Embed Size (px)
Citation preview
SANTA TERESA DE CALCUTA
PENSAMIENTOS
Presentación y selección de textos:Matilde Eugenia Pérez Tamayo
CONTENIDO
PREFACIO
La Madre Teresa nos habla de…
1. Dios y nuestra relación con Él2. Jesús y nuestra relación con él3. María4. La Fe5. La Eucaristía6. La Oración7. La Santidad8. La Humildad9. El Amor y el Perdón10.La vida, el quehacer diario, el servicio,
la ayuda, el compartir, la generosidad11. La Paz12.La Alegría13.La Sonrisa14.El Sufrimiento15.La Familia16.Los Niños y el Aborto
17.La Pobreza material y espiritual, lospobres
18.El hambre19.La Muerte20.El Pecado21.Otros temas importantes22.Házlo de todas formas
BIBLIOGRAFÍA
PREFACIO
“Todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos…
Por sus frutos los conocerán”... JESÚS
(Mateo 7, 17. 20).
Las obras son para todos los seres humanos,el fruto maduro, no sólo de sus esfuerzos yfatigas, sino también, y de manera clara, enprimer lugar, de la gracia de Dios, y luego, desu modo de pensar, de sus ideas y suscreencias, de sus circunstancias particulares,de su vida.
¿Qué pensaba la Madre Teresa?… ¿Qué sentía en su corazón de mujer y
de religiosa, frente al mundo en el quevivía?…
¿Por qué le afectaba tanto la situaciónde los pobres de la ciudad que habíaadoptado como suya, la vida de laspersonas que veía tiradas en lasaceras, solas y abandonadas, sin quenadie se detuviera a socorrerlas?...
¿Qué la condujo a hacer lo que hizo apartir de 1948, cuando abandonó lacomunidad religiosa a la quepertenecía y en la que era felizenseñando a niñas pudientes de laIndia, para fundar una nuevacongregación dedicada a servir a losmás pobres entre los pobres?…
¿De dónde sacaba la fuerza paraobrar con tanta pasión y entrega entodo lo que se proponía?…
¿Qué la movía interiormente?… ¿Qué o quién la impulsaba a ir cada
vez más allá en el amor y el servicio,siempre con alegría y buenadisposición?…
El corazón de la Madre Teresa era, sin duda,un corazón sensible; un corazón abierto aDios y a su bondad, y también, a imitación deJesús a quien amaba por encima de todo, uncorazón, abierto a las personas que larodeaban y a sus necesidades materiales yespirituales.
El corazón de la Madre Teresa era uncorazón permeado por el Evangelio de Jesús,
por la belleza de sus palabras y la bondad desus acciones, por la ternura de sus gestos,por el amor que daba a quienes seacercaban a él, por el amor que sentía porDios a quien veía y con quien se relacionabacomo un Padre amoroso y tierno, su propioPadre y nuestro Padre.
El corazón de la Madre Teresa era uncorazón que latía fuerte, que amabaprofundamente, que se entregaba congenerosidad, que sabía sacrificarse por elbien de los demás. Un corazón pobre yhumilde, un corazón bondadoso, un corazónlimpio, un corazón lleno de amor y de ternura,de benevolencia y de paz.
El libro que tienes en tus manos, queridolector, te permitirá ahondar en elconocimiento de este corazón grande y bello,que bebía en el Corazón tierno y amoroso deJesús, y se alimentaba diariamente con suCuerpo y su Sangre, su Alma y su Divinidad,hechos Pan de Vida y Bebida de salvación; ylo harás escuchando en tu corazón suspropias palabras, extractadas de susintervenciones públicas, de sus diálogos con
los religiosos y religiosas de las comunidadespor ella fundadas y de las cartas que escribíaa su director espiritual y a sus colaboradoresen todo el mundo.
No es una presentación exhaustiva de supensamiento, pero sí una muestra amplia ysuficiente. Seguro que si lo lees con buenadisposición, y te dejas guiar por el EspírituSanto, encontrarás en sus palabras, lainspiración que necesitas para crecerespiritualmente, fortaleciendo tu fe, tuesperanza, y sobre todo tu amor activo yefectivo por Dios y por los demás, como nosenseña Jesús.
No lo leas de corrido. Tómate tu tiempo. Dejaque su mensaje penetre en tu alma. Meditaen lo que dice. Ora con las frases que más tellamen la atención. Busca cómo poner enpráctica en las circunstancias de tu vida, loque la Madre dice. Cambiará tu vida. Teacercará a Jesús.
Con mis mejores deseos para ti,
Matilde Eugenia Pérez Tamayo
NOTA: Si quieres conocer algo más de lavida y la obra de la Madre Teresa, te invito adescargar el libro: “Santa Teresa de Calcuta,testigo de la misericordia” -. Puedes hacerloen este enlace: https://SANTA TERESA DECALCUTA, TESTIGO DE LA MISERICORDIA– PARA CRECER EN LA FE (wordpress.com)
1. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE DIOS
Y DE NUESTRA RELACIÓN CON ÉL
Dondequiera que vayas, busca siempre labelleza y la inmensa bondad de Dios.
Esta es la parte más hermosa de Dios: esTodopoderoso y sin embargo no se impone anadie.
Lo único que quiere el buen Dios es nuestroamor nuestra confianza en Él.
Dios habla en el silencio del corazón.
Estamos en las manos de Dios. Él noscuidará. Nosotros ahora sólo tenemos queconfiar ciegamente en Él.
Dios sigue amando al mundo en nuestrosdías. No ha dejado de sentir misericordia deél. Somos nosotros quienes tenemos que serhoy su amor y su misericordia para con elmundo.
Dios es un Padre que perdona. Sumisericordia es mayor que nuestro pecado. Élperdonará nuestras faltas; decidamosnosotros no volver a cometerlas.
Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti ya mí para que seamos su amor y sucompasión por los pobres.
