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Ira? edición: mayo de 1980 2da. edición: noviembre de 1980 3ra. edición: julio de 1981
9 ™^lt JÓVENES 2000
CARLOS A. SCHMITT
CREAR LAZOS DE AMISTAD
el arte de hacer amigos y quererse a sí mismo
3ra. edición
EDICIONES PAULINAS
Distribuyen: EDICIONES PAULINAS • Avda. San Martín 4350, 1602 FLORIDA (Bs. As.)
Argentina. Tel. (01) 760-0426/0528. • Nazca 4249, 1419 BUENOS AIRES, Argentina. Tel.
(01) 572-3926/4810.
Con las debidas licencias / Queda hecho el depósito que ordena la ley 11.723 / Titulo original: " O importante é cativar (-se)" con s d e Edigoes Paulinas, Sao Paulo, Brasil / Traducción de Marta Damiani / Tapa de Sergia Ballini / Para la lengua española ® de EDICIONES PAULINAS, Avda. San Mar t ín 4350, 1602 FLORIDA (Bs. As.), Argentina / Impreso en Argentina / Es Industria Argentina.
COMO CREAR LAZOS DE AMISTAD
• con los demás, • consigo mismo • y con Dios.
REACCIONES Y DESAHOGOS
Anduve por las calles buscando un título para mi libro.
Algunas personas me acogieron con simpatía. Se veían sufrientes, aplastadas por la máquina y
necesitadas de un amigo. Otros ni siquiera me prestaron atención. Eran
"hombres serios", muy ocupados y no tenían tiempo para escuchar a alguien que hablaba de "cómo hacer amigos" y "crear lazos" consigo mismo y con los demás... Tenían asuntos mucho más importantes: viajes y negocios.
Sin embargo, algunos me escucharon. Y mientras hablaba, el número de los que sufrían
la soledad y la falta de amor, aumentó de repente. Se convirtió en mult i tud. Y sus voces angustiadas hicieron sufrir mi corazón. ¡No sabía yo que había tanto llanto ni que los dolores fuesen tan profundos! ¡Todo aparentaba estar tan bien...y todo andaba tan mal!
Un joven rebelde me dijo:
— El título de ese libro debe ser: " C O M O SER GENTE EN EL M U N D O DE LA MAQUINA". Esto es lo que me tiene atado y no encuentro salida.
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Un hombre de negocios dijo:
— ¿POR QUE HAY SOLEDAD SI HAY DINERO?
La máquina es poderosa pero no logra fabricar la felicidad que busco...
La mujer de la vida se desahogó:
— SE BUSCA A UN HOMBRE QUE TENGA CORAZÓN.
¡Escriba sobre eso! ¡De sexo y mentiras, ya tengo bastante!
La madre de familia dijo:
— AMAR PROFUNDAMENTE Y SER AMADO.
¡Qué diferente sería un hogar donde hubiese diálogo y amor!
Un niño me confió:
— Todos están equivocados..."EL AMOR NO SE COMPRA, SE DA". Los adultos no quieren ver que las cosas andan mal. Tienen mucho dinero pero poco amor.
La muchacha solitaria se lamentó:
— ¿COMO HACER AMIGOS EN UN MUNDO TAN EGOÍSTA? Tengo que aprender a querer a alguien.
¿Es eso posible, hoy?...
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I
COMO CREAR LAZOS DE AMISTAD
CON LOS DEMÁS
"Sólo se conocen las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos".
Saint-Exupéry
1.
Crear lazos de amistad
"Si quieres un amigo, ¡domestícame!"
Exupéry
Sí, amigo: "crear lazos" de amistad profunda con alguien y gustarse a sí mismo, valorizándose y valorizando a los demás es, sin duda "algo muy olvidado", como recordó tan acertadamente el zorro al principito.
"Algo muy olvidado" en esta "tierra de granito", en este mundo
perturbado, masificado, robotizado, teleguiado, contaminado,
manejado por intereses de grupos poderosos; donde no se tiene ni nombre ni voz; sólo se es un número: uno más en la multitud; donde se corre y se lucha pa-
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ra sobrevivir, en la incertidumbre del pan y en la inseguridad del salario bajo; en un mundo así: ¿quién tiene tiempo todavía para los asuntos del corazón?...
Sin embargo, ES UNA CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA, una cuestión de vida o de muerte psicológicas y espirituales, detenerse y reflexionar sobre el problema.
El "pan-de-cada-día", los "negocios", los asuntos "inter-y-multinacionales" son mucho más importantes para la mayoría.
El amor verdadero, ¿existe todavía? Compartir la vida, gratuita y desinteresada
mente; ¿dónde lo podemos encontrar?
¡Eso es, amigo! ¿Cómo escapar de la máquina? ¿Cómo mantener la personalidad, el sentido críti
co, cuando "desde arriba" quieren nivelarlo todo?
Huir de la masificación, de la neurosis colectiva, de la creciente alienación,
sólo será posible a través de una profunda convivencia humana, de corazón a corazón, con alguien que haya creado lazos de amor con los demás y consigo mismo.
He aquí el alerta de este libro:
es una renuncia y un desafío para cada uno de nosotros. Es un grito de esperanza y una invitación a
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vivir-la-vida-en-plenitud, a pesar de las limitaciones y las barreras cotidianas.
Estás invitado a salir de la rutina que despersonaliza sin que te des cuenta y a "descubrir el precio de la felicidad ', la "magia de la espera", la alegría del encuentro... que, felizmente, ¡existen todavía!
¿Vamos a conocerlos?
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2.
Máquina o persona: ¡he aquí la opción!
—¿Dónde están los hombres? —prosiguió al fin el Principito—. Se está un poco solo en el desierto... —Con los hombres también se está solo —dijo la serpiente.
Exupéry
¡ A veces tengo deseos de gritar contra ese mundo loco que está creando la tecnología!
¿Por qué esa prisa desesperada? ¿Por qué esa angustia estampada en tantos ojos? ¿Por qué esa neurosis colectiva de la prisa? ¿Por qué tantos estómagos hambrientos y tan pocos satisfechos?...
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2. — Crear fazos...
Sabes, amigo, estamos convirtiéndonos en máquinas...
— Para todo, hay una hora fijada. — Las computadoras controlan la entrada y salida
del trabajo (ya no son personas , que nos reciben con una sonrisa...)
— Hay colas para el cine, para el supermercado, para el colectivo, para la carnicería...
— Hay embotellamientos de tránsito que enervan a medio mundo.
— Hay cuotas mensuales que deben pagarse en el día exacto.
— Hay salarios atrasados por cobrar. — Hay horas extra para poder subsistir. — Está la novela de la televisión que no podemos
perder. — Hay horóscopos (ahora denominados "biorrit-
mos") que programan nuestras vidas; si el día es "favorable" o no...
— Hay censura que prohibe cosas inocentes y libera al erotismo y a la violencia
Y la l ibertad de vivir, de gozar un poco de la vida, de SER PERSONA, de amar, de descansar... ¿dónde ha quedado en esta prisa sin fin?
Me siento solo en medio de la mult i tud. LA CIUDAD SE CONVIRTIÓ EN UN DE
SIERTO. Los hombres ya no viven; vegetan. Aunque amontonados, todos están lejos.
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Y esta es mi opción: o cuido de mí mismo, tratando de cultivarme y compartir mi vida con los demás, o entro en el ritmo de la máquina.
La historia de nuestros días es como un gigantesco tiburón: ¡los incautos serán devorados!
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3.
" ¡Disculpe! ¡No tengo tiempo!"
—¿Qué significa "domesticar"?... —Es una cosa demasiado olvidada —dijo el zorro—. Significa "crear lazos".
Exupéry
Siempre tenemos una disculpa a mano para esquivarnos. Siempre existe "otro' compromiso y no el que el prójimo-más-prójimo necesita en ese momento.
Estamos en la era atómica; de la cibernética y del "jet". No podemos perder el tiempo en insignificancias como por ejemplo: sentarnos para dialogar, para auscultar un corazón sufriente o decir una palabra de consuelo. Para eso están los psiquiatras; se les paga por ello. Nosotros somos los hombres del "reloj electrónico" y cada minuto vale dinero.
¿Cómo combinar la "paciencia" y el "el tiempo que se debe perder" del que habla el zorro al Princi-
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pito, con la mentalidad vigente y el movimiento incesante al que nos vemos arrojados diariamente, luchando para mantener una estructura que nos esclaviza y aplasta?
