Semana May 2005

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SEMANA MAYORDOMIA

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Semana de orao: Adorao

SEMANA DE MAYORDOMA CRISTIANA - 2005

ADORAR COMO DIOS QUIERE.

Sbado

1. La Importancia de la Adoracin.

Domingo

2. Adorando de Verdad.

Lunes

3. Bases para la Adoracin.

Martes

4. Adorando con el cuerpo.

Mircoles

5. Adorando a Dios en la Catedral del Tiempo.

Jueves

6. Adorando con losTalento.

Viernes

7. Adorando con los Diezmos.

Sbado

8. Adorando a Dios con las Ofrendas.

LA IMPORTANCIA DE LA ADORACIN

Sermn para el Sbado.

Objetivo del sermn:

Mostrar que la adoracin es un acto de reverencia y exaltacin debido exclusivamente a Dios, y es una expresin profunda de amor, fe y admiracin del hombre para con Dios.

Texto principal

Yo me postr a sus pies para adorarle. Y l me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jess. Adora a Dios; porque el testimonio de Jess es el espritu de la profeca. Apocalipse 19:10INTRODUCCIN

Adoracin es un acto de reverencia y exaltacin debido exclusivamente a Dios. No a ngeles (Apoc.19:10), ni tan poco a hombres (Hech.10:25,26), o a cosas. Esta verdad fue resaltada por Jess (Mat.4:10), es el mensaje central de los dos primeros mandamientos (Exo.20:3-5), y el cierre final del Apocalipsis (Apoc. 19:10).

La adoracin es la expresin ms profunda del hombre para con Dios. Es entrar al Lugar Santsimo y postrarnos delante del Todo Poderoso. Para eso necesitamos tener intimidad con l, conocerlo ms profundamente.

La accin de adorar es una seal intrnseca de la naturaleza fundamentalmente religiosa del ser humano. Todos sentimos necesidad de adorar a alguien o alguna cosa. El culto que rendimos revela al dios que servimos, sea al verdadero Dios, o a falsos dioses, como dolos o el propio Satans. En realidad todo culto o adoracin que no es rendido a Dios es recibido por Satans (Apoc.13:4). Fuimos creados para adorar. En ese sentido no somos soberanos, simplemente tenemos que adorar. Al hombre le corresponde apenas, la decisin de: a quin adorar.

En Vicksburg, estado de Mississipi, un ingeniero le mostr a su amigo curioso, el brazo de un ro que estaba casi seco. Le explic que antes el ro pasaba por ah, mas su curso haba sido desviado para otro canal previamente construido. La corriente no puede ser detenida, mas puede ser desviada. Lo mismo acontece con nuestra adoracin a Dios. Sin un objeto de adoracin el hombre est incompleto, pues el profundo anhelo de su alma necesita ser satisfecho. An as, l puede apartarse del verdadero Dios, y crear para s falsas deidades. Existen pueblos que adoran al sol, planetas, animales u otros seres inanimados. Normalmente los consideramos primitivos. Sin embrago, no son ms primitivos que los millares de personas que viven en nuestro civilizado pas.

Son cinco los principales dioses de nuestro mundo: riqueza, poder, placer, fama y conocimiento

La adoracin es la ocupacin ms sublime del cristiano. De este hecho se concluye que debe ser de suma importancia. Necesitamos estudiar las escrituras y percibiremos la realidad de su importancia.

I.ADORACIN - PRIMER MANDAMIENTO DE LA LEY. EXO. 20: 1-2

En otro tiempo el plpito era eco de la voz de la conciencia.... Nuestros ms ilustres predicadores daban a sus discursos una amplitud majestuosa siguiendo el ejemplo del Maestro y recalcando la ley, sus preceptos y sus amenazas. Repetan las dos grandes mximas de que la ley es fiel trasunto de las perfecciones divinas, y de que un hombre que no tiene amor a la ley no lo tiene tampoco al Evangelio, pues la ley, tanto como el Evangelio, es un espejo que refleja el verdadero carcter de Dios. Este peligro arrastra a otro: el de desestimar la gravedad del pecado, su extensin y su horror. El grado de culpabilidad que acarrea la desobediencia a un mandamiento es proporcional al grado de justicia de ese mandamiento.... Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, Pg. 518

La Ley es la expresin grfica del carcter justo de Dios. La justicia divina ha sido bien definida como la consistencia de Dios con Su propio carcter. Dios es Santo. Sus demandas en los diez mandamientos deben ser consistentes consigo mismo, por lo tanto, santas tambin. La simple lectura de esos mandamientos resaltar la importancia de la adoracin.

1. A Quien debemos adorar. xodo 20:2-6

El primer y el segundo mandamiento hablan sobre el objeto de nuestra adoracin o a quien debemos adorar. Estos dos mandamientos dan a Dios el lugar de preeminencia absoluta. En el V.3 Dios dice: No tendrs dioses ajenos delante de m. Dios no exige slo el primer lugar, l quiere ser el nico em nuestra vida, por eos muestra su intolerancia contra todo lo que le robe esa condicin. V.4

Muchas cosas y personas se levantarn en la vida del verdadero adorador intentando alejar su corazn de Dios como el supremo albo de sus afectos.

Entre los muchos dolos que han conseguido apartar de Dios el corazn del cristiano, estn los negocios, las riquezas, las relaciones, el hogar, la familia, los bienes materiales, los talentos, la fama, el poder, el placer.

Cada generacin y cultura edifica sus propios dolos, y esta generacin no es diferente. Hay cinco dioses que son notorios en estos tiempos, a quienes la humanidad se est sacrificando con devocin. Es interesante notar que uno o varios de estos dioses estn asociados con muchos de los escndalos de la iglesia cristiana en aos recientes.

a) el dios del placer.

b) el dios del dinero.

c) el dios de la fama.

d) el dios del poder.

e) el dios del conocimiento.

El apstol Juan termina su primera epstola advirtindonos: Hijitos, guardaos de los dolos. I Juan 5:21.

2. Cmo Adorar. xodo 20:7

El tercero mandamiento habla de cmo debemos adorar a Dios. Un ingrediente indispensable es el respeto, la reverencia.Hay muy pocas cosas absolutas en nuestras vidas, sin embargo creo que el temor reverente a Dios mezclado con el amor, la fascinacin, el asombro atnito y la devocin son el estado ms gozoso y la emocin ms purificada que puede conocer el alma humana.

En la visin de Isaas 6, los Serafines son descritos como teniendo seis alas. Con dos cubren el rostro, con dos cubren los pies y con dos vuelan. Ellos usan cuatro alas para demostrar reverencia, adoracin y dos para el servicio. Isaas, cuando vio esto, qued impresionado y reverente cay postrado y ador al Seor.

3. El Tiempo para la Adoracin

El 4 Mandamiento indica el 7 da de la semana como siendo el sbado de descanso. Da separado por Dios para la adoracin a Su persona. Da en que debemos interrumpir nuestras actividades seculares, dejar nuestras propias palabras y volver nuestros pensamientos, emociones y actos para Dios. (El prximo sermn se trata de la santidad del sbado). Los cuatro primeros mandamientos tienen que ver con la adoracin.

II. ADORACIN LUGAR DE PREEMINENCIA EN LA VIDA DE ISRAEL.

1. Preeminencia, Percibida En la Descripcin del Tabernculo. xodo 25: 10-40

Dios deja claro el propsito de la construccin del tabernculo: Y harn un santuario para m, y habitar en medio de ellos. Ex. 25:8El primer mueble que Dios describe es el arca del pacto, conteniendo los mandamientos (ya vimos su importancia en la adoracin) cubierta por el propiciatorio. Cual es el propsito de Dios al hacer esto? Ex 25:22 dice:

Y de all me declarar a ti, y hablar contigo de sobre el propiciatorio.a) Hablar sobre el Shekinah

El arca y el propiciatorio marcaron el lugar exacto del trono de Dios en el santuario Celestial. El Lugar visto y descrito por Isaas 6: 1-6. Donde Dios es adorado por los ngeles.

Aqu en el santuario terrestre marcaba el lugar de adoracin, el lugar donde Dios y el hombre podan reunirse y disfrutar de la comunin mutua.

Enseguida tenemos la descripcin de los otros muebles del santuario, en el siguiente orden: Mesa de la preposicin, el candelabro, el altar de incienso, el altar de bronce Ex.37, 38. Este orden de los muebles aparece de forma inversa segn el prisma del adorador.

Comenzamos como pecadores, delante del altar de bronce para holocausto. Es ah que entendemos el sacrificio de Cristo, el cordero de Dios que muri para salvarnos. Ah experimentamos la justificacin; nos lavamos en la fuente de la santificacin para, finalmente, llegar al propiciatorio donde nos ocupamos con el ms alto servicio: adoracin a Dios.

2. Preeminencia percibida en el orden del Campamento de Israel. Nm.1:52-53; 2: 1-2.

Dios es Dios de decencia y orden. El orden es la primera ley del cielo. MCP. vol.I 181Dios orient a Moiss para distribuir las doce tribus de Israel de tal manera, que formaran un cuadrado perfecto teniendo al centro el tabernculo. El tabernculo era el lugar donde Dios habitaba con su pueblo y era adorado por l. (Ex.25:8) Entendemos as que adoracin era el centro de la vida de Israel. Esto nos habla simblicamente de Cristo andando en medio de su pueblo. Apoc. 1: 20.

Cuando Israel mudaba el campamento seis tribus iban al frente, Levi con el arca al centro, era seguido por seis tribus ms. Cuando acampaban, los hijos de Aarn, que eran los sacerdotes, quedaban ms prximos del tabernculo, pues tenan la funcin de dirigir la adoracin a Dios; los levitas venan en seguida, cuyas tareas tenan relacin con los servicios del Tabernculo, y por ltimo, estaban las dems tribus, que constituan los guerreros de Israel. La orden es clara: primero los adoradores, despus los trabajadores, y finalmente los guerreros.

Es interesante notar la edad con que esas personas iniciaban sus tareas.

Sacerdotes 30 aos. Nm. 4:3

Levitas 25 aos. Nm. 8:24

Soldados 20 aos. Nm. 1:3

La guerra es en la poca de la juventud; el trabajo exige un poco ms de vida, mas la adoracin indica madurez espiritual. Cristo inici Su ministerio a los 30 aos.

III. ADORACIN ES EL TEMA CENTRAL DE LA BIBLIA.

1. El Libro de Salmos, se encuentra en el Centro de la Biblia

Son 150 Salmos. El mayor Libro de la Biblia. Es el Libro de Loor de los Israelitas, o el Himnario de Israel. Es un conjunto de poemas para ser ledo y cantado en el Culto a Dios, en el Templo, en el hogar, e individualmente.

Los Judos llamaban este conjunto de poesas de Sefer Tehillim, que significa El Libro de Loor, o, simplemente, Tehillim, Loor.

Los Padres de la Iglesia lo llamaban de Salterio.

Los traductores de la Septuaginta le dieron el nombre de Psalmi, o Salmos, que significa cnticos entonados con acompaamiento de instrumentos de cuerda.

Salmodiar, en griego, significa, literalmente, cantar con acompaamiento musical.

