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FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
SENSIBILIDAD Y EDUCACION DE LOS SENTIDOS
PAOLA RIQUERO PAZ
UNIVERSIDAD CATÓLICA
SANTO TORIBIO
DE MOGROVEJO
SENSIBILIDAD Y EDUCACION DE LOS SENTIDOS
I. Sensibilidad
1.1. Definición
1.2. Conocimiento como perfección vital
1.2.1. Niveles de conocimiento
II. Educación de los sentidos
2.1. Sensibilidad externa
2.1.1. Objetos de los sentidos externos
2.1.2. Naturaleza de los sentidos externos
2.1.2.1. Los sentidos son facultades
2.1.2.2. Los sentidos son potencia pasiva
2.1.2.3. Los sentidos en sí mismos no son ni materiales ni
espirituales
2.1.3. La naturaleza del acto de sentir o sensación
2.1.3.1. La sensación es un fenómeno psíquico
2.1.3.2. La sensación es un acto de conocimiento
2.1.3.3. La sensación es un conocimiento con fundamento
2.1.3.4. La sensación es un conocimiento directo
2.1.4. El cuidado de los sentidos externos
2.1.4.1. Ver y mirar
2.1.4.2. Oír y escuchar
2.2. Sensibilidad interna
2.2.1. Sentido común
2.2.1.1. Funciones
2.2.1.2. Naturaleza del sentido común
2.2.2. Imaginación
2.2.2.1. Naturaleza de la imaginación
2.2.2.2. Tipos o niveles de la imaginación humana
2.2.2.3. La educación de la imaginación
2.2.3. Memoria
2.2.3.1. Objeto
2.2.3.2. Condiciones
2.2.4. Estimativa / cogitativa
2.2.4.1. Elementos en el proceso de la estimativa
2.2.4.2. Funciones de la estimativa
2.2.4.3. Funciones de la cogitativa
2.2.5. Percepción
Sensibilidad
1.1 Definición
Santo Tomas de Aquino toma el vocablo sensibilidad en aceptación mas
restringida (sensibilitas = facultad de sentir) significando con el la facultad apetitiva
sensitiva, sensibilidad en sentido que se divide en concupiscible e irascible. La
primera se dirige a lo sensitivamente agradable, la segunda útil para el individuo a la
especie; esto no parece inmediatamente como agradable a los sentidos y todo es
asequible superando una resistencia. Los movimientos y las pasiones se agregan así
a la sensibilidad como estados afectivos del sujeto que apetece. Las emociones del
apetito concupiscible son: odio, amor, deseo, aversión, gozo, tristeza; y las del
apetito irascible, esperanza, desesperación, audacia, temor, ira. (Brugger, 1998)
Con todo según Santo Tomas la sensibilidad en sentido incluye no solo la
facultad sensitiva externa e interna sino también la facultad apetitiva que las
acompaña en sentido ético la sensibilidad designa la emotividad o disposición del
placer no suficiente controlados por la persona.
Según Yepes(2003) “ por sensibilidad llevamos a cabo el conocimiento sensible
y esta compuesta por los sentidos externos y los internos. La vida sensitiva se
caracteriza por estar regida por el conocimiento y el apetito de lo real concreto”.
La manera real de estar <<en>> y <<con>> la realidad, de <<estar en el
mundo>>, es lo que llamamos sensibilidad; gracias a ella me encuentro y encuentro
las cosas que están conmigo. Esa sensibilidad es primeramente transparencia
<<a través>> de mi cuerpo estoy en y con las demás cosas, en y con él en la medida
en que es también una cosa. En cuanto cosa, el cuerpo es <<opaco>>; en cuanto
cuerpo sensible, es un medio <<transparente >> que me inserta en el mundo. (María,
1982).
