23
SOCIEDAD MINERVA Director : SERGIO I'EREZ ANGULO . Srio, de Rdción . : Ricardo de la Espriella. Redactor : RAUI . 1) . BERBEY . Administrador : Simón Quirós y Q. AGo 1 PANAMÁ, Non :muna oia 19°G Nómaaco 4 EDITORIAL Ya pasó nuestra fecha clásica y tuvi- mos ocasión de observar el desfile de los colegios, de la Policía y ale otras institu - ciones nacionales, como también advertir la frialdad con que se espera esta efemé- rides cada día. Nosotros queremos creer que ello no se debe a falta de patriotismo paname- ño, sino más bien a cordura y reflexión de nuestros conterráneos, quienes com- prenden de manera imperiosa, que la sal- vación ele la Patria no módica en festejos efímeros y sí en nuevas normas de con- ducta. Panamá ha progresado mucho median- te el influjo Norte-americano . ¿Por qué negarlo? pero ha roto sus entrañas para probar su amor a la humanidad, lo cual, a trueque de interminables dolores, ha sido solamente una engañosa Utopía. Hemos dado prueba de ser el país más desinteresado y cumplidor del deber que se tiene contraído con la humanidad, más nada se nos reconoce y en vez de encontrar en el exterior voces de aliento y de con- fraternidad que nos ayuden a sacar ile- sos nuestros 'ntereses, por el contrario haliamos insultos, desprecios y vilipen- dios, sin ser culpables (le que la "doctri- na che la Libertad se convierta en Doctri- na del Imperial ismo". Comprendemos que sólo debemos con fiar en nosotros mismos y q ' ya es tiempo de formar el alma nacional, contaminada con adúlteras culturas que ya comienzan a invadirnos. Basta de sueños gloriosos y prometa - mos cada día hacer algo por la Patria ne- cesitada. Seamos ante todo Latino-americanos, huyamos de la fingida diplomacia pan- americanista y alcanzaremos salvar nues- tra soberanía, problema . palpitante del presente! R. D . B . LA DISCORDIA PANAMEÑO COSTA .. RRICENSE ES UNA SIMPLE I'ORMULA POLITICA (Por Sergio Pérez Angulo) El carácter receloso que reviste al es- píritu al tratar cuestiones de amor pro- ido, y .,obre todo de amo] . Ndxip, en las cuales toda palabra adquiere gran tras- cendencia y fatales desviaciones en la o- pinión pública, siempre nos impuso silen- cio respecto al problema pendiente entre Costa Rica y Panamá : Porque es este un tema yu e para ser tratado requiere una infranqueable fortaleza de argumentos, h' .en guarnecidos por la muralla de una razón amplia y contundente, capaz de re sistir y derrocar a cualquier trasnochado que por aferramiento conservador u o- dios infundados hienda a desconocer im- pecables sentimientos patrios y conside- ra criminal cualquier manifestación pú- blica de elevada cofraternidad, y al bien intencionado articulista, apóstata, venal, seducido por un delicioso clima, unos ojos embrn .iadores, o una perspectiva de cual- quier índole agradable, columbrada allá en la 'erra de Jesús Jiménez, o del bien conocido y admirado hispanoamericanista García Monge, cosa que no causaría ma- yor sorpresa, pues aún no faltan atolon- drados que sueñan llegar a la gloria de la popularidad (Y) mediante el pregonar in- fructuoso (le un patriotismo ya en desuso entre las masas conscientes de nuestro Continente . Pero no creemos aparecer extraviados ante el concepto de los pana- meños cultos que por fortuna constituyen el grueso de nuestra población ; ni teme . mos ser víel .ima .s de falsas intepretacio- nes y de improperios crueles e Inmereci- dos, porque en realidad el problema ha cambiado por completo de carácter. Nosotros que siempre repudiamos y la- mentamos la discordia entre estos dos pue- blos hermanos, y que sentimos ahora vi- brar en la pluma al unísono dos sentimien- tos, dos op :mr nes, gracias a una entrevis- ta breve por cierto, pero muy grata, que tuvimos alla en un plantel de enseñanza costarricense donde era aclamada la co-

SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

  • Upload
    others

  • View
    7

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

SOCIEDAD MINERVADirector : SERGIO I'EREZ ANGULO .

Srio, de Rdción . : Ricardo de la Espriella.

Redactor : RAUI . 1). BERBEY.

Administrador : Simón Quirós y Q.

AGo 1

PANAMÁ, Non :muna oia 19°G

Nómaaco 4

EDITORIAL

Ya pasó nuestra fecha clásica y tuvi-mos ocasión de observar el desfile de loscolegios, de la Policía y ale otras institu -ciones nacionales, como también advertirla frialdad con que se espera esta efemé-rides cada día.

Nosotros queremos creer que ello nose debe a falta de patriotismo paname-ño, sino más bien a cordura y reflexiónde nuestros conterráneos, quienes com-prenden de manera imperiosa, que la sal-vación ele la Patria no módica en festejosefímeros y sí en nuevas normas de con-ducta.

Panamá ha progresado mucho median-te el influjo Norte-americano. ¿Por quénegarlo? pero ha roto sus entrañas paraprobar su amor a la humanidad, lo cual,a trueque de interminables dolores, hasido solamente una engañosa Utopía.

Hemos dado prueba de ser el país másdesinteresado y cumplidor del deber quese tiene contraído con la humanidad, másnada se nos reconoce y en vez de encontraren el exterior voces de aliento y de con-fraternidad que nos ayuden a sacar ile-sos nuestros 'ntereses, por el contrariohaliamos insultos, desprecios y vilipen-dios, sin ser culpables (le que la "doctri-na che la Libertad se convierta en Doctri-na del Imperial ismo".

Comprendemos que sólo debemos confiar en nosotros mismos y q' ya es tiempode formar el alma nacional, contaminadacon adúlteras culturas que ya comienzana invadirnos.

Basta de sueños gloriosos y prometa -mos cada día hacer algo por la Patria ne-cesitada.

Seamos ante todo Latino-americanos,huyamos de la fingida diplomacia pan-americanista y alcanzaremos salvar nues-tra soberanía, problema . palpitante delpresente!

R. D. B.

LA DISCORDIA PANAMEÑO COSTA ..RRICENSE ES UNA SIMPLE

I'ORMULA POLITICA

(Por Sergio Pérez Angulo)

El carácter receloso que reviste al es-píritu al tratar cuestiones de amor pro-ido, y .,obre todo de amo] . Ndxip, en lascuales toda palabra adquiere gran tras-cendencia y fatales desviaciones en la o-pinión pública, siempre nos impuso silen-cio respecto al problema pendiente entreCosta Rica y Panamá : Porque es este untema yu e para ser tratado requiere unainfranqueable fortaleza de argumentos,h'.en guarnecidos por la muralla de unarazón amplia y contundente, capaz de resistir y derrocar a cualquier trasnochadoque por aferramiento conservador u o-dios infundados hienda a desconocer im-pecables sentimientos patrios y conside-ra criminal cualquier manifestación pú-blica de elevada cofraternidad, y al bienintencionado articulista, apóstata, venal,seducido por un delicioso clima, unos ojosembrn .iadores, o una perspectiva de cual-quier índole agradable, columbrada alláen la 'erra de Jesús Jiménez, o del bienconocido y admirado hispanoamericanistaGarcía Monge, cosa que no causaría ma-yor sorpresa, pues aún no faltan atolon-drados que sueñan llegar a la gloria de lapopularidad (Y) mediante el pregonar in-fructuoso (le un patriotismo ya en desusoentre las masas conscientes de nuestroContinente. Pero no creemos aparecerextraviados ante el concepto de los pana-meños cultos que por fortuna constituyenel grueso de nuestra población ; ni teme .mos ser víel .ima.s de falsas intepretacio-nes y de improperios crueles e Inmereci-dos, porque en realidad el problema hacambiado por completo de carácter.

