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•  El conocimiento de la Palabra de Dios es entrar en intimidad con una persona: Dios.

•  Recordemos el ejemplo de Marta y María, en el que Jesús elogia a María por «haber elegido la mejor parte», y aconseja a Marta no preocuparse por otras cosas.

•  La Iglesia nos recuerda constantemente que Cristo está vivo. En la Iglesia de hoy continúa la obra iniciada por Él.

•  Teniendo en mente estas ideas, el libro de los Hechos nos introducirá en la historia de los orígenes del cristianismo.

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•  Dios quiere enseñarnos hoy a través de su Palabra, cómo fueron los orígenes del cristianismo, para mostrarnos el camino que debemos seguir como Iglesia. Por ello es importantísimo que acudas al texto en tu Biblia y vayas leyendo cada uno de los versículos de cada tema.

•  Después de un breve Prólogo, el libro presenta dos secciones: I.  «La promesa y la efusión del Espíritu» (1,4-2,41)

que sirve como introducción teológica a todo el libro, y

II.  «La primera comunidad cristiana de Jerusalén, con su vida llena de fervor, sus pruebas y crecimiento (2,42 – 5,42).

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•  Lee en tu Biblia Lc 1, 1-4, que es el prólogo del Tercer Evangelio, válido para éste y para el libro de los Hechos de los Apóstoles, pues recordarás que ambos libros constituían una misma obra, dividida en dos partes.

•  Leyendo Hch 1, 1-2, verás que estos versículos nos entregan un resumen de la actividad de Jesús hasta el día de su Ascensión.

•  En ellos vemos cómo toda la vida de Jesús fue llevada bajo el impulso del Espíritu Santo.

•  Ahora, Jesús resucitado, hablará de cuál es su voluntad y da instrucciones a los Apóstoles por medio del mismo Espíritu.

•  El versículo 3 presenta a Jesús como «el viviente», y confirma a los

Apóstoles como testigos del Maestro resucitado.

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1. La promesa del Espíritu

2. La Ascensión de Jesús

3. El colegio apostólico

4. La elección de Matías

5. Efusión carismática del Espíritu Santo en Pentecostés

6. Testimonio de Pedro con los Once: Proclamación de la Pascua de Jesús

7. La Iglesia naciente

Esta sección está dispuesta en 7 magníficos acontecimientos:

•  Jesús hace tres recomendaciones a sus discípulos:

1)  No apartarse de Jerusalén, pues es la Ciudad Santa, escogida por Dios como punto de partida del mensaje de salvación.

2)  Esperar la Promesa del Padre, don enviado por el Padre a través de Jesús, tema que encuadra toda la obra de su vida. (Leer Lc 24, 36-49; Hch 2,33; Hch 2,39; Jn 14,6; Jn 14,26; Jn 16,7)

3)  Esperar para ser bautizados en el Espíritu Santo, con la cual la misión de Jesús alcanzará su plenitud.

16 1. La promesa del Espíritu Santo (1, 4-8)

•  Los discípulos no comprendieron en ese momento las palabras de Jesús, y pensaban que se refería a la restauración de la monarquía davídica, así como la liberación nacional del pueblo judío.

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•  Jesús dirige su atención hacia una realidad más importante: Recibirán el Espíritu Santo y se revestirán de la fuerza de Dios que los transformará en testigos de Jesús resucitado.

•  El Espíritu Santo que llenó a Jesús en su bautismo, será ahora la Fuerza Divina en la cual los Apóstoles podrán proclamar al mundo entero la Buena Nueva del Reino de Dios, a semejanza de Jesús.

•  El versículo 8 contiene una síntesis del Plan del libro: El Evangelio saldrá de Jerusalén, pasará por Judea y Samaría, y llegará hasta «los confines de la tierra», Roma.

El misterio de la glorificación de Jesús, desde su resurrección hasta el envío del Espíritu Santo en Pentecostés, son acontecimientos que solo son captados por la fe. Para exponerlos, Lucas utiliza un género literario, recurriendo a textos inspirados para exponer una doctrina difícilmente expresable en términos humanos.

18 2. La Ascensión del Señor (1, 9-12)

•  Jesús “fue llevado” al cielo, es el poder de Dios el lo levanta.

