San Expedito: su vida y novenaSan Expedito lleva como subtítulo «soldado y mártir». No es un santo de nuestros días. Es antiguo. Más los santos no envejecen porque viven la vida perenne de Dios. Su misma existencia fue discutida por algunos biógrafos. No obstante, su nombre aparece ya incluido en los martirologios jeronimiacos e incluso en el códice más antiguo que es el «epternacense».A principios del siglo IV y bajo el imperio de Diocleciano hallamos a Expedito al frente de una legión romana.El 19 de abril la Iglesia recuerda su martirio «sufrido en compañía de sus colegas de milicia Hermógenes, Cayo, Gálatas, Aristónico y Rufo, con heroico valor y constancia cristiana, en Melitene, lugar de Armenia, y por el inicuo decreto de persecución del emperador Diocleciano».San Expedito es uno de los mártires siríacos.Su culto se ha ido difundiendo especialmente en la época moderna.Los viejos martirologios solamente nos daban su nombre y su martirio.Hay noticias de su culto a mediados del siglo XVII en Sicilia, especialmente en las ciudades de Mesina y Acireale, donde en 1781 era declarado segundo patrono de la ciudad y patrono especial de comerciantes y navegantes, y protector para obtener rápida solución a los problemas urgentes.Otro centro de culto al santo lo hallamos en Alemania, donde le dan títulos semejantes a los de Sicilia.La iconografía del santo es sugerente.Generalmente se le presenta vestido de soldado romano, apartando o aplastando con el pie a un cuervo que grazna «cras-cras» (mañana-mañana) mientras el santo le presenta un reloj que señala «hodie» (hoy)... En imágenes últimas, el reloj es sustituido por una cruz que el santo mantiene en su mano con idéntico letrero.

Al pie de sus imágenes se puede leer «negotiorum et expeditionum patronus» patrono de negociantes y navegantes.La lección que nos da queda bien clara. No debes dejar para mañana lo que puedas hacer hoy. Nuestro santo es enemigo del «cras-cras» —mañana-mañana— de quienes retrasan su conversión, su vuelta a Dios.También ha pasado a ser patrono de quienes quieren obtener una gracia perdida, pero inmediatamente. Esto parece hacer referencia al significado de su nombre: desembarazado, libre de estorbo, pronto a obrar...Los innumerables favores que se reciben de este egregio mártir atestiguan su gran valimiento ante Dios.— Las personas de negocios lícitos, con urgencia de soluciones, acuden a él en busca de pronta aclaración...— Las personas con problemas urgentes, espirituales o temporales, saben obtener con su favor pronta ejecución...— Su mensaje de «hoy» frente al «mañana-mañana» es una llamada a la vuelta urgente a Dios, siguiendo las inspiraciones de la gracia y poniéndolas en práctica sin la menor dilación...— Los hombres vacilantes en su fe o con poco ánimo para confesarla encontrarán en este joven atleta un especial abogado, modelo y protector.— Los pecadores saben que el santo les pide diligencia para volver a Dios, no dejando para un tiempo indeterminado su conversión...Este es San Expedito, modelo de cristiano valiente y protector. Su fiesta la celebramos el 19 de abril.

DÍA PRIMERO

SAN EXPEDITO, UN CREYENTEPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:

— Tú, Señor, eres mi Dios. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú, Cristo, eres mi salvador. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú, Señor, eres mi libertador. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓN¡Glorioso San Expedito, mártir, protector nuestro! Queremos honrarte en esta Novena y propagar tu culto.Conociendo tu valimiento ante Dios, venimos a presentarte nuestras súplicas.Tú conoces nuestras necesidades más urgentes. Las ponemos en tus manos. Esperamos que nos alcances de Dios una pronta solución. Deseamos sentir hoy mismo tu protección.A la vez te pedimos que nos obtengas de Dios una fe firme que jamás desfallezca, una ardiente caridad que nos inflame en su amor y en el amor al prójimo, y una esperanza alegre aun en medio de nuestros problemas.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Id por el mundo y predicad el Evangelio. El que creyere se salvará...» (Mc 16, 15).

ACLAMACIÓN— «Himnos mil al glorioso Expedito, que su sangre en la Armenia vertió, cuyo nombre en el cielo fue escrito y de mártir el lauro alcanzó...»Padrenuestro, Avemaria y gloría...

