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Semanario del Nuevo MAS Año XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | $30 | Precio Solidario $100 Nuevo Movimiento al Socialismo. Chile 1362, Buenos Aires, Argentina | www.izquierdaweb.com

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Semanario del Nuevo MAS

Año XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | $30 | Precio Solidario $100 Nuevo Movimiento al Socialismo. Chile 1362, Buenos Aires, Argentina | www.izquierdaweb.com

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2 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 537 | 14/11/19

EDITORIAL

“El camino para derrotar al golpismo es la movilización”

Política Nacional

Manuela Castañeira: Que repitan la mismaidea o que hablen y citen al supuestopueblo, no hace menos evidente que

son un sector de la oposición al actual gobierno.Esta persona que se hace llamar a sí mismocomo “el macho Camacho”, se negó inclusive asentarse con propios candidatos de la oposiciónporque los consideraban blanditos, es decir queya estaba con todas estas intenciones golpistas.

Rosario Lufrano: Es el mismo señor que fue conuna biblia al Palacio de Gobierno.MC: Exactamente, es un personaje nefasto, delMedioevo. O sea, no respeta ningún derecho. Amí me parece terriblemente preocupante quehaya un golpe de Estado. Evo Morales por lamañana había dicho que llamaba de vuelta aelecciones, lo que esta señora decía recién en latele y le molestaba, era que no llamaba a ballo-tage, donde su oposición iba a ir dividida e ibana perder. Entonces no querían una eleccióndonde iban a perder, no querían una elección.Querían hacerse del poder.

RL: Eso se llama golpe de Estado, antidemocráti-co, fascista, como lo quieran llamar.MC: A mí me parece un error que Evo hayarenunciado. Porque esa renuncia lo que hacecon estos sectores más de derecha es envalento-narlos. Hay que resistirlos.

RL: Hay que ver, Manuela, qué nivel de amenazatenía Evo Morales.MC: Lo que pasa es que ahora está en juego todala sociedad, vos viste lo que son. Efectivamente,te dan miedo, no se andan con chiquitas. Sontipos que son asesinos, son xenófobos, sonresentidos, odian a la comunidad originaria,odian a los derechos sociales mayoritarios, notienen límite. Sin duda, es una posición difícil.Pero me permito decir, que alguien que fue pre-sidente durante más de una década, que renun-cie ante esos sectores de la derecha, deja másdesprotegida aún a esa sociedad. Y por eso, conrespeto pero con firmeza, digo que para mí esun error y que la manera de resistir de esos sec-

tores debería ser llamar a una movilización enla calle.

RL: Pensá que algunos habían prometido un bañode sangre, ¿no?MC: ¿Pero cómo enfrentás a eso? Porque noestán parando, ahora lo quieren meter preso aEvo, meten presa a las autoridades electorales,quieren salir a rapar mujeres porque son oposi-toras. ¿Cómo frenás a esos sectores? ¿Dándoleslugar? Hay que llamar a la sociedad a movilizarse.Ante el llamado de Evo Morales por la mañanade que iba a convocar a nuevas elecciones, hayque ver también los hechos concretos, no es mipercepción o mi deseo sobre lo que pasa enBolivia. Yo por ejemplo, soy crítica de EvoMorales, nosotros jamás lo apoyamos a EvoMorales. Pero el tema es que fue el presidenteelecto, y aunque guste o no guste, fue votadopor la mayoría de la sociedad con una diferen-cia de 10 puntos, y lo digo yo como crítica deEvo Morales. Y después, en el medio de eso, lla-mando a una nueva elección, ante la intromi-sión de la OEA, el cuestionamiento, las movili-zaciones, la derecha que salió a la calle nueva-mente en el oriente boliviano, las FuerzasArmadas intervienen y le dicen que tiene querenunciar, ¿quién votó a las Fuerzas Armadas?¿Quién eligió? ¿Por qué se dicen ellos que son elpueblo?

RL: Pero además le dicen que tiene que renunciar,renuncia, y además le dicen que tienen orden dedetenerlo.MC: Bueno, es gravísima la situación. Entonces,evidentemente estás ante un golpe de Estado, yel problema que hay con los golpes de Estado esque no tienen límite. Porque son sectores dederecha que están haciendo esto enserio.Entonces, si no tienen límite, ¿cómo los enfren-tás? Por ahí se enojan conmigo, pero si estamosviendo la gravedad de la situación, la gravedadde la respuesta, lamentablemente, porque no loelegimos. Acá la derecha tomó una iniciativaque es el golpe.

Manuela Castañeira en Crónica TV con Rosario Lufrano Roberto Sáenzy enviado especialdesde La Paz

“Aquí está moviéndose todo elpueblo alteño, se estádirigiendo hacia La Paz, porqueno podemos permitir de queuna racista asuma lapresidencia, y es más, esaseñora tiene odio a nuestrosímbolo, por eso todo el puebloalteño esta moviéndose unidosy conformando desde las bases,aquí no hay dirección deningún partido político,tampoco de las organizacionessociales, prácticamente elloshan abandonado, por eso ahoraestamos moviéndonos con estesentimiento”. (Parafraseo deuna declaración de un luchadorde El Alto luego del inmensoCabildo Abierto que rechazó ala golpista Áñez, miércoles14/11/19)

Bolivia vive a estashoras un golpe deEstado. Golpe de

Estado que se terminó deconsumar con el pedido derenuncia de Morales y Linerapor parte de las FuerzasArmadas y la defección deestos dos.

A estas horas el ex presi-dente y vicepresidenteestán ya asilados enMéxico. Sin embargo, enBolivia nada está cerrado.Se ha generado un vacíoinstitucional sólo llenadoparcialmente mediante laasunción completamenteilegítima y sin quórum de laderechista Jeanine Áñez.Las fuerzas armadas son elpoder real detrás de estafantochada de poder.

La idea es mantener lafachada institucional con unainterpretación forzada deque, en realidad, no hacenfalta 2/3 de la Asamblealegislativa para asumir; quealcanza con estar en la líneasucesoria.

Además, el nuevo gobier-no de facto tiene el incondi-cional apoyo de Almagro, dela OEA, y de Trump, ademásde 15 gobiernos entreguistasde la región, en primer lugarel semifascista Bolsonaro.

De cualquier manera,repetimos, y ante el desbordede la policía, el poder realestá en los militares.

Sin embargo, si entre lasclases medias urbanas se apoyael golpe (eso se ve incluso en LaPaz como informa nuestrocorresponsal ahí), entre los sec-tores trabajadores, originariosy campesinos crece la rebelióncontra el golpe –casi una revo-lución- con sede, en primerlugar, en la ciudad-comunaoriginaria y de trabajadoresde El Alto.

La situación es de dramá-tica polarización. Al lado delpoder estatal conviven enBolivia poderes paraestata-les sobre líneas casi transpa-rentes de clase y/o de opre-sión nacional que, desbor-dando la institucionalidadformal, han irrumpido conenorme fuerza y adelantanposibles elementos de gue-rra civil.

El “macho” Camacho,integrante de la fascistoideUnión Juvenil Cruceñista ydirigente del Comité Cívicode Santa Cruz, ha sido lacabeza visible del golpe fas-cistoide1. Entrando alPalacio del Quemado (la Casade Gobierno) con la Biblia enla mano y llamando a bajarlas Wiphalas originarias delos edificios públicos, desatóla reacción de la mayoríaoriginaria que aun confusa –entre algunos sectores- con elgobierno del MAS, no tienedudas sobre sus banderas yderechos.

Por su parte, la FeJuVe(Federación de JuntasVecinales de El Alto), laCSUTCB (ConfederaciónSindical Única deTrabajadores Campesinosde Bolivia), la COB (CentralObrera Boliviana) y otrasorganizaciones de masas,están comenzando a movi-lizar a sus bases; inclusoorganizaciones radicaliza-das campesinas como losPonchos Rojos se handeclarado dispuestos acombatir físicamente elgolpe (la consigna “Ahorasí, guerra civil” es de ellos,aunque hay que ver hastadónde la concretan).

No estamos frente a ungolpe de Estado nominal porasí decirlo, sino, eventual-mente, frente a uno más san-griento y fascistoide de losque hemos visto enLatinoamérica en los últi-mos años.

Sin embargo, hay que verlos desarrollos porque, demomento, parece convivircon una rebelión popular quecrece en los cuatro puntoscardinales del país.

Un golpe de Estado que sino mide sus pasos -aun apesar de la borrada deMorales y Linera- puededesatar una revolución. Tanprofundos son los sentimien-tos que animan a las masas.

Bolivia tiene enorme tra-dición de lucha. También esverdad que muchas veces lavoces más “radicalizadas” sonla expresión de necesidadesreivindicativas perentorias;satisfechas estas, se acaba la“revolución”…2

2 De ahí que detrás de las pala-bras y declaraciones altisonan-tes hay que buscar el estado deánimo real y los hechos concre-tos.

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Sin embargo, el carácterparaestatal de muchas de susorganizaciones (de los doslados) y la inmensa tradiciónde lucha de las masas (existeuna tradición comunal delucha colectiva, volveremosabajo con esto), sumada a lapolarización brutal de clase ynacional que existe en el país,hacen que a pesar de la ver-gonzosa defección deMorales y Linera, la situa-ción esté abierta.

Bolivia podría ser el paísdonde se traspongan los tabi-ques entre rebelión y revolu-ción como no lo hemos vistoen las últimas décadas. Y estoaún a pesar de los problemasde dirección y conciencia quesin embargo subsisten.

Problemas que harán valersu peso más y más conformese desarrollen los aconteci-mientos, pero que la propiaradicalización eventualpodría dar herramientas paraencararlos.

A continuación intentare-mos hacer un análisis de loseventos en curso.

Un golpe de Estado racista y xenófobo

Lo primero a señalar esque estamos ante un golpe deEstado racista y xenófobo quetiene bandas fascistoides aso-lando las calles de las ciudadescontra los originarios.

Esto, que para los lecto-res de este portal y periódicoes evidente, lo dejamos asen-tado para dedicarnos más alas características del golpemismo.

Un primer interrogante es,precisamente, el carácter delgolpe. Son las FuerzasArmadas las que determina-ron la caída de Morales yLinera; las que le “sugirieron”la renuncia; las que salieron alas calles al verse la policíadesbordada. Son, como yahemos señalado, el poderdetrás del poder.

Sin embargo, no lo asu-men en su nombre. La queasume –ilegítimamente- losatributos formales del poderes la presidenta golpista faná-tica autoproclamada Áñez,biblia en mano.

En este aspecto, el golpe separece a otros de este sigloXXI, en los cuales las fuerzasarmadas son las que inclinandecisivamente la balanza, perosin hacerse cargo del gobierno

y sin producir un baño de san-gre de la magnitud de los delsiglo pasado; al menos notodavía la de los golpes con-trarrevolucionarios de losaños 703.

El golpe y la rebeliónpopular contra el mismo con-viven en cierta forma comoocurrió en Honduras añosatrás. Y como está ocurriendoen estos momentos en Bolivia.

Sin embargo, como acaba-mos de señalar, hay que ver laevolución del golpe mismo; desu carácter. Esto en la medidaque si se rompen los diques decontención, si la rebelión quemadura por abajo desborda enlisa y llana revolución, ya esta-ríamos en otro escenario: ungolpe clásico, eventualmentesangriento para detenerla y/ouna revolución no menos clá-sica (aunque carezca, de todosmodos, de algunos atributossubjetivos de toda revolución).

Todo esto habrá que verlo,en definitiva, en la experienciano sólo de Bolivia, sino en laevolución de la “primavera delos explotados y oprimidos”que madura en todo el mundoy que parece estar escalandoen su radicalidad4.

El segundo rasgo del golpede Estado que le da sus atribu-tos xenófobos fascistoides –un elemento nuevo entre losgolpes de Estado de este siglo-es su carácter revanchista enrelación a la población origi-naria, que es la abrumadora

mayoría del país y que se sin-tió expresada en la presidenciade Evo Morales.

La nueva “presidenta” gol-pista autoproclamada Áñez,así como el “macho”Camacho y la acción de sacarlas Wiphalas de las institu-ciones públicas5, cuestionanel “Estado plurinacional”:buscan el restablecimiento dela República Boliviana comoEstado de opresión sobre lasmayorías originarias, verda-dera continuidad del Estadocolonial6.

Así las cosas, y comoescribimos 20 años atrás, elEstado boliviano no es sola-mente un Estado capitalistacomo cualquier otro –capita-lista semicolonial, claro está-sino que, además, es unEstado opresor de la mayo-ría originaria por parte deuna minoría blanca privile-giada que destila odio declase y nacional sobre lapoblación explotada y opri-mida mayormente indígenay trabajadora7.

Que esto se exprese demanera tan visible, queCamacho entre al Palacio delQuemado (presidencia) conla biblia en la mano, que laponga sobre la Wiphala, quelas wiphalas sean sacadas delos edificios públicos, que,más grave aún, se apalee apersonas con pinta de origi-narios, ya le da a los aconte-cimientos el carácter de ungolpe semifascista xenófo-bo de opresión nacional.

Tercero, el problema delas banderas democráticas yel rol entreguista de la OEA.

La Organización de EstadosAmericanos dirigida porAlmagro es una agencia delgobierno de Trump, del Bigstick en la región8.

La capitulación deMorales y Linera, su adscrip-ción a la legalidad –nacionale internacional- a como dé,comenzó cuando se llamó ala OEA para que auditara laelección (fue como llamar allobo a cuidar las ovejas9).

El gobierno del MAS des-conoció el referéndum del 21de Febrero del 2016 llamadopor él mismo. Lo perdió poralgo en torno al 51% contrael 48%. Morales no podíavolver a ser candidato a pre-sidente por cuarta vez.

Desconociendo esto, unaño después, el SupremoTribunal Electoral lo autorizóa presentarse nuevamente…

De esta manera, se leentregó a la reacción lasbanderas democráticas;amplios sectores de las cla-ses medias urbanas a priorino necesariamente racistasempezaron a girar a laderecha. El gobiernoquedó en minoría en loscentros urbanos.

Sin embargo, esto noquiere decir que haya habi-do necesariamente fraude

en la elección. La propiaOEA habla en su informede “irregularidades” o“graves irregularidades”,pero no de fraude.

La diferencia electorales de 10 puntos, con susmás o sus menos. Es impo-sible hacer fraude con unadiferencia así más allá que,es verdad, cada centésimovalía en esta elección. Yesto es independientemen-

te de que el MAS debierahaber buscado un recam-bio a Morales10.

Por otra parte, aunquehayan metido un poco lamano en las urnas aquí o allá –algo quizás hubo porque de noser así no se hubiera parado elescrutinio durante 24 hs, aun-que atención que esto se pusode moda también en variospaíses incluida la Argentina-es indiscutible que Morales yLinera tuvieron una amplí-sima diferencia a su favor.

Que su votación fue la másbaja desde que asumieron elgobierno, sin duda alguna, yhabla de los límites capitalis-tas de su gestión11. Pero esono quiere decir que fueran ungobierno que no contaran conun amplio apoyo social (másallá del “natural” desgaste deuna larga gestión sobre la basede las instituciones burguesas,como ya señalamos).

Los que asumen el gobier-no de facto son los que estánen minoría. Se representan aellos mismos y nada más: unaminoría blanca y privilegia-da, golpista, xenófoba, semi-fascista, que está de espaldasa la Bolivia plebeya, trabaja-dora, originaria, obrero ycampesina.

Una traición vergonzosa

El tercer elemento del aná-lisis es la traición de Morales yLinera cuando estaban llama-dos a encabezar la resistencia.No solamente son el presiden-te y vice elegidos, sino queson, en gran media, dirigentesde amplios sectores de masas.

Su defección está siendoacompañada por la de todoslos dirigentes masistas queestán viendo cómo huyen des-

* Agitación de los PonchosRojos, grupo radicalizado histó-rico del campesinado boliviano.1 La Unión Juvenil Cruceñista esuna organización semifascistaque proviene históricamente dela Falange Socialista Boliviana delos años 30, con rasgos abierta-mente fascistas. El ComitéCívico de Santa Cruz es la orga-nización urbana ciudadana dedicha ciudad de composición declases medias privilegiadas blan-cas xenófobas.

3 En esto hay una cierta cuestiónde proporciones: todavía no hayrevoluciones hechas y derechas,los golpes no terminan de ser tancontrarrevolucionarios. De todosmodos, atención: quizás estemosal borde de la transformación eneste sentido en la medida que lasrebeliones desborden los diquesde contención que aún subsisteny se transformen en lisas y lla-nas revoluciones, lo que podríaestar ocurriendo ya bajo nuestrosojos.4 Ver a este respecto “Una pri-mavera de los explotados y opri-midos”, el ManifiestoInternacional de nuestra corrien-te frente al giro que han tomadolos acontecimientos mundiales.