•  La nube es un elemento cargado de simbolismo bíblico religioso que acusa la presencia de Dios, que evoca de antemano, el retorno glorioso de Jesús «sobre otra nube».

•  “Los dos varones” vestidos de blanco son los ángeles que proclaman un mensaje solemne: el advenimiento glorioso del Señor en la Parusía

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•  Lucas presenta por sus nombres propios, la lista completa del «Colegio Apostólico»: Los Once y Matías, el sustituto de Judas, para manifestar que sobre los Doce se levantará el edificio de la Iglesia de Jesús, manifestando la primacía de Pedro.

•  El versículo 14 es expresión de la concordia, la comunión de amistad y caridad entre los primeros discípulos: Se unían mediante la oración en una intención.

•  Lucas señala expresamente la presencia de María, madre de Jesús, que como en la Anunciación, será «cubierta» con el poder de Dios, junto con los Doce, en la natividad histórica de la Iglesia.

3. El Colegio Apostólico (1, 13-14)

•  Si lees con atención este pasaje, observarás que Lucas nos ofrece el primer discurso de Pedro en los Hechos de los Apóstoles, cimentando su autoridad en la Iglesia desde sus orígenes.

•  Los Apóstoles debieron comprender a la luz del Espíritu, el contenido y significación teológica del grupo de los Doce elegidos por Jesús. Siendo así, eligen a Matías en sustitución de Judas, para que sea también testigo de la vida de Jesús y beneficiario del don del próximo Pentecostés.

•  Desde los orígenes del cristianismo, el Espíritu Santo i l um inó a los c reyen tes pa ra ve r en los acontecimientos de la Iglesia primitiva el cumplimiento de las palabras de la Escritura.

20 4. La Elección de Matías (1, 15-26)

•  La fiesta cristiana de Pentecostés, coincide con la fiesta judía de «Las Semanas» o fiesta de «La Siega», que se celebraba en un ambiente de descanso y alegría.

21 5.La Efusión del Espíritu Santo en Pentecostés (2, 1-12)

•  La fiesta se celebraba siete semanas o cincuenta días después del shabbat que seguía a la Pascua.

•  En tiempos de Jesús, la fiesta de Pentecostés tenía ya, además, un significado conmemorativo del Éxodo, hasta convertirse en «conmemoración de la donación de la Ley y de la celebración de la Alianza», acontecimientos en los que nació Israel como «pueblo de Dios».

•  Ahora, en Pentecostés, Dios enviará su Espíritu por medio de Jesús glorificado, que lo derramará para que nazca la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios, lleno de sus carismas y dinamismo para constituir a sus primeros testigos.

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Fue el ruido de un viento impetuoso, que viene de arriba.

El Espíritu Santo, como fuerza de Dios que lo llena todo, viene de Jesús que ha subido al cielo.

Fenómeno Acústico

“Como lenguas de fuego”.

El Espíritu Santo es como fuego en el corazón y en los labios, para poder dar testimonio de Jesús

El Espíritu desciende sobre la “comunidad”, para indicar que nace un Nuevo Pueblo de Dios

Fenómeno Visible

1. Bautismo en el Espíritu Santo (2, 1-4)

•  El primer versículo aclara que la venida del Espíritu Santo en forma solemne es el día de Pentecostés, sobre el pequeño núcleo de Apóstoles con María, reunidos en oración y concordia como «uno».

•  La venida del Espíritu Santo, se expresa mediante dos fenómenos:

23 •  El Espíritu Santo «se posó» sobre los discípulos: es decir,

que fueron llenos por Dios del Don prometido y enviado ahora por medio de Jesús.

•  El viento y el fuego son solo símbolos de la presencia real y personal del Espíritu Santo.

•  Así como Jesús fue bautizado en el Jordán, y el cielo se abrió y descendió sobre Él el Espíritu, ahora desciende sobre la pequeña comunidad de discípulos con los mismos elementos simbólicos que en el Sinaí, para indicar que nace el Nuevo Pueblo de Dios que vivirá bajo una Nueva Ley, la del Espíritu.

•  Invadidos por el Espíritu Santo y a su impulso, los discípulos empezarán a hablar en lenguas nuevas, con una finalidad:

Proclamar las maravillas de Dios.

24 2. Testigos de Pentecostés (2, 5-13)

•  Al hacer mención de Jerusalén la variedad de judíos de diversos orígenes que se encontraban ahí por las fiestas, Lucas pretende representar a la Ciudad Santa como la síntesis del universo humano.