Nosotros que siempre repudiamos y la-mentamos la discordia entre estos dos pue-blos hermanos, y que sentimos ahora vi-brar en la pluma al unísono dos sentimien-tos, dos op:mr nes, gracias a una entrevis-ta breve por cierto, pero muy grata, quetuvimos alla en un plantel de enseñanzacostarricense donde era aclamada la co-

Page 2: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

2

PRELUDIOS

fraternidad entre los dos países por elpersonal educador, tenemos el deber de le-vantar la voz en el sentido de desvanecerla neblina que nos aleja, que por fortunaemana ya solo de un simple capricho deíndole política . Y esto es lógico, puestoque lo corriente es escuchar manifestac'o-nes de simpatías que revelan en la opi-nión pública gran desacuerdo con la para-lización de relaciones . Más que las mani-festaciones, los hechos hablan de esto.

Hace corto tiempo recibimos de aquellaRepública, una visita hecha por miem-bros del personal docente costarricense,que bien sabemos constituye gran partedel alma nacional de Costa Rica ; de éldepende la opinión consciente de los "Nue-vos" y desde luego la verdadera orienta-ción de la Patria en el mañana . Y es cu-rioso y hasta increíble que no hubiese ve-nido mayor número de visitantes, debidoal temor que se tenía de ser desairadosacá, en nuestra propia casa . Se deja en es-to, conocer la opinión que ha existido a-llá de nuestro pueblo, errada por demás,y huérfana de todo fundamento . Porque,claro, si de nuestra parte ha habido ré-plicas y protestas que han ido más allá delo prudente y caballeroso, ellas han sali-do siempre del elemento excesiva y fogo-samente patriótico a veces chauvinista q 'por cualquier desaire a la Soberanía a-presta su espíritu para fomentar odios;tal ha ocurrido también en Costa Rica enmás de una ocasión, díganlo si no, las hi-rientes expresiones de Obnegón en LaTarde, si mal no recordamos, y de muchosotros que arremetieran con saña terribleen contra nuestra, rastrillándonos, pue-rilmente en nuestra cara, todos los defec-tos físicos y morales que puede crear laimaginación de un hombre indignado ; ysin embargo, no por ello llegamos a pen-sar que fuésemos odiados con pasión bes-tial, y mesquina . Al contrario, a pesar detodo, por una extraña y muy acertada in-tuición de las cosas, abrigamos siemprela idea de una posible y hasta fácil rea-nudación de la amistad, cosa que hoy he-mos rectificado con el convencimiento q'bridan las manifestaciones de un elemen-to significativo en la Nación : el Magiste-rio. Razón tenemos para esto, porque de-ducimos con sobrada lógica, que no tuvi-mos el placer de recibir contingente másnumeroso del magisterio a causa de ladesconfianza que de nosotros abrigaban.Pero después de su visita, bien podemosafirmar que la poderosa legión de educa-dores de ambos países, aboga porque setiendan de nuevo los vínculos de amis-

tad, que no quiero creer, como otros, sehallan roto, apenas han sido recogidostemporalmente por un ligero accidenteen el que se manifestó el hervor de la san-gre americana, pronta siempre a derra-marse en defensa de sus derechos Si fui-mos invadidos ello se debió simplementea un error administrativo del PresidenteAcosta, que impulsado quién sube porqué idea, creyó cuestión sencilla y pocodelicada, un problema internacional, delcual habría de surgir una fatalidad milveces llorada por nuestras dos Repúbli-cas. Y si de nuestra parte con patriotis-mo y coraje repelimos la fuerza invasora,obra fué de un deber sagrado cuyo cum-plimiento había de ser la manifestaciónoportuna y necesaria talvev, de que elhonor panameño, como el argentino o elestadounidense, merece respeto y reclamala consideración de rigor en los asuntosde orden internacional . Pero ahora, cuan-do el espír tu público a vuelto a su equili-brio normal, nada queda por hacer, másconveniente y lógico que estrechar en to-dos los sentidos las relaciones ; ellas sonnecesarias no tanto para bien de nuestrosdos pueblos, como para beneficio del lati-noamericanismo que tanto se pregona yque tan halagadoras promesas contienepara el Continente de Colón. Qué razónhay para que vivan alejadas dos herma-nas que tiemblan ante la amenaza de unenemigo común? Ninguna.

Sólo el capricho de gobiernos que se en-castillan en posiciones irreductibles e in-conciliables, sin tener en cuenta que ur-ge un desvanecimiento radical de todarencilla que pueda perdurar y acrecentar-se con el tiempo en el espíritu de la parteinculta e irreflexiva, que juzga por la a-pariencia simple de las cosas. Creer queel problema tiene su solución a base de o-dio y de enemistad, es un absurdo, es u-na manifestación de excesiva pobreza deingenio. Precisa estrechar cada vez máslas relaciones de niiestr,,as entidades a-

(Pasa a la página 12)

LA SEMANA SANTA EN EL INTERIOR

Nadie habla de nuestra literatura . ¿Latenemos? Sí, contestaría todo aquel queestudiara de cerca las costumbres del in-terior no contaminado por la gran evo-lución social extranjerista.

Poseemos intacto en algunas partes delinterior, el precioso legado de costum-bres y tradiciones que nos dejaron nues-tras antepasados y que constituye una ro-busta Literatura, formada con pedazos de

Page 3: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

3

la Clásica Española y con resabios tropi-cales.

Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de Herrera, donde he tenido oca-s:ón de estudiarla y admirarla con mar-cado interés, durante las imponentes fies-tas del Veinte de Enero, Santa Rosa y enlos días de la Semana Santa y para queel lector se dé cuenta completa de mis a-severaciones, voy a describir los aconte-cimientos que se desarrollan en mi pue-blo durante los días denominados `Santos'.

Esta semana, como su nombre lo indi-ca. es consagrada a las divinidades delcielo y desde el lunes se observa en la igle-sia católica, única existente, un ir y venirde personas desde la encopetada supuestaaristocracia hasta el humilde campesino,que fervoroso se arrodilla ante el altarmayor en demanda de salud, y prosperi-dad para sus cosechas.

El Miércoles, el Monumento donde ha-brá de reposar el "Redentor del mundo",es custodiado por jovencitos de la aristo-cracia, quienes entre una profusión deluces y policromas flores artificiales, ha-cen las veces de centuriones, mientras qdos niñas velan arrodilladas frente al al-tar.

El Jueves se observa en cada rostrouna huella de tristeza y es que hasta elambiente parece llorar la muerte del Pas-tor de las Almas . Por la noche, la iglesiase llena de fieles y cuando tienen lugarlas tinieblas y los choques de piedras con-tra piedras, más de una vieja prorrumpea llorar la injusticia de los hombres.

Viernes, día de vigilia, de penitencia yde tristezas hondas

Desde las 4 de la tarde comienzan allegar al pueblo los campesinos de todaspartes del Distrito a pagar la manda quedeben, unos, y otros (los más) a presen-ciar el imponente acto de la procesión,que entra a las 12 de la noche en el tem-plo, después de recorrer las calles del pue-blecito.

Entre una multitud de 4000 almas más omenos, se destaca el santo sepulcro ador-nado de flores de toda especie y telasvistosas . Es un catafalco sembrado do lu-ces, sumamente adornado, que contrastacon la humildad de J . C. Detrás . . . muydespacio, como en marcha funeral . . . . si-guen los Penitentes, con los brazos ex-tendidos, sujetos por cuerdas y varillastoscas, con lo cual ellos corresponden áun favor tributado por Dios.

