S I T U A C I O N E S P R E S E N T E Y F U T U R A D E L P E T R Ó L E O E N M E X I C O *

Por el Sr. Ing. Antonio Dovali Jaime* *

Conferencia dictada por el Sr. Ing. Antonio Dovali Jaime, el día 11 de Abril de 1975, en el Ateneo Cultural "ALBERTO DOVALI JAIME" del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

..Director Geneisí de PetróleoiMexicanps. ^ ' . . . _ .

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S I T U A C I O N E S P R E S E N T E Y F U T U R A D E L P E T R Ó L E O E N M E X I C O

Ante todo, deseo manifestar la gran satisfacción que siento al participar en actividades del gremio al que me honro en pertenecer, en agradecida correspondencia al privilegio que me ha br indado al aceptar mis modestos esfuerzos, como personal contr ibución a su progreso. Con mayor razón, por ocupar la tribuna que me ofrece el Ateneo Cultural que lleva el nombre de mi hermano, para dirigirme a tan selecto grupo de eminentes profesionales de la ingeniería civi l , interesados como todo mexicano responsable, en conocer la ubicación de la máxima industria del país dentro de su estructura económica, y lo que puede esperarse de su actuación futura.

A l felicitar a los Sres. Ings. Enriqtte 4_ona, An ton io Murrieta y Francisco Noreña, por el dinamismo que han impuesto a las actividades profesionales y culturales de nuestro Colegio, les ofrezco el testimonio de mi reconocimiento por la oportunidad que me han br indado para exponer un tema que tiene enorme trascendencia en el momento actual y definitiva proyección en el futuro de México.

El pasado 18 de marzo, fue conmemorado el X X X V I I aniversa­rio de la expropiación decretada por el Presidente Gral . Lczaro Cárde­nas, de los bienes de las compañ ías concesionarias de la explotación del petróleo mexicano. La ceremonia tuvo especiales características que le confieren especial relevancia. Por una parte, la información del cambio radical en la situación de la empresa Petróleos Mexicanos, de ser importadora de crudo, destilados y materias primas petroquímicas, a lograr, a mediados del año de 1974, la total autosuficiencia en la producción de aceite para saturar la capacidad actual de las plantas de refinación; y convertirse, con los excedentes de la creciente producción de los nuevos campos descubiertos en Chiapas y Tabasco, en expor tador de petróleo, reduciendo considerablemente la sangría de reservas nacionales de divisas, y contr ibuyendo en cantidades apreciables, a su incremento. Por la otra, la presencia en el acto, del Presidente de la República de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, quien ha tomado la histórica decisión de nacionalizar la industria petrolera de su país, una

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de las más importantes del mundo, por la cuantía de volumen de sus exportaciones a pai'ses desarrollados.

El acto a que me refiero, puso de manifiesto en forma por demás elocuente, el valor que representa para cualquier país, en especial para el nuestro, disponer de hidrocarburos en cantidades que basten para la satisfacción de sus demandas internas; y reveló además, la coincidencia de pensamiento de los presidentes de México y Venezuela, de asignar al petróleo que mana de ambos territorios, la misión suprema de lograr su independencia económica y contribuir al progreso de los países latinoamericanos y del Tercer Mundo.

El Sr. Presidente Echeverría subrayó el significado que para la feliz consumación del acto reivindicatorío puesto en marcha por el Presidente venezolano, tuvo su presencia en la celebración con que México exalta, año con año, la determinación del Presidente Cárdenas, de eliminar la ingerencia extranjera en el manejo y administración de nuestra riqueza petrolera.

Sirvió además, para afirmar los propósitos de ambos mandata­rios, de establecer convenios de mutua colaboración en asuntos petrole­ros y petroquímicos, para aprovechar al máximo las experiencias y conocimientos de sus respectivos técnicos. El Sr. Presidente Pérez, en un gesto amistoso que mucho le honra, aconsejó a México la mayor prudencia en la definición de un programa de exportaciones de hidrocarburos, en que se asigne la maxima importancia a la venta de productos elaborados por nuestra industria, y sólo en las cantidades que puedan ser aprovechadas adecuadamente para un progreso equilibrado, cuidando de no consumir insensata y prematuramente, reservas no renovables que significan valiosos recursos para las generaciones por venir.

