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SANTIAGO01
www.leondurandin.cl
“Una vez obtenida la imagen neta, se coloca en el aparato, aplicándola en el mismo punto donde se forma esta
imagen, una placa revestida de una sustancia alterable a la luz y que, por esta razón, se mantiene hasta entonces
y se conserva después, al sacarla del aparato, en perfecta oscuridad. Después que esté expuesta a la luz durante
cierto tiempo dentro del aparato fotográfico, la placa sensible no presenta ninguna traza de imagen visible; pero
ahí puede aparecer después una imagen por el efecto de baños apropiados llamados reveladores. Esta alteración
invisible de la placa sensible y que da origen, por lo que después sucede, a una imagen visible, constituye lo
que se ha llamado la imagen latente.”
LEÓN DURANDIN. Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados, Santiago, 1903
BIOGRAFIA05
Para el Museo Nacional de Bellas Artes resulta muy valioso
poder presentar al público la exposición retrospectiva del
fotógrafo León Durandin Abault (1872–1955) la que nos permitirá
redescubrir imágenes de la geografía territorial y humana
de Chile a comienzos del siglo XX, donde el fotógrafo se convierte
en un testigo y coprotagonista de lo que acontece frente a su lente.
León Durandin a la edad de 25 años llegó a Santiago en 1897
a cargo de la Droguería Francesa, desde donde experimentó
y aportó conocimientos científicos, teóricos y prácticos en un medio
muy receptivo a este nuevo lenguaje visual. Un fotógrafo viajero
que “inventa” el paisaje y los sujetos en la medida que los retiene
y luego registra sobre la placa emulsionada, el vidrio o el papel
fotosensible.
Presentar nuestra historia, costumbres, personajes, clases y etnias
a través de imágenes blanco, negro y color, nos permite repasar
y revisitar la memoria gráfica del país. Su lente escudriñador
y pertinaz, a cien años de distancia, se ha convertido en un “espejo”
que trasluce, desde le emulsión y el químico, el acontecer social,
cultural y material de un país que establece una estrecha
correspondencia entre representación artística, testimonio gráfico
y memoria.
La exposición “Imagen latente” constituye un hito para la historia
de la fotografía en Chile. Su cuidadosa museografía y la contundente
edición que la acompaña son el resultado del esfuerzo conjunto
de la familia del artista y el Centro del Patrimonio Fotográfico, junto
al valioso aporte del FONDART.
Museo Nacional de Bellas Artes
PROYECTO01
El hallazgo de la colección de León Durandin ha sido un proceso mágico muy similar al efecto de los baños
reveladores fotográficos. Estas imágenes, suspendidas en el tiempo, se comportaron como las placas sensibles
que, ya alteradas por los efectos de la luz, grabaron invisiblemente los trazos a revelar esperando ser develadas por
los líquidos… o, en este caso, por la necesidad de rescatar del olvido esta colección invaluable.
En sus inicios, la actividad fotográfica en Chile se caracterizó por ser practicada por un número importante de
fotógrafos que dejaron un considerable y valioso registro de las más diversas realidades sociales y culturales del
país. Esto hizo que la fotografía destaque como una importante fuente documental para conocer el pasado. La visión
fotográfica de León Durandin Abault (París, 1872-Santiago, 1955) nos confía un patrimonio en el que se descubre
una mirada que nace del espíritu de un viajero aventurero, de un hombre que retrata con sencillez y sensibilidad la
vida cotidiana urbana, rural y familiar de Chile de comienzos del siglo XX.