REFLEXIÓNJesús nos trajo la salvación. «El que creyere se salvará...»Envió a los suyos a llevar la Buena Nueva a todos los hombres. «Id por el mundo y predicad el Evangelio...».Pero Dios respeta siempre nuestra libertad. La fe se ofrece, pero no se impone...San Ambrosio nos describe la realidad: «Dios golpea sin cesar a la puerta de nuestro corazón. Siempre está deseoso de entrar. Si no penetra, la culpa es nuestra».Tomás de Kempis nos dice más: «Dios anda con los sencillos. Se descubre a los humildes y da entendimiento a los pequeños, alumbra las almas puras y esconde su gracia a los curiosos y soberbios...».Naturalmente nuestro corazón y nuestra mente buscan más. Están en lo provisional y tienen necesidad de lo definitivo, están en lo temporal y tienen sed de eternidad, están en lo finito y tienen hambre de infinitud.Así vivía nuestro santo. Mandaba una legión romana... y un día Jesús y su fe llamaron a su puerta, y él se entregó. Con todas las consecuencias. ¡Hasta la muerte, si era preciso! ¡Era un creyente!¿Cómo es tu fe? ¿Cómo la vives?

Tener fe es admitir a Cristo y entregarte a El.(Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que abramos nuestras vidas a la fe, como San Expedito. Reguemos al Señor.— Para que abracemos la fe con todas sus consecuencias. Reguemos al Señor.— Para que no tengamos miedo a confesar nuestra fe en todo momento y en todo ambiente. Roguemos al Señor.

ORACIÓN FINALGlorioso San Expedito, nuestro modelo y protector.¡Qué admirable fue tu fe y valentía! En aquellos tiempos confesar la fe era tener vocación de mártir, y tú lo hiciste. Te ofrecían honores y ascensos y salvar tu vida a cambio de una simple renuncia a tu fe, pero tú preferiste perder tu vida temporal por Cristo y asegurar la eterna con tu Dios.Tú fuiste un creyente, con todas sus consecuencias. Con tus palabras y obras lo proclamabas intrépido.Ahora vives con Cristo y llevas en tu mano la palma del triunfo y del martirio.Alcánzanos que imitemos tus ejemplos. Puede ser que Dios no nos pida el testimonio de la sangre, pero sí nos pide el testimonio de nuestras palabras y de nuestras vidas. Alcánzanos una fe más viva y valiente, y que toda nuestra vida, en sus diversas manifestaciones, esté de acuerdo con ella.Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA SEGUNDO

SU PRONTA CONVERSIÓN...POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:

— Tú que eres la vida. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad,— Tú que eres la luz, Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú que eres el perdón, Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓN¡Glorioso San Expedito, mi modelo y protector!Cuando Jesús llamó a la puerta de tu alma y corazón, tú no le dijiste «mañana te abriremos», tu respuesta fue pronta y decidida.Fue un paso difícil. Se trataba de dejar tu vida fácil de pagano para empezar una nueva vida de esfuerzo y lucha. Tú sabías lo que supondría para ti. Era perder tu posición social desahogada y hasta probablemente tu misma vida.Pero nada te arredró.Sabías que con El todo es posible, y le dijiste un sí abierto y generoso.Alcánzanos de tu Dios que nosotros también sigamos a Cristo siempre y en todas las circunstancias.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Hoy, si escucháis la voz de Dios, no endurezcáis vuestro corazón» (Salmo 95, 8).

ACLAMACIÓN— «Pecador, que jamás te conviertes, repitiendo el mañana maldito. Mira, mira, infeliz, que ese grito, es el grito del cuervo infernal. Trueca al punto ese infausto graznido, que es augurio de suerte siniestra, por el hoy que Expedito te muestra como el solo remedio a tu mal.» Padrenuestro...

REFLEXIÓNSan Expedito se encuentra con la fe y cambia su vida.Generalmente se le presenta vestido de soldado romano, apartando o aplastando con su pie a un cuervo que grazna «cras-cras» (mañana-mañana) mientras el santo le presenta un reloj o una cruz con la palabra «hodie» (hoy).La lección queda bien clara. No debes dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.Esto se aplica especialmente a la conversión.Esta palabra tiene un sentido amplio:— Los profetas entendían por ella abandonar el mal camino y volverse a Dios.— Juan Bautista la repetía como nuevo enfoque de la vida.— Nuestros místicos como «una muy determinada determinación» hasta conseguir «unión de voluntades de modo que no haya en una nada que repugne a la otra».— Convertirse es escuchar la voz de Dios y seguirle... San Expedito dio el paso con decisión.No hagamos lo del cuervo del «eras, eras» —¡mañana!, ¡mañana! ¿Por qué no hoy? Tu santo te lo pide. «Hodie» —¡hoy!— No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y hazlo con decisión. (Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Que las cosas y ocupaciones de cada día no nos tengan distraídos de las cosas trascendentales. Reguemos al Señor.— Que, si hoy oímos la voz de Dios, no nos hagamos los sordos ni endurezcamos el corazón. Reguemos al Señor.— Que no dejemos para mañana la conversión y el obrar el bien. Reguemos al Señor.

