AVANZARmarzo-abril2021 nº 789

S. JOSÉ Y LA IDENTIDAD MASCULINA HOY

AVANZAR

Órgano de la Obra de Cooperación Parroquial

de Cristo Rey

DirectorP. Hernán Pereda CPCR

Colaboradores P. Hernán J. Pereda cpcr

P. Enrique Martín Baena cpcrEnrique Berenguer cpcr

RosarioMayte Montero

Carlos Benito Nacho Bracicorto

Diseño Nacho Bracicorto

Administrador Domingo Navarro

ÍNDICE

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#3 Editorial. La paternidad en la cultura de hoy; opinio-nes o certezas

#4 San José y la identidad masculina

#6 Ser hombre para ser padre

#11 Comentario a la carta Patris Corde del Papa

#17 La devoción a San José

#20 San José en la historia de la Obra de Coopera-ción Parroquial

#26 Entrevista a Pedro Moraleja

#28 Actividades

#34 Noticias y Familia Espi-ritual

NOTA PARA LOSLECTORES

Deseamos a nuestros lectores que tengan buena salud, oramos por los enfermos y los familiares, y tenemos presente en nuestras intenciones a todas aquellas personas y familias que han perdido a personas queridas o que están atravesando momentos de mucha dificultad.

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EDITO

RIA

L

LA PATERNIDAD EN LA CULTURA DE HOYOPINIONES O CERTEZAS

Antes de entrar de lleno en el tema de este número de nuestra Revista AVANZAR quisiéra-mos decir y explicar que hay algo que va más allá de las opiniones. Esto de las opiniones es uno de los tópicos que se dan por sentados hoy en día y que pueden llegar a ser perniciosos cuando en-tran en el ámbito de la cultura. Cuando decimos que respetamos al que piensa distinto, pensa-mos que lo respetable son siempre las personas pero no cualquier afirmación si no tiene un sus-tento en la misma realidad de las cosas.

También cuando decimos que otras formas de pensar son algo que proviene de las cultu-ras, no queremos afirmar que cualquier forma de pensar sea en si buena o por lo menos neu-tra. Una cultura puede evolucionar para mejor o para peor. Es precisamente aquí donde no pode-mos enfrentar el tema que someramente vamos a enunciar, donde un quedarse solamente en el orden de las opiniones empobrece y pone en peligro no solo la cultura sino también la civili-zación, porque la cultura es interior al hombre, la civilización es exterior. La primera está en el orden del pensamiento interior y en los valores sustentadores del para qué vivir, la segunda en las formas de vivir en la leyes sociales, en la po-lítica.

¿Y qué es lo que puede robustecer la cultu-ra? Pues las certezas. Porque la opinión sirve para lograr certezas como resultado de una bús-queda, pero a partir del momento en que lo que vale es la opinión, la cultura se debilita y termi-

na por afectar todo e incluso destruir los valores por los que se vive. Es decir que no podemos vi-vir de opiniones. Éstas tienen su sentido en una búsqueda, pero lo que vale son las certezas.

¿Y por qué decimos esto?. porque si no tene-mos más que opiniones sobre lo que es propio, por ejemplo, de la paternidad y de la materni-dad, de lo propiamente masculino y femenino, cosa que pasa de un modo dramático en la so-ciedad en la que vivimos, podemos llegar a la situación en que nos encontramos hoy.

Por supuesto que este discurso ya suena muy mal a los oídos de nuestros contemporáneos y poner en duda lo que todo el mundo dice, es transformarse en un elemento peligroso, detes-table y descartable. Pero el solo enunciado de lo que tratamos de aseverar nos lleva a afirmar que lo único que queremos decir es que llame-mos al pan, pan y al vino, vino.

Dicho esto digamos en seguida que los hom-bres que somos, considerados en la Biblia la criatura más excelsa de Dios, somos varones y mujeres y no todos hombres o todos mujeres, ni tampoco las escalas intermedias y los cada vez más matizados ejemplos de las distintas for-mas de definir o vivir la sexualidad humana con todo tipo de “casos” que terminan por no saber el hombre de hoy quién es. En otros términos la falta de identidad, causa de tanta desazón y perturbación en el ciudadano de nuestras calles.

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Y aunque duela decirlo, no podemos dejar de afirmar que nuestra cultura está enferma si nadie sabe quién es quién. Claro que no tene-mos la osadía de decir que todo lo que podamos decir aquí sea cierto e irrefutable. Queda enton-ces en la propuesta que hacemos el saber que sí hay cosas indiscutibles y algunas serán aclara-das con el tiempo y la experiencia. Seguramente que dentro de no mucho tiempo, en el paso de algunas generaciones, podremos ver hasta qué punto, lo que estamos viviendo en este princi-pio de milenio, hay realidades insufribles y será útil saber donde puede llegar la mente humana a concebir lo inconcebible.

Hay varias vertientes en el análisis del tema y nos permitimos invitar a nuestros lectores a pre-guntarse seriamente y quizás hacer las propues-tas que iremos enfrentando en el futuro lo más cercano posible. No sea que lo urgente devore lo importante y que lo importante, por relegado pase a ser urgente. En todo caso, si descubrir su identidad es urgente para la mujer de hoy, no menos lo es para el caso concreto del varón.

Os invitamos, entonces, a una lectura tran-quila, lúcida y pausada de las páginas de este número monográfico sobre la identidad del hombre, hoy.

AVANZAR

Nota: una novedad en nuestra revista es que tendrá un tono monográfico en la temática que cada número abordará y que pueda servir como una herramienta para recurrir a ella, aunque no sea más que para tener una noción de la pro-blemática de tema que enfrentamos: ¡San José como padre!

ué sentido tiene oy ser var n en la socie-dad y mundo en ue vivimos

Si lográramos en este mundo que nuestros lec-tores reflexionen en el tema propuesto y bus-quen aclarar sus dudas, y busquen avanzar en el tema, nos daríamos por satisfechos.■

SAN JOSÉ Y LA IDENTIDAD MASCULINA

El Papa Francisco, al ponernos, junto con toda la Iglesia, nos ha lanzado hacia un nuevo desafío: la figura paterna de San José, el Padre Adoptivo de Jesús.

Hay en el fondo un desafío no pequeño para los tiempos que corren ya que no parece que el

tema sea tan urgente y de actualidad como es el relacionado con la mujer, el feminismo en su clave actual, la maternidad.

Sabemos que se nos escapa la posibilidad de po-der ver en este número un panorama suficiente-mente maduro, ecuánime, equilibrado y real del

San José y la identidad masculina

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problema, pero sí nos sentimos en este número, llamados a responder al reto del Santo Padre.

Hay varias vertientes en el análisis del tema y nos permitimos invitar a nuestros lectores a pre-guntarnos seriamente y quizás hacer sus pro-puestas que con gusto iremos enfrentando en el futuro lo más cercano posible. No sea que lo ur-gente devore lo importante y que lo importante, por relegado pase a ser urgente. En todo caso, si descubrir su identidad es urgente para la mujer de hoy, no menos lo es para el caso concreto del varón.

Lo que llamamos las “vertientes” de este proble-ma incluye varios temas:

• a di nidad del var n y de la mujer, tema en sí resuelto porque no ofrece discusión posible, al menos para el cristiano actual. La sorpresa se da que quitados los valores de dignidad, todo se derrumba.

• a ausencia del var n en la sociedad sin pa-dre, denunciada con cada vez mayor crudeza, especialmente en la familia, y en particular en la atención de los hijos. Curiosamente es la mu-jer la que reclama una intervención del varón en materia de los principales valores de la vida, por haber impuesto un materialismo craso e incluso una mayor crueldad en las relaciones. Falta au-toridad ante una mujer que muchas veces lucha sola para elevar un ambiente sin espíritualidad en todos los órdenes, especialmente en materia de amor.

• a ausencia del var n en la lesia, en lo re-ferente a la muy alta inferioridad de los hom-bres laicos en la vida eclesial, contrariamente a lo que se piensa que solamente tienen cabida los varones, cuando es la mujer la más presente en la Iglesia. ¿Será esto cultural o quizás que la mujer también está preocupada de ver al varón ausente – fuera de los sacerdotes – en la fuente del amor que es el evangelio?

• a perplejidad del var n ante su verdadera identidad, como padre, como esposo y como “cabeza”, más que como “corazón” en el ámbito familiar, profesional, político y social. La identi-dad incluye también su función, el sentido de su presencia y de su accionar. La sorpresa de la reacción social de la falta de identidad en ambos sexos parece desdibujar lo que estadísticamen-

te ocurre en la pareja humana. El mismo orden estadístico hace ver que unos y otras, pierden el sentido de la misma existencia al no entender que el porqué de la diferencia de los sexos es parte del proceso humano y el equilibrio de las generaciones que vienen al mundo.

• Y un largo etcétera que en este número se tra-tará de esbozar en la reflexión sobre la figura de San José, padre del matrimonio más fecundo del ser humano en la tierra.

• En todo caso, parece ser ue si se uiere tra-ajar con ri or cien co, el avance no se da en

el campo de las opiniones sino de las certe as. Todo ser humano puede opinar, pero debe saber que si sus búsquedas no llegan a desembarcar en lo cierto, es decir, en lo indiscutible, no se puede avanzar ni mejorar la sociedad..

• Como se verá el análisis de este número se centra en la figura de San José como padre, tal como lo expresa el Papa Francisco en su escrito sobre la trascendencia de este santo.

▪ P. Hernán Pereda cpcr

San José y la identidad masculina

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SER HOMBRE PARA SER PADRE

En el marco de este número monográfico sobre el hombre y la paternidad, me atrevo a reflexionar sobre algunos aspectos, que espero ayuden a clarificar la identidad del varón que ha quedado profundamente empañada durante ésta última década, fundamentalmente.

Las causas son múltiples y complejas. Eviden-temente que la ideología de género, el feminis-mo radicalizado y desconectado de la realidad y el relativismo moral y cultural, han contribui-do decididamente a diluir la imagen del varón y poder comprometer su vocación y misión al servicio de la sociedad.

En el fondo, ésta dialéctica o batalla contra el hombre, a la que a veces tenemos la sensa-ción de asistir impávidamente, hace flaco favor a la mujer y a la sociedad que necesita la especificidad y la complementariedad de am-bos, varón y mujer. Hegel, el filósofo idealista alemán, también postulaba que la te-sis tenía que ser cuestionada por su antítesis para llegar a la síntesis. “Síntesis”, que después había que volver a negar y cuestionar. En el fon-

do todas las revoluciones sociales de los últimos tres siglos, han seguido el mismo método para fracturar y generar división. Lo que hace un si-glo vino a ser la lucha de clases, hoy se ha con-vertido en la lucha de géneros. Son los mismos perros con distintos collares, cada cual más asfi-xiantes y demoledores.

