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Salud y Comunidad China en España: Determinantes sociales y componente cultural X CONGRESO ESPAÑOL DE SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA DE LAS MIGRACIONES. Género y migraciones Autores: Marta Gutiérrez Sastre, Jesús Rivera *Universidad de Salamanca. Departamento de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales. Campus Unamuno. Avenida Tomás y Valiente s/n. CP: 37007. Salamanca [email protected] , [email protected] ANTECEDENTES Salud y comunidad inmigrante La salud como un área fundamental del bienestar social y de la calidad de vida de los sujetos constituye un campo de análisis multidisciplinar y en constante reflexión. Superadas las expresiones que la limitaban al terreno físico, la salud hoy se entiende en estrecha relación con los factores socioculturales, económicos y políticos de un espacio y un momento determinado. Sin duda, uno de los aspectos que más han modificado la estructura demográfica y económica del país en los últimos años es la cuantiosa llegada de población inmigrante. Consecuencia del crecimiento socioeconómico del país, los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2009 hablaban de más de cinco millones y medio de extranjeros, un colectivo cada vez más importante sobre el que giran buena parte de los debates generados en la actualidad. Frente a la enraizada homogeneidad sociocultural y religiosa, la llegada de nuevos pobladores dibuja un marco de diversidad que coloca a los agentes sociales y a las instituciones públicas en la necesidad de incorporar nuevos elementos y nuevas formas organizativas. El interés del estudio de la salud en el colectivo inmigrante engarza en la perspectiva de las “desigualdades en salud” y en el comprometido campo de la distancia socioeconómica y cultural entre los grupos.

Salud y Comunidad China en España: Determinantes … · medicina china es la persona, no sólo la enfermedad, que para el pensamiento médico chino no es más que una manifestación

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Salud y Comunidad China en España: Determinantes

sociales y componente cultural

X CONGRESO ESPAÑOL DE SOCIOLOGÍA

SOCIOLOGÍA DE LAS MIGRACIONES. Género y migraciones

Autores: Marta Gutiérrez Sastre, Jesús Rivera

*Universidad de Salamanca. Departamento de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales.

Campus Unamuno. Avenida Tomás y Valiente s/n. CP: 37007. Salamanca

[email protected], [email protected]

ANTECEDENTES

Salud y comunidad inmigrante

La salud como un área fundamental del bienestar social y de la calidad de vida de los sujetos

constituye un campo de análisis multidisciplinar y en constante reflexión. Superadas las

expresiones que la limitaban al terreno físico, la salud hoy se entiende en estrecha relación con

los factores socioculturales, económicos y políticos de un espacio y un momento determinado.

Sin duda, uno de los aspectos que más han modificado la estructura demográfica y económica

del país en los últimos años es la cuantiosa llegada de población inmigrante. Consecuencia del

crecimiento socioeconómico del país, los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística

(INE) para 2009 hablaban de más de cinco millones y medio de extranjeros, un colectivo cada

vez más importante sobre el que giran buena parte de los debates generados en la actualidad.

Frente a la enraizada homogeneidad sociocultural y religiosa, la llegada de nuevos pobladores

dibuja un marco de diversidad que coloca a los agentes sociales y a las instituciones públicas

en la necesidad de incorporar nuevos elementos y nuevas formas organizativas. El interés del

estudio de la salud en el colectivo inmigrante engarza en la perspectiva de las “desigualdades

en salud” y en el comprometido campo de la distancia socioeconómica y cultural entre los

grupos.

De los estudios realizados hasta el momento sobre la población inmigrante se desprenden al

menos dos conclusiones significativas; la primera es que estamos ante un colectivo joven y

sano que, respecto al uso que hace del sistema sanitario, representa aportaciones económicas

superiores al gasto (Muñoz de Bustillo y Antón, 2005), la segunda, es que la mayor parte de las

enfermedades que afectan a los inmigrantes en su conjunto son adquiridas en nuestro país o

derivadas de la adaptación a nuestro estilo de vida; es decir, que por encima de aquellas

enfermedades importadas o de carácter genético (Fuertes y Martín Laso, 2006), los problemas

de salud de este colectivo se concentran en los efectos que les producen los factores

consustánciales a la vida occidental, con todas sus «ventajas» socioeconómicas y culturales

(Diaz Olalla, 2005)

La base sobre la que se realiza el análisis de la salud de los inmigrantes es una base social que

se conforma en torno a dos elementos: el de las condiciones sociales y el del papel que

desempeñan para ellas las políticas de salud. El primero de los factores ha sido considerado el

más importante al entender que la forma en la que se desarrolla la vida determina el bienestar

(o malestar) de los sujetos más que la propia intervención sanitaria (Ortún Rubio, 2000, Jansá y

Borrell, 2002, Benach y Muntaner, 2005). Pero tampoco se puede olvidar el papel que ejerce el

sistema de salud para los grupos sociales. Cuando se trata de los efectos del sistema sobre la

población inmigrante interesa analizar el grado de accesibilidad, comprensión, e identificación

que este colectivo tiene respecto a los valores y las formas propias del sistema de salud. En

España, el acceso a los servicios sanitarios de cobertura universal y gratuita depende de la

obtención de la tarjeta sanitaria, que sólo requiere el empadronamiento en el municipio. Pero

nada de esto elimina completamente los obstáculos en el acceso. Los estudios realizados

apuntan a la existencia de factores culturales, idiomáticos o legales (Ros Collado y Ollé

Rodríguez, 2006) como las principales barreras a tener en cuenta.

El caso de la población china en España: características generales.

El grado de heterogeneidad del colectivo inmigrante en España es tan amplio que parece

conveniente el estudio de comunidades específicas unidas por lazos de tipo cultural,

geográfico, religioso, histórico, o social. Dirigir el foco de atención a una comunidad específica,

permite profundizar en las redes de los grupos inmigrantes y trabajar los elementos distintivos

de cada una, de ahí que no resulte extraño que los estudios concentren su análisis en

comunidades determinadas.

El colectivo latinoamericano en España representa por su volumen el grupo más estudiado.

