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 1 Si yo fuera ellos, andaría preocupado Francisco Durand 1  Estamos en un momento raro, paradójico. La escena política oficial (el Ejecutivo, el Congreso, los partidos, los medios de comunicación de masas) nos distraen con anuncios bobos y discusiones irrelevantes. Al mismo tiempo, la gente de la calle, los preocupados con vivir y sobrevivir, tienen problemas que ningún partido recoge o representa y que ningún grupo mediático quiere investigar. El gobierno se cae y su capacidad de gobernar es cada día más limitada. El diálogo palaciego le ha dado un respiro, pero solo es eso, un respiro. Además, ya se van y para salvar algo del naufragio tiene que olvidarse de sus patrones y acercarse al pueblo. Mientras tanto el Ministro de Economía insiste que vamos camino al Primer Mundo. Las decisiones económicas, la inversión privada principalmente, están en stand by; a la espera de los resultados de las elecciones del 2006 y esperando que termine el “ruido político” que malogra la música celestial del mercado. Sin embargo, hoy más que nunca es necesario que los inversionistas inviertan por que enfrentamos una rápida desaceleración económica. Ellos también tendrán que aguantar el momento surrealista que vivimos y alinearse (mejor dicho, alinear) con el gan ador del 2016. El que sea. Extraña coyuntura Todos estos factores anómalos ponen en problemas la existencia misma de la República Empresarial, que necesita tranquilidad, consenso sobre el crecimiento y buen manejo político. Este régimen, reproducción moderna de lo que ayer fue la República Oligárquica, comienza a mostrar por primera vez importantes rajaduras en un muro que parecía sólido. Se están acumulando los problemas, y aunque las protestas son episódicas y dispersas pueden crecer y quizás converjan mañana, antes o después de las elecciones. El 2016, sea por lo que pase en la calle o en la escena política electoral, la continuidad política de la República Empresarial está en juego. No lo digo porque puedan perder las elecciones. Lo más probable es que la gane alguno de sus muchos candidatos. En realidad, le sobran aspirantes, hay 10 o más y cualquiera de ellos sirve para ocupar la silla presidencial. Pero ello no aminora las dificultad es que ahora tienen para defender los intereses económicos, ni les permite recuperar la efectividad de los métodos que usaron antes para manejar el poder. Agotamiento Pocos creen ya en la fórmula toledista del 2001, aquello de que Fujimori puso el primer piso, hay que poner el segundo”. Con Kuczynski claro, quien aseguraba el primer piso económico mientras esta democracia de marras aparentaba poner el segundo. Hoy Toledo se desvanece mientras insiste irrealmente en que “recorrerá todo el país” para evitar que la “triología” (sic) del mal lo saque del camino. Ya fue. 1  Publicado en “Hildebrandt en sus Trece” el viernes 13 de febrero del 2 015. Reproducido aquí con a utorización del autor.

Si yo fuera ellos, andaría preocupado

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Artículo de Francisco Durand publicado en el semanario "Hildebrandt en sus Trece" el viernes 13 de febrero del 2015.Reproducido con autorización del autor.Estamos en un momento raro, paradójico. La escena política oficial (el Ejecutivo, el Congreso, los partidos, los medios de comunicación de masas) nos distraen con anuncios bobos y discusiones irrelevantes. Al mismo tiempo, la gente de la calle, los preocupados con vivir y sobrevivir, tienen problemas que ningún partido recoge o representa y que ningún grupo mediático quiere investigar. El gobierno se cae y su capacidad de gobernar es cada día más limitada. El diálogo palaciego le ha dado un respiro, pero solo es eso, un respiro. Además, ya se van y para salvar algo del naufragio tiene que olvidarse de sus patrones y acercarse al pueblo. Mientras tanto el Ministro de Economía insiste que vamos camino al Primer Mundo.

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    Si yo fuera ellos, andara preocupado

    Francisco Durand1

    Estamos en un momento raro, paradjico. La escena poltica oficial (el Ejecutivo, el Congreso, los

    partidos, los medios de comunicacin de masas) nos distraen con anuncios bobos y discusiones

    irrelevantes. Al mismo tiempo, la gente de la calle, los preocupados con vivir y sobrevivir, tienen

    problemas que ningn partido recoge o representa y que ningn grupo meditico quiere investigar. El

    gobierno se cae y su capacidad de gobernar es cada da ms limitada. El dilogo palaciego le ha dado un

    respiro, pero solo es eso, un respiro. Adems, ya se van y para salvar algo del naufragio tiene que

    olvidarse de sus patrones y acercarse al pueblo. Mientras tanto el Ministro de Economa insiste que

    vamos camino al Primer Mundo.

    Las decisiones econmicas, la inversin privada principalmente, estn en stand by; a la espera de los

    resultados de las elecciones del 2006 y esperando que termine el ruido poltico que malogra la msica

    celestial del mercado. Sin embargo, hoy ms que nunca es necesario que los inversionistas inviertan por

    que enfrentamos una rpida desaceleracin econmica. Ellos tambin tendrn que aguantar el

    momento surrealista que vivimos y alinearse (mejor dicho, alinear) con el ganador del 2016. El que sea.

    Extraa coyuntura

    Todos estos factores anmalos ponen en problemas la existencia misma de la Repblica Empresarial,

    que necesita tranquilidad, consenso sobre el crecimiento y buen manejo poltico. Este rgimen,

    reproduccin moderna de lo que ayer fue la Repblica Oligrquica, comienza a mostrar por primera vez

    importantes rajaduras en un muro que pareca slido. Se estn acumulando los problemas, y aunque las

    protestas son episdicas y dispersas pueden crecer y quizs converjan maana, antes o despus de las

    elecciones.