5 La Whipala es una bandera de7 colores repartidos en 49 cua-drados representativas de lospueblos andinos de origen ayma-rá. 6 El cuestionamiento al carácterplurinacional del Estado decreta-do por la AsambleaConstituyente de diez años atrásy que supone conquistas demo-cráticas y simbólicas muy senti-das (claro que sin cuestionar elcarácter capitalista del país). 7 “Crítica del romanticismo anti-capitalista”, izquierdaweb.

8 La doctrina del Big sitck fueenunciada por gobierno deTheodoro Roosevelt a comienzosdel siglo XX y significaba totalimpunidad de Estados Unidospara intervenir militarmente enAmérica Latina. 9 Era imposible que Morales yLinera desconocieran que laOEA viene siendo una agencia delos escuálidos bajo la gestión deAlmagro.

10 Aquí caben dos consideracio-nes: primero, saber que la leyelectoral boliviana exige unadiferencia de 10 puntos entre elprimero y el segundo para ir abalotaje no importa cual sea elresultado relativo de las listasmás votadas. Segundo, que en lamedida que se trata de gobiernosreformistas basados en la demo-cracia burguesa, burlar antide-mocráticamente sus criterios,por la derecha, es entregar ban-deras democráticas legítimas, lascuales puede usufructuar la dere-cha. Otra cosa muy distinta escuestionar la democracia bur-guesa por la izquierda. Pero esoMorales y Linera ni sueñan conhacerlo: son cretinos de la insti-tucionalidad en ese aspecto.Volveremos. 11 Perdón por la cantidad decitas al pie, pero hay que explicarmuchas cosas. El gobierno delMAS no dejó de tener rasgosbonapartistas por así decirlo, esdecir, de gestión y escamoteo deciertos asuntos desde arriba,desde el aparato estatal y de nin-guna manera un ejemplo de“democracia socialista”…Ocurren que son gobiernosburocráticos –tipo el chavismo,por ejemplo- y no expresióndirecta del poder de los de abajo.

Año XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | | 3Socialismo o Barbarie

“AHORA SÍ, GUERRA CIVIL”*

Bolivia: El día después del golpe de Estado racista

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Editorial

pavoridos del país mientras las masaspopulares reaccionan heroicamente ysalen a las calles.

¿Cómo se explica semejante capitula-ción ante el primer empuje serio de lareacción? La única explicación es la deun apego cretino a la institucionalidad.

Trotsky decía que el reformismoera una formación política cuyo medioambiente “natural” eran las institucio-nes de la democracia burguesa: nacíany morían con ellas.

En el caso boliviano esto es máscomplejo, porque al lado de las institu-ciones formales, al lado de la “estatali-dad” están, como ya hemos dicho, lasinstituciones o parainstituciones de losmovimientos sociales: la tradición sin-dical minera, las comunidades urbanasy campesinas, la tradición comunal“trasplantada” a grandes urbes como ElAlto, etcétera12.

El propio Evo Morales surgió desdeel sindicato cocalero del Chapare,Cochabamba, región a la que fue arefugiarse por unas horas luego de surenuncia.

Sin embargo, pasar a la oposición,llamar a la resistencia, apoyarse en lasinstituciones alternativas al Estado for-mal, hubiera sido ya un paso revolucio-nario: apostar a la puesta en pie deotra institucionalidad.

Una dinámica de polarización revo-lución-contrarrevolución. Una “puer-ta” que no estuvieron dispuestos a tras-pasar, entre otras cosas, porque entra-ña ya el peligro de ser desbordados porlas bases (una dinámica similar a la deLula cuando el año pasado se entregó ala justicia). De ahí su capitulación.

Además, estas direcciones son“orgánicamente reivindicativas” porasí decirlo; orgánicamente reformis-tas. Buscan convivir con el Estadoexistente más que abolirlo y erigir unEstado lisa y llanamente de los explota-dos y oprimidos.

El trasfondo económico-social deesto es, además, su defensa de la pro-piedad privada. El masismo no cues-tiona la propiedad privada. Su basesocial es pequeño propietaria.Cuestiona, en todo caso, cierto “mono-polio” de la propiedad por algunos sec-tores de las trasnacionales (¡con las que,de todos modos, hizo grandes negociosbajo su gestión!).

Buscó convivir con las transnacio-nales; repartir la renta de las materiasprimas. Estatizó el gas en boca de pozosin expropiar la industria gasíferacomo tal.

Sin embargo, no tiene ningún cues-tionamiento principista de la propie-dad privada. Y el principal teórico delgobierno, el propio Álvaro GarcíaLinera, siempre ha defendido a lapequeña propiedad como “camino delargo plazo para el socialismo”…

Un “camino al socialismo” quecuenta con “50 o 100 años de desarro-llo de esa pequeña propiedad antes de

pensar en cualquier otra cosa”. Por lo demás, son también dirigen-

tes burocráticos. Y los dirigentes buro-cráticos, repetimos, tienen temorsiempre a ser desbordados por lasbases. Y el mejor escenario para dichodesborde es cuando se pone en marchauna revolución.

Así las cosas, quedan atados de piesy manos ante la reacción. Porque,paradójicamente, tienen en comúncon ella, su rechazo a que las masasexplotadas entren en una dinámicarevolucionaria.

Por eso su lugar natural, aunqueparezca extraño, son las instituciones.Ahí están como bajo resguardo, en elfalso juego súper-estructural de oficia-lismo y oposición; en el “show de lapolítica”.

Lo de Morales no debería sorpren-der porque vuelve a repetir su compor-tamiento –casi- 20 años atrás cuandodurante el Octubre boliviano (2003),estaba refugiado en Suiza.

Como Perón en el 55 y Allende enel 73, Morales y Linera dejaron a lasmasas merced a la reacción. Su justi-ficación ha sido “evitar un baño desangre”…

Pero su excusa es doblemente cíni-ca, porque cuando se le deja el campolibre a la extrema derecha ésta se ponepeor, más agresiva. No hay apacigua-miento que valga con los fascistas,como se demostró palmariamente en elcaso clásico de los años 1930.

Una traición vergonzosa cubiertapor todo el reformismo mundial –como los medios “progres” en laArgentina- que las corrientes revolu-cionarias no podemos dejar pasarimpunemente13.

Formas embrionarias de “poder dual”

Lo que se tiene a estas horas no es,entonces, una derrota, sino una diná-mica de polarización eventualmenteextrema con elementos de guerracivil larvada. Un sector que emergey desborda por abajo a los dirigentesborrados y con miedo y se planta endefensa del Estado plurinacional, laWiphala, contra el gobierno de factoxenófobo, etcétera.

Cuando los Ponchos Rojos desfi-laron bajo la consigna “ahora sí, gue-rra civil”, no estaban haciendo unmero show, aunque quizás haya enellos alguna “exageración” entre laspalabras y los hechos, algo común enBolivia.

Los elementos de guerra civilestán inscritos en el choque entre dospotencias sociales: la fracción golpis-ta encabezada por Camacho y Áñez ala cabeza de una coalición de la bur-guesía y las clases medias y regionesmás racistas con cierta dominaciónen las ciudades capitales y las masasalteñas originarias, trabajadoras ycampesinas, a la cabeza de todos losexplotados y oprimidos del país.

En el “medio”, como haciendo un“arbitraje”, están las FuerzasArmadas como cuidando que las

cosas no se salgan del todo de madre.Un raro arbitraje, porque son ellos,en definitiva, los que como hemosdicho, tienen a estas horas el poderreal con las armas en mano (los sec-tores populares sólo tienen piedras,palos y dinamitas).

La República boliviana, que repre-senta a la primera fracción, siguesiendo una república racista y opre-sora heredera de la colonia. Esto seve, como hemos dicho, en como lossímbolos patrios y la religión católicaestá “sobreimpresa” a la cultura ori-ginaria14.

Cuando Áñez agita la biblia está rei-vindicando los atributos de la repúblicaopresora sobre la mayoría originaria;desconociendo el Estado plurinacionalconsagrado en la nueva ConstituciónPolítica del Estado sancionada 10 añosatrás (Estado plurinacional que, así ytodo, es un Estado burgués en el cualconviven algunas instituciones comu-nales reconocidas institucionalmente ylas instituciones formales del Estado detipo “occidental”).

Pero, además, están las secularestradiciones de lucha de la clase obre-ra boliviana, tradiciones de organiza-ción que de los mineros pasaron alcampesinado (en oportunidad de laformación de la CSTCB en los años70), las formidables organizacionesterritoriales urbanas como la FeJuVede El Alto, etcétera.

Es decir: el sentido de clase, laconciencia de clase, están a flor depiel y se “sobreimprimen” al proble-ma originario (se combinan): elobrero y campesino es, a la vez, eloriginario.

En la realidad actual de Boliviaconvergen dos fenómenos sociales detrabajadores de gran importancia.Producto de la continua urbaniza-ción del país, ha irrumpido el fenó-meno de El Alto como una ciudad-comuna de ‘productores’ constituidapor trabajadores y originarios decarácter urbano. Comuna urbanaque está hoy a la vanguardia de lalucha contra el golpe (“Crítica alromanticismo ‘anticapitalista’”15).

Y, junto con esto, la constitución deun nuevo proletariado surgido de lareestructuración de la minería y denuevos sectores fabriles o industrialesque de momento, eventualmente, vienede más atrás (no lo sabemos).

Son “ellos o nosotros”. Y esto es loque le da –embrionariamente- elemen-tos de guerra civil a los desarrollos; devida o muerte.

Claro que estos elementos revolu-cionarios –por así decirlo- convivencon los reivindicativos; con la “aco-modación reivindicativa” tambiéncaracterística de Bolivia por las tanduras condiciones de existencia y lastradiciones revolucionarias del 52:las palabras revolucionariasmuchas veces esconden una prácti-

ca crudamente reivindicativa16. Pero cuando las cosas se extreman

como en estos momentos de golpe deEstado y rebelión popular, las cosaspueden adquirir otro cariz.

Y uno de los países donde podríantraspasarse los límites entre rebe-lión y revolución es, precisamente,Bolivia. Esto debido a las inmensastradiciones de lucha y organizaciónque anidan en sus masas populares.

Las “tragedias de Bolivia son sumejor gloria”, decía el reconocidosociólogo boliviano ZavaletaMercado. Y es así. Porque junto conser Bolivia un pequeño país, tieneuna enorme tradición de lucha demasas; una suerte de “poder dual”entre las instituciones formales delEstado conviviendo con las formasorganizativas de las masas que son su“pan de cada día”.

Esta “doble institucionalidad” con-vive en lo cotidiano. Pero en determi-nados momentos críticos, como ahora,puede entrar en colisión.

Vacío de poder y doble poder sonpalabras que en las últimas décadasestuvieron ausentes. Pero en Boliviacobran una corporeidad pasmosaque, quizás, para llegar a su remate,necesitaría de varios grados de des-arrollo de su subjetividad, amén de lafalta de partido revolucionario, peroque no por ello dejan de expresarseaun en embrión.

La máxima dirección masistadefeccionó sin disparar un tiro; serajó a México… Pero la dinámica delas cosas tiene cierta objetividad y severá hasta dónde llega.

Hay un golpe de Estado racistaxenófobo ultra-capitalista en curso.Pero debido a las tradiciones de luchade los explotados y oprimidos, quiénpuede decir hasta dónde llegarán losenfrentamientos.

Podría estar preparándose unaguerra civil hecha y derecha. La tareade los socialistas revolucionarios esponerse a disposición para derrotarel golpismo y ver por dónde abrir lasvías para construir un núcleo revolu-cionario haciendo una experienciamilitante en el terreno.

12 La tradición comunal y las costumbresasociativas provienen del ancestral trabajocooperativo de la tierra y/o, más segura-mente, del trabajo de la tierra bajo parcelasindividuales o asimismo en propiedad pri-vada, pero con algunas prácticas quesiguen siendo comunitarias; también de lasinstituciones colectivas de las comunida-des que imparte, por ejemplo, justiciacomunitaria y del traslado de todo esto alas formas de lucha colectivas.

13 Estuvo valiente nuestra compañeraManuela Castañeira, cuando apareciendoen los medios el domingo pasado, sobre elfilo de los acontecimientos y sin ningúnsectarismo no dejó de marcar, sin embar-go, el desastre de la renuncia de Moralesy Linera.

14 En la ciudad de Cuzco, en Perú, sepuede ver cómo las iglesias están construi-das directamente sobre las ruinas de laanterior construcción incaica: la primeramitad de sus muros son originarios, lasegunda coloniales. 15 Recomendamos leer este texto de nues-tra autoría, que si bien data de 15 añosatrás, tiene completa actualidad para apre-ciar la dinámica de clases de la lucha anti-golpista en curso.

16 Como digresión, señalamos que noshemos referido demasiado en esta nota a lainmensa revolución obrera de 1952, una delas revoluciones obreras más importantesen Latinoamérica y el mundo del siglo pasa-do. Una revolución encabezada por el jovenproletariado minero que en esa época esta-ba integrado por 50.000 mineros concen-trados en grandes lugares de trabajo y cuyoprograma revolucionario había sido redac-tado en colaboración con el trotskismoboliviano: las Tesis de Pulacayo. La revolución será traicionada por el diri-gente histórico de la COB, Juan LechínOquendo, y expropiada de manera burgue-sa por el gobierno del MovimientoNacionalista Revolucionario (MNR) enca-bezado por Víctor Paz Estensoro, quereconstruyó el ejército burgués diezmadoen el 52. En los años 80 se le quebró el espi-nazo al proletariado minero con el cierremasivo de la minería estatal. De cualquier manera, las tradiciones revo-lucionarias mineras y del 52 se irradiaronposteriormente a todos los explotados yoprimidos del país y se combinaron con lastradiciones comunitarias originarias, lle-gando de esta manera hasta el día de hoy.

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Partido

Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | | 5

En el MundoBolivia

Recordando con iraRoberto Ramírez

Este título de una gran obrade teatro de mediados delsiglo pasado —

“Recordando con Ira” (Look Back inAnger)—, se me vino a la memo-ria con motivo del golpe deEstado en curso en Bolivia…

Es que pensando en esosrecientes acontecimientos deBolivia, recordé los golpes mili-tares de septiembre de 1955,que derrocó en Argentina algobierno de Perón, y al de 1973en Chile, que acabó con el man-dato y también con la vida delpresidente Salvador Allende… yde miles de chilenos.

Más allá de que no comparti-mos las ideologías y programaspolíticos de los presidentesderrocados, ambos golpes, elargentino de 1955 y el chileno de1973, marcaron sendos triunfosreaccionarios, que los trabaja-dores y sectores populares ter-minaron pagando muy caro.

Recordemos que en Chile,todavía hoy, la herencia dePinochet, corporizada en elgobierno del represor asesinoPiñera, le está costando a lajuventud y a los trabajadores unaalta cuota de sangre, sufrimientosy privaciones para terminar dederribarla. Recordemos tambiénque en Argentina, los golpistas de1955 inauguraron una época casiininterrumpida de dictadurasmilitares, que con Videla culmi-naría en el genocidio de la dicta-dura de “el Proceso”.

En ese contexto, es de pri-mordial importancia compren-

der un “error” generalizado deeste tipo de gobiernos como losiniciales de Perón o el deAllende, y que ha vuelto ahora apresentarse en la crisis y caídade Evo Morales. Veamos estomás de cerca.

Esos gobiernos, en mayor omenor medida, otorgan conce-siones o conquistas a sectorestrabajadores y/o populares. Seapoyan en ellos para llegar alpoder y mantenerse allí. Pero, almismo tiempo, con eso se gananel odio de la mayor parte de laburguesía y también de sectoresde clase media.

Sin embargo, para enfrentareso, estos gobiernos –desdePerón a Evo Morales– no impul-san la organización y moviliza-ción de los trabajadores y secto-res populares para derrotar a laburguesía. Tratan de hacer unjuego de equilibrios. Por un lado,intentan satisfacer en ciertamedida los reclamos de las masas.Por el otro, intentan igualmentecontentar a la burguesía. Esteesquema, sobre todo en nuestrospaíses del Sur, suele ser frágil einestable.

Ahora, tanto por la situacióneconómica como por el debilita-miento político de Evo Morales,la heterogénea burguesía bolivia-na decidió que era hora de sacár-selo de encima. Es decir, jugarsea liquidarlo mediante un golpe deEstado, como se hacía en los bue-nos tiempos…

La historia se repite

Así, relativamente, la historiase repite. Pero se repite no sólo

en la política golpista de la mayo-ría de la burguesía boliviana, sinotambién en la incapacidad o, másbien, en la escasa voluntad delgobierno de Evo de aplastar eseintento mediante la moviliza-ción y armamento de los traba-jadores y sectores originarios,campesinos y populares.

¡Desde siempre, toda, abso-lutamente toda la política deEvo ha sido la de confiar en elaparato militar y policial parahacer frente a cualquier amena-za! Por eso, cuando militares ypolicías le dieron la espalda, seacabó Evo Morales! Sólo lerestó exiliarse a México.

En ningún momento Evoapeló a las masas trabajadoras yoriginarias de las ciudades y elcampo para movilizarse nimucho menos armarse. Y eso, apesar de la histórica tradiciónde Bolivia en materia de formarmilicias.