Las personas más tristes que he conocidono son las más enfermas, ni las más pobres;sino las que no sienten amor por Dios.
Superemos siempre el desaliento... Nada deesto tiene sentido si hemos comprendido laternura del amor de Dios.
Dios no pretende de mí que tenga éxito. Sóloexige que le sea fiel. A los ojos de Dios noson los resultados lo que cuenta. Loimportante para Él es la fidelidad.
No debemos desperdiciar ninguna de lasoportunidades que se nos presentan dehacer el bien.
Pueden parecernos cosas insignificantes,pero nada es insignificante para Dios.
Cuando se experimenta apego al dinero, sepierde el contacto con Dios. Pidamos, pues, aDios, que nos libre de tal apego.
Lo importante no es cuánto tenemos paradar, sino lo vacíos que estamos para recibirplenamente en nuestra vida a Dios, y dejarque Él viva su vida en nosotros.
¡Qué terrible es estar sin Dios!
2. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE JESÚS
Y DE NUESTRA RELACIÓN CON ÉL
Para mí, Jesús es la Vida que quiero vivir, laLuz que quiero reflejar, el Camino que melleva al Padre, el Amor que quiero manifestar,la Alegría que quiero compartir, la Paz quequiero sembrar a mi alrededor. Para míJesús lo es todo.
Sólo Jesús es el Camino digno de serseguido, la Luz digna de ser encendida, laVida digna de ser vivida, y el Amor digno deser amado
Jesús es nuestro amor, nuestra fuerza,nuestra fuente de bondad.
Profundicemos en nuestro conocimiento deJesús y este conocimiento nos llevará aamarlo y el amor nos llevará a servirlo.
Decimos que amamos a Dios, a Jesús…¿Cómo lo amamos?… No hay mejor manerade hacerlo que prestar servicio amoroso ygratuito a los pobres más pobres.
Hoy como ayer, Jesús viene a los suyos y lossuyos no lo acogen. Viene en los cuerposrotos de los pobres. Viene igualmente en losricos que se ahogan en la soledad de sus
propias riquezas. Viene en los corazonessolitarios, cuando no hay quien les ofrezca unpoco de amor.
Jesús hubiera podido disponer de un palacio.En cambio, quiso ser pobre. ¿Por qué?…Para hacernos fácil la pobreza.
No cierren las puertas a los pobres; porquelos pobres, los apestados, los caídos en lavida, son como el mismo Jesús.
Lo único que Jesús nos pide en todomomento es que nos entreguemosabsolutamente a él, que confiemos en élplenamente, renunciando a nuestros deseospara cumplir con el camino que nos vatrazando.
¿Qué hizo Jesús para amarnos? Se convirtióen pan vivo que ustedes y yo pudiéramoscomer, para vivir. ¡Se hizo tan pequeño y tandébil! Pan, nada más, para saciar nuestrahambre de Dios.
El sufrimiento de Jesús resultó ser un regalo;el mayor regalo de amor.
Mirando a la Cruz podemos comprobarcuánto nos amó Jesús.
Me pregunto lo que Jesús pudo haber sentidodurante su agonía, cuando sufrió aquellasindecibles y ocultas heridas.
Recuerden que la Pasión de Cristodesemboca siempre en la alegría de laResurrección, para que cuando sientan en sucorazón los sufrimientos de Cristo, tenganbien presente que luego llegará laresurrección.
Hambriento de amor, él – Jesús - te mira;sediento de afecto, te lo suplica; privado delealtad, de ti la espera; enfermo y prisionero,desea tu amistad; desprovisto de hogar, tepide morar en tu corazón.
El servicio más grande que pueden hacer aalguien es conducirlo para que conozca aJesús, para que lo escuche y lo siga; porquesólo Jesús puede satisfacer la sed defelicidad del corazón humano, para la quehemos sido creados.
Las tentaciones las tenemos todos. Pero siJesús es una realidad viviente en mi vida,entonces ya no tengo miedo.
Es muy difícil, o más bien imposible, dar aJesús a los demás si ya no lo tenemos ennuestros corazones.
Nuestras vidas han de ser tan transparentesque los demás puedan descubrir en ellas aJesús.
Se dice que la humildad es la verdad y queJesús es la verdad. Por consiguiente, la únicamanera de parecerse a Jesús es practicar lahumildad.
3. LA MADRE TERESANOS HABLA DE MARÍA
La grandeza de María reside en su humildad.Jesús, quien vivió en estrechísimo contactocon ella, parecía querer que nosotrosaprendiéramos de él y de ella una lecciónsolamente: ser mansos y humildes decorazón.
La Virgen María conserva cuidadosamentetodas las cosas en su corazón. Este silenciola aproximó tanto al Señor que nunca tuvoque arrepentirse de nada.
María no se sintió nunca avergonzada.Proclamó siempre a Jesús como hijo suyo.En el Calvario, la vemos erguida. La Madrede Dios, en pie junto a la cruz.¡Qué fe másprofunda tuvo que tener, a causa de su amorhacia el Hijo! Permanecer en pie, viéndolodeshonrado, malquerido, objeto de desprecioy de odio, por todos…
Pidámosle a la Virgen que nos ayude a sercomo ella, a realizar con humildad y sinvanagloria el trabajo que se nos ha asignado,y que llevemos a los demás a Jesús con elmismo espíritu con el que ella lo llevó en suseno.
A María, nuestra Madre, le demostraremosnuestro amor, trabajando por su Hijo Jesús.
4. LA MADRE TERESANOS HABLA DE LA FE
La fe es un don de Dios. Sin fe, no hay vidaposible. Para que nuestra obra dé frutos,para que no pertenezca sino a Dios, ha decimentarse sobre la fe.
La fe no puede ser auténtica sin sergenerosa. Amor y fe van juntos: secomplementan mutuamente.
Si escasea la fe es porque hay demasiadoegoísmo en el mundo.
