en laladera Sur de Algezares; el referente a laRambla del Valle, cuyos hornos están bajoel aparcamiento de la Balsa de Agua delValle; y, en una lejana y relativa distanciade los primeros, citaremos al del MajalBlanco. Todos ellos conservan en sus inme-diaciones los restos de típicos hornos deyeso, compuestos de gruesas paredes depiedra, en algunos casos incrustadas en laladera del propio monte para acomodaruna pendiente en su espalda que sirvierade camino para subir la piedra y volcarlasobre la parte superior abierta del horno.

De ellos tres, el de los Teatinos, tienenuestro mayor interés, por razones obvias,ya que siendo muy joven, allá a finales dela década de los 60 del pasado siglo, y,coincidiendo con las visitas que D. ManuelJorge Aragoneses realizaba a las zonasseñaladas por sus confidentes para recono-cer puntos concretos de la Sierra del ValleCarrascoy, tuve la oportunidad de acompa-ñarle junto a otros amigos a visitar las gru-tas de los Teatinos. Recuerdo vagamenteque, desde el Camino Forestal que ascen-día a la Cresta del Gallo, bajamos por unasenda de fuerte pendiente hasta alcanzaruna pequeña terraza, superada en alturapor otra de mayores dimensiones, en unacota de nivel de unos 10 metros, con pano-rámicas a la Vega del Segura, cuyas posi-ciones se asientan unos 150 metros sobrela zona Sur de la Pedanía de Algezares.

El primer impacto, nada más entrar enaquella alquería natural, fue el silencio y elaura de misterio que transmitía. La obser-vancia de encontrarte con una serie depequeñas construcciones de piedra deunos tres metros de diámetro, y, no más dedos metros de altura empotradas en lasdiferencias de nivel del terreno, producíaun sobrecogimiento propio de la ignoran-cia de lo que se visitaba.

D. Manuel, que su misión consistía enrealizar la investigación de los suelos de lasdos grandes grutas existentes en el lugar,una de menor tamaño que podría corres-ponder a un pequeño abrigo en la piedra,y, la que más le interesó, localizada en unfondo sin salida, pero con una cavidad yextensión de grandes proporciones, quepudo estar habitada en la prehistoria, hizocaso omiso a aquellas oquedades circularesconstruidas de piedra, en grupos de dos, delas que él debía conocer perfectamente elmotivo del establecimiento y su aprovecha-miento7, conformadas (como he podidocomprobar cuando he regresado en losúltimos años al lugar), por una abertura enforma de puerta arqueada de algo más deun metro desde el suelo, y un pequeñohueco de unos 60 centímetros de ancho enla espalda. Lógicamente carecen detechumbre, y, están relativamente bienconservadas, sin duda, gracias a encon-trarse en un terreno que disuade visitarlodebido a su difícil acceso.

Nunca más se me ocurrió preguntar elcometido que realizaron aquellas construc-ciones circulares en el pasado dentro de

Restos de yeso en la base de la Balsa de agua del Valle-Carrascoy. Horno de yeso Majal Blanco.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 114

Page 23: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

115

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

aquél paraje insólito y solitario. Entre otrasrazones, porque pese a que Aragonesesvolvió por aquellas fechas, en repetidasocasiones al lugar (la muestra de su pasotodavía se conserva con una pica de hierropara soporte de una cuerda de pasamanoso quitamiedos, puesta en un escalonamien-to de la entrada por la bajada a la terrazainferior), quien suscribe nunca más hizoese itinerario junto a él.

No obstante, a petición de nuestroínclito museólogo, personalmente, realicéuna serie de retrospecciones por la Sierra,en busca de bloques de piedra que contu-vieran supuestas cazoletas, insculturas ópetroglifos, para demostrar lo mucho quequedaba por trabajar en relación con labúsqueda de descubrimientos de signosíntimamente vinculados a la cultura delargar. De aquellas excursiones que efectuédurante años por las Sierras del Carrascoy,desde las estribaciones del Puntarrón, enel Puerto del Garruchal, hasta el Puerto dela Cadena o del Castillo de la Asomada, y,mucho más allá, llegando hasta los limitescon el Municipio de Alhama de Murcia, através de los distintos caminos que ascien-den al Repetidor de Televisión Española enlos picos más altos del Carrascoy Oeste amás de mil metros sobre el nivel del mar,extenuado por los recorridos sin éxito enla búsqueda de aquellos grabados rupes-tres basados en incisiones profundas yanchas, generalmente sobre grandes blo-ques de piedra planos, semejantes a losexistentes en Galicia atribuidos a la Edaddel Bronce, que me había pedido encon-trara, supuso que mi rastreo se dirigiera

hacia la localización de las fuentes, ram-blas y manantiales de ésta Sierra, cuyostrabajos publicaba en el año 2001-2, enésta misma Revista.

No quedó ahí mi insistencia y pocosmeses después de haber terminado misartículos para la revista Cangilón, tropeza-ba de forma casual con lo buscado. Estandodescansando sobre unos bloques de piedraplana, en la subida de la Rambla Lo Serra-no hacia las Navetas, movía con las manosla arena y tierra que cubría la superficierocosa y en un punto concreto noté se hun-dían los dedos dentro de una pequeña cavi-dad del tamaño de un plato de cocina. Meapuré a limpiar con las manos toda la losay cual fue mi sorpresa, cuando aparecíantres cazoletas con sus respectivas incisioneslongitudinales. Allí estaba el primer descu-brimiento encontrado de lo que me habíainteresado Jorge Aragoneses. Lamentable-mente, no pude darle la satisfacción deinformarle sobre el acontecimiento que élhabía intuido aparecería, debido a su falle-cimiento muy pocos meses antes

Guardé el celoso secreto durante años,primero para seguir buscando y segundocon la finalidad de tener clara las gestionesposteriores.

Años después, en unas jornadas sobrearqueología celebradas en el Cuartel deArtillería, en la Calle de Cartagena, en Mur-cia capital, comenté a Ángel Iniesta San-martín, el conocimiento de mi descubri-miento. Me dijo que me remitiría a otrocompañero experto en esa materia. Pasa-ron varios meses, y, tras reiterarle mi peti-ción para realizar un estudio sobre loencontrado in situ, consideró que debíaponerme en contacto con Juan FranciscoJordán Montes. Conocía a Juan F. Jordánde unos años antes, cuando se celebraronlos actos en homenaje a Antonino GonzálezBlanco, y, mi concreta colaboración con laRevista de Antropología de la Universidad.No obstante, antes ya, nos habíamos fami-liarizado con motivo de su interés pornuestra Revista Cangilón.

El siguiente paso consintió en incorpo-rar a Emiliano Hernández Carrión al equi-po. Mientras tanto, volví a descubrir dosnuevas estaciones de petroglifos, concreta-mente en el Cabezo Pascual y Los Cerilla-

Horno de las canteras de yeso de Los Teatinos.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 115

Page 24: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

116

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

res. A partir de ahí, tras levantar las car-tas arqueológicas, se procedió a la publi-cación de la investigación realizada en laRevista Verdolay N12, 2009, del MuseoArqueológico de Murcia, bajo el titulo:“Los petroglifos del Parque Regional de ElValle (Murcia)”.

Traigo a colación ésta intervenciónarqueológica, por cuanto supone tener encuenta que dichas estaciones de petrogli-fos, curiosa coincidencia, se encuentranubicadas en zonas próximas donde se loca-lizan importantes canteras de aljez en lazona del Valle-Carrascoy.

Al día de hoy, éste hecho se vuelve arepetir, cuando visitando aquélla área en laque en su día acompañé a Jorge Aragone-ses a las grutas de los “Los Teatinos”,encuentro un nuevo bloque de piedra,cuyas proporciones aproximadas estaríasobre unos 3 metros de longitud, por unamedia de 1´50 metros de ancho y un metrode altura, con una cazoleta centralizadahacia su lado Suroeste, de dimensionescercanas a 50 cm. de diámetro, y, 50 cm deprofundidad, con toda una serie de incisio-nes longitudinales que representan unextraordinario hallazgo, justo unos 80metros de altitud por encima de las cante-ras de aljez y el agrupamiento de hornos deyeso de aquél lugar. Pronto estaremos dis-puestos para el estudio correspondiente,junto a otros pequeños descubrimientosque jalonan el Alto de Los Cerillares, y, lacornisa Oeste de Los Villares, más conoci-da como Muralla de King Kong, y, sucorrespondiente publicación en la “RevistaVerdolay”

BÚSQUEDA DE ALJECEROS EN LAS INMEDIACIONES DE LA HUERTA DE MURCIA

Primeramente, tras una serie de pregun-tas a diversos promotores de obras de lazona, todos coincidían que debía dirigirme ala Empresa de materiales de construcciónde “El Caracoles”, por su larga trayectoriafamiliar, durante varias generaciones, dedi-cados al yeso. Me hice con el teléfono de sugerente y propietario, Francisco GarcíaSáez, que tras hablar por espacio de unosminutos explicándole mi deseo de entrevis-tarle, y, observando que tenía compromisosadquiridos de trabajo, quedamos en que lellamaría más adelante para visitarle.

Igualmente, hice gestiones para locali-zar alguna yesera en las inmediaciones deLos Teatinos. En éste caso, tras alguna queotra visita al edifico de “La Rosaleda” inte-resando contactar con el Alcalde Pedáneode Algezares, a quien dejé una nota en suoficina de mi teléfono, me llamó una maña-na , y en función de la petición que le hice,no supo darme un nombre, ni siquiera undato en relación con las canteras de aljez ylos hornos de yeso existentes, unos cuantoscientos de metros por encima de su pueblo.Quedó en llamarme cuando tuviera algúndato, pero supongo que ante lo infructuosode su cometido, al no encontrar nada, pre-firió seguir indagando ó tratar de tenertiempo para dedicarse a ello.

Por otra, parte, durante los últimos másde 20 años, motivado por la petición deAragoneses recorriendo la Sierra delCarrascoy, con la posibilidad de encontrarlas estaciones de petroglifos, he conocido eintercambiado conversación con unainmensa cantidad de senderistas, monta-ñeros y visitantes de todo tipo con afinida-des a la montaña.

En uno de los itinerarios, concretamen-te, cuando descansaba en el “Mirador deLas Navetas” tomando unos apuntes sobrelas distintas canteras de aljez localizadasen los últimos meses, recuerdo que mellamó la atención un hombre de unos 50años, con aspecto bohemio, aseado, buenapresencia y muy delgado, sin duda por serun buen caminante. Por su forma de vestir,parecía tener relación con una vida enplena naturaleza. Y por el largo tiempo

Petroglifo de “Los Teatinos”.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 116

Page 25: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

117

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

estático, apoyado sobre la barandilla delmuro contemplando las magníficas vistasde toda la Vega de Murcia, que demostrabadivisar con placer desde aquél lugar, deno-taba ser una enamorado del paisaje. Ibaacompañado de un perro mediano, condesgastado collar, del que no pude definirsu raza. No tengo clara la forma de entraren conversación entre ambos. Nos presen-tamos y dijo llamarse Diego Noguera. Peroahora estábamos hablando como si nosconociéramos de toda la vida. Vivía enalgún punto del Valle Lunar próximo alCamino de Los Puros haciendo vida deasceta. Estaba prejubilado, y, de sus pala-bras deduje que el cambio de actividad dedonde residía en La Alberca, agobiado porel ajetreo urbano, al nuevo lugar, parecíadenotar era de su completa y plena satis-facción. En un intercambio de frases lecomenté si tenía referencia ó había vistocanteras de yeso (por aljez, no lo entendió),en sus desplazamientos diarios deambu-lando a lo largo y ancho de la Sierra. Medijo que no, pero conocía casi todas las quese había explotado en las laderas de la Sie-rra desde Algezares hasta el Puerto de laCadena. Y, se hizo la luz, entonces, comen-tó que su Tío paterno, había tenido unayesera. El dato me interesaba, lo percibió,y, con todo agrado indicó nombre y direc-ción del hermano de su progenitor, por siquería visitarlo, ya que éste podría facili-tarme todo tipo de detalles sobre lo que yotrataba de indagar a través de él. Apuntécomo nombre el de Pascual Noguera Sán-chez, con residencia en la Calle Jara Carri-llo de La Alberca.

