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Proyecto Integrador: Leer para conocer y comprender mi mundo. Un
ensayo
José Emilio Pacheco en el contexto de mi comunidad
Por: Jonathan Jesús Sánchez Escamilla
Módulo 4. Textos y visiones del mundo
23 De Julio De 2015
Introducción
El objetivo de este ensayo es dar a conocer un poco la pequeña pero estrecha relación que tiene esta
obra con algunos aspectos de mi vida, este ensayo también tiene como objetivo rendir un pequeño
homenaje al escritor José Emilio pacheco Mostrando su biografía y algunos fragmentos de su libro
“Las Batallas en el Desierto” además de mostrar mi opinión personal sobre un fragmento de la obra.
Mi vida y la obra.
En este libro José Emilio Pacheco narra de forma muy interesante, descriptiva y un poco vulgar Como
era la vida de los capitalinos durante la segunda mitad del siglo XX (siendo un poco más precisos entre
la década de los 50 y los 60) que marco el inicio de la modernidad y el surgimiento de un las ciudades
más emblemáticas del país por que el ambiente social y cultural de que aquella época era mágico y
hoy en día es algo digno de recordar y un ejemplo de lo que se podía ver y disfrutar en esta época es el
siguiente fragmento:
Me acuerdo, no me acuerdo: ¿qué año era aquél?; Ya había supermercados pero no televisión, radio
tan sólo: Las aventuras de Carlos Lacroix, Tarzán, El Llanero Solitario, La Legión de los Madrugadores,
Los Niños Catedráticos, Leyendas de las calles de México, Panseco, El Doctor I.Q., La Doctora Corazón
desde su Clínica de Almas. Paco Malgesto narraba las corridas de toros, Carlos Albert era el cronista
de futbol, el Mago Septién trasmitía el beisbol. Circulaban los primeros coches producidos después
de la guerra: Packard, Cadillac, Buick, Chrysler, Mercury, Hudson, Pontiac, Dodge, Plymouth, De Soto.
Íbamos a ver películas de Errol Flynn y Tyrone Power, a matinés con una de episodios completa: La
invasión de Mongo era mi predilecta. Estaban de moda Sin ti, La rondalla, La burrita, La múcura,
Amorcito Corazón. Volvía a sonar en todas partes un antiguo bolero puertorriqueño: Por alto esté el
cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que mi
amor profundo no rompa por ti.
En el municipio de Chalco a principios y mediados del siglo las actividades agropecuarias constituían
junto con el próspero comercio las actividades principales de la cabecera, Chalco era el centro de una
enorme cuenca lechera de gran renombre. Todo esto estaba lleno de establos y era común ver las
vacas conducidas al campo por los vaqueros.
A pesar de que nuestro país tenía cambios positivos que hacían que su situación fuera mejorando
poco a poco a un había pequeños problemas como mejorar los servicios de salud, la economía del país
o controlar la situación ambiental los cuales debían resolverse y a pesar del progreso estos problemas
aun siguen en la actualidad, además debo decir que estos problemas no solo ocurren en México sino
varia partes del mundo. Un ejemplo de los problemas que había en la ciudad de México es lo que
señala el siguiente texto:
Fue el año de la poliomielitis: escuelas llenas de niños con aparatos ortopédicos; de la fiebre aftosa:
en todo el país fusilaban por decenas de miles reses enfermas; de las inundaciones: el centro de la
ciudad se convertía otra vez en laguna, la gente iba por las calles en lancha. Dicen que con la próxima
tormenta estallará el Canal del Desagüe y anegará la capital. Qué importa, contestaba mi hermano,
si bajo el régimen de Miguel Alemán ya vivimos hundidos en la mierda.
