Sartre y el concepto de anti trabajo en la Crítica de la Razón Dialéctica

8/9/2019 Sartre y el concepto de anti trabajo en la Crtica de la Razn Dialctica

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EL CONCEPTO DE ANTITRABAJO EN EL /TOMO II

DE LA /CRITICA DE LA RAZON DIALECTICA

DE JEAN PAUL SARTRE, Y LA RELACION CON LOS

TALLERES NACIONALES DE 1848, EN PARIS

( UN ENSAYO CRITICO )

AUTOR DR. ELISEO RABADN FERNNDEZ

INDICE Introduccin PRIMERA PARTE : LOS TALLERES NACIONALES

1.1 El contexto histrico

1.2 La Revolucin de siete semanas

SEGUNDA PARTE: ANTITRABAJO, LUCHA Y CONFLICTO EN EL TOMO II DE LA

CRITICA DE LA RAZON DIALECTICA

2.1 La relacin trabajo/conflicto, como constitutiva de la historia humana2.2 Lucha y colaboracin2.3 Contradiccin y lucha. Estructuras versus praxis2.4 La unidad y sus formas2.5 Antitrabajo

TERCERA PARTE: REFLEXIONES CRITICAS

3.1 Aspectos positivos del planteamiento sartreano3.2 Aspectos negativos del planteamiento


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como convencin, son ellos mismos agrupamientos) sin recaer por tanto en el nivel de lamateria no trabajada.... (3)

Un planteamiento que presenta, a mi juicio, una novedosa aclaracin respecto del

marxismo de Sartre, se refiere a lo que l mismo expone como contradiccin formal en lateora marxista. Esta contradiccin radica en el hecho mismo de que el planteamiento de lalucha de clases como motor de la Historia, forma parte l mismo de ese desarrollo de laHistoria. En otros trminos: aunque, en determinados momentos de la Historia, elmaterialismo dialctico haya sido til, en la medida en que los marxistas se preocupaban

por el xito material de sus hiptesis, ello no impide que el problema de la inteligibilidadformal permanezca sin solucin. Cuando la maquina parece trabarse, es cuando surge el

problema. Veamos cmo plantea Sartre la cuestin:

El marxismo es verdadero rigurosamente si la Historia es totalizacin; ya no lo seria, si lahistoria humana se descompone en una pluralidad de historias particulares o si, de cualquiermanera, en el seno de la relacin de inmanencia que caracteriza el combate, la negacin decada adversario por el otro es por principio destotalizante ... Nuestro propsito es,nicamente, establecer si, en un conjunto prctico desgarrado por antagonismos (sea quehaya mltiples conflictos o que se reduzcan a uno solo), los desgarramientos mismos sontotalizantes y arrastrados por el movimiento totalizante del conjunto. Pero si establecemos, enefecto, este principio abstracto, la dialctica materialista como movimiento de la Historia ydel conocimiento histrico no tiene otra cosa sino probarse por los hechos que ella mismaaclara o, si se prefiere, que descubrirse a s misma como un hecho y a travs de los otroshechos. (4)

Sartre considera que es suficiente estudiar los conflictos dentro de un grupo organizado, paraque la opacidad de los productos del antitrabajo, productos que conllevan la deformacin, la

semi ineficacia, la ineficacia total, la contraeficacia, sean reconstruidos, desde la perspectivade la inteligibilidad dialctica. Si el trabajo es definido como una operacin materialencaminada a producir un determinado objeto, como determinacin del campo prctico y envistas a cierto fin, debemos nombrar antitrabajo a la doble actividad antagonstica , puestoque cada sub grupo trabaja para destruir o desviar el objeto producido por el otro.... (CRD,T. 11, 105-106)

Nuestra labor, por tanto, consistir en mostrar cmo es posible acceder a una inteligibilidaddel hecho histrico, para lo que es necesario desarrollar el ejemplo de los Talleres

Nacionales, y posterior mente, realizar un anlisis de los trminos planteados por Sartre, quenos puedan aportar los elementos necesarios para realizar el anlisis critico de toda la Critica

sartreana. (5)PRIMERA PARTE

LOS TALLERES NACIONALES

1.1 El contexto histrico:

Jean Sigmann, (1977), plantea el caso de Paris, en la primera mitad del siglo XIX, como unaespecie de mito revolucionario europeo. Las revueltas en Londres, no son lo mismo que enParis. Los obreros londinenses buscan obtener ventajas laborales. Los parisinos quieren el

control del Gobierno. Por otra parte, la crisis econmica de 1825-32, que golpea ms


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duramente al Reino Unido que a Francia, provoca en Paris el levantamiento popular y elderrocamiento de un rey en 1837. ... El ebanista londinense Lovett no piensa, como suscongneres del faubourg Saint Antoine, en levantar barricadas para obtener el sufragiouniversal. Revolucionaria por principio, ya que rechaza los fundamentos mismos del

rgimen, la oposicin republicana y obrera de Paris acepta en un clima pasional los riesgos dela accin revolucionaria: renacen los recuerdos del 10 de agosto de 1792 y con ellos el sueode una nueva repblica conquistada por Paris para toda Francia. La historia revolucionaria

pesa sobre Pars y no sobre Londres ... 11. (6)

A pesar del periodo de expansin econmica que sucedi a la depresin de 1825-32, otrarecesin entre 1845 - 47 trae nuevos vientos revolucionarios. Francia se enriqueca, si, perolas dificultades campesinas y la miseria obrera muestran que la nica beneficiaria del

progreso era la burguesa. Las clases populares, divididas en Francia entre campesinos yobreros, tenan diversos intereses. Los campesinos, que no comprendan la diferencia entreuna repblica y una monarqua, velan en Napolen, el /petit caporal,/a travs de la tradicin

oral, a un amigo de los campesinos. Ser axial, en palabras de Sigmann, como,votandomasivamente por su sobrino en diciembre de 1848, los electores del campo harn unaestrepitosa entrada en la historia. El proletariado industrial sigue siendo una minora: hacia1848, los obreros de fbrica no suman ms que un milln doscientos cincuenta mil mientrasque el nmero de trabajadores a domicilio se eleva a cuatro millones. Describir la formacinde la nueva clase, evocar sus condiciones de vida y de trabajo seria incurrir en repeticiones.Porque en Francia, como todos los pases continentales que entraron detrs de* *ella en la vade la industrializacin, sigue el modelo ingles, aunque a un nivel menos elevado... ...Laesperanza de un aumento de salario o de una disminucin de la jornada de trabajo (lareivindicacin de una jornada de diez horas aparece, como en Inglaterra, hacia 1840) pudoimpulsar a los obreros de la gran empresa a movimientos improvisados ... ... La conciencia de

clase es un sentimiento intermitente. La idea de derrocar el orden social est ausente.(Siegmann, op. cit.; p. 65) . La burguesa no puede clasificarse bajo un criterio unificador; esdecir, debemos tener presente la existencia de una clase menos numerosa y cohesionada de loque pareciera desde su ascenso, un tanto paradjico, en opinin de Siegmann. (7)

Concluyendo, y coincidiendo con la opinin de Siegmann, vista desde Paris, la revolucinde 1848 aparece como la victoria de las clases obreras sobre la burguesa. (Siegmann, op.; p.66). Contra quienes pretendan llegar al sufragio universal a travs de reformas

parlamentarias, contra aquellos que Siegmann llama los aprendices de brujo de la Cmara dediputados, algunos miles de parisienses erigirn barricadas y derrocarn a Guizot, al rey, ala monarqua y al sistema parlamentario.

Los hechos revolucionarios de febrero de 1848, que Siegmann describe como un drama entres actos, son importantes para comprender la idea sartreana de antitrabajo, en especial eltercer acto del drama.

Tercer acto. Para obtener la consagracin de la calle, nica autoridad real, y para no serpostergados quin puede serlo nunca?, tan pronto como lo permite el obstculo de lasbarricadas, los siete notables ganan el Hotel de Ville, esas Tulleras del pueblo, rodeado poruna muchedumbre tumultuosa y que ocupan mocetones armados y resueltos. Encuentran porfin una oficina y comienzan a repartirse carteras ministeriales, en medio de un indescriptibletumulto salpicado con alegres disparos.


