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Sibilia citas texto la espectacularización del yo

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Que implica este subito enaltecimiento de lo pequeo y lo ordinario, de lo cotidiano y la gente comnQue significa esta repentina exaltacin de lo banal, esta especie de satifaciion al constatar la mediocridaedd propia y ajena? P. 12Se glorifica la menor de las pequeeces mientras pareciera buscarse la mayor de las grandezas p14

Otra vertiente de este aluvin son los diarios intimos ublicados en la web, para cuya confeccion se usan palabras escritas, fotografas y videos.() es enorme la variedad de estilos y asuntos tratados en los blogs de hoy en dia, aunque la mayora sigue el modelo confesional de diario intimo. O mejor dicho: diario extimo, segn un juego de palabras quue busca dar cuenta de las paradojas de esta novedad, que consiste en exponer la propia intimidad en las vitrinas globales de la red. En resumen, se trata de un verdadero torbellno de novedades que gano el pomposo nombre de revolucin web 2.0 y nos convirti a todos en la personalidad del momento. P17

No se trata apenas de internet y sus mundos virtuales de interaccion multiedia. Son inmerables los indicios de que estamos viviendo en una epooca limtrofe, un corte en la historia, un pasaje de cierto rgimen de ponder a otro proyecto poitico, sociocultural y econmico. Una transicin de un mundio hacia otro: de aquella formacin histrica anclada en el capitalismo industrial, que rifio desde fines del siglo xviii hasta ediadios del xx y que fua analizada por Foucault bajo el rotulo de sociedad disciplinaria - hacia otro tipo de organizacin social que empez a delinearse en las ultimas dcadas. En ese movimiento se transforman tambin los tipo s de cuerpos que se producen cotidianamente, asi como las forma de ser y estar en el mundo que resultan compatibles con cada uno de esos universos. Como influyen todas estas mutaciones a la creacin de modos de ser? como alimentan la consturccion de si? No hay duda de que esas duerzas histricas imprimen su influencia en la conformacin de cuerpos y subjetividades: todos esos vextores socioculturales, econmicos y polticos ejercen una presin sobre los sujetos de los diversos tiempos y espacios, estimulando la configuracin de ciertas formas de ser e inhibiendo otras modalidades. Pero que son exatamente las subjetividades? Como y por que alguien se vuelve lo que es, aqu y ahora? p. 19

si las subjetividades son formas de er en el mundo (= de que modo la subjetiidad no es algo vagamente inmaterial, que reside dentro de usted personalidad del ao- o en cada uno de nosotros. Asi como la subjetividad es necesariamente emboided, encarnada en un cuerpo, tambin es siempre embedded, embebida en una cultura intersubjetiva. )= y es innegable que nuestra experiencia tambin est modulada por la interaccion con los otros y con el mundo. Por eso, resulta fundamental la influencia de la cultura sobre lo que se es. Y cuando ocurren cambios en esas posibilidades de interaccion y en esas presiones culturales, el campo de la experiencia subjetiva tambin se altera, en un juego por dems complejo, multiple y abierto. Las experiencias subjetivas se pueden estudiar en funcin de tres grandes dimensiones: () la primera se refiere al nivel ingular, () opuesto a este nivel de anlisis estara la dimensin universal de la subjetividad, que engloba todas las caractersticas comunes al genero humano (). Pero hay un nivel intermedio entre esos dos abordajes extremos: una dimension de anlisis que podramos denominar particular o especifica, unicada entre los niveles singular (p.20) y niversal de la experiencia subjetiva, que busca detectar los elementos comunes a algunos sujetos, pero no necesariamente inherentes a todos los seres humanos. Esta perspectica contempla aquellos elementos de la subjetiidad que son claramente culturales,frutos de ciertas presiones y fuerzas histricas en las cuales intervienen vectores politcos, econmicos y sociales que impulsan el surgimiento de ciertas formas de ser y estar en el mundo. Y que las solicitan intensamente, para que sus engranajes puedan operar con mayor eficacia. Este tipo de anlisis es el mas adecuado en este caso, pues permite examinar los modos de ser que desarrollan junto a las nuevas practicas de expresin y comunicacin via internet, con el fin de comprender los sentidos de este curioso fenmeno de la exhibicin de la intimidad que hoy nos intriga.