A pesar de eso, después queEvo anunció su fuga, las masas deoriginarios de El Alto, por supropia cuenta, bajaron masiva-mente a La Paz, repudiando la olaracista de quema de Wiphalas(bandera de los pueblos origina-rios). ¡Pero Evo no convocó sumovilización en ningún momen-to previo! ¡Tampoco intentóorganizarlos para la lucha, nimenos aún armarlos!

Al inicio de este artículo,recordaba que los golpes militaresen Argentina en 1955 contraPerón y en Chile de 1973 contraSalvador Allende, marcaron sen-dos triunfos reaccionarios, que lostrabajadores y sectores popularesterminaron pagando muy caro.

Pero hay que recordar que, enambos casos, sucedió algo parecidoa lo de ahora en Bolivia. Militaresy policías terminarían pasándose albando golpista, sin que desde ladirección de los “gobiernos popula-res” hubiese la menor previsiónpara enfrentar eso.

En el caso del peronismo,mucho antes del golpe “gorila” deseptiembre de 1955, se veníahablando intermitentemente de“milicias obreras” de la CGT.Incluso ese año, poco antes delgolpe, el secretario general de laCGT, Hugo Di Pietro, convocó aorganizar “reservas voluntariasde obreros para defender lasconquistas sociales”. Estas posi-bles milicias obreras dieronmucho que hablar en su momen-to. Pero no fueron más que unfantasma, no se dio el menorpaso práctico para organizarlas.Según algunas fuentes, Perón seoponía. Otras fuentes atribuyena Evita una iniciativa anteriorpara comprar armas en el exte-rior. Pero su enfermedad y muer-te paró todo.

Lo indudable es que gracias aque no se tomó ninguna medidaefectiva para concretar las publi-citadas “milicias de la CGT”, elgolpe de Estado de 1955 se con-sumó con relativa facilidad.Aunque en Rosario y otras ciuda-des muchos trabajadores salierona la calle contra el golpe, no habíaarmas, ni milicias, ni menosdirección y planes para combatir.

Aún más trágico fue lo deChile. La mañana del 11 de sep-tiembre de 1973, el presidenteSalvador Allende es avisado delcomienzo de una sublevación

militar. ¿Cuál fue su primera reac-ción? Tomar el teléfono y llamaral general de su máxima con-fianza, para hacer frente a eso.

¿Pero quién era el general enque Allende confiaba que pararíael golpe? Se llamaba AugustoPinochet Ugarte, que sería el jefey organizador del golpe, y dicta-dor sanguinario de Chile.

Habría mucho para seguircontando los despistes y desas-tres de este tipo de gobiernos“progresistas”, sobre todo cuan-do las luchas políticas y de clasellegan al nivel de enfrenta-mientos serios.

Terminamos recordando unode sus ejemplos más trágicos: elde los marinos chilenos deValparaíso.

Poco antes del 11 de septiem-bre de 1973, marinos de la flotaestacionada en el puerto deValparaíso se enteran que la ofi-cialidad está participando en lapreparación de un golpe deEstado. La noticia corre en lasnaves y el puerto, y un grupo deesos marinos y suboficiales deci-de organizarse para oponerse.También, denuncian esta conspi-ración al gobierno de Allende.

¿Qué respuesta reciben? ¡Elgobierno de Allende los metepresos!... No a los oficiales gol-pistas, por supuesto, sino a losmarineros y suboficiales que losdenuncian… Y es lógico… Si elgobierno del PS y el PCCh teníaplena confianza en Pinochet,¿cómo iba dar crédito a unospobres diablos?

La comedia de enredos deEvo, lamentablemente se parecebastante a todo eso.

Como cierre de un rico año militante, enel cual el Nuevo MAS Santa Fe se hapresentado por primera vez a eleccio-

nes nacionales participando en las PASO 2019,la regional Rosario se apresta para inaugurarsu nuevo local partidario, el Centro PolíticoCultural “Rosa Luxemburgo”. Dicho espacio,ubicado en las inmediaciones de la CiudadUniversitaria de la UNR (conocida popular-mente como “La Siberia”) será inaugurado elpróximo sábado 16 de noviembre a partir las18hs. Contaremos con palabras de EduardoMulhall, reconocido militante metalúrgico ydelegado fabril de importante actuación en lazona, y pre-candidato a vicepresidente en lafórmula que encabezó junto a nuestra compa-ñera Manuela Castañeira. Habrá intervencio-nes de compañeros referentes del Nuevo MASde Rosario, Las Rojas y la juventud partidaria.Recibiremos también el aporte de intervencio-nes artísticas y musicales de compañeros yamigos de la regional, así como la visita dequeridos compañeros que representan partede nuestra tradición y experiencia militante

desde el PST, la resistencia a la Dictadura y elretorno democrático.

Queremos compartir con todos la alegríade este paso en la construcción de un Partidoque siga poniéndose al servicio de les luchado-res, en el contexto de la nueva “primavera delas luchas” y la oleada de rebeliones en todo elmundo, como lo estamos viendo en Chile,Ecuador, etc. Un partido que trabaje por unasalida estratégica para el conjunto de los traba-jadores, las mujeres y la juventud frente a labarbarie capitalista cotidiana y al tibio refor-mismo de los partidos patronales que propo-nen “la miseria de lo posible”.

Desde ya invitamos a todos a compartireste acto de inauguración, y a acercarse enlo sucesivo al Centro político-cultural“Rosa Luxemburgo” para participar de lascharlas, talleres y de toda la agenda políti-co-cultural que estamos armando para lospróximos meses.

Nuevo MAS Rosario

Rosario

Inauguración del centro político y cultural “Rosa Luxemburgo”

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En el Mundo

6 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 537 | 14/11/19

Chile: Crónica de la huega general y la rebelión

NicoDesde Santiago de Chile

Al momento de escribiresta nota, está cerrán-dose una jornada mar-

cada por un paro general defuerte impacto en la economíay masivas movilizaciones enlas calles de las principales ciu-dades que incluyeron cortes devarias rutas del país. Tambiénse sucedieron saqueos de ban-cos y cadenas de supermerca-dos. Por último, el presidenteSebastián Piñera realizo unacadena nacional donde reafir-mó su postura represiva y sucompromiso con la institucio-nalidad del régimen.

A partir de las 00hs del día,al menos 129 organizaciones,entre ellas sindicales, de traba-jadores de la salud y educa-ción, estudiantiles, de DDHH,de pueblos originarios, etc.,llamaron a paralizar las labo-res. Esto se dio en el marco deun paro convocado inicial-mente por la Unión Portuariaal cual se plegaron inmediata-mente sectores de Transportey Minería. Al cese de activida-des se sumaron tambiénnumerosos cortes en las prin-cipales rutas del país, la mayo-ría de los cuales involucraronalgún tipo de barricada. Seestima que el acatamiento delparo fue de un 90% en el sectorpúblico y de cerca del 70% enel privado.

Desde el mediodía, nume-rosas columnas de trabajado-res empezaron a colmar elBoulevard Alameda, una de lasprincipales arterias deSantiago. Los trabajadores allíreunidos ocupaban la totali-dad de la calzada y la manifes-tación se extendía desde PlazaDignidad (Ex Plaza Italia)hasta Santa Lucía, unas diezcuadras aproximadamente.Las banderas sindicales erannumerosas y reflejaban diver-sos sectores de trabajadores,principalmente de salud, edu-cación y del estado. Unas cua-dras más allá, siguiendo porAlameda rumbo al Palacio dela Moneda, se llegaba al valla-do instalado por carabineros.El Palacio de la Moneda, sededel poder ejecutivo, fue ase-diado durante buena partedel día por manifestantesque se enfrentaban con loscarabineros.

Con el correr de la tarde,con un pico alrededor de las18hs el centro de las protestascambio progresivamente parapasar a estar concentrado en lamisma Plaza Dignidad. Allí seencontraban aun muchos tra-

bajadores, aunque sin sus ban-deras, así como numerososjóvenes que se convocaronpara manifestarse. Esta con-centración no alcanzo, a nues-tro parecer, la masividad de lasanteriores marchas del millón,pero de todas formas fue real-mente masiva. Más aún si con-sideramos que producto delparo muchas comunas perifé-ricas no contaban con mediosde locomoción para acercarsea manifestar, y en su lugar sellevaron adelante protestaslocales.

Como es habitual en lasmovilizaciones masivas, seregistraron enfrentamientoscon los carabineros, pero queante la enorme convocatoriasolo pueden contener la pro-testa, hostigando a los mani-festantes e impidiendo queavancen rumbo a la Moneda,pero sin poder dispersarlos.Cabe aclarar que en las comu-nas periféricas siempre larepresión es más salvaje que enel centro de Santiago, proba-blemente porque allí no lleganlos observadores de DDHH.

Sobre el final de la jornadase sucedieron numerosossaqueos y algunos incendiosde grandes supermercados ytiendas. Cabe aquí hacer unaaclaración: si bien no todos los

manifestantes participan dedichos saqueos, tampoco esuna práctica que automática-mente aliene a los saqueadoresdel conjunto. Son bastantehabituales los carteles quedeclaran que saqueo es el quese ejerce sobre los recursoshídricos y mineros por partede las grandes empresas. Esdecir, hay una comprensiónrespecto de que la auténticarapiña es la que llevan adelantePiñera y demás empresariosmultimillonarios, así como lasdistintas multinacionales que

le quitan a Chile su riqueza sindevolverles nada.

Es con este panorama quePiñera realizó una reunión deemergencia con parte de sugabinete, que tuvo como con-clusión una cadena nacional.En ella, hizo tres anuncios.Primero, firme en su posturarepresiva, anunció que iba areincorporar a la fuerza decarabineros a aquellos que sehubiesen retirado reciente-mente. Por otra parte, llamo aun acuerdo de justicia, que noes otra cosa que impulsar penas

más duras para los manifestan-tes. Y por último anunció queiniciaría diálogos para unareforma constitucional, dentrodel marco de las institucionesdel régimen, con un plebiscitocomo única herramienta departicipación para el pueblo.Esto último, obvio, sujeto a quela calle se pacifique. Quedaclaro que sigue sin escuchar(porque no quiere ni le convie-ne) el mensaje que millones dechilenos en la calle están gri-tando: fuera Piñera, asambleaconstituyente ya.

Histórico paro general y masiva jornada de protesta

Luego de la enorme jornada de luchay huelga general vivida el martes 12y a sólo 6 días de cumplirse un mes

ininterrumpido de movilización perma-nente, el presidente de Chile hizo unnuevo anuncio por cadena nacional.Forzado por los saqueos de masas que sesuscitaron a lo largo y ancho del país yescalaron en la jornada de ayer, Piñeratuvo una reunión de urgencia con losministros de su gabinete cuyo resultadofue el anuncio de tres medidas.

1- El aumento del número deCarabineros recurriendo a aquellos que sehan retirado de la fuerza represiva en elúltimo periodo. Como se ha visto en lasúltimas jornadas, la escalada represiva porparte de Carabineros no ha logrado que-brar la voluntad de lucha, y muy por elcontrario, se han visto casos de evidentedesborde, junto con elementos de cansan-cio y desmoralización de la policía.

2- La aplicación del castigo mediantelas herramientas judiciales que fueron dis-cutidas la semana pasada, que implican:ley anti saqueos, ley anti encapuchados,entre otras que se suman a lo que podríasintetizarse en una ley antiterrorista apli-cada contra los manifestantes. Todo bajoel pretexto de pacificar Chile.

3- Y por último el anuncio de unanueva Constitución con un plebiscito pararatificarlo: es decir, la elaboración de una

nueva Carta Magna por mecanismos insti-tucionales (congreso constituyente es elmecanismo que intentan imponer) quesería posteriormente plebiscitado. Unaprovocación a sabiendas de que el reclamode los trabajadores y el pueblo chileno esuna Asamblea Constituyente para ser ellosmismos quienes discutan quéConstitución y con qué contenido.

A pesar de los evidente elementosrepresivos de los anuncios, también es evi-dente que al gobierno no le da para volvera imponer un Estado de Emergencia, cues-tión que fue desestimada en la reunión portemor a las consecuencias adversas quepodría tener, lo cual es un signo de debili-dad de un gobierno acostumbrado a haceruso de los poderes que le otorga la consti-tución pinochetista.

Por su parte, los partidos del régimen“opositores” (desde el PC, el PS y el FrenteAmplio hasta la Democracia Cristiana)han firmado un acuerdo rechazando lapropuesta de Piñera y exigiendo un plebis-cito para que se vote bajo qué mecanismose discutiría la nueva Constitución: siCongreso Constituyente, si AsambleaConstituyente, o una ConvenciónNacional que incorpore un porcentaje delegisladores y otro de ciudadanos. A su vezel documento opositor expresa la “volun-tad” de impulsar la AsambleaConstituyente como mejor opción para

resolver una nueva carta fundamental.Como es evidente la discusión alrede-

dor de la Constitución ha llegado a lascumbres del poder, y junto con esto haabierto una crisis entre los diversos parti-dos que componen el régimen, que hasta elmomento habían ido y venido con susposiciones pero siempre intentando noafectar la ya golpeada gobernabilidad dePiñera.

La crisis comienza a calar hondo en elrégimen político, habrá que seguir atenta-mente los próximos días el devenir delgobierno a quien ya algunos senadores sehan atrevido a sugerirle la renuncia.

Por último, advertimos que el plebisci-to que agitan juntos desde el PC hasta laDC es una trampa que intenta institucio-nalizar una decisión que ya ha sido tomadaen las calles y que han costado muchasvidas y heridos, a la vez que intenta mani-pular con sus diversas opciones la volun-tad del los chilenos. ¡La Asamblea Constituyente no se negociani se plebiscita! Es necesario seguir impul-sando la movilización hasta que caigaPiñera e impulsar todos los organismos deautodeterminación que surja desde abajopara imponer una AsambleaConstituyente que barra con el régimen dela dictadura y abra paso a un gobierno delos trabajadores y el pueblo rebelde.

J.C

Piñera: tres anuncios de un gobierno en problemas

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En el MundoSocialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | | 7

Antonio Soler9 de noviembre

Este viernes (8/11), Luiz Inácio Lulada Silva, después de 580 días deprisión en la Superintendencia de

la Policía Federal de Curitiba (PR), fueliberado. La liberación del ex-presidenteademás de ser una derrota para al “bona-partismo judicial” del Lava Jato y paraBolsonaro, pone una serie de expectati-vas en relación al panorama políticonacional de ahora en adelante.

La liberación de Lula, y que hayapodido quedar en libertad condicionalpor una condena que no está firme, fueposible porque el STF (SupremoTribunal Federal), juzgó procedente laacción que solicitaba a la suprema cortela inconstitucionalidad de la prisiónantes del juicio, o sea, antes que todos losrecursos de los condenados fuesen con-siderados por los tribunales superiores.En realidad, ese fallo, ante los procedi-mientos adoptados por la OperaciónLava Jato y el crecimiento del descon-tento popular, fue el mero reconoci-miento de lo que está expresado deforma incontestable en la ConstituciónFederal y en el código penal.

En medio de la ofensiva reaccionariainiciada en 2015 y la fiebre “redentora”de la Operación Lava Jato – que, falsa-mente, prometía acabar con la corrup-ción sin la participación directa de lasmasas, sin profundas transformacionesen la relación del estado con las activida-des económicas y sin atacar la propiedadprivada -, el mismo STF en 2016 inter-pretó que cabía la prisión después de lacondena en segunda instancia. Así, la

ajustada decisión del STF no fue nadamás que el simple reconocimiento de laletra y del espíritu Constitucional y porsu votación (6 a 5) revela la polarizaciónque aún subsiste en torno a las garantíasconstitucionales en la suprema corte y,también, en el país como un todo.

No puede dejar de considerarse queesa condena sin pruebas de Lula estuvo alservicio de un verdadero fraude electoralque tenía por objetivo prohibir al puebloelegir libremente cual sería el Presidentede la República en las elecciones de octu-bre de 2018. Proceso que permitió sacara Lula, candidato que contaba con másdel 40% de las intenciones de voto, de ladisputa electoral. Fue una expoliaciónpolítica a las masas y la quita de un dere-cho democrático, como recurso funcio-nal a las contrarreformas neoliberalesque estaban por ser presentadas despuésde las elecciones.

No depositamos ninguna ilusión enque si Lula hubiera sido electo no hubieseintentado avanzar con las mismas con-trarreformas exigidas por la clase domi-nante. Sin embargo, con Lula al frente delgobierno, las contradicciones y media-ciones se expresarían de manera diferen-te debido a su relación y la de su partidocon el movimiento de masas. Por eso,había que barrerlo del proceso electoral.

También queremos reiterar que notenemos la menor concordancia progra-mática, estratégica y táctica con Lula y elPT durante estas décadas en que ha hege-monizado la dirección del movimientode masas en Brasil. Lula es dirigente deuna corriente política de origen refor-mista – hoy social-liberal – que tuvocomo marca de nacimiento una traiciónhistórica a la clase obrera al no llevar

hasta el final la lucha contra la dictaduramilitar al final de los años 1970.

