San Juan de los Lagos, Jal. Junio de 2015 Nº 410dsanjuan.org/boletin/400s/Boletin_410.pdf · Como en el V Plan diocesano de pastoral nos hemos propuesto «parroquializar» la pastoral,

San Juan de los Lagos, Jal. Junio de 2015 Nº 410

Centro Diocesano de Pastoral

Morelos 34. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

Correo-E: [email protected]: [email protected]

47000 San Juan de los Lagos, Jal.

Responsable:

Vicaría Diocesana de Pastoral

Diócesis de San Juan de los Lagos.

SUMARIO:Circular del Señor Obispo ................................................................................. 1Preparativos ........................................................................................................ 3Acciones de Arranque: ....................................................................................... 6

PRIMERA FASE PARROQUIAL .......................................................................... 8TEMA: «Un alto en el camino para impulsar y corregir el rumbo» ................ 11Ficha 1: Evaluación de programaciones ........................................................... 13Ficha 2: Evaluación intermedia del V Plan diocesano de pastoral .................. 15Ficha 3: Asimilación Tema 1 ............................................................................ 19Ficha 4: Trabajo en mesas redondas: Desafíos ................................................ 20Momento Central: La Asamblea Decanal de Pastoral .................................... 22Ficha 5: Desafíos decanales .............................................................................. 26TEMA: «Vocación y Misión de la Familia» ..................................................... 27Ficha 6: Asimilación ......................................................................................... 31TEMA: «La Paz, Fruto del Espíritu Santo y Tarea Nuestra» ............................. 32Ficha 7: Tema la paz fruto del espíritu y tarea nuestra .................................... 39Ficha 8: Discerniendo las líneas de acción ...................................................... 40Ficha 9: Para las líneas de acción (decanales) ................................................. 41Ficha 10: Líneas de acción (propuestas a las comisiones) ............................... 42Ficha 11: Evaluación de la asamblea decanal ................................................ 43

SEGUNDA FASE PARROQUIAL ...................................................................... 45TEMA: «Parroquia, Nuevo Rostro ante el Pluralismo Cultural» ...................... 46Ficha 12: Tema parroquia, nuevo rostro ante el pluralismo cultural ............... 51Presentación de la experiencia de la asamblea decanal ................................. 52TEMA: «La Espiritualidad o Mística Pastoral» ................................................. 52Ficha 13: Tema la espiritualidad o mística pastoral ......................................... 56Ficha 14: Líneas de programación parroquial .................................................. 57Ficha 15: Evaluación de la reunión .................................................................. 58

Letanías de los Sagrados Corazones ................................................................ 61

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IX ASAMBLEAS DECANALES

San Juan de los Lagos, Jal., 01 de junio de 2015.

A LOS SACERDOTES, RELIGIOSOS Y LAICOS DE LA DIÓCESISCircular No. 10/15

ASUNTO: Convocatoria a las IX Asambleas Decanales de Pastoral.

«Familia, forjadora de fraternidad, justicia y paz».

Los saludo con reconocimiento y gratitud al final del «Año del comportamiento social»e inicio del «Año del diálogo con el Dios vivo».

En la semana del 22 al 27 de junio, todos los decanatos estarán viviendo su fase centralde las IX Asambleas Decanales de Pastoral. Ya estamos en camino, haciendo la evaluacióndel programa 2014-2015, la evaluación intermedia del V Plan diocesano de pastoral, yultimando los programas de la fase decanal y sus dos fases parroquiales.

Les pido que impulsen la campaña de oración, con la «Oración por la Asamblea» yusando el formulario de la Oración universal que está en la página de la Diócesis. UnaAsamblea es un «kairós»: momento de salvación. Se ha de vivir en clima de oración,discernimiento y espiritualidad pastoral. No sólo quienes participan en sus jornadas, sinotodos, están llamados a crear ese clima espiritual, para poner en manos del Señor eseespacio de participación a fin de encontrar su voluntad en este momento histórico, yseguirla.

El tema que nos centra en esta Asamblea es: «En relación con Dios, la familia esforjadora de paz: en su interior, en la sociedad y en la Iglesia». Se aboca a dos puntos focalescoyunturales: la familia, en este proceso sinodal, y la paz, ante la situación de violencia. Yse propone el siguiente objetivo: «Impulsar el nuevo rostro de Iglesia en la atención a dospuntos focales (familia y paz), desde la mística de nuestro proceso de evangelización, paradiscernir el seguimiento de nuestro V Plan Diocesano de Pastoral en las parroquias,decanatos y comisiones, a la mitad de su vigencia, en las circunstancias del mundo en quevivimos».

Les recuerdo el curso de acción propuesto: Del 22 mayo al 8 junio, los Consejosparroquiales y decanales de pastoral, y las Comisiones y equipos pastorales (parroquiales,decanales y diocesanas), hacen sus evaluaciones; la interpretan en la primera faseparroquial, y presentan Informe en la fase decanal; envían copia al Secretario decanal y alCentro diocesano de pastoral, a más tardar el 9 de junio. Y del 8 al 15 de junio cadacomunidad parroquial o equivalente realiza su Primera Fase parroquial.

Circular del Señor Obispo


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Deben participar en la Fase decanal: todos los sacerdotes; todos los religiosos yreligiosas que trabajan en la pastoral orgánica; un representante de cada una de lasdemás comunidades religiosas; los integrantes de las Comisiones decanales (Pastoralprofética, litúrgica, social, familiar, de adolescentes y jóvenes, urbana y cultura,formación de agentes, organismos laicales); los coordinadores laicos de los consejosparroquiales de pastoral; los coordinadores o representantes de cada equipo parroquialpastoral; los presidentes o vocales de los principales movimientos apostólicos quetrabajan en el Decanato; los miembros de Comisiones diocesanas y de sus Vocalías noincluidos ya; los posibles observadores o asesores que el equipo decanal de pastoralconsidere oportuno.

Es parte importante del proceso de Asamblea su momento celebrativo, que se tendráen Santa Ana el 29 de junio: 43° aniversario de la Diócesis; paso del Año delcomportamiento social al Año del diálogo con el Dios vivo; envío de los misioneros;y promulgación de las Normas sobre sacramentos. A las 11 de la mañana será la Misa,y habrá luego comida para una representación de un promedio de 10 personas porcomunidad parroquial o equivalente.

Del 27 de junio al 20 de julio hacen su pre-Programa 2015-2016 las Comisiones.Como el 11 julio los sacerdotes nuevos o trasladados ya estarán en sus destinos, se haránpresentes en la pre-programación de sus Comisiones y equipos, en la segunda Faseparroquial, y en la programación de su Consejo parroquial y decanal. Y del 20 al 24 dejulio celebrarán la II Fase parroquial de la Asamblea. Así, del 27 al 31 de julio el Consejodiocesano de pastoral podrá definir rumbos e interrelacionar los programas.

Es la Parroquia el nivel de Iglesia en el cual se deben afrontar, en comunión yparticipación, los Puntos Focales; mientras que el nivel decanal es más bien deintercambio y apoyo entre las parroquias. Por eso, la fuerza de estas Asambleas debeestar en las parroquias. Como en el V Plan diocesano de pastoral nos hemos propuesto«parroquializar» la pastoral, es decir, aterrizar todas las acciones en ese Nivel deIglesia, tanto en la primera como en la segunda fase parroquial debemos poner elprincipal interés, e invertir nuestros mejores recursos de personas, actividades einstrumentos.

Si requieren ejemplares del V Plan de Pastoral para los participantes, ya que se usarácon abundancia en las distintas fases de las IX Asambleas, acudan con tiempo al Centrodiocesano de pastoral para su adquisición; sigue la oferta de $30.°° por libro.

Es preciso ser los primeros agentes entusiastas en ofrecer rasgos de ese nuevo rostroque deseamos dar a nuestra Iglesia y sus estructuras, sobre todo en relación a la familiay a la paz.

Con el auxilio de Dios Nuestro Señor y de la Santísima Virgen.

+ Felipe SALAZAR VILLAGRANAObispo de San Juan de los Lagos

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Preparativos

SERVICIOS DURANTE LA ASAMBLEA

1. Presidencia: Vicario Decanal de Pastoral.2. Vice-presidencia: Decano.3. Coordinación general: Equipo decanal de pas-

toral.4. Equipo de Secretaría (secretario decanal, se-

cretarios parroquiales, secretarios de mesasredondas y de consejos parroquiales).

5. Recepción, orden, edecanes y gafetes.6. Inauguración y clausura.7. Coordinación de cada momento: Evaluaciones

(ver), iluminación (pensar), líneas de acción(actuar), evaluaciones diarias, curso de accióndespués de la asamblea.

8. Coordinadores y relatores de cada mesa redonda.9. Ambientación (cantos, juegos, convivencia) y

deporte.10. Cronometrista (campanero).11. Crónica o bitácora y fotografía.12. Local (aseo, sillas, carteles, objetivo, imáge-

nes…).13. Economía y materiales.14. Sonido.15. Oración y liturgia (campaña, intercesión,

momentos de oración, Misas).16. Comida.17. Uso de aparatos técnicos.18. Eventuales, auxiliares o comodines para

auxiliar al coordinador sobre todo en los im-previstos.

19. Periódico mural.20. Artículo para el Mensajero Diocesano

MANUAL DE FUNCIONES

VICARIO DECANALDE PASTORAL

Antes de la Asamblea:Conocer bien el proyecto de las Asambleas

decanales, hacer las evaluaciones decanales, yurgir las evaluaciones parroquiales.

Programar la Asamblea decanal con el Equipodecanal de Pastoral (comisiones, lugar, horario,responsables, métodos).

Coordinar la preparación de los materiales(carpetas, gafettes, cantos, oración, fichas, plu-mas…).

Entregar materiales a los miembros del Conse-jo y familiarizarlos con ellos para su manejo.

Motivar la capacitación a secretarios y coordi-nadores.

Organizar las inscripciones y la interrelaciónde las parroquias.

Estar en comunicación con los párrocos paralas fases parroquiales.

Hacer la evaluación del Consejo decanal depastoral.

Controlar los espacios necesarios y los mue-bles o útiles requeridos.

Durante la Asamblea:Dar la ubicación, motivar a la participación, y

llevar la dirección del programa.Asegurarse que todos estén cumpliendo con su

trabajo.Dirigir la reunión del equipo para revisar la

jornada y preparar el siguiente día.Revisar el informe, la crónica y los resultados.

Sólo como una guía ofrecemos un esquema (no se detalla el tiempo de la fasecentral decanal, pues algunos la realizan en tres jornadas y otros en dos).


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Después de la Asamblea:

Recoger, procesar y archivar el material pro-ducido en la asamblea.

Presentar los resultados a la Oficina diocesanade pastoral.

COORDINADORDE MESA DE TRABAJO

Asistir a la reunión de capacitación, junto conel secretario, para tener claridad.

Conocer muy bien el contenido de las fichas ylas dinámicas con que se trabajan.

Tener claridad en las preguntas.Llegar puntualmente, controlar con la lista que

estén los indicados, haciendo una breve presenta-ción para crear confianza.

Coordinar la participación, dando voz a todos,sin manipular ni imponer.

Moderar los ánimos y controlar el tiempo.Centrar el tema, evitar desvíos y puntos sin

importancia.Dar tiempo a la reflexión personal y a la

escritura de aportaciones.Estar en sintonía y coordinación con el secre-

tario.Hacer juntos la redacción de las conclusiones.

SECRETARIODE MESA DE TRABAJO

Tener los materiales necesarios y distribuirlos.Estar puntualmente en el lugar.Tener capacidad de síntesis y expresar en

forma clara las ideas.Ser fiel a las aportaciones.Captar el sentir del grupo.Leer la síntesis de lo aportado a la mesa.Entregar la síntesis clara y en limpio.Ayudar al vaciado.Estar en comunicación con el responsable ge-

neral de secretaría.

Después de la Asamblea:Acompañar a los párrocos en la continuidad de

las líneas de acción.Evaluar las distintas fases.Presentar los resultados ante el Equipo de

Decanos y ante el Consejo diocesano de pastoral.Urgir la programación de las Comisiones y de

las parroquias entes de preparar la reunión delConsejo.

Coordinar la elaboración del programa delConsejo decanal de pastoral.

Afinar el programa en el Consejo diocesano.Enviar los resultados de la Asamblea a la

Oficina de Pastoral y que se envíe un artículo alMensajero Diocesano.

COORDINADOR DE SECRETARIOS

Antes de la Asamblea:Recibir los materiales y la capacitación.

Participar en la programación de la Asambleadecanal y tener el programa completo y detallado.

Organizar las instrucciones a los coordinado-res y a los secretarios de mesas redondas.

Hacer las inscripciones.Preparar y ofrecer los materiales (carpetas,

gafettes, cantos, oración, fichas, plumas…).Hacer los equipos para mesas redondas.Recoger las interpretaciones de la parroquia.

Durante la Asamblea:Estar en plena comunicación con el Decano y

con el coordinador general.Estar en comunicación con los secretarios y

controlar las mesas redondas.Tener fichas de trabajo para las mesas redon-

das.Recoger los resultados de las mesas redondas

y coordinar el vaciado y su edición.Ofrecer una síntesis escrita y oral a la asam-

blea, y archivarla.Tener papeletas para opiniones y sugerencias.

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¿POR QUÉ IX ASAMBLEASDECANALES DE PASTORAL?

Durante la vigencia del I Plan diocesano depastoral, celebramos cada año Asamblea Dioce-sana (1985-1989). Así, en el episcopado del Sr.José López Lara y el interinato del Sr. LuisNavarro en sede vacante, se realizaron las tresprimeras Asambleas diocesanas de Pastoral (24-28 junio 1985; 23-27 junio 1986; 30 jun – 4 jul1987).

Durante el episcopadodel Sr. José Trinidad Se-púlveda se realizó la IVAsamblea Diocesana (11-16 julio 1988) con una MiniAsamblea (16-17 enero1989) y la V AsambleaDiocesana (9-14 junio1989).

Tras publicarse el IIPlan, para dar fuerza al ni-vel decanal, se fueron al-ternando: un año AsambleaDecanal y al siguiente Diocesana, de 1990 a1995: las tres primeras Asambleas Decanales dePastoral: (julio-agosto 1990; julio-julio 1992;junio-julio 1994); y Asambleas Diocesanas dePastoral: VI (17-22 junio 1991); VII (28 jun – 3 jul1993); y VIII en dos fases: primera (20-22 febrero1995) y segunda (26 jun – 1 jul 1995).

El III Plan de Pastoral vio la necesidad dellegar hasta el nivel parroquial como nivel deejecución, y alternó también AsambleasParroquiales, de 1996 a 2000: en 1996 I Asam-bleas Parroquiales; 1997 IV Decanales; y 1998IX Diocesana (22-26 junio).

En el episcopado del Sr. Javier Navarro secelebró las II y III Asamblea Parroquial de Pas-toral (1999 y Jubileo eucarístico).

Durante el tiempo de elaboración del IV Plan,todas las Asambleas se realizaron a niveldiocesano: X (25-29 junio 2001); XI (24-26 junio2002); XII (10-12 febrero 2003; XIII (22-23 junio2004): XIV (22-24 agosto 2005). Una vez publi-cado el IV PDP, se reanudó la alternancia Decanal

y Diocesana, variando fecha (2006-2011): En2006, V Asambleas Decanales; en 2007 la XVAsamblea Diocesana (27-31 agosto).

En el episcopado del Sr. Felipe Salazar: XVIAsamblea Diocesana (23-27 junio 2008); VIAsambleas Decanales (22-26 junio 2009); XVIIAsamblea Diocesana (21-23 junio 2010); VIIAsambleas Decanales (junio 2011). Y de no-viembre de 2011 a junio de 2012 hubo Asambleasde Área pastoral.

A partir de la XVIIIAsamblea Diocesana dePastoral (25-28 junio2012) se elaboró el V PlanDiocesano de Pastoral. Sehizo un balance de su pri-mer año de realización enlas VIII AsambleasDecanales de Pastoral (ju-nio 2013). En la XIXAsamblea Diocesana (9-11 junio 2014) descubri-mos el pluralismo culturalcomo la raíz que explica

los demás y se respondió con 14 talleres.El Año pastoral 2014-2015 decidimos atender

la dimensión social de nuestra fe, en un proyectounitario, que nos permitió contactar a tantos agen-tes culturales y valorar los carismas sociales detantos religiosos.

Las Visitas Pastorales han abierto horizontespara avanzar en una atención más cercana ypersonalizada a agentes de pastoral y alejados.

Ahora buscamos la mística o espiritualidadpastoral que inspira este afán de evangelizar lasculturas: anunciar a Cristo en ellas, con sus len-guajes y elementos, para inculturar el Evangelioy cada cultura se haga transmisora de Evangelioen su especificidad.

En esta crisis económica, en clima de insegu-ridad y violencia, en una cultura digital, discerni-mos la atención a las familias y a la creación deuna auténtica paz. Sacudamos temores, prejui-cios, resistencias interiores, inercias, y entremoscon admiración y sinceridad al análisis evangéli-co del mundo en el cual estamos inmersos.


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1. EVALUACIONES:

Los Consejos parroquiales de pastoral, lasComisiones y equipos pastorales (parroquiales,decanales y diocesanas), y los Consejos decanalesde pastoral, deben hacer sus Evaluaciones, deacuerdo al Cuestionariopropuesto.

De la Evaluación delConsejo Parroquial se pasauna relación completa delvaciado del Cuestionario ala respectiva Asamblea ensu primera fase, para hacerahí su interpretación. Seancreativos para hacerlo: grá-ficos, gráficas, como noti-ciero, sociodrama, etc. Parael Informe a presentarse enla primera jornada decanalse pone lo más relevante siguiendo el siguienteesquema:1. Atención que dimos a los Puntos Focales:2. Rasgos del rostro nuevo de Iglesia que propi-

ciamos:3. Eventos propios del Año de la Vida en Cristo y

del comportamiento social cristiano:4. Medición de nuestros Programas:5. Uso que dimos al V Plan Diocesano de Pasto-

ral:Copia del Informe se envía al Secretario

decanal, y copia del vaciado al Centro diocesanode pastoral, de acuerdo a la fecha prevista (a mástardar el 8 de junio).

También los equipos y Comisiones pastorales(profética, litúrgica, social, familiar, juvenil, ur-bano-cultural, formación de agentes, organismoslaicales eclesiales), envíen sus vaciados al Centrode pastoral, aunque no vayan a presentar informeen la fase decanal de la Asamblea.

2. CAMPAÑA DE ORACIÓN

La celebración de una Asamblea de Pastoral esun «kairós», es decir, un momento de salvación.Se debe, pues, vivir, en un clima de oración,discernimiento y espiritualidad pastoral. No sólo

quienes participan consu asistencia a las di-versas jornadas, sinotodos los cristianos denuestras comunidades,están llamados a crearese clima espiritual,para poner en manosdel Señor ese espaciode participación a finde que podamos encon-trar la voluntad de Diospara nuestras comuni-dades en este momen-to histórico, y seguirla.

Por eso se propone recitar la oración antes dela Bendición final de la Misa, se incluya entre lasoraciones de una Hora Santa, y se difunda entrelas comunidades religiosas, las asociaciones pia-dosas y los movimientos apostólicos. Ofrecemostambién una propuesta para el esquema de Ora-ción universal en la Celebración Eucarística.

Oración por nuestra AsambleaSeñor, y Dios nuestro,

tú en cada una de las comunidades cristia-nas

pones de manifiesto que la Iglesia universal

es una, santa, católica y apostólica.

Asiste con la luz del Espíritu Santo

a nuestra diócesis de San Juan de los Lagos,

que realiza sus Asambleas decanales dePastoral, en un ambiente de oración, reflexióny convivencia,

Acciones de Arranque:

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para celebrar con gozo el paso del Señor

por nuestras comunidades,

evaluar el Año de la vida en Cristo y delcomportamiento social,

y discernir la místi-ca el camino operativo

para seguir realizan-do el V Plan Diocesanode Pastoral y respon-der a los desafíos de lafamilia y la paz.

Te lo pedimos por laintercesión maternal

de nuestra Señorade San Juan de los La-gos

y de nuestros San-tos y Beatos mártires,

que con su sangre han confesado

su fe y su amor a tu Iglesia y a tu HijoJesucristo, que vive y reina por los siglos de lossiglos. Amén.

Oración Universal o de los Fieles

Oremos, hermanos, a Dios Padre, por mediode Jesucristo, el Buen Pastor que va guiando asu pueblo hacia una Vida plena, para quebendiga nuestras IX Asambleas Decanales dePastoral y podamos discernir el papel de lasfamilias en la reconstrucción del tejido socialpara una auténtica paz. Respondamos a cadainvocación:

R. Ayúdanos, Señor, con tu gracia.1. Para que nuestro Obispo Felipe Salazar, prin-

cipal responsable y animador de nuestra ac-ción pastoral, se muestre siempre como Pastorsolícito, atento a las necesidades del puebloque le ha sido confiado. Roguemos al Señor.

2. Para que, tanto los pastores como los fieleslaicos, seamos para este mundo tan cambiantey secularizado un testimonio de Cristo y de losvalores del Evangelio, y una muestra clara de

la Iglesia como sacra-mento universal de sal-vación. Roguemos alSeñor.3. Para que Cristo for-talezca los logros al-canzados durante nues-tra historia diocesanacon las indicaciones delPapa Francisco, y nosanime a buscar y en-contrar un camino con-junto y organizado pararesponder a los nuevosretos de la realidad. Ro-guemos al Señor.

4. Para que las IX Asambleas Decanales de Pas-toral sean fermento vivo de trabajo conjunto ycomprometedor de parte de los discípulos mi-sioneros de Jesucristo a fin de construir elReino de Dios en los ambientes más duros.Roguemos al Señor.

5. Para que cuanto participan en las IX Asam-bleas Decanales den una generosa y fiel res-puesta al Señor que los llama al servicio a laIglesia, en comunión y participación, de acuer-do al proyecto de la Nueva Evangelización y laMisión continental permanente. Roguemos alSeñor.

Escucha, Señor, la oración de tu puebloperegrino en el desierto de la vida; que lafuerza de tu Espíritu dirija y acompañe nues-tros trabajos pastorales; que nuestra Iglesiadiocesana, mediante su V Plan de Pastoral,avance más hacia la extensión del Reino. PorJesucristo nuestro Señor.

