Seminario Regional

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1-

Relatos sobre el ferrocarril de Rufino y las

experiencias de lucha de los ferroviarios rufinenses en la Gran Huelga de 1961-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

ndice

Introduccin 3Herramientas tericas, debates. Anlisis metodolgicos 5Historia social, memoria e historia oral 5

Historia local, historia regional 11Fuentes 13El ferrocarril en Rufino 16El ferrocarril y los Rufino 17Los comienzos 17Una ciudad en movimiento 18Trabajar en el ferrocarril: ser ferroviario 25Los comienzos en el ferrocarril. Relatos de una tradicin familiar 25Una carrera por delante. Obreros calificados, una elite obrera 30La poltica, las ideologas y la actividad gremial 38

Los maestros 40El peronismo 42El paro a Pern y la movilizacin 44Rufino: una seccional combativa 46Una chirinada revolucionaria 48La huelga 55El gobierno de Frondizi y el desarrollo de la huelga ferroviaria 56La huelga en Rufino en primera persona 61Por qu la huelga 62Dos gremios, una sola huelga 67Expresiones de la lucha 68La vigilancia, las presiones y las represalias del Estado 70El apoyo incondicional de la familia. La respuesta de la ciudad. La solidaridad que sorprende 73Los que no fueron nombrados, pero s recordados 7747 das 80La muerte de Manuel Roca 83Los lugares de la memoria 90Palabras finales 92 Bibliografa 95Fuentes 97IntroduccinEn los inicios de esta investigacin el objetivo principal fue analizar la huelga ferroviaria de 1961, en respuesta a las polticas de ajuste econmico y racionalizacin en el gobierno de Arturo Frondizi. Su enfoque se pens desde un estudio de caso, a nivel local, radicado en la ciudad de Rufino al sur de la provincia de Santa Fe. Adems, se plantea un abordaje desde la historia social y la memoria, explorando con los recursos que propone la historia oral, entre otros, la experiencia de lucha de los ferroviarios de esta localidad y la construccin de sentidos que otorgan los diferentes actores sociales entrevistados sobre este acontecimiento que impact fuertemente en la ciudad. Sin embargo las entrevistas mostraron un horizonte an ms amplio y ms rico que no se pudo soslayar. En las primeras entrevistas a ferroviarios jubilados, en general en parte por las preguntas, comenzaban relatando su ingreso al ferrocarril, sus vinculaciones con el mismo, para seguir luego con lo sucedido en la huelga. Pero inmediatamente, sin que mediara una pregunta seguan construyendo su relato con explicaciones bien precisas sobre sus actividades, lo arduo de sus tareas, el conducir mquinas a vapor, los viajes ausentndose de sus casas a la noche, las duras tareas en los talleres, la responsabilidad de correr trenes de pasajeros, aparecan ancdotas de viajes, especialmente en el caso de quienes haban sido maquinistas. Los relatos fueron recorriendo toda una vida de trabajo, de relaciones y emociones que excedan lo sucedido en esos meses de huelga. Estas historias se enriquecen a partir de lo contado en las entrevistas a familiares. All aparece un universo domstico, de mujeres e hijos que construyeron una mirada desde adentro, desde los que suceda en sus casas, cuando estos hombres se ausentaban por sus viajes, la herencia de oficio a los hijos varones, las comodidades y tambin los sacrificios econmicos.En cuanto al inters sobre la huelga como un estudio de caso, se pens abordarla como se mencion, utilizando los recursos que ofrece la historia oral para recuperar la memoria de estos hombres y tambin de aquellas mujeres que los acompaaron, esposas, hijas y hermanas. Rescatar aquellos recuerdos que narren cmo llevaron adelante la huelga en esta comunidad, cmo se organizaron para no quebrar el movimiento, ver cules fueron, si los hubo, los lazos de solidaridad que se tejieron, cmo vivieron esta experiencia de huelga tan prolongada sus familiares, con los sacrificios que ello conlleva. Cmo se comport la ciudad con este grupo de trabajadores que con su lucha generaba problemas a su normal funcionamiento. Si bien fue una eleccin trabajar con la memoria de estas personas, con sus subjetividades, tambin fue la nica manera de conocer qu haba sucedido en Rufino durante la huelga por la casi inexistencia de otro tipo de registros, como son los documentales. Por ltimo, la inclusin de aquellos relatos sobre el ferrocarril, el trabajo y la vida de estas familias de ferroviarios responde a la creencia de que el valor de ellos enriquece el trabajo, como as tambin permite conocer mejor la importancia del ferrocarril en la ciudad. Las mismas entrevistas, y la construccin de esos relatos, fueron marcando los pasos de la investigacin y el armado de este trabajo final. En este sentido, el trabajo esta formado por dos partes, en la primera se incluyeron aquellos relatos y recuerdos sobre cmo fue el funcionamiento del ferrocarril en la ciudad, antes de su declive. Relatos que construyen y describen una identidad particular: ser ferroviario. El trabajo y la formacin de estos hombres. La vida gremial, relatos sobre otros conflictos previos a la huelga de 1961. La poltica partidaria, miradas sobre el peronismo, referencias a los compaeros comunistas sealados como ejemplos en la actividad sindical. La segunda parte trabaja especficamente la huelga de 1961. Luego de una sntesis del desarrollo del conflicto en todo el pas, se seleccionaron aquellos relatos que explican cmo llegaron a la huelga, cules fueron los motivos. El recorrido siguiente intenta dar cuenta de las experiencias, los recuerdos sobre esos das, cmo se organizaron de forma conjunta los dos gremios. Las respuestas de la patronal, el Estado. Las estrategias para no romper la huelga, para huir de las persecuciones de la polica. Los sentimientos encontrados hacia aquellos compaeros que no se adhirieron al movimiento. La respuesta de la ciudad frente la huelga, que paraliz por ms de un mes el movimiento de los trenes. Y por ltimo el trgico suceso de la muerte de un compaero foguista, que ensombrece esos das de lucha que vivieron como una victoria.Herramientas tericas, debates. Anlisis metodolgicos

Historia social, memoria e historia oralLa Historia Social es un campo de anlisis que incorpor nuevas metodologas y abordajes. Entre ellos, la historia oral, la memoria, la historia desde abajo, de gnero, etc. que posibilitan un acercamiento ms profundo a las experiencias y relaciones de los sujetos para una mejor comprensin de los procesos histricos. En este sentido, la historia social, como historia de la sociedad, es definida claramente por los historiadores marxistas ingleses como Eric Hobsbawm quien planteaba que toda historia por definicin es social. Para este trabajo, el concepto acuado por otro historiador marxista ingls E. P. Thompson, el de experiencia ha sido relevante para comprender la huelga desde los actores, desde sus subjetividades. Experiencias de los sujetos como protagonistas en la historia, con este trmino [experiencia humana] los hombres y las mujeres retornan como sujetos; no como sujetos autnomos o individuos libres, sino como personas que experimentan las situaciones productivas y las relaciones dadas en que se encuentran en tanto que necesidades e intereses y en tanto que antagonismos, elaborando luego su experiencia dentro de las coordenadas de su conciencia y su cultura (otros dos trminos excluidos por la prctica terica) por las vas ms complejas (vas s, relativamente autnomas) y actuando luego a su vez sobre su propia situacin (a menudo pero no siempre, a travs de las estructuras de clase a ellos sobrevenidas)

Trabajar con la/s memoria/s involucra una relacin entre pasado y presente, la recuperacin de la memoria de los sujetos interroga las formas en que stos construyen un sentido del pasado desde el presente. La recuperacin de la memoria/s, es otra manera de registrar el pasado, diferente a la historia. Aqu quiero detenerme para reflexionar sobre la conflictiva relacin entre historia y memoria, presentando un breve recorrido a travs de los trabajos de algunos autores que han analizado esta relacin, sin pretender presentar a los mismos como los nicos o ms representativos anlisis sobre el tema.

Tomo como punto de partida las propuestas del socilogo Maurice Halbwachs. En el ao 1925 publica Los marcos sociales de la memoria, el cul ser la primera, de otras tantas investigaciones que analizarn la problemtica de la memoria, su tipologa y sus relaciones con la Historia. En el artculo Memoria colectiva y memoria histrica, plantea que los conceptos Historia y Memoria Colectiva, son dos formas de registrar el pasado, que si se enfrentan, se oponen a veces radicalmente por su propia condicin. Por esto es imposible, segn este autor, hablar en trminos de memoria histrica, un trmino en s mismo contradictorio. La historia para Halbwachs ...comienza slo en el punto en el que acaba la tradicin, momento en el que se apaga o se descompone la memoria social... . Por ello distingue la memoria colectiva de la historia en varios aspectos; [la memoria colectiva] Es una corriente de pensamiento continua, con una continuidad que no tiene nada de artificial, puesto que retiene del pasado slo lo que an est vivo o es capaz de vivir en la conciencia del grupo que la mantiene. Por definicin no excede los lmites de ese grupo. Por el contrario la historia se sita por fuera de los grupos, estableciendo divisiones y lmites al devenir de los hechos. En la memoria colectiva no hay [...] lneas de separacin claramente trazadas, sino solamente lmites irregulares e inciertos. El presente (entendido como extendindose sobre una cierta duracin, la que interesa a la sociedad de hoy) no se opone al pasado del mismo modo en que se distinguen dos perodos histricos vecinos

La memoria del grupo se extiende hasta donde puede, hasta el ltimo sobreviviente de ese grupo que conserva su memoria. Asimismo, es difcil marcar el momento en el que un recuerdo colectivo ha desaparecido, porque basta con que se conserve en una parte limitada del cuerpo social para que podamos encontrarlo siempre.