    El 2016, sea por lo que pase en la calle o en la escena poltica electoral, la continuidad poltica de la

    Repblica Empresarial est en juego. No lo digo porque puedan perder las elecciones. Lo ms probable

    es que la gane alguno de sus muchos candidatos. En realidad, le sobran aspirantes, hay 10 o ms y

    cualquiera de ellos sirve para ocupar la silla presidencial. Pero ello no aminora las dificultades que ahora

    tienen para defender los intereses econmicos, ni les permite recuperar la efectividad de los mtodos

    que usaron antes para manejar el poder.

    Agotamiento

    Pocos creen ya en la frmula toledista del 2001, aquello de que Fujimori puso el primer piso, hay que

    poner el segundo. Con Kuczynski claro, quien aseguraba el primer piso econmico mientras esta

    democracia de marras aparentaba poner el segundo. Hoy Toledo se desvanece mientras insiste

    irrealmente en que recorrer todo el pas para evitar que la triologa (sic) del mal lo saque del

    camino. Ya fue. 1 Publicado en Hildebrandt en sus Trece el viernes 13 de febrero del 2015. Reproducido aqu con autorizacin del autor.

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    Pero existen reemplazos de sobra, unos para repetir el plato por tercera vez, otros para intentarlo por

    primera vez. Si los poderes fcticos econmicos ganaran otra vez el 2016, gracias al apoyo financiero a

    partidos a cambio de un arrepentimiento (como sucedi el 2006 con Garca), o las conversaciones a

    puerta cerrada (como sucedi el 2011 con Humala), veo difcil que su administrador-presidente pueda

    gobernar establemente.

    Fin de bonanza

    La economa anda a media caa. Termin la bonanza. Revent la burbuja inmobiliaria. Se acab la fiesta

    (y adems se viene El Nio). No es que estemos en crisis, pero la desaceleracin es preocupante. En

    realidad, ya no tenemos muchas ilusiones. Y pase lo que pase hay que pagar las deudas acumuladas

    durante la bonanza. De repente, ahora que la juventud despierta, y se da cuenta quin hace realmente

    las reglas del juego, y a quien se favorece con leyes de empleo precario y despido fcil, las protestas

    pueden acumularse en el campo y la ciudad. Adems existen ideas alternativas, nuevas opciones de

    poltica econmica, pero todava no surgen lderes alternativos. Aparecern? Si sucede, puede significar

    el fin de la Repblica Empresarial.

    No faltarn, como hace ahora PPK, promesas de un shock de inversiones, pblicas claro, porque las

    privadas estn medio paradas, con lo cual la Repblica Empresarial puede salir del camino y quedar a la

    espera que vuelva la calma, que se apague el ruido poltico. Pero eso ser en el siguiente gobierno.

    Mientras tanto, las grietas pueden agrandarse, sea por el caso de la campesina cajamarquina Mxima

    Acua, convertida en una causa clebre internacional; la mina ta Mara de la Southern dado que se

    acerca la hora zero; con la ayuda de Jorge del Castillo y su consultora minera insisten en un

    relanzamiento y puede que todo termine en un trgico encontronazo. Ocurren movilizaciones

    amaznicas y pro indgenas (dinmica parecida a la de Bagua) contra PlusPetro en varias cuencas de la

    selva que van a terminar en choques. Acaba de manifestarse la resistencia al proyecto chino de navegar

    regularmente con buques de gran calado por el Amazonas para unir al Per con Brasil, proyecto que

    debe entrar ahora a la consulta previa. De repente Las Bambas, ese inestable, potencialmente

    conflictivo gran proyecto cuprfero, no logra la licencia social para operar. Conga no va.

    Las ciudades andan agitadas. En este contexto, ningn crimen o campaa escandalosa o gravsima

    revelacin, ningn tweet o discurso poltico, puede ocultar el hecho que se quiso enrolar a los

    trabajadores independientes al sistema de pensiones sin consulta previa, que se quiso crear otro

    rgimen especial laboral para los jvenes con derechos recortados sin consulta previa; que cada vez ms

    (hechos que ninguna encuestadora se atreve a medir) la gente rechaza el lobby y condena el trato

    privilegiado que reciben los grandes inversionistas. Tampoco se olvida, por ms silencio del Per oficial,

    la Ley CocaCola y las vergonzosas exoneraciones tributarias de LAN. No obstante, la grieta ms fuerte es

    con la juventud, cuyas movilizaciones han sorprendido a propios y extraos. Ahora todo depende de los

    pulpines, que pueden disiparse o seguir movilizndose.

    La clase media puede entrar a esta dinmica. La baja del empleo, los menores ingresos, la tendencia a

    reprimir el gasto individual, el caso de los crditos en dlares refinanciados con ingresos en soles

    amenguados, la cada de inversiones privadas, los alquileres bajos de sus segundas propiedades, todo

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    ello va a ir alimentando el descontento en sus filas y acabar con su inercia. La nueva clase media no es

    la aliada firme de la Repblica Empresarial que los neoliberales imaginaron.

    En suma y para terminar, este conjunto de fisuras afecta la solidez de la Repblica Empresarial, debilita

    su estilo indirecto de manejo del pas y hace que sus futuros presidentes y aliados polticos no tengan

    mayor legitimidad. La dispersin de las fuerzas polticas es muy alta, existe un vaco de representacin

    poltica que la calle puede llenar a su manera. Por primera vez desde 1990, la Repblica Empresarial ve

    que las frmulas utilizadas para encantar a trabajadores y consumidores, de intentar jalar a su lado a los

    emprendedores, a los jvenes, a la nueva clase media que tanto los ilusionaba, se va agotando. Si yo

    fuera ellos, andara preocupado.