La fe y el amor que brotan de la Eucaristíanos predisponen para poder descubrir aCristo bajo las humildes apariencias de lospobres.
Tenemos necesidad de la profundidad de lafe para ver a Jesús en el cuerpo maltrecho yen los andrajos sucios bajo los cuales seoculta el más hermosode los hijos de loshombres.
Jesús dijo: Tuve hambre, estaba desnudo,enfermo, sin cobijo... Por mí lo habéis hecho.Nuestra obra está fundada sobre la fe enestas palabras de Jesús.
No debemos imponer nuestra fe católica anadie, sino tener un profundo respeto portodas las demás religiones, porque no esjusto forzar a otros a aceptar la fe católicacontra su conciencia. Sin embargo,pediremos el don de la fe para ellos y,cuando exista la oportunidad de hablar conellos sobre la Palabra de Dios, no debemosdejarla pasar.
El respeto de la fe religiosa de los demás esuna condición indispensable para que puedahaber paz.
5. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DE LA EUCARISTÍA
La Eucaristía sobrepasa toda capacidadhumana de comprensión. Hay que aceptarlacon una fe y un amor profundos.
Jesús se convirtió en Pan de Vida.Convirtiéndose en pan, se puso por completoa nuestra disposición.
Jesús se convirtió en el Pan de Vida porquecomprendió la necesidad, el hambre queteníamos de Dios. Y nosotros debemoscomer este Pan y la bondad de su amor parapoder compartirlo.
“Mi carne es verdadera comida y mi sangrees verdadera bebida. El que come mi carne ybebe mi sangre, vive en mí y yo en él”. (Juan6, 56) ¿Qué más podría hacer Jesús por míque darme su carne como alimento?
Jesús dijo: “Si no comen mi carne y beben misangre, no pueden vivir. No pueden amar. Nopueden servir”. Tenemos que comerle.
La Eucaristía es el signo más tangible delamor de Dios por el hombre, ya que renuevapermanentemente el sacrificio de Jesús poramor a nosotros. Y es la Misa, nuestraoración diaria, el lugar donde nos ofrecemos
con y por Jesús para ser distribuidos entrelos más pobres de los pobres.
La Eucaristía es el misterio de nuestra uniónprofunda con Cristo.
La Eucaristía y los pobres: dos realidadesque los cristianos no podemos separar.
Si comprendemos verdaderamente laEucaristía; si la convertimos en el temacentral de nuestra vida; si nos alimentamoscon la Eucaristía; no tendremos dificultadalguna en descubrir a Jesús, amarlo yservirlo en los pobres.
La Misa es el alimento espiritual que mesustenta. Sin ella no lograría mantenerme enpie un día, ni siquiera una hora.
6. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE LA ORACIÓN
La oración se reduce simplemente a hablarcon Dios. Él habla y nosotros lo escuchamos.Nosotros le hablamos y Él nos escucha. Laoración es un doble proceso de hablar yescuchar.
En la oración la cosa más importante no es loque decimos nosotros, sino lo que Dios nosdice a nosotros.
La oración ensancha nuestros corazoneshasta darles la capacidad de contener el donmismo de Dios.
El primer requisito para la oración es elsilencio. Las personas de oración sonpersonas que saben guardar silencio.
Orar no es pedir. Orar es ponerse en manosde Dios, a su disposición, y escuchar su vozen lo profundo de nuestros corazones.
Rezar el Padrenuestro y vivirlo nos llevará ala santidad. En el Padrenuestro estamostodos: Dios, nosotros, nuestro prójimo…
Nuestras almas tienen el valor que tienenuestra oración. Nuestro trabajo es fructuoso
en la medida en que expresa una oraciónrealmente sincera.
Para que la oración sea realmente fructuosa,ha de brotar del corazón y debe ser capaz detocar el corazón de Dios.
Nuestras acciones sólo pueden producirfrutos, cuando son expresión verdadera deuna plegaria sincera.
El trabajo no es oración; la oración no estrabajo; pero debemos orar el trabajo, porDios, con Dios y a Dios.
Si oramos, creemos. Si creemos, amaremos.Si amamos, serviremos.
La oración significa para mí la posibilidad deunirme a Jesús las 24 horas del día para vivircon él, en él y para él.
El fruto del silencio es la oración. El fruto dela oración es la fe. El fruto de la fe es el amor.El fruto del amor es el servicio. El fruto delservicio es la paz.
7. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE LA SANTIDAD
El primer paso para ser santos es desearlo.Jesús quiere que seamos santos como suPadre.
Si realizamos nuestra tarea por Dios y por sugloria, podemos hacernos santos.
La santidad no es un lujo para unos pocos, niestá restringida sólo a algunas personas. Lasantidad está hecha para ti, para mí, paratodos. Es un sencillo deber, porque siaprendemos a amar, aprendemos a sersantos.
“Quiero ser santo” significa: quierodespojarme de todo lo que no es Dios; quieroexprimir mi corazón y vaciarlo de toda cosacreada; quiero vivir en pobreza y desapego.
El camino a la santidad comienza dejándonosvaciar y transformar por el mismo Jesús,para que él llene nuestro corazón y podamosluego dar de nuestra abundancia.
La santidad no consiste en llevar a cabocosas extraordinarias. Consiste en aceptarcon una sonrisa lo que Jesús nos envía.Consiste en aceptar y seguir la Voluntad deDios.
La santidad consiste en hacer la Voluntad delPadre con alegría.
8. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DE LA HUMILDAD
No busquen las cosas grandes; hagansolamente cosas pequeñas con gran amor.Hay muchas personas dispuestas a hacergrandes cosas, pero hay muy pocaspersonas dispuestas a hacer las cosaspequeñas que son tan necesarias.
Necesitamos trabajar por Dios con uncorazón humilde, con la humildad de Jesús.
No creamos que la humildad se demuestraocultando los dones de Dios.