MI CONTACTO CON PASCUAL NOGUERASÁNCHEZ, ARRENDATARIO YESERO

Varías semanas después, hice un huecopara visitar al Sr. Noguera Sánchez.

Era una tarde de sábado de comienzode primavera, la larga calle de Jara Carri-llo de La Alberca tenía el cupo de aparca-miento completo e hice varias pasadashasta encontrar un hueco donde estacionarel coche. Pregunté sobre la persona, y,fácilmente, era notorio que los vecinos leconocían. Se me indicó su vivienda. Llaméal timbre en varias ocasiones y no obtuverespuesta. Entendiendo que había salido

pero intuyendo que por su avanzada edadno tardaría en regresar quedé a la espera.Una media hora después, entraba al gara-je del edificio un vehículo cuya conductoraresultó ser, Antonia, la nuera del Sr. Nogue-ra. Me presenté haciéndole participe delmotivo de mi visita, y, muy amablementecon una sonrisa dijo: “... si, mi suegro, estáarriba en su casa, pero tiene disminuciónauditiva, y, si además tiene la televisiónencendida difícilmente oirá la llamada”.Abrió la puerta y con toda cortesía meacompañó a presencia de su suegro. Éste,con cierta perplejidad y sorpresa me mirófijamente. Le expliqué quien era y el interésen entrevistarlo. Noté que se tranquilizabay desaparecía su primer rictus de seriedad.En pocos minutos ya éramos buenos ami-gos, más aún cuando me informó (elmundo es un pañuelo), que había nacidoen Alcantarilla y que era el sobrino deDiego Sánchez Jara.8

Volviendo a mi entrevista con el Sr.Noguera (vuelvo a repetir que el mundo esun pañuelo, pues me hace constar quenació en Alcantarilla), ya de forma disten-dida, empecé a preguntarle:

¿Nombre, fecha y lugar de su naci-miento?

– Pascual NogueraSánchez. 9 deDiciembre de 1924.De forma circuns-tancial en Alcantari-lla, familia de losconocidos comer-ciantes y propieta-rios de la Posada delTío Viruta. Supadre, Jesús Nogue-ra Lorente, era her-mano del famosotorero alcantarillero“Yerberito” (tam-bién estudiado por

mi en la revista de las fiestas de Alcantari-lla del año 2000), y, su madre, Josefa Sán-chez Jara, sobrina de Jara Carrillo y her-mana de Diego Sánchez Jara.

¿Cómo trascurren los primeros días yaños de su vida?

– Eran momentos muy difíciles, nohabía trabajo en Alcantarilla, y, al margen

Pascual Noguera San-chez. Arrendatario Yeseroen Murcia.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 117

Page 26: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

118

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

de pequeñas tensiones entre abuelospaternos y maternos, mi padre decidióque nos trasladáramos a Madrid. Allí fuecontratado como electricista y técnico deproyección en el Cine Barceló, dedicándo-se a renovar la instalación de iluminaciónde la sala, además de otros trabajos demantenimiento.

Unos años después mi madre, embara-zada, regresa a Murcia a dar a luz. Por eldelicado estado en que se encontraba fuerecogida en el Palacete del Malecón que,fuera residencia de Jara Carrillo, habitadopor su sobrino Diego, hermano de mimadre. Lamentablemente, falleció, en elmomento del parto.

Durante la fatídica Guerra Civil mipadre es apresado y encarcelado. Yo tenía13 ó 14 años y al encontrarme en la másabsoluta soledad, busco a unos amigos demi padre para que me ayuden a viajarhacia Murcia. Es así como en un tren demercancías con muchas horas de trayectollego a Murcia donde me esperaba mi Tíopaterno Matías Noguera Lorente, quien meacoge en su casa. Como anécdota recuerdomuy de lejos, que su oficio era conductor decoches y el suyo lo guardaba dentro de laCatedral, edificio desacralizado para sertaller mecánico, garaje y almacén.

A continuación me ingresan en el Cole-gio de la Misericordia (junto a San Loren-zo), bajo la custodia de mi Tío Diego Sán-chez Jara, quien ejercía de Maestro endichas escuelas.

Un par de años más tarde me dijeronque tenia que ir a vivir a la antigua Casa delHuerto, propiedad de Jara Carrillo y legadaa sus sobrinos, justo en frente de ésta casadonde nos encontramos situados nosotrosahora mismo donde yo vivo. Casa del Huer-to que, más adelante, sería motivo de uncontencioso por mi parte pues entendíaque por ser yo línea directa de mi madretambién sobrina de D. Pedro, tenía derechoa parte de dicha propiedad.

Aquí, en la Alberca, con apenas 15años, trabajé en lo que me indicaron, agri-cultura, albañil, y, cuanto suponía poderganar algunos céntimos para sobrevivir.

También aquí conocí a mi esposa hijaúnica. Su padre viudo, era Maestro albañily dueño de ésta casa donde estoy, nada

más morir nos dejo la herencia de lamisma. Pero antes decir que nos conoci-mos un día como hoy, y, un año después,con 16 años nos casábamos por conve-niencia de las familias. Tuvimos un hijo ydos hijas, y, puedo asegurar que hemossido muy felices.

En muy corto espacio de tiempo, fuirequerido al Servicio militar en Valencia, yallí, aunque ya lo había practicado con miTío el chofer, aprendí a conducir, llegandoa ser el conductor del coche oficial delGeneral Rafael Santapán Ballester.

Mi peor situaciónera lo insufrible desoportar el tener ala mujer tan alejada,aquí en La Alberca,y, sólo poderla visi-tar cada tres ó cua-tro meses.Regresé del serviciomilitar y el suegrome contrató en sutajo de albañiles,donde antes de par-tir ya había estadotrabajando y cono-ciendo las propieda-

des del yeso en el que me especialicé comoyesáire con la enseñanza de él. Pero eramuy duro, y, en breve, con unos pocos aho-rros que disponíamos, le propuse a mimujer comprar un pequeño camión quevendía un Circo arruinado a su paso poréste pueblo. Con ese camión comencé otranueva vida y me introduje como transpor-tista de piedra de yeso. Todos los días,durante muchos años, veía como dinamita-ban las canteras de yeso y cargaban micamión para llevarlo a los hornos de lasyeseras de Rufete y de El Caracoles.

Observé que la venta de piedra de yesoera rentable, y, descubrí una nueva veta enla Cantera de la Rambla del Valle. Solicitélos permisos necesarios y me puse a explo-tarla mediante el arriesgado y peligrosoproceso del uso de barrenos de pólvora.

En aquellas fechas el yeso era un mate-rial que producía riqueza, por tanto, Rufe-te y El Caracoles, entendieron que al sercompetencia debían denunciarme. Lohicieron y tras ser requerido por la Guardia

Pascual Noguera Sán-chez. Chófer del GeneralD. Rafael Santapán.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 118

Page 27: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

119

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Civil se comprobó que disponía de todos lospermisos legales por lo que se archivaronlas diligencias contra mi.

Llegó un momento que, el camión delCirco, tras un severo esfuerzo de trabajo,estaba totalmente roto, lo que hizo que medirigiera al concesionario de vehículosindustriales de D. José Méndez (padre delque fue Alcalde de Murcia, con el mismonombre, hace pocos años). Le compré elcamión y le instalé el volquete que se loadquirí al carrocero de La Alberca EnriqueCampillo.

Una vez que tenía el camión nuevo,aspiré a regentar mi propia yesera. Fueasí, como aún siendo muy joven, arrendéla yesera del Sr. Parra, en Santiago elMayor, junto al paso de ferrocarril, y, laestuve explotando, con muchas penas ycalamidades.

Otra vez a aprender, y, aunque el traba-jo estaba encargado a dos peones profesio-nales en hornos de yeso, además de ser elcargador y camionero que proveía el mate-rial de la cantera a la yesera, más de unavez, tuve que arrimar el hombro para fun-dir yeso.

¿Me podría explicar el proceso quelleva el manufacturado del yeso?.

– Realmente es fácil, pero quien loinventó tuvo que ser muy listo, ó, conse-cuencia de casualidades. No se puedeentender que, una piedra, cuando se hor-nea a fuego lento y durante muchas horas(en eso consiste la formula), pueda quedartan blanda para hacerla polvo.

Como decía antes, seguía con mi peque-ña explotación en la cantera y traía con micamión la piedra al patio de la yesera. Acontinuación la piedra que venía fragmen-

tada, se le repetía un machaque con mazopara dejarla más pequeña.

El horno que ya existía, tenía formacilíndrica y lo reparamos con las piedrasque requiere el horno de yeso, o sea, dearenisca de coloración amarillenta y quetornaba en rojiza con el efecto del calor. Suinterior quedaba igual que una bóveda,similar a los tradicionales hornos de pan.

El trabajo se hacía por lo general denoche, con la finalidad de faenar sobre elhorno con una temperatura moderada.

El siguiente paso era poner en el suelodel horno leña de pequeño calibre (romero,limonero, los restos de podas de frutales dela huerta), servido por un leñero que abas-tecía a las yeseras, cuya sede la tenía en laportada de San Antonio de Murcia.

Después rellenar el cilindro con la pie-dra machacada por la parte superior abier-ta.

Se tapaba hasta quedar completamentecubierta la terraza, con el ripio, que era elmaterial de residuo o desecho sobrantetras el proceso del maceado.

A continuación por la abertura de lapuerta inferior, donde se había puesto alprincipio el combustible de madera, serellenaba con más cantidad de leña.

Se le prendía fuego y durante diez adoce horas, tenía que mantenerse unallama tenue que no superara los 120 gra-dos. El control de la temperatura tenía queser muy riguroso, de lo contrario podríapasarse de hervor, ó, no llegar al necesario,y por consiguiente perder las propiedadesconvenientes para el yeso.

Los profesionales que realizaban el tra-bajo tenían mucha experiencia en éste pro-ceso, por lo tanto, en mi caso, todo resulta-ba relativamente sencillo.

Para conseguir el yeso, se dejabaenfriar la piedra cocida, convertida en unmaterial blando, y, bien nuevamente conmazo, ó, mediante una trituradora se lehacía polvo, que, a la vez se cribaba, comoúltimo paso para obtener el fino polvo delyeso que lo depositábamos en unos aparta-dos del local para venderlo a granel ó enva-sado. La medida empleada era el capazo, y,tres capazos constituía una fanega, o, loque es igual el peso que suponen 60 kilosde yeso.

Camión de Pascual Noguera Sánchez para el transpor-te de piedra de Aljez a los hornos de yeseras.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 119

Page 28: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

120

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Además, una vez extraída la piedra delhorno, quedaba en el suelo la ceniza, quese extraía por ser muy codiciada para lacubierta del cañizo del doble techo inferioral tejado de la vivienda, o, como aislante enlas terrazas para después, sobre ella, insta-lar la losa.