Cabe aclarar que este pensamiento es coincidente con las normas de polít ica de exportación que el Sr. Presidente Echeverría ha fijado a Petróleos Mexicanos. Además, México ha venido prestando colaboración tecnológica en el campo del petróleo, a otros países latino­americanos, además de Venezuela, en confirmación de una actitud de amistad internacional.

La celebración a que aludo, que tuvo efecto en el corazón del área petrolera más espectacular de la historia de la industria nacionaliza-

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da en el municipio chiapaneco de Reforma, fue sin duda la culminación de una serie de acontecimientos positivos, en los que intervinieron en forma acumulativa múltiples factores, tales como: la maduración de las facultades de los trabajadores de la industria; el domin io de las comple­jas disci>plinas concurrentes a la prospección, producc ión, manejo y procesamiento de los hidrocarburos; los mayores recursos económicos provenientes de la venta de la producción a precios más razonables; la activación de la polí t ica de explorar en nuevas provincias; y sobre todo, la determinación de la comunidad petrolera de superar los factores adversos que explotaron en contra de nuestra economía al pr incipio de la crisis mundial del petróleo, durante la cual nos vimos forzados a pagar el crudo importado a más de cinco veces su precio de antes, y a padecer para conseguir los pequeños volúmenes de destilados y petro­químicos necesarios para satisfacer su demanda interna.

Para valorizar en su real magnitud, la posición lograda por Petróleos Mexicanos en fecha reciente, que a su vez será el punto de partida para la planeación de su fu turo, es preciso hacer un poco de historia, en la que un mínimo de guarismos den el énfasis necesario al proceso de su evolución.

La nacionalización de la industria petrolera reivindicó para México su soberanía sobre los hidrocarburos, y le permit ió disponer de ellos para el beneficio de todas las clases sociales. A partir del acto expropiator io, el petróleo ha sido factor determinante e insustituible en su progreso, y el sustento más firme de su economía; esa posición continuará mientras los hidrocarburos const i tuyan la ma\'or fuente de los energéticos consumidos por el país (en la actualidad, más del QO^ /o de la energía primaria emana del aceite y del gas natural), y aporten el mayor volumen de materias primas para la industria petroquímica.

Antes de 1938, la mayor parte de producción del petróleo mexicano la realizaban las compañías extranjeras, quienes lo extraían en busca del rendimiento más alto, marginando conscientemente las normas de la explotación racional, y condenando a la pérdida definit iva de muy elevada proporc ión del volumen de los yacimientos. En 1921 se obtuvo la cifra más alta de producción de crudo, con 1 93.4 millones de barriles, sólo superada hasta el año pasado, en el que se lograron extraer 238.3 millones. Por supuesto que muy poco se destinaba al consumo interno; por muchos años nuestro crudo sirvió para satisfacer la avidez de naciones altamente industrializadas, quienes lo convert ían en sus

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plantas refinadoras, en productos de mucho más valor. Entre tanto, nuestra capacidad de refinación se limitaba a algo más de 30 millones de barriles anuales en el año de 1938, procesados en unas cuantas plantas anticuadas, mal conservadas y antieconómicas, sólo para cubrir una demanda doméstica pequeña por lo incipiente de nuestro desarrollo. Para esa fecha, la producción nacional había bajado a sólo 38.8 millones de barriles.

A partir de la nacionalización, se produce un sostenido incre­mento en el consumo de hidrocarburos, consecuencia de los benéficos resultados de las obras públicas representadas por las carreteras, los sistemas de irrigación y de generación de electricidad, los ferrocarriles y aeropuertos, el progreso de la industria, la tecnificación de la agricultu­ra; pero sobre todo, por una prolongada estabilidad política propicia para el estímulo de las actividades económicas. En 1970 produjimos 177.6 millones de barriles; y en 1973 alcanzamos la cifra de 191.5 millones, aún insuficientes para saturar la capacidad de proceso prima­rio de las refinerías, que en esa fecha había llegado a los 760 mil barriles por día.

En los "tres años aludidos, la producción de crudo y líquidos se incrementó en 7 . 8 0 / o , mientras que la demanda nacional de destilados sufrió un aumento de 23°/o, situación que explica la necesidad que tuvo la Empresa de equilibrar el déficit con importaciones, crecientes cada año de aceite y algunos destilados.