Por ser un Libro Potico, existen varias formas de expresiones poticas para denominar este libro - una de ellas dice que El Libro de Salmos es la puerta de entrada al Templo de loor y de oracin

La posicin del Libro de Salmos, en la Biblia, y el paralelismo con su Tema Central

a.Abriendo nuestra Biblia en la mitad, encontraremos el Libro de Salmos. l est situado exactamente en el centro de la Biblia. Talvez esta colocacin no haya acontecido por casualidad. Puede haber sido una providencia del Espritu de Dios.

2. El Tema central del Libro de los Salmos es Adoracin.

Dad a Jehov la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehov en la hermosura de la santidad. Salmo 29:2. Entonces, observe: el Libro de Salmos ocupa el centro de la Biblia, y su Tema es la adoracin. Esto puede significar el lugar de destaque que la adoracin ocupa dentro del contexto de la Palabra de Dios. Adems de la adoracin ser el Tema Central del Libro de Salmos, es de destacar que el Libro de Salmos es el mayor Libro de la Biblia.

a. Un paralelo entre el lugar de Adoracin, en la Biblia, y su lugar en la vida de la Iglesia y de cada creyente.As como la adoracin es el tema central del mayor Libro de la Biblia, y este libro ocupa, exactamente, el centro de ella - tambin la adoracin debe ocupar el lugar central en la vida de la Iglesia y de cada creyente, en particular.

Adorar a Dios es un imperativo, no es una eleccin de conveniencia! Al Seor tu Dios adorars y a l slo servirs. Mateus 4:10. Aun as, muchos confunden adoracin con un momento de oracin; para otros, adoracin es un vivir esttico, contemplativo, y dejar que los sentidos se desprendan de las cosas materiales, absorbindose en la elevacin y contemplacin interior. Muchos monjes, de diversas sextas, pasan horas, extasiados. Esto, bblicamente, no es adoracin.

La adoracin se manifiesta, sobre todo, en el servicio que rendimos a Dios.

Adoramos a Dios cuando nos postramos en oracin, a sus pies; adoramos a Dios cuando le tributamos el loor que es debido; adoramos a Dios cuando devolvemos parte de lo que, por derecho, le pertenece, a travs de nuestros diezmos y ofrendas; adoramos a Dios cuando impartimos Su Palabra; adoramos a Dios cuando estamos en lo alto del monte, disfrutando de sus bendiciones materiales; adoramos a Dios cuando estamos en el fondo del valle, aprendiendo a vivir sin sus bendiciones materiales; adoramos a Dios cuando reconocemos Su Soberana y aceptamos Su Voluntad, aunque ella parezca contrariar nuestros intereses personales - adorar a Dios es, en sntesis, vivir para servir a Dios.

La Iglesia fue llamada, antes de todo, para adorar a Dios. Usted y yo fuimos llamados, antes de todo, para ser verdaderos adoradores.

As como la adoracin es el tema central del Libro de Salmos, y as como los Salmos ocupan, exactamente, el centro de la Biblia - tambin la adoracin debe ocupar el lugar central en la vida de la Iglesia, y de cada creyente, en particular.

CONCLUSIN

Fuimos creados para adorar a Dios y a menos que lo adoremos no cumpliremos con nuestro papel.

A medida que adoramos, nos tornamos ms semejantes al objeto de nuestra devocin. Fcilmente reconocemos a los veneradores del alcohol y las drogas. Con facilidad identificamos a los devotos de la moda y a los avarientos adoradores de mamn el dinero.

La Biblia nos afirma que Dios nos cre a Su imagen y semejanza. Gen.1:27 Ese es el ideal de Dios para nuestra vida: ser semejantes a l. Esto es difcil. Es tan difcil que muchos de nosotros, en vez de procurar ser semejantes a Dios, intentamos crear un dios semejante a nosotros. Es bien ms fcil tornar a Dios perecido con nosotros, que hacernos iguales a l.

Dios desea adoradores fervorosos, que en el da a da sean transformados a Su imagen y semejanza por la adoracin.

-El Dios que servimos es la propia Santidad y espera que nosotros, Sus adoradores seamos santos. I Pedro. 1:16.

-El Dios que servimos es el propio Amor y espera que nosotros, Sus adoradores seamos amorosos.

-El Dios que servimos es la propia Generosidad y espera que nosotros, Sus adoradores seamos generosos.

Nos tornamos semejantes a Dios a medida que lo adoramos. El rostro de Moiss pas a brillar despus del perodo en que permaneci en la presencia de Dios en adoracin. Como Moiss, reflexionemos sobre la gloria de Dios, y seamos transformados por la adoracin.ADORANDO DE VERDAD

Propsito del sermn:

Mostrar que desde el momento en que el pecado existe, hay dos formas de adoracin: Una que es la falsa y otra verdadera. Conozcamos lo que es la adoracin verdadera.

Texto principal:

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarn al Padre en espritu y en verdad; porque tambin el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23INTRODUCCIN

Leamos S. Juan 3:22,

Segn el texto ledo, Jess estaba desarrollando Su ministerio de amor en Judea, donde bautizaba a los que lo reciban como Seor y Salvador. Intentando huir de los celos de los fariseos, decidi volver para Galilea, la regin del gran lago, el lago de Genasart.

El viaje era echo a pie, y ellos tuvieron que atravesar todo el territorio de Samaria. Ms o menos en la mitad del viaje, Jess sinti cansancio y se sent junto al pozo de Jacob, cerca de Sicar. Sus discpulos se dirigieron a la ciudad para comprar alimento. En ese momento, lleg al pozo una mujer de la ciudad que vena a buscar agua, y Jess le pidi que le diera de beber.

Ese pedido simple y comn en el Oriente, inici una conversacin seria entre Jess y la mujer. Las palabras de Jess llevaron a la mujer a confesar que mantena una relacin de adulterio y a reconocerlo como profeta. En ese contexto, Jess mostr Su principal enseanza sobre adoracin.

En ese dilogo, Jess nos ofrece un padrn, una medida confiable, por la cual podemos evaluar la autenticidad o la calidad de nuestra adoracin.

l dice: Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarn al Padre en espritu y en verdad; porque tambin el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23

Quienes son los verdaderos adoradores?

Son aquellos que estn preocupados en presentar a Dios un culto que le agrade. Jess dijo que los verdaderos adoradores adoran al Padre en espritu y en verdad S. Juan 4:23. Pablo afirma que los verdaderos adoradores son aquellos que ofrecen a Dios, una adoracin por el Espritu, no confiando en la carne, mas glorindose en Cristo Jess Fil. 3:3. Tanto Jess como Pablo, contrastan a los verdaderos adoradores, con judos y samaritanos preocupados apenas con la forma: pompas y ritos, y no con la esencia, el espritu de la adoracin.

En cierta ocasin los fariseos acusaron a los discpulos de Jess de no cumplir con la tradicin de los ancianos. Jess entonces les respondi al citar Isaas 29:13, que afirma que los judos religiosos ofrecan al Seor un culto que no le agradaba!

Este pueblo de labios me honra, Mas su corazn est lejos de m. Pues en vano me honran, enseando como doctrinas mandamientos de hombres. Marcos. 7:6,7 La adoracin ser acepta por Dios apenas cuando el adorador acepte y satisfaga las exigencias divinas.

I. El Verdadero Espritu de Adoracin Sacrificio

La adoracin siempre fue una solemnidad festiva, envolviendo alegra y gloria. Las estrellas juntas cantaban y brillaban. Hoy la adoracin contina siendo un acto que expresa alegra, gozo y gloria, mas despus del pecado fue agregado un elemento de dolor y tristeza. Algo que trae sombra y muerte - El sacrificio.

1.El Altar y el Sacrificio se tornaron Smbolos de Adoracin.

El altar y el cordero se tornaron smbolos significativos de adoracin. El pecado separ al hombre de Dios. Pasamos a necesitar de un sacrificio substitutivo y propiciatorio para remover cualquier ofensa que nos separe de Dios, de modo que podamos mantener comunin con el Creador.

Lo cierto es que no puede haber aproximacin de Dios, permanencia delante de Dios, aceptacin por parte de Dios, perdn de Dios, ni adoracin a Dios sin un sacrificio substitutivo aceptable que lleve los pecados del pecador, que ocupe su lugar, que muera por l y que sea acepto por Dios a su favor.

Dios dej eso bien claro al providenciar el primer sacrificio para Adn y Eva inmediatamente despus del pecado de ellos. (Gen 3:21).

2.Smbolos Presentes en la Adoracin Individual

En Gen. 4: 3,5 encontramos la descripcin de la adoracin rendida a Dios por Can y Abel. El texto bblico dice que Can present a Dios una ofrenda de los frutos de su huerta, mientras Abel ofrend a Dios lo mejor de su rebao. A Dios le agrad la oferta de Abel y aborreci la de Can.

De este texto sacamos dos conclusiones:

a) No hay adoracin a Dios sin sacrificio. Can y Abel representan la primera generacin de adoradores despus del pecado. Desde el inicio la adoracin est ligada al sacrificio.

b) El sacrificio debe ser segn el criterio de Dios.

Al rechazar el altar de Can, Dios est dejando bien claro que el principal elemento motivador del culto deber ser la satisfaccin de Su Voluntad; la aceptacin del Seoro de Cristo. Algunos aun hoy mantienen el sentimiento de Can Cualquier cosa sirve. No puede ser as

3.Smbolos Presentes en la Adoracin Comunitaria.

Gen. 4:26 sugiere el inicio del culto pblico.

En Gen 8 encontramos a Noe, luego despus del diluvio levantando un altar, sacrificando animales limpos para adorar a Dios.

Y edific No un altar a Jehov, y tom de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreci holocausto en el altar. 21 Y percibi Jehov olor grato; y dijo Jehov en su corazn: No volver ms a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazn del hombre es malo desde su juventud; ni volver ms a destruir todo ser viviente, como he hecho. Gen 8: 20,21En Gen 12 est descrito el llamado de Abraham y la orden para salir de Ur, del medio de su parentela, para un lugar que Dios Le mostrara. Cuando lleg all levant un altar y ador al Seor. Esto se torn un hbito para Abraham donde llegaba ergua un altar y adoraba a Dios. Cuando parta el altar permanecia all, como monumento a Dios e invitacin para adorar al Todo Poderoso.

La vida de Abrahn, el amigo de Dios, fue una vida de 93 oracin. Dondequiera que levantase su tienda, construa un altar sobre el cual ofreca sacrificios, maana y noche. Cuando l se iba, el altar permaneca. Y al pasar cerca de dicho altar el nmada cananeo, saba quin haba posado all. Despus de haber levantado tambin su tienda, reparaba el altar y adoraba al Dios vivo. JT. Tomo 3 Pg. 93 No hay adoracin a Dios sin sacrificio.

3. El Sacrificio Exigido por Dios Hoy es el del Propio Cuerpo. Rom. 12:1,2.

Dios no quiere ofrendas involuntarias, ni ningn sacrificio forzado.La adoracin requiere un Altar, o sea un lugar de sacrificio. Ese sacrificio nos lleva a la santidad, que es, separacin del mundo y pureza. Dios no quiere solo nuestro trabajo, l nos quiere como holocausto, totalmente quemado en adoracin. La apariencia de religiosidad debe ser reprendida en nosotros para que la adoracin fluya libremente.