«Kairós», un momento de salvación


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Es la Parroquia el nivel de Iglesia en el cual sedeben afrontar en comunión y participación losPuntos Focales; el nivel decanal es de intercam-bio y apoyo entre las parroquias. Por eso, la fuerzade estas Asambleas debe estar en las parroquias.Ahí aterriza la evangelización. Nuestro V Plandiocesano de pastoral se propuso «parroquializar»la pastoral. Tanto en la primera como en la segun-da fase parroquial debemos poner el principalinterés, e invertir nuestros mejores recursos: per-sonas, actividades e instrumentos.

No se trata de una simple reunión ampliada delConsejo parroquial de pastoral, puesto que laAsamblea es un mecanismo más amplio que elConsejo. En el Consejo se reúnen los represen-tantes cualificados de la coordinación de la pas-toral territorial y funcional, con periodicidadmensual, para consulta representativa y asesoríaimportante con relación a la ejecución de losprogramas. La Asamblea, en cambio, es el espa-cio más amplio de información y consulta en undeterminado nivel de Iglesia, que pide la presen-cia de todos los agentes de pastoral y de represen-tantes de todos los ámbitos de acción, por susentido de pertenencia y corresponsabilidad, paraopinar, recibir información, evaluar, y discernircomo instancia de consulta para las líneas gene-rales a asumir en ese nivel de Iglesia.

Dice nuestro V Plan Diocesano de Pastoral:«Participan en la Asamblea Parroquial: el párro-co –que la preside–, los sacerdotes y diáconos quetrabajan en la comunidad; los seminaristas, reli-giosos y religiosas que trabajen a tiempo comple-to en la pastoral; representantes de las comunida-des religiosas que existan la comunidad; los coor-dinadores de cada sector parroquial, con el núme-ro de ayudantes y de jefes de manzana que decidael Consejo; los equipos de pastoral profética,litúrgica y social, familiar y de adolescentes yjóvenes; representantes de los demás equipos

pastorales, grupos, asociaciones y movimientos;el Consejo de Economía y algunos invitadosespeciales para asesorar o aportar más datos» (VPDP 216).

Ofrecemos los materiales necesarios para lle-varse a cabo. Corresponde a cada comunidad,animada y coordinada por el Equipo parroquialde pastoral, crear el clima de comunión y partici-pación para una renovada evangelización, y elprograma concreto para realizar la Asamblea.

Deben enviar sus resultados al SecretarioDecanal, para que se preparen las jornadasdecanales, y guardar una copia en el archivo de laparroquia.

Preparativos:El Consejo parroquial y las Comisiones

pastorales hacen la evaluación de sus programas2014-2015, y la evaluación intermedia del VPlan diocesano de pastoral. Esta última activi-dad puede ser un momento primero de esta Fase.Cada participante tiene su ejemplar del V Plandiocesano de pastoral, porque se consulta envarias ocasiones.

Programa:- Recepción, registro y entrega de materiales,

bienvenida, ambientación.- Ubicación.- Oración: Hacemos estación para recuperarnos

y abastecernos.- Tema: Un alto en el camino para impulsar y

corregir el rumbo (incluye la presentación delas evaluaciones 2014-2015 y la presentación orealización de la evaluación intermedia del VPDP).

- Ficha personal de asimilación y trabajo enmesas redondas: dos desafíos pastorales.

Primera Fase Parroquial

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- Preparativos de la Asamblea decanal.- Oración: El plan de Dios se realiza en cada

comunidad.

UBICACIÓNNos hemos reunido para celebrar la I Fase

Parroquial de las IX Asambleas Decanales dePastoral. Y lo primero que nos preguntamos es:¿Qué es una Asamblea pastoral?

La Asamblea es el espacio más amplio deinformación y consulta en un nivel de Iglesia.Pide la presencia de todos los agentes de pastoraly de representantes de todos los ámbitos de ac-ción, por su sentido de pertenencia ycorresponsabilidad, para opinar, recibir informa-ción, evaluar, y discernir como instancia de con-sulta para las líneas generales a asumir en esenivel de Iglesia.

Es muy importante nues-tra presencia y participa-ción, pues nuestro V Plandiocesano de pastoral sepropuso «parroquializar» laacción pastoral, es decir, quelos programas y accionesaterrizaran en las comuni-dades parroquiales ycuasiparroquiales y en suszonas pastorales y sectores.¿Cuál es el ser y el quehacer de una parroquia ocomunidad equivalente? Veamos el V Plan depastoral y leamos los nn. 132-133.

¿Qué es lo que vamos a hacer en este evento desalvación en el cual estamos participando? To-men su V Plan Diocesano de Pastoral, y vamosleyendo los nn. 214-216.

Son muy urgentes y coyunturales los dos pun-tos focales que se atenderán en este momento quemarca el paso del Año de la vida en Cristo y delcomportamiento social cristiano al Año del diálo-go con el Dios vivo y de la espiritualidad pastoral:familia y paz.

Estamos en un proceso de Sínodo sobre laidentidad y misión de la familia en la Iglesia y enel mundo ante la crisis institucional y la dudosa

multiplicación de modelos. El clima de inseguri-dad y violencia ha llegado nuevamente a nuestrastierras, y nos sentimos en estado de guerra, nece-sitados de buscar estrategias para construir unapaz auténtica.

¿Qué se pide de nosotros? Tomemos nuestro VPlan diocesano de pastoral y leamos los números4, 17, 158 y 155.

ORACIÓN INICIAL:Hacemos estación para recuperarnos y abaste-

cernosGuía: Delante de nosotros se abren muchos

caminos. Aunque nos fascinen ciertos estilos depastoral aparentemente fáciles, individualistas,de eventos llamativos, no ligados a estructuras decontrol, improvisados, de repetición de acciones,hemos optado por seguir otro estilo que nos

construye y realizanuestra existencia: elproyecto del amor deDios. Ese camino deJesús no es siempre fá-cil, pero hace de nues-tra vida comunitariauna eterna primavera,pues junto a Jesús go-zaremos de gran dicha.Nuestro V Plandiocesano de pastoral,

con sus procesos y participación, es parte denuestra historia de salvación. Ahí se concretiza elPlan de Dios. Nos dejamos conducir por Cristo,aceptando su estilo de vida. Mediante ese recursopodemos acceder a la Verdad ante tantas falseda-des, para que nuestros pueblos tengan vida enCristo en medio de una cultura de la muerte.Hacemos una estación en el recorrido de nuestraexistencia para retomar fuerzas y acertar en elcamino.

Lectura: Ef 1,3-14 (Comentarios).Guía: El proyecto global que Dios ha tenido

desde siempre para el hombre es la liberaciónintegral, del pecado y sus consecuencias persona-les y sociales. En Cristo hemos sido reconciliadosy posibilitados para responder por entero a nues-


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tra vocación. La pastoral es el servicio propio dela Iglesia que, movida por el Espíritu Santo,prolonga la acción mesiánica de Cristo, profeta,sacerdote y pastor. El servicio pastoral ayuda alas familias, personas, grupos, movimientos ycomunidades, a responder progresivamente a suvocación, a la común filiación, a la santidadcomunitaria, a la liberación integral para queacontezca y se extienda el Reino de Dios, en estetiempo y lugar determinado.

(Los que gusten depositan su reloj frente al Crucifijo)

Canto: Cristo nos da la libertad.Guía: No debemos perdernos en mil activida-

des o temas. En el V Plan diocesano nos propusi-mos atender los Puntos focales y salir a las peri-ferias. En las Asambleas posteriores hemos idoclarificando el modo de lograrlo. En la XIXAsamblea Diocesana descubrimos el pluralismocultural como la raíz que explica los demás. Alprogramar el Año pastoral que termina, nos deci-dimos a atender la dimensión social de nuestra fe,en un proyecto unitario, que nos permitió contac-tar a tantos agentes culturales y valorar los carismassociales de tantos religiosos. Las Visitas Pastoraleshan abierto horizontes para avanzar en una aten-ción más cercana y personalizada a agentes depastoral y alejados. Ahora buscamos la mística oespiritualidad pastoral que inspira este afán deevangelizar las culturas: anunciar a Cristo enellas, con sus lenguajes y elementos, parainculturar el Evangelio y cada cultura se hagatransmisora de Evangelio en su especificidad. Enmedio de esta crisis económica, un clima deinseguridad y violencia, las ofertas de la culturadigital, discernimos la atención a las familias y ala creación de una auténtica paz. Es tiempo desacudirnos temores, prejuicios, resistencias inte-riores, inercias, y animarnos a entrar con admira-ción y sinceridad al análisis evangélico de estemundo en el cual estamos inmersos.

(A dos coros):

1. Se trata de partir siempre, hacia una meta.2. Construir paso el paso el proyecto de amor.1. El camino invita a caminar hacia la meta.2. Descubrir el amor que siempre avanza.

1. El amor jamás se repite, siempre es nuevo.2. Debemos recorrerlo e inventarlo cada día.1. La calzada del amor significa esfuerzo, gozo y

renuncia.2. Pero es promesa de una vida nueva y plena.1. Es el camino que Dios preparó para nosotros.2. Confió a nuestras manos activas este mundo.1. Itinerario de empeño para nuestra alegría y la

de nuestros hermanos.2. Caminar juntos, acompañados de una presen-

cia amiga.1. Caminar con el hermano que se cansa.2. Caminar aunque ya no tengan fuerzas.1. Caminar aunque se apague la luz para ver el

camino.2. Mirar a lo lejos el gesto de una mano que te

despide.1. Mirar a lo lejos también el gesto de una mano

que te espera.2. Allá en el horizonte hay muchas manos que te

esperan.1. Caminar aunque te cueste sufrimiento, fatiga,

sudor.2. Caminar hacia la meta, dejando la fascinación

de las cosas que has dejado.1. Vencer la tentación de dar marcha atrás.2. Vencer la tentación de seguir otros caminos.1. La meta está lejana, el camino es difícil.2. Pero encontramos compañeros de viaje.1. Está Cristo que nos acompaña hasta Emaús.2. Nos da la esperanza del futuro.

Guía: Qué bueno es poder contar con amigosdurante el viaje. Vamos a saludarnos unos a otros,diciéndonos algún detalle positivo de agradeci-miento.

(Se saludan).

Guía: Oremos ahora juntos como Jesús nosenseñó: Padre nuestro…

Canto: Tomado de la mano con Jesús.

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OBJETIVOS:

1 Hacer un espacio de evaluación ennuestro caminar diocesano para darnoscuenta de nuestras luces y sombras, y asícrear mecanismos que sirvan para seguirimplantando el Reino de Dios en nuestraDiócesis.

2 Propiciar un espacio de discernimientointermedio, para que, tomando concien-cia renovada del V Plan Diocesano dePastoral, continuemos dando un nuevorostro de Iglesia.

VER:

Tener en cuenta la realidad eclesial de nuestraIglesia Diocesana y de las comunidades que laconforman.

Hemos terminado nuestroAño de la Vida en Cristo y delcomportamiento social cris-tiano, que en su origen estádescrito en el V PDP n. 194.Las Comisiones pastoralesfueron las animadoras y coor-dinadoras de su desarrollo,conforme a lo que pide nues-tro V PDP nn. 248 y 205.

Cada comunidadparroquial o cuasiparroquialque integra nuestra Diócesisno es una isla encerrada en símisma. Es un espacio en el que los habitantes queviven en los límites de nuestra diócesis puedenencontrarse con Dios, en primer lugar, pero tam-bién pueden compartir expresiones comunes defe y cultura, de espiritualidad y de procesos de

formación, así como buscar apoyo, ayuda y con-suelo en los momentos caóticos de la existencia.Ofrecer estas oportunidades es lo que da identi-dad cristiana a nuestra Iglesia, lo que define surostro propio.

El V Plan Diocesano de Pastoral lo describede esta forma:

6. Nuestra Diócesis de San Juan de los Lagos,porción de la única Iglesia de Jesucristo encarna-da en estas tierras, es un proyecto de comuniónque se hunde en el misterio de la Trinidad y estállamada a vivirlo y a expresarlo en su actividad yen sus estructuras. El pueblo de Dios que consti-tuye esta Iglesia local, convocada por la Palabrade Dios, consagrada por el Bautismo, congregadaen torno a la Eucaristía y teniendo como ley elamor, se configura en varios niveles de Iglesia:diocesano, decanal, parroquial, sector parroquial,

pequeñas comu-nidades y familia.Es una comuni-dad de comunida-des de fe, oracióny caridad, que esinicio, signo e ins-trumento del Rei-no de Dios en elmundo.

18. La Dióce-sis de San Juan delos Lagos es frutode la intervenciónde Dios, que se ha

hecho presente con su amor providente y miseri-cordioso a lo largo de su historia, ha salvado a supueblo y lo anima, acompaña y orienta en superegrinar hacia la tierra prometida, a través deuna serie de personas y acontecimientos relevan-

«UN ALTO EN EL CAMINOPARA IMPULSAR Y CORREGIR EL RUMBO»

TEMA:


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tes. Recordarlos lleva a reconocer nuestra histo-ria como una historia de salvación.

Y esta realidad no es estática, la vida denuestras comunidades está en constante desa-rrollo, por ello, la pastoral de la Iglesia nopuede prescindir del contexto histórico dondeviven sus miembros. Su vida acontece en con-textos socioculturales bien concretos. Estastransformaciones sociales y culturales repre-sentan naturalmente nuevos desafíos para laIglesia en su misión de construir el Reino deDios. De allí nace la necesidad, en fidelidad alEspíritu Santo que la conduce, de una renova-ción eclesial, que implica reformas espiritua-les, pastorales y también institucionales (Cf.Documento de Aparecida, n. 367).

Nuevamente, el V Plan Diocesano de Pasto-ral nos ofrece una visión de la historia reciente dela acción pastoral que busca ofrecer las respues-tas pertinentes:

87. El Excmo. Sr. Felipe Salazar ha realizadomás Visitas Pastorales a las comunidades y hacreado más parroquias y cuasi parroquias que suspredecesores. Ha dado gran impulso a la pastoral,conduciendo la elaboración del V Plan Diocesanode Pastoral y desarrollando los rasgos de identi-dad de esta Diócesis, de cuyo presbiterio hansurgido cinco obispos en los últimos diez años ymás del 10% de sus sacerdotes prestan serviciomisionero en diócesis necesitadas del país o en elextranjero. Es notable la presencia de santuarioscon el fenómeno religioso cultural que irradian yque debe ser atendido pastoralmente. No se puedeprescindir de la figura de María en la configura-ción de nuestra identidad cultural como diócesismariana

En este contexto, reconozcamos los rasgos dehistoria y acción pastoral presentes en nuestracomunidad. Vamos escuchando la evaluación delos programas de las comisiones pastoralesparroquiales:

(Por áreas presentan la síntesis de sus evaluaciones; puedenhacerlo en Power Point, presentarlo en forma de noticiero, congráficas y gráficos, etc.).

Área de Comunión (V PDP 218, 223):- Consejo pastoral (V PDP 212): (Presentan su

informe).- Sectores parroquiales (V PDP 219-220).

Área del triple ministerio (V PDP 224):- Pastoral profética (V PDP 225): (Presentan su

informe).- Pastoral litúrgica (V PDP 226): (Presentan su

informe).- Pastoral social y de salud (V PDP 227): (Presen-

tan su informe).

Área de tareas diversificadas (V PDP 228):- Pastoral familiar (V PDP 229): (Presentan su

informe).- Pastoral de adolescentes y jóvenes (V PDP 230):

(Presentan su informe).- Pastoral de la cultura (V PDP 231): (Presentan

su informe).

Área de agentes de pastoral (V PDP 232):- Laicos organizados (V PDP 233, 236): (Presen-

tan su informe).- Religiosos (V PDP 237) (Presentan su informe).

Evaluación intermedia:A la mitad de la vigencia del actual Plan, las

Asambleas Decanales de Pastoral son la oca-sión de revisar nuestra forma de trabajar yorganizarnos, y discernir las propuestas paramejorarla, desde las bases, darle incidencia alas Comisiones en las comunidades, y crearmecanismos que sirvan de facilitadores delproceso. El contexto en el cual fue elaboradonuestro V Plan está en el n. 90.

(Se presenta o hace la evaluación).

Es recomendable tener en cuenta también lasrecomendaciones hechas a la comunidad a partirde la Visita Pastoral.

(Fichas de evaluación de programa y evaluación intermedia delV PDP)

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Ficha 1: Evaluación e interpretación.Visión serena, objetiva y justa de la realidad vivida en las comunidades, descubriendovalores para potenciarlos y carencias o vicios para corregir o superar. Asumir esa realidadpara seguir transformándola.

DE LOS PROGRAMAS Y LAS COMISIONES:

Ficha 1 Evaluación de programaciones.

- Ficha de Evaluación del Programa 2014-2015- Nivel Evaluado

Parroquial Decanal Diocesano

I. Señalen tres tareas (metas)del programa 2014-2015 quesí se realizaron.

Señalen tres aspectosque favorecieron la reali-zación de estas tareas.

¿Por qué se logró cada unade las tareas?

¿Cómo promover que se si-gan impulsando estos aspec-tos?

1) 1.1)

1.2)

1.3)

2) 2.1)

2.2)

2.3)

3) 3.1)

3.2)

3.3)


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1) 1.1)

1.2)

1.3)

2) 2.1)

2.2)

2.3)

3) 3.1)

3.2)

3.3)

II. Señalen tres tareas (metas)del programa 2014-2015 queno se realizaron.

Señalen tres aspectos que nofavorecieron la realización deestas tareas.

¿Por qué no se logró cadauna de las tareas?

¿Cómo promover que se lo-gren impulsar estos aspec-tos?

III. ¿Qué lograron como Comisión o Consejo en el Aspecto Social?

IV. ¿Qué lograron como Comisión o Consejo en el Aspecto Cultural?

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Ficha 2:

EVALUACIÓN INTERMEDIA DEL V PLAN DIOCESANO DE PASTORAL

Entidad que evalúa (Cuál comisión, equipo o consejo): _________________________________.

Nivel EvaluadoParroquial Decanal Diocesano

Tema: «Un alto en el camino para corregir el rumbo e impulsar el Reino»

Acciones ¿Qué ha favorecido eltrabajo en conjunto en

nuestra pastoral?

¿Con qué obstáculos odificultades nos hemos

encontrado?

¿Qué ajustesson necesarios?

Atención a los puntos focales

Sectorización Parroquial

Nuevo rostro de Iglesiaen sus actividades:

Nuevo rostro de Iglesiaen sus estructuras:

Asesoría y acompañamiento:


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Acciones ¿Qué ha favorecido eltrabajo en conjunto en

nuestra pastoral?

¿Con qué obstáculos odificultades nos hemos

encontrado?

¿Qué ajustesson necesarios?

Parroquializaciónde las acciones:

Encuentro y diálogocon la cultura:

Misión con los alejados

Formación y protagonismode los laicos

Innovación y protagonismode los jóvenes

Otras:

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PENSAR:

Lectura Bíblica:

Ap 3,20«Mira que estoy a la puerta y llamo:

si uno escucha mi voz y me abre, entraréen su casa y comeré con él y él conmi-go».

Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

Como lo hacía durante sus recorridos por loscaminos de la Tierra Santa, entrando en las casasde los pueblos, Jesús sigue pasando hoy por lascalles de nuestras comunida-des. En sus casas se viven amenudo luces y sombras, desa-fíos emocionantes y a vecestambién pruebas dramáticas(Cf. Mensaje del Sínodo Ex-traordinario de los Obispos so-bre la Familia).

El objetivo de toda acciónpastoral (Cf. Novo MilenioIneunte, n. 30) es el anunciodel Evangelio, es decir, ofrecerla luz de Cristo a estas tinieblasy oscuridades que se hacen pre-sente en medio de la comuni-dad humana; celebrar la espe-ranza que nos da la Resurrec-ción ante las situaciones de de-solación y desconsuelo y, sobre todo, hacer reali-dad, mediante la solidaridad y la vida fraterna, elsigno del amor de Cristo que como Buen Pastorestá al pendiente de su rebaño. Si nuestro obrarpastoral se estructura en una «pastoral de conjun-to», el signo de la presencia del Señor será másfuerte y más visible que si se trata de un «conjuntode pastorales» (acciones aisladas).

Es por ello que en estas IX AsambleasDecanales, queremos reflexionar en temas quenos unan con la Iglesia Universal (la familia), conla Iglesia de nuestra Patria (la paz), pero tambiénqueremos revisar nuestra mística pastoral, la mís-tica de comunión y participación que ha estado

presente desde los inicios de nuestra pastoral deconjunto y en la que tanto énfasis pone el V PlanDiocesano de Pastoral.

Teniendo en cuenta lo anterior, en esta Prime-ra Fase Parroquial de nuestras asambleas hemosde hacer un necesario «Alto en el camino», nopara detenernos totalmente, ni para interrumpir elcaminar de nuestra Iglesia. Es algo más parecidoa los vehículos que participan en las carrerasautomovilísticas y que cada determinado númerode vueltas se detienen en su puesto de servicio,para revisarse, para aconsejarse, para reabaste-cerse y luego continuar su carrera. Lo que preten-demos, pues, es verificar que el rumbo que vamos

llevando en los diversos niveleseclesiales lleva la orientaciónadecuada. Si nuestro camino co-rresponde a aquel propuesto porel que es el camino, la verdad yla vida (Jn 14,6), entonces loscreyentes podrán completar conseguridad su peregrinar por estemundo y reconocerán en el ros-tro de la Iglesia la madre que lesacompaña mientras dura el re-corrido.

Pero también nos ayudará elpercibir si en algún punto nosestamos quedando rezagados osi el camino que vamos trazan-do se separa del camino comúnque las comunidades de nuestra

familia diocesana van llevando. No se trata dehacer juicios y lanzar condenas, sino de, conhumildad, reconocer los puntos débiles y corregirlos instrumentos, las estructuras y los mecanis-mos para favorecer la unidad y la credibilidad denuestra Iglesia como signo del Reino de Dios.Esta revisión de nuestra mística es también partedel proceso de dar un Nuevo Rostro de Iglesia anuestras comunidades y a la diócesis.

