San Agustín y La Observancia Dell Sábado

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San Agustn y la

observancia del Sbado Por Jos Miguel Arriz

Por tanto, que nadie os critique por cuestiones de comida o bebida, o a propsito de fiestas, de novilunios o sbados (Colosenses 2,16)

Recientemente recib en mi blog algunos comentarios respecto a mi artculo Sbado y Domingo en la Iglesia primitiva de parte de algunos lectores adventistas. Dichos comentarios venan acompaados de unas citas patrsticas de San Agustn de Hipona en donde supuestamente defiende la observancia del sbado y no del domingo, de manera de intentar sostener la hiptesis que refuta el artculo principal, a saber, que fue Constantino quien hizo el cambio del da del Seor del Sbado al Domingo, y que en tiempos de San Agustn los cristianos todava guardaban el sbado.



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Algunas de estas citas fueron:

Si amas a Dios, le dedicars el sbado para descansar Seor y Dios nuestro, danos la paz del sbado, con su maana y su

tarde. Agustn de Hipona Se te dice que guardes el Sbado. Os converts en adversario suyo cuando no hacis lo que os mando, yo en adversario suyo si no digo lo que me manda decir que guardes el sbado. San Agustn de Hipona, Obras Completas

Una de las primeras cosas que llama la atencin, es la forma incorrecta de citar dichos textos. No se dice ni de qu obra fueron tomados, ni mucho menos en que parte. Si se les solicita que citen apropiadamente suele ser comn que contesten como uno de los comentaristas, que dichas citas se encuentran en documentos histricos de los primeros siglos y son fciles de encontrar . Pero por experiencia se que el 99% de las veces, lo que ocurre es que dicha persona simplemente ha tomado dicha cita de alguna Web protestante, no se ha tomado la tarea de verificarlas, y que es ms que probable que sean espurias o sacadas de contexto. Una referencia ambigua como esta es siempre til para sus fines, ya que la mayora de las personas que leern tampoco se tomarn la tarea de hacer la verificacin y las pocas que lo hagan tendrn que sepultarse en una cantidad no pequea de libros. Para ejemplificar como funciona este modus operandi tomemos por ejemplo la siguiente cita de San Agustn: La observancia del da del sbado se nos impone con ms rigor que a ellos [los judos]. Leda as podra parecer que efectivamente San Agustn defenda la observancia del sbado, pero si leemos la cita en su contexto encontramos otra cosa:

La observancia del da del sbado se nos impone con ms rigor que a ellos, porque se nos impone en sentido espiritual (espiritualmente). Los judos observan servilmente el da del sbado en la molicie y embriaguez. Cunto mejor sera que sus mujeres se ocuparan en ese da en el tejido de la lana que en bailar o danzar sobre las terrazas!

Lejos de nosotros el creer que los judos observaran el sbado. El cristiano que se abstiene de acciones serviles es el que observa espiritualmente el sbado. Qu es accin servil? El pecado. Qu prueba hay de esto? El



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Seor la da: Todo el que hace el pecado, siervo es del pecado. Dios nos precepta la observancia espiritual del sbado1

Ms adelante profundizaremos que significa para San Agustn, el sentido espiritual del sbado, pero antes hagamos una aclaracin previa. El argumento en s mismo es irrelevante, porque en el artculo que intentaban refutar se encuentran testimonios siglos antes de San Agustn, que demuestran no solo que los primeros cristianos no guardaban el sbado, sino que para ellos el da del Seor era el domingo, y eso sin contar que el propio San Pablo en el Nuevo Testamento nos ordena que nadie nos critique por cuestiones de comida o bebida, o a propsito de fiestas, de novilunios o sbados2. Aun as quiero compartir algunos textos donde se puede observar en su contexto el pensamiento de San Agustn respecto al da del Seor y la observancia del sbado, para que no se tergiverse su pensamiento. San Agustn explica que el sbado fue ordenado para los judos, pero para los cristianos el domingo es el da del Seor:

En cambio, no se nos manda observar al pie de la letra el da del sbado por lo que se refiere a la suspensin de la actividad corporal, como lo observan los judos; observancia literal, que es tenida por ridcula, a no ser que signifique otro cierto descanso espiritual. Entendemos, pues, con razn, que todas esas cosas que en las santas Escrituras se nos dicen figuradamente valen para inflamar el amor por el que tendemos al reposo, puesto que en el declogo se propone figuradamente slo el precepto del descanso, que en todas partes se ama y slo en Dios se encuentra con certidumbre y santidad. El domingo fue preceptuado, no a los judos, sino a los cristianos, por razn de la resurreccin del Seor, y desde ese momento comenz a tener su solemnidad. Porque las almas de todos los santos descansan realmente antes de la resurreccin de los cuerpos, pero no tienen aquella actividad que vitaliza a los cuerpos que les fueron consignados. Esa actividad la significa el da octavo, que se confunde con el primero, ya que no suspende,

1 San Agustn, Sobre el evangelio de San Juan , 3,19 (posterior al ao 416 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 13, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1955, p. 133 2 Colosenses 2,16



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sino que glorifica ese descanso Los santos patriarcas, llenos de espritu proftico antes de la resurreccin del Seor, conocieron ya ese sacramento del da octavo que significa la resurreccinMas cuando se realiz la resurreccin en el cuerpo del Seor, para que antecediese en la Cabeza de la Iglesia, lo que el cuerpo de la misma espera para el final, ya poda empezar a celebrarse el da octavo, que es idntico al primero, es decir, el domingo3 .

Adicionalmente a esta explicacin, en De Utilitate Credenci enumera entre los preceptos y mandatos legales que ya no es lcito guardar a los cristianos la observancia del sbado:

Pero todos estos preceptos y mandatos legales, que ya no les es lcito a los cristianos observar, tales como los de la circuncisin, el del sbado, los sacrificios y otros idnticos, contienen misterios tan grandes, que no hay persona piadosa que desconozca los males que se siguen de tomar en sentido literal lo que all se expone, ni los ptimos frutos que resultan si se entienden tal y como se desvelan al espritu. Por eso dice San Pablo: La letra mata, pero el espritu da vida. Y aquel pasaje: El mismo velo contina sobre la leccin de la antigua alianza, sin percibir que slo por Cristo ha sido removido. No es que Cristo remueva el Antiguo Testamento, sino que lo desvela, para que por medio de Cristo se haga inteligible y patente lo que sin El permanecera en tinieblas y cerrado4.

Otros textos donde reconoce que la observancia del sbado qued abolida para los cristianos:

Qu dice Dios a Jeremas? He aqu que llegarn das, dice el Seor, en que establecer con la casa de Jacob una alianza nueva. Abandona la vieja, aprpiate de la nueva, y vers cmo debes dejar de lado la circuncisin, los cimos, el sbado y los sacrificios carnales.5

3 San Agustn, Epstola 55, Respuesta a las cuestiones de Jenaro, 13,23 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1986, Tomo 8, p. 368-369 4 San Agustn, De Utilitate Credenci, 3,9 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1956, Tomo 4, p. 843 5 San Agustn, Sermn 198 B , (ao desconocido.) Obras completas de San Agustn, Tomo 24, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1983, p. 74



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Hay obras de la ley que estn contenidas en los antiguos sacramentos; una vez revelado el Nuevo Testamento, ya no son observadas por los cristianos. Tales son la circuncisin del prepucio, el descanso carnal del sbado, la abstinencia de ciertos manjares, la inmolacin de ovejas en el sacrificio, neomenias, zimos y cosas semejantes.6

Y sigue ms adelante en la misma carta:

Quien quiera ser extrao a este judasmo carnal y animal, y por ende reprensible y condenable, debe alejar de s aquellos ritos antiguos que dejaron de ser necesarios una vez que fue revelado el Nuevo Testamento y se han realizado las cosas que aquellos smbolos significaban; ya no debemos juzgar sobre la comida y la bebida, sobre las partes de las fiestas, neomenias y sbados, que eran sombras del futuro.7

En otro lugar reconoce que el sbado era una prescripcin temporal impuesta a los judos:

El Seor es, pues, quien tiene que mostrarnos claramente el misterio del sbado, y que el signo de la observancia de un da fue prescripcin temporal impuesta a los judos, mas el cumplimiento pleno de ese misterio se realiz en El.8

Tambin explica que aunque los judos creen que siguen obligados a guardar el sbado, los cristianos no creen eso:

Cuando habl al pueblo hebreo de la guarda del sbado, tampoco mencion los alimentos que haban de comer o no comer. Slo prescribi la abstencin de trabajos serviles.

El pueblo hebreo acept ese precepto, que era un smbolo del descanso futuro, y se abstuvo de trabajar: vemos que todava se abstienen de trabajar en sbado los judos, aunque no entienden los judos carnales lo que entienden rectamente los cristianos. En aquel tiempo, en que as

6 San Agustn, Epstola 196, A Aslico , 1,3 (ao 418 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 11, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1953, p. 845 7 San Agustn, Epstola 196, A Aslico , 2,8 (ao 418 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 11, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1953, p. 851 8 San Agustn, Sobre el evangelio de San Juan , 17,13 (posterior al ao 416 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 13, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1955, p. 463



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convena, los profetas guardaron el reposo sabtico, que los judos creen todava deber observar9 .

Para San Agustn es incluso inconcebible que un judo converso al cristianismo siga guardando el sbado, o las otras leyes como la circuncisin, etc.

Vuelvo a decir: ya que eres obispo y maestro en las iglesias de Cristo, puedes tratar de probar que es verdad lo que dices; toma a un judo que se haya hecho cristiano, pero que circuncide a un hijo que le ha nacido; que guarde el sbado, que se abstenga de las viandas que Dios cre para que usemos de ellas con accin de gracias, que en el da decimocuarto del primer mes mate un cordero al anochecer. Cuando esto hicieres (mejor dicho, no lo hars, pues s que eres cristiano y no has de cometer un tal sacrilegio) , quieras o no quieras, reprobars tu sentencia.10

Explica que el sbado era una sombra figurativa antes de que fuera quitado el velo

No obstanteadvertencia que juzgo suficiente en el asunto que nos ocupa, no fue preceptuado intilmente al pueblo judo el abstenerse en aquel da de todo trabajo servil, por el cual se significa el pecado, porque el no pecar es efecto de la santificacin, esto es, del don de Dios mediante el Espritu Santo; y as solamente este precepto, entre todos los dems, fue puesto en la ley, grabada en las tablas de piedra, como sombra figurativa bajo la cual los judos observaban la santificacin del sbado, como significando por esto que aqul era el tiempo en que deba permanecer ocultarla gracia, que por la pasin de Cristo, cual por la escisin del velo del templo, haba de ser revelada. Pues cuando hubiese llegado -dice- a Cristo ser quitado el velo11

He aqu por qu, entre los diez preceptos, slo ese que se refiere al sbado se manda observar figuradamente. Esa figura se nos propone para

9 San Agustn, Epstola 36, A Casulano, 3,5 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1986, Tomo 8, p. 207 10 San Agustn, Epstola 75, Jernimo a Agustn, 4,15 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1986, Tomo 8, p. 466 11 San Agustn, Del espritu y la letra, 15,27 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1956, Tomo 6, p. 733



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que la entendamos, pero no para que la celebremos con el descanso corporal12

Igualmente en su obra Del gnesis a la letra sostiene que el sbado fue impuesto a los judos como prefiguracin pero abolido a los cristianos:

Ciertamente puede decirse con probabilidad que la observancia del sbado se impuso a los judos como una penumbra de la realidad futura, que simbolizaba el descanso espiritual, el que prometo Dios a los fieles que hiciesen buenas obras, bajo la oculta significacin que entraa el ejemplo de este descanso suyo.13 Ahora vemos las obras buenas creadas por El; despus de las nuestras buenas veremos tambin su descanso. Para prefigurar este descanso mand al pueblo hebreo observar un da, el cual lo entendi tan carnalmente que, cuando vieron al Seor obrar nuestra salud en aquel da sabtico, le recriminaron; y por eso El les responde del trabajo que en todo tiempo ejecuta el Padre, con quien El mismo obra igualmente, no slo la administracin del universo, sino tambin nuestra salud. Mas ahora que fue revelada la gracia, aquella observancia del sbado que prefiguraba y se reduca al descanso de un da, fue abolida de entre los fieles, puesto que en la ley de gracia sin duda observa un perpetuo sbado todo el que obra algn bien con la esperanza del futuro descanso, y al mismo tiempo no se vanagloria en sus obras buenas como si tuviera un bien no recibido. Por lo tanto, el que recibe el sacramento del bautismo y le concibe como el da sabtico, es decir, como el da del reposo del Seor en la sepultura, descansa de sus obras antiguas, a fin de que caminando ya en nueva vida conozca que Dios obra en l, el Dios que al mismo tiempo obra y descansa, obra gobernando las creaturas conforme a las naturalezas que tienen, y descansa teniendo en s mismo eterno reposo.14

12 San Agustn, Epstola 55, Respuesta a las cuestiones de Jenaro, 12,22 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1986, Tomo 8, p. 367 13 San Agustn, Del Gnesis a la letra , 4,11,21 (ao 415) Obras completas de San Agustn, Tomo 15, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1957, p. 743 14 San Agustn, Del Gnesis a la letra , 4,13,24 Obras completas de San Agustn, Tomo 15, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1957, p. 747



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En otro texto habla de cmo el sbado y la circuncisin son observancias pertenecientes a la vejez y dura servidumbre de la ley carnal a diferencia de las leyes morales que permanecen:

Qu son, pues, los preceptos de Dios, por el mismo Dios escritos en los corazones, sino la misma presencia del Espritu Santo, que es el dedo de Dios, por cuya presencia es derramada en nuestros corazones la caridad, que es la plenitud de la ley y el fin del precepto? Porque respecto del Antiguo Testamento son terrenas las promesas que en l se hacen, aunque-a excepcin de los sacramentos que eran figuras de los futuros, tales como la circuncisin, el sbado, algunas observancias aejas a ciertas solemnidades, las ceremonias usadas en algunas comidas y muchos ritos referentes a los sacrificios y al culto, todo lo cual convena as a la vejez y dura servidumbre de aquella ley carnalse contenan en l los mismos preceptos que ahora se nos ordena observar, especialmente los que estn sealados en aquellas tablas sin ninguna sombra figurativa, como son: No adulterars, No cometers homicidio, No codiciars o cualquiera otro precepto que pueda recapitularse15

De all que excluye de las leyes morales la observancia del sbado:

Pues entre estos diez mandamientos, si se excepta la observancia del sbado, quiero yo que se me diga cul hay que no deba ser cumplido por todos los cristianos por lo que se refiere a no fabricar ni adorar dolos u otros dioses, fuera del nico Dios verdadero; a no tomar el nombre de Dios en vano; a honrar a los padres; a evitar la fornicacin, el homicidio, el hurto, el falso testimonio, el adulterio y la codicia de los bienes ajenos. Quin osar decir que el cristiano no debe observar todos estos preceptos?16

En otros textos coloca como ejemplo el que los apstoles recogieran espigas en sbado, conforme a la voluntad de Jess, como una forma de ensear que la observancia del sbado luego de cambiados los tiempos (ya no bajo la ley sino bajo la gracia) era una supersticin:

Sin embargo, segn leemos, los discpulos de Cristo no slo comieron en ese sbado, sino que arrancaron tambin las espigas, lo cual era ilcito, pues lo prohiba la tradicin de los antiguos. Cuide se, pues, no le vayamos a

15 San Agustn, Del espritu y la letra, 21,36 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1956, Tomo 6, p. 747 16 San Agustn, Del espritu y la letra, 14,23 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1956, Tomo 6, p. 727



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contestar oportunamente, diciendo que por algo quera el Seor que sus discpulos ejecutaran en ese da ambas cosas: arrancar las espigas y tomar los alimentos; lo primero, contra aquellos que quieren descansar el sbado, y lo segundo, contra aquellos que obligan a ayunar el sbado; as daba a entender el Seor que lo primero era supersticin, una vez cambiados los tiempos, y lo segundo era libre en todo tiempo17

Por tanto, los cristianos deben entender el mandamiento del sbado como una cierta promulgacin del descanso y reposo del corazn:

Tercer mandamiento: Acurdate de santificar el da del sbado. En este tercer mandamiento se insina una cierta promulgacin del descanso, reposo del corazn, tranquilidad de la mente, que obra la buena conciencia18 .

San Agustn explica que el domingo es ms santo que el sbado, porque el sbado el cuerpo del Seor descans en el sepulcro, mientras que el domingo resucit de entre los muertos19 y le llama en numerosas ocasiones el da del Seor

El sbado, en el cual descans Dios de todas sus obras, es el da sptimo, y nos anuncia el gran misterio de nuestro futuro descanso de todas nuestras obras. El primer da despus del sbado se llama da primero de la semana, al cual le denominamos tambin da del Seor, o domingo.20

El primer da despus del sbado es el domingo o da del Seor21

Y aqu no solo le llama da del Seor sino que contrapone el sbado como da a guardar en el Antiguo Testamento, versus el domingo, como da a guardar en el Nuevo Testamento:

En el Viejo se guarda el sbado, que significa el descanso; en el Nuevo, el da del Seor, que seala la resurreccin. El sbado es el da sptimo de la

17 San Agustn, Epstola 36, A Casulano, 3,6 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1986, Tomo 8, p. 208 18 San Agustn, Sermn VIII, Las diez plagas y los diez mandamientos, 6 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1981, Tomo 7, p. 125 19 Carta a Casulano 5,12; 7,14 20 San Agustn, Exhortacin a celebrar dignamente la Pascua , 80,2 (ao 395-411 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 21, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1966, p. 125 21 San Agustn, Enarraciones sobre los salmos, Invocacin a Dios, 93,3 (ao 395-411 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 21, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1966, p. 433



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semana, y el domingo, que sigue inmediatamente al sptimo, cul es sino el octavo?22

Una vez entendido esto, podemos ir ahora a los textos donde San Agusn se refiere a la observancia espiritual del sbado, el cual no es otra cosa sino descanso espiritual al abstenerse de pecar:

Pues si Cristo nos quit aquel yugo pesadsimo de tantas observanciasque no seamos carnalmente circuncidados, ni sacrifiquemos victimas de animales, ni cada siete aos, al repetirse el ciclo sabtico, descansemos aun de los trabajos necesarios, y otras cosas por el estilo, sino que las guardemos entendidas de una manera espiritual, y, desechando las sombras figurativas, contemplemos la verdad de las mismas cosas significadas, acaso ya por esto habremos de decir que no reza con nosotros que el que hallare cualquier cosa perdida del prjimo la entregue, como est escrito, a quien la perdi, y otros mandamientos semejantes a stos, con los cuales se aprende a vivir piadosa y honestamente, y en especial el declogo escrito en aquellas tablas de piedra, excepcin hecha apenas de la guarda carnal del sbado, que significa la santificacin y descanso espiritual?23