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Tarea cmoda entre compinches ! Pero hacia las ocho d e la noche aparecen connaturalidad cuatro hombres que se dicen elegidos despus de una discusin con lassociedades secretas en los locales de La Reforme: tres periodistas, Armand Marrast,Ferdinand Flocon, Louis Blanc y un desconocido Albert. Molestos, los otros deben

apretarse un poco!. Luego los once pasan a la sala del consejo municipal colmada porcompleto para recibir de manera relativamente oficial la investidura popular ... y. (8)

1.2 La Revolucin de siete semanas:

Esta revolucin romntica ser motivo de la reflexin sartreana en el Tomo 2 de la Critica,que, como veamos en la Introduccin, ser slo un ejemplo previo al desarrollado msampliamente, cuando analice Sartre el ejemplo del estalinismo, como encarnacin de laRevolucin rusa de 1917, tras la desaparicin de Lenin. En cierto modo, Louis Blanc sersemejante a Trotsky. Pero continuemos con el asunto d e la explosin de 1848.

El pueblo de Paris, nos dice Siegmann, est posedo de la ilusin lrica: Por fin se va aconstituir una sociedad justa cuyos miembros sern todos libres e iguales Despus,quin sabe si con la ayuda del contagio muy pronto toda Europa no va a transformarse en unafederacin de pueblos libres?. Despus de todo, solamente es necesaria la rectitud y laenerga de parte del gobierno provisional .... (op. cit.; p. 187). Nacen ms de trescientos

peridicos, y sin embargo, en Paris, la accin de los clubes eclipsa a la de la propia prensa.Surgen cerca de cuatrocientos clubes. Los que surgen de las sociedades secretas sonverdaderamente temibles. Auguste Blanqui funda la Sociedad republicana central, queatrae al bello mundo parisino, (Baudelaire, Sainte-Beuve), pero cuando descubren que noson slo bellas palabras en boca de un elegante hombre bien vestido, sino propuestas polticas

concretas, huyen asustados de esa teora de la revolucin permanente. Armand Barbs,spero y duro, funda el Club de la revolucin. La rivalidad con la sociedad fundada porBarbs, radicalizar las posiciones iniciales del Club fundado por Blanqui. Las promesasilusorias -nos dice Siegmann- marcarn todas las empresas de los voceros del pueblo

parisiense. El gobierno aprender poco a poco a servirse de ellas, pero en varias ocasionescuestionar su existencia (Siegmann; op. cit.; p. 189).

Un obrero, Marche, presenta al gobierno un pliego petitorio, elaborado en las oficinas de laDmocratie pacifique de Considrant, que el mismo Louis Blanc hubiera podido rubricar.Enfrentado ruidosamente a las autoridades, Marche comenta lacnicamente: Laorganizacin del trabajo, el derecho al trabajo inmediatamente! Tal es la voluntad del pueblo.

El espera! Qu hacer sino ceder?. Y Louis Blanc redacta con la alegra que es de suponer elfamoso decreto: El gobierno de la Repblica francesa se compromete a garantizar laexistencia del obrero por el trabajo ( ... ) a garantizar el trabajo para todos los ciudadanos.Reconoce que los obreros deben asociarse entre ellos para gozar del beneficio de su trabajo.En pocas horas - afirma Siegmann - la repblica se ha convertido, en los papeles, en socialista !. (Siegmann, op. cit.; p . 190).

En medio de la fiebre revolucionaria, en medio de la elocuencia de un poeta, Lamartine,que ante el temor a causar excesivo recelo en el exterior de Francia, trataba de no acceder a laimplantacin de un nuevo smbolo, (la bandera roja), y la elocuencia fria de un tribuno, ungobierno que es, en palabras de Siegmann, prisionero de la revolucin social, se logra


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continuar, a pesar de esa marea que suba y resonaba como un trueno, el intento de controlarlos fervores romnticos del pueblo.

Al da siguiente (28 de febrero de 1848), divididos en cuerpos de oficios, (construccin e

imprenta, especialmente), 2000 obreros vienen a reclamar la creacin de un ministerio delProgreso, es decir del Trabajo. Concertada o no con Louis Blanc, esta reivindicacin estdentro de la lgica del decreto del 25, cuya primera aplicacin prctica parece ser, el mismo28, bajo la denominacin de Talleres nacionales (en realidad se trata de talleres de caridad),una institucin revolucionaria. Satisfacerla equivaldra a confiar a un terico de laorganizacin del trabajo la misin oficial de instaurar el socialismo. Una vez ms la mayoraes superada. Por una transaccin que calma las susceptibilidades de la extrema izquierda, sedecide la formacin _inme_diata de una Comisin del gobierno para los trabajadores.Sesionando en el Luxemburgo en lugar de la Cmara de los pares, bajo la presidencia deBlanc asistido por Albert, compuesta por delegados obreros y patronales a los que seagregarn cuatro escritores socialistas y economistas, tiene como misin expresa y especial

ocuparse de la suerte de los obreros. Reunida el 12 de marzo, propone la abolicin del/marchandage/ (especialmente en la construccin, los jefes de equipo, *verdaderossubcontratistas, explotan sin vergenza *a los compaeros que contratan), y la reduccin dela jornada de trabajo ... ... Prcticamente ahogado, el gobierno hizo promesas cuyarealizacin se considera segura: a comienzos de marzo, por qu dudar, entonces, d e laeficacia social de los Talleres y de la Comisin del Luxemburgo que dirige Louis Blanc?. Elcompromiso de retomar la tributacin indirecta (impuestos a la sal, las bebidas, etc.) y losdecretos del 2 de marzo, no represen tan en fin la prueba de una activa simpata hacia lasclases obreras?. (9)

Los extremistas pierden el control de las calles de Paris. El 23 de abril de 1848 sern

derrotados por el voto de los franceses, que los condena sin apelacin. La insurreccinobrera de junio ser la ltima manifestacin de las ilusiones perdidas y la desesperacin.Los obreros ?en palabras de Siegmann y no solamente los beneficiarios d e la institucin,ven en los Talleres un recuerdo ?la victoria popular de febrero? y un smbolo: el derecho altrabajo. Para la asamblea, intrprete del pas, la existencia de los Talleres es un escndalofinanciero (150.000 francos por da), moral (ms de 100.000 inscritos pagados por no hacernada) y poltico: Marie habla favorecido la creacin de un Club de Talleres nacionales y elingreso de los obreros que l crea controlar en la guardia nacional; la penetracin de la

propaganda demaggica en un medio destinado a combatirla fue una de las leccionesdel 15 de mayo. Las medidas que anunciaban la disolucin provocan una serie de motinesespontneos que degeneran en una guerra estric tamente social: contra los insurrectos del

hambre, la guardia nacional y la guardia mvil combaten con mayor ardor que el ejrcito;varios miles de muertos del lado de los insurrectos, 1.000 en las filas adversarias ... ... Lasprovincias arden por combatir, armas en manos, a los perpetuos revoltosos que se niegan ainclinarse ante el sufragio universal. Cmo sorprenderse si despus de una atrozrepresin, seguida d e la anulacin de las conquistas sociales de la revolucin ... ... elderecho al trabajo no es introducido en la constitucin... ...los proletarios redescubren,**ms all de los sueos de febrero, el mito bonapartista ... ... La impresionante victoria deLuis Napolen el 10 de diciembre de 1848 se debe, como hemos dicho, ante todo alcampesinado... (Siegmann; op. cit. pp. 197?98).

La esperanza de Louis Blanc de lograr una transformacin pacifica de la sociedad se velacompletamente frustrada. La derrota por el voto era tajantemente cerrada por la derrota por


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las armas. Las elecciones ponan de manifiesto el carcter minoritario del socialismo enFrancia a mediados del siglo XIX. Sin embargo, estas luchas aportan enseanzas claves parala historia del socialismo. Marx criticar, en sus escritos _La lucha de clases _en Francia, y Eldieciocho Brumario de _Luis Bonaparte, _las consignas derecho al trabajo y organizacin

del *trabajo *y les opondr exigencias como la abolicin de la condicin de asalariado y lade la lucha de clases. Ser la Comuna de Paris de 1871 el hecho que sealar un giro decisivo.Sin duda, los setenta y dos das de la Comuna conmovern la historia del socialismo. Hallegado el momento, sin embargo, de pasar, una vez planteado el contexto histrico, al

planteamiento filosfico, que abordaremos, en primera instancia, desde la propia perspectivade Sartre, tal como la desarrolla en CRD, II.