¿Como repartía el yeso?– Tenía la colaboración de un carretero,

el Ratones, que hacía un itinerario porMurcia, y, las Pedanías. En realidad, enaquellos tiempos de los años 50, no se dis-ponía de buen transporte barato, y, serecurría con frecuencia a los carros, cuyosmuleros eran gente muy sacrificada y cas-tigada por la vida, cuyo oficio venía recogi-do de los padres, que antes lo habían hechopara llevar cargamentos a todas las partesdonde se les mandaba, incluso teniendoque pasar muchos días fuera de casa.

¿Y cual fue la causa de su cierre?– Pues, una mañana, se presentó un

Inspector de Hacienda, pidiendo el pago dela licencia fiscal, y, pese a que cumplía rigu-rosamente con las tasas y tributos que meexigían, resultó que debía una cantidad de14.000 pesetas. Pagué religiosamente,pero me plantee el cierre puesto que,detectaba que la mucha competencia esta-ba haciendo disminuir los pedidos la ventay los beneficios, cuyos ingresos tenían quehacerse cargo de pagar a dos personas, mipropio sueldo, y los muchos gastos men-suales de funcionamiento y contrato delpropietario real de la yesera. Como quieraque apenas conseguía cubrir gastos decidídejar el arrendamiento.

Muy bien, muchas gracias Pascual –ledije–, creo que ha sido una tarde de granesfuerzo por su parte, y, ya es hora de quedescanse.

Le pedí alguna fotografía relacionadascon lo hablado y me dijo que las buscaría.

Reconocí que no podía pedirle más. Suestado de avanzada edad, disminuciónauditiva, un vista cansada y pasadas lasnueve y media de la noche, tras más decuatro horas de charla había sido suficien-te. Es un hombre con apariencia ruda yseria, sin embargo, conforme iban pasandolas horas, demostró ser de una gran sim-patía, irónico y buen humor, pero lo que esmás importante para una persona con 87

años, dispone de una memoria prodigiosacon exquisita educación y una formaciónhumanista muy superior a lo que puedeentenderse en quien ha trabajado toda suvida en funciones y labores de esfuerzo físi-co. Los últimos años de trabajo hasta sujubilación fueron de taxista, profesión quele acercó a la afición de los coches antiguosde los que dispone de dos modelos, en unbajo de su casa. Uno de ellos, de tipo ame-ricano y color azul cielo, me lo enseñó, elotro lo tenía cubierto por una funda y enzona donde no tenía luz eléctrica, y, puestoque estaba de noche, le hice desistir paraque no me lo mostrara.

Le agradecí su inestimable colabora-ción, me despidió en la puerta de su edifi-cio y estrechándome la mano, a la antiguausanza, con fuerza y nobleza, como sisellara un pacto entre caballeros, nos diji-mos adiós. Le comenté que le llamaría paravenir a recoger las fotos y quedamosemplazados para ello.

Volví quince días después, y, con laayuda de su nuera Antonia, me facilitaronlas fotografías que se acompañan en éstecapitulo.

APROXIMACIÓN A LA SAGA DE “EL TIO TOMÁS EL SEQUENERO”

Expliqué al comienzo de ésta apartado,que, tras diversas averiguaciones realiza-das en el ámbito de empresarios de obras,comprendidos al tramo geográfico de lacostera sur de la Sierra del Carrascoy en elque estuve recogiendo información. Miintención era conocer y describir una yese-

Camión e hijo de Pascual Noguera Sánchez. Transpor-taba la piedra a su yesera en Murcia.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 120

Page 29: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

121

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

ra abierta a lo largo de varias generacio-nes. Todos me indicaron que la coinciden-cia de esa circunstancia se daba en la fami-lia de la industria yesera, y, más tarde, deventa de materiales de construcción de “ElCaracoles”.

En el capitulo correspondiente ante-riormente expuesto, indicando mi búsque-da de aljeceros, o, sea personas que explo-taron canteras de aljez, pero que a la vezextendieran su trabajo a la producción deyeso, previo proceso ya comentado por miestimado entrevistado el Sr. Noguera Sán-chez, -herederos de aquellos pueblos que lohicieron desde el neolítico hasta nuestrosdías-, que centraba el interés en conseguirrelatar las vivencias propias de sus prota-gonistas en ésta dura actividad, donde elpeligro inminente debido a la utilización debarrenos de pólvora para fragmentar laroca -que tantas desgracias y accidentes haproducido en nuestras canteras de el ValleCarrascoy-, sumado al esfuerzo físicomanejando y cargando la piedra en carros,y, camiones -en su última época-, conduci-dos por aventurados carreteros y camione-ros, surcando caminos pedregosos y deescabrosos repechos llenos de dificultad yprácticamente infranqueables, tenía queconjugarse con el añadido proceso que sedesarrolla en la fase de horno, triturado ycribado para obtención del polvo fino deyeso, en su conjunto, una labor con innu-merables molestias, incomodidad e inclusonocividad9, pero que debía ir unido a obli-garme en localizar una familia que hubieratenido una continuidad generacionaldurante su longeva trayectoria profesionalcomo yeseros.

Como continuación de aquella primerallamada por teléfono realizada el año pasa-do, a D. Francisco García Sáez, donde mehabía confirmado personalmente la trayec-toria familiar heredada de padres a hijosde la explotación de canteras y fabricaciónde yeso en sus propias instalaciones situa-das en la ribera superior de la margenizquierda de la Rambla de La Alberca, fuecuando volví a interesarme para proseguircon la posibilidad de entrevistarnos. Perodesgraciadamente, una contrariedad habíasurgido. Tuve la terrible noticia del luctuo-so suceso sobre el fallecimiento del Sr. Gar-

cía Sáez, cuyas cau-sas no viene aquíanalizar, puesto que,la lógica de la propiacoherencia de cadauno, tiene razonesde incomprensiónpara la inteligenciade los demás. A par-tir de entonces consi-deré que no dispon-dría de la informa-ción suficiente ydetallada sobre los

antecesores que habían creado una largaestirpe de yeseros, cuyo resultado, dado elcaso del desuso de yeso, y, vejez maquina-ria industrial, a partir de la década de los70 del pasado siglo, supuso el cese de laactividad, que la Empresa “Caracoles”,apostó por la reconversión, hacia unafirma comercial de venta de materiales deconstrucción.

Es así como me ceñiré a los pasosseguidos a continuación, con la finalidadde poder recabar los datos que pudierancomplementar mi artículo.

Entendí que mi única solución, estu-diando la situación de forma sensible y res-petuosa, para acercarme al Grupo comer-cial “Caracoles”, debía pasar por acudir undía a sus dependencias comerciales. Y, esasí como, a mediados de ésta última pri-mavera, una tarde de sábado (día y horarioque habitualmente aprovecho a lo largo delaño, para mis trabajos de indagación yaveriguación de cuanto sirva para comple-mentar el aspecto de los textos que compo-nen el artículo para ésta revista etnográfi-ca), me acerqué al domicilio social de la

Industria Yesera “El Caracoles”, 1972.

Francisco García Sáez en1976.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 121

Page 30: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

122

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

empresa. Evidentemente el resultado no lohabía previsto. Estaba cerrada de fin desemana, de la que llamamos inglesa, comodebe ser en cualquier entidad de éste tipo.No obstante no me desanimé y recorrí todoel perímetro que conforma la manzanasuperficial de sus instalaciones, y en laesquina de las calles de subida con el crucedestino hacia el Mercado de Abastos facha-da, rambla por medio, con la puerta prin-cipal del negocio de almacenes de materialde construcción y vieja yesería, se ubicanlas exposiciones de diverso material delGrupo Caracoles. También cerrado, peroun teléfono móvil se anunciaba en la cris-talera de la puerta de entrada. Me tomé lalibertad de llamar, y, una señora muy ama-ble a quien me presenté y le expliqué elmotivo de mi visita, me señaló que, Jesús,hijo y heredero del Sr. García Sáez, llevabaun tiempo resolviendo asuntos de urgenteinterés familiar, pero que le informaría demi interés por contactar con él.

Pasaron un par de semanas, y, como noobtenía respuesta, reiteré mi llamada aquien se había ofrecido a introducirmeante el nuevo propietario heredero de laempresa familiar “Caracoles”.

La señora, con toda amenidad, se dis-culpó por la tardanza -que yo entendía-,ante la tragedia vivida, y, me dio el núme-ro de teléfono móvil de Jesús, hijo del falle-cido Sr. García Sáez.

Al día siguiente, me puse en contactotelefónico con Jesús, a quien expresé misincera condolencia por la muerte de supadre. Muy receptivo a mi petición, tras miexplicación, quedó que me llamaría. Trans-currido un tiempo sin noticias, y, como pre-cisaba avanzar en éste artículo, insistí. Sepuso nuevamente al teléfono Jesús, que deforma afable me dice que sentía la tardan-za pero había estado muy ocupado. Queda-mos para vernos un par de días después enlas oficinas de la empresa.

Era una mañana de calor al final de laprimavera cuando llegué a las inmediacio-nes de las instalaciones -en cuya zona pró-xima aparqué-, y, como es habitual en Mur-cia, el incipiente verano se hacía notar.

Conforme ascendía la leve pendientehasta las oficinas, entrando por la puertaprincipal de salida y entrada de vehículos,

trataba de hacerme una idea de cómohabía sido el acceso que, desde su inicio,tuvo la yesera que funcionó en éste lugar;alma y corazón que recibió miles de tone-ladas de piedra extraída de las canteras dealjez traídas de los montes próximos delCarrascoy, transformándolas en ese polvoblanco, que amasado con agua, se convier-te en una masa apreciada desde la anti-güedad más remota para todo tipo de obrarustica, urbana y artística.

Miré a la izquierda por donde a unos 20metros de distancia, la solera de la ramblatranscurría profundamente por debajo dela altura de mis pies lindando a todo lolargo del lateral, y, a mi derecha, encontréuna gran cantidad de palés de madera api-lados que soportaban el almacenamientode mercancías de materiales de construc-ción; un poco más arriba una vivienda rela-tivamente moderna de tipo familiar, y,seguidamente, una casa de doble plantacon fachada en yeso con una leva capa deamarillo, incorporando marcos y puertasde madera, seguramente de mediados delS. XX, apreciándose evidentes signos deabandono.

Alcancé la puerta de la Oficina. Entrédando los buenos días ante la presencia devarios clientes que eran atendidos en unmostrador a media altura a mi izquierdacon tabla detrás para trabajo administrati-vo, una mesa con chica a mi derecha, y,muestras ó paquetes de materiales deconstrucción, contenido de la estancia queabarcaban mis ojos. Pregunté por Jesús, y,como si esperara mi llegada, un chicojoven, alto, delgado, pero seguro en simismo, atento y cordial, se apresuró a

Camino de entrada a la yesera “El Caracoles”, 1972.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 122

Page 31: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

123

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

dirigirse hacia mi para presentarse. Nosestrechamos la mano y entramos en con-versación. Esperaba encontrar una perso-na de aspecto mucho más mayor, no obs-tante me sacó de dudas diciendo que teníacuarenta años, edad que realmente noaparentaba.

Le pedí algún lugar reservado para queme dedicara unos minutos, y, amablemen-te dijo que nos trasladaríamos al despachode la casa familiar, la misma que yo habíaobservado ocupaba parte del recinto a laderecha de la entrada principal.

Entramos a una pequeña sala a laderecha del interior de la vivienda, muyaireada y fresca por disponer de sendasventanas orientadas al Este y al Norte. Alfondo y en el centro una mesa de despachollena de papeles, y, a su alrededor, diversomobiliario.

