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La dinámica social del momento, exige que los profesionales de la educación "profesores" sean cada vez mejores y tengan las competencias basicas necesarias para formar a los ciudaddanos que habrán de...
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1
INSTITUTO UNIVERSITARIO ANGLO
ESPAÑOL
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ASIGNATURA
LA FORMACIÓN DOCENTE Y SUS COMPETENCIAS
RESUMEN DE MONOGRAFÍA
“LA FORMACION DE COMPETENCIAS
PEDAGÓGICAS”
Asesor
Dr. Rolando Cruz García
Alumno
Daniel Pérez Mendoza
2
Victoria de Durango, Octubre 19 del 2009.
EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS EN LOS
DOCENTES DENTRO DE UN PROCESO DE FORMACIÓN
PERMANENTE.
Introducción
Hoy en día, y, especialmente en el ámbito educativo hay una
gran preocupación por formar personas integras y
competentes para insertarse en una sociedad en constante
movimiento; estamos inmersos en una dinámica “universal” en
la que se denota la importancia acerca de lo que el hombre
sabe hacer (producir) con lo que ha aprendido a lo largo de su
existencia. La clave para la correcta formación de estas
personas, está en “la formadoras de profesores competentes”;
en el ámbito profesional educativo, se sabe que los profesores
deben contar con las competencias básicas de un docente; los
profesores, son entes sociales y atienden situaciones de
carácter sociológico, psicológico, epistemológico y
pedagógico; a través de este medio se presenta la siguiente
propuesta para la formación de los profesionales de la
educación.
Propuesta para la formación de profesores competentes
Desde el punto de vista de la sociología, los profesores
deberán ser formados con una nueva actitud de servicio, de
acuerdo a valores morales, y además que los pongan en
práctica utilizando sus aprendizajes adquiridos en las escuelas
3
formadoras de acuerdo a lo que la sociedad les demanda; es
decir que sean competentes. Pero…,y, ¿entonces?...,
¿Cómo propiciar en los profesores en proceso de
formación, que adquieran una visión holística de su quehacer,
que conlleve un desarrollo pertinente de sus competencias
profesionales?
Visto desde el campo de la psicología , esta propuesta parte
de las necesidades de la sociedad, pues se pretende que los
nuevos docentes, visualicen la dinámica social y cualitativa
del mercado de trabajo, con el fin de que se interesen por
analizar las mejores propuestas que le permitirá ser cada vez
más competitivos (renovación, superación, generación de
nuevos conocimientos) a través de procesos investigación.
Ahora bien, desde el punto de vista de la epistemología, la
formación del docente, conlleva un conocimiento desde lo
sociológico, lo psicológico y lo pedagógico. En esta propuesta,
este último criterio, representa la base en la formación de los
docentes del futuro, pues recordemos que ellos son los co-
protagonistas de los aprendizajes que se propician en los
educandos; la sociedad quiere docentes más sensibles, más
inteligentes, más autónomos y más solidarios.
Los profesores, deben ser formados para que desarrollen su
creatividad y se adapten fácilmente a las necesidades e
intereses de los alumnos, se les deberá motivar para que ellos
se comprometan y actúen con libertad en el contexto donde se
desempeñen como profesionales de la educación. Aquí, en
este documento, se plantea la calidad como premisa en la
formación de los profesores, por consiguiente, los formadores
de estas personas, primeramente deberán concebir en ellos
mismos: la formación continua, la actualización, la superación,
4
el perfeccionamiento del desempeño, la profesionalización,
etc.,
La formación permanente del profesorado “una demanda
de la sociedad actual”
Esta propuesta educativa, aduce a la educación continua del
docente, como el deber ser y hacer, para el desarrollo
permanente en la formación de los profesores;
ensimismándose en el uso de la tecnología como medio de
actualización, permitiendo a la vez la evolución del
conocimiento “necesidad del hombre para adaptarse en todo
momento a un nuevo mundo. Como el hombre es un asiduo
entusiasta del conocimiento, y si los que dirigen la educación
en la formación de los nuevos docentes permanecen en este
tenor, esta propuesta permitirá asumir los retos de sus
estudiantes, aun y cuando los acelerados y constantes
avances tecnológicos parecieran dejarlo atrás.