El material comprende una extensa colección fotográfica. Destacan en ésta los primeros procesos fotográficos
en color conocidos en Chile (autocromos), placas de vidrio de diferentes formatos y técnicas, álbumes y copias
fotográficas en papel. En esta vasta colección hay retratos, estudios, paisajes, desnudos y fotografía “artística”,
que sobresalen por su calidad y por la constante utilización de modernos procesos de revelado y fotografía en
color hacia 1907. El archivo familiar conserva además cartas, registros de cuentas y movimientos de ventas de
su local, «Comptoir d’optique et de Photographie», lugar de reunión del aún desconocido mundo de fotógrafos
aficionados de comienzos del siglo XX. Cabe destacar el papel que León Durandin cumplió para este grupo cuando
escribió y publicó, hacia 1903, el Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados. Su obra entrega así una
contribución a la comprensión de la práctica y producción fotográfica chilena desde una perspectiva histórica,
patrimonial y social.
La familia Durandin, heredera de la obra fotográfica de León Durandin, junto al Fondo Nacional de la Cultura y las
Artes (Fondart), al Laboratorio Durandin y al Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico (Cenfoto), reconociendo la
necesidad de poner en valor y difundir la vida y obra de Durandin, han apoyado el desarrollo del proyecto desde sus
inicios hasta la exhibición en el Museo de Bellas Artes.
PROYECTO ORIGINAL Camila Schneider Durandin
PRODUCCIÓN / DISEÑO / RETOQUE DIGITALRodrigo Clavijo GrobCamila Schneider Durandin
INVESTIGACIÓN / TEXTOSCamila Schneider DurandinHernán Rodríguez VillegasSamuel Salgado Tello
EDICIÓN FOTOGRÁFICACamila Schneider DurandinSamuel Salgado TelloIlonka Csillag PimsteinHernán Rodríguez VillegasRodrigo Clavijo Grob
MUSEOGRAFÍACamila Schneider DurandinTomás RivasRodrigo Clavijo GrobSamuel Salgado Tello
MONTAJE ESTEREOSCÓPICOEnrique Zamudio
DIGITALIZACIÓN, RETOQUE E IMPRESIÓNRE Producciones IMPRESIÓNQuebecor World S.A.
Este proyecto cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, FONDART.
PORTADA:“Le sympathique auteur”, El simpático autorAutorretrato de León Durandin, sentado en la cubierta del Vapor Iberia 1897.
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida almacenada o transmitida en modo alguno o por ningún medio, sin previa autorización del editor. Todas las fotografías publicadas en este catálogo están protegidas según la legislación autoral chilena Ley N°17.336.
A MODO DE INTROTRODUCCIÓN03
El fenómeno óptico de la «cámara oscura» es un modelo de inspiración de la fotografía. Una imagen se proyecta
invertidamente a través de un pequeño orificio en el fondo de una caja cerrada. Un fragmento de la realidad
se proyecta en este espacio para poder ser dibujada en sus inicios por el pintor, hasta que finalmente el fotógrafo
logra fijar esta luz mediante los baños químicos y el soporte adecuado, ya que la fotografía, contrariamente
a la pintura, es un arte sin materia, salvo por el soporte.
Y esta superficie ¿cómo se sensibiliza a la luz? Como lo remarca Roland Barthes en La cámara lúcida, la invención de la fotografía es primero un asunto químico. Los cuestionamientos de los primeros fotógrafos
son más de orden científico que artístico, hasta que logran aplicar su ciencia en directa relación con
la etimología de la palabra que la nombra: escritura de la luz. Al perfeccionarse en la mecánica de la fotografía,
el fotógrafo no solo obtiene con un único «cliché» una imagen mimética del objeto retratado, sino que aborda
una interpretación propia de esta misma realidad. El simple hecho de la elección de un punto de vista,
que se materializa de inmediato en el encuadre, constituye un grado de subjetividad por parte de la mirada
del fotógrafo.
Si la fotografía es un fragmento de un espacio, es también la expresión de un momento en el tiempo.
Todos conocen la destrucción de ciertos colores por los rayos solares. Es uno de los fenómenos del orden de las reacciones fotoquímicas que, bien dirigido y, por decirlo así, dominado, sirve de base a la fotografía, juntamente con el fenómeno óptico de la Cámara oscura.
