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1 Macarena Trujillo Montes Historia de las mujeres y Relaciones de Género, Universidad de la Laguna. Grado en Historia. Seminario 1. Almudena Hernando. Mujeres y Prehistoria. En torno a la cuestión del origen del patriarcado. I. Aspectos generales: A medida que avanza el tiempo a partir del siglo XVII, se producirá un proceso de individualización, de concienciación de un yo individual único que irá encarnándose en cada individuo como consecuencia del grado de especialización tecnológico, que permitirá que las personas se encuentren diferencias mínimas entre unas y otras y se autodefinan así mismas como distintas. Paulatinamente y estrechamente relacionado con lo anterior, la ciencia y la individualización del yo serán los dos pilares sobre los que se asiente la modernidad. Respecto a esta última, es importante tener en cuenta que cambian las nociones como el tiempo futuro, el cual va a ser ligado al progreso y, a su vez, el progreso será inherente de un cambio positivo e inevitable para la humanidad. Sin embargo y de acuerdo con la autora, esta fe en el progreso es sustitutivo del mito en tanto que se intenta proveer a la sociedad de la misma seguridad como antes lo hacía el mito. El primer matiz en cuanto al análisis de género es relativo al proceso progresivo de evolución de las identidades masculinas y femeninas, en tanto que las primeras se han ido modificando en los cambios de su estatus quo y constituyendo progresivamente una identidad individual masculina, mientras que las mujeres se han mantenido relativamente estáticas hasta la llegada de la modernidad. Un aspecto con el que me identifico desde hace tiempo y que destaca la autora, es la no existencia de una identidad femenina esencial, única y aplicable a todo el conjunto de las mujeres, sino que esa identidad ha sido modificada a lo largo de la trayectoria histórica, donde se hace especial hincapié en el hecho de no caer en el error de extrapolar la identidad femenina forjada en la modernidad hacia la prehistoria, puesto que no se corresponde con aquellas mujeres en tanto que la identidad es una construcción social, modelada y transformada culturalmente a través de la trayectoria histórica de la humanidad. II. Identidad relacional, identidad individualizada: La idea principal es que existen varios tipos de identidades respecto a la sociedad, distinguiendo la relacional y la individualizada. La primera sería adoptada tanto por hombres y mujeres siempre y cuando tratemos sociedades en las que el grado de complejidad socio-económica es poca o nula, como el caso de los cazadores-recolectores, donde se da igualmente, una casi nula diferenciación social entre los individuos que la componen. Por tanto, estas

Seminario 1. en Torno Al Origen Del Patriarcado. Macarena Trujillo

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El texto trata de un ensayo en torno a la cuestión del origen del patriarcado, temática por otra parte desarrollada por Almudena Hernanado, cuya obra es la principal bibliografía de esta brevísima reseña, lo que no quiere decir que inútil.

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    Macarena Trujillo Montes

    Historia de las mujeres y Relaciones de Gnero, Universidad de la Laguna.

    Grado en Historia.

    Seminario 1. Almudena Hernando.

    Mujeres y Prehistoria. En torno a la cuestin del

    origen del patriarcado.

    I. Aspectos generales:

    A medida que avanza el tiempo a partir del siglo XVII, se producir un proceso de individualizacin, de

    concienciacin de un yo individual nico que ir encarnndose en cada individuo como consecuencia del grado

    de especializacin tecnolgico, que permitir que las personas se encuentren diferencias mnimas entre unas y

    otras y se autodefinan as mismas como distintas. Paulatinamente y estrechamente relacionado con lo anterior, la

    ciencia y la individualizacin del yo sern los dos pilares sobre los que se asiente la modernidad. Respecto a esta

    ltima, es importante tener en cuenta que cambian las nociones como el tiempo futuro, el cual va a ser ligado al

    progreso y, a su vez, el progreso ser inherente de un cambio positivo e inevitable para la humanidad. Sin embargo

    y de acuerdo con la autora, esta fe en el progreso es sustitutivo del mito en tanto que se intenta proveer a la

    sociedad de la misma seguridad como antes lo haca el mito.