Esta propuesta aduce a que en la formación del nuevo docente
se vivan procesos de adaptación real, continua y
contextualizada, para enfrentar los retos de un mundo
cambiante. Esto implica la creciente necesidad en la
adquisición de información que forme a través de la
comunicación de los saberes para que: el nuevo docente sea
competente al educar, motivándose y motivando en función de
las demandas de la sociedad. Los docentes en formación
tendrán la noble tarea de compartir sus experiencias e
indicarles a futuros sus alumnos como aprender, y como
promover el uso del conocimiento para la vida “saber ser”,
permitiendo una rápida y fácil adaptación a las circunstancias
de la vida.
5
La Globalización, permite a la sociedad moderna darse cuenta
que la información que se genera a cada instante es mucha,
infiriendo de esta manera “la ineficiencia de la educación
como una consecuencia de la desactualización de los
conocimientos en los profesores”. Por definición, la educación
debiera acompañar al hombre en el desarrollo de su
existencia; por supuesto, que en la formación de los
profesores se debe incluir una pedagogía que interactúe de
acuerdo a los intereses de los educandos, así como también,
la implementación de procesos capacitación y mejora continua
dirigida al profesional de la educación. Ésta propuesta se
fundamenta en base a los objetivos de “La Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO)”, quien promueve la construcción de la paz en la
mente de los hombres mediante la educación; impulsando a la
vez “la educación del hombre a lo largo de la vida como una
realidad.
La ciencia y la tecnología, marcan el paso y abren una brecha
a la transformación de la educación, exigiendo que se enseñe
a los estudiantes como usar el conocimiento de una manera
más eficiente y dinámica, que se les instruya bajo la premisa
de una educación permanente “reto circunscrito en las
escuelas formadoras de los profesores”; cada vez la
competitividad es mayor, es un imperativo de orden
económico, las empresas exigen personal con mejores
aptitudes, asiduos de conocimiento, conscientes de la
dinámica del cambio y ciertos de la actualización permanente.
Mientras que en la educación, en muchas de las ocasiones es
paradójica la preparación y la actualización de los docentes,
puesto que los ascensos dependen más de las buenas
relaciones que se tengan con los que la dirigen que por la
6
capacidad misma adquirida por los primeros en su proceso de
formación. La educación a lo largo de la vida significa
construir, nacer a cada instante, es un cumulo de experiencias
personales del hombre, que le permite el desarrollo de
aptitudes innatas para aprender a conocer, a ser, a hacer y a
saber vivir en sociedad. Pero…y… ¿Entonces?…, ¿Cómo
concebir a la formación permanente en la formación del
profesor bajo un enfoque diferente al de la pedagogía
tradicional? R.La pedagogía tradicional tiende a desaparecer,
y esto será en un corto periodo de tiempo, el profesor está
consciente del dinamismo de la información, reflexiona
críticamente y hace (crea), entiende la importancia de la
relación entre la teoría y práctica que generará un
conocimiento factico; “el profesor es el agente fundamental de
cambio”, razón suficiente para formar docentes innovadores,
reflexivos, críticos e informados, capaces de renovar un
sistema educativo obsoleto. En este contexto, el profesor en
proceso deberá reunir las siguientes características: ser
visionario, proyectista (para la transformación del
conocimiento), estar a tono con los procesos de mejora
continua, mantenerse actualizado, impulsar las relaciones
humanas con fundamento en los valores morales y éticos que
la profesión y la sociedad demanda, y estar cierto de que es
capaz de pensar y actuar con autonomía de acuerdo a su
propia filosofía de cambio.
En esta propuesta, el profesor en proceso de formación,
buscará impulsar en el debido momento: la motivación
intrínseca y extrínseca de sus alumnos hacia la educación
permanente, les motivará para que se desarrollen la
autonomía inculcándoles los valores morales su propia
7
formación, y será un empedernido en la promoción del
aprendizaje a partir de la práctica real.
Henry Giroux, puntualiza la necesidad de desarrollar una
perspectiva teórica que proporciona las bases para la
formación y el trabajo de los profesores “al profesor se le
implica en la transformación de la currículo, al profesor se les
contempla como intelectual transformador (combina la
reflexión y la práctica académicas con el propósito de formar
ciudadanos críticos, reflexivos y dinámicos)” . Giroux defiende
la idea de una manera diferente de repensar y reestructurar la
naturaleza del trabajo docente, es decir contemplarles como
intelectuales transformativos; toda actividad humana implica
alguna forma de pensamiento “el uso de la mente exalta la
capacidad de integrar pensamiento y práctica”.
