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SILENCIO , SE INVESTIGA 38 DOMINGO, 7 DE MAYO DE 2017 39 SILENCIO , SE INVESTIGA DOMINGO, 7 DE MAYO DE 2017 JOSÉ Á. MONTERO | SALAMANCA Reportaje gráfico: Almeida VIV IMOS rodeados de tecnología. Las empresas y los individuos cada vez son más de- pendientes del sector tecnológico. Internet y las redes sociales se han convertido en el pan nuestro de ca- da día y raro es el negocio o activi- dad económica que no recurra a los últimos avances para expandirse o sobrevivir. Es la sociedad 2.0, aun- que algunos ya han dado en llamar- la 4.0. Pero no todo es de color de ro- sa en este entramado tecnológico y Hacer de Internet un medio más seguro es un campo en el que se trabaja en la Universidad de Salamanca. La línea de investigación es doble: por un lado, ver có- mo se propagan los virus informáticos y así crear contramedidas; por otro, rastrear las redes terroristas y conseguir su eliminación a través de las desarticulación de sus cabecillas. Un reto ambicioso, pero no exento de interés y pragmatismo cibernético. Depender tanto de las redes informáticas exige un control y una seguridad no siempre al al- cance de todos. Romper con estas sensaciones y convertir las redes en un medio más seguro es el reto que persiguen no pocos equipos de in- vestigación, que ponen su talento al servicio de empresas e institucio- nes. En este sector es en el que se mueve un grupo de la Universidad de Salamanca, vinculado al Institu- to de Física Fundamental y Mate- máticas, que, encabezado por el profesor Ángel Martín del Rey, se ha propuesto ofrecer “Modelos ma- temáticos en ciberseguridad: pro- tección de la información frente al malware y otras amenazas”, tal y como reza el título del proyecto con- cedido por el Ministerio de Econo- mía y Competitividad. El objetivo es doble: por un la- do, crear modelos matemáticos ca- paces de analizar cómo se propaga un virus informático (malware) a través de la red —ya sea en ordena- dores, dispositivos móviles o sen- sores— y “así poder establecer contramedidas e intentar atajarlo con el fin de minimizar al máximo los daños”, confirma Ángel Martín del Rey. “Por tanto, nuestro objeti- vo no es detectar ni prevenir los vi- rus, sino ofrecer un modelo para saber cómo se propagan y cómo ac- túan”, puntualiza. Y, por otro lado, el proyecto busca también analizar el funcionamiento de las redes te- rroristas con el fin de poder locali- zar a sus cabecillas. “El reto es enorme, pero si el resultado es sa- tisfactorio podríamos tener un pro- yecto con grandes aplicaciones”, subraya el director de esta investi- gación, consciente de que a través de estos modelos matemáticos en los que ya trabajan se podrían de- tectar a los individuos clave de la red terrorista, a quienes controlan dicha red y a quienes manejan la información, “y así poder ser eli- minados para que la red pudiese quedar desarticulada”, subraya Martín del Rey. El proyecto está aún en una fa- se incipiente. “No es sencillo. No sé hasta dónde podríamos llegar, pero confío en que en un futuro podamos tener ya unos resultados concretos, pues estamos ante un proyecto innovador, ya que tratar de reconstruir una red terrorista a partir de datos parciales no se ha hecho; ese es nuestro reto”, confirma este investigador, para quien el llegar a conocer la tipolo- gía de la red terrorista, así como su estructura, sería “fundamental para diseñar brechas en la misma y acabar con sus efectos”. “Los malos son muy malos y son inteli- gentes, pero los buenos son muy buenos y son un poco más inteli- gentes que los malos”, subraya Ángel Martín del Rey, consciente de que por muchos avances que se ofrezcan “la seguridad al cien por cien no existe”. Y en este empeño, hacer del mundo cibernético un medio más seguro, es en el que trabajan des- de hace más de dos años los inte- grantes de este equipo de investi- gación —aunque ya vienen ac- tuando en criptografía y seguri- dad desde 2002—, para quienes el día a día de su labor se resume en tres palabras: “Pensar, pensar y pensar. Lo que buscamos es ofre- cer un modelo matemático a un problema