Otras comunidades sin embargo, como la asiática o la africana, presentan, hasta el momento,

menos claves de análisis. El caso de la comunidad china constituye un ejemplo de especial

interés; su incremento numérico ha sido evidente en los últimos años, su peso económico

también puesto que es una de las pocas comunidades que no se ha visto muy afectada por la

crisis económica y que actualmente sigue llegando, a diferencia del retroceso que se encuentra

en otros grupos.

El interés del estudio se centrará en establecer las implicaciones que los factores culturales y

sociales tienen para la salud de dicho colectivo. Es evidente, por otro lado, que el

desconocimiento respecto a sus necesidades, valores y pautas de comportamiento, así como la

débil integración social mostrada por el grupo, siguen envolviendo a la comunidad china en un

halo de misterio. Al tratarse de un colectivo poco conocido, centrar la investigación en este

grupo posibilita el aumento del corpus de información sobre el mismo.

Según datos del padrón de 2009, la población china registrada en España es de 130.295

personas, de los cuales el 54,5% son varones y el 45,5 % son mujeres. El crecimiento constante

de la población china en España viene produciéndose desde el año 2001, al igual que ocurre

con el resto de la población inmigrantes, hecho que se refleja en que la población china no

aparezca desagregada en el Padrón hasta el año 2001.

Tabla 1 Población extranjera y china empadronada en España

TOTAL EXTRANJEROS

EXTRANJEROSVARONES

EXTRANJERASMUJERES

TOTAL CHINOS

CHINOSVARONES

CHINASMUJERES

2001 1.370.657 716.837 653.820 25.218 13.616 11.603

2002 1.977.946 1.048.178 929.767 34.419 18.768 15.651

2003 2.664.168 1.414.750 1.249.418 46.807 25.461 21.346

2004 3.034.326 1.605.723 1.428.603 56.998 30.816 26.182

2005 3.730.610 1.992.034 1.738.576 79.856 44.112 35.744

2006 4.144.166 2.215.469 1.928.697 94.942 53.161 41.781

2007 4.519.554 2.395.685 2.123.869 95.926 53.518 42.408

2008 5.268.762 2.802.673 2.466.089 125.914 69.550 56.364

2009 5.648.671 2.992.636 2.656.035 130.295 71.051 59.244

Fuente. Padrón Municipal 2009. INE

Al servirnos como referencia los datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo e

Inmigración (MITIN) y hablar de “Extranjeros con tarjeta de residencia en vigor” (Tabla 2) , es

decir, legales, observamos que, curiosamente, la inmigración china se comportan de forma

distinta a la población extranjera en general, ya que su cifra de residentes es mayor que su

cifra de empadronados (151. 547 frente a 130.295).

El argumento que mejor parece explicar esta situación es el mero “desconocimiento” no sólo

de la obligación de empadronarse sino de las ventajas del empadronamiento (el acceso a la

tarjeta sanitaria fundamentalmente). La comunidad china se desarrolla en torno a una red

familiar y laboral muy cerrada, con débiles relaciones, tanto sociales como laborales, con la

población española y un desconocimiento del funcionamiento institucional. Por otro lado, su

falta de hábito a la hora de recibir protección social y sus dificultades con el idioma

condicionan su alejamiento respecto a cualquier tipo de intervención.

Tabla 2 Extranjeros y chinos con tarjeta de residencia o registro

TOTAL EXTRANJEROS

TOTAL CHINOS

VARONES CHINOS

MUJERESCHINAS

2001 1.109.060 36.161 20.090 15.832

2002 1.324.001 45.837 25.652 20.040

2003 1.647.011 56.119 31.260 24.764

2004 1.977.291 71.928 39.445 32.438

2005 2.738.932 85.745 47.562 38.168

2006 3.021.808 99.526 54.909 44.613

2007 3.979.014 119.859 65.257 54.599

2008 4.473.499 138.558 74.738 63.757

2009 4.791.232 151.547 81.206 70.283

FUENTE: MITIN 2001-2008

En lo que respecta al componente laboral del proyecto migratorio chino señalar que, en su

mayoría, tiene una procedencia común, el distrito de Qingtian y alrededores (Beltrán, 1996), y

se trata de un proyecto esencialmente familiar (Beltrán, 2000; Saiz López, 2005a) que asocia

familia, trabajo y negocio. La familia, entendida como un recurso económico laboral completo,

extiende sus redes más allá de la estructura nuclear e incluye a primos, amigos y vecinos. En

este sentido la migración internacional se concibe como una estrategia de movilidad grupal

que se apoya en las relaciones de confianza y respeto.

Las redes de apoyo se constituyen en torno a la familia y el grupo de amigos y vecinos pero el

trabajo, en la medida en que materializa el apoyo al proyecto migratorio, fortalece los lazos de

parentesco. La familia constituye la unidad que garantiza la supervivencia no sólo reproductiva

sino económica; La familia es una empresa y la empresa funciona como una familia , sin que

lleguemos a percibir con claridad las barreras que separan el funcionamiento de una y otra

Componentes culturales de la salud en la población china.

Debemos tener en cuenta varias cuestiones, a la hora de estudiar la relación del colectivo

inmigrante chino en Occidente con la salud, principalmente la asociación de las emociones y lo

físico y la cosmogonía que justifica el uso de la medicina tradicional china.

La enfermedad se interpreta desde la medicina china como un desorden en el equilibrio

cósmico del Yin y el Yang; entendiendo por Yin todo lo asociado a la feminidad, el frío, la

oscuridad y la inferioridad y el negativismo; el Yang por el contrario se ve representado por los

elementos masculinos, el calor, la superioridad y el optimismo. Esta concepción binaria se

aplica lo mismo a todo el universo como al cuerpo humano o a cualquier pequeño elemento,

de forma que cada sustancia puede ser dividida en yin y yang y a su vez vuelta a dividir, una y

otra vez (Grace Xuequin, 1999). La utilización de este modelo binario tiene carácter

omnicomprensivo como un intento para explicar el orden y el desorden biológico, psicológico y

social

La clasificación de enfermedades difiere ampliamente del sistema occidental. La base teórica

de la patología de las enfermedades se basa en 6 factores externos (viento, frío, calor externo,

humedad, sequedad y calor interno) y las 7 emociones (enojo, alegría, tristeza, temor, pánico,

melancolía, preocupación) (Kleiman y Kleiman, 1985). Estos modelos teóricos unidos a la

teoría de los “fenómenos latentes” (cinco centros vitales del cuerpo: corazón o mente,

pulmones o aparato respiratorio, hígado, bazo y riñones) se emplean en el análisis de la

constitución del paciente y de sus enfermedades, así como para diagnosticar la naturaleza

exacta de su pérdida de equilibrio físico y psíquico (Wu, et al., 2007). Apoyándose en este

análisis, el médico puede recetar el método para corregir el desequilibrio. El objeto de la

medicina china es la persona, no sólo la enfermedad, que para el pensamiento médico chino

no es más que una manifestación de un desequilibrio que afecta a la totalidad del sujeto.