Esta propuesta dignifica a la formación de los profesores como
profesionales reflexivos de la enseñanza, libres, con una
especial dedicación a los valores de la inteligencia y el
encarecimiento de la capacidad crítica de los jóvenes”; los
profesores deberán ejercer su función con responsabilidad de
enseñar puesto que educan para el desarrollo de una
sociedad libre. El ideal en la formación de los intelectuales
transformativos, es que se comprometan a la innovación de la
enseñanza y que se esfuercen por crear las condiciones
ideales que les permita a los alumnos convertirse en
ciudadanos con conocimientos y valores adecuados para
luchar. Esto significa, que el sistema educativo deberá
privilegiar a los profesores innovadores, para que actúen como
verdaderos intelectuales transformativos, y se motiven a ser
verdaderos profesionales de la educación.
Desde luego, que la tendencia para la formación del profesor
es el que esté bajo un enfoque de una perspectiva reflexiva e
8
investigadora , puesto éste relaciona la teoría y la práctica
formativa de los estudiantes; en este enfoque, el profesor
participa en la creación del conocimiento pedagógico, en la
política curricular y en la toma de decisiones respecto a los
procesos formación de los estudiantes. A partir de este
enfoque, la formación de los profesores está basada en la
construcción de saberes, basándose en el desarrollo de
capacidades de procesamiento de la información, de análisis y
de reflexión crítica (en, sobre y durante la actuación), de
diagnóstico, de decisión racional, de evaluación de procesos y
de reformulación de proyectos.
Los profesores en formación aprenden a enseñar
Etimológicamente, enseñar es señalar algo a otro, es mostrar
y demostrar lo que se desconoce; enseñar, implica aprender, y
esto significa que por lo menos hay un individuo que conoce
“puede enseñar” y otro que desconoce “puede aprender”. Sin
embargo, la concreción de la transferencia del conocimiento
de un individuo a otro, tácitamente dependerá del contexto; a
decir, que el buen docente debe ser calificado en la
competencia del dominio de los contenidos, como motivador,
y, además en el desarrollo de la didáctica comunicativa. Y por
ende, para que el nuevo profesor desarrolle sus cualidades
como tal, será necesario tomar en cuenta la capacidad de
interacción que este tenga con los profesores experimentados
del centro educativo “núcleo de formación de sus profesores”.
El centro escolar es un lugar privilegiado para la planificación
y realización de actividades de formación; ahí es donde están
los problemas de la formación, problemas que se pueden a
resolver, y activamente colaborar para que colegiadamente se
corrijan. Las escuelas son el lugar donde se implementan las
9
actividades de formación, de tal manera que la colegialidad, la
interacción, la comunicación y la colaboración, son los
indicadores que constituyen el cambio educativo. El enseñar
implica ser un aprendiz permanente, por tanto, el desarrollo
profesional del profesorado y el de la institución, deben
integrarse para mejorar del centro educativo y por ende
aprendizaje de de los estudiantes. En esta propuesta, se
describe la formación del profesor como educando, mismo que
deberá desarrollarse en las dimensiones profesionales
“técnica, reflexiva, investigativa, crítica y colaborativa” ; la
integración de estas, conlleva la elaboración de proyectos de
mejora profesional, formativa y educativa, siendo la
autonomía, el eje rector en el proceso formativo del docente,
y mostrándose como la tendencia idónea para la generación
de los procesos de renovación profesoral.
El docente en proceso de formación y el desarrollo de
las competencias profesionales
Una de las múltiples exigencias de la sociedad hacia el sector
de la educación, es que el docente en proceso de formación,
al término de su instrucción académica deba ser un
profesional competente, que esté listo para insertarse en el
mercado laboral; lugar donde pondrá en práctica
creativamente lo que aprendió para ser un profesional eficaz.
