Sebastian Gaboto de Venecia Al Parana y Moscu

8/18/2019 Sebastian Gaboto de Venecia Al Parana y Moscu

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Lisboa, donde se dedicó al estudio de los nuevos descubrimientos

efectuados por los portugueses, a la vanguardia de los mismos enaquella época.Cabe recordar que en sus dos primeros viajes Colón había descubiertouna gran cantidad de islas ubicadas en la antesala de la Américacontinental. Rápidamente, otras naciones se volcaron a la aventura

descubridora, empezando por Inglaterra. Su rey Enrique VII habíarechazado oportunamente la propuesta de Colón para buscar una rutaoccidental hacia las Indias y el lejano oriente. Lamentando despuéstal decisión, el monarca británico trataría de recuperar la iniciativa

a través de las navegaciones de Gaboto, quien se habría radicado enInglaterra hacia 1484. El monarca sabía que Gaboto, además de ser unosado comerciante, poseía grandes conocimientos cosmográficos y era unnavegante de experiencia.Parece seguro que en 1495 Juan Gaboto se encontraba en Inglaterrajunto con sus hijos Luis, Sebastián y Santos (o Sancho). Años atráshabía estado en La Meca.Gaboto presentó una petición (donde aparecían también como signatariossus 3 hijos) ante Enrique VII ofreciendo descubrir una ruta hacia eloriente más corta que la promovida por Colón. Se trataba de un

supuesto paso del noroeste.Tras recibir una patente del monarca, el italiano zarpó en mayo de1497 del puerto de Bristol con 18 navegantes para atravesar elAtlántico norte.Bristol es uno de los puertos más importantes del mundo. La ciudad sedesarrolló en buena medida gracias, justamente, a la actividadportuaria. Fundada hacia el año 1000 por los sajones, se destacótempranamente como centro del tráfico de esclavos ligado con losmercaderes vikingos establecidos en Irlanda. Según ciertas crónicas,la ciudad de Dublín (fundada precisamente por los vikingos en el

siglo IX) albergaba en el siglo XI al mayor mercado de esclavos deEuropa occidental. Siglos más tarde, tras el descubrimiento de Américapor Colón, Bristol volvería a estar fuertemente ligado al comercioesclavista. Ya no se mercaban entonces, básicamente, esclavos blancossino negros traídos desde el África occidental. Los mismos eranvendidos en las colonias americanas, de donde los comerciantesbritánicos obtenían cacao, tabaco y azúcar.Bristol posee una situación privilegiada para el comercio con Américay muchos nativos de esta ciudad participaron en la colonización de

América del Norte. Está ubicada en el canal del mismo nombre, un golfoen donde penetra el océano Atlántico y que es una prolongación delestuario del río Severn. Este canal separa el país de Gales (quedurante buena parte de la Edad Media supo proveer de esclavos a losreinos anglo-sajones de Inglaterra, antes de la invasión normanda) dela península de Cornwall (Cornualles).Gaboto emprendió la travesía con sólo una pequeña embarcación. Hecho

curioso dado que, supuestamente, Enrique VII le había autorizado atomar 5 naves de la Armada Real con el objetivo de navegar los mares yestablecer la soberanía británica sobre las tierras descubiertas. A

Gaboto le correspondería un quinto de los beneficios obtenidos. Todoesto aparece estipulado en un documento fechado en marzo de 1496, esdecir, un año antes del viaje.Al cabo de 6 semanas avistaron tierra, muy probablemente se trataba dela isla de Cabo Bretón (2). Descubrieron también la isla de Terranova(Newfoundland), la península del Labrador y Nueva Inglaterra.Costearon el continente hasta el Cabo de la Florida. Recorrieron,además, el litoral de Groenlandia.Gaboto planteaba que Terranova era una provincia periférica de Catai

(China) y muchos le creyeron.

Un testimonio atribuido a Sebastián Gaboto hace referencia a lodescubierto en Labrador. La tierra era en buena medida estéril y tenía


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pocos frutos. Abundaban los osos blancos y ciervos más grandes que los

europeos. La pesca era abundante, destacándose los salmones, lenguadosy una especie que los indígenas llamaban bacalao. También vieronperdices, halcones y águilas, todos ellos de color negro. Losaborígenes que hallaron en el lugar se cubrían con pieles de animalesy utilizaban como armas ballestas, picas, dardos, mazas de madera,

arcos y hondas.Cuando regresó a Inglaterra, durante el mes de agosto, Gaboto padrerecibió el título de Gran Almirante, 10 libras del tesoro real, unapensión de 20 libras otorgada por la aduana de Bristol y una nueva

patente para efectuar otro viaje en busca de lo que se denominaría elpasó del noroeste hacia las tan buscadas comarcas orientales: Indias,Catay (China), Cipango (Japón), las Molucas o Islas de las Especias(3) y las míticas tierras mencionadas en la Biblia (como Tarsis, Ofiry las minas de rey Salomón).Gaboto regresó a Bristol con un rico cargamento y 3 indígenas vivos.Pero en vez de dar con las apreciadas piedras preciosas y especias(pimiento, nuez moscada, clavo de olor, etc.) había descubierto bancosde merluza y bacalaos. Sostenía el italiano que si Inglaterraaprovechaba esas aguas ricas en peces ya no tendría que depender de

Islandia en materia pesquera. Esa isla colonizada por vikingos lesuministraba, sobre todo, bacalao (stock-fish en inglés).En sus relatos Gaboto refería que también había dado con una tierra declima templado donde crecía el palo brasil (producto de sumo valorutilizado en el teñido de telas) y abundaba, aparentemente, la seda.Al escuchar eso, los ingleses pensaban que había llegado a las míticasislas del Brasil y de las Siete Ciudades y al reino del Gran Khan. Fueuna razón de peso para obtener un mayor apoyo del gobierno y de loscomerciantes de Bristol y Londres.En el nuevo emprendimiento Gaboto contó con 5 naves. Parte de la

tripulación (como en el caso del tercer viaje de Colón y de algunasexpediciones portuguesas) se debió reclutar entre los habitantes delas cárceles. No se presentaban numerosos voluntarios cuando lasempresas significaban un alto riesgo y un provecho dudoso.Los resultados del segundo viaje, iniciado a principios de 1498,fueron pobres, no hallándose tampoco la ansiada ruta hacia el oriente.Comercialmente, fue un fiasco. Los comerciantes involucrados en laexperiencia sufrieron cuantiosas pérdidas. Sin embargo, la mismacontribuyó al desarrollo de los conocimientos geográficos y sirvió

(como el primer viaje) para sentar las bases de las reclamacionesinglesas sobre América del Norte. Se reconoció buena parte de la costaoriental de América del Norte, llegándose hasta los 36º de latitudnorte.Ese negativo resultado económico hizo que la corona inglesa abandonaramomentáneamente, en gran medida, su interés por la exploración ycolonización de las regiones descubiertas.

Juan Gaboto murió creyendo haber llegado al Asia. Su figura representapara el Reino Unido lo mismo que Colón para España.

Su hijo Sebastiano (Sebastián en castellano)supo manifestar que, apesar de ser muy joven, había acompañado a su padre en ambas proezasnáuticas, cartografiando además las costas exploradas. Algunoshistoriadores consideran dudosa esa afirmación, teniendo en cuentaciertas contradicciones de Sebastián. Lo más probable es queparticipara sólo del segundo viaje comandado por su progenitor. En esaocasión habría mandado una nave.Lo cierto es que Gaboto hijo logró desarrollar un gran conocimientogeográfico y supo dibujar mapas con bastante precisión.