La virgen de los Dolores escoltada porsus hijas vestidas de blanco, sigue detrásdel Santo Sepulcro y entonces es cuando

se contrista nuestra alma, con los cantoslactuosos de "ven a mis brazos hijo ama-do". Terminada la ceremonia religiosa,los campesinos, olvidando la muerte delSeñor, dan comienzo a su jarana, consis-tente en recitar y cantar décimas sazo-nadas con repetidos besos a la copa deseco.

Cuando los afamados poetas de los dis-tintos campos se reunen para festejar a u-na núbil niña de las selvas, con ojos deseductora negrura y labios de corte grie-go, los circunstantes se aglomeran a oírlas hermosas endechas amorosas de lostrovadores.

Los bardos dan principio a sus cancio-nes, y entonces es de ver el garbo que a-doptan y las sutilezas de que se valen pa-ra salir airosos.

Después de varios horas de continuoimprovisar, el más dopto se deja conocer,pues en cuanto a repertorio poético esmás vasto que sus compañeros y éstosconvencidos de su insuficiencia, se ale-jan de la ninfa presurosos y lamentable-mente avergonzados.

El campeón recibe de la niña a quienfesteja una sonrisa de agradecimiento ysimpatía que inspira a nuestro poeta has-ta llevarlo a la sublimidd.

;Qué feliz es el bardo en ese momento!Todos le abrazan, le festejan, le envi-

dian y le llevan tragos de licor.Y qué pasará entre esos dos amantes,

uno de los cuales derrama el ánfora desus trinos para festejar al objeto de suamor, mientras que el otro sólo escuchaen silencio absorto en gratas ensoñadotres?

Muchas veces este encuentro es el pre-ludio de una eterna unión allá en las so-ledades de la selva donde nada perturbael corazón . Las calles están sembradasde mesitas con pan, café y toda clase dedulces para vender, y en los alrededoresse observa una gran actividad comercial.

Luego, allá, una cambia. Un círculo dehombres y mujeres pareados de frente(lanzan y zapatean . Pero las mujeres lla-man la atención por la manera tan sere-na como bailan, que da la idea del inmovi-lidad.

Al siguiente día la mayoría de los hom-bres están ebrios.

Sólo se oye hablar de hombría : Mani-to : Conmigo no hay cangrejo que se me-née.

—Yo soy el muchachito que no respe-ta hombre.

Otro que ha estado oyendo la provoca-ción, replica :— Afíjese en lo que dice . A

Page 4: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

4

PRELUDIOS

mi no hay naa que me incline más queoir hablar de hombre. Y con dimos y dire-tes van hasta llegar a las manos.

En otro ángulo de la tienda donde tie-ne lugar la discusión, un cantor de lasselvas comienza a cantarle a su amada a-se :

Eres la luna de enero,eres el sol más brillante,eres un pulido diamante,eres el primer lucero.

Los mozos Tenorios le miran con cari-ño, le envidian y la inmaculada hija de laselva baja el rostro apenada.

Luego el bardo prosigue en su tarea deseducción:

El día que yo me muriere llorarán(campos y flore)))

también muchachas bonitascon las que he tenido amores.

Los oyentes, pletóricos de contento, ob-sequian al cantor con sendos tragos, delos cuales toma la ninfa de cuando encuando, a petición del admirador.

De pronto una gitarrita lanza a losaires los sones del zapatero, y los mozal-betes dan principio al arte de zapatear.

¡Qué bien lo hacen! Cómo armonizanel sonido de sus callosos pies con el delinstrumento musical.

Terminado el Sábado de Gloria y faltos de dineros, los buenos campesinos re-gresan a sus hogares con la pesadumbrey cansancio que deja todo placer.

Después . . . entre la calma de sus cam-pos trabajan mucho mucho, y es-peran la próxima fiesta para salir a lu-cir, los hombres sus calzones fundas y lasmujeres sus vistosas polleras y valiosaspeinetas de balcón.

¡Ah, mis campesinos!

Son sencillos,buenos y valientes.

Son los modernos caballeros de la E-dad Media, que por una pipa realera setasajan sin compasión, no por el valor deella sino por la aberración de uno de loscontenderes.

¡Yo quisiera seguir contemplando to-dos los días estos cuadros, pero se aca-ban, se pierden y se alejan con el avancede la civilización moderna.

Lo sienta con toda el alma.Raúl D. Rerbey.

EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD

En el mundo de nuestras ideas tienenlugar una gran variedad de fenómenos,los cuales, a más de ser de vital impor-tancia por el hecho de hallerse nuestrarazón subordinada a ellos, son sumamen-

te curiosos y dignos de estudiarse. Entreestos fenómenos, hay uno de inercia men-tal, que se nos presenta en casi todas lasactividades mentales ; a este fenómeno sedebe el que nuestros sentidos se acostum-bren a una sensación ya sea agradable odesagradable, soportándola sin dar mues-tras de exitación mientras la influenciaexiste, dando muestras de impresión des-de el momento en que la influencia ex-terior termina.

Este es un fónomeno harto conocido detodos, pero en nuestras actividades pura-mente mentales, como nuestro criterio,nuestras convicciones y todas aquellas i-deas resultantes de los estudios, la tradi-c :ón, y otros tantos factores, ocurre unfenómeno muy semejante, el cual obede-cen a sus similares ; este fenómeno con-siste en una extraña aberración de lamente que la hace subordinarse, rendir-se a otro ser, atribuyéndole una superio-ridad ilimitada sin intentar siquiera ave-riguar si esta superioridad existe, negán-dose a ver a la inferioridad, aun cuandoesta sea perfectamente notoria ; este esel llamado complejo de inferioridad, perolo más cur i oso y lo peor del fenómeno esque se manifiesta, no sólo de individuosa individuos sino de puebld a pueblo y aunde raza a raza y con todo su vigor.

En Latinoamérica se observa este fe-nómeno con bastante frecuencia, conce-diendo la superioridad a los pueblos euro-peos. Yo creo que el fenómeno tiene suscausas en la influencia decidida de la Eu-ropa desde el tiempo colonial, en todo a-quello que signifique civilización y mejo-ramiento, por lo demás, pesa sobre noso-tros la herencia, pues nuestros antepasa-dos, indígenas y meztizos, creían perfec-to al hombre de ultra-mar, y todas lasgeneraciones anteriores a las nuestÑs,han dejado al complejo de inferioridad to-mar proporciones alarmantes, de tal suer-te que hoy, no solamente concedemos su-perioridad al europeo (al menos 'en Pana-má sucede) sino a todo aquel q' ha naci-do en un país extraño al nuestro, y quepor dicha para él llega a arribar a nues-eras playas. En Panamá se nota el "com-plejo de inferioridad" en proporciones a-larmantes, ya no son los europeos des-graciadamente, ni los extranjeros en ge-neral . Aquí se venera a lo extraño, sealo que sea, y se desprecia a lo del país,sea lo que sea ; estamos en el punto másdesesperante de este curioso y perjudicialcomplejo. A estas alturas en Panamá nohay peor desdicha que ser panameño, nohay medio de surgir por propio esfuerzo,

Page 5: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

5

el único recurso de un panameño ambicio-so, es zambullirse en el fango de la polí-tica y agitarse en sus tinieblas hasta con-quistar una posición, a costa del honor,de la nobleza y de la dignidad, en cambio,un extranjero que hace alarde de tal, en -cuentra todas las puertas abiertas, y elGobierno enteramente de su parte,preparándole el camino de una carrerafácil y sin tropiezo.