LEÓN DURANDIN
Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados, Santiago1903
1- Fotógrafo en Cerro San Cristóbal, Santiago c.1898.
VIDA Y OBRA05
(BREVE NARRACIÓN DE HECHOS: EL CONTEXTO)
León Desiré Durandin Abault nace el 27 de Octubre de 1872 en uno de los barrios mas efervescentes de la época
en Paris, cerca de la puerta de Saint Denis. Desde su infancia se relaciona con una escena artística ya que
su familia era cercana al teatro. León desarrolla el gusto por la naturaleza y los paseos al aire libre, que lo llevan
a interesarse en el ciclismo y, luego en la fotografía, afición que le permite plasmar en imágenes permanentes
recuerdos y paisajes efímeros. Egresado de Comercio, comienza a trabajar como ayudante de gerencia
de la casa Prince de Paris, importante proveedora de maquinaria, instrumental e insumos para hospitales
y laboratorios, además de tener un importante stock de materiales fotográficos. Fue aquí donde tuvo
la oportunidad para trasladarse a la gerencia de una sucursal de la casa Prince en Chile. León, soltero, aficionado
a viajar, no lo piensa dos veces y acepta la propuesta. El 21 de junio de 1897 con 25 años se embarca en el vapor
Iberia, para viajar a Chile por la vía del Estrecho con un equipaje compuesto de sueños, su cámara y su bicicleta.
Se instala en Santiago a trabajar en la Droguería Francesa, ubicada en la céntrica calle Ahumada. Allí, en 1902,
abre la sección «Comptoir d’optique et de photographie». En esta sección especial para productos fotográficos
se pueden adquirir los equipos, utensilios y productos más modernos de la época.
“Todo el mundo aquí está muy interesado en mi trabajo, nunca habían visto tanto. El señor Mourgues está encantado de tener bajo la mano alguien conocedor de la fotografía porque en la droguería nadie conoce este arte tan noble, lo que es difícil para la venta de las máquinas y accesorios que tiene la casa...”
Carta a su madre. Santiago, 15 agosto de 1897.
León se da a conocer como proveedor y el local sirve de punto de encuentro para todos los aficionados a la fotografía
de la capital. Su gran aporte es, sin embargo, la difusión de una gran variedad de técnicas fotográficas y sus
usos. Esto se manifiesta en un detallado manual que publica en 1903: Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados.Su dedicación y su pasión se ven reflejadas en su interés por participar en salones, concursos y exposiciones,
de Chile y del extranjero. Entre los años 1897 y 1911, su actividad fotográfica es constante. Frecuente era encontrar
sus imágenes publicadas en las principales revistas ilustradas de la época, bajo el título de fotografía artística.
2- Desfile en las calles de París 1893.
3- La cubierta de 3º clase. En el vapor Iberia 1897.
4- El Iberia en Lisboa, Portugal 1897.
5- Vista tomada desde los cerros de Valparaíso 1897.
6- El baile de la Cueca. Fiesta Nacional en el Parque Cousiño, Santiago 1897.
2.
3. 4.5. 6.
Su búsqueda, como la de los fotógrafos aficionados, estuvo orientada hacia una fotografía que admitiera
interpretaciones; una fotografía sugerente, un espacio fuera de foco, que tenía en mente el estudio y la contemplación
de la luz, alejándose de la rigidez de la fotografía de estudio para liberarse de su función imitativa. Esto derivará
en una expresión que aborda elementos cercanos al lenguaje pictórico, tal como los géneros de retrato, paisaje
y naturaleza muerta, y los elementos de perspectiva, de composición e iluminación de un cuadro.
[…] Para obtener un buen resultado, hay que combinar los efectos de la luz según la forma y según la naturaleza de los objetos que se reproducen. Si el fotógrafo es un poco artista, puede variar hasta el infinito los efectos del paisaje del cual quiere formar un cuadro; pero para esto se necesita mucha práctica, porqué los efectos de óptica a veces engañan y como el objetivo observa rigurosamente las leyes de la perspectiva, un sitio que a primera vista parece presentar todos los elementos de un cuadro pintoresco, puede carecer por completo de interés en el conjunto de la composición.