En las áreas en que predomina la cultura china se cree que las emociones están estrechamente

asociadas con los acontecimientos fisiológicos. La aplicación de la medicina tradicional china

tiene también un importante impacto en la enfermedades psíquicas o trastornos mentales, de

esta forma, igual que la medicina occidental aborda las enfermedades psíquicas

independientemente de las enfermedades físicas o del cuerpo propiamente dicho, la medicina

tradicional china considera que el mundo físico o corporal está íntimamente unido al mundo

de la psique, integrando ambos una esfera única en la que cualquier trastorno físico puede

conllevar su correspondiente trastorno mental y viceversa.

En muchos estudios se ha corroborado que la población china somatiza sus emociones

(Draguns, 1996; Giménez, 2001; Kleinman, 1982; Mak y Zane, 2004) es decir, manifiesta sus

emociones a través de síntomas corporales o somáticos. Estos síntomas normalmente

incluyen dolores de cabeza, de espalda, insomnio y pérdida de apetito. La somatización del

colectivo chino ha dado lugar a una amplia controversia en la cual se discutía la falta de

psicologización de la población china, una percepción corporal de menor restricción (y por lo

tanto una mayor facilidad para somatizar) o un mayor apoyo colectivo en caso de quejas

físicas (Kramer et al., 2002).

En el caso específico de estudios sobre mujeres chinas y salud (Chan-Yip y Kirmayer, 1998;

Cheung et al., 1981) se desprende que “sentirse débil” y “enferma” durante la mayor parte de

la vida son los dos síntomas más comunes de dichas mujeres. Estos síntomas encajan con la

categoría de la neurastenia (un diagnóstico extendido en las poblaciones de inmigrantes

chinos en Occidente), cuyos síntomas principales son debilidad, sentirse enfermo, y falta de

concentración y fatiga.

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

El estudio que presentamos se integra en el ámbito de trabajo del proyecto “Situaciones y

exposiciones de las mujeres inmigrantes: un análisis de la percepción y las condiciones de

salud de las mujeres asiáticas en España” financiado por la Secretaría General de Políticas de

Igualdad, del Instituto de la Mujer (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales). Los datos que

presentamos en esta ponencia están restringidos al colectivo chino, considerando que éste

supone el porcentaje mayor de población asiática que vive en España (un 60,5% de la

población de Asia Oriental) y aborda cuestiones tanto de hombres como de mujeres. En este

sentido, el objetivo general del trabajo es: analizar los determinantes socioculturales que

influyen en la salud de la población china, así como en la imagen y en la relación que

mantienen con el sistema sanitario en España.

La investigación ha consistido en la realización de 27 entrevistas a personas chinas, mayores

de 18 años, residentes por más de dos años en España; dieciocho eran mujeres y nueve eran

varones. El estudio se ha realizado en Salamanca, Madrid, Gijón, y Valencia. El criterio

geográfico lo determinaban los lugares en dónde hubiera concentración de ciudadanos chinos

y en los cuáles se tuviera un informante que pudiera facilitar contactos con personas

pertenecientes al colectivo chino.

Criterios de selección. Las personas entrevistadas fueron seleccionados entre sujetos que

llevaran más de dos en España, un conocimiento mínimo del español y que tuvieran un

proyecto de vida y de trabajo en España (no se contemplaba la entrevista con estudiantes).

Hay mayor número de entrevistas a mujeres porque el proyecto, que ampara a la

investigación que se presenta, tenía como uno de los ejes centrales el estudio de la salud

desde la perspectiva de género.

Diseño del estudio. El estudio tiene un diseño de carácter transversal, y se está realizando

desde Junio de 2008 a través de la técnica, de metodología cualitativa, de entrevistas semi-

estructuradas, que se justifica porque permite conocer el proceso migratorio particular

seguido por cada una de las personas entrevistadas y luego compararlos entre sí. La utilización

del grupo de discusión, por las dificultades idiomáticas de gran parte de los participantes en el

estudio y por el carácter introspectivo de esta población, no hubiera permitido un desarrollo

pertinente del mismo. A este respecto destacamos que la edad media de las personas

entrevistadas era de 29 años, con niveles académicos muy diversos y concentrados

principalmente en actividades laborales de comercio y hostelería.

Análisis de los datos. En el análisis de los datos cualitativos se aplicó como marco de dicho

análisis la teoría fenomenológica y la técnica de la codificación del discurso a través de

categorías y sub-categorías. Las entrevistas fueron grabadas y analizadas de forma sistemática.

Las citas que se reproducen son literales, haciendo referencia al sexo y al orden en que fue

transcrita la entrevista.

RESULTADOS

1. LA SALUD LABORAL

Trayectoria laboral y características del trabajo

El trabajo de campo realizado nos permite trazar una trayectoria de inmigración similar para

toda la comunidad china. Cuando se trata de familias ya constituidas, los adultos son los

primeros en llegar, en ocasiones vienen ambos cónyuges, y otras veces viene primero el varón

hasta que logra asentarse en el país y reagrupar a su mujer o a toda su familia. La fórmula de la

reagrupación es importante porque permite traer a la esposa y a los hijos ; la particularidad de

las mujeres chinas es que, a diferencia de otras comunidades de inmigrantes en que las

mujeres se unen a la familia pero no siempre trabajan, las chinas llegan a España con contrato

de trabajo.