concreto, y que dicho modelo sea lo más eficiente posi- ble. Todo eso es un trabajo de pen- sar, pensar y pensar”, sentencia este matemático. HERRAMIENTAS. Para desarro- llar este trabajo, este grupo no ne- cesita de grandes herramientas. En este caso, el laboratorio y la mesa de pruebas son el propio des- pacho y el ordenador sustituye a los tubos de ensayo. “Lapicero, pa- pel y cabeza; estas son nuestras grandes herramientas de trabajo”, confirma Martín del Rey, sabedor de que el matemático siempre de- be trabajar con la mentalidad de que todo acto en la vida tiene siem- pre una traducción matemática. “Todo se puede tratar de matemi- zar, aunque no siempre las fórmu- las llegan a ser eficientes”, confir- ma este investigador. Esta contención de medios, no está reñida ni con las horas de tra- bajo ni con los resultados de las in- vestigaciones. “Le dedicamos el tiempo que podemos; y en este tra- bajo juegan un papel muy impor- tante los becarios, ya que son ellos los que realmente tiran del carro”, señala Ángel Martín del Rey, quien reclama una mayor aten- ción hacia este tipo de colaborares. “Uno de nuestros mayores proble- mas es la financiación y especial- mente la destinada a personal; creo que es algo que se debería de potenciar, ya que ellos son el futu- ro”, confiesa. Y es que la subven- ción concedida va destinada a la contratación de personal. Aun así, el ambiente en el seno del equipo es de lo más cordial y co- laborativo. Cada uno tiene asigna- da su línea de trabajo, aunque son muy frecuentes las puestas en co- mún. “Como estamos todos en el mismo edificio, el contacto es per- manente; además, la puerta del des- pacho está siempre abierta. Aun así, solemos hacer una reunión grande cada tres meses”, confirma el director del grupo, quien en este proyecto cuenta con dos becarios panameños que se han adaptado muy bien al ritmo del grupo. “Al principio les costó un poco, ya que el choque a nivel académico fue un tanto fuerte”, apostilla. “Tratar de reconstruir una red terrorista a partir de datos parcia- les no se ha hecho; ese es nuestro reto” A LA CAZA DEL TERRORISMO INFORMÁTICO EL EQUIPO. De izquierda a derecha: Araceli Queiruga, Gerardo Rodríguez, Farrah Batista, Ángel Martín del Rey (director del equipo), Santiago Quintero, José Diamantino y Jesús Martín (sentado) conforman este grupo de investigación vinculado al Instituto de Física Fundamental y Matemáticas de la Universidad de Salamanca. DÍA A DÍA. Ángel Martín del Rey trabaja en su despacho en uno de los modelos matemáticos para la protección de la información frente a los virus informáticos. TÍTULO DEL PROYECTO. “Modelos matemáticos en ciberseguridad: protección de la información frente al malware y otras amenazas”. ORGANISMO. Proyecto competitivo promovido por el Ministerio de Economía y Competitividad. Además de la Universidad de Salamanca, en el proyecto trabaja también un equipo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata, por tanto, de un proyecto coordinado. PLAZOS. La investigación tiene una duración de tres años: Desde enero de 2015 hasta diciembre de 2017. CANTIDAD CONCEDIDA. El total de la asignación económica ronda los 43.000 euros. INVESTIGADORES PARTICIPANTES. Ángel Martín del Rey (director del grupo), Jesús Martín, Araceli Queiruga, Gerardo Rodríguez, Santiago Quintero, José Diamantino y Farrah Batista, todos ellos vinculados a la Universidad de Salamanca, aunque algunos miembros del grupo proceden de diferentes universidades iberoamericanas que han venido a desarrollar su tesis de fin de grado a la Universidad de Salamanca. Pero las dificultades nunca han sido un obstáculo para este grupo de investigadores, que no encuen- tra mayor satisfacción que el ver cómo sus modelos matemáticos tienen una aplicación práctica. “Cuando compruebas que tu mo- delo funciona es lo que más nos lle- na; y lo que nos anima a seguir”, concluye Ángel Martín del Rey. “Pensar, pensar y pen- sar; lapicero, papel y cabeza; estas son nuestras grandes he- rramientas de trabajo” “No nos dedicamos a detectar y a prevenir virus, sino a ofrecer modelos para ver có- mo se propagan”