A juicio de Anderson (1986), los componentes de las
competencias profesionales básicas que debe desarrollar el
nuevo docente son:
Determinación de competencias explícitas, claramente
definidas y establecidas por la vía experimental
10
Establecer los instrumentos y procesos de evaluación
válidos, con niveles de exigencia explícitas para verificar los
procesos y el grado de dominio de competencias programadas
Elaboración de módulos de materiales y de variadas
actividades pedagógicas para el desarrollo de competencias
Programar experiencias sobre el terreno, las cuales deben
ser cuidadosamente planificadas y sobre todo supervisadas.
La formación en competencias, requiere de la conjunción entre
el pensamiento y acción, donde el docente puede actuar en
situaciones impredecibles; con esto se logran profesionales
polifuncionales, creativos y solidarios, con suficiencia
intelectual, de valores, y de actitudes morales y sociales.
Pero…,¿Entonces?… ¿Cuáles con las competencias
profesionales básicas que debe tener el profesor del
futuro?...Las competencias profesionales básicas que se
proponen son las siguientes: aprender a aprender, resolver
problemas, tomar decisiones, la competencia global, la
ideológico-cultural y la directiva. Aun y cuando el desarrollo
de las competencias profesionales hayan surgido en la
industria en los años de la década de los 1980, no fue, sino
hasta la siguiente, cuando el factor humano fue considerado
como la clave de las organizaciones, puesto que el éxito de las
empresas dependían cada vez más de la capacidad de
articulación entre los sistemas tecnológicos, organizativos y
de desarrollo del capital humano; este fue el momento en el
que surgió la necesidad de experimentar, innovar y aprender
“organizaciones que aprenden (Bessant 1991)”.
11
Los paradigmas que revolucionaron la producción en esta
década, y en el marco de una economía global fueron: calidad
total compartida, innovación en torno a la mejora continua,
organizaciones que aprenden, la reingeniería de procesos, el
justo a tiempo, la automatización programable, etcétera ; a
partir del momento, las empresas identifican al trabajador
como trabajador calificado, exigiéndole “una titulación
académica, con actitudes y valores, y que supiese trabajar en
equipo”. Dependiendo de su ocupabilidad, de sus habilidades
y destrezas, para poder operar en un ambiente de trabajo
flexible con una amplia variedad de tareas.
Ahora las empresas requieren de personas con la capacidad de
aprender y con la habilidad de saber cómo utilizar sus
conocimientos, por lo tanto esta capacidad se vuelve una
posibilidad cognitiva y no solo normativa, es una disposición
que no puede imponerse; la noción de competencia
profesional, a partir de las década de 1990 y a nivel de
consenso, fundamentalmente se conceptualizó como el
conjunto de capacidades informales y procedimentales, que
ligada al desempeño profesional resolvía un problema en un
contexto determinado, integrando diferentes tipos de
capacidades estructuradas y construidas, las que se combinan
entre sí para permitir una relación entre actividad, desempeño
profesional y los resultados esperados.
La comisión Delors de la UNESCO menciona la tendencia a
privilegiar la de competencia personal, puesto que, las tareas
puramente físicas son sucedidas por tareas de producción más
intelectuales, más cerebrales, de diseño, de estudio y de
organización. Actualmente los empleadores solicitan un
conjunto de competencias específicas que combinen la
calificación adquirida por la formación técnica y profesional en
12
equipo, la capacitación de iniciativa y la de asumir riesgos;
indicativos de la necesidad de privilegiar el vínculo de la
educación con los diversos aspectos del aprendizaje
cualitativo; la capacidad de comunicarse, de afrontar y
solicitar conflictos y el desarrollo de actividades de servicio.
Cabe mencionar que los nuevos procesos formativos basados
en competencias no solo transmiten saberes y destrezas
manuales, sino que toman en cuenta dimensiones que
contemplan aspectos curriculares, sociales y actitudinales que
se relacionan con las capacidades de las personas; situación,
que ha contribuido a la creación de una nueva cultura del
trabajo y de producción, integrando calidad, productividad,
eficiencia y competitividad.