Años después, no habiendo en este caso dudas, Sebastián exploraría el

otro extremo de América, se internaría en el Río de la Plata,remontaría el Paraná y fundaría la primera población europea en


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Gaboto residió en Sevilla entre los años 1515 y 1517. Recababa

información de las diversas tripulaciones provenientes de ultramarpara perfeccionar su proyecto tendiente a descubrir una nueva ruta aoriente.Tras la muerte de Fernando II (1517), Gaboto –según algunoshistoriadores- volvió a Inglaterra para gestionar ante el Almirantazgo

la financiación de una expedición a través del Atlántico. De ese añodataría una exploración en busca del paso del noroeste hacia Chinaordenada por la corona inglesa. Topándose con los hielos del océanoÁrtico, debieron virar hacia el suroeste. Navegaron frente a las

costas de América del Norte y a través del canal de las Bahamas. Desdeallí regresaron a Inglaterra, portando valiosas informaciones (entreellas, acerca de la desviación de la aguja imantada). En esaoportunidad, Sebastián, además de desembarcar en las islas antillanasde Puerto Rico y La Española, habría llegado hasta el norte de Brasil.Luego, Gaboto habría regresado a España.De acuerdo a otra versión, Gaboto no habría abandonado España en esaoportunidad. Es decir, se pone en duda el viaje reseñado.El 5 de febrero de 1518, bajo el gobierno de Carlos V, fue nombradopiloto mayor al servicio de la Casa de la Contratación. Seguiría

percibiendo un salario anual de 50.000 maravedís pero se le otorgótambién una ayuda de 25.000 maravedís. La Casa de la Contratación fuecreada durante el gobierno de los Reyes Católicos en 1503 paracontrolar el comercio con las Indias. Tenía su asiento en Sevilla. Suesplendor se registró en el siglo XVI. Hacia 1517 se la trasladó aCadiz. Fue suprimida en 1790.Gaboto gozó de una gran confianza por parte del monarca español. Enseptiembre de 1520, por ejemplo, se dispuso que ningún piloto pudieraviajar a las Indias si previamente no había sido examinado por elmarino veneciano.

A pesar de esa buena relación con el gobierno español, Gaboto buscabaobtener apoyo para sus proyectos empresariales en otros estadoseuropeos. Por esa razón viajó a Inglaterra entre 1521 y 1522ofreciéndose para navegar hacia Terranova. El proyecto no prosperódebido, entre otros motivos, a la desconfianza que le tenían losarmadores isleños. Hacia 1523 sus esfuerzos se dirigieron a Venecia,sin obtener tampoco lo que deseaba. Allí habría propuesto descubriruna nueva ruta marítima para llegar a China y demás tierrasorientales.

Cabe acotar que Gaboto pretendía haber efectuado una travesíaexploratoria con destino al Brasil en 1504. No existen documentos queconfirmen tal pretensión.De vuelta en España (1523), continuó buscando apoyo para sus proyectosultramarinos. En abril de 1524 fue consultado por la junta que sereunió en Badajoz y Yelves para establecer los límites de losterritorios españoles y portugueses (hoy diríamos las áreas de

influencia). Ambos países estaban al frente de las exploracionesoceánicas y rivalizaban por el control de las nuevas tierrasdescubiertas. (4)

El 4 de marzo de 1525 Gaboto logró que Carlos V firmara unacapitulación para que pudiera navegar, siguiendo el derrotero deHernando de Magallanes y Juan Sebastián de Elcano, hacia las ricascomarcas orientales en busca de oro, plata, piedras preciosas,especias, sedas y otros productos de gran valor. Gaboto esperabaregresar a España a través de una ruta más corta que la empleada porla nao Victoria del sobreviviente vasco Elcano. Aparentemente, pues,no se pretendía dar con otro paso hacia el Mar del Sud, es decir,Oriente. (5) No obstante, se ha sospechado que Gaboto tenía la

intención de no transitar por esa vía y de internarse en el río

descubierto por Solís (denominado por entonces Mar Dulce o río deSolís).


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embarcaran portugueses o franceses, debido a los conflictos con sus

reinos.En más de un 50% la expedición fue financiada por genoveses.El 10 de abril la expedición arribó a Las Palmas, una de las islasCanarias, donde se proveyeron de agua y de otros elementos. Fondearonallí durante 17 días. Ya en esa primera escala se suscitan

inconvenientes. Escribe Enrique de Gandía (op. cit., p.387):“Cuatro hombres desertaron y los que escribieron cartas a España lohicieron inútilmente, pues Miguel Rifos logró rescatarlas y

entregárselas a Gaboto, el cual se enteró de las primeras acusaciones

que se hacían en su contra ante el Consejo de Indias.”

El veneciano, cuando ordenó la reanudación de la travesía, ocultó alos capitanes de las otras naves la ruta que seguirían, expresando quela revelaría más adelante.A la altura de las islas de Cabo Verde, Gaboto decidió mod ificar elrumbo. En vez de navegar hacia el extremo sur del Atlántico, condestino a las islas Molucas, puso proa hacia la región del Plata. Estecambio de planes estaba motivado por las noticias fabulosas que sehabían difundido tras el viaje de Solís a través de esa zona. JuanDíaz de Solís había descubierto el Río de la Plata en 1516,

denominándolo Mar Dulce por la extrema anchura. Se creía queremontando ese río se llegaba a la Sierra de la Plata, de allí laposterior denominación del mismo. Solís murió asesinado por los indioscharrúas mientras desarrollaba su exploración. (6) El mismoMagallanes, años después, exploró durante cerca de un mes el mismo ríoantes de continuar viaje hacia el sur.De esa manera, tras seguir la costa de Guinea, la flota divisó costabrasileña a la altura del cabo de San Agustín (3 de junio). Allí seabastecieron de agua y leña. Recalaron luego en el puerto dePernambuco (6 de junio). En el lugar existía un fuerte y factoría

portuguesa a cargo de Manuel de Braga. Bajo su mando se encontrabandoce hombres. Debido al buen trato dispensado por los portugueses,Gaboto decidió permanecer en ese lugar durante algún tiempo (hastafines de septiembre), para evitar los grandes fríos del sur americano.En el marco de animadas conversaciones, los portugueses manifestaronque remontándose el río de Solís se accedía a la Sierra de la Plata,parte de un imperio regido por un rey blanco. Hasta allí (másprecisamente, hasta la zona de Charcas), le informaron, había llegadoel español Alejo García entre los años 1521 y 1526 tras partir desde

la costa brasileña.En Pernambuco Gaboto también habría conocido a un tal Jorge Gómez,integrante de la expedición de Jaques. Gómez le refirió que remontandoel río de Solís (el río de la Plata y el Paraná) hacia el noroeste sehallaban extraordinarias riquezas minerales. Conviene precisar que losindígenas denominaban Paraná a todo el curso fluvial. Igualmente, unaúnica denominación tuvo en el tiempo de Gaboto (Río de la Plata).