Tiempo para "Crear lazos de amis tad" . . .
Si hasta parece una broma de mal gusto hablarle de esto a un hombre de negocios, a un ejecutivo, a un joven que lucha por un examen de ingreso, a la madre, que aparte de ser madre, es, profesora-alumna-de-yoga-presidente de la Asociación Femenina-integrante-de-un-club..., al hombre anónimo que vive en el suburbio o en una villa miseria y llega a casa cansado, transpirado y hambriento...
Sin embargo, ¡todos igualmente necesi tamos de amor!
Y todos, en apariencia, huyendo de sí mismos. Hundiéndose en cosas y más cosas. Alienándose. Despersonalizándose.
¿Quién tiene tiempo para detenerse? ¿Para "crear lazos" de amistad, de estima, de diálogo, comenzando en su propio hogar? ¿Quién?
• - T ú ? '
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Amar profundamente
"No te necesito. Y tú tampoco me necesitas. Pero si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...".
Exupéry
Nos estamos volviendo superficiales al extremo. Ya nadie quiere
el esfuerzo de la reflexión, la profundidad del análisis, el cuestionamiento exhaustivo, la búsqueda constante, el amor de renunciamiento...
Preferimos no pensar. Es más fácil. Más cómodo. Menos comprometedor.
Un amor integral, global y de compromiso, sin rupturas ni "filiales"; un hogar construido por CO-
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RAZONES QUE SE AMAN y no por personas yuxtapuestas, es cada día más difícil de lograr y casi inconcebible.
Vivimos en una época de muchos amores y de poco AMOR.. De mucha superficialidad y poca riqueza interior.
¿Por qué hay tantos maridos que ya no sienten como "única en el mundo" a aquella que, entre todas, eligieron libremente y por amor?... ¿Por qué hay tantas esposas que ya no sienten como "único en el mundo" a aquel a quien un día dijeron "s í" para toda la vida?...
— El mundo ya no es como antes. ¡Todo cambió! ¿Quién aguanta la atadura sin una "escapadi-ta' ocasional, sin un encuentro que ahuyente la soledad y la tristeza que infaltablemente nos invaden?...
Y los desconocidos siguen viviendo juntos, en la misma casa. Esos que deberían conocerse a fondo y amarse de todo corazón, ya no reparten su atención y su afecto porque el mundo los absorbió con sus ideas consumistas y sin Dios.
Y nos dejamos envolver, nos dejamos manejar, teleguiar,
por una cuestión de "status" y de prestigio social, sin darnos cuenta de la falsedad y del vacío que se ocultan
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por detrás de ese juego sucio que la "sociedad Playboy" nos presenta como la solución.
Corremos en pos de novedades y aventuras, como un sediento por agua.
Y no reparamos que el agua que nos sirven está envenenada y contaminada, llena de impurezas y simulaciones.
Todo, claro, presentado con implacable apariencia y sonrisas forzadas; como si un traje y una corbata hiciesen a un hombre feliz y realizado.
¿Cuándo volveremos a la fuente primitiva, de agua cristalina y refrescante? ¿Cuándo le daremos al amor el privilegio que merece, para conocer la alegría de ser para alguien ' el único en el mundo' ' ?...
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5.
¡Que todos digan "Amén"!
"Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros...".
Exupéry
Cuanto menos piensa un pueblo, mejor para un sistema vigente. Por lo menos, para "ciertos sistemas".
¿Para qué pensar, si hay "otros" que lo hacen por nosotros?
Por detrás de los bastidores de la vida están los "apuntadores" y los que manejan las luces. Soplan y nosotros repetimos sus palabras, porque no sabemos nuestro papel de memoria. Todavía no sabemos vivir solos. Somos demasiado infantiles.
Sucede que nuestra vida es monótona... Aburrida, sin esperanzas. Entonces, es mejor no pensar dema-
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siado pues podríamos rebelarnos. Provocar insatisfacción en los demás. Crear un clima adverso...
— La televisión piensa por ti. — El diario te informa lo que "conviene saber". — Las revistas te muestran lo que "debes cono
cer"'... ¿A qué preocuparnos entonces?
¿Acaso no hay suficientes encuentros de fútbol para distraerte?
No puedes decir que falten novelas para llenar tu tiempo, ya que no "debemos" estar sin hacer nada.
Y el Prode, la Lotería, y la quiniela (la escribí con minúscula porque es más del pueblo que cualquier otro juego), ¿no son pasatiempos y esperanzas?
Superficialmente, todo está bien, "bajo control". Si analizamos la vida en profundidad, todo va mal. Monotonía y descontento. Tedio y vacío. Masi-ficación y rutina.
¿Cómo escapar a esa corriente que rodea por completo el aire que respiramos?
¿No será quimérico creer en la amistad sincera, en la autocrít ica, en el amor-entrega, que harían que nuestros días fuesen "diferentes y llenos de sol", porque siempre habrá alguien que nos aguarde,
una razón para vivir, una esperanza de ser feliz?
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6.
Nadie confía en nadie
"Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie". Y las rosas se sintieron bien molestas. — Sois bellas, pero estáis vacías. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que ella es mi rosa.
Exupéry
El mundo de la máquina y de la prisa genera el individualismo. La mayoría sólo se preocupa por sí misma y no quiere saber de abrir el corazón a alguien.
"Ya me engañaron muchas veces" , es la queja común.
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— Cuando creí tener a alguien, fui traicionado. No confío más a nadie mi vida íntima. Llega el día en que todos nos abandonan...
Estoy de acuerdo en que no es fácil descubrir a un verdadero amigo. Pero llegar al extremo de encerrarse completamente en sí mismo, tampoco parece lo más acertado.
El individualismo genera la soledad; y ésta es, muchas veces, madre del desánimo y de la incredulidad. Me convierto en un espíritu cerrado, lleno de reservas y desconfianzas. Rechazo de antemano el amor que alguien me puede brindar desinteresadamente. Sin embargo, no todos son aprovechadores. No todos tienen "segundas intenciones".
Siempre encontraremos, gracias al buen Dios, gente que sabe amar.
Gente dispuesta a compartir su vida con los demás.
Gente que coloca a la persona por sobre los negocios y los números.
A veces nos parecemos a "las rosas" que descubrió el Principito. "Y las rosas se sintieron bien molestas" cuando les dijo "sois bellas pero estáis vacías", porque todavía no habían sido domesticadas ni habían domesticado a alguien. No habían creado lazos...
Estamos desi lusionados con la vida. Todavía no hemos descubierto sus secretos más
profundos. Todavía no hemos aprendido a amar auténticamente.
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Somos, todavía, "una rosa" sin nombre, como millares de seres que circulan por las calles de nuestras ciudades. Perdidos en la multitud, llevan consigo su descreimiento y su fardo, ¡cuando sería mucho mejor vivir de a dos!
En la medida en que nos volvamos receptivos, superaremos los obstáculos del individualismo y abriremos caminos a la solidaridad. Cerrarse en sí mismo no conduce a nada, a no ser a la soledad. ¡Y eso no es bueno!
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7.
Ansias de infinito
"...Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol..."
Exupéry
Este párrafo de UE1 Principito" me cuestiona e impresiona al mismo tiempo.
Hay una tristeza que se confunde con melancolía, con nostalgia... ¿De qué? — ¿Del infinito que anida en nosotros y es sofocado por preocupaciones terrenas, en una lucha voraz por la supervivencia?
Detrás de una "puesta de sol" hay horizontes que nuestros ojos no llegan a alcanzar. Sólo el corazón puede llegar hasta allí.
Nuestras constantes insatisfacciones, ¿no serán una búsqueda —consciente o inconsciente— de lo Eterno, hacia donde encaminamos nuestros pasos y que, indudablemente, nos aguarda?
33 3. — Crear Icios...
Y Dios , ¿no tiene él una palabra para mí, en esta agitación donde no hallo la paz que tanto ansia mi alma?
En los momentos en que estoy a solas conmigo, parece como si una extraña nostalg ia se apoderara de mí, nostalgia de Alguien que no sé con seguridad quién es; nostalgia que es, al mismo tiempo, esperanza-de-encuentro con todo aquello que la tierra no me puede brindar.
Entonces imagino, ¡qué bueno sería un oasis de paz! ¡Qué bueno sería encontrar la respuesta a las inquietudes del corazón! ¡Qué bueno sería si no hubiese más tristeza! ¡Y la alegría fuese eterna!...