Otro aspecto que diferencia a la memoria colectiva de la historia, es el hecho de que existen varias memorias colectivas y, para Halbwachs hay sola una historia, pensando en las historias nacionales o en la historia de un perodo determinado. Aunque l apunta, que la historiografa de su poca parecera encaminarse a una especializacin cada vez mayor, en realidad, sta solo conducira a completar una historia total, nica, resultado de la sumatoria de esas investigaciones minuciosas. Y concluye que el mundo histrico es como un ocano donde desembocan todas las historias parciales. Es por ello que tantas veces se cae en el error, segn Halbwachs, de pensar que la historia sera la memoria universal del gnero humano. No hay memoria universal, porque la memoria colectiva se apoya en un grupo limitado en el tiempo y en el espacio.

La variedad de memorias colectivas se podran distinguir, tomando como ejemplo nuestra propia vida, recordando nuestras vivencias, no podramos contar la cantidad de grupos que han influido en nosotros. Algunos de ellos como la familia en toda su extensin, la escuela, los amigos, el barrio, compaeros de trabajo y otros grupos ms grandes como la nacin, y as la enumeracin sera interminable. Cada grupo construye su memoria y modifica e interviene en la construccin de la memoria de los otros grupos.

A partir de los debates generados por los sucesos de la Segunda Guerra Mundial y la Shoah, en las dcadas posteriores inmediatas la memoria ocupar un lugar de importancia en los estudios acadmicos. Desde finales de los aos setenta en el campo historiogrfico comienzan a preocuparse en distinguir conceptualmente historia y memoria. Diferenciar entre un saber erudito, cientfico de un conocimiento del pasado basado en la memoria de sus contemporneos y sus descendientes. Diferenciar una disciplina cientfica que estudia el pasado, de una construccin social del recuerdo. La preocupacin por lograr esta distincin llev a muchos historiadores a plantear una oposicin irreconciliable entre estos dos conceptos, pensando, por ejemplo, en la memoria como un objeto de estudio de otras disciplinas no de la historia. La carga de subjetividad que conlleva trabajar con la memoria era lo que ms inquietaba a la historiografa tradicional.

En la escuela de Annales el concepto de memoria permanecer ignorado durante mucho tiempo hasta la aparicin de los anlisis de Pierre Nora, quin lo introduce en el curso de 1977-78, de la mano de la Historia del Presente, y lo consolida por escrito en La Nouvelle Histoire, en 1978.

Pierre Nora construye el concepto lugares de la memoria, al cual define en 1982 como aquellas realidades histricas en las que la memoria se ha encarnado selectivamente, y que por la voluntad de los hombres o el trabajo del tiempo han permanecido como los smbolos ms luminosos de aqulla: fiestas, emblemas, monumentos, y conmemoraciones, pero tambin elogios, diccionarios y museos El significado otorgado al concepto lugares, trasciende la idea de espacio, se refiere a esos lugares donde la memoria acta. Los lugares de memoria, concepto ligado a la nocin de memoria histrica de la sociedad, pero tambin a la nocin de memoria oficial, nacional y poltica de la memoria.

El enfoque de este historiador sobre la memoria social y la poltica conmemorativa tiene ms inters para el estudio de temas como la construccin de una identidad nacional. Los trabajos de Nora y Le Goff, han impulsado los anlisis sobre memoria/conmemoracin y posteriores debates, en el mbito historiogrfico.

Otro tipo de investigaciones relacionadas con la memoria, son las que lleva adelante la sociloga argentina, Elizabeth Jelin. En su libro Los trabajos de la memoria, ella tambin analiza la compleja relacin entre historia y memoria en los anlisis de recuerdos sobre perodos traumticos, de violencia ejercida a gran escala, represin poltica, experiencias concentracionarias, etc. Para la autora hay tres formas de pensar esta relacin: la memoria como recurso para la investigacin, en el proceso de obtener y construir datos sobre el pasado; el papel que la investigacin histrica puede tener para corregir memorias equivocadas o falsas; la memoria como objeto de estudio o de investigacin. En la primera forma de abordar esta relacin, la discusin se centra alrededor de la recopilacin y construccin de datos, y el papel que juega la memoria en esto ltimo. La desconfianza hacia la veracidad de los recuerdos, la mediacin de la subjetividad es lo que lleva a algunos historiadores a plantear una oposicin entre datos duros y datos blandos, y a otros slo una complementariedad. Una tensin entre positivismo y constructivismo que Jelin plantea superar, porque el tratamiento de recuerdos sobre acontecimientos traumticos de represin y aniquilacin complica an ms esta relacin. Es por ello que propone una tercera posicin, citando a La Capra, [] la posicin que defiendo propone una concepcin de la historia que involucra una tensin entre la reconstruccin objetiva (no objetivista) del pasado y un intercambio dialgico con l y con otros investigadores, en el que el conocimiento no entraa solamente el procesamiento de informacin sino tambin afectos, empata y cuestiones de valor.La segunda relacin, entre memorias y verdades histricas, ha llevado a muchos historiadores a trabajar la memoria para corregir aquellas que estn equivocadas. En esta forma de abordar la relacin historia/memoria, el historiador se convierte en un agente pblico, y sus postulados trascienden el mbito acadmico y pueden tener consecuencias polticas. La reivindicacin del trabajo de la historia para corregir las memorias es, en este caso, un componente central del compromiso profesional del historiador en tanto que investigador y ciudadano. La historia y por extensin, la investigacin social- entonces tiene el papel de producir conocimiento crtico que puede tener un sentido poltico. Por ltimo, la construccin de las memorias sobre el pasado es lo que Jelin denomina historizar la memoria, convertirla en objeto de estudio. El enfoque refiere a la significacin de los acontecimientos del pasado en el presente, pero no establecida de una manera nica y definitiva por un conjunto de la sociedad; sino analizar las resignificaciones que se realizan sobre ese pasado, atravesadas por las diferentes coyunturas polticas, sociales y culturales. Las polticas de Estado sobre la recuperacin u olvido de ese pasado y las luchas emprendidas desde la sociedad para que eso ltimo no suceda, son algunas de las problemticas trabajadas. En el acto de rememorar las personas nos relatan acontecimientos pasados, experiencias vividas, pero adems nos introducen en su subjetividad, permitiendo comprender mejor los significados de los acontecimientos rememorados, que los acontecimientos mismos. Nos permite conocer el significado que tuvo para ellos un hecho determinado. En este sentido se orientan las investigaciones de Alessandro Portelli: me fascina la importancia de los relatos errneos, de los mitos, de las leyendas, de los silencios que se han espesado y reunido alrededor de estos hechos. La historia oral, en realidad, distingue entre hechos y relatos, entre historia y memoria, justamente porque considera que los relatos y las memorias son ellos mismos hechos histricos. En esta misma lnea se encuentran los trabajos de Luisa Passerini, para quien el estudio con fuentes orales conduce necesariamente al anlisis de la subjetividad: Porque las fuentes orales sin duda pertenecen al de la esfera de la subjetividad, siempre que se elimine el sentido de realidad de segunda clase que a menudo transmite esta palabra. Deseara incluir dentro de la subjetividad toda la gama de actividades y expresiones culturales y psicolgicas de conciencia individuales y colectivas- que pueden corporizarse en el lenguaje y en la conducta, as como expresarse en formas ms espirituales como el pensamiento especulativo

Una diferente propuesta de anlisis es la que propone Daniel Bertaux, denominada enfoque etnosociolgico. Los relatos de vida, para el autor, posibilitan indagar sobre las relaciones y normas que mantienen la vida social. Su metodologa comporta tres etapas, en las cuales los relatos de vida se utilizan para encontrar patrones constantes que den cuentan de la existencia de ciertos procesos socioestructurales. Las tres etapas son: un primer momento de exploracin, en la cual se recogen los relatos de vida para indagar sobre las descripciones generales del tema a investigar; el segundo momento es la fase analtica en la cual se rastrean las constantes que aparecen en los diferentes relatos, hasta llegar a lo que el autor denomina el primer punto de saturacin, encontrando un hecho que sobresale y que es verdadero; y el tercer momento es la fase expresiva, sntesis de toda la investigacin en el momento de la escritura.

Los estudios de Portelli y Passerini, y as tambin los anlisis de Daniel James consideran a los testimonios orales, los relatos de vida, como textos, como narrativas a los cuales se debe saber leer para comprender sus simbolismos y lgicas, y as arribar a su significado ms profundo. Para el primero, son importantes los estudios de la teora de la narrativa en la literatura y el folklore, porque segn plantea, las fuentes orales de clases no hegemnicas estn vinculadas con la tradicin de la narrativa folk.. Al respecto James plantea que . los relatos de vida son constructos culturales que recurren a un discurso pblico estructurado por convenciones de clase y gnero. Tambin se valen de una amplia gama de roles y autorrepresentaciones posibles y narraciones disponibles. Como tales, debemos aprender a leer esos relatos y los smbolos y la lgica contenidos en ellos si pretendemos llegar a su significado ms profundo y hacer justicia a la complejidad de la vida y las experiencias histricas de quienes los cuentan.

Por ltimo, pero sin agotar con esto la variedad de trabajos sobre el tema, se mencionan los estudios de Jo Stanley sobre biografas y autobiografas del comunismo y el movimiento obrero, en las cuales se busca indagar sobre los aspectos personales de una biografa poltica. El planteo pretende la inclusin de lo personal en las historias de vida poltica, porque en un anlisis general sobre las biografas y autobiografas de este tipo, aparecan construcciones de sujetos estereotipados que respondan a la lgica del partido o del sindicato al que hayan pertenecido, donde operaban mecanismos de autocensura sobre temas personales. En este sentido, la autora vea que no figuraban en los relatos oficiales temas como, familias disfuncionales, el adulterio y la homosexualidad, entre otros. En sus palabras, quiero analizar cules son los aspectos personales que los polticos excluyen de sus declaraciones autobiogrficas, por qu los excluyen y qu podemos hacer, como entrevistadores, para asegurarnos de que esto no suceda demasiado. Doy por sentado que debe incluirse lo personal.