*SEGUNDA PARTE *

* *

*ANTITRABAJO, LUCHA Y CONFLICTO** ** *

*EN EL TOMO DOS DE LA CRITICA DE LA RAZ****N DIALCTICA *

*2.1 _la relacin trabajo?conflicto, como constitutiva _de la _historia

_humana: *

Dos problemas esenciales son sealados por Sartre. En primer lugar, se pregunta si puedenestar en el interior de un grupo, las actualizaciones reales de una contradiccin endesarrollo, mediante la praxis comn, (sea sta en tanto individuos comunes, individuos osub grupos). Para completar adecuadamente el planteamiento de esta primera cuestin, Sartreafirma que:

...Mas, para poder asimilar un combate a una contradiccin, y los adversarios a los trminosde la contradiccin en curso, seria preciso que pudieran ser considerados como lasdeterminaciones transitorias de un grupo ms amplio y ms profundo, cuyo conflictoactualizara una de las contradicciones presentes; de una manera inversa seria necesario que

el grupo retotalice y supere su lucha sin piedad hacia una nueva reunificacin sinttica de sucampo prctico y una reorganizacin interna de sus estructuras. Tendremos que determinarsi esta condicin puede ser cumplida, si lo es alguna vez o siempre y qu clase de relacinimplica ?en el caso en que sea cumplida? entre la pareja antagonista y la sociedad que lasostiene y la rodea. Ser preciso, por otra parte, volver a encontrar en la singularidad de cadalucha, a partir del grupo en el cual se engendra, los tres caracteres de la inteligibilidaddialctica, es decir, la totalizacin, la particularizacin y la contradiccin ... 11. (10)

La segunda cuestin se refiere, en el planteamiento sartreano, a1 problema del procesoobjetivo. La lucha , nos dice Sartre, determina acontecimientos, crea objetos, y stos sonsus productos, (CRD; T. II; p. 20). Los productos de la lucha son, al ser ellos mismoshumanos, ambiguos, insuficientemente desarrollados. Sin embargo, desde la perspectiva


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sartreana, estos objetos van a ser los factores y las condiciones de la historia ulterior.Desde su condicin de indeterminacin, estos objetos hipotecan el futuro y comunican ala lucha que se instaura a partir de ellos su opacidad de cuestiones mal planteadas, de

problemas mal resueltos, de liquidacin mal hecha. (CRD;

T. II; p.20). Para Sartre, la Razn positiva estar plenamente a gusto ante estos problemas, alos que proceder a clasificar, reduciendo lo complejo a elementos ms simples. Estudiar (porejemplo, en el caso de los Talle res nacionales, de 1844), sucesivamente el proyecto inicial, larespuesta, la respuesta a la respuesta, quedar satisfecha si *puede explicar cada *uno de*los caracteres *del objeto estudiado relacionndolo con la accin de uno de los grupos o conla reaccin de los grupos adversarios. Ser, sin embargo, insuficiente este esfuerzoexplicativo, al encontrarnos con que los hechos analizados se nos presentan como _aporas,

_que son a un tiempo resultados de una obra comn, que es, sin embargo, segn muestranlos propios productos de la Historia que son objeto de nuestra consideracin, una obra que enrealidad nunca ha existido sino como anverso inhumano de dos acciones opuestas que

tratan de destruirse entre s. ... En la perspectiva dialctica, volvemos a encontrar estos objetos como produccioneshumanas y provedas de un porvenir (los Talleres nacionales se definen a partir de unanecesidad social del momento y como la obra que puede satisfacer esta necesidad): as!

parecen, por s mismos, totalizaciones en curso.... (11)

El ejemplo de un campo de batalla arrasado, plantea la cuestin d e la Historia como eventototalizante; en la guerra, hay totalizacin de la lucha en cuanto tal. Es preciso podercomprender la lucha como la objetivacin de un grupo trabajando, formado l mismo pordos subgrupos antagonistas. En el caso de nuestra investigacin, centrada en los Talleres, se

plantea el problema, al igual que sucede en el caso de otros objetos sociales, de hasta qu

punto histricos. Se plantea, e n otros trminos, si estos acontecimientos, por exceso deindeterminacin, debida a la no?significacin dada a los mismos por sus antagonistas, oinclusive, en algunos casos, por la sobredeterminacin debida a lo que Sartre llamaexceso de trabajo humano, pueden ser histricos, o en qu sentido lo son. Y no se trata,advierte Sartre , de alienacin, (aunque en la base misma de la lucha se halla la alienacincomo superada y conservada); no son ni la materialidad inanimada, ni la serialidad las queroban, en trminos de Sartre, a cada adversario su acto:

. . es cada uno quien roba su acto al otro, es en la reciprocidad de los grupos ya constituidoscontra la serialidad y la alienacin, donde se forja, precisamente, este proceso nuevo y vivoque nace d el hombre y que le escapa.

Estos problemas tienen una importancia capital: ha sido suficiente formularlos, parafranquear un nuevo umbral de la experiencia crtica; acabamos, en efecto, de reencontrar laHistoria. Naturalmente, se _pre_senta bajo su forma ms abstracta.... (12)

En este momento Sartre vuelve a plantear una concepcin central en su idea de la Dialctica:la de escasez. La inteligibilidad de la lucha, la de la Historia, slo ser posible desde la

perspectiva de la escasez. Ser definida, aqu, como elemento condicionador de conflictos yluchas sociales, como negacin del hombre por la Tierra, negacin que se interiorizacomo negacin del hombre por el hombre. Las luchas no son, nunca, en ningn lugar,

puros accidentes de la historia humana. Representan la manera misma en que loshombres viven la escasez en su movimiento perpetuo para superarla. (CRD.; T. II; p.22).

Mientras no se haya logrado que la abundancia sea el nuevo rasgo qu e determine las


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relaciones de los hombres con el Universo, los desplazamientos de la escasez (del producto,de la herramienta, del conocimiento, etc.) sern vividos como desplazamientos de las luchashumanas. Desde el momento en que esta teora no puede ser demostrada como poseedora deuna validez a prior, ya que la escasez como fundamento de las relaciones de reciprocidad no

se da en todos los casos analizados, Sartre acepta que lo nico que podemos inferir de susplanteamientos es que la lucha engendra productos que, desde un punto de vista, (el de laescasez puede ser considerada como unidad, que engendra productos que sern lascircunstancias materiales que debern superar otras generaciones lanzadas a otros conflictos.(CRD; T. II. p. 23). La lucha, en tanto que desborda a los propios adversarios, se engendra asi misma como su propio proceso. Sin embargo, remite constantemente a la praxis que ser asu vez otra, diversa, de lo que cada uno de los grupos ha proyectado.

Esto mismo es, precisamente, el proceso histrico, en tanto que

temporalizacin en curso de la historia humana

En estos planteamientos, Sartre va a encontrar lo que l denomina una contradiccin formalen la teora marxista. Esta contradiccin radica en el hecho de que el materialismo histricopretende que el motor de la historia sea al mismo tiempo su fundamento epistemolgico.Dicho en otros trminos: la lucha de clases y el principio de inteligibilidad de la misma ,trminos opuestos, no son adecuadamente diferenciados en la interpretacin marxista de laHistoria. Veamos en qu _tr_minos lo plantea el texto de la Critica que nos ocupa:

... si la lucha de clases debe ser inteligible a la razn dialctica del historiador, es precisopoder totalizar las clases en lucha y ello nos lleva a descubrir la unidad sinttica de unasociedad desgarrada de lleno ... ... siendo la contradiccin dialctica inmanente, es decir,siendo un desgarramiento mantenido y producido por la realidad que l mismo desgarra,hay una unidad de las diferentes clases, que sostiene y produce sus conflictosirreductibles?.... (13)

Lo que Sartre critica a los marxistas es, precisamente, su preocupacin por mostrar lautilidad pragmtica de la teora, en casos concretos, pero no les interesa si, formalmente, su

propia teora fracasa. Esta cuestin, que es la que Sartre analiza en el Tomo II de la_Crtica, _es la misma cuestin que ya preocupaba a Merleau?Ponty en /Las aventuras de ladialctica/, y que, como veremos, es una cuestin de crucial importancia para entender el

propio planteamiento de Sartre, tal como expresa Ronald Aronson. Por ahora, es suficientesealar que, cuando la mquina parece trabarse, es cuando los problemas formales salen ala luz, y con ellos, la necesidad de replanterselos. Tal como Sartre lo plantea, el marxismoes verdadero rigurosamente, si la Historia es totalizacin; no lo es si la historia humana se

descompone en una pluralidad de historias particulares o si, de cualquier manera, en el senode la relacin de inmanencia que caracteriza el combate, la negacin de cada adversario porel otro es por principio _destotalizante. _Esto no implica, en opinin de Sartre, sino elhecho de que si la lucha, los conflictos, son parte de un orden ms amplio, que se planteadialcticamente como totalizacin en curso, el propio marxismo no seria sino una parte deese proceso, y no el marco privilegiado, desde el cual se plantearla el desarrollo de laHistoria. La misma crtica cabria plantear a quienes pretenden otras formas de presentar laHistoria como un proceso cerrado. (Me refiero concretamente al caso del planteamiento deFukuyama).