Uno de nuestros capitalistas "heredita-rios " quiere sacudir el polvo de la tradi-ción e invertir el dinero de sus abuelosen un negocio cualquiera?

No confía en sus paisanos, llena susestablecimientos de toda clase de extranjeros, bien o mal preparados.

Quiere nuestro Gobierno fundar unagranja, una estación experimental, unacolonia, o algo fuera de rutina?

Aquí los extranjeros inmediatamentede Jefes, de expertos, de contratistas, decolonos, de todo.

A propósito de colonias, qué ocurren-cia la del Gobierno al traernos a indivi-duos tan extraños, tan distintos a noso-tros y más ignorantes aún que nuestroscampesinos, por lo que toca al cultivo denuestras plantas regionales . Por qué notraemos de colonos a hombres que hablennuestro idioma, que sean como nosotrosy que estén habituados a un ambiente se-mejante al nuestro?

Yo creo firmemente que la suerte deuna colonia agrícola de portorriqueñoshubiera sido mucho más halagadora quela que acaba de fracasar, y creo firme-mente también, que todos los males querecibamos del extranjero se deben a ese"complejo de inferioridad" que yo he tra-tado de poner al descubierto, por creerque es indispensable abrir una guerra amuerte contra esa terrible aberración denuestra mente que nos tiene subyugados,sometidos a una servidumbre vergonzosay humillante . Hay que comenzar por con-vencernos de que nuestra raza es entera-mente capaz de producir seres que la e-naltezcan, y luego, emprender la tarea deconvencernos de que lo nuestro es tanbueno como lo extranjero y que un díallegaremos a hacerlo mejor.

Luis E. González.

URRACA

No sé ni por qué ni cómo, ha venido amis manos hace algunos días un periódicomuy importante de nuestra capital, LaPrensa Ilustrada. Lo examino cuidado-samente, pues esta es una de las pocas

veces que viene a mis manos, y me en -cuntro con un artículo cuyo título ho re-cuerdo ahora mismo, pero sí de lo queen él se trata y que es nada menos queuna insinuación a los primeros alumnosgraduados en la Normal de Varones de Pa-namá, de cuyos cerebros ha surgido la be-lla idea de erigir una estatua al verdederoy famoso representante de nuestra razaaborigen : Urraca ; para qu desistan de e-lla. Trata el autor del artículo aludido, dedemostrar la superioridad de Panquiacosobre el cacique Urraca, queriendo asípersuadir a los autores de tan famosa i-dea de que Panquiaco es el verdadero me-recedo r de este monumento o estatua quetrata de construirse . Extrañeza me hacausado, en verdad, encontrar en un periódico como la Prensa Ilustrada este artí-culo que me propongo rebatir yo, quizá elmenos autorizado para ello, puesto quesoy estudiante, pero en fin qué vamos ahacer, el que no está de acuerdo conmigodirá : "Locuras de muchachos", esta esla frase favorita que se nos aplica a losestudiantes, y con mayor razón a los quenos gustaa meternos en camisaa de oncevaras ; pero ya no es posible volver a-trás y por consiguiente \ tamos el 'gra-no.

Al arribar Balboa a las costas de Sanlilas en los territorios del cacique Coma-gro, el famoso Panquiaco, hijo de éste,se brindó (dizque al ver la avaricia de losespañoles) a conducirlos a un territorioen donde podrían saciar a manos llenasus ardiente deseo de oro.

Y en efecto, Balboa atravesó la Cordi-llera Central escoltado por mil súbditosde Panquiaco, quienes en esta desastrosatravesía, y digo desastrosa porque tuvie-ron grandes obstáculos de los cuales elprincipal era el que oponían los demás in-dios verdaderos amantes de la libertad,quienes con sus flechas diesmaban con-tinuamente las huestes españolas, se vie-ron obligados por consiguiente a derra-mar por las tierras del Istmo la sangrede sus hermanos que se oponían a la en-trada de la invasión española ; esto fuequizá por miedo a Balboa, para satisfa-cer su sed insaciable de riqueza, que lollevó poco después a llamarse Descubri-dor.

Si es cierto que los españoles nos hanhecho mucho bien con habernos traídoa la vida verdadera, también nos explota-ron miserablemente en tiempos de la con-quista ; y fué Panquiaco quien internó auno de éstos en nuestro territorio, quienaunque no hizo mal abrió una brecha por

Page 6: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

6

PRL:LU1IOS

donde habrían de pasar aquellos que sínos lo hicieron.

El autor del artículo a que he hecho a-lusión, halla esto perfectamente y estoyseguro de que él y los que opinen de lamisma manera sacarán a relucir a "Nues-tra Madre España " y hasta me trataránde retrogrado, aunque no dejan de tenerrazón ; dejemos por un momento a Es-paña y pensemos en sus hijos los con-quistadores, evoquemos por un minuto loshorrores de la conquista, comparemos elbien y el mal que nos hicieron con ella;pensemos en nuestra raza aborigen piso-teada y ultrajada mil veces por los espa-ñoles aventureros, y veremos entonces,quien tiene la razón.

De Urraca creo que, aunque hasta aho-ra, no ha mucho que ha salido al oreo, yaes bien conocido por todos y muy poco eslo que necesito decir de él.

Hombre de un temple de carácter pro-pio de nuestra raza ; (al comienzo de suexistencia), amante de su libertad en to-do sentido, es el prototipo del carácterindígena de nuestro pueblo. Esperó a losconquistadores, armado, dispuesto a lalucha y a no permitir restricciones ensu libertad. Derrotó a los españoles envarios combates y hasta el mismo Pedra-rias, Gobernador de Panamá en ese en-tonces, no quito permanecer con los bra-zos cruzados ante la valentía del indio yentró en acción contra el célebre Urra-ca, al que no pudo vencer definitivamen-te, pero por intermedio de un capitánespañol, el indio fué engañado vilmente vhecho prisionero . Encadenado fué condu-cido a Nombre de Dios y cabe aquí men-cionar las palabras de un historiador "Yno fué poco el bien que le hizo, pues nolo quemó", lo que nos prueba la guerrasin cuartel que hacían a los americanosque protestaban contra la restricción desus libertades . Urraca logró evadirse des-pués de haber planeado por tres meses suastuta fuga ; de nuevo en sus territorios,pidió apoyo a los demás caciques para des-terrar a el invasor ; pero como esta lu-cha se prolongara por mucho tiempo, suscompañeros prefirieron someterse a lavoluntad de los españoles frente a el e-nemigo. Urraca acongojado por la trai-ción de sus compatriotas se internó ensus montañas a llorar su desventura conlos pocos indios que le fueron fieles, endonde murió sumido en profundo dolorpor no haber logrado expulsar a el ex-tranjero, pero pidiéndolo a sus súbditosen la hora de su muerte.

Quién facilitó a los españoles la entra-

da al Istmo?Quién protestó contra esto y lucho por

expulsarlos?Cuál de los dos merece, señores, que se

tenga su nombre grabado con letras do-radas en el libro de nuestra historia?

Estas preguntas las dejo para que ten-gan la fineza de contestarlas las personasque nie honren leyendo mis locuras.

Ahora no me queda más que felicitar alos autores de tan acertada idea y rogarles que no flaqueen en su empresa de e()locar a cada cual en el puesto que merece.

.1. E. Correa P.