1.- ALGUNOS RASGOS PROPIOS Y ESPECIFI-COS -NO EXCLUSIVOS- DEL VARON

Sabemos que el varón está hecho para la mujer y la mujer para el varón. Somos ser para el otro, y eso está marcado en nuestra persona y en nuestra corporalidad. Es por eso que varón y mujer son dos maneras complementarias de ser, son fuente de riqueza, de exigencia, de solidari-dad y de madurez.

A los varones se nos per-cibe racionales, activos, in-dependientes, competitivos y agresivos, aun cuando no dejan de ser rasgos instru-mentales que caracterizan a los sujetos que actúan en el mundo.

Está claro que hay di-

Esta dialéctica o batalla contra el hombre, a la que a veces tenemos la sensación de asistir impávidamente, hace flaco favor a la mujer y a la sociedad que necesita la especificidad y la complementariedad de ambos, varón y mujer.

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ferencias biológicas distintas que marcan fun-ciones y roles distintos. Habitualmente a los hombres se les asignan tareas de fuerza física, o tareas que requieren control mental y negación emocional, o tareas que requieren cooperación o que implican viajar (guerras, defensa, funcio-nariado, dirección etc).

El hombre está más orientado a las metas, a la acción, es más propenso a la represión emo-cional, más agresivo y menos emotivo. En todo ello hay sin duda una carga genética previa muy importante de donde nacen pautas intrínsecas de conducta y comportamiento.

Ser hombre o ser mujer nunca son un “acci-dente” del ser humano, sino que pertenecen a su esencia.

Por otro lado hay también una cuestión de aprendizaje social que obedece a la realidad, es decir, un padre trata a los hijos siempre de for-ma distinta si son varones o si son hembras. Y en ese trato no debe haber discriminación, sino que el trato es diferente porque las diferencias son patentes. Y esto pasa también entre los hi-jos del mismo género, por tanto, no debemos de empeñarnos en igualar a costa de lo que sea, la educación de los hijos.

Los hijos en un proceso de identificación buscan las conductas que mejor se vinculan con su género. De ahí que sea muy importante esa consistencia interna y autoestima de lo que ese niño es. Esto le posibilita un correcto marco de referencia e identificación.

Es por eso que quienes tenemos experiencia con los scouts sabemos que los niños y las niñas tienen juegos propios en los que se desarrollan las características de hombres y mujeres. El pa-pel del juego es determinante en la adquisición de conductas, habilidades, actitudes y valores. El chico busca potenciar la competitividad, la fortaleza, la cooperación, la motivación, el lo-gro…

Y junto a esas conductas, exponemos algu-nas diferencias en la forma de sentir en el hom-bre:

– Centrado en lo que hace– Tiende a la objetividad– Tiende a la estabilidad– Menos intuitivo

– Mas simple– Con capacidad de sobreponerse a sus esta-

dos de ánimo.

Los varones son en general más pobres en sensibilidad, dando menos importancia al sen-timiento. Pueden compartimentar sus sen-timientos y sus campos de acción, e incluso, pueden aislarlos y centrarlos. Pueden parecer insensibles, aunque no lo sean. Suelen tener una visión más sintética de la realidad y se les escapan los detalles, van al grano y prescinden de lo irrelevante y no captan con tanta facilidad componentes emocionales. El varón tiende a ser más inocente, no se da cuenta de las cosas, incluso de los problemas más importantes. Sin embargo actúa más, no se bloquea tanto con problemas y agobios. El varón tiende a fijarse en el qué. Por ejemplo, resulta interesante cómo el hombre gestiona el estrés concentrándose habi-tualmente en sí mismo y se suele apartar cada vez más de la situación que provoca la tensión. El hombre se siente mejor resolviendo los pro-blemas. Y además, muchas veces se meten en sus “cuevas” para resolver solos los problemas, y si no pueden encontrar una solución tienden a evadirse y olvidar.

Ser hombre para ser padre

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Otras de las características del varón es la de hacer una cosa de una en una. Cuando se sabe lo que él necesita, no busca demasiado, porque prima el sentido práctico, se va al grano. Los varones, por norma general, cuando compran, saben lo que quieren y cómo lo quieren. No se preocupan tanto de contrastar precios y calida-des. Además, suelen tener más prisa y menos sentido estético.

El varón tiene menos necesidad de expre-sarse. La queja más frecuente expresada por los hombres acerca de las mujeres es que siempre están tratando de cambiarlos. Los hombres o bien ignoran a las mujeres mientras estas ha-blan o bien escuchan durante unos minutos y después ofrecen erróneamente soluciones para que se sientan mejor. A veces el hombre “invali-da” los sentimientos de la mujer, y muy a menu-do inconscientemente.

En este sentido, algunas frases muy propias del varón son: “No deberías de preocuparte tan-to”, “no es tan grave”, “no deberías de sentirte ofendida, eso no es lo que quise decir”, “puedes ir al grano”, “claro que me preocupo por ti. "Eso es ridículo”, “¿Cómo puedes decir eso?”. “La semana pasada pasé todo el día contigo y nos divertimos mucho”, “si te vas a quejar por tener que hacerlo, entonces no lo hagas”…

Para un hombre, el que le ofrezcan ayuda le puede hacerse sentir incompeten-te, débil e incluso no amado. Esto es así porque su validez radica precisamente en pro-barse a sí mismo que tiene habilidades, que es eficiente y que alcanza resultados. Por todo esto, el hombre se re-siste a ser corregido o a que digan lo que tiene que hacer.

A la hora de procesar in-formación, el varón antes de hablar o responder, medita o piensa lo que ha escuchado o experi-mentado. Interna y silenciosamente imaginan la respuesta más correcta y útil. Primero la formu-lan en su interior y luego la expresan.

El hombre para ser más efectivo debería de ser más afectivo por lo general. Y esto es fun-damental para la educación de los hijos, porque

éstos necesitan palabras de afecto, necesitan saber, tanto por hechos como por palabras, que se les quiere.

¿Qué necesidades suele tener el hombre? Además de la más instintivas y de contacto, necesita confianza, aceptación, aprecio, admi-ración, aprobación y aliento. El varón se siente estimulado cuando se siente necesitado.

2.- EL EJERCICIO DE LA PATERNIDAD EN UN VARON

Me gusta mucho como Baden Powel com-para la ley scout con los caballeros medievales de la que recuerda los artículos de la ley scout. Creo que esto puede dar pistas muy interesan-tes para que los varones eduquen desde su ser e identidad a los niños adolescentes y jóvenes que tienen bajo su cargo.

. Nunca de er n de uitarse sus armaduras no m scaras salvo para el descanso nocturno.

. Partir en usca de e periencias ue pleni-can el alma.3. De ender a los po res y desvalidos..4. Dar socorro al ue lo pide con ra n.

. uc ar por la de ensa y el ienestar de su pa s

. ra ajar por onor antes ue por intere-ses personales.

. No altar nunca a una promesa por nin una ra n.

. ntes morir con onor ue uir y vivir en la amilia.

Estoy convencido de que aquí tenemos un programa estupendo formidable y muy resolutivo que ayuda a em-pistar la paternidad de los varones en relación a sus hi-jos, tanto varones como mu-jeres. Pero me quiero referir especialmente a cinco aspec-

tos que configuran la misión de la paternidad en el varón:

A. Saber merecer confianza

El varón debe de contribuir a mostrar cami-nos de libertad que él ya haya experimentado. Por ejemplo, el sentido del honor, en saber me-recer confianza. En nuestra sociedad, esta for-

El hombre para ser más efectivo debería de ser más afectivo por lo general. Y esto es fundamental para la educación de los hijos, porque éstos necesitan palabras de afecto, necesitan saber, tanto por hechos como por palabras, que se les quiere.

Ser hombre para ser padre

ma de actuar puede crear perplejidad, porque hemos quitado márgenes de confianza y liber-tad. El famoso proteccionismo.

¡Qué orgullo provoca en el hijo cuando éste recibe un gesto de confianza de un adulto! Esto es un riesgo, claro está…, pero, ¿qué no es un riesgo en la vida?.

¡Cómo un padre puede educar a un hijo ca-paz de elegir si no le permite ponerse a prueba y saber merecer la confianza?. Por eso, el padre es tan importante para formar en el hijo un carác-ter fuerte. No se puede pretender que un chico tenga coherencia si no se le inculcan principios y valores fundamentales desde niño.

B. La lealtad

Otra cuestión fundamental es la lealtad. Esta es una virtud esencial que el padre puede en-señar al hijo. Una persona leal es una persona que puede merecer confianza. La lealtad es la base de las relaciones de sinceridad recíproca y la base de la construcción de un carácter fuerte, porque el que es leal demuestra que sabe domi-nar las tentaciones unidas al materialismo y al oportunismo.

La lealtad hoy convierte a muchos padres en antisistema, porque es ir a contracorriente. Hoy se considera a una persona madura cuando ha sabido beneficiarse de la ocasión, que ha sido capaz de aprovechar la oportunidad, incluso si proviene de un momento de debilidad o de ig-norancia del otro.El sentido de la justicia va muy ligado también al de lealtad.

C. Espíritu de servicio

Baden Powel dice que “un paso hacia la fe-licidad es hacerse sano y fuerte para poder ser útil y así poder gozar de la vida cuando se es hombre”. Pero la verdadera manera de obtener la felicidad, es haciendo felices a los demás . La receta de la alegría con que los hombres han de ejercer su paternidad, es hacer el bien, tener fuerzas activas en el dominio de la bondad. Es decir, no basta con ser bueno, es necesario po-nerse a “exportar” el bien. No se puede ser feliz en sí mismo; solamente si se da un poco de sí mismo a los demás se puede encontrar la felici-dad, que es el fin de cualquier hombre. La felici-dad no se encuentra en el hedonismo o en los excesos, sino en el altruismo.

El servicio es capaz de revolucionar a una familia, y especialmente esa actitud humilde y discreta del trabajo del varón.

Ser hombre para ser padre

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D. Autoridad

En el contexto actual, el subjetivismo moral ha llegado a ser un fetiche o un ídolo a los que deben de someterse los demás valores y prin-cipios.Ciertamente, la autoridad del padre no debe de ser autoritarismo, sino competencia.

Puede ser, que la crítica de la autoridad haya nacido como una crítica del autoritarismo , pero en este momento vemos cómo la autoridad ha sido sustituida por un vago concepto del reparto de los deberes, de los poderes, de las responsa-bilidades, y por eso se ha convertido en algo más difuso y menos claro.