La parte esencial de la competencia, es el desempeño, puesto
que el individuo resuelve situaciones concretas mediante y
con los recursos de que dispone; como por ejemplo, uno de los
recursos con los que cuenta el hombre, es la posesión de los
conocimientos, y lo verdaderamente importante es él que sepa
hacer uso de ellos. Pedagógicamente hablando, se propone
que para la formación del nuevo docente, en el currículum, la
teoría impartida a los estudiantes sea llevada a la práctica
con su correspondiente evaluación; reconociendo la práctica
como un recurso didáctico y como una experiencia de
aprendizaje. En este nuevo diseño, el saber y el saber hacer
se integran en esquemas diversificados de situaciones por
aprender.
Por otra parte, la competencia profesional, favorece la
autonomía, del docente y le permite poner en juego sus
potencialidades; reconociéndole desde una perspectiva
pedagógica, la capacidad individual para organizar y dirigir
sus aprendizaje con una mayor apertura y flexibilidad.
13
El punto de vista pedagógico para la formación de
competencias
A partir de la década de 1980 se ha manifestado una seria
preocupación en muchos países de América latina, incluido
México y otras regiones del mundo, por vincular la educación
con el desempeño profesional; en esta década, se discute y se
analiza la necesidad de lograr que los propósitos y resultados
de la educación (incorpora el concepto de calidad) les permita
a los individuos encontrar en ella, una formación que
favorezca su desarrollo integral y que esto se traduzca en una
posibilidad real para que puedan incorporarse a la sociedad
contemporánea. Existe incluso un paradigma importante al
respecto, “los procesos de calidad los realizan personas de
calidad”.
Algunos estudiosos del tema “calidad” proponen que para
incidir en el mejoramiento de la educación, son necesarios los
cambios de los factores endógenos que la implican y
exógenos que le exigen, el gran reto es lograr que los
resultados de la educación se traduzcan en cambios en el
desempeño de los individuos; el ámbito educativo es el más
propicio para desarrollar experiencias en las cuales el
desempeño es un eje fundamental de la formación que se
ofrece. La estrecha relación que existe entre la educación
tecnológica y el trabajo, parece facilitar la identificación del
desempeño (deseado) a alcanzar, expresado en términos de
competencia (a formar).
La noción de competencia en general, la de competencia
ocupacional en particular y la idea de generar esquemas de
Educación Basados en Normas de Competencia (EBNC) son
conceptos novedosos que ofrecen espacios para analizar,
14
discutir y acordar, pero sobre todo para construir operaciones
educativas más acordes con las necesidades individuales y
sociales de hoy. Por otra parte, la identificación de las
necesidades de formación para el sector productivo es una
tarea de gran relevancia, que exige una base de información
confiable y amplia tanto de las características de la población
económicamente activa y de los procesos de trabajo más
importantes y representativos de nuestra economía y de las
perspectivas de desarrollo del país.
Existe una preocupación por lograr que la educación implique
cambios en lo que la gente sabe, pero también en lo que
pueda hacer con lo que sabe, es decir, para que al aprender
puedan darse cambios en los niveles del desempeño. Para
esto, resulta importante considerar la relación entre lo que se
aprende en la escuela y lo que se necesita en el trabajo; esto
tiene que ver con las demandas de la organización del trabajo
y con el tiempo en el que debe solucionarse un problema bajo
condiciones reales “vínculo entre las necesidades de
formación para el trabajo y la educación”, es decir, conocer
perfectamente los propósitos de la formación y la manera en
que se ofrecen las oportunidades educativas.
Por consiguiente, en el ámbito educativo, la noción de
competencia nos lleva a los muy diversos términos
“capacitación, habilitación, calificación, desempeño, destreza,
actualización, superación, competitividad, profesionalización”
que se han utilizado para designar la preparación de un sujeto
que posee y aplica al desempeñar una ocupación específica.
Por consiguiente, el concepto de competencias se deriva de
la posesión que un individuo tiene de una serie de atributos
(conocimientos, valores, habilidades y actitudes) que se
15
utilizan en diversas combinaciones para realizar tareas
ocupacionales.
Conceptuaciones básicas de competencias, desde
diferentes enfoques1
Las competencias son definidas por los diversos
comportamientos discretos ligados con la realización de tares
muy específicas “conductismo y técnicas del análisis de
tareas”.
La competencia genérica es aquella que aglutina los
atributos generales del personal experto, indispensables para
un desempeño efectivo. Son los conocimientos y habilidades
que aseguran pensamiento crítico y efectividad comunicativa.