En el caso de los jóvenes que acuden sin pareja a trabajar a España la trayectoria consiste en

rotar por un buen número de negocios y territorios prestando apoyo/trabajo a diferentes

miembros de la red hasta que se es capaz -a través del matrimonio, el ahorro y el préstamo

interno- de establecer el negocio propio o familiar correspondiente.

Las personas entrevistadas relatan sus comienzos trabajando en negocios de parientes o

conocidos, durante jornadas laborales que pueden llegar a 14 horas diarias y con un único día

libre. Su primer alojamiento también es proporcionado por familiares y conocidos,

normalmente los mismos que le daban el trabajo, porque es muy frecuente que en una misma

vivienda convivan más de una familia. En general no parecen haber tenido excesivas

dificultades para legalizar su situación aunque algunas señalan que en los últimos tiempos han

observado más problemas a la hora de renovar el permiso de residencia.

La fuerte dedicación al trabajo junto a la intensidad de la jornada laboral son constantes que

definen a la comunidad china. Esto es tan evidente que cuando se equiparan las condiciones

de trabajo, los trabajadores chinos parecen percibir menos fatiga que otros colectivos

inmigrantes, este es uno de los resultados que se desprenden al comparar la percepción de

cansancio que muestran los marroquíes, chinos y dominicanos en el sector de la Hostelería.

(Colectivo IOE 1999). La cuestión es que los chinos, que trabajan bien por cuenta propia o por

cuenta ajena pero mayoritariamente para otro empresario o empresaria chino, tienen

jornadas laborales muy superiores a las 8 horas, sin vacaciones y con sólo uno o ningún día

libre a la semana.

Las relaciones laborales van más allá de una relación patrón-empleado o jefe-subordinado, ya

que se utiliza un lenguaje que identifica a los empleados con “hermanos” y además se les

facilita en la medida de lo posible vivienda y facilidad para realizar otro tipo de trámites (como

el estatus de emigrante legal en el país). Las relaciones son más fraternales, pero escasamente

cubiertas por el derecho; la protección familiar no siempre cubre los mínimos de la protección

laboral.

“¿Por qué crees tú que están… que tienen estrés o que tienen mucha sobrecarga mental, por el

trabajo, porque trabajan mucho…?

Por ejemplo, los jefes, sabes? tienen miedo de los trabajadores españoles, porque, eeeh… el

derecho laboral les protege, pero a los trabajadores chinos, ¿sabes? no protegen mucho,

porque a los trabajadores chinos, primero, él no habla español bien, y en segundo lugar, porque

si tiene problema con el jefe, aquí en Salamanca, entonces, solamente ese trabajo, no va a tener

trabajo ni en Madrid, porque los habitantes de esa ciudad (de la ciudad de dónde

mayoritariamente vienen) se relacionan mucho, ¿sabes? entonces, ellos casi viven en toda

España, entonces, por eso…” (ECH4)

La presencia de los pequeños en el trabajo es otra de las constantes en la comunidad china. Su

presencia, además de reflejar el carácter familiar del negocio y el reparto de responsabilidades

entre los distintos miembros de la familia, permite el mantenimiento de las mujeres en el

ámbito laboral. Pedir a los niños la colaboración en el trabajo, que ayuden en la traducción al

español, o simplemente pasar juntos más tiempo son aspectos a considerar. Las experiencias

de los más pequeños en el lugar de trabajo podrían interpretarse tanto de una manera

opresiva como enriquecedora para los niños (Song, 1995).

Salud en el trabajo

No es extraño que las largas jornadas laborales acarreen patologías como el estrés y/o

somatización de enfermedades (Chan-Yip y Kirmayer, 1998). El sueño y el cansancio físico

constante es un elemento presente en nuestros entrevistados. El sueño repercute no sólo en

la sensación de bienestar sino en la calidad con la que se llevan a cabo otras actividades de

vital importancia para la comunidad, como el aprendizaje y la formación. De esta forma tanto

el cansancio como el sueño supone un obstáculo para diversas tareas formativas, como

aprendizaje de español, educación secundaria en los adolescentes, obtención del carné de

conducir (el quedarse literalmente dormido en clase, muchas veces de noche después de la

jornada laboral, supone un hecho frecuente que ralentiza el aprendizaje y dificulta el

descanso). Incluso el sueño puede llegar a distorsionar acciones tan relevantes como el

desplazamiento al hospital para dar a luz.

Y con el pequeño, pues una noche rompí aguas a las cuatro de la mañana. Pero cuando me pasó no

me quería mover de allí, eran las cuatro y dije “mañana voy a tener mucho sueño” tenía mucho

sueño y me dijo mi marido “nos vamos al hospital ya” y yo “espera un momento, que tengo mucho

sueño, cuando sea más de día ya…” pero no me deja mi marido…”vamos ya”. Pues menos mal que

suerte…es que yo soy tonta, a mi el sueño me mata. Justo cuando llegué me dolió un montón y nació

al momento ya, ¡menos mal! Jeje

Antes iba al gimnasio y demás, pero al final quería ir a la cama, me entraba el sueño…y nada, pero

yo me cuido con las comidas, con la salud y los maquillajes para la piel… (ECM 15)

2. LA SALUD REPRODUCTIVA,

En el ámbito de la salud reproductiva uno de los aspectos que cobra mayor relevancia es el

valor de la cuarentena postparto (Zuo Yezi) centrada en el cuidado y descanso de la mujer, el

control de la alimentación, y el mantenimiento del calor. La cuarentena consiste en una

extraordinaria atención a la mujer por parte del resto de los miembros de la familia,

especialmente la suegra, y deriva de la idea de que el parto genera un fuerte desgaste físico

por lo que es necesario llevar a cabo una serie de medidas preventivas destinadas a

reestablecer la fuerza necesaria para asumir las nuevas responsabilidades (Wile y Archiga,

1998).

Para la medicina tradicional china el Zuo Yuezi es una ocasión de oro para mejorar la salud de

la mujer. Su origen es evidentemente muy antiguo y se vincula al tiempo en que muchas

mujeres morían de fiebres o hemorragias después del parto. Su carácter preventivo se realizan

con la intención de evitar que en el futuro, por ejemplo, el útero se afloje o que la mujer tenga

sufrimientos de espalda.