CURRUTACOS Y CURRUTACAS

—(Por Coridefe Nertzen)

Bonitas palabras, verdad? fáciles depronunciar, sonoras y agradables al oí-do ; pero detengámonos un momento, a-plicando la semántica, en averiguar susignificado : Si el Diccionario Campanoilustrado, enciclopédico de la lengua cas-tellana no miente, y la vista no me fallóen ese momento, leí en la página 284 (pa-ra el que le interese), la palabra que ocu-pa el puesto 19 en orden descende, quees la más aplicable en 1926 : currutacos,cuyo femenino currutacas, no les es me-nos importante estudiar a quienes les cae.Por educación cederé el puesto del estu -dio a las currutacas, aunque se vayan amolestar por la preferencia, los señori-tos currutacos (me excusan?)

Basan su argumento de defensa las cu-rrutacas, en la Higiene, y no dejan de te-ner razón, pero sólo se les concede en loque se refiere a la moda de cortarse el pe-lo igual que los hombres . Si es verdad quelas señoritas currutacas aman y aplicantanto la Higiene, por qué se tapan de e-sa manera tan poco estudiada, los impor-tantes órganos excretorios del cutis (losporos) causándoles así, una anomalía enlas glándulas ccbáceas, que se les mani-fiesta por barros, q' no pueden explicar-se el por qué de ellos, y que les da eseaspecto tan poco agradable, que no les vale ni colorete, ni c r ema ni demás ador-nos de uso cotidiano? Será porque noBaben los malos resultados que ocasionanesos adornos? no lo creo ; unas señoritas detanto talento para arreglarse de mane-ra tan artística y engañosa, no pueden ig-norarlos, será que creen que ese es -elmedio más eficaz y honrado de atracciónde la mujer? Tampoco lo creo, no sabíanlas señoritas currutacas que el mejor a-tractivo de la mujer, no es el falso y en-

Page 7: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

7

gañoso color de barniz rojo de sus meji-llas? Entonces, por qué no abandonar esafalsedad de colores y demás asuntos queno quiero mencionar, y entrar por la be-lla y sincera moda de conformarse con lonatural?

Qué bello es ver a una de nuestras cam-pesinas con ese rojo que caracteriza a susmejillas, no es verdad? Qué agradable noserá depositar un beso en esos pómulosde atractivos naturales?

Y en cambio ver a una "currutaquita"por el día, con las mejillas como que seles quisiera salir la sangre, aparentandoante el público una cualidad que no tie-nen, e imitando el color de las campesi-nas "que representan lo que son en reali-dad, que no se pintan, ni se arreglan co-mo las currutacas" .

Qué decepción más grande para un e-namorado, que después de ver a una jo-ven blanca y colorada en los días que lava a visitar, la vea un día que acabe desalir del baño, mostrando el color verdede su rostro! Qué inconocible! Aquel ro-jo subido se ha transformado en un ver-de oscuro, que asombra a todo el que an-tes lo había visto transformado en el co-lor ya mencionado . Será alguna influen-cia climatológica debido al frío del aguadel baño lo que hace cambiar de esa ma-nera tan brusca el color? O es que la fuer-za de erosión que caracteriza al agua, a-caba con esa capa rojiza no natural en las"currutacas" ? Desgraciadamente (paraellas) sí!

A cuáles prefieren? a las "currutacas",o a esas de sangre pura que aparentan loque son (nuestras campesinas) y cuyapiel deja apreciar el color rojo natural desu sangre?

Un consejo : cuando por suerte o pordesgracia se enamoren de una "currutaca"lo primero que deben hacer en la prime-ra visita, es decirle que si se quiere de-jar lavar la cara, a lo q ' se negará el 99910%" de ellas, y si alguna se lo deja ha-cer (lavar la cara), verán como le quedanlas manos y el agua del platón, como sise hubieran puesto una fuerte dosis deañilina roja. Por lo que veo, no iremos so-lamente con el fin de cazar, al campo, si-no que nos veremos obligados a casarnostambién.

Y si nos vamos a casar al campo, aquiénes les dejaremos las currutacas? alos que las encuentran más encantadorasque unas diosas, los "currutacos", que esde quienes toca hablar ahora . Estos in-dividuos no menos aventajados en el artede arreglarse, abundan en tal cantidad

que mueven a que se ocupen de ellos . Nohay cosa que les guste más que salir apasear con úna "currutaca" al lado, ella,arreglada como ya he dicho y él, con unsombrero metido hasta los ojos, lo quele causa un sin número de tropezones, pe-ro no le importa ; la cosa es estar a la mo-da, aunque por la noche tenga que po-nerse pañales y unturas, debido a los cho-ques. Como dije antes, la pareja es untanto cómica : una jovencita de color ex-cesivamente subido (será natural) y unbulto al lado, que no se le puede distin-guir la cara ni decir que es lo que llevapuesto, si pantalones, o qué, porque esuna cosa ancha que no le deja ver los za-patos y que cualquiera que no sepa queson los afamados Balloon pants, juraríaque son Balloon faldas.

Qué tal les hubiera ido a estos indivi-duos con el cliclón de la Habana? de se-guro que se habrían elevado llenos de ai-re .

La pareja currutaco-currutaca dice : --"En qué forma se van a igualar esas cam-pesinas a nosotras cuando no conocen niel colorete ni los Balloon? y una parejacampesina dice : Nosotros aunque algunostenemos uncinarias, no necesitamos de ese colorete para tener nuestras mejillassiempre rojas, y aparentar lo que somos.

Entonces, aquién prefieren? a una quetenga uncinarias, a quién sólo hay que a-plicarle el tratamiento y tienen ensegui-da una mujer perfecta, o a esa que siem-pre está renegando del agua del baño,porque le rebaja el color rojo de la cara?

Y por último, si es que a los señores"currutacos " les gusta tanto el Balloon,lo globo, lo ancho y en general lo grande,por qué no cogen un terreno bien Ba-Iloon? y lo cultivan, o por qué no ponenuna fábrica nacional bien Balloon, tam-bién, para que estén en toda forma a lamoda?

VIAJES DE VACACION

(De Guararé a San José)

(Por S. Pérez Angulo)(Continuación)

La mañana es triste, el cielo encapota-do, ténue llovizna cae sobre la ciudad, yun céfiro mortificador por lo húmedo, dala bienvenida al transeunte hablándole delclima saludable de que tantas veces oyómanifestaciones de admiración . En unmuelle largo y descubierto el ir y venir denumerosos trabajadores nos hablan del

Page 8: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

s

PRELUDIOS

comercio más o menos activo, que poseeel primer puerto de Costa Rica . Para

transportar la carga del vapor a la Ofici-na de la aduana es aprovechado un ser-vicio especial de trenes ; y para el trans-porte del equipaje puede el viajero ser-virse de ciertos tipos llamados "Faquines "que se desesperan por ser favorecidos conel trabajo. Hay entre ellos una diferen-cia bien marcada y agradable para nues-tros trabajadores de las playas ; son cultos,y se dirigen al viajero con un tono deli-cado y respetuoso captándose al instantesus simpatías, y produciendo cierta penaen quien sale de su Patria con el recuerdode todas las manifestaciones de la cultu-ra nacional, y va comparando desapasio-nadamente las costumbres, los usos y lasmanifestaciones extrañas, y advierte enalgunos cierta superioridad.

