Segunda venida

| Agosto 2013 rA4

Por Glder QuispeDoctor en Teologa, profesor universitario y director del Centro de Investigaciones White de la Universidad Peruana Unin.

@GluderQuispe

Seales importantes

En los artculos anteriores (de enero

a julio), coment algunos pasajes

relacionados con la segunda venida

de Cristo en el Antiguo Testamento. A

partir de ahora, me orientar a versculos

del Nuevo Testamento. Hay muchos!

Primero, diremos que la expresin se-

gunda venida no aparece en el Nuevo Tes-

tamento. Sin embargo, el adjetivo segunda

es encontrado una vez en Hebreos 9:28

con referencia a la venida de Cristo, quien

retorna para salvar a los que le esperan.

Mateo 24, junto con Marcos 13 y Lucas

21, menciona las seales de antes del in

indicadas por Jess. En Mateo 24 estn

entretejidas las profecas relacionadas con

el anuncio de la destruccin de Jerusaln

con las del in del tiempo. Jess estaba con

sus discpulos en el Monte de los Olivos

y estos le preguntaron: Dinos, cundo

sern estas cosas, y qu seal habr de tu

venida, y del in del siglo? (Mat. 24:3). Los

discpulos le haban hecho tres preguntas:

acerca del tiempo de la destruccin de

Jerusaln, de la venida de Cristo y del in

del mundo. La gran profeca del Maestro

de Mateo 24 abarca toda la Era Cristiana.

El alfa de la profeca de Jess incluye la

omega de la nacin juda como pueblo

peculiar de Dios, mientras que la omega de

la profeca inicia el alfa de una nueva era,

la cual empezar en ocasin de la segunda

venida de Cristo.

Si enumeramos las seales de antes del

regreso de Jesucristo mencionadas en las

Escrituras, podramos, al menos, agruparlas

en doce: (1) guerras, rumores de guerra,

temor, hambruna y desastre aligiran a la

raza humana (Mat. 24:6, 7; Luc. 21:11, 25,

26; Joel 3:9-14; Apoc. 11:18); (2) seales que

apareceran en el sol, la luna y las estrellas

(Mat. 24:29, 30; Luc. 21:25; Apoc. 6:12,

13); (3) la gente tendra que pasar por un

tiempo de angustia tal que la raza humana

nunca habra experimentado antes (Dan.

12:1); (4) falsos cristos y falsos profetas

pretenderan hablar por Dios (Mat. 24:4,

5, 11, 23-27); (5) terremotos, pestilencias y

tormentas rugiran por la faz de la Tierra

(Mat. 24:7; Luc. 21:11); (6) la anarqua y el

pecado imitaran la condicin de los das

de No (Mat. 24:12; Luc. 17:26-30; 2 Tim.

3:1-5, 13); (7) se predicara el evangelio en

todo el mundo (Mat. 24:14); (8) la gente se

burlara de la idea del pronto regreso de

Cristo (2 Ped. 3:1-4); (9) el espiritismo se

esparcira (1 Tim. 4:1, 2); (10) la duda y la

apostasa se levantaran en la iglesia (2 Tim.

4:2-4; 2 Ped. 2:1, 2; Luc. 18:8; Mat. 24:12);

(11) el entendimiento del libro de Daniel

aumentara (Dan. 12:4); y (12) disputas

laborales y del capital estremeceran al

mundo econmico (Sant. 5:1-6).

Especicamente en Mateo 24, se puede

notar que las primeras seales mencionadas

en el texto estn dirigidas a la destruccin

de Jerusaln, siendo al mismo tiempo un

eco para el tiempo del in. Las adverten-

cias de que apareceran algunos diciendo:

Yo soy el Cristo, que se oiran guerras

y rumores de guerras, que se levantara

nacin contra nacin, que habra pestes,

hambres, terremotos en diferentes lugares,

se cumplieron antes de la destruccin del

templo de Jerusaln por los romanos.

Durante el perodo desde la ascensin

de Cristo hasta el ao 70 d.C., cuentan los

historiadores que los dirigentes judos

contrataban a falsos profetas para insi-

nuar al pueblo que Dios los protegera de

los romanos. Adems, aparecieron falsos

mesas haciendo aparentes milagros, se

escuchaban rumores de guerras y haba

hambre. Josefo, historiador que fue testi-

go de la destruccin de Jerusaln, cuenta

la historia de Mara, hija de Eleazar, una

mujer atrapada en Jerusaln, sitiada por

el ejrcito romano, que as a su propio

beb para comerlo, porque el hambre era

aterradora.

Observando el texto de Mateo 24, po-

demos encontrar al menos tres seales

concretas en conexin con la segunda

venida de Jesucristo.

La primera es todo un desao. Y ser

predicado este evangelio del reino en todo

el mundo, para testimonio a todas las na-

ciones; y entonces vendr el in (vers. 14).

Desde su inicio, la iglesia cristiana se ha

expandido alrededor del mundo, pero su

obra misionera an no ha sido completada.

El texto es claro: cuando la iglesia haya

completado su obra misionera mundial,

entonces vendr el in.

La segunda seal concreta en relacin

con la segunda venida de Jesucristo se en-

cuentra en el versculo 27: Porque como el

relmpago que sale del oriente y se muestra

en el occidente, as ser tambin la venida

del Hijo del Hombre. Este texto muestra que

todos los habitantes de la Tierra sabrn qu

est ocurriendo. Todos lo vern (Apoc. 1:7).

La ltima seal concreta est registrada en

los versculos 30 y 31. Entonces aparecer

la seal del Hijo del Hombre en el cielo [...]

y vern al Hijo del Hombre viniendo sobre

las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviar a sus ngeles [...] y juntarn a sus

escogidos, de los cuatro vientos, desde un

extremo del cielo hasta el otro.