    El primer matiz en cuanto al anlisis de gnero es relativo al proceso progresivo de evolucin de las identidades

    masculinas y femeninas, en tanto que las primeras se han ido modificando en los cambios de su estatus quo y

    constituyendo progresivamente una identidad individual masculina, mientras que las mujeres se han mantenido

    relativamente estticas hasta la llegada de la modernidad. Un aspecto con el que me identifico desde hace

    tiempo y que destaca la autora, es la no existencia de una identidad femenina esencial, nica y aplicable a todo

    el conjunto de las mujeres, sino que esa identidad ha sido modificada a lo largo de la trayectoria histrica, donde

    se hace especial hincapi en el hecho de no caer en el error de extrapolar la identidad femenina forjada en la

    modernidad hacia la prehistoria, puesto que no se corresponde con aquellas mujeres en tanto que la identidad

    es una construccin social, modelada y transformada culturalmente a travs de la trayectoria histrica de la

    humanidad.

    II. Identidad relacional, identidad individualizada:

    La idea principal es que existen varios tipos de identidades respecto a la sociedad, distinguiendo la relacional y la

    individualizada. La primera sera adoptada tanto por hombres y mujeres siempre y cuando tratemos sociedades

    en las que el grado de complejidad socio-econmica es poca o nula, como el caso de los cazadores-recolectores,

    donde se da igualmente, una casi nula diferenciacin social entre los individuos que la componen. Por tanto, estas

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    personas prehistricas no tienen el concepto mental del yo en la conciencia, del yo distinto del otro. Se trata de

    sociedades en las que no existe una diferenciacin social marcada ni econmica debido a la no acumulacin

    del capital lo que permite la no existencia de una jerarqua- . En este tipo de sociedad, al tener escasa tecnologa

    no explican los procesos de la naturaleza a travs de mecanismos cientficos o racionales, sino que entienden que

    la naturaleza en s tiene vida, y que sta es mucho ms superior a los propios humanos, que quedan subordinados

    a ella. Las relaciones que mantienen con los elementos de la naturaleza son las mismas que las que mantienen

    con otras personas, considerando a todo ese conglomerado de elementos -rbol, ro, persona, montaa-l como

    sujetos y no como objetos sobre los que ejercer poder.

    Podramos decir que las sociedades prehistricas tienen una verdadera e intensa conciencia colectiva en tanto

    que necesitan de todos los integrantes del grupo social para sobrevivir. Aqu no existe ni la idea de progreso ni de

    cambio, tampoco se concibe un futuro, sino que se intenta garantizar la supervivencia. A medida que transcurre

    el tiempo, la progresiva proliferacin de funciones vomita una nueva y de igual progresin especializacin

    tecnolgica de la que nacern nuevas posiciones sociales y, en efecto, una prominente jerarqua social de

    prestigio a la par de un creciente proceso de individualizacin. Hablamos de la Edad Moderna cuando comienza

    a aparecer esa sociedad de individuos, donde cada uno se identifica as mismo como diferente de otro,

    despegndose desde ese momento y cada vez con ms fuerza hasta el ahora, de aquella identidad relacional

    que ser sustituida por la identidad individualizada.

    Esta identidad relacional de las sociedades prehistricas se aplica en el gnero en tanto que sern los hombres y

    no las mujeres, los que a lo largo de la trayectoria histrica irn individualizndose mientras que las mujeres han

    mantenido esa identidad relacional en tanto que madres y esposas. Esta distincin en la trayectoria de las

    identidades, A qu se debe? Muchos han situado la maternidad como el elemento clave que impide la

    individualizacin de las mujeres, sin embargo, esta versin esencialista queda anquilosada si tenemos en

    consideracin otros factores.

    La autora asocia la maternidad como un elemento importante ya que aguarda esa identidad relacional, y esto

    guarda relacin con el cambio gentico conocido como Neotenia B, sufrido por nuestra especie hace unos 2,5

    millones de aos, Este cambio implic una prolongacin de la vida fetal de las cras, las cuales se hacen

    totalmente dependientes del colectivo durante sus primeros aos especialmente de las madres-. En

    consecuencia, adems de los cambios estticos corporales producidos tanto en machos como en hembras, el

    grupo social se hace cooperativo, lo que genera una complementariedad de funciones que por otro lado son

    escasas-.