La adoracin es un estilo de vida para el cristiano. En los momentos de adoracin, se debe parar todo, tirar de la mente otras cosas y entregarse por entero al Seor.

Sin sacrificio no hay verdadera adoracin a Dios. 'El Padre dio a Su Hijo y el Hijo dio Su vida', y no adoramos a menos que demos como sacrificio -- de nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestra energa, nuestro talento, nuestro testimonio, nuestro ser al Seor

No es sacrificio vivir el evangelio de Jess Cristo. Nunca es un sacrificio cuando recibimos ms de lo que damos. Es una inversin, la mayor inversin de todas. Sus dividendos son eternos y inagotables.

Se cuenta la historia de Robert E. Lee, general de Guerra Civil, que, al ser consultado por una mujer en lo que respecta a la crianza de su hijo, respondi: "Ensele a sacrificarse

II. LA VERDADERA ACTITUD EN LA ADORACIN EL TEMOR

1. Miedo o Temor?

Muchos, aun entre nosotros los adventistas hemos confundido miedo con temor. Creo estar cierto al afirmar que miedo y temor son sentimientos distintos, pues mientras el primero nos aleja de Dios el segundo nos aproxima de l, nos lanza a Sus pies en adoracin.

El miedo confunde nuestros sentimientos en relacin a Dios: de confianza para recelo; de unidad para separacin. Cuando Adn y Eva desobedecieron a Dios, al comer del fruto del rbol del conocimiento del bien y del mal, el primer sentimiento de ellos fue miedo, pavor. Se escondieron rpidamente del Creador. Gen 3:8,9. Cmo es lamentable que entre las primeras palabras del hombre en relacin a Dios estn estas: tuve miedo y me escond.

2. El miedo, obscurece nuestra razn y nos lleva a una percepcin equivocada de Dios.

En Mat.25: 14-30 encontramos la parbola de los talentos. Los dos primeros siervos conocan a su Seor, por eso trabajaron los talentos recibidos y los duplicaron. El tercero, no conoca a su Seor, tena una idea totalmente equivocada a Su respecto y con miedo escondi el talento recibido V. 24,25. l pensaba que conoca al Seor, mas no lo conoca:

a) Sabiendo que es hombre severo Dios no es severo, l es justo.

b) Que ciegas donde no sembraste y juntas donde no esparciste

Quien hace esto es ladrn. Era esta la visin que l tena de su Seor. Visin totalmente equivocada; por eso tuvo miedo y no produjo nada.

3. El Temor nos lleva a Adorar a Dios.

El temor es algo totalmente diferente. Mientras el miedo nos aparta de Dios el temor nos aproxima de l de manera respetuosa, reverente, en una actitud de adoracin. Es en ese sentido que el El temor de Jehov es el principio de la sabidura. Sal 111:10 Y los que se tornan sabios, SU LOOR (adoracin) permanece para siempre

Cuando Isaas vio a Dios en Su santidad, adorado por los ngeles, temi. Eso quiere decir que l reconoci la santidad de Dios y cay postrado a Sus pies y lo ador.

El temor del Seor nos lleva a reconocer Su santidad y honrarlo, reverenciarlo, obedecerle y adorarlo.

El temor del Seor nos lleva a santificar aquello que l santific. Es el temor del Seor que nos lleva a santificar el sbado y honrarlo con nuestros bienes diezmos y ofrendas.

De esta manera el temor del Seor nos lleva a una correcta relacin con l. Esto es adoracin Verdadera.

III. EL VERDADERO SENTIMIENTO DE LA ADORACIN ES EL AMOR

1. Adorar es Amar a Dios

Adoracin es la forma de amor ms elevada. Adorar es despertar la conciencia con la santidad de Dios, alimentar la mente con la verdad de Dios, purificar la imaginacin con la belleza de Dios, abrir el corazn para el amor de Dios y someterse a la voluntad y propsito de Dios.

Oye, Israel: Jehov nuestro Dios, Jehov uno es. Y amars a Jehov tu Dios de todo tu corazn, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deut 6: 4,5

Maestro, cul es el gran mandamiento en la ley? Jess le dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Mateo. 22:36,37.Jess le respondi: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Seor nuestro Dios, el Seor uno es. 30 Y amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Marcos 12:29,30.

Sin este amor puro e incontrolable por Dios, el culto no pasa de una afronta al Todo Poderoso. Para un judo el corazn, representa la mente, el centro de la vida, de las emociones y reacciones.

Esta realidad personal emite emociones tales como, alegra, pesar, tranquilidad y ansiedad. Concluimos entonces que el corazn representa al hombre interior como un todo. Solamente un corazn inclinado hacia Dios es capaz de agradarlo, amarlo y adorarlo.

2. El amor expresado en adoracin no es un mero sentimiento

El texto de Deuteronomio citado por Jess dice: Y amars a Jehov tu Dios de todo tu corazn, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. (Deut. 6:5) Jess acrescent: y con toda tu mente. Marcos12:30. El amor expresado en adoracin no es un mero sentimiento; es ms que eso. Es el acto de someter nuestra voluntad para hacer la voluntad de Dios. Jess dej claro y ejemplific en Su vida, que tal amor no puede ser superficial. Es ejercitado por todo nuestro ser: corazn, alma, mente y fuerzas.

La orden en el sentido de que amemos al Seor tambin con todas nuestras fuerzas (MC 12:30) era entendida y muchas veces traducida por los rabinos por riqueza, dinero. Ellos entendan riqueza dinero, como sinnimo de fuerza. El dinero es de hecho la fuerza del hombre traducida en moneda, y debe ser usado en la aplicacin prctica de nuestro amor a Dios.

Sin un amor puro, aun la mas valiosa ofrenda es demasiado pobre para que Dios la acepte.3.La Adoracin es Nuestra Respuesta de Amor al Amor de Dios.

Tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo Testamento, el amor que hay en el corazn del hombre es el alma de la bsqueda de Dios. Es por eso que afirmamos que adoracin es el amor con que correspondemos al amor de Dios, pues est escrito. Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero I Juan 4:19. Es ms fcil retribuir el amor de una persona amorosa que comenzar a amar a alguien que se muestra distante y fro.

El amor es el mayor sentimiento que lleva un ser mortal a desear y alegrarse en otro. Su forma ms elevada es la relacin personal en que cada uno participa de la vida del otro, y su placer es darse al otro y ser el blanco del afecto de l.

CONCLUSIN

Una joven presa en una casa en llamas fue rescatada por un joven bombero que puso su propia vida en peligro para retirarla del incendio. Ella sinti profunda gratitud por el sacrificio del joven. Pocos das despus, la joven, que fue rescatada, busc al bombero para agradecerle. Ellos conversaron, pasearon y finalmente acabaron casados. Ella, que deba la vida al joven bombero, comenz a enamorarse y, lentamente un mero sentimiento de gratitud se transform en amor profundo. Pag una deuda de vida con la ofrenda permanente de su amor y mostr alegra en convivir con aquel que arriesg su vida para rescatarla.

As Dios procura adoradores, salvos por el sacrificio de Jess. Adoradores que comiencen esa experiencia con gratitud en el corazn, debido al sacrificio de Jess, hasta llegar a amarlo en adoracin, pues El amor de Cristo nos constrie.

Amar es bsicamente un acto de la voluntad y no una emocin simplemente. Yo decido amar a Dios. Yo decido adorar a Dios; sin amor no hay adoracin, pues es el amor que me lleva al sacrificio de mi voluntad en sumisin a la voluntad de Dios. Es el amor que me lleva a temer a Dios al punto de reverenciarlo y adorarlo.

BASES PARA LA ADORACIN

Propsito del sermn:

Mostrar que la causa del gran conflicto que comenz em el cielo, gir em torno a la adoracin, y que Jess en cada victoria alcanzada contra las fuerzas del mal, coloc las bases de la verdadera adoracin, las cuales conoceremos en este mensage.

Texto principal:

T que decas en tu corazn: Subir al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantar mi trono, y en el monte del testimonio me sentar, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subir, y ser semejante al Altsimo. Isaas 14:13,14

INTRODUCIN.

Adorad a Jehov en la hermosura de la santidad.... Samos 96:9. Por toda la eternidad pasada, hasta donde Dios abri la cortina para nuestro conocimiento, siempre huvo adoracin. Desde que huvo un ser creado en el cielo, siempre huvo adoracin. En medio del motn en el cielo, liderado por Lucifer, estaba la cuestin de la adoracin. Siendo el regente del coro celestial, Lucifer, obviamente, comandava la adoracin en el cielo, mas a causa del orgullo que invada su interior, comenz a pensar que era l quien debera ser adorado. Por eso dijo: en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantar mi trono. Isaas 14:13.

La tercera parte del ejrcito angelical se junt a l en su revolucin, intentando destronar a Dios para que el propio Lucifer pudiera sentarse en su lugar, y fuera adorado por todos los ejrcitos del cielo.

La vez siguiente que hubo un enfrentamiento al respecto de la adoracin, entre Lucifer (ahora Satans) y Dios fue despues del bautismo de Jess por Juan en el rio Jordn. Jess fue llevado por el Espritu al desierto para ser tentado por el diablo. En el fondo de aquella tentacin, Satans aun estaba intentando hazer que Dios se postrase delante de l. Satans saba que si el Senhor Jess doblase sus rodillas en adoracin, lo estaria reconociendo como ser superior, y que la batalla que sigue hasta hoy en torno a la devocin y adoracin de la humanidad ya sera decidida.

Una vez mas Dios sali vencedor cuando Jess afirm: Entonces Jess le dijo: Vete, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l slo servirs. Mateo 4:10. Solo Dios debe ser adorado, por dos razones fundamentales:

1. Porque l es: SANTO.

2. Por lo que l hizo: CREACIN y REDENCIN.

I. LA SANTIDAD DE DIOS. IS. 6:1-6.

En esta visin el profeta Isaas contempla a Dios en toda Su Santidad y gloria. La santidad de Dios impresion al profeta, ms que esto, marc indeleblemente su vida y ministerio proftico. Isaas 5:19; 12:6; 27:13; 37:23; 41:14 e 57:15.

Ser santo es ser separado. Aplicado a Dios indica que l fue separado del mundo pecaminoso. Podemos entender esto de dos maneras:

1.Por Su distinguida superioridad, majestad y gloria, contrastada con la insignificancia de los dolos paganos, hechos por hombres.

Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Salmos 115:5-7

2. Su (de Dios) repugnancia al pecado. Esto es resaltado por el hecho del profeta atemorizado reconocer su condicin pecaminosa y de su pueblo. Is. 6:5

El atributo de Dios que ms entr en la consciencia del profeta y se apoder de l fue la santidad. Santidad es el amor perfecto unido a la justicia inmaculada. No podemos vivir delante de esta realidad divina abrigando pecados en nuestro corazn. Por eso el primer pedido contenido en la oracin del Seor es Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea tu nombre. Mientras este sentimiento abre la puerta del santuario celestial a los verdaderos adoradores, la aceptacin del desafio divino, sed santos como yo soy santo. I Ped 1: 15,16 nos garante la permanencia delante de l.

La presencia de Dios hace de un lugar un lugar santo. Ex. 3:4,5.