SE INVESTIGA A LA CAZA DEL TERRORISMOdiarium.usal.es/jesmarva/files/2017/06/Reportaje.pdfUniversidad de Salamanca. La línea de investigación es doble: por un lado, ver có-mo se

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Page 1: SE INVESTIGA A LA CAZA DEL TERRORISMOdiarium.usal.es/jesmarva/files/2017/06/Reportaje.pdfUniversidad de Salamanca. La línea de investigación es doble: por un lado, ver có-mo se

SILENCIO, SE INVESTIGA38 DOMINGO, 7 DE MAYO DE 2017 39 SILENCIO, SE INVESTIGADOMINGO, 7 DE MAYO DE 2017

JOSÉ Á. MONTERO | SALAMANCA Reportaje gráfico: Almeida

VIV IMOS rodeados de tecnología. Las empresas y

los individuos cada vez son más de-pendientes del sector tecnológico. Internet y las redes sociales se han convertido en el pan nuestro de ca-da día y raro es el negocio o activi-dad económica que no recurra a los últimos avances para expandirse o sobrevivir. Es la sociedad 2.0, aun-que algunos ya han dado en llamar-la 4.0. Pero no todo es de color de ro-sa en este entramado tecnológico y

Hacer de Internet un medio más seguro es un campo en el que se trabaja en la Universidad de Salamanca. La línea de investigación es doble: por un lado, ver có-mo se propagan los virus informáticos y así crear contramedidas; por otro, rastrear las redes terroristas y conseguir su eliminación a través de las desarticulación de sus cabecillas. Un reto ambicioso, pero no exento de interés y pragmatismo

cibernético. Depender tanto de las redes informáticas exige un control y una seguridad no siempre al al-cance de todos. Romper con estas sensaciones y convertir las redes en un medio más seguro es el reto que persiguen no pocos equipos de in-vestigación, que ponen su talento al

servicio de empresas e institucio-nes. En este sector es en el que se mueve un grupo de la Universidad de Salamanca, vinculado al Institu-to de Física Fundamental y Mate-máticas, que, encabezado por el profesor Ángel Martín del Rey, se ha propuesto ofrecer “Modelos ma-

temáticos en ciberseguridad: pro-tección de la información frente al malware y otras amenazas”, tal y como reza el título del proyecto con-cedido por el Ministerio de Econo-mía y Competitividad.

El objetivo es doble: por un la-do, crear modelos matemáticos ca-

paces de analizar cómo se propaga un virus informático (malware) a través de la red —ya sea en ordena-dores, dispositivos móviles o sen-sores— y “así poder establecer contramedidas e intentar atajarlo con el fin de minimizar al máximo los daños”, confirma Ángel Martín del Rey. “Por tanto, nuestro objeti-vo no es detectar ni prevenir los vi-rus, sino ofrecer un modelo para saber cómo se propagan y cómo ac-túan”, puntualiza. Y, por otro lado, el proyecto busca también analizar el funcionamiento de las redes te-rroristas con el fin de poder locali-zar a sus cabecillas. “El reto es

enorme, pero si el resultado es sa-tisfactorio podríamos tener un pro-yecto con grandes aplicaciones”, subraya el director de esta investi-gación, consciente de que a través de estos modelos matemáticos en los que ya trabajan se podrían de-tectar a los individuos clave de la red terrorista, a quienes controlan dicha red y a quienes manejan la información, “y así poder ser eli-minados para que la red pudiese quedar desarticulada”, subraya Martín del Rey.

El proyecto está aún en una fa-se incipiente. “No es sencillo. No sé hasta dónde podríamos llegar, pero confío en que en un futuro podamos tener ya unos resultados concretos, pues estamos ante un proyecto innovador, ya que tratar de reconstruir una red terrorista

a partir de datos parciales no se ha hecho; ese es nuestro reto”, confirma este investigador, para quien el llegar a conocer la tipolo-gía de la red terrorista, así como su estructura, sería “fundamental para diseñar brechas en la misma y acabar con sus efectos”. “Los malos son muy malos y son inteli-gentes, pero los buenos son muy buenos y son un poco más inteli-

gentes que los malos”, subraya Ángel Martín del Rey, consciente de que por muchos avances que se ofrezcan “la seguridad al cien por cien no existe”.

Y en este empeño, hacer del mundo cibernético un medio más seguro, es en el que trabajan des-de hace más de dos años los inte-grantes de este equipo de investi-gación —aunque ya vienen ac-tuando en criptografía y seguri-dad desde 2002—, para quienes el día a día de su labor se resume en tres palabras: “Pensar, pensar y pensar. Lo que buscamos es ofre-cer un modelo matemático a un problema concreto, y que dicho modelo sea lo más eficiente posi-ble. Todo eso es un trabajo de pen-sar, pensar y pensar”, sentencia este matemático.