Por 15 años consecutivos, entre 1958 y diciembre de 1973, los precios de venta de la producción de Pemex se mantuvieron estables, respetando una polí t ica de impulso al desarrollo económico del país. En ese lapso, los ingresos provenientes de las operaciones comerciales crecieron anualmente sólo en la proporción en que aumentaron los volúmenes de las ventas. Mientras tanto, los costos de operación crecieron a un ritmo mayor, como resultado de aumentos sostenidos de salarios en cada revisión del Contrato Colectivo del Trabajo, de materias primas, materiales de construcción, equipos, maquinaria y servicios. De esa manera menguaron cada año los recursos económicos para inver­siones, y fue preciso recurrir a endeudamientos a su vez crecientes. Se hizo imperativo reducir los gastos destinados a exploración; posponer la iniciación de nuevas plantas de refinación y de petroquímica; abatir el ritmo de construcción de ampliaciones urgentes, tales como nuevos ductos para manejo de líquidos y gases, instalaciones portuarias,

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ampliaciones de almacenamientos, sustitución de embarcaciones anti­cuadas, etc.; medidas todas ellas concurrentes a agudizar el contraste entre la capacidad productiva de la Empresa y las demandas nacionales. Hubo que importar en el año de 1973, 46.6 millones de barriles de crudo, destilados y otros petrolí feros, más de 500 mil toneladas de gas licuado y 125 mil toneladas de petroquímicos a un costo de cerca de $3,600 millones, 141°/o más alto que el año anterior, pese a que el volumen total creció en un 50°/o solamente.

En el transcurso de ese año se produjo bruscamente un cambio en el mundo petrolero que afectó seriamente a Méx ico ; los precios a que vendían su crudo los países exportadores afiliados a la organización conocida por O P E P , fueron incrementados muy por arriba del original; en pocos meses subieron de menos de 3 dólares por barril a más de 1 5; paralelamente la disponibil idad de destilados y petroquímicos se redujo considerablemente. Pese a que en 1974 fue posible reducir las importa­ciones de crudo a sólo 6.2 millones de barriles y a 16.4 millones la de los destilados, como consecuencia feliz de la aportación cuantiosa de los nuevos yacimientos de Chiapas y Tabasco, su valor, agregado al de tos petroquímicos en la que seguimos siendo deficitarios, subió a $5,395 millones; esta cifra fue menor en 5,340 millones a la que se había estimado en el programa operativo de 1974 que valdrían las importa­ciones de ese año, gracias a los resultados tan favorables de la produc­ción de los campos descubiertos en fecha reciente.

Con plena conciencia del significado pol í t ico y económico de una total independencia en materia de energéticos básicos, el Sr. Presi­dente Echeverría definió la polí t ica petrolera de su administración, basada en lograr en el menor plazo posible, la autosuficiencia de crudo, destilados y petroquímicos que el país exija por el momento y por el plazo mayor posible. En apoyo a su ejecución, tomó la histórica deci­sión de autorizar, en diciembre de 1973, la modif icación de su estructu­ra comercial, tendiente a dotar a la Empresa de más recursos propios para intensificar su crecimiento; aliviando simultáneamente la depen­dencia de los endeudamientos. Por su parte, la Empresa pudo poner en ejecución sus planes de intensificar la prospección en provincias nuevas, con los favorables resultados que ya conocen ustedes.

En efecto, a raíz de los descubrimientos en los primeros meses de 1972, de dos nuevos campos, localizados en el estado de Chiapas, fue posible intensificar su desarrollo con el acopio de equipos de perfora-

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ción y la construcción de las indispensables instalaciones de campo.

Al finalizar 1973 se habi'a logrado una producción de 71,000 barriles por día con 14 pozos productores, equivalentes al 13°/o de la producción del sistema. Un año después se tenían 54 pozos en produc­ción en los campos de Sitio Grande y Cactus de Chiapas, y en Samaria y Cunduacán de Tabasco, los que rendían 275,000 barriles diarios, que significaban el 41 o/o de una producción nacional valorizada en 668,649 barriles cada 24 horas. En el trancurso de un año, la producción de esa zona creció al 387°/o.

A l principiar el mes de marzo el rendimiento de la región era de 295,000 barriles por día con 57 pozos productores, equivalentes al 43°/o de una producción total; el 18 del mismo mes se lograron extraer 310,000 barriles en una día, distribuidos a razón de un 5 8 0 / o

provenientes de los pozos de Chiapas y un 42°/o de los ubicados en Tabasco.

La potencialidad de la región puede estimarse considerando que los 61 pozos actualmente en producción, rinden a razón de 5,030 barriles diarios de crudo por cada uno, mientras que el promedio nacional es de sólo 120 barriles.