Historia local, regional

El intento de este trabajo de investigar las experiencias locales de la huelga, que se desarroll a nivel nacional, y el funcionamiento del ferrocarril en la ciudad, pretende un anlisis y un desarrollo de problemas que son propios de la historia local, regional. Si bien es importante conocer el desarrollo de estos acontecimientos que tuvieron como protagonistas a los ferroviarios de todo el pas, es claro que el objeto en estudio se circunscribe en un espacio ms acotado. Pero esto no slo define una historia local y regional. Se debe tener presente como plantea I Saborit, que habra que aadir aquella [caracterstica], que se fija ms en un acontecimiento, una persona o una poca de la vida, por considerar que tiene un significado especial para las cuestiones que normalmente se plantean a un nivel ms abstracto y general. Son varios los estudios sobre este acontecimiento en ciudades pequeas como Rufino, que contemplan las experiencias de estos trabajadores annimos, los verdaderos hacedores de aquella lucha, que nos conducen a una mejor comprensin de todo el proceso general.

En este sentido, se sostiene que es una necesidad escapar a las historias generales de este tipo de acontecimientos, para recuperar aquellas voces e historias de localidades pequeas, que como en este caso surgieron a la orilla del ferrocarril. La huelga en Rufino, las vivencias de los ferroviarios rufinenses, se desarroll a partir de la particular relacin entre ferrocarril y ciudad, donde aqul era un marco dentro del cual la ciudad cobr vida. Como plantean Fernndez y Dalla Corte, cualquier estudio que se haga tomando como referencia un espacio concreto es, en realidad, un anlisis de relaciones sociales producidas en una coyuntura determinada. Las unidades espaciales no tienen sentido en s mismas, sino en cuanto a las prcticas sociales y culturales particulares y especficas que se conjugan en ellas

En cuanto a la huelga especficamente, el material encontrado fue escaso. Salvo una compilacin de huelgas ferroviarias, realizada por un ex ferroviario, donde recopila las huelgas ms sobresalientes del siglo pasado de los trabajadores ferroviarios. La de 1961 fue escrita tambin por un ex ferroviario, maquinista quien fue Director-obrero de EFEA en 1960-1962. Las dems lecturas relacionadas al tema estuvieron en directa relacin al desarrollo del ferrocarril en Santa Fe, a las polticas del gobierno de Frondizi en relacin al transporte, y la organizacin de la clase obrera para resistir al avance de estas polticas de racionalizacin. Fuentes

Lo siguiente ser una explicacin de cmo se construyeron las fuentes orales, que son el grueso de esta investigacin. Cmo fueron las situaciones de entrevista y por qu fueron estas personas las elegidas.

Nac y viv hasta los 17 aos en Rufino y luego 13 aos ms tarde volv para quedarme en la ciudad. Aquellas personas que fueron pensadas en un principio para realizarle entrevistas, no eran conocidas, principalmente porque nos separaba una gran brecha generacional. Al momento de comenzar este trabajo estaba cerca de los 30 aos y las personas a entrevistar tenan alrededor de 75 u 80 aos. Por lo tanto deba establecer algn puente de contacto para llegar hacia ellos. A travs de un amigo que conoca a quien estaba en ese momento, por el ao 2005, en el sindicato de La Fraternidad me comunica con quien estaba a cargo de la comisin de Jubilados de ese sindicato. As fue, que llegu al primer entrevistado, el Sr. Alejandro Cazaux a quien entrevist en su casa. Me encontr con una persona muy predispuesta a hablar, agradecida por mis inquietudes sobre la huelga e interesada en que conozca a quienes haban sido los dirigentes de las seccionales porque ellos seran, segn l, quienes mejor me informaran sobre lo sucedido. De esta manera llego a entrevistar a estos dos dirigentes, testimonios importantes para el trabajo. Aldo Simonutti de la Unin Ferroviaria, militante del Partido Comunista, muy slido en su narracin, ya haba dado otras entrevistas sobre el tema y sobre sus experiencias gremiales. Tal vez no tan preciso a la hora de recordar detalles, pero fue una entrevista muy interesante por la organizacin del relato, en el que sobresalan ancdotas de su vida relacionadas a su militancia poltica y su dirigencia sindical. El Sr. Humberto Ferrari, dirigente de La Fraternidad, fue la entrevista que comenz a abrirme otro universo ms all de la huelga, porque casi la primera hora de la entrevista habl sobre su trabajo y la de importancia del ferrocarril en Rufino. Estas dos entrevistas se realizaron en el local de La Fraternidad, con la presencia del Sr. Cazaux en ambas. Las siguientes entrevistas a ferroviarios se realizaron a partir de que sus nombres aparecieron en las entrevistas anteriores. Si bien con este grupo de entrevistas tena un amplio panorama sobre lo sucedido en la huelga, lo contado por Ferrari hizo surgir en m la curiosidad por conocer ms sobre el trabajo de estos ferroviarios y por conocer ms sobre otros ferroviarios mencionados en las entrevistas pero que lamentablemente ya haban fallecido.

De esta forma comienzo a contactar a familiares de esas personas que ya no estaban para que me contaran como haba sido el trabajo, la actividad gremial de su esposo, padre o hermano. Y aqu nuevamente con este grupo de entrevistas aparecen interesantes relatos sobre cmo vivan estas familias de ferroviarios. Cmo vean el ferrocarril en relacin con la ciudad. Y especficamente lo que signific esta huelga en sus hogares.En total entrevist a 15 personas, entre ferroviarios jubilados, familiares, hijos, esposas y hermanas. Y tambin personas que no trabajaron en el ferrocarril pero que polticamente estaban conectados. La mayora de ellas las realic en sus hogares, de esta forma me permitieron ingresar a la intimidad de sus vidas familiares y cotidianas. Los encuentros duraban aproximadamente dos horas, siempre dispuestos a volver a darme otra entrevista si lo necesitaba. Hay una clara diferencia entre las entrevistas realizadas a los familiares a las realizadas a ferroviarios. Las primeras estn colmadas de recuerdos de la historia familiar, de jugosas ancdotas, de emociones. Los hijos recuerdan su infancia o adolescencia. Las esposas recuerdan las ausencias de sus esposos de la casa, por los viajes, por las persecuciones polticas y gremiales. Las entrevistas a ferroviarios, obviamente ms all de responder mi inters sobre la huelga, se explayaron ampliamente sobre su trabajo, su participacin en la vida gremial y en la poltica. Tambin llenos de emociones, que se reflejan con un quiebre en la voz, con miradas cmplices entre ellos, con agradecimiento y generosidad con quien los entrevista por escuchar lo que para ellos fueron tal vez los mejores aos de sus vidas.Otras fuentes fueron consultadas. Diarios de tirada nacional para conocer el desarrollo de la huelga, como La Nacin. Un diario ms regional como La Capital para rastrear alguna noticia sobre Rufino. Esos fueron los inicios. Luego busqu diarios locales para tener informacin ms precisa sobre lo sucedido en la ciudad. Pero lamentablemente el nico diario que se mantiene desde aquel entonces, sufri hace unos aos un incendio donde perdi gran parte de su archivo. Las seccionales de los sindicatos, que slo perdura el de La Fraternidad, no tenan ningn documento que diera cuenta de la huelga. Sin embargo, fueron las propias entrevistas las que me facilitaron documentos escritos para ampliar la investigacin. Algunos de los entrevistados tenan guardados diarios, volantes, revistas del sindicato que muy amablemente me facilitaron. El ferrocarril en RufinoEl ferrocarril y los Rufino: el surgimiento de una ciudadLos comienzosEn el ao 1879 los hermanos Gernimo Segundo Rufino y Francisco Mercedes Rufino adquieren mediante remate pblico efectuado por el gobierno de la Provincia de Crdoba, 17 leguas, 522 cuadras y 20.100 varas cuadradas. Al momento de la venta de estos terrenos, los lmites interprovinciales no estaban definidos, an deban resolverse los lmites entre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Crdoba. El problema fue resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, dictaminando la configuracin de los lmites. Siendo as, la mayor parte de los terrenos comprados por los hermanos Rufino quedaron bajo la jurisdiccin de la Provincia de Santa Fe.

A partir de este fallo, los Rufino solicitaron al gobierno de Santa Fe la protocolizacin de su ttulo de propiedad y de declaratoria posterior. Mientras la burocracia actuaba, los hermanos se disponan a llevar adelante su plan de colonizacin de estas tierras. Hacia el ao 1886 se impone la subdivisin de las tierras, especulando grandes ganancias con su fraccionamiento y estimulando a los ya pocos pobladores, sobre todo arrieros que traan a pastar en estas ricas tierras a su ganado, en convertirse en propietarios. Rufino, an cuando oficialmente no estaba fundado ya era una aldea en crecimiento, con casas de comercio, con Estacin del Ferrocarril, con Estafeta de Correos, forzando a los hermanos Rufino a la fundacin del pueblo. Para esto, se haca necesaria la confeccin de un plano figurativo y particionario de terrenos, la donacin de terrenos para edificios y plazas pblicas y para la Iglesia, Cementerio, Lazareto y Hospital. Todo ello qued plasmado en escritura notarial, en la ciudad de Santa Fe el 21 de marzo de 1889. Luego de todos los registros y actuaciones aprobadas, Rufino fue fundado oficialmente el 29 de marzo de 1889, como Pueblo y Colonia a partir del decreto firmado por el gobernador Glvez y su Ministro de gobierno Juan Cafferata.

Rufino, como muchas otras ciudades del interior, recibe un gran impulso para su crecimiento a partir de la instalacin del ferrocarril. Como decamos, la ciudad fue fundada en 1889, y las primeras lneas frreas de la empresa Buenos Aires al Pacfico se tendieron en la zona en 1886. El 8 de octubre de 1886 se habilita el servicio, hacia el oeste, en el tramo comprendido entre Diego de Alvear (Santa Fe) y Villa Mercedes (San Luis), atravesando el espacio en el que se emplazar Rufino.