*2.2 _Lucha y colaboracin:_*_* *_


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Las luchas entre grupos, entre diversas praxis en conflicto, son _in_teligibles desde laperspectiva ms amplia de totalidades precisamente desde esas praxis en conflicto entre si, nodesde un todo previamente dado, que* *era el punto de vista del marxismo. Para entendercmo la _lu_cha se desarrolla, Sartre la plantea como un proceso que se define _co_mo la

deteriorizacin de una praxis por otra. (CRD, II, p. 19).Para explicar ese proceso es preciso recurrir a la nocin de contra diccin. De esta manera,

podemos plantear las caractersticas de la _lu _cha: 1) expresa una contradiccin. 2)particulariza dicha contradiccin. 3) totaliza el grupo.

Ver si realmente esto sucede as, es el primer problema, crucial, para el entendimientodialctico. Sartre piensa que la lucha no es un proceso en el que los intereses en oposicin,defendidos por los subgrupos enfrentados, son totalmente eliminados cuando uno de losgrupos triunfa sobre el otro. El proceso es ms bien dialctico. El trabajo destructor,(antitrabajo), supone acumulacin de energas, de medios, una real transformacin delcampo prctico. Ciertamente se da la _cons_titucin de realidades nuevas (sea pordegradacin, sea por desintegracin) dentro del grupo. Ante un enfrentamiento, se producendiferentes tomas de posicin: el sub grupo A con su proyecto inicial; el sub grupo B con uncontraproyecto; y el proyecto conciliador del sub grupo C. El producto de esta lucha poseeralgunos elementos de los tres proyectos, pero no ser correspondiente con ninguno de los tres.

... Recordemos ,el ejemplo es lejano, pero es uno de los ms claros,cmo el proyecto deinstituir los Talleres nacionales, concebido por Louis Blanc, irreconocible despus de lasenmiendas que en l se hablan introducido en la Asamblea, fue, por todos los medios,saboteado sistemticamente por Marie y sus colaboradores... (CRD;* *T. II; p. 107).

Cmo es posible que grupos en conflicto colaboren en un trabajo _co_mn?. Este es elproblema central del volumen dos de la Critica. Comprender esto es comprender el procesode la Historia. Dos sub?grupos en conflicto, dentro de un grupo organizado, son sloagentes de _des_truccin, que atacan la unidad colectiva?, o al contrario, ventila n lacontradiccin, que, expresada y trascendida, hace posible el desarrollo del grupo?.

El anlisis de los sub grupos que Sartre realiz en el volumen I de la Critica, presenta elgrupo?en?fusin, con la unidad original, producida para lograr metas urgentes, inmediatas, ynecesita recurrir al juramento impuesto a los componentes del grupo?en?fusin mismo.Posteriormente organiza y diferencia a los miembros para lograr sus objetivos a largo

plazo. (CRD, Tomo I, Libro II; Del grupo a la Historia).

En el proceso de organizacin, el grupo crea a su vez aparatos _espe_cializados o subgrupos.

La diferenciacin creada ser la que de lugar a que los sub?grupos entren en conflicto.Surgen tambin desacuerdos con el grupo organizado, desacuerdos que reflejan estructurasobjetivas del problema prctico que debe ser resuelto. Pero, como muy bien sealaAronson, la contradiccin tiene races en realidades objetivas de la vida del grupo, ms bienque en diferencias subjetivas.,(14).De esta manera, surge el problema de cmo lacolaboracin lleva a enfrentamientos, a lo que Sartre plantea como el concepto decontradiccin.

2.3 _Contradiccin y _lucha. _Estructuras versus praxis: _

Para Sartre, la contradiccin no est, como un a prior dado en las estructuras, ni siquiera demodo latente. La praxis no es, para l, el agente de esas estructuras. La contradiccin no

aparece cuando un sub?grupo _contra el otro, _cuando la indeterminacin, es decir, aquello


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que an es slo proyecto, enfrente a ambos subgrupos en la praxis concreta. La estructura sehar inteligible una vez que la previa indeterminacin vaya configurndose en lo que Sartrellama precisamente praxis?pro _ce _so. As!, la indeterminacin superada por uno y otrosub?grupo se c _on _vierte en la mediacin que los une en el antagonismo. (CRO; II, p. 65).

El conflicto ser, por lo tanto, en los propios trminos de Sartre: la realizacin prctica deuna coexistencia imposible.

La _praxis _del grupo ha creado una nueva situacin. Por ejemplo , el caso de los Talleres,que en teora, como seala Aronson , deban ser eficientes cooperativas de trabajadores,ayudadas por el Estado, que garantizaran el trabajo y competiran favorablemente con elcapitalismo. (Aronson, p.45, nota 7). Sin embargo el proyecto se convirti, para algunos

polticos, enfrentados a Blanc, en una forma de controlar y despolitizar a los obreros. Aunquelos problemas puedan presentarse al anlisis como estructuras, el hecho es que el conflicto semanifiesta en _pri_mer lugar concretamente como comportamiento. La contradiccin slose _ha _ce explcita hasta que es asumida por la praxis. (CRD; II; p. 64). Y _es _tas

contradicciones dadas entre los sub?grupos no se convertirn en con_flictos, _sino cuando laimposibilidad prctica de la coexistencia impida el mantenimiento de la relacin de simplecontradiccin de objetivos e intereses. Cuando los intereses del grupo no pueden sercompartidos por los sub?grupos aparecer la violencia. El problema de la inteligibilidad de laHistoria no radica en entender el supuesto progresode la actividad de los grupos porsuperar las condiciones de escasez. El problema est en entender cmo un grupo que seforma para superar condiciones concretas adversas a su propio sobrevivir como tal grupo,llega a enfrentar luchas internas que hacen, en ocasiones, peligrar al propio grupo. Losconflictos surgen cuando realidades que no estaban presentes en el proyecto original,cuando los sub?grupos se enfrentan debido a indeterminacin de poderes en un momentodado de la praxis.

...Cada subgrupo ha tomado la inercia del juramento, siendo juramentado para respondera tales y tales situaciones, pero ahora enfrenta esta otra inercia que es, por ejemplo, laindeterminacin de poderes. Cuando una situacin no anticipada ocurre, ambos subgruposse encuentran a si mismos juramentados para responder a ella... ... actan libremente, pero atravs de y en relacin con una doble inercia : la inercia de los grupos juramentados y la deindeterminaciones especificas en relacin con una demanda no anticipada sobre ellos.

No mina este nfasis sobre la inercia, la insistencia previa del Sartre antiestructuralista, enque las contradicciones no se deben a estructuras preexistentes?. Y, no sugiere l mismoahora que los miembros del grupo son agentes de un ms amplio proceso que sus propiasacciones encarnan?. Continuando con su crtica a Lvi?Strauss, Sartre _in_siste en la

necesidad y en la libertad, la una creada por la otra:la absoluta necesidad de estacontradiccin, como estructura objetiva e interior del grupo, viene de una oposicin deinercias _constituidas por _los _sub?grupos mismos _en su libre _movimiento prctico ...