Esa transparencia general que nos permite insertarnos en el mundo y estar en él,
resultante de la intersección de la estructura del mundo con la del cuerpo humano,
tiene una pluralidad de dimensiones. La sensibilidad se articula en sentidos y estos
descubren y manifiestan aspectos del mundo; o bien tropiezan con puntos en que su
realidad no se hace patente, en otras palabras revelan su parcial opacidad, en forma
de resistencia.
1.2 Conocimiento como perfección vital
Conocer es el modo mas intenso de vivir. Cuando se conoce algo, se vive mucho
mas, porque el poseerse lo que se conoce se “dilata” el propio vivir, se es más “vivir
conociendo es vivir mucho mas”, y se conoce porque a nuestro principio activo (el
alma) le <<sobra>> actividad y fuerza, de modo que no se limita e informa al
cuerpo, sino que es capaz de abrirse a otra realidades sin perder por ello la
formalización que se realiza en el cuerpo: <<los sentidos reciben la forma sensible
de las cosas sin recibir su materia>>. Yepes (2003)
Llano (1998), define que “conocer es una posesión inmaterial de la forma de otra
cosa sin perder por ello la propia forma y sin afectar a la forma de lo conocido, esta
apropiación se llama intencionalidad” (la intencionalidad no sólo puede referirse a
las tendencias o a la voluntad (la intención es un acto de la voluntad)).
García (2003), toma al conocimiento como una perfección vital ya que el
conocimiento añade al ser vivo una perfección mayor, en esta primera
aproximación, se puede decir que conocer es una relación entre un sujeto que
conoce y una realidad que es conocida.
Cabe también lo que se llama intencionalidad cognoscitiva: el sujeto
<<asimila>> lo conocido pero continúa siendo sujeto y lo conocido sigue siendo tal
como era anteriormente. “lo propio del conocimiento es la permanencia del sujeto y
el respeto de la alteridad de lo conocido. Por eso se dice que la asimilación
cognoscitiva es inmaterial e intencional.
Entonces si asimilo lo ajeno, pero sin su materia ¿Qué se toma de lo conocido?,
según la teoría aristotélica del conocimiento tomo tan solo la <<forma>>.
Se puede concluir, por consiguiente, que conocer es poseer de modo inmaterial
o intencional una forma ajena. De la forma se puede decir que es el principio
intrínseco de unidad y actividad y aquello por lo que algo es lo que es. En otros
términos, la forma es el principio estructurador u organizador de la materia que hace
que una cosa sea lo que es, y no otra realidad distinta.
Todos los seres poseen una determinada forma, un determinado modo de ser.
Este modo de ser se refiere tanto al nivel esencial como al accidental, dando lugar a
una doble modalidad de formas.
Forma sustancial. Los seres materiales tiene de modo natural la forma
gracias a la cual cada ser es lo es y no otra cosas distinta.
Forma accidental. Se trata de un modo de ser que puede variar porque no
afecta esencialmente al ser de la cosa.
1.2.1 Niveles del conocimiento humano
1.2.1.1Conocimiento sensible
Llamado también conocimiento sensitivo, que tiene por objeto al
aspecto particular y sensible de las cosas materiales, es decir, que lo
denominaremos <<imagen>> sensible. García (2003).
El conocimiento sensible solo es posible si se da una apertura de
las facultades cognoscitivas a través de un medio físico y del propio
órgano. Córdova (2000).
Las facultades cognoscitivas tienen capacidad de actualizarse con
el objeto, y por su parte la realidad es cognoscible, tiene posibilidad de
ser conocida.
Si las facultades cognoscitivas no pudieran <<hacerse>> el objeto, no
se podría conocer tampoco si la realidad fuera <<cerrada>>,
incognoscible. Solo así es posible la gran apertura a la realidad que
ofrece el conocimiento, aun en este nivel básico que es el sensible.
1.2.1.2 Conocimiento intelectual
Que es el específico del hombre, y tiene por objeto el aspecto esencial
y universal de las cosas materiales, esto es, la idea o concepto. García
(2003)
Tomas de Aquino al referirse al conocimiento intelectual afirma que
<<en el acto de entender, el entendimiento y lo inteligible son una
misma cosa, como en el sentir son una misma cosa el sentido y lo
sensible>>.