LEÓN DURANDIN, Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados, Santiago 1903
En 1906 participa con sus fotografías en la Exposición de Pintura y Arte Aplicado que se realiza en Santiago. Inicia por
ese entonces su trabajo con foto color, pionero de esta modalidad fotográfica en Chile. En diciembre del año siguiente,
la revista Zig Zag elige para su portada la foto color Un patio ideal, la primera de este tipo que se reproduce en el país.
En 1908 se separa de la Droguería Francesa y traslada Le Comptoir d’Optique et de Photographie a un local propio,
en el número 30 del pasaje Matte de Santiago, su propio establecimiento fotográfico. Allí efectúa revelados,
ampliaciones e importación de maquinaria, placas y otros materiales.
Alrededor de Durandin se agrupan los más destacados fotógrafos aficionados. León es una fuente de información
de primera mano y un gran conocedor de lo que sucede con la fotografía en Europa y Estados Unidos, gracias a sus
contactos con casas comerciales, editores de revistas y fotógrafos, entre los que se encuentran L’Union Photographique Industrielle y Lumière & Jougla en París, Eastman Kodak en Rochester, y Jules Richard, entre otros.
(LA OBRA DE LEÓN)
Las fotografías de León Durandin dan cuenta de uno de los primeros acercamientos, en el contexto de la época,
de la fotografía al ámbito de lo estético, más allá de una mirada comercial o de reproducciones mecánicas de
la realidad.
07 06
8.
7.
9.
10.
11. 12.
7- Interior de la Droguería Francesa,
Ahumada 32, Santiago, c.1897.
8- La plaza del Teatro y el Cerro Santa Lucía
Santiago, 1897.
9- La Droguería Francesa Ahumada 32,
Santiago, 1897.
10- Iglesia del Carmen en la Alameda
Santiago, 1897.
11- Retrato de León Durandin.
Santiago, c.1900.
12- Vista del funeral del General Baquedano
en la Plaza de Armas, Santiago, 1897.
La práctica que desarrollan León y sus contemporáneos es ocasional, desinteresada y relacionada con
el ocio, pero a la vez muy absorbente. En una carta a su madre, acerca de unas fotografías que le está enviando,
escribe: “Ahora que van a quedar contentos, tengo derecho a respirar un poco, si no quiero hartarme enteramente de la fotografía” (Santiago, febrero de 1898). La vida cotidiana es reflejada en sus fotografías, su mundo íntimo
es retratado sin pretensiones, pero el trabajo fotográfico resultante es de una sensibilidad asombrosa. Su mujer,
Victorine Ravailhe, y sus cuñadas son fieles modelos de esta búsqueda. Retratos en interiores y exteriores de estas
mujeres-porcelana reflejan la maestría lograda por León en el ámbito del encuadre, la composición y las luces.
La elección de estos paisajes, la mayoría en Peñaflor en su casa de campo, se caracterizan por su exuberante
vegetación, bosques de álamos y numerosos cauces de agua. Estas obras rompen con los modelos a los que estaba
sometida la fotografía de estudio y pasan a un reconocimiento público como fotografía artística, conformándose
alrededor de ellas un aura de creatividad, estilo y belleza.
León Durandin es un perspicaz observador de la ciudad y sus habitantes. Como un fotógrafo transeúnte, fija con
su mirada de «simpático autor» (autorretrato de León nombrado así por él en la Bitácora de viaje de 1897)
una serie de líneas de trabajo entre las que encontramos una de marcado carácter documental, que lo acerca
a la fotografía de prensa. Su recorrido por las ruinas de Valparaíso, luego del terremoto de 1906, deja ver esta capacidad
de generar registros cercanos, inmediatos y dispuestos para un consumo masivo. No es casual que eligiera para esto
una cámara estereoscópica, que tenía la peculiaridad de producir vistas tridimensionales de gran atractivo para
los aficionados.