Todo eso, y mucho más, se esconde por detrás de la "puesta de sol" del Principito. La nostalgia de quien se siente extraño en la que es su tierra y tampoco lo es. La sensación de ser peregrino en la inestabilidad de una vida que es breve e incierta...
Todo eso cuestiona mi incredulidad. Arrasa con mi autosuficiencia. Derriba mi poca sabiduría. Y con las manos vacías me encuentro ante el Infinito.
¿Hacia dónde voy?... ¿Quién me indicará el verdadero camino?
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8.
Todavía somos demasiado jóvenes...
Y me confió aún: "No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huido jamás! Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla".
Exupéry
Ahora sólo estamos descubriendo la vida.
Somos demasiado jóvenes todavía . Los mayores secretos aún están por descubrirse. La humanidad ensaya sus primeros pasos, rumbo al misterio. Y cuanto más penetra en él, ese misterio aumenta y se esconde.
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No sabemos casi nada de nosotros y mucho menos de los demás. Y ahora llegó la máquina para reemplazarnos,
pensando por nosotros, programando por nosotros, trabajando por nosotros...
¡pero, jamás, amando por nosotros!
Y he aquí lo terrible de la era de la tecnología: entramos en el ritmo de la máquina-sin-amor y ya no amamos como deberíamos amar. N o profundizamos en el misterio del amor. No comprendemos a los demás como deberíamos. Cortamos, con mucha facilidad, los lazos (¡frágiles!) que habíamos creado.
Marido y mujer discuten por cosas sin importancia y comienzan a odiarse, perdiendo por completo el sentido de saber "adivinar la ternura' que aún existe en los gestos y el corazón del otro. Y cuando menos lo esperamos, nos vemos ante otro hogar destruido: "eran demasiado jóvenes para saber amar".
Y el divorcio (¡señal de inmadurez en el amor!) allí está, para facilitar la separación.
"Es necesario comenzar otra vez. Hay tantos planetas inexplorados, tantas rosas solitarias...", piensan los incautos e irresponsables.
¿También ellos se darán cuenta que como el Prin-cipito, fueron inmaduros?
¿Que al ver "otras rosas" comprenderán que la suya era la única en el mundo?
¡Y cuántos conflictos existen entre padres e hijos que la comprensión y el diálogo podrían superar!
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¡Si no fuese por esa maldita prisa en la vida!
¡Esa publicidad que nos hace querer adquirir lo que tantas veces no necesitamos!
¡Ese nivel infeliz en que nos colocan los Medios de Comunicación, absorbiendo nuestro tiempo con futilidades!
Si no hubiese tanta inmadurez en un mundo que se precia de adulto y se ufana de ser "progresista y desarrollado", ¡cuánto más hermosa sería la vida y cuánto más unida estaría la familia!
Lo que se ve, son discusiones y peleas, frialdad e indiferencia de vidas aisladas, que viven bajo el mismo techo, sin calidez ni ternura, en un total individualismo donde cada uno busca sus propios intereses y no le importa nada más.
¡Los hombres son tan contradictorios! ¡Tan inconstantes! ¡Tan desarraigados!
¡Urge madurar!
Tener principios más sólidos, más estables, más verdaderos.
¿O seguiremos siendo "demasiado jóvenes", cuando la vida requiere de nosotros
decisiones maduras , opiniones equil ibradas, posiciones definidas?. . .
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9.
Las ambiciones de poseer
— ¿Cómo se puede poseer estrellas? — ¿De quién son? —replicó, hosco, el
hombre de negocios. — No sé. De nadie. — Entonces son mías, pues soy el pri
mero en haberlo pensado. — ¿Es suficiente? — Seguramente. Cuando encuentras un
diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una isla que no es de nadie, es tuya. Cuando eres el primero en tener una idea, la haces patentar: es tuya. Yo poseo las estrellas porque jamás, nadie antes que yo, soñó con poseerlas.
Exupéry
Esta es la sutil maniobra de la Gran Máquina: hacer que los hombres "posean siempre más". Con esto, nadie le dará importancia a lo Esencial. Basta con TENER, basta aparentar. Eso es suficiente.
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Llenar el corazón de objetos, amarlos más que a las personas, convertirlos en absolutos, por efímeros que sean: ese el deseo de la Gran Máquina, que se enriquece a costa de los incautos, ¡de nosotros, que nos dejamos evaluar por la publicidad y corremos detrás de sus avisos, tan luminosos como falsos!
En un sistema capitalista de producción y consumo, la persona es secundaria. Sólo es útil mientras produce. Mientras está al servicio de la máquina. Luego, ¿para qué podrá servir? ¿Por qué no adherirse a la eutanasia, como consecuencia lógica de tales principios?
"Poseer las estrellas" y olvidarse de los hombres... Enriquecer a los poderosos y dejar proliferar las villas miseria...
¿Podemos estar de acuerdo con estos criterios?
Las ambiciones desenfrenadas están matando los últimos vestigios de solidaridad que todavía anidan en el corazón humano. Volverse insensible ante los ataques de la máquina. Armarnos de un tamiz depurador, capaz de filtrar lo que es bueno y aceptable, desechando en la basura-de-lo-superfluo lo que nos es absolutamente innecesario: he aquí el camino para continuar s iendo persona, con CORAZÓN y ESPÍRITU y que no se deje esclavizar por la máquina: ¡la bestia apocalíptica que amenaza aplastarnos con sus tentáculos!
40
10. .
Creadores de la propia historia
"Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer —replicó el rey—. La autoridad reposa, en primer término, en la razón".
Exupéry
Si no somos capaces de asumir nuestra propia vida —porque estamos manejados por la máquina— ¿cómo asumiremos la creación de la historia, de la humanidad y del mundo en que vivimos?
Somos muchas veces unos ilustres alienados. No sabemos lo que ocurre a nuestro alrededor, porque no entramos en la historia, asumiendo la parte que nos toca.
"Hay que exigir de cada uno lo que cada uno puede hacer".
¡Sabias palabras de un rey! Para muchos, lamentablemente, "meras palabras...".
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Es la historia de los talentos del Evangelio y de la rendición de cuentas que el Gran Rey nos pedirá un día. Quien haya recibido cinco talentos, inevitablemente responderá por los cinco. Quien sólo haya recibido uno, rendirá cuentas de uno.
Si ningún lazo de amor me une a los hombres, a no ser el lucrativo, jamás lograré vivir plenamente.
Habré pasado por la tierra, rico de bienes y pobre de corazón. Y no habré vivido. Nadie sentirá mi ausencia. Nadie llorará mi partida.
En términos de solidaridad humana, habré sido un inútil. Un peso muerto. Una traba en la historia de los hombres. Un mero aprovechador.
Es el momento de dar al corazón el lugar que se merece y asumir la responsabilidad de ser agente de la historia. Si nosotros, i luminados por la fe y el Espíritu de Dios, no asumimos la dirección de los caminos del mundo, otros la asumirán en contra nuestra. ¡Entonces será demasiado tarde!
Es preferible despertar a tiempo. ¡"Tú también eres responsable", recuérdalo! ¡Asume con amor, antes que los demás hagan de ti un robot más, de los tantos que circulan por nuestras calles!
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"Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón..: Los ritos son necesarios".
Saint-Exupéry
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11.
Preparar el corazón
— ¿Qué es un rito? —dijo el Principito. — Es también algo demasiado olvidado
—dijo el zorro. —Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas.
Exupéry
"Conocer el precio de la felicidad" es, sin duda, lo que el hombre desea con más vehemencia.
Toda su vida es una búsqueda —a veces desenfrenada— de todo lo que pueda darle placer y comodidad.
La "felicidad", sin embargo, tiene tantos nombres y matices, que la gran mayoría no sabe con certeza dónde encontrarla. La buscan por caminos falsos, atraídos por espejismos que se diluyen bruscamente, dejando un gusto amargo y las manos vacías en un corazón insatisfecho que creía haber hallado la soñada maravilla.
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Como muchos no tienen vida interior, vida espiritual —el don,más precioso que haya recibido el hombre— no notan qué importante es, en este mundo efímero, dar valor al corazón y prepararlo para los grandes momentos de la fe y de la amistad.
Saber que entre los contratiempos y adversidades de la vida, existe alguien que nos reserva su ternura y su atención —cuando nadie tiene tiempo para nadie—,
¿no es un tesoro de inestimable valor?