No se aprende a ser humildes leyendo unagran cantidad de libros, ni oyendo grandessermones sobre la humildad. Se aprende aser humilde aceptando las humillaciones.
El dinero hace a las personas ricas; elconocimiento hace a las personas sabias;pero la humildad hace grandes personas.
El verdadero humilde es el que evita juzgar alos demás, cultiva pensamientos amablessobre ellos, se alegra por el bien que hacen,sabe disculpar sus errores, se encuentra a
gusto y alegre entre los pobres, con losenfermos y con los moribundos.
Si de verdad fuéramos humildes, nada noscambiaría: ni la alabanza, ni el desánimo. Sialguien nos criticara no sentiríamosdesánimo. Si alguien nos ensalzara, no nossentiríamos orgullosos.
9. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DEL AMOR Y DEL PERDÓN
El amor comienza en casa, y no es lo muchoque hacemos. Es cuánto amor ponemos encada acción.
La ciencia más grande en el mundo, en elcielo y en la tierra, es el amor.
Difunde el amor dondequiera que vayas.
El amor se prueba con los hechos; cuantomás nos cuesta, más grande es la prueba denuestro amor.
Muchas veces basta una palabra, unamirada, un gesto, para llenar el corazón delque amamos.
Tenemos que ser portadores de paz, de amory de compasión para el mundo de hoy.
Nuestra tarea consiste en animar a cristianosy no cristianos a realizar obras de amor. Ycada obra de amor, hecha de todo corazón,acerca a las personas a Dios.
Hay que hacer las cosas ordinarias, con unamor extraordinario.
Para que el amor sea verdadero nos debecostar. Nos debe doler. Nos debe vaciar denosotros mismos.
Ama hasta que te duela. Si te duele es buenaseñal.
El dinero solo puede comprar cosasmateriales como alimentos, ropas y vivienda.Pero se necesita algo más. Hay males queno se pueden curar con dinero, sino solo conamor.
El mayor mal es la falta de amor y de caridad,esa terrible indiferencia hacia el prójimo quevive al borde de la carretera, agredido por laexplotación, la corrupción, la pobreza y laenfermedad.
Cuanto menos cosas tengamos, mástendremos para dar, porque el amor que sefundamenta en el sacrificio,siempre crece.Parece imposible, pero no lo es. Esa es lalógica del amor.
La falta de amor es la mayor pobreza.
Hay muchas personas en este mundo queanhelan un pedazo de pan, pero hay muchasmás que anhelan un poco de amor.
Fidelidad, puntualidad, pequeñas palabrasllenas de bondad, algún pequeñopensamiento para los demás, ciertospequeños gestos hechos de silencios, demiradas, de pensamientos, de palabras, deobras… Justo estas cosas son las “gotas deamor” que hacen que nuestra vida transcurracon tanto resplandor.
Darle a alguien todo tu amor nunca esgarantía de que él también te amará; pero noesperes que te amen, sólo espera que elamor crezca en el corazón de la otrapersona, y si no crece, sé feliz porque crecióen el tuyo.
La gente de hoy tiene hambre de amor, deeste amor comprensivo, que es muchomayor, y que es la única respuesta a lasoledad y a la gran pobreza.
Si juzgas a la gente no tendrás tiempo paraamarla.
Es fácil amar a la gente de lejos. No siemprees fácil amar a los que están cerca denosotros. Es más fácil dar una taza de arrozpara aliviar el hambre que aliviar la soledad yel dolor de alguien no querido en nuestrapropia casa.
Si de verdad queremos que haya paz en elmundo, empecemos por amarnos unos aotros en el seno de nuestras propias familias.
Dios nos ha creado para cosas grandes: paraamar y para ofrecer amor, para queexperimentemos una profunda ternura hacialos demás, como la tuvo Jesús.
Nuestro amor al prójimo debe ser igual que elque sentimos por Dios. No tenemosnecesidad de ir en busca de oportunidadespara cumplir este mandato. Se nos ofrecen acada momento, durante las 24 horas del día,dondequiera que nos encontremos.
Perdona, que perdonando tendrás paz en tualma y la tendrá el que te ofendió.
Cuando nos demos cuenta de que somospecadores necesitados de perdón, nosresultará más fácil perdonar a los demás.
10. LA MADRE TERESANOS HABLA DE LA VIDA, EL QUEHACER DIARIO,
EL SERVICIO, LA AYUDA, EL COMPARTIR,
LA GENEROSIDAD
La vida es dura, pero son los momentosespeciales que viviste, las personasextraordinarias que conociste, los que teenseñan que, aunque las lágrimas te ensucienel rostro, te limpian el alma.
Si no se vive para los demás, la vida carece desentido.
El que no vive para servir, no sirve para vivir.
A veces sentimos que lo que hacemos nomerece la pena. Pero siempre hay alguien quelo agradecerá.
Lo que se tarda años en construir, puede serdestruido durante una noche; construyamos detodos modos.
Yo puedo hacer cosas que tú no puedes; túpuedes hacer cosas que yo no puedo; juntospodemos hacer grandes cosas.
No siempre podemos hacer grandes cosas,pero siempre podemos dar algo de nosotrosmismos.
Quizá en nuestra propia familia tenemos aalguien que se siente solo, enfermo,preocupado… ¿Estamos ahí para ayudarlo?…
La vida es un don maravilloso de Dios y ayudara los pobres, material y espiritualmente, másque un deber es un privilegio; porque Jesús,Dios hecho hombre, nos ha asegurado:"Cuanto hagan a uno de estos pequeños, es amí a quien lo hacen".
Seamos los servidores del pobre. Hemos debrindar al pobre un servicio generoso, sincero.En el mundo, a la gente se le paga por sutrabajo. Sintámonos pagados por Dios.
No des sólo lo superfluo, lo que te sobra, loque no necesitas. Da tu corazón.
Después de la tormenta siempre viene lacalma. En la vida lo mejor llega cuando menoslo esperas.