Pero estos faquines de atentos modaleshablan un castellano especial . No diré co-mo mis acompañantes de a bordo, quehablan patúa, pero si puedo con sobradarazón criticar *su lengua de arcaico y po-co concorde con los preceptos de la Aca-demia. Aun cuando lo último puede serexcusado con aquello de que la mejor A-cademia es la del uso común . La conjuga-ción verbal en boca de estas gentes ha si-do desfigurada de cierto modo que pro-duce hilaridad . Donde nosotros diríamos:Tomas la maleta y la llevas al muelle;ellos con toda naturalidad dirían : Tomásla maleta y llevátela al muelle ; otra par-ticularidad es la permutación que han he-cho en algunos pronombres ; por ejemplono pude escuchar de sus labios el pro-nombre singular de segunda persona, hasido reemplazado por el que castizamen-te se emplea para el tratamiento de respe-to que se dá a las personas constituidasen altas dignidades : Vos. Así les oímosdecir : Vos no querés que el número cua-tro (el faquir) llevé la maleta? En finasí algunos otros defectillos, que no ano-to aquí para que no digan luego, q ' meocupo en ver a las niñitas aquellas querayaron nuestra expresión popular, el de-fecto de su pueblo . Después de pasar porla Aduana donde de acuerdo con la dis-posición legal, fué pasado el equipaje, ycubierto el valor de su entrada, no queda-ba otro camino que acudir a la oficina deltren, en solicitud de pasaje para Carta-go. El transporte es, en relación con el doPanamá, sumamente barato ; seis horasde viaje en tren, cuestan ocho colones ymedio, que en Balboas equivalen a 2 .25 Bl.Como se vé, hay en este precio una grandiferencia que no tiene ninguna explica-

ción.El tren es de vía angosta ; no por ello

presenta incomodidades.

A las nueve y media de la mañana, lalocomotora ha lanzado al aire un roncosilbido y arrojando densas boconadas dehumo inicia la marcha vertiginosamenteprovocando en los vagones cierta trepi-dación característica en ellos. La ciudadde Limón, que hemos visto porque el trenla ha cruzado, se queda atrás, desconoci-da aún por nosotros . Vamos internándo-nos por entre tupidos bijaguales y bos-ques que no desconocemos ; la flora esexactamente igual a la de Panamá ; creía-mos encontrar algunas diferencias, peroes q ue acaso soñamos ir cruzando la Si-beria o las selvas negras de Alemania?De repente nos llama la atención un tran-quilo río que se desliza suavemente porentre una vegetación exuberante y os-cura que habla de la fertilidad de aquelsuelo . Y admirando el panorama de la iz-quierda nos pasamos los minutos embele-sados, sin querer perder la menor pince-lada que la naturaleza puso en el cuadro,pero súbitamente, la bondadosa compañe-ra que ha vuelto hacia el lado opuesto losojos lanza una exclamación y nos advierteque miremos algo nuevo. Con dolor de de-jar las bellezas que admirábamos, hemosatendido la insinuación . Nuestro espírituse sacude en la reacción que provoca unbrusco cambio de perspectivas . Veíamosla naturaleza virgen en su más imponen-te y poética manifestación : la selva ver-de-oscura poblada de frondosos árbolesgigantescos y de arbustos a millares quehacen pensar en un mañana de redenciónpara estos pueblos ; y ahora nos extasia-mos mirándola en su más voluble y ten-tador aspecto : el mar inmenso surge anuestra vista, unas playas grises, besa-das por la rítmica marejada que se entrespa coronada de blancos copos y luego caesobre la arena produciendo la canción e-terna de las olas . Pero el tren no se detie-ne, y sigue su marcha con la misma ve-locidad a lo largo de la costa, co coque-teando a Proteo, que "se encrespa y seagiganta" cambiando a cada segundo deforma y de color para deleitar el espírituque comienza a sentir el cansancio delviaje.

El tren, seguía con velocidad sorpren-dente hasta encontrar el portillo que lediera entrada a la cordillera ; inesperada-mente ha cambiado de dirección, lanzán-dose por entre la serranía, y dejando le-jos el océano . Ahora inicia su larga se-rie de estaciones . A cada momento oímos

Page 9: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

9

el ronco silbato de la locomotora que lan-za al aire un gemido para saludar una po-blación. Se detiene un segundo en ella ycontinúa veloz, con un trepidar más mo-lestoso . Cambia de direcciones con fre-cuencia para desviar la mole infranquea-ble de impotentes cerros que le obstruyenel paso, y sigue impertérrito a través delos bosques que ya no son incultos, vancambiando de aspecto ; en ellos se mani-fiesta el ingenio del hombre que se agitaen la conquista de fortunas. Extensos ca-fetales, exuberantes plantaciones de ca-cao, comienzan a pregonar la riqueza deaquel país . Admirandolos seguirnos con eldesconsuelo siempre de ir reconociendo elatraso de nuestros pueblos, su pobreza i-limitada, hasta detenernos en un lugarque por el aspecto hemos comprendidose trata de algo importante en la línea.Es Sequirres, el pueblo donde se nos a-nunc.ó debíamos almorzar . La estación esmás demorada que todas a fin de que lospasajeros puedan acudir al Hotel . Comoen toda ciudad de tránsito, alrededor deltren las gentes se agrupan vendiendo altranseunte bagatelas y meriendas de es-caso valor ; la mayoría de estas gentesson negros antillanos que se han estacio-nado allí, apareciendo como un lunar, en-tre aquella población casi toda puna ybien parecida . El Hotel a donde hemos idoestá regentado por un norteamericano, a-nunciando para penas del viajero, que yael país hermano, padece la influencia sajo-na, iniciada siempre tras las cortinas delcomercio, y los contratos para luego des-enmascararse y proclamar el imperio delDonar.

(Continuará)

INSISTO EN QUE LA PROVINCIA DECIIIRIQUI SE DIVIDA

En vista de que mi artículo "Insinua-ciones" ha merecido la desaprobación deuno de mis paisanos, el Sr . R. Halpen,alumno del Colegio de Artes y Oficios, ycomo aduce argumentaciones a su favor,yo, amante de la razón, quiere compro-barle la verdad de mis asertos.

Dice mi buen paisano que me desdigode lo expuesto anteriormente en mi artí-culo al decir que : el momento es oportu-no a la Provincia y luego que no lo esen toda su extensión, puesto que la obratendría su asiento en Occidente y de estamanera la parte Oriental no disfrutaríade beneficio alguno . Pero el S. Halpen nose ha dado cuenta que esa forma literariallamada correción no desdice lo que ere-

yera al principio, sino que por el contra-rio corrige la hipérbole usada con ligere-za .

Vuelvo a afirmar de una manera cate-górica, que la provincia de Chiriquí tanextensa y mal comunicada, no puede en-cauzarse por eras de progreso ni muchomenos estrechar los lazos de confrater-nidad de que habla el paisano patriote-ro, pues por la distancia, por los elementosy por el tiempo, no pueden ayudarse mu -tuamente ni emprender una obra comu-nal.

Acaso es sentimiento de humanidad ha-cer partícipe de nuestra desgracia a losque pueden ser felices?

Por ventura : No, es humanidad el pro-ducto de continuos esfuerzos, del amor ydel trabajo realizado con verdadera la-bor apostólica? Si, señor.

Yo soy tan patriota y amoroso como elque más, pero creo que la Provincia deChiriquí dividida en 2 secciones per losagentes naturales, debe serlo política-mente hablando para que sus interesessean mejor administrados, y se propendaa aumentar los lazos de confraternidadmencionados por el paisano.

Habla, el aludido señor de los innume-rables años que han transcurrido entrela construcción de la primera piragua yla aparición del sub-marino, con lo cualel quiere probar la lentitud de los progre-sos y aconsejar paciencia a los que recla-man sus derechos viendo defraudada to-da lizonjera esperanza.

Mas es necesarlio que haga saber alautorizado articulista, la diferencia tangrande que hay entre crear una obragrandiosa y reformar cualquiera cosa. Elcrear es difícil, el reformar solo requiereiniciativa y buena voluntad.Estamos acaso en tiempos de atraso y de

penuria?¡ Se necesitan centenarios para laconstrucción de puentes en los ríos denuestra sección Oriental, mientras quepara la otra no? Es justo?