ORACIÓN FINALGlorioso San Expedito, queremos hoy aprender de ti esa gran lección de disponibilidad ante la voz de Dios. Nada de ¡mañana-mañana! Es hoy cuando hay que seguir a Cristo y oír su voz.Así lo hiciste tú. Con decisión y prontitud.Queremos ser criaturas nuevas, transformadas.Que como tú escuchemos la voz de Jesús y le sigamos con todas las consecuencias y en todo momento y ambiente. La fe debe dejarnos marcados.Tú le diste un si a Cristo y hubo una total ruptura entre tu vida pagana y tu nueva vida. No anduviste titubeando ni dejando tu conversión para más tarde.Así queremos hacerlo nosotros.Queremos ser como tú fuiste... y dar testimonio de Cristo en medio del mundo, sin miedo a nada ni a nadie.Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA TERCERO

¡CON LA LUZ EN ALTO!POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ PIDAMOS PERDÓN A DIOS:—Tú, Señor, eres nuestra meta. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú, Jesús, eres el camino. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú, Señor, eres nuestra vida. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓNGlorioso San Expedito, hoy queremos admirar tu fe luminosa y tus ejemplos.Tú fuiste fiel a tu misión. Cristo nos dejó como testigos suyos, conscientes de que a través de nosotros el mundo juzga a Dios.Ser testigo es vivir de tal manera que nuestra vida no tenga sentido sin Dios. Así fue tu vida nueva. Tu vida cristiana chocó, llamó la atención. ¡Era distinta! Te preguntaron por tu fe y la confesaste. ¡Eras cristiano! ¡Eras testigo de Jesús de Nazaret!Lo que luego sucedió fue simplemente la consecuencia de tu valentía. ¡Morirías como testigo de tu fe, con la luz en alto!Alcánzanos de tu Dios una fe así, valiente, comprometida, audaz.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Hubo un hombre enviado por Dios... Este vino como testimonio, para dar testimonio de la luz» (Jn 1, 6-7).

ACLAMACIÓN— «Vedlo: ved al atleta cristiano con la paz en su rostro y la calma: que es el rostro el espejo del alma, y en la suya se alberga la paz. Esa paz que inocencia revela y de excelsas virtudes procede: esa paz que ni el mundo dar puede, ni siquiera de apreciarla es capaz...» Padrenuestro...

REFLEXIÓNComo testigos, como luz, nos ha dejado Dios en el mundo. Quiere que seamos estrellas de magos que guíen a los demás hacia Jesús.— San Juan inicia el Apocalipsis con un cántico al Testigo: «A Jesús, el testigo fiel...».— Jesús se confiesa a sí mismo: «Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para ser testigo de la verdad».— Cristo nos deja a nosotros con ese mismo deber: «Cuando venga el Espíritu Santo que yo os enviaré, él dará testimonio de mí y vosotros seréis mis testigos...».

— Los primeros cristianos recogieron su luz y la llevaban en alto. Tanto es así que Tertuliano dejó escrito: «Donde hay un cristiano, allí hay un testigo».Hoy hemos disimulado la fe, hemos limado diferencias. ¿En qué se diferencia tu vida cristiana de otras vidas que no son cristianas?El encuentro con Jesús debe producir transformaciones.Tu fe será auténtica en la medida en que sea capaz de cambiar tu vida.¿Te atreves a confesar tu fe en todo momento, en todo ambiente, a mostrarla en alto?(Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que la fe sea luz que ilumine toda nuestra vida. Reguemos al Señor.— Para que con valentía sepamos llevar en alto nuestra fe. Reguemos al Señor.— Para que nuestras vidas sean indicadores, guías hacia Jesús. Reguemos al Señor.