HERRAMIENTAS. Para desarro-llar este trabajo, este grupo no ne-cesita de grandes herramientas. En este caso, el laboratorio y la mesa de pruebas son el propio des-pacho y el ordenador sustituye a los tubos de ensayo. “Lapicero, pa-pel y cabeza; estas son nuestras grandes herramientas de trabajo”, confirma Martín del Rey, sabedor de que el matemático siempre de-be trabajar con la mentalidad de que todo acto en la vida tiene siem-pre una traducción matemática. “Todo se puede tratar de matemi-zar, aunque no siempre las fórmu-las llegan a ser eficientes”, confir-ma este investigador.

Esta contención de medios, no está reñida ni con las horas de tra-bajo ni con los resultados de las in-

vestigaciones. “Le dedicamos el tiempo que podemos; y en este tra-bajo juegan un papel muy impor-tante los becarios, ya que son ellos los que realmente tiran del carro”, señala Ángel Martín del Rey, quien reclama una mayor aten-ción hacia este tipo de colaborares. “Uno de nuestros mayores proble-mas es la financiación y especial-mente la destinada a personal;

creo que es algo que se debería de potenciar, ya que ellos son el futu-ro”, confiesa. Y es que la subven-ción concedida va destinada a la contratación de personal.

Aun así, el ambiente en el seno del equipo es de lo más cordial y co-laborativo. Cada uno tiene asigna-da su línea de trabajo, aunque son muy frecuentes las puestas en co-mún. “Como estamos todos en el mismo edificio, el contacto es per-manente; además, la puerta del des-pacho está siempre abierta. Aun así, solemos hacer una reunión grande cada tres meses”, confirma el director del grupo, quien en este proyecto cuenta con dos becarios panameños que se han adaptado muy bien al ritmo del grupo. “Al principio les costó un poco, ya que el choque a nivel académico fue un tanto fuerte”, apostilla.

“Tratar de reconstruir una red terrorista a partir de datos parcia-les no se ha hecho; ese es nuestro reto”

A LA CAZA DEL TERRORISMO INFORMÁTICO

EL EQUIPO. De izquierda a derecha: Araceli Queiruga, Gerardo Rodríguez, Farrah Batista, Ángel Martín del Rey (director del equipo), Santiago Quintero, José Diamantino y Jesús Martín (sentado) conforman este grupo de investigación vinculado al Instituto de Física Fundamental y Matemáticas de la Universidad de Salamanca.

DÍA A DÍA. Ángel Martín del Rey trabaja en su despacho en uno de los modelos matemáticos para la protección de la información frente a los virus informáticos.

TÍTULO DEL PROYECTO. “Modelos matemáticos en ciberseguridad: protección de la información frente al malware y otras amenazas”. ORGANISMO. Proyecto competitivo promovido por el Ministerio de Economía y Competitividad. Además de la Universidad de Salamanca, en el proyecto trabaja también un equipo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata, por tanto, de un proyecto coordinado. PLAZOS. La investigación tiene una duración de tres años: Desde enero de 2015 hasta diciembre de 2017. CANTIDAD CONCEDIDA. El total de la asignación económica ronda los 43.000 euros. INVESTIGADORES PARTICIPANTES. Ángel Martín del Rey (director del grupo), Jesús Martín, Araceli Queiruga, Gerardo Rodríguez, Santiago Quintero, José Diamantino y Farrah Batista, todos ellos vinculados a la Universidad de Salamanca, aunque algunos miembros del grupo proceden de diferentes universidades iberoamericanas que han venido a desarrollar su tesis de fin de grado a la Universidad de Salamanca.

Pero las dificultades nunca han sido un obstáculo para este grupo de investigadores, que no encuen-tra mayor satisfacción que el ver cómo sus modelos matemáticos tienen una aplicación práctica. “Cuando compruebas que tu mo-delo funciona es lo que más nos lle-na; y lo que nos anima a seguir”, concluye Ángel Martín del Rey.

“Pensar, pensar y pen-sar; lapicero, papel y cabeza; estas son nuestras grandes he-rramientas de trabajo”

“No nos dedicamos a detectar y a prevenir virus, sino a ofrecer modelos para ver có-mo se propagan”