Rufino se convertir en ciudad, a la par del constante aumento del movimiento de trenes y del tendido de lneas. En el ao 1900 Rufino se conecta hacia el norte con una de las ciudades ms importantes del sur Cordobs, Villa Mara y de all con la capital de la provincia. En ese ao se celebra un convenio con el F. Central a travs del cual el Pacfico administrara este lnea que corra desde Rufino hacia el norte unos 227 km. Siguen la inauguracin de ramales, uniendo a Rufino con centros urbanos de importancia en la regin centro del pas, por ejemplo Rufino-La Carlota (Crdoba) en marzo de 1891. Hacia el ao 1900 el F. Central adquiere el Ferrocarril Gran Sud de Santa Fe y Crdoba que comprenda, entre otras, las lneas de Venado Tuerto a Rufino, abriendo la posibilidad de conectarlo con la ciudad de Rosario. Si bien para muchos, el ferrocarril fue sinnimo de progreso y modernidad, y para otros un bien destinado al servicio social, es un punto de acuerdo que el tendido de lneas en todo el territorio nacional signific el surgimiento de cientos de ciudades y el desarrollo de muchas otras. Rufino como territorio, como ciudad no exista a priori, sino que se define su espacio, su crecimiento econmico y social como resultado de los procesos que conjugan elementos, entre los cuales el ferrocarril y el universo surgido a su alrededor -espacio laboral, conexiones con otras ciudades- constituye uno fundamental en su conformacin como ciudad. En este sentido, la vinculacin entre ferrocarril y ciudad va delineando la identidad que le imprime el primero a la segunda.

Una ciudad en movimientoLas actividades comerciales y tambin sociales de la ciudad, hasta aproximadamente la mitad de siglo XX, se hallaban vinculadas casi exclusivamente al movimiento de los trenes. Desde mantenerse informados con los diarios y revistas que llegaban todos los mediodas desde Buenos Aires, como Crtica, La Nacin, Prensa, revista Caras y Caretas, Mundo Deportivo, Antena, entre otros, hasta adquirir los alimentos, como frutas y hortalizas de San Juan y Mendoza que adems se despachaban desde la estacin de Rufino hacia Buenos Aires, Villa Mara, Venado Tuerto y Rosario. Llegaban tambin a la estacin, cajones de pescados en vagones frigorficos despachados por la compaa S.A.P.Y.A. de Buenos Aires y vagones termos o frigorficos que contenan leche enfriada, que en nuestra estacin se despachaba hacia la zona de cuyo y Mendoza. Estos son slo algunos ejemplos del cuantioso trfico comercial que implicaban a la estacin y al movimiento de trenes. Tambin la llegada o salida de trenes, convirti a la estacin en un espacio de entretenimiento y sociabilidad para los jvenes o para algunos sectores sociales excluidos de la nmina societaria de los clubes del centro de la ciudad. Uno de los paseos obligados de todos era la llegada del tren El Cuyano los domingos a las 6 de la tarde. De esta forma, la estacin del ferrocarril se converta en el epicentro a partir del cual se definan encuentros y paseos para una parte importante de la poblacin rufinense.

Juan Aguilera: Entonces todo. esa ida, cuando vena el tren era una ceremonia, se iba principalmente los lunes para recibir las noticias deportivas, todo eso era se iba como un hbito El Cuyano el Cuyano a la tarde a las seis y pico no? iba para all. O sea, que eran casi dos obligaciones diarias. Y nosotros que vivamos justamente aqu [el entrevistado se refiere a su casa que se encuentra a dos cuadras de la estacin], esteee lo tenamos cruzando la plaza, muy incorporado al movimiento. Porque adems era como un hito, a las seis de la tarde ir primero al tren a ver cuando se iba la gente a Buenos Aires. Iba toda la gente all y volva y empezaba a dar la vuelta, esta ac sta era la vuelta del perro. Verlo llegar y verlo partir. Era una cosa as, era casi una motivacin, esteee incorporada, un paseo. Principalmente a los que estbamos aqu, cerca. En el 45 me acuerdo, cuando fui a buscar el diario para ver como haba sido la foto, esa manifestacin del 45. Yo ya estaba ac, ya era cadete, tena 16, 17 aos, ya era ms que cadete, ya era grandecito

Luis Angel Vietti: Y se llenaba de gente y principalmente cuando digo que haba, haba, aparte de eso, haba 4 o 5 trenes en verano, 4 o 5 trenes de frutas por da. De fruta que vena de Mendoza. Vena otro de San Rafael, esteee y en algunos casos haca trasbordo de frutas y vagones. Ac vena un tren de madrugada, de expreso de encomienda era, todo fruta y dejaba un vagn para Rosario, vagones para Villa Mara y vagones para Buchardo. As, eso casi todo.. y sala el tren de pasajeros a Rosario con cinco o seis vagones de frutas.

Beatriz Roca de Tacchi: el kiosco de la estacin, era el kiosco que siempre tena las primeras revistas que llegaban. Todo, porque todo lo traa el tren Cuando salamos a dar una vuelta, a la vuelta del perro, bamos a ver que pasaba el Cuyano. La vuelta del perro era cambiarnos,, esteee era dar, salir a caminar as, viste, ehh por la manzana, la manzana que vena frente a la plaza, Espaa, Santa Fe, y todos los muchachos en la esquina y ah haba comercios, tiendas, estaba la tienda La Victoria que era grandsima. Y entonces despus haba otros negocios Albayceta en la esquina. Y entonces eran todos negocios y pasebamos, salamos, dbamos una vuelta, porque en aquella poca el que no era socio del club no iba a sentarse al club, ni al Social ni al Espaol, entends? Estaba el cine Hispano, pero haba que ser socio para ir al cine Hispano Entonces despus nos cruzbamos a la plaza estee e bamos al paso del tren paraba, dejaba encomiendas, todo, si. Rufino era un esteee despus de Rufino ya paraba en Laboulaye, era un punto, un punto como importante, viste.Hacia fines de la dcada del cincuenta por Rufino, diariamente circulaban 11 trenes que iban a Retiro, a Laboulaye, El Libertador que haca Mendoza- Retiro, el Champaqui que haca el recorrido Retiro- Villa Dolores, otro que haca La Carlota-Rufino, otro Venado Tuerto- Rufino, El Cuyano Retiro-San Juan, Huinca Renanc-Rufino, entre otros.Uno de los trenes ms conocidos y pintorescos recordado por los entrevistados era el apodado El Gringuero, que traa pasajeros de las localidades pequeas de alrededor y de zonas rurales, que venan a la ciudad a hacer sus compras diarias, al mdico, a los bancos, llegaba a la estacin todas las maanas excepto los das domingo. Humberto Ferrari: Y nosotros, esteee, en este ramal bamos hasta Huinca Renanc y .... despus hubo un tiempo que con un pasajerito, con el gringuero, que decan que era extraordinario ese, vena de Huinca Renanc, e iba.... vena de Huinca Renanc, sala a las 5 de la maana de all ms o menos, llegaba a las 8.30, a las 8 ac. Vena de bote a bote el tren, todas las estaciones empezaba, desde Ital, Buchardo, todo.... Santa Regina, Caada Seca, todos venan ac, compraban y a las 7 de la tarde salan otra vez Todos los das. Lo haban bautizado el gringuero... traa todos los gringos...

Benito Zanet: S, funcion hasta no hace mucho. Vena de Huinca Renanc hasta Rufino, le decan El Gringuero. El Gringuero le decan porque venan los rurales que ahora andan en 4x4, gracias a la soja. Venan en ese tren y mandaban a sus hijos ac a la escuela, venan a hacer sus compras. O sea, llegaba el tren y se bajaban 150, 200 personas que iban a la farmacia, al mdico, a la zapatera, a todos lados

Luis Vietti: Porque vena toda la gente, Gringuero, le decan porque vena de ac, de afuera. Esteee, vena mucha gente, ac venan a los bancos, venan al dentista, al mdico. Se llenaba bajaba cualquier cantidad de gente. Despus a la tarde se iba de vuelta y se iban todos de vuelta. Visitaban, visitaban familiares todo eso.

Nlida Mattei: el gringuero era el que vena de Huinca Renanc, pasaba por Buchardo, Santa Regina, Caada Seca. Vos sabes ese tren como vena!... Que ese tren cuando yo trabajaba en la sedera Pars, yo trabajaba en la sedera Pars, ya era casada, tena los chicos grandes. Cuando ese tren, al principio que yo entr a trabajar ah, vena el gringuero. La gente que bajaba, y como se venda una barbaridad!. Pero la gente nosotros en esa poca que vena el gringuero, cmo se trabajaba de bienA mediados del siglo XX, el ferrocarril era la empresa que tena el mayor nmero de trabajadores de la ciudad. Rufino hacia el ao 1960 tena una poblacin de 14.029 habitantes, entre el mbito urbano y su zona rural. En el ferrocarril trabajaban aproximadamente 800 personas, entre la estacin de la ciudad, el galpn de mquinas, el trasbordo, y dems tareas en Rufino y en pequeas estaciones emplazadas en el espacio rural. Para la ciudad, el movimiento que generaba el ferrocarril no slo se traduca en la va de contacto que serva para la llegada de alimentos o el arribo de informacin desde las grandes ciudades del pas, o el transporte de personas, sino tambin se evidenciaba todos los meses, en sus primeros das, cuando los trabajadores ferroviarios cobraban sus sueldos a la llegada del coche pagador y salan a hacer sus compras y a pagar sus deudas. Los sueldos de los trabajadores ferroviarios volcados en el comercio local, generaba un gran impacto econmico para la ciudad, especialmente en los rubros de alimentos, vestido y construccin. En este sentido, en la mayora de las entrevistas para dar cuenta de la buena posicin econmica que tenan los ferroviarios y sus familias siendo obreros, relataban que pudieron construir su propia casa por las facilidades de pago que les otorgaban los comercios de la construccin, que confiaban en los buenos sueldos y estabilidad laboral que tenan la mayora de los ferroviarios, especialmente los maquinistas.Humberto Ferrari: Todos los otros en el tiempo ese, de mucho trabajo, ac era impresionante. Ac trabajaban fcilmente 800 personas en el ferrocarril. Lo que llambamos el trasbordo, eso que est, viste por la calle Roca. Apenas pasas el paso a nivel, bueno, l vena en ese tiempo no haba camiones, vena toda la mercadera por ferrocarril y ah haba un montn de empelados, despus estabanHaba algunas compaas, como la Cita,, otros, pero ellos iban y cargaban y descargaban a los vagones Era importantsimo, ya te digo, haba que ver en el tiempo que era tanta gente, cuando vena el coche pagador, porque vena el coche pagador, el que pagaba los sueldos, del ferrocarril, de todo. Todo, todo, empleados, jefes, estee, todos, inspectores de trfico... todo el mundo cobraba. Era impresionante, vos sabes el dinero, el movimiento, 700, 800 personas cobraban. Una mquina vena con un coche, venan unos pesquisos y vena el pagador con la plata toda en efectivo.