Luego, el nombre Paraná designó la mayor parte de su recorrido (hastael Delta) y su desembocadura o estuario se denominó Río de la Plata.Animados por tales novedades, Gaboto y Rifos decidieron de manera

definitiva alejarse de la ruta inicial que, a través del estrecho deMagallanes, los conduciría a las Molucas. El 29 de septiembre pusieronproa hacia el río de Solís, costeando el litoral brasileño, paraemprender la conquista del mentado imperio argentino. De esa manera,Gaboto dejaba sin efecto lo firmado en la capitulación real.En esas circunstancias se produce el enfrentamiento con Gregorio Caroy otros capitanes que proponían cumplir la capitulación signada enEspaña. Gaboto reunió al conjunto de los capitanes para tratar deconvencerlos de su proyecto, alegando no sólo lo informado por los

portugueses sino también lo aportado por dos náufragos de la

expedición de Solís que encontraron más al sur, en la costa brasileña,


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a la altura de la isla Santa Catalina. Se trataba del lugar denominado

Puerto de los Patos, sobre tierra firme.Antes de llegar a Santa Catalina la expedición de Gaboto se habíacruzado con una embarcación francesa. Ya en la costa dieron con unacanoa de indígenas, quienes le informaron sobre la presencia decristianos. De esa manera hallaron a un desertor de la nao San Gabriel

de Rodrigo de Acuña que integraba la expedición de García Jofré deLoaysa.Los dos náufragos mencionados anteriormente eran Enrique Montes yMelchor Ramírez, quienes vivían pacíficamente junto a los indígenas

del lugar. A ellos se les habían reunido otros 15 españoles quedesertaron de la ya citada nave San Gabriel, integrantes de laexpedición de Loayza, cuando regresaba a España al mando de Rodrigo deAcuña tras fracasar en el cruce del estrecho de Magallanes.Los desertores de la nave San Gabriel, animados por la ambición deriquezas y el ansia de aventura (que se refleja en las novelas decaballería de la época) características de los conquistadores, teníanla intención de emprender la conquista del mítico Imperio del ReyBlanco (7).Fue aquel marinero fugitivo quien informó a Gaboto que cerca de allí

residían Enrique Montes y Melchor Ramírez, dos náufragos de laexpedición integrada por tres carabelas que comandara Solís. Gabotolos mandó buscar inmediatamente para obtener mayor información sobrelos supuestos tesoros que le aguardaban tierra adentro.Rápidamente, llegó Montes, miembro de la carabela que había naufragadoen la costa de Santa Catalina cuando retornaban a España. Testimonióque los indígenas les habían transmitido noticias extraordinariassobre la Sierra del Plata. Incluso, según Montes, algunos compañeros –guiados por indios guaraníes- llegaron hasta dicha sierra. Cuandoregresaban cargados de tesoros fueron atacados por guaraníes asentados

en las inmediaciones del río Paraguay, quienes les robaron el botín ylos masacraron, escapando solamente algunos indios que les servían.Estos habían retornado a Santa Catalina con algunos objetos de oro yplata. Montes conservaba varias de esas piezas y las mostró a Gaboto ysu gente.Melchor Ramírez, quien se entrevistó con Gaboto horas después,confirmó lo narrado por Montes. Además, informó que había estado unosmeses atrás en el Río de la Plata en calidad de intérprete de unaexpedición portuguesa, presumiblemente la liderada por Cristóbal

Jaques.Los subalternos de Gaboto estaban indecisos. Uno de los capitanes,Francisco de Rojas, sostenía que debía cumplirse lo estipulado con elrey y seguir viaje hacia las Molucas. Esto provocó la ira de Gaboto,quién logró imponer su autoridad finalmente.El díscolo Rojas fue procesado y encarcelado. A través de testigoscomplacientes, el veneciano le acusó de querer sublevar la nao que

comandaba. Cuando se reemprendió la navegación desde Pernambuco (29 deseptiembre), Gaboto liberó a Rojas, dado que necesitaba de su concursopara el buen éxito de la empresa.

Así, poco más de 10 años después, Gaboto retomó los pasos deldesventurado Solís para ingresar por el estuario del Plata, que debidoa su gran anchura hacía pensar que era el tan ansiado paso haciaOriente.Se hizo necesario construir una galeota para remontar el Río de laPlata. Esa embarcación era una galera de menor dimensión. Constaba de16 o 20 remos por banda, contando con un solo hombre en cada uno.Tenía dos palos y algunos cañones pequeños. Para confeccionar lagaleota, Gaboto y sus hombres se dirigieron al Puerto de los Patos,

situado en el continente frente a la isla de Santa Catalina. En el

trayecto, la nao capitana se destruyó en gran parte al chocar contra


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unas rocas. Conviene detenernos en este hecho acontecido el 28 de

octubre.El naufragio y pérdida de la carga de dicha embarcación se debió a unamala maniobra, que suele ser atribuida al mismo Gaboto. Se produjo enel estrecho ubicado entre la isla Santa Catalina y el puerto de LosPatos.

Mientras construían una embarcación adecuada para el tráfico fluvial –lo cual demandó más de 3 meses- se erigió la primera iglesia de laparte meridional de América del Sur. En ella celebró misa FranciscoGarcía, el cura que integraba la expedición.

Como el enfrentamiento entre Gaboto y sus lugartenientes díscolos(Rojas, Méndez y Rodas) se hacía cada vez más intenso, el veneciano sedesprendió de ellos a principios de febrero de 1527. Los abandonó enla isla de Santa Catalina, en medio de indios antropófagos.El 15 de febrero la armada gabotiana emprendió la travesía hacia elRio de la Plata.

En territorio argentino

Tras 6 días de navegación, el veneciano llegó al cabo de Santa María,ya en el Río de la Plata. Allí se detuvo durante algún tiempo.Gaboto es quien habría denominado al Mar Dulce o río de Solís como Ríode la Plata, debido a los adornos elaborados con ese metal queportaban los nativos de la zona y por la creencia según la cualsiguiendo curso arriba se descubriría la ansiada Sierra de la Plata.Otra versión atribuye el origen de ese nombre a los portugueses que elveneciano encontró en el puerto de Pernambuco.El 6 o 7 de abril, sobre la costa oriental del Río de la Plata y en

las proximidades de la desembocadura del río Uruguay, en Punta deColonia o en Punta Gorda, los europeos construyeron un fortín ycampamento, protegido por un cerco, al cual bautizaron Puerto de San

Lázaro, por ser el día de ese santo. Pocos días después casi se hundióla galeota construida en Brasil.Unas semanas más tarde compareció ante los expedicionarios el grumeteFrancisco del Puerto, quien había sido parte de la tripulación queacompañara a Solís. Era el único europeo que se había salvado cuandosucedió la matanza, perpetrada por los aborígenes, en que habíaperecido el descubridor del Río de la Plata. Del Puerto aportó

noticias que confirmaban los fabulosos relatos escuchados por Gaboto ysu gente, en la costa brasileña.Tras dejar en San Lázaro 12 hombres y 2 naves mayores (Santa María dela Concepción y Santa María del Espinar) al mando de Antón de Grajeda,el 8 de mayo Gaboto emprendió la navegación a través del Paraná con lacarabela San Gabriel y la nave auxiliar Santa Catalina (construida enla isla homónima). Al poco tiempo, también Grajeda siguió el rumbo deGaboto, deteniéndose en la desembocadura de un río que llamó SanSalvador. Allí se erigió un precario fortín para defenderse de losataques aborígenes.