La autoridad nace de la competencia, de la experiencia, de la disponibilidad. Esa autoridad no es ni criticable ni contestable, porque es útil y necesaria. No es necesario gritar para que nos oigan, porque el aprecio y la estima hace esté-ril las formas reactivas. No hay que tener miedo de convertirse en un punto de referencia segu-ro para los hijos. Las órdenes siempre hay que darlas con precisión, oportunidad y de forma adaptada.

E. Alegría

La alegría no es superficialidad, sino que es

dedicarse seriamente a los compromisos adqui-ridos, pero siempre con una reserva de buen humor, de confianza y de esperanza en su éxito, porque incluso la serenidad será un buen pre-sagio.

Es muy importante que el padre mire el fu-turo con optimismo, es decir abandonándose a la Providencia, especialmente en los momentos difíciles como son los actuales. ¡Esto sí que es un valor absoluto! El dominio de sí mismo, for-ma una tercera parte del carácter. Si se tiene la capacidad de sonreír de sí mismo, de las dificul-tades en las que nos encontramos, se tendrán siempre mayores posibilidades de acabar con éxito.

▪ P. Enrique Martín cpcr

La alegría no es superficialidad, sino que es dedicarse seriamente a los compromisos adquiridos, pero siempre con una reserva de buen humor, de confianza y de esperanza en su éxito, porque incluso la serenidad será un buen presagio.

Ser hombre para ser padre

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Comentario a la carta apost lica patris corde, del anto Padre Francisco, como motivo del ani-versario de la declaraci n de san josé como patrono de la i lesia universal.

CON CORAZÓN DE PADRE

nales del a o pasado, el Papa Francisco nos re al una carta apost lica, con motivo del

aniversario de la declaraci n de an osé como Patrono de la lesia niversal.

Una carta de una extraordinaria belleza, en la que repasa algunos aspectos de la figura de San José, de la que tan pocos datos se dan en los evangelios, pero sin ninguna duda, con un papel esencial en la Historia de la salvación.

En estos tiempos de cambio, en los que la figura del hombre está tan discutida o debati-da, supone un punto de referencia sobre el que aprender y reflexionar, a la hora de situar al hombre de una forma ejemplar.

Veamos algunos puntos interesantes de la carta, que se deducen de lo que encontramos en los evangelios, y de la sabiduría de la tradi-ción.

En primer lugar, la carta nos introduce algu-

nos datos concretos que sí vienen en los evan-gelios, como hemos comentado. Que fue un humilde carpintero, un hombre justo, siempre dispuesto a hacer la voluntad de Dios, que vio nacer al Mesías en un pesebre, siendo testigo de la adoración de los Magos.

A pesar de que Jesús no era hijo biológico suyo, José tuvo la valentía de asumir su paterni-dad en la tierra, después del mensaje del ángel, «Tú le pondrás por nombre Jesús» (Mt 1,21). Al poner un nombre a una persona o cosa, en la antigüedad, significaba adquirir su pertenencia, y de esta forma José asumía la paternidad de Jesús.

El Papa nos propone además la figura ejem-plar de San José, de una forma especial en este tiempo de pandemia, ya que se puede experi-mentar la influencia que están teniendo perso-nas anónimas salvando vidas y sosteniendo a la sociedad de una forma heroica y responsable:

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«Este deseo ha crecido durante estos meses de pandemia, en los que podemos experimen-tar, en medio de la crisis que nos está golpean-do, que nuestras vidas están tejidas y sosteni-das por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra histo-ria: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpia-doras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. […] Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corres-ponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfren-tar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. Todos pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibi-do, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad».

A continuación, Francisco ofrece una re-flexión siguiendo las virtudes que tenía San José.

1. PADRE AMADO.

«La grandeza de san José consiste en el he-cho de que fue el esposo de María y el padre de Jesús. En cuanto tal, “entró en el servicio de toda la economía de la encarnación», como dice san Juan Crisóstomo. ”

[…]

Como descendiente de David (cf. Mt 1,16.20), de cuya raíz debía brotar Jesús según la promesa hecha a David por el profeta Natán (cf. 2 Sam 7), y como esposo de María de Naza-ret, san José es la pieza que une el Antiguo y el Nuevo Testamento».

Que bonita es esta reflexión. Dentro del poco conocimiento que tenemos de él, desde su humildad, supone una gran parte de la His-toria de la Salvación, ofreciéndose y dándose a sí mismo. La Madre Teresa de Calcuta tiene una frase sobre la Virgen, «sin María no hay Jesús»

para recalcar el papel tan importante de María como mujer en esta Historia de la Salvación. Y de esta forma, se reconoce el papel de San José también, en ese paso a la Nueva Alianza. No es una ruptura con el Antiguo Testamento, sino que todo sigue su desarrollo.

De esta forma, surge y se reconoce la gran devoción que tiene S. José, como un padre ama-do al que acudir, al que se le encomiendan mu-chas oraciones y devociones, o al que se dedican iglesias o templos.

2. PADRE EN LA TERNURA.

San José es la expresión de la ternura de Dios para Jesús en la tierra. Y también para todos no-sotros. Es ese padre que abraza y ofrece todo su cariño a su hijo, y a sus hijos.

«Muchas veces pensamos que Dios se basa sólo en la parte buena y vencedora de nosotros, cuando en realidad la mayoría de sus designios se realizan a través y a pesar de nuestra debili-dad. […]

Si esta es la perspectiva de la economía de la salvación, debemos aprender a aceptar nuestra debilidad con intensa ternura.

También a través de la angustia de José pasa la voluntad de Dios, su historia, su proyecto. Así, José nos enseña que tener fe en Dios inclu-ye además creer que Él puede actuar incluso a través de nuestros miedos, de nuestras fragilida-des, de nuestra debilidad. Y nos enseña que, en medio de las tormentas de la vida, no debemos tener miedo de ceder a Dios el timón de nuestra barca. A veces, nosotros quisiéramos tener todo bajo control, pero Él tiene siempre una mirada más amplia».

Qué importante es saber reconocer con humildad nuestros límites, nuestra debilidad,

San José es la expresión de la ternura de Dios para Jesús en la tierra. Y también para todos nosotros. Es ese padre que abraza y ofrece todo su cariño a su hijo, y a sus hijos.

Comentario Patris Corde

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nuestros miedos, para confiar en el otro, y so-bre todo en la Providencia, en los designios del Señor. De esta forma también sentiremos la ter-nura y nos sentiremos abrazados por la miseri-cordia de Dios.

3. PADRE EN LA OBEDIENCIA.

Repasando todos los episodios que se narran por los diferentes evangelistas, se puede ver como José confió en lo que le pedía Dios, me-diante el ángel, y de esa forma obediente, todo el plan de salvación pudo seguir su curso. Supe-ró su propio drama, su angustia, y salvó a María. Cumplió con los tiempos en su huida a Egipto y en su vuelta.

Y sobre todo, como José fue un ejemplo y enseñó a Jesús a cumplir con los preceptos, y a ser obediente a sus padres.

Todos estos acontecimientos muestran que José «ha sido llamado por Dios para servir di-rectamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdade-ramente “ministro de la salvación”»

4. PADRE EN LA ACOGIDA

«José acogió a María sin poner condiciones previas. Confió en las palabras del ángel. “La no-bleza de su corazón le hace supeditar a la cari-dad lo aprendido por ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física so-bre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, delicado que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando su juicio”».

En nuestra vida ocurren muchos hechos que a veces no comprendemos. José deja de lado los razonamientos humanos, sus dudas, y acoge el misterio de Dios, acoge a María, y se reconcilia plenamente con su propia historia. Qué impor-tante es saber aceptar nuestra propia historia, entenderla, reconciliarnos con ella, para poder avanzar en la vida, y no quedar presos de las heridas del pasado, viviendo una vida de expec-tativas que no se cumplen y que sólo llevan a decepciones.

José no lleva una vida espiritual que busca las respuestas, sino que acepta y acoge. Esta acogida es la que le llena de fortaleza, y que muestra el don del Espíritu.

Y al ser ese padre que acoge a María y Jesús, nos permite a nosotros acoger al Mesías, con todo su pleno significado.

«Entonces, lejos de nosotros el pensar que creer significa encontrar soluciones fáciles que consuelan. La fe que Cristo nos enseñó es, en cambio, la que vemos en san José, que no buscó atajos, sino que afrontó “con los ojos abiertos” lo que le acontecía, asumiendo la responsabili-dad en primera persona.

La acogida de José nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con prefe-rencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huér-fanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero. Deseo imaginar que Jesús tomó de las actitudes de José el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y el padre mi-sericordioso (cf. Lc 15,11-32)».

La acogida de la Palabra de Dios, conlleva el

Comentario Patris Corde

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ser consecuente, y acoger otras realidades que necesitan ser acogidas.

5. PADRE DE LA VALENTÍA CREATIVA

Una vez que acogemos el misterio, que con-fiamos, que nos liberamos, surge una conse-cuencia, que Francisco llama valentía creativa. Esa valentía que nos hace afrontar situaciones o problemas de una forma que no imaginábamos, y que sacan nuestros mejores recursos sin dar-nos cuenta.

José fue el instrumento de Dios, de forma valiente y creativa. El que encontró un establo cuando no había posada, el que preparó un pe-sebre, el que libró al Niño de Herodes, llevándo-los a Egipto, y volviendo después. De esta forma José se ocupó de los comienzos de la historia de redención.

Como dice el Papa en la carta, aunque en los evangelios no se escribe nada sobre la infancia de Jesús, es fácil imaginar que tendrían que co-mer, de tener una casa, un sustento, y que como familia tuvieron que superar problemas concre-tos que podemos tener todos, y como S. José pudo afrontarlos.

En este sentido, como S. José protege y cui-da de la Sagrada Familia, es lógico sentirle como protector y custodio de la Iglesia, haciendo hin-capié en los más débiles, en los que tienen que migrar y toda la gente humilde que pasa desa-percibida.

6. PADRE TRABAJADOR.

Todos reconocemos a S. José “obrero”, el carpintero humilde y laborioso. De él, Jesús aprendería el valor del trabajo, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan ganado con el propio trabajo.

En estas épocas com-plicadas para el trabajo, en toda su problemática tan-to por el desempleo, como por la propia forma de en-tender el trabajo y la eco-nomía, es urgente volver a retomar a S. José como ejemplo y patrono.