ORACIÓN FINALCristo quiere contar con nosotros como indicadores, como guías hacia Jesús.Así fuiste tú, glorioso San Expedito.¿Nosotros le defraudaremos?Hemos de ser levadura que fermente, que cristianice toda la masa. Hemos de ser semillas del reino de Dios...Para ello nuestra fe debe transformarnos.La poetisa alemana Kolbe nos cuenta su historia: «No te conocía y mi alma vagaba sin patria, anhelando un hogar... Mas presentí. Lo que el mundo no daba alguien me lo había de dar...».Y, finalmente, nos da su experiencia: «Mi alma llenaste de luz el día en que de hinojos caí ante tu cruz».Que esta novena en tu honor, santo nuestro, nos llene de luz para que podamos ir a la vida, como antorchas, a iluminar.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA CUARTO

EL TESTIGO FIELPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ...' PIDAMOS PERDÓN A DIOS:— Tú, Señor, que eres la vida. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú, Jesús, que eres la verdad. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú, Señor, que eres nuestro premio. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓNGlorioso San Expedito, admiramos tu testimonio. Fiel, valiente, hasta dar tu vida.De Juan el Bautista dice el Evangelio que no era la luz, sino el testigo de la luz.Algo parecido podríamos decir de ti.

Abrazaste la fe como una luz que inundó tu vida y derramaba resplandor en torno suyo. Fue la tuya una fe viva, transformadora, que se traducía en buenas obras y te llevó incluso a la muerte confesándola.Yo tengo la misma fe. ¿Es mi mayor tesoro? ¿Sé confesarla delante de los hombres y en cualquier ambiente? ¿No tengo miedo al qué dirán y a dar la cara por Jesús?Tú fuiste el testigo fiel. Alcánzanos de tu Dios que nosotros sepamos imitarte con valentía.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«No era él la luz, sino el testimonio de la luz» (Jn 1, 8).

ACLAMACIÓN— «Alentando a la pléyade insigne que dio al cielo tan recia tormenta, un fogoso adalid se presenta rutilante de célica luz. Es un joven y apuesto guerrero que, al calor de su fe pura, ardiente, al martirio se presta impaciente, en su diestra ostentando una cruz...» Padrenuestro…

REFLEXIÓNMártir quiere decir testigo.Nuestro glorioso San Expedito, mártir, fue el gran testigo de la fe. de una fe viva que traducía en buenas obras y que es la que aprovecha para la vida eterna.El confesó a Jesús con su palabra, con su ejemplo, con su sangre:— Con su palabra. En el propio ambiente y ante la multitud. Si el cristianismo logró extenderse en pocos años por todo el imperio romano, se debe en gran parte al celo de aquellos primeros cristianos. Cada convertido se declaraba testigo, apóstol...— Con su ejemplo. La palabra resulta eficaz solamente cuando está avalada por las obras.— Con su sangre. Hoy es fácil declararse cristiano. Basta un poco de valentía y pisotear el qué irán a decir. En aquellos tiempos, declararse cristiano era tener temple heroico y vocación de mártir...Nuestro santo, con su fe comprometida, brilla en medio de las tinieblas del paganismo. Era el testigo de la luz...¿Nosotros? ¿Cómo vivimos nuestra fe? ¿Sin miedos, con valentía?(Pídase la grada que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que siempre estemos dispuestos a confesar nuestra fe delante de los hombres. Reguemos al Señor.— Para que no temblemos ante el falso respeto humano o ante las sonrisas de los incrédulos. Reguemos al Señor.— Para que, como San Expedito, con nuestras buenas obras manifestemos la santidad de nuestra fe. Reguemos al

Señor.

ORACIÓN FINAL¡Glorioso mártir. San Expedito, testigo de la fe!Hoy el mundo está cansado de palabras y quiere obras, conductas.

Alcánzanos de Dios que nos convirtamos en testigos suyos en medio de los hombres. Que sepamos con nuestras palabras dar testimonio y que nuestras conductas sean el mejor respaldo de cuanto confesamos.No podemos viajar de incógnito los cristianos. Para bien o para mal a través de nosotros la sociedad juzga a Dios.Si colocamos la fe a nuestra espalda, cobardemente, no proyectaremos hacia adelante más que sombras.Con orgullo santo, con valentía, debemos dejarnos iluminar por Jesús para luego alzar la luz, que brille ante los hombres...Así lo hiciste tú, glorioso San Expedito.Quisiéramos seguir tus ejemplos.Queremos dar testimonio con nuestras palabras, con nuestras obras, con toda nuestra vida.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA QUINTO

MÁRTIR DE CRISTOPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:— Tú que eres el perdón. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú que eres la misericordia. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú que eres el amor. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓN¡San Expedito, mártir esclarecido y glorioso protector!Alcánzanos de Dios que cultivemos el don precioso de la fe y que la proclamemos en nuestras obras, y, si es preciso, con nuestra sangre.Así lo hiciste tú.Te tocó vivir en tiempos difíciles y de persecución.Por tu fe te apresaron y, puesto en el trance de escoger entre renunciar a tu fe o perder tu vida, no dudaste y valientemente fuiste al martirio. Iban contigo Hermógenes, Cayo, Calatas, Aristónico y Rufo. Disteis testimonio de heroico valor y constancia ante el tormento. Formáis el grupo de mártires siríacos...A nosotros no nos faltan ocasiones de hacer pública manifestación de nuestra fe. ¿Claudicamos por miedo al qué dirán o a alguna represalia política?Alcánzanos una fe instruida, firme, valiente. Como la tuya.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Al que me confesare delante de los hombres, el Hijo del hombre le confesará ante los ángeles de Dios» (Lc 12-8).