La exploración del Paraná iba a concluir en las cataratas de Yaciretá-Apipé, que impidieron a Gaboto internarse más allá.Avanzado el mes de mayo de 1527 Gaboto llegó a la confluencia de losríos Coronda y Carcarañá (afluentes del Paraná), fundando en susadyacencias Sancti Spiritus, al norte de la actual ciudad de Rosario.Según el grumete Francisco del Puerto, la confluencia de los ríosCarcarañá, Coronda y Paraná era uno de los lugares desde donde podíaaccederse a la Sierra de la Plata.El fuerte fue concluido el 9 de junio, día de Pentecostés. Gaboto lo

denominó con aquel nombre en homenaje a dicha festividad religiosa. Setrataba de una base necesaria para proseguir la exploración en elinterior del territorio. La Sierra de la Plata que buscaban los


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europeos se hallaba en el Alto Perú (actual Bolivia), en la región del

Potosí. Los españoles que procedían del Perú serían los primeros endescubrir esa inmensa riqueza mineral, frustrando los planes dequienes pretendían acceder a la misma desde la vertiente atlántica.En Sancti Spiritus se construyeron rudimentarias casas de paja y adobey se practicaron diversos cultivos en huertas individuales, sobre todo

el trigo. Los europeos fueron ayudados en las tareas agrícolas porindias del lugar, con las cuales se amancebaron.“Los españoles –escribe de Gandía (op. cit., p.391)- vieron con ojosmaravillados aquel lugar de la costa del río Paraná. Decían que era la

tierra más sana y feliz del mundo, que los indios de aquellos

contornos vivían doscientos años y que al poco tiempo de llegar todos

enfermos se habían puesto sanos y habían engordado.” Los conquistadores dedicaban más tiempo y esfuerzo a sus huertas que ala defensa de la población.El cura Francisco García oficiaba misa los días domingo, lunes yviernes en el recinto, adornado con cueros en relieve, que Gabototenía dentro de la fortaleza. Todas las noches en ese lugar loseuropeos cantaban la salve (una de las oraciones en que se saluda yruega a la Virgen María).

Los aborígenes de la zona mostraban a los conquistadores objetos deplata que habían obtenido de otros nativos que habitaban el norte delactual territorio argentino. Tales piezas alteraban la tranquilaatmósfera del novel poblado y atizaba el afán aventurero y de lucro desus moradores.Para reunir a toda su gente en un mismo sitio, Gaboto ordenó que laguarnición de San Lázaro viniese a Sancti Spiritus. Cuando arribaronesos expedicionarios, el veneciano mandó ajusticiar a Martín elVizcaíno, supuestamente por haber pretendido desertar y quedarse avivir con los indios. El castigo era una medida ejemplificadora para

fortalecer la autoridad sobre los subordinados. También fueronsancionados otros navegantes por motivos menores.A pesar de sus esfuerzos Gaboto no logró imponer la disciplinadeseada. Al respecto testimonia Enrique de Gandía:“La disciplina que Gaboto trataba de imponer a los españoles era dura;

pero, no obstante nunca consiguió que Gregorio Caro y otros capitanes

cambiasen el techo de la fortaleza, todo de paja, y que a pesar de

tener sobre los baluartes dos pasamuros y diez o doce versos de

artillería, pod ía ser incendiada en cualquier momento.”

Como puede observarse, la falta de previsión, desidia y chapuceríaafectan a nuestro país desde tiempos remotos.Al partir río arriba para dar con la Sierra de la Plata (23 dediciembre de 1527) con 130 hombres, Gaboto dejó el fuerte bajo elmando de su teniente Gregorio Caro. Quedaban allí 32 hombres. Elveneciano y su gente iban en un bergantín construido en SanctiSpiritus, que además de primera población europea fue nuestro inicial

astillero.El 1º de enero Gaboto llegó a una isla que denominó de Año Nuevo. Sulugarteniente Rifos, de manera preventiva, aplicó ciertos castigos a

los indígenas para garantizar su obediencia. Medida que demostró sererrada. Los indios desde entonces ya no suministraron más alimentos alos expedicionarios. Empezó a cundir el hambre y algunos trataron dehuir con el bergantín en busca de comida. Gaboto fue anoticiado de eseintento y mandó ahorcar al jefe de los rebeldes: Francisco de Lepe.A finales de febrero, ingresaron en la zona del cacique Yaguarón.Atracaron en un lugar que bautizaron puerto de Santa Ana. Gabotoescucho allí las repetidas noticias de los indígenas sobre lasriquezas del Rey Blanco pero también supo que otra expedición había

llegado desde España al Río de la Plata (que, cabe aclarar, era la

denominación que tenía por entonces el Paraná Guazú y su estuario).


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El 31 de ese mismo mes la expedición de Sebastián Gaboto arribó a la

entrada del río Paraguay. El italiano envió a un bergantín (barco dedos palos y vela cuadrada o redonda) comandado por Miguel Rifos paraque explorara el lugar. El intérprete Francisco del Puerto y GonzálezNúñez de Balboa formaban parte de ese grupo. Ambos estaban enemistadosy para vengarse de Balboa, el grumete se confabuló con una parcialidad

aborigen. Resultado de la misma fue la muerte del catalán Rifos y demuchos de sus hombres al ser emboscados por los nativos. Sólo pudieronsalvarse 12 hombres, quienes recibieron diferente tipo de heridas.Aparentemente, Gaboto también ingresó -en esta primera incursión

tierra adentro- en el río Pilcomayo para determinar si resultabaposible remontarlo en busca de la tan ansiada sierra argentina.Ante el creciente peligro, Gaboto decidió retornó a Sancti Spiritus.Por un lado escapaba de la hostilidad indígena del actual noresteargentino y por el otro debía enfrentar la competencia de DiegoGarcía, el jefe de la expedición que estaba siguiendo sus pasos en lacuenca del Plata. No tardó mucho en toparse con las naves de su rival,que había partido del puerto gallego de Finisterre (15 de agosto de1527). Esta flota estaba conformada por una carabela, un patax opatache (embarcación que se utilizaba en las escuadras para llevar

avisos, reconocer las costas y guardar las entradas de los puertos) yun bergantín que se armó cuando ingresaron al Río de la Plata. Suobjetivo también era, supuestamente, llegar a las Molucas o islas delMaluco. No obstante, al recibir las mismas noticias que Gaboto, sedesvió hacia un nuevo destino, sin saber que Gaboto ya había hecho lomismo.Ya en pleno Río de la Plata, García se sorprendió al descubrir el boteen el cual se movilizaba Antón de Grajeda, rodeado por canoas deindígenas. Al poco tiempo arribó a Sancti Spiritus e intentóapoderarse de ese lugar, pero fracasó. Continuó buscando a Gaboto río

arriba. Lo encuentra casi un mes después. Discuten fuertemente sobrequién tenía mejores derechos para explorar la región. En rigor, amboscarecían de tales prerrogativas. La ventaja la tenía Gaboto por haberllegado primero. Finalmente, al menos de manera temporaria, llegan aun acuerdo. Deciden retornar al fuerte para armar unos bergantines yemprender juntos la conquista del fabuloso imperio de la plata. Paraevitar la traición de García, Grajeda (subordinado de Gaboto)desmantela una de sus naves estacionadas en el Río de la Plata.El conflicto entre los dos jefes europeos se reinicia en el segundo

semestre del año. García abandona intempestivamente Sancti Spiritus.El veneciano lo hace seguir por naves propias para controlar losmovimientos del portugués.Tras una segunda y aparente reconciliación, deciden enviar emisarios aEspaña para solicitar apoyo y armar siete bergantines para la tanansiada conquista. La nave despachada (la San Gabriel) por Gaboto eracomandada por Fernando Calderón y el británico Roger Barlow, quien

elaboró una relación de su viaje al Plata. La misma se conserva en elMuseo Británico. Además de Calderón y Barlow, viajaban en esaembarcación el piloto Rodrigo Alvarez y los marineros Juan Gómez y