El trabajo es una participación de la obra de la salvación, en el que poner en juego nuestra potencialidad, y servicio, donde no sólo nos realizamos personalmente, sino que podemos aportar a la realización de nuestras familias y de la sociedad. En una familia en la que no hay tra-bajo, corre mas riesgo de dificultades, de tensio-nes, y de desestructuración. Si queremos hablar de dignidad humana, es importante meter en el pack, la posibilidad de un trabajo digno.

7. PADRE EN LA SOMBRA

Hoy en día hacen falta padres de verdad. Pa-dres que protejan, pero sin retener, sin poseer, que enseñen la experiencia de la vida, para ha-cer a nuestros hijos o al otro capaz de afrontar las situaciones, de saber elegir, en definitiva de ser libre.

Esto es una expresión también de la casti-dad, en el sentido de no poseer al otro, y por eso se la puesto a S. José el apelativo de “castísimo” junto al de padre.

«No es una indicación meramente afectiva, sino la síntesis de una actitud que expresa lo contrario a poseer. La castidad está en ser libres del afán de poseer en todos los ámbitos de la vida. Sólo cuando un amor es casto es un verda-dero amor. El amor que quiere poseer, al final, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca, hace infeliz. Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso para equi-vocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordina-riamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida».

Esto es aplicable no sólo a los hombres pa-dres, sino al sacerdocio, a la vida religiosa, y a

todo ámbito que implique la ayuda y enseñanza a los demás.

«La paternidad que rehúsa la tentación de vi-vir la vida de los hijos está siempre abierta a nuevos espacios. Cada niño lleva siempre consigo un miste-

Un padre es consciente de que completa su acción educativa y de que vive plenamente su paternidad sólo cuando se ha hecho “inútil”, cuando ve que el hijo ha logrado ser autónomo y camina solo por los senderos de la vida.

Comentario Patris Corde

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rio, algo inédito que sólo puede ser revelado con la ayuda de un padre que respete su libertad. Un padre es consciente de que completa su acción educativa y de que vive plenamente su paternidad sólo cuando se ha hecho “inútil”, cuando ve que el hijo ha logrado ser autónomo y camina solo por los senderos de la vida, cuando se pone en la situación de José, que siempre supo que el Niño no era suyo, sino que simplemente había sido confiado a su cuidado».

Qué párrafo tan bonito, y qué difícil. Hacer crecer a nues-tros hijos, a las personas a las que enseñamos, hasta hacer-nos “inútiles”. Se trata de ha-cer crecer en la libertad bien entendida, de dar todas las he-rramientas para que se puedan desenvolver y sentirse plenos, no de generar dependencias y lazos posesivos. Somos reflejo del Padre celestial, y que en el fondo, es el único Padre.

Como acaba el Papa Fran-cisco en la carta, el objetivo es que crezca el amor al Patrón de la Iglesia Universal, S. José, gran santo, para implorar su interce-sión e imitar sus virtudes, y su gran resolución.

Los santos ayudan a todos los fieles, no sólo concediendo milagros o gracias, sino inter-cediendo por nosotros ante el Padre.

Encomendémonos a S. José e intentemos aprender de él.

▪ Nacho Bracicorto

Comentario Patris Corde

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LA DEVOCIÓN A SAN JOSÉ

TERESA DE JESÚS REJUVENECE A SAN JOSÉ

Todos sabemos la acendrada devoción de Santa Teresa para con San José a quien llamó «el padre su alma» y con quien se supone tuvo conversaciones especiales. Por ello tuvo que ser para ella un antitestimonio molesto el que en las representaciones pictóricas de entonces apare-ciera el Patriarca como un viejo muy barbudo con aire melancólico y no atento más que a su trabajo de carpintero. De ello tuvo que lamen-tarse varias veces ante el P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, que era su director espiritual.

Providencialmente por aquellos años un rico mercader toledano, Martín Ramírez de Zayas dejó escrito en su testamento que su amplio pa-trimonio fuera empleado en la fundación de un convento de Carmelitas Descalzas, para lo que se iniciaron pronto las modificaciones necesa-rias. Fueron consultados varios pintores, pero

para el cuadro de San José fue elegido Domé-nickos Theotocopuli, en adelante «El Greco». El P. Jerónimo Gracián tuvo varias conversaciones con el pintor, en las que sin duda saldrían a flote las aspiraciones de Santa Teresa. El veterano car-melita afirmaba no sólo su juventud sino tam-bién su fuerza, su belleza varonil, habiéndose de parecer mucho a Jesucristo.

El resultado ha sido maravilloso. La obra es una de las más felices creaciones del pintor. José se convierte en el símbolo del héroe cristiano, protector de la familia y de la vida. La mirada humilde de San José se detiene en el Niño, al tiempo que esboza una leve sonrisa, inclina le-vemente la cabeza de hombre joven, de nariz algo estilizada, con puntiaguda barba. Como padre tierno y amoroso, con su mano izquierda rodea la cabeza del pequeño, a quien acompa-ña en su caminar. Este magnifico y enriquecedor tesoro artístico está a mano de todos en la calle Núñez de Arce, nº 7, en Toledo

OBREROS ITALIANOS LOGRAN «BAUTIZAR» EL 1 DE MAYO EN FIESTA SAN JOSÉ OBRERO

El 1 de mayo de 1955 fue domingo por lo que era inútil recordar la Huelga obrera iniciada un 1 de mayo 1886. A pesar de ello una multitud de obreros llenó la plaza de San Pedro. Estaban los miembros de la Asociación Cristiana de Trabaja-dores Italianos (ACLI) y muchos de ellos recorda-ban el encuentro con Pío XII diez años antes, que había tenido lugar el 13 de marzo de 1945, un mes y medio antes del final de una guerra que había desgarrado profundamente a Italia. Pero en 1955 Italia era un país que crecía impetuo-samente, el "boom" no estaba lejos, pero entre las filas de los católicos italianos el Papa Pacelli reconoció a los "decepcionados", aquellos que se quejaban de la falta de fuerza de la presen-cia cristiana "en la vida pública", mientras que la ideología socialista parecía ser la dominante. El Papa Pío XII pronunció un enérgico discurso y recordó a 1a los ACLI su identidad para que se comprometieran con la "paz social" y al final, casi como un giro, anunció un "regalo" que les sorprendió y entusiasmó:

La devoción a S. José

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"Para que este significado esté presente para vosotros, nos complace anunciaros Nues-tra determinación de instituir -como de hecho instituimos- la fiesta litúrgica de San José Obre-ro, asignándole precisamente el día 1 de mayo. ¿Agradecéis, queridos obreros, a este regalo Nuestro? Estamos seguros de que sí, porque el humilde artesano de Nazaret no sólo personifica ante Dios y la Santa Iglesia la dignidad del traba-jador esforzado, sino que también es el custodio providente de vosotros y de vuestras familias».

ORACIÓN A JOSÉ OBRERO DEL PAPA RON-CALLI, JUAN XXIII

Cuatro años más tarde de la fiesta San José Obrero, la Iglesia comenzó a ser conducida por un hombre al que le hubiera gustado llamarse "Papa José". Lo que revela el fuerte apego de Juan XXIII a san José. Al día siguente de su elec-ción, el Papa Roncalli celebró el 19 de marzo de 1959 con un grupo de personas a cargo de la limpieza urbana. Al año siguiente, en un mensa-je de radio del 1 de mayo de 1960, el "Papa bue-no" concluyó con una oración a san José Obrero:

«Haz también que tus protegidos com-prendan que no están solos en su trabajo sino que vean a Jesús junto a ellos; acógelos con tu gracia, protégelos fielmente como tú hiciste. Y obtén que en cada familia, en cada oficina, en cada laboratorio, donde quiera que trabaje un cristiano, sea todo santificado en la caridad, en la paciencia, en la justicia, en la prosecución del bien obrar para que desciendan abundantes los dones de la celestial predilección»

SAN JOSÉ EN EL CANON DE LA MISA POR-QUE CUMPLIÓ CON SU DEBER

En la Primera Asamblea General del Concilio Vaticano II, el 11 de octubre 1962

Se escribió la siguiente oración:

«San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tu empleaste toda tu vida en el per-fecto cumplimiento de tu deber, tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos.

Protege bondadosamente a los que recurren confiadamente a ti.

Tu conoces sus aspiraciones y sus espe-ranzas. Se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges. Tu también conociste pruebas, cansancio y trabajos. Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó lle-na de verdadera alegría por el íntimo trato que goza con el Hijo de Dios,el cual te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre. Amén».

S. S. Juan XXIII. Decreto

ESTATUA DE SAN JOSÉ EN LOS JARDINES DEL VATICANO

Benedicto XVI, cuyo nombre de bautismo es José, inauguró el 5 de julio de 2010 una fuen-te en los jardines vaticanos dedicada al padre adoptivo de Jesús, detrás de la cual se muestran seis imágenes tomadas de los Evangelios de san Mateo y de san Lucas: a) el compromiso de José y de María, b) el sueño de José, c) el nacimiento de Jesús, d) la huida de Egipto, e) el encuentro de Jesús entre los doctores, y f) la labor de José de Nazaret

Tras la bendición de la imagen, dirigió a los presentes esta breve oración:

«Queridos hermanos y hermanas, esta bella fuente dedicada a san José constituye un recuer-do simbólico de los valores de la sencillez y de la humildad al llevar a cabo día a día la voluntad de Dios, valores que distinguieron la vida silen-ciosa, pero preciosa del Custodio del Redentor. A su intercesión confío las esperanzas de la Igle-sia y del mundo. Que él, junto a la Virgen María, su esposa, guíe siempre mi camino y el vuestro, para que podamos ser instrumentos gozosos de paz y de salvación».

MENCIÓN DE SAN JOSÉ EN LA 4 PLEGARIAS EUCARÍSTICAS

Poco antes de su renuncia al papado, Bene-dicto XVI encargó a la Congregación del Culto Divino que se ampliara la mención a San Jose´, no solo en la plegaria 1ª, como había estable-cido Juan XXIII, sino también a las otras cuatro plegarias eucarísticas

Decreto del 1º de mayo de 2013 lo justifica así:

La devoción a S. José

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«El paterno cuidado de Jesús, que San José de Nazaret desempeñó, colocado como cabeza de la Familia del Señor, respondió generosamen-te a la gracia, cumpliendo la misión recibida en la economía de la salvación y, uniéndose ple-namente a los comienzos de los misterios de la salvación humana, se ha convertido en modelo ejemplar de la entrega humilde llevada a la per-fección en la vida cristiana, y testimonio de las virtudes corrientes, sencillas y humanas, por lo que conviene se le recuerde en todas las misas.»