Adolfo Chiambreto: Porque haba mucha demanda. El ferrocarril era prcticamente un ir y venir, mucho trabajo. Nosotros ramos hubo un tiempo que ramos ciento veinte maquinistas y ciento veinte foguistasBenito Zanet: Haba muchsimos, haba una muchsimos en las cuadrillas, haba mucha gente en el depsito de locomotoras. Y haba mucho personal de trfico. Personal de trfico, se les llamaba a las parejas de maquinistas con el foguista, a los guardas, estee y despus todo el servicio de cambista, jefe de estacin, auxiliar, todo eso. En fin, este pueblo, ehh se mova al comps del ferrocarril. El ferrocarril era la empresa ms importante que tenamos. Y vos sac cuentas, mil obreros cobrando aproximadamente, ponele $1.000 que cobraban siendo hoy, cuanto dinero entraba a Rufino a fin de mes. Y los ferroviarios bien o mal, casi todos tenan su casita. Por lo tanto daban trabajo, de su sueldito, daban trabajo al otro sector, que era la construccin. Y algunos comercios como Bridas o como era en aquel entonces Faustino Garca, vos tens que agarrar Los maquinistas se hacan buenas casas, los guardas por lo general, no todos hasta los peones de las cuadrillas tenan la posibilidad de tener su casa.Mara Ester Emanueli: El movimiento era tremendo, porque estaban los talleres del ferrocarril, que estaban ac, cerquita. Y vos veas un movimiento permanente. Y lo sentas ms de todo, los primeros das del mes que todos cobraban. Los ferroviarios ya salan, hacan sus pedidos, est Bridas, Faustino Garca, Tienda la Victoria y vos veas a la mayora de los ferroviarios comprando en esos lugaresJuan Aguilera: Ac haba mil sueldos, entre mil sueldos. Vos sabs lo que es, entre pasivos y activos tenas mil sueldos, volcados todos los meses. Vos ponas una cosa de reclamo en la vidriera y te lo volaban. El 5, 6 que se cobraba, un movimiento de guita de la gran siete, que era ms del 40% del afluente, que vena por los sueldos. Trabajar en el ferrocarril: Ser ferroviarioLos comienzos en el ferrocarril. Relatos de una tradicin familiarHumberto Ferrari: Yo entr al ferrocarril, a m me llamaron en diciembre, en noviembre de 1947. Estaba haciendo el servicio militar, entonces, estaba yo en Buenos Aires. Una cosa aparte, entre nosotros, estee, vio como eran los padres de antes, mi pap era maquinista, como el padre de l ( se refiere a Alejandro Cazaux que estaba presente al momento de la entrevista).

Romina Rosso- Quera saber justamente eso, si vena de una familia de ferroviarios

Humberto Ferrari - S, s, toda familia ferroviaria, hasta mi abuelo, era ferroviario. Entonces los padres crean que el ferrocarril era.. Claro era el auge tambin del ferrocarril en ese tiempo, no me arrepiento, no. Yo vine ac y entr el 6 de enero del 48, entr a trabajar. Entramos la carrera nuestra es aspirante, foguista, y despus maquinista. Entr de aspirante en los talleres . Y ah arranqu en el trabajo del ferrocarril Tena 22 aos, termin el servicio militar, entonces vine, me present tena la llamada del ferrocarril. Los padres contentos Alejandro Cazaux: Ehh mi padre ..ya venimos de races ferroviarias Lo marcaba la herenciaIngres en el ferrocarril en el ao 1950, en Mayor Jos Orellano, que se llama la estacin y el pueblo se llama Germania, aspirante para limpiar mquinas, sacar fuego, bueno en fin yo estuve en esta hasta el mes de diciembre del 50. Despus vas profundizando, vas rindiendo exmenes, rends examen para ingresar, para pasar de aspirante, a aspirante autorizado, en fin vas escalando, va la antigedad, vas quedando efectivo de foguista. Y en el ao 50, vine a Rufino, vine a trabajar a Rufino porque mi padre pidi traslado para que estaba ah con mi hermana vine al galpn de mquinas que esta rehabilitado nuevamente. Entonces llegu a foguista y de foguista fui a rendir en el ao 58 de maquinista y pas en el primer examen.

Adolfo Chiambretto: Bueno, yo te voy a decir, yo soy de una familia ferroviaria. Mi padre ha sido ferroviario de La Fraternidad. Imaginte vos lo que es. Mi pap que tuvo que tena ocho hijos, siete varones. De los siete, cinco eran ferroviarios Mi pap tambin era maquinista, nada ms que en aquellos tiempos no haba era maquinista, maquinista propiamente dicho, porque no haba mquina diesel, antes era todo a vapor. Nosotros esperbamos siempre entrar en la conduccin. Y esperbamos no trabajbamos a lo mejor hasta los 18 aos que nos llamaban. Entonces de ah, esperbamos siempre ah. Una de las causas por ejemplo de que de que yo no estudi, por ejemplo, fue porque yo digo no, yo voy a ser ferroviario. Y esper hasta los 18 aos que me llamaron. As que me llamaron en el ao 1949.

Jos Mara Pieyro: Y mi padre junto con mi to entraron al ferrocarril. Y despus entr mi hermano, el mayor, despus entr yo, despus el otro que me sigue, despus el otro Cinco hermanos, somos cinco varones, en el ferrocarril. Entonces, el alma la dejamos en el ferrocarril, ehh. Y ac estamos luchando, qu va a ser, tirandoNlida Mattei: en aquella poca, yo me acuerdo porque mi pap saba contar, que ser hijo de ferroviario era de categora. Porque el ferroviario, mi abuelo ganaba en aquella poca no te s decir cunto, pero ganaba bien, porque pertenecan a La Fraternidad, y ganaba bien. Y mi abuelo les fue inculcando de que entraran todos al ferrocarril Lo llevaban en el alma. Mara Teresa Mattei: Era un honor ser ferroviario

El apellido Mattei dentro del ferrocarril rufinense tiene impronta, por una trayectoria de trabajo y actividad gremial muy respetada. Nlida se refiere a su padre Hctor y a sus tos Elbio, Aurelio y Ral cuatro hermanos maquinistas, que heredaron el oficio de maquinistas de su padre Marcos, quien hoy le da nombre a la biblioteca de la seccional de Rufino del sindicato de La Fraternidad.

Juan Aguilera: Bueno Elbio [Mattei] era uno de los viejos afiliados fraternal, militante una conducta!, pera ya el padre era as, que era ferroviario, que era una prosapia. Que venan del siglo XIX!!! Del siglo XIX, que venan haciendo cosas. Fundando primero La Fraternidad, eran fundadores..

En las entrevistas realizadas, casi al comienzo de las mismas, es una constante que los entrevistados -especialmente quienes han sido maquinistas- narren sobre una tradicin familiar de trabajo en el ferrocarril. Tradicin que se fue construyendo en el perodo de auge del ferrocarril en nuestro pas y de fortalecimiento de los sindicatos del riel. Tradicin, que heredaba de padres a hijos un trabajo calificado, respetado y bien pago. En varias entrevistas, especialmente aquellas realizadas a hijo/as de ferroviarios se refieren a la gran familia ferroviaria, aludiendo al grupo social que formaban los trabajadores ferroviarios, de uno u otro sindicato, con sus respectivas familias. Heredar esta profesin (ser ferroviario), y dentro de ella un oficio determinado (maquinista, guarda, tallerista, etc.) significaba en principio la pertenencia clara a un grupo que sobresala entre el resto de los obreros, como as tambin en la localidad, que marcaba un status, y adems le imprima una clara identidad a la persona, definida por lo laboral: ser ferroviario. Es el mbito laboral, entre otros, y el lugar que ocupamos en l, lo que nos inserta en el espacio pblico, y dentro del cual adquirimos una existencia y una identidad social. Identidad que aparece fuertemente resaltada en las entrevistas, cuando se refieren a sus aos de actividad como los mejores de sus vidas, y sealando que an en el presente se sienten ferroviarios. Asimismo, legar la profesin a los hijos significaba mantener dentro de los mrgenes de la gran familia ferroviaria todos los saberes, normas y valores propios del trabajo. Al respecto, Joel Horowitz para explicar la fuerte identificacin que tenan estos obreros con su trabajo, la solidaridad entre las diferentes categoras de trabajadores del riel, toma el concepto del socilogo ingls Graeme Salaman de comunidad ocupacional, que explica: Los integrantes de las comunidades ocupacionales estn de tal modo influidos por su trabajo, que su vida entera fuera de ste se halla impregnada de las relaciones, intereses y valores desarrollados en l . Sostiene Horowitz: Otro factor fundamental para la existencia de la comunidad ocupacional era que si bien la tarea no estaba vedada a los extraos, la costumbre haca que se diera preferencia a los hijos de los propios ferroviarios. Vale decir que los que ingresaban a la actividad ya haban absorbido muchas de las normas y valores que le eran inherentes. En apariencia; estos factores bastaron para traer entre los ferroviarios un fuerte sentimiento de solidaridad