Los alimentos dentro de la cultura china se asocian a propiedades curativas concretas de ahí

que de algunos (el pollo por ejemplo) se espere que ayuden a contraer el útero, eliminar los

loquios, estimular la circulación y proporcionar vitaminas y hierro. Se debe evitar el agua,

sustituido por la sopa o buena parte de las frutas. Las otras dos reglas de oro durante este

periodo son las que tienen que ver con el frío, evitando las corrientes y el agua, (baños

incluidos) y los movimientos físicos, por otro, - levantarse de la cama, coger pesos, leer…-.

Si bien la tradición parece estar consolidada, la realidad de las inmigrantes chinas en España es

diversa. Otros lugares con mayor asentamiento chino, tal es el caso de Estados Unidos,

cuentan con centros médicos especializados para llevar a cabo la cuarentena, pero aquí hay

muchos condicionantes que dificultan el poder cumplirlo a rajatabla.

Se encuentran casos en que la cuarentena se cumple:

… el último mes de parto, tenemos costumbre no cojemos tijeras ni cortamos cosas, vamos, que a lo mejor por oblig, o si lo tienes que cortar, lo tenemos que coger un delantal o una cosa y tapar la tripa porque se dice que luego el niño, luego se sale con labio abierto o le falta alguna cosilla o …

E: Sí, algún defecto, alguna…

C: Alguna…defecto, y después de parto, normalmente por lo menos un mes, un mes o cuarenta, cuarenta y cinco días, como aquí, en casa, la que da a luz, pues nada, no hace nada, nada más que tumbada en la cama, comer, dormir (RISAS) Sí, porque dice para recuperar cuerpo, el cuerpo porque después de todo el parto y todo el tiempo que está en tripa el niño, después del parto con la sangre que pierdes, en fin, hay que recuperar, por ejemplo, no puedes estar mucho tiempo sentada, porque se dice luego te duele la columna, o los riñones o lo que sea, que no puede tomar cosas frías, porque luego el estómago, en tiempo, cuando sea un poco mayor, en tiempo cuando te den agua fría o lo que sean cosas frías, te duelen los dientes, las encías porque se pone más sensibles y el estómago, por ejemplo, y tampoco puedes comer muchas frutas, sabes frutas, por ejemplo una cosa fruta, se enfría el estómago, nosotros decimos que se enfría el estómago como se pone el estómago como muy aguado, como… (ECM17)

Y otros en los que se cuestiona la creencia en el Zuo Yuezi como algo a seguir con firmeza. El

quebrantamiento no supone un rechazo abierto ya que siguen aceptándose las formas y el

control comunitario del comportamiento y los hábitos. La falta de cumplimiento de las reglas

marcadas se hace a escondidas, como una travesura y el acto se califica como una “maldad”

derivada de la indolencia o la falta de voluntad de una, y no de la falta de eficacia de la

cuarentena.

…en un mes no se sale de casa y bueno la comida comemos cosas especiales, para luego no

tener problemas…Es que yo soy muy mala, por ejemplo, la comida de mi marido, es que es una

comida muy especial, el médico me dijo que en un tiempo no tomase coca cola ni nada, solo

agua nada más y yo bebo coca cola y…cuando él está trabajando y estoy sola en casa y mi

marido hace comida para mí, yo la tiro toda a la basura jeje. ¡Es que es comida muy especial y

no me gusta! Jeje.

…Y yo nada, bajo sola, con el pijama, bueno, lleva mi marido las llaves, yo no tengo llaves. Yo

bajo a la puerta, la dejo medio cerrada pongo algo en el suelo para que no me cierre la puerta y

bajo a comprar bocadillos, coca colas… llamo a la vecina para que me abra la puerta. La coca

cola metida debajo de la cama para que no la coja mi marido. Y, al final, como muy mal.

(ECM15)

La condición de las inmigrantes chinas en España dista de ser una situación ideal para el

cumplimiento de la cuarentena; el trabajo se convierte en más necesario que nunca, la suegra

o la madre no siempre están presentes, no se cuenta con los suficientes recursos familiares

para el cuidado de los niños o la realización de las tareas domésticas, faltan alimentos

considerados esenciales en la comida de la madre… con lo que difícilmente podemos pensar

que el seguimiento de dicha cuarentena va a ser similar. El caso de las entrevistadas parece

muy diverso puesto que encontramos casos en los que la mujer ha podido recibir la ayuda de

su madre – o suegra- llegada de China para la ocasión y con los ingredientes necesarios,

aunque otras no han podido contar ni con la de su pareja por tener que estar éste trabajando

o al cuidado de otros hijos pequeños en casa. En cualquier caso se desprenden las dificultades

de las mujeres para seguir las pautas tradicionales relacionadas con la cuarentena.

La interpretación de la cuarentena da lugar a dudas. Por un lado, el tener un hijo supone un

nuevo estatus para la mujer dentro de la jerarquía familiar y este periodo de atención implica

el primero de los reconocimientos. El recibir cuidados no deja de ser positivo, especialmente

en este colectivo marcado por la intensidad de su trabajo y el escaso tiempo dedicado al ocio o

al cuidado de sí mismo. Pero por otro lado, no deja de ser malicioso que sea la figura de la

suegra, como manifestación del poder patrilineal de la familia china, la que controle el

cumplimiento de la tradición, que la madre se vea confinada en la cama sin poder salir , leer ,

ver la televisión y casi sin poder cuidar del recién nacido, que exista un fuerte control

comunitario sobre lo que debe o no debe hacer la mujer o que el comportamiento para con

ella sea similar al que se llevaría a cabo con un enfermo.

Algunos estudios apuntan las ventajas de la cuarentena posparto a la hora de reestablecer la

salud de la madre, prevenir futuras enfermedades, fortalecer los lazos entre hija y madre o

suegra y reafirmar comportamientos y creencias culturales y de pertenencia a un grupo

(Cheung, 1997; Pillsbury, 1978). También se habla de la cuarentena como un periodo que

mejora el bienestar psicológico de las mujeres chinas tras el nacimiento y en su vida futura

(Cheung, 1997; Pillsbury, 1978 ) lo que establece algunos paralelismos en el ámbito Occidental

con los cuidados destinados a evitar la depresión posparto. Desde este ángulo el cuidado

supone un reconocimiento a la mujer por garantizar la continuidad de la familia, en una

sociedad construida sobre una sólida base familiar, evitando al mismo tiempo que pierda su

protagonismo en favor del recién nacido.