Martín de Arbolancha. Esa nave partió en el mes de julio y llegó aSevilla en noviembre. Además del informe de su piloto, llevabadiversos objetos de plata con los cuales se buscaba demostrar lariqueza de la zona. García, por su parte, despachó un bergantín hastaSan Vicente (Brasil). En ese lugar se le unió otra embarcación, quehabía dejado allí anclada en su derrotero hacia el Plata.Hacia el mes de agosto de 1527 ambos jefes ordenaron la construcciónen San Salvador de 7 bergantines, embarcaciones adecuadas para laexploración de los ríos Paraná y Paraguay.

El capitán César


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Gaboto, antes de retornar la navegación aguas arriba, envía al capitánFrancisco César para reconocer el territorio en dirección noroeste.César y 15 hombres parten de la fortaleza en noviembre. Estosexpedicionarios se separan a poco de andar. Unos se internan enterritorio querandí, otros lo hacen en zona de los carcaráes y una

tercera partida navega por el río Curucuraz. Días después, Gaboto yGarcía se internan en el Paraná.De los 3 grupos de vanguardia sólo se volvió a tener noticias delintegrado por César y 6 ó 7 subalternos. De regreso trajeron noticias

sobre un reino fabulosamente rico en oro y plata. En rigor sólo dieroncon algunas piezas elaboradas con esos metales preciosos, limitándosea repetir las historias que les narraron los indígenas de San Luis (enCuyo) sobre las riquezas que se encontraban más al norte. Tambiénrecibieron datos sobre un ganado muy peculiar, la llama, con cuya lanaelaboraban finos tejidos.Las tripulaciones de Gaboto y García se encargaron, a su vez, depropalar tales novedades cuando regresaron a Europa. De esa manera seforjó una leyenda movilizadora.

El final de Sancti Spiritus

La creciente hostilidad indígena impidió la consolidación de SanctiSpiritus.Cuando se hallaban a unos 100 kms del fuerte, Gaboto y García seenteraron que se preparaba un gran levantamiento indígena paraarrasarlo. Eso motivó el retorno de Gaboto. En el lugar, no obstante,Gregorio Caro se encontraba momentáneamente en paz con los aborígenes

vecinos. Esa situación propició el relajamiento de la disciplina entrelos europeos. Quienes debían encargarse de la vigilancia del fuerte sedistraían durante las noches con los juegos de azar. Entre los más

empedernidos jugadores se hallaba el mismo Caro. Por otra parte, pocoantes del amanecer los guardianes dejaban sus puestos para ir a cuidarsus cultivos. Nadie deseaba dormir en el fuerte. Preferían pernoctaren sus casas junto con sus mancebas indígenas. Por esa razón el fuertese encontraba prácticamente desguarnecido.Al arribar, Gaboto restableció cierta disciplina y ordenó una serie demodificaciones para reforzar la seguridad. El veneciano seguía

preocupado por el reemplazo del techo de paja.Pocos días después, apareció el capitán César trayendo lasextraordinarias noticias ya referidas.Mientras tanto, se supo que los aborígenes habían atacado elapostadero de San Salvador, matando a varios cristianos. Ese hecho sesupo gracias a Juan de Junco y Antonio de Montoya, que se habíandirigido a ese lugar en tres bergantines para poner en guardia a Antónde Grajeda, quien estaba a cargo de la custodia de las navesapostadas.Inmediatamente, el veneciano ordenó represalias. Dispuso que Caro

matase a unos cien indios y que se tomaran prisioneros entre loscaciques. Cuando éstos recuperaron la libertad, organizaron ellevantamiento de las tribus que mandaban.Aprovechando la partida de Gaboto –que había partido con tresbergantines y la galera para reprimir a una parcialidad guaranírefugiada en una isla cercana-, los indios del Carcarañá atacaronSancti Spiritus que había quedado nuevamente bajo la responsabilidadde Caro. En la playa estaba encallado un bergantín de Diego García yhabía otros dos anclados en el río. La guarnición constaba de 77

hombres, desparramados entre las veinte cabañas de paja y lafortaleza.


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Gaboto se enteró de los preparativos del ataque a más de 100 kms del

lugar mediante informes de indígenas amigos. Confiando en que Carosabría defender debidamente el sitio, el veneciano continuó navegandohacia San Salvador.El fuerte fue destruido a principios de septiembre de 1529, poco antesdel amanecer. Los indígenas incendiaron la fortaleza con hachas

ardientes. La guarnición estaba durmiendo en sus casas. Al ver elincendio, huyeron hacia las embarcaciones.De Gandía brinda detalles de lo ocurrido:“Gregorio Caro, Jorge Gómez y el clérigo Francisco García desempeñaron

los papeles más heroicos de aquella jornada. No obstante, los

españoles tuvieron que abandonar el fuerte y huir en los bergantines;

pero, aun, asimismo, los más fueron muertos por los indios y el

bergantín que se empeñó en remontar la corriente también cayó en manos

de los salvajes. Sólo el bergantín que mandaba Gregorio Caro pudo

llegar con unos cincuenta hombres al puerto de San Salvador, donde se

hallaban Gaboto y Diego García con el resto de las naves.”

Gaboto decidió regresar a Sancti Spiritus para tratar de rescatar aotros posibles sobrevivientes y para reconstruir el fuerte. Loacompañó Diego García. Remontaron el Paraná con cuatro bergantines.

Sólo hallaron cadáveres. La fortaleza estaba completamente destruida.Ante ese panorama tan desolador, decidieron volver a San Salvador yabandonar, al menos por el momento, la conquista de la sierraargentina.El primero en abandonar la región con destino a España fue DiegoGarcía, a bordo del galeón Nuestra Señora del Rosario (nombre querecibiría tiempo después la población santafesina que se desarrollaríaen las cercanías de Sancti Spiritus). Hacia fines de septiembre oprincipios de octubre partió desde San Salvador.El veneciano demoró un tiempo más la partida, con la esperanza de que

recibiría auxilio desde España. Se dedicó a buscar más informaciónsobre los sucesos acaecidos y esperó las cosechas del trigo y del maízsembrados. Además, despachó un bergantín a la isla de los Lobos paraobtener carne y peces (necesaria para calafatear las naves) y otrosdos bergantines, al mando de Antonio de Montoya, también a la mismaisla, para efectuar tareas de mantenimiento de las embarcaciones.El primer bergantín regresó a las dos semanas pero de Montoya no serecibieron noticias.Aprovechando la reducción del contingente europeo, los indígenas

atacaron San Salvador. En el combate murió el capitán Grajeda y hubovarios heridos. Para obtener un mejor refugio Gaboto ordenó entoncespartir hacia San Lázaro. Desde allí se dirigió a la península ibéricaen la nao Santa María del Espinar. Le seguían La Trinidad (con 18hombres) y un bergantín (con 8 tripulantes). Apenas iniciada latravesía de regreso, se hundió el bergantín y La Trinidad perdió elmástil.