_(15)

Sin duda, y ello est bien claro en Sartre, la existencia de contra

dicciones no lleva siempre a conflictos. Cuando un grupo ha avanzado

hasta etapas caracterizadas por una creciente serializacin, la

inercia de la tradicin pesa sobre los sub?grupos de tal manera que no


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hay lucha. Este asunto interesa ahora, en la medida en que muchos

_cr_ticos de Sartre la achacaban promover constantemente el terrorismo

y la violencia. Sartre, en efecto, expresa la imposibilidad de lograravances contra la alienacin, o mejor an, contra la explotacin de

unos hombres por otros, dentro de grupos inertes. Esto, en el momento en

que Sartre escriba, era un hecho histrico?politico concreto, (la

Guerra Fra), pero aunque actualmente se hable de la posibilidad

real de resolver las contradicciones tcnicamente ?polticos

tecncratas?, los hechos muestran que las diferencias de niveles de

vida son enormes, no dentro de determinados grupos (en Europa, por

ejemplo), sino entre pases avanzados y subdesarrollados. Es interesante

recordar, por ejemplo, el texto polmico de Raymond Aron, /_Histoire et

dialectique de _la violence. /

Es urgente, para nosotros, ahora, recalcar algunos puntos centrales de nuestra investigacin,antes de pasar a exponer la cuestin de qu es la Unidad.

El enfrentamiento con el estructuralismo nos muestra la enorme _difi_cultad de Sartre parahacer justicia, tanto a la praxis individual, _co_mo a los ms amplios procesossocio?histricos. En trminos de Aronson, la cuestin se plantea as:

... _Ambas, unidad y contradiccin, _deben ser mostradas ahora como productos de lapraxis individual y como teniendo su propia lgica e imponiendo sus propias demandas. Laclave para la explicacin radica en el juramento, que ha dado al grupo solidez y presenciaen cada uno de los individuos, como explica (Sartre) ampliamente a travs del concepto deencarnacin.

Cada subgrupo se mira a s mismo, legtimamente, como el centro de esta totalizacin, cuyocentro est en todas partes (CRD, II,p. 76). Aqu, el grupo existe como este subgrupo; all,

existe como ese subgrupo enfrentado a aqul. Es el desarrollo de _todo el _grupo ?sucaracterstica diferenciadora en este punto _y _su desdoblarse de los epicentros (laencarnacin de estos en subgrupos)? lo que pone en conflicto a los subgrupos ... ... Lossubgrupos luchan entre si como _miembros del grupo.... _(16)

Sartre plantea la _unidad _del grupo como el motor de los conflictos. Pero la unidad no esuna estructura, impuesta desde fuera a los miembros del grupo, que de alguna manera se

perpeta a _si misma;

_(Aronson, p. 89), la unidad, en estas palabras que clarifican, a mi juicio, lo que debemosanalizar a continuacin, se presenta ante nosotros como una realidad compleja, una decuyas facetas es la praxis de lucha y la otra, la exigencia inerte del momento, es, lo hemos


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visto, que la unidad del grupo no es otra cosa, sino, en efecto, su prctica permanente dereunificacin. (CRD; II; p. 78).

*2.4 _La unidad y sus _formas:** *

Recordemos que la contradiccin es, para Sartre, accin que realiza la oposicin prcticoinerte, pero slo como movimiento de reunificacin. Por otra parte, la unidad es prctica:est perpetuamente mantenida, reasumida por y en la accin global. (CRD; II; p. 81).

El conflicto, siempre bajo el imperativo ?permtaseme utilizar este trmino? de la unidaddel grupo, se desarrolla, se presenta, b ajo estas posibles determinaciones:

a) mediacin: sucede cuando se mantiene la posibilidad de que los conflictos seansuperados y las crisis evitadas por rganos efectivos de mediacin. (Aronson, p. 90).

b) cisma: cuando la mediacin fracasa, puede suceder que se llegue a cisma, tal comoocurri en el caso de Roma y Bizancio. El cisma surge *ante la imposibilidad de liquidaruno de los oponentes. *Cada uno de los sub?grupos siente la separacin como una

amputacin, pero al tiempo, cada uno procede a reunificarse a si mismo mediante laexpulsin del otro.

c) liquidacin: la victoria de un sub?grupo sobre otro, siempre s e presenta como estandobajo el inters del grupo ms amplio. La victoria se presenta siempre como una especiede garanta de progreso.

Insistiendo en el hecho de que progreso significa simplemente, e n este contexto, unaprogresin irreversible hacia el logro de las _me _tas del grupo, Sartre trata de evitar todaalusin a posibles juicios externos de valor. Pero, a pesar de este cuidado, surge

inevitablemente la pregunta acerca de si siempre tiene la victoria este sentido de progreso, esdecir, de aumento en la efectividad del grupo para lograr su unidad, su supervivencia, ensuma. Marca siempre un progreso en el proyecto comn?. Sartre dedica aproximadamentelas dos terceras p artes de la Critica (Tomo II), a analizar el ejemplo del stalinismo, _co_modesviacin del proyecto leninista. Nosotros, en este trabajo, no nos ocuparemos de ello,como ya hemos sealado, y precisamente nuestro objetivo era intentar presentar la nocin deanti?trabajo, en referencia a los Talleres nacionales, de tal manera que su anlisis aqu, _sir

_va como elemento previo a un trabajo ms amplio. Sin embargo, si _sea_lo esta cuestin,es por el hecho de que considero el asunto de _inte_rs para, al menos, algn eventual lectorde mi ensayo, y, por otra parte, para no desvirtuar excesivamente el propio trabajo de Sartre.

Uno de los hechos que Sartre muestra, es que el grupo existe, a buen seguro, pero no por simismo, independiente de la pluralidad d e praxis individuales que, a travs de incontablesmediaciones, lo sostienen y le dan su fuerza. (Aronson; p. 95). El mismo stalinismo, a

pesar de la fuerza poltica de quien lo encarna , en el sentido que _Sar_tre da a estaexpresin, es, en un momento dado, superado por el _de_sarrollo de nuevas contradicciones,de nuevas mediaciones, etc.

Las desviaciones vienen determinadas por el azar y por lo prctico?inerte. Desde luego, estapostura de Sartre es discutible, pero me limitar a exponer su tesis.

Por una parte, la praxis busca siempre limitar el poder del a zar, de lo imprevisible. A pesarde ello, aunque el hombre gobierna la materia trabajada, nunca se libra totalmente de la

influencia de lo _prc_tico?inerte, cuando se presenta bajo forma de azar, de hechos fuera


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de nuestro control, al menos en sus primeros momentos. Me atrevo _a men_cionar elconocidsimo asunto de la U.R.S.S. actual, y los problemas que enfrenta Gorbachov, ya quees posible que sirva para entender mejor, dado el breve espacio de que dispongo paradesarrollar este punto.

*2.5? _Antitrabajo: _*_**_

Hemos visto cmo el concepto de antitrabajo surge de la oposicin con el de trabajo; (sitrabajo significa una operacin material que busca producir cierto objeto, comodeterminacin del campo prctico y en vistas a cierto fin, anti?trabajo es una actividaddoblemente antagonista en la que cada subgrupo intenta desviar o destruir el _obje_to

producido por el otro. (CRD; II; p. 105.

Lo importante, ahora, es sealar el hecho de que, para Sartre, el resultado del proceso deantitrabajo, por ejemplo, como veamos en el caso de los Talleres nacionales, es lo que 61llama monstruoso y deformado reflejo del proyecto original. En ese caso, el proyecto

original fue manipulado bajo cuerda, saboteado sistemticamente para que no fuese llevadoa cabo. Cuando el objeto inicial se convierte en un producto de nadie, se hace parcialmenteefectivo, o inefectivo por _com_pleto. Es inteligible a pesar de ello, si lo tomamos como loque es: un nuevo objeto. Es, en palabras de Sartre, la totalizacin dialctica de dos tcticasenemigas en su _irreductibilidad. _(CRD; II; p. 107).