[…] si tomamos una vista con un sólo objetivo, obtendremos una copia que nos dará la simple perspectiva lineal del objeto, pero si lo hacemos con dos objetivos colocados uno al lado del otro y separados por cierta distancia, obtendremos dos imágenes diferentes, que miradas respectivamente con ambos ojos (cada una al frente de cada ojo), nos darán el efecto exacto del relieve y forma de los objetos tal como los observamos a simple vista.
LEÓN DURANDIN, Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados, Santiago 1903
Las experiencias fotográficas se diversifican. Los nuevos equipos y el desarrollo de la sensibilidad más efectiva
de las placas van a permitir la captura de imágenes en territorios menos expuestos a la luz. Los fotógrafos
exploran una variedad de lecturas y lugares de la vida cotidiana, diferentes sujetos a retratar y circunstancias como
los paseos por la ciudad o los viajes en familia.
“Los sitios accidentados, las quebradas profundas encerradas entre dos montañas, los senderos de un bosque después de la caída de las hojas, los monumentos, las ruinas, formarán buen número de paisajes interesantes y admirables que la fotografía reproducirá perfectamente.”
LEÓN DURANDIN, Tratado práctico de fotografía para el uso de aficionados, Santiago 1903
09
13. 14.15. 16.
17.
13- Retrato de León junto a sus perros,
Santiago, c.1898.
14- Familia Durandin-Ravailhe, Peñaflor, c.1905.
15- Mendigo, Santiago, c.1905.
16- Hermanas Ravailhe en un campo con vista al
Manquehue, Santiago, c.1905.
17- Marie-Louise-Victorine Ravailhe leyendo en
un bosque, Peñaflor, c.1905
BIOGRAFIA05
“Punta Arenas, que es la ciudad más austral del mundo, está ubicada en medio del estrecho de Magallanes. Por mar, en línea directa, se llega en 7 u 8 días desde Valparaíso, pero como deseábamos sobre todo conocer las costas, tomamos un bote que navega en medio de los archipiélagos que bordean toda la costa occidental de América del Sur, haciendo numerosas escalas, de manera que el viaje duró unos quince días a la ida y otros tantos a la vuelta, es un verdadero crucero.” Carta a su madrina. Santiago, 1 de abril de 1922
La fotografía estereoscópica y la fotografía autocroma mostraron que el verdadero mercado que mueve a la fotografía
no es el de los profesionales, sino el de cientos de aficionados que reciben con entusiasmo las últimas novedades
fotográficas. Aparece la posibilidad de registrar la diversidad de lo cotidiano, paseos, viajes, vida familiar, con un
carácter menos académico, espontáneo e íntimo.
Durandin logró una excelente calidad en sus fotografías, y desarrolló modernos procesos de revelado y de color, siendo
pionero de esta modalidad fotográfica en Chile. Su obra visual comprende paisajes, estudios y retratos, muchos de
los cuales fueron el resultado de sus variados viajes por el territorio nacional. Actualmente, su legado comprende
una vasta cantidad de imágenes conformada por placas de vidrio de distintos formatos y técnicas; álbumes y copias
de fotografías en papel, además de sus escritos.
Sin lugar a dudas, la fotografía a color asombra desde su aparición en el país. Los Autocromos de León son
una nueva iluminación. El entorno adquiere, por primera vez, color; y no a través de un proceso de coloreado
de las imágenes, sino mediante un complejo proceso técnico comercializado por los hermanos Lumière, por
el cual las transparencias reciben toda la información cromática del objeto. Esta técnica se basó en el empleo
de partículas coloreadas de rojo-anaranjando, verde y violeta, cuya composición es de fécula de patata, dispuesta
proporcionalmente sobre una placa de vidrio, que se encuentra recubierta por un barniz adhesivo. El proceso
es un éxito. La revista Zig Zag publica numerosas portadas en color, siendo la primera foto publicada “Un patio ideal”.