Una de las reglas, curiosas, de comportamiento durante el Zuo Yuezi es “no llorar” porque se

cree que al llorar durante este mes se tendrá más probabilidades de llorar en el futuro. Si la

cuarentena es un periodo de aprendizaje psicológico que prepara a las mujeres a ejercer su

nuevo papel como madres, estamos hablando de un periodo de fortalecimiento personal en el

que la atención de la persona se concentra en el cuidado de lo físico, -alimentación y calor

incluidos- pretendiendo erradicar aspectos de índole emocional, que quedan en un segundo

plano, y estigmatizando las manifestaciones de malestar personal y las “salidas de tono” a lo

que se considera un comportamiento sereno y racional.

Mientras que la cuestión de los anticonceptivos constituye una cuestión en la que están

familiarizados, al margen de que no conozcan los servicios de planificación o no hagan un

seguimiento continuado de los métodos anticonceptivos utilizados, la cuestión del aborto es

un segundo aspecto a tener en cuenta.

La política de fuerte control de la natalidad seguida durante mucho tiempo por el Gobierno

chino, más estricta en el ámbito urbano que el rural, convierte la práctica del aborto en una

cuestión también familiar. La situación que viven las inmigrantes aquí no ha podido ser

clarificada en este sentido. Por un lado se piensa en el desconocimiento general de la política

sanitaria española, no saben si pueden o no abortar, lo que en ciertas ocasiones ha podido

hacer pensar que las inmigrantes chinas, familiarizadas con la práctica del aborto, en caso de

no poder llevarlo a acabo en España pudieran estar utilizando clínicas clandestinas o bien

yendo a China a abortar. Sí que se han dado casos de personas que no pudiendo abortar por

haber superado el periodo de gestación en España se han ido a China

- Estaba de ocho meses, lo que pasa es que estaba, estaba con un corpiño y tal, y no aparentaba.

E: de ocho meses.

- De ocho meses. Escucho el bebé, tac-tac-tac, pues imagínate, y le digo, “mira éste es tu bebé” -“yo no quiero, yo no quiero, yo no quiero” pues es que la altura uterina y todo correspondía para…e, digo “pues que aquí en España, aunque no quieras lo tienes que tener, y si no quieres pues no pasa nada, porque pues aquí se puede adoptar, se puede dar para adopción. Yo te ayudo con los trámites si quieres” - “no quiero, no quiero, no quiero”. Bueno yo estaba que ya me agobié un poco (…)digo “piénsatelo y a ver cómo lo hacemos, yo te tramito, te gestiono los trámites y tal”. Total que la llamo a los dos días, la doy un día de margen, la llamo a los dos días y me coge el teléfono la hermana: “¿sí?” y pregunto por esta chica y me dice “ no está” digo, “como que no está si me ha dicho que quedo con tu hermana” – “está en china” digo, “¿cómo que está en china? E…. “sí, está en china, se ha ido”. Pues luego me enteré que al día siguiente la mandaron a china y que abortó, vamos que no abortó, sino que … (EIM6)

Pero se piensa que puedan ser casos excepcionales y que la mayor parte de la población o bien tienen a los hijos o bien siguen el trámite establecido.

E: claro, pero el riesgo, de… abortos clandestinos y demás.M: no los hay clandestinosE: no?M: tienen los hijos, los abortos son como aquí, si van a un centro de estos de planificación. (EIM1 )

3. LA SALUD MENTAL

El sentimiento de desarraigo derivado de la ruptura con los valores y la cotidianeidad propios

constituye un acontecimiento psicológicamente desestabilizador en la salud de los inmigrantes

(Jansá, 1998, 2006). El síndrome de Ulises (Achotegui, 2004) expresa muy bien todo ese

conjunto de duelos y situaciones estresantes por las que ha de pasar el sujeto, generalmente,

con poco apoyo social. El abandono de la familia, la frustración por no haber logrado lo

esperado, las incertidumbres relacionadas con el trabajo, la vivienda, el dinero, la justicia…

conforma de manera negativa la salud mental de las personas emigrantes. Este sentimiento de

desarraigo, recientemente analizado, constituye un elemento trasversal en todas las

entrevistas realizadas, puesto que en todos ellos estarán presentes los temas de la distancia y

el duelo.

Se percibe además un estrés elevado en parte de las personas entrevistadas (tantos hombres

como mujeres) relacionado con jornadas laborales extenuantes exentas de fines de semana

libre y de vacaciones. Estos resultados pueden apoyarse en lo descrito por Beltrán (2000) en

uno de sus trabajos, en el cual señala la dificultad en el afrontamiento del estrés en culturas

colectivistas –como la china-; según Beltrán en sociedades individualistas existe una mayor

tendencia al afrontamiento activo del estrés mientras que hay un mayor empleo de estrategias

orientadas al consenso y a la búsqueda de armonía social en culturas colectivas como la China.

Se podría interpretar que en aras de dicha armonía se llega a sacrificar el bienestar individual.

La aculturación y la edad aparecen como factores importantes de la mayor prevalencia de

trastorno mental en la comunidad asiática, ya que a mayor edad que tengan los inmigrantes

chinos cuando deciden emigrar a España, más posibilidades que se produzcan procesos de no

adaptación y más probabilidad de trastornos en la salud mental se pueden producir (Kuo et

al., 2008; Leu et al., 2008; Lee y Ellenbcker, 1998). En nuestras entrevistas no aparece la edad

como un factor fundamental en la existencia de problemas de salud mental, ya que tanto en

las personas más mayores que fueron entrevistadas, como en las más jóvenes, se dieron

indicios de trastorno mental, sin embargo sí encontramos una fuerte conexión entre la

tendencia a la existencia de aculturación e indicios de patología mental (Shen y Takeuchi,

2001).

Otro factor específico de riesgo para la salud mental en el colectivo de inmigrantes es el tipo

de empleo que tienen una gran parte de los ciudadanos chinos en España (y en parte de

Europa), que, cómo comentamos en el epígrafe dedicado a la salud laboral, consiste

fundamentalmente en el trabajo en hostelería, en negocios que normalmente llevan también

personas de la comunidad china y cuyos compañeros también son de la misma nacionalidad.