•  Los Apóstoles transformados por el Espíritu, proclamaron inmediatamente la Buena Noticia de Dios a favor de la humanidad total, con un lenguaje nuevo.

•  Los judíos «piadosos» que se encontraban en Jerusalén para celebrar las fiestas, ante lo que ocurría, tuvieron reacciones encontradas:

¯  Unos estaban admirados porque tenían un corazón abierto para recibir la luz del mensaje apostólico.

¯  Otros en cambio, burlándose de los Apóstoles, dejan entrever un corazón cerrado.

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•  Como resultado de esa efusión del Espíritu Santo, los Apóstoles comenzaron a hablar en “otras lenguas …

a)  El poder expresarse en lenguas diferentes es un don que regala el Espíritu Santo para poder proclamar las grandezas de Dios y dar testimonio de Jesús.

b)  Si en el relato de Gn 11, 1-9 (acude al texto en tu Biblia para que lo recuerdes y comprendas mejor el significado de las lenguas en que hablaban los apóstoles) los hombres fueron “confundidos” en sus lenguas y se dividieron porque cada uno quería ser como Dios, en Pentecostés Lucas muestra la contrapartida del relato de la Torre de Babel: Jesús nos regala una lengua nueva para comprender al otro, el lenguaje del amor.

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•  La donación del Espíritu Santo fue acompañada de dos signos exteriores: el viento y las lenguas como de fuego.

•  La recepción del Espíritu en el interior de los Apóstoles y de María fue igualmente seguida de fenómenos sensibles: la locución en idiomas extranjeros y la proclamación de las grandezas de Dios.

•  Con estos prodigios sensibles, los Apóstoles pudieron comprender el misterio que Jesús les había anunciado y que ahora cumplía enviando la Promesa del Padre.

•  Jesús ha enviado su Espíritu como fuerza en el corazón de sus discípulos para transformarlos interiormente y constituirlos en testigos que llevarán su Nombre hasta los confines de la tierra,

27 6.  Testimonio de Pedro con los Once: Proclamación de la Pascua de Jesús (2, 14-36)

•  Pedro aparece ya como cabeza del Colegio Apostólico: es él quien habla, pero no es solo sino con los Once a los que representa como Jefe y cabeza.

•  Será el primer testimonio apostólico sobre Jesús que t i e n e u n n ú c l e o c e n t r a l q u e p r o c e d e d e l “kerygma” (proclamación) primitivo de la Iglesia.

•  Este testimonio de Pedro es una admirable catequesis acerca de Jesús que vive porque murió.

•  El relato como lo escribe san Lucas tiene tres partes:

1)  La efusión del Espíritu (2, 14-21)

2)  Testimonio sobre Jesús (2, 22-35)

3)  Solemne declaración de fe (2, 36)

1) La efusión

del Espíritu

Pedro explica lo sucedido: Dios cumple lo anunciado por el profeta Joel (3,1-5) y Ezequiel (36,27). Lee y subraya estos textos en tu Biblia.

Dios ha derramado su Espíritu sobre los apóstoles y lo seguirá derramando en la humanidad y todo el que invoque el nombre de Jesús, alcanzará la salvación

2) Testimonio

sobre Jesús

Jesús de Nazaret, subraya la condición humana de Jesús.

Hombre acreditado por Dios mediante signos y prodigios, a la manera de los profetas enviados por Dios al pueblo de Israel.

Este Jesús fue entregado a la muerte de cruz.

Pero Dios le resucitó librándolo de la muerte.

Una vez resucitado, Jesús fue glorificado y lleno del Espíritu para derramarlo y hacer nacer la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios.

3) Solemne declaración

de fe

«Dios ha constituido SEÑOR y CRISTO a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado».

Esta declaración de fe consiste en proclamar a Jesús, «salvación de Dios», como el «Cristo», el Mesías, el Ungido del Espíritu, constituido por Dios en «Señor» de la humanidad y el universo entero.

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•  Los que escuchan la proclamación apostólica han quedado tocados en su corazón y se han abierto a la gracia, quieren saber qué necesitan hacer para estar en tal estado de felicidad.