    En cuanto al origen del patriarcado, esta complementariedad de actividades permite un pacto acordado entre

    ambas partes, hombres y mujeres, y ste slo ser posible por acuerdo mutuo, es decir, desvinculado a la

    coaccin o la opresin de la mujer, con lo que en ese momento no nos servira la palabra patriarcado para dar

    interpretacin a ese pacto, debido a que no existiran las desigualdades engendradas por la diversificacin de

    funciones caractersticas de las sociedades pre-modernas y modernas.

    Slo podremos hablar de patriarcado en un momento en el que la desigualdad obtiene un desfase vasto,

    tpico ste de sociedades caracterizadas por un alto grado de complejidad socio-econmica respecto

    a las prehistricas, donde los hombres se apoderan de las funciones y actividades externas del mbito

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    pblico y por tanto se construye esa identidad individualizada mientras que las mujeres quedan relegadas

    al espacio domstico siendo portadoras todava de aquella identidad relacional.

    Del mismo modo, las sociedades prehistricas no ordenan el mundo a travs del tiempo y el espacio como sucede

    en la sociedad moderna, ya que en el primer caso no existen los sistemas de representacin abstractos (mapas,

    escritura, calendarios), sino que ordenan su mundo en funcin de lo que pueden ver. A menor espacio conocido,

    mayor es la relacin emocional que mantienen con la naturaleza y con las personas. En este sentido, las mujeres

    limitan su espacio de exploracin, quedndose siempre ms cerca del ncleo central que los hombres, quienes

    acostumbrarn a salir continuamente a ese espacio desconocido para conocerlo y llevar a cabo labores como

    la caza, mientras que las mujeres desarrollarn el cultivo en zonas ms prximas a ese ncleo central.

    Esa exploracin menos rgida de los hombres los capacitar para poder objetivar aquello sobre lo que se ejerce

    poder, y es ah el punto de partida donde se comienza por abandonar el vnculo emocional. Esto es, para que se

    entienda, que un rbol deja de ser considerado sujeto con voluntad propia para pasar a ser un objeto. En las

    sociedades modernas, por el contrario, encontramos un mundo ya objetivado, ordenado en el tiempo y el

    espacio, lo que permite establecer relaciones de poder respecto a los elementos de la naturaleza y a personas.

    Esto qu quiere decir? Que el grado en que una persona puede ejercer poder sobre un elemento o sobre otra

    persona es directamente proporcional a la desconexin emocional que establezca con ella.

    Volviendo al tema de la maternidad identidad relacional-, sta permitira una limitacin de movilidad en las

    mujeres, que tenan que cuidar con las cras ultra-dependientes. Esta limitacin pudo forjar una primigenia

    diferencia entre hombres y mujeres, y esta diferencia entre las identidades experimenta un salto en la medida que

    los hombres multiplican sus funciones y posiciones sociales pudiendo dar un paso ms hacia la individualizacin,

    que es conseguida gracias a que las mujeres mantenan posiciones no especializadas. A medida que transcurre

    el tiempo, esta diferencia se agranda de tal manera que las mujeres se vinculan arraigadamente a la asistencia

    emocional, cuestin fundamental en el ser humano, y es precisamente esta razn a travs de la cual los hombres

    no permitiran la individualizacin de la mujer, cuya funcin si se extingue se perdera el esquema primigenio y

    nico conocido por medio del cual se reconoca una determinada visin del mundo.

    Un ejemplo de ello lo encontramos en la escritura, que se hace especialmente importante en tanto que es definida

    como un instrumento de individualizacin porque permite la objetivacin del mundo. En el mundo occidental,

    donde la mujer hoy ocupa un grado de igualdad mucho mayor que antao aunque siguen existiendo

    desigualdades de gnero- , la individualizacin de las mujeres tiene numerosos precedentes. Durante el medievo

    y el periodo moderno, con la cristianizacin de Europa, muchas mujeres que no queran desdoblarse ante aquellos

    patrones de gnero ser dcil, fina, recatada, buena madre y esposa- preferan ingresar en conventos que, a

    pesar de soportar el lastre de llevar una vida clibe y controlada, permita que stas aprendieran a leer y a escribir

    y, por tanto, poder conseguir una cierta individualizacin si bien sta muy restringida-.