Después de ese momento, al final delos años 1980 y comienzos de los 90,expulsó a todas las fuerzas revoluciona-rias del interior del PT para tener elcamino libre para su trayectoria deregresión político-programática y detraiciones que culminaran con el pactosocial lulista. Una iniciativa guberna-mental basada en la conciliación de cla-ses, en las políticas de compensaciónsocial, en la pequeña-política y en lacooptación institucional de líderes delmovimiento de masas.

Esa estrategia política, ante la crisiseconómica de 2008 y del ascenso masivode junio de 2013, no quedó en pie. Ante lafuerza del movimiento el lulismo intentocooptarlo. Pero como no lo consiguió,paso a la más dura represión de la luchaestudiantil y de las huelgas obreras enunidad con la clase dominante y, despuésde la elección de 2014, cometieron unade las mayores estafas electorales de lahistoria. Contexto que fue aprovechadopor las clases dominantes para lanzar laofensiva reaccionaria que culminó en laelección de Bolsonaro.

Volviendo a la libertad de Lula, anteun escenario de avance de terribles con-trarreformas, significa un importanterevés para el “bonapartismo judicial” delLava Jato, para la clase dominante y paraBolsonaro. Revés político que, ante lasolas de rebeliones populares que vuelvena sacudir al mundo, de la intensificaciónde las contradicciones nacionales con lacreciente bronca popular contra elgobierno, de la juventud rebelde quedesde el comienzo de este gobierno sepuso como oposición directa, de la dina-

mización de sectores que estaban fuerade combate y de las propias contradiccio-nes del gobierno, nos coloca en unanueva coyuntura política que puede,dependiendo de sus desdoblamientos,cambiar la correlación de fuerzas.

Pero eso no sucederá de manera auto-mática. Lula fuera de prisión no será unportavoz de la necesidad de derrotar aBolsonaro y sus contrarreformas a partirde la lucha directa de las masas. Al con-trario, su acción política procurará llevartodo el descontento hacia las eleccionesde 2020/22 mientras las terribles contra-rreformas avanzan. Por esa razón, sindejar de considerar que la liberación deLula significa un cambio importante enla coyuntura por la energía de masas quepuede liberar para la lucha, y de solidari-zarnos con la alegría de los sectores demasas ante esta derrota del bonapartismoen el poder judicial, en el gobierno y en elcongreso, decimos que los trabajadores yla juventud sólo pueden confiar en suspropias fuerzas para luchar y derrotar aBolsonaro.

Entonces, no podemos quedar absor-bidos en el júbilo popular con la libera-ción de Lula, como hacen varias corrien-tes de la izquierda socialista. Todas lasorganizaciones de izquierda, comenzan-do por el PSOL, deben exigir de Lula,ahora fuera de la prisión, y de su partido(PT), que rompan con su política de trai-ciones – como fue el caso de la aproba-ción de la contrarreforma previsionalprácticamente sin resistencia – y quepasen inmediatamente a organizar lalucha de forma unitaria y desde las basespara derrotar a Bolsonaro y su proyectode devastación global en curso.

Brasil: Liberaron a Lula

Una derrota para el gobierno, el Lava Jato y la ofensiva reaccionaria

Durante el último fin de semana, nuestro partido estuvo realizando una serie de charlas sobre la situación políticainternacional, y con particular foco en el proceso mundial de rebeliones que se viene viviendo en las últimassemanas (a lo que se sumó al día siguiente el golpe de Estado en Bolivia). En Villa Crespo, Temperley y Ramos Mejía

en donde una multitud de compañeros y simpatizantes se juntaron a debatir sobre las perspectivas para los trabajadores,las mujeres y la juventud; y se destacó en particular la presencia de Marina Hidalgo Robles, enviada de la CorrienteInternacional Socialismo o Barbarie a Chile, contando vívidamente la rebelión en curso en el país trasandino. Junto a lacompañera fueron parte de este ciclo de charlas Martín González Bayón, Ale Kur y Alejandro Anielewicz.

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Comité Ejecutivo del Nuevo MAS13 de noviembre 2019

“El 48% del Frente de Todos implica (…) unfuerte respaldo popular, pero el datoinesperado que arrojaron las urnas es elporcentaje para nada despreciable queretiene Macri a pesar de los decepcionantesresultados económicos. La buena salud de laoposición futura es una señal de alerta paraFernández, aunque resta ver cómo procesaráel fenómeno. Macri, en 2015, eligió elcamino del gradualismo para no enfrentar laresistencia de sectores con capacidad demovilización y que mayoritariamente no lohabían votado. Las movilizaciones del ‘Sí sepuede’ macrista y su impacto posterior enlas urnas, ¿convencerán a Fernández deactuar con cautela sobre esos grupos depoblación? La impaciencia y la furia son dosrasgos de la política actual en la región y enel mundo. ‘Vamos a hacer gradualismoinstitucional’, bromeaba un dirigenteporteño de trato familiar con Fernández.Otra lección de Néstor Kirchner: muchaatención a las calles agitadas” (“Laspresiones que agitan a Alberto Fernándezdespués de los festejos”, Martín RodríguezYebra, La Nación, 3/11/191)

Con la finalización del año electo-ral, Alberto Fernández quedóelecto con el 48% de los votos.

Atrás quedó un largo año marcado porla crisis económica y la contención delconflicto social que, de todas maneras,

termina ratificando por la vía electoralla principal consecuencia de las jorna-das de diciembre del 2017: el final delgobierno de Macri (al menos, la posibi-lidad de un segundo mandato).

Sin embargo, siendo el primer yprincipal elemento del análisis el hechoque hay un nuevo gobierno y por unadiferencia de importancia!, también esverdad que Macri se va con el 40% delos votos. Una cifra que no lo desmien-te como un gobierno fracasado peroque expresa la contención que le garan-tizaron el kirchnerismo y la burocraciasindical con su operativo “hay 2019”.

También hay que marcar el hechode que el marco regional y mundial esde polarización a derecha e izquierda.Esto es la reemergencia tanto de lasrebeliones populares (caso Chile, porejemplo), como amplios sectores de lasclases medias que siguen ubicados reac-cionariamente o de escenarios lisa y lla-namente golpistas (caso Bolivia; ungolpe que parece más del siglo veinteque del veintiuno aunque todavía hayque ver su dinámica)2. Desplazamientoreaccionario de las clases medias que enla Argentina emergió con la crisis del

campo del 2008 y sigue presente hoy3. Sin embargo, repetimos, lo concre-

to es el hecho que Alberto Fernándezse impuso. Y como escribimos en nues-tra declaración la misma noche de laelección, la derrota de Macri ha sido laexpresión distorsionada del “conato derebelión” de dos años atrás.

Resultado que, en el terreno elec-toral de manera distorsionada yhasta cierto punto, es una conquistade los trabajadores y trabajadorasque derrotaron el proyecto macristade modificar sustancialmente lasrelaciones de fuerzas plantándose enlas jornadas de diciembre. Un hechoque contrasta cuando vemos el pano-rama regional.

De ahí que compartamos la alegríade vastos sectores que festejaron la sali-da del gobierno agente directo de losempresarios. Sin embargo, e inmediata-mente, alertamos que la herramientautilizada para el voto castigo, la fórmulade los Fernández, está “mellada”. Este seencamina a poner en pié un gobiernoconservador que (paliativos más paliati-vos menos), concesiones más concesio-nes menos) va a jugarse –en última ins-tancia- a que la crisis la paguemos lostrabajadores y las trabajadoras4.

Alberto Fernández ya ha dicho que“el 10 de diciembre no es ninguna

fecha mágica; cambia un gobierno, nola economía”. Esto como para bajarleel tono a las amplias expectativas entrelas masas populares5.

Acompañado por las declaracionesde Daer de que “sería una locura exigirun aumento del 35%”, de Caló sobre que“hay que darle tregua al nuevo gobier-no”, de Andrés Rodríguez quien afirmóque “no vamos a pedir un bono navide-ño de compensación salarial” o Baradeldiciendo que “en marzo hay que empe-zar normalmente las clases” el pactosocial en marcha, que tantas esperanzas(falsas expectativas) suscita entre lostrabajadores y trabajadoras, comienza amostrar sus primeras característicascomo pacto de contención de losreclamos y luchas obreras.

Por otra parte, se da la “paradoja”que los trabajadores y trabajadorasson el único sector que, a priori, elnuevo gobierno controla a pie jun-tillas. El campo no quiere oír nihablar de retenciones (ya está en“estado de alerta y movilización), elFMI y los acreedores, lógicamente,quieren cobrar, la industria quiereque se “les ayude a volver a crecer”(reclaman retomar la discusión porlas reformas laboral, jubilatoria y tri-butaria6), las empresas de serviciosquieren “debatir el tema tarifas” y las

1 Se trata de una nota en un medio burgués queexplica sencillamente las presiones contrapues-tas a las que estará sometido Fernández a partirdel 10 de diciembre.

2 Los golpes de los años ‘70 eran más sangrien-tos y las fuerzas armadas tomaban el poderdirectamente en sus manos. Los del siglo vein-tiuno operan una intervención pero el nivel desangre es menor, la “convivencia” de represión yrebelión popular mucho mayor y, en general, elgobierno de facto lo asume una figura civil conalgún tipo de relación con la institucionalidad.De cualquier manera y como hemos escrito enotros textos, todavía es demasiado rápido paraafirmar frente a qué tipo de golpe de Estado seestá realmente en Bolivia; esto se irá precisandoen la experiencia.

3 En el caso de Bolivia el conflicto entreMorales y el Oriente boliviano, blanco y reac-cionario, había llegado a su apogeo allá por losaños 2008 y 2009 para reemerger ahora bajo laforma de golpe xenófobo y fascistoide puro yduro.

4 Aunque sin dejar de mirar de reojo el despelo-te regional…

5 De paso parece aclarar que no se viene ningúnnuevo modelo económico…

6 En cualquier momento es de esperar que rea-parezca la presión de las contrarreformas queestá imponiendo Bolsonaro en Brasil con laexcusa de la supuesta “pérdida de competitivi-dad de la Argentina” (presión compensada, engran medida, por la devaluación).

Ante el nuevo gobierno “fernandista”MINUTA NACIONAL, PARTE 1

Plenario Nacional de Cuadros, diciembre 2019

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Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | | 9

empresas multinacionales que explo-tan recursos naturales como VacaMuerta, quieren que “no se cambienlas reglas de juego”…

Visto desde este punto de vista, yconsiderando el mix de recesión e infla-ción más default parcial de la deuda queya se vive, debería alcanzar para imagi-narnos el contenido real del pactosocial que viene7.

Por otra parte y por responsabili-dad del FITU, la izquierda llega alcomienzo del nuevo gobierno concierto debilitamiento. Los 550.000votos del Del Caño junto al abierto –¡yvergonzoso!- llamado al corte de bole-ta, sumado al papel mediocre en losdebates presidenciales y una campañaelectoral rutinaria y errática, sin unclaro ángulo anticapitalista, llevarona la peor elección de la cooperativaelectoral desde su fundación.

Por nuestra parte, nuestro partidoviene de una campaña electoral históri-ca, fortalecido alrededor de la figurade nuestra compañera ManuelaCastañeira y los 180.000 votos obteni-dos en las PASO, que si bien fue unavotación todavía limitada que no nospermitió romper el piso proscriptivo,cobran un valor que va más allá delmero dato numérico y se vincula a lacalidad de nuestros ejes políticos, alhabernos mantenido firmes alrededorde la única precandidatura mujer de laelección, a la campaña anticapitalistaque pusimos en pie y que ha dejado -encierto modo- abierta la disputa por larepresentación de la izquierda entreel FITU y nuestro partido8.

De todas maneras, la ubicación de laizquierda va más allá de las elecciones ytiene un lugar ganado en la políticanacional y sus movimientos de lucha.La definición es que, electoralmente, haquedado sub-representada y si se ubicacomo oposición por la izquierda algobierno y logra evitar el “abrazo deloso” de las instituciones, tiene un enor-me papel que cumplir.

Nada de esto quiere decir que hayaque barrer bajo la alfombra el balancede la crisis del FITU y las organizacio-nes que lo integran, vinculado, sobretodo, a los elementos de adaptaciónporotera al orden de cosas. Un cursoque hay que corregir si se quiere cum-plir un papel revolucionario9.

El Frente de Todos intentará un“gobierno fernandista” bastante conser-vador, más allá de la multiplicidad degestos “progresistas” que seguramenteva a desplegar. De haber crisis y desbor-de seguramente entrará en acciónCristina Kirchner, que por ahoraqueda como en reserva.

La tarea de la izquierda y de nuestropartido es ser oposición por laizquierda al nuevo gobierno capitalis-ta. Estar desde el minuto cero al lado de

las luchas y experiencias que vayanhaciendo los trabajadores, las mujeres yla juventud y construirnos en esa expe-riencia como fuerte partido de van-guardia –proceso que ya estamoscomenzando a recorrer, amén deempujar un polo de independencia declase en las luchas.

CRISIS, GOLPES YREBELIONES QUE ACOTANLOS MÁRGENES

Arranquemos, sumariamente, por elcontexto internacional que deberáenfrentar el nuevo gobierno. El análisisde la situación internacional y regionales bastante claro y arranca, en primerlugar, por la tendencia a la crisis econó-mica mundial durante el año próximo.

La nueva titular del FMI, KristalinaGeorgieva, lo ha dicho con todas lasletras: el 90% de las economías delmundo están ya en recesión; la indus-tria manufacturera mundial también loestá. Y si los países que resisten estadinámica como China, Estados Unidose India terminan cayendo en estamisma dinámica (o retrocediendodemasiado en su dinámica ascendente),no habrá como evitar una nueva rece-sión mundial10.

Sobre la crisis que aparentemente seviene, se pueden decir muchas cosas.No nos podemos extender demasiadoen este texto al respecto11. Señalemos,en todo caso, que con el retroceso delcrecimiento en China, locomotoramundial en las últimas décadas, y conuna recuperación económica de losEstados Unidos nada exuberante, laeconomía mundial carece –en granmedida- de “locomotoras” que lasaquen para adelante.

Para colmo, la guerra comercial ytecnológica entre Estados Unidos yChina se está agravando; está minandoel comercio internacional. Comerciointernacional que ha sido el factor eco-nómico dinámico durante las últimasdécadas. Un elemento significativo aquíes que hoy día, en medio de la globaliza-ción neoliberal, todas las economíaspretender ser exportadoras –necesitanserlo dada la interrelación de todos loscircuitos-; y ni hablar los países depen-dientes como la Argentina, México oBrasil que necesitan hacerse de divisaspara su funcionamiento.

Sin embargo, no solamente elcomercio mundial se ha estancado –undato relativamente nuevo debido a quedesde la posguerra vino creciendosiempre por encima del producto mun-dial- sino que además esto ocurre cuan-do las materias primas, núcleo exporta-dor de economías como las deArgentina y de Brasil (primarizadas enlas últimas décadas) están –más omenos- en la mitad del valor alcanzadoen la primera década del nuevo siglo12.

La Argentina, en particular, deses-pera por divisas. Pero estas divisasserán más difíciles de obtener en

medio de la recesión mundial que seadelanta, la guerra comercial y tecno-lógica y la caída del precio de las mate-rias primas. Esto amén de las fantasíaso realidades inversoras en recursosenergéticos como Vaca Muerta, querequieren seguridad jurídica y preciosdolarizados.

En todo caso, la voracidad estructu-ral del capitalismo actual sumada a lacrisis “coyuntural” que se viene, la fugade los capitales hacia el centro delmundo (“flye to cuality”) -para asegurar-se contra posibles default de la deuda(no solo la Argentina sino Turquía yvarios otros), la brutalidad del ajusteque aplican todos los gobiernos (verrebeliones en Líbano, Ecuador, Irak,etcétera por esta directa motivación)junto con las motivaciones democráti-cas que no vamos a desarrollar aquí, sonla base material de la “primavera de losexplotados y oprimidos” que ha estalla-do en el mundo pero también de los ele-mentos de creciente polarización e,incluso, de los desplazamientos golpis-tas a derecha.

Latinoamérica es parte de esta diná-mica de polarización. La rebelión enEcuador que debilitó a Lenin Moreno,la enorme rebelión popular en Chileque podría herir de muerte a Piñera, elfracaso –de momento- del golpe enVenezuela, la reciente liberación deLula (se verá por cuanto tiempo), laelección de Alberto Fernández en laArgentina, muestran que el giro a laderecha no está estabilizado.

Sin embargo, aun desprestigiado,Bolsonaro sigue al frente de Brasil:hace poco logró imponer la contrarre-forma jubilatoria y busca ir por máscontrarreformas. En Bolivia, estamosviviendo un golpe de Estado hecho yderecho por así decirlo, aunque lasituación no está estabilizada porqueha desatado una firme resistenciadesde abajo y parecen esbozarse ele-mentos de guerra civil, atención13.