Sentir la alegría de la espera, de los minutos que pasan y acortan la distancia que nos separa del que nos ama y fue atraído por nuestro corazón,
¿acaso no es maravilloso para quien todavía conoce el valor del sentimiento, en medio de la dureza asfáltica de nuestra vida?
Preparar, con cariño y desvelo, el corazón a veces sufriente y solitario, prepararlo para el abrazo del amigo y la sintonía del espíritu —que eleva y reanima—,
¿acaso no es mil veces más valioso que tener dinero en el Banco y tristeza en el alma?
Las pequeñas-grandes cosas son las que dan belleza y colorido a la vida.
¡Y es esto lo que destruye la máquina! Para ella, todo eso es innecesario.
Parecería tener los ojos vendados (¿tendrá ojos, si no tiene corazón?...), sin querer ver más allá de lo material e inmediato.
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Pero el hombre no puede vivir solamente de "cosas". Si se sofoca el espíritu y el corazón, el hombre morirá de tedio, de hast ío y de soledad, enterrado en el palacio más lujoso, revestido de oro y mármol, lleno de dinero, pero muerto: espiri-tualmente muerto.
Entonces, ¿para qué haber vivido? ¿Para conquistar fortunas y desconocer el precio de la verdadera felicidad?...
¿Dónde crees tú que está la felicidad?
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12.
Recordar es vivir
— ¿Ves allá, los campos de trigo? Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
Exupéry
La sabiduría popular consagró esta verdad: "RECORDAR ES VIVIR".
Por eso, cuando la esperanza y la nostalgia me unea a alguien que amo, sé que nunca moriré. Estaré vivo, para siempre, en el corazón del amigo. Y él tampoco morirá. ¡LO CONSERVARE ETERNAMENTE!
Y aprenderé a amar lo que él ama. A gustar lo que él gusta.
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Aprenderé a recordarlo a través de todo lo que forma parte de su vida, a través de todo lo que le es familiar, a través de todo lo que tocó su mano.
Las flores que él ama, tendrán un sentido nuevo para mí: también yo he de amarlas.
Los pinos que él aprecia me hablarán de él cada vez que vislumbre sus copas en el horizonte. La arena de la playa que él pisa, me hará descubrir, entre millares de otras, sus huellas. Y amaré las olas, la arena y el viento...
[porque él los ama!
Y la puesta de sol —cuando los edificios de la ciudad no me priven de la alegría de contemplarla— la puesta de sol me hablará de su presencia, cuando meditábamos juntos mirando el horizonte infinito, como infinito era el deseo de felicidad que alimentábamos...
Pero, ¡qué difícil es vivir así, en este siglo ruidoso y egoísta!
Por favor, hombre de la máquina y de la prisa: ¡DETENTE! ¡ D E T E N T E , POR FA
VOR!
U n amigo también es un tesoro. Sobre, todo, dentro de ti, están los tesoros de felicidad que buscas.
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13.
Saber perder el tiempo
"El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante".
Exupéry
El tiempo que se pierde por alguien, es tiempo que se gana para la eternidad. Parece paradójico, pero es exactamente lo que también Jesucristo nos enseña:
"El que dé su vida, la ganará, pero el que la guarde para sí, la perderá".
Una filosofía de vida totalmente opuesta a lo que nos enseña el mundo capitalista. Este genera el individualismo, aquel replegarse sobre sí mismo donde la renuncia y la entrega son palabras desterradas. Donde el "tener siempre más" es la meta suprema del bienestar prometido. Donde "dividir-con-los-demás" jamás fue una norma para un programa de vida.
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Es así como el AMOR —el que realmente lo ES, con todas las letras mayúsculas— nos advierte que el mundo pasa y, con él, sus riquezas efímeras. Que el egoísta desaparecerá junto con él, devorado por el torbellino y el caos.
Que no hay nada que pueda darse en cambio de la vida del hombre, aunque haya conquistado al mundo entero (Cfr. Mt. 16, 25-26).
Saber "perder el tiempo" es ganar para la eternidad. Es esto lo que hace a la vida importante. Esto es lo que convierte a alguien en "único' y en "el más importante" para mí: el tiempo que haya perdido con él, con un amor piadoso y desinteresado.
Cuando sea capaz de cambiar mis seguridades por aquellas que el AMOR me ofrece, entonces habré descubierto el gran secreto: el secreto de la vida que se da, desinteresada y generosamente, muriendo para sí mismo A FIN DE QUE VIVAN LOS DEMÁS.
¡Tienes razón, Principito! Cuando comience a "perder el tiempo" con los corazones que sufren,
con los enfermos, con los marginados,
con los afligidos, que me rodean por todas partes y me llaman, habré encontrado el camino de la realización.
"Fue el tiempo que perdiste con tu rosa. . ."
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14.
¿Responsabilidad o abstención?
"Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa..."
Exupéry
El egoísmo es la enfermedad más grave del mundo actual. Es el verdadero "cáncer del amor", que mata a la gran mayoría de los habitantes de nuestro planeta.
Son pocos los verdaderamente responsables:
Que tienen los ojos y el corazón abiertos, que saben leer los acontecimientos y ver más allá de las meras apariencias de lo cotidiano.
ABSTENERSE ante el bien común, es la atención constante que acompaña al hombre de hoy, que lucha por su supervivencia. Y la solidaridad humana queda relegada.
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¿No sería exactamente ésta la gran solución para terminar con la ganancia del "tener-siempre-más-sólo-para-sí-mismo" y hacer descubrir al hombre la responsabilidad comunitaria en la construcción del bienestar?
Yo soy responsable por mis hermanos de lucha:
todos me necesitan, y yo los necesito a todos. ¡No se puede huir!
Estamos atados a la cadena de la vida y el eslabón de mi abstención, que se rompe, perjudica a mis compañeros de jornada.
Una vez que mis ojos hayan visto los millares de manos que se extienden y mi corazón oiga las voces desesperadas que claman por alguien, no podré huir impunemente.
De ahora en adelante, soy responsable por los hombres que Dios puso en mi camino.
¡Sé que esto no da tranquilidad! ¡Sé que es incómodo! ¡Sé que es angustiante! Sin embargo, amar es exactamente eso:
COMPROMETERSE CON LOS DEMÁS, "en la salud como en la enfermedad, en la alegría como en el dolor".
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15.
La experiencia de nuestras limitaciones
"¿Y no es importante que yo conozca una flor única en el mundo, que no existe en ninguna parte, salvo en mi planeta y que un corderito puede aniquilar una mañana, así, de un golpe, sin darse cuenta de lo que hace? Esto, ¿no es importante?"
Exupéry
Estos son los momentos en que experimentamos más profundamente los límites de nuestra debilidad:
cuando la felicidad se nos va de las manos y se hace pedazos; y nos sentimos deshechos, con una vida por reconstruirse;
cuando el amigo más querido nos abandona; cuando el deseo de no equivocarnos y ser buenos
choca infaliblemente con la pobreza de nuestros constantes fracasos;
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cuando el misterio es tan grande que no logramos develar nada... Y nos sentimos limitados, inseguros, solos... ES ENTONCES QUE LA VOZ DE DIOS CLAMA DENTRO DE MI.
¡Es cuando me doy cuenta qué pobre soy! Es cuando vislumbro el Infinito, escondido
en mis ansias y limitaciones de cada día. ¡La sensación de perder a alguien que se ama es
terrible! Puede no significar nada para algunos. Sin embargo, para mí, lo es todo. La incapacidad de realizar aquí plenamente los
incontables deseos, los sueños locos que tiene mi corazón, me arroja en los brazos del Eterno.
El amigo que conseguí ya no logra darme todo lo que mi corazón desea.
Su presencia es, al mismo tiempo, una limitación y una ausencia.
Su ternura es la añoranza de una Ternura que no quisisera que tuviese fin.
Y todas las utopías que experimenta mi alma, ¿serán algún día, realidades en Dios?
Y mi fe me inquieta, en la gran expectativa del que camina en busca de lo Definitivo, sintiendo las terribles limitaciones humanas, envuelto en la inseguridad y en la esperanza de un peregrino.
Pero sigo caminando. Al final de la jornada veré la Luz Definitiva. Allí, Dios me aguarda con su abrazo.
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16.
La certeza y la alegría del amor
"Las estrellas son bellas por una flor que no se ve... Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!"
Exupéry
Lo que nos devuelve la seguridad y la alegría y torna la vida más bella y llena de sentido, en este desierto de limitaciones e inseguridades, es la certeza de que existe alguien que nos ama, aunque físicamente se encuentre lejos de nosotros.