Pidió a su madre saliera a la salita, que,en ese momento, atendía dando la comidaa sus nietos –hijos de Jesús–, que teníanque regresar al colegio de tardes.

Me la presentó, y, con un saludo respe-tuoso y de cortesía cruzamos unas rápidasfrases, a la vez que, se disculpaba paraseguir en su labor de abuela.

Jesús, pidió me sentara, y, comenzamosla entrevista, no sin antes acordar tutear-nos para que la conversación fuese másactiva y fluida. Le hice participe de la nece-sidad que yo tenía para escribir sobre suspredecesores, con el ruego de que hicierael esfuerzo de recordar todo lo relacionadocon el inicio de la yesera.

¿Recuerdas el año o fecha que se abri-ría la yesera?

– Tras una duda sostenida, pidió ayudaa su madre, quien saliendo de nuevo, dijo:“... es muy antigua, era el bisabuelo deJesús “El Sequenero”quien la puso en fun-cionamiento”.

¿Podrías darme el orden generacionalde todos los que han tenido la responsabi-lidad de dirigir la yesera al cabo de todoslos años de funcionamiento?.

– Si, éstas son las personas que hanregentado el negocio familiar desde su cre-

ación en este lugar.Fue mi bisabuelo,Tomás Sáez Ayuso,el cual tenía elsobrenombre de “ElTío Tomás el Seque-nero”, y, que se casócon Ascensión Mur-cia, quien comenzóel negocio del yeso.Es posible que en suprimera acción pro-fesional ya realizaralabores de extrac-ción de piedra de

cantera, y, que incluso él conociera todo elproceso a seguir por medio de su propiopadre ó por haber trabajado en éste oficio.

De éste matrimonio nació una hija,Andrea Ascensión Sáez, mi abuela, quecontrajo nupcias con Jesús García Nicolás,quien a la muerte de los padres de ella,heredó la propiedad, haciéndose cargo dela yesera, su marido, mi abuelo, quien aconsecuencia de una accidente laboral,cuando hacía maniobras marcha atrás elcamión de la piedra, le cogió el brazo y loperdió. Pese a la perdida de su brazo, con-tinuó a cargo del negocio, pero dandoentrada a sus hijos que pronto se incorpo-raron a dirigir la empresa con reparto delas distintas funciones que exigía la moder-nización y reconversión que habían pro-yectado. Murió en 1993.

Dichos hijos nacidos de la unión ante-rior fueron, Jesús, Tomás, y, mi padre,Francisco García Sáez, que se casó conSalvadora López Velasco, mi madre, y, deambos nacimos mi hermana, AscensiónPilar, y, yo, Jesús Manuel García López,

De izquierda a derecha: Jesús García Nicolás, AndreaAscensión Sáez Murcia, Salvadora López Velasco,Francisco García Sáez, Sr. López y Jesús García Sáez.

Tomás Sáez Ayuso “ElSequenero” y su esposaAsunción. Murcia, 1895.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 123

Page 32: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

124

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

que, a la vez, estoycasado con GinesaBalibrea González,y, tenemos treshijos, aunque escierto que la yeseraen la actualidad yano funciona.¿Cuando podríamosdecir que comenzóla actividad de layesera?– Pues sabemos quelos terrenos, unos7.000 m2, fueron

adquiridos a finales del S. XIX por mi bisa-buelo, por lo tanto deduzco que, en esemismo tiempo, tuvo la puesta en funciona-miento de la planta yesera. Sin duda sumérito estriba en que ha estado funcionan-do más de un siglo, a cargo de herederos dedistintas generaciones.

¿Porqué el sobrenombre del “Sequene-ro” al bisabuelo?.

– Hay muchas teorías, pero la más acer-tada podría ser su relación con el monte yla zona del Sequén, donde en sus inmedia-ciones hubo alguna cantera de piedra deyeso.

¿Qué tipología de planta de hornos sefabricó?.

– Todavía existe, y, tratamos de conser-varla como el símbolo de la empresa. Pode-mos verla después. Veremos la magníficafactura que presenta. Está perfectamenteconstruida en una línea de tres grandeshornos con dimensiones de unos cuatrometros de diámetro por cuatro metros dealtura, cuyas paredes, están trabadas porpequeños bloques de piedra caliza realiza-dos por canteros, ejecutadas en geometríaabovedada de base cilíndrica hasta mediaaltura, y, siguiente elevación cónica, dispo-ne de apertura superior, y, una puerta infe-rior de linterna o del encendido de la leña,en arco apuntado ó arco ojival, con unaanchura de metro y medio en su base, y, dedos metros de altura desde el suelo hasta elvértice que une la dovela o clave del arco.

Sobre la parte superior abierta de loshornos se construyó una fuerte estructurade madera que sostiene un tejado tresmetros por encima del gáribo del horno,

con la finalidad de que el agua de lluvia nointerrumpiera los trabajos del horno.

¿Cómo se realizaba la descarga de lapiedra?

– Se utilizaba el sentido común. Paraello los dorsos de los hornos quedanincrustados en la ladera del monte. Demanera que la propia ladera dorsal hace derampa para alcanzar la cota superior de laapertura del horno. Es así como subiendoel camino trasero con carretones, carros óvehículos, sólo quedaba volcar la piedrasobre el agujero superior del horno.

El proceso de quemar la piedra de aljezy producir el yeso, lo conocemos porque hasido descrito anteriormente por PascualNoguera Sánchez, pero ¿De que cantera dealjez se traía la piedra a éstos hornos?.

– La última que yo he conocido seencontraba en el Barranco del Ajauque.Para orientarnos debemos situarnos en lasproximidades de la Escuela de Equitaciónque existe por encima de Valle Perdido,aquí mismo, en nuestra Sierra de Carras-coy. Pero también es posible que el bisa-buelo trajera la piedra de otras canterasprimarias de las muchas que se distribuyena lo largo y ancho de éstos montes, quetodos sabemos son ricos en piedra de yeso.

¿Cómo era el transporte de piedra dealjez aquí a los hornos?

– Recuerdo haber oído que al principioeran carreteros los que traían la piedra.Pero también se dio el caso, que la alta pro-ducción de ésta yesera exigía disponer detransporte propio, por lo que se llegó atener 5 carros con caballerías, bueyes y

Andrea Ascensión Sáez ysu marido Jesús GarcíaNicolás. Francisco García Sáez y su esposa Salvadora López

Velasco.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 124

Page 33: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

125

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

mulas. Mas tarde se compró un camiónAustin, más tarde un Barreiros de unos100 CV, y, finalmente, entre 1970 y 1974,cuatro camiones Pegaso de 160 CV diesel.

¿Qué lugares de reparto o zona deinfluencia se movía la venta de yeso?.

– En sus primeros tiempos, primordial-mente, Murcia capital. Más adelante sellegó a llevar mucho yeso a la empresasconstructoras de Cartagena. Y sin dudatoda la costera desde el Palmar hastaBeniaján. Últimamente, casi al final delcese de producción eran los clientes quie-nes venían a adquirir el yeso.

¿Conociste el funcionamiento de layesera?

– Si, por supuesto, pero yo era muyniño y comenzaba la desaceleración de laproducción de yeso, ya que se había inicia-do la reconversión de la empresa, por lotanto mis datos son principalmente debidoa lo recibido por tradición oral de mis tíos,mi padre y los propios trabajadores mayo-res. Los recuerdos representan pequeñassecuencias vividas que, conciliadas con lainformación que poseo, son motivo deexplicar con conocimiento de causa el reco-rrido que ésta industria ha mantenidodesde su creación hasta nuestros días.

¿Cuál es el origen de la desapariciónde la explotación de las canteras y de layesera?.

– Muy sencillo. Corría la mitad de ladécada de los años 70 del pasado siglo,más o menos a continuación de la muertedel Generalísimo Franco, cuando con moti-vo del momento álgido de los atentados deETA, la Guardia Civil, tuvo órdenes de con-

trolar meticulosa y rigurosamente losbarrenos de pólvora que se utilizaban enlas canteras. Se pusieron trabas, dilacio-nes, aplazamientos de entrega, y, otrosmotivos que sería interminable aportar. Sia ello sumamos que, ante éste contratiem-po, no se modernizó la yesera con maqui-naria y organización técnica para hacerlarentable, puede entenderse que se abando-nara la cantera y la fabricación del yeso.Estimo que fue en 1977 el año que terminódefinitivamente dicha actividad. No obs-tante, las peores crisis pasadas en éstaempresa hay que citarlas en los años de1972 y 1992.

¿He visto al entrar al recinto la casa deépoca de los abuelos, la típica de dobleplanta, a pie de industria, recuerdas lafecha de construcción?

Hablando con mi Tío, él, no recuerdacon certeza su construcción, pero pudierahaberse iniciado la obra cuando se devol-vió y recuperó el patrimonio industrialrequisado a los propietarios por la Repúbli-ca, justo a partir de 1940. Por lo tanto eledificio debe tener unos 70 años. Aunqueno se habita, le tenemos un gran cariño yse mantendrá como recuerdo a los abuelos.

Bueno Jesús, ha sido un placer mante-ner ésta conversación contigo de formaamena y entretenida, ¿podría disponer dealguna fotografía de los miembros familiaresque compusieron la saga; algunas otras delas instalaciones antiguas, y, de los hornos?

– No hay ningún problema tenemos lastres generaciones fotografiadas, bisabue-los, abuelos y mis padres. También unafoto antigua con la panorámica de la yese-ra y el inmenso eucalipto que presidía elcentro como andén de ventas, y, otras de1970-74, donde se ve como estaba laentrada principal y al fondo igualmente layesera. Los hornos están disponibles paraque los fotografíes.

A continuación solicité despedirme desu madre, que excusando su presencia enla reunión por motivos obvios antes expre-sados, dedicándose a sus nietos, le agrade-cí la hospitalidad y deferencia que habíantenido conmigo.

Nos acercamos a los hornos y entoncescomprendí la magnitud y potencialidad dela yesera. Tres hornos de aquella capaci-

Vista de la Yesera “El Caracoles”, 1945.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 125

Page 34: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

126

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

dad, funcionando diariamente durante eltiempo que trabajaron, podrían haberabastecido a una ciudad en régimen deexpansión permanente. Estaban limpios ycuidados, esgrimiendo todavía en las pare-des de bloques de piedra sus estampadosrojizos, en muestra de su añeja labor delpasado. Presentí el aura de cuantos mora-dores los utilizaron. Sin duda, habían sidoorgullo emblemático de los sentimientos decuantos los habían regentado y sus descen-dientes. Estoy convencido que son los úni-cos hornos de yeso, todavía en estado purode conservación, que se encuentran ergui-dos, sin duda, gracias a sus propietarios.

Me despedí deJesús, expresándoletoda mi gratitud porsu colaboración,comprometiéndomea que recibirían unejemplar de lapublicación dondese incluirá éste artí-culo, toda vez quesea presentada.Nos dimos un apre-tón de manos y nosdespedimos con unhasta pronto.Reflexionando sobremis expectativasprimeras poniendo

en duda la posibilidad de obtener toda lainformación que deseaba, ahora deboreconocer que me equivoqué. Creo que hetenido al introductor e intermediario máseficaz y efectivo que podía haber encontra-

do para realizar éste trabajo. Para JesúsManuel García López, mi más sincero agra-decimiento.