Dichos trabajos se caracterizan por falta de vacaciones, jornadas laborales intensas, lazos

estrechos con personas del mismo país y falta de contactos con nativos; un terreno abonado

para el estrés y para un deterioro de la salud en general, y la salud mental en particular. Hay

un estudio realizado, en la segunda parte de esta década, en Birmingham (Reino Unido) que

utiliza metodología cualitativa para el análisis de la comunidad china en esta ciudad, y que

llega a parecidas conclusiones a las expuestas en nuestro trabajo (Huang y Spurgeon, 2006).

“E: Claro, pero, ¿no has cogido vacaciones desde que estás en España?…He ido una semana a China, pero una semana. El viaje, hasta que he llegado al destino… China, destino que llegaba... un día y medio, tardó otro día y medio a volver… me he quedado allí tres días” (ECH4)

El estigma que la depresión tiene en la comunidad china también es una dimensión

que aparece en nuestro trabajo de manera subyacente o subliminal, ya que todos los

trastornos que nuestros interlocutores describen hacen alusión a lo físico, a lo

corpóreo y no a lo mental. Esta actitud o comportamiento puede tener que ver con lo

que describe la literatura al respecto, al afirmar que la depresión o el trastorno mental

es una variable denostada en el interior de la familia china, ya que la externalización de

dicho problema puede ocasionar problemas de culpabilidad y de conflictos en el

interior de la familia por sentir que la patología no es individual sino colectiva (Georg

Hsu et al., 2008); dicha estigmatización podría producir un aumento de las

somatizaciones, las cuales también suponen una peculiaridad en el estudio de la salud

en la comunidad china, como hemos visto anteriormente. En nuestro estudio ha sido muy

frecuente la descripción de enfermedades y molestias sin causa aparente, pero que

estaban rodeados de contextos en los cuales el estrés y la presión laboral eran la nota

dominante, tal y como muestran los estudios desde hace ya casi 30 años (Cheung et

al., 1980-1981). Incluso en estudios concretos, que analizan ciertos aspectos de la

salud reproductiva en la Comunidad china, también hacen referencia a la

somatización, de esta forma, en una investigación canadiense sobre la utilización de

servicios de salud pediátricos de inmigrantes chinas embarazadas se comenta la

somatización como un síntoma muy frecuente y muy específico de la depresión en

China y Taiwan (Chan-Yip y Kirmayer, 1999). Además de la estigmatización de la

depresión en el interior de la familia como factor explicativo de la somatización, la

visión china, antes comentada, de la unidad de la mente y el cuerpo lleva a las personas a

focalizar más la atención en los trastornos físicos que en los síntomas emocionales

(Keh-Ming y Cheung, 1999).

“La barriga, ya te digo. Los gases, es que aquí en hostelería a veces no me da tiempo de comer… pues ya no como. Tenemos que comer a la una… sobre esta hora. Si no, luego ya no comemos. Por eso siempre tenemos problemas de estómago. Yo a veces llego haciendo papeleo hasta la una y media o dos y ya no como. Siempre tengo problemas de estómago.¿Pero no te han diagnosticado nada?…No. No hay nada grave. A veces me manda una protección para el estómago, nada más” (ECH4)

“…Estómago es, 2005 porque… en aquel momento, en aquel año, yo conseguí la residencia y trabajo a través de la regularización, normalización de España, este…pero, en aquel momento, yo estaba muy preocupado de todas las cosas, ¿sabes? Muchos papeles…¿sabes? también yo tenía que ir a las oficinas de la extranjería varias veces, entonces, en fin…empecé a tener problema de estómago, pero también fui al médico varias veces y… mejor dicho, los médicos me trataban muy bien, ¿sabes? eeeh, pero… yo también he tomado varios tipos de medicinas, pero…eh… hasta 2007 no me mejoré sabes? Pero ahora sí estoy bien también. Pero no sé por qué” (ECH5)

El factor social o cultural específico de la comunidad china creemos que es importante,

pero pensamos que debemos tener en cuenta también el síndrome del emigrante con

estrés crónico o múltiple (síndrome de Ulises) que se podrían dar parcial o totalmente

en parte de la población china inmigrante (Achotegui, 2004). Este factor, en el caso

particular de los inmigrantes asiáticos, se asocia de forma más específica que en otros

colectivos de inmigrantes a trastornos mentales (Taukechi et al., 2007).

La posibilidad de la existencia del síndrome de Ulises se basa en afirmaciones

producidas en el transcurso de las entrevistas, consistentes en la consideración de la

posibilidad de volver a China, a pesar de llevar residiendo en España un buen número

de años, o la percepción de aislamiento social respecto a la población nativa. Algunos

de estos factores son considerados factores de riesgo del síndrome de Ulises

(Achotegui, 2004).

“¿Cuántas veces has ido desde que estás aquí?Una vez¿Una vez solo? ¿y entonces por qué ese deseo de volver?No sé, allí sigues manteniendo amigos, aunque sólo he vuelto una vez, pero sigues manteniendo amigos, con Internet, hoy en día todo... pues no sé... Es tu cultura...” (ECH6)

4. LA RELACIÓN CON EL SISTEMA SANITARIO.

Este epígrafe versa sobre la relación de las personas chinas con el sistema sanitario, lo que va a

implicar un análisis sobre el acceso, las barreras, la comunicación y el grado de comprensión

sobre las campañas y tratamientos con el que cuenta el colectivo. La percepción de la salud, el

valor que se otorga a la misma y la prevención ante los riesgos, varían en función de aspectos

culturales, sociales y económicos. Resulta en este sentido muy probable que sus demandas de

asistencia sanitaria, su interés por participar en programas preventivos y su constancia en la

continuidad de los tratamientos sean también diferentes.