▪ Hº. Enrique Berenguer cpcr

La devoción a S. José

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SAN JOSÉ EN LA HISTORIA DE LA OBRA DE COOPERACION

SAN JOSÉ PONE EN MARCHA LA ATREVIDA IDEA DE UN JOVEN JESUITA.

Situémonos en el Palacio de Gandía, que ha-bía sido residencia ducal de Francisco de Borja hasta que, habiendo entrado en la Compañía de Jesús, se convirtió en residencia para los novi-cios de Aragón. El 5 de julio de 1907 ingresa un novicio con 24 años. Viene muy motivado por los Ejercicos Espirituales que acababa de hacer en febrero y le parece muy necesario que se den a conocer a todo el mundo. En esos días se leen algunas de las Cartas edificantes del Padre Mu-ñoz, desde Colombia, en las que se presentan cómo han logrado divulgar en forma masiva la práctica de los Ejercicios entre los hombres. Al joven jesuita le caen muy bien y enseguida se pregunta "¿Porqué allí, sí y aquí no?"

Y empieza moverse para hacer algo semejan-te en los pueblos de la comarca de Gandía. Logra convencer a alguno de los Padres y del 5 al 10 de febrero de 1910 se celebra la primera Tanda de Ejercicios en Gandía, con la asistencia de 11 hombres.

Pero él quería algo «masivo» y es cuando aparece la figura de San José para alentar al jo-ven «forofo» de los Ejercicios. Con la fiesta de San José en medio se da una tanda en el Real de Gandía en la que participan 43 ejercitantes; las siguientes serán de 97, 47, 55, 117 y 157...

HABÍA QUE ENDEREZAR UN CLAVO

Con estos resultados, San José da gracias a Dios porque, con su ayuda, ha enderezado un clavo super arrugado desde hacía unos 20 años. En efecto, Francisco de Paula Vallet, que es el nombre y apellidos del «forofo» de los Ejerci-cios Espirituales masivos, tras los primeros días de su infancia cristiana se había apartado de la práctica religiosa. Desde el año 1900 su vida de universitario le pone en relación con hombres que se manifiestan impíos y cede con ellos. Pero no dura mucho su nuevo estilo porque el vacío, el corazón sin Dios es una manera con que se hace sentir el Gran Ausente. Las confidencias con una antiguo amigo, Eudald Serra, que se ha ordenado sacerdote hace poco, le encamino a Manresa; allí guiado por un joven jesuita, Ma-riá Esturñi se le abren un mundo de horizontes nuevos e intuye que el prodigio de Pentecosté podría perpeturase por la tierra. Al final de esos Ejercicios, ante la imagen de San Ignacio de Lo-yola, se compromete a pasar su vida promovien-do este medio de encontrar a Dios que se la ha mostrado tan eficaz.

San José quiere hacer un «examen doctoral» a su clavo restaurado. El domingo de su «Pa-trocinio» (aquel año se celebró el dominfgo 24 de abril) una comisión de hombres de El Real de Gandía preguntan por el «Hermano de los Ejercicios». Una maravillosa conversión de un alejado hace que la población quiera, otra tanda del Ejercicios; el Hermano Vallet quiere poner unas condiciones a la que será la última de la huerta de Gandía: que sean más de doscxientos los inscritos, que haya más de 10 pob laciones

Él quería algo «masivo» y es cuando aparece la figura de San José para alentar al joven «forofo» de los Ejercicios. Con la fiesta de San José en medio se da una tanda en el Real de Gandía en la que participan 43 ejercitantes; las siguientes serán de 97, 47, 55, 117 y 157...

Historia de la Obra

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sistinata. Los comisionados contestaron a la pri-mera: pasarán; a la segunda pasarán: fuero 202 ejercitatentes de 15 poblaciones diversas. ¡Y qué conversiones!

DE GANDÍA A CATALUÑA

Estamos en el año 1922. El antiguo rector de la casa noviciado de Gadía, P. Juan Guim, testigo primero de las andanzas de Hermano Vallet es ahora el Provincial de Aragón. Aquel Hermano ha sido ordenado sacerdote y espera un destino dentro de las muchas actividades de los jesuitas en Cataluña. Recordando su pasión por difundir los Ejercicios Espirituales le nombra Director de la Casa de Ejercicios de Manresa, donde se había convertido años antes. Pero el nombra-miento queda eliminado y el Padre Vallet sale por los pueblos, como lo había hecho de joven en Gandía. El 25 de Febrero empieza la primera Tanda de los Ejercicios de la Obra Cooperación Parroquial. Sí, Para el Padre Vallet era esencial la afirmación de San Pablo «Conviene que Jesu-cristo reine ahora» (1ª Cor 15, 25) que le llevó a fijarse en la «Iglesia que está en medio del mun-do» que es la que se llama «Parroquia» según se lo descubrió Mosén Jerónimo Roca en 1923 y que fue la base de asumir con gozo el adjetivo de «parroquial».

INICIA SU MISIÓN DE FUNDADOR DE LOS COOPERADORES PAROQUIALES, CONSA-GRÁNDOLES A SAN JOSÉ

Por varias mociones que recibe del Señor, el Padre Vallet se siente obligado a dejar la Compa-

ñía de Jesús para iniciar una nueva Orden reli-giosa, los «Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey».

Ocho días antes de que llegara a sus manos el documento oficial de sus salida de la Compa-ñía de Jesús era la fiesta del Patrocinio de San José. El padre Vallet dejó escrito en su diario:

e ec o la consa raci n al anto de los u-turos Cooperadores como esclavos, ya ue no se puede ser esclavo de Mar a sino siéndolo tam ién de su esposo esclavos de la a rada Familia

El 3 de mayo de 1928 sale de la Casa de Gandía y se dirige a Barcelona, donde encuentra amigos que le ayudarán.

Lo más urgente para él era buscar de un Obispo que le encardine. Para ello viaja a Roma donde encuentra a Mons Fernando Damiani, vi-cario general de la Diócesis de Salto (Uruguay), con poderes para encardinar sacerdotes. De esta forma el P. Vallet queda como miembro de derecho del clero de la diócesis presidida desde 1919 por Mons Gregorio Camacho, con el per-miso de su Obispo de quedarse en Barcelona.

El Padre Vallet, libre, opta por hacer una pe-regrinación a Tierra Santa. Le acompaña Juan Terradas Soler, hijo menor de una familia muy relacionada con él y Miguel Soler, feligrés de la parroquia de San Andrés del Palomar que le ayudó mucho en años anteriores. Salen el 27 de Agosto de 1928 y regresan el 18 de noviembre; se detienen en Belén para hacer ocho días de

Palacio ducal de Gandía, donde el P. Vallet estuvo unos años.

Historia de la obra

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Ejercicios. ¡Qué ocasión más propicia para en-comendarse a María y al Santo de su devoción, San José!

Al regresar a Barcelona se inicia la primera Comunidad de Cooperadores Parroquiales. La componen el Padre Vallet, fundador, con sus compañeros peregrinos, Juan Terradas y Miguel Soler que se han agregado como Cooperadores Parroquiales. Todos ellos son acogidos por Luis Bellber, joven de unos 30 años, procedente de Tarrasa, primer cooperador desde el 24 de junio 1928, día en que él estrenó esta residencia.

PRIMERA CELEBRACIÓN DE SAN JOSÉ CON ECOS EVANGÉLICOS

Allí, esta fervorosa Comunidad, celebró el 19 de marzo de 1929 la primera Fiesta en honor a San José. La misa la tuvieron, como cada día, en una parroquia cercana, porque no tenían capilla sino un simple oratorio con las imágenes del Co-razón de Jesús y del Corazón Inmaculado de Ma-ría y los Santos José, Pedro e Ignacio de Loyola, en este orden.

Esta celebración tuvo profundo sabor evan-gélico, en la línea del versículo 1, 13 de Mateo: «El Señor dijo a José: "Levántate, toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto"». En efecto, pocas semanas antes se había dado a conocer la noti-cia, que venía de Roma a través del Nuncio en Madrid, de que el Padre Vallet no podía quedar-se en Barcelona sino que tenía que trasladarse a su diócesis de encardinación, Salto, pese a que Mons. Camacho le había dado todos los permi-sos para quedarse en Cataluña, porque sabía bien que para fundar una congregación nueva era normal hacerlo donde era conocido y que-rido.

Comentando esta inesperada contrariedad, el P. Sospedra, en su Vida del Padre Vallet, trae a colación una reflexión atribuida al famoso Padre Lombardi, S. J. que venía a decir así: «Cuando uno se propone a realizar una empresa a gloria de Dios, conviene que se ponga a pedir: «Señor, que no salga una persona buena que me lo im-pida».

CONTRA LA CONTRADICCIÓN, ALIANZA DE AMOR

El 21 de mayo, cinco semanas después de

unirse espiritualmente a San José, se despide de su casita y se realiza en el Torrente de las Flores la primera agregación a la Alianza de Amor.

De esta forma se iniciaba el dar vida, con nombre y apellidos de los que se fueran agre-gando a una de las asociaciones escritas en la primera «Síntesis de las Constituciones de los Cooperadores Parroquiales del Corazón de Jesús Rey» resumían el estilo de vida asumido libre-mente aquella Comunidad que ya tenía en sus manos los textos de esas iniciales Reglas reli-gosas. Habían sido impresas apartir del 24 de junio 1928, con la colaboración de Luis Bellber:

Empezaba así aquella Síntesis: «El ideal y fin supremo de la Institución sería el promover por todos los medios posibles de oración, penitencia y ejercicio de virtudes, así como de predicación, publicaciones, etc. la mayor concordia y la uni-dad más íntima en el Corazón de Cristo de todos los católicos y de sus instituciones entre sí, para que contribuyendo todos juntos en una gran alianza de amor, se lograra consumar la la más perfecta unidad de todos en Cristo, y se viesen colmadas las ansias de su adorable Corazón tan insistintemente repetidas en la hora de su divi-no testamento de amor en la Cena, después de la institución del Sacramento de la Unidad "para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has envia-do"». (Jn, 17, 22-23)

PROVIDENCIAL OCASIÓN DE CATEQUIZAR LARGAMENTE A IMITADORES DE SAN JOSÉ EN SU SALIDA A EGIPTO

El 5 de junio de 1929, sale el Padre Vallet con sus compañeros hacia Uruguay. En el trasat-lático Infanta Isabel, no son muchos los turistas; la amplia mayoría son familias que van a probar fortuna en América del Sur. El Fundador de los Cooperadores los mira como nuevos «Josés» obligados a dejar sus casas para sobrevivir en un país extraño. Pero sobre todo, más que en sus miserias, se fija en sus almas y quiere que así los vean los cuatro jóvenes que le acompañan. Sí ya eran cuatro los que se sentian Cooperadores Parroquiales, porque además de los dos peregri-nos a Tierra Santa, Juan Terradas y Miguel Soler, y del iniciador de la casita en en el Torrente de las Flores, Luis Bellber, solo dos días antes de la salida del Barco se agregó Herman Bonin, con

Historia de la Obra

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su permiso militar en regla, obtenido providen-cialmente.