Podemos calificar de afortunada la situación derivada de los descubrimientos y el aprovechamiento de los campos mencionados, al considerar que desde el principio de su explotación al 12 de marzo pasado, se habían extraído algo más de 93 millones de barriles, con un valor de cerca de $12 mil millones, calculado a los precios del mercado internacional en las fechas de su extracción. Esa cifra la hubiéramos tenido que pagar, por importaciones de igual volumen de aceite, de no haberse logrado esos hallazgos y su desenvolvimiento tan oportuno.

Podemos asegurar que el desarrollo de esa zona está en su fase incipiente; se perforan en la actualidad otros 39 pozos con fines exploratorios y de desarrollo, y hay otras 30 estructuras más por confirmar; en la plataforma continental de la zona de Campeche se perfora un pozo marino que ofrece buenas perspectivas de encontrar aceite.

Se ha descubierto otro campo productor en el Municipio de Cotaxtia, Ver . , en el que existen a la fecha 7 pozos, productores de 4

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mil barriles de crudo y 10 millones de pies cúbicos de gas por di'a, los que se aprovecharán a la terminación en plazo breve de la tubería que permita conducir lo al Puerto de Veracruz ; se intensificará su desarrollo en el transcurso de este año. Además, hemos obtenido éx i to al descubrir gas natural alrededor de Nuevo Laredo, en donde existen 18 pozos productores; se aprovechan por lo pronto 8 millones de pies cúbicos por día en alimientar una industria privada que anteriormente los importa­ba; el campo está en proceso de desarrollo para obtener volumen bastante para justificar su conducción y aprovechamiento en el área industrial del norte del país.

Se perfora en Soto La Marina, y en las cercanías de Monclova y en el Desierto de V i zca íno de la Baja Cal i fornia, en espera de confirmar las hipótesis optimistas de los técnicos en exploración.

Con estos positivos resultados agregados a las perspectivas contempladas, estamos en condiciones de garantizar el abastecimiento con crudo nacional de las nuevas refinerías que Pemex construye acele­radamente en Tu la , Salina Cruz y Cadereyta, N.L. , las que incrementa­rán en 520 mil barriles diarios la capacidad de proceso primario, y permitirán por algún t iempo, disponer de excedentes de productos para ser exportados en mejores condiciones económicas que el crudo. Mientras tanto, Pemex continuará vendiendo al extranjero los volú­menes disponibles de crudo, en cantidades suficientes para compensar el valor de los destilados, petroquímicos, maquinaria, equipos y materiales para su programa de expansión, en los que México sea deficitario.

Considero opor tuno e ilustrativo referirme a otras caracterís­ticas que acompañan a los nuevos crudos de Chiapas y Tabasco además de su abundancia, de las que obtenemos ganancias suplementarias: en su composición entran 1.64 millones de pies cúbicos de gas natural, asocia­do por cada millar de barriles de aceite, rico a su vez en otros hidrocar­buros recuperables de un alto valor comercial, pero desgraciadamente combinado con alta proporc ión de compuestos azufrosos altamente agresivos a las instalaciones metálicas. Por el momento, se producen alrededor de 500 millones de pies cúbicos de gas, el 25°/o de la produc­ción nacional, de los cuales por la razón aducida, se aprovechan sólo cerca de 200 millones, gracias a la rápida construcción de dos plantas endulzadoras. A la terminación de otras dos más en el transcurso del año actual, estaremos en posibil idad de tratar hasta 600 millones de pies cúbicos diarios de gas, con las cuales eliminaremos prácticamente su

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quemado a la atmósfera. Otras dos plantas endulzadoras masse inician ya a la vista de los incrementos de producción esperados.

Las actualmente en operación permiten obtener 160 toneladas de azufre cada 24 horas.

De cada 1 00 millones de pies cúbicos de gas asociado, se pueden extraer hasta 10,500 barriles de gasolina, etano, propano y butano; su recuperación se hace actualmente en las plantas de absorción y criogé­nica de La Venta, Tab . ; una vez saturada su capacidad, se hará en las plantas similares de Cd . Pemex; posteriormente se logrará en una nueva instalación que se construye para ese fin en la unidad petroquímica de Cactus, Chis.