Educación de los sentidos
2.1. Sensibilidad externa
2.1.1. Objeto de los sentidos externos
Para clasificar los diversos aspectos de lo físico que los sentidos
captan, Aristóteles estableció una división entre lo que llamo sensibles
propios y sensibles comunes.
2.1.1.1. Sensibles propios
Aquel aspecto de lo físico, cualidad sensible que puede ser
captada por un sentido y nada mas que por él; así, el sensible
propio de la vista es el color, del oído es el sonido, del gusto es el
sabor, del olfato es el olor, del tacto es la textura. Córdova (2000)
Mediante el sensible propio pueden captarse otras
cualidades sensibles como el tamaño, la figura, etc.
2.1.1.2. Sensibles comunes
Son cualidades que también pueden ser captadas por los
sensibles propios y pueden captarse por más de un sentido,
Aristóteles las denomino sensibles comunes y concluyó que eran
cinco: movimiento, reposo, número, figura y magnitud.
Al conjunto de los sensibles propios y los sensibles comunes se
denominó, en la tradición aristotélica medieval, tanto árabe como
cristiana, sensibles per se y se llamo sensible per accidens a aquellas
realidades que no son sentidas por sí mismas sino precisamente en sus
accidentes.
2.1.2. Naturaleza de los sentidos externos
La división de los sentidos externos de dan en cinco: vista, oído, tacto,
gusto y olfato
2.1.2.1. Los sentidos son facultades
Un ser vivo dotado de sensibilidad reacciona cuando esta ante
estímulos físicos, sus facultades pasan a acto ante la presencia de tales
estímulos.
Las facultades no son substancias separadas que existan por sí
mismas, son, como decíamos, potencias del alma, principios próximos
de operaciones. Córdova (2000).
Verneaux (1988), define que “una facultad no es un ser, y aún menos
una substancia, pues no tiene existencia propia”.
2.1.2.2. Los sentidos son potencia pasiva
Al decir que los sentidos son potencia pasiva, no se refiere que es
puramente pasivo, pues este es un poder de actuar, ya que la
sensibilidad esta dotada de cierta actividad, puesto que conoces. Pero
el sentido solamente entra en actividad y pasa al acto si es motivo.
Verneaux (1988)
2.1.2.3. Los sentidos en si mismos, no son ni material ni espiritual
No es puramente material, corporal, no se reduce al órgano. En
efecto, si el órgano no está animado, a pesar de ser excitado, no
proporcionara sensación. Si bien los sentidos no pueden reducirse a su
soporte orgánico, ya que hay ahí una << presencia >> del alma del ser
vivo; y aún siendo las operaciones sensibles de índole no material, no
por ser inmateriales y por esto van a ser espirituales.
Pero sabemos que si bien lo espiritual es inmaterial no todo lo
inmaterial es espiritual. Las operaciones sensibles son inmateriales,
pero de ahí no se sigue que sean espirituales porque dependen del
órgano, tienen una base corpórea aún cuando no se reducen a él.
2.1.3. Naturaleza de los actos de sentir o sensación
2.1.3.1. La sensación es un fenómeno psíquico
La sensación es un acto espontáneo en cuanto a su origen e
inmanente en cuanto a su término. Es pues, un acto vital, o psíquico en su
sentido amplio. Además, si es un acto de conocimiento, como vamos a
demostrar, es inmaterial, porque el conocimiento en general no es posible
si no esta separado de la materia.
2.1.3.2. La sensación es un acto de conocimiento
La sensación es un conocimiento, que revela algo, digamos un
aspecto de la naturaleza del objeto. Si bien la sensación tiene una
dimensión biológica; sin embargo, no se reduce a ella sino que en cierto
conocimiento inmaterial e inmanente en el cual el sentido posee un objeto
intencional.