El Padre Vallet llevaba muchos años como el gran orador que había gozado evangelizando a unos 15.000 hombres reunidos en los ambien-tes cerrados de las casas de Ejercicios. Ahora se encuentra con personas también «encerradas» en las cubiertas de barco; pero sabe bien que los que allí estan no han venido para aprender nada ni menos para escuchar sermones. Por ello comprende que tiene que dar tiempo al tiempo, y espera unos días para ir haciéndose amigo, con el gran atractivo de su exquisita hu-manidad. Pasadas ya las Islas Canarias sus cua-tro compañeros, recorren todo el trasatlántico y dan a conocer una conferencia religiosa en la cubierta, para después del té de la tarde.

El primer día, a esa hora estan, cantando y riendo, y haciendo corros de tertulia amistosa. Confiando en la ayuda de Dios, el Padre Vallet da dos palmadas, y con voz fuerte y decidida, dice que los que quieran saludar a la Madrecita del Cielo, y encomendarse a ella, que viengan a un rincón de la cubierta para rezar el Santísimo Rosario. Lo aplicaremos para que los emigran-

tes, al llegar a América, encuentren pronto la manera de ganarse honradamene la vida. Pa-sados unos momentos de vacilación del público sorprendido, se acerca a los Cooperadores que se ven pronto rodeados, de los que estaban allí y también de otros procedentes de las diversas clases, incluso de marineros, camareros, fogo-neros...

Visto el éxito de la primera reunión, se repi-tió al día siguiente y fueron continuando hasta unas diez u once. Cada día tuvieron más gente, mientras el tiempo lo permitió.

Lo que resultó muy bien, cuando ya estaban acostumbrados, fue el Rosario explicado y co-mentado, que duraba hora y cuarto. Luego se añadieron explicaciones y exhortaciones que conmovían a aquella pobre gente.

Fueron muy concurridos aquellos encuen-tros y por toda clase de personas; oficialidad, tripulación en gran número; pasajeos incluso de segunda y de primera clase. Por los cambios que observaron, fueron útiles de verdad.

También dieron catequesis a los niños y ni-

EL P. Vallet rodeado de pasajeros en el viaje a Uruguay

Historia de la obra

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ñas de los emigrantes, procurando que queda-ran instruidos en la inteligencia de lo principal de la doctrina, y que supieran rezar

Cuando en Montevideo desembarcaron, las muestras de afecto recibidas fueron muchas, e incluso algunos lloraban.

¡QUÉ GOZO, VIVIR SIEMPRE EN LA CASA DE SAN JOSÉ!

El nombre de la nación en que se encuen-tran es «República Oriental del Uruguay». Desde Montevideo, sigiendo por la orilla del caudaluso río Uruguay, los iniciadores de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey llegan la ciudad de Salto. Aquí tienen abiertas unas puertas por-que, Mons. Gregorio Camacho, el obispo, ha asumido la orden procedente de Roma de que Francisco de Paula Vallet se incorpore en la dió-cesis en la que está incardinado desde mayo de 1928.

Dos meses después de salir de Barcelona, encuentran en Salto la finca Siemens, amplia y en ella, tras las primeras adaptaciones, la ponen al servicio como Casa de Ejercicios Espirituales.

El día 8 de septiembre, en la fiesta del Naci-

miento de la Virgen María, inauguran, la Capilla con la Reserva del Santísimo Sacramento, ofi-ciada por Mons Damiani. Este sacerdote había sido el primer urugayo que habló con el Padre Vallet en Roma y que le hizo entrar oficialemen-te en el clero de su diócesis.

No hubo problema para buscar el nombre de la nueva Casa; para el Padre Vallet todas te-nían que ser "de San José". Siete días más tarde se iniciaba la primera Tanda de Ejercios con 18 hombres.

Para notar cómo San José sigue bendiciendo esta casa se ofrece el testimonio de una misio-nera seglar vivido 85 años después de inaugura-da: «Teníamos aquella Casa como cuartel gene-ral; aquello era como estar en mi propio hogar. Pudimos disfrutar del cariño de las Hermanas, de sus cuidados, de sus comida tan completas. La compañía de los padres y hermanos, tan aco-gedores. Además contamos con la presencia del Superio General, recién llegado del Congo. Me encantó ver como todo un Superior se ponía a hacer el fregado de platos; y la superiora estaba todo el día con con el delantal de cocina puesto. Allí, todo el mundo estaba pendiente de noso-tros».

Tanda de ejercicios en la Casa San José en Uruguay, con el P. Vallet.

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SI NO PUEDE SER SAN JOSÉ; ¿PORQUE NO «NAZARET»

Para poner en marcha la fundación de una nueva Congregación no era viable ni Salto ni Uruguay. El Padre Vallet vuelve a Europa donde todavía le queda un viacrucis de negativas por parte los obispados donde le cierran las puertas.

La divina Providencia le lleva por caminos que ni había podido sospechar. El último es la Abadía de Aiguebelle, en el sureste de Francia. Allí se iba a encontrar con un ángel. El Rvd. D. Camilo Pic, profesor del Seminario diocesano, había leído en revistas editadas por los Padres Jesuitas las maravillas que el Padre Vallet iba ha-ciendo en Cataluña. Un día, delante de sus semi-naristas, airea en ejemplar de la misma y dice: «Si yo fuera Obispo trarería esta forma de evan-gelizar a mi diócesis». Cuando llega el P. Vallet a Aiguebelle le dicen que precisamente el ahora ya Mons Pic, obispo de Valence, tiene allí para ordenar sacerdotes a algunos monjes. La coinci-dencia de estas dos personas estaba preparada en el Corazón de Jesús.

Sí, Mons Pic cumplió alborozado la promesa expresada ante sus seminaristas. Pronto ofrece al Padre Vallet un antiguo taller de seda que,

aunque con mucha buena voluntad, podía ser trasformado en Casa de Ejercicios.

Surgió un problema sobre el nombre que recibiría. El Padre Vallet lo queria llamar «San José»; pero ese nombre ya estaba aplicado a otro edifico del Obispado. Entonces vino a la mente de los dos la palabra «Nazaret» donde San José vivió y sirvió tan admirablemente a Je-sús y a su Madre.

La actual casa «Nazaret» es sede central de la Congregación Cooperatrices Parroquiales de Cristo Rey que se dedican al servicio de las ca-sas de ejercicios espirituales y a la propagación de los ejercicios espirituales, para hacer volver, según la doctrina cristiana, a los hombres a su vocación original. Colaboran en los trabajos de conversión y santificación de los hombres adul-tos, para devolver a Dios la familia y la sociedad.

Y, como colofón hacemos notar que dentro de las amplias secciones de la Casa Nazaret, se encuentra una dedicada exclusicamente a San José, el maravilloso servidor de Dios que nos ha acompañado a lo largo de todo este escrito.

▪ Hº. Enrique Berenguer cpcr

COF SAGRADA FAMILIA DE CRISTO REY

Casa Cristo ReyC/ Cañada de las carreras oeste nº2Pozuelo de Alarcón. Madrid Tel. 695901773. | cofsfcristorey@gmail.comcofcristorey.com

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26 AVANZAR

Pedro MoraledaEn esta ocasi n entrevistamos a Pedro Moraleda. Pro esor de jardineria para la N Cesal, y ue imparten sus cursos en la Casa Cristo Rey, pudiendo aplicar la teor a a la pr ctica en los jardines y terrenos de la casa.

. En ué consiste tu tra ajo

Mi trabajo consiste en ser la cara visible en el curso de jardinería, ya que formo parte de Cesal y de un equipo de gestión, captación, y orientación excelente que complementa todo el proceso de formación. Mi trabajo en concre-to, consiste en enseñarles un oficio maravillo-so, ser jardineros. O eso creía yo cuando me lo propusieron, pero al poco tiempo me di cuenta de que no solo consistía en eso mi trabajo, sino que iba más allá de la formación profesional... tengo, debo y quiero acompañar a estos chicos, escucharlos, ayudarlos, intentar comprenderlos, tutorarizarlos y un largo etc... eso provoca que tengamos un vínculo muy especial y hace que este trabajo sea cada día más bonito y más com-plicado a la vez

. ué duraci n tienen los cursos

Los cursos tienen una duración de 8 meses, 6 de formación teórico -práctica y 2 de prácticas en empresas del sector , viveros , etc ..

Los seis meses de formación son de octubre a marzo incluidos, los 2 de de prácticas en abril y mayo. Teniendo posibilidad de contratación en junio que es cuando más demanda de trabajo tiene este sector

3. Cu l es el per l de los c icos ue acen el curso

En principio el curso está orientado para jó-venes de hasta 30 años en riesgo de exclusión social, con ganas de aprender y de formarse para empezar a labrarse su “futuro”. Lo pongo entre comillas porque tengo algunos alumnos con 16 años y a esta edad es difícil saber lo que queremos hacer en realidad, aunque os sor-prendería el enfoque de estos chicos a pesar de su corta edad.

No hay más requisitos ,desde Cesal no se cuestiona su pasado... les tendemos la mano ha-cia un futuro...¡¡así de simple!!

4. a es si después tra ajan como jardi-neros

Bueno... este es el objetivo y doy gracias por-que lo vemos cumplido en un porcentaje muy alto. Este año estamos orgullosos de decir que a pesar de la pandemia, las dificultades que hemos sufrido todos, todos los chicos que con-cluyeron las prácticas están contratados..Desde 2013 que empezamos la formación de Jardine-ría, tenemos un montón de chicos que han sali-do adelante, han labrado su futuro, han forma-do su propia familia... Son muchos testimonios de superación a pesar de la historia que traen la mayoría a sus espaldas.

Pedro Moraleda

27AVANZAR

Por supuesto tenemos un contacto muy es-trecho con ellos, no por trabajo, ¡no! esto no es obligatorio ni va en la nómina, es mucho más sencillo ya que seguimos en contacto porque somos amigos .