No obstante, tal cantidad de datos hantenido posteriormente que ser contrasta-dos, llevándome a tener que llamarle paradefinirlos y aclararlos, cuya favorable dis-posición por la ayuda prestada por partede Jesús, ha sido nuevamente de mi mayorsatisfacción.

LA INDUSTRIA YESERA DE “LOS TONTINOS” EN ALCANTARILLA

No creo que exista nadie sobre la tierraque quiera más a su pueblo que, PedroPérez Martínez. Si acaso igual, pero no másque él quiere al suyo de Alcantarilla. Es unhombre de nobleza y trayectoria ejemplar,virtudes demostradas y convicciones pro-ducto de la razón y el sentido común. Uneficaz y eficiente emprendedor, activo eincansable trabajador, dedicado casi todasu vida a la actividad de yesero. Y, cuandose le ha necesitado, de inmediato se hapuesto a disposición de los demás paraayudar y colaborar. Aún aporto y sigo,otros muchos méritos innatos a su perso-na, pues, tenemos constancia como, a lolargo de su vida, desde el anonimato, tomódecisiones e iniciativas voluntarias, en másde una ocasión, para amparar, auxiliar yproteger al amigo, al desvalido e indefensomenesteroso; al vecino, familiar ó transe-únte, que de todo hubo en sus accionesaltruistas, y, con ello ser modelo de con-ducta social, moral y caritativa, de la quetodos debemos aprender. Habla con la par-simonia y tranquilidad de quien se sabecon la conciencia en legitima rectitud.Acredita el más alto grado de cualidades yvirtudes. Es honrado a carta cabal, demos-trando en todo momento la integra entere-za y firme entidad ética que atesora; a loque se le une la confianza que transmitemovido por los principios básicos de la dig-nidad, tolerancia y respeto hacia sus seme-jantes, virtudes que le inculcaron desde elseno familiar. Sus ademanes son sencillos ynaturales. Es sincero, franco y espontáneo.Y lo más importante de su persona, trans-mite paz, sosiego y armonía. Pero ademásde ser divertido, agradable, afable y justo,es un hombre culto, interesado por la his-

Uno de los tres hornos de yeso, visto desde el interiorhacia la cubierta. S. XIX “Sequenero”.

Jesús Manuel GarcíaLópez. Último gerenteYesera “El Caracoles”, en la puerta y dentro de uno de los tres hornos de yeso.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 126

Page 35: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

127

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

toria, defensor de costumbres y tradicionespopulares, amén de su Semana Santa, la deAlcantarilla. Buen conversador y mejoroyente, deja claro su generoso y fiel talantepor la concordia y deferencia con el inter-locutor. Con poco que le trates se hace dequerer. Él sabe que lo aprecio y lo admiropor cuanto representa como personaje quese ha sabido labrar un prestigio y estimaentre quienes lo conocen, pero tambiénporque tras tantos años unidos en la com-plicidad de nuestras cuitas para rescatar yrecuperar el patrimonio material e inmate-rial de los ancestros de Alcantarilla, noshemos convertido en quijotes que clamanpor sus fueros la atención que el temarequiere. Hoy día es un hombre convertidoen uno de los pilares en que se sustentanlos árboles genealógicos de su pueblo.Realmente, es un placer ser su amigo. Porello, gracias Pedro, por dejarme ser tuamigo. Por otra parte, los lazos de allegaday fuerte afinidad que han concurrido ennuestras respectivas familias, nos propor-ciona una confianza de reciprocidad queobliga a sentirnos cómodos y seguros en elcoloquial diálogo que podamos manteneren cualquier momento.

Pero si preguntamos en Alcantarilla,quién es Pedro Pérez Martínez, quizá nadiesepa decir a quien me refiero.

Ahora bien, si digo: ¿conoces al “Tonti-no”?, sin genero de duda, que se responde-rá afirmativamente. Pero no sólo en Alcan-tarilla puede uno averiguarlo, hágase enpedanías y pueblos limítrofes, y, hasta en losconfines murcianos donde la relación con elyeso ha sido una constante profesional.

Cuando comencé a escribir éste artículome comprometí a dejar constancia de unade las generaciones más interesantes y lon-gevas que existen en la Región de Murciadedicados a una actividad hereditaria, cuyooficio ha sido desarrollar una pequeñayesería unifamiliar, la de “Los Tontinos”.

Es así, como hace unos meses, me puseen contacto con mi buen amigo PedroPérez Martínez, que para una mejor identi-ficación, todos lo conocemos cariñosa yamistosamente por “El Tontino”, cuyo seu-dónimo no pasa desapercibido por la fres-cura y cotidianidad de su reconocimiento.

En la conversación le pedí que precisa-

ba de su conocimiento referente a su árbolgenealógico respecto a su progenitor y susantecesores paternales que durante tantosaños se habían dedicado al antiguo oficiode los yeseros. Igualmente le demandé queme condujera a la cantera de aljez explota-da por su familia desde tiempo inmemo-rial, que yo sabía había existido en unazona de la carretera de Mula, ubicada yperteneciente a la Pedanía de Javalí Nuevo.

No se hizo de rogar y se puso a mi dis-posición de inmediato. Me contestó que pesea sus 76 años y tener que ejercer de abuelotodos los días, nada más tuviera un huecome visitaría en el Museo de la Huerta.

Dicho y hecho. No creo que pasaranmás de 72 horas, cuando una mañana,pasado el medio día solar (cuando Feboestá en su punto más álgido y cruza el Meri-diano Celeste ó Circulo Cenital), se presentóen mi despacho con la finalidad de acercar-nos a la cantera. Tras unas breves palabrasde salutación e intercambio de preguntassobre nuestra salud, decidimos acercarnosen coche a la cantera de aljez a cielo abier-to explotada por todos sus antecesores, y, élmismo, durante su trayectoria profesional,situada no más allá de un par de kilómetrosdel centro de Alcantarilla.

Recorrimos el Desvío Príncipe, y, gira-mos por la nueva Avenida del Cementerioque antiguamente coincidía con la Carrete-ra de Mula, y, al llegar a la plaza circular,antes de que la calzada se incorpore a laAutovía a Caravaca de la Cruz, me indicóque utilizáramos la vía de servicio que con-duce a la ITV de la Dirección General deIndustria. Llegados y superando dichaEstación de reconocimiento de vehículos,me sugirió entrar en un camino polvorien-to para, pocos metros más allá, comentar-me que aparcara con la finalidad de reali-zar el resto del itinerario andando.

Hacia una mañana de sol espléndida,pero el terreno lleno de arbustos y piedrassueltas hacía dificultosa la andadura. Subí-amos una ladera en pequeña pendiente yconforme nos acercábamos, el horizontede mi vista se fijaba en una línea circularde montaña que dibujaba el perímetro deun enorme cráter ó la boca de un volcán.

Cientos de veces he pasado por laCarretera de Mula, y, quizá por lo escondi-

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 127

Page 36: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

128

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

do y recóndito del lugar me ha pasadosiempre desapercibido.

Alcanzamos la cota más alta del montí-culo y bajo nuestros pies yacía dormida yabandonada la cantera que durante tantasdecenas de años había surtido de piedra dealjez a la familia Pérez, extraída del yaci-miento explotado desde “in illo tempore”,y, hasta el cese de la actividad, por los años80, consecuencia de lo que, Pedro, nos con-tará posteriormente. La suspensión extrac-tora del mineral fue debido, como despuésse anotará, al efecto de la competitivasuperproducción industrial y la sustituciónde yeso por otros materiales más consis-tentes y sofisticados.

Miré detenidamente la distante profundi-dad y enormes dimensiones de la oquedadaparecida ante mis ojos, y, la sorpresa que-daba reflejada en mi rostro. Aunque hablá-bamos de todo un poco, Pedro, se dio cuen-ta, y, dijo: “...como comprobarás viendo elagujero que ha quedado a la vista puedeentenderse la magnitud y potencia de la can-tera explotada por mi familia durante másde un siglo, y, después, por mi mismo...”.

Nos encontrábamos en el sector Sur dela cantera, cuya alta elevación y verticali-dad de sus paredes hacia inaccesibleentrar en los difuminados pasillos en elfondo de su solera. Mi idea era poder des-cender, y, justo enfrente, observé unas sen-das semidestruidas que permitían, consumo cuidado descender, y, cumplir el pro-pósito de hacer fotos desde la extraordina-ria inmensidad del propio foso.

Atrevidamente por mi parte, sugeríavanzar y andar lenta y cuidadosamentepor el filo de aquél precipicio que se endia-blaba a cada paso que dábamos a resultas

de los matorrales y angosto pasillo desgaja-do de tierras débiles y polvorientas. Surca-mos el borde hasta penetrar en la terrazade la zona Norte, que denotaba mejor posi-ción de descenso. Me tomé las precaucionesnecesarias, a la vista y vigilancia de Pedro,y, pude deslizarme por aquél sacrosantolugar hasta las mismas entrañas de la can-tera que antaño fuese resquebrajada y ara-ñada mimosamente por tantos y tantoshombres que hicieron de la piedra de aljezsu “modus vivendi” de ganarse la vida parasubsistir.

Mientras fotografiaba las paredes desulfato cálcico hidratado de origen químicosedimentario, luciendo vetas cristalizadasde hábito prismático con cristales bisela-dos traslúcidos destellantes como estrellasbrillantes en el cielo de una noche sinLuna, pensaba en el contraste del silenciosepulcral de aquél instante en que meencontraba, con respecto a aquellos otrostiempos del pasado donde primero el picoy la pala, y, más tarde, el barreno explosi-vo y la maquinaria, producirían un estrepi-toso estruendo como ritmo necesario parala rentabilidad del negocio emprendido.

Tras un ligero paseo por aquél inmensohoyo artificial, donde reposaban restos dehornos semienterrados, regresé subiendoa mi posición inicial, y, a fe mía, que measuste al no ver a mi querido amigo Pedroesperando. Busqué en todas las orientacio-nes con la vista y no conseguía verlo. Hicemás esfuerzos en recorrer las cimas próxi-mas para localizarle y los resultados eraninfructuosos. Después de más de diezminutos de correr en un sentido y otrotemiendo se hubiera producido algunacaída, comencé a ver a lo lejos su cabezacomo emergía por una pendiente. Me tran-quilicé y me acerqué preguntándole comose encontraba. Me respondió que muybien. Entonces medité sobre los muchosrecuerdos que la cantera le traería a lamemoria, comprendiendo de su deseo deandar en soledad por aquellos parajesdesérticos de magia y encanto guardandoviejos secretos que le cautivaban.

Le comenté que era hora de irnos ycomo si dejara la tierra prometida, casi connostalgia, asintió con la cabeza y nos volvi-mos al coche.

Horizonte de la cantera, propiedad de Los Tontinos enla carretera de Alcantarilla a Mula.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 128

Page 37: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

129

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Desde allí tras una corta conversaciónle trasladé a la puerta de su casa donde suesposa le estaría esperando para la comi-da, esa que en protocolo llaman almuerzo.

Abrió la puerta del coche y con un fuer-te apretón de manos nos despedimos yquedamos en vernos más adelante paraque me contestase a las preguntas de unasencilla entrevista, apelando a su recuerdofamiliar, profesionalidad y experienciapara complementar la parte históricadependiente del inicio de la actividad yese-ra que regentó por herencia consanguínea.

Una serie de inconvenientes hizo impo-sible vernos en la brevedad esperada, perollegó el día que le abordé con las preguntasdeseadas y queda aquí expuesto lo queambos conversamos.

¿Pedro, me podrías dar los nombres delos antepasados que tengas noción dirigie-ron la cantera y la yesera?.