En los relatos, la tradicin familiar de trabajo en el ferrocarril se interrumpe en la generacin siguiente a los entrevistados. Slo en una entrevista realizada a un hijo de ferroviario ya fallecido, l cuenta que ingres al ferrocarril y an contina en la actualidad como conductor. Tal vez, podramos suponer que esta interrupcin se debe al declive que comienza a tener el transporte ferroviario a partir de la dcadas del sesenta y setenta, perodo en el cual llegan a la edad adulta los hijos de los entrevistados. Para esta nueva generacin el ferrocarril no apareca, tal como cuentan sus padres, como la mejor opcin laboral en Rufino donde el declive del ferrocarril es notable. En algunas de las entrevistas a ferroviarios jubilados, sin poder precisar una fecha, sealan que la situacin de decadencia del ferrocarril en Rufino comienza luego de la Gran Huelga, a mediados de los aos sesenta, con algunos despidos o retiros voluntarios con indemnizaciones, pero el momento clave es la dictadura militar de 1976, durante la cual se producen la mayora de cesantas, la cancelacin de las corridas de la mayora de los trenes locales, cierre de ramales y lo ms perjudicial para Rufino el cierre definitivo del galpn de mquinas. La referencia a los aos sesenta como momento de inicio de la desaparicin del transporte ferroviario, los entrevistados lo asocian directamente al auge del transporte automotor impulsado por polticas estatales, entre las cuales incluyen el Plan Larkin del gobierno de Frondizi, poltica que resisten durante la Gran Huelga de fines de 1961. Aldo Simonutti: Hay una etapa yo no la puedo definir por fechas, por aos. Pero hay una etapa, muy complicada que todos nosotros, observbamos que el transporte automotor empez a tener la incorporacin de camiones, empez a tener licencia mucho ms contundente. Entonces haca que empezara. Yo recuerdo, como ser, pocas que circulaban los trenes de frutas, el 112. Venan los trenes, treinta tres por cuatro, doce eran treinta vagones con frutas.. o sea eran treinta camiones. De pronto empezaron a desaparecer estos trenes. De pronto venan transporte de piedra para San Nicols donde se hace el acero, todo eso.. empez a disminuir. De pronto los trenes de hacienda empezaron a desaparecerAdolfo Chiambretto: cuando quisieron imponer la destruccin del ferrocarril a travs de un plan que se llamaba Larkin, lo habrs odo nombrar?... Bueno, ese plan tenda a la destruccin del ferrocarril, y estaban, queran destruir los ferrocarriles para que las empresas de automotores vendieran ms camiones. Por ejemplo que el trabajo que hacan los ferrocarriles, lo hicieran los camiones, como es en la actualidad.Una carrera por delante. Obreros calificados, una elite obreraRomina Rosso- Y cmo sigue ascendiendo en su carrera? cmo va marchando?

Humberto Ferrari- Bien, bien, en eso no me puedo quejar. Despus en el ao, yo entre ya.... en el 55 haba que estudiar para ir a rendir para maquinista, vio. Haba que ir a Buenos Aires, haba una escuela arriba que nos preparaban.

Alejandro Cazaux- En las horas libres

Humberto Ferrari- En las horas libres, s . Inclusive haba compaeros que venan a ensear los que estaban en ese momento, o lo buscbamos nosotros o venan.... Hasta que una vez pusieron un compaero, un instructor.

Alejandro Cazaux- Rentado

Humberto Ferrari- Y nos instruan. Tenamos que estar leyendo, el... Yo veo ahora, el reglamento, como era el reglamento antes, de los ferrocarriles. Y ahora andan sin guardas, no respetan ni los pasos niveles, ni nada

Adolfo Chiambretto: La Fraternidad pertenece al personal de conduccin de los ferroviarios, es decir al personal maquinista y foguista. Esos son y cuando trabajbamos en el galpn, cuando estaba la mquina vieja, la mquina a vapor era haba aspirantes, aspirantes a conductor . Limpiaba [el aspirante] las bielas, limpiaba los todo lo que significaba el movimiento de la locomotora, limpiaba el tren, toda la caldera, con estopa. Y eso es lo que haca. Y y a los seis meses ya tena que ir a rendir para efectivizarse en eso Me llamaron en el ao 1949. Ah me llaman de aspirante y me mandan a un galpn de Buenos Aires, en Santos Lugares, que se llama Alianza. Ah en ese galpn empec las actividades y despus ped traslado y me trasladaron, ped traslado ac a Rufino. Porque, porque era lgico, era mi pueblo, entonces Rufino era un ncleo de ferroviarios muy grande en aquel entonces. Que s yo ac con la zona de influencia, y ramos 1200 o 1500 ferroviarios Los ferroviarios en aquel tiempo eran personas, que s yo, bastante importantes, porque eran como, como el jefe de correos, por ejemplo estaba a un mismo nivel de dinero. Perciba un sueldo ms o menos bastante bien, como para mantener una familia prolfera como ramos nosotros, ramos ocho.

Nosotros tenamos ac en el local [seccional de La Fraternidad], tenamos una escuela. O sea, que tenamos todas las mquinas a vapor, en partecitas como para ir estudindolas, todos los movimientos de la mquina. Las tenamos ah y estudibamos. Era una maqueta. Y de ah nos llamaban a rendir. bamos a rendir un examen bastante fuerte. Porque el Ministerio de Transporte, es el que nos tomaba el examen Y en las horas libres venamos a estudiar y los instructores ramos nosotros igual. Yo por ejemplo, fui instructor mucho tiempo. Una vez que me recib y que ya tena cierta edad, cierta experiencia en todo, tambin iba a dar clases ahLuis Vietti: Yo empec a trabajar, estee, el 22 de diciembre de 1943. Mi ta y madrina, cuando termin la primaria en Laboulaye.. me trajo para estudiar telegrafista. Ella quera hacerme entrar al correo

Antes de entrar al ferrocarril, trabajaba con un rematador, y nos pagaba 30 pesos a m y a mi hermano. Entonces a m haba un hombre que era changador en la estacin, changador se le deca a los que llevaban las valijasme deca Ud. que sabe de telgrafos porque no entra al ferrocarril Entonces agarr, estee el secretario y jefe vivan en el Barrio San Martn ah y o sea, el Barrio Norte en ese tiempo. Y el secretario, nos encontrbamos todas las tardes, ah en el paso a nivel. Entonces yo un da estaba rebalsado y le digo, qu es lo que hay que hacer para entrar al ferrocarril. Y dice: cuntos aos tens vos?, y yo tengo 19 aos y medio. Ya estaba por ir al servicio militar. Y le digo que yo s el telgrafo a odo. Entonces dice, and a la comisara que te den una certificado de buena conducta y maana te presents en la oficina del jefe. Bueno, as hice y cuando dije que saba de telgrafo a los cinco das me tomaron los ingleses, a los cinco das. Aldo Balbi: Yo entr el 3 de enero de 1945 El Sr. Repetto que era el encargado ah en el galpn de mquinas, entonces present una solicitud de trabajo y entr enseguida porque necesitaban mucha gente. Entr mucha tres compaeros mos que trabajaban en la YPF, entraron en el ferrocarril. Romina Rosso: tenan que tener una preparacin en mecnica?

Aldo Balbi: No, ninguna. Te ibas haciendo sobre la marcha. Entonces no haba donde hacerlo, no haba ni escuelas de artes y oficios Ibas adquiriendo prctica en una cosa, ibas aprendiendo la, como ser, la mecnica de las mquinas, tienen un montn de distintos puestos, viste. Mecnicos, caldereros, haba que s yo. Primero a limpiar las mquinas, nos enseaban a limpiar las mquinas, viste, las primeras tareas. Y bueno, despus cuando. ascends a ayudante de un ajustador, de un mecnico, de un calderero, para que le fueran ayudando, viste, a un oficial. Ya que haba entonces, ya eran gente grande la mayora y haban trabajado muchos aos ellos, pocos chicos haba, porque no se expanda el ferrocarril, a estar ah sujetos, viste. Cuando se empez a abrir entr la gente, entonces esta gente empez a escalar tambin ellos y nosotros nos bamos formando a la par de, de un ajustador, de un ajustador mecnico, viste. Y despus una mquina tena distintas especialidades porque viste, haba un montn de mquinas y trabajo La mquina a vapor es brutal, porque son todas piezas pesadsimas.En el caso de los maquinistas, el trabajo implicaba una capacitacin gradual, desde el puesto de aspirante, de foguista y luego la instruccin en el mismo sindicato por sus compaeros o por instructores rentados, para rendir examen y finalmente llegar a ser maquinista. Desde principios del siglo XX debido a la presin de La Fraternidad, se reglament sobre las condiciones de admisin a travs del examen de algunas pruebas. Primero el aspirante deba pasar un ao como foguista, deba tener nociones elementales de aritmtica y obviamente conocimientos sobre el manejo de locomotoras. Posteriormente los exmenes variaban dependiendo de la incorporacin de nueva tecnologa en la maquinaria ferroviaria. El paso de la mquina a vapor a la mquina diesel fue otro momento de preparacin y demostracin de calificacin para los maquinistas. En cuanto a los trabajadores de la Unin Ferroviaria, el ingreso al ferrocarril requera, no en todos los casos, slo un examen de aritmtica y nociones de escritura y lectura. Luego, por ejemplo en el caso de los talleristas como citamos ms arriba un testimonio, su capacitacin era adquirida en el taller mismo especializndose en una o dos tareas enseadas por los compaeros ms antiguos. En otros trabajos dentro del ferrocarril deban rendir exmenes para obtener mejores puestos, por ejemplo en los casos de cambistas o auxiliares de estacin.