En este punto será muy conveniente el traer anuestras mentes lo que los Obispos deLatinoamérica nos compartieron en Aparecida:

La conversión de los pastores nos lleva tam-bién a vivir y promover una espiritualidad de


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comunión y participación, proponiéndola comoprincipio educativo en todos los lugares donde seforma el hombre y el cristiano, donde se educanlos ministros delaltar, las perso-nas consagradasy los agentespastorales, don-de se construyenlas familias y lascomunidades

La conver-sión pastoral re-quiere que lasco mu nid ad eseclesiales seancomunidades dediscípulos misioneros en torno a Jesucristo, Maes-tro y Pastor. De allí, nace la actitud de apertura,de diálogo y disponibilidad para promover lacorresponsabilidad y participación efectiva detodos los fieles en la vida de las comunidadescristianas. Hoy, más que nunca, el testimonio decomunión eclesial y la santidad son una urgenciapastoral. La pro-gramación pasto-ral ha de inspi-rarse en el man-damiento nuevodel amor (cf. Jn13, 35), (Docu-mento de Apare-cida, n. 368).

Lo que busca-mos para nuestraDiócesis y parasus comunidades,es ser fieles alproyecto salva-dor de Cristo. Noshemos propuestoen las diversas etapas del Plan de Pastoral elanunciar el Evangelio, con la dinámica de laNueva Evangelización, en diálogo con el tiempoactual, por eso, es necesario ver hacia el interiorde nuestra vida pastoral a la luz de lo que propu-

simos para nuestras comunidades en el V Plan dePastoral:

135. Queremos que el nuevorostro de cada una de nuestrasParroquias tenga los siguientesrasgos para que aparezca comoverdadero sacramento de salva-ción en cuanto porción de laIglesia de Jesucristo*:

Una verdadera comunidad,cercana a las personas; que separenovar constantemente sus mé-todos pastorales; que programe,realice y evalúe, en comunión yparticipación, una pastoral rea-lista, clara e incisiva, teniendosiempre en cuenta la realidad

circundante, en una sociedad cada vez más cam-biante e itinerante, secularizada y pluralista; queinteractúe con sus interlocutores preferenciales;que se abra al pueblo al que sirve y se enraíce yencarne en el mismo.

Una comunidad de comunidades, que fomentela organización de los sectores parroquiales. Una

comunidad de fe, esperan-za y amor, que tenga losorganismos necesariospara el triple ministerio;que tenga procesosdiversificados de Inicia-ción Cristiana

Una comunidad que seasigno de esperanza y dealegría; que haga opciónpreferencial por los pobres;que promueva la dimen-sión social de la fe.

Una comunidad quepromueva decididamentee integre en su proceso pas-

toral a los organismos laicales eclesiales; queacompañe y forma a sus agentes de pastoral; queasuma las preocupaciones de Aparecida; que sesienta parte de la Diócesis.

* Se pueden leer completos los números 136 a 151.

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ACTUAR:

Contestar la ficha de asimilación

FICHA 3: DE ASIMILACIÓN TEMA 1 (Llena personalmente la siguiente ficha)Tema: «Un alto en el camino para impulsar y corregir el rumbo»

¿Qué ha favorecido el trabajo enconjunto en nuestra pastoral?

¿Qué ajustes son necesarios? ¿Qué correctivos?

1.-

2.-

3.-

4.-

5.-


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Ficha 4: TRABAJO EN MESAS REDONDAS: DESAFÍOS

(Trabajo en mesas redondas):

De lo que hemos escuchado, sacar dos desafíos englobantesque se refieran a la familia y dos que se refieran a la paz.

De lo que hemos escuchado, sacar dos desafíos englobantes que se refieran a los siguientes temas:

a) La familia 1.

2.

b) La atención pastoral a jóvenes y adolescentes 1.

2.

c) La pastoral social 1.

2.

d) La pastoral de la cultura 1.

2.

e) La paz 1.

2.

f) La mística del V Plan Diocesano de Pastoral 1.

2.

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ORACIÓN FINAL:El plan de Dios se realiza en cada comuni-

dad parroquial

LECTURA:1 Jn 1,1-4

(Comentarios).

Guía: Cristo dice: «Yo soy el camino» (Jn14,6). Por medio de El podemos llegar al Padre(Ef 2,18). Y como este camino conduce a la meta,Jesús añade: «Yo soy la verdad y la vida». Él escamino por su humanidad; vida por su divinidad.El punto de llegada de esta vía es el fin del deseohumano: conocer la verdad y poseer la vida. Lapastoral es la tarea que busca que todos se apro-pien la misma vida de Cristo. La Iglesia conducea las ovejas a verdes pastos, los alimenta con laPalabra y la Eucaristía, con la oración y las obrasde misericordia, con la justicia y la caridad. «Estees el camino, recórranlo» (Is 30,21).

Todos: «Condúceme, Señor, por tu verdad, yandaré por tus sendas» (Sal 85,11). «Enséñame,Señor, el sendero de la vida» (Sal 15,11).

Guía: La encarnación del Plan en nuestrasparroquias no es una actividad más, en toda laserie de trabajos que las personas y grupos tienenque realizar. Se trata de la actividad central, quearticula y une todas las acciones, optimizando lasactividades ordinarias, y promoviendo una cola-boración cada vez más amplia de todos. Sólo asípasaremos de un conjunto de pastorales a unapastoral de conjunto.

Lector 1: «Una parroquia, comunidad de dis-cípulos misioneros, requiere organismos que su-peren cualquier clase de burocracia. Los consejospastorales parroquiales tendrán que estar forma-dos por discípulos misioneros constantemente

preocupados por llegar a todos. El Consejo deAsuntos Económicos, junto a toda la comunidadparroquial, trabajará por obtener los recursosnecesarios, de manera que la misión avance y sehaga realidad en todos los ambientes. Estos ytodos los organismos han de estar animados poruna espiritualidad de comunión misionera: ‘Sineste camino espiritual de poco servirían los ins-trumentos externos de la comunión. Se converti-rían en medios sin alma, máscaras de comuniónmás que sus modos de expresión y crecimiento’(NMI 43)» (DA 203).

Lector 2: «Teniendo en cuenta las dimensio-nes de nuestras parroquias, la sectorización enunidades territoriales más pequeñas, con equipospropios de animación y coordinación, permitenuna mayor proximidad a las personas y gruposque viven en el territorio. Los agentes misionerospromuevan la creación de comunidades de fami-lias que fomenten la puesta en común de su fecristiana y las respuestas a los problemas. Unfenómeno importante de nuestro tiempo es laaparición y difusión de diversas formas devoluntariado misionero que se ocupan de unapluralidad de servicios. La Iglesia apoya las redesy programas de voluntariado nacional e interna-cional que han surgido para el bien de los máspobres, a la luz de los principios de dignidad,subsidiariedad y solidaridad, en conformidad conla Doctrina Social de la Iglesia. No se trata sólo deestrategias para procurar éxitos pastorales, sinode la fidelidad en la imitación del Maestro, siem-pre cercano, accesible, disponible para todos,deseoso de comunicar vida en cada rincón de latierra» (DA 372).

ORACIÓN POR LA ASAMBLEAVer Contraportada


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Fase decanal, central, de las IX Asam-bleas decanales de pastoral

Al prepararla es preciso ver el Manual deFunciones y la lista de Comisiones, para conocerexactamente lo que corresponde hacer a cadauno, y hacer el programa concreto de la Asam-blea, señalando a cada actividad su tiempo y suresponsable.

Sólo como una guía se ofrece el siguienteesquema, detallando el tiempo aproximado decada actividad, sin precisar orden, pues algunosrealizan esta Fase en tres jornadas, y otros en dos.Las oraciones que se ofrecen son largas, para quepuedan dosificarlas en varios momentos, de acuer-do al programa que realicen.

Preparativos:Hacer el vaciado de los desafíos aparecidos en

la I Fase de asamblea en las parroquias, y delinforme de las Comisiones decanales y Consejosparroquiales. Tener suficientes ejemplares del VPlan diocesano de pastoral.

Participantes:- Todos los sacerdotes.- Todos los religiosos y las religiosas que trabajan

en la pastoral orgánica.- Un representante de cada una de las demás

comunidades religiosas.- Los integrantes de las Comisiones decanales

(Pastoral profética, pastoral litúrgica, pastoralsocial, pastoral familiar, pastoral de adolescen-tes y jóvenes, pastoral urbana y de la cultura,formación de agentes, organismos laicales).

- Los coordinadores laicos de los consejosparroquiales de pastoral y los coordinadores orepresentantes de cada equipo parroquial depastoral.

- Los presidentes o vocales de los principalesmovimientos apostólicos que trabajan en elDecanato.

- Los miembros de Comisiones diocesanas y desus Vocalías,

- Los observadores o asesores que el equipodecanal de pastoral considere oportuno.Ofrecemos los materiales necesarios para lle-

varse a cabo. Corresponde a cada Decanato ycomunidad crear el clima de comunión y partici-pación para una renovada evangelización. Animay coordina el Equipo decanal y parroquial depastoral en su respectivo nivel.

Programa«Reencontrándonos y formando la asamblea»

- Recepción, registro, entrega de materiales.- Bienvenida y ambientación (30').- Presentación por comunidades (15’).

«Motivándonos»

- Ubicación. Horario del día, logística e indica-ciones, objetivo y lema, programa (15').

- Oración: La familia al servicio de la paz (30').«Asumiendo nuestra realidad»- Reporte de los desafíos aparecidos en la I fase

parroquial de la Asamblea (45').- Vaciado del informe de las Comisiones decanales

(45').- Trabajo en grupos: desafíos (Ficha personal)

(30'). Ficha 5

«Enardeciéndonos al mirar al horizonte»

- Tema: «Vocación y misión de la familia a la luzdel Evangelio en el mundo actual» (60').

- Ficha personal: asimilación de los contenidos(15). Ficha 6

Momento Central:La Asamblea Decanal de Pastoral

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- Tema: «La paz, fruto del Espíritu y tarea nues-tra» (60').

- Ficha personal: asimilación de los contenidos(15). Ficha 7

«Revisando y aterrizando nuestro peregrinar ydisponiéndonos a actuar»

- Mesas redondas discerniendo las líneas de ac-ción Ficha 8

- Plenario- Mesas redondas: Líneas de acción para el deca-

nato (60'). Ficha 9- Mesas redondas: Líneas de acción para comisio-

nes Ficha 10- Acuerdos para el 29 de junio (30').- Evaluación.- Oración.

UBICACIÓN¿Para qué estamos aquí? Para celebrar, en

comunión con todos los decanatos de la Diócesis,nuestras IX Asambleas decanales de pastoral.Lean el n. 52 del V PDP.

¿Qué es una Asamblea? Es el mecanismo másamplio de participación comunitaria, para infor-mación, sondeo de opiniones, control de cuántollega la acción pastoral a las bases. Las asambleasdecanales son momentos especiales para hacercircular en vivo la acción de la Iglesia, integran-do, animando y evaluando la marcha del V PlanDiocesano de Pastoral en el decanato, según laslíneas que nos trazó, en nuestro afán por evange-lizar las culturas y dar un nuevo rostro de Iglesia.

No es instancia normativa, sino un cenáculo decomunión, para discernimiento pastoral. Es elmás amplio Mecanismo de Comunión y Partici-pación: Mecanismo porque es un instrumentopara lograr poner en acción la estructura de nues-tra organización y facilitar las dimensiones fun-cionales y territoriales de nuestra Iglesia. DeComunión: refleja la unidad trinitaria y eclesial,supone y exige unión, amistad, comunicación,corresponsabilidad en la oración y el compromi-so apostólico. De Participación: como miembrosde la misma Iglesia que peregrina en un mismomomento de la historia, supone sentido de Igle-

sia, visión global, y un proyecto a asumir, discu-tir, mejorar, iluminar, discernir y aplicar.

Significa el punto de llegada del esfuerzopastoral de un año y el punto de partida paraemprender una nueva etapa. Mirar de conjunto elcaminar de la diócesis en los niveles decanal yparroquial, al pasar del Año de la Vida en Cristoy del comportamiento social cristiano al Año delDiálogo con el Dios vivo y verdadero (espiritua-lidad pastoral), en el contexto de la campaña porla paz, el Sínodo sobre la familia, el Año de laVida consagrada, el Jubileo de la Misericordia yla creciente interculturalidad.

¿Cuáles son sus temas centrales? La familia yla paz. ¿Por qué son tan importantes y urgentes?Leamos nuestro V PDP nn. 105, 130, 124, 95.¿Qué aspectos son más relevantes? Familias: VPDP 99-102, 104, 107; Paz: V PDP 126-129.

El futuro se imagina, estudia, reflexiona yconstruye. Analizando el entorno pasado, inter-pretamos el presente y delineamos futuros alter-nativos para responder al cambio de época. Esimportante identificar y valorar las reacciones,expectativas, sentimientos, dudas, resistencias,proyectos, de los actores que conforman esteproceso de toma de decisiones, consensos y ac-ción común hacia los objetivos.

TEMA:En relación con Dios, la familia, es forjadora depaz: en su interior, en la sociedad, en la Iglesia.

LEMA:Familia, forjadora de fraternidad,

justicia y paz.

OBJETIVO:

Impulsar el nuevo rostro de Iglesia en laatención a dos puntos focales, desde lamística de nuestro proceso de evangeli-zación, para discernir el seguimiento denuestro V Plan Diocesano de Pastoral enlas parroquias, decanatos y comisiones,a la mitad de su vigencia, en las circuns-tancias del mundo en que vivimos.


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CURSO DE ACCIÓN:

22 mayo – 8 junio: Evaluaciones (en los tresniveles).

8-15 junio: Primera Fase parroquial.22-27 junio: IX Asambleas decanales de pastoral

(Fase central decanal; cada decanato elige ladistribución de tiempo que le sea más favora-ble).

29 de junio: 43° aniversario de la Diócesis, pasodel Año del comportamiento social al Año deldiálogo con el Dios vivo, envío de los misione-ros y promulgación de las Normas sobre sacra-mentos.

27 junio – 20 julio: pre-Programas de las Comi-siones (decanales y diocesanas).

11 julio: Los sacerdotes nuevos o trasladados yaestán en sus destinos, para estar en la pre-programación y en la segunda Fase parroquial.

20-24 julio: Segunda Fase parroquial.27-31 julio: Reunión del Consejo diocesano de

pastoral para definición e interrelación de pro-gramas.

ORACIÓN INICIAL:La familia, al servicio de la paz

Canto: Que viva la familia.Guía: La familia es la institución natural que

hace al hombre y a la mujer capaz de seguir elmensaje de Cristo, porque ahí aprende los com-portamientos que lo regirán durante la vida. Lospadres se esfuerzan, aún con sus debilidades, paraque pongan en práctica las virtudes cristianas.Con la convivencia diaria, la palabra bondadosay severa, el mutuo ejemplo, construye los hom-bres y mujeres que serán testimonio de vidacristiana en la sociedad. ¿Dónde se empieza aamar y defender la vida sino en la familia? ¿Dón-de se comienza a respetar la persona del otro sinoen la familia? ¿Dónde se vive en la práctica elamor y la entrega a los demás, la laboriosidad,sino en la familia? ¿En qué otro lugar aprendemosmejor que en nuestras casas el respeto a losvalores? ¿Dónde vamos a empezar a aplicar elsignificado de la Palabra en nuestra vida sino a

través de la preocupación de nuestros padres porvivir la fe? ¿Y dónde aprender a reconocernospecadores sino en familia?

Todos: Jesús, María y José, en ustedes con-templamos el esplendor del verdadero amor, austedes, confiados, nos dirigimos. Sagrada Fami-lia de Nazaret, hagan también de nuestras fami-lias lugar de comunión y cenáculo de oración,auténticas escuelas del Evangelio y pequeñasIglesias domésticas. Sagrada Familia de Nazaret,que nunca más haya en las familias episodios deviolencia, de cerrazón y división; que quien hayasido herido o escandalizado sea pronto consoladoy curado. Sagrada Familia de Nazaret, que elpróximo Sínodo de los Obispos haga tomar con-ciencia a todos del carácter sagrado e inviolablede la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestrasúplica. Amén.

Guía: La paz se basa en comunidades de amor,y la primera forma de comunión entre las perso-nas es la que el amor suscita entre un hombre yuna mujer decididos a unirse establemente paraconstruir juntos una nueva familia. Esta comuni-dad íntima de vida y de amor es el ‘lugar privile-giado de humanización de la persona y de lasociedad, cuna de la vida y del amor. Con razónse le califica como la primera sociedad natural,institución divina, fundamento de la vida de laspersonas y prototipo de toda organización social.

Todos: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, miranuestra Patria dañada por la violencia y dispersapor el miedo y la inseguridad. Consuela el dolorde quienes sufren. Da acierto a las decisiones dequienes nos gobiernan. Toca el corazón de quie-nes olvidan que somos hermanos y provocansufrimiento y muerte. Dales el don de la conver-sión. Protege a las familias, a nuestros niños,adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos ycomunidades. Que como discípulos misionerostuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser pro-motores de justicia y de paz, para que en Ti,nuestro pueblo tenga vida digna. Amén. María,Reina de la paz, ruega por nosotros.

Guía: En una vida familiar sana se experimen-tan elementos esenciales de la paz: la justicia y el

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amor entre hermanos y hermanas, la función de laautoridad manifestada por los padres, el servicioafectuoso a los miembros más débiles, pequeños,ancianos o enfermos, la ayuda mutua en las nece-sidades de la vida, la disponibilidad para acogeral otro y perdonarlo. Es la primera e insustituibleeducadora de la paz. Por eso es intolerable laviolencia cometida dentro de la familia.

Todos: Te damos gracias y te alabamos, Padresanto, porque tu único Hijo, al asumir nuestracondición humana, quiso formar parte de unafamilia, para exaltar la belleza del orden creadopor ti y devolver a la vida familiar su alta y puradignidad de los orígenes. Porque en la casa deNazaret reinó un amor conyugal intenso y casto,resplandeció la dócil obediencia de tu Hijo a laVirgen Madre y a José, el varón justo desposadocon ella; y la concordia de sus afectos mutuosacompañó sus tareas en los días duros y serenos.Porque quisiste que la Sagrada Familia, escondi-da a los grandes de la tierra y a la fama del mundofuera más noble por su virtud que por su descen-dencia real, y en ella colocaste las arcanas primi-cias de la redención del mundo. Amén.

Guía: Si la familia es la célula primera y vitalde la sociedad, es también fundamento de lasociedad que permite tener experiencias determi-nantes de paz. El ser humano, ¿dónde podríaaprender a gustar mejor el ‘sabor’ genuino de lapaz sino en el nido que le prepara la naturaleza?Un lenguaje familiar de paz al cual recurrir parano perder su uso. Es una ‘gramática’ que todoniño aprende en gestos y miradas de mamá ypapá, antes incluso que de sus palabras. La nega-ción o restricción de los derechos de la familia, aloscurecer la verdad sobre el hombre, amenaza losfundamentos mismos de la paz. Quien obstaculi-za la institución familiar, hace que la paz de todala comunidad sea frágil, porque debilita la princi-pal agencia de paz. La familia tiene necesidad decasa, trabajo, reconocimiento de la actividad do-méstica; escuela, asistencia sanitaria. Condiciónesencial es que cada familia se apoye sobre valo-res espirituales y éticos compartidos. Hay unaauténtica experiencia de paz en la familia cuandoel patrimonio familiar -fruto del trabajo de unos,del ahorro de otros y de la colaboración de todos-

se administra con solidaridad y sin despilfarro,cuidando los bienes materiales y las relacionespersonales.

Todos: Señor: Que cada familia sea escuela deverdadera paz. Que la guerra no invada nuestrasfamilias, pues sería el camino de la destrucción dela humanidad. Desaparece la lucha entre los miem-bros de nuestras familias, generada por el indivi-dualismo. Que las familias no permitan que se lesinstrumentalice para decidir el divorcio, el abor-to, la eutanasia, la anticoncepción y otras legisla-ciones. Que cada familia de paz acoja a cadanuevo miembro con gran alegría, sepa compartircon sus amigos y con los necesitados, viva en lasalud que genera el amor, sepa perdonar, siembrevalores y siga siempre tus mandatos como prínci-pe de la paz. ¡Viva Cristo Jesús! ¡Viva la paz!

PRESENTACIÓN DE LOS INFORMES DE LAFASE PARROQUIAL Y LAS EVALUACIONES DELAS COMISIONES

En la primera Fase parroquial, de los datospresentados en la Evaluación de los programas2014-2015 y en la Evaluación intermedia denuestro V Plan diocesano de pastoral, sacamosalgunos desafíos que nos retan a hacer algo, aincrementar lo que hacemos, o cambiar el rumboen cierta dirección.

Vamos a compartirlos, para percibir las cons-tantes en nuestro caminar pastoral, ya que lacierta afinidad cultural de nuestras comunidadesy la marcha común nos permiten coincidir enciertos intentos de respuesta a las situaciones quese viven, y que en ocasiones son las mismas.

A medida que vayan exponiendo, en la prime-ra columna de su ficha 5, pueden ir escribiendoaquellos desafíos que aparecen con mayor fre-cuencia, o que tal vez consideramos clave paraentender o afrontar los demás.

Después, en mesas redondas, de los desafíosescritos en esa primera columna, seleccionaránlos dos que consideran como los más importan-tes, por consenso de mayoría, de acuerdo a lasrazones que se aporten en el debate. Nos ayuda-rán después para sacar líneas de acción.

(Cada parroquia presenta sus desafíos surgidos al responder laficha 4)


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FICHA 5: DESAFIOS DECANALES

DESAFIOS MAS CONSTANTES LOS 2 DESAFIOS MAS IMPORTANTES

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OBJETIVO:

Profundizar en la vocación que tiene lafamilia como célula de la sociedad eIglesia doméstica, para renovar su mi-sión como portadora de humanismo, jus-ticia y paz hacia sí misma, hacia la socie-dad y hacia la Iglesia.

INTRODUCCIÓN:Las escenas de la realidad en la que vivimos

actualmente exigen que se haga un profundoanálisis de las causas de la falta de fe, de lacarencia de valores, de la poca disponibilidad avivir no como individuos aislados sino comocomunidad; de la proliferación de la injusticia, dela corrupción, de la impunidad y otras expresio-nes nocivas de la estructura social. Las diversasformas de aproximarnos a esta búsqueda coinci-den en que la familia es uno de los espaciosbásicos desde donde la persona -individual ysocialmente- se nutre y capacita para darle unsentido pleno a su existencia y, con ello, llevaruna vida plena, armoniosa y abierta a la trascen-dencia.