– Bueno, mi conocimiento llega hastami bisabuelo, pero creo recordar en algunaocasión oír a mi Tío decir que, ésta familiase ha dedicado desde muy antiguo a ésteoficio, lo que significa que habría queremontarse a los tatarabuelos de mi abue-lo el inicio de la actividad.

El nombre de mi bisabuelo, del quetodos los miembros de mi familia hanhablado como el primer “Tontino” hay quedatarlo en la persona de Manuel Pérez Egi-dos, que tuvo su nacimiento recién pasadala mitad del S. XIX, quizá en paralelo acuando estaban realizándose los trabajosdel trazado del ferrocarril por Alcantarilla.

Su descendiente que fue mi abuelo, sellamaba Antonio Pérez Avilés, que casó conMaria Jesús Pérez Morote, a la sazón her-

mana del abuelo de D. Fulgencio PérezArtero, quien fuera Alcalde de Alcantarillaen la década de los años de 1970.

De ésta unión nació quien heredo layesera, mi padre, Juan Pérez Pérez, y, suhermano Paco, quien a la muerte de miprogenitor cuando yo tenía 8 años, fuequien me introdujo definitivamente en eloficio a la edad de catorce años, aunqueaños antes ya estuve ayudando en las cosasque me mandaban. Mi padre se casó conIsabel Martínez Sandoval, y, de ambos nacíyo, Pedro Pérez Martínez, que al casarmecon Dolores Salmerón Giner, nació mi hijo,que sigue con la tradición familiar recon-vertida en almacén de materiales de cons-trucción, quien ha contraído nupcias conmi nuera Petra Carrillo.

Como puedes observar el hilo conductordel apellido Pérez se ha mantenido a lo largode cada generación. Cada Pérez, ha sucedi-do a otro Pérez, haciéndose cargo de la can-tera y la yesera, por ello es un orgullo saberque somos una progenie especial y posible-mente única, concretamente en la actividadyesera y en la industrial en general.

¿Cómo surgió el sobrenombre de “LosTontinos?.

Me contesta con una sonrisa de sagazentendedor.

– Simplemente por honradez y honesti-dad. De lo que conocí, muchas veces conta-do cuando estábamos sentados en la mesade camilla de mi casa, se desprende que, sele dio el apelativo de “Tontino”, a mi bisa-buelo por un hecho curioso que no tuvomayor interés, pero que definió con clari-dad el nombre con que se conocería a laempresa de yeso a partir de ese momento.Por lo tanto es posible que la denominaciónde “Tontino”, tenga más de un siglo deexistencia.

Ocurrió que una de las adjudicacionesque se le daba a la yesera por los particula-res y la Administración Pública, consistióen espolvorear con yeso caminos de tierra,a veces de zahorra, para conseguir un firmeapropiado para el paso de vehículos carrua-jes. El yeso podía ser en mayor o menorcantidad, según su cantidad endurecía conmejores resultados. Evidentemente el pagode sus servicios no era proporcional a lacantidad de yeso con que se rociaba el suelo

Pedro Pérez Martínez “El Tontino”, en su cantera dealjez.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 129

Page 38: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

130

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

del camino sino a precio pactado. Mi bisa-buelo deseaba, que el trabajo estuviese bienrealizado, por tanto echaba exceso de yeso,que a veces iba en su perjuicio porque lademasía no se la pagarían. Es así, comoalgún gran hacendado, señorito ó represen-tante municipal, un día le dijo: «... no echestanto yeso y no seas “Tontino”, que al finalvas a perder dinero». Esa misma expresiónse repitió en más de una ocasión delante deotras personas que comprobaban el excesode yeso y buen trabajo ejecutado con res-pecto a la soldada que recibía. A partir deentonces cada vez que se encargaba un tra-bajo de tal menester, se designaba al “Ton-tino”, por su mejor hacer y más barato queningún otro. En tal sentido me honra haberpertenecido a una estirpe que su honor ycredibilidad industrial se basó en la honra-dez y honestidad, tal y como he iniciado miexplicación.

¿Dónde estuvo la primera yesera ubi-cada?.

– Bien, teniendo en cuenta que la can-tera estaba en la carretera de Mula, peromuy cerca de Javalí Nuevo, sabemos que elbisabuelo Manuel, por la cercanía con lapiedra y los hornos, y la buena comunica-ción por carretera desde ese lugar, mantu-vo una yesera junto a la Rambla de lasZorreras dentro de Alcantarilla, pero en ellímite con la Pedanía. Más o menos frentea la actual gasolinera que hay a la entradade tan digna población que entonces erauna aldea.

¿Quién, como y a donde se trasladó layesera?

– Fue el abuelo Antonio quien adquirió

unos mil quinientos metros cuadrados deterreno en Alcantarilla, entre las callesEras y sus adyacentes actuales. Lugar queha ocupado la yesera por parte de todos losPérez, hasta la extinción de la actividad delyeso a principio de los años 80.

¿Qué tipo de instalaciones se realizaron?– La casa, que en su bajo albergaba la

yesera. En la parte trasera las cuadras delas caballerías de los carros que traían lapiedra quemada y repartían el yeso, y, elresto del terreno se convirtió en una era,conviviendo con las de cereales anexas,donde existía un rulo de piedra arrastra-

do por un animalde tiro que tritura-ba la piedra quehabía pasado porlos hornos cons-truidos en la cante-ra, para una vezdeshecha pasarlapor la criba y des-pués depositar elpolvo de yeso en losalmacenes de layesera donde seamontonaba parareparto y venta. No

siempre se vendía yeso fino. Había vecesque la necesidad de producción exigíamenos triturado y cribado, por lo que lafinura del yeso no era homogéneamenteperfecta. Pero eso no quiere decir que lacalidad empeore, yo pude comprobarcomo en el lamentable derribo que hici-mos en 1960-62 de la Iglesia de SanPedro, con sus mas de cuatro siglos devida, había que romper con pico las unio-nes donde se utilizó yeso. El dato fue que,sus cascotes estaban compuestos de éstematerial con partículas rudas y de distin-to tamaño. Por lo tanto después de cua-trocientos años el yeso, de carácterbasto, había resistido con toda su fuerzay vitalidad.

¿De cuántos carros se disponía y cómose realizaba el reparto?

– Teníamos tres carros, cuyas caballe-rías se guardaban en las cuadras del patiode la casa. Uno para bajar la piedra hor-neada, y, los otros dos para llenar de yesola espuerta sin asas de esparto que se colo-

“El Tontino” mirando la Cantera que explotó su fami-lia durante más de 150 años.

Triturando yeso. MaquetaSr. Jordán Murcia. Museode la Huerta.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 130

Page 39: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

131

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

caba en la plataforma del carro. Los pedi-dos se repartían con la medida del capazo,que a su vez, tres capazos supone unafanega, y al mismo tiempo un peso de 60kilos aproximadamente. Los carros ibancon el tiro de animales de distinta índole,mulas, caballos y burros. Recuerdo que,además, concertábamos los servicios deSalvador “El Selva”, que su carro llevabauna lanza central donde enganchaba dosbueyes; al igual que Jesús “El Perdigón”,también con vacas; ó el propio Tío Santia-go “El Miajas” con cabestros ó vacuno cas-trado. Con caballería nos hacía transpor-tes “Perales” el abuelo, y nuestro trabaja-dor Luis Perales, que además de bajar pie-dra, la trituraba y la repartía. Mi recuerdomas cariñoso para ellos, porque ademásde ser unos grandes profesionales y bue-nos trabajadores, destacaron por su hom-bría, sacrificio y entereza.

¿Cuándo se moderniza la flota conmotores?

– Fui yo quien, modestamente, me atre-ví a comprar un pequeño camión Ford demorro bajo de gasolina de 25 CV, de segun-da mano. No obstante, estuvo en serviciorepartiendo paralelamente con algunoscarros que trabajaban para nosotros. Acontinuación adquirí otro, un Ebro dieselde 50 CV. por 150.000 pesetas, que semantuvo en servicio durante 7 ú 8 años.Cuando se rompió me hice de otro Ebro de60 CV diesel por unas 300.000 pesetas(todos fueron de segunda mano).

¿De quien aprendiste la profesión,puesto que eras un niño cuando murió tupadre?

– Principalmente de mi Tío Paco. Sinembargo tengo que resaltar que Luis Sali-nas, hombre de confianza de mi padre y desu misma quinta en la milicia de la GuerraCivil, era quien me enseñaba realmente eloficio en toda su amplitud. Explotación dela cantera; horneado de la piedra; trituradoen la era; cribado; almacenado y reparto.Creo que fue mi verdadero maestro prácti-co y al que le debo una gratitud inmensapor la consideración y ayuda que me pres-tó. Luis, comenzó a trabajar en ésta yeseracuando era un niño y se jubiló a edad avan-zada con nosotros. Por lo tanto diría quefue uno de los obreros más importantes

que tuvo la empresa. Quede constancia demi reconocimiento a su buen hacer comoun gran profesional yesero.

¿Por qué territorio se repartía el yeso?.– Sin duda el principal cliente era el

vecino de Alcantarilla, pero nosotros llega-mos a llevar yeso por toda la huerta y hastazonas de campo a muchos kilómetros dedistancia.

¿Cuándo cesó la actividad de la yesera?– En los años 80, empresas con maqui-

naria industrial pesada de gran calibre,tecnología punta y transporte rápido noshacía la competencia, por lo que abaratan-do costos sus precios de venta estaban muypor debajo de los nuestros que eran here-dados de yeseras unifamiliares pequeñas.Se impusieron a nosotros en el mercado dela construcción, y, nos aniquilaron, lo queobligó a que nuestra actividad yesera fuesereconvertida en almacenes de materialesde construcción.

¿Cuál fue el siguiente paso?– Hace unos 20 años, me hice de un

pequeño terreno en el paraje de la VozNegra, y, construí un almacén de materia-les de construcción. Desde entonces esa hasido la actividad de los Pérez. Mi hijo, Juan,se hizo cargo de la empresa, que conmucho esfuerzo y sacrificio personal le hallevado a adquirir otro terreno en la Carre-tera de Barqueros, y, nueva nave, dondetrabaja el reparto de venta de materialesde construcción con dos camiones mediosy uno pequeño.

Bueno Pedro, no quiero cansarte máscon la entrevista, si quieres contar algunacosa que consideres debe tenerse en cuen-ta..., a tiempo estás.

Pedro Pérez. Narrando sus experiencias en la Canterade Aljez.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 131

Page 40: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

132

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

Su respuesta, fue de querer continuar,pues contestó: “¿Pero ya hemos terminado?.

¡Si!. Respondí, espero haber captado elespíritu genealógico, profesional y vocacio-nal que has querido transmitirme, y, yo,tenga capacidad para interpretarlo tal ycomo lo has sentido tú contándolo.

Nos despedimos y quedamos que le avi-saría cuando estuviera terminada la revis-ta, de la que le daría el ejemplar obligadocomo recuerdo por su colaboración.