En el mapa de mi corazón habrá una ciudad diferente de las otras ciudades, porque en ella vive alguien:
alguien a quien amo. Mis oídos conocerán un nombre, entre todos los
nombres, que sonará con aire de fiesta. Una casa, una
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calle, un número... ¡que jamás serán como los otros! Quizás nadie se entere: sólo mi corazón. ¡Eso basta!
LA CERTEZA DEL AMOR SERA MI FUERZA, LA SEGURIDAD Y LA ALEGRÍA DE MIS PASOS.
Si tú, amigo, no quieres que la ciudad te devore; si quieres sobrevivir al verdadero "lavado de cerebro" que los Medios de Comunicación llevan a cabo para convertirte en un número no pensante, inactivo, indiferente, entonces COMPARTE TU VIDA CON ALGUIEN. Profundamente. Sin miedo. Sin reservas.
AMA DESINTERESADAMENTE, sólo por amar.
Y tendrás un secreto de vida, diferente a todos los demás.
Un secreto que te hará revivir, aunque los demás te aplasten.
Un secreto que te hará libre, aunque los demás te encarcelen.
* Tu mundo siempre estará poblado.
¡Y jamás conocerás la desesperación de la soledad!
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17.
Nuestras fugas y evasiones
— ¿Qué haces ahí? preguntó el bebedor, a quien encontró instalado en silencio, ante una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas. —Bebo— respondió el bebedor, con aire lúgubre. —¿Por qué bebes?— preguntóle el Prin-cipito. —Para olvidar... olvidar que tengo vergüenza— confesó el bebedor, bajando la cabeza...
Exupéry
El Principito se evadió en busca de "otros asteroides", llevado seguramente por una "migración de pájaros silvestres' .
A veces pienso que hay un Principito así en mi interior...
Tampoco a mí me gusta la constancia. Trato de evadirme tantas veces...
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Evadirme de mí mismo, abandonando los compromisos asumidos, en busca de "otros asteroides",
porque mi planeta familiar, mi planeta escolar, mi planeta de trabajo, mi planeta de hombre público, mi planeta de padre de familia, mi planeta de madre de familia
se está volviendo monótono y descolorido.
Y la sociedad me hace señas con sus llamativos anuncios luminosos y seductores.
— ¡Entra en un bar y bebe! ¡Bebe para olvidar! Olvidar que aún tienes vergüenza. Que eres honrado. Que tienes familia...
— Estás cansado de la vida. Entra en el ritmo del sonido. ¡Vamos a pasarlo bien! ¡Deja de lado tu vida seria! Después de todo, ¿qué tienen que ver los demás contigo y con tus compromisos?
— ¡O.K., viejo! ¡Lo que importa es salir de la rutina! Una farra facilita un poco las cosas. Y las tristezas de la vida se "evaporan"...
Y así, el muchacho convence a la chica que "a fin de cuentas hay que ser libre y dejar de ser un modelo. Hay que hacer el amor para ver si existe compatibilidad sexual. ¿Casarse? ¿Para qué?"...
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Y el empresario sale con su secretaria para una cita en el hotel más cercano.
Y la esposa, cansada de tantas mentiras y esperas, también busca compensaciones que le sugieren las novelas. Es muy fácil: los "gavilanes" rondan cerca...
Y el mundo está cada vez más enfermo, Más triste. Más vacío.
Estas fugas y evasiones no conducen a nada, a no ser a una profunda frustración.
Frustración que muchas veces lleva a una más amplia permisividad, creando un círculo vicioso de vacío para los que buscan
amor donde no existe amor, felicidad donde existe alienación, paz, donde sólo existe el vacío.
Y lo ESENCIAL, lo más importante, lo único necesario, lo indispensable para la realización humana,
¿cuándo y dónde nos lo brindan los Medios de Comunicación?
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18.
Angustia, tensión y neurosis
"Viví así, sólo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve un desperfecto en el desierto de Sahara...".
Exupéry
Hay personas que recién despiertan a la vida cuando de pronto, de un momento a otro, se quedan solas. Completamente solas. Bruscamente solas. Como alguien perdido en el desierto, o "más aisladas que un náufrago sobre una balsa en medio del océano".
Muchos se dan cuenta de esto cuando puede ser demasiado tarde.
Cuando sus vidas tienen una detención y no pueden proseguir el camino.
Entonces, como forzados a la soledad de un Sahara que nace en plena agitación de la ciudad, la
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angust ia , la tens ión y la neurosis comienzan a invadir sus almas y a carcomer sus corazones.
Hay cierto pesimismo y cansancio que se instalan en todos los poros.
Hay un nerviosismo acentuado, que se apodera de las últimas migajas de paz que aún existían.
Una tristeza y melancolía infernales, amargando cada paso que se da en la vida.
Un descreimiento general en el futuro, que cierra toda posibilidad al renacimiento de una esperanza.
"Angust ia , tensión, neuros is": la enfermedad del siglo.
¿Acaso es imposible cultivar la serenidad y la paz?...
— ¡A solas, es imposible!
Esta es, a mi entender, la gran lección que se puede aprender, leyendo "entre líneas", cuando Saint-Exupéry nos dice:
"...me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte. Tenía agua de beber apenas para ocho días".
Y fue entonces que como por encanto, apareció alguien. Y su voz lo despertó pidiéndole un favor. También él necesitaba de alguien. Y sucedió el milagro: el milagro del gran descubrimiento. Nunca e s tamos completamente solos.
Sólo nosotros podemos crear un desierto. Es, ante todo, psicológico.
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Y como todo, sólo el amor, la presencia de alguien, podrán probarlo. ¡Prueba, amigo; y verás!
5. — Crear lazos...
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19.
Siempre hay alguien a nuestro lado
"No olvides que me encontraba a mil millas de toda región habitada. Además, el hombrecito no me parecía ni extraviado, ni muerto de fatiga, ni muerto de hambre, ni muerto de sed, ni muerto de miedo".
Exupéry
Ese es el milagro del amor: para él, no hay distancias.
Cuando amamos, siempre estamos cerca de alguien. Por más perdido que se sienta, nuestro amor lo alcanzará.
Y el que ama de verdad, jamás se siente perdido, ni en el desierto, ni en la ciudad confusa.
El que ama de verdad no se cansa de buscar diálogo y de compartir su vida.
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El que ama de verdad "nunca está muerto de hambre, ni de sed, ni de miedo".
Pero lleva en sus manos la plenitud de la vida; el agua que reanima y el ánimo que da coraje.
Siempre hay alguien a nuestro lado.
EL QUE AMA, DESCUBRE SU PRESENCIA.
De lo contrario, estará solo en la multitud, terriblemente solo,
con su autosuficiencia y su egoísmo.
Cuanto más me resista a abrirme a los demás, inclinándome con egoísmo para admirar mis propias limitaciones,
¡más solitario estaré todavía!
Y no habrá nadie que logre restituirme la alegría de vivir, si no me digo a mí mismo:
¡Deja que los demás invadan tu casa! Abre las puertas de la desconfianza y conocerás voces cuya existencia desconocías; que no creías poder llegar a amarlas".
Esta es la ley de la vida:
para vivir en plenitud es necesario compartir en profundidad.
Y de esto, el amor entiende mucho.,.
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20.
Con mucho tiempo y paciencia.,
"Necesité mucho tiempo para comprender de dónde venía. Y sólo por palabras pronunciadas al azar, pude, poco a poco, enterarme de todo".
Exupéry
Nunca estará de más repetir esta verdad:
CREAR LAZOS LLEVA TIEMPO; mucho tiempo, mucha paciencia y, sobre todo, mucho amor.
Es necesario lograr que el otro, espontáneamente, se "sienta como en su casa". Que la confianza, más que una conquista, sea una consecuencia natural, porque se ha descubierto algo maravilloso:
la armonía de corazones.
Sin ella, nadie "crea lazos" con alguien. Sin ella, nadie se siente atraído profundamente.
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Sin ella, nadie conocerá la alegre magia de "saber atraer".
Sin embargo, el mundo masificado de hoy t iene prisa. Ya no tolera que se le hable de paciencia, ir despacio, de "perder tiempo"...
Por eso, conoce todo superficialmente. A flor de piel.
Por eso, prefiere los contactos físicos, de cuerpo a cuerpo y no los espirituales , de corazón a corazón.