Cuando leí este fragmento del libro se me vinieron dos recuerdos a la memoria
El primero cuando en 2009 con lo de la influenza porque a pesar de que una de las medidas de
seguridad que se habían impuesto era que nadie podía salir de sus casas y lo curioso de esto que
siempre salíamos a dar un paseo durante un rato a lo largo de la ciudad y mientras paseábamos mi
familia y yo imaginábamos que la ciudad era una maqueta nosotros unos muñequitos y que alguien
jugaba con nosotros , después regrese a la secundaria y las cosas habían cambiado un poco, porque
teníamos que seguir acatando las medidas de salud, lo cual era un poco difícil porque muchos
compañeros se negaban a seguirlas y preferían hacer su día normal como si nada pasara, además algo
primordial que se había señalado días después de que acabara el periodo de cuarentena era que
debíamos llevar cubre bocas pero había veces en los cubre bocas se agotaban en el salón de clase y
siempre había uno que otro compañero que llevaba cubre bocas como si fuera hacer un viaje sin
retorno y si necesitábamos uno los vendía en 3 o hasta 5 pesos ,eso a mí no me gustaba tanto porque
yo usaba 2 cubre bocas al día y no llevaba dinero extra en mi bolsillo solo llevaba lo de mi pasaje y si
hubo varias ocasiones que tuve aplicar la opción de comprar un cubre bocas en la escuela aunque
tuviera que pedirle prestado a algún amigo para completar mi pasaje y muchas veces me daba
vergüenza pedir dinero prestado a pesar de que pagaba lo que debía.
El segundo no sé como describirlo si como algo que ocurrió por mala suerte o algo natural resulta que
hace mas o menos casi un mes iba de camino a la Catedral de Chalco a escuchar la misa de las 11(ese
día era domingo) y al salir de misa algunos amigos yo que pertenecemos a un grupo parroquial de esa
iglesia nos quedamos platicando un rato y vendiendo boletos para una rifa, ya después de un rato , que
me dan ganas de ir al baño y a los 3 minutos que había salido de la iglesia hacia el baño más cercano
que estaba cruzando la calle, ocurre un corto circuito en edificio cerca de la iglesia , por fortuna nada
mas fue un susto y nadie salió herido , mientras buscaba la forma de entrar a la parroquia ocurre una
segunda explosión a causa del corto circuito trate de respirar un poco, guardar la calma y ajuntarme las
ganas de ir al baño mientras regresaba a la carpa donde estaba el resto de mis compañeros , pero para
mi sorpresa solo estaba una amiga nuestra de otro grupo parroquial quien atendía la carpa y me dijo
que todos se habían ido y una tercera explosión ocurre en el lugar pero entonces yo estaba totalmente
a salvo , de ahí espera a lo mucho 10 minutos hasta las ganas de ir al baño se hicieron incontrolables y
volví a tratar de ir al baño más cercano , poco después regresé y llamee a mi casa para ver si todo
estaba bien y todo estaba en calma, fue entonces cuando me prepare para volver a casa y me ocurre
otra desgracia se suelta una lluvia muy fuerte y me quedo varado por que las calles estaban
totalmente inundadas no había forma de salir, pero después llego mi mama y mi papa al rescate y
puede regresar a casa literalmente en una sola pieza aunque empapado.
A pesar de que país progresaba lentamente muchos tenían razones o motivos para quejarse un
ejemplo de esto es el siguiente:
Los mayores se quejaban de la inflación, los cambios, el tránsito, la inmoralidad, el ruido, la
delincuencia, el exceso de gente, la mendicidad, los extranjeros, la corrupción, el enriquecimiento sin
límite de unos cuantos y la miseria de casi todos.
Yo tengo muy presente una idea en mi mente, que muchos problemas que suceden en nuestro país
son provocados por nuestras malas acciones, pero si nosotros tenemos la iniciativa podemos
solucionarlos y podemos hacer de nuestro pais un lugar mejor.
Otra cosa que me gusto de la obra es que desde esa época la gente tenía una gran imaginación por que
muchos tenían una visión de cómo sería el futuro, para muestra el siguiente fragmento:
Decían los periódicos: El mundo atraviesa por un momento angustioso. El espectro de la guerra final
se proyecta en el horizonte. El símbolo sombrío de nuestro tiempo es el hongo atómico. Sin embargo
había esperanza. Nuestros libros de texto afirmaban: Visto en el mapa México tiene forma de
cornucopia o cuerno de la abundancia. Para el impensable año dos mil se auguraba -sin especificar
cómo íbamos a lograrlo- un porvenir de plenitud y bienestar universales. Ciudades limpias, sin
injusticia, sin pobres, sin violencia, sin congestiones, sin basura. Para cada familia una casa
ultramoderna y aerodinámica (palabras de la época). A nadie le faltaría nada. Las máquinas harían
todo el trabajo. Calles repletas de árboles y fuentes, cruzadas por vehículos sin humo ni estruendo ni
posibilidad de colisiones. El paraíso en la tierra. La utopía al fin conquistada.