La competencia integradora, se plantea como un complejo
estructurado de atributos generales “conocimientos, actitudes,
valores y habilidades” requerido para interpretar situaciones
específicas y desempeñarse con inteligencia bajo enfoques
integrados y globalizados.
La certificación de competencias,
No obstante, siendo “la identificación, la normalización, la
formación y la certificación” los elementos base de las
competencias; la presente propuesta se enfoca
específicamente a la formación de competencias del docente,
indistintamente si éste está en funciones. Sin embargo, aun y
cuando la formación profesional basada en normas de
competencia laboral, éstas habrán de considerarse en
términos del potencial que deriva de un comportamiento
1 Braslavsky, C. Bases, orientaciones y criterios para el diseño de programas de formación , en Revista Iberoamericana de Educación núm.19, Madrid 1999.
16
integral, es decir, si la competencia no es algo observable a
simple vista, entonces puede considerársele como una
capacidad disponible en un determinado momento del
desempeño del hombre.
De aquí la complejidad de un término que implica saberes
teóricos y prácticos sobre una base actitudinal, por lo tanto
las competencias no son únicamente un producto de las
exigencias de la formación escolar, ni tampoco de las
demandas del mercado laboral; sino que apuntan hacia una
formación integral del hombre para la ciudadanía y la
productividad. Por consiguiente el perfil formativo basado en
competencias se ha delimitado en siete conjuntos de
competencias básicas derivados de la propuesta de Cecilia
Braslavsky (1992):
1. Competencias comunicacionales, son utilización adecuado
de los idiomas materno y al menos uno extranjero, así como
también el manejo de las tecnologías avanzadas para la
información y la comunicación.
2. Competencias socio históricas, están l igadas a una sólida
formación ética, para ubicar tiempos y espacios mediante la
articulación entre el presente, el pasado y el futuro, apoyada
en la comprensión de los parámetros temporales y la
construcción de una conciencia moral.
3. Competencias matemáticas, entendidas como
conocimientos instrumentales como las estrategias en los
procesos de razonamiento formal para la construcción de una
conciencia crítica.
4. Competencias científicas, tienen como propósito de
favorecer el desarrollo de métodos sistemáticos de
investigación, construcción y validación del conocimiento.
17
5. Competencias tecnológicas, nueva concepción de
tecnología con una perspectiva integrada y global, que
permitan comprender las diferentes etapas del trabajo
productivo, así como los diversos ámbitos del desarrollo
humano.
6. Competencias ecológicas, orientadas a impulsar la
producción sin dañar las condiciones naturales del ambiente, a
fin de procurar el mayor equilibrio posible en la utilización de
tecnologías y el cuidado en la preservación de la naturaleza.
7. Competencias creativas, conllevan el análisis y la
valoración de situaciones, condiciones y posibilidades para el
desempeño laboral, a fin de desarrollar capacidades para
identificar y solucionar problemas en contextos cambiantes,
efectuar trabajo en equipo.
De acuerdo a la complejidad de estos perfiles de formación de
competencias planteadas, resulta es conveniente,
preguntarse… ¿Cuándo un profesor es competitivo? Respuesta:
Cuando rompe con lo rutinario en la superación y la formación
“se prepara para pensar”, cuando genera conocimientos
“investigación” , cuando estimula el saber y no solo la
acreditación.
Surgen entonces dos criterios perfectamente definidos para
concebir las competencias2: la competencia (en sentido
estrecho) como el Valor potencial de los ciudadanos en función
de la economía global; y la competencia (en sentido amplio),
como agente económico, como agente de cambio, como persona,
como ciudadano, y los que plantea la sociedad en su conjunto.
2 Cf r . Ruiz Iglesias, M. La Arquitectura del Conocimiento en Educación Superior, ed. IPN, México 1999.
18
Gráficamente se puede establecer que las competencias
incorporan de forma integral (como se observa enseguida) 3:
Operatividad de las competencias basadas en su desempeño,
se tiene que la palabra desempeño es la reina de la formación
basada en normas de competencia; así mismo se tiene que los
criterios de desempeño, son y deben ser definidos solo por
expertos, puesto que son quienes los conocen en condiciones
reales de ejecución. De manera tal, que en los profesores
deben desarrollarse nuevas formas de adquirir el
conocimiento, de generarlo y de crear una nueva cultura
académica, en cuanto a: tener más contacto con la tradición
escrita, la generación de la cultura del debate, generación de
procesos investigativos y escribir para ser publicado.