Vive sencillamente para que otros puedansimplemente vivir.
Ama lo que tienes, antes de que la vida teenseñe a amar lo que perdiste.
Bienaventurados los que dan sin recordar, y losque reciben sin olvidar.
11. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE LA PAZ
No necesitamos armas y bombas para llevarla paz. Necesitamos el amor y la compasión.
La paz comienza con una sonrisa.
Las obras de amor son obras de paz.
Todos tenemos el deber de trabajar en favorde la paz. Pero para lograr la paz deberemosaprender de Jesús a ser mansos y humildesde corazón.
Si no tenemos paz en el mundo, es porquehemos olvidado que nos pertenecemos eluno al otro; que ese hombre, esa mujer, esacriatura, es mi hermano o hermana.
12. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DE LA ALEGRÍA
Cuando yo hablo de alegría, no me refiero arisas sonoras ni a griterío. No consiste en esola auténtica felicidad. La verdadera alegría, laverdadera felicidad es una paz íntima yprofunda que se refleja en los ojos, en lasactitudes, en los gestos, en nuestradisponibilidad y prontitud.
La alegría es signo de una persona generosay mortificada que, olvidando todas las cosas,incluso a sí misma, intenta agradar a su Diosen todo lo que hace. Una persona que tieneeste don de la alegría, frecuentementealcanza un alto grado de perfección.
La alegría es oración, la señal de nuestragenerosidad, de nuestro desprendimiento yde nuestra unión interior con Dios.
Mantengamos la alegría de amar a Jesús ennuestros corazones, y compartamos estaalegría con todo aquel que nos encontremos.
Luchen contra todo aquello que puedasumirlos en la tristeza. Nuestra oración decada día podría ser: “Que la alegría del Señorsea mi fuerza”. El optimismo y la alegríafueron la fuerza de María.
Sin alegría no hay posibilidad de amor y elamor sin alegría no es amor sincero yauténtico.
La mejor manera de expresar la gratitud aDios y a las personas es aceptarlo todo conalegría.
La alegría profunda del corazón es como unimán que indica el camino de la vida.
La alegría es fuerza.
La alegría es una red de amor.
Espero que tengas: suficiente felicidad parahacerte dulce. Suficientes pruebas parahacerte fuerte. Suficiente dolor paramantenerte humano. Suficiente esperanzapara ser feliz.
No debemos permitir que alguien se aleje denuestra presencia, sin sentirse mejor y másfeliz.
Si a un solo pequeño niño infeliz se le hacefeliz con el amor de Jesús (…), ¿no valdrá lapena? (…) darlo todo por ello?
13. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE LA SONRISA
Encontrémonos siempre el uno con el otrocon una sonrisa. La sonrisa es el principio delamor.
La revolución del amor comienza con unasonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien enrealidad no quisieras sonreír. Hazlo por lapaz.
Nunca sabremos todo lo bueno que unasimple sonrisa puede llegar a hacer.
Una sonrisa en los labios alegra nuestrocorazón, conserva nuestro buen humor,guarda nuestra alma en paz, vigoriza lasalud, embellece nuestro rostro e inspirabuenas obras.
Sonriamos a los rostros tristes, tímidos,enfermos, conocidos, familiares y amigos.
Pienso que la sonrisa engendra sonrisa, dela misma manera que el amor engendra amor
14. LA MADRE TERESANOS HABLA
DEL SUFRIMIENTO
El sufrimiento nunca está totalmente ausentede nuestra vida. Así pues, no le tengamosmiedo. Es un medio fabuloso para el amor sisabemos aprovecharlo…
No tengamos miedo. Tiene que haber cruz,tiene que haber sufrimiento, señal clara deque Jesús nos ha acercado a su Corazónpara compartir su sufrimiento con nosotros.
El sufrimiento en sí mismo no es nada; peroel sufrimiento compartido con la Pasión deCristo, es un don maravilloso.
Cuando sientas ganas de llorar, llora, porquede esta manera, aparte de lágrimas sale todolo malo que tienes en el alma; verás cómo,después, todo se ve mejor, porque laslágrimas expresan lo que las palabras nosaben decir.
Nuestros sufrimientos son cariciasbondadosas de Dios, llamándonos para quenos volvamos a Él, y para hacernosreconocer que no somos nosotros los quecontrolamos nuestra vida, sino que es Diosquien tiene el control y que podemos confiaren Él ciegamente.
¡Abundan tanto los sufrimientos en el mundode hoy! Sufrimientos debidos a hambre, adesalojo, a toda clase de enfermedades.Pero yo estoy convencida de que el mayor delos sufrimientos es sentirse solos, sentirseindeseados, privados de afecto: consiste enno tener a nadie, haber llegado a olvidar quées el contacto humano, el amor humano, quésignifica ser queridos, ser amados, tener unafamilia.
Personalmente estoy convencida de que elpeor de los sufrimientos es el de sentirsesolos, no queridos, no amados.
Yo siento que la mayor parte de lossufrimientos que hay en el mundo provienede la familia, porque cada día existe menosunidad, menos oración, y menos compartirjuntos.
Ya no tenemos tiempo para mirarnos en lascaras, para intercambiarnos un saludo, paracompartir un momento de alegría, y menostodavía para ser lo que nuestros hijosesperan de nosotros,lo que el marido esperade la mujer y la mujer espera del marido, yesto causa sufrimiento en nuestras familias.
15. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE LA FAMILIA
Me temo que no existe conciencia de loimportante que es la familia. Si se instalara elamor en el interior de la familia, el mundocambiaría para bien.
El amor comienza en el hogar. Si la familiavive en el amor, sus miembros esparciránamor en su entorno.
Si hubiera más amor, más unidad, más paz,mayor felicidad en la familia, no habríatantos alcohólicos y drogadictos.