Los niños que de verdad eran árabes y judíos sólo se hablaban para insultarse y pelear. Bernardo
Mondragón, nuestro profesor, les decía: Ustedes nacieron aquí. Son tan mexicanos como sus
compañeros. No hereden el odio. Después de cuanto acaba de pasar (las infinitas matanzas, los
campos de exterminio, la bomba atómica, los millones y millones de muertos), el mundo de mañana,
el mundo en el que ustedes serán hombres, debe ser un sitio de paz, un lugar sin crímenes y sin
infamias. En las filas de atrás sonaba una risita. Mondragón nos observaba tristísimo, se preguntaba
qué iba a ser de nosotros con los años, cuántos males y cuántas catástrofes aún estarían por delante.
Recuerdo como fue mi infancia al principio fue un juego de luces y sombras, no sé como describirlo en
unas cuantas líneas, ya que es algo largo pero veré como explicarlo.
Nací el 2 de junio de 1996 en el Distrito Federal, mi nacimiento fue prematuro y fui diagnosticado con
una enfermedad llamada cuadriplejia espástica, es decir falta de fuerza en las piernas.
Cuando cumplí 3 años mis primer papa se separa de mi mama por una razón absolutamente estúpida
por que según quería un hijo normal y yo para él era un estorbo (aun me atormenta ese horrible
recuerdo después tantos años y a pesar de que ya falleció)
Después entre a preescolar y la luz de la felicidad se encendió en mi por primera vez porque pude
hacer muchos amigos a pesar de mi condición física y además, descubrí con ayuda de mi familia y
amigos que yo era alguien especial y que podía llegar muy lejos.
Después entre a la primaria y me volví mas sociable y poco olvide ese recuerdo gris. También mi
felicidad se descubre una vez más a pesar de ser rechazado en varias escuelas del municipio por que
había encontrado a un padre que me quiere y me estima , también porque Dios me concedió un deseo
muy especial, el cual fue tener 2 hermanos a quienes quiero con todo mi corazón a pesar de que a
veces peleamos.
Más tarde en 2009 viví uno de los momentos más duros de mi vida por que perdí a mis abuelos las 2
personas que mas afecto les tengo, pero a pesar de todo esto y otros momentos que han pasado a lo
largo de mi vida he aprendido a ser una persona madura y responsable.
Otro tema que toca esta obra es la violencia escolar que en un principio no era algo tan alarmante por
que la gran mayoría de los conflictos se resolvían con una cosa llamada comunicación y con otra
llamada dialogo y con varios consejos que nos daba nuestra familia un ejemplo de te tema es el
siguiente fragmento:
No olvido aquella mañana: en el recreo le mostraba a Jim uno de mis Pequeños Grandes Libros,
novelas ilustradas que en el extremo superior de la página tenían cinito (las figuras parecían moverse
si uno dejaba correr las hojas con el dedo pulgar), cuando Rosales, que nunca antes se había metido
conmigo, gritó: Hey, miren: esos dos son putos. Vamos a darles pamba a los putos. Me le fui encima
a golpes. Pásame a tu madre, pinche buey, y verás qué tan puto, indio pendejo. El profesor nos
separó. Yo con un labio roto, él con sangre de la nariz que le manchaba la camisa. Gracias a la pelea
mi padre me enseñó a no despreciar. Me preguntó con quién me había enfrentado. Llamé "indio" a
Rosales. Mi padre dijo que en México todos éramos indios, aun sin saberlo ni quererlo. Si los indios
no fueran al mismo tiempo los pobres nadie usaría esa palabra a modo de insulto. Me referí a
Rosales como "pelado". Mi padre señaló que nadie tiene la culpa de estar en la miseria, y antes de
juzgar mal a alguien debía pensar si tuvo las mismas oportunidades que yo.