En ese mismo nivel analtico ni singular ni universal, sino particular, cultural, historio, - Michael Foucault estudio los mecanismos disciplinarios de las sociedades industriales.. segn Foucault, en esa poca se construyeron cuerpos dciles y tiles , organismos capacitados para funcionar de la manera mas eficaz dentro del proyecto histrico del capitalismo industrial. 21. pero ese panorama ha cambiado bastante en lo sultimos tempos. Gilles deleuze recurrio a la expresin socieades de control para designar al nuevo monstruo como el mismo ironizo. 21

ACA HABLA DE DELEUZE, LA EMPRESSA, EL MARKETING, LA PUBLICIDAD PERSONALIZADA POR LOS GUSTOS, ETC. Segn la empresa, la intnion ede esta estrategia es proveer nuevas formas de conectarse y compartir informacin con los amigos, permitiendo que 2los usuarios mantengan a sus amgios mejor informados sobre sus propios intereses, adems de servir como referentes confiables para la compra de algn producto p26Las cartas y los diarios intimos tradicionales denotan una filiacin directa con esa otra formacin histica, la sociedad disciplinaria del siglo xix, que cultivaba rigidas separaciones entre el mbito publico y la esfera privada de la existencia, reverenciando tanto la lectura como la escritura silenciosa y en soledad. So,amente en este magma moderno, cuya vitalidad quizs se este agotando hoy en dia, podra haber germinado este tipo de subjetividad que algunos autores denominan homo psychologicus, homo privatiius o personalidades introdirigidas p27

En este siglo xxi que est comenzando, en cambio, se convoca a las p4ersonalidades para que se muestren ()Se percibe un desplazamiento de aquella subjetividad interiorizada hacia nuevas formas de autoconstruccin. En un esfuerzo por comprender estos fenmenos, algunos ensayistas aluden a la sociabilidad liquida o a la cultura somatica de nuestro tiempo, donde aparece un tipo de yo mas epidrmico y ductil, que se exhibe en la superficie de la piel y de las pantallas.Por todo eso, ciertos usos de los blogs, fotologs, webcams y otras herramientas como myspace y youtube, serian estrategias que los sujetos contemporneos poneen en accin para responder a estas nuevas demandas socioculturales, balizando nuevas formas de ser y estar en mundo. P28Como se llega a ser lo que se es= () millones de usuarios de todo el planeta gente comn, presisamiente como usted o yo - se han apropiado de las diversas herramientas disponibles online, que no cesan de surgir y expendirse, y las utilizan para exponer pblicamente su intimidad. Asi es como se ha desencadenado un verdadero festival de vidas privadas que se ofrecen impdicamente ante los ojos del mundo entero. Las confesiones diarias estn ah, en palabras e imgenes, a disposcion de quien quiera husmederar, basta apenas con hacer click. Y , de hecho, todos nosotros solemos dar ese click. P32En todo caso, no hay duda de que estos flamantes espacios de la web 20 son interesantes aunque mas no sea porqu se presentan como escenarios muy adecuados para montar un espectculo cada vez mas estridente: el show del yo. P33

Se busca l realmente real. O por lo menos, algo que asi lo parezca. Una de las manifestaciones de esa sed de veracidad en la cultura contempornea es el ansia por consumir chispazos de la intimidad ajena. 221