2.1.3.3. La sensación es un conocimiento con fundamento
Si bien la sensación tiene una dimensión biológica, sin embargo,
no se reduce a ella sino que es un cierto conocimiento inmaterial e
inmanente en el cual el sentido posee un objeto intencional.
2.1.3.4. La sensación es un conocimiento directo
Es decir que la sensación en cuanto tal se produce sin mediación.
La sensación es inmediata, para darse por precisa de un momento
reflexivo, un razonamiento. En conclusión podemos decir que los sentidos
son puestos en acto a través de un objeto exterior, el cual especifica al
sentido.
2.1.4. El cuidado de los sentidos externos
Es importante recordar también que los actos son inmanentes. Córdova
(2000) argumenta que la sensación es un acto inmanente que afecta y
permanece en el sujeto, lo cual reviste especial importancia en el ser
humano; los actos cognoscitivos que se ejercen a través de los sentidos de
inciden en sus facultades configurándolas, en definitiva recaen en su
principio remoto que es su alma, facilitándole o dificultándole sus
operaciones propiamente espirituales.
2.1.4.1. Ver y mirar
Córdova (2000), establece una diferencia entre el ver y el mirar.
Ver es simplemente ejercer el acto de la visión, el ver supone
simplemente una cierta maduración orgánica y especialmente una
organización de los diferentes elementos captados visualmente por parte
de los sentidos internos.
Sin embargo, el mirar es más que el simple ver, es ver con detenimiento,
fijar libremente la vista en aquello que queremos detenernos.
La mirada humana es reveladora, a través de ella podemos captar el nivel
de vitalidad de las diferentes personas. La mirada humana es una
maravilla, nos hace asequible la realidad, nos proporciona una apasionante
apertura a la realidad.
2.1.4.2. Oír y escuchar
Oír a diferencia del escuchar en que es el simple acto por el cual se capta
un sonido; en cambio al escuchar supone la captación auditiva de una
unidad de significado y especialmente requiere de la atención, lo cual, de
modo semejante a lo que ocurrirá con la vista, supone una cierta dirección
por parte del sujeto. Córdova (2000).
Es de gran importancia saber escuchar, aprender a oír con atención,
contando con criterios sobre aquello que vale la pena escuchar y sobre lo
cual es mejor no prestar atención; todo esto se refiere al desarrollo integral
del ser humano y en especial al mejor despliegue de sus facultades
espirituales, como son la inteligencia y la voluntad.
No olvidemos que la actividad espiritual del ser humano se desarrolla
mejor si se ejerce un dominio sobre la sensibilidad, empezando por la
actividad de los sentidos externos.
En el ser humano, el escuchar muchas veces va unido con el ejercicio del
lenguaje, con el hablar, por lo que a veces hay que hacérselo ver a las
personas: eso que estas diciendo me, ¿me ayuda a mejorar a mi o a ti
mismo?, si son mentiras, murmuraciones, falsedades, u otra cosas que no
nos ayudan ni a quien lo dice ni a quien lo escucha, entonces es mejor
evitarlos.
2.2. Sensibilidad interna
García (2003) da la clásica distinción entre sentidos externos e internos
se basa en la diferencia de objetos de cada uno de ellos: los sentidos
externos captan lo exterior mientras que los sentidos internos tienes por
objeto las sensaciones que les presentan los sentidos externos.
Por lo tanto no se denominan sentidos externos en virtud de que esten en
la superficie de nuestro cuerpo, lo cual es falso, porque también tenemos
sentido del tacto en el estómago, sino en virtud de que objetivan lo exterior,
es decir, la realidad física. Los sentidos internos tampoco se llaman internos
por estar en el interior de nuestro organismo, sino en virtud de que objetivan
a partir de los objetos de los sentidos externos.