El propano y el butano que se recupera en La Venta, ha per­mitido abatir notablemente las importaciones de esos hidrocarburos. El etano que se espera obtener ha hecho posible poner en marcha un vasto programa de plantas petroquímicas, que se inicia con la elaboración de etileno en una planta de 500 mil toneladas anuales, y se continúa con otras plantas para producir sus derivados, óx ido de etileno, cloruro de etilo, cloruro de vini lo, acetaldehido y polieti leno; además garantizará la autosuficiencia propia en el suministro de etano para las unidades productoras de etileno de Pajaritos, y la que se contruyeen Poza Rica.

La abundancia de gas natural que brota acompañando al aceite, justifica la construcción de tres nuevas plantas de amoníaco; una de mil toneladas de capacidad por día, será localizada en Salamanca; otras dos de 1,500 toneladas se ubicarán en Cosoleacaque, a su conclusión, se eliminará su importación y habrá abundancia de fertilizantes nitrogena­dos con qué impulsar nuestra agricultura.

El gas que no se aproveche como materia prima petroquímica, será destinado como energético a la industria y a servicios comerciales y domésticos; para lograrlo, se construye una tercera tubería de 30" de diámetro, entre Cárdenas, Tab. y Venta de Carpio, Edo. de México.

Ante la situación de tener volúmenes de crudo en exceso de la capacidad de refinación, hemos decidido agregar a nuestro programa de expanción petroquímica, el establecimiento de un nuevo tren para elaborar benceno, tolueno y xilenos, de los que México está urgido, y que se obtienen con dificultad en los mercados extranjeros a precios muy elevados.

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No obstante que en 1974 se extrajeron del subsuelo mexicano 358.7 millones de barriles de aceite y gas natural equivalente, las reser­vas aprobadas crecieron en 341 millones para alcanzar la cifra de 5,773 millones; ésta da una relación de reservas a producción de 16 años, tanto p'ara el crudo como para el gas; en esta relación hay que conside­rar que la producción de crudo, condensados y l íquidos de absorción creció en 47 millones de barriles con respecto a 1973, para llegar a los 238.2 millones ya mencionados; y que con respecto al gas en incremen­to de la producción fue de 1,916 millones de metros cúbicos, con los que se obtuvo un total de 21,087 millones. En resumen, el total de los hidrocarburos descubiertos durante 1974 ascendió a los 700.4 millones de barriles. Con seguridad, esta cifra crecerá a medida que las perfora­ciones exploratorias y de desarrollo aporten mayores datos para su cuantif icación.

Los esfuerzos realizados por la Empresa para intensificar la explotación y acortar el t iempo del aprovechamiento de los campos descubiertos en Chiapas y Tabasco, consistentes en la construcción de tuberías de recolección y conducc ión, baterías de separación del gas, plantas endulzadoras y recuperadoras de azufre, tanques de almacena­miento en ios campos y en la terminal marít ima de Pajaritos, estaciones de bombeo y compresión, muelles marít imos, etc., hicieron posible adelantar seis meses los programas de producción de c rudo; en efecto, en el mes de junio pasado se eliminaron del todo sus importaciones, y en el transcurso de septiembre las de gasolina y diesel; a partir de septiembre se iniciaron las ventas de petróleo al exter ior ; hasta el f in de diciembre, se lograron exportar 5.8 millones de barriles de crudo, a razón de 54,800 barriles por día, 2.2 millones de barriles de diesel, 2.3 millones de barriles de combustóleo y 550,000 barriles de gasolina, con un valor conjunto para todas las exportaciones, inc luyendo productos petroquímicos de $1,668.2 millones 217Plo más que las del año anterior, que hizo subir el total de las ventas de la Inst i tución, a la cifra de $32,409 millones.

Se espera exportar durante el año actual unos 40.6 millones de barriles de aceite, 3.8 millones de combustóleo y 2.9 millones de diesel, con un valor estimado de unos $6,000 millones. El año próx imo seguiremos exportando los excedentes de la producc ión de crudo, con sujeción al criterio al que me he referido, hasta la entrada en operación de la Refinería de Tu la , que dará, durante los primeros meses de su operación a plena capacidad, volúmenes de destilados en exceso al

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consumo nacional que podremos exportar en mejores condiciones de precios, después de haber empleado mano de obra mexicana en su procesamiento.

En las áreas de refinación y de petroquímica se realizan intensos programas tendientes a lograr el máximo aprovechamiento de los hidrocarburos descubiertos y por descubrir con el doble fin de satisfacer las demandas nacionales del futuro con total independencia, y poder participar en el comercio mundial con productos de alto valor.