La presencia de Dios hace las cosas santas. II Sm. 6:6,7.

La presencia de Dios hace el sbado santo. Is. 58:13,14.

La presencia de Dios hace que el diezmo y la ofrenda sean santos. Lv. 27:30.

La presencia de Dios hace a las personas santas. I Ped 1: 15,16

La gran maravilla de todo eso, consiste en que personas santas, adoraren al Dios santo, en su casa santa, en el dia santo, atravs de la devolucin de diezmos y ofrendas santas.

II. FUIMOS CREADOS PARA ADORAR A DIOS

1. El Derecho de Dios Como Creador.

En el libro de Gnesis encontramos la razn bsica para la adoracin Dios es el creador y nosotros Sus criaturas.(Gn.1:26) ese concepto bblico-teolgico debe estar bien enraizado en nuestra mente. Dios es el Seor, nosotros Sus sbditos. l nos cre, por eso Le adoramos. La adoracin, siempre es rendida por alguien inferior a otro superior, mas no es algo forzado , al contrario, es algo natural, placeroso y espontaneo es por amor.

Dios no necesita de nuestra adoracin para sobrevivir. l no se alimenta de nuestro temor y reverencia. l exige nuestra adoracin porque es digno de ella. Aquel que es digno de tener toda la creacin curvada delante de S, clamando: Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehov de los ejrcitos. Isaas. 6:3 es digno de nuestra adoracin. l sabe que si las personas no son movidas a pronunciar tales palabras del fondo del corazn, nunca sabrn el significado de haber sido creadas como seres humanos ni lo que es alegra o gloria. l desea que estemos libres para conocer todo el propsito para el cual fuimos creados: adorarlo con alegra.

El deber de adorar a Dios estriba en el hecho de que l es el Creador, y que a l todos los dems seres deben su existencia. Y cada vez que la Biblia presenta el derecho de Jehov a nuestra reverencia y adoracin con preferencia a los dioses de los paganos, menciona las pruebas de su poder creador. "Todos los dioses de los pueblos son dolos; mas Jehov hizo los cielos". Exaltasd a Jess, 45 Sal. 96:5.

Adn y Eva ... Continuamente descubran en su ednica morada alguna nueva belleza, alguna gloria adicional, que hencha sus corazones de un amor ms profundo, y arrancaba de sus labios expresiones de gratitud y reverencia a su Creador. HR. p.232. El Pecado Interrumpe la Naturalidad de la Adoracin.

Pero el gran Legislador iba a dar a conocer a Adn y a Eva las consecuencias de su pecado. La presencia divina se manifest en el huerto. En su anterior estado de inocencia y santidad solan dar alegremente la bienvenida a la presencia de su Creador; pero ahora huyeron aterrorizados, y se escondieron en el lugar ms apartado del huertoPP. 41 "Mas Jehov Dios llam al hombre, y le dijo: Dnde ests t? Y l respondi: O tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escond. Gn.. 3:9-10. No es lamentable que entre las primeras palabras registradas en la biblia pronunciadas por el hombre a Dios estn esas? Cmo podra el matrimonio ednico tener miedo de Dios siendo le tan bueno? Cmo podran huir de la presencia de aquel, que hasta entonces, amabam y adorabam?

La tentacin y consecuente pecado, del primer matrimonio, tuvo que ver con adoracin. Adorar, como ya vimos, es honrar y exaltar a Dios; es tributarle todo el loor y la gloria. Es reconocerlo como nico, inigualable. Cuando satans dijo a Eva: " No moriris; sino que sabe Dios que el da que comis de l, sern abiertos vuestros ojos, y seris como Dios, sabiendo el bien y el mal. Gn 3:4 y 5, coloc delante de ella el mismo deseo que lo destituy del cielo. Ese fue su pecado desear para s la adoracin debida a Dios. Querer ser igual a Dios. Satans procur desviar los ojos de Eva de la persona de Dios y llam su atencin para s mismo. En ese momento Eva dej de dar valor supremo a Dios, dej de pensar en cmo agradar a Dios, para satisfazer sus deseos.

La desicin que Adn y Eva tenan que tomar, se refera a cumplir la voluntad divina o la propia voluntad. Al ceder a la voz del tentador, se olvidaron de la voluntad de Dios y prefirieron su deseo egosta. As Adn trajo a existencia una raza cuyo lema es: hgase mi voluntad y no la Tuya, Seor. Cada vez que nos deparamos con el dilema de escoger entre la voluntad de Dios y la nuestra, y, preferimos la nuestra en lugar de la de Dios, se repite la historia del Edn. La adoracin que rendimos debe ser con el propsito de agradar a Dios y no a nosotros mismos.

Del Gnesis al Apocalipsis, encontramos a los adoradores glorificando al Dios vivo y verdadero. De acuerdo con Efesios 1.12, fuimos creados con el fin de ser para loor de la gloria de Dios. Nosotros, los que antes habamos esperado en Cristo, fuimos hechos para adorar a Dios.

III. FUIMOS REDIMIDOS PARA VOLVER A ADORAR A DIOS

1. La Cruz Restaura la Condicin del Edn

La Biblia comienza presentando el cuadro del hombre escondindose de Dios, mas termina mostrndonos el cuadro del hombre reencontrndose con Dios y adorndolo. (Ap.22:20) Entre la verguenza de Gnesis 3 y la gloria de Apocalipsis 22, se encuentra el calvario. El calvario torna posible que el Edn perdido se convierta en el Edn restaurado.

A CAUSA del pecado, el hombre qued separado de Dios. De no haber mediado el plan de la redencin, hubiera tenido que sufrir la separacin eterna de Dios, y las tinieblas de una noche sin fin. El sacrificio de Cristo permite que se reanude la comunin con Dios. Personalmente no podemos acercarnos a su presencia; nuestra naturaleza pecadora no nos permite mirar su rostro, pero podemos contemplarlo y tener comunin con l por medio de Jess, el Salvador. Ed. P.28.En el Edn Adn se torn el jefe de una raza cuyo lema es: hgase mi voluntad y no la Tuya, Seor. En el calvario Dios trajo a la vida una nueva raza, sobre la lideranza de otro lider, el segundo Adn, Cristo Jess, cuyo lema es: pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Lucas.22:42. Cada uno de nosotros tiene que unirse a uno de esos dos lderes: sea a Adn diciendo hgase mi voluntad, y no la Tuya, Seor y perdernos; o con Jess en el calvario diciendo con l hgase Tu voluntad Seor y no la ma y ser salvos. En este sentido, estamos ciertos al afirmar que somos debedores del calvario. Deuda que ser paga apenas cuando delante del trono de Dios nosotros Sus siervos caigamos arrodillados (Ap.22:3) y Le adoremos. (Ap.22:9)

CONCLUSIN

El libro del apocalipsis es, sobre todos los dems libros de la biblia, la llave que nos abre la puerta la adoracin a Dios. Los captulos 4 y 5 nos presentan la base de la adoracin.

Apocalipsis 4 y 5

los veinticuatro ancianos se postran delante del que est sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Seor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque t creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Apoc 4: 10 y 11Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenan arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cntico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque t fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nacin; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Y mir, y o la voz de muchos ngeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su nmero era millones de millones, que decan a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabidura, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Apoc 5: 8-12

Esos textos hablan de la adoracin en los cielos. Presentan el cuadro de los redimidos, representados por los veinticuatro ancianos adorando a Dios. Por qu, y cmo ellos adoran (nosotros adoraremos) en el cielo?

En el captulo 4 Dios es adorado por los ngeles y redimidos por ser el creador. Como demostracin de la grandeza y dignidad de Dios, nos prostraremos delante de l y lanzaremos nuestras coronas a Sus pies. La corona es smbolo de realeza y sirve para llamar la atencin en quien la usa. Con ese gesto anunciamos que Dios es el nico digno de honra y gloria.

En el captulo 5, Jess es adorado por los salvos por ser el redentor. Somos presentados con harpas en las manos, y al tocarlas, cantamos la dignidad y santidad de nuestro Salvador y los bienes hechos.

En el captulo 4 reconocemos la dignidad del Creador

En el captulo 5 agradecemos el amor del Redentor

Y en ambos captulos, Jess es adorado por ser Santo. No hay adoracin a Dios sin que nos sometamos a l, Dios Santo Creador y Redentor.

En los das que el apocalipsis fue escrito, Roma dominaba el mundo. Cuando un rei era vencido por las legiones romanas, era llevado hasta Roma para postrarse a los pies del emperador, o una gran imagen de Csar era colocada delante de l, y se le exiga que se postrase, lanzando su corona a los pies de la imagen. Este acto significaba su sumisin, su abdicacin al trono en favor de Csar. De esta manera Apocalipsis 4 y 5 nos revela los dos pasos esenciales para la adoracin.

La primera condicin esencial para la adoracin verdadera es la sumisin total a Dios. La segunda condicin esencial es que Jess, solamente Jess, debe ser glorificado en nuestra vida. Tenemos que satisfazer esas condiciones, sometiendonos completamente, sin reservas, a Jesucristo como Seor y Salvador.

ADORANDO CON EL CUERPO

As que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. . Rom. 12:1,2

Propsito del sermn:

Mostrar que asi como en el antiguo testamento, Dios exiga que el cordero fuera sacrificado, l; requiere que presentemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo.INTRODUCCIN

La adoracin a Dios en el Antiguo Testamento era dirigida por los sacerdotes, descendientes de Arn. Hoy, el pueblo de Dios se constituye en un sacerdocio. Todos somos sacerdotes. I Pedro 2:5

xodo 29 describe la consagracin de los sacerdotes del antiguo testamento, en una ceremonia que tipificaba la experiencia espiritual de los creyentes hoy El Bautismo. El sacerdote era lavado con agua, nosotros tambin fuimos lavados en las guas bautismales. I Cor 6: 9-11. Ellos estaban vestidos con vestimentas especiales, nosotros tambin fuimos vestidos con la justicia de Cristo II Cor 5:21. Los sacerdotes eran ungidos con aceite em la punta de la oreja derecha (oir la voz de Dios), en el pulgar de la mano derecha (para hacer la obra del Seor) y en la punta del dedo del pie derecho (andar por los caminos del Seor), de igual manera fuimos ungidos con el Espritu Santo I Juan 2:27 para ofrecermos a Dios Sacrifcios espirituales.

Los sacrificios espirituales no son necesariamente sacrificios inmateriales, aunque algunos lo sean. La palabra significa de una cualidad espiritual, relacionada con el Espritu. Si lo que ofrecemos es dado con sinceridad a Dios, en el Espritu, por medio de Jess, entonces nuestras ddivas son aceptas como sacrificios espirituales. Es el carcter y la actitud del donador lo que torna significativa la ofrenda. En la iglesia primitiva el Espritu Santo inspiraba dos especies de ddivas: la vida y los bienes.

Hoy, cuando la iglesia se rene para adorar a Dios, debemos ofrecerle tres tipos de sacrificio:

de nuestro propio cuerpo

de loor

sacrificios materiales

Sin esos tres tipos de sacrificio, o an uno de los tres, no hay adoracin a Dios; podemos dar el nombre que queramos, menos de adoracin.