ACLAMACIÓN— «Vedlo, vedlo afrontar los tormentos con el alma de júbilo llena, y lanzarse ardoroso a la arena, donde espera morir... y vencer. El bien sabe que el triunfo es seguro, que es eterna la gloria que espera: no es, por ende, un enigma el que quiera impaciente la lucha trabar...» Padrenuestro...

REFLEXIÓNPoco conocemos de la vida de San Expedito, pero hay rasgos que le caracterizan.¿Fue un soldado? ¿Mandaba una legión romana?Lo importante es que fue mártir, que supo confesar su fe y entregar su vida, rubricando asi su fe con sangre.Ese es su heroico testimonio.La fe es el primer don de Dios.Nuestra fe es el homenaje más agradable que podemos presentar a Dios. Es fiarse de su persona y de su palabra. ¡Dios ha hablado, lo sé y basta!La fe es la condición previa exigida por Cristo a quienes le piden algo.Hoy estamos necesitando una fe instruida. Cada uno debiera saber dar razón de su fe y de su esperanza.San Expedito fue denunciado por cristiano y apresado. El confesó valientemente su fe y, en la alternativa de renunciar a su vida o a su fe, no tuvo dudas. ¡El daría su vida por Aquel que la dio por él en una cruz!Hoy San Expedito forma parte de ese ejército de almas que acompañan a Cristo triunfantes, con las palmas en sus manos... (Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que nos preocupemos por obtener una fe robusta, ilustrada, contagiosa. Reguemos al Señor.— Para que estemos preparados para dar razón de nuestra fe y de nuestra esperanza. Ruguemos al Señor.— Para que siempre mantengamos en alto la profesión de nuestra fe. Reguemos al Señor.

ORACIÓN FINALGlorioso San Expedito, que formas parte del coro de los mártires que siguen a Cristo con la palma en sus manos.Ayúdanos a imitarte, a seguir tus ejemplos.Los que nos reunimos para alabarte queremos imitar esa fe y esa fortaleza que admiramos en tiQue Jesucristo nos reconozca, no tanto por nuestras palabras cuanto por nuestras obras. El buen árbol es conocido por sus frutos, y el cristiano, por sus obras. El dijo que quien le confesara ante los hombres El lo confesaría ante los ángeles de Dios.Que confesemos a Dios en nuestra vida privada pero que también sepamos hacerlo en la vida pública, e incluso en la política. La fe no es para un rato ni para un día. Ser cristianos no es ponerse un traje en ciertas ocasiones solemnes, sino un llenar del espíritu de Jesús todas nuestras actividades.Ayúdanos a nosotros a hacerlo así, mientras sétimos tu protección y defensa.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA SEXTO

SU FIDELIDADPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:— Tú, Señor, que eres fiel. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú, Jesús, que eres amigo. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú, Señor, rico en misericordia. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓNGlorioso San Expedito, que fuiste fiel hasta la muerte.Enséñanos esa virtud.Como el apóstol Pablo tú nos dices: «He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado la fe; ya me está preparada la corona de la justicia...».¡Con qué fidelidad viviste tu fe! Era el tesoro más grande de tu vida y lo mostraste con orgullo santo. Ninguna circunstancia te llevó al disimulo ni al ocultamiento. Eras cristiano y como tal te mostrabas siempre.Nosotros vacilamos ante efímeros peligros. El falso respeto humano ya nos hace claudicar.Alcánzanos de tu Dios tu fidelidad. Que en todo momento sepamos ser fieles a nuestra fe con palabras y con obras.Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

-EXTO BÍBLICO:«Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida» (Ap 2, 10).

ACLAMACIÓN— «No se aviene a la más leve tregua (que por algo se llama Expedito) y el mañana del cuervo precito con el hoy de su cruz quiere ahogar. Esa cruz y ese lema es su enseña; es la espada que esgrime su mano y el escudo que opone al tirano tan intrépido e invicto adalid...» Padrenuestro...