En la Argentina, la combinacióndel triunfo de Fernández junto a labuena performance de Macri, ha sidola expresión local del cruce de ten-dencias que se vive a nivel regional.Cruce de tendencias que todavía notiene un desenlace aunque, a priori,muestra que el giro a la derecha regio-nal no estaba estabilizado.

Repetimos: la suma de la crisis eco-nómica y los ajustes, la emergencia denuevas rebeliones populares así comode conatos golpistas, muestran unacoyuntura regional polarizada y noestabilizada. Una coyuntura abiertaque irá a nuevos conatos de crisis yque se verá dónde decanta.

Respecto del objetivo de este docu-mento que es caracterizar al nuevogobierno lo que podemos señalar esque este escenario de crisis económicay polarización política, le marcaránlímites muy acotados.Económicamente, porque no haymucho que repartir y políticamente,porque cualquier medida que tome,para un lado o para el otro, podríacomprar un conflicto demagnitud14.

Por lo pronto, está claro que frenteal sector que se siente más fuerte, conuna contención a priori “garantizada”,es el de los trabajadores. No podemosdescartar, entonces, que el ajustecomience –prosiga, en realidad- porahí: los trabajadores y trabajadoras15.

Esto más allá de que su gestión noesté desprovista de “gestos” simbólicos,como asumir y volver a transformarTrabajo en ministerio y cosas así.

MACRI FRACASA EN MODIFICAR LASRELACIONES DE FUERZAS

Vayamos ahora a nuestro segundopunto. El hecho que Macri salga delgobierno con el 40% ha llevado a ciertaconfusión en muchos sectores politiza-dos que se pregunten cómo se podríaexplicar esto (un poco acabamos decontextualizarlo regionalmente).

Lo primero a señalar, lo más generale importante y que explica todo lodemás, es el fracaso de Macri en modi-ficar sustancialmente las relaciones defuerzas en el país. La Argentina tieneuna sociedad explotada y oprimida congrandes tradiciones de lucha.

Sólo con contar los últimos dosaños tuvimos las jornadas de diciem-bre, las históricas movilizaciones del13J y el 8A por el aborto legal, un sin-número de luchas reivindicativas, lasconcentraciones de masas por el orgu-llo gay, la explosión docente y estatalen Chubut, etcétera.

Para contener esto, por así decirlo,está el “sistema sindical”, la burocracia,que hace que los sindicatos sean tantoconquistas reivindicativas de los traba-jadores como organizaciones cooptadaspor una férrea burocracia histórica;burocracia con la que la burguesía tieneque contar para gobernar.

Macri arrancó con dos años de “gra-dualismo” y endeudamiento pero cuan-do quiso girar al “reformismo perma-nente” (las contrarreformas), le estallódiciembre en la cara; jornadas dediciembre que, por lo demás, conectanal país con el reinicio del ciclo derebeliones populares que se expresanen todo el orbe16.

Partiendo desde acá hay quetener en cuenta que desde el 2001, lapolítica en la Argentina se expresacomo una suerte de “compromiso”entre las instituciones, la calle ylos mecanismos de cooptación yencuadramiento. El régimen polí-tico no es ni una democracia bur-guesa puramente institucional (conlas masas estructuralmente fuerade las calles), ni tampoco, porsupuesto, una situación revolucio-naria en la que el parlamento se veadesbordado por organismos depoder alternativos, sino una per-manente dinámica que, para decir-

7 Subrayemos la hipocresía de que tanto el fer-nandismo como el kirchnerismo y ni hablar dela burocracia sindical, se han venido haciendolos “distraídos” estos meses de “tierra de nadie”en materia de suspensiones, despidos y cierresde empresas. La patronal ha actuado con totalimpunidad sin que nadie haya dicho “esta bocaes mía”. Volveremos más abajo.

8 Volveremos sobre esto más abajo. Pero nosparece que este es un dato de la realidad: nues-tro partido en conjunto con nuestra compañeraManuela Castañeira aparece para crecientessectores como una expresión de alternativafrente al rutinarismo y estancamiento del fitu.

9 Ver “El fracaso electoral del FITU. Los peli-gros del oportunismo” en www.izquierdaweb.

10 Atención que se tratará de una nueva crisisen el seno de otra crisis que es la del 2008 y quenunca fue del todo resuelta.

11 Remitimos a los artículos de MichaelRoberts publicados en nuestro portal.

12 En la primera década del siglo veintiuno sevivió lo que se dio en llamar el “súper ciclo de lasmaterias primas” con las mismas alcanzandotopes históricos.

13 Que aparezcan elementos de guerra civil esun dato de radicalización que hasta el momentono se han visto en Latinoamérica: ¡un golpe deEstado fallido podría desatar una revolución!

14 Por ejemplo, si osara imponer un aumento alas retenciones agrarias. Volveremos sobre esto.

15 Hay que señalar que si Fernández tendrá máscaracterísticas de “gobierno de contención” y notanto de agente directo del empresariado. Porotra parte, en el fondo, su programa no se dife-renciará sustancialmente del de Macri (peroesto tendremos primero que verificarlo).

16 Algunos compañeros y compañeras señala-ron su pesar porque “lo que pasa en Chile noocurre en la Argentina”… Esta es una aprecia-ción equivocada. Mucho de lo que pasa en laArgentina todavía tiene que ver con el 2001 y,sobre todo, con las jornadas de diciembre del2017 (otra cosa es que se viva en rebelión popu-lar permanente).

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lo resumidamente, se juega entre laplaza y el palacio.

Esta “anormalidad” era un leitmotivde Néstor Kirchner. Y volvió a serlo,en una versión mucho más reacciona-ria, claro está, con Macri, que con elapoyo de las burocracia sindical encasi todas sus expresiones, asumió conel objetivo declarado de “controlar laconflictividad social” (y golpear a laizquierda “sindical”, objetivo compar-tido con la burocracia17).

El fracaso del ajuste “instituciona-lizado”, por así decirlo, llevó al ajustesalvaje de hecho vía la devaluación,inflación, aumento del desempleo y lapobreza de los últimos años (para evi-tar eso ya hay que tomar medidasanticapitalistas).

Sin embargo, el golpazo que consti-tuyeron las jornadas de diciembre de2017 -a pesar del operativo de conten-ción de la burocracia sindical y de lascampañas reaccionarias con las queintentó recuperarse Macri- mostró quelas fuerzas de los trabajadores y trabaja-doras están enteras.

Las relaciones de fuerzas no cam-biaron de manera sustancial. Sin serestas “revolucionarias” (el país vive bajouna democracia burguesa que dominasin duda alguna –para ratificarlo está elúltimo año electoral-), pero que no hapodido evitar una dialéctica políticaentre el palacio, la calle y la votación.

De todas maneras, por lo demás, ellímite de dichas jornadas fue, precisa-mente, que al gobierno no se lo logróechar con la movilización. Aunqueen el movimiento obrero organizadohay odio a la burocracia, sus accionesestán, habitualmente, controladas18.Moyano montó el operativo el 21-Fya a comienzos del 2018 cuando porprimera vez se planteo “votar bien enel 2019”; faltaba un siglo todavía paralas elecciones.

Posteriormente vino el “hay 2019”y el “no salgan a las calles” deFernández, que no solamente le per-donaron la vida a Macri en los días dezozobra de las múltiples corridas con-tra el peso, sino que le permitieronuna importante remontada de agostoa octubre dejando que su base socialgane las calles haciendo actos masivoscomo el de la 9 de julio.

Mientras tanto, la burocracia rea-firmó una y mil veces la paz social y latregua. Llamó dos veces consecutivasa ir a rezar a Lujan (caso del SMATA,Moyano y otros gremios), etcétera. Semancomunaron los gorilas incluso delPJ con el gobierno y las Iglesias católi-ca y evangélica contra el aborto legal,etcétera, de manera tal que al no volarMacri por los aires, la coyuntura noterminó de girar verdaderamente ala izquierda (o, más bien, todo a laizquierda que se hubiera podido).

Estamos ante un péndulo políticoque quedó más o menos en el centro.La elección de Fernández no terminade configurar un giro a la izquierda; elresultado electoral casi de balotaje fue

bastante conservador. Esto es lo querecreó tanto las bases sociales clase-medieras reaccionarias de Macri,como el hecho que en medio de la cri-sis, sectores como los productoresagrarios que votaron masivamente aCambiemos sientan que tienen muchoque perder y que se mantengan alertasy a la derecha19.

Fenómenos como el de Bolsonaroen Brasil, los escuálidos en Venezuelay ahora el golpe en Bolivia, etcétera,están ahí para certificar que no se viveun giro de las clases medias hacia laizquierda, hacia el apoyo a la primave-ra de los explotados y oprimidos queestalla en el mundo. Se vive un proce-so de polarización donde un ampliosector se mantiene a la derecha (oextrema derecha).

Estos son los contrapesos que ejer-cerá Cambiemos en la oposición aFernández –que tanto serán una limita-ción para este como excusas suplemen-tarias para su eventual curso más omenos conservador-lo que para nadapuede esconder, insistimos, el enormefracaso que ha significado el macrismotanto política como económicamente.

Aunque mantenga apoyo electoraldel 40% por su lógica de clase, la gestióneconómica ha sido desastrosa y no haymanera de esconderla. Es evidente queno es por ella que salvó la ropa.Tampoco se puede adelantar, de ningu-na manera, cual será su dinámica “en elllano”; habrá que verlo en la experien-cia. Ya nos dedicaremos a esto másabajo en su balance económico.

Pero en lo que queremos insistiraquí es en la inmensa responsabilidadque le cabe al Frente de Todos y a laburocracia sindical en que Macri yCambiemos no hayan salido delgobierno “quebrantados histórica-mente”; un tributo de estas fuerzas a lagobernabilidad burguesa; una suertede nuevo remedo del “bipartidismo”en definitiva funcional a la domina-ción del régimen burgués20.

Esto hace más triste el balance delFITU, que parece “no entender” por-que le fue mal electoralmente. La cosaes bastante evidente: al no haber plan-teado la salida anticipada de Macri –con las mediaciones necesarias, comonuestra consigna “que el pueblo deci-da”-; al haber teorizado, vergonzosa-mente, que si no hay alternativa por laizquierda “no hay que plantear la sali-da de un gobierno”; fueron “cómpli-ces” -en cierto modo- de la política de“esperar al 2019”.

Y, por consecuencia, también, desu baja performance electoral: unasalida anticipada de Cambiemoshabría permitido que la coyunturagirara decididamente hacia laizquierda –y no tímidamente comoparece ser el caso hoy. La polariza-ción electoral habría sido menor; losvotos de la izquierda, mayores.

UN GOBIERNO“FERNANDISTA”

Detengámonos ahora en la evalua-ción del gobierno que asume el 10 dediciembre. La aparente paradoja del“retorno” kirchnerista obliga a haceruna serie de consideraciones.

Por un lado, si se toma la asunciónde Néstor Kirchner en mayo del 2003hasta diciembre del 2015 cuandoCristina Kirchner termina se segundomandado, y se le suma, mecánica-mente, la hipótesis de gestión deAlberto Fernández hasta el 2023, secompletaría un ciclo de 16 años: 4gestiones sólo interrumpidas por elgobierno de Macri.

¿Significa esto una forma de hege-monía política? Más que hablar dehegemonismo K lo que parece evidente,sí, es que el proceso del Argentinazo noacabó con el sistema de partidos comosí ocurrió en otros casos más extremos.Entonces, el peronismo en su versiónkirchnerista, partido dominante del sis-tema político argentino desde hacedécadas, reafirma su presencia.

El peronismo tiene un enormecontrol territorial a lo largo y ancho

del país. Y, por sobre todo, un controldel movimiento obrero que lo haceuna suerte de “partido imprescindi-ble” de la dominación burguesa. Estomás allá que a la misma no le simpati-ce –por momentos- su capacidad dearbitraje y cierta “autonomía en elmanejo de la política”21.

Decimos esto porque, por lo general,la esfera política goza de cierta autono-mía en relación a la economía. Aseguralos intereses de la clase dominante, peroel personal político de la patronal tienecierta “vida propia” que establece mati-ces y mediaciones. Por esto mismo esque ningún gobierno burgués es exacta-mente igual al otro22.

Por otra parte, no menos cierto esque en torno a Cambiemos y el PRO,sumándole a los radicales y formacio-nes menores como las de Carrió yBullrich, se ha reciclado -en ciertaforma- una suerte de “fusión” entre losviejos partidos conservadores y radica-les del siglo pasado, un poco en sustitu-ción del radicalismo tradicional quenunca pudo recuperarse de la salidaanticipada de Alfonsín, y que fue reci-clándose de esta forma: como eje de laAlianza a comienzos de los años 2000;como ladero del PRO en Cambiemos.

En todo caso, el rol de “maestros dela contención” les ha correspondidosiempre a los peronistas (partidos y sin-dicatos) en la medida que es doblemen-te estratégico en la Argentina controlaral movimiento obrero (dado que su tra-dición de lucha y organización no fuequebrada siquiera con el retroceso quesignificó la dictadura militar).

De cualquier manera, lo anterior noes más que una somera generalización;sólo un apunte para una investigaciónulterior. Pero lo que es seguro, y esto eslo segundo que queremos plantear, esque ni siquiera todo gobierno kirchne-ristas, como matiz del peronismo, esigual a sí mismo; sus rasgos dependen

17 Recordemos que una de las críticas de laburocracia al kirchnerismo -en palabras dePignanelli- era que no se le ponía suficientecoto al a izquierda. Una cuestión que, en reali-dad, es tributaria de las relaciones de fuerzasgenerales.

18 Obvio que hay ejemplos de desborde no solocomo las jornadas de diciembre, sino a comien-zos del 2017 cuando las bases le robaron el atrila la CGT.

19 Las organizaciones campestres ya se handeclarado en “alerta y movilización” en relacióna las primeras medidas que vaya a tomarFernández.

20 El oficialismo burgués, en general, aprietapero no “mata” a su oposición burguesa quehace parte, también, del juego del régimen polí-tico. Cuando un añejo sistema de partidos tradi-

cionales se desmorona -como pudo verse enVenezuela o Bolivia a comienzos del siglo- essiempre por un impulso venido desde abajo.

21 Veremos más abajo que no es lo mismo ungobierno agente directo de la patronal (comoMacri) que un gobierno podríamos llamarlo “decontención” (como podría ser el nuevo gobier-no del Frente de Todos). Algo que parece reafir-marse dado el marco regional. Volveremos.

22 Si todos los gobiernos burgueses fueraniguales, la política revolucionaria sería muyaburrida: apretando un botón la receta ya esta-ría pronta.

Plenario Nacional de Cuadros, diciembre 2019

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de las condiciones en las cuales emer-ge cada gobierno.

El peronismo, precisamente por suvinculación con los movimientos traba-jadores y populares, por su control bur-gués de los mismos, se ha caracterizadopor una determinada “flexibilidad”;varias formas políticas ha asumido esecontrol, unas más “progresistas” otrasmás reaccionarias o contrarrevolucio-narias como el gobierno de Perón eIsabel con sus Triple A.

Cuando el kirchnerismo arribó en2003 proyectado desde adentro delperonismo, el PJ era el único partidoque podía asumir el gobierno dada ladebacle del radicalismo y la Alianza.

Pero también es verdad que dentromismo de este partido se operó unrecambio urgido por el fracaso del planautoritario y represivo del menemistaDuhalde en el Puente Pueyrredón (¡otravez la lucha de clases metiendo la cola!).

Concretada una devaluación exprésdel 200%, el corralito, el default de ladeuda externa, desencadenada la rebe-lión popular y medianamente conteni-da por los planes sociales, etcétera, conun exiguo 20% y algo más de los votos,asumió Néstor Kirchner.

Tuvo la intuición, desde el vamos, deno echar leña al fuego: no polarizar paraevitar que las cosas se radicalizaran.Enseguida vino en su auxilio el súperciclo de materias primas, la recaudaciónestatal se incrementó por el sólo efectodel aumento de precios, al movimientoobrero fue fácil contenerlo por el terroral despido (en medio de una desocupa-ción y subocupación del 50%) mientrasque la suspensión del pago de interesesy capitales de la deuda externa le diorespiro por varios años.

El gobierno asumió un perfil “pro-gresista”. Mientras hubo superávitcomercial y fiscal, se le pagó toda ladeuda, al contado, al FMI. LuegoCristina fue forzada a “radicalizarse” apartir de la crisis del campo en el 2008;los productores agrarios que cortaronlas rutas y frente a los cuales, en defini-tiva, se capituló, no sin que ocurriese lasalida de Alberto Fernández del gobier-no –¡una salida por la derecha!- frustra-do por no poder concretar un acuerdocon la “mesa de enlace”…

En el 2015, debido a las inerciasacumuladas de una gestión en defini-tiva capitalista (es decir, con continui-dad cotidiana de la explotación), Scioliperdió las elecciones y lo demás es his-toria conocida.