Y nos complementamos unos a los otros y aprendemos juntos, nos llamamos, nos felicita-mos la navidad, el cumpleaños…

. Nos puedes contar al una e periencia divertida ue te aya pasado con ellos

¡¡¡Jaaaa!!! Me viene la risa sola, experiencias divertidas prácticamente a diario, la verdad no solo aprendemos, sino que lo pasamos bien ha-ciéndolo. Los primeros días es bastante cómico verles buscar el depósito de la gasolina en una máquina eléctrica, inventarse los nombres cien-tíficos o latinos de las plantas todo termina en “..us “ y “vulgaris “para ellos.

Lo pasamos bien ,pero hace unos años me ocurrió algo muy bonito con uno de los chicos, que aca-baba de terminar el curso y me pidió que fuese el padri-no, en el bautizo de su niña. Aún se me ponen los pelos de punta, pero bueno esto

explica muy bien el vínculo que establecemos en este trabajo, en este curso, en esta ONG con las personas que vienen a nosotros.

. e usta venir a tra ajar a la Casa

Bueno esta pregunta es la más fácil de con-testar de todas. No es que nos guste ir a trabajar a la casa... ¡como no iba a disfrutar y me iba a gustar ir a trabajar a mi casa! como tantas veces me dice el Padre Enrique, porque sentimos Cris-to Rey como nuestra propia casa.

Aparte del entorno del que disponemos allí, es evidente para todos los que conocemos la casa, la cercanía de todos los que viven y tra-bajan en Cristo Rey, es un lugar muy acogedor y nos sentimos bien allí, muy bien... Aprovecho para hacer una revindicación y realmente me gustaría, tener aún más contacto con la gente de la casa y que va a visitarla... para que conozcan realmente a los chicos y creo que esto les servi-ría de mucha ayuda a ambas partes.

Y esto es un poco tó-pico, pero es la realidad, ¡yo aprendo mucho más de ellos que ellos de mi!

me di cuenta de que mi trabajo iba más allá de la formación profesional... tengo, debo y quiero acompañar a estos chicos,

Pedro Moraleda

28 AVANZAR

Ejercicios reali ados del miércoles de mar o al domin o .

Érase una vez una esposa y madre de las moder-nas…sí si, de las que van a todas partes corrien-do, haciendo más de lo que pueden, sin dejar de mirar el reloj a todas horas, el móvil, los correos, los comunicados del cole, las propuestas de los vecinos, las ofertas del día en la compra, las re-bajas, los descuentos de Amazon, los recibos, la limpieza y organización de la casa, los traslados a las actividades extraescolares, la atención a los familiares, la actualidad política y económica, el trabajo remunerado, los múltiples grupos What-sapp, la promoción y continua formación, la participación en convocatorias eclesiales, y aún, podría añadir una larga lista.

Vamos, que en esta tanda de Ejercicios Espi-rituales, esta esposa y madre moderna, achaca-da de “estrés multitarea”, encontró justo lo que necesitaba: Un oasis de paz, calma y sosiego, que sólo se puede encontrar en la presencia del Dios vivo que actúa a través de sus siervos, y en este caso, de la comunidad de Cooperadores Pa-rroquiales de Cristo Rey en Pozuelo.

Como muchos sabéis, este regalo que nos dejó Ignacio de Loyola de los Ejercicios Espiritua-les ha dado la vuelta al mundo, trayendo benefi-cios inmensos e incontables a las almas, mentes y los cuerpos también, de cuantos valientes se atrevieron con semejante aventura.

Así, entre exquisitos y abundantes mensa-jes, que el Espíritu de Dios utiliza para bendecir a cada uno según su necesidad, (Dios es infini-tamente creativo), a esta esposa y madre mo-derna, le tocaron el corazón éstos. Profundos, potentes y restauradores para ella.

El primer día: recordar la certeza de los va-lores absolutos. El principio y fundamento de la existencia. La importancia de tener claro nues-tro fin. Hemos sido creados para el amor. Pero, ojo, si estamos condicionados, no podemos amar. Sólo desde la libertad se consigue.

El segundo día, avanzamos un poco más, ya que descubrimos, que somos libres, cuando nos sentimos amados, aún en nuestra propia limita-ción y torpeza. Es aquí en nuestro sótano, con nuestras telas de araña y secretos, donde Dios mismo nos ilumina para confrontarnos. Recorri-do esencial para aterrizar en la raíz de nuestro pecado y descubrir sus efectos dañinos en nues-tra vida. Aunque Dios no nos quiere estancados ahí, sino que, en su misericordia, nos libera del escrúpulo y la culpabilidad.

El tercer día, después de entrar ya en un profundo sosiego y apaciguamiento, llega el mo-mento idílico de dejarnos amar por el Amor. Pos-trarnos en reverencia y adoración permitiendo al Espíritu de Dios que su susurro nos hable, nos explique nuestras heridas, nos exponga sus pro-pósitos para nosotros, nos revele sus planes de amor y restauración sobre nuestras ruinas. Es el tiempo de escuchar y callar. Encontrar respues-tas a nuestras preguntas. El tiempo de sintonizar Su onda, libre de interferencias, y poder recono-cer inequívocamente Su voz, Su llamada. Recibir Su luz en nuestra oscuridad, para poder tomar buenas decisiones, según la Gracia nos indica. Responder a esta llamada buscando y haciendo Su Voluntad.

Y ya el cuarto día, esta esposa y madre mo-derna, percibió un reto desafiante: sal de ti misma, para vivir la compasión y la alegría. En comunión con el Cordero traspasado, quebran-tada con sus quebrantos para darte a ti la vida eterna. Entra en su corazón para parecerte más a Él. Identifícate con sus sentimientos, con sus palabras, con sus obras. Déjale ser El en ti, para poder testimoniar y resucitar con el Redentor, para llevar su vida en abundancia. Y nunca ol-vides: la victoria de tus batallas es de nuestro Dios. Jesucristo ha vencido la muerte. Regocíja-te y alégrate. Tú eres más que vencedora en Él y con Él.

▪ Paula Romón

EJERCICIOS ESPIRITUALES EN SILENCIO

Actividades

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Un regalo...sí, un regalo por partida doble, poder celebrar la Semana Santa en comunidad y lo que ha significado, para todos, estos días de retiro.

Hace un año celebramos la Semana San-ta desde nuestras casas, todos “pegados” a 13 TV, echando de menos la Eucaristía y el poder celebrarlo con otras personas. Una de las mu-chas cosas que nos ha enseñado la pandemia, es a valorar todo lo que tenemos, incluso las

cosas más pequeñas e insignificantes, que antes las dábamos por hechas y no reparábamos en ellas, en ser conscientes del regalo que supone tenerlas; desde un simple paseo por la calle, fuera de las cuatro paredes de casa, estar con familia y amigos, tener salud, hasta poder ir a Misa y comulgar (que cuánto lo hemos echado de menos). Tenemos tantos regalos cada día de los que no nos damos cuenta, tantos regalos que no nos paramos a pensar en ellos y agradecerlos al Señor!!

TRIDUO PASCUAL 2021

TANDA DE EJERCICIOS

Ejercicios Espirituales del a de mar o. Diri i-dos por el P. ern n Pereda, con la cola oraci n del

. ntonio me , y M . del Carmen Manso.

Unos ejercicios vividos intensamente para prepa-rar la Semana Santa, ya que empezaron el viernes de dolores, y acabaron el Domingo de Ramos.

Un grupo diverso, que contó con la presencia de varios jóvenes.

Toda una experiencia de encuentro en el silencio.

Actividades

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Uno de ellos, como decía, ha sido poder ce-lebrar el Triduo Pascual en la casa de Cristo Rey, un grupo de 22 personas junto con los estupen-dos P.Enrique, P.Hernán y hermano Antonio, la ayuda de Mari Carmen y la oración de toda la comunidad de Cooperadores. También quiero agradecer a todos los trabajadores, que han es-tado ocupándose de la comida y limpieza que, aunque no se les vea, su importante trabajo hace que todo funcione y sea mucho más agra-dable. Quiero hacer mención de los camareros tan estupendos que tuvimos, un papá y sus dos hijos, que hay que ver lo bien que lo hicieron, con tanta dedicación y cariño, y que nos sacaron más de una sonrisa, por ejemplo, cuando el pe-queño recogía los platos de uno en uno, porque en sus pequeñas manos no cabían más. En ellos se podía contemplar el amor que el Señor nos regala para amar y servir a los demás.

Y cómo no mencionar a las personas que organizaron el precioso Monumento y el Vía Crucis, que supuso para todos un impactante y emotivo vivir la Pasión y Muerte del Señor. Un momento crucial del Vía Crucis fue la XII esta-ción, Jesús muere en la Cruz, en la que, en un montículo del jardín se clavó la cruz, en silencio, bajo la lluvia...el cielo también lloraba.

¡¡A todos muchas gracias por hacer de este encuentro algo maravilloso!!

Las charlas del P.Hernán y del P.Enrique han sido estupendas, como siempre, viviendo junto con Jesús y otros personajes del Evangelio esos momentos, y recorriendo escenas bíblicas de manera vibrante. Los momentos de oración qué decir...intensos, íntimos y maravillosos, muy es-pecialmente, la oración ante el monumento la noche del Jueves Santo y la oración de acompa-ñamiento a la Virgen en su soledad, el Sábado Santo.

Pero, también, quiero confesar que, en esta ocasión, el amor de las personas al Señor y el servicio de los hermanos, es donde he gusta-do más Su Presencia. Escuchando las charlas o hablando con algunas personas, se notaba ese amor que, incluso, llegaba a cambiar, a ilumi-nar su cara, cuando hablaban de Jesucristo. Un momento realmente especial, y de profundo agradecimiento a Dios, fueron los testimonios...cuánto bien, cuánto amor, cuánto alegría, cuan-ta gracia ha derramado el Señor y cuántas ganas de repetir el año que viene. Ojalá que, además de volver a vernos la próxima Semana Santa, el grupo tan extraordinario que ha habido, se ani-men a recibir este regalo muchas más personas. Animemos a que nadie se lo pierda y oremos por ello.

▪ Laura Ortega

EL AMOR DE DIOS COMO UN REGALO. EJERCICIOS EN CALDES

Con la cola oraci n del P. avier annuy cpcr reci imos a un rupo de los ue uscan al e-

or para pasar con l estos d as santos. es dejamos e presar ellos mismos lo ue vivieron en nuestra Casa

Un caminonero: Ha sido un gran descubri-miento los EJercicios Espirituales de san Ignacio y su aplicación directa a la vida. Nos da armas para la luchas. Ha sido una experiencia preciosa, dura, pero he salido fortalecido

Una Maestra: ha sido un encuentro con el Señor a través de la espiritualidad y de la natu-

raleza. He encontrado todo bien trabado, orga-nizado propiciando que disfrutara mucho

Una ingeniera: venía con varios frentes y ve-nía buscando la voluntad de Dios. Marcho, no tanto con soluciones, sino con herramientas y con orientación. Me he desestresado también descansando, relajándome, respirando y aban-donándome al Señor que me ha sanado

Un pintor: tenía mucha pereza para venir, y venía con mi padre como de vacaciones. Nece-sitaba este descanso en el Señor. Las reflexiones han sido muy buenas y me servirán sin duda de

Actividades

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baluarte. También he comprendido que la rela-ción con Dios es muy personal para cada uno, y también la expresión de esta relación.