VER:

Contexto y desafíos de la familia hoy.

V Plan Diocesano de Pastoral:

100. Todas las instituciones se han puesto encrisis, atacando sus valores constitutivos, ponien-do de relieve sus incongruencias y escándalos yrestándoles credibilidad. Familia, escuela, go-bierno, Iglesia, partidos políticos, clubes deporti-vos, etc., ya no son el punto de referencia ni ellugar de formación de opinión y comportamien-

to. Los medios de comunicación han sido uno delos instrumentos de los que mejor se han servidopara provocar esta situación.

101. Las instituciones que más han resentidoesta crisis son el matrimonio y la familia. Unacultura que promueve la satisfacción personalinmediata, el rechazo a todo esfuerzo o compro-miso duradero, con mentalidad consumista, ma-terialista y relativista, favorece la aparición demanifestaciones que ponen en riesgo el modelotradicional de matrimonio y familia.

102. La crisis del matrimonio y la familia haestado orquestado por organizaciones internacio-nales que promueven la ideología de género,pretendiendo cambiar la cultura tradicional cris-tiana para establecer un nuevo orden social. Di-cha ideología tiene como banderas la equidad degénero y la defensa de los derechos humanos,sobre todo los derechos de los grupos minorita-rios.

104. El debilitamiento de la familia se experi-menta en la dificultad para establecer vínculosestables y duraderos, carencia en la comunica-ción conyugal, aumento en la violenciaintrafamiliar, infidelidad, poca estabilidad con-yugal, disfuncionalidad y desintegración fami-liar, carencia en la formación a la vida matrimo-nial y familiar, etc.

Lineamenta del Sínodo de los Obispos sobre«La vocación y la misión de la familia en laIglesia y en el mundo contemporáneo»:

5. […] El cambio antropológico-cultural hoyinfluye en todos los aspectos de la vida y requiereun enfoque analítico y diversificado. Hay quesubrayar ante todo los aspectos positivos: la ma-yor libertad de expresión y el reconocimiento

«VOCACIÓN Y MISIÓNDE LA FAMILIA A LA LUZ DEL EVANGELIO

EN EL TIEMPO ACTUAL»

TEMA:


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más amplio de los derechos de la mujer y de losniños, al menos en algunas regiones. Pero, porotra parte, también hay que considerar el crecien-te peligro que representa un individualismo exas-perado que desvirtúa los vínculos familiares yacaba por considerar a cada componente de lafamilia como una isla, haciendo que prevalezca, enciertos casos, la idea de un sujeto que se construyesegún sus propios deseos asumidos con carácterabsoluto. A esto se añade la crisis de la fe que afectaa tantos católicos y que a menudo está en el origende las crisis del matrimonio y de la familia.

6. Una de las mayores pobrezas de la culturaactual es la soledad, fruto de la ausencia de Diosen la vida de las personas y de la fragilidad de lasrelaciones. Asimismo, hay una sensación generalde impotencia frente a la realidad socioeconómicaque a menudo acaba por aplastar a las familias.Esto se debe a la creciente pobreza y precariedadlaboral que a veces se vive como una auténticapesadilla, o a una fiscalidad demasiado alta queciertamente no alienta a los jóvenes a contraermatrimonio. Con frecuencia las familias se sien-ten abandonadas por el desinterés y la poca aten-ción de las instituciones. Las consecuencias ne-gativas desde el punto de vista de la organizaciónsocial son evidentes: de la crisis demográfica alas dificultades educativas, de la fatiga a la horade acoger la vida naciente al sentir la presencia delos ancianos como un peso, hasta el difundirse deun malestar afectivo que a veces llega a la violen-cia. El Estado tiene la responsabilidad de crear lascondiciones legislativas y laborales para garanti-zar el futuro de los jóvenes y ayudarlos a realizarsu proyecto de formar una familia.

7. […] En numerosos contextos, y no sólooccidentales, se está ampliamente difundiendo lapraxis de la convivencia que precede al matrimo-nio, así como convivencias no orientadas a asu-mir la forma de un vínculo institucional. A esto seañade a menudo una legislación civil que com-promete el matrimonio y la familia. A causa de lasecularización en muchas partes del mundo lareferencia a Dios ha disminuido fuertemente y lafe ya no es un hecho socialmente compartido.

8. […] Son muchos los niños que nacen fueradel matrimonio, especialmente en algunos paí-

ses, y muchos los que después crecen con unosolo de los padres o en un contexto familiarampliado o reconstituido. El número de divor-cios es creciente y no es raro el caso de opcionesdeterminadas únicamente por factores de ordeneconómico. Con frecuencia los niños son moti-vo de contienda entre los padres y además loshijos son las verdaderas víctimas de laslaceraciones familiares. Los padres a menudoestán ausentes —no sólo por causas económi-cas— precisamente allí donde se percibe la ne-cesidad de que ellos asuman más claramente laresponsabilidad de los hijos y de la familia.Todavía es preciso defender y promover la dig-nidad de la mujer. En efecto, hoy en muchoscontextos ser mujer es objeto de discriminación,y con frecuencia se penaliza el don de la mater-nidad en lugar de presentarlo como un valor.Tampoco hay que olvidar los crecientes fenó-menos de violencia de los que son víctimas lasmujeres, a veces lamentablemente también en elseno de las familias, ni la grave y difundidamutilación genital de la mujer en algunas cultu-ras. Por otro lado, la explotación sexual de lainfancia constituye una de las realidades másescandalosas y perversas de la sociedad actual.Asimismo, en las sociedades golpeadas por laviolencia a causa de la guerra, del terrorismo ode la presencia del crimen organizado, se dansituaciones familiares deterioradas y sobre todoen las grandes metrópolis y en sus periferiascrece el llamado fenómeno de los niños de lacalle. Las migraciones, por su parte, representanotro signo de los tiempos que hay que afrontar ycomprender con toda la carga de consecuenciassobre la vida familiar.

Actividades de profundización:- Hacer una lista con 5 rasgos positivos de las

familias de nuestras parroquias que aportanbeneficios a la sociedad en que vivimos.

- Hacer una lista con 5 rasgos negativos presentesen nuestras familias que se resientan en lasociedad actual.

- ¿Cuáles serían las tres mayores urgencias aatender en nuestras familias?

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PENSAR:

Lectura:

Lc 2, 41-52«Sus padres iban cada año a Jerusalén,

a la fiesta de pascua. Cuando Jesús cumpliódoce años, subieron a celebrar la fiesta,según la costumbre. Terminada la fiesta,cuando regresaban, Jesús se quedó en Jeru-salén, sin saberlo sus padres. Estos creíanque iba en la caravana, y al terminar laprimera jornada lo buscaron entre los pa-rientes y conocidos. Al no encontrarlo, re-gresaron a Jerusalén en su busca.

Al cabo de tres días, lo encontraron en eltemplo sentado en medio de los doctores, nosólo escuchándolos, sino también hacién-doles preguntas. Todos los que le oían esta-ban sorprendidos de su inteligencia y de susrespuestas. Al verlo, se quedaron asombra-dos, y su madre le dijo: Hijo, ¿Por qué noshas hecho esto? Tu padre y yo te hemosbuscado angustiados. Él les contestó: -¿Porqué me buscaban? ¿No sabían que yo deboocuparme de los asuntos de mi Padre? Peroellos no comprendieron lo que les decía.

Bajó con ellos a Nazaret, donde vivióobedeciéndolos. Su madre conservaba cui-dadosamente todos estos recuerdos en sucorazón.

Jesús iba creciendo en sabiduría, en es-tatura y en gracia, delante de Dios y de loshombres».Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:«Sus padres iban cada año a Jerusalén, a la

fiesta de pascua. Cuando Jesús cumplió doceaños, subieron a celebrar la fiesta».

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica(1655): Cristo quiso nacer y crecer en el seno dela Sagrada Familia de José y de María. El Matri-monio y la familia están presentes en el plan

salvífico de Dios, y constituyen una imagen clarade la comunión trinitaria.

Jesús, que reconcilió cada cosa en sí misma,volvió a llevar el matrimonio y la familia a suforma original (cfr. Mc 10,1-12). La familia y elmatrimonio fueron redimidos por Cristo(cfr. Ef 5,21-32), restaurados a imagen de la San-tísima Trinidad, misterio del que brota todo amorverdadero. La alianza esponsal, inaugurada en lacreación y revelada en la historia de la salvación,recibe la plena revelación de su significado enCristo y en su Iglesia. De Cristo mediante laIglesia, el matrimonio y la familia reciben lagracia necesaria para testimoniar el amor de Diosy vivir la vida de comunión. El Evangelio de lafamilia atraviesa la historia del mundo desde lacreación del hombre a imagen y semejanza deDios (cfr. Gén 1, 26-27) hasta el cumplimientodel misterio de la Alianza en Cristo al final de lossiglos con las bodas del Cordero (cfr. Ap 19,9;Juan Pablo II, Catequesis sobre el amor huma-no), (Cf. Lineamenta del Sínodo de los Obispossobre «La vocación y la misión de la familia en laIglesia y en el mundo contemporáneo», n. 16)

La verdadera vocación de la familia es ser unaIglesia doméstica donde se perciba la verdaderaimagen del Dios que es comunión, amor y mise-ricordia, donde se viva y se celebre la fe. Lafamilia será siempre el primero y el mejor espaciopara educar a los hijos en la fe. Y la primera tareade los padres cristiano es anunciar el evangelio ensu propia familia. A ellos toca ser los primerosmaestros de oración. En nuestros días, en unmundo, frecuentemente extraño e incluso hostil ala fe, las familias creyentes tienen una importan-cia primordial en cuanto faros de una fe viva eirradiadora.

En el seno de la familia, «los padres han de serpara sus hijos los primeros anunciadores de la fecon su palabra y con su ejemplo, y han de fomen-tar la vocación personal de cada uno» (Cf. Cate-cismo de la Iglesia Católica, n. 1656).

Aquí es donde se ejercita de manera privilegia-da el sacerdocio bautismal del padre de familia,de la madre, de los hijos, de todos los miembrosde la familia, «en la recepción de los sacramen-


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tos, en la oración y en la acción de gracias, con eltestimonio de una vida santa, con la renuncia y elamor que se traduce en obras» (LG 10), (Catecis-mo de la Iglesia Católica, n. 1657).

«Bajó con ellos a Nazaret, donde vivió obede-ciéndolos».

La familia constituye el lugar natural y elinstrumento más eficaz de humanización y depersonalización de la sociedad. Es decir, sólo lafamilia puede hacer de los seres humanos, máshumanos y más personas, con toda la bondad queestas acciones de por sí implican.

En la familia está la continuidad de las distin-tas generaciones y por tanto, también está lasabiduría para mejor ayudarse mutuamente ymejor armonizar los derechos de las personas conlas demás exigencias de la vida social.

El hogar es así la primera escuela de vidacristiana y «escuela del más rico humanismo»(GS 52,1). Aquí se aprende la paciencia y el gozodel trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso,incluso reiterado, el valor de la paz y el esfuerzopersonal que ha de hacerse por conseguirla, ysobre todo el culto divino por medio de la oracióny la ofrenda de la propia vida, (Cf. Catecismo dela Iglesia Católica, n. 1657).

En los evangelios, más precisamente en lasparábolas dedicadas a la misericordia, Jesús re-vela la naturaleza de Dios como la de un Padreque jamás se da por vencido hasta tanto no hayadisuelto el pecado y superado el rechazo con lacompasión y la misericordia. Conocemos estasparábolas; tres en particular: la de la oveja perdi-da y de la moneda extraviada, y la del padre y losdos hijos (cfr Lc 15, 1-32). En estas parábolas,Dios es presentado siempre lleno de alegría, so-bre todo cuando perdona. En ellas encontramos elnúcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque lamisericordia se muestra como la fuerza que todovence, que llena de amor el corazón y que consue-la con el perdón (Cf. Misericordiae Vultus, n. 9).

«Jesús iba creciendo en sabiduría, en estaturay en gracia, delante de Dios y de los hombres».

«La familia atraviesa una crisis cultural pro-funda, como todas las comunidades y vínculos

sociales. En el caso de la familia, la fragilidad delos vínculos se vuelve especialmente grave por-que se trata de la célula básica de la sociedad, ellugar donde se aprende a convivir en la diferenciay a pertenecer a otros, y donde los padres transmi-ten la fe a sus hijos», (Evangelii gaudium, n. 66).

La familia es la mejor colaboradora en laconstrucción del mundo, al ser su colaboraciónoriginal y profunda, haciendo posible una vidaverdaderamente humana al custodiar y transmitirlas virtudes y los valores sociales mejor quenadie.

De entre los espacios con que cuenta la socie-dad para el desarrollo integral del ser humano,(escuelas, etc.), ninguno de ellos realiza plena-mente al ser humano, y menos en su tierna edad,como la familia. Ningún espacio humano como lafamilia, naturalmente ofrece las mejores relacio-nes humanas, que luego servirán de base y funda-mento para todo otro tipo de relaciones fuera decasa. Nadie aprende a amar, mejor que en lafamilia. Nadie hace suyos los valores trascenden-tes del ser humano como en la familia, mediantela enseñanza viva, la experiencia profunda conque los padres inculcan, esos valores, a sus hijos,y los refuerzan los hermanos. Realmente somos yhacemos lo que aprendimos, desde niños, en lafamilia, para bien o para mal.

La familia ha de ser también una escuela quepromueva en sus miembros a cumplir su funciónsocial y política; a servir a la sociedad y a exigirque la sociedad esté al servicio de ella; a colabo-rar para que haya un nuevo orden internacional.El nuevo mandamiento del amor debe iniciar enla familia para luego descubrir a Cristo en cadahermano, especialmente en el más pobre, en elque sufre, en el desamparado.

Todas aquellas acciones o estructuras que aten-ten contra la vida de la familia o se opongan a unnatural y transparente desarrollo de ésta, estánafectando el crecimiento de una sociedad que seacapaz de crecer en armonía y de reconocer susdebilidades para curarse. Si no se permite a lasfamilias vivir en paz, sus miembros no percibiráneste don como valioso y, por ello, sus acciones ysu estilo de vida no se enfocará en primer lugar

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hacia su búsqueda, sino que se dejará llevar por elmaterialismo y la crueldad del individualismo.Lo mismo se puede decir de la justicia o de lasolidaridad.

Mediante la vivencia de los valores, las buenascostumbres, la dinámica de relaciones construc-tivas y satisfactorias entre los miembros, el apren-dizaje, casi siempre más empírico que académi-co, a partir de situaciones de frustración y dificul-tad, aunado al testimonio de esfuerzo y sacrificiopropuesto por los padres más la experiencia de feviva y comunitaria, en las familias es dondemejor se pueden forjar los rasgos de humanismoy solidaridad, de paz y justicia que la sociedadactual reclama.

Es por ello que en nuestra diócesis queremosseguir afirmando que la familia, en relación conDios, es forjadora de paz en su interior, en laIglesia y en la sociedad.

ACTUAR:

Basados en las Lineamenta del Sínodo de losObispos sobre La Vocación y la Misión de laFamilia en el mundo contemporáneo, podríamostener un diálogo acerca de los siguientes desafíos:¿De qué forma podremos anunciar el Evangelio de la

familia hoy, en los varios contextos?¿Cómo acompañar pastoralmente a los novios que se

preparan al matrimonio o a los esposos en susprimeros años de vida matrimonial?

¿Qué acciones se orientarán al cuidado pastoral dequienes viven en el matrimonio civil o en conviven-cia, o a las familias heridas (separados, divor-ciados, vueltos a casar, etc.)?

¿Cuál será el aporte sobre el desafío de la educacióny el papel de la familia en la evangelización?

¿En qué manera se promoverá la cultura de la pazy la justicia en las familias?

FICHA 6: DE ASIMILACIÓNpersonal y para trabajar en mesas redondas:

TEMA: Vocación y misión de la familia a la luz del evangelio en el tiempo actual

Ideas Fuerza Propuestas Pastorales

1.

2.

3.

N. B. Se puede profundizar el contenido de este tema teniendo en cuenta los Boletines de Pastoral nn. 267 y 404


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Objetivos:

Despertar la conciencia de trabajar porla justicia y la paz que viene de Dios,para ser más humanos y fraternos y lu-char como creyentes por construir lacivilización del amor.

INTRODUCCIÓNEl papel de la Iglesia en la construcción de la

paz, en cuando sacramento de unidad y de salva-ción para todo el género humano, habla deconcientización, de reflexión a la luz del Evange-lio, de conversión, de diálogo, de colaboraciónfraterna, de reconciliación, de diálogo, de servicio,y sobre todo de oración. Porque las causas profun-das del problema radican en el alejamiento delproyecto de Dios sobre el hombre y la humanidad,y en las decisiones pecaminosas del hombre.

VER:

Muchas personas, familias y comunidades denuestra Diócesis se han visto afectadas por lainseguridad y la violencia, con balaceras, extor-siones, secuestros, desapariciones y asesinatos.El entorno actual, los conflictos sociales, el cri-men organizado, la corrupción, la transparencia yrendición de cuentas, el narcotráfico, la circula-ción de armas, son factores que han ido marginan-do a la sociedad y generan un estado de incerti-dumbre, rencor e intranquilidad. Los escenariosno son fáciles, estamos rodeados de situacionesque provocan miedos y temores, resultando unasociedad enojada, descontenta y enemistada, an-siosa de venganza, que condena chivos expiatoriossin la certeza de ser los agresores.

La crisis social y política nos tiene en suspensoe incertidumbre, temor de que agrave la situa-

ción, sin encontrar salidas aceptables y satisfac-torias para la sociedad y para todos los actoresinvolucrados, tanto en su génesis como en labúsqueda de una salida adecuada e integral. Na-die está exento de verse afectado por este mal. Lasdiversas formas de violencia no respetan condi-ción alguna. Se anidan si las comunidades notoman conciencia de su gravedad, ni se organizany participan por transformar de fondo esta reali-dad. Urge seguir buscando una solución a losconflictos que están manifestándose en el país,pues todos tenemos una responsabilidad, aunqueen distintos niveles y grados.

La profunda descomposición social que vivi-mos, demanda de los ciudadanos, en primer lugaruna toma de conciencia. La indiferencia, la des-organización, la apatía, el miedo, el silencio, ennada abonan a la reconstrucción del tejido y laarmonía social. Conscientes de la severa crisisque vivimos, es necesario participar, de diversasformas, con imaginación y creatividad, de formaorganizada, en sus iniciativas, articulados por unobjetivo común.

En el Documento «Que en Cristo, nuestra paz,México tenga vida digna» los Obispos señalantres factores de riesgo que están propiciando eldeterioro de la vida social:

«En primer lugar vivimos una crisis de legali-dad. No hemos sabido dar su importancia a lasleyes en el ordenamiento de la convivencia social.Se ha extendido la actitud de considerar la ley nocomo norma para cumplirse sino para negociarse.Se exige respeto de los propios derechos, pero seignoran los propios deberes y los derechos de losdemás. No tenemos, como pueblo, respeto de lasleyes, del tipo que sean, ni interés por el funciona-miento correcto y transparente de las institucio-nes económicas y políticas. Su signo más elo-

«LA PAZ, FRUTO DEL ESPÍRITU SANTOY TAREA NUESTRA»

TEMA:

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cuente es la corrupción generalizada que se viveen todos los ámbitos.

«En segundo lugar se ha debilitado el tejidosocial… La fragmentación social, la frágilcohesión social, el individualismo y la apatíahan introducido en distintos ambientes de laconvivencia social la ausencia de normas quetolera que cualquier persona haga lo que levenga en gana, con la certeza de que nadie diránada».

«En tercer lugar, vivimos una crisis de mora-lidad. Cuando se debilita o se relativiza la expe-riencia religiosa de un pueblo se debilita sucultura y entran en crisis las instituciones de lasociedad con sus consecuencias en lafundamentación, vivencia y educación en los va-lores morales. Siendo un pueblo profundamentereligioso (en sus raíces y en sus orígenes comonación) y cristiano, se han debilitado las grandesexigencias de la moral cristiana: desde el impe-rativo primordial «no matarás» hasta el consejoevangélico que nos llama al amor extremo de darla vida por los demás. Cuando la falta de respetoa la integridad de las personas, la mentira y lacorrupción campean, no podemos menos quepensar que hay una crisis de moralidad» (nn.103-105).

Todas estas situaciones, magnificadas por in-tereses comerciales de algunos medios de comu-nicación, y una crítica amarga sin compromisos,pueden llevar a un desaliento fatalista, pensandoque estamos destinados a ser un pueblo dividido,de corruptos y violentos. El cristiano no ignoralos aspectos negativos: los reconoce como unadimensión contraria al proyecto amoroso de Diossobre la vida y sobre la historia. «Me han arran-cado la paz, y ni me acuerdo de la dicha... Perohay algo que traigo a la memoria y me da espe-ranza; que la misericordia del Señor no terminay no se acaba su compasión, antes bien, se renue-van cada mañana: ¡Qué grande es tufidelidad!» (Lm 3,17.21-23).

Esta situación preocupante es un llamado aunir esfuerzos; es tiempo de iniciar un procesosanador que nos permita perdonar y reconciliar-nos con el prójimo y con nosotros mismos, pues

sólo así podremos encontrar la anhelada paz. Nose trata de dejar pasar u olvidar, sino de iniciar uncamino de perdón y reconciliación, de análisis yparticipación, buscando las herramientas necesa-rias para lograr la convivencia pacífica entre losindividuos y reconstruir el tejido social desde lafamilia y la comunidad.

El acompañamiento integral por parte de lasinstituciones y organismos es fundamental paraeste propósito. La Iglesia emprende accionescomo Centros de Escucha, apoyo y acompaña-miento a las víctimas de violencia, promoción dediferentes procesos de paz, iniciativas de recon-ciliación donde los que han resultado afectadostengan la posibilidad de reinsertarse en el procesosocial a través de relaciones libres de violencia yrencor. Es un renacer donde, teniendo siemprepresente el pasado, se pueda construir nuevoscimientos para lograr el perdón legítimo y conello, alcanzar la paz que todos anhelamos.