Pero ahora llega Fernández. ¿Cuálesson las similitudes -a priori, claro está,porque hay que verlo caminar- entreAlberto respecto del anterior ciclo k ycuales las diferencias?

El gobierno de Alberto Fernándezexpresa una suerte de coalición entre elperonismo relativamente aggiornadopero no K, el massismo del FrenteRenovador y el kirchnerismo, con el“albertismo” haciendo de pívot entretodas estas expresiones.

De no haberse establecido esta coa-lición poskirchnerista, Alberto yCristina no hubieran ganado. Viendolos relativamente más “ajustados”resultados de octubre, se puede espe-cular con que la patronal no le habríabajado el pulgar al macrismo de nohaberse dado el paso señalado.

Aunque las historias contrafácticasson descartadas en las ciencias sociales,

y no pretendamos desarrollar una aquí,nos interesa dejar sentado lo evidente:la promoción de Alberto a la presiden-cia fue la fórmula que el kirchnerismo yuna mayoría pragmática del peronismoencontraron para restablecer su unidad,tender puentes con la patronal y elimperialismo y recuperar el gobierno.

Ya por esto el gobierno que vieneserá un “gobierno albertista”; no kirch-nerista clásico. Pero esto sólo habla dela “forma política” de la cosa; aborde-mos ahora su contenido.

Y este contenido señala que las con-diciones de finales del 2019 son distin-tas a las de comienzos de los 2000. Losmárgenes de maniobra del nuevogobierno son más estrechos. Dieciséisaños atrás la economía mundial estabaen franco ascenso, el capitalismo neoli-beral seguía viento en popa. Tan enpopa que las materias primas se fuerona las nubes.

Hoy la situación económica interna-cional es completamente distinta: la cri-sis del 2008 no se ha superado; lasmaterias primas están a la mitad de suvalor de hace diez años atrás; la econo-mía mundial, como un todo, se encami-na a una nueva recesión.

Pero a esto hay que sumarle las par-ticulares condiciones de la economíanacional, que si pensamos desarrollarlain extenso en el próximo punto, haremossin embargo aquí unas breves referen-cias para ilustrar nuestro punto.

El país está en default. Las reservasde libre disponibilidad –algo en torno a8000 millones de dólares- alcanzanpara pagar deuda, máximo, hasta marzodel año que viene. Siquiera hay divisaspara el intercambio comercial normalque el país necesita para funcionar. Ladevaluación ha sido el 300% en año ymedio. La inflación alcanzará este añoel 60% y se estima que para el año queviene sumará otro 40%. El PBI caeráeste año el 3% y en el 2020 otro 1%. Ladesocupación ha aumentado al 11 o12% (el mayor índice desde la crisis decomienzos de siglo). La pobreza tam-bién ha escalado y si no ha llegado a losniveles del 2001 (está lejos de eso toda-vía cuestión que ha funcionado comoun “colchón” para mediatizar un des-borde), de cualquier manera es mayorque en el 2015 cuando Macri focalizósu campaña en el “hambre cero”.

Sin embargo, nadie quiere hacer-se cargo de pagar la crisis. El campoestá en “alerta y movilización”, ya lodijimos. El FMI quiere que le devuel-van cada centavo “prestado” y sedeclara “listo para sentarse a negociaren cuanto le presenten el nuevo planeconómico”. Aceptaría extender losplazos del préstamo si Fernández secompromete a “reformas estructura-les” (jubilatoria, laboral, tributaria,etcétera). Los acreedores privadossueñan con una propuesta “a la uru-guaya” (Fernández dixit), es decir,simple alargamiento de plazos sinquita de capitales ni pérdida de inte-reses. Y la industria espera “benefi-cios impositivos y subsidios pararecuperarse”. Y no nos olvidemos deVaca Muerta y las empresas de servi-cios, que reclaman “seguridad jurídi-ca y tarifas dolarizadas”…

¿Qué significa esto? ¿Qué tiene quever el perfil cultivado por AlbertoFernández de pragmatismo? Significaque los márgenes económicos y sociales

(más abajo veremos los políticos) sonestrechísimos.

Aunque Alberto, los K y la burocra-cia sean maestros de la contención,plata no hay. Marx decía que son lascondiciones materiales de existencia lasque determinan la conciencia. Lo que alos efectos de nuestra minuta significaque finalmente, más allá de las expecta-tivas, se hará la experiencia con elnuevo gobierno. Y esta experienciadependerá de cuanto se satisfagan lasnecesidades de las masas en condicio-nes donde todos los sectores de los dearriba se hacen los distraídos para pagarla crisis.

Tampoco estamos frente a ungobierno “nacionalista burgués” quevenga a patear el tablero; nada másalejado de eso. Lo que viene es laexpresión pragmática de una figuraque fue parte del primer ciclo kirch-nerista y viene a intentar convencer almovimiento de masas a que se “arre-mangue” porque “lo que nos dejóMacri es un desastre”…

Simbología, concesiones irrelevan-tes, gestos, sin duda van a haber. Pero loque no se verán son ataques a los inte-reses capitalistas. Y, menos que menos,concesiones reales a los trabajadores,las mujeres y la juventud.

Salvo que las cosas se desborden –por ejemplo, un decidido giro a laizquierda regional o que la crisis econó-mica se haga incontenible- y entren enacción otras determinaciones: una rea-parición estelar de Cristina Kirchner(que, de todas maneras, siempre ha afir-mado su credo capitalista).

Es aquí donde se coloca el pactosocial que viene. Los anticipos delmismo ya están sobre la mesa: AndrésRodríguez afirmando que “no van apedir bono de fin de año”; Caló afir-mando “como no le vamos a dar treguaa Fernández”; Daer señalando que“reclamar el 35% ahora sería una locu-ra” y beldades por el estilo.

El pacto social será el complementode un plan económico de ajuste más“dibujado” que los planes macristas, perode ajuste al fin. Se planteará que “hayque frenar la inflación y crecer primero”como excusa para alguna forma de con-gelamiento de precios y salarios (por 180días se adelanta); posteriormente llegaráel momento de “distribuir”…

Una de las trampas aquí es que lapérdida salarial (medida en bienes y nihablar en divisas) ha sido sideral. Si secongela el salario al valor dólar –ytambién productos y servicios- actual,significará convalidar una caídabrutal del mismo.

Por lo demás, está el problemaque el salario es el único precio de laeconomía que se establece institu-cionalmente, mediante el pesadomecanismo de las paritarias, mien-tras que los precios no requieren deninguna “institución” para seraumentados: los dispone el “libremercado” (los empresarios)23.

Cuando escribimos este texto nosabemos como serán los detalles detodo esto; lo que sí sabemos es que, deuna u otra forma, se llamará a los traba-jadores –con trabajo- a pagar la crisis.

Además, la gente que asume elnuevo gobierno tiene oficio. Y bajo laexcusa de “primero la pobreza” y cues-tiones así, volviendo a declararTrabajo como ministerio o estable-ciendo el Ministerio de la Mujer, otomando cualquier otra medida sim-bólica, se intentará imponerle un ajus-te a los trabajadores y trabajadoras.Habrá gestos a granel, pero no ver-daderas concesiones24.

Se viene un gobierno fernandistaque ejercerá un relativo arbitraje entresectores patronales, el imperialismo ylas masas populares. Un gobierno decontención que se diferenciará segu-ramente en las formas del macrismo,pero no demasiado en su contenidoprogramático.

Este es el plan a. ¿El plan b? La rea-parición en escena de Cristina siAlberto fracasa o es desbordado quizásen una variante algo más “radicalizada”.

Pero para dar una idea de la posibledinámica tenemos primero que evaluarmás en profundidad la situación econó-mica y, dato fundamental, el estado deanimo y confianza de los trabajadores ytrabajadoras en Alberto. Serán los pun-tos que vienen.

UNA ECONOMÍAQUEBRADA (O LA “SED DE DIVISAS” DE LAECONOMÍA NACIONAL)

Pasemos entonces a la economía.Macri dejó el país quebrado; endeudadosin capacidad de repago. Para entenderun poco más la circunstancia convieneabordar primero la economía nacionaldesde un ángulo más general.

La cuestión es la siguiente. Ningunaeconomía capitalista puede ser aborda-da desde un punto de vista meramentenacional; hoy menos que nunca en elmundo de la globalización y, menos quemenos, cuando se trata de una econo-mía dependiente como la de Argentina.

¿Qué significa esto? Que las relacio-nes de la economía nacional con lainternacional son imprescindibles parasu mero funcionamiento; ni hablar si sepiensa en crecer.

Ser una economía dependiente sig-nifica algunas cosas básicas que sóloseñalaremos de manera general. Uno,que por su bajo grado de desarrolloindustrial relativo (aunque Argentinaes un país dependiente bastante indus-trializado) carece de toda una serie deramas industriales para llevar a cabosu producción. Los componentes opartes faltantes para la producción, lomismo que los medios de producciónesenciales para cualquier industria –lallamada rama 1 de la producción-,deben ser importados.

Por otra parte, la especialización delpaís en la agro-exportación (aunquetambién hay intercambio comercialautomotriz e industrial de importanciacon Brasil y otros países de la región)implica –como se lo llama en la jergaeconómica- un “intercambio desigual”.Esto en el sentido que se exporta másvalor a cambio de menos valor porque,tomado de conjunto, y aunque el campogenere una enorme renta agraria dife-rencial, las ramas industriales siempre

23 Que se entienda bien que Fernández hadicho que su método “no es el de GuillermoMoreno” (que en vez de un control de preciosreal hacia bravuconadas). Alberto buscaría, sim-plemente, apelar a la “buena voluntad” de losmismos…

24 Gestos simbólicos para solapar el verdaderocontenido ajustador de las medidas.

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acaparan una porción mayor del plus-valor que las agro exportadoras25.

Así las cosas, un país que entra en elmercado internacional como paísdependiente, salvo circunstanciasexcepcionales, queda dependiente.

A esto hay que agregarle, por lodemás, que el intercambio mundial serealiza en divisas, dólares, que obvia-mente no son la moneda nacional (¡alpeso no se lo quiere ni enParaguay!26), razón por la cual en losintercambios internacionales sean debienes físicos, servicios o financieros,se necesita que sean más los dólaresque entren que los que salgan paraque la economía funcione27.

Sin divisas no hay intercambioscon el mundo y la economía se parali-za. Esta simple cuestión es la que hadado lugar en los países dependientesal mecanismo del “stop and go”, que sig-nifica que a cada momento de “restric-ción de divisas”, de faltante de dólarespara funcionar, el país se “paraliza”y/o va a la recesión porque carece derecursos para importar lo necesariopara que la industria, el campo, lainversión y el consumo sigan adelante.

La globalización ha agudizado esteclásico mecanismo en la medida quenunca como actualmente son taninterdependientes las economíasnacionales respecto del mercadomundial; nunca como ahora la propie-dad del sistema económico ha estadotan trasnacionalizada –lo que agigantael mecanismo de giro al exterior de lasganancias-; nunca como ahora el con-

cepto mismo de “economía nacional”(que de todas maneras subsiste, hastacierto punto, dentro del Estado nacio-nal) ha quedado tan “relativizado”28.

¿Cuál es la forma capitalista de evi-tar la operatividad de este mecanismo(la restricción de divisas) conservan-do, a la vez, el festival de gananciascapitalistas justificado para que “ven-gan inversiones”? Aumentar la explo-tación del trabajo y la productividadde manera tal que el país sea competi-tivo en el mercado internacional y quelos ingresos en divisas sean mayores alos egresos.

Esto podría lograrse de variasmaneras. Pero bajo el capitalismoexiste un mecanismo básico funda-mental, estructural, que no se discu-te: el sudor del obrero o la obrera.Todo lo demás es discutible: la faltade buena infraestructura que sumacostos logísticos, la falta de moder-nización del stock industrial, elregalarle la renta diferencial a losparásitos del campo que monopoli-zan la fertilidad del campo argenti-no, etcétera.

El beneficio capitalista antes quetodo, a lo sumo se le hacen pequeños“ajustes” para redistribuir rentas yganancias entre sectores empresa-rios. Pero la premisa básica de todoes el sudor obrero: ¡eso es lo real-mente indiscutible bajo el capitalis-mo, insistimos!

De ahí que, por ejemplo, bajoMacri y ahora también con la llegadade Fernández, así como en el Brasil deBolsonaro y en todo el mundo dondeestallan las rebeliones populares, losgobiernos capitalistas parezcantener una sola agenda: reventar losconvenios laborales, aumentar la edadjubilatoria a niveles que ningún mor-tal puede llegar hoy mínimamentesaludable, privatizar todas las empre-sas posible para poner todos los servi-cios y materias primas bajo el concep-to de mercancía y valor (es decir, deun bien que da ganancias), reformastributarias regresivas para que paguen

más los que menos tienen… ¡Y des-pués se quejan que el mundo estallacontra el capitalismo neoliberalchupasangre!

Nos dirán: ¿pero qué tiene que vertodo esto con la situación argentina?Tiene mucho que ver. Macri deja al paísen bancarrota sin divisas para sus rela-ciones comerciales y financieras con elmundo. Liberalizó casi todos los mer-cados dolarizando todos los preciossalvo el salario. Prácticamente eliminóretenciones al campo y la industria,aunque mantuvo el escandalosoimpuesto al salario. Pagó toda la deudaa los fondos buitre y reinició un ciclo deendeudamiento brutal. Restableció unmecanismo de “timba financiera” inter-minable (Lebac, Lelic y todo tipo debonos) que a lo largo de su mandato ledieron ganancias infinitas a los inver-sores internacionales y los bancos ade-más de una nueva fuga histórica dedivisas por 100.000 o 200.000 millonesde dólares. Tendió a dolarizar tarifas delos servicios sin que los mismos mejo-raran en nada visible. Dolarizó las naf-tas, etcétera.

En definitiva, llevó a cabo una redis-tribución regresiva de los ingresos altiempo que endeudó sideralmente elpaís. ¿Por qué estalló la crisis si logróéxito relativo en estas medidas?

Simple: durante los dos primerosaños de “gradualismo” cubrió con unendeudamiento externo sideral losrecursos que fue perdiendo con laexpectativa de endosárselos a los tra-bajadores y trabajadoras. Fortalecidocon las elecciones de medio términolanzó su “reformismo permanente”para imponer las reformas laborales yjubilatorias.

Pero la realidad dio una “lección demarxismo” generalizada a un públicomayor que el de un aula universitaria: lalucha de clases reventó en diciembre deese año imponiéndole una derrota irre-versible al “reformismo permanente”.

Y a partir de ahí, como Macri y elcapitalismo permanecieron, el ajustese desató por otros carriles cual “ley dela naturaleza”: una cascada de deva-luaciones brutales que pulverizaron elsalario real, hundieron el producto,aumentaron el desempleo y la pobre-za, etcétera, es decir, operaron unadevaluación real de los “costos”medidos en dólares de manera tal de

generar el excedente para pagar el fes-tival de endeudamiento y fuga de divi-sas que Macri alentó.

Así se ha llegado al punto de hoy,cuando asume Fernández. El gobiernofernandista va a hablar de la “herencia”recibida. Pero Cristina se había jactadode ser “pagadora serial” (¡no olvidarnosque los k pagaron deuda por 200.000millones de dólares!), mantuvo elimpuesto al salario de Cavallo, la preca-rización laboral, etcétera.

Es decir: los k nunca negaron suprofesión de fe capitalista (con la excusade la “caída del comunismo”; excusa detodos los “reformismos” capitalistas quese aprecian en el mundo).

En esta situación, y dadas las carac-terísticas capitalistas de todo el peronis-mo, Fernández llega, a priori, con unplan económico (más o menos) con-servador bajo el brazo.

La mayoría de los paliativos que elmacrismo se vio obligado a otorgar enlos últimos meses, serán cancelados (seviene, por ejemplo, el restablecimientodel IVA al 21% para los productos deconsumo popular).

Se garantizará la seguridad jurídicay mejorará las condiciones de VacaMuerta. Economistas vinculados aFernández criticaron que Macri pos-tergara el aumento de las naftas (¡ladolarización del sector no se toca!). Sepretende una reestructuración de ladeuda “a la uruguaya” (sólo posterga-ción de plazos de pago sin quita decapitales e intereses).

Pero aunque esto es ya muy impro-bable, y sea cual sea el mecanismo quefinalmente se acuerde, la idea es pagardeuda a pie juntillas –aun consiguien-do un plazo de gracia- y dejar encade-nado al país al FMI.

La reforma laboral sería sector porsector. Y una reforma jubilatoria podríallevarse adelante próximamente (ya sehabla de derogar la reforma hecha porMacri, porque el cálculo de la reformade Cristina permite pagar menoresjubilaciones!).

En todos los países se meten con lasjubilaciones porque se lo considera el“sector pasivo” de la sociedad(Bolsonaro acaba de imponer una con-trarreforma brutal). Pero cuando esta-llan los procesos de rebelión (ver ahorael caso Chile a este respecto y se vieneFrancia), es la juventud la que se meteen la pelea en defensa de su futuro.