Las competencias básicas de la profesión docente
La formación profesional del docente en términos de
competencia, permite definir por un lado los productos
esperados de un Proceso de Enseñanza-Aprendizaje (PEA) y
por el otro los insumos necesarios para una vida social digna
(capacitar para tomar decisiones, conjunción entre
pensamiento y acción).
3 Ib ídem, pag.114
19
Formar competencias en el futuro profesional consiste en
desarrollar sus habilidades profesionales, con la finalidad de
que sea polifuncional en el contexto de la globalización. Para
esto, los profesores y alumnos deberán desarrollar las
competencias ya mencionadas (párrafo de certificación de
competencias), que les permitan niveles relevantes de
desempeño, por ejemplo, para lograr la competencia de
aprender a aprender es necesario que maestros y alumnos:
Privilegien la lectura como un asunto básico y permanente,
retomen la escritura como actividad igual de importante y
cotidiana, desarrollen continuamente el pensamiento lógico-
matemático, propicien la comunicación oral y escrita
permanentemente.
Una nota importante para adquirir las competencias, es que se
tendrán que desarrollar el o los cómo de cada competencia en
cuestión con la intención de proponer estrategias
metodológicas importantes para cada caso en específico.
La competencia pedagógica de un profesor universitario
Hay que repensar, en la forma en que capacitamos a nuestros
profesores de niveles superiores, ya que es cierto que la
mayoría de los claustros de profesores en éste nivel se nutren
de los mejores especialistas en cada una de las profesiones;
especialistas que defienden con orgullo su pericia en el campo
profesional y que trasladan sus modos de actuación a sus
alumnos. Razón suficiente para que los profesores deban
poseer competencias pedagógicas que les permitan formar
sólidos profesionales basados en la interdisciplinariedad, es
decir que adquieran una formación pedagógica que en el
sentido más propio incluye la actualización ( revitalización cultural
20
involucrando innovación pedagógica, así como la renovación de modelos y
proyectos escolares y extraescolares) , la superación (cursos, talleres,
simposios, especializaciones, maestrías y doctorados) , la capacitación
(propiciar el desarrollo de capacidades, normalmente en el plano de lo
didáctico-pedagógico) , la profesionalización (desempeño profesional de
la docencia con un sólido soporte que le da valor al maestro) y la
competitividad (posesión de una serie de atributos y niveles de
desempeño relevantes para una tarea determinada) .
Los indicadores de calidad educativa (eficiencia, eficacia,
efectividad y productividad), son los que se pretenden
alcanzar en las instituciones educativas, al proponer la
formación y actualización permanente en el sentido
profesional y pedagógico de sus profesores. En seguida se en
listan los lineamientos teóricos que permiten orientar la
formación de los profesores Universitarios:
a. Teorías de la práctica
de la enseñanza.
b. Desarrollo de procesos
lógicos.
c. Teorías curriculares. d. Concepciones
epistemológicas
e. Teorías del
aprendizaje.
f. Metodología y métodos
de investigación.
21
g. Teorías de la
comunicación.
h. Comprensión y
producción de textos.
Con esto, se pretende que los profesores se preparen para
enfrentar los sucesivos cambios que la sociedad moderna nos
impone, es decir esta es una alternativa para la formación de
competencias básicas de la profesión docente, es decir, los
profesores desarrollarán su trabajo (actuación, ejecución y
desempeño), recordando que desempeño es “utilizar los
recursos de los que dispone un individuo para solucionar
determinados problemas”.