Leamos nuestro V PDP nn. 126-130.¿Qué situaciones se dan en la comunidad?¿Qué acciones hemos realizado para reconstruir el

ambiente de paz?

PENSAR:

Lectura: Gn 4,1-16.Según el relato de los orígenes, todos los

hombres proceden de unos padres comunes: Adány Eva, pareja creada por Dios a su imagen ysemejanza (Gn 1,26), de los cuales nacen Caín yAbel. En la historia de la primera familia leemosla génesis de la sociedad, la evolución de lasrelaciones entre las personas y los pueblos. Abeles pastor, Caín es labrador. Su identidad y voca-ción es ser hermanos, en la diversidad de suactividad y cultura, de su modo de relacionarsecon Dios y con la creación. Pero el asesinato deAbel por parte de Caín deja constancia trágica delrechazo radical de esa vocación a la hermandad.Evidencia la dificultad de la tarea a que estamosllamados: vivir unidos, preocupándonos unos deotros. Caín, al no aceptar la predilección de Diospor Abel, que le ofrecía lo mejor de su rebaño –«elSeñor se fijó en Abel y en su ofrenda, pero no se


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fijó en Caín ni en su ofrenda» (Gn 4, 4-5)–, mataa Abel por envidia. Se niega a reconocerlo comohermano, a relacionarse bien con él, a vivir anteDios asumiendo sus responsabilidades de cuidary proteger al otro. A la pregunta «¿Dónde está tuhermano?», con que Dios le interpela pidiéndolecuentas por lo que ha hecho, responde: «¿Acasosoy yo el guardián de mi hermano?» (Gn 4,9). Y«salió de la presencia del Señor» (4,16).

Hemos de preguntarnos por los motivos pro-fundos que llevaron a Caín a dejar de lado elvínculo de fraternidad, reciprocidad y comuniónque lo unía a su hermano Abel. Dios mismo leadvierte: «El pecado acecha a la puerta» (Gn4,7). No obstante, Caín no lucha contra el mal ydecide alzar la mano «contra su hermano Abel»(Gn 4,8), rechazando el proyecto de Dios. Frus-tra su vocación originaria de hijo de Dios y defraternidad.

Este relato nos enseña que la humanidad llevainscrita en sí la vocación a la fraternidad, perotambién la dramática posibilidad de traicionarla.Da testimonio de ello el egoísmo cotidiano, queestá en el fondo de tantas guerras e injusticias:muchos hombres y mujeres mueren a manos dehermanos y hermanas que no saben reconocersecomo tales, es decir, como seres hechos para lareciprocidad, para la comunión y para el don.¿Podremos corresponder alguna vez plenamenteal anhelo de fraternidad que Dios Padre imprimióen nosotros? ¿Conseguiremos, sólo con nuestrasfuerzas, vencer la indiferencia, el egoísmo y elodio, y aceptar las legítimas diferencias que ca-racterizan a los hermanos y hermanas?

Dice el Concilio Vaticano II: «La paz no es lamera ausencia de la guerra, ni se reduce al soloequilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge deuna hegemonía despótica, sino que con toda exac-titud y propiedad se llama obra de la justicia (Is32,7). Es el fruto del orden plantado en la socie-dad humana por su divino Fundador, y que loshombres, sedientos siempre de una más perfectajusticia, han de llevar a cabo. El bien común delgénero humano se rige primariamente por la leyeterna, pero en sus exigencias concretas, duranteel transcurso del tiempo, está cometido a conti-

nuos cambios; por eso la paz jamás es una cosadel todo hecha, sino un perpetuo quehacer. Dadala fragilidad de la voluntad humana, herida por elpecado, el cuidado por la paz reclama de cada unoconstante dominio de sí mismo y vigilancia porparte de la autoridad legítima.

«Esto, sin embargo, no basta. Esta paz en latierra no se puede lograr si no se asegura el biende las personas y la comunicación espontáneaentre los hombres de sus riquezas de orden inte-lectual y espiritual. Es absolutamente necesarioel firme propósito de respetar a los demás hom-bres y pueblos, así como su dignidad, y el apasio-nado ejercicio de la fraternidad en orden a cons-truir la paz. Así, la paz es también fruto del amor,el cual sobrepasa todo lo que la justicia puederealizar.

«La paz sobre la tierra, nacida del amor alprójimo, es imagen y efecto de la paz de Cristo,que procede de Dios Padre. En efecto, el propioHijo encarnado, Príncipe de la paz, ha reconcilia-do con Dios a todos los hombres por medio de suCruz, y, reconstituyendo en un solo pueblo y enun solo cuerpo la unidad del género humano, hadado muerte al odio en su propia carne y, despuésdel triunfo de su Resurrección, ha infundido elEspíritu de amor en el corazón de los hombres.Por lo cual, se llama insistentemente la atenciónde todos los cristianos para que, viviendo consinceridad en la caridad (Ef 4,15), se unan con loshombres realmente pacíficos para implorar yestablecer la paz» (GS 78).

El hombre es un ser relacional. La concienciade este carácter nos lleva a ver y tratar a cadapersona como hermano; o es imposible construiruna sociedad justa, una paz estable y duradera. Lafraternidad se empieza a aprender en el seno de lafamilia, gracias a las responsabilidades comple-mentarias de cada uno de sus miembros. Lafamilia es la fuente de toda fraternidad, y elfundamento y camino primordial para la paz,pues, por vocación, debe contagiar al mundo consu amor.

Los cristianos creemos que en la Iglesia somosmiembros los unos de los otros, que todos nosnecesitamos unos a otros, porque a cada uno de

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nosotros se nos ha dado una gracia según lamedida del don de Cristo, para la utilidad común(cf. Ef 4,7.25; 1 Co 12,7). Cristo ha venido almundo para traernos la gracia divina, es decir, laposibilidad de participar en su vida. Esto llevaconsigo tejer un entramado de relaciones fraternas,basadas en la reciprocidad, en el perdón, en el dontotal de sí, según la amplitud y la profundidad delamor de Dios, ofreci-do a la humanidad porAquel que, crucifica-do y resucitado, atraea todos a sí: «Les doyun mandamiento nue-vo: que se amen unosa otros; como yo leshe amado, ámensetambién entre ustedes.La señal por la queconocerán todos queson discípulos míosserá que se aman unosa otros» (Jn 13,34-35).Ésta es la buena noti-cia que reclama de cada uno de nosotros un pasoadelante, un ejercicio perenne de empatía, deescucha del sufrimiento y de la esperanza delotro, también del más alejado de mí, poniéndonosen marcha por el camino exigente de aquel amorque se entrega y se gasta gratuitamente por el biende cada hermano y hermana.

Jesús nos recuerda que hay un solo Padre, «ytodos ustedes son hermanos» (cf. Mt 23,8-9). Lafraternidad está enraizada en la paternidad deDios. No es una paternidad genérica,indiferenciada e históricamente ineficaz, sino unamor personal, puntual y muy concreto por cadaser humano (cf. Mt 6,25-30). Genera fraternidad,porque el amor de Dios, cuando es acogido, seconvierte en el agente más asombroso de trans-formación de la existencia y de las relaciones conlos otros, abriendo a la solidaridad y reciprocidad.

La fraternidad humana ha sido regenerada eny por Jesucristo con su Muerte y Resurrección. LaCruz es el «lugar» definitivo donde se funda lafraternidad que somos incapaces de generar por

nosotros mismos. Él asumió la naturaleza huma-na para redimirla, amando al Padre hasta la Muer-te, y una muerte de Cruz (Flp 2,8), mediante suResurrección nos constituye en humanidad nue-va, en total comunión con la voluntad de Dios,con su proyecto, que comprende la plena realiza-ción de la vocación a la fraternidad.

Jesús asume desde el principio el proyecto deDios, sobre todas lascosas. Con su abando-no a la muerte por amoral Padre, se convierteen principio nuevo ydefinitivo para todosnosotros, llamados areconocernos herma-nos en Él, hijos delmismo Padre. Él es laAlianza, el lugar per-sonal de la reconcilia-ción del hombre conDios y de los herma-nos entre sí. En la Cruzqueda superada la se-

paración entre pueblos, entre el pueblo de laAlianza y el de los Gentiles, privado de esperan-za por ser ajeno a la Promesa. Él es la paz, porquede los dos pueblos ha hecho uno solo, derribandoel muro de separación que los dividía, la enemis-tad. Él ha creado en sí mismo un solo pueblo, unsolo hombre nuevo, una sola humanidad (cf. Ef2,14-16).

Quien acepta a Cristo reconoce a Dios comoPadre, se entrega a Él, y siente el llamado a viviruna fraternidad abierta a todos. En Cristo, el otroes aceptado y amado como hijo de Dios, herma-no o hermana, no como un extraño, y menoscomo un contrincante o enemigo. En la familiade Dios, donde todos son hijos de un mismoPadre, y todos están injertados en Cristo, hijosen el Hijo, no hay «vidas descartables». Todosgozan de igual e intangible dignidad. Todos sonamados por Dios, rescatados por la Sangre deCristo, muerto en cruz y resucitado por cadauno. No podemos quedar indiferentes ante lasuerte de los hermanos.


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La paz –afirma Juan Pablo II– es un bienindivisible. O es de todos o no es de nadie. Sólo esposible alcanzarla realmente y gozar de ella,como mejor calidad de vida y como desarrollomás humano y sostenible, si se asume en lapráctica, por parte de todos, una «determinaciónfirme y perseverante de empeñarse por el biencomún» (SRS 38). Lo cual implica no dejarsellevar por el «afán de ganancia» o por la «sed depoder». Es necesario estar dispuestos a «‘perder-se’ por el otro en lugar de explotarlo, y a ‘servirlo’en lugar de oprimirlo para el propio provecho. El‘otro’ –persona, pueblo o nación– no [puede serconsiderado] como un instrumento cualquierapara explotar a bajo coste su capacidad de trabajoy resistencia física, abandonándolo cuando ya nosirve, sino como un ‘semejante’ nuestro, una‘ayuda’» (SRS 38-39).

La solidaridad cristiana entraña que el próji-mo sea amado no sólo como «un ser humano consus derechos y su igualdad fundamental con to-dos», sino como «la imagen viva de Dios Padre,rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajola acción permanente del Espíritu Santo» (SRS40), como un hermano. «Entonces la concienciade la paternidad común de Dios, de la hermandadde todos los hombres en Cristo, ‘hijos en el Hijo’,de la presencia y acción vivificadora del EspírituSanto, conferirá –recuerda Juan Pablo II– a nues-tra mirada sobre el mundo un nuevo criterio parainterpretarlo» (SRS 40), para transformarlo. Lasjustas ambiciones de una persona, sobre todojoven, no se pueden frustrar y ultrajar, defraudan-do la esperanza de realizarlas. Debemos competiren la estima mutua (cf. Rm 12,10). En las dispu-tas, aspecto ineludible de la vida, recordemos quesomos hermanos y que el prójimo no es un enemi-go o un adversario a eliminar.

La fraternidad genera paz social, porque creaun equilibrio entre libertad y justicia, entre res-ponsabilidad personal y solidaridad, entre elbien de los individuos y el bien común. Losciudadanos deben sentirse representados por lospoderes públicos sin menoscabo de su libertad.A menudo, entre ciudadano e instituciones, seinfiltran intereses de parte que deforman su

relación, propiciando la creación de un clima deconflicto.

Un espíritu de fraternidad vence el egoísmoindividual que impide que las personas puedanvivir en libertad y armonía entre sí. El egoísmosocial se desarrolla en: las múltiples formas decorrupción; las organizaciones criminales que,minando la legalidad y la justicia, hieren el cora-zón de la dignidad de la persona, ofenden grave-mente a Dios, perjudican a los hermanos y dañana la creación; el drama lacerante de la droga conque lucran despreciando las leyes morales y civi-les; la devastación de los recursos naturales y lacontaminación; la tragedia de la explotación la-boral; el lavado ilícito de dinero y la especulaciónfinanciera, demoledora de enteros sistemas eco-nómicos y sociales, exponiendo a la pobreza amillones de hombres y mujeres; la prostituciónque cada día cosecha víctimas inocentes, sobretodo jóvenes, robándoles el futuro; la trata deseres humanos; abusos contra menores; esclavi-tud; las condiciones inhumanas de cárceles don-de el recluso queda reducido a un estadoinfrahumano y humillado en su dignidad humana,impedido de cualquier voluntad de redención; latragedia de los migrantes con que se especula enla ilegalidad. Dios no quiere la muerte del peca-dor, sino que se convierta y viva (Ez 18,23).

Leamos nuestro V PDP nn. 5 y 9. Puede verseEG 217-258

ACTUAR:

Esta situación nos llama a trabajar por la fra-ternidad, la justicia, la reconciliación y la pazdesde la célula fundamental de la sociedad que esla familia. Fuimos creados para convivir, com-partir y ayudarnos mutuamente: «En eso conoce-rán que son mis discípulos» (Jn 13,35). Dar testimonio de convivencia armónica supone elrespeto a la vida y a la dignidad del prójimo, lapreocupación por sus necesidades, el perdón y lareconciliación para buscar juntos el bien paratodos. La globalización de la indiferencia nos hallevado a no preocuparnos por las personas queconviven con nosotros, por ello debemos estar

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atentos y revisar nuestro lenguaje y actitudes paraque sean positivas y en favor de una mejor convi-vencia social.

Nuestras parroquias deben tomar un papelfundamental para reconstruir el tejido social eimpulsar acciones de paz. Construir comunida-des seguras requiere la participación de todos. Esnecesario crear una gran red de colaboraciónentre gobierno, sociedad civil, iniciativa privada,Iglesias, organizaciones comunitarias, que desdeuna estrategia integral y desde un enfoque desalud pública implementen estrategias y accionesque reviertan la situación actual y permitan pre-venir y construir en el futuro comunidades segu-ras. Sólo unidos y en colaboración de todas lasformas posibles podremos transformar nuestroentorno y lograr una paz estable y duradera.

La construcción sistemática de la paz no bas-tan acciones aisladas sin una modalidad de trans-formación de conflictos. Comprender el conflic-to, su espacio temporal, la relación entre genera-ciones, y forjar soluciones a las raíces históricasprofundas a nivel personal, social, económico ypolítico que provocan violencia, en todas lasfases de los conflictos prolongados: pre-violen-cia, violencia y post-violencia.

Más que nuevas actividades o compromisos,se trata de implementar el enfoque de Paz de unamanera transversal en todas acciones pastorales.

Los cinco ejes de la campaña# Por 1MÉXICOenPaz son:

1. Orar permanentemente por la paz, com-prometiéndonos a construirla en nuestros am-bientes familiares y comunitarios. Orar en loslugares ordinarios, y en otros espacios y fechasespeciales para fortalecernos con la oración.Hacer oración personal y familiar cada día porestas intenciones. Recordar la importancia delayuno y la penitencia, ofrecer algún sacrificio. Ladevoción del Rosario sea una expresiónesperanzadora para la paz en cada familia ycomunidad. Colocar una frase bíblica, por ejem-plo: «Guía nuestros pasos por el camino de laPaz». «La paz les dejo, mi paz les doy», «Feliceslos que trabajan por la paz». En algún espacio

público, con el debido permiso, realizar un actopara pedir la paz.

2. Atender a las víctimas de las diversasformas de violencia, brindándoles cercanía, so-lidaridad y escucha para ayudarlas a emprender elcamino de restauración, reconciliación y perdón.Multiplicar las formas de acercarnos y atender alas víctimas. Los grupos de duelo, de pérdida, detanatología, y la Clínica de Salud integral, sonfactores de ayuda. Acompañar es hacerse compa-ñero de camino, al estilo de Jesús, con un conjuntode acciones, como individuos y como institución,a fin de estar cerca de las víctimas, compartiendocon ellas la vida, caminando a su lado. Exige salir,involucrarse y observar la realidad, para respon-der a las necesidades reales y sentidas por lagente. La reconciliación tiene los siguientes com-ponentes: 1) Exige la verdad: la verdad de loshechos, reconocer la afectación personal o física yconciencia de los derechos violados, a fin deasumir la responsabilidad personal y comunita-ria. 2) Exige la justicia: la responsabilidad de losimplicados, promover que las víctimas sean aten-didas y acompañadas por la autoridad y la socie-dad civil, la reeducación y la reinserción delvictimario; la justicia acredita el orden moral yevita nuevos brotes de inseguridad y violencia. 3)Presupone el perdón: perdonar o pedir perdón noslibera de muchos sentimientos perversos que, sino sanan, se convierten en sentimientos violen-tos; perdonar o pedir perdón nos reconcilia connosotros mismos y nos capacita para la aperturay la aceptación del otro; y nos asemeja a Dios quesiempre nos ama y perdona.

3. Facilitar el diálogo social y la participa-ción ciudadana, promoviendo encuentros y acuer-dos entre diferentes actores sociales y la colabo-ración entre los ciudadanos a fin de lograr unacolaboración que impulse las transformacionesnecesarias en la sociedad, los gobiernos y en elconjunto del Estado. Favorecer el diálogo entrelas autoridades y los grupos, organizaciones ymovimientos en conflicto. Estar presentes en losdiferentes ambientes de la sociedad paraimplementar distintas formas de diálogo y capa-citación en relación al diálogo social.


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4. Promoción de la juventud, acercándonosparticularmente a quienes se encuentran en situa-ción de vulnerabilidad, para acompañarles en suformación y ayudarles en su proceso de realiza-ción personal, laboral y social. Impulsar desde lapastoral juvenil y otras instituciones que atiendena los jóvenes centros juveniles con enfoque depaz. Son orientadores y dignos de apoyo losesfuerzos «La Escuela Constructora de Paz, Li-bre de Violencia» que algunos centros educativosestán impulsando. Promover espacios y apoyaractividades de pasatiempo sano: deporte, danza,grupos de música, teatro, convivencia, kermesse,películas que ofrezcan valores o de contenidobíblico. Impulsa un mejor futuro social invertir enestas acciones que en la construcción de cárcelespara delincuentes y multiplicar policías. Los jó-venes pueden ser pioneros y colaborar con entu-siasmo en estas acciones de pasatiempo sano yfamiliar sin necesidad de unirlas a bebidasembriagantes.

5. Difusión de estos esfuerzos, a fin deposicionar el tema de construcción de paz ygenerar un ambiente propicio para la paz en losmedios de comunicación, redes sociales, en lasparroquias, grupos y comunidades, así como en eldiálogo interpersonal, de boca en boca. Encausartodas las iniciativas que surjan en los ConsejosPastorales y demás Grupos, Asociaciones y Mo-vimientos que vayan encaminadas a motivar laconstrucción de la paz: carteles, mantas, oracio-nes impresas, trípticos, folletos, marchas de ora-ción por la paz, etc.

6. Esta tarea empieza en la familia. Cual-quier deterioro en ella trae consecuencias en susmiembros y en la sociedad. Revisar situacionesde la vida familiar que piden desarrollar la res-ponsabilidad, el diálogo, el respeto, la verdad,las manifestaciones sencillas de afecto y de colaboración en vistas a crecer al interior de lafamilia en el perdón, en la unidad, en la convi-vencia armoniosa y en el amor. Enseñar a losniños y jóvenes a compartir la vida de familiapromoviendo y favoreciendo la convivencia eintegración familiar; ayudarles a entender elsignificado de compartir con los que más nece-sitan, ofreciendo algo de lo propio a una familia.

Fomentar convivencias familiares y el deporteentre los miembros de la familia. Es fundamen-tal hacer de la formación en valores un ejerciciocotidiano. Una vez por semana, realizar un en-cuentro entre papás e hijos para dialogar sobresus necesidades y relaciones en vistas a mejorarla comunicación, la unidad y el amor según lacapacidad y edad de cada uno. El Evangelio deldomingo puede ser comentado nuevamente enfamilia para motivar el diálogo sobre lo que lespide el Señor para promover la paz.

7. En la comunidad social: realizar accionessencillas y cotidianas: colaboración entre veci-nos para mantener limpia la calle, rescatar elespacio público como lugar de descanso y en-cuentro familiar; ayudar a rescatar espacios pú-blicos abandonados para que no sean basureros,lugares de vicio o focos de violencia. Esto educaa sentirse unidos, fortalece las relaciones, cultivael sentido de pertenencia y el aprecio por el biencomún. Promover el voluntariado. Sentirnos ani-mados a crear redes y espacios de concientización.Desde la fe, no podemos quedar indiferentes antela emergencia de trabajar por la paz; es el futurode los niños, adolescentes y jóvenes; es la mejorherencia que podemos dejar los adultos. Cadacomunidad realice un sencillo análisis de la vio-lencia que se vive en ella y de los daños que hacausado; es importante detectar las causas y focosque alimentan la violencia en la familia y en lasociedad para buscar las soluciones con metasconcretas a nivel personal, familiar y social. Sinada hacemos, nuestro futuro y el futuro de sushijos será más violento y destructivo.- ¿Cómo construir la paz en cada ámbito de la

sociedad?

- ¿Cómo vivir en armonía?- ¿Cómo vivir la fraternidad?

Actividades para asimilación: Elaborar un «Credo de la Paz» Hacer una lista de «vicios» o situaciones con-

trarias a la paz y contraponer la lista corres-pondiente de virtudes o hábitos que fomentenla paz y eliminen a las otras.Canto: «Hazme un instrumento de tu paz».

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FICHA 7: TEMA LA PAZ FRUTO DEL ESPÍRITU Y TAREA NUESTRAPersonal y para trabajar en mesas redondas:

TEMA: Vocación y misión de la familia a la luz del evangelio en el tiempo actual


1.

2.

3.

TRABAJO EN GRUPOS: LÍNEAS DE ACCIÓNComparten lo que escribieron en la ficha de asimilación de los temas, y ven su relación con el desafío

que les señalen.Llenan la primera columna de la ficha: Preven los posibles escenarios de futuro. El pasado se

recuerda; en el presente se actúa, y el futuro pertenece a la imaginación, la voluntad y la creatividad. Hayque visualizar los posibles estados futuros y dibujar los escenarios alternativos plausibles. Responde ala pregunta: ¿Qué pasaría si…? Se pueden representar de esta forma, describiendo en cada una los rasgosque se preven:Escenario 1: La peor situación que puede acontecer. «Camarón que se duerme se lo lleva la corriente».Escenario 2: La organización incentiva pero la gente se muestra reacia. «Mucho ruido y pocas nueces».Escenario 3: Situación ideal en que se reduce la brecha entre estructura y pueblo y aumenta la apropiación

del proyecto como útil para todos. «A donde fueres, hacer lo que vieres».Escenario 4: La gente es consciente de la necesidad de cambio pero no es prioridad para la organización.