    Con la llegada de la modernidad es lgico que el grado de especializacin sea brutalmente mayor, con lo que

    el propio sistema siguiendo su direccin tenga que incorporar a las mujeres al mundo de la especializacin si ste

    quera seguir creciendo. Es en este momento cuando se hace patente la lucha de las mujeres por conseguir una

    mayor igualdad y vemos como entonces, la identidad femenina por una parte, se individualiza pero por otra,

    sigue manteniendo esa identidad relacional. Esta mezcla de identidades se da en variables grados dependiendo

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    de las oportunidades de promocin de aquellas en relacin a su posicin econmica y social que les permita una

    especializacin en alguna de las muchas materias y as garantizar su individualizacin.

    III. Conclusin:

    En primer lugar, me gustara compartir el mismo reclamo que la autora establece en su conclusin que es relativo

    a la educacin que prima en el sistema de hoy da, ya que la escuela al igual que la televisin o internet-, de

    acuerdo con Beatriz Preciado, es uno de los mecanismos de produccin de la verdad ms importantes, y como

    tal no debe estar cerrado y muchsimo menos debe perpetuar el mismo sistema hetero-capitalista-patriarcal, sino

    convertirse en el espritu del cambio. La educacin, la historia de la humanidad, nos remite a una historia

    construida y protagonizada por y para los hombres, como si las mujeres no fueran agentes histricos de pleno

    derecho. La perpetuacin y manutencin de este tipo de sistema educativo impide una crtica reflexiva sobre

    nuestra propia sociedad, provocando entonces la quema de cualquier posibilidad de construccin de

    alternativas. Siguiendo esta lnea, tambin estoy de acuerdo con la autora en el hecho de que el sistema

    patriarcal no se pudo imponer de forma represiva desde el inicio, primero porque las sociedades prehistricas se

    sentan infravalorados y superados por la misma naturaleza, y segundo porque sin la complementariedad en las

    actividades de estas sociedades no habra sido posible garantizar una supervivencia, con lo que el inicio del pacto

    est justificado en su simpleza, no en su evolucin posterior con el acaparamiento de la especializacin y la

    tecnologa protagonizado en exclusiva por los hombres que provocarn las desigualdades de gnero que hoy

    da todava nuestra sociedad conoce bajo el paraguas del machismo sutil.

    A mi juicio, tras la lectura del texto he podido establecer un esquema que sigue dos direcciones o lneas que

    transcurren ambas al unsono y de acuerdo con el avance del tiempo: una horizontal y una vertical. La horizontal

    respondera a los progresos - comillas porque tambin se incluyen retrocesos- respecto al grado de

    especializacin, entonces esta lnea se desdobla en varios apartados en los que la premisa fundamental es que

    a mayor tecnologa escritura, filosofa, arte, armas, comercio, capital- , mayor especializacin, mayor

    desigualdad social (sistema de clases) y mayor proceso de individualizacin. La vertical, por el contrario,

    correspondera a la transformacin y construccin de las identidades de gnero, la cual en un principio coincida

    tanto en machos y hembras por tener una identidad relacional (concienciacin colectiva), la que es fundamental

    ya que garantiza la supervivencia- y que quedar paulatinamente relegada al gnero femenino al tiempo que

    aquella lnea horizontal con todas sus premisas- avanza en el tiempo y es protagonizada nicamente por los

    hombres, los cuales van constituyendo su identidad individual mientras restringen sta individualidad a las mujeres

    para as garantizar el sustento de la identidad relacional que pone base a un esquema de relaciones que, en una

    sociedad prehistrica sera igualitaria pero que en una sociedad pre-moderna ya se podra hablar de

    desigualdades de gnero y de la existencia del orden patriarcal.

    Por ltimo, el hecho de considerar las identidades como resultado de una construccin social alberga una

    esperanza que motiva la lucha por conseguir no slo los mismos derechos que los hombres, sino la igualdad en

    trminos de relaciones de gnero, ya que si partimos de que podemos transformar las identidades segn las

    necesidades socio-culturales de la sociedad, hay posibilidad de aceptacin de nuevos cambios y de

    concienciacin de los mismos.