Por eso, lamentablemente, el mundo no cree en la amistad verdadera.
Cree en momentos fugaces y vacíos, de encuentros igualmente fugaces y vacíos.
Cree amar, cuando "hace sexo". Cree que se entrega, cuando sólo busca la autosa-
tisfacción de sus egoísmos. Cree hacer feliz a alguien; cree haber descubierto la felicidad por sí mismo, mientras que en los dos crecieron la insatisfacción y el hastío.
¿Por qué no admitir, entonces, la falsedad de esos principios?
¿Por qué no trabajar por un amor más noble, más genuino, más pleno?
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II
COMO CREAR LAZOS DE AMISTAD
CONSIGO MISMO Y CON DIOS
"¡Me apena tanto relatar estos recuer* dos! Hace ya seis años que mi amigo se fue con su cordero. Si intento describirlo aquí es para no olvidarlo. Es triste olvi' dar a un amigo. No todos han tenido a un amigo. Y puedo transformarme como las personas grandes que no se interesan más que en las cifras".
Saint-Exupéry
21.
El arte de valorarse a sí mismo
"Pero, claro está, nosotros que comprendemos la vida, nos burlamos de los números".
Exupéry
Teniendo en cuenta todo lo que hemos visto hasta aquí, debemos tener en claro lo siguiente:
No puedo confiar en los demás, sin confiar antes en mí mismo. No puedo valorar a los demás, sin antes valorarme a mí mismo. No podré crear lazos con alguien si no me quiero y no logré crearlos conmigo.
El arte de "comprender la vida'1 exige, necesariamente, el arte de valorarla.
Soy un misterio del amor de Dios, inconfundible y único; pensado y creado para la felicidad.
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¿Por qué entonces vivo tan insatisfecho? ¿Por qué no puedo alegrarme con lo que soy, con
la vida que brota de mí, con las infinitas posibilidades de realización que cada día me ofrece?
Todavía no llegué a quererme. Tal vez ésta sea la verdad...
No sé gustar de mí mismo. No sé amarme. Y esto no es bueno...
Si la medida del amor hacia los demás debe ser la medida del amor que me tengo, ¿cómo podré amarlos, si no me quiero?
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo", dice Jesucristo.
Y si no me gusta lo que es mío, si no me gusta lo que hago: ¿qué posibilidades tendré de amar a mi prójimo, de amar lo que es suyo, de apreciar lo que hace?
Leí en un escrito sobre la vida, una frase que guardo para siempre:
"ES VERDAD QUE TENGO POCO, PERO ME GUSTA LO POCO QUE TENGO".
¡Es eso, amigo! El amor logra que lo poco sea suficiente...
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22.
Mi pasado es parte de mí mismo
"Y reflexionando, dijo: '¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre...".
(Le. 15, 17-18)
— Anduve por caminos equivocados. Cometí mil y una locuras. Me desvié de Dios y de su justicia... Y no logro perdonarme. Soy incapaz de olvidar y por ello ya no tengo paz.
Ese es el desahogo de los corazones oprimidos, que ya escuché miles de veces.
Oprimidos, por un pasado lleno de errores (fruto de sus rechazos o fijaciones), sin la indispensable humildad para reconocer las debilidades y volver hacia el Padre. Y volviendo al Padre, recobrar la paz,
el abrazo de la amistad, la convivencia con el amor.
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NO EXISTE POSIBILIDAD DE HlJlR DE MI PASADO.
Sólo hay una solución que me pueda devolver la alegría perdida: que me acepte como soy, perdonando con amor todos mis desaciertos.
Sin quejas ni lamentaciones por mi pasado aunque no haya sido mejor de lo que fue.
Sin maldiciones ni blasfemias por no haber sido diferente, ahora que descubro lo equivocado que fue.
Una actitud negativa y pesimista no resuelve nada. Cultivar un sentimiento de culpa sólo profundiza el problema. ¡Jamás lo resuelve!
Lo que debes hacer es tomar tu pasado, con todas las miserias posibles e imaginables; y con ese fardo, arrojarte en brazos del Padre, que nos espera
con nuevas vestiduras para nuestra pobreza,. con un anillo para un nuevo pacto y con calzado para nuestros pies heridos por las espinas de la vida.
Para ello, se necesita fe y la valentía de aceptarse a sí misino. Y la humildad de saber volver...
¿Es tarde? ¡No! Nunca es tarde para el que desea redescubrir la paz. ¡Es cuestión de ponerse en camino!
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23.
Llenar la vida de amor
"Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros. Como yo os amé que así también vosotros os améis mutuamente. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a atrás".
(Jn. 13, 34-35)
¿Vamos a dar un nuevo significado a todo lo que somos y hacemos?
Vamos a descubrir una nueva dimensión en cada día que pasa, en cada gesto, en cada palabra, en cada mirada?...
¡Todo eso es posible, amigo! Basta con llenar de amor tu vida, comulgando con tus propias potencialidades, integrándolas a la totalidad de tu ser, para vivir en perfecta armonía contigo mismo y con los demás, con Dios y con el cosmos.
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i
Llenar de amor es poner un poco de ternura y acogida hasta en los actos más simples de cada día.
Llenar de amor es impregnar de amor-presencia, todo lo que vivimos y todo lo que nos rodea.
Llenar de amor es llevar hacia una progresiva unidad en el amor, a todos los hombres y todas las cosas.
Llenar de amor es poner aquel sentido de lo Eterno: desde la comunión-con-Dios-que-nos-ama, hasta en el más perecedero e insignificante acto de la vida.
Sólo puede llenar la vida de verdadero amor aquél que tiene fe.
En la trascendencia de meras exteriorizaciones; en la sublimación de nuestros fracasos; en el ofertorio consciente de nuestras caídas; en el asumir valiente de nuestra peregrinación: he aquí, amigo, un camino de liberación en busca de más vida. APRENDER A LLENAR DE AMOR.
Cuando todo esté impregnado y rodeado por el amor —como la esponja embebida de agua— conoceremos la "nueva tierra" de días mejores y brillará el "nuevo cielo" de la fraternidad total.
AMAR ES TAN IMPORTANTE COMO VIVIR.
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¿Que sentido tendría mi vida sin amor? ¿Que perspectivas de realización podría yo alimentar y dinamizar, si YO MISMO no me amase, no compartiese mi amor con los demás y no sintiese la alegría de ser amado?
Crear una sociedad llena de amor, de gente que es capaz de vivenciarlo desinteresadamente, de vivir en comunión con los demás, es, sin duda, el gran deseo de Dios. Estos serían los "ciudadanos del Reino", los hombres nuevos que tanta falta hacen en este mundo materialista en que vivimos.
Llenar de amor nuestra vida: asumirla, amarla, acogerla, integrarla, perdonarla... he aquí una sugestión concreta para el que desea aprender el arte de quererse a sí mismo.
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24.
Conoce y ama tus potencialidades
"Existen, en cada hombre, reservas de generosidad y heroísmo, pero por falta de nuevas oportunidades, por falta de terreno favorable, de religión exigente, los hombres volverán a dormir sin haber creído en su propia grandeza".
Exupéry, en Tierra de Hombres
A partir de un conocimiento siempre más profundo de mí mismo, tendré más posibilidades de unirme a los demás.
Soy alguien, abierto a la vida y al futuro. Soy alguien, lleno de potencialidades, casi
siempre dormidas y subestimadas. Sin embargo, ellas existen. Están al alcance de mi
mano. Sólo debo descubrirlas y dinamizarlas.
Conociéndome más profundamente, habré encontrado la clave para la solución de mis problemas y los problemas de los demás.
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Interacción, cultivo grupal, ayuda mutua... todo adquirirá nuevas dimensiones a partir del cultivo personal, al llenar de amor mis propias capacidades vitales.
¡Prueba querer de verdad los innumerables dones que la vida te ha brindado!
Prueba quererte a ti mismo —tal como eres— amando con la simplicidad del corazón todo lo positivo y negativo que existe en ti.
Eres capaz de hacer maravillas, si crees en las posibilidades de realización que te ofrece la vida.
Conocerás la felicidad y la paz. Conocerás una vida más tranquila y serena. Conocerás la alegría de manejarte por los verdaderos caminos de la libertad.
AMA LA VIDA QUE LATE EN TI! Ama la sonrisa que brilla en tu rostro! Ama la mirada que contempla la luz! Ama tu cuerpo, que es obra de Dios! Ama tu espíritu, inmortal e infinito!