En esta misma obra nuevamente insiste en el significado espiritual del sbado para los cristianos: mantenerse sin pecado:

Qu decan los que no vean y no estaban ungidos? No es de Dios este hombre, que no guarda el sbado. Mejor lo guardaba El, que estaba sin pecado; pues estar limpio de pecado es un sbado espiritual24

Otros textos donde explica que para el cristiano a diferencia de los judos el sbado no es abstenerse de trabajar sino de pecar:

El ttulo del salmo es como sigue: Salmo de cntico; para el da del sbado. Notad que tambin hoy es sbado. Este da le celebran actualmente los judos con cierto ocio corporal, lnguido, negligente y disoluto. Pues se entregan a frivolidades; y, por tanto, al mandarles Dios guardar el sbado,

22 San Agustn, Enarraciones sobre los salmos, Salmo 150, Doxologa final del Salterio, Canto de Alabanza, 150,1 (ao 395-411 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 21, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1966, p. 920 23 San Agustn, Contra las dos epstolas de los pelagianos, III,4,10 (ao 420 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 9, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1952, p. 571 24 San Agustn, Sobre el evangelio de San Juan , 44,9 (posterior al ao 416 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 14, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1965, p. 113



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ellos le dedican a las cosas que prohbe. Nosotros descansamos de las malas obras, ellos de las buenas. Mejor es arar que danzar. Ellos descansan de las obras buenas, mas no de las frvolas. Dios nos declara el sbado. Cul? Ved primeramente en dnde se halla. Nuestro sbado est dentro, en el corazn.25

Tambin hace notar que hay Iglesias que celebran la Eucarista todos los das, otras los sbados y domingos y otras solo los domingos:

Hay otras prcticas que varan segn los distintos lugares y pases. As, por ejemplo, unos ayunan el sbado y otros no. Unos comulgan cada da con el cuerpo y sangre del Seor, otros comulgan slo en ciertos das. Unos no dejan pasar un da sin celebrar, otros celebran slo el sbado y el domingo, otros slo el domingo. Si se consideran estas prcticas y otras semejantes que pueden presentarse, todas son de libre celebracin. En todo esto, la mejor disciplina para el cristiano asentado y prudente es acomodarse al modo que viere observar en la iglesia en la que por casualidad se encontrare26.

Una conclusin necesaria El hecho de que los adventistas pretendan dar uso a algunas citas patrsticas de San Agustn para argumentar a su favor pone en evidencia dos cosas: -O ignorancia o deshonestidad intelectual. Si es ignorancia porque desconocen estos textos de San Agustn pecan de negligencia al escribir sobre un tema sin el mnimo de investigacin necesario, pero si los conocen y ocultan estos textos demuestran deshonestidad intelectual al presentar informacin sesgada para favorecer sus propias doctrinas humanas. -Hipocresa, al pretender utilizar textos patrsticos cuando les conviene, pero cuando no, les vienen a importar menos que un pimiento. Cuando mostr estas citas a a uno de las personas que dio pie a este artculo, me respondi que lo que suceda es que San Agustn se haba retractado. Penosa respuesta de alguien que no saba ni siquiera en que fecha fue escrito el texto que citaba, como para suponer que se trataba de una retractacin, y que dicho sea de

25 San Agustn, Enarraciones sobre los salmos, Alabanza de la providencia divina , 91,2 (ao 395-411 d.C.) Obras completas de San Agustn, Tomo 21, Biblioteca de autores cristianos, Madrid 1966, p. 394 26 San Agustn, Epstola 54, A Jenaro, 2,2 Obras Completas de San Agustn, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1986, Tomo 8, p. 338



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paso, no se molest en revisar el contexto, que le hubiera indicado que quera decir San Agustn realmente. Para l le result ms fcil fabricarse una historia alternativa que justificara las propias doctrinas humanas de su propia denominacin.

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