En medio del viaje se enteraron de que el bergantín de Montoya sehabía estrellado en la isla de San Gabriel.La tripulación de las tres naves lograron reunirse, repararon La

Trinidad y reiniciaron la marcha.Al llegar al Puerto de los Patos (mayo de 1530), Gaboto se enteró queFrancisco de Rojas había retornado a España en el bergantín de DiegoGarcía. Los otros dos abandonados en ese lugar, Rodas y Méndez, habíanmuerto ahogados.Desde el mencionado puerto Gaboto se dirigió a un lugar de la isla deSanta Catalina que denominó San Sebastián, por haber llegado allí el19 de marzo de 1530. Luego recaló en el puerto de San Vicente, dondecoincidió con Diego García. El cura Francisco García y otro hombre de

la expedición, abandonaron al veneciano –alegando que temían por sus

vidas- y se unieron a la tripulación de Diego García.


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Dos meses después de haber arribado a San Vicente, Gaboto retoma la

travesía y el 22 de julio de 1530 arribó al país de donde habíazarpado hacía más de cuatro años.Una semana después arriba García y a principios de septiembre lo haceLa Trinidad comandada por Montoya.El veneciano, a pesar de su fracaso económico, sentó las bases para

futuras expediciones, descubriendo una vasta y fértil región másapropiada para la residencia de la raza blanca que las otras regiones,tropicales o subtropicales, ya descubiertas.En Sevilla Gaboto fue sometido a juicio (iniciado el 29 de julio de

1530) por no cumplir con las instrucciones estipuladas.

El cronista Luis Ramírez

Básicamente, las informaciones que permiten reconstruir el viaje deSebastián Gaboto al Río de la Plata se deben a dos fuentes: una, las

actas del proceso judicial que se le efectuó a su regreso en España y,la otra, a una larga carta de Luis Ramírez, redactada en el Puerto San

Salvador, cerca de la desembocadura del río Negro (en la actualRepública Oriental del Uruguay) y dirigida a su padre. La misma estáfechada el 10 de julio de 1528.Escribe Agustín Zapata Gollán en “El Paraná y sus primeros cronistas”: “Fueron... Alonso de Santa Cruz y Luis Ramírez, que vinieron en la

expedición de Sebastián Gaboto, y luego el portugués Pero López de

Sousa, los primeros que describieron el Paraná, como una de las

maravillas del mundo, elogiando sus aguas, sus pescados, sus islas, la

tierra que baña y que se extiende en fértiles y dilatadas llanuras, y

el aire saludable que en ellas se respira.”

Ramírez era paje de Gaboto y sentía una gran admiración por elveneciano. Su extensa misiva refleja a un joven bien educado, culto einteligente.

El texto, que constituye la piedra basal de la historia y laliteratura argentinas, se inicia describiendo las penurias sufridas enla travesía, destacando que se han ido acostumbrando a las mismas yque en esos momentos se encuentran muy alegres.

“Estoi muy bueno de salud –narra Ramírez-, mejor que nunca estuve.”

En esa especie de crónica describen la geografía, sus bondades ymaravilas, y las diferentes poblaciones (o “generaciones”) de nativos.Se menciona a los querandíes, carcaráes, chanáes, beguás, chanáes-timbús y timbús. Enumera sus armas (por ejemplo, las boleadoras depiedras de los querandíes), su alimentación (obtenida básicamente através de la caza y de la pesca, y en menor medida de una precariaagricultura del maíz), sus adornos (hace referencia a las nariceshoradadas de hombres y mujeres, por un lado, y a la perforación del

labio inferior entre los hombres).El joven español se sorprende por el caudal y anchura del Paraná:“...es muy cabdalosísimo y entra dentro de este de Solís con beynte y

dos bocas.” Es decir, en el estuario del Río de la Plata convergen 22cursos de agua. Se destaca lo peligroso de su navegación, por los bajos, lastormentas, la ausencia de refugios y por la dificultad de hallar “lacanal” del río. La navegación aguas arriba se tornaba difícil no sólo

por la corriente contraria sino también por las vueltas y los fuertesvientos. Por esa razón debían recurrir a los remos y a la sirga (o

“toa”). En cuanto a la alimentación, se informa que una vez acabado lo traídodesde España se nutrieron con cardos y lom obtenido a través de la

caza y la pesca, que comían en gran abundancia:


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“...el pescado desta tierra es mucho y muy bueno, es tal y tan sano

qual nunca los ombres bieron que con benir, todos o los mas, enfermos

y ynchados de dibersas maneras de enfermedades, con tener dieta con

pescado y agua, asta artar, en menos de dos meses que allí llegamos

estabamos todos tan buenos y tan frescos como cuando salimos despaña y

mientras en esta tierra abemos estado no adolecido ninguno de

nosotros.” Describe seguidamente Ramírez la manera en que pescaban los indígenasque habitaban las orillas del Paraná, destacando que el pescado era suprincipal alimento. Cuando el río estaba bajo, los aborígenes

empleaban redes y durante las crecientes pescaban con arco y flechas:“...quando el Río está baxo, con red, mas quanto está crecido que a

cavsa de se meter eñ pescado en los yerbazales no se pueden aprobechar

de la Red, mátanlo a la frecha y esto en arta cantidad.” No menos sorprendentes le resultan las numerosas islas del Paraná, queconstituyen otra fuente de alimentación:“Este Río aze en medio muchas yslas, tantas que no se pueden

contar...”

“...híbamos de ysla en ysla pasando mucho trabajo, buscando yerbas y

esta de todo jénero, que no mirabamos si eran buenas o malas.”

La caza allí resultaba tan abundante que podían “enchir los nauios” .Tampoco escatima elogios el cronista cuando habla de la calidad delagua: “...muy buen agua, dulze la mejor y mas sana que se pueda

pensar.”

Hace mención también Ramírez a la vida de los habitantes del fuerte ypoblado de Sancti Spiritus, donde se siembra por primera vez trigo;cultivo que siglos después sería una de las mayores riquezas de laregión. Aquellos soldados labriegos fueron los precursores de losinmigrantes europeos que en la segunda mitad del siglo XIX y primerasdécadas del XX convertirían a la pampa húmeda argentina en uno de los

mayores graneros del mundo.Ramírez se asombraba por las 2 siembras anuales que permitía la fértiltierra.El poblado contaba con los oficios del ya mencionado cura FranciscoGarcía.Sancti Spiritus perduró poco más de 2 años, ya que fue destruido porun ataque indígena en una madrugada del mes de septiembre de 1529. Sehallaba situado en lo que actualmente es Puerto Gaboto, que fuedeclarado lugar histórico en 1942 por las autoridades nacionales.

El distrito Gaboto (ubicado en el departamento San Jerónimo, provinciade Santa Fe) comprende Pueblo Gaboto, Puerto Aragón, Estación Díaz yparte del antiguo distrito Barrancas.