¡Ama esas manos que se extienden al amigo! ¡Ama esos brazos que abrazan al hermano! ¡Ama esa voz que les habla de amor!
Amate, porque sólo tú eres el más grande de todo el universo, y vales más que todas las cosas juntas.
Canta, ahora y siempre, un himno de amor a la vida, y la alegría brillará en tus ojos.
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25.
Superar complejos y cambios
"La experiencia me enseñó que los hombres felices se hallan en mayor proporción en el desierto, en los conventos y en el sacrificio, que entre los sedentarios de los oasis fértiles o de las islas llamadas felices".
Exupéry, en "Ciudadela"
Amar lo bueno es fácil, dirás. ¡Es más fácil, sí! Sin embargo, el arte de crecer, de evolucionar ha
cia la meta final, hacia la plenitud de la Vida, me exige que aprenda a amar mis propios desaciertos, asumiéndolos e integrándolos al gran amor-perdón.
De nada vale autocondenarse por haber nacido y crecido entre rechazos y fijaciones.
De nada vale martirizarse por los complejos, por las ataduras y por las frustraciones que componen el cuadro de nuestra vida.
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Todo lo contrario; debo proyectarme, volviendo conscientes los mecanismos inconscientes que actúan en mí.
¡Cuántos cambios —sin culpa— se suceden a lo largo de mi caminar! ¡Cuántas búsquedas frustradas de afecto, a causa de tiranías enervantes de mi infancia, tendré que rodear de amor y perdonar! ¡Sólo Dios lo sabe!...
En muchas actitudes, me veo como "enganchado" a mi pasado, sin poder desprenderme y romper esas ligaduras, fuertes como la tristeza, el pesimismo, el desánimo y la insatisfacción que me dominan.
Sin embargo, una cosa es cierta: puedo y debo salir de esa situación.
En primer lugar, Dios mismo no quiere verme atascado. El me da las condiciones. Están dentro de mí. Debo ponerlas en acción. ¡Y reviviré!
Debo programar conscientemente mi liberación, mi "flujograma evolutivo de la personalidad", superando etapas negativas, evocaciones infantiles o proyecciones egoístas, a fin de vivir más vida en aquél que es LA VIDA.
Supéralo todo, amigo mío, en aquél que venció a la muerte y te dio la capacidad de resurgir, de ser libre en el amor.
Continúa diariamente en tu cultivo, redimen-sionando las actitudes de "hombre viejo", para convertirte en "criatura nueva" en Cristo.
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Haz como hacía el Principito:
"Si se trata de una planta mala, debe arrancarse la planta inmediatamente, en cuanto se ha podido reconocerla. Hay que dedicarse regularmente a arrancar los baobabs en cuanto se los distingue de los rosales, a los que se parecen mucho cuando son muy jóvenes. Es un trabajo muy aburrido, pero muy fácil".
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26.
Vivir y promover la unión entre los hombres
"La grandeza de una profesión es, quizá, antes que nada, unir a los hombres. Sólo existe un lujo verdadero: el de las relaciones humanas. La experiencia demuestra que amar no es mirarse el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección".
Exupéry, en Tierra de Hombres
"Amar y ser amado". . . Tantas veces has oído decir que ese es el eje, la base de toda realización y felicidad. Sin embargo, ¿creemos nosotros —tú y yo— realmente en ello? En la práctica, ¿nos empeñamos con toda la fuerza de nuestras almas por vivir en comunión con los demás , como nueva y constante opción de nuestra vida cristiana?
Pueden "gustarme" las cosas que tengo y las que me rodean. Pero "amar", sólo se ama a las person a s . Y a Dios, que nos hizo "a su imagen".
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Sólo merece amor el que es semejante a mí. Por eso, el amor-común es fundamentalmente un amor de igual a igual. De hermano a hermano.
Y en él, toda dominación o dependencia, desaparecen. Sólo así es posible respetar y asumir a las personas, para encarnarlas, en la superación diaria de nuestras limitaciones.
No hay duda que es por eso que Jesucristo resumió su doctrina en un punto solamente: el AMOR.
Y hoy, más que nunca, la humanidad suplica la unión entre los hombres. En todos sus desaciertos hay un grito velado de amor; hay manos que se extienden buscando a alguien; hay necesidad de afecto, que la vida ha matado.
Promover la unión entre los hombres es el gesto más noble y urgente que el mundo necesita.
Si todos se sintiesen amados, aceptados, perdonados...
Si todos sintiesen qué bueno es crear lazos de amistad y dejarse "domesticar"...
Si todos conociesen, aún antes de nacer, la suavidad y la fuerza del amor...
el mundo estaría equilibrado, maduro, feliz,
totalmente rodeado de amor, el gran amor que es Dios.
La fe nos dice que el MUNDO SE ENCAMINA HACIA LA PLENITUD.
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Tú, amigo, si vives y promueves la unión entre los hombres, estarás contribuyendo a que llegue más pronto el día en que este sueño se convierta en realidad.
¡Vamos! ¡No te abstengas, por favor!
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27.
Crear lazos con el Infinito
"Sed mis amigos, estoy solo, dijo él. —Estoy solo... estoy solo... estoy solo...— respondió el eco".
Exupéry
"Yo busco tu rostro, Señor, no lo escondas de mí".
(Sal. 26, 8-9).
Crear lazos con uno mismo y con los demás no es lo suficiente para una vida plena.
El hombre es algo más que sus amistades, por más gratificantes y bellas que sean.
Todo eso es sólo una señal.
SEÑAL DE UN AMOR MAYOR, ETERNO E INFINITO.
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De un Amor que es la única respuesta a todos los interrogantes y complemento absoluto para todas las deficiencias.
Todo aquí, es señal: señal de Dios.
Los momentos felices vividos junto al ser que amamos se traducen en la añoranza de un amor que nunca tenga fin.
HAY UNA SEMILLA DE ETERNIDAD GERMINANDO EN CADA CORAZÓN.
Por eso, mi mirada va lejos. Traspasa los horizontes. Penetra en el Más Allá.
El eco, del cual nos habla el Principito, traduce con mucha fidelidad el grito de angustia y de soledad del hombre contemporáneo.
"Estoy solo... estoy solo... estoy solo...".
Siempre que el amor no es comprendido, surge la soledad.
El que ama y se siente amado —amado especialmente por Dios— jamás estará solo.
Para él, hasta el desierto se convertirá en una presencia amiga.
Es capaz de probarlo, de recrearlo. Y surgirán fuentes con sus oasis, donde antes sólo había soledad y desaliento.
Este es el gran secreto de la vida:
saber ir más allá.
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No detenerse en la tierra. No rebelarse contra el misterio del dolor. No atascarse en el descreimiento del que no busca descrubrir lo Eterno.
Debemos crear lazos con el Infinito.
Como el profeta, debemos buscar ansiosamente el rostro del Señor:
"Buscad a Yavé, mientras puede ser hallado, clamad a El, mientras está cerca"
(Is. 55, 6).
Por detrás de toda la sed que se esconde en nosotros, hay una sed más profunda. Y sólo hay un agua capaz de aplacarla:
"Tiene mi alma sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir a ver el rostro de Dios?"
(Sal. 41, 3).
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28.
Lo único necesario
"Sólo hay un problema, uno solo: volver a descubrir que existe una vida del Espíritu, más elevada aún que la de la inteligencia, la única que satisface al hombre.
Es necesario dar nuevamente a los hombres un significado espiritual, darles inquietudes espirituales".
Exupéry, en Carta al General X
El mundo está representando el papel de quien ve, pero no le gusta ver. Del que oye y no intenta comprender. Prefiere permanecer en las tinieblas en vez de exponerse a la luz.
¿Quién no constata, a primera vista, que las insatisfacciones generales que afligen a la humanidad son fruto de un creciente vacío
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- Crear lazos...
del sentido de Dios, de una constante abso-lutización de todo lo que es relativo y perecedero?
Existe una indolencia, si no menosprecio, por todo lo que se refiere al cultivo del espíritu; y un apego exagerado a experimentar placeres siempre más sofisticados, alienantes y epidérmicos.
Se vive y se corre en pos del dinero, de bienes y fortuna, como si eso fuese la gran, la única respuesta, la solución para la felicidad humana.
Y se olvida la dimensión eterna del hombre, el ansia de lo absoluto que vive tan profundamente arraigada en cada corazón.