Según Córdova (2000), los sentidos internos como aquellas facultades
del alma capaces de representar las imágenes sensibles sin que el objeto este
presente, ya que posee especies retenidas.
Según la clasificación clásica los sentidos internos son cuatro: tres de
ellos son fundamentalmente cognoscitivo: el sentido común, la imaginación
y la memoria. El otro sentido aunque es cognoscitivo es también valorativo
y se llama estimativa en los animales y cogitativa en los seres humanos.
2.2.1. Sentido común
Todas las sensaciones requieren ser unificadas para
hacer posible la identificación de las realidades
aprendidas. Y la facultad que lleva a cabo esta integración
es llamada en la tradición aristotélica sentido común o
también sensorio común.
Según Santo Tomas el sentido común es un sentido
interno, una función del conocimiento sensible.
2.2.1.1. Funciones
Distinguir y unir cualidades sensibles diferentes, de
orden diferente, como un color y un sabor.
Saber que sentimos, por ello se le puede llamar
conciencia sensible.
2.2.1.2. Naturaleza del sentido común
Es el centro, o la raíz, o el principio de la
sensibilidad; de ella procede la aptitud para sentir de
los cinco sentidos externos y en ella se terminan las
impresiones que reciben de sus objetos.
Verneaux (1988) aclara que tampoco es una función
intelectual, pues su objeto no es abstracto; es una
función sensible, porque tiene por objeto este
fenómeno concreto que es la sensación de un objeto
determinado.
Por ello el sentido común no resultaría mal
designado con el nombre de conciencia sensible, (no
existen sensaciones inconscientes).
2.2.2. Imaginación
2.2.2.1. Naturaleza de la imaginación
La actividad imaginativa consiste en volver a
hacerse presente un objeto concreto, sensible,
captado inicialmente por los sentidos externos. A
través de estos se vuelve a hacer presente esa
imagen de manera que la imagen representada no es
la presentación directa de la realidad, sino la
presentación de un objeto real, cuando éste se
encuentra ausente.
2.2.2.2. Tipos de nivel de la imaginación
.Imaginación eidética, consiste en reproducir solo
imágenes, aisladas, sin establecer relaciones entre
ellas. En este nivel, las imágenes no están
organizadas y como tales se representan.
.Imaginación proporcional, se caracteriza por
presentar un incipiente nivel de organización de las
imágenes. Por medio de la imaginación se pueden
establecer relaciones entre las imágenes. Así, se
pueden establecer varias relaciones de asociación:
comparación, diferenciación, semejanza, con lo cual
establece una cierta proporcionalidad.
.Imaginación reproductiva, en este nivel la
imaginación es capaz de representarse figuras en el
espacio y continuidad en el tiempo, captados
imaginativamente suponen un imaginación de alto
nivel, ya que su medida es interna a ellos mismos.
.Imaginación simbólica, es la que pone en relación
un símbolo un signo con aquello que representa.
2.2.2.3. Educación de la imaginación
La educación de la imaginación se justifica en
cuanto que es una facultad perfeccionable
intrínsecamente, es decir que en este caso no solo
cabe una conducción, una dirección desde fuera de
la facultad, sino una perfección de la facultad
misma.
Si se educa la imaginación esta puede desarrollarse
y con ello se posibilita una actividad intelectual muy
potente. En cambio, si la imaginación esta
desordenada es muy difícil avanzar en el campo
intelectual.
Por otra parte, el dominio de la imaginación es
indispensable para progresar en el conocimiento
intelectual. Córdova (2000).
Por eso es importante ir adquiriendo los niveles
superiores de la actividad imaginativa, ya que si la
empleamos bien podemos llegar a componer
situaciones que sean útiles o beneficiosas para los
demás, tratando de dar una respuesta imaginativa a
cada situación difícil.
2.2.3. Memoria
Mediante la conservación de las valoraciones de la
estimativa el ser vivo adquiere experiencia sobre las cosas
singulares externas y sobre cómo comportarse frente a ellas;
esta adquisición de experiencia se hace posible gracias a la
memoria.