«Del dicho al hecho hay mucho trecho».Enseguida, van sacando las líneas de acción y en consenso las van escribiendo en la segunda columna:

Líneas de acción para construir el futuro. Responde a la pregunta ¿Cómo trazar el camino para alcanzarel escenario elegido: conciliar los intereses de los actores, solucionar sus diferencias y conflictos,afrontar los retos del ambiente, resolver los desafíos internos, lograr los cambios que evolucionen elsistema hacia la situación deseada? Se inspiran en las propuestas pastorales.


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FICHA 8: DISCERNIENDO LAS LINEAS DE ACCIÓN

DESAFIO:____________________________________________________

ESCENARIOS DE FUTURO LINEAS DE ACCIÓN

1.

2.

3.

TRABAJO EN GRUPOS: LÍNEAS DE ACCIÓNComparten lo que escribieron en la ficha de asimilación de los temas, y ven su relación con el desafío

que les señalen.Llenan la primera columna de la ficha: Preven los posibles escenarios de futuro. El pasado se

recuerda; en el presente se actúa, y el futuro pertenece a la imaginación, la voluntad y la creatividad. Hayque visualizar los posibles estados futuros y dibujar los escenarios alternativos plausibles. Responde ala pregunta: ¿Qué pasaría si…? Se pueden representar de esta forma, describiendo en cada una los rasgosque se preven:Escenario 1: La peor situación que puede acontecer. «Camarón que se duerme se lo lleva la corriente».Escenario 2: La organización incentiva pero la gente se muestra reacia. «Mucho ruido y pocas nueces».Escenario 3: Situación ideal en que se reduce la brecha entre estructura y pueblo y aumenta la apropiación

del proyecto como útil para todos. «A donde fueres, hacer lo que vieres».Escenario 4: La gente es consciente de la necesidad de cambio pero no es prioridad para la organización.

«Del dicho al hecho hay mucho trecho».Enseguida, van sacando las líneas de acción y en consenso las van escribiendo en la segunda columna:

Líneas de acción para construir el futuro. Responde a la pregunta ¿Cómo trazar el camino para alcanzarel escenario elegido: conciliar los intereses de los actores, solucionar sus diferencias y conflictos,afrontar los retos del ambiente, resolver los desafíos internos, lograr los cambios que evolucionen elsistema hacia la situación deseada? Se inspiran en las propuestas pastorales.

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FICHA 9: PARA LAS LÍNEAS DE ACCION (decanales)

Decanato: __________________________________________________

Tema: _________________________________________________________________

Urgencias Respuesta que exige Líneas de acción

1.- 1.1 1.1

2.1 1.2

3.1 1.3

2.- 2.1 2.1

2.2 2.2

3.3 2.3

3.- 3.1 3.1

3.2 3.2

3.3 3.3


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FICHA 10: LÍNEAS DE ACCION (Propuestas a las comisiones)

Decanato: __________________________________________________

Tema: _________________________________________________________________

Comisión Urgencias Líneas de acción

1.- 1. 1.1

2. 1.2

3. 1.3

2.- 2. 2.1

2. 2.2

3. 2.3

3.- 3. 3.1

3. 3.2

3. 3.3

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FICHA 11: EVALUACIÓN DE LA ASAMBLEA DECANAL

Concepto Logros Deficiencias Propuestas

1.- Logros del objetivoy metas intermedias.

2.- Distribución del tiempo.

3.- Relación entre losmiembros de las comu-nidades y comisiones.

4.- Participación activaa la coordinaciónde las actividades.

5.- Servicios e instalacio-nes de trabajo.

6.- Espiritualidad pastoralde los agentes.

7.- Sugerencias.


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ORACIÓN

Guía: Dios escucha siempre la oración de cuan-tos lo invocan en sus necesidades. Es precisovalorar a la familia como un don de Dios ycomprometernos para que logren responder alproyecto de Dios. Con humildad acudamos aÉl para suplicar portodas las familias ysus necesidades.

Todos: Atiende, Señor,a nuestras súplicas, yenséñanos a vivir enel amor para ser cons-tructores de una pazauténtica.

Guía: Oremos por la Iglesia santa de Dios, paraque siempre se manifieste como familia deDios y consolide su pastoral familiar.

Todos: El Señor colme de gracia a su Esposa laIglesia: que cada bautizado crezca en santidad,los obispos y sacerdotes sean signo sacramentaldel Buen Pastor, y los consagrados difundan elbuen perfume de Cristo.

Guía: Oremos por los servidores públicos y porlas instituciones que atienden a las familias,para que perseveren rectamente en esta sacri-ficada e importante misión.

Todos: El Señor los ilumine con su Espíritu, paraque cada persona pueda vivir en condicionesdignas, cada familia pueda gozar la serenidadde trabajo estable y vivienda segura, y lospobres, los débiles y los que sufren recibanayuda con esperanza.

Guía: Oremos por cuantos sufren persecución acausa de su fe, los cristianos que son ofendi-dos, encarcelados y maltratados por defenderlos principios doctrinales y morales del cristia-nismo.

Todos: El Señor infunda su Espíritu de fortalezay humildad en ellos, para que encuentren con-suelo, y los perseguidores y violentos se con-viertan, y así todos los pueblos puedan gozarde una auténtica libertad religiosa. Roguemosal Señor.

Guía: Oremos por todas las familias, especial-mente las disfuncionales, recompuestas, des-unidas, que viven rupturas, vicios y violencia,para que descubran caminos de solución y lafuerza del perdón y el amor.

Todos: El Señor acreciente en todos la capacidadde amar, los esposos vivan con gozo la dona-

ción recíproca de sí mismos,los hijos crezcan en sabidu-ría y gracia, y los ancianosofrezcan un sereno y fiel tes-timonio del Evangelio.Guía: Oremos por las voca-ciones al sacerdocio, a la vidaconsagrada y misionera, y alcompromiso laical.

Todos: El Señor mande obreros a su mies: losadolescentes aprendan el arte de ofrecerse a símismos, los jóvenes no tengan miedo de hacerelecciones radicales, los papás no impidan asus hijos pertenecer totalmente al Señor. Ro-guemos al Señor.

Guía: Oremos por los papás y las mamás, paraque comprendan y acompañen los proyectosde sus hijos, y por los hijos, para que aprecienla labor y entrega de sus padres, y colaborenamorosamente.

Todos: El Señor haga de toda la humanidad unaverdadera familia de hermanos, por interce-sión de la santa Familia de Nazaret, escuchenuestras oraciones, perdone todos los pecadosfamiliares, y nos ayude a compartir la vida ensolidaridad y compromiso.

Guía: Oremos por nuestras comunidades, paraque mediante el diálogo y la caridad mutuaofrezcan a todos la posibilidad de sentirsemiembros de una familia fraterna.

Todos: Padre bueno y providente, que nuestraplegaria atraviese las nubes y llegue hasta tupresencia, y de ti descienda sobre nosotros lalluvia fecunda de tu misericordia y de tu ben-dición. Por Jesucristo nuestro Señor.

NB. Si se quisiera un momento más fuerte de oración ante elSantísimo Sacramento a nivel decanal, podrían tomar elemen-tos de la oración que aparece al final de la II Fase parroquial.

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Programa:- Recepción, entrega de materiales.- Bienvenida y ambientación.- Oración: Nuevo rostro de Iglesia.- Tema: Parroquia, nuevo rostro del pluralismo

cultural. Ficha 12- Asumir las constantes y aportes de la Asamblea

Decanal.- Testimonios.- Tema: Espiritualidad o Mística pastoral. Fi-

cha 13- Trabajo en mesas redondas: Líneas de progra-

mación. Ficha 14- Delinear las Programaciones (27 junio - 20

julio)- Evaluación Ficha 15

UBICACIÓNEsta II Fase de nuestras IX Asambleas

decanales de pastoral tiene como meta hacer elaterrizaje de las líneas de acción encontradas,sobre todo acerca de la familia y de la paz, en elNivel parroquial

Dice el Documento de Santo Domingo: «Si laparroquia es la Iglesia que se encuentra entre lascasas de los hombres, ella vive y obra profunda-mente injertada en la sociedad humana, e íntima-mente solidaria con sus aspiraciones y dificulta-des. La parroquia tiene la misión de evangelizar,de celebrar la liturgia, de impulsar la promociónhumana, de adelantar la inculturación en la fe enlas familias, en las comunidades eclesiales debase, en los grupos y movimientos apostólicos, ya través de todos ellos a la sociedad. La parroquia,comunión orgánica y misionera, es así una red decomunidades» (SD 58).

«Toda la viva realidad de la Iglesia universalse vive y expresa en la Iglesia particular odiócesis, y se hace cercana a todos en la parro-quia, familia de Dios y escuela de comunión.Dice el Documento de Aparecida que son «célu-las vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado enel que la mayoría de los fieles tiene una expe-riencia concreta de Cristo y de la comunióneclesial. Están llamadas a ser escuela y casa decomunión… espacios de la iniciación cristiana,de la educación y celebración de la fe, abiertas ala diversidad de carismas, servicios y ministe-rios, organizadas de modo comunitario y res-ponsable, integradoras de movimientos de apos-tolado, abiertas a los proyectos pastorales ysupraparroquiales y a las realidades circundan-tes» (DA 170).

«La parroquia no es una estructura caduca;precisamente porque tiene una gran plastici-dad, puede tomar formas muy diversas querequieren la docilidad y la creatividad misione-ra del Pastor y de la comunidad. Aunque cier-tamente no es la única inst ituciónevangelizadora, si es capaz de reformarse yadaptarse continuamente, seguirá siendo «lamisma Iglesia que vive entre las casas de sushijos y de sus hijas» (ChL 26). Esto supone querealmente esté en contacto con los hogares ycon la vida del pueblo, y no se convierta en unaprolija estructura separada de la gente o en ungrupo de selectos que se miran a sí mismos. Laparroquia es presencia eclesial en el territorio,ámbito de la escucha de la Palabra, del creci-miento de la vida cristiana, del diálogo, delanuncio, de la caridad generosa, de la adora-ción y la celebración. A través de todas susactividades, la parroquia alienta y forma a susmiembros para que sean agentes deevangelización. Es comunidad de comunida-

Segunda Fase Parroquial

Asamblea entre el 20 y el 24 de julio:


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des, santuario donde los sedientos van a beberpara seguir caminando, y centro de constanteenvío misionero. Pero tenemos que reconocerque el llamado a la revisión y renovación de lasparroquias todavía no ha dado suficientes fru-tos en orden a que estén todavía más cerca de lagente, que sean ámbitos de viva comunión yparticipación, y se orienten completamente a lamisión» (EG 28).

ORACIÓN:Nuevo rostro de Iglesia

Canto: Caminaré en presencia del Señor.Guía: V PDP 181 y 135.(A dos coros): V PDP 136-151.Guía: Oremos como Jesús nos enseñó: Padre

nuestro…Canto: Caminaré en presencia del Señor.

«PARROQUIA, NUEVO ROSTROANTE EL PLURALISMO CULTURAL»

OBJETIVO:

Relacionar esta Asamblea con la ante-rior, para asegurar la continuidad en elseguimiento de nuestro V Plan diocesanode pastoral.

VEAMOS:

Leamos V PDP nn. 170,110-111,Lo que se presenta como una cultura global no es

más que la cultura dominante de ciertas partes delglobo a la que no todos tienen igual acceso. Por esohay «identidades de resistencia» (fundamen-talismos, nacionalismos, movimientos sociales).Cada cultura viviente es resultado de incontablesfertilizaciones, mestizajes y evoluciones. Aunquehay aspectos y valores más constantes y menoscambiantes y que constituyen el núcleo profundo detoda cultura.

Aunque una comunidad es un sistema cultural,no es una unidad armoniosa. Está llena de faccio-nes, luchas y conflictos basados en diferencias desexo, religión, acceso a la salud, etnia, clase, niveleducativo, ingresos, propiedad del capital, lengua,tenencias ideológicas, acceso a la información y alas decisiones, y otros muchos factores.

Una educación intercultural pone en contactoestas diversidades culturales aceptando al otro comouna realidad portadora de valores, pensamientos y

emociones y recordando que no hay pensamientoque no sienta y sentimiento que no piense lo suyo.Para fomentar la participación y el desarrollo co-munitario, hay que unir las facciones, estimular latolerancia y el espíritu de equipo y obtener decisio-nes consensuadas.

Construir la interculturalidad precisa afirmar lapropia cultura en su relación con las otras culturas.Establecer un proceso donde todas y todos puedanaportar. Cultivar la interacción entre todas las per-sonas diversas culturalmente e integrantes de lasociedad más que el culto a la identificación cerradade la cultura original como si fuera la única verda-dera y digna de ser vivida.

Es necesario educarnos y educar en una visiónpositiva de la diversidad cultural. No sea un obstá-culo para la vida en común, sino una fuente deenriquecimiento mutuo. Promover innovacionesque contribuyan al desarrollo de valores (paz, de-mocracia, respeto e igualdad, tolerancia, coopera-ción, solidaridad…). Fomentar iniciativas que alien-ten la cooperación entre las diversas culturas de lascomunidades locales. Promover el respeto de todosindependientemente de sus orígenes culturales; fa-cilitar su inserción social; fomentar actitudes soli-darias, tolerantes, democráticas y de respeto de losderechos humanos.

La Civilización del Amor es aquel conjunto decondiciones morales, civiles y económicas quepermiten a la vida humana una condición mejor de

TEMA:

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existencia, una racional plenitud, un feliz destinoeterno (dignidad, liberación y pleno desarrollo detoda persona y de toda la persona, cultura de la viday la solidaridad, verdad, justicia y libertadplenificadas por el amor).

Este proyecto de vida supone creer que el estilode vida inaugurado por Jesús y proclamado en lasBienaventuranzas es el más humano y el más ac-tual. Y que vivir con ese estilo, criterios y valores,originará cambios profundos en la conciencia co-lectiva y hará surgir nuevas y más justas estructurassociales. Es un ideal cristiano, fundado en el man-damiento nuevo de Jesús: «ámense los unos a losotros como yo los he amado».

No es una ideología, ni un sistema técnico yorgánico al que la Iglesia pide adherir. La elabora-ción de modelos históricos sociopolíticos y econó-micos es tarea de toda la sociedad, en la que loscristianos, con sentido pluralista, aportan sus visio-nes, propuestas y valores.

Busca que el amor impregne las normas delderecho, las leyes que estructuran la convivencia, laacción política, las relaciones laborales y sociales,los proyectos de cada país, las culturas, los modosde ser, las nuevas sensibilidades...

No es un refugio para olvidar las sangrantesinjusticias. Es convertir los signos de muerte ensignos de vida, la dispersión en unidad, la dureza yla violencia en ternura y paz, la falta de ánimo y laresignación en esperanza del triunfo final. Paraimpulsarla, el Espíritu derrama abundantementeaudacia, dinamismo, espontaneidad, amistad, espí-ritu de lucha, solidaridad, alegría, creatividad...

Es, al mismo tiempo, utopía y realidad. Por tratar-se de la transformación de la sociedad por medio delamor, es un ideal atractivo, grandioso y fascinante,una utopía por la que vale la pena jugarse y entregarla vida. Pero ese ideal se va concretando en loscompromisos de cada día, que anuncian y hacencreíble la posibilidad de su plena realización.

No es un sueño postergable para el futuro ni undesafío a realizar en un día o en una generación.Tampoco son gestos heroicos o acciones aisladas yvoluntaristas. Es paciente construcción dedinamismos que motivan opciones, compromisos yproyectos que van transformando lenta pero radi-calmente la realidad.

Como la sociedad es plural, también la Iglesia.No se puede hablar de una única cultura cristiana,sino de un pluralismo cultural, entre tensiones ycontrastes entre las diversas culturas cristianas queconviven juntas en este mundo plural. Pero nuncadebemos sacrificar la verdad con la cual hemos sidoiluminados por la misericordia de Dios, ni compro-meter nuestra identidad inalienable. No podemosignorar que Dios tiene un proyecto sobre nosotros,el cual tratamos de discernir y secundar.

«Una fe que no se convierte en cultura es una feno acogida en plenitud, no pensada en su totalidad,no vivida con fidelidad» (San Juan Pablo II). Todapastoral, en sus diversas dimensiones, debe dar unacontribución decisiva a la renovación de la culturaen sentido cristiano. Los evangelizadores no solodeben conocer el lenguaje y la cultura de los desti-natarios del mensaje, sino tener en cuenta el com-plejo contexto económico, político, social, espiri-tual y moral en el que viven. “La nueva evangeliza-ción requiere un esfuerzo lucido, serio y organizadopara evangelizar la cultura” (EAm 70).

El contexto cultural que estamos viviendo obligaa repensar los contenidos y los métodos del anunciopara captar las preguntas de las personas, respondera sus expectativas, ampliar los marcos de referencia,conocer las diferentes etapas de la vida, cuidar unaformación gradual que unifique la oración y la cari-dad, descubrir formas actuales para vivir en la histo-ria de los valores irrenunciables de la justicia y la paz.Los principales agentes de la inculturación de la fe enla parroquia son los cristianos de fe adulta.

Se aplicó un Sondeo de opinión entre represen-tantes de las fuerzas vivas de las comunidadesrelacionados con el pluralismo cultural: creadoresde cultura; comunicadores; jóvenes de la culturadigital; laicos que trabajan en lo cultural y loexistencial; regidores de asistencia social y de cul-tura; servidores públicos claves; peritos en culturasactuales; representantes de cada una de las culturaspresentes en nuestros ambientes.

Nos valimos de maestros universitarios, regidoresde cultura, encargados de casas de la cultura, direc-tores de grupos de teatro, maestros de artísticas,comunicadores, artistas y artesanos, investigado-res, promotores de eventos culturales y deconcientización social, grupos ecologistas,voluntariados, etc.


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Era importante entrar en diálogo, cómo nos venestos sectores de la sociedad, pero también cómonos vemos nosotros. Para ello aplicamos un cues-tionario, cuyos resultados ahora nos presentan, enforma de su propio testimonio.

Recordemos las diversas culturas que descubri-mos en nuestra comunidad el año pasado, en lasfases parroquiales de la XIX Asamblea diocesanade pastoral.

(Se presentan las diversas culturas que resultaron entonces).

PENSEMOS:

Vivir hoy la fe es difícil, y estar en la Iglesia «nose lleva». Vivimos, como diría Teresa de Jesús,«tiempos recios». Su época, el «siglo de oro», fuede cambios y turbulencias, y en ella aventuró suvida, respondió a su tiempo con un movimiento derenovación dentro la Iglesia: una reforma que partíade la oración como amistad con Dios, enraizada enuna vida humilde, fraterna y austera, y alimentadaen la Eucaristía. Al final de sus días, agradecidadecía: «En fin, Señor, muero hija de la Iglesia».

Nuestra Iglesia también camina en un mundoturbulento. Muchos jóvenes hoy conocen sólo unrostro de la Iglesia desfigurado por los medios decomunicación. Pero también muchos viven elEvangelio en sus ambientes, en lugares de misión.Dar un nuevo rostro a algo significa renovar,remozar, mejorar la expresión, dejar que salga aluz lo mejor de nuestro interior, con gestos queimpacten positivamente. Es lo que necesitamoshacer con nuestra Iglesia y sus estructuras: agen-tes, grupos, programas.

Es normal que queramos defender lo que cree-mos nos toca, reordenarlo para darle un nuevorostro. Percibimos una Iglesia cerrada en sí misma,fuera de tiempo, dogmática y rutinaria, con prácti-cas de exclusión, que se reproduce por medio devalores culturales impuestos en el seno de la fami-lia. Esta realidad restringe el fortalecimiento yampliación de la cohesión social, y hace difícilconstruir comunión y crear participación.

Después de la caída, el hombre se oculta delRostro de Dios. Por el pecado abrió sus ojos al mal yquiso ocultarse del rostro de Dios: perdió de vista elamor de Dios y tiene miedo de ser visto por El. Desde

ese momento no puede ver el Rostro de Dios. Sinembargo, existe un gran anhelo en buscarlo y cono-cerlo: «Señor, busco tu rostro» (Sal 27,8); «¿Cuándoveré el rostro de Dios?» (Sal 41). Buscar el Rostro deDios (su presencia, su voluntad, su sentir) es unllamado muy claro: «Busquen a Yahvé y su fuerza,vayan tras su rostro sin descanso» (1Cro 16,11; Sal105).

Leamos nuestro V PDP nn. 181-182, 156-157,7-8, 185.

En la Bula «Misericordiae vultus» depromulgación del Jubileo extraordinario de la Mi-sericordia, el Papa Francisco recuerda que Jesucris-to es el rostro de la misericordia del Padre. Revelala naturaleza de Dios como la de un Padre que jamásse da en el mundo. Ha llegado de nuevo para laIglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegredel perdón, y dar el rostro de una Iglesiamisericordiosa.

Jesucristo nos indicó el camino de la normalidadmoral que debe guiar el actuar de los hombres: amaral prójimo, amar a los enemigos, ser servidores de losdemás, poner la otra mejilla, dar de comer a quien notiene, perdonar las ofensas, ser humildes, enseñar aquien no sabe, multiplicar los talentos, estar alegres,llevar a todo el mundo el mensaje de amor, y tantasotras hermosas enseñanzas diseminadas a lo largo delos Evangelios.

Esa doctrina profesada por Jesús la hemos olvi-dado y hemos optado por lo opuesto. Es tiempo dedar auténtico testimonio de esos valores moralesque hemos olvidado por vivir en la mentira. El PapaFrancisco muestra que el mensaje de Jesús sí puedey debe ser vivido, y optar por esa conducta decaridad debe ser lo normal para cualquier persona,sea o no cristiano, y vivir de conformidad al bien,desterrando todos esos vicios que el relativismomoral ha erigido como el camino de lo habitual.Somos testigos de un periodo de la historia único,donde la Iglesia se renueva, conservando los valo-res tradicionales que le rigen, fortaleciendo la espe-ranza de crecer en el amor hacia el prójimo. Todocambio es bueno cuando se canaliza conjuntamentepara un mejor andar en la senda de la fraternidad yde la caridad. La Iglesia vive un nuevo reto: retomarel mensaje del Evangelio haciendo que la fe sefortalezca, la esperanza se engrandezca y la caridadguíe a todos los fieles.