¿Cómo vamos a poder amar nosotros a lospobres si no empezamos por amar a losmiembros de nuestra propia familia? El amor—no me cansaré nunca de repetirlo—empieza por el hogar.
Lo que deseo de ustedes es que cuandomiremos juntos y descubramos a los pobresen nuestra familia, empecemos por dar amoren nuestro hogar hasta sentir daño. Quetengamos una sonrisa pronta. Que tengamostiempo para dedicarlo a los nuestros.
16. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE LOS NIÑOS
Y DEL ABORTO
Asegurémonos de que todo niño, nacido o nonacido, sea querido.
Los gritos de los niños cuyas vidas han sidotruncadas antes de su nacimiento hieren losoídos de Dios.
Encuentro que el niño no nacido es el máspobre entre los pobres de hoy en día, elmenos amado, el más despreciado, eldesecho de nuestra sociedad.
Mucha gente está preocupada por los niñosde la India, por los niños de África, dondemuchos mueren, quizá, de malnutrición, dehambre, etc, pero millones están muriendopor la voluntad deliberada de la madre.
Si una madre puede matar a su propio hijo,¿quién me impide que yo te mate o que túme mates?
¿Cómo puede haber demasiados niños? Esoes como decir que hay demasiadas flores.
Veo una grande, inmensa pobreza en elhecho de que en occidente, aquí mismo eneste país, un niño tenga que morir porquenos asusta alimentar una boca más, educar a
un hijo más. Y ese niño tiene que morir antesde ver la luz. ¿No es eso una gran pobreza?
Dios ha empeñado todo su amor en lacreación de esa vida humana y esa es larazón por la cual no tenemos derecho adestruirla, especialmente nosotros quesabemos que Cristo ha muerto por lasalvación de esa vida. Cristo ha muerto y loha dado todo por ese niño.
Pienso que hoy en día el más grandedestructor de la paz es el aborto, porque esuna guerra directa, un asesinato directo, porla misma madre.
Muy pobre es el país donde se tolera privarde la vida al niño no nacido: un niño creado aimagen de Dios, creado para vivir y paraamar. Su vida no está para ser destruida,sino para que viva, a pesar del egoísmo dequienes temen la carencia de medios paraalimentar y educar a un hijo más.
17. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DE LA POBREZA MATERIAL Y ESPIRITUAL,
Y DE LOS POBRES
La pobreza no la hizo Dios. La hacemos tú yyo cuando no compartimos lo que tenemos.
Existen muchas clases de pobreza. Inclusoen países cuyo nivel económico parece serelevado, existen expresiones de pobrezaoculta, tales como la tremenda soledad de lagente que se siente abandonada y que sufremicho por ello.
El abandono es una gran pobreza.
Qué terrible es la pobreza si uno no esamado.
A veces los pobres pueden tener hambre dealgo más que de pan. Es muy posible qunuestros hijos, nuestro marido, nuestraesposa no tengan hambre de pan, ni tengannecesidad de vestido y que no carezcan dehabitación. Pero ¿estamos seguros de queninguno de ellos se siente solo, abandonado,descuidado, desatendido, carente de cariño?También eso es pobreza.
Amar y servir a los pobres supone algo notiene nada que ver con darles lo que nos
sobra o pasarles el alimento que no nosgusta. Tampoco tiene nada que ver condarles los vestidos que renunciamos a llevarporque están pasados de moda osimplemente porque no nos gustan. ¿Esto escompartir la pobreza de los pobres? Porsupuesto que no.
El mundo es demasiado rico para los pobres.Debemos ser muy, muy pobres en todo elsentido de la palabra, para ganar el corazónde los pobres para Jesús.
Hoy en día está de moda hablar de lospobres. Por desgracia no lo está hablarle aellos.
Nuestros pobres son gente maravillosa, muysimpática. No necesitan nuestra lástima ninuestra compasión. Sólo necesitan nuestroamor comprensivo y nuestro respeto.
Tenemos que decir al pobre que él es alguienpara nosotros; que él también ha sido creadopor la misma mano amorosa de Dios, paraamar y ser amado.
Los pobres son la esperanza del mundoporque nos proporcionan la ocasión de amara Dios a través de ellos. Son el don de Dios ala humanidad, para que nos enseñen unamanera diferente de amarlo, buscandosiempre la manera de dignificarlos yrescatarlos. Ellos son el signo de la presenciade Dios entre nosotros, ya que en cada unode ellos es Cristo quien se hace presente.
Los pobres no tienen necesidad de nuestralástima. Los pobres tienen necesidad denuestra ayuda y de nuestra asistencia. Esmás lo que ellos nos dan que lo que lesdamos nosotros a ellos.
Cuando comparezcamos en la presencia deDios, seremos juzgados por lo que hayamossido para los pobres: lo que hayamos hechopor ellos.
¿Conocemos nosotros a nuestros pobres?¿Conocemos nosotros a los pobres denuestra casa, de nuestra familia? Quizá suhambre no sea de un trozo de pan. Esposible que nuestros hijos, marido, mujer, notengan hambre, no estén desnudos,
desahuciados, pero ¿estáis seguros de queno hay nadie que se sienta indeseado,privado de afecto? ¿Dónde están vuestropadre o madre ancianos? ¿Dónde?
Sí, los pobres son grandes. Tenemos queamarlos, pero no con amor de lástima.Tenemos que amarlos porque es Jesús quiense oculta bajo la semblanza de los pobres.Son nuestros hermanos y hermanas. Nospertenecen. Los leprosos, los moribundos,los hambrientos, los desnudos: todos ellosson Jesús.
¡Los pobres son magníficos! ¡Sonmaravillosos! ¡Los pobres poseen unaextraordinaria generosidad! Nos dan muchomás de lo que nosotros les damos a ellos.
Quienes quiera sean los pobres, paranosotros son Cristo: Cristo bajo semblanzade sufrimiento humano.
Jamás vuelvan la espalda a los pobres,porque al volver su espalda a los pobres, lavuelven a Cristo Jesús.