•  La respuesta de Pedro encierra los tres elementos de la iniciación cristiana:

• Escuchar la Buena Nueva de la predicación

• Dirigirse a Dios dejando a un lado la vida de pecado

Conversión

• Ser bautizado en el nombre de Jesús

• Supone un acto de fe en Cristo por el cual el creyente se entrega a Él

Bautismo

• Recibir la Promesa del Padre, Don de Dios para todos los que llame el Señor, judíos o gentiles

Recibir el Espíritu Santo

7.  La Iglesia Naciente (2, 37-41)

30 •  Una vez convertidos, bautizados en el nombre de Jesús

y habiendo recibido el don del Espíritu Santo, todos los que aceptaron el testimonio de Jesús podrán convertirse en testigos suyos.

•  Solamente de esta forma, el testimonio de la Buena Nueva del Evangelio traída por Jesús podrá ser llevada desde Jerusalén hasta los confines del mundo.

•  La Iglesia nació el día de Pentecostés por la fuerza del Espíritu, y la proclamación que los Apóstoles realizaron por medio de Él.

•  Aquel día, comenta la Escritura, «se les unieron tres mil almas», símbolo de los efectos admirables de la efusión del Espíritu, para hacer nacer la Iglesia de Jesús.

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Ü  Cuando nos acercamos a la Escritura, es necesario abrir el corazón para poder comprender la Palabra Dios y su plan de salvación para la humanidad entera.

Ü  Para ello, es necesario suplicar al Espíritu Santo que se pose

sobre mí para que de luz a mi entendimiento para comprender el Misterio de Jesús, y me otorgue decisión en la voluntad para poder entregarla a Jesús – Cristo, el Señor.

Ü  Así como los Apóstoles quedaron transformados en

Pentecostés, el Espíritu puede obrar una transformación interior en mí, para poder alabar y comunicar las maravillas de Dios.

Ü  Debo rogar al Espíritu Santo que recibí en mi bautismo, que me llene como fuerza, vigor y audacia, para comunicar con lengua nueva la Buena Nueva de Jesús.

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Ü  Debo recordar que el Espíritu Santo descendió sobre la pequeña comunidad de discípulos que se encontraban en oración con la intención misma de Jesús: Ser uno. Solamente al impulso del Espíritu Santo podremos formar la gran comunidad que es la Iglesia de Jesús.

Ü  En mi vida debe ser una «necesidad» reflexionar sobre la gracia que me ha sido concedida gratuitamente por mi bautismo:

a)  He sido transformado en «hijo de Dios» b)  He sido constituido en «santuario» del Espíritu Santo que

habita en mí como garantía del amor particular que Dios me tiene.

c)  He nacido a una vida nueva, participando de la vida de Dios.

d)  He recibido del Espíritu Santo todos los carismas que Dios quiere darme para construir el mundo y edificar la Iglesia.

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Ü  Así como el día de Pentecostés unos recibieron el mensaje anunciado por Dios a través de sus testigos privilegiados, otros se burlaron y los despreciaron. Esta historia puede producirse también en mí.

Ü  El Espíritu Santo no destruye mi libertad. Por parte de Dios, la gracia me ha sido ofrecida, pero sólo si la recibo puede convertirse en mí en un don.

Ü  Es importante reflexionar sobre la cantidad de carismas que Dios me ha regalado, y hacer un análisis para ver si los he utilizado para trabajar en la edificación de la Iglesia, o si los he mantenido encerrados dentro de mí.

Ü  Yo soy Iglesia de Jesús, y como tal, debo dejarme transformar por Él, para poder anunciar su mensaje de salvación.

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Señor Concédeme descubrirte en la lectura de tu Palabra, y encontrarme contigo en ella como mi Padre que me

conoce y que me ama. Concédeme una experiencia personal de Cristo resucitado y vivo en mi vida, para poder dar testimonio de su Nombre

a donde quiera que tú me lleves. Quiero recibir la Promesa del Padre, el Espíritu Santo que me regalas por medio de Jesús; dame un corazón abierto

que de acogida a tu mensaje y a tu presencia. Haz que la presencia de tu Espíritu Santo en mí se

convierta en fuerza divina para colaborar contigo en la edificación de tu Iglesia y en la obra de la salvación, al proclamar al mundo que me rodea «las maravillas de

Dios».

¡Bendito y alabado seas por siempre Señor!.