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La belleza del rostro de la Iglesia debe reflejar labelleza de su Señor. La nueva Jerusalén es unaimagen que habla de una realidad escatológica. Hayque experimentar a la Iglesia como Madre y darprueba de la fe.

«Y la Palabra se hizo carne y puso su moradaentre nosotros, y hemos contemplado su gloria,gloria que recibe del Padre como Hijo único». ElVerbo indescriptible del Padre se hizo descriptibleencarnándose en el seno de María. «Él es imagen deDios invisible, primogénito de toda la creación»(Col 1,15). «Lo que existíadesde el principio, lo quehemos oído, lo que hemosvisto con nuestros ojos, loque contemplamos y toca-ron nuestras manos... puesla vida se manifestó y no-sotros la hemos vistos ydamos testimonio» (1Jn 1).

El rostro que tanto an-heló ver el pueblo israelita,ese Rostro inaccesible quequien mirara moría, se re-veló despojado de su gloria en un rostro semejanteal nuestro. En Jesús el rostro de nuestro Dios se hahecho visible. Toma Rostro para hacerse ver yconocer por el hombre. Quería cercanía con elhombre y por ello tomó Rostro: rostro del Dioshecho hombre, que se rebajó hasta hacerse uno denosotros, se transfiguró, mostró su gloria y brillócomo el sol en el Monte Tabor (Mt 17,2).

En la plenitud de los tiempos, el hombre locontemplaría con rostro de niño, de humildad, po-breza, anonadamiento; y en la hora suprema, burla-do, golpeado, herido, azotado y desfigurado. «Tandesfigurado tenía el rostro que no parecía hombre,ni su apariencia era humana. No tenía apariencia nipresencia; le vimos y no tenía aspecto que pudiése-mos estimar». (Is 52,14; 53,2). «Quien no conociópecado, se hizo pecado por nosotros, para quefuéramos justicia de Dios en él»» (2Co 5,21). Quienno cometió pecado tomó los nuestros como sifuesen suyos. El los asumió libremente y llevó lospecados nuestros en su cuerpo.

El rostro desfigurado de Jesús nos revela elestado del corazón humano... sin embargo, aunque

los golpes lograron desfigurar su rostro. Estabadesfigurada su carne, pero su mirada representabael Amor de Su Corazón: serenidad, súplica, pacien-cia, humildad, obediencia y mansedumbre. Comoel pecado no tocó su Corazón, sus ojos lo revelaron.Mostró la luz del amor que nunca se apagó en suCorazón a pesar del horror que nuestro pecado leocasionaba. «La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tuojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso» (Mt6,22). Contemplar el Rostro de Jesús, es contem-plar su Corazón: lo más íntimo de su Corazón lo

podemos conocer en su Rostro.En medio del dolor y el másgrande sufrimiento se mantienefijo en el Amor y es eso sufuerza y su serenidad.

La conversión pastoral re-quiere que las comunidadeseclesiales sean comunidades dediscípulos misioneros en tornoa Jesucristo, Maestro y Pastor(DA 368). Los lleva a vivir ypromover una espiritualidad decomunión y participación. De

allí, nace la actitud de apertura, diálogo y disponi-bilidad para promover la corresponsabilidad y par-ticipación efectiva de todos los fieles en la vida delas comunidades cristianas (DA 368). Exige pasarde una pastoral de mera conservación a una pastoraldecididamente misionera (DA 370).

Esta firme decisión misionera debe impregnartodas las estructuras eclesiales y todos los planespastorales de diócesis, parroquias, comunidadesreligiosas, movimientos y de cualquier instituciónde la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarsede entrar decidida, con todas sus fuerzas, en losprocesos constantes de renovación misionera, y deabandonar las estructuras caducas que ya no favo-rezcan la transmisión de la fe (DA 365).• ¿Te gustaría ser imagen de la Iglesia para los

demás?• ¿Qué puedes ofrecer al mundo?

• ¿Te animas a acoger a quien los demás no terminande admitir?

• ¿Qué dificultades encontramos en nuestro segui-miento a Jesús?


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• ¿Cómo se vive hoy ser amigos de sacerdotes oreligiosos, ir a Misa, llevar una manera de vivirdiferente, vivir la fe «en tiempos recios»?

• ¿Qué dificultades encontramos nosotros paraser un nuevo rostro de la Iglesia?

• ¿A quién nos gustaría parecernos? ¿De quiénpedimos consejo?Las estructuras deben ser reformadas para ser

cada vez más reflejo del Evangelio y para ser aúnmás eficaces en el ejercicio concreto del servicioque deben brindar. Lo importante es el caminode conversión continua. Aparecida ha destacadola dimensión misionera de la Iglesia, la necesi-dad de salir hacia las periferias, de llegar a todos,y de llevar a todos la riqueza de la alegría delEvangelio. Esta también es la nota dominante deEvangelii Gaudium. Porque el Evangelio es ale-gría, estamos invitados a alegrar al mundo lle-vando esta Buena Noticia.

Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatroejes (cf. DA 226):

a) La experiencia religiosa: ofrecer a todos un«encuentro personal con Jesucristo», una ex-periencia religiosa profunda e intensa, un anun-cio kerigmático y el testimonio personal de losevangelizadores, que lleve a una conversiónpersonal y a un cambio de vida integral.

b) La vivencia comunitaria: comunidades cris-tianas donde sean acogidos fraternalmente yse sientan valorados, visibles y eclesialmenteincluidos. Los fieles se sientan realmentemiembros de una comunidad eclesial ycorresponsable en su desarrollo. Eso permiti-rá un mayor compromiso y entrega en y por laIglesia.

c) La formación bíblico-doctrinal: profundizarel conocimiento de la Palabra de Dios y loscontenidos de la fe, única manera de madurarsu experiencia religiosa. En este camino,vivencial y comunitario, la formación no esun conocimiento teórico y frío, sino una he-rramienta fundamental y necesaria en el cre-cimiento espiritual, personal y comunitario.

d) El compromiso misionero de toda la comuni-dad: sale al encuentro de los alejados, seinteresa por su situación, a fin de reencantarloscon la Iglesia e invitarlos a volver a ella.

ACTUEMOS:

¿De qué manera nos ayudan los Talleres para laatención a las diversas culturas, que pueda dar unnuevo rostro a nuestra Iglesia?1. Promoción de la paz: acción con las víctimas;

prevención; denuncia; cómo actuar.2. Acción social: con pobres, drogadictos, etc.; promo-

ción humana; derechos humanos; colaboración conorganismos y programas civiles.

3. Atención a las familias: niños; la mujer; educación enla afectividad y la sexualidad; atracción hacia el mismosexo; familias en situación especial e irregular.

4. Relación intercultural: presencia y colaboración enel campo del arte y la cultura; canales y trámites;patrimonio de cultura y arte cristianos

5. Medios de comunicación: cultura digital; uso detecnologías; prevención de riesgos.

6. Culturas juveniles: Generación «Y» o «Millenials»;lenguajes; tribus urbanas; religiosidad; ambientes;aproximaciones.

7. Estrategias para la formación: itinerarios y alterna-tivas de capacitación del laico para el apostolado ensu campo propio (social, cultural, económico ypolítico) de acuerdo a sus circunstancias y posibi-lidades.

8. Tiempo libre: mundo del deporte, el entretenimien-to, la diversión, el espectáculo; fiestas; espaciosvirtuales para el ocio.

9. Educación: espacios de educación formal e infor-mal; perfil del docente católico; función del colegiocatólico; diálogo fe y ciencia; relación con nocreyentes; formación religiosa en escuelas.

10. Empresarios: exigencias de la fe y de la realidadpara evangelizar el mundo de la economía y eltrabajo; la persona humana como el capital másvalioso; generación de empleos; ética laboral yecológica; unión de empresarios ymicroempresarios.

11. Servidores públicos: liderazgo social y servicios;conciencia moral y consenso social; campaña con-tra la corrupción; corresponsabilidad.

12. Pastoral urbana: discernimiento de rumbos; orga-nización que facilite y optimice calidad de servi-cios; retos.

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FICHA 12: TEMA PARROQUIA, NUEVO ROSTRO ANTE EL PLURALISMO CULTURALPersonal y para trabajar en mesas redondas:

TEMA: Parroquia, Nuevo Rostro ante el Pluralismo Cultural


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PRESENTACIÓN DE LA EXPERIENCIADE LA ASAMBLEA DECANAL

1. Se presenta, apoyados por medio de video, diapositivas, fotos, una reseña del desarrolloe ideas de la fase decanal, con las principales conclusiones y propuestas, teniendo encuenta la familia y la paz, y se entrega la lista de líneas de acción.

2. Se ofrecen testimonios de la vivencia de algunos que participaron en la misma.3. Se ofrece una reseña de la Asamblea pastoral de la Provincia Eclesiástica.4. Recapitulación: ¿Qué es lo más importante de los resultados de la I Fase parroquial?

¿Qué es lo más importante de la Fase decanal?5. ¿Qué vamos a hacer?

VEAMOS:

El «Año del diálogo con el Dios vivo» tienecomo contenido la «espiritualidad cristiana» enla escuela de la oración de Cristo (CEC, IV parte),y responde a las necesidades de orientar el apos-tolado de la intercesión de tantos grupos nuevosy educar en una oración encarnada que no sesepare de la vida. La oración es un fenómenoantropológico: todos los hombres, de una forma uotra, rezan, sienten la necesidad de relacionarsecon Dios, de buscar lo trascendente», una vez que«el diálogo con Dios ocupa, ciertamente, el pri-mer lugar para quien decide darse a una vidainterior intensa.

Es preciso aprender a dialogar con Dios; adiscernir su presencia, su palabra y sus gestos enlos acontecimientos del mundo y en la vida de laspersonas. Escuchando sus indicaciones, nos atre-vemos con valentía a comprometernos con lo quepercibimos como sus deseos. Corriendo los ries-gos, atravesamos por «las puertas abiertas» queDios nos señala. Con los criterios del Reinoevaluamos realistamente nuestra acción paramejorar y enriquecer nuestra percepción de la

voluntad del Dios vivo. Nuestro diálogo con Diosdebe adquirir calidad y profundidad. Nuestraapertura a escuchar y realizar su palabra es un dondel Espíritu. Lo pedimos insistentemente. Lariqueza de nuestra oración avala nuestra búsque-da. La santidad de toda nuestra vida nos hacesensibles al querer del Padre.

La misión tiene su origen en el amor desbor-dante del Dios-Trinidad que es diálogo, comu-nión, comunicación; es un servicio a ese diálogode salvación que el Dios trinitario quiere vivir conla humanidad. «Desde fuera no se salva al mundo.Como el Verbo de Dios que se ha hecho hombre,hace falta hasta cierto punto hacerse una mismacosa con las formas de vida de aquellos a quienesse quiere llevar el mensaje de Cristo; compartir -sin que medie distancia de privilegios o diafragmade lenguaje incomprensible- las costumbres co-munes, con tal que sean humanas y honestas,sobre todo las de los más pequeños, si queremosser escuchados y comprendidos. Hace falta, aunantes de hablar, escuchar la voz, más aún, elcorazón del hombre, comprenderlo y respetarloen la medida de lo posible y, donde lo merezca,secundarlo» (Ecclesiam suam: ES 80)

«LA ESPIRITUALIDADO MÍSTICAPASTORAL»

TEMA:

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El diálogo genuino intenta buscar la verdad yfomentar el conocimiento sin prejuicios (a dife-rencia de la retórica que busca persuadir yconvencer manipulando la opinión). Su origenes el concepto latino dialOgus (que deriva de unvocablo griego), describe a una conversaciónentre dos o más individuos, que exponen susideas o afectos de modo alternativo para inter-cambiar posturas. Muchos escritores utilizaronel término diálogo para titular unas obras en lasque ellos mismos «conversan» con personajesimportantes o con determinados elementos denuestra vida diaria.

A lo largo de toda la epopeya humana, lospueblos han intercambiado experiencias cultura-les, saberes, valores y bienes por medio del arte,el comercio y las migraciones. La historia es elrelato de esos viajes. Esos encuentros -a vecesdolorosos- permitieron a individuos y comuni-dades intercambiar ideas y costumbres de unlugar a otro.

Podemos caer en la tentación de querer «espi-ritualizar» la salvación vaciándola de su cargatransformadora para las gentes que sufre, olvi-dando las condiciones de vida de muchos herma-nos. No se puede vivir sólo de forma ritual,concentrada en ritos celebrados con mucha un-ción pero de espaldas al mundo. No nos salvaránritos bellos, pero sordos y mudos ante el clamorde tantos oprimidos; ritos alejados de la esperan-za, sufrimientos y luchas. No podemos encerrar-nos en falsas seguridades frente a la intemperiesocio-cultural que nos ha tocado vivir. ¿Qué Diosanunciamos con ritos cargados de nostalgias,refugio y miedo: un Dios vivo o un dios embalsa-mado? ¿Damos «razón de nuestra esperanza», ynuestra Iglesia trabaja por esos «cielos nuevos ytierra nueva» (2P 3,13)?

Un dialogo de amor con Dios, si la oración essincera y humilde, nos dilata el corazón y nosconvence que entre Dios y nosotros hay muchomás que una relación de afecto: es amor puro deun Padre que nos da fortaleza para no caer endesesperación y angustia. Aprender a conversarcon Dios, a reconocer sus respuestas, es orarcomo Jesús, sabiendo que dialoga con quien deverdad da amor. Teresa de Jesús, maestra de

oración, lo comprendió: «orar es un trato deamistad con quien sabemos nos ama».

Urge educar a la oración como experiencianormal del creyente que escucha la revelaciónde Dios y dialoga con Él. La situación actual delcristianismo, oscila entre la secularización y elretorno a la búsqueda de lo sagrado, entre lamarginalización de la fe y de los creyentes, y elrecurso a magos y sectas. Vivir hoy la fe signi-fica personalizarla. Crecer en la identidad de lavida cristiana conlleva un contacto cotidianocon el Dios vivo. Toda forma de meditación ycontemplación no es sino una prolongación de lagracia del Bautismo, de la Confirmación y de laEucaristía.

PENSEMOS:

Espiritualidad viene de «espíritu», que signifi-ca: aliento, ánimo, vigor, alma, vitalidad, respiro,fuerza, principio vital de acción. La palabra pro-viene del Espíritu Santo como principal agente, yno tanto del espíritu humano (en oposición a locorpóreo-material) o del espiritualismo, interio-ridad o interiorismo. Para un cristiano, ese princi-pio vital es nada menos que el Espíritu de Diosque nos anima. No se trata, pues, de refugiarse enuna piedad intimista e individualista para hallarseguridad y sentirse bien en medio de los proble-mas, sino una fuerza para el compromiso detransformación. Espiritualidad es la acción delEspíritu de Dios como principal agente, y nuestrasintonía y colaboración con Él, para iniciar ydesarrollar la vida trinitaria en la Iglesia. Laactividad del Paráclito en nosotros es integral yglobalizadora, interior y exterior, espiritual ymaterial, individual y comunitario-social, con-forme a nuestra condición.

Su elemento constitutivo fundamental ydinamizador es el seguimiento de Cristo, impul-sado por la acción del Espíritu. La vivencia deDios, revelado en Jesucristo, por obra del EspírituSanto, transforma a la persona y desencadena unproceso nuevo en su vida. Se hace explícito en lavivencia de un Jesús vivo presente en la experien-cia de la Iglesia en cuanto comunidad en misión.«El Espíritu Santo, que el Padre nos regala, nos


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identifica con Jesús-Camino, abriéndonos a sumisterio de salvación para que seamos hijos su-yos y hermanos unos de otros; nos identifica conJesús-Verdad, enseñándonos a renunciar a nues-tras mentiras y propias ambiciones, y nos identi-fica con Jesús-Vida, permitiéndonos abrazar suplan de amor y entregarnos para que otros ‘tenganvida en Él’» (DA 137). Lean los nn. 5 y 125 denuestro V PDP.

Es, pues, diferente y original respecto a otrasmotivaciones o fuerzas inspiradoras de la vida.Experimentamos la irrupción del insospechado,vigoroso y transformador amor de Dios, presentede modo singular, fecundo y creativo en nuestravida concreta hoy. Su fuente es la experiencia defe en Jesucristo muerto y resucitado, y la conver-sión y adhesión a Él, vivida con otros en lacomunidad-Iglesia.

La espiritualidad es la actitud fundamental,práctica, activa, existencial y permanente de unapersona, que va marcando toda su vida desde susúltimas instancias objetivas y sus decisiones másprofundas. Tiene su fundamento en la auto-co-municación del Dios trinitario, revelado en lahistoria de la salvación, que ha elegido al hombrecomo ‘partner’ (socio, colega, cónyuge). Siguerenovando el poder salvador del Dios trino y de suacción salvífica en el ‘sí’ constante que la Iglesiay sus miembros dan a su elección.

Algunas características del diálogo de Dios: 1)Él siempre toma la iniciativa. Así la Iglesia conel mundo y con otros actores sociales ha de tomarla iniciativa para sentarse a la mesa a dialogar;favorecer e impulsar el diálogo; salir para dialo-gar. 2) Surge de la bondad. Dios dialoga porbondad y misericordia. Nos amó tanto que nosbusca para dialogar. El diálogo de Dios es fruto yexpresión del Amor. La Iglesia busca dialogar nopara encontrar alguna ventaja, ni para imponersus puntos de vista, sino a fin de construir unanueva civilización del amor. 3) Sin presiones.Dios nunca obliga, no presiona, nunca se impone.Cuando la Iglesia busca dialogar ha de respetar lalibertad de los demás. Jamás imponer. Pues elanuncio del Evangelio y su diálogo no es porimposición. 4) Es universal. Dios dialoga contodos, busca a todos, sin favoritismos. La Iglesia

ha de hacer lo mismo. 5) Saber respetar elmomento y los procesos de cada uno. Dios tomael ritmo, pulso y camino de sus interlocutores. LaIglesia, en su diálogo, respeta el proceso y mo-mento de cada sector y actor de la sociedad.

Espiritualidad no es, pues, un mero conjunto deprácticas espirituales intimistas de piedad estable-cidas por los humanos. Leamos el V PDP nn. 106y 180. No perdamos lo logrando en los Añosanteriores: de la Fe e identidad cristiana, de laCelebración gozosa de la fe, de la Vida en Cristo ydel Comportamiento social cristiano. Cuando Diosse hace presente con su amor fecundo y creativo, lahistoria herida por el pecado se transforma enaquella Vida que hace nuevas todas las cosas.

«En el seguimiento de Jesucristo, aprendemosy practicamos las bienaventuranzas del Reino, elestilo de vida del mismo Jesucristo: su amor yobediencia filial al Padre, su compasión entraña-ble ante el dolor humano, su cercanía a los pobresy a los pequeños, su fidelidad a la misión enco-mendada, su amor servicial hasta el don de suvida. Hoy contemplamos a Jesucristo tal comonos lo transmiten los Evangelios para conocer loque Él hizo y discernir lo que debemos hacer enlas actuales circunstancias» (DA 139).

«Señales evidentes de la presencia del Reinoson: la vivencia personal y comunitaria de lasbienaventuranzas, la evangelización de los pobres,el conocimiento y cumplimiento de la voluntad delPadre, el martirio por la fe, el acceso de todos a losbienes de la creación, el perdón mutuo, sincero yfraterno, aceptando y respetando la riqueza de lapluralidad, y la lucha para no sucumbir a la tenta-ción y no ser esclavos del mal» (DA 383).

«Es necesario formar a los discípulos en unaespiritualidad de la acción misionera, que se basaen la docilidad al impulso del Espíritu, a su poten-cia de vida que moviliza y transfigura todas lasdimensiones de la existencia. No es una experien-cia que se limita a los espacios privados de ladevoción, sino que busca penetrarlo todo con sufuego y su vida. El discípulo y misionero, movidopor el impulso y el ardor que proviene del Espíritu,aprende a expresarlo en el trabajo, en el diálogo, enel servicio, en la misión cotidiana» (DA 284).

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Los elementos constitutivos de una espiritua-lidad cristiana son:a) Una experiencia de Jesús vivo como inicio de

un camino de seguimiento.b) La acción del Espíritu Santo que nos configura

a Jesús en este momento histórico concreto: lavida cristiana es la vida del Espíritu de Dios enel creyente.

c) La experiencia de fe en la comunidad local dondevivimos, en la cual se concretiza la Iglesia deCristo, mantiene viva la memoria de Jesús y es elsujeto de la misión encomendada por Él.

d) La proyección en la Misión Continental per-manente con las actitudes de éxodo, opciónpor las periferias existenciales, contagio de unestilo de vida de acuerdo al Reino, diálogo ytestimonio.«La religión, por su naturaleza, es una relación

entre Dios y el hombre. La oración expresa condialogo esta relación. La revelación, relaciónsobrenatural instaurada con la humanidad poriniciativa de Dios mismo, se representa en undialogo en el cual el Verbo de Dios se expresa enla Encarnación y en el Evangelio. El coloquiopaternal y santo, interrumpido entre Dios y elhombre a causa del pecado original, ha sidomaravillosamente reanudado en el curso de lahistoria. La historia de la salvación narra precisa-mente este largo y variado dialogo que nace deDios y teje con el hombre una admirable y múlti-ple conversación. En esta conversación de Cristoentre los hombres es donde Dios da a entenderalgo de Sí mismo, el misterio de su vida, unísimaen la esencia, trinitaria en las Personas, dondedice, en definitiva, cómo quiere ser conocido: Eles Amor; y como quiere ser honrado y servido pornosotros: amor es nuestro mandamiento supre-mo. El dialogo se hace pleno y confiado; el niñoes invitado a él y de él se sacia el místico» (ES 28).

ACTUEMOS:

Leamos algunos números del V PDP: 4, 158,179, 17, 137, 138c, 131.