¿Conocemos nosotros a nuestros pobres?¿Sabemos que nuestros vecinos tienennecesidad de nuestro amor? ¿Sabemos quenuestro prójimo puede tener necesidad denuestros cuidados?
Hoy como siempre Jesús está en los pobresque no son amados, que carecen de empleo,de cuidados, que no tienen ropa ni hogar. Enesos pobres que se llegan a considerar unpeso para la sociedad y el estado.
Jamás me cansaré de repetirlo: lo que másnecesitan los pobres no es lástima sino amor.Necesitan ver respetada su dignidadhumana, que no es menor ni diferente de ladignidad de todos nosotros.
Para hacernos acreedores al cielo, Jesús nospuso una condición que, en la hora de lamuerte, ustedes y yo, independientemente dequiénes hayamos sido – cristianos o nocristianos – nos encontraremos delante deDios y seremos juzgados por cómo noshemos comportado con los pobres.
18. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DEL HAMBRE
Las palabras de Jesús son muy claras, ydebemos entenderlas como una realidadviviente, tal como él las propuso. Cuando élhabla de hambre, no habla solamente delhambre de pan, sino hambre de amor,hambre de ser comprendido, de ser querido.
Jesús se convierte en el hambriento, eldesnudo, el sin techo, el enfermo, elprisionero, el solitario, el despreciado, y dice:“A mí me lo hicisteis”. Está hambriento denuestro amor, y este es el hambre denuestros pobres; el hambre que debemossocorrer.
Esta hambre de hoy, que esta rompiendovidas en todo el mundo destruyendo hogaresy naciones, habla de no tener hogar, nosolamente un cuarto con techo, sino tambiéndel anhelo de ser aceptado, de ser tratadocon compasión, y de que alguien abranuestro corazón para recibir al que se sientaabandonado.
El hambre de amor es mucho más difícil deeliminar que el hambre de pan.
Cuando un pobre muere de hambre, no esporque Dios se haya olvidado de él. Sucedeporque ni yo ni ustedes nos hemospreocupado de ofrecer a tal persona lo quenecesitaba. Hemos rehusado a actuar comoinstrumentos de amor en las manos de Diospara ofrecerle un trozo de pan, paraprocurarle la pieza de ropa con que cubrirsedel frío….
Si no puedes alimentar a un centenar depersonas, alimenta a una sola.
19. LA MADRE TERESA NOS HABLA
DE LA MUERTE
La muerte es el momento más decisivo de lavida. Es como nuestra coronación: morir enpaz con Dios.
La muerte puede ser algo hermoso. Es comovolver a casa. Aquel que muere en Dios va asu casa, aunque naturalmente nosotrosecharemos de menos a la persona que se hamarchado. Pero es algo hermoso. Esapersona ha vuelto a casa, a Dios.
La muerte, en fin de cuentas, no es sino elmedio más fácil y más rápido de volver aDios. ¡Si pudiéramos creer, si pudiéramoshacer comprender a la gente que venimos deDios y que tenemos que volver a El!
Cada uno sabe que no hemos sido creadospor nosotros mismos. Alguien, otro, nos hacreado. Volver a él, es volver a casa.
Nosotros nos enfrentamos con la muerte casicada día. Es hermoso ver a esta gente quemuere con dignidad, irradiando alegría devolver al lugar de donde vienen, de volver alÚnico que los ama.
Aquellos que han poseído mucho, que hantenido muchos bienes y riquezas, estánobsesionados por ellas, piensan que lo únicoque cuenta es la posesión de la riqueza. Poreso les resulta tan difícil abandonarlo todo.Es mucho más fácil para los pobres, que sontan libres porque esta libertad les permitepartir con alegría.
En el momento de nuestra muerte, ustedes yyo, hayamos sido quienes hayamos sido yvivido dondequiera que hayamos vivido,cristianos y no cristianos por igual, todos losseres humanos que hemos sido creados porla amorosa mano de Dios a su propiaimagen, nos encontraremos ante supresencia y seremos juzgados según lo quehayamos significado para los pobres, segúnlo que hayamos hecho por ellos. Este es unhermoso criterio para el juicio.
Al final de nuestras vidas no seremosjuzgados por cuántos diplomas hemosrecibido, cuánto dinero hemos conseguido, ocuántas cosas grandes hemos hecho.Seremos juzgados por: “Yo tuve hambre y me
diste de comer; estuve desnudo y mevestiste; no tenía casa y me diste posada”(Mateo 25...)
20. LA MADRE TERESA NOS HABLA DEL PECADO
Y LA CONFESIÓN
La realidad de mis pecados debe situarse enprimer lugar.
La mayoría de nosotros corremos el peligrode olvidar que somos pecadores y que comotales debemos recurrir a la confesión. Hemosde acudir a Dios para decirle quelamentamos todo lo que hemos hecho, todolo que pueda haber herido.
La confesión no es otra cosa que la humildadpuesta en hechos. Solíamos llamarlapenitencia, pero en realidad es unsacramento de amor, un sacramento deperdón. Cuando se produce una separaciónentre Cristo y yo, cuando mi amor estádividido, cualquier cosa puede llenar esabrecha. La confesión es el lugar dondepermito que Jesús me aparte de todo lo quedivide, de todo lo que destruye.
La confesión es un acto de inmenso amor.Sólo con la confesión podemos entrar como
pecadores con pecado y salir comopecadores sin pecado.Si hemos pecado o cometido un error,digámosle a Dios: “¡Lo siento! Me arrepiento”.Dios es un Padre que perdona. Su clemenciaes mayor que nuestros pecados. Él nosperdonará.
El conocimiento de nuestro pecado nosayudará a elevarnos.
Digamos con frecuencia durante el día:“Señor, lávame de mis pecados y límpiamede mi iniquidad”.