Preocupa, claro está, la inflación,porque se come cotidianamente el col-chón de precios por el diferencial entreellos y la pulverización del salario (dife-rencial que es pura ganancia para lasempresas). Una inflación que combina-da con la caída de la producción dificul-ta la generación de ganancias y com-promete la contención social…

Y es acá donde se mete el mentado“pacto social”. Lo vienen diciendo lospropios dirigentes sindicales: su signifi-cado es dar una “tregua social” para quese congelen los precios y los salarios(¡más los salarios que los precios, comoseñalamos arriba!) pactando, a la vez,“reformas”: que los trabajadores termi-nen, una vez más, pagando la crisis sinolvidarnos de algunas medidas de con-tención social.

La Argentina, los capitalistas,necesita dólares para funcionar. Y,para colmo, parte de ese “funciona-miento” es la necesidad de pagar una

25 La explicación técnica de esto es que la pro-porción de plusvalor que acapara una ramaindustrial o empresa particular no dependensolamente de la explotación de sus trabajadoresdirectos sino que es una proporción por la can-tidad de medios de producción, de capital, queponen en juego. A mayor composición orgánicadel capital, mayor cantidad de trabajo no paga-do acaparan.

26 En realidad, al peso siquiera se lo quiere en laArgentina. La pérdida de valor constantes de lamoneda nacional hacen que no solamente los“peces gordos” sino también los pequeños aho-rristas y los trabajadores, cuando tienen un pesopara ahorrar prefieran, lógicamente, ahorrarloen dólares. El peso no sirve para ser atesorado:se devalúa siempre a pasos agigantados. De tal manera, casi no existe verdadera monedanacional salvo para los intercambios más menu-dos; siquiera alcanza para comprar inmuebles,los que en tanto son otras tantas formas de aho-rro, se pagan en dólares constantes y sonantes.

27 Brecha que en condiciones normales se saldacon endeudamiento.

28 León Trotsky tuvo una intuición genialcuando a comienzos de los años ‘30 se dio cuen-ta que las economías puramente nacionales erancosa del pasado; que el hecho del que había quepartir era del concepto de economía internacio-nal como un todo. Tendencia que si parecía“relativizarse” en ese momento, volvería contodo luego de la Segunda Guerra Mundial.

Plenario Nacional de Cuadros, diciembre 2019

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nueva deuda externa sideral que sepretende “honrar”.

El ajuste fernandista se diferencia-rá en algo del macrista. Pero no dejaráde ser un ajuste económico que caigasobre los trabajadores y trabajadoras.Ningún sector patronal quiere pagar.Y aunque, quizás, se operen algunasmedidas redistribuidoras del plusva-lor entre sectores patronales, el 40%de los votos a Macri están ahí comopara poner límites…

Por ejemplo: no parece claro queFernández quiera comprarse un con-flicto con el campo al comienzo de sugestión. Sin embargo, no podemos des-cartar algún ajuste de retenciones dadaslas pocas cartas que se tienen a mano. Severá a partir del 10/12.

Sin embargo, el grueso del ajuste seva a pretender que los paguen los traba-jadores y trabajadoras. No estamos anteun nuevo gobierno progresista sinoconservador; aunque seguramente notan conservador como el de Macri29.

Las relaciones de fuerzas no hancambiado. Y si hay polarización latentees porque no solamente está la amenazadel campo de volver a salir a las rutas(Carrio dixit), sino las jornadas dediciembre y las rebeliones populares enChile, el levantamiento contra el golpeen Bolivia y demás proceso de lucha eneste mundo convulsionado.

Por ese estrecho desfiladero econó-mico y político deberá discurrir elnuevo gobierno de Alberto Fernández.

ENTRE LA EXPECTATIVASY LA REALIDAD

Si los márgenes económicos y declase son tan estrechos exploremos unpoco a continuación cuales son susmárgenes políticos entre los de abajo.

La evaluación aquí es algo más com-pleja; más matizada. Amplios sectoresde los trabajadores, la juventud y elmovimiento de mujeres han vivido laderrota de Macri como un “triunfo” ali-mentando sus expectativas de mejoradespués del 10/12.

Sin embargo, sector por sector ycompañero/a por compañero/a, lasconsideraciones varían. Existe unacombinación de expectativas, confian-za, fantasías y justificaciones quehabrá que ver cómo se procesan.

Es todavía prematuro para medir siese mix de elementos se transformaráen una tonificación de las luchas yreclamos o, más bien, actuará comofactor moderador (al menos, acomienzos de la gestión).

Por lo pronto, atención, la situacióneconómica aprieta y mucho. Muchostrabajadores y trabajadoras están a laespera de, por ejemplo, volver a suspuestos de trabajo (ejemplo delPosadas) y estos meses ha habido unfestival de suspensiones, despidos y cie-rre de empresas (Ansabo, Rambat,Kimberley, Molino Mineti, suspensio-nes variadas en automotrices como es elcaso ahora de Iveco Córdoba, etcétera),que serían un bochorno que siguieranen semejante cascada conFernández…30

Pero por otra parte, la administra-ción que llega, aun sin ser “kirchnerista”100%, sabe “hacer política”. No hay quedescartar, repetimos, que abunden losgestos simbólicos.

La flor y nata del sindicalismo seráoficialista y esto significa que la con-tención del conflicto social estará a laorden del día. Y no solo en los sindica-tos, sino en el grueso de los movi-mientos sociales31.

Incluso en el movimiento de muje-res amplios sectores están dominadopor el kirchnerismo y el “cabildeo par-lamentario”, por lo que no puede des-cartarse un primer momento en elque se vendan espejitos de colores atroche y moche.

Al comienzo de su gestión,Fernández quizás goce del privilegiode una muy limitada “primavera”. Elposibilismo que domina la concienciade los trabajadores y trabajadoras haráque los mensajes llamando a “mode-rarse”, a “esperar” que arranque sugobierno, la justificación de la “heren-cia de Macri”, etcétera, hagan que qui-zás su gobierno cuente con un plazoinicial de cierta espera32.

Por lo demás, está también el rol decontención de la Iglesia Católica.Todavía no se ha escuchado mucho aFrancisco decir esta boca es mía. Sinembargo, la jerarquía eclesiástica yasalió a apoyar la idea de pacto social.

El Papa se cuidó muy bien de visitarla Argentina bajo Macri. Esta carta“pacificadora” y legitimadora del nuevogobierno podría jugarse en cuantoFernández la necesite.

El show del Papa viniendo a laArgentina jugará también un papelde contención al reclamo por elaborto legal; jugarse a imponer unaagenda “gradualista” en el terrenode los derechos de las mujeres (¡si esque se impone alguna agenda real!).

Ya señalamos en otros textos el“corte de clase de la votación”. Lamayoría de los trabajadores se ali-nearon unificadamente contraMacri y a favor de Fernández (salvoen Córdoba y alguna otra provin-cia). La mayoría de las clases mediasreaccionarias y vinculadas al campose mantuvieron a la derecha votandopor Macri.

Los trabajadores y trabajadorasesperan que se restablezca la situa-ción social bajo el kirchnerismo.Todo el mundo quiere creer que seharán realidad su fantasías. Porejemplo, una cosa muy comentadaes que el 11 de diciembre la carnebajará a un tercio de su actual valory se hará una suerte de “asado uni-versal” para festejar…

Es habitual que los trabajadoresse hagan falsas expectativas33. Loque no es tan común es que ungobierno –incluso con capacidadpolítica como podría ser el deFernández- asuma con márgenesde maniobras tan estrechos.

Las estrecheces son de tres tipos.Primero, las económicas ya señaladas.Segundo, que ningún sector social quie-re pagar la cuenta de la crisis.

El FMI quiere cobrar todo su “crédi-to”. Ya giró 44.000 millones de dólarespero para girar los restantes 13.000millones que Fernández eventualmentenecesita como el aire, quiere ver el planeconómico. Y, sobre todo, cómo se va agarantizar el repago de su prestamos apartir del 2021.

Los acreedores privados ya hancomenzado a organizarse de maneracolectiva para la negociación con elnuevo gobierno argentino. ¿Qué es loque quieren? Obvio: que se les pague enel menor tiempo posible con las meno-res pérdidas posibles.

Los inversores extranjeros en VacaMuerta y la minería, quieren “seguridadjurídica”: que no cambien las reglas dejuego liberalizadoras impuestas porMacri y, junto con las privatizadas deservicios, precios y tarifas lo más dola-rizadas posible.

Los industriales quieren subsidios,beneficios para la exportación y noretenciones, reforma laboral, etcétera.Es decir, apoyo de parte del gobiernoy que el Estado garantice apretarle eltorniquete a los obreros con la excusade la “competitividad”.

Los productores y exportadoresdel campo quieren cero retenciones;que se pague “el precio pleno” por loque producen (que significa seguirembolsándose la usuraria y parasitariarentar diferencial multiplicada por lamaxi devaluación).

Y el listado podría seguir hasta elinfinito. ¿Su reflejo político-electoral?El ya señalado 40% obtenido por Macrinacionalmente y, sobre todo, en el cen-tro del país, lo que incluye la zonanúcleo del complejo sojero.

Sin embargo, y por otro lado, másallá de la tolerancia inicial que even-tualmente tengan la clase obrera, elmovimiento de mujeres y la juventud,todo tiene un límite.

Se votó con la expectativa deun gobierno progresista, no unoque venga con un nuevo ajustebajo el brazo.

Bajo el hierro de la crisis, las expec-tativas se chocarán con la realidad. Ylos gestos simbólicos no “dan decomer”. Una de las trampas será justi-ficar todo con la excusa de “paliar lapobreza”. Dijo Yasky: “la “pobreza nopuede esperar un mes ni una semanasino que exige respuestas mañana”; nohay que ser muy inteligente que lo quese infiere, entonces, es que todo lodemás deberá esperar…

Justificar los paliativos a lapobreza con explotación obrera es

un clásico desde la era de Cristina.Recordemos que supo tener decla-raciones reaccionarias y despectivasen relación a los docentes, así comobuscar aplastar los conflictos obre-ros con la excusa que “pasaron lostiempos de la toma del Palacio deInvierno”, como en Gestamp.

Pero más allá de las palabras y lasilusiones, insistimos, está la realidad.Y están, también, las relaciones defuerzas. Y cuando los trabajadores ytrabajadoras se cansen de la “tregua”que promueven personajes comoCaló, comenzarán los reclamos.

La conciencia de la amplia mayoríade los trabajadores es reivindicativa, noanticapitalista. El ciclo de rebelionespopulares que reinicia todavía no hatraspasado este tabique (aunque aten-ción que podría estar haciéndolo yabajo nuestros ojos).

Los métodos de lucha tienden a sermás radicalizados, pero la concienciatodavía no es revolucionaria ni antica-pitalista. Ya hemos hablado de lo quesignifica el régimen político real comocombinación de institucionalidad,desborde callejero y reabsorción polí-tico-electoral.

Pero de cualquier manera, aunsiendo reivindicativa la conciencia, o,precisamente, porque los es, si las rei-vindicaciones no son satisfechas,tarde o temprano vendrán los vera-nos u otoños calientes…

El nuevo gobierno fernandistapuede jactarse de que controla, a priori,el movimiento de trabajadores. Pero susestrechos márgenes económicos leponen límites a los supuestamentemayores márgenes políticos, márgenesestos últimos que no pueden hacersevaler en el aire. Menos que menoscuando los trabajadores, las mujeres y lajuventud no están derrotados34.

Desde ya que, de todas maneras,cuando escribimos esta minuta noestá nombrado todavía el gabinete nianunciadas las primeras medidas;nuestro análisis tiene ese límite y esaprovisoriedad.

Sin embargo, trazo grueso, lascuestiones centrales del análisis yaestán. Y lo que diferencia un gobiernocomo el de Macri agente directo de losempresarios, de uno como Fernándezbasado en un personal político, es queseguramente ensayará un arbitrajede intereses algo mayor.

Cristina quedará como en reserva sisalta el “fusible” de Fernández. Podríaensayar un eventual giro “a la izquier-da” (una vuelta al kirchnerismo originalpor así decirlo). Se verá.

En todo caso la moraleja es que el“espíritu” no puede vivir sin carne.Las expectativas no podrán sostenersesi no hay concesiones reales. Y si no lashay, el péndulo de la lucha de clasespuede volver a ponerse en funciona-miento en las condiciones de una crisiseconómica internacional y de una pola-rización regional de derecha a izquier-da que puede abrir situaciones políticasrevolucionarias como no hemos vistohasta el momento.

Decididamente, no la tendráfácil Fernández.

29 Es evidente que todas estas definicionesrequiere para ser precisadas a que Fernándezcomienza a caminar. A partir del 10 de diciem-bre se terminará este largo paréntesis de espe-culaciones y volverá la política.

30 Atención que, de todas maneras, la excusa no

confesada, es que esto es parte de la operativi-dad del “libre mercado”. El problema es que apartir del 10/12 Fernández debería hacersecargo del costo político de la situación mientrasen el Congreso duerme la noche de los justos unproyecto de ley vetado por Macri que condicio-naba en algo los despidos.

31 Esto amén de alertas como los de Grabois deque “hay mecha corta” (es decir, no demasiadomargen para dar vuelta) o de otros dirigentessociales mismo de la CTEP y el MovimientoEvita, oficialistas, que sin embargo, meten con-dicionamientos afirmando que “Fernándezdeberá dar respuesta rápido”. Sin embargo, sontan oportunistas es imposible qué de real hay ensus palabras, cuanto para sacar alguna tajada onegociación.

32 Atención que el límite aquí no será solamen-te la economía sino la evolución de la situaciónregional.

33 En la conciencia obrera argentina es caracte-rístico el “querer creer” -muchas veces contratoda evidencia real (por eso hablamos incluso defantasías). Recién cuando la realidad se poneblanco sobre negro, cae la ficha. Sin embargo, el reverso de esto es que dichasexpectativas sean motor de la movilización y,entonces, se salga rápidamente a reclamar. Severá cómo se combinarán estas determinacio-nes contradictorias a partir del 10/12.

34 En varios programas de TV se ha planteadosi Fernández será capaz de evitar en laArgentina un escenario de desborde tipo Chileo Bolivia.

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Política Nacional14 | Socialismo o Barbarie | Año XVIII | Nº 537 | 14/11/19

Ana Vázquez

Cual aplicados alumnoscon 0 ausentismo, losque “no habían sido

invitados” incluidos, estuvie-ron presentes en la reunión desecretarios generales de laCGT, en la cual se sellaba launidad entre el organismogremial y el nuevo gobiernoperonista.

Hugo Moyano se olvidó desus rencores y apostó a no que-dar por fuera del marco de losgobernantes. Porque eso decla-raron antes, durante y despuésdel plenario. Tanto el dirigentede la CGT, Héctor Daer, comoel actual presidente electo,Alberto Fernández: “somosparte del gobierno”. Su com-promiso no fue sólo el apoyo auna fórmula, la campaña porésta a lo largo y ancho del país,sonrisas y abrazos.

No, es mucho más que ges-tos y apoyo. Es el compromisocompleto no sólo de acompa-ñar las futuras medidas guber-namentales, sino de ser partede los que las toman y lasdefienden a rajatabla. Aunquehaya trabajadores que seopongan. Traducido en otrostérminos: “al que no le guste,se jode”.

No es un problema de tér-minos. Es de un profundo con-tenido. Porque ser parte delaparato de gobierno, delEstado, compromete en formatotal, absoluta, a los que tomanesa decisión. Por eso tal vez

Hugo Moyano, con un juego unpoco más independiente, mos-tró un poco de reticencia alprincipio a concurrir al máxi-mo cónclave. Pero despuésseguramente la pensó mejor ycedió a la presión y allí estuvo.

Los que quedaron fuera delplenario, en forma física y nifueron nombrados, fueron losreferentes de las CTAs. Pordistintas razones, no estabanpara componendas. La repre-

sión brutal en Chubut lo pusoal titular del SUTEBA contralas cuerdas y tuvo que resolverun paro nacional en repudio.Por el otro lado, el reciente-mente reelegido “Cachorro”Godoy tiene miles de estatalesdesempleados bajo la gestiónMacri y no se anima tampocoa comprometerse tanto con elpróximo gobierno. Eso no loshace que sean invulnerables asus presiones. Si no hay

empuje y exigencias desdeabajo, tampoco ellos van a lla-mar a medidas de lucha efecti-vas y consecuentes a favor delos reclamos de los trabajado-res/as que representan.

Pero, en términos genera-les, nos parece que el anuncia-do cónclave fue un cierre defilas tras los pasos del próximogobierno que nos tiene queponer en alerta. Un alerta quede naranja puede pasar a rojo

si esta unidad sellada el viernesde la semana pasada se trans-forma rápidamente en unaamenaza creciente para recu-perar nuestros salarios, pues-tos de trabajo y derechosadquiridos.

En ese caso, la unidad quetendrá que hacerse presente yresultará la única efectiva paracambiar la historia, será la“unidad de los trabajadores, yal que no le guste, se jode”.