Una última cosa que menciona esta magnífica obra es el cómo Vivian los ricos y pobres de la ciudad de
México:
Millonario frente a Rosales, frente a Harry Atherton yo era un mendigo. El año anterior, cuando aún
estudiábamos en el Colegio México, Harry Atherton me invitó una sola vez a su casa en Las Lomas:
billar subterráneo, piscina, biblioteca con miles de tomos encuadernados en piel, despensa, cava,
gimnasio, vapor, cancha de tenis, seis baños. (¿Por qué tendrán tantos baños las casas ricas
mexicanas?) Su cuarto daba a un jardín en declive con árboles antiguos y una cascada artificial. A
Harry no lo habían puesto en el americano sino en el México para que conociera un medio de lengua
española y desde temprano se familiarizara con quienes iban a ser sus ayudantes, sus
prestanombres, sus eternos aprendices, sus criados. Cenamos. Sus padres no me dirigieron la
palabra y hablaron todo el tiempo en inglés. Honey, how do you like the little Spic? He's a midget,
isn't he? Oh Jack, please. Maybe the poor kid is catching on. Don't worry, dear, he wouldn't
understand a thing. Al día siguiente Harry me dijo: Voy a darte un consejo: aprende a usar los
cubiertos. Anoche comiste filete con el tenedor del pescado. Y no hagas ruido al tomar la sopa, no
hables con la boca llena, mastica despacio trozos pequeños. Lo contrario me pasó con Rosales
cuando acababa de entrar en esta escuela, ya que ante la crisis de su fábrica mi padre no pudo seguir
pagando las colegiaturas del México. Fui a copiar unos apuntes de civismo a casa de Rosales. Era un
excelente alumno, el de mejor letra y ortografía, y todos lo utilizábamos para estos favores. Vivía en
una vecindad apuntalada con vigas. Los caños inservibles anegaban el patio. En el agua verdosa
flotaba mierda. A los veintisiete años su madre parecía de cincuenta. Me recibió muy amable y,
aunque no estaba invitado, me hizo compartir la cena. Quesadillas de sesos. Me dieron asco.
Chorreaban una grasa extrañísima semejante al aceite para coches. Rosales dormía sobre un petate
en la sala. El nuevo hombre de su madre lo había expulsado del único cuarto.
Aquí les muestro la biografía de José Emilio Pacheco el autor de Las Batallas En El
Desierto:
José Emilio Pacheco nació en Ciudad de México el 30 de junio de 1939. Estudió en La Universidad
Nacional Autónoma de México. Su obra fue reconocida muy pronto y desde la década de los cincuenta
ya figuraba en antologías al lado de los grandes poetas de Latinoamérica. Además de haber publicado
poesía y prosa y de ejercer una magistral labor como traductor, trabajó como director y editor de
colecciones bibliográficas y diversas publicaciones y suplementos culturales. Dirigió, al lado de Carlos
Monsiváis, el suplemento de la revista Estaciones; fue secretario de redacción de la Revista de la
Universidad de México. Dirigió la colección Biblioteca del Estudiante Universitario y fue docente en
diversas universidades del mundo e investigador del INAH.
Perteneció a la generación de los años cincuenta, integrada también por Carlos Monsiváis, Eduardo
Lizalde, Sergio Pitol, Juan Vicente Melo, Vicente Leñero, Juan García Ponce, Sergio Galindo y Salvador
Elizondo. Pacheco fue profesor en la UNAM, en la Universidad de Maryland (College Park), en la
Universidad de Essex, y en algunas otras de Estados Unidos, Canadá, y Reino Unido.
Recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Alfonso Reyes, del El Colegio de
México.
Murió el 26 de enero de 2014.
Conclusión
En lo personal yo les recomendaría leer este libro por que nos muestra como fue la vida en México
durante la segunda mitad del siglo XX, además nos invita a reflexionar como es la sociedad actual e
incluso mientras leamos la obra podremos recordar algunos momentos de nuestra vida.
Referencias bibliográficas:
Biografía de José Emilio Pacheco tomada del Sitio Web:
http://www.escritores.org/index.php/biografias/185-jose-emilio-pacheco
Fragmentos Del Libro Las Batallas En El Desierto (pp.2-10) Rescatado del Sitio Web:
http://www.cepetaxco.unam.mx/pdf/lasbatallaseneldesierto.pdf