UN ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN DE IMPRESCINDIBLE LECTURA

Como broche de homenaje, debehacerse constar que, éste artículo, no haquerido invadir, sino más bien, modesta-mente, complementar10, la superior enti-dad y la destreza de una joya de la inves-tigación sobre semántica y etimología lin-güística en ésta misma materia tratada,que atiende al titulo: “La obtención delyeso en Murcia”, cuya descripción esme-rada y detallada del proceso del manufac-turado del aljez hasta la consecución delyeso, unido y junto a la recopilación delargot técnico y organizado para entender-se en la yesera, hablado in situ, lo con-vierten en una obra magistral de la des-treza y sutileza etnográfica. Realizadoentre los años de 1931-36, cuando el ale-mán, Wilhelm Bierhenke, por aquél tiem-po, profesor de su propia lengua en Mur-cia, se interesó y visitó las instalacionesyeseras de Algezares, y, rastreando lasexplotaciones yeseras por nuestra enton-ces Provincia, culminó con la redacción deun magnífico trabajo que publicó en Ham-burgo durante 1944, cuyo texto en versiónespañola ha estado a cargo por parte deuno de nuestros más eminentes estudio-sos de la antropología y miembro editorde la Revista Murciana de Antropologíaque edita la Universidad de Murcia, JoséAntonio Molina Gómez, y, que, traducido,se recoge en la expresada publicación,núm. 16, 2009, páginas 223-244. El docu-mento, por su extraordinaria calidad de lavivencia relatada, evidente especificacióny claro estructuralismo de la palabra, obli-ga a ser leído por quienes aspiren a cono-cer en profundidad los métodos que, en elconjunto de elementos análogos ordena-

dos y relacionados, sirven a la perfecciónal fin y función que persigue, en éste caso,de marcada trayectoria etnográfico-lin-güística, dando a conocer el complejo pro-ceso industrial de la explotación del aljezpara la producción de yeso, a tenor detodo tipo de explicaciones congruente-mente identificables, sustanciales e inteli-gibles, donde extrayendo del lugar laoriundez fonética empleada en el desarro-llo de la actividad, cobra vida con la rique-za interpretativa del autor, que, contribu-ye con un vocabulario exquisito y armoni-zado en la lexicografía técnica, al másminucioso detalle y excelente perfeccióninteligible de lo que transmite, acompaña-do por fotos, ilustraciones y dibujos de laépoca de meritorio valor.

Sin duda, para realizar tan excelentedocumento, se obligó, con un gran esfuer-zo, a mantener una estrecha relación con-versadora con el personal trabajador de lasyeseras de aquella época (gente que alter-naba su profesión en ésta actividad con lalabor de huerta y agricultura), por cuantoanaliza cada vocablo, que le resulta intere-sante y atractivo. Por ello escribe y men-ciona con gran estilo, vulgarismos y tecni-cismos, en una línea analista que persigue,no sólo la corrección mediante la aplica-ción del castellano a ambos términos con lafinalidad de hacerlos comprensibles, sino,la búsqueda de la analogía con otros idio-mas que deducimos también conoce, desti-no justo y loable de darles una proyecciónde mayor entendimiento y lógica.

Un trabajo admirable que debe servirde ejemplo a cuantos se dediquen al estu-dio e investigación antropológica.

BREVE CONCLUSIÓNDe tal forma, se considera que aquí ter-

mina, ó, comienza, una narración de laépica epopeya que ha conducido a lahumanidad por el camino del desarrolloarquitectónico en función del empleo de unmítico mineral, el aljez, que teniendo unnombre desconocido hasta para los pro-pios yeseros, ha dejado por medio de sutransformación manufacturada en yeso, lahuella indeleble que llena y llenará páginasde etnografía en todos los ordenes en losque se ha utilizado.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 132

Page 41: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

133

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

NOTAS1. Un indlandsis, hay que definirlo en la forma física

de una calota o capa sólida que correspondería aun territorio helado de dimensiones continentales.Se localizan en latitudes extremas con una exten-sión convencional de más de 50.000 km?. En laactualidad estas calotas de hielo sólo se sitúan enlos Polos del Sur en la Antártida y del Norte en Gro-enlandia.La palabra indlandsis proviene del idioma danésteniendo como significado "hielo interior" y se apli-có inicialmente a las zonas cubiertas por hielospermanentes de Islandia, Groenlandia y archipié-lagos árticos. En consecuencia, dicha palabradanesa es la usada por los geógrafos para referirsea todo campo de hielo de dimensiones continenta-les persistentes durante siglos.

2. La yesería mudéjar es un trabajo ornamental deartes aplicadas utilizado por los alarifes mudéjaresen distintas épocas. Los musulmanes tenían tradi-ción de trabajar especialmente el yeso como mate-rial de decoración, siendo en España las más famo-sas las realizadas en la Mezquita de Córdoba. Enalguno de estos trabajos se conoce el nombre delautor por haberlo dejado escrito en algún friso o porla documentación hallada y estudiada o incluso porreferencias hechas en documentos de la Inquisición.Para la ejecución de este trabajo se emplearon dis-tintas técnicas: Talla ó técnica de cuchillo: requiereun proceso de cribar, amasar la mezcla húmeda ytallado. El acabado final se realiza limpiándolo ypuliendo hasta quedar brillante. El molde: seempleó mucho para los frisos repetidos o para lasinscripciones en los sepulcros o las obras realizadasen los púlpitos. Primero se dibujaba el tema hacien-do una incisión y elaborando la talla. Se hacía unvaciado y se trabajaban distintos niveles hasta con-seguir los temas habituales vegetales o de epigrafíaque finalmente podían pintarse o dorarse. El aca-bado era a veces con aceites que hacían la obraimpermeable. Las yeserías mudéjares son frecuen-tes en las tierras de Castilla y León donde abundanlos terrenos yesíferos, sobre todo en el valle del ríoDuero y en los altozanos de la comarca del Cerrato.Los temas utilizados están relacionados con elrepertorio hispanomusulmán, motivos vegetales ode flores, geométricos o de epigrafía árabe, aunquetambién se pueden encontrar textos en castellano,latín o hebreo. Se ha documentado que la yeseríafue introducida en la Península Ibérica por losmusulmanes, procedente de Oriente y en concretoprobablemente Irán. Su utilización fue abundantedurante la dominación islámica, continuandodurante el periodo de los reino de Taifas. Desdeaquí se difundió a los territorios cristianos. Lasyeserías más antiguas que se conocen en tierras deCastilla y León son las del claustro de San Fernan-do en el Monasterio de Santa María la Real de LasHuelgas (Burgos), datadas entre 1230 y 1260. Allípueden verse los clásicos temas de fauna, como losque se ven en los tejidos musulmanes. En la capillade Santiago del citado monasterio se ha conservadoun arrocabe en la parte alta del muro, con temasgeométricos y vegetales y se han descubierto unasbóvedas que comunican las estancias del monaste-rio con una edificación que se supone perteneció a

un antiguo palacio, cubiertas de yeserías con moti-vos heráldicos y con inscripciones que se suponenya del siglo XIV. Estos trabajos de yeserías seencuentran en iglesias cristianas, en sinagogas y enpalacios. El mejor ejemplo de obra civil puede ser elpalacio de Pedro I en Tordesillas (Valladolid) ó el deAstudillo (Palencia) del mismo rey y ambos del sigloXIV. Otro ejemplo importante es el del Alcázar deSegovia cuyo trabajo está documentado en cuanto aautores y fechas de realización. Algunos de los pala-cios mudéjares se convirtieron en conventos y estehecho dio lugar a su conservación a través de lossiglos; además, al hacer ciertas obras necesariaspara su transformación hubo que llamar a los mis-mos artífices, constando así sus nombres en losarchivos de los conventos. Se tiene un claro ejemploen los documentos de las obras del monasterio deAstudillo en que se nombra al yesero Braymi, quepoco después vuelve a aparecer en las obras delReal Monasterio de Nuestra señora de la Consola-ción en Calabazanos, donde realiza unos arcos y unlucillo sepulcral. Se conocen además otros nombresde yeseros por vía documental o por la propia firmaestampada al terminar su obra. El arte de la yese-ría se alarga hasta el siglo XVI en pleno renaci-miento. En Castilla y León triunfa la obra de losartistas Corral de Villalpando, maestros yeserosmuy cotizados. Los motivos iconográficos realiza-dos por estos artistas tienen gran influencia en lasobras de carpintería de la época destinadas atechumbres y coros.

3. La cal, ha sido el material al que igualmente debereflejarse su propiedad de adaptación a la construc-ción, enlucidos o pintado en paredes, gracias a suscaracterísticas organolépticas, tras el proceso deexperimentación con rocas calizas, igual que elyeso, y, puede tener una antigüedad de uso por loshombres de una analogía aproximada. La cal vivase encuentra presente en la naturaleza, se puedesintetizar a partir del agua marina, que contieneconcentraciones regulares de carbonatos de calcio ymagnesio. Mediante reacciones químicas y procesosfisicoquímicos, el carbonato es llevado a hidróxidode calcio, una última calcinación producirá óxido decalcio. El proceso inventivo evoluciona hasta reali-zar mortero de cal obtenido de las rocas calizas cal-cinadas a una temperatura entre 900 y 1.200° C,durante días, en un horno, del que ya conocemosuna tecnología muy depurada creada por construc-tores romanos, y, posteriormente utilizado por ára-bes, con movimiento giratorio. En estas condicionesel carbonato es inestable y pierde una molécula dedióxido de carbono. El óxido de calcio reacciona vio-lentamente con el agua, haciendo que ésta alcancelos 90 °C. Se forma entonces hidróxido de calcio,también llamado cal apagada, o Ca (OH)2. Antigua-mente se usaba «cal» en vez de «calcio», en algunosnombres de compuestos donde interviene este ele-mento, como el "talco" o "aljez" (sulfato de calciodihidratado, CaSO4·2H2O) o el mármol o "gis" (car-bonato de calcio, CaCO3). Los depósitos sedimenta-rios de carbonato de calcio se denominaron cali-ches. El hidróxido de calcio reacciona de nuevo conel óxido de carbono (IV) del aire para formar denuevo carbonato de calcio (cal). En esta reacción lamasa se endurece. Por ello, el óxido de calcio forma

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 133

Page 42: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

134

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

parte de formulaciones de morteros, especialmentea la hora de enlucir paredes de color blanco. La calse ha usado, desde la más remota antigüedad, deconglomerante en la construcción; también parapintar (encalar) muros y fachadas de los edificiosconstruidos con adobes o tapial, habitual en lasantiguas viviendas mediterráneas, ó, en la fabrica-ción de fuego griego. En algunos países de Latinoa-mérica, la cal se utiliza para el proceso de nixtamal,utilizado para hacer sémola de maíz y masa para sucocina gastronómica

4. Reincidiendo en el mensaje del Doctor ArquitectoD. Ignacio Garate, en su libro podemos admiraruna brillante tesis, llena de historia, arte, ciencia,sabiduría y profesionalidad, precedida por un lemapropiedad del etnólogo y arqueólogo alemán, LeoFrobenius, que, a su vez, recogió el concepto crea-do por Oswald Spengler, quien consideraba la cul-tura como si fuese un organismo vivo. Dice así lapremisa: “La relación que mantiene una culturacon la tierra condiciona o explica la existencia deesa cultura que el hombre hace orgánica”. Pero sumás elocuente pensamiento, entra en la cuestiónde lo que realmente es el enigma desconocido.Haciendo suyo el ideario de Frobenius, demanda larespuesta de cómo se produjo el misterio milagro-so del conocimiento del aljez, y, su proceso indus-trial, cuyo resultado, el yeso, al contacto con elagua, se convertiría en una masa que al evaporarel liquido tendrá la solidez nuevamente de una pie-dra. La pregunta concierne a su aspecto de intrin-cada creación, y, dice: “¿Cómo un material tanmodesto, de la tierra, abundante, común, no pre-cioso, inmediato de obtener, lo utiliza el hombre, lomanipula, crea un producto sofisticado, con técni-cas precisas de gran complejidad, y, se convierte enun elemento clave de las grandes manifestacionesde la cultura humana?..., cual es la Arquitectura”.Es cierto, al yeso se le debe conceder honor, porquecon su descubrimiento, se complementa con la evo-lución de la especie superior de la naturaleza: elhombre. La tierra (adobe y tapial), y, el yeso, juntoa la cal, piedra, madera y cerámica, fueron los seisúnicos materiales constitutivos de la arquitecturaprimitiva. Pero fue el yeso, y, supuestamente, deforma posterior la cal que necesita una temperatu-ra superior a los 800º, el material que ha manteni-do su paralelismo con la raza humana desde losprimeros tiempos en que se convierte en civilizada,sociable, recolectora y agrícola, adscrita al conjun-to de una comunidad urbana cuyo hábitat es laarquitectura de tipo individual o familiar.