Internet es un escenar o priviligeiado para este movimiento, con su proliferacin de confesiones reveladas por un yo que insiste en mostrarse siempre real, pero el fenomeno es mucho mas amplio y abarca diversas modalidades de expreson y comunicacin. p.222

en una sociedad tan espectacularizada como la nuestra, no sorprende que las fronteras siempre confusas entre lo real y lo fuiccional se hayan desvanecido aun mas. El flujo es doble: una esfera contamina a la otra, y la nitidez de ambas definiciones queda compretida. () por eso si la paradoja del realismo clsico consista en inventar ficciones que pareciesen realidades,manipulando tod los recursos de verosimilitud imaginables, hoy asistimos a otra versin de ese aparnteme contrasentido: una voluntad de inventar realidades que parezan ficciones. Espactacularizar el yo consiste presisamente en eso: transformar nuestras personalidades y vidas (y no tan) pprivadas en realidades ficcionalizadas con recursos mediticos. 223se promueve una instensificacion un una creciente valoracin de la propia experiencia vivida, responsable por el giro subjetvo que hoy se constata en la produccin de narrativas ya sean fficticias o no. Los cimientos de estos relatos mas recientes tienden a hundirse en el yo que afirma y narra.. la autenticidad, e incluso el valor de estas obras, y sobre todo, de las experiencias que reportan, se apoyan fuertemente en la biografia del autor, narrador y peronaje. .... lo que constituye la figura del autor, lleva a legitimarlo. P224sobre ecoHAY UNA PERSISTENTE OBSESION POR ESE NIVEL MAS EPIDERMICO DE LO VERDADERO, POR MAS TRIVIAL QUE SEA. SEGNUmberto Eco, esa fijacin por la real thing reside en la emdula de la tradicin cultural de los estados unidos. Hoy, al compas de la globalizacin esa tendencia se disemina y penetra en los rincones mas remotors del laneta. P230

En anclaje en la vida real se vuelve irresistible, aunque tal vida sea absolutamente banal e incluso, al menos, en ciertos casos, especialmente si es banal. O, con mayor presicion aun: subrayando aquello que toda vida tiene de banal y pedestre. P231

Ademas de haber abatido la eficacia de la ficcin tradicional, esos torrentes de informacin que al mismo tiempo oconforman y devastan la realidad contempornea, tambin provocan una sensacin de fluidez que amenaza disolver todo en el aire. Asi, asediados por la falta de autoevidencia que afecta a la realidad altamente mediatizada y espectacularizada de nuestros das, los sujetos contemporneos sienten la presin cotidiana, l de la obsolencia de todo lo que existe. Inclusive, y muy especialmente la fragilidad del propio yo. Tras haberse desvanecido la nocion de identidad, que ya no puede mantener la ilusin de ser fija y estable, la subjetividad contempornea oyo rechinar casi todos los pilares que solian sostenerla. Adems de haber perdido el amaro de todo un conjunto de instituciones tan solidas como los viejos muros del hogar, el yo no se siente mas protegido por el perdurable rastro del pasado individual, ni tampoco por el ancla de una intensa vvida interior. Para fortalecerse y para constatar su existencia debe, a cualquier precio, hacerse visible. P252 lo real, entonces, recurre al glamour de algn modo irreal aunque innegable que emana del brillo de las pantallas, para realizarse plenamente en esa ficcionalizacion. Uno de los principales clientes de estos eficaces mecanismos de realizacin a travs de la ficciones es justamente, el yo de cada uno de nosotros. P252Al mismo tiempo que se convierten en personajes de pelcula o no -, estos artistas se transforman en mercaderas. No obstante, en ese movimiento que los espectaculariza y los ficcionaliza, paradjicamente, tambin parecen volverse ms reales. Porque al transformarse en personajes, el brillo de la pantalla los contagia y entonces se realizan de otra forma: ganan una rara consistencia, que proviene de esa irrealidad hiperreal de la legitimacin audiovisual. Pasan a habitar el imaginario espectacular y, de ese modo, parecen volverse curiosamente ms reales que la realidad. Pues as se convierten en marcas registradas, se vuelven mercancas subjetivas. O, con mayor precisin, transmutan en aquello que se ha dado en llamar celebridades: pura personalidad visible, en exposicin y venta de escaparates mediticos.