Cmo es inteligible esta nueva realidad?. Para Sartre, en el sentido de que esprctico?inerte, y por tanto, alienada de la praxis de sus antagonistas, como tal, escapa a lainteligibilidad (CRD; II; p. 107). Pero una vez lo conocemos, sabemos que, a pesar de susmalos _re_sultados, esos resultados negativos contribuyeron, en el caso d e los Talleresnacionales, a la insurreccin de junio de 1848. As!, de _algu_a manera, esos resultados que

parecan en un momento dado, como _nega_tivos, se presentan como inclusive, esperados odeseados. Resulta muy esclarecedor a este respecto, lo que menciona Aronson:

... El antitrabajo crea, entonces, un producto que objetiviza el conflicto y negativamenteunifica la dualidad. Este producto es inteligible del mismo modo que cualquier objeto

prctico?inerte producido por una praxis de grupo, emprendida por acuerdo comn: es unasntesis pasiva, que espera ser revivida por la accin venidera. El antitrabajo crea un

producto que acta sobre sus productores y otros dentro de su campo _a pesar de sus_defectos de construccin, y vive _a pesar de _malformaciones que lo hacen inviable ...(CRD; II; p. 108).... (17)

Sartre sugiere, como vemos, que el producto del antitrabajo tiene un sentido profundo, que,

en sus palabras, Ua Razn dialctica puede descubrir y que el positivismo no descubrir.(CRD; II; p. 109).El _ca _so de los Talleres nacionales refleja el conflicto de clases; nosimplemente un enfrentamiento de subgrupos. Este conflicto expresa e1 grupo entero, en lamedida en que es actualizado por todos los rganos y por todos los individuos comunes. Loque Sartre quiere mostrar es que el antitrabajo es producido por todo el grupo, no slo porlos subgrupos directamente implicados en la lucha. Es en este sentido en el que sostieneSartre que no puede ser alcanzado por el positivismo. Como mencionaba antes, Sartre

procede a analizar otro ejemplo d e antitrabajo, lo que l llama monstruosidad ideolgica,el socialismo en un solo pas, de Stalin.

Para terminar esta segunda parte, me parece importante recapacitar en el siguiente hecho: laimportancia que pueda tener el planteamiento que hace Sartre radica en el papel que juegan


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todos los trminos, o mejor an, todos los componentes del concepto de antitrabajo. Estosignifica que el conflicto, la lucha, de cualquier manera que se desarrollen, (queremos decir,se resuelvan a travs de cismas, acuerdos consensuales o eliminacin de tal o cual subgrupo,etc.), tiene _la ca_racterstica, que en la perspectiva de Sartre, ha de ser dialctica, de formar

un todo complejo, una especie de juego entre intereses enfrentados, en los que ninguno de suscomponentes es independiente de los dems, sea cual sea su fuerza aparente. En realidad,Stalin dio lugar al stalinismo, Trotsky, al trotskismo, pero los individuos Trotsky o Stalin,

por fuerte que fuese su influencia en el propio proceso de la Historia, no eran sino elementosms o menos decisivos dentro de la totalizacin en curso. Conceptos como este ltimo, queSartre introduce en el Tomo II de la Critica, son tan novedosos y _des_conocidos?especialmente en Espaa?, que considero imprescindible _aa_dir al* *final de mi trabajo,a manera de apndice, un glosario de trminos que tomo ntegramente de la edicin deGallimard de la _Critica _(1985)

*TERCERA PARTE *

* ** ** **REFLEXIONES CRITICAS *

*3.1 _Aspectos positivos del planteamiento _sartreano: *

Qu encontramos una vez que terminamos nuestro estudio de las _pro _puestas tericas deSartre ?. Por lo pronto, vemos que la praxis revolucionaria ha creado su situacincontradictoria. Cindome al ejemplo de los Talleres Nacionales, el hecho de que losobreros guiados por _in_telectuales revolucionarios socialistas (Blanc), no lograsen triunfar

plenamente, se debe a las propias situaciones que surgen dentro del mismo movimientorevolucionario: enfrentamiento ?en buena medida provocado, lo sabemos? con loscampesinos, encarnado en los resultados _elec_torales; reaccin temerosa de las potenciaseuropeas, que recordaban la Revolucin de 1789 y el poder imperial de NapolenBonaparte, etc.

Tambin, en tanto proyecto unificado, crea, mejor, engendra, su _pro_pia contradiccinentre moderados y radicales. Es decir, la ms importante contribucin terica del conceptode anti?trabajo, es el hecho de ser un criterio central para mostrar cmo los conflictos declases dan lugar a unidades ms amplias, no previstas ni, en muchos aspectos, previsibles. Elconcepto que Sartre introduce en su trabajo terico nos sirve as!, para desarrollar un mtododialctico capaz de permitir nos mostrar de qu modo acciones opuestas pueden serconsideradas como acciones que estn realizando una sola historia.

El hecho de su insistencia en que los individuos son quienes hacen la Historia, si bien dentro

de determinadas circunstancias, es un _avan_ce en el planteamiento ontolgico de El _Ser yla Nada, _del Sartre seguidor de Husserl y Heidegger. El planteamiento sartreano, aporta _lain_sistente necesidad de plantear el estudio de las actividades de los hombres, desde unhorizonte de libertad, an reconociendo el innegable hecho de la existencia de estructuras.Pareciera, incluso, que para Sartre, hasta el concepto de escasez tuviera la caracterstica deser l mismo una estructura fundamental. Sin embargo, la libertad no es algo dado,determinado, sino una capacidad, una potencialidad, que la misma praxis de los grupos

permite afianzar, ampliar. Es por esto ltimo por lo que el pensamiento de Sartre y entendidoglobalmente?con lo cual quiero significar que no puede ser juzgado desde planteamientos

parciales (criticar a Sartre desde El _Ser y la _Nada, o desde _El existencialismo es unhumanismo, _pongamos por caso). Hoy en da, tras la publicacin de los escritos que

mencionbamos en la Introduccin, despus de su muerte, quien criticase la dialctica


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sartreana slo _des_de el Tomo I de la Crtica) prctica esta muy corriente, y no por ellomenos lamentable, entre los filsofos.

*3.2** **_Aspectos negativos del planteamiento: _*

En el estudio de los fenmenos histricos, la pretensin de captar la totalidad es ciertamenteutpica (los elementos de que dispone el historiador son limitados, la visin del historiadordifcilmente e s imparcial completamente, etc.). Puede, sin embargo, resultar frtil el intentode comprender esa totalizacin sin totalizador.

Como lo expresa Aronson (op. cit.; p. 185 ss.), el mismo Sartre, en el ltimo tercio del libro,cae en anlisis hbridos, que no son ni plenamente histricos, ni plenamente formales. Este

problema es comn, de hecho, cuando los filsofos analizan la Historia, o cuando los_his_toriadores se plantean anlisis formales de la Historia. Es un peligro muy real, como sepuede comprobar en mltiples autores. Conviene recordar aqu, el excepcional caso deOrtega, quien combina las perspectivas histrica y formal magistralmente. Recordemos, sin

embargo, que Sartre, adems de intentar establecer los parmetros de la razn dialctica,trataba de salvar el sentido profundo del materialismo histrico, contra las visiones de lahistoria, que hacen de las visiones revolucionarias, tabes. (Aronson; p. 220).

Uno de los problemas que puede plantearse a quien enfoque el estudio de las cuestionessociales, polticas o histricas desde la dialctica que Sartre busca, es, sin duda, la

posibilidad de caer en planteamientos un tanto utpicos, o subjetivos; pues, al enfatizar los_tr_minos, de crucial importancia para Sartre, de _interiorizacin _y re?ex_teriorizacin,_la teora sartreana, acepta una praxis ?la cual n o es sino la realizacin de proyectoshumanos a travs de la transformacin de lo prctico?inerte por los grupos? que est siempreinscrita en la materia y que se desva, pero siempre sigue siendo humana: en el corazn dela dialctica est siempre un proyecto, una prctica y una _in_tencin que es humana.(Aronson; p. 226).

* ** **APENDICE *

*PRINCIPALES NOCIONES** **(para los dos* tomos de *la _Critica _de la

_Razn Dialctica). _*

Como hacen notar los editores del Vol. II de CRD, para Sartre: Unanocin filosfica (contrariamente del concepto cientfico que no

_remi_te al hombre) guarda una cierta ambigedad porque se comprende en

interioridad: Lo que sirve (la filosofa), es que estas palabras _no

es_tn enteramente definidas ... hay en la ambigedad de la palabra

filosfica algo de lo cual podemos servirnos para ir ms lejos.

(Sartre: _Situations IX, _1965).


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Actividad pasiva: actividad de lo prctico?inerte (de la materia

trabajada en tanto que ella domina al hombre y del hombre en tanto esgobernado por ella).

_Alienacin: _el robo del acto por el exterior; yo acto aqu y la

_ac_cin de otro o de un grupo, all, modifica desde fuera el sentido de

mi acto.

