8/9/2019 Si te muerde un perro
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Si te muerde un perro
Mara Tenorio
--Durante diez das, me dijo el doctor Garay, usted debe observar
al perrito. Si lo regalan, semuere o desaparece de su vista,
inmediatamente se viene a la unidad de salud, y la vacunamos
contra la rabia.
Con esa advertencia y el pinchazo de la vacuna contra el ttano
en el brazo derecho, concluy mi
visita a la Unidad de Salud Barrios tras haber sido vctima de
una mordida canina. Dos perritos, alos que nunca haba visto, se me
prendieron de las piernas y uno de ellos me clav los dientes en
la derecha, en el gemelo interior. El incidente ocurri mientras
yo caminaba, como casi todas las
maanas, para hacer un poco de ejercicio, a varias cuadras de
distancia de mi casa. Ya en esta,
me lav la herida con yodo pues alguna nocin tena de que la
saliva de esas bestias domsticases altamente infecciosa.
--Tiene que observar que el perro tenga una conducta normal, me
dijo el doctor Garay. Si haperdido apetito o ha dejado de tomar
agua, si pasa escondido bajo un mueble huyendo de la luz,
si babea en exceso, si camina raro: esos son sntomas de rabia.
Si usted nota algo extrao en el
perrito, inmediatamente se viene a la unidad de salud, y la
vacunamos contra la rabia.
Mi misin era clara. Deba aproximarme a la casa de esos vecinos,
contarles la historia y
solicitarles su permiso para observar a los perritos (nunca supe
cul me atac, pues ambos lucen
igual, misma raza, misma edad). Acompaada de Miguel, toqu el
timbre de la casa de loscanecitos a eso de las 3 de la tarde. Tras
la ventana apareci una nia de unos 12 aos diciendo
"no est, no est" y yo no haba preguntado por nadie. Le adelant a
la susodicha, quien dijo no
vivir all, que yo haba sido mordida por uno de los ladradores
animalitos que bien escuchbamosal otro lado de la pared. Aquel
intento fallido me llev a la escritura: redact una nota dirigida
a
los "estimados vecinos de la casa 3" contando la historia y la
prend en la chapa de la puerta.
--Hoy por hoy la prioridad es el perro, me dijo el doctor Garay.
Y la ms interesada en
observarlo es usted. Nosotros enviaremos un inspector, pero se
imaginar que aqu hay
doscientos perros que observar y apenas unos pocos inspectores.
As que le recomiendo que cadados das visite al perrito y, en caso
de notar algo extrao, inmediatamente se viene a la unidad de
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salud, y la vacunamos contra la rabia.
La escritura dio resultados. Unas horas ms tarde, la vecina
estaba en mi casa acompaada por suhijo preadolescente. Me trajo las
cartillas de vacunacin, que escane para revisar
detenidamente, y me dijo que los perritos nunca haban mordido a
nadie y que, adems, jams
salan de la casa si no era acompaados. Pues qu mala suerte tuve,
le respond. Al finalmurmur un "disculpe", tras insinuar que la
conducta de sus mascotas deba haber sido
defensiva. Ensendole la mordida le expliqu a la vecina, cuyo
nombre nunca supe, que yo no
haba provocado a los canecitos de ninguna manera y que vagaban
solos por la calle.
--Las mordidas se clasifican en graves y leves, me dijo el
doctor Garay, segn la distancia
respecto de la cabeza. Recuerde que la rabia es una infeccin
cerebral y es incurable, o sea
mortal. Su mordida es leve, porque es en la zona abajo del
ombligo. Pero aun as puede pasarle larabia. As que, ya sabe, en los
casos que le he dicho, inmediatamente se viene a la unidad de
salud y la vacunamos contra la rabia.
Mis posteriores visitas a los perritos no fueron nada
agradables. Cada vez que llegaba meencontraba con un miembro de la
familia distinto ante quien deba presentarme. Mirndome con
extraeza accedan a mostrarme a sus mascotas, tras la ventana,
rechinando en los dientes un "silos perritos estn sanos". Pareca
que yo era la agresora y ellos los ofendidos.
--La rabia se transmite de animal a humano, ogame bien, me dijo
el doctor Garay. Si el animal
est infectado y muestra signos de rabia en los prximos das, es
muy probable que se la hayapasado. A eso debemos prestarle atencin.
Por eso debe estar vigilante. Si observa algn signo
extrao, o si los perritos desaparecen de su vista, se viene a la
unidad de salud y la vacunamos
contra la rabia.
Pasaron los diez das en que mi tranquilidad dependa del
bienestar de esos animalitos, cuya
especie siempre me ha resultado indiferente o, ms bien,
considero incmoda para compartircasa con los humanos. Si bien no
necesit la vacuna contra la rabia, dentro de un par de semanas
debo tomar el refuerzo de la dolorosa antitetnica. Adems, mi
pierna todava tiene las marcas de
los tres dientes que jams sabr si fueron de Manchita o de Mota,
que as identifican las cartillasde vacunacin a mis agresores.
Foto: El Estratogrfico, Flickr
20 enero 2010
Publicado en talpajocote.blogspot.com