Luis A. Vietti: Se entraba de pen, despus de acuerdo a la aptitud de uno se va ascendiendo Cuando rend el examen para quedar efectivo, haba que rendir examen de cambista, que es el que mueve los vagones, clasificar los vagones, clasificar vagones para los trenes. Hay un montn de vagones en una va y pasa un tren para diego de Alvear a Buenos Aires y hay que clasificar todos esos vagones que hay para drselos al tren. Ah tenamos tiempo de tres meses a rendir examen de auxiliar para estar a cargo solo. Ya estar en la playa de cambista, todo eso, ya ser el auxiliar de toda la estacin, todo. Y a su vez tena uno o dos cambistas a cargo

Tanto La Fraternidad y posteriormente la Unin Ferroviaria, tenan plena conciencia de la importancia de sus afiliados para la economa del pas. Primero uno, y luego el otro se conformaron en organizaciones sindicales caracterizadas por su fortaleza, homogeneidad, y por su estructura jerarquizada y centralizada, que los diferenciaba del resto de los trabajadores del pas por lo menos hasta la mitad del siglo XX, cuando comienza a crecer el sector industrial con sus respectivos sindicatos. Si bien, La Fraternidad no fue reconocida por las empresas ferroviarias sino hasta 1920, el papel preponderante que cumpla el transporte ferroviario en la economa agroexportadora, le imprima una fuerte capacidad de presin hacia las empresas o hacia el estado para lograr mayores beneficios para sus afiliados, tales como normas de admisin, niveles salariales, adjudicacin de viviendas, hasta algunas primeras medidas de seguridad social. Desde su creacin, la Unin Ferroviaria se fue convirtiendo en una influyente organizacin dentro del sindicalismo argentino por su gran tamao y burocratizacin. En los aos 20, esta organizacin ferroviaria logra importantes mejoras salariales y de condiciones de trabajo para sus afiliados a partir de firmas de convenios con las empresas ferroviarias. Mejoras que deber defender contra los embates de la patronal luego de la crisis econmica mundial de 1929. La influencia a la que hacamos referencia ms arriba, se profundiza a partir de la creacin de la CGT en 1930, dentro de la cual la Unin Ferroviaria se convierte en una pieza clave de su funcionamiento y direccin, hasta aproximadamente mediados de esta dcada. En este sentido en el anlisis que tomamos de Horowitz, sostiene que la Unin Ferroviaria era el sindicato predominante, y los ferroviarios pensaban que as deba ser, dado su tamao y el papel que le tocaba cumplir El orgullo que sentan los ferroviarios por su posicin dentro de la clase obrera argentina se manifestaba, principalmente, como orgullo por su sindicato. Esto se deba a la fe que tenan en su organizacin.

A las caractersticas sealadas anteriormente sobre estos dos sindicatos, debemos agregar las que precisa Juan Suriano, definiendo un tipo particular de trabajador, para el caso de los maquinistas, dentro de la clase obrera, salarios altos y regulares, incipiente seguridad, buenas condiciones de vida, perspectivas de progreso tanto individual como familiar, conciencia de pertenencia a un ncleo de trabajadores exclusivos y privilegiados, cierto control del conocimiento tcnico laboral, conservadurismo poltico y seguridad de pertenencia a un gremio bsico de la economa nacional fueron todas caractersticas que inducen a pensar en los conductores de mquinas como una verdadera aristocracia obrera. El autor toma el concepto de aristocracia obrera utilizado por E. Hobsbawn, desde mediados del siglo XIX, la expresin aristocracia obrera se ha utilizado aparentemente para referirse a determinados estratos superiores de la clase: trabajadora: mejor pagados, mejor tratados. Contina especificando, No existe un criterio nico y simple para reconocer la pertenencia a una aristocracia obrera. Tericamente, cabe considerar al menos seis factores diferentes. Primero, el nivel y la regularidad de los ingresos de un trabajador; segundo, sus perspectivas de seguridad social; tercero, sus condiciones de trabajo, incluido el trato que recibe por parte de capataces y patronos; cuarto, sus relaciones con los estratos sociales situados por encima y por debajo del suyo; quinto, sus condiciones generales de vida y, por ltimo, las perspectivas de progreso futuro para l y sus hijos.

Otros autores como Gordillo y Horowitz prefieren utilizar el trmino lite obrera. Segn ste ltimo, que tambin incluye en este grupo a los trabajadores afiliados a la Unin Ferroviaria, se ha empleado el trmino elite en lugar de aristocracia obrera porque esta ltima expresin implica abrir cierto juicio sobre las acciones emprendidas por los trabajadores, en tanto que el primero alude nicamente a su situacin y a la visin que tenan de s mismos. Esa situacin, por s sola, no converta automticamente a todos los obreros del riel en una elite genuina: a ello coadyuvaba la existencia de su poderoso sindicato y las actitudes que adoptaban sus integrantes diferencindose de los restantes trabajadores. Sin embargo, tanto un concepto como otro intentan definir a estos trabajadores a partir de elementos que refieren a un status de superioridad con respecto al resto de la clase obrera, tambin visibles en una pequea localidad como Rufino.Como decamos, la calificacin que se requera o adquira en el ferrocarril marcaba una diferencia con respecto a otros obreros. Otro elemento que los diferenciaba era el percibir mejores salarios. Fundamentalmente esta caracterstica resaltaba an ms en una comunidad pequea como sta, donde las diferencias sociales por una mejor situacin econmica sobresalen an ms. Alejandro Cazaux: Ehh mi padre... ya venimos de races ferroviarios, en esa poca te digo para que te des cuenta la categora y la parte econmica, que el ferroviario estaba en todos lados bien visto, las cosas eran todas distintas, los padres mismos decan ahh ferroviario!!, viste para novia.Estas dos caractersticas sealadas, calificacin y buenos salarios, an podemos rastrearlas a mediados del siglo XX, momento en el cual ingresan al ferrocarril los ferroviarios entrevistados. En sus relatos sealan este status socio-econmico, refirindose a los buenos sueldos que ganaban, el haber comprado o construido su casa y en los casos de los hijos de ferroviarios se refieren al buen pasar econmico tambin sealando el tener casa propia, y adems recordando los juguetes y vestimenta que tenan en su infancia, poco comunes para la poca. Aldo Balbi: El que ms ganaba en ese entonces de los trabajadores, as, as del contexto, no?, el maquinista mismo y. el maquinista es el que ms ganaba. El jefe de estacin, jefe de galpn de mquina, todo esas cosas, ms o menos parejo. Y entonces, un sueldo de un trabajador comn que trabajara en cualquier parte de la industria ganara $100, un buen sueldo se consideraba. Y un maquinista ganaba $340, $340 ganaba en ese tiempo.

Nlida Mattei: Nosotros como ser, te digo como ser nosotros cuando ramos chicos Yo tengo dos hermanos varones y nosotros nunca usamos zapatillas. Porque en aquella poca usar zapatillas era de pobres, viste. Nunca usamos zapatillas, siempre zapatos. Y despus como ser mi pap, l cuando yo tena siete aos, mi pap compr la casa. Despus, como ser nunca nos falt nada. Nosotros yo viva en el barrio, viste del Colegio Nacional, sobre Victorero. En la esquina la tercera casa viva yo. Y enfrente viva, haba varias, estaban las chicas , haba muchas chicas en el barrio, y los nicos que tenamos bicicleta ramos nosotros, tenamos petiso, tenamos monopatn, tenamos triciclo.Mara Teresa Mattei: Eso que decan con respecto a los zapatos, los trajes porque un hijo de ferroviario tena que tener traje, entonces con pantaln corto, traje. Mir lo que parecan!!!Beatriz Roca de Tacchi: Viste, que s yo, por ejemplo en aquella poca los ferroviarios haban logrado tener un haban logrado muchos privilegios, muchas cosas. Mi pap no, los que ms los que mejor estaban eran los de La Fraternidad, los conductores de trenes. Pero por ejemplo nosotros con sacrificios y todo, mi pap lleg a hacerse una casita, criarnos a nosotros estee, en el Barrio Norte, todo como vos quieras, pero no tenamos que pagar alquiler.La poltica, las ideologas y la actividad gremialDesde la creacin en 1887 de La Fraternidad, Sociedad de Mquinas y Foguistas de Locomotoras, se estableci en su primer estatuto la prescindencia en materia poltico-ideolgica. Pero como plantea Mnica Gordillo La ideologa en los principales dirigentes de La Fraternidad simpatizantes o afiliados al partido Socialista- habra condicionado la accin reivindicativa y formas de lucha implementadas por el sindicato en el perodo en estudio [1916-1922]. En las entrevistas se menciona como una caracterstica comn, la simpata o afiliacin de los trabajadores ms antiguos al socialismo o al comunismo, principalmente en La Fraternidad.Si bien la mayora de los ferroviarios entrevistados, de uno y otro gremio, contaron su simpata hacia un partido poltico, en algunos casos una militancia y dirigencia significativa, tambin remarcaron que dentro del local del sindicato no se haca poltica partidaria, de alguna manera coincidiendo con los preceptos de La Fraternidad que mencionamos ms arriba. Los intereses gremiales se sobreponan a las diferencias ideolgicas reafirmando una unidad sindical para la defensa de los mismos.Adolfo Chiambretto- Siempre tratbamos de vigilar por ejemplo que no se hiciera poltica partidista en el local, nada de poltica partidista. Es decir, yo poda ser peronista, socialista, comunista o radical, pero ah no poda hacer fuera del local poda hacer cualquier cosa, pero en el local no poda hablar de tu partido Nosotros no permitamos bajo ningn punto de vista que alguien vaya hacer proselitismo en el local. De ah que sea lo que sea, tienen derecho, pero en el gremio lo tiene que respetar, porque ah, el gremio se sustenta con los diferentes partidos polticos. Ah haba, socialistas, peronistas, comunistas, radicalesRomina Rosso: Llegaban a algn acuerdo en las discusiones?