Dios quiere dialogar con nosotros y esperanuestra respuesta personal. La Iglesia debe hacer-

se palabra, mensaje y diálogo, comunidad queescucha y que habla, pueblo que se integra a partirdel diálogo. El diálogo más pleno de Dios con suPueblo es Jesucristo, el gran signo del Diálogopleno de Dios con su pueblo, que brota del amor.Es el modelo que la Iglesia tiene para dialogar conla humanidad, con el mundo y la sociedad.

El Dios de nuestra oración es el Dios de larevelación en su dimensión trinitaria: Padre, Hijo,Espíritu Santo. Su compañero es el cristiano en surealismo y complejidad: relación persona-comu-nidad, solidaridad con los demás, comunióneclesial con todos los miembros del Cuerpo. Losotros no son extraños, sino el «con-migo» de lahistoria de la salvación. La relación con Dios esmediada por la fe y el amor.

Desconcertados ante planteamientos que arra-san el sentido cristiano de la vida, burla, indife-rencia y ataque irrespetuoso a la fe, no responde-mos con un cristianismo «a la defensiva». Laseguridad en la fe se conquista por el cultivo de laespiritualidad, la decisión personal y la experien-cia de gozo al encontrarse con el Dios vivo, comovivencia gozosa, cálida y revitalizadora, de hallar«el tesoro escondido en el campo». Es necesarioorar, hacer silencio, escuchar la Palabra de Dios,curarnos de tanta prisa y superficialidad, detener-nos ante Él, abrirnos a su misterio insondable consinceridad y confianza. Ser cristiano por unadecisión sopesada y firme, cimentada en la expe-riencia personal.

El diálogo es un proceso que genera sentido yconstruye significados comunes. El prefijo «día»significa: «dos» y «a través de». Es resultado deun proceso de cooperación y trabajo conjuntopara construir un significado común. Ese signifi-cado compartido logra transformar el pensamientocolectivo, dar nuevos significados que integrendiferentes expectativas aun contradictorias.

La crisis se caracteriza por contradicciones yrupturas, tensiones y desacuerdos, que hacen queindividuos y grupos vacilen acerca de la línea deconducta que deben adoptar, las reglas e institu-ciones quedan en suspenso o incluso desfasadasante las nuevas posibilidades que ofrecen losintereses e ideas que surgen del cambio. Un


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FICHA 13: TEMA LA ESPIRITUALIDAD O MÍSTICA PASTORALPersonal y para trabajar en mesas redondas:

TEMA: La Espiritualidad o Mística Pastoral


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complejo de emociones acompaña su evolución,expresado en comportamientos colectivoserráticos. Esa ruptura revela el temor a lo desco-nocido, y promueve comportamientos individua-les y colectivos que apelan a lo irracional.

«Recobremos, pues, ‘el fervor espiritual. Con-servemos la dulce y confortadora alegría de evan-gelizar, incluso cuando hay que sembrar entrelágrimas. Hagámoslo – como Juan el Bautista,como Pedro y Pablo, como los otros Apóstoles,como esa multitud de admirables evangelizadoresque se han sucedido a lo largo de la historia de laIglesia– con un ímpetu interior que nadie ni nada

sea capaz de extinguir. Sea ésta la mayor alegríade nuestras vidas entregadas. Y ojalá el mundoactual –que busca a veces con angustia, a vecescon esperanza– pueda así recibir la Buena Nueva,no a través de evangelizadores tristes y desalen-tados, impacientes o ansiosos, sino a través deministros del Evangelio, cuya vida irradia elfervor de quienes han recibido, ante todo en símismos, la alegría de Cristo y aceptan consagrarsu vida a la tarea de anunciar el Reino de Dios yde implantar la Iglesia en el mundo’ (EN 80).Recobremos el valor y la audacia apostólicos»(DA 552).

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LÍNEAS DE PROGRAMACIÓN

FICHA 14: LINEAS DE PROGRAMACIÓN PARROQUIALLINEAS DE ACCIÓN DECANAL LINEAS OPERATIVAS PARA LA PARROQUIA

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LÍNEAS DE PROGRAMACIÓN

La realidad cambiante hace que los planes depastoral deban ser flexibles, para responder a lasnuevas situaciones. Llega el momento de aterrizaren nuestra comunidad los contenidos y propuestasque hemos estado discerniendo en toda esta IXAsamblea Decanal de Pastoral.

Tras seleccionar las urgencias o desafíos y hacerun balance de fuerzas, habiéndonos definido por laMisión continental y la evangelización de las cultu-ras como opción pastoral, definimos ahora las lí-neas operativas de acción, que marcan la direcciónen la cual todos vamos a trabajar, y que se conver-tirán en metas en nuestros diferentes programas. Alcontemplar soñadoramente el futuro, señalaremosjuntos los pasos para irlo haciendo realidad. Porquenuestra pastoral va elaborando un proyecto defini-do del hombre, la sociedad, la cultura, y la Iglesiaque pretende edificar, según el designio liberadordel Señor: un mundo nuevo, una nueva humanidad,una historia renovada. Este futuro histórico es el

espacio de esperanza que construye pacientementela fraternidad, justicia, verdad y libertad.

¿Qué es una Línea pastoral operativa? Laelección comunitaria de la dirección por la cual seva a dar una respuesta adecuada a los desafíos de larealidad concreta descubierta, desde el Evangelio,según el proyecto eclesial. Establecimos por gru-pos una jerarquización de acuerdo a la naturaleza ymagnitud de situaciones y a un criterio pastoral yseñalamos alternativas de solución. Ahora defina-mos los caminos o rutas por las que debemostransitar.

De la ficha 12, en la primer columna señalemos,de las líneas de acción que resultaron en la Fasedecanal, aquellas que consideramos más propiaspara nuestra comunidad. Luego, de acuerdo alconsenso del grupo según las razones que se ofrez-can en la discusión, seleccionan 3 líneas propuestaspara la parroquia.


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FICHA 15: EVALUACIÓN DE LA REUNIÓN

Concepto Logros Deficiencias Propuestas

1.- Logros del objetivoy metas intermedias.

2.- Distribución del tiempo.

3.- Relación entre losmiembros de las comu-nidades y comisiones.

4.- Participación activaa la coordinaciónde las actividades.

5.- Servicios e instalacio-nes de trabajo.

6.- Espiritualidad pastoralde los agentes.

7.- Sugerencias.

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ORACIÓN FINAL:Canto: Cristo nos da la libertad.Lector 1: «Cuando el impulso del Espíritu im-

pregna y motiva todas las áreas de la existencia,entonces también penetra y configura la vocaciónespecífica de cada uno. Así se forma y desarrolla laespiritualidad propia de presbíteros, de religiosos yreligiosas, de padres de familia, de empresarios, decatequistas, etc. Cada una de las vocaciones tiene unmodo concreto y distintivo de vivir la espirituali-dad, que da profundidad y entusiasmo al ejercicioconcreto de sus tareas. Así, la vida en el Espíritu nonos cierra en una intimidad cómoda, sino que nosconvierte en personas generosas y creativas, felicesen el anuncio y el servicio misionero. Nos vuelvecomprometidos con los reclamos de la realidad ycapaces de encontrarle un profundo significado atodo lo que nos toca hacer por la Iglesia y por elmundo» (DA 285).

Lector 2: «Una auténtica propuesta de encuentrocon Jesucristo debe establecerse sobre el sólido fun-damento de la Trinidad-Amor. La experiencia de unDios uno y trino, que es unidad y comunión insepa-rable, nos permite superar el egoísmo para encontrar-nos plenamente en el servicio al otro. La experienciabautismal es el punto de inicio de toda espiritualidadcristiana que se funda en la Trinidad» (DA 240). «EsDios Padre quien nos atrae por medio de la entregaeucarística de su Hijo (cf. Jn 6,44), don de amor conel que salió al encuentro de sus hijos, para que,renovados por la fuerza del Espíritu, lo podamosllamar Padre: ‘Cuando llegó la plenitud de los tiem-pos, Dios envió a su propio Hijo, nacido de unamujer, nacido bajo el dominio de la ley, para liberarnosdel dominio de la ley y hacer que recibiéramos lacondición de hijos adoptivos de Dios. Y porque yasomos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo anuestros corazones, y el Espíritu clama: ¡Abbá! ¡Pa-dre!’ (Ga 4,4-5). Se trata de una nueva creación,donde el amor del Padre, del Hijo y del EspírituSanto, renueva la vida de las criaturas» DA 241).

Coro 1: «En el corazón y la vida de nuestrospueblos late un fuerte sentido de esperanza, noobstante las condiciones de vida que parecen ofus-car toda esperanza. Ella se experimenta y alimentaen el presente, gracias a los dones y signos de vidanueva que se comparte; compromete en la construc-ción de un futuro de mayor dignidad y justicia y

ansía ‘los cielos nuevos y la tierra nueva’ que Diosnos ha prometido en su morada eterna» (DA 536).

Coro 2: «Nuestra alegría se basa en el amor delPadre, en la participación en el misterio pascual deJesucristo quien, por el Espíritu Santo, nos hacepasar de la muerte a la vida, de la tristeza al gozo, delabsurdo al hondo sentido de la existencia, del des-aliento a la esperanza que no defrauda. Esta alegríano es un sentimiento artificialmente provocado niun estado de ánimo pasajero. El amor del Padre nosha sido revelado en Cristo que nos ha invitado aentrar en su reino. Él nos ha enseñado a orar dicien-do ‘Abba, Padre’ (Rm 8,15; cf. Mt 6,9)» (DA 17).

Coro 1: «Conocer a Jesucristo por la fe es nues-tro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir estetesoro a los demás es un encargo que el Señor, alllamarnos y elegirnos, nos ha confiado. Con los ojosiluminados por la luz de Jesucristo resucitado, po-demos y queremos contemplar al mundo, a la histo-ria, a nuestros pueblos…, y a cada una de suspersonas» (DA 18). «La alegría que hemos recibidoen el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemoscomo el Hijo de Dios encarnado y redentor, desea-mos que llegue a todos los hombres y mujeresheridos por las adversidades; deseamos que la ale-gría de la buena noticia del Reino de Dios, deJesucristo vencedor del pecado y de la muerte,llegue a todos cuantos yacen al borde del camino,pidiendo limosna y compasión (cf. Lc 10,29-37;18,25-43). La alegría del discípulo es antídoto fren-te a un mundo atemorizado por el futuro y agobiadopor la violencia y el odio. La alegría del discípulo noes un sentimiento de bienestar egoísta sino unacerteza que brota de la fe, que serena el corazón ycapacita para anunciar la buena noticia del amor deDios. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puederecibir cualquier persona; haberlo encontrado noso-tros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, ydarlo a conocer con nuestra palabra y obras esnuestro gozo» (DA 29).

Coro 2: «Ante una vida sin sentido, Jesús nosrevela la vida íntima de Dios en su misterio máselevado, la comunión trinitaria. Es tal el amor deDios, que hace del hombre, peregrino en este mun-do, su morada: ‘Vendremos a él y viviremos en él’(Jn 14,23). Ante la desesperanza de un mundo sinDios, que sólo ve en la muerte el término definitivode la existencia, Jesús nos ofrece la resurrección y lavida eterna en la que Dios será todo en todos (cf. 1Co


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15,28). Ante la idolatría de los bienes terrenales,Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo:‘¿De qué le sirve a uno ganar el mundo, si pierde suvida?’ (Mc 8, 36) (cf EN 8)» (DA 109).

Coro 1: «Ante el subjetivismo hedonista, Jesúspropone entregar la vida para ganarla, porque ‘quienaprecie su vida terrena, la perderá’ (Jn 12,25). Espropio del discípulo de Cristo gastar su vida comosal de la tierra y luz del mundo. Ante el individua-lismo, Jesús convoca a vivir y caminar juntos. Lavida cristiana sólo se profundiza y se desarrolla enla comunión fraterna. Jesús nos dice ‘uno es sumaestro, y todos ustedes son hermanos’ (Mt 23,8).Ante la despersonalización, Jesús ayuda a construiridentidades integradas» (DA 110). «La propia vo-cación, la propia libertad y la propia originalidadson dones de Dios para la plenitud y el servicio delmundo» (DA 111).

Coro 2: «Ante la exclusión, Jesús defiende losderechos de los débiles y la vida digna de todo serhumano. De su Maestro, el discípulo ha aprendidoa luchar contra toda forma de desprecio de la vida yde explotación de la persona humana. Sólo el Señores autor y dueño de la vida. El ser humano, suimagen viviente, es siempre sagrado, desde su con-cepción hasta su muerte natural; en todas las cir-cunstancias y condiciones de su vida. Ante lasestructuras de muerte, Jesús hace presente la vidaplena. ‘Yo he venido para dar vida a los hombres ypara que la tengan en plenitud’ (Jn 10,10). Por ello,sana a los enfermos, expulsa los demonios y com-promete a los discípulos en la promoción de ladignidad humana y de relaciones sociales fundadasen la justicia» (DA 112).

Guía: «Ante la naturaleza amenazada, Jesús, queconocía el cuidado del Padre por las criaturas que Élalimenta y embellece (cf. Lc 12,28), nos convoca acuidar la tierra para que brinde abrigo y sustento atodos los hombres (cf. Gn 1,29; 2,15)» (DA 113).

Todos: «La globalización hace emerger en nues-tros pueblos, nuevos rostros de pobres. Fijamosnuestra mirada en los rostros de los nuevos exclui-dos: los migrantes, las víctimas de la violencia,desplazados y refugiados, víctimas del tráfico depersonas y secuestros, desaparecidos, enfermos deVIH y de enfermedades endémicas, tóxicodepen-dientes, adultos mayores, niños y niñas que sonvíctimas de la prostitución, pornografía y violenciao del trabajo infantil, mujeres maltratadas, víctimas

de la exclusión y del tráfico para la explotaciónsexual, personas con capacidades diferentes, gran-des grupos de desempleados/as, los excluidos por elanalfabetismo tecnológico, las personas que vivenen la calle de las grandes urbes, los indígenas yafrodescendientes, campesinos sin tierra y los mi-neros. La Iglesia con su Pastoral Social debe daracogida y acompañar a estas personas excluidas enlos ámbitos que correspondan» (DA 402).

Guía: «En esta tarea y con creatividad pastoral,se deben diseñar acciones concretas que tenganincidencia en los Estados para la aprobación depolíticas sociales y económicas que atiendan lasvariadas necesidades de la población y que conduz-can hacia un desarrollo sostenible. Con la ayuda dedistintas instancias y organizaciones, la Iglesia pue-de hacer una permanente lectura cristiana y unaaproximación pastoral a la realidad de nuestro con-tinente, aprovechando el rico patrimonio de la Doc-trina Social de la Iglesia. De esta manera, tendráelementos concretos para exigir que aquellos quetienen la responsabilidad de diseñar y aprobar laspolíticas que afectan a nuestros pueblos, lo hagandesde una perspectiva ética, solidaria yauténticamente humanista. En ello juegan un papelfundamental los laicos y las laicas, asumiendo ta-reas pertinentes en la sociedad» (DA 403).

Todos: «Los discípulos y misioneros de Cristopromueven una cultura del compartir en todos losniveles en contraposición de la cultura dominantede acumulación egoísta, asumiendo con seriedad lavirtud de la pobreza como estilo de vida sobrio parair al encuentro y ayudar a las necesidades de loshermanos que viven en la indigencia» (DA 540).«Sólo la cercanía que nos hace amigos nos permiteapreciar profundamente los valores de los pobres dehoy, sus legítimos anhelos y su modo propio de vivirla fe. La opción por los pobres debe conducirnos ala amistad con los pobres. Día a día los pobres sehacen sujetos de la evangelización y de la promo-ción humana integral: educan a sus hijos en la fe,viven una constante solidaridad entre parientes yvecinos, buscan constantemente a Dios y dan vida alperegrinar de la Iglesia. A la luz del Evangelioreconocemos su inmensa dignidad y su valor sagra-do a los ojos de Cristo, pobre como ellos y excluidoentre ellos. Desde esta experiencia creyente com-partiremos con ellos la defensa de sus derechos»(DA 398).

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Señor ten misericordia de nosotrosCristo óyenosCristo escúchanosDios, Padre Celestial ten misericordia de nosotrosDios Hijo, Redentor del MundoDios, Espíritu SantoSanta Trinidad un solo Dios.Corazón de Jesús,

R. Ten misericordia de nosotros que confiamos en ti.Corazón de Jesús, Amor InfinitoCorazón de Jesús, Mesías PrometidoCorazón de Jesús, Redentor del MundoCorazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen MaríaCorazón de Jesús, Fruto del vientre de MaríaCorazón de Jesús, Amor del Corazón de MaríaCorazón de Jesús, unido con MaríaCorazón de Jesús, Bondad InfinitaCorazón de Jesús, Digno de toda reverenciaCorazón de Jesús, nuestro Hermano y AmigoCorazón de Jesús, Gloria del AltísimoCorazón de Jesús, nuestro Señor EucarísticoCorazón de Jesús, Camino hacia el PadreCorazón de Jesús, Intercesor ante el PadreCorazón de Jesús, nuestro DestinoCorazón de Jesús, Crucificado por nuestra SalvaciónCorazón de Jesús, Víctima por nuestra RedenciónCorazón de Jesús, quien nos dio a su Madre en el CalvarioCorazón de Jesús, Cabeza del Cuerpo MísticoCorazón de Jesús, Traspasado por una lanzaCorazón de Jesús, que abrió las puertas del cieloCorazón de Jesús, Fuente Viva de MisericordiaCorazón de Jesús, Vida del MundoCorazón de Jesús, quien impartió su EspírituCorazón de Jesús, nuestro MediadorCorazón de Jesús, Rico en MisericordiaCorazón de Jesús, Deseoso de nuestra confianzaCorazón de Jesús, Condenado por nuestros pecadosCorazón de Jesús, a quien nos unimos en reparaciónCorazón de Jesús, a quien adoramos los Primeros ViernesCorazón de Jesús, entronizado como Rey en nuestros hogaresCorazón de Jesús, manso y humildeCorazón de Jesús, Perdón de los pecadoresCorazón de Jesús, realmente presente para nuestra adoraciónCorazón de Jesús, objeto de nuestro ofrecimiento diarioCorazón de Jesús, Maestro de las BienaventuranzasCorazón de Jesús, Delicia de los SantosCorazón de Jesús, Apóstol del PadreCorazón de Jesús, reinando en la EucaristíaCorazón de María,

R. Concédenos las gracias a los que confiamos en ti.Corazón de María, Llena de Gracia

Corazón de María, Esclava del SeñorCorazón de María, Madre del RedentorCorazón de María, Santa Virgen de las VírgenesCorazón de María, Llena de la Presencia de DiosCorazón de María, Unida al Corazón de JesúsCorazón de María, Inmaculada ConcepciónCorazón de María, Concebida sin pecadoCorazón de María, Nuestra amorosa y tierna MadreCorazón de María, Arca de la AlianzaCorazón de María, Nuestra Sra. del Santísimo SacramentoCorazón de María, A través de quien vamos al HijoCorazón de María, Abogada nuestra ante el HijoCorazón de María, Nuestra guía en el camino de la vidaCorazón de María, Quien sufrió por nuestra salvaciónCorazón de María, Corredentora de la raza humanaCorazón de María, Quien estuvo al pie de la CruzCorazón de María, Madre de la IglesiaCorazón de María, Traspasada por una espada de dolorCorazón de María, Puerta de entrada al Corazón de JesúsCorazón de María, Nuestra Señora de las GraciasCorazón de María, Esperanza del MundoCorazón de María, Esposa del Espíritu SantoCorazón de María, Mediadora de todas las GraciasCorazón de María, Madre de MisericordiaCorazón de María, Origen de nuestra confianzaCorazón de María, Herida por nuestras ofensasCorazón de María, Venerada junto a JesúsCorazón de María, A quien honramos los Primeros Sábados.San José, R. Ruega por nosotros.San Juan Apóstol, Ruega ...Santa Margarita MaríaSanta Clara de AsísSan Luis de MonfortSan Maximiliano KolbeSan Francisco de SalesSanta Juana de ChantalSan Claudio de la ColombiereSan Juan EudesSanta GertrudisSanta Juana de ArcoSanta Catalina LaboréSanta Bernardette SoubirousSan Pío XSanta María Faustina KowalskaBeata Dina BelangerBeatos Francisco y Jacinta...Todos los Apóstoles de los Dos Corazones...Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo…Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

Canto: Ven con nosotros al caminar.

LETANÍAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES

Oración por nuestra Asamblea

Señor, y Dios nuestro,tú en cada una de las comunidades cristianaspones de manifiesto que la Iglesia universales una, santa, católica y apostólica.

Asiste con la luz del Espíritu Santoa nuestra diócesis de San Juan de los Lagos,que realiza sus Asambleas decanales de Pastoral,en un ambiente de oración, reflexión y convivencia,para celebrar con gozo el paso del Señorpor nuestras comunidades,evaluar el Año de la vida en Cristo y del comportamiento social,y discernir la mística el camino operativopara seguir realizando el V Plan Diocesano de Pastoraly responder a los desafíos de la familia y la paz.

Te lo pedimos por la intercesión maternalde nuestra Señora de San Juan de los Lagosy de nuestros Santos y Beatos mártires,que con su sangre han confesadosu fe y su amor a tu Iglesia y a tu Hijo Jesucristo,que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

Oración por nuestra Asamblea

Señor, y Dios nuestro,tú en cada una de las comunidades cristianaspones de manifiesto que la Iglesia universales una, santa, católica y apostólica.

Asiste con la luz del Espíritu Santoa nuestra diócesis de San Juan de los Lagos,que realiza sus Asambleas decanales de Pastoral,en un ambiente de oración, reflexión y convivencia,para celebrar con gozo el paso del Señorpor nuestras comunidades,evaluar el Año de la vida en Cristo y del comportamiento social,y discernir la mística el camino operativopara seguir realizando el V Plan Diocesano de Pastoraly responder a los desafíos de la familia y la paz.

Te lo pedimos por la intercesión maternalde nuestra Señora de San Juan de los Lagosy de nuestros Santos y Beatos mártires,que con su sangre han confesadosu fe y su amor a tu Iglesia y a tu Hijo Jesucristo,que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

Documents

San Juan de los Lagos, Jal. Junio de 2015 Nº 410dsanjuan.org/boletin/400s/Boletin_410.pdf · Como en el V Plan diocesano de pastoral nos hemos propuesto «parroquializar» la pastoral,