REFLEXIÓNEn el bautismo y en la confirmación hemos jurado fidelidad, ser fieles a Cristo hasta la muerte.También en su cumplimiento nos da ejemplo San Expedito.El fue fiel a su fe, a Cristo y a su ley, con todo lo que en aquellos tiempos implicaba esa fidelidad pública.¿Nosotros?Conocemos la promesa divina: «Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida».

Pero, en la alternativa de negar la fe o perder la vida, ¿qué haríamos? ¡Son cosas muy pequeñas las que nos llevan a claudicar!La fe tiene que afectar a todo el hombre, y a sus actividades privadas y públicas, civiles y políticas.Nos precede todo un ejército de valientes que dieron su vida por su fe. Sus filas van engrosando cada día... y Dios los va glorificando en el cielo y ante los hombres.Nos urge aprender fidelidad a la fe. Debe abarcar todos nuestros deberes y apariciones, con valentía, sin cobardías ni disimulos...¿Cómo vivimos esa fidelidad a la fe?(Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que vivamos nuestro bautismo y la confirmación con todas sus consecuencias. Reguemos al Señor.— Para que no olvidemos que el cristiano no puede viajar, ir por la vida de incógnito, sin chocar. Roguemos al Señor.— Para que en toda circunstancia estemos preparados para ser fieles a nuestra fe. Roguemos al Señor.

ORACIÓN FINAL¡Glorioso San Expedito, modelo de fidelidad!Tú supiste permanecer fiel a tu fe, a tu bautismo. ¡Eras soldado de Cristo y por El estabas dispuesto a todo!Con tu martirio obtuviste la corona del triunfo. Fuiste fiel hasta la muerte y Dios te otorgó la palma del martirio.¿Cómo vivimos nuestra fidelidad? ¿Somos cristianos siempre, de cuerpo entero, o solamente de horas, días y tiempos?El que da su palabra y no la cumple es un desertor, un traidor.¿Lo somos nosotros con nuestras veleidades y vacilaciones?Con tus ejemplos, glorioso San Expedito, enséñanos a vivir en fidelidad...Alcánzanos de tu Dios el ser fieles en todo momento, hasta la muerte.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA SÉPTIMO

SU ESPERANZAPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:-Tú, Señor, que eres nuestra meta. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.- Tú, Jesús, que eres nuestra esperanza. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.-Tú, Señor, que eres nuestra plenitud, Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓNGlorioso San Expedito, modelo de esperanza.Obtennos de Dios una esperanza firme que colme nuestra vida de paz y serenidad.

No queremos unirnos al coro que solamente sabe hablar de desventuras y cruzarse de brazos con desilusión. Deseamos unir nuestras manos con los hombres de buena voluntad que saben mirar ilusionados hacia adelante y hacer el bien.Por eso te pedimos nos alcances esperanza. Esta es la más consoladora de las virtudes. Ella nos hace llevaderos los males, soportables las cargas, y sostiene nuestro ánimo débil.Tú esperaste en Dios, te fiaste de El... y así soportaste toda clase de tormentos e incluso la muerte con ánimo sereno.Queremos imitar tus ejemplos.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Mi única mira es... ir corriendo hasta la meta, para ganar el premio al que Dios me llama» (Flp 3, 13-14).

ACLAMACIÓN— «Pertrechado con tal armamento, defendido con esa loriga, no es extraño que el triunfo consiga y del triunfo se ciña el laurel... Gloria y prez al caudillo invencible, de fe viva esplendente modelo, singular protector que del cielo presta aliento a la fiel juventud...» Padrenuestro...

REFLEXIÓNEl objeto principal de la esperanza no son los bienes de esta vida, sino los tesoros eternos y la felicidad suprema de poseer a Dios.Se extiende a todos los medios necesarios para alcanzar ese fin último.San Pedro en su primera Carta nos dice que la esperanza tiende a la herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible del cielo y se funda en la protección del poder de Dios.¡Qué bien vivieron esa virtud los santos! ¡Cómo la vemos resplandecer en San Expedito! Ella es su consuelo, ella es un rayo de luz que ilumina su vivir, ella lo arma de fortaleza ante la muerte...¿Y nosotros?Nunca se nos prometió un cristianismo fácil y cómodo. Jesús nos dijo: «El que quiera venir en pos de mí, que tome su cruz y me siga...». El mal que nos rodea debiera sacudir inercias y estimular al bien.Nuestra fe es semilla de esperanza: Dios nos ama y ha llamado, nos ha hecho hijos suyos, nos consagró, está con nosotros, es el camino, la verdad y la vida...Por eso en el bagaje del cristiano no hay sitio para la desilusión y la desesperanza.(Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que la esperanza llene de alegría y entusiasmo nuestras vidas. Ruguemos al Señor.— Para que con nuestros ojos fijos en el más allá nos enfrentemos valientemente con el mal y el peligro. Roguemos al Señor.— Para que seamos testigos de esperanza en nuestros ambientes deprimidos por la desilusión. Roguemos al Señor.