Sacrificio del propio cuerpo

Romanos 12:1

Segn la economa judaica de adoracin el adorador debera traer a Dios un animal vivo y entonces sacrificarlo al Seor. Podemos llamarlo de un sacrificio muerto, ya que la vctima no volva a la vida. Sin embargo, segn el sistema de adoracin del nuevo testamento, nosotros mismos somos sacrificios, solo que sacrificios vivos, capaces de vivir para honrar y glorificar a Dios.

Nuestro gran desafo, o sacrificio, no es entregarnos a la muerte por amor a Jess, mas vivir con Jess con el propsito de alabarlo y glorificarlo. Morir por Jess es cosa de un momento, mas vivir con l es obra de toda una existencia. El gran sacrificio no es morir, mas vivir con Jess.

I - La Razn para presentar nuestro cuerpo en Sacrificio vivo.

1- A causa de la inmensa bondad de Dios Rom 12:1

Esto quiere decir que impresionados por el gran amor de Dios, por lo que l hizo por nosotros, debemos ofrecerle nuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable.

Que hizo l?

a) Nos salv. Rom 3:21 5:21

b) Nos Santific. Rom 6:1-8:7

c) Nos Garanti la gloria futura. Rom 8: 17-39

En respuesta a todas esas bendiciones, somos llevados a ofrecerle nuestros cuerpos, en otra poca, instrumentos del pecado Rom 6:13, agentes de ejecucin de los deseos de la carne, sin embargo aora libres para adorar a Dios. (Rom 6:19,20)

2- Porque el amor de Cristo nos constie. II Cor 5:14-15

Esta es la consecuencia lgica que debe acontecer despus de nuestra aceptacin de la muerte de Cristo. Siendo que l muri en nuestro lugar, ya no podemos continuar viviendo para satisfazer nuestras propias ambiciones. O ignoris que vuestro cuerpo es templo del Espritu Santo, el cual est en vosotros, el cual tenis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habis sido comprados por precio;

I Cor 6:19,20

En realidad podemos continuar viviendo egostamente: Ningn obstculo fsico nos lo impide y muchos cristianos lo hacen. El impedimento es de orden moral: Es normal continuar viviendo como vivamos? Estaremos siendo honestos con nosotros mismos?

Aceptamos la clusula del contrato que nos favorece: Cristo, muerto en nuestro lugar, nos libra de la condenacin divina, sin embargo rechazamos la que nos impone obligaciones: puesto que estamos muertos para el pecado juntamente con Cristo, no podemos continuar viviendo en pecado. Rom 6:1

La nica actitud razonable, consecuente es la de ofrecer cuerpo y alma a Aqul que nos am tanto al punto de dar Su propia vida por nosotros.

Ni tampoco presentis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Rom 6:13

II Significado y Frecuencia del Sacrificio Vivo.

1 Significado Transformacin.

Pablo usa el trmino griego metamorphosis en dos pasajes de sus cartas. La primera aparece en Rom.12:1,2 y la segunda en 2Cor. 3:18. Eses dos pasajes se encuentran en un contexto de adoracin. Pablo afirma que somos transformados durante el proceso de la adoracin que prestamos a Dios. Afirma que aquello que le aconteci a Jess cuando l adoraba al Padre, puede acontecernos tambin en el plano espiritual. Sin embargo eso no es automtico; es condicional:

a) Necesitamos aproximarnos de Dios con el rosto descubierto, o sea, presentarle nuestro cuerpo en sacrificio vivo. Comparecer delante del Seor con la decisin de sacrificarle nuestra voluntad, nuestros deseos, para que la voluntad de l sea hecha en nuestra vida.

b) Otra condicin para ser transformados es contemplar la gloria del Seor. Solo as recibiremos el poder necesario para la transformacin. Por s solas, la oracin y el estudio de la biblia, no mudan nuestra naturaleza, no reproducen en nosotros la imagen de Dios. Si contemplamos a Jess mientras oramos o leemos la biblia, entonces podemos ser transformados.

c) Eso lleva tiempo. Esta obra es progresiva:de gloria en gloria. El adorador es elevado al nivel de gloria que l ve en Dios. Apenas percibimos una nueva caracterstica de la naturaleza de Dios y la contemplamos en adoracin, somos transformados de acuerdo con ese aspecto de Su carcter. Somos transformados paso a paso, de fe en fe, de fuerza en fuerza y de gracia en gracia.

Nuestro gran desafo, o sacrificio, no es entregarnos a la muerte por amor a Jess, mas vivir con Jess con el propsito de alabarlo y glorificarlo. Morir por Jess es cosa de un momento, mas vivir con l es obra de toda una existencia. El gran sacrificio no es morir, mas vivir con Jess.

2 Frecuencia Diaria

El ritmo de la metamorfosis es determinado por nosotros, los adoradores. Mientras ms contemplemos la gloria de Dios, mis rpidamente seremos transformados a la imagem de l. Si diariamente buscamos la presencia del Seor, experimentaremos cambios diarios en nuestro vivir. Lo que va a determinar el ritmo de nuestra maduracin espiritual ser nuestra constancia en la adoracin, y no un acto arbitrario de Dios.

Jess experiment esa transformacin al entregarse diariamente al Padre.

Es por la ddiva de nosotros mismos, renovada dia a dia, que comienza nuestro culto. Cada palabra, cada accin nuestra, se convierte en un acto de culto. A partir de ese momento, el culto de sbado no es ms que un aspecto de ese culto propio que le ofrecemos a Dios todos los dias de nuestra vida, es apenas un momento que separamos cada semana para expresar lo que se ha convertido en el motor de nuestra propia vida personal. Es un acto simblico que representa el don de todos nuestros dias, de todo nuestro tiempo, de todas nuestras fuerzas y de nosotros mismos a Dios.

Si esta ofrenda de nuestro cuerpo en sacrificio a Dios no tiene lugar durante la semana, nuestro culto de sbado no ser ms que una, comedia, ser algo de poco valor. No ser algo consistente, de calidad. No podemos olvidar que Dios no ve como ve el hombre, l ve el corazn. I Sam 16:7

Si el sbado vamos a adorar al Seor y el resto de la semana sacrificamos, como todo el mundo, nuestro tiempo, nuestras fuerzas y dinero a los dolos actuales, desmentimos, con nuestra vida cotidiana, el culto que pretendemos dar unicamente a Dios. Este culto solo ser autntico si nuestra manera de vivir es radicalmente distinta de la manera de vivir del resto del mundo.

III Ejemplos de sacrificios vivos

1. Tres ejemplos de sacrificio vivo.

a) Isaac era un joven cuando fue con su padre Abraham al monte Mori y all fue ofrecido como sacrificio. Isaac estaba dispuesto a morir, asi l y su padre obedecieron al Seor. Isaac no muri pues el propsito de Dios era probar el amor de Abraham y no quitar la vida de su hijo. Cuando Isaac fue desatado y quitado del altar, fue como una resurreccin, un retorno a la vida (Heb. 11:17-19). Desde este momento en adelante Isaac se torn un sacrifcio vivo.

b) Jess, sin embargo tuvo que morir, mas venci la muerte! No se provey un substituto. Cuando nuestro Seor sali de la Tumba, se torn un sacrificio vivo. Ahora l vive para ministrar su pueblo y para perfeccionarlo en santidad Heb. 13:20,21

c) Nosotros a semejanza del Maestro, morimos y fuimos sepultados para el mundo, en las aguas bautismales, pero resurgimos para vivir uma nueva vida con Cristo. De este modo somos tambin sacrifcios vivos.

2. Caractersticas de una persona que es un sacrificio vivo.

a) Es obediente al Padre.

b) Est dispuesto a dejar todo.

c) No se queja ni argumenta.

d) No exije explicaciones.

3. Quien Se Sacrifica Se Humilla

Durante los 30 aos de anonimato, Jess llev una vida harmoniosa con Sus ocupaciones familiares, sociales y profesionales. Jess vivi tres aos y medio de ministerio pblico en este mismo espritu. Poda decir: porque yo hago siempre lo que le agrada. S.Juan 8:29. Su oracin en el Getseman deja claro cual era Su actitud ante la vida: Padre mo, si es posible, pase de m esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como t. Mt 26:39,42 Esta escena es el ejemplo supremo de culto y adoracin. Con el propsito de obedecer es un acto de culto; sin ella no agradamos a Dios.

Adorar, es humillarse delante de Dios. La rendicin de la propia voluntad est includa en toda adoracin autntica.

La humillacin de s mismo y la exaltacin de Dios son la esencia de la adoracin. An as, los creyentes desarroyaron la increible capacidad de adorar al Seor sin sacrificar su YO, su egosmo. Cmo puedo decir: Exalto al Seor, si no me humillo?

Sin duda, el mayor problema que debilita la adoracin, es provablemente su mayor estorbo, el egosmo. El egosmo es el culto al YO, la idolatra al YO. Exije que mi voluntad sea satisfecha sin importar la Voluntad de Dios.

Si el creyente cree que el reino de Dios permanecer cuando este mundo se deshaga como humo, entonces l se entregar con todos sus bienes a la causa de Dios. El ejemplo de eso es Mara Magdalena. Luc.7:36-

La benevolencia abnegada y constante es el remedio de Dios para los pecados roedores del egosmo y de la codicia. Mand que se adquiera el hbito de dar, a fin de contrarrestar el peligroso y engaoso pecado de la codicia..HC. 335.

Dios se deleita en honrar la ofrenda del corazn que ama, dndole la mayor eficacia en su servicio. Si hemos dado nuestro corazn a Jess, le traeremos tambin nuestros donativos. Nuestro oro y plata, nuestras posesiones terrenales ms preciosas, nuestros dotes mentales y espirituales ms elevados, sern dedicados libremente a Aquel que nos am y se dio a s mismo por nosotros. DTN. 46.

CONCLUSSIN

El reino de los cielos tambin es semejante a alguien que negocia y busca buenas perlas; y cuando halla una perla de gran valor, vende todo lo que tiene, y la compra. S. Mat. 13:45 e 46.

Algn tiempo atrs, en las Filipinas, ocurri la muerte trgica de un joven pescador de perlas en una de las islas del sur. El joven filipino tena apenas 18 aos de edad. l estaba en el mar y, de alguna forma, una ostra gigante cerr la concha sobre uno de los pies del joven, que qued preso hasta ahogarse. Cuando el cuerpo de l y la ostra fuerom llevados para la superfcie, se descobri dentro de la concha la mayor perla ya encontrada. Indudablemente, fue vendida por un precio fabuloso, mas seu precio deberia haber sido calculado evolviendo ms que dinero. Cost la vida de un joven!

La perla de gran precio en nuestro texto representa a Cristo y Su reino. A fin de adquirirla, debemos entregar nuestra vida. Jess explic esa verdad as: " El que halla su vida, la perder; y el que pierde su vida por causa de m, la hallar..Mateo 10:39, Eso parece contradictorio, mas en realidad no lo es. Jess estaba usando "vida" en dos sentidos: (1) Esta vida terrena, con sus placeres, relacionamientos sociales y recompensas; y (2) la vida de felicidad por venir, que no tendr fin.