Este fue el primer proceso color que conoció el éxito comercial. En Chile los primeros Autocromos los
comercializó en el año 1907. A la fecha no se han encontrado más colecciones de Autocromos, siendo la de León la
más importante en el país hasta hoy.
Su trabajo no solo es importante por el registro que representan los Autocromos. Lo es, también, porque construye
precursoramente una imagen del paisaje de la zona central y del sur de Chile. Sus fotografías revelan cómo
lo impacta, desde su llegada, la naturaleza; la fotografía es para él una forma de reconocer su atractivo, su belleza.
No hay zona del extremo sur —el lago Llanquihue, el Esmeralda, Angelmó, el archipiélago de Chiloé, Punta Arenas—
por la que no navegara o que no visitara.
11 10
19. 21.
18. 20.
1- Portada Revista Zig Zag,
Un patio ideal, Santiago, 1907.
2- Retrato familiar en Peñaflor, c.1900
3- Aviso prensa, c.1905.
4- Familia Durandin-Ravailhe
Peñaflor, c.1918.
5- León y Victorine en los bosques del sur,
Peulla, 1919.
6- Marie-Louise-Victorine Ravailhe
disfrazada, Santiago, c.1905.
22. 23.
13 CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN
“Abrir los cajones una y otra vez para sumergirme en las fotografías de la familia ha sido, desde mi infancia, una práctica casi obsesiva y lo que me impulsó a rescatarlas del olvido. A limpiar el polvo de las cajas y traer las imágenes de estos seres y paisajes al presente.
Me fui acercando desde niña al archivo fotográfico de mi bisabuelo León. Sus imágenes me cautivaron desde siempre, como si quisieran contarme un cuento. Tenían un aura distinta, evocaban sentimientos, me atraían. Durante los últimos tres años he disfrutado el privilegio de rescatar su obra, de leer sus escritos y cartas pero, más todavía, el hecho de sentir que el tiempo es continuo y su presencia permanente.
La fotografía tiene una característica que pertenece solo a ella, la de parar el tiempo, sugiriendo a veces el antes y el después de ese instante, esta manera de fijar un movimiento, un gesto, una mirada que puede ser equivalente a una luz en un paisaje, y de descubrir en la realidad un equilibrio, una armonía, algo que sobresale…poner en valor un detalle esencial o banal. Roland Barthes lo designa como el punctum, lo que atraviesa, lo que no podemos olvidar, esa emoción que solo una imagen fotográfica sabe producir mostrando algo que ya cambio o desapareció.
En las fotografías de León encontramos la conciencia del tiempo, tiempo efímero, continuo, que la fotografía toma, interrumpe, tramando así, la obra para la posteridad. Queda el registro esperando ser visto, la imagen latente de la obra de León al ser revelada.
Camila Schneider Durandin
20
24- Escena cotidiana en la Alameda, Santiago 1933.
ZONA CENTRAL / SANTIAGO16
25- Lustrabotas en Alameda, Santiago, 1933.
26- Puente metálico sobre el río Mapocho, Santiago, 1933.
27- Plaza de Armas, Santiago, 1933.
ZONA CENTRAL / SANTIAGO18
28- Vendedor ambulante a caballo, Santiago, c.1905.
29- Hombre a Caballo por una Alameda, No identificado, c.1905.
30- Yunta de Bueyes en la niebla en los Tajamares, Santiago, c.1905.
ZONA CENTRAL / PEÑAFLOR20
31- Escena de campo, No identificado, c.1905.
32- Una trilla, No identificado, c.1915.
33- Ribera del río Mapocho, Peñaflor, c.1905.
34- Retrato panorámico de mujeres caminando en un bosque, Peñaflor c.1905.