El cosmógrafo Alonso de Santa Cruz

En la expedición gabotiana también viajó el cosmógrafo sevillanoAlonso de Santa Cruz. Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdéz presenta demanera harto elogiosa a Santa Cruz: “...demas de ser persona deconfiança e hijodalgo, es doto, cursado é parcial amigo desta ciencia

é geographia.” Es autor del famoso “Yslario General de todas las islas del mundo

dirigido a S.C.R.M. del rey don Phelipe nuestro señor”. En esa obra

dedicada al Felipe II, de quien era su cosmógrafo real, Santa Cruzbrinda algunos datos sobre la región bañada por el río Paraná.Principia diciendo que dicho río es uno de los más grandes y mejoresdel orbe.En cuanto a las islas, expresa que se inundan con facilidad y que por

esa razón están casi siempre deshabitadas. Los indígenas se instalanen ella generalmente en verano, cuando el río está bajo. Estas islas


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suelen recibir el nombre de los caciques indios. En las mismas los

nativos siembran maíz.Pondera el cosmógrafo real la flora y fauna isleñas. Destaca laprofusa arboleda, abundando las palmeras. Aclara, empero, que estosárboles son de poco provecho, sirviendo solamente para alimentar elfuego y para construir chozas.

Entre los animales destacan los venados, carpinchos (que llegan desdela tierra firme), garzas, patos, papagayos y loros. También observaonzas y tigres que arriban a las islas desde el continente.Los principales bancos pesqueros se encuentran en derredor de las

grandes islas. Destaca Santa Cruz la cantidad y variedad de lospescados. La época principal de la pesca era el verano. Durante esaestación los indígenas se instalaban en las islas para aprovechar lossembradíos y la abundante pesca.Según este cronista el notable sabor de los pescados de la zona esconsecuencia de la calidad de sus aguas, a las cuales considera de lasmejores del mundo.

Gaboto se radica en Inglaterra

Una vez en España, el veneciano fue procesado y condenado por sudesobediencia. Los armadores y parientes de los tripulantes muertosiniciaron pleitos. Se le aplicaron multas y fue desterrado a Orán(Argelia) el 1º de febrero de 1532. Al cabo de un año recibió elperdón de Carlos V. Se estableció en Sevilla y detentó el cargo depiloto mayor hasta 1547, cuando retornó a Inglaterra, que terminaríasiendo su patria adoptiva. Se destacó allí como el principalinspirador y organizador en la búsqueda del famoso paso del nordeste.

El rey Eduardo VIII le otorgó una pensión vitalicia y le designó granpiloto del reino.Hacia 1551 Sebastián Gaboto fundó y dirigió la “Muscovy Company of

Merchant Adventuresrs”, compañía mercantil que centró sus actividadesen la búsqueda de una ruta marítima hacia Rusia y Asia por el noreste.Richard Chancellor, marino que trabajaba para la compañía seestableció en la costa del mar Báltico, iniciando las relacionescomerciales entre Inglaterra y Rusia.Hacia 1552 Gaboto comandó la expedición británica con destino alpuerto de Arcángel, a través de la cual se formalizaron las primeras

relaciones entre la isla y Rusia. Gaboto signó, por parte deInglaterra, el primer tratado comercial con Rusia.El veneciano también estuvo ligado a la sociedad Nerchants’

Adventurers (los Mercaderes Aventureros), compañía comercialconstituida en 1407 y de la cual llegó a ser su gobernador. Estasociedad anónima hacia mediados del siglo XVI controlaba el 75% delcomercio exterior inglés, suplantando en ese rol a la Liga Hanseáticao Hansa, ya en decadencia. El centro continental de este emporiomercantil estuvo inicialmente en Brujas. En 1446 se mudó a Amberes,sufriendo luego sucesivos traslados: Calais (1493), Amberes nuevamente

(1496) y Hamburgo (1567). En la década de 1580 retorna a una baseflamenca. Criticada por su política monopólica, perdió en 1869 lacarta de privilegio que se le había otorgado oportunamente.

Los Diarios de Gaboto

A pesar de que las relaciones de sus viajes se publicaron en Veneciahacia 1583, los Diarios y mapas elaborados durante los mismos

lamentablemente se han perdido.Sólo se conservó un mapamundi, confeccionado hacia 1544. Se encontróuna copia del mismo en Baviera. Actualmente está bajo custodia de la


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Biblioteca Nacional de París. Es un documento de gran importancia, ya

que testimonia lo descubierto en el primer viaje de su padre cuandorecorrieron las costas orientales de Norte América.Tampoco se han conservado los diarios de su padre Juan relacionadoscon los dos viajes hacia el norte de América. Quizá no se haya tratadode negligencia personal, sino de la cauta política británica

(inspirada en Fenicia y Venecia), que habría ocultado dichosdocumentos. En el Diccionario Enciclopédico Montaner & Simón(Barcelona, 1912) se expresa que el único testimonio escrito de esosviajes se encuentra en una carta de Sebastián “que los historiadores

del tiempo de Isabel aseguran haber visto en la Galería Real deWhitehall”. Dicho relato testimonia lo siguiente: “El año de gracia de 1497, Juan Cabot, veneciano, y su hijo Sebastián,

partieron de Bristol con una flota inglesa, y descubrieron esta tierraque nadie antes había hallado: esto fue el 24 de junio á las cinco dela mañana. Llamáronla Primera vista, porque fue la primera quedivisaron por encima del mar. Dieron á la isla situada delante delContinente el nombre de isla de San Juan, porque arribaron allí, segúnparece, el día de San Juan Bautista. Los habitantes de esta isla ibancubiertos de pieles de animales, con las que se creían muy adornados.”

El linaje

Descendientes de Juan y Sebastián Gaboto se establecieron, con elcorrer de los tiempos, en Nueva Inglaterra bajo el nombre de Cabot yformaron uno de los más poderosos linajes de los actuales EstadosUnidos.Según lo expresa Paul Koch en su obra “Illuminati” (Buenos Aires,

Planeta, 2005), la fortuna inicial de esta familia está ligada con laBritish East India Company (la Compañía Británica de las IndiasOrientales), que llegó a detentar el control de la India antes de

pasar a ser una dependencia directa de la corona británica. EscribeKoch:“La... familia Forbes... al igual que otras pocas familias

estadounidenses, como los Cabot, los Perkins, los Lowell, los Coolidge

o los Russell, se hizo millonaria con el tráfico de opio en el siglo

XIX gracias a la Compañía de Indias británica.” (pág.227)En la famosa Universidad de Harvard los Cabot han tenido (y tienen)

grandes intereses. Esa universidad junto con otras tradicionales de lacosta este (Princeton, Yale y Columbia) conforman la “Ivy League” (la

“Liga de la Hiedra”). Desde el siglo XVIII en esas institucioneseducativas ejercen un rol protagónico diversas sectas masónicas, comola “Skulls & Bones” (“Cráneos y huesos”).

Notas

(1) En nuestra investigación hemos descubierto que algunas obras dan

como lugar de nacimiento la población de Gaeta, sobre el Mar Tirreno,en el extremo suroeste de Italia. Quizá los padres de Juan Gaboto erangenoveses que estaban radicados en ese puerto, célebre por su golfo.(2) La Isla de Cabo Bretón se halla en las adyacencias de la penínsulade Nueva Escocia, en Canadá. También supo denominarse, durante laposesión francesa, Isla Real. Se encuentra a la entrada del Golfo deSan Lorenzo. El Estrecho de Canso la separa del extremo septentrionalde la península mencionada.En el sureste de la isla se encuentra el Cabo Bretón, el cual le da sunombre.