En otra ocasin, Jess declar: " Y mirndolos Jess, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de m y del evangelio, que no reciba cien veces ms ahora en este tiemp y en l siglo venidero la vida eterna. Mat. 19:29, Marcos, en su evangelio, ensea que aun en esta vida hay ventajas en renunciar a placeres, relaciones sociales y recompensas del mundo por amor a Cristo y Su reino - paz de espritu y nuevos y mejores amigos, por ejemplo. Mas la mayor recompensa ser vivir con Jess para siempre (ver S. Mar. 10:28 e 29).

Est dispuesto a renunciar a todo, incluso a esta vida terrena si es necesario, a cambio de la Perla de Gran Precio. Vale la pena!

Es fcil seguir a Jess queriendo apenas sus bendiciones, en la expectativa de que l va a solucionar todos los problemas. Seguirlo asi es seguirlo segn el otro evangelio, el evangelio de la prosperidad; y los que piensan as ciertamente tendrn que oir del Seor: Las zorras tienen guarida y las aves del cielo, tienen nido, mas el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza. Pagar el precio es lo que establece el Seor: Quien quiera venir em pos de mi, niguese a si mismo, tome su cruz y sgame. Amn.

ADORANDO A DIOS EN LA CATEDRAL DEL TIEMPO

INTRODUCCIN

Salmos 90:12

D. J. De Pree, uno de los primeros miembros del cuadro de Directores de RBC, que vivi casi hasta los 100 aos, durante muchos aos haba calculado su edad en das. Si le perguntasen: "Que edad tiene?" l responda inmediatamente con el nmero de dias. Ele basaba esta prctica en Salmos 90:12, "Ensanos de tal modo a contar nuestros das, que traigamos al corazn sabidura. Contar sus dias literalmente l recordaba lo rpido que pasaba el tiempo y la necesidad de vivir con los valores eternos en vista.

Para el creyente, lo que conviene recordar cada momento es que su vida es sumamente preciosa, y que debe ser un adorador cuidadoso en el uso de su tiempo. Pablo recomend a los efesios: Mirad, pues, con diligencia cmo andis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los das son malos. Efesios 5: 15,16.Un dia, atravesando el desierto, un viajante ingls vi un rabe pensativo al pie de una palmera. A poca distancia, descansaban sus camellos, pesadamente cargados. Eso demostraba que l era un comerciante de objetos de alto precio, que iba a vender joyas, perfumes y tapetes en alguna ciudad cerca de all. El ingls se aproxim del comerciante, saludndolo:

- Buen amigo, salud! Usted me parece muy preocupado. Puedo ayudarlo en algo?

- Estoy muy afligido, dijo el rabe con tristeza. Acabo de perder la ms preciosa de mis joyas!

- Mh.. - respondi el ingls - la prdida de una joya no debera ser gran cosa para quien, como usted, lleva sobre los camellos tan grandes riquezas. No ser difcil substituirla.

- Substituirla! Exclam el comerciante. Se nota que usted no sabe el valor de lo que perdi!

- Mas que joya era esa? Pregunt el viajante, curioso.

- Era una joya, le respondi el comerciante, como no se har otra. Estaba clavada en un pedazo de piedra de la vida, y haba sido hecha en la ourivesaria del tiempo. La adornaban veinticuatro brillantes, al deredor de los cuales se agrupaban sesenta menores. Ahora usted ve que tengo razn de decir que nadie va a hacer otra igual.

- Realmente, dijo el ingls, debe ser de gran precio. Mas usted no cree que sea posible adquirir con mucho dinero una semejante a esta?

- La joya perdida... respondi el rabe, quedando pensativo, la joya perdida es un da, y un da que se pierde no se recupera ms.

Se nos amonesta a redimir el tiempo. Pero el tiempo desperdiciado no puede recuperarse jams. No podemos hacer retroceder ni un solo momento. La nica manera en la cual podemos redimir nuestro tiempo es aprovechando lo ms posible el que nos queda, colaborando con Dios en su gran plan de redencin. PVGM.277.

I Cmo ve Dios el Tiempo.

1. El Valor del Tiempo.

La vida es demasiado corta para que se la disipe. No tenemos sino unos pocos das de gracia en, los cuales prepararnos para la eternidad..PVGM. 277.

2. No puede ser perdido egostamente.

No tenemos tiempo para perder, ni tiempo para dedicar a los placeres egostas, ni tiempo para entregarnos al pecado. Ahora hemos de formar caracteres para la vida futura e inmortal. Ahora hemos de prepararnos para el juicio investigador.... La fe por la cual vivo, 160..

3. Hoye es el tiempo oportuno para la salvacin. Heb. 3:7

En esta vida hemos de vestirnos con el manto de la justicia de Cristo. Esta es nuestra nica oportunidad de formar caracteres para el hogar que Cristo ha preparado para los que obedecen sus. PVGM, 259 II El Tiempo Pertenece a Dios.

Ya afirmamos antes, y repetimos ahora: nuestra vida pertenece a Dios. Puesto que la vida es el espacio de tiempo que va desde el nacimiento hasta la muerte, si nuestra vida pertenece a Dios, el tiempo tambin.

1. Primer smbolo de adoracin.

El primer smbolo de adoracin dejado por Dios fue el tiempo. Dios hizo provisin para periodos de tiempo dirios, semanales, mensuales, anuales y aun para generaciones, para el cumplimiento de la obligacin de culto en Israel. El sacrifcio diario, el descanso sabtico, los festejos de luna nueva, las fiestas anuales y el jubileo, fueron determinados por Dios. Esos tiempos determinados eran considerados centrales en el sistema de adoracin de la nacin israelita. Podemos hacer tal afirmacin en relacin al culto Cristiano, pues es un tipo de culto que se basa fuertemente en la estruturacin del tiempo para cumplir sus objetivos.

Porqu Dios dio, exactamente el tiempo, como primer smbolo de la adoracin? Porque el tiempo es bsico es universal, no puede ser cambiado por la geografa o cultura o aos. Tambin porque el hombre no podra tornarlo un fin, (un objeto de culto) mas apenas un meido para la adoracin. Y tambien porque eventos pasados, en los cuales Dios actu, nunca deberan ser olvidados.

2. Dios nos permite usar el tiempo para nuestro beneficio.

Dios en Su amor nos permite usar el tiempo para ganar nuestro sustento, para descansar, para divertirnos y todas las otras actividades de la vida. Estamos tan acostumbrados a usar de ese tiempo para provecho propio que, con facilidad, olvidamos que no es nuestro, y s un depsito sagrado.

3. Dios exige para S, un sptimo de ese tiempo.

Dios exige de nosotros un mnimo de ese tiempo, para Su servicio. Ese mnimo es el sptimo da de la semana. Guardar el sbado no es una eleccin. La persona que no guarda el sbado, est usando un tiempo que no le pertenece. Necesitamos tener una idea ms clara de la importancia y santidad del sbado. La transgresin del sbado en Israel, era siempre acompaada de otros pecados y prenunciaba un periodo de decadencia en la vida religiosa de la nacin.

No podemos olvidar que ese sptimo de tiempo separado para Dios es apenas el comienzo, es apenas lo mnimo. Debemos organizar nuestra vida de tal manera, que podamos dedicar a Dios lo mximo posible de nuestro tiempo. A las cosas espirituales todo el tiempo posible. A cosas materiales, puramente de la tierra apenas lo necesario. Usemos cada segundo disponible para adorar a Dios y glorificar Su nombre.

No tenemos el derecho de apropriarnos de aquello que no nos pertenece. Eso es verdad en relacin a Dios. El Seor es celoso con lo que le pertenece. El tiempo de que disponemos, nos fue dado por Dios. En Su bondad, l nos dio la mayor parte. Nos exige, por fuerza de la ley, apenas la sptima parte. No tenemos el derecho de usarla para nosotros.

Observe la manera enftica como Dios se refiere al sbado:

Santo sbado del SEOR. x.16:23; Is.59:13,14.

En verdad vosotros guardaris mis das de reposo. Ex.31:13El sbado pertenece al Seor y a l debe ser dedicado. Usado para Su adoracin.

El sbado, dia semanal de descanzo y adoracin, es un ejemplo fundamental del tiempo consagrado a Dios. Dios en Su sabidura nos dio el sbado para poder disfrutar de Su presencia, aun hoy, en estos dias de agitacin y relativismo religioso. Aunque las personas se refieran al sbado como una creacin singular del genio religioso hebreo y una de las contribuciones hebraicas ms valiosas para la humanidad, la Biblia simplemente atribuye la santidad del sptimo dia al triple acto de Dios de descanzar, bendecir y santificar.(Gn.2:1-3). Aqu est uno de los puntos principales de la adoracin a Dios por parte del hombre. El sptimo dia fue institudo por Dios, como un dia semanal especial y conmemorativo, para que nosotros los seres humanos lo adorsemos, a l, el Creador. Dios, y no los hebreos, fue el creador de la institucin del sptimo dia. El cuarto mandamiento impone rigidamente su observancia. (Ex.20:8-11). Siendo una parte integral del pacto, su observancia se torn una seal exigida de sumisin a Dios (Ex.31:13). En resumen, esta fiesta semanal fue instituda para recordarle al hombre, su responsabilidad de adorar a Dios en tiempos y lugares determinados.

4. El Sbado Ampla Nuestra Visin Sobre Dios.

As como se construyen telescopios para obtener una visin mejor de los astros, tambin, desde los principios de la civilizacin, los hombres vienen construyendo templos y dedicando un dia cierto al culto, con el fin de obtener una mejor visin de Dios y de los ideales ms elevados de la vida. Acurdate del da de reposo para santificarlo Dice Dios. El sbado es irrefutablemente la Catedral que Dios atesor en el tiempo para servir a todos Sus adoradores.

El primer dia del hombre aqui en la tierra fue dedicado a la adoracin y no al trabajo. Su semana tuvo inicio con el dia del Seor, cuando pudo cargar las bateras para las actividades de la semana. El hombre fue creado al final del sexto dia. El Seor escogi aquella hora para encontrarse diariamente con el hombre en el jardn. Dios estaba diciendo: hijo, tu dia comienza y termina conmigo. Tu ltimo recuerdo cada dia ser mi rostro; tu primera visin al dia siguiente, ser mi rostro.

El dia termina a la puesta de sol. La ltima puesta de sol en el Edn marc el alejamiento, la separacin del hombre con Dios. Que tristesa! No ser esta la razn por la cual la puesta de sol tiene sabor a nostalgia?

El sbado es una seal entre Dios y su pueblo. Es un da santo, dado por el creador para nosotros como un da durante el cual descansar y reflexionar sobre las cosas sagradas. Dios planific que fuese observado a lo largo del tiempo como acuerdo perpetuo. . MM 13/04/2002 pg.109.II CMO SANTIFICAR EL DIA SBADO. Lev 23:32

La adoracin es rendida por el hombre y recibida por Dios. La primera providencia que Dios tom visando la institucin de la adoracin, fue el establecimiento del sbado como dia de descanso. Dia en que debemos dejar nuestras actividades diarias y dedicarlo a Dios. El culto sabtico fue institudo por Dios con el propsito de restaurar el alma humana y derramar las bendiciones que vienen de la adoracin a Dios y de la comunin con l. Cmo adorar a Dios el sbado?