24RETRATO MUJERES
35- Retrato de Victorine Ravailhe y una Rosa, Santiago, c.1905.
36- Retrato de Victorine Ravailhe y Crisantemos, Santiago, c.1905.
37- Retrato de Victorine Ravailhe, Santiago, c.1905.
26RETRATO MUJERES
38- Las tres gracias. Hermanas Ravailhe entre las flores, Peñaflor c.1905.
39- Retrato de Victorine Ravailhe, Peñaflor c.1905.
40- Retrato cuñada de León, Peñaflor c.1905.
41- Rose y Victorine Ravailhe a orillas del río Mapocho, Peñaflor c.1908.
30AUTOCROMOS / FOTOGRAFÍA A COLOR
42- Retrato de hermanas Ravailhe, Peñaflor, c.1908.
43- Hermanas Ravailhe a orillas de un estero, Peñaflor, c.1908.
44- Puente sobre el río Mapocho, Peñaflor, c.1908.
32AUTOCROMOS / FOTOGRAFÍA A COLOR
45- Camino en el campo, Peñaflor, c.1910.
46- Puerto Blest, cruce a Argentina, 1919.
47- Begonias, Peñaflor, c.1910.
48- Mujeres Mapuche sentadas en la acera, Puerto Montt, 1922.
36VIAJES AL SUR DE CHILE
49- Victorine en los bosques de Olivillos, Valdivia, 1921.
50- Camino a Petrohué, Ensenada, c.1919.
51- Un muelle en Lago Frías, Argentina, 1919.
38VIAJES AL SUR DE CHILE
52- Niños jugando en Angelmó, Puerto Montt, 1922.
53- Mapuches en yunta de bueyes, Puerto Montt, 1922.
54- Mapuches vendiendo en la acera, Puerto Montt, 1922.
40VIAJES AL SUR DE CHILE
55- Ballenera en Niebla, Valdivia, 1921.
56- En la ribera de Angelmó, Puerto Montt, 1922.
57- Kawéskares al borde de un vapor, Canales Patagónicos, 1922.
58- Vista de Valparaiso, Terremoto 1906.
44TERREMOTO VALPARAISO 1906
59-60- 61- Vista Terremoto Valparaiso, 1906.
46AGRADECIMIENTOS
Este proyecto ha sido posible gracias a la constante cooperación de muchas
personas e instituciones a lo largo de tres años de trabajo a quienes quiero
especialmente agradecer;
A mi madre, Rose Marie Durandin por su apoyo incondicional y creer desde un
principio en la fuerza e importancia de este proyecto.
A la Familia y Laboratorio Durandin por dar su apoyo para concretar y develar
este patrimonio fotográfico. A Patrick Durandin y Philippe Mengin por facilitar la
investigación de la colección de cada uno.
A mi pareja, Rodrigo Clavijo que desde siempre me apoyó y compartió por
completo con su dedicación en este proyecto.
A Ilonka Csillag por su entusiasmo en creer en este proyecto, a Samuel Salgado
por su compromiso, a Vianka Ortuvia por el cuidado de conservación de las placas
y a todos en el Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico, por su dedicación al
rescate de la memoria gráfica chilena.
A Hernán Rodríguez por su dedicación al rescate de la historia fotográfica chilena
y su entera disposición por este proyecto.
Al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes por los fondos otorgados.
A todos los que me han ayudado a realizar este proyecto desde sus inicios;
Alejandra Ibarra, Solène Bergot, Francisca Arellano, Enrique Zamudio, M. Victoria
Legassa y Tomás Rivas.
A la Universidad Diego Portales UDP y Alejandro de la Fuente por facilitar
originales de revistas y máquinas fotográficas para la exposición.
A Caroline Graveraux, Marcelo y Felipe de Reproducciones por su dedicación
y cuidado en todo el proceso de digitalización y retoque.
Y finalmente quiero agradecer a León que desde otro espacio me acompañó
a que este proyecto se revelara a luz pública.