ORACIÓN FINAL¡Protector nuestro. San Expedito, modelo de esperanza!A los hombres hoy nos falta esperanza, seguridad. El mañana lo vemos sombrío. No vemos un apoyo firme. Nuestra esperanza está puesta a prueba.Nos parecemos a los apóstoles en el Tiberiades, cuando, zarandeada su barca por vientos y tempestad, despertaron asustados a Cristo. Ellos merecieron la corrección del Maestro: «¿Por qué teméis, hombres de poca fe?».Como ellos, nosotros vemos que nuestra esperanza se tambalea.Necesitamos sentir la presencia de Cristo.Como la sentiste tú. Con El te fue fácil creer y esperar. Con El todo era soportable. Con El la victoria era segura. Tú podías decir con San Pablo: «Todo lo puedo en Aquel que me conforta...».Necesitamos aprender esta virtud, y vivirla. Obtennos de tu Dios esa gracia. Que en El pongamos nuestra confianza y a El acudamos con amor filial.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA OCTAVO

SU PERSEVERANCIAPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:— Tú, Señor, que eres el bien. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú, Jesús, que eres el sumo bien. Cristo, ten piedad.— Cristo, ten piedad.— Tú, Señor, que eres el todo bien. Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.

ORACIÓNGlorioso mártir San Expedito, que escuchas las súplicas de cuantos te invocan.Sabemos que comenzar es fácil y lo difícil es perseverar, que no basta con hacer una obra buena en un momento de euforia, que es necesario continuar en el bien...En la historia de los mártires, hallamos casos de quienes se echaron atrás y claudicaron ante los tormentos.Tú no fuiste uno de ellos. Tú perseveraste hasta el fin. Ni tu juventud ni los muchos honores que te prometían mermaron tu voluntad. Perseveraste en la confesión de tu fe y moriste por Cristo para vivir con El eternamente. Tú fuiste el soldado valeroso que soportó toda clase de tormentos sin vacilar, recordando que «el que perseverare hasta el fin se salvará...».Obtennos de tu Dios la gracia de la perseverancia. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Muy bien, siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco...; entra en el gozo de tu Señor» (Mt 25, 21-23).

ACLAMACIÓN— «Pecador, que jamás te conviertes, repitiendo el mañana maldito. Mira, mira, infeliz, que ese grito, es el grito del cuervo infernal. Trueca al punto ese infausto graznido, que es augurio de suerte siniestra, por el hoy que Expedito te muestra como el solo remedio a tu mal...» Padrenuestro...

REFLEXIÓNSanto Tomás nos decía que «fidelidad es cumplir exactamente lu prometido, conformando de este modo los hechos con las palabras».La perseverancia está íntimamente unida a esa fidelidad. Nos invita a la vez a luchar hasta el fin, sin ceder al cansancio ni al desánimo ni a cualquier tentación. Nos lleva a mantenernos en el camino emprendido, sin desfallecer, día tras día...Todo hombre debe ser fiel a sí mismo.Todo cristiano ha de ser fiel a su fe y a su compromiso con Cristo.La perseverancia se opone a la inconstancia, a la veleidad. Exige respuestas firmes y continuadas, mantener la alegría y belleza de los comienzos.Dios no pide éxitos, pero si esfuerzos, lucha, decisión.Si perseveramos en lo poco de cada día, lograremos al final de nuestras vidas aquellas palabras del Señor: «Muy bien, siervo bueno y fiel... Has sido bueno en lo poco, entra a gozar de la dicha de tu Señor...».Tu fe, tu amor, tu ideal cristiano ha de ser un motor capaz de vencer toda dificultad, y mantenerte en pie, sin desfallecer.(Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que midamos nuestro amor a Dios por la perseverancia en el buen obrar. Reguemos al Señor.— Para que no haya palabra, gesto, tentación alguna que nos lleve a claudicar. Reguemos al Señor.— Para que en todo momento repitamos nuestro sí a Cristo con decisión, con valentía. Reguemos al Señor.