Pero la memoria no sólo conserva las valoraciones de la
estimativa sino también los actos del viviente, es decir,
retiene la sucesión temporal del propio vivir, de las propias
percepciones, pensamientos; en otras palabras conserva el
tiempo interior, esto es la actividad interior vivida. García
(2003).
2.2.3.1. Objeto de la memoria
La memoria la supone, y podemos llamar memoria, al
sentido amplio, a la facultad de conservar y de la reproducir
imágenes. Pero lo que especifica ala memoria es su objeto
formal, a saber: el pasado. Es el conocimiento del pasado
como tal.
Su acto propio es, pues el reconocimiento de los
recuerdos, o el recuerdo como tal, es decir una imagen en
cuanto es referida al pasado.
2.2.3.2. Condiciones
La memoria supone solamente la percepción concreta de
la duración interior. Es lo que se llama tiempo propio o
subjetivo, por oposición al tiempo objetivo y social. Pero el
tiempo subjetivo es tan real o incluso mas que el tiempo
objetivo.
2.2.4. Estimativa / cogitativa
Su objeto es la utilidad o la nocividad de las cosas percibidas.
En el animal es un elemento del conocimiento que esta implicado
en el instinto. La estimativa es el sentido que juzga de modo
espontáneo e inmediato sobre la bondad o maldad de los objetos y
sobre su utilidad practica.
Aunque es una facultad cognoscitiva tiene una dimensión
tendencial porque está muy relacionado con un apetito natural
sensible, aunque puede ser perfeccionado por la inteligencia. Si
esta reservada al instinto animal se denomina estimativa, si sw
refiere al hombre se llama cogitativa porque ésta perfeccionada
por la razón.
2.2.4.1. Elementos en el proceso de la estimativa
Córdova (2000) distingue tres elementos en el proceso de
la estimativa o cognitiva.
.La comparecencia de los contenidos formales o unidades
de significación, los cuales vienen dados básicamente por
los sentidos externos (sentido común, memoria, por la
imaginación).
. La valoración de la realidad, a través de información
recibida; esta valoración (considerada como aquella
realidad nociva), relaciona la realidad externa con la propia
realidad vital del sujeto.
. La huida o acercamiento hacia aquella realidad, es decir
que la valoración pone en actividad las potencias motoras
del sujeto.
Debido a estos tres elementos se puede considerar que la
estimativa o cogitativa es la que sirve de punto de partida
para las tendencias y sentimientos del ser vivo.
2.2.4.2. Funciones de la estimativa
Es una función de conocimiento: su objeto es la utilidad o
la nocividad de las cosas percibidas. La estimativa supone
sin duda la percepción de un objeto, pero también la
imaginación de otras cosas nos da, a saber: el efecto, la
acción futura de la cosa percibida.
2.2.4.3. Funciones de la cogitativa
Es la misma función, pero considerada en el hombre, pero
porque darle un nombre distinto: porque el hombre es
inteligente, y su inteligencia influye sobre el juego de sus
instintos; los perfecciona de modo que, aunque sean aún
instintos, no son ya instintos animales, sino instintos
humanos. Verneaux (1988).
2.2.5. Percepción
García (2003),define a la percepción como el resultado de
la operación de los sentidos internos es la percepción
sensible, donde el objeto se presenta de modo unificado ,
con una información acerca del valor concreto de lo
percibido para el sujeto, así como una primera conciencia
sensible.
De esta manera se podría decir que la percepción se
encuentra a medio camino entre la sensación de los sentidos
externos y la conceptualización abstracta propia de la
inteligencia.
BIBLIOGRAFÍA
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filosófica. Piura: universidad de Piura.
Choza, J. (1988). Manual de antropología filosófica. Madrid: Rialp.
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Yepes, R. y Aranguren, J. (2003). Fundamentos de antropología: unidad de la
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Apéndice