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San Antonio María Gianelli

“El Milagro de las Golondrinas”

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Queridas familias:

Ante la situación que vivimos en estos tiempos queremos compartir con ustedes un relato del milagro llevado a cabo por San Antonio María Gianelli ante la asechanza de la peste del cólera en Chiavari, Génova Italia, en ese tiempo incurable.

El presente relato nos lleva a reflexionar sobre la presencia de Nuestra Madre del Huerto quien intercedió ante su hijo para evitar la propagación de ésta enfermedad. Con esto queremos hacer notar la presencia de nuestra Madre y su hijo Jesús, quienes obraron prodigiosamente por su pueblo, hoy a ellos recurrimos con la esperanza de que pronto cese la pandemia que nos encontramos padeciendo, rogando su intercesión nos cobijamos y rezamos por tantas personas puestas al servicio para luchar contra ésta enfermedad y quienes dieron su vida por los demás. Los encuentros aquí propuestos deberán ser trabajados en familia, y serán corregidos cuando regresemos a clases. Que nuestra Madre Santísima del Huerto nos proteja con su santo manto.

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En 1835, la peste dejaba a su paso miles de

víctimas mortales en toda Europa. En los pueblos

cercanos a Chiávari, el dolor llamaba a todos los

hogares. La población sentía el temor a la muerte.

Chiávari se apretó junto a su Arcipreste

(Sacerdote que, por nombramiento del obispo, tiene autoridad sobre un grupo

de parroquias de la misma zona.) con la confianza de las causas

desesperadas: "Sálvanos tú", gritó con un nudo en la garganta.

San Antonio, hombre profundamente sabio, decidió:

Aumentó su oración y su penitencia personal por su

pueblo. Hizo grandes ayunos y organizó una procesión

penitencial, para que el pueblo pidiera a Dios perdón y

misericordia. Erguido sobre un palco frente al Santuario

de Nuestra Señora del Huerto, debajo de un árbol San

Antonio María, con rostro demacrado por la penitencia,

descalzo, con una corona de espinas y una soga al

cuello, se arrojó al suelo de rodillas y con él todo su

pueblo. Eran alrededor de 7000 personas.

Delante del Crucifijo y la imagen de la Señora del Huerto, rezó llorando así:

“Hiere, oh Señor, al pastor, pero deja salva la grey”. El pueblo comenzó a

rezar pidiendo piedad y misericordia. De pronto una

bandada de golondrinas (que habían huido hacía

tiempo de la zona por la peste), revoloteó sobre la

Cruz erguida y luego sobre la cúpula del templo de la

Virgen. San Antonio exclamó entonces: “La gracia ha

sido concedida”. Y el pueblo, sabiendo que Dios los

había escuchado, prorrumpió en salmos de alabanza

y el canto del Te Deum. Efectivamente, la peste no

pasó por ese pueblo y hasta el día de hoy, los

chiavarenses señalan el árbol donde Gianelli recibió

esa gracia

San Antonio Gianelli, nuestro Patrono,

¡Ruega por nosotros!

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Actividad:

1) Junto a tu familia lee el milagro de las golondrinas.

2) Respondemos:

A. ¿Qué les pareció el relato del milagro?

B. ¿Qué nos enseña este relato?

C. ¿Qué es un arcipreste?

3) Completamos las palabras que faltan:

En ________________, la peste dejaba a su paso miles de víctimas mortales

en toda _____________________. En los pueblos cercanos a

____________________, el dolor llamaba a todos los

____________________. La población sentía el temor a la muerte.

Chiávari se apretó junto a su _________________ con la confianza de las

causas desesperadas: "___________________ tú", gritó con un nudo en la

garganta.

San Antonio, hombre profundamente sabio, decidió: Aumentó su

________________ y su __________________ personal por su pueblo. Hizo

grandes ayunos y organizó una procesión penitencial, para que el pueblo

pidiera a Dios ________________ y ____________________. Erguido sobre

un palco frente al Santuario de Nuestra Señora del Huerto, debajo de un

______________ San Antonio María, con rostro demacrado por la penitencia,

descalzo, con una corona de espinas y una soga al cuello, se arrojó al suelo de

rodillas y con él todo su pueblo. Eran alrededor de _________________

personas.

Delante del ____________ y la imagen de la Señora del _______________,

rezó llorando así: “Hiere, oh Señor, al _________________, pero deja salva

la ________________”. El pueblo comenzó a rezar pidiendo piedad y

misericordia. De pronto una bandada de ______________ (que habían huido

hacía tiempo de la zona por la peste), revoloteó sobre la __________________

erguida y luego sobre la cúpula del templo de la Virgen. San Antonio exclamó

entonces: “La gracia ha sido ___________________”. Y el pueblo, sabiendo

que Dios los había escuchado, prorrumpió en salmos de alabanza y el canto

del Te Deum. Efectivamente, la peste no pasó por ese pueblo y hasta el día de

hoy, los chiavarenses señalan el árbol donde Gianelli recibió esa __________

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4)) Conozcamos la vida de algunos santos patronos de los enfermos. Pinta y

resuelve.

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San Roque

San Roque nació en Montpellier, Francia, en el siglo XIV, de una familia sumamente rica. Muertos sus padres, él vendió todas sus posesiones, repartió

el dinero entre los pobres y se fue como un pobre peregrino hacia Roma a visitar santuarios.

En ese tiempo estalló la peste de tifus y la gente se moría por montones por todas partes. Roque se dedicó entonces a atender a los más abandonados. A muchos logró conseguirles la curación con sólo hacerles la señal de la Santa

Cruz sobre su frente. A muchísimos ayudó a bien morir, y él mismo les hacía la sepultura, porque nadie se atrevía a acercárseles por temor al contagio. Con

todos practicaba la más exquisita caridad. Así llegó hasta Roma, y en esa ciudad se dedicó a atender a los más peligrosos de los apestados.

Un día mientras atendía a un enfermo grave, se sintió también él contagiado de la enfermedad. Su cuerpo se llenó de manchas negras y de úlceras. Para no ser molesto a nadie, se retiró a un bosque solitario. Entonces un perro de una casa importante de la ciudad empezó a tomar cada día un pan de la mesa de

su amo e irse al bosque a llevárselo a Roque. Después de varios días de repetirse el hecho, al dueño le entró curiosidad, y siguió los pasos del perro,

hasta que encontró al pobre enfermo en el bosque. Se llevó a Roque a su casa y lo curó de sus llagas y enfermedades.

Apenas se sintió curado Roque volvió a Montpellier, pero al llegar a la ciudad, que estaba en guerra, los militares lo confundieron con un espía y lo

encarcelaron. Y así estuvo 5 años en la prisión, consolando a los demás prisioneros y ofreciendo sus penas y humillaciones por la salvación de las

almas. Murió el 15 de agosto de 1378.

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5) En familia rezamos la siguiente oración que escribió el Papa Francisco a la Virgen del Divino Amor para que nos proteja del coronavirus:

Oh María, tu resplandeces siempre en nuestro camino como un signo de salvación y esperanza.

Nosotros confiamos en ti, salud de los enfermos,

que junto a la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás

para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta

después de este momento de prueba. Ayúdanos, Madre del divino Amor,

a confiarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús,

que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.

No desoigas nuestras súplicas que estamos en la prueba, y libéranos de todo peligro,

oh Virgen gloriosa y bendita.

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