1. Adoramos a Dios yendo a la Iglesia.

La adoracin rendida a Dios en la iglesia, sbado a sbado, nos ofrece una excelente oportunidad para crecer espiritualmente. Algunos asisten apenas a la Escuela Sabtica, otros apenas al culto divino y creen que eso les basta. Este dia sin embargo no es nuestro, es de Dios (Ex 16:23; 31:13). Debemos aprovechar todas las oportunidades para estar en Su casa rindindole culto de loor.

En este da deben interesar especialmente a sus familias en la observancia del mismo, y congregarse en la casa de oracin con los pocos o con los muchos que asistan, segn sea el caso. Deben dedicar su tiempo y sus energas a los ejercicios espirituales, para que la influencia divina que descansa sobre el sbado los acompae durante la semana. De todos los das de la semana, ninguno es tan favorable para los pensamientos y sentimientos de devocin como el sbado. JT. Tomo I. Pg. 289.

Dios bendijo y santific el sptimo da porque haba descansado en l de toda su maravillosa obra de la creacin. El sbado fue hecho para el hombre, y Dios quiere que l aparte de s su trabajo en este da, as como l descans despus de trabajar seis das en la creacin. TS. Tomo 3 270.

El sbado fue hecho para el hombre, para beneficiarle al apartar su espritu de la labor secular a fin de que contemple la bondad y la gloria de Dios. Es necesario que el pueblo de Dios se rena para hablar de l, para intercambiar pensamientos e ideas acerca de las verdades contenidas en su Palabra, y dedicar una parte del tiempo a la oracin apropiada. JT. Tomo I. Pg. 277 2. Adoramos a Dios leyendo Su Palabra.

Debemos aprovechar los horrios de sbado en que no estamos en la iglesia para hacer una lectura meditativa de la palabra de Dios. Otros libros de edificacin espiritual pueden, ser ledos en las horas santas del sbado.

3. Adoramos a Dios Testificando de su Amor

El trabajo de evangelizacin y asistencia social de la iglesia deben tener nuestra cooperacin. El sbado es el dia ideal para promover el reino de Dios: En las escuelas sabticas filiales y de extensin, en las visitas a hospitales, orfanatos y asilos, encontraremos innmeras oportunidades de testificar de nuestro Salvador.

4. Adoramos a Dios descansando

Sin duda que este dia es tambin para el descanso, y debemos dedicarlo a la renovacin de nuestras fuerzas para una nueva semana de actividades. No olvidemos, sin embargo, que el mejor descanso es el cambio de actividades.

Nadie debe sentirse libre para pasar el tiempo santificado de una manera que no sea provechosa. Desagrada a Dios que los observadores del sbado duerman durante gran parte del sbado. JT. TI. Pg. 287. Debemos evitar, en la santificacin del sbado los extremos del legalismo y del liberalismo. Seamos sensatos en guardarlo de modo que agrade a Dios.

III Consejos Inspirados Sobre la Santificacin del Sbado.

1. Sbado Tiempo santo

No hay negocios humanos que deban ser considerados de suficiente importancia para hacerle a uno transgredir el cuarto precepto de Jehov. JT. Ti. Pg. 174

Dios es muy escrupuloso, y todos los que sientan que estn ahorrando un poco de tiempo, u obteniendo ventajas por usurpar un poco del tiempo del Seor, tarde o temprano sufrirn una prdida. El no los puede bendecir como le agradara hacerlo, porque su nombre es deshonrado por ellos, y sus preceptos menospreciados. La maldicin de Dios recae sobre ellos y perdern diez o veinte veces ms de lo que ganan.JT. Tomo I. Pg. 174-1752. Limites del Sbado Lev 23:32

Cualquier trabajo que sea descuidado hasta el comienzo del tiempo sagrado debe permanecer sin hacerse hasta que haya pasado el sbado. . JT. Tomo 2. Pg. 184.3. Conversacin durante el SbadoDebe velarse sobre las palabras y los pensamientos. Los que hablan de asuntos comerciales y hacen planes en sbado, son considerados por Dios como si se hubiesen dedicado realmente a efectuar los negocios. JT. Tomo 2. Pg. 185 Se infringe virtualmente el cuarto mandamiento al conversar de cosas mundanales o al dedicarse a una conversacin liviana y trivial. CN, 502Ha sido descuidado, y en el sbado ha participado con personas no consagradas en conversaciones con respecto a los temas comunes del da, como las ganancias y prdidas, los ganados, las cosechas y las provisiones. En esto, su ejemplo perjudica a su influencia. 4. Pensamiento en el Sbado

Dios requiere no slo que evitemos el trabajo fsico en sbado, sino que 502 disciplinemos nuestra mente para que se espacie en temas sagrados. CN 502Los que no son plenamente convertidos a la verdad permiten con frecuencia que sus mentes se espacien libremente en negocios mundanales Si la mente se espacia en asuntos mundanales, la lengua lo revelar; porque de la abundancia del corazn habla la boca. JT. Tomo I Pg. 288.5. Vestuario del Sbado

Todos los que se renen el sbado para adorar a Dios deberan, hasta donde sea posible, tener un traje pulcro que les siente bien y que sea agradable para llevar a la casa de culto. Es una deshonra para el sbado y para Dios y su casa, que los que profesan creer que el sbado es el da santo del Seor y digno de honra, lleven en ese da la misma ropa que han usado durante toda la semana mientras trabajaban en sus granjas, cuando pueden obtener otras. MS Tomo 2. Pg. 5406. Alimentacin durante el SbadoNo deberamos proporcionar para el sbado una mayor cantidad o variedad de alimentos que para los dems das. En lugar de ello, las comidas deberan ser ms sencillas, y se debera comer menos, para que la mente est clara y vigorosa a fin de comprender las cosas espirituales. MCP. 297Debe evitarse el cocinar en sbado; pero no por esto es necesario servir los alimentos fros. En tiempo fro debe calentarse la comida preparada la vspera. Aunque sencillas, las comidas deben ser apetitosas y agradables. Con particularidad en las familias donde hay nios, conviene que el sbado se sirva algo especial, algo que la familia no suela disfrutar cada da.. MC. 2377. Tiempo Propio Para Entregar a Dios los Bienes Materiales

Y qu tiempo ms apropiado podra elegirse para apartar el diezmo y presentar nuestras ofrendas a Dios? En el da de reposo pensamos en su bondad. Hemos contemplado su obra en la creacin como una evidencia de su poder en la redencin. Nuestros corazones estn llenos de agradecimiento por su gran amor. Y ahora, antes de que vuelva a comenzar el trfago de la semana, le devolvemos lo que es suyo, y con ello una ofrenda para manifestarle nuestra gratitud. En esta forma nuestra prctica constituir un sermn semanal que declara que Dios es el dueo de todos nuestros bienes, y que l nos ha hecho mayordomos suyos para que los empleemos para su gloria. Cada acto de reconocimiento de nuestra obligacin hacia Dios fortalecer el sentido del deber. La gratitud se profundiza cuando la expresamos y el gozo que proporciona es vida para el alma y el cuerpo. CSM 85CONCLUSIN

John Wesley, fundador del Metodismo, movimiento que domin Inglaterra en el siglo XVIII, escribi 371 obras. Viajaba, a cavallo, 8.000 quilmetros por ao. Predicaba anualmente 750 sermones, un promedio de dos por dia. Adems de eso mantena, fielmente, correspondencia con mucha gente. Cmo fue posible hacer todo eso? En instrucciones a sus auxiliares, l escribi: "Sed diligentes. Nunca os ocupeis en cosas triviales. No perdais tiempo. No gasteis en ningn lugar ms tiempo del absolutamente necesario. Sed puntuales. Haced todo exactamente en su propio tiempo". Hizo estas recomendaciones y las puso en prctica.

ADORANDO CON LOS TALENTOSINTRODUCCIN

Heb. 13:15

A travs de la historia de la adoracin cristiana, podemos observar un constante cambio en la forma y el arte de adorar. La adoracin cristiana primitiva, comenz de forma simple, esencialmente importada del culto judaico por los primeros convertidos. Esta fue refinada y adornada y, tanto fueron las formas, que el propsito original se torn obscuro o se perdi por completo. A esto le sigui la reforma purificadora que tenda a recomenzar el ciclo.

La leccin que queda es el hecho de que la adoracin no es, en su esencia, una condicin de talento artstico sino una condicin del corazn. Mas adoracin y talento no son excluyentes, ellas se complementam. La adoracin es una condicin del corazn y el talento es el corazn de la adoracin.

Si ya present mi cuerpo a Dios en adoracin, entonces debo usar ese cuerpo para glorificarlo. Debo dedicarle todos mis talentos y habilidades.

I Los Talentos Son Ddivas del Seor. ICor.12:8-11.

1. Que es un Talento?

Los talentos que Cristo confa a su iglesia representan especialmente las bendiciones y los dones impartidos por el Espritu Santo. PVGM. 2622. El criterio de Dios para su distribucin.

A cada hombre Dios lo ha dotado "conforme a su facultad". Los talentos no se distribuyen caprichosamente; el que tiene capacidad para usar cinco talentos, recibe cinco; el que no puede aprovechar sino dos, recibe dos; el que puede sabiamente usar slo uno, recibe uno. Nadie necesita lamentarse por no haber recibido dones mayores; pues Aquel que los a distribuido a todo hombre es honrado igualmente por el aprovechamiento de cada depsito, ora sea grande o pequeo. PVGM 2643. Cmo puede ser multiplicado?

Los talentos que se usan son talentos que se multiplican. El xito no es el resultado de la casualidad o del destino; es la operacin de la providencia de Dios, la recompensa de la fe y la discrecin, de la virtud y el esfuerzo perseverante. El Seor desea que usemos cada don que poseemos; y si lo hacemos, tendremos mayores dones para usar. El no nos capacita de una manera sobrenatural con las cualidades de que carecemos; pero mientras usamos lo que tenemos, l obrar con nosotros para aumentar y fortalecer toda facultad. En todo sacrificio ferviente y sincero que hagamos en el servicio del Maestro, nuestras facultades se acrecentarn. PVGM. El uso de los talentos que Dios nos dio, es una especie de sacrificio, que devolvemos a l en adoracin. En este punto, me gustaria resaltar el valor del loor y la oracin, que son dos grandes dones que Dios concede a todos Sus hijos, para que volvamos a l en adoracin.

II Adorando con Arte. Heb. 13:15

Clemente de Roma, uno de los padres de la iglesia, escribi en 96 d.C que el sacrificio de loor es digno de Jesucristo, el sumo sacerdote de nuestras ofrendas.

Este loor es el sacrifcio que debemos ofrecer a Dios. Alabemos, pues, con nuestros labios. Es eso que los ngeles estn haciendo ahora y lo que haremos por la eternidad.

1 - Dios acepta el loor de nuestros labios como si fuera un sacrifico muy caro.

a) Salmos 69:30,31

b) Salmos 107:22

c) Salmos 119:108

2 Dios acepta el loor que viene del fondo del corazn.

Algunas veces afirmamos que las palabras son sin valor, mas Dios, toma nuestras palabras muy en serio.

a) Seremos juzgados por toda palabra proferida por nuestros labios. Mat 12:36. Porque cada palabra proferida con los labios sali del corazn.