Creo de todo corazón, que la Provinciade Chiriquí dividida en dos : estableceríarelaciones recíprocas entre los diferen-tes pueblos, daría pábulo al progreso desu cultura y correspondería al verdade-ro sentimiento de humanidad.

No vivmos aislados de Occidente!No nos administramos solos?

Para qué luchar sin independencia cuan-do los derechos son nulos y en muchos ca-sos las iniciativas( vanas?

Esto sucede en nuestra Provincia.Pido, Sr. Halpen, para el bien comunal,

que debe nacer indudablemente con la di-

Page 10: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

lo

PRELUDIOS

visión del trabajo y la libertad de inicia-tivas .

R. Murgas.

UN DIA DE CAZA

Cierto día el sol comenzaba a levantar-se imponente en el horizonte esparciendosus rayos de oro emprendí en compañíade mis robustos hermanos un viaje hacianuestra finca, en son de caza . Nos acom-pañaba un hermoso cánido, que hace po-co tiempo paso a la soledad delinfinitoa causa de una horrorosa mordida de uncerdo bravío. Antes de morir este animal,lanzaba unos ladridos atormentadores q 'hacían condolerse a todos aquellos indi-viduos que en esos angustiosos instantesdel valiente perro, estaban próximos allugar del suceso . Del animal que en vidafué Huracán se ha apoderado el cuentoy hoy día numerosas campesinas suelennarrar leyendas típicas sobre él, que lle-nan de pánico a varios creyentes . El ca-mino se nos hizo alegre, porque desde quecomenzamos a separarnos del pueblo deHomé, nos encontramos con una hermosaindígena que plantó una amena conversa-ción hasta el momento que cogimos unsendero diferente . Huracán iba delantemoviendo alegremente su blanca cola, to-cando los guijos y guijarros de la orilla.Por fin, llegamos al lóbrego rancho endonde descansamos por un lapso conside-rable.

Luego emprendimos la ardua tarea deinternarnos en el bosque en medio de a-menazadores espinas y zarzas . Solo se oíael monótono susurro de las hojas que ha-cía contraste con el melodioso trino debellos pájaros alegres, cuyos penachos,de algunos, en la cima de los árboles, e-ran movidos airosamente por la frescabrisa acariciadora de aquel día sombrío.Procurábamos no hacer ruido, y a cadainstante la mirada penetrante de Hura-cán se dirigía hacia el follaje de algunosárboles arcaicos con el fin de lograr dis-tinguir algún animal clandestino . Avan-zábamos cautelosamente cerca a un sin-número de grietas y cimas que infundíantemor en mi ánimo y aún hasta en elde mis hermanos.

En el medio de áridas rocas se podíanver profundos orificios que acusaban servivienda de algún animal . Un momentodespués de haber atravesado un desfila-dero notamos que el perro olía con mali-cia en diferentes direcciones y en un ins-tante dobló hacia la derecha acelerando

el paso. Mi hermano Ñoño como más ave-zado pudo seguir los movimientos del pe-rro y en cambio, Pachiquito y yo, menosprácticos ibamos a la espectativa. Por e-sos recónditos lugares en que transitá-bamos se hallaban huellas frescas de ve-nados que daban a conocer claramenteque se encontraban próximos . De improvi-so sentimos un ruido seco entre la hoja-rasca del monte y que cada vez se hacíamás fuerte. ¿Quién se acercaba a noso-tros? Ñoño, trayéndonos la noticia de q 'el perro perseguía un venado de cerca.Con esta noticia nuestras energías se rea-nimaron y luego seguimos al práctico . Alllegar a una ciénaga pestilente, Ñoño noshizo ver que el venado tenía una pata deatrás imposibilitada, puesto que no la a-firmaba. Tal observación me hizo recor-dar una de nuestras lecciones de Ingléstitulada "The Last camel " .

Al descender un precipicio raudamen-te, pudimos oír en medio del silbido delviento los ladridos del perro, que demos-traban una posible captura del animal . Alllegar a una hermosa altiplanicie de ex-huberante vegetación tuvimos que conte-ner el paso debido a las características delterreno, pues era accidentado por nume-rosos surcos tortuosos, trabajo de losrandales. De nuevo nos internamos en elbosque y qué placer para nosotros, pueslos ladridos de Huracán se pudieron oírotra vez a pesar del ruido atormentadorde la brisa que corría levantando nubesde hojas secas que parecían desde lejosuna invasión de langostas . Luego nos di-rigimos a un arroyuelo cuyas cristalinasy frescas aguas nos apagaron la sed, si-guiendo la corriente pudimos llegar a unfrondoso árbol de mango donde yantamosprecipitadamente, pués Ñoño quería evi-tar en lo posible que el perro pasara elrío para que no fuese comido por los la-gartos. Por suerte, el venado al llegar ala floreciente ribera del río no se atrevióa cruzarlo debido a un corro de lavande-ras charlatanas que estaban en la otra o-rilla salomando y cantando como de cos-tumbre. El senado retrocedió y en el mo-mento en que nosotros saltábamos el mo-hoso y frágil alambre, vimos al venadodescender de una resbaladiza loma colora-da seguido del perro jadeante . Preparé laescopeta para hacer fuego en el momentopropicio que no tardó ; pues un momentodespués de haberme escondido en la copade un árbol pasó el venado al que disparé.Inmediatamente a toda carrera se apare-ció el valiente Huracán (héroe del día)que se tomó con avidez la sangre que e-

Page 11: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

11

manaba de lo borrosa herida.Pude notar que ese venado había sido

tirado varios días atrás en la paleta, ra-zón por la cual tenía una enorme gusa-nera que lo tenía cojo y demacrado . El o-lor fétido y penetrante que expedía el pu-frico muslo nos hizo cogerle escrúpulo, ytuvimos que regalarle el animal muerto alas lavanderas.

Después pasamos el río, descansamosun momento viendo tasajar el lángidocuerpo del venado y notamos que la bala le había roto la columna vertebral yparte del mesenterio . Como vemos, el a-nimal quedó imposibilitado hasta perdien-do el estado anatómico del intestino . Meconcreté a infundir valor a las pusilámi-nes muchachas, que ya se habían diver-tido con los jocosos de las cotorras

. Persuadido de que la gente estaba en condi-ciones de proseguir la marcha con vigor,llamé al perro. En esta vez yo seguía elperro que se paraba de trecho en trechopara extinguir :algunas acarinos que leestorbaban.

Gracias a la perspicacia de Huracan,tuvimos a quién perseguir ; pues el perrohabía descubierto un hermoso chivo quea pesar de su asta, corría con maestríaentre infranqueables bejucos . Ya se di-visaba la majestuosa torre de mi puebloy yo medroso de que se nos fuera a es-capar el chivo aceleré todo lo que estuvode mi parte. Pasamos sucesivamente porterrenos áridos de flora paumpérrima, porinmensos lodazales, por zarzas y por úl-timo cerca a un villorio donde se llevaba acabo la zafra.