Elementos esenciales de la competencia pedagógico-
didáctica
Una de las competencias fundamentales de la formación
docente, es la competencia “pedagógico-didáctica”, necesaria
para guiar la función del hacer diario del profesor, y que al
mismo tiempo incorpora trascendentemente al propio ser del
maestro, dimensión que se encuentra planteada en la medida
que el profesor tiene y desarrolla su identidad docente,
aquella que le permite visualizarse como profesor y no solo
como profesionista dedicado a la docencia; por consiguiente
los elementos propuestos para desarrollar esta competencia
son:
a) Los criterios de selección de estrategias didácticas
de aprendizaje, definida como el proceso de toma de
decisiones conscientes e intencionales a través de las
cuales el maestro elige y recupera los conocimientos que
necesita para concretar los principales métodos, técnicas,
procedimientos, materiales y recursos requeridos para dar
tratamiento a un contenido en función de cumplir objetivos
22
concretos, en interdependencia con las características de la
situación educativa en las que se produce la acción a
considerar:
Función productiva, definida como el conjunto de
actividades que debe desarrollar el alumno en función
ciertos objetivos específicos.
Elementos de competencia, permiten desglosar lo
que el alumno debe ser capaz de hacer.
Condiciones de desempeño, en este aspecto se
precisa la relación entre actividades, lugar, materiales y
diversas situaciones experimentales que permiten
transferir lo aprendido a diversos contextos.
Criterios de desempeño, en este aspecto se describe
el qué y el cómo debe actuar el alumno para que se
pueda juzgar su desempeño.
b) La creación e implementación de nuevas estrategias,
hacen referencia a las estrategias de aprendizaje docente,
de tal forma que, lo que se propone en este escrito, se
centra básicamente en la formación docente “ente que
puede aprender y puede enseñar”. De tal manera que
enseñar representa el artífice de la función primordial de
este sujeto, profesional de la docencia, implicando la toma
de decisiones sobre qué parte de los conocimientos de una
disciplina se enseña, en que momentos del desarrollo del
educando es conveniente hacerlo y de qué forma es
preferible enseñar esos contenidos para que sean
aprendidos.
c) Hacer los procesos de aprendizaje cada vez más
autónomos en los alumnos (ser un verdadero facilitador, sin
dejar de conducir y guiar);
23
d) Conducción en su sentido más amplio: conocer, saber
seleccionar, utilizar, evaluar, perfeccionar, crear y recrear
estrategias de intervención efectivas;
e) Saber hacer en las nuevas tecnologías de la información
y la comunicación, como proceso transversal, para orientar
al alumno en las nuevas formas de acceder al conocimiento.
Evaluación Curricular
Ésta importante función del desarrollo curricular, se reflejan
los resultados del proceso investigación, con respecto a los
aprendizajes obtenidos por parte de los intervinientes en
dicho proceso; con el objeto de propiciar una mejora continua
en la implementación del diseño o rediseño del proceso
enseñanza aprendizaje. En la evaluación curricular los
procesos se integran y se sistematizan con rigor metodológico,
buscando que sean viables, validos, confiables, objetivos y
que se empleen criterios de utilidad práctica.
Tipología de la evaluación curricular
1. Evaluación de contexto, aquí , se toman decisiones, con
respecto a los objetivos del proyecto curricular, es del tipo
filosófico-social, puesto que describen las metas y los
valores que se pretenden formar; es de carácter
diagnóstico.
2. Evaluación de Insumo, en este tipo de evaluación se
toman decisiones en torno al diseño más adecuado del
proyecto o modelo curricular; aquí se analiza la factibilidad
de objetivos propuestos, los costos potenciales, los
beneficios esperados, los supuestos que subyacen al
modelo, las necesidades de alumnos, maestros y la
24
comunidad, además de los recursos con los que se cuenta y
las facilidades para obtenerlos.
3. Evaluación de proceso, aquí se toman decisiones que
ayudan a controlar las operaciones del proyecto, planes y
programas que se están aplicando (currículo en acción); es
del tipo investigativa y utiliza métodos formales e
informales para recabar información relevante para
determinar si la implementación de la organización y su
estructura curricular se conducen adecuadamente. Se
caracteriza por tener al menos tres objetivos básicos:
a. Detectar y predecir los defectos en el proceso de
diseño o
aplicación;
b. Proveer información para la toma de decisiones
programadas; y,
c. Mantener un registro continuo del procedimiento de
implementación del currículum.
4. Evaluación de Producto.- Sirve para la toma de decisiones
relacionadas con la acción de juzgar los logros del proyecto
curricular y emitir dicho juicios de valor no solo al final de
la implementación del proyecto sino del propio proyecto en
su conjunto, es decir es una evaluación global.
25
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