Además de las tres grandes refinerías en proceso de construc­ción ya mencionadas, se amplían las Refinerías de Cd . Madero, Salamanca y Minatitlán con plantas primarias y de vacío, desasfaltado-ras, hidrodesulfuradoras, reformadoras de naftas y desintegradoras catalíticas. Con una capacidad de procesamiento primario igual a la del año de 1973, se procesó en 1974 un 11 .B^/o más, y se obtuvo un incremento en la producción de 13.5°/o.

La producción de petroquímicos creció a su vez en 12.4°/o en volumen; pero su valor subió en 7 4 0 / o . Contr ibuyeron a esa expansión varias plantas que entraron en operación durante el año: la criogénica de Cd. Pemex, las dos endulzadoras de Cactus y sus recuperadoras de azufre a las que me referí, una productora de amoníaco en Cosoleaca­que y la de butadieno de C d . Madero. La capacidad instalada aumentó en 23°/o, con 759 mil toneladas más por año. A l inicio de este año, había diez plantas nuevas en proceso de construcción; en fase de inge­niería 22; y en proyecto otras ocho. Entre las principales figuran cinco unidades para endulzar el gas amargo que brota asociado a los crudos de Chiapas y Tabasco, sus recuperadoras de azufre; otra criogénica para recuperar los I íquidos contenidos en el gas endulzado por las plantas de Cactus, después de haber saturado la capacidad de las plantas recupera­doras de Cd . Pemex; las tres nuevas plantas de amoníaco mencionadas; las de etileno y sus derivados y el tren de aromáticos ya aludidos.

Otras obras importantes se realizan para dar al conjunto la máxima flexibil idad y eficiencia: el suministro de crudo a las refinerías del altiplano será mejorado con la construcción de un ducto entre Cárdenas, Tab . y Poza Rica; la terminal marítima de Pajaritos contará con otro muelle para carga de líquidos, además de mayor capacidad de almacenamiento de crudo, destilados y petroquímicos; las refinerías y las plantas de distribución aumentarán su capacidad almacenadora; se

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construirán gasoductos y poi iductos en beneficio de la econonnía de su distr ibución.

La mayor disponibil idad de recursos propios ha mejorado la posición financiera de la Empresa; el año pasado se redujeron los finan ciamientos en un 6 O O / 0 comparados con los del año anterior; y los que se concertarán en el año actual serán menores aún. Es obvio asegurar que el crédito de Pemex ha mejorado considerablemente en el mercado internacional de capitales. A l mismo t iempo, la relación de pasivo a patrimonio se ha mejorado también.

Petróleos continúa siendo el mayor aportador de impuestos a la hacienda pública. Los del año actual ascenderán a $8,452 millones, alrededor de 125°/o más que los de un año antes; este crecimiento es la consecuencia de una nueva estructura fiscal puesta en vigor el primero de enero pasado.

En esta breve exposición es opor tuno poner de relieve la valiosa participación del Insti tuto Mexicano del Petróleo, con seguridad el más avanzado de América Latina en su especialidad.

Sus investigadores han entrado con paso firme al exclusivo campo de la creación de procesos; poseedor de uno para la eliminación de metales a las cargas para reprocesos de refinación, lo ha licenciado a Petróleos Mexicanos, a la empresa estatal Ecopetrol de Colombia y para dos plantas más en los Estados Unidos. A la industria petroquímica privada ha transferido su tecnología para la elaboración de cuatro productos, que consumirán materias primas nacionales.

Una bien orientada labor de investigación librará a Méx ico en plazo breve de la importación de costosos catalizadores, aditivos y otros productos de alto valor que la industria consume en grandes cantidades.

Se han logrado ahorros considerables, y reducido la salida de divisas con el Centro de Procesamiento de Datos Geofís icos que recogen las brigadas de exploración; y la eficaz labor que lleva a cabo la dependencia de Ingeniería de Proyectos, inobjetable exponente del alto nivel a que han llegado los profesionales de las diversas ramas de la ingeniería que lo integran. El Instituto ha desarrollado en fecha reciente la ingeniería de once plantas para las Refinerías de Minatit lán y Tu la , para endulzar el gas amargo de los campos de Chiapas y Tabasco, y para

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recuperar líquidos en Poza Rica. Ejecuta la ingeniería de siete hidro­desulfuradoras y cerca de otras treinta plañías más para mejorar la producción de destilados e integrar los complejos petroc|uímicos de Cactus y La Cangrejera, y las nuevas Refinerías de Salina Cruz y Cadereyta.