Fundamento de la alienacin: la materia aliena en ella al acto que la

trabaja, no en tanto es ella misma una fuerza ni tampoco en tanto es

inercia, sino en tanto que su inercia le permite absorber y devolver

contra cada uno la fuerza de trabajo de los otros.

Anti dialctica: momento (inteligible) de la superacin, por la

_ma_terialidad, de las libres praxis individuales, en tanto que son

mltiples.

_Antitrabajo: _actividad antagonstica doble (o plural), productora de

objetos a considerar como resultados de una colaboracin negativa que

cada uno de los adversarios no reconoce como suyos.

_Apocalipsis: _Ver grupo en fusin (grupo en va de constitucin por

disolucin de la serialidad, bajo presin de una praxis adversa . La

Apocalipsis es el _proceso violento de esta _disolucin (de la

serialidad).

Otro: (con mayscula): aunque no lo haya hecho con gran rigor a lo


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largo del manuscrito, el autor parece haber querido dotar esta palabra

de mayscula cada vez que, pronombre representando una persona o

adjetivo que la calificase, insiste sobre la alteridad radical: el otro,en tanto gobierna, o es susceptible de gobernar lateralmente (o de ser

gobernado por) la actividad de alguien _(_/chacun /). Hemos

sistematizado esta intencin, excluyendo el adjetivo otro cuando es

portador del _mis_mo sentido pero no califica una persona: est en

general en itlicos; su lugar basta a veces para subrayar su

significacin en el contexto (libertad otro / otro libertad).

_Colectivo: _llamo colectivo la _relacin de _doble sentido de un

_obje_to material, inorgnico y trabajado, con una multiplicidad que

encuentra en l (en el objeto) su unidad de exterioridad.

Comprehensin e inteleccin: nombro inteleccin a todas las evidencias

temporalizantes y dialcticas en tanto deben poder totalizar _todas

_las realidades prcticas y reservo el nombre de comprehensin a la

captacin totalizante de cada praxis en tanto que esta es

intencionalmente producida por su o por sus autores.

_Destino: _futuro del hombre, en tanto est inscrito en la materia

trabajada.

_Diacrnica (totalizacin): _desarrollo inteligible de una praxis?pro

ceso a travs de vastos conjuntos temporales en los cuales son tomadas

en cuenta las discontinuidades arrastradas por el relevo de las

generaciones.


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Dialctica _(o Razn): _lgica viva de la accin.

_Exigencia: _pretensin emitida por una materialidad inorgnica sobreuna praxis (y, naturalmente, a travs de otra praxis).

_Experiencia critica: _bsqueda ?ella misma dialctica~ de los

fundamentos del campo de aplicacin de los limites de la Razn dialctica.

_Exterioridad e interioridad: _estos trminos no son para ser tomados

en su acepcin puramente espacial: hay lazo de interioridad en un _con

_junto, entre cada elemento como definido y modificado por su

pertenencia a este conjunto; lazo de exterioridad para los elementos que

coexisten inertemente.

_Extero?condicionamiento: _operacin de un grupo soberano sobre

conjuntos seriales, que consiste en condicionar a cada uno actuando

sobre los otros, produciendo as falsamente la serie como un todo para

cada Otro que la conforme.

_Fraternidad?terror: _lazo estatutario entre los miembros del grupo

juramentado en tanto su nuevo nacimiento de individuos comunes da a

_ca_da uno derecho de violencia sobre la libertad de todos los otros

contra la disolucin del grupo.

_Grupo en _fusin: grupo en vas de constitucin por destruccin de la

serialidad, bajo presin de una praxis adversa. El Apocalipsis es el

proceso violento de esta disolucin.


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Encarnacin: captacin de una realidad prctica como envolviendo en su

singularidad el conjunto de las totalizaciones en curso.

_Individuo _comn: individuo cuya praxis es comn. Es creado por el

juramento.

Inteleccin: comprehensin.

Inters: es, en un campo social condicionado por la escasez y _la

ne_cesidad, cierta relacin del hombre con la cosa, tal que l ve en

esta su ser y su verdad y, tratando de conservar y desarrollar el

conjunto material que es l mismo, se encuentra completamente sometido

a las exigencias de lo prctico?inerte.

_Interioridad: _ver exterioridad.

_Pasividad _activa: *actividad del individuo comn, *quien consiente

_li_bremente una cierta (disciplina , diferenciacin por su funcin en

el grupo) para mejor servir la praxis comn de conjuntos seriales, que

consiste en condicionar a cada uno actuando sobre los otros, produciendo

as! falsamente la serie como un todo para cada Otro que la conforme.

_Fraternidad?terror: _lazo estatutario entre los miembros del grupo

juramentado en tanto su nuevo nacimiento de individuos comunes da a

_ca_da uno derecho de violencia sobre la libertad de todos los otros

contra la disolucin del grupo.

_Grupo en _fusin: grupo en vas de constitucin por destruccin de la


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serialidad, bajo presin de una praxis adversa. El Apocalipsis es el

proceso violento de esta disolucin.

_Encarnacin: _captacin de una realidad prctica como envolviendo en

su singularidad el conjunto de las totalizaciones en curso.

_Individuo _comn: individuo cuya praxis es comn. Es creado por el

juramento.

Inteleccin: cf. comprehensin.

Inters: es, en un campo social condicionado por la escasez y _la

ne_cesidad, cierta relacin del hombre con la cosa, tal que ve en sta

su ser y su verdad y, tratando de conservar y desarrollar el conjunto

material que es l mismo, se encuentra completamente sometido a las

exigencias de lo prctico?inerte.

_Interioridad: _ver exterioridad.

_Pasividad _activa: actividad del individuo comn, quien consiente

_li_bremente una cierta (disciplina , diferenciacin por su funcin en

el grupo) para mejor servir la praxis comn.

Prctico?inerte: gobierno del hombre por la materia _trabajada

rigu_rosamente proporcionado al gobierno de la materia inanimada del

hombre.

_Praxis: _proyecto organizador que supera condiciones materiales hacia


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un fin y que se inscribe por el trabajo en la materia inorgnica como

reacomodo del campo prctico y ramificacin de los medios en _vis_ta de

un fin.

_Praxis?proceso: _praxis de un conjunto social organizado, que retoma

en ella, para superarlas _(_/les dpasser/_), _los condicionamientos y

contra ?finalidades que engendra necesariamente al temporalizarse, y que

le hace*. *

_Proceso?praxis: _es la praxis proceso tomado, no ya en interioridad

como totalizacin, sino en exterioridad (en tanto que surge en la

_dis_persin del Universo); como tal, no puede ser sino tomada en vaco.

_Progresivo: _ver regresivo.

Razn _dialctica constituyente: _praxis, translcida, pero abstracta,

del individuo considerado aisladamente (u organismo prctico).

_Razn dialctica constituida: _inteligibilidad, fundada sobre la

_Ra_zn dialctica constituyente, de toda praxis comn.

_Reciprocidad mediada _(en un grupo): relacin humana de tercio a

_ter_cio, pasando por todos los miembros del grupo que se hace *medio

*de _es_ta relacin.

_Regresivo?progresivo _(movimiento): marcha de la experiencia critica,

en primer lugar regresiva en tanto remonta desde lo vivido inmediato

hasta la inteligibilidad de las estructuras de las praxis y de los


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conjuntos humanos que se organizan por ella, despus progresiva en el

sentido de que propone hacer inteligible el juego de estas mismas

estructuras en la Historia.

Sentido _diacrnico de la Historia: _direccin axial por relacin a la

cual se podra definir (y corregir) toda deriva posible, hoy y e n el

porvenir infinito de la interioridad.

_Serialidad: _modo de coexistencia en el medio prctico?inerte, de una

multiplicidad humana en la que cada uno de sus miembros es a la vez

intercambiable y otro por los Otros y para si mismo.

_Sincrnica _(totalizacin): desarrollo de la praxis?proceso en tanto

su temporalizacin es una y en tanto ramifica continuamente sus _me_dios

en vista de un objetivo comn, a partir de un *conjunto definido *de

circunstancias anteriores.

_Tercio _(/tiers/): cada miembro de una multiplicidad en tanto que

totaliza las reciprocidades de los dems.

_Totalizacin: _trabajo de sntesis y de integracin a partir de

_cir_cunstancias determinadas y en funcin de un objetivo; la

totalizacin define la praxis misma.

Distincin entre totalidad y totalizacin (cf. CI, h.161 sq).