Una fisioterapeuta: Más que llevarme, dejo aquí muchas cosas. Cafeínas que no me dejaban descansar. Me voy no con tilas sino con Jesús de la mano. No me llevo nada más.

Un periodista: También yo dejo aquí muchas cosas. Todohan sido coincidencias, diosidades hasta llegar aquí. Ha sido una experiencia muy grata.

Un maestro jubilado: Me llevo el amor de Dios como un regalo, presente a través de lo que nos rodea. He intentado hacer un ordena-miento de mi vida, discerniendo qué es lo más importante, buscando equilibrar. He de buscar el rostro de Dios en la familia, amistades,, Dios vivo y presente

Una maestra jubilada: Han sido unos Ejerci-cios en los que he trabajado mucho más, pues nos daban el alimento menos desmenuzado y había que buscarlo en la Palabra de Dios. He to-mado la Biblia con más ganas y le he cogido el gustillo para retomarla más en casa.

Otra jubilada: tantos años haciendo Ejerci-cios y sin embargo he comprendido como nunca a San Ignacio, sus Reglas, con una claridad res-plandeciente y estimulante. Y esto en las cosas muy concretas. Me gusta ese orden, esa concre-ción.

Una informática: esta Casa es un regalo para mí. EN la Hora Santa de Getsemaní tenía delante al padre y al hijo, y era enternecedor al hacerme comprender como el Padre estaría junto al Hijo en aquel Huerto de los Olivos. He comprendido que he de dejarme querer y aceptar los dones de Dios.

Un maestro: He descubierto la espiritualidad ignaciana. Ha sidouna buena convinación muy equilibrada entre las charlas y la liturgia, tiempo libre. Me ha subyugado la claridad de lo igna-ciano. Me ha venido muy bien desconectar del teléfono para centrarme y gozar sólo del Señor.

Un jubilado: Venía tras un largo periodo de desolación.Espero de todo corazón que la in-quietud que me llevo me ayude a cambiar. Algo que percibía muy oscuro aquí se me ha vuelto luminoso. Marcho con recomendaciones muy claras.

Actividades

32 AVANZAR

PORQUE TUVE HAMBRE

El pasado mes de febrero comenzamos una campaña llamada "Porque tuve hambre", si-guiendo el pasaje evangélico, para dar de comer a personas necesitadas, en estos tiempos com-plicados de pandemia.

En estos meses, se ha conseguido recaudar 18.500 €, lo que permitirá preparar 240 raciones a la semana, durante casi 11 meses.

Estas raciones se unen a las que también prepara la Casa para la Asociación Confía cada semana, y que se distribuyen en parroquias de Madrid donde hacen mucha falta.

Además de las aportaciones económicas, este proyecto cuenta con la ayuda de volunta-rios que vienen a colaborar en la preparación de la comida, como pinches de cocina.

Por todo ello, ¡damos las gracias a todos los que hacen realidad este proyecto!

RE- SINTONIZAR

En la Casa de Caldes, la . Mar a ourdes jun-to con un rupo, a comen ado una Escuela de

raci n. El s ado de a ril tuvieron la pri-mera sesi n de esta Escuela de raci n.

«Con la Hermana Maria Lourdes, vimos cómo la oración es una necesidad, una actitud universal, nos pertenece a todos, a los hombres de todas las religiones.

Rezar no es algo externo ni marginal a noso-tros, sino que es el misterio más íntimo de noso-

tros mismos, que nace como una invocación en lo profundo de nuestra persona y se extiende, buscando un “Tú”, que es Dios.

Con los diferentes tipos de oración vimos una cierta pedagogía de la oración con sus cla-ves y dificultades…. como los modos de superar las distracciones y centrarnos más en el Señor a la hora de orar.

Ante el Santísimo practicamos lo aprendido.

Tras la comida, escuchamos un precioso testimonio de un itinerario de oración, muy ac-tual.»

Actividades

Voluntarios junto a Isabel, una de nuestras cocineras, preparando las raciones.

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TU FE EN REDES

El de mar o, tuvimos una intere-sante jornada en la Casa Cristo Rey, so re la e en las redes sociales.

Con el tulo Tu fe en redes, conta-mos con la presencia del P. oa u n Castellano, el P. es s ilva, y del rapero rile .

Cada uno nos dio su testimonio y su visión de como muestran su fe en las redes sociales.

Jesús Silva y Joaquín, nos contaron la forma en la que realizan su misión en las diferentes redes, qué temas suelen tratar y la manera en la que lo hacen. Jesús incidiendo en aspectos un poco más personales a la hora de abordar los temas, mientras que Joaquín incidió más en aspectos estratégicos y formales a la hora de evangelizar en las redes.

Grilex ofreció un testimonio muy personal de su conversión, de su vida de fe, y de como intentar transmitirlo a través del rap, allá por donde va a cantar.

Próximamente tendremos más jornadas en Cristo Rey.

CHARLA SOBRE MEDJUGORGE

El martes 30 de marzo, tuvimos un encuentro sobre las apariciones de la Virgen en Medjugorge.

Contamos con la presencia de Inmaculada García, que junto con su marido, organiza peregrinacio-nes a Medjugorge.

Inmaculada contó su testimo-nio. Como de joven participó en una peregrinación organizada, en la que había diversas comunidades y

movimientos. Como en ese viaje, allí en Medjugorge, algo cambió en su vida, se confesó después de mucho tiempo sin hacerlo, y todos los cambios que poco a poco fueron haciéndose realidad en su vida.

En esa peregrinación, y las siguientes, surgió una llamada, a la que trata de responder. Inmaculada se fue a vivir a Medjugorge, donde se casó con el dueño del bar al que fueron en la primera peregri-nación, formaron una familia y tuvieron hijos; y ahora organizan peregrinaciones para que la gente pueda ir a Medjugorge al encuentro de la Virgen.

Actividades

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NOTICIAS

Jornada de los Scouts y Guías de la Casa, con la participación del P. Enrique.

EL P. Enrique dirigió unos retiros para jóve-nes en Caldes. Primero un grupo de chicos, y al fin de semana siguiente, con las chicas.

Grupo de la Escuela de jardineria de CESAL que realiza el curso en Cristo Rey, que acabaron la formación y comienzan las prácticas.

Primer Curso de preparación al matrimonio organizado por el COF, del 19 al 23 de abril. Un grupo lleno de ilusión y muy simpático.

El pasado 4 de diciembre, nació Carlota Be-nito, hija de Carlos y Marta, y nieta de Carlos Be-nito, gerente de Fecom. Recibió el bautismo en una celebración presidida por el P. Enrique, en la Parroquia de la Visitación de las Rozas. ¡Nuestra más sincera enhorabuena!

El 25 de enero cumplió 90 años el padre José María Fernández Cueto, recordado por mu-chos de nuestros lectores, y que tras 73 años de

servicio en la Congregación sigue dirigiendo en la Bretaña francesa Ejercicios espirituales para hombres.

También ha cumplido este mes de abril, el Hª. Ángel Poveda, que aún con 98 años recién cumplidos, mantiene un espíritu joven y servi-cial. Ángel sigue impartiendo cursos bíblicos, en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen de Pozue-lo.

En estas últimas semanas, la comunidad de Cristo Rey ha tenido varios ingresos médicos. Al Hº. Pedro le han realizado una intervención para recolocar el marcapasos y evitar infecciones, de lo que se recupera bien. Y al Hº. Enrique, le han realizado una pequeña biopsea de piel, para su estudio, esperando que sea poca cosa.

A finales del año 2019 falleció el sobrino del Padre Lucas García, D. Alfonso León García, que había sido contralmirante del portaviones Prín-cipe de Asturias.

Actividades

FAMILIA ESPIRITUAL

ACTIVIDADES 2021Julio

▪ Lunes 12 a domingo 18. Ejercicios Espirituales.

Agosto▪ Lunes 16 a domingo 22.

Ejercicios Espirituales.

Septiembre ▪ Viernes 24 a domingo 26.

Ejercicios Espirituales.

Octubre▪ Viernes 8 a martes 12.

Ejercicios Espirituales.

▪ Viernes 29 de octubre a lunes 1 de noviembre.

Ejercicios Espirituales.

Noviembre ▪ Viernes 26 a domingo 28.

Ejercicios Espirituales.

Diciembre▪ Viernes 3 a miércoles 8.

Ejercicios Espirituales.

▪ Sábado 11, Retiro de adviento, todo el día.

▪ Domingo 26 a Miércoles 29. Ejercicios Espirituales.

Más información

Casa de Ejercicios Cristo Rey

Cañada de las carreras oeste, nº 2

28223 Pozuelo (Madrid)

Tel. 91.352.09.68658.563.270

casacristorey@cpcr.es

web: cpcr.es

Casa de Ejercicios Mare de Deu de Montserrat

Passeig del Remei s/n 08140. Caldes de Mont-

bui (Barcelona)

Tel 93.865.44.96697.840.559

casacaldes@gmail.com

Abril▪ Viernes 30

a domingo 2 de mayo. Ejercicios Espirituales.

Mayo▪ Sábado 22.

Retiro de Pentecostés.

▪ Viernes 28 a domingo 30Ejercicios Espirituales.

Junio ▪ Viernes 25 a domingo 27.

Ejercicios Espirituales.

RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA. APOSTOLADO DE LA ORACIÓN

MAYO Recemos para que los responsables del mundo fi-

nanciero colaboren con los gobiernos, a fin de regular los mercados financieros para proteger a los ciudadanos de su peligro.

JUNIO Recemos por los jóvenes que se preparan para el

matrimonio con el apoyo de una comunidad cristiana: para que crezcan en el amor, con generosidad, fidelidad y paciencia

Una experiencia espiritualpersonalizada y adaptada a cada persona.

De domingo por la tarde aviernes por la tarde.

Cumpliendo con la normativay medidas anti-covid19

CASA CRISTO REY C/ Cañada de las carreras oeste 2.Pozuelo de Alarcón

Tel. 678.883.981casacristorey@cpcr.es | www.cpcr.es

Un nuevo horizonte

Ejercicios EspiritualesPersonalizados