San Romero de América

¡Pero qué obsesión la nuestra!… Ese interés de aclamar como beatos, santos o venerables a personas de carne, hueso y con nombre propio; después las entronizamos (puestas en un trono) en los altares de templos, capillas, santuarios, oratorios y demás centros de culto: Santa no sé quién, Santo no sé cuánto, santos y santas de…

Cristianos excelentes, y muy dignos de imitación, pero todos los que viven y mueren fieles al proyecto de Jesucristo también son santas/santos y participan de su gloria para siempre… Porque los creyentes todos (y los no creyentes también) estamos llamados a la “santidad”; todos sin distinción:

“Sean santos –dice Jesús de Nazaret- porque yo soy santo.”

La Santidad no se limita al entorno heroico o superlativo de unos pocos cristianos escogidos; nada de eso, LA SANTIDAD es la vocación a la que estamos llamados todos los seguidores de Jesucristo: “camino, verdad y vida para siempre…”

Sin embargo, la tradición eclesial es la que cuenta; y en ella aparecen escritos con letras de oro infinidad de apóstoles y mártires, pastores y doctores, vírgenes y santas mujeres, santos varones y discípulos preclaros, religiosos y religiosas, etc. Lucen una luminosa aureola alrededor de sus teatrales cabezas. Admirables todos ellos y ellas, casi celestiales, pero…

¿Dónde quedan esos creyentes que han dado su vida por el Reino de Dios, en favor de un mundo mejor desde el anonimato de sus días y de sus noches?

Una muestra de este épico santoral nos ofrece la fecha de hoy, 23 de mayo de 2015: Beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, cerquitica de aquí y tan famoso por estos lares: ¡Larga vida para San Romero de América! Ciertamente, lo hizo muy bien en un mundo muy mal…, como cientos y miles de santas/santos anónimos, esparcidos por estas tierras de El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Centroamérica, El Caribe y…

Mártir de la fe por una bala asesina, fiel al compromiso con los más necesitados, beato Óscar Arnulfo Romero, fuiste, eres y serás admirable en tu mensaje, ejemplar en tus hechos, grande personaje a lo largo y estrecho de esta cintura de América Latina; es más, ante tu memoria me quito el sombrero. ¡Un gran cristiano!

Sin embargo, me gusta llamarte como siempre lo he hecho: “Hermano Romero”, Óscar Arnulfo Romero por la gracia de Dios.

23 – mayo – 2015Almirante (Bocas del Toro) / PanamáSábado

En San Salvador de El Salvador, Centroamérica, América Latina…

xabierpatxigoikoetxeavillanueva