ORACIÓN FINAL¡Glorioso San Expedito, mártir, gran protector de las almas afligidas!La fidelidad se somete a prueba en la duración y en la contrariedad. Tú fuiste fiel permanentemente y a pesar de la persecución.Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Lo difícil es ser coherente toda la vida.Nuestra fe debe hacernos inconmovibles.Jesús alabó a Juan Bautista porque no era una caña agitada por el viento, porque nada le desvió de la rectitud de su vivir.Admiramos en ti esa perseverancia. Tu fe te hizo digno del triunfo. Ni amenazas ni lisonjas ni esperanzas de vida ni corte ni emperador sirvieron para apartarte de tu fe. Tu amabas a Jesús de Nazaret y el amor es fuerte como la muerte. En la medida en que el amor crece en una vida decrece el temor, medra la valentía, el sentido de lo heroico, las arrancadas generosas. Sólo el que es capaz de amar es capaz de someterse al sacrificio.

Alcánzanos un gran amor, y con él fidelidad y perseverancia.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA NOVENO

SU PROTECCIÓNPOR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDÓN A DIOS:— Tú, Señor, glorificado en tus santos, Señor, ten piedad.— Señor, ten piedad.— Tú, Jesús, honrado en tus amigos. Cristo, ten piedad— Cristo, ten piedad.— Tú, Señor, que quieres nuestro amor, Señor, ten piedad— Señor, ten piedad.

ORACIÓN¡Glorioso San Expedito, que generosamente derramaste la sangre para confesar la fe!Nosotros queremos honrarte y Dios es honrado en sus santos.Sabemos que estos agradecen y premian con su intercesión a quienes se esfuerzan en amar a Dios y acuden a ellos.Si queremos honrar a los santos, nada mejor que, a ejemplo suyo, vencer las tentaciones y evitar resueltamente todo pecado, y, si tenemos la Desgracia de estar en pecado, no dejar para mañana nuestra conversión, apresurando nuestra vuelta a Dios. ¡Cuantas veces el hijo pródigo se decía «me levantaré e iré a mi padre…»!, hasta que su decisión fue fuerte y salió a la carretera hacia los brazos del Padre que siempre espera...Protégenos en estos buenos deseos y hazlos eficaces con la ayuda de tu Dios.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

TEXTO BÍBLICO:«Vi una enorme multitud... Estaban ante el Trono y el Cordero con vestiduras blancas y palmas en la mano» (Ap 7, 9).

ACLAMACIÓN— «Himnos mil al glorioso Expedito, que su sangre en la Armenia vertió; cuyo nombre en el cielo fue escrito, y de mártir el lauro alcanzó... Esforzado y egregio caudillo, de aguerrida legión puesto al frente. Si ante el mundo ostentóse valiente, más estrenuo aparece ante Dios...» Padrenuestro...

REFLEXIÓNDesde sus primeros años la Iglesia veneró a la Virgen Santísima, a los apóstoles y a los mártires.Los santos son los amigos de Dios, sus obras maestras. Le han amado y servido heroicamente aqui en la tierra... y ahora Dios los honra en el cielo y por medio de ellos quiere obrar frecuentes milagros...Nosotros a los santos los amamos, los veneramos, nos miramos en ellos como modelos y acudimos a su intercesión.San Expedito nos muestra su gran valimiento ante Dios:— Las personas de negocios lícitos con urgencia de soluciones acuden a él en busca de pronta aclaración...— Las personas con problemas urgentes, espirituales o temporales, saben obtener con su favor pronta ejecución...— Su mensaje de «hoy» frente al «mañana-mañana» es una llamada a la vuelta urgente a Dios...— Los hombres vacilantes en su fe o con poco ánimo para confesar-la encuentran en este joven atleta un especial abogado, modelo y protector...No dudemos en acudir a San Expedito como protector valioso.(Pídase la gracia que se desee alcanzar.)

DEPRECACIONES— Para que siempre notemos la amistad de Dios y sus bondades. Reguemos al Señor.— Para que los devotos de San Expedito imitemos en todo momento sus ejemplos de valentía y prontitud. Reguemos al Señor— Para que San Expedito nos haga sentir en los distintos problemas de la vida su intercesión. Roguemos al Señor

ORACIÓN FINAL¡Glorioso San Expedito, que derramaste generosamente tu sangre para confesar la fe!Queremos interesarte siempre a favor nuestro.Alcánzanos de tu Dios fervor y devoción, humildad y perseverancia, valentía y amor.Te proclamamos nuestro protector y en tu protección constante ponemos nuestra confianza.Dígnate presentar a tu Dios nuestras súplicas, pues sabemos que El no va a desatender tus ruegos. Pídele para nosotros que nos mantengamos íntegros en la fe, inconmovibles en la esperanza y, en medio de las dificultades, perseverantes hasta el fin en la caridad.Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.