Es peligroso loar a Dios con los labios y tener el corazn distante de l. Mat 15:7-9. La palabra para esto es hipocresa.

3 Dios acepta un loor voluntario, no forzado.

Si mi loor es un sacrifcio espiritual aceptable delante del Seor, debe ser algo voluntario Col 3:16

a) Voluntario y Continuo

As que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de l, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

Bendecir a Jehov en todo tiempo; Su alabanza estar de continuo en mi boca. Sal 34:1La persona que no encuentra la felicidad en su propio crculo de Accin, difcilmente la encontrar en algn lugar distante. Un cristiano que no puede loar a Dios donde est o en cualquer momento, no va a adorarlo con entusiasmo en el servicio de adoracin en la iglesia. Nosotros no vamos a la iglesia para loar a Dios, llevamos con nosotros nuestro loor.

Creo que sacrifcio y el verdadero loor usualmente van juntos. Muchos de los salmos de David y de los grandes himnos de la iglesia nacieron de situaciones difciles. (Castillo Fuerte)

El loor verdadero es caro, es un sacrifcio. II Cor. 29:27.

En realidad el sacrificio y el canto van juntos, porque el verdadero loor es costoso.

Hay unanimidad en que la msica es un vital y esencial medio para adorar. El corazn que canta en una vida de loor, es el sello distintivo de la experiencia cristiana, pues demuestra que la comunidad de los creyentes ya se ha anticipado al ltimo da de la victoria final de Dios y se extiende la participacin de Su gloria, aunque aun no haya llegado el fin.

La biblia afirma que el Seor se une a la congregacin en cnticos de jbilo, Sal 3:17. Cuando la iglesia canta loores a Dios, l responde con cnticos tambin. Sal 22:22. El autor de los hebreos aplica ese verso a Jess. Heb 2:12.

La msica es uno de los mayores dones que Dios concede al hombre y constituye uno de los mayores elementos en un servicio de adoracin. Ella tiene poder para elevar o degradar; puede ser usada al servicio del bien o del mal.

Existen personas, iglesias, que adoran cantar, mas aun no aprendieron a adorar cantando. Gritan, saltan, rodan por el suelo. Cantan Rock, Reggae, samba y dicen: es para Jess.

Si una msica no exalta a Dios y no nos lleva a l, no debe tener lugar en el culto. No siempre adoramos cuando colocamos la msica en el corazn, mas adoramos siempre que colocamos el corazn en la msica.

III Adorando A travs de la Oracin Sal 141:2.

La oracin es parte del sacrificio de loor que ofrecemos a Dios por medio de Jess.

Suba mi oracin delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde. Sal 141:2

La referencia aqui es al altar de incienso que estaba delante de la cortina que divida el lugar Santo del Santsimo, en el Santuario terrestre. Cada maana y cada tarde los sacerdotes quemaban incienso sobre ese altar de oro, la nica ofrenda que se haca en ese altar. Segn Apocalipsis 5:8 y 8:3,4. el incienso simbolizaba las oraciones de los santos.

Haba dos altares en el tabernculo: el altar de bronce, a la entrada, donde se ofrecan los sacrificios, y el altar de oro delante del velo, donde se quemaba el incienso. El sacerdote no poda llegar al altar de oro sin haber pasado primero por el altar de bronce, el lugar donde se derramaba la sangre. Accedemos a la presencia de Dios gracias a la sangre de Jess. Heb 10:19

Despus que el sacerdote haca el sacrificio sobre el altar de bronce, deba lavarse en la bacija de bronce y entonces ofrecer incienso sobre el altar de oro. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al hurfano, amparad a la viuda. Is. 1:16,17En otras palabras, el verdadero adorador debe ir a Dios atravs de la sangre de Jess, con las manos limpias y el corazn puro. De otra manera, toda oracin y loor sern intiles.

El momento ms ntimo en la comunin entre el hombre y Dios, es el momento en que el adorador reconoce seus pecados y, arrepentido, los confiesa a Dios en oracin. Es en ese momento que l toca el borde de las vestiduras de Cristo y recibe en el alma el poder regenerador. En este momento los cielos se abren y el adorador entra al lugar Santsimo, a la presencia de Dios.

El hecho de Dios especificar el oro como material para la confeccin de este altar, y su localizacin junto al lugar Santsimo, enfatiza su importancia. Si la oracin es importante para Dios, entonces debera ser importante para nosotros tambin.

La oracin que viene de la verdadera adoracin a Jess tiene tres caractersticas fundamentales: En primer lugar, debe haber una renuncia total a la propia vida. MT 16: 24,25. La segunda caracterstica de la oracin que produce adoracin, es la rendicin total del corazn a Dios. Un corazn que no est dividido en su lealtad llega a ser un corazn devoto. Por ltimo, daremos gran loor a Dios con nuestros labios cuando le entreguemos el ntimo altar del corazn. Ese loor se traducir en adoracin.

El altar de la oracin es capaz de llevar a los hijos de Dios directamente al trono del Padre. La adoracin a Dios est tan cerca como est una oracin.

El sacerdote deba prepararse para quemar el incienso sobre el altar de oro: El incienso deba ser cuidadosamente preparado con cantidades iguales de substancias aromticas Ex. 30: 34-38. Y el fuego usado deba ser retirado del altar de bronce Lev. 16:12. Usar fuego extrao o utilizar el perfume del incienso para fines propios acarreara el juicios del Seor, sobre quien lo hiciese. Ex 30:38

Que sera fuego extrao hoy?

1. Puede ser cantar sin sentir lo que estamos cantando.

2. Cantar con el propsito de aparecer y no exaltar a Dios.

3. Repetir palabras sin sentido en una oracin.

4. Diezmar u ofrendar para ser visto.

Todo eso puede tornarse fuego extrao, trados al Seor.

El incienso preparado no serva si no tena fuego. Recuerde, nuestras oraciones no llegarn a Dios si no son conducidas por el fuego del Espritu Santo.

CONCLUSIN

El seor Michael Costa iba a dirigir un ensayo en el cual la orquestra tocaba acompaada por un gran coro. En medio de la sesin, con trompetas sonando, tambores retumbando, y violines cantando su rica meloda, quien tocaba la flauta pens: "Que diferencia voy a hacer yo? Puedo perfectamente no tocar. De cualquier manera nadie se va a dar cuenta." As l mantuvo el instrumento en su boca, sin tocar nada. Al instante, el maestro grit: "Paren! Paren! Dnde est la flauta?" El oido de la persona ms importante de todas sinti su falta. Acontece lo mismo con el uso de nuestras capacidades para el Seor. No importa si nuestro talento es grande o pequeo, la tarea no est completa hasta que hagamos nuestro mejor con lo que tenemos. Es posible que uno u otro no perciban nuestra actuacin, mas con certeza nuestro Dios percibir y nos recompensar.

ADORANDO CON LOS DIEZMOS

INTRODUCCIN

Proverbios 3:9, 10.

El pecado alter los planes de Dios para nuestro mundo. Si no fuera por el pecado la Biblia tendra apenas dos captulos: Gnesis 1 y 2; que describen el acto creador de Dios. Sera todo lo que usted y yo precisaramos conocer. De Gnesis 3 a Apocalipsis 22 encontramos la descripcin pormenorizada de la historia del pecado su origen, consequencias y solucin.

Si usted recibiera la tarea de escoger un versculo bblico, entre los 17 mil, para resumir todo el sentimento bblico Que versculo escogera? Creo que, como yo, usted escogera S. Juan 3:16. Lutero ya deca que este versculo es la Biblia en miniatura. Este verso contiene toda la informacin necesaria para nuestra salvacin.

Si furamos a resumir la biblia en dos palabras, quales seran? Gnesis 1 y 2 hablan de la creacin, Gnesis 3 a Apocalipsis 22 hablan de la redencin. Creacin y Redencin resumem perfectamente todo el sentimiento Bblico.

Resumiendo la Biblia en una palabra esa sin duda sera Adoracin. Fuimos creados, como ya vimos, para adorar a Dios. La entrada del pecado, roub de Dios la adoracin que le era debida. Fuimos redimidos para volver a adorarlo. Le adoramos con los bienes Diezmos, reconocindolo como creador, y ofrendas agradeciendole por la salvacin.

Los escritores del Antiguo Testamento percibieron los derechos de Dios sobre la vida del hombre a la luz de la creacin Diezmo. Los profetas del Nuevo Testamento enfocan la luz del Calvario Ofrendas.

I Dios Creador y Propietario.

1 Dios es el creador de todas las cosas.

Podemos dar gloria a Dios, porque no somos un aborto de la naturaleza, ni tan poco el resultado de millones de aos de evolucin. No somos primos del mono! Somos hijos de Dios. Fuimos creados por l y para l. Fuimos creados para adorarlo.

Satans ha procurado apagar de la memoria del hombre la nobleza de su origen Dios. El individuo que no sabe de donde vino, no sabe para donde va. El enemigo sabe que si apaga de la memoria del hombre su origen divina, el hombre vivir para satisfazer su propia voluntad, ya diabolicamente corrompida. No tendr un superior a quien reportarse, a quien prestar cuentas, a quien servir y adorar. Llevar as, una vida inconsecuente.

Desde el Edn Dios ha procurado inculcar en la mente del hombre la verdad: que fuimos creados por l.

2 El rbol del conocimiento del bien y del mal.

Para que Adn, Eva y sus descendientes jams se olvidaran de este hecho, l les dio una orden: Y mand Jehov Dios al hombre, diciendo: De todo rbol del huerto podrs comer; 17 mas del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers; porque el da que de l comieres, ciertamente morirs. Gen 2: 16,17.

El permiso divino dado a nuestros primeros padres de comer los frutos de todos los rboles del jardn, as como la prohibicin de comer del rbol del conocimiento del bien y del mal, nos habla de la soberana de Dios.

Cada vez que Adn y Eva estaban delante del rbol del conocimiento del bien y del mal, vena a la mente de ellos la orden de Dios y el recuerdo de que Dios era el creador y como Creador haba separado aquel rbol para l, apenas para l. Aquel era Su tributo como creador. Creador, a quien deban respeto, reverencia, obediencia y adoracin. El hecho de no comer del rbol del conocimiento del bien y del mal, era por si solo, un acto de obediencia y, por consiguiente, de adoracin, pues adoramos a Dios cada vez que le obedecemos.

El rbol del conocimiento del bien y del mal, fue la nica prueba de Dios para revelar si nuestros primeros padres, realmente daran a l el primer lugar en la vida y en el corazn.

El dia en que el matrimonio ednico comi de aquel fruto, rechaz la idea de Dios como el Creador, soberano, a quien deban obediencia. Estaban diciendo sabemos lo que es mejor para nosotros, sabemos lo que queremos y lo que queremos es bueno.

De ese momento en adelante el hombre dej de adorar a Dios, perdi su inocencia, se torn pecador y la muerte su suerte. Fue expulsado del Edn y privado de la convivencia directa con Dios.

II - Dezmo en lugar del rbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

Hoy, no tenemos ms el rbol del conocimiento del bien y del mal entre nosotros, para recordar que tenemos un creador, en su lugar, Dios estableci el sistema de diezmos.

1. Primero Dios

Honra a Jehov con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y sern llenos tus graneros