Un brazo de mar la divide en dos partes. En el sector oriental sehallaba la capital durante la soberanía francesa: Luisburgo (es decir,


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la ciudad de Luis, típico nombre de monarcas franceses). La actual

ciudad capital, Sydney, también se encuentra en esa porción insular.Cuenta con una superficie que supera los 8.000 kms La pesca ha sidosu principal recurso económico.Desde principios del siglo XVI fue frecuentemente visitada por marinosvascos, normandos y bretones dedicados a la pesca del bacalao. Hacia

1714 los franceses crearon un establecimiento permanente en la isla.Recibió el nombre de Real. Los ingleses se apoderaron de la isla en1745. La devolvieron a los franceses tres años después y la volvierona conquistar hacia 1757. Quedó bajo definitivo control británico,

junto con todo el Canadá, desde 1763. En 1819 fue incluida en elgobierno de la Acadia o Nueva Escocia.(3) Las Molucas conforman un archipiélago que se encuentra enIndonesia oriental, entre Sulawesi y Nueva Guinea. Su capital es laciudad de Ambon. Entre las numerosas islas que integran elarchipiélago se destacan Halmahera (la más grande), Seram, Buru,Ambon, Ternate y Tidore, además de los grupos de islas denominados Aruy Kai. Las mismas son de origen volcánico y presentan una superficiemontañosa. Su terreno es fértil. El clima es húmedo. De estearchipiélago son originarios el clavo y la nuez moscada, sustancias de

gran valor utilizadas para la condimentación de las comidas. Otrostipos de especias, recursos forestales, la copra (médula del coco depalma) y el sagú (planta tropical de la cual se obtiene el palmito ycuya médula es abundante en fécula) contribuyen a valorizareconómicamente el archipiélago.Estas islas fueron descubiertas por los portugueses hacia 1512aproximadamente y colonizadas por ellos, estableciendo un centrocomercial en Ternate. En el siglo XVII fueron ocupadas por losholandeses, quienes monopolizaron el comercio del clave, un productode lujo que rendía grandes beneficios. En dos oportunidades los

británicos intentaron hacer pie en las Molucas, que pasarondefinitivamente a manos de los holandeses en el primer cuarto delsiglo XIX.Durante las últimas décadas estas islas han sido escenario deviolentos enfrentamientos entre musulmanes y cristianos.(4) Escribe Diego Luis Molinari en “Descubrimiento y conquista de

América” (Buenos Aires, Eudeba, 1983, p.107): “Los representantes de

ambos países (España y Portugal) se reunieron, el 11 de noviembre de1523, en el puente de la ribera de Caya, límite entre Castilla y

Portugal, a escasa distancia de Badajoz y Yelves. Eran, en total,

veintitrés personas, y entre ellas se hallaban, por parte de España,

como astrólogos, pilotos y marineros, Hernando Colón, el piloto

Esteban Gómez, que después fue reemplazado por fray Tomás Durán, Juan

Sebastián Elcano y otros. Los testigos españoles que acudieron para

dilucidar, si el caso lo requería, las dificultades del debate, que

comenzó en dicha fecha, eran el piloto mayor Sebastián Gaboto, Juan

Vespucio, sobrino de Américo, Diego de Ribero y algunos más. (...) Las

conversaciones realizadas alternativamente en Badajoz y Yelves no

alcanzaron solución ninguna, pues las disputas académicas sobre la

propiedad y la posesión del Maluco (las islas de las Especias) consumieron el plazo que se había prefijado. El 30 de mayo de 1524 se

convino la postergación de las reuniones hasta mejor oportunidad.”

(5) Al respecto escribe Enrique De Gandía en el tomo 2 de la “Historia

de la Nación Argentina” editada por la Academia Nacional del laHistoria (Buenos Aires, 1961): “Después del viaje de Magallanes yElcano y el retorno de Esteban Gómez que había explorado las costas

orientales de Norte América, desde Terranova hasta La Florida, sin

hallar el tan anhelado paso, en España se tuvo el pleno conocimiento

que en el Nuevo Mundo no existía más comunicación entre el Mar del

Norte y el Mar del Sud que el estrecho de Magallanes.” (p.386)


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(6) En la expedición de Solís viajaba Diego García de Moguer (1471 -

1536). Era maestre de una de las naves. Como su apellido lo indica eravecino de Moguer, en la provincia de Huelva. No queda claro si eranativo de esa población andaluza, situada en el estuario del ríoTinto, o de otro lugar. En ciertas obras aparece como portugués. Trasregresar a España luego del fracaso de esa misión, volvió a embarcarse

en 1527. En esa oportunidad estaba al comando de la expedición. En laregión del Plata se encuentra con Gaboto, más allá del río Carcarañá,y se produce una disputa entre ambos. Luego de remontar los ríosUruguay y Paraná vuelve a España para denunciar ante la corona la

intervención de Gaboto. Escribió una relación sobre ese segundo viaje.Hacia 1535 participó en calidad de piloto mayor de la expedición deladelantado Pedro de Mendoza, el fundador de la primera Buenos Aires.Diego García murió antes de llegar a tierra. Aparentemente este Garcíahabía integrado también la expedición de Magallanes-Elcano y, además,habría estado al frente de una exploración por el río Paraná previa asu viaje de 1527. Esa sería la razón por la cual tenía un mejorconocimiento de la zona que Gaboto, permitiéndole moverse con mayorrapidez y fortuna.Otro García, un portugués, participó de la empresa de Solís. Se trata

de Alejo García, quien atravesó el sur del Brasil y la región chaqueñahasta llegar a las primeras estribaciones de los Andes, buscando lastan ansiadas riquezas mineras.(7) Si aceptamos la hipótesis de Jacques de Mahieu sobre la presenciade los vikingos en Sudamérica, quizá pueda asociarse ese mítico ReyBlanco con la jefatura local de esos navegantes nórdicos.

Bibliografía

* Abad de Santillán, Diego: Gran Enciclopedia de Santa Fe. BuenosAires, Ediar, 1963.

* Alonso, Sebastián – Guspí Terán, María Margarita: Historiagenealógica de las primeras familias italianas de Rosario. Rosario,Amalevi, 2005.* Cortez Abbot, Wilbur: The Expansion of Europe. New York, Henry Holtand Co., 1918.* De Gandía, Enrique: Descubrimiento del Río de la Plata, del Paraguayy del estrecho de Magallanes en Historia de la Nación Argentina,

volumen II, Buenos Aires, El Ateneo, 1961.* Diccionario Enciclopédico Hispano Americano. Barcelona, Montaner &Simón, 1912.* Koch, Paul: Illuminati. Buenos Aires, Planeta, 2005.* Lacey, Robert – Danzinger, Danny: El año 1000. Barcelona, B.S.A.,1999.* Molinari, Diego Luis: Descubrimiento y conquista de América. BuenosAires, Eudeba, 1983.


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* Parry, J. H.: La scoperta del Sudamérica. Milano, Mondadori, 1981.* Piccirilli, Ricardo – Romay, Francisco – Gianello, Leoncio:Diccionario Histórico Argentino. Buenos Aires, Ediciones HistóricasArgentinas, 1954.* Rela, Walter: España en el Río de la Plata. Descubrimiento y

poblamientos (1516-1588). Montevideo, Club Español, 2001.* The Wordsworth Dictionary of British History . Hertfordshire,Wordsworth, 1981.* Zapata Gollán, Agustín: “El Paraná y los primeros cronistas” , en

revista Universidad , páginas 191-221, Santa Fe, UNL, 1987.


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