El sufrimiento de Cristo resultó ser un regalo,el mayor regalo de amor, porque a través deél fueron expiados nuestros pecados.
Si eres santo dale gracias a Dios; si erespecador, no sigas siéndolo. Jesús nos diceque aspiremos muy alto, no para ser comoAbraham o David ni ninguno de los santos,sino para ser como nuestro Padre celestial.
21. LA MADRE TERESA NOS HABLA DE
OTROS TEMAS IMPORTANTES
Si algo me asusta es el dinero. La codicia –apego al dinero – fue lo que empujó a Judasa vender a Jesús.
Todo el que está pendiente de su dinero, ovive con su preocupación, no deja de ser unapobre persona.
La mayor enfermedad hoy en día no es lalepra, ni la tuberculosis, sino más bien elsentirse no querido, no cuidado, abandonadopor todos.
Nunca estarás tan ocupado como para notener tiempo de pensar en los demás.
Sé fiel a las cosas pequeñas, ya que es enellas donde reside la fuerza.
La disciplina es el puente entre las metas ylos logros.
Las palabras amables pueden ser cortas yfáciles de decir, pero sus ecos son realmenteinfinitos.
Algunas personas vienen a nuestra vidacomo bendiciones. Otras vienen comolecciones.
Lo interior debe llegar a ser el poder principalde lo exterior.
Hay cosas que te encantaría oír y que nuncaescucharás de la persona que te gustaría quete las dijera. Pero no seas tan sordo comopara no oírlas de aquel que las dice desde sucorazón.
Para hacer que una lámpara esté siempreencendida, no debemos dejar de ponerleaceite.
Muchas veces dejamos que losmalentendidos o los enojos nos alejen de laspersonas que queremos, y permitimos que elorgullo se anteponga a los sentimientosgenuinos. No permitas que eso pase en tuvida.
Nuestro examen de conciencia es el espejoen el que vemos nuestros logros y nuestras
dificultades. Por eso debemos afrontarlo consinceridad y amor.
Terrible es el odio cuando llega a dañar a losseres humanos.
Sabemos muy bien que lo que estamoshaciendo no es más que una gota en elocéano. Pero si esa gota no estuviera allí, alocéano le faltaría algo.
Por cada gota de dulzura que alguien da, hayuna gota menos de amargura en el mundo.
No dejes que falsas metas de la vida (dinero,poder, placer, estudio) los conviertan enesclavos y los hagan perder el auténticosentido de la vida.
Nunca prives a nadie de la esperanza, puedeser lo único que una persona posea.
Las personas a veces son irracionales,inconsecuentes y egoístas. Ámalas de todosmodos.
Preferiría cometer errores con gentileza ycompasión antes que obrar milagros condescortesía y dureza.
Si todo lo he recibido, ¿qué mérito nos cabe?Si estamos bien convencidos de esto, nuncaalzaremos altaneramente la cabeza.
La disciplina es el mejor amigo del hombre,porque ella le lleva a realizar los anhelos másprofundos de su corazón.
Empieza transformando todo lo que haces enalgo bello para Dios. Cuando nos dirijamos aalguien, recordemos que Cristo vive en esapersona.
No hay nada que sea pequeño a los ojos deDios, y Él mismo se tomó la molestia dehacerlas para enseñarnos cómo actuar. Poreso se transformaron en infinitas.
Somos pequeños instrumentos, pero muchospequeños instrumentos en las manos de Diospueden hacer milagros.
La pobreza de espíritu, el desprendimiento detodo lo que nos ata y nos aleja de Dios, sea ono material, nos deja vacíos, para que Diospuede entrar plenamente en nuestro corazón.
Los árboles, las flores, las plantas, crecen ensilencio. Las estrellas, el sol, la luna, semueven en silencio. El silencio nos da unanueva perspectiva en todo sentido.
El silencio de la lengua nos ayuda a hablarlea Dios. El de los ojos, a ver a Dios. Y elsilencio del corazón, como el de la Virgen, aconservar todo en nuestro corazón.
22. HAZLO DE TODASFORMAS
A menudo la gente es irrazonable, ilógica yegocéntrica. Perdónalos de todas formas.
Si eres amable, la gente puede acusarte deegoísta o de tener segundas intenciones. Séamable de todas formas.
Si eres exitoso, ganarás algunos falsosamigos y algunos verdaderos enemigos. Tenéxito de todas formas.
Si eres honesto y franco, la gente puedeengañarte. Sé honesto y franco de todasformas.
Lo que tardas años en construir, alguienpuede destruirlo en un instante. Construye detodas formas.
Si encuentras serenidad y felicidad, la gentepuede sentir celos de ti. Sé feliz de todasformas.
El bien que haces hoy, la gente posiblementelo olvidará mañana. Haz el bien de todasformas.
Das al mundo lo mejor que tienes y puedeque jamás sea suficiente. Da al mundo lomejor que tengas, de todas formas.
Verás, el análisis final, se trata de algo entretú y Dios; nunca será entre tú y ellos, detodas formas.
Madre Teresa
BIBLIOGRAFÍA
1. Madre Teresa de Calcuta. “Ven, sé miluz”.Cartas privadas de la santa de Calcuta.Edición y comentarios de Brian Kolodicjchuk,MC, Editorial Planeta. Colección PlanetaTestimonio. Bogotá 2008.
2. Madre Teresa de Calcuta. “La alegría dedarse a los demás”. Selección de textos JoséLuis González-Balado. Ediciones Paulinas.Madrid. Undécima edición, 1978.
3. Madre Teresa de Calcuta. “Orar “. Supensamiento espiritual. Selección de textosJosé Luis González-Balado. Editorial Planeta.Barcelona 1997.
4. P. Ángel Peña OAR. “Madre Teresa deCalcuta, la madre de los pobres”. Lima Perú.www.libroscatólicos.org.
5. Madre Teresa de Calcuta. “El amor másgrande”. New World Library. 25 Agosto 2012
AMDG