Los requisitos de la prevención en salud exigen esfuerzos continuados y resultados a largo

plazo, que pueden ser muy positivos ante ciertas circunstancias (buenos niveles educativos,

proximidad al sistema sanitario, interiorización de valores…), pero que no siempre se adaptan

a condiciones de precariedad laboral, falta de apoyo social, estilos de vida que requieran

soluciones a corto plazo y con dificultades para anticipar los hechos... El uso que en la

actualidad el colectivo de inmigrantes está realizando del sistema, en procesos de enfermedad

ya avanzados y con escasa utilización de la atención primaria en relación al uso de urgencias

(Díaz Olalla 2005), apuntan en esta dirección. Por lo tanto, creemos absolutamente necesario

recoger en la presentación de este trabajo, las opiniones y percepciones del colectivo chino

sobre el sistema sanitario español, así como un breve esbozo de la percepción de los

profesionales de salud sobre el colectivo chino.

La percepción del sistema sanitario español por parte de las personas chinas entrevistadas es

positivo en algunos aspectos y negativo en otros, de esta forma, se valora el carácter gratuito y

universal del sistema de salud, sin embargo, se censura la lentitud de dicho sistema, lo que

coincide con la opinión mayoritaria de los españoles (González y Urbanos, 2002; Pan, 2004).

Existe también la duda sobre la capacidad del sistema para diagnosticar ciertos males,

especialmente los de estómago que resultan endémicos para los chinos y que no siempre se

perciben aquí.

“E: Valoración del sistema sanitarioNo es conveniente. Muy lento. Fui el año pasado al médico, que me dolía un montón, no podía levantarme. Me hacían esperar más de 5 horas. Me recetó pastillas pero no funcionó. Fui otra vez, esperando 4 horas, hasta la última vez, otras 4 horas, no me curaron. Fíjate, tres veces. Entonces, sí hay algo más grave pero no urgente, volvimos a China al médico, compramos el billete, en un día llegamos” (ECM2)

Una cuestión que no aparece en ninguna publicación es la utilización del sistema de salud

chino aunque se resida y trabaje en España; varios factores empujan a nuestros entrevistados

a viajar a su país para atenderse dolencias, operaciones y enfermedades de cierta

envergadura: dificultad de entender y comunicarse con los facultativos –por códigos culturales

y complicaciones idiomáticas-; percepción de una mayor eficacia en la resolución de

problemas de salud en el sistema chino; posibilidad financiera de pagar los gastos que acarrea

el viaje a China y la propia atención sanitaria; un mejor entendimiento con los profesionales de

salud por proximidad idiomática y cultural.

Otra característica de las personas chinas que han sido entrevistadas en nuestro estudio fue la

utilización de la medicina tradicional china para tratar patologías menores, como catarros,

problemas digestivos, etc., consiguiendo los fármacos cuando algún miembro de la red social o

ellos mismos viajan a su país. Este consumo se debe a la fuerte raigambre de ese tipo de

medicina y su rol legal en el sistema chino (Aparicio, 2004). Aunque no hay que olvidar que la

medicina tradicional en los inmigrantes chinos siempre se ha compatibilizado con la medicina

hipocrática, de hecho hay varios estudios que así lo constatan (Dein y Sembhi, 2001; Wu et al.,

2007). No solamente se utiliza medicina tradicional china en los países de acogida, sino que

también algunas personas chinas se van a su país de origen a realizar determinados

tratamientos o operaciones, sin embargo, las personas entrevistadas no han argumentado que

esto se deba a la institucionalización de la medicina tradicional en China, sino a que, con

dinero, es mucho más rápido, operativo y eficaz el sistema de salud en China que en España.

En algún estudio consultado se explicita también los viajes que hacen los inmigrantes chinos en

Europa a su país para tratarse de algunas dolencias, aunque, en este caso, basadas en

medicina tradicional (Xuequin, 1999).

“Sí, sí, se manejan las dos. Todo hay cosas buenas y malas. La moderna, hombre, hay mucha enfermedad que solo puedes curar con moderna. La de China es muy buena también porque ya lleva un montón de años de historia, que no tiene efectos secundarios… Aquí, la moderna, te puede dar cualquier cosa, también. Es que la antigua, la natural, siempre es natural

Es muy buena. Y… tu puedes… te duele la cabeza, te puedes tomar aspirina, pero puede pasar otra cosa. Y medicina China, una pomada que te da por la cabeza se te quita igual y no te hace daño ni nada, solo huele un poquito fuerte…Y, ¿dónde conseguís esa?Lo traemos nosotros cuando va uno de viaje, o que venga uno de China, que nos trae unas cajitas…¿Para temas así de dolor de cabeza, eh?Sí cosas suaves, cosas fuerte ya vamos al médico. Es que aquí no hay médico chino tampoco, no…” (ECH4)

El discurso de los profesionales de salud analizado, captado a través de entrevistas semi-

estructuradas, grupos de discusión y grupos triangulares, indica que el colectivo chino, en

general, acude menos que otros grupos de inmigrantes a consultas de atención primaria, o a

urgencias no hospitalarias. La percepción de los profesionales de salud sobre dicho conjunto

tiene relación con una mayor resistencia a la enfermedad (suelen ir cuando existe algo

relativamente grave), con su carácter comunitario –suelen asistir a la consulta siempre

acompañados por alguien, normalmente para que haga de intérprete ya que no suelen

conocer bien el idioma-, y con su personalidad hermética, y poco dada a expresar emociones.

Además, hay una visión, transmitida por algunas de las matronas que entrevistamos, que

muestra a la mujer china como más acostumbrada al aborto y menos dada a cumplir los

protocolos, impuestos por la ley en España, llegando incluso, si viene al caso, a utilizar

mecanismos de sus países de origen.

Conclusiones

En el colectivo chino se da una estrecha relación entre las emociones, la cultura y el síntoma

físico. Además debemos tener en cuenta la escasa utilización de los servicios de salud por

parte de este colectivo (exacerbado en áreas concretas como la salud mental) y que nos

remite a sus propias creencias, a la dinámica de la estructura familiar, y a las condiciones y

dinámicas laborales a las que se ven expuestos. Existen factores de riesgo que producen

que en la Comunidad china se puedan dar más desconocimiento de las instituciones

sanitarias que en el resto de los colectivos, principalmente debido a las barreras

idiomáticas, a los diferentes valores que hacen que los servicios sanitarios no ofrezcan en

su totalidad el soporte adecuado para satisfacer las necesidades de las personas que

pertenecen a esta comunidad.

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