5. Pangea (Pangaea), es el supercontinente formadopor la unión de algunos continentes actuales que secree que existió durante las eras Paleozoica yMesozoica, antes de que los continentes que locomponían fuesen separados por el movimiento delas placas tectónicas y conformaran su configura-ción actual. Este nombre aparentemente fue usadopor primera vez por el alemán Alfred Wegener,principal autor de la teoría de la deriva continen-tal, en 1912. Procede del prefijo griego "pan" quesignifica "todo" y de la palabra en griego "gea""suelo" o "tierra". De este modo, quedaría unapalabra cuyo significado es "toda la tierra".

6. Se le denomina Pangea Última, Neopangea o Pan-

gea II al hipotético supercontinente sugerido porChristopher Scotese, que se formará en el futuro,dentro de 250 millones de años, de acuerdo a lateoría de la deriva continental, la cual recibe elnombre de su antiguo predecesor Pangea, que sedescribió antes. El proceso de fragmentación deeste supercontinente condujo primero a dos conti-nentes, Gondwana al Sur y Laurasia al Norte,separados por un mar circum-ecuatorial (mar deTetis,) y, posteriormente, a los continentes queconocemos hoy. Dicho proceso geológico de des-plazamiento de las masas continentales (derivacontinental) se mantiene en marcha al día de hoy.Los supercontinentes describen la fusión de toda, ocasi toda la masa continental de la Tierra en unúnico y continuo continente. En la predicción dePangea Última, la subducción en el Atlántico occi-dental, al este de América (signos de esta acción sepuede ver hoy en día en la fosa de Puerto Rico),lleva a la subducción de la dorsal oceánica delAtlántico, que a su vez conlleva a la destrucción dela cuenca oceánica atlántica, causando que el océa-no se reduzca, acercando a América hacia África yEuropa de nuevo. Como la mayoría de los super-continentes, el interior de la Pangea Última proba-blemente será un semi-árido desierto expuesto aaltas temperaturas. De acuerdo a la hipótesis deÚltima Pangea, los océanos Atlántico e Índicoseguirán llegando hasta nuevas zonas de subduc-ción tras haberse reunido los continentes hoyconocidos, formando la futura Pangea. Se prediceque la mayoría de los continentes y micro-conti-nentes actuales colisionaran con Eurasia, delmismo modo que lo hicieron la mayoría de los con-tinentes, cuando chocó a Laurasia. Alrededor de50 millones de años en el futuro, se prevé que Nor-teamérica dé un giro levemente contrario (Alaskaestaría entonces por la zona de las Latitudes Sub-tropicales) y Eurasia rotaría hacia la derecha con loque Gran Bretaña estaría más cerca del Polo Nortey Siberia hacia el sur, hacia las latitudes subtropi-cales. Se prevé que África choque con Europa yArabia, cerrando el mar Mediterráneo y el marRojo. Se formaría entonces una larga cadena mon-tañosa, desde lo que hoy es España, a través delsur de Europa en donde se encuentran Italia y Gre-cia, hasta el Medio Oriente y Asia. De igual mane-ra, se prevé que Australia colisione con el sudestede Asia y cree una nueva zona de subducción, lacual rodearía Australia y se extendería hacia eloeste a través del océano Índico central. Mientrastanto, el Sur de California y Baja California choca-rán con Alaska formando nuevas cordilleras entreellos. Algunos incluso han previsto que en estasnuevas cordilleras se formarán picos más altos queel Monte Everest. Uno de los cambios más impor-tantes que se predijo en el escenario de PangeaÚltima es el comienzo de una nueva zona de sub-ducción a lo largo de la costa oriental de Américadel Norte y América del Sur. El océano Atlántico seampliara, a pesar de que Puerto Rico y Escocia (enla zona oriental del Caribe y la placa de Escocia,respectivamente) se podrían mover hacia el norte yhacia el sur respectivamente, a lo largo de la costaeste de América del Norte y del Sur. Con el tiempo,esta acumulación de terrenos hacia el oeste crea

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 134

Page 43: Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 93 PROCESO

135

PROCESO EVOLUTIVO DEL ALJEZ Y SU IMPRONTA EN MURCIA

una nueva zona de subducción que consumirá elocéano Atlántico. Alrededor de 100 millones deaños en el futuro, se prevé que la ampliación delocéano Atlántico se detendrá y comenzará a enco-gerse. En 150 millones de años, el océano Atlánti-co se reducirá como resultado de la subduccióndebajo de las Américas. El océano Índico es tam-bién menor en el norte debido a la subducción dela corteza oceánica en la trinchera central india. LaAntártida chocará con Australia y con la Fosa Cen-tral india, y el Sur de Australia empujará a laAntártida hacia el norte de Australia, que en estemomento se prevé que choque con el Sudeste deAsia. Las capas de roca que contienen los restos delas ciudades de Nueva York, Boston y WashingtonD.C. se convertirían en altas sierras montañosas.En 250 millones de años en el futuro, los océanosAtlántico e Índico se cerraran. América del Nortehabrá chocado con África, América del Sur seenvolverá alrededor de la punta sur de África, conla Patagonia unida a Indonesia, existe un rema-nente del océano Índico (llamado océano Indo-Atlántico). La Antártida una vez más, es el Polo Sur,y el Pacífico ha aumentado en general, cubriendo lamitad de la Tierra. En el escenario de la formaciónde Pangea Última, su ruptura puede ocurrir dentrode 300 millones de años en el futuro, y probable-mente llevará a la formación del Atlántico denuevo, pero la hipótesis no predice la forma de lasuperficie terrestre luego de la ruptura. Probable-mente la Pangea Última se separará en dos o máscontinentes como en el pasado. La divergenciacontinuará y los restos colisionarán unos contraotros, creando un supercontinente de nuevo. Esteciclo de formación de supercontinentes probable-mente continuará hasta que el Sol se convierta enuna gigante roja, que probablemente será lo sufi-cientemente grande para consumir a la Tierra y alos otros planetas interiores (Mercurio, Venus yMarte), terminando el ciclo definitivamente, enunos 4 ó 5 miles de millones de años en el futuro.Aunque la Tierra logre escapar de ser absorbidapor la gigante roja, su núcleo y el manto se enfria-rán, interrumpiendo el ciclo y convirtiendo a la Tie-rra en un planeta frío circulando alrededor de loque queda del Sol, que para entonces será unaenana blanca. Como no existe seguridad de queesto vaya a ocurrir, se presenta un escenario alter-nativo, donde el Atlántico continúa expandiéndose,y el Pacífico desaparece al chocar América conAsia, creándose el supercontinente Amasia

7. Sin duda, D. Manuel Jorge Aragoneses, conocíaperfectamente el significado de aquellas construc-ciones dobles anexas en el mismo frontal de las gru-tas. Fui yo, quien hace unos años, indagué sobre elparticular hasta obtener el conocimiento exacto delfuncionamiento y servicio que prestaron las citadasconstrucciones circulares en superficie. Descubríque coincidía con las trazas de hornos de yeso,donde además de las referidas anexas que conocí.

8. Como sabemos, Diego Sánchez Jara, fue sobrino deJara Carrillo, y, conforme ya escribí en mi artículode la revista anterior núm. 32: “Génesis del senti-miento museístico”, en sus paginas 59 y 60, constaque a instancias de Diego Riquelme Rodríguez, a lasazón entonces Alcalde, organizador de la inaugu-

ración en 1963, de la escultura con el “Busto deJara Carrillo” en un pedestal de la plaza-jardín quelleva su nombre en Alcantarilla, Sánchez Jara, endicho acto, ante Autoridades de toda Murcia, pre-sididas por el Gobernador Civil Sr. Soler Bans, pro-nunció unas palabras valientes y contundentes,lanzando el siguiente reto a los murcianos: “...tene-mos que llevar a cabo la creación del Museo de laHuerta, junto a un lugar tan emblemático como elcentro neurálgico de los regadíos del Sur de laHuerta, junto a la Noria elevadora de agua, tal ycomo, mi Tío, Jara Carrillo, a quien homenajea-mos, habría deseado”. Y el Museo se creó. Situa-ción que le conté al Sr. Noguera, y, que le resultó,según dijo, muy interesante. Pero además, en éstamisma revista, se trata con brevedad una pequeñasemblanza dedicada a Diego Sánchez Jara, confec-cionada por mis compañeros Daniel Serrano Várezy Rosendo Serrano Sánchez.

9. El mayor peligro estriba en el perjuicio que se pro-duce a la salud pulmonar y vías respiratorias de losoperarios de canteras, minas y yeseras, por el exce-so de inhalación de partículas volátiles de piedra,sílice ó arena propagadas en el ambiente de traba-jo. Cientos de éstos obreros enfermaron por silico-sis, síndrome agudo de dificultad para ventilar oxi-geno degenerando en fibrosis progresiva grave, conresultados que, tras un tormentoso deterioro, dañoy sufrimiento físico llegaba hasta la muerte.

10. La intención de mi artículo, estriba en emitir desdela perspectiva de recopilar, recuperar y concade-nar, con la sencillez del razonamiento deseado, elsistema documental que permita la actualizacióndel tema que nos ocupa, conforme se ha tratado ensu contenido, gracias a disponer de mayores ymejores medios de averiguación que hace un siglo,y, cuya finalidad consiste en aportar una visión glo-bal y genérica hacia cuatro aspectos concretos:1). El origen de la primera utilización del yeso, quehoy conocemos por la arqueología. 2). La evolucióny uso del yeso en los distintos periodos de la histo-ria. 3). La impronta que impregna el yeso en Mur-cia. 4). Dar a conocer los últimos indicios de ladesaparición de la industria yesera unifamiliar enlas inmediaciones de la Huerta de Murcia.Todo avalado, mediante la abundante bibliografíaexistente y los datos que recogemos de algunos quefueron regentes y propietarios de dicha actividad,milagrosamente todavía vivos, ó, de sus sucesores,que, bien por su experiencia profesional, bien portradición oral, nos hacen entrega de una valiosísi-ma información oral en exclusiva (cuya contribu-ción desinteresada es digna de agradecer), sobresus vivencias profesionales y hábitos prácticos sus-tentados en la costumbre de ésta actividad hereda-da por sus antecesores, que significa, convencidoestoy, ha sido el hilo conductor legado, de padres ahijos durante infinidad de generaciones, por aque-llos primeros hombres que, descubriendo el proce-so de la elaboración, mediante el conocimiento yexplotación de las canteras de la piedra de aljez, elquemado con fuego de la misma, su triturado y cri-bado del material, conseguían obtener un produc-to que, nos hace entender, fue la incorporación deun material plástico que ha revolucionado la cons-trucción y el arte durante milenios: el Yeso.

Rvta. Cangilón Nº 33 OK 10/10/11 21:49 Página 135