Es muy alentador que el conocimiento de nuestra experiencia en materia petrolera, impulse a países latinoamericanos a establecer mecanismos de colaboración y asesoría en la solución de sus problemas. Es así como se han concertado convenios con Ecuador y Venezuela para hacer estudios y proyectos; con Brasil, Costa Rica, Cuba, Bolivia, Colombia y Argentina y los dos anteriores para establecer sistemas de mutua colaboración, que ha propiciado una corriente de técnicos de vanos de esos países hacia las instalaciones de Pemex y del Instituto.

La capacitación de los profesionales, empleados y obreros de Pemex que se ejecuta por mediación del Instituto ha significado un factor de fortalecimiento y superación de la industria.

La expropiación petrolera nos dió la total soberanía sobre los hidrocarburos; pero sentó además las bases para la afirmación de los vínculos que nos hermanan con otros pueblos de Latinoamérica. El espíritu de la nacionalización de la industria, punto de partida para lograr la independencia económica y librar nuestra dignidad nacional de inaceptables formas de sumisión, se ha incorporado a todas las manifes taciones de la vida del mexicano, merced a la actuación del Sr. Presiden­te Echeverría.

No es de extrañar que otros países decididos como México a librar la batalla por su liberación económica, por la reivindicación de sus riquezas naturales, por la justa valoración de sus materias primas, que hagan posible sus progreso, se unif iquen, en apoyo de la Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados, aprobada ya por las naciones integrantes de la O N U ; y en constituir el Sistema Económico Latinoamericano.

A medida que el tiempo transcurre se engrandece la dimensión del acto de la nacionalización. Estamos viviendo las consecuencias de la situación priviligiada de tener en el subsuelo cantidades de hidrocarbu ros que garanticen nuestro progreso por largo tiempo; de saber produ­cirlo en los volúmenes necesarios; y de disponer de superávit para

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convert ir lo en divisas con qué comprar los artículos extranjeros indispensables. Los sucesos a los que me he referido, que permit ieron un cambio radical en el rumbo de Petróleos Mexicanos, salvando a la economía nacional de muy graves consecuencias, nos autorizan a predecir un porvenir promisorio para la industria petrolera, al ser capaz' de sustentar con su producción, las actividades económicas, con total autosuficiencia; esta envidiable posición que el petróleo nacional ha hecho posible, permitirá realizar la polí t ica de solidaridad social que el Sr. Presidente de la Repúbica ha concebido, dando al campo todo el apoyo posible, logrando la diversificación de los factores de la produc­ción, combatiendo todas las formas de imperialismo, y l iberándonos en el menor tiempo de la tutela científ ica y tecnológica extranjeras.

Nos enfrentamos al reto de consolidar la función de Pemex corno abastecer mayoritario de los energéticos y petroquímicos que el país demande. La magnitud de la tarea impone a todos los mexicanos la misión de compartir la responsabilidad de su éx i to . A l consumidor, es decir, a la totalidad de la población compete una actitud de compren­sión y solidaridad ante sus graves problemas, entre los cuales, los económicos son de capital importancia; a sus trabajadores corresponde la obligación de mejorar hasta el máximo su eficiencia product iva, que se traduzca en conseguir el mayor provecho con el menor gasto; de no propiciar innecesarias sangrías de recursos que menoscaben su vigor financiero, con injustificadas exigencias, o con actitudes negativas que abatan la product iv idad; a sus funcionarios nos toca cuidar que todos los actos de la administración desemboquen en el cumpl imiento de los objetivos supremos de la industria: P E T R Ó L E O S M E X I C A N O S A L S E R V I C I O D E L A P A T R I A .

Nuestro gremio, como comunidad de profesionales de la ingeniería civi l , tiene también grave misión qué cumpl ir ; gran propor­ción de actividades de proyectos, construcción y supervisión se realizan por colegas nuestros, en las que la ética, los conocimientos profesionales y el sentido de responsabilidad juegan papel relevante. La intervención de los ingenieros civiles de México en la marcha de la industria petrole­ra, consagrada a beneficiar a todas las clases sociales, nos impone una conducta intachable, a la altura del bien ganado prestigio que ha conquistado nuestra profesión. En boca de ustedes está la debida respuesta.

Abril 11 de 1975.

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