Muy pronto oímos el ladrido del perroe inmediatamente fuimos en su auxilio.¿Pues qué pasaba? El venado se habíaintroducido en una cueva oscura y de re-sonancia y ahora Huracán no se atrevíaa acometer al oír la prolongación de susaullidos en la cueva . Al llegar Ñoño dijo:"Estamos en el Murcielaguero". Yo, quenunca había transitado por aquellos lu-gares tan lóbregos, comencé a recorrer-los en compañía de éste, mientras Pachi-quito y Huracán quedaban en la especta-tiva del venado. De improviso fuí conmo-vido por un fuerte grito de ['achiquito, aquién encontré blandiendo la pulla y re-partiendo tajos y mandobles al enfure-cido animal que intentaba salir. Luego lehice un disparo en las belludas sienes,que lo derribó. ¿Pero que pasaría? Le de-tonación fue reforzada y prolongada enla tenebrosa cueva infundiendo pánico enmis hermanos y en el valiente perro Cap-turado el venado, lo pusimos en un sitio

claro en que se pudiese distinguir . En-tonces con denuedo seguí recorriendo lasdiferentes cuevas cada una de las cualestiene sus leyendas que suelen contar lasviejas con maestría espantosa . Según de-cires del vulgo, en el fondo del río hay 3campanas de oro que los indios echaronal fondo a la venida de los españoles.Cuéntase que cierta vez un buzo se zabu-lló en este oscuro charco y no volvió a lasuperficie y se dice que un mounstruolo desrozó y algunos aseguran que lo hanvisto. Según el pueblo hay que realizar u-na obra titánica para traer a la superfi-cie las hipotéticas campanas . De la mismamanera que iba aumentando la sombra delos árboles al declinar la tarde crecía miemoción a medida que conocía un nuevolugar histórico . Después observamos losbellos panoramas de la ribera y cruzamosel pintoresco río Caratí, causa de la emo-ción de varios poetas oriundos del lugarque ocupó la bravía comarca de Nomé.Cuando el sol se sumergía majestuosa-mente en el ocaso y la luna débil entris-tecía con su tenue luz las exuberantes yparajes de Nomé airosamente entrába-mos en nuestra casa en donde se nos a-guardaba con desésperarión . Nunca meha causado mayor emoción una caza comoesta, basta con que halla conocido un lu-gar donde moraban los enérgicos súbdi-Los de Nomé ; objeto de un sinnúmero deleyendas .

José de J . Figueroa.

PRELUDIANDO ENTRE NOS

(a cargo de Ese Kui Kuy I,eg)

Bonita en forma pero inconveniente

En el último número de la Revista Preludios, encontré un artículo que terminacon una tendencia que no admite discu-sión,-- nuestro articulista dice :-- "Lec-tores, convengamos en que necesitamosmás disciplina"—yo lo leo de atrás "pa-lante", estuve presto a contestar,— si,señor, convenimos en que necesitamosmás disciplina mental, y seguí mi lectura,mi lectura or ginal, pero al llegar al nom-bre del autor y luego al título ; quedésorprendido y más todavía, quedé apena-do de haber contestado "a tontas y a lo-cas" . . ..

Se trata, nada menos, que de discipli-na militar, la que muchos como nuestroarticulista creen indispensable para ser"un hombre correcto y un perfecto caba-llero". —Yo, no lo creo así— porque nos

Page 12: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

I2

PRELUDIOS

basta y sobra con los diez mandamientosque nos ha legado nuestro Rector, paraque después de ponerlos nosotros en prác-tica, lo mismo que nuestros inmediatos:—no se necesitaría del temor a Dios pa-ra el ignorante, ni del miedo a la justi-cia para el hipócrita y mucho menos delconsejo de guerra al rebelde . . ..

Un Sancho que no sigue a Quijote.Muchos dicen que tiene razón—vere-

mos."A manera de preámbulo"

No me sorprende que el escritor Vare-la sea tan leído, lo que si me sorprendey acongoja son sus ideas militares y ¡có-mo entusiasma a más de cuatro . . . . delos q ' me he visto asaltado más de .inediavez, cuando ya en broma, ya en serio,traté de convencerlos de que las mayores injusticias y tiranías estuvieron, es-tán y estarán sostenidas por los ejérci-tos, y que ya es tiempo de que seamosmás humanos y que no nos bestializemos,con la arenga de cualquier literato malautorizado, al abandonar nuestros hoga-res para ir a matar al hijo ajeno, soste-niendo así, muchas veces a los grandestiranos ; o defendiendo intereses particu -lares enmascarados con el nombre de lapatria. Antes de seguir trillando este ca-mino me permito hacerle esta preguntaa un futuro general : ¡, Cuál ha sido elmotivo de las grandes guerras'? yesta más corta a uno de los decididos sol-dados. ¿Quiénes son la carne de cañonesy quiénes los privilegiados por la guerra?

Si no ha sido tanto el descontrol y eldeseo de ir contra los molinos, que no locreo mayor al de que sus pollas los veanvestidos de General por lo menos ( a u-nos) listos a sembrar la espada hasta losgavilanes por un "tócame esa paja " o desimples fusileros a otros listos a obedecery a matar,— ese es ideal!

Estoy casi seguro de que estos Apolosdejaran su carrera si tienen acierto alcontestarme esas dos preguntas que sin-ceramente y bien intencionado les hago.

También estoy casi seguro de que lapregunta y la respuesta me molestará:porque los espíritus me acosan cada vezque digo algo de verdad . La razón quedóen el preámbulo.

La discordia Panameño—

(Viene de la página 2)

mericanas, sobre todo las de estos paísesde centro América, que tienen ya prendi-da al cuello la garra fatídica del enemigo

común. Es necesario comprender que todadisención entre estos pequeños Estados,es en esencia una guerra suicida, que alfinal de la jornada tendrá por único re-sultado la desaparición de nuestras Re-públicas . Sólo mediante la concordia, esposible adquirir triunfos positivos . De o-tro modo, todo es ingenua apariencia, ma-gistral falacia que nos hipnotiza, mien-tras sucumbimos con la satisfacción dever gimiendo en el suelo al hermano víc-tima del poderoso . En tanto que las re-laciones se hacen cada vez más cordia-les, entre particulares, instituciones edu-cativas y deportivas, etc., qué hacennuestros gobiernos para llegar al logro deuna fraternidad que exigen de consuno elinterés nacional bien entendido, así comolas legítimas aspiraciones de los pueblosde habla española, que impulsados por lavoz profética del Libertador deben aco-meter cuanto antes la obra de unificacióncontinental? La opinión pública vibra yaal unísono. Las corrientes de afectos seacentúan cada vez más, y se hacen másconstantes para bien de todos . El senti-miento patrio engrandeciéndose y trans-formándose noblemente tal como lo pidenlos grandes maestros Ingenieros, Rodó yVasconcelos, traspasa las artificiales fron-teras que nos dividen, y tanto allá ennuestra vecina de occidente como en nues-tra faja istmíca, la discordia panameño-costarricense aparece ante los ojos de lasjuventudes y de los espíritus emancipa-dos de prejuicios ancestrales, como unamera fórmula política que algún día hombres videntes resolverán con equidad ycon nobleza .

Fidelidad

A una mujer sumamente celosa le de-cía su marido:

—Estoy arruinado, y para vivir nece-sito abrazar una profesión.

—Bueno— exclama su esposa encoleri-zada.— abrázala si quieres ; pero os mata-ré a los dos.

Para aprovechar

Un individuo contrata un cochero deplaza por horas . El cochero puso el caba-llo al galope.

Sacando la cabeza por la ventanilla, ledice:

—No podría usted ir más despacio? Co-rriendo de esta suerte, pronto se habrápasado la hora .

Page 13: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

SOCIEDAD CERVANTESDirector : ENIIIQUJE J . SOSA.

Redactor : JUAN ALBERTO MORALES .

Srio. de Rdción . : GONZALO A. BItENES.

Administrador : ERASMO A. CIIAMBONNET.

"CON ALGUNOS EX-ALUMNOS"

Hemos podido notar que existe