Plenario de secretarios generales con Alberto Fernández

Nadie puso palos en la rueda y todos dijeron: ¡Presente!

El nombre de este ex dirigente de laCGT, junto con el de Saúl Ubaldini,fue nombrado en el discurso del pre-

sidente electo en el cónclave cegetista. Nossorprendió. No gratamente. El de SaúlUbaldini, aunque fue un representante de lacentral obrera tan burocrático como tantosotros, fue referente de jornadas de moviliza-ciones multitudinarias contra las políticasantiobreras de Raúl Alfonsín.

Si hubiera nombrado a RaimundoOngaro, o al mismísimo Lorenzo Miguel,personajes nefastos de nuestra historiapero, a los cuales el gobierno reaccionariode Isabel Perón y la dictadura no perdonóque fueran dirigentes de sindicatos de tra-bajadores y a uno lo persiguieron hastaque se tuvo que exiliar (y asesinaron a unhijo suyo en la cárcel) y a otro lo metieronpreso ni bien los militares tomaron la Casade Gobierno.

Pero nombra a José Ignacio Rucci.Desde ya aclaramos que no coincidimoscon las organizaciones que, atribuyéndoseactuar en nombre de la clase obrera, aca-

baron con su vida y de esa forma, le dieronpretexto a la acción de los grupos de ultra-derecha contra el activismo obrero, y fue-ron además un obstáculo para su autoor-ganización independiente. Pero el puntocentral que queremos demostrar en estemomento es que este terrible personaje nofue un fantasma, fue un actor de primeralínea que representó lo más nefasto, proto-fascista, dentro de las filas de la ranciaburocracia sindical peronista.

Su aparición en el mundo sindical fuedesde la fábrica de cocinas CATITA, luegola metalúrgica de SOMISA, de la mano deAugusto Timoteo Vandor y de LorenzoMiguel. Junto con ellos se formó y forjó suascenso desde la UOM a secretario generalde la CGT en 1970. Desde allí fue uno delos líderes que encabezó el operativoretorno del general Juan Domingo Perónal país, siendo su mano “derecha”, entodos los sentidos del término. Y no tuvoescrúpulos en ir hasta el final en contradel activismo y todos los luchadores, fue-ran peronistas, radicales, de izquierda o

sin partido. Y así actuó hasta las últimasconsecuencias.

Transcribimos unas líneas que cree-mos precisas para saber quién fue el refe-rente mencionado por Alberto Fernández:“El burócrata cegetista no dejaba de fusti-gar a la izquierda en sus encendidos dis-cursos, denunciando siempre un imagi-nario complot de la ‘sinarquía internacio-nal’ mientras daba apoyo al pacto socialque proponía Perón en el gobierno. (…)José I Rucci era un buen organizador ypuso esta cualidad, entre otras cosas, alservicio de crear la nefasta JuventudSindical Peronista. La JSP fue el grupo dechoque que va a ir contra la vanguardiaobrera antiburocrática y antipatronal.La JSP se nutrió de elementos marginales,matones y bandas de la derecha como elComando de Organización de Brito Limay la Concentración NacionalistaUniversitara (CNU). (…).” (Un cabal repre-sentante de la burocracia sindical, OscarAlba, SoB 234, 3/10/12)

A.V

¿Quién fue José Ignacio Rucci?

Alberto Fernández no asumió pero lo que seviene para los trabajadores está dicho: el lla-mado pacto social. Esto no es otra cosa que un

gran acuerdo nacional que ata de pies y manos a laclase obrera, ya que lo único que va a resultar de estoes que a los trabajadores nos impongan salarios a labaja y peores condiciones laborales, mientras lospatrones se salen con la suya. Porque nada de lo  per-dido con el macrismo proponen devolverlo: es con-solidar estas condiciones vigentes y dar una vuelta detuerca más.

En este Pacto Social entra con bombos y platillostoda la burocracia sindical. Un ejemplo es Yasky, quesalió a decir que estaba a favor de “congelar precios ysalarios”… que luego termina siendo, como la histo-ria lo demuestra, congelar sólo el salario y que losprecios se sigan yendo al cielo. Pero dentro de laburocracia, el desbocado de la semana fue AntonioCaló de la UOM, que dijo “a Alberto vamos a darletiempo. Si es necesario 8 años” y “si le dimos una tre-gua a Macri, ¿cómo no se la vamos a dar a Alberto?”.

La burocracia sindical prepara otra entregada

Caló con todo esto no sólo blanqueó el rol que tuvotoda la burocracia respecto al gobierno de Macri(tanto ambas CGT como las CTA les dejaron pasartodo y nunca quisieron enfrentarlo), sino que le estádando un cheque en blanco al próximo gobierno. Lossindicatos deberían reclamar por los derechos de lostrabajadores gobierne quien gobierne; pero con estosdinosaurios la cosa es al revés, nos entregan perma-nentemente.

A todo esto hay agregar que el fernandismo estáplanteando que quiere una reforma laboral, perocomo es un tema que el macrismo no pudo avanzarpor las jornadas de lucha del 14 y 18 de Diciembre de2017 que la puso contra las cuerdas, la manera “ami-gable” de “ hacerla pasar” es convenio por convenio.Negocio redondo: pasa el grueso de la reforma sincambiar las leyes  y el relato del fernandismo y elkirchnerismo queda a salvo. ¿Usted cree que esto nopuede pasar o suena exagerado? Bueno, le contamosque en estos momentos el mismo Caló ya está nego-

ciando modificar el convenio de la UOM para hacer-lo funcional a la reforma laboral.

Prepararse para luchar por nuestros reclamos

Si los trabajadores confiamos en la burocracia sin-dical y el llamado Pacto Social, estamos fritos. Pormás que gran parte de la clase trabajadora sienta  ali-vio por haberse sacado de encima a Macri, lo ciertoes que la guardia no hay que bajarla. En primer lugar,hay que exigir que el nuevo gobierno dé marcha atráscon todas las medidas macristas, desde la reinstala-ción de todos los despedidos hasta la recuperacióndel salario y retrotraer todas las tarifas. Hay que estaralertas y organizados porque lo que se viene no es uncamino de rosas, sino la ratificación y profundiza-ción de la flexibilización laboral.

Para defender los derechos y reclamos de los tra-bajadores, sumáte a la Corriente Sindical 18 deDiciembre

Sergio Revelli

Preparativos para el Pacto Social

Caló y la burocracia sindical muestran la hilacha

Page 15: Semanario del Nuevo MAS - Izquierda Webizquierdaweb.com/publicaciones/sob-537.pdfEsta persona que se hace llamar a sí mismo como “el macho Camacho”, se negó inclusive a sentarse

Movimiento Obrero

Socialismo o BarbarieAño XVIII | Nº 537 | 14/11/19 | | 15

La situación de los trabajadores delmolino es muy grave. Llegaron150 telegramas de despidos, y

además la empresa amenaza, a través delos medios, con un concurso preventivoy el cese temporal de sus actividadesproductivas en Córdoba. Sumado aesto, los compañeros no perciben sushaberes hace ya tres meses y medio,con todo lo que eso implica. La granmayoría de los obreros tienen familia ypersonas a su cargo, siendo en muchoscasos el único sostén.

Hay otros problemas de igual grave-dad. Hace aproximadamente un mes ymedio, el gobierno de la provincia deCórdoba, actuando en total complicidadcon la empresa Minetti, cortó la luz en elmolino. Esto está ocasionando variasdificultades, por un lado no permite a lostrabajadores poner en funcionamiento elmolino. Y por otro, existe una situaciónpeligrosísima con respecto a la seguri-dad y vida de los trabajadores, su lugarde trabajo y el bienestar de las personasque habitan en los barrios cercanos almolino. Hay un riego muy grande deincendio en el molino, producto de losvapores y gases que emanan, dentro de

los silos, el trigo y la harina, esto al notener ventilación y no funcionar losextractores, a medida que aumentan lastemperaturas del ambiente, el riesgo deincendio se vuelve cada vez mayor. Sesuma también la falta de agua, productode la falta de energía, esto es necesariopara que funcionen las bombas y de esamanera llenar los tanques.

La política del gobierno no es casual,de la misma manera actuó en la fabricaautopartista del plástico “Plascar”. Unavez que el propietario de la planta dejó alos trabajadores en la lona, el gobiernoles cortó la luz, para que estos no pue-dan continuar con la producción. Y asíjugar al desgaste para terminar dederrotarlos.

Uno de los actores desaparecidos eneste escenario es el gremio, tanto pro-vincial (Fernando Sabir), como nacional.Los trabajadores tuvieron que viajar aBuenos Aires, dirigirse a la central delgremio, para que este les hiciera el “granfavor” de atenderlos, y lo único que ati-naron a hacer es un comunicado derepudio a la empresa. Típico de estosgremios dirigidos por peronistas, queviven de entregas a los trabajadores,

nunca llamar a un paro de molinerospara que el conflicto triunfe.

El contexto es de una guerra abierta,la empresa reaccionó a las medidas quetomaron los trabajadores. En principio lapatronal jugaba al desgaste, al cansancio,pero los compañeros no se sentaron aesperar. Salieron a enfrentar estas medi-das, con varias acciones de escraches, laocupación pacífica en el sindicato, y ungran corte en la circunvalación deCórdoba, que implicó inconvenientesproductivos en la mayoría del cordónindustrial de la provincia, producto deser la ruta por donde circulan la mayoríade los camiones que proveen a las fabri-cas aledañas, y es por donde pasa la pro-ducción que va hacia Rosario y BuenosAires. Eso generó una gran presión sobreMinetti y el gobierno provincial. Duranteel corte tuvo que comunicarse un fiscalpara hacer de mediador en el conflicto, yal día siguiente la empresa se vio exigidaa aparecer, por fin, a través de los medios,comunicando el cese de actividades.

Están en juego todos los puestos detrabajo, la empresa redobla sus ata-ques. Las reacciones de los trabajado-res tienen que ser a la altura de estos

ataques. Son importantes todas las ges-tiones con abogados y administrativas,pero deben ser accesorias, a la peleadirecta de la clase obrera. Es necesario un plan de lucha

semanal, para seguir exigiendo; al gre-mio, el paro molinero; al gobierno, lareconexión de la luz; y a la empresa,que dé marcha atrás con los despidos.

Hay que resistir el posible desalojo,que es el paso que va intentar dar laempresa, mediante una toma real delmolino.

Además hace falta la reconexión dela luz, para poner a producir nueva-mente. Si el empresario no se hacecargo, los trabajadores pueden producirharina para escuelas, hospitales y esta-blecimientos públicos de la provincia.Existe una ley nacional de emergenciaalimentaria, trabajadores y sectorespopulares pasando hambre, y estaslacras se dan el lujo de cerrar un molinode harina.

Fuerza compañeros, a seguir en lapelea.

Miguel Díaz

Córdoba: Molinos Minetti

La patronal dejó de jugar a las escondidas

Los orígenes

Hace dos años nacía, Desde Abajo, el primerCuerpo de Delegados de ATE en laDefensoría del Pueblo de la provincia de

Buenos Aires. Allá, por agosto de 2017 se daba unaprimera cristalización del proceso de organizaciónsindical que iniciamos los trabajadores a principiosde 2016, ante las inquietudes y preocupaciones que seabrían tras la asunción del macrismo. Ese contextosocial y político se aunó también con la incertidum-bre y necesidad objetiva de contar con una herra-mienta gremial frente a la nueva gestión que asumíala conducción de la Defensoría del Pueblo: GuidoLorenzino (proveniente del peronismo-LigaEsmeralda) como Defensor y tres adjuntos proce-dentes del radicalismo, el Movimiento Evita y elFrente Renovador.

Ese marco fue el que habilitó las primeras discu-siones y reuniones entre los compañeros, dando asílugar a la construcción –consensuada, democrática yen asambleas – de la lista independiente Desde Abajo,de la cual formamos parte desde sus orígenes.

A lo largo de este tiempo, hemos recorrido uncamino nada fácil pero lleno de aprendizaje. Poner enpie un gremio independiente y con perfil de lucha fueun gran desafío. Pero de a poco, lo fuimos consi-guiendo. En base a las discusiones que fuimos dando,nos hicimos presentes en la Jornada del 18 de diciem-bre contra la reforma del sistema previsional y parti-cipamos en jornadas de lucha a nivel local, provincialy nacional. Además, realizamos diversas actividadesde género y formamos parte de las jornadas de juniodel 2018 en el marco del debate por la legalización delderecho al aborto. Impulsamos, también, la creaciónde la Primer Asamblea Feminista en nuestro lugar detrabajo.

Asimismo, conquistamos el pase a planta de todoslos compañeros en planta temporaria, la continuidadlaboral de los contratados y la recategorización de lostrabajadores con las categorías más bajas.

Por otra parte, queremos resaltar que nuestraactuación en particular permitió el reconocimientode muchos compañeros de la Defensoría, lo cual se

tradujo en que la Lista Gris-Roja obtuviera la mayorcantidad de votos, ganándole así a la lista oficialVerde-Anusate, en las elecciones del gremio a nivelnacional, desarrolladas en agosto de este año.

A seguir fortaleciendo un sindicato independiente, de lucha, democrático y feminista

Recientemente tuvieron lugar las elecciones parael Cuerpo de Delegados de ATE, ante el vencimientode los mandatos. Por segunda vez, se presentó unalista única en la que sus integrantes fueron nueva-mente elegidas en asamblea. De este modo, los com-pañeros definieron la continuidad del actual Cuerpode Delegados, decisión que fue refrendada con elvoto, el pasado miércoles 30 de octubre.

Estamos orgullosos de seguir formando parte deeste proceso, el cual aspiramos a seguir fortaleciendocon nuestra política y militancia cotidiana.Entendemos que se abre una nueva etapa luego deltriunfo del Frente para Todos, en el cual se han depo-sitado expectativas genuinas de muchos trabajadores,a pesar del pronóstico económico nada alentador quese aproxima y que ya estamos atravesando. Sinembargo, nuestra única confianza está depositada enla conciencia, la organización y la fuerza que logre-mos desarrollar los trabajadores para luchar pornuestros derechos, por nuestras reivindicaciones, ypor recuperar lo que nos quitaron. Para ello y porello, seguiremos apostando desde nuestra participa-ción en este proceso gremial y político.

El pacto social retorna al presente de la mano deAlberto Fernández y de las direcciones sindicales. Porello, tendremos que poner todas nuestras fuerzas parapelear por la independencia política de los trabajadoresy plantear salidas de fondo que rompan la paz social, lamesura y resignación que nos quieren imponer.

Iniciada esta experiencia hace más de dos años,continuamos con el desafío de seguir aportando a laconstrucción de la Corriente Sindical 18 deDiciembre de nuestro partido.

Jose

La patronal despidió de manera arbitraria y persecuto-ria a 42 trabajadores  de Estirenos, San Luis, haceunos días. La pretensión es dejarlos en la calle por

estar enfermos, algunos debido a los trabajos pesados que serealizan, por reclamar mejores condiciones de trabajo y porapoyar a delegados de la Lista Azul y Blanca.

Después de realizar una marcha desde el gremio por lascalles de la ciudad hace un par de días, la patronal  notificóen sus domicilios del despido a los 42  compañeros, lo quemotivó el bloqueo durante la jornada del portón de accesoacompañados por el STIA. Una vez que ingresó el turnomañana, posteriormente   un juez provincial les notificó eldesalojo con la policía en caso de seguir con el bloqueo.Pero en horas del mediodía se confirmó que RelacionesLaborales provincial dictó la conciliación obligatoria por eltérmino de 15 días, con lo cual los trabajadores pueden vol-ver a sus puestos de trabajo, sabiendo que el día lunes habríauna audiencia.   El delegado Miguel Benavente aclaró queaquí “no se pelea sólo por las indemnizaciones y que no sonla solución “, pues se empezó ofertando un 50% y ahora yales ofrecen el 100 %, pero es posible que ofrezcan algo másen las audiencias.

Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre nos hici-mos presentes y nos pusimos a disposición, pero creemosque una asamblea de todos los trabajadores es la que puedecambiar la decisión empresaria  y puede exigir al STIA deSan Luis y Villa Mercedes un paro provincial de laAlimentación contra los despidos (no olvidemos que Bagleycon más de 1000 trabajadores también pertenece al grupoArcor), de igual manera a Daer, Roberi y Cía. del gremionacional.

La decisión de que no quiere líos Rodríguez Saá quealteren la paz social, va en consonancia con toda la burocra-cia sindical peronista de hacer el aguante al presidente elec-to Fernández con su pacto social, al no convocar a medidasde lucha que actualicen los salarios y paren los despidos.Mientras, las patronales aprovechan  con su complicidad eldespido del activismo para preparar las condiciones paraprecarizar el convenio laboral por sector. A los trabajadoresnos quieren derrotados y esclavizados; sólo la unidad denuestra fuerza puede detener el atropello.

Corresponsal

Desde Abajo, una vez más Despidos masivos en ArcorSan LuisLa Plata: Elecciones del Cuerpo de Delegados en la Defensoría del Pueblo

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