Sin duda es por eso que Cristo insiste tanto en la primacía de lo eterno. Todo lo demás lo considera secundario en relación al Reino. Sólo él es realmente indispensable, capaz de darle nueva dimensión a la vida y a las aspiraciones del hombre, liberándolo de la estrechez de una visión materialista y sin Dios, visión ésta muy frustrante, porque está ligada a meros límites cronológicos de la temporalidad humana.
"Buscad primero el Reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura"
(Mt. 6, 33).
Ese Reino, sin embargo, tiene muchas exigencias. Se basa en el amor y la justicia, vividos en una paz de PROMOCIÓN Y DESARROLLO, donde todos tienen los mismos derechos y deberes de fraternidad. Es por eso que no aliena, sino que COMPROMETE. No "angeliza", sino que ENCARNA.
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Es el Reino verdadero, el de los hombres comprometidos con la tierra mientras ésta es el tránsito hacia Dios. Medio y no fin. Camino y no llegada. Ese es el Reino de Cristo, encarnado en el corazón de quienes lo aman. Es nuestro Reino. Tu Reino.
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29.
La salvación de los demás
"Para ser es necesario, ante todo, recibir un fardo. Cada uno es responsable por todos".
"Soy el que transporta. Somos, juntos, un pasaje hacia Dios".
Exupéry, en Ciudadela y Piloto de guerra
Ese Reino del que hablamos es totalmente abierto y solidario. Adquiere pleno sentido para mí desde el momento en que tomo conciencia de que no puedo caminar solo hacia la casa del Padre.
Inserto en Jesucristo por mi contacto bautismal diario, soy necesariamente, por vocación, HERMANO DE TODOS LOS HOMBRES, comulguen o no, con las ideas y esperanzas con las que comulgo.
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El hombre, cerrado en sí mismo, muere lentamente. Y esa negación de unión con los demás puede llegar a cristalizar en él la muerte eterna.
Sin embargo, el amor nos convierte en seres abiertos, capaces de cargar en nuestra propia historia, el equipaje tantas veces muy pesado de los hermanos que se han cansado de vivir.
Si todos se sintiesen responsables, nadie quedaría relegado. Nadie se desanimaría. Nadie estaría solo, clamando sin ser escuchado, en un mundo que se convirtió en un desierto para el grito de los infelices.
"Somos, juntos, un pasaje hacia Dios, dice Exupéry.
"Juntos", como pilares que afirman el gran puente de acceso al Padre. "Juntos", lado a lado, hombro a hombro. "Cargando unos los fardos de otros", porque así, a nadie le pesarán demasiado.
ESA ES LA FUERZA DEL AMOR. Fuerza que todo lo atrae. Que todo lo une. Que todo lo arrastra. Hacia lo Alto. Hacia Dios.
jQue terrible es, ante todo esto, el capitalismo individualista que invade y arrasa a medio mundo, creando una sociedad cada vez más hedonista y egocéntrica!
¡Qué superficial y sin raíces es el mate-rialismo-sin-Dios, que trata de rebajar al hombre al nivel de la materia, sofocando en él las sagradas aspiraciones de eternidad y Vida!
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Puedo concluir, ante las exigencias de ese Reino "totalmente abierto y solidario' , que
soy amigo de alguien, en la medida en que también me concierne su salvación. En la medida en que mi amistad trascienda los meros intereses humanos y me convierta en fuente de salvación para el otro, para que seamos, "juntos, un pasaje hacia Dios".
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30.
Al encuentro de la plenitud
"Dios te hace nacer, te hace crecer, llena tu alma, sucesivamente, de deseos, de arrepentimiento, de alegrías, de sufrimientos, de cólera, de perdón. Luego te recoge en su propio Ser. Tú eres aquél que se perfecciona. Y si sabes descubrir que eres una rama agitada por el viento, bien unida al olivo, disfrutarás la eternidad en tus movimientos. Y todo a tu alrededor será eterno.
Exupéry, en Ciudadela
JUNTOS CAMINAMOS HACIA LA PLENITUD.
Cuantos más hermanos hayamos atraído —formando la gran caravana de los redimidos que volvieron a la casa del Padre— más felices seremos.
DIOS, en todo y en todos, ES LA GRAN META.
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Porque creemos en EL, ya no hablamos de muerte. Para nosotros sólo existen la RESURRECCIÓN Y LA VIDA. Y "Vida en abundanc ia" (cfr. Jn. 10, 10).
En Cristo, nadie muere. Sólo se transforma. Es asumido por Dios mismo, quien reviste de inmortalidad nuestro pobre cuerpo.
Y seremos glorificados, en la total y definitiva plenitud de nuestras limitaciones.
Para el que tiene fe; para el que ama; para quien Dios es "el Amigo que me atrajo": la muerte es sólo "el tránsito necesario", la condición de despojo radical, para caminar, enteramente libres, hacia el abrazo del Padre.
Con mucho acierto nos recuerda Exupéry en "Ciudadela":
"Toda obra es un camino hacia Dios , que se completa sólo en la muerte".
Mucho más, por lo tanto, nosotros, HOMBRES, que somos la coronación y la predilección de toda la obra del Creador. Somos más aún, "un camino hacia Dios".
En esa visión de comunión eterna entre Dios y los hombres —resultado de la comunión vivida aquí en la tierra— todo mi amor, aceptado y compartido por los compañeros de jornada, adquiere dimensiones de infinito.
YA NADA ES M E R A M E N T E HUMANO. Todo está impregnado de eternidad. Todo se vuelve divino.
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Esa es nuestra realidad, amigo. Mucho más grande y más bella de lo que nos imaginamos. Es por eso que vale la pena vivir en comunión con los demás.
Crear lazos de amistad con el mayor número posible de hermanos y dejarse "domest icar", valorizando las infinitas potencialidades de vida y amor que Dios puso en nuestros corazones: ¡he aquí nuestra misión!
Dar al amor manos fraternales. Capaces de llevar consigo a todos los hermanos que encuentren a lo largo del camino. Dar al amor, ojos ele infinito. Que puedan vislumbrar a Dios en todo y en todos. Dar al amor a las de infinito. Que no se prendan a la tierra. Que vuelen más alto. Hasta Dios.
Y cuando llegue EL GRAN M O M E N T O —momento del encuentro y de la sorpresa de conocer al Padre—, que sepa brotar de cada corazón, con alegría y confianza, la oración que brotó del corazón de Exupéry, cuando en "Ciudadela" se preparaba a gustar la felicidad de verse por fin realizado, liberado de todos los interrogantes y todas las angustias, porque Dios sería su RESPUESTA y su PLENITUD:
"Señor, ábrenos de par en par tu puerta . Haz que entremos all í donde ya nada será respondido, porque
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no habrá más respuesta, sino beatitud, que es la respuesta a todas las preguntas y presencia que satisface".
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índice
Reacciones y desahogos 7
I. Cómo crear lazos de amistad con los demás . 9
1. Crear lazos de amistad 13 2. Máquina o persona: ¡he aquí la opción! 17 3. "¡Disculpe! ¡No tengo tiempo!" 21 4. Amar profundamente 23 5. ¡Que todos digan "Amén"! 27 6. Nadie confía en nadie 29 7. Ansias de infinito 33 8. Todavía somos demasiado jóvenes 35 9. Las ambiciones de poseer 39
10. Creadores de la propia historia 41 11. Preparar el corazón 45 12. Recordar es vivir 49 13. Saber perder el tiempo 51 14. ¿Responsabilidad o abstención? v 53 15. La experiencia de nuestras limitaciones.. 55 16. La certeza y la alegría del amor 57 17. Nuestras fugas y evasiones 59 18. Angustia, tensión y neurosis 63 19. Siempre hay alguien a nuestro lado 67 20. Con mucho tiempo y paciencia 69
II. Cómo crear lazos de amistad consigo mismo y con Dios 71
21. El arte de valorarse a sí mismo 75 22. Mi pasado es parte de mí mismo 77 23. Llenar la vida de amor 79 24. Conoce y ama tus potencialidades 83 25. Superar complejos y cambios 85 26. Vivir y promover la unión entre los hom
bres 89 27. Crear lazos con el Infinito 93 28. Lo único necesario 97 29. La salvación de los demás 101 30. Al encuentro de la plenitud 105
Impreso el 17 de julio de 1961 en los talleres de la PÍA SOCIEDAD DE SAN PABLO, Av. San Martín 4350. 1603 FLORIDA (Bs. As.). República Argentina / Es
Industria Argentina.