Adolfo Chiambreto: Y s, nos ponamos de acuerdo. Nos ponamos de acuerdo porque velbamos por el sindicatoAldo Simonutti- yo recuerdo que un compaero planteaba: cuando llegas a la puerta del sindicato sacte la camiseta ideolgica, despus cuando sals te la volvs poner y despus te vas a la esquina levants una tribuna y decs todo lo que a vos te parece correcto. Era un poco ese el tema, era un poco ese el tema.Juan Aguilera: S, s, bueno todos tenan un color poltico distinto, pero al momento de conformar una lista estaban unidos en La Fraternidad, o en la Unin Ferroviaria, haba un trabajo de unidad muy importante, muy respetuosos. Y estaba la persona por encima de la camisetaAldo Balbi: Mir, en el lugar de trabajo, ah, fui delegado 30 aos. No porque fuera autoritario, es lo que se elega democrticamente. Me ocup de los derechos, como si, como era mi herramienta yo trabajaba, no estaba como los burcratas. Haca mi trabajo, haca las dos cosas, cierto. Mientras tanto ayudaba a preparar compaeros para que pudieran estar en condiciones de tomar los puestos sindicales Bueno, haba mezclado en el gremio, de todos los sectores polticos Haba muchos compaeros peronistas, socialistas, eran la mayora peronista. Y yo era delegado de ellos siempre. As que me elegan los peronistas. (risas). Pero cuando llegaba una eleccin, bueno, ah cada uno tiraba para..Los maestros

A pesar de lo mencionado, aparece una referencia interesante en las entrevistas sobre la estrecha vinculacin entre el Partido Comunista y los trabajadores ferroviarios en esta localidad, entre los aos 50 y 60. Algunos de los entrevistados expresaron que el partido tena un buen funcionamiento y una buena organizacin gracias al ferrocarril. Otros, de diferente manera tambin mencionan la importancia del partido en el ferrocarril y en la localidad por aquellos aos, refiriendo que haba un foco comunista ;por el que eran objeto de constantes seguimientos y controles por parte de las fuerzas de seguridad, que ante el mnimo conflicto en el ferrocarril desembarcaba Gendarmera Nacional en Rufino. Es importante destacar que el presidente de la Unin Ferroviaria durante el perodo estudiado, Aldo Simonutti, fue adems uno de los dirigentes ms representativos del Partido Comunista local, sealado en las entrevistas como el ideal del buen sindicalista.

Para muchos de los entrevistados, sus compaeros comunistas como el Sr. Simonutti fueron ejemplos en la dirigencia y en la lucha sindical, unos verdaderos maestros. Alejandro Cazaux- Los maestros ac nos ensearon mucho, l le sac provecho, yo le estoy sacando provecho ahora. Insisto, l aprendi muchsimo [se refiere a Ferrari]Humberto Ferrari- Eran buenos compaeros.

Alejandro Cazaux- Sabes los compaeros que eran

Humberto Ferrari- Eran buenos compaeros porque vos salas, a lo mejor a carbn, eras nuevo y que se yo, por ah, la llevabas a la mquina de carbn y no tenas vapor y los viejos maquinistas te enseaban, te decan despacio, hace esto, hace esto otro.

Alejandro Cazaux- Y nos ensearon mucho en lo gremial. En lo gremial nos ensearon mucho.

Humberto Ferrari- S, s discutan y.... en ese tiempo haba muchos que te hacan temblar el piso.

Alejandro Cazaux- Los maestros, digo yo.

Humberto Ferrari- Los bichos colorados le decamos nosotros, los comunistas

Eran comunistas porque tenan sus ideas, pero eran excelentes compaeros, compaeros solidarios, honestos, tenan todas las condiciones, no es as Alejandro? Nada ms que tenan sus ideas y venan y viste... que despus a la larga. Yo en una oportunidad porque ellos venan ac y decan que el Fondo Monetario Internacional y los grandes terratenientes, en ese tiempo casi cincuenta aos. Ac los peronistas se levantaban porque decan... ya est hablando y se iban. Despus a la larga cuando el Fondo Monetario, le dije a Mattei, yo a Elbio que ya falleci que era comunista..... Qu razn tenan, porque es cierto. Ellos tenan eso, ya tenan esa visin. Y es cierto porque siempre el Fondo Monetario y todo.... Ya tenan como un versito ellos.... Y los grandes terratenientes. nos quieren avasallar... los cargbamos nosotros. Y nosotros desde jvenes venamos ac a la escuela, a los viejos a escuchar a los viejos. Y as nos fuimos fogueando porque haba cada paladines que agarraban la palabra que y. te acordas? [se dirige a Cazaux]

Aldo Balbi: Haba mir con el asunto del peronismo lgicamente mucha gente se va al peronismo. Pero ac permanecimos siempre fuerte, nosotros, mucha gente, nosotros, pese a que estuviera el peronismo.Benito Zanet: Los obreros, muchos obreros ferroviarios militaban en el partido comunista, por eso la huelga, la gran parte combativa que tena el partido S, haba una militancia importante. Primero y principal porque el secretario general de la Unin Ferroviaria era del partido nuestro, Aldo Simonutti. Y que fue un obrero destacado, su lucha en defensa de la clase trabajadora fue una lucha destacada que tuvo Aldo. Integridad, un tipo honesto, un tipo con el que se poda hablar con el que y que tena una capacidad de manejar el tema gremial, estee reconocida. Por algo era el presidente, el secretario general de la Unin Ferroviaria. Y La Fraternidad tena mucha gente del partido, que estaba permanentemente, si no esta en la direccin estaba atrs dando pautas sealando al enemigo. Entre ellos se encontraban los dos hermanos Mattei, estee y mucha otra gente. Y en el depsito de locomotoras haba bastante tambin del partido Juan Aguilera: Haba lleg a tener como 400 afiliados, era bueno. Y nosotros tuvimos un concejal, Aldo Simonutti.

El Peronismo

Romina Rosso- Y ud. estuvo de acuerdo con la medida que tom Pern de nacionalizar los ferrocarriles?

Humberto Ferrari- Y en ese tiempo, viste, no yo haca poco que haba entrado. En el 48 los nacionaliz, en abril del 48... y bueno lo tomamos como una cosa.... .Claro, ellos [el pap, el abuelo] se crean que era una cosa buena que haba.... que fuera propiedad del Estado. Algunos no, estaban en contra porque si bien los ingleses los hacan trabajar, haba mucho respeto, despus viste, entr un poco en la decadencia. Luis Vietti: Y yo estando en San Patricio vena un diariero, un poquito anciano ya. Vena con el local, se bajaba e San Patricio. Y una vez sent decir, me dice. cuando el Estado agarre los ferrocarriles no van a andar como ahora. Dicho y hechoAdolfo Chiambretto: Y s, tena un impacto favorable la nacionalizacin de una empresa, para hacerla trabajar de acuerdo al inters nacional. Porque es, el ferrocarril es por ejemplo, es como otras empresas que se han entregado, como el agua, como el gas, como el telfono, son bienes sociales que los tienen que tener, que tienen que estar en manos del Estado. Ehh entonces, lgicamente esa nacionalizacin de los ferrocarriles en el pueblo cal muy hondo, como una cosa buena. Tal vez la administracin, ya te digo, era un poquito la gente que estaba en la administracin, all arriba en el directorio de los ferrocarriles era Ante la pregunta sobre la nacionalizacin de los ferrocarriles, los entrevistados respondan confusamente sobre si fue beneficioso este acontecimiento. La primera respuesta, fue s, era necesario, una cosa buena. Todos los entrevistados comienzan a trabajar en el ferrocarril en aos del peronismo, por lo tanto no han trabajado para los ingleses, o algunos lo hicieron muy poco tiempo. Sin embargo, como ya comentamos, la mayora de ellos provena de familias de ferroviarios, por lo tanto saban ancdotas y experiencias de sus padres trabajando para los ingleses. Casi todos relataron que sus padres les contaban que el trabajo era muy duro con los ingleses, pero el funcionamiento del ferrocarril no tena problemas. Luego cuando profundizbamos un poco el tema, la mayora recordaba que la administracin de los ferrocarriles cambi, que no hubo mejoras en las mquinas, en las vas, hubo corrupcin, etc. De las tres entrevistas citadas, slo uno era simpatizante de Pern. Los otros si bien le reconocan los cambios que trajeron beneficios para los trabajadores, estaban en desacuerdo con el funcionamiento de los sindicatos (directivas nacionales) y la relacin de estos con el gobierno. La lgica de relato se repite en casi todas las entrevistas realizadas. La siguiente cita es un ejemplo sobre la contradiccin que gener en aquellos trabajadores que no simpatizaban con el peronismo. Humberto Ferrari- S, s viste... los que fueron.... a lo mejor eran de los primeros peronistas, y era medio a muerte , estos, viste, tenan.... porque inclusive, no s, yo, una cosa muy particular, Pern hizo muchas cosas buenas. Hizo muchsimas cosas buenas que.... con los trabajadores principalmente. Pero como est hoy la Argentina, el culpable de todo fue Pern. Una opinin muy personalEl culpable de todo lo que pas ac en la Argentina..... Porque vos habrs escuchado cuando l se hizo cargo, que haba hasta lingotes de oro en el Banco Central, y despilfarr todo y... hizo todo. Despus al gremialismo, al que era peronista le dio la mano, los otros se tomaban el codo, el brazo.

El abuso que hacan. Y si haba uno que estaba en su contra, ese o lo limpiaban, como limpiaron a un montn.

El paro a Pern y la movilizacin

Alejandro Cazaux- Vos ten en cuenta que ac, en la seccin Rufino con el Mitre, que sabs bien, mejor que yo sabs, porque estaba en actividad, uno era ms joven, que s yo. Bueno, pero estee, se le hizo un paro a Pern, que era poderossimo Pern, lo hicimos sin la autorizacin de l