_Totalizacin _de _envolvimiento: _Seria temerario querer fijar aqu la

significacin de esta nocin: permanece inconclusa a lo largo del T. II,


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como la intuicin que lo anima y que el autor intenta cerner y

profundizar; su intencin es la *inteligibilidad y el sentido *de la His

toria. Ms an, su acepcin varia segn la realidad considerada. As, latotalizacin de envolvimiento es simplemente la *integracin de todos

los individuos concretos por la praxis, *si se trata de un grupo

_or_ganizado; en el capitulo sobre las sociedades dictatoriales, es

_defini_da como la *praxis *autnoma y afirmndose como tal, en tanto

que produce, sigue, recela y disimula su propia heteronoma como la

unidad pasiva y reactualizada de sus propios subproductos, o incluso la

exterioridad interior de una empresa comn. Pero estas formulaciones no

valen para una sociedad desunida en la cual no hay una empresa comn,

sino simple unidad de inmanencia; y qu seria de ello para un proceso

_his_trico ms vasto (diacrnico)?. Estas cuestiones son abordadas,

pero sin duda no resueltas, en las notas anexas.

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*NOTAS *


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(1) Cfr. ARONSON, R.; Sartres Second _Critique; _1987. Este investigador fue el primeroque tuvo acceso a los manuscritos de Sartre, y su libro es el primero que desarrolla unanlisis minucioso del Tomo 2 de la Critica. A partir de ahora, en las citas al mismo, nosreferiremos como ARONSON.

Ciertamente estamos de acuerdo con Aronson, cuando afirma que gran parte de lahistoria del perodo entre Febrero y Junio de 1848 puede ser escrita en torno de la lucha

por, y la deformacin de, los Talleres Nacionales. Ver, sobre este problema, nota 7, depag. 45. Para lo referente al problema central, ver pag. 76, ambas en ARONSON.

(2) Cfr. SARTRE, J.P.; _Critique de la Raison Dialectique; _Tome II (inachev) .I_ntelligibilit de lHistoire; _1983. Las referencias que se hagan a esta obra, se citarn, a

partir de este momento, mediante las siglas CRD, II.

Para comprender mejor este concepto, quisiera mencionar la cuestin que preocupabaobsesivamente a Sartre, a cerca de si es posible entender la Historia, cuando sabemos quees una totalidad destotalizada, es decir, cuando la Historia misma es ambigua, y cuandolos hechos _his_tricos, son, as! mismo, ambivalentes. El desarrollo de este problema loencontramos, precisamente, en los _Cahiers pour une Morale _(1.983), obra que el mismoSartre, en entrevista con Michel Sicard, en la revista Obliques, (1978), consideraexcesivamente idealista. S tenemos en cuenta que, precisamente en el mismo nmero de larevista, es decir, dos aos antes de la muerte de Sartre, aparece publicado un fragmento delo que era La Gran Moral de 1947,17, en el cual se plantea el problema de la ambigedad

de la Historia. La accin histrica ser equvoca, la Historia es posible solamente por lamediacin de agentes histricos no abstractos, sino concretos, los cuales por el hechomismo _de es_tar a un tiempo fuera y dentro de la Historia, tienen un carcter deambigedad insoslayable. Estn fuera en tanto tienen la posibilidad de planificar susconductas. Estn dentro, en tanto lo exterior a su pensamiento los aliena. As por ejemplo,en el caso del hegelianismo como mito, desde el momento en que hay posthegelianos. Elfin d e la Historia se presenta, de esta manera, como algo inalcanzable, al menos, en tantono se suprima la opresin de unos hombres por otros. La accin histrica, por otra

parte, es ambivalente, en tanto que el azar interviene en las acciones histricas.Ver para esta cuestin, /Cahiers pour une Morale/, pp. 26?71.

(3) Cfr. SARTRE; CRD, II; pp. 21. Para un desarrollo de esta cuestin, ver el planteamientoque desarrollo en la parte I de mi ensayo.(4) Cfr. SARTRE; op. cit.; p. 24. Para comprender este planteamiento, Sartre vuelve a

plantear el papel que juega en la dialctica dela Historia la raret,la escasez. Esteconcepto ser desarrollado en un apndice, anexo a esta investigacin, ya que es decrucial importancia analizar su alcance, dentro del pensamiento sartreano.

(5) Si no prestamos atencin a las otras dos obras pstumas hasta ahora publicadas, (/Cahierspour une morale/, 1983; y /Vrit et existence/_, _1989), es por considerar que, en elcaso de la Moral, supone, en palabras de Aronson, con quien coincidimos, su Eticaabortada. En el caso de /Vrit et _existence_/_ _ puede ser interesante para entendermejor la relacin de Sartre con Heidegger, especialmente en lo referente a /_El Ser y la

_Nada/.


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Cfr. ARONSON, p. 9. A pesar de referirse al proyecto sartreano d e 1945?47, de elaboraruna tica, como un proyecto abortado, no por ello es rechazable de una manera tajante

todo el libro de los /_Cahiers pour _une Morale/; como velamos, al menos lo referente alproblema del sentido de la Historia, tiene un valor por si mismo, si tenemos en cuenta quefue el propio Sartre quien quiso verlo publicado antes de morir, en la revista Obliquescomo mencionbamos. Encontramos, adems, multitud de planteamientos muy sugerentesrespecto de problemas ticos y morales, que, en todo caso, aclaran ms de unmalentendido surgido a raz de la publicacin de /El existencialismo _es un humanismo.

_/Debemos tener en cuenta, a este respecto, que, como expresa Aronson, .. La presenciadel segundo volumen impone nuevas lentes, a travs de las cuales ver los propsitos yanlisis del primero, tanto como toda la carrera de Sartre. (ARONSON, p. 2).

(6) Cfr. SIEGMANN, J.; 1848. /Las revoluciones romnticas y democrticas de Europa/_;

_Ed. Siglo XXI; pp. 44?45.(7) Quienes estn interesados en profundizar sobre esta cuestin, pueden acudir al propiotexto de Siegmann, el cual desarrolla detalladamente la composicin de las clasesobrera y campesina, as! como la burguesa, con sus diversos matices. Es muy interesantela afirmacin, por parte de Siegmann, de que el rgimen parlamentario estaba, (antes delos hechos de 1848), al servicio del rey y de la burguesa de de los negocios. Vid. op.cit.; pp. 68?70.

(8) Es preciso hacer notar que la inclusin de ministros como Blanc, no es de buen gradoaceptada por los polticos profesionales. E sto puede ser un factor importante en elmomento de analizar la postura de Sartre. En el caso de Trotsky y Stalin, podra haberalguna semejanza, en tanto Blanc es un terico y Blanque, por ejemplo, un poltico ms

pragmtico. Este problema se desarrollar ms detenidamente en el _cap_tulo siguiente.Sugiero la lectura de /La _revolucin desfigurada_/_, _de Trotsky, para preparar unaaproximacin al problema.

(9) Los _Talleres nacionales _eran vistos, sin embargo, por los campesinos, hasta los mspobres, como lugar donde deambulan haraganes y perezosos, a quienes deban mantenermediante el aumento de la contribucin territorial, que desde la perspectiva campesina,amenazaba, _des _de la responsabilidad de los escritores socialistas, su pequeafraccin de tierra. El aumento de un 45% en todos los impuestos directos, promulgado

por Garnier, provoc en el campo un descontento fatal para la repblica. Cfr.Siegmann; op. cit.; pp. 190?195.

(10) Cfr. SARTRE; CRD; II; pp. 19?20. Tambin es conveniente consultar la seccin A,

del libro II del Tomo Primero de la /Critica/. (En la Ed. ?1960? de Gallimard; pp. 381ss.).

(11) CRD; II; p.20. Para el trmino totalizacin en curso , ver el apndice de este ensayo.(12) CRD; II; p. 22.(13) CRD; II; p. 107.(14) Cfr. ARONSON; pp. 77?78.(15) Cfr. ARONSON; p. 83. Sobre este problema, consultar el libro de RANCH SALES;

/El _mtodo dialctico en Jean?Paul _Sartre/; en especial la parte VII, que es, entre lo quehemos encontrado publicado en espaol, de lo ms valioso y serio.

(16) ARONSON; p. 88.(17) ARONSON; pp. 102?103.


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Sartre y el concepto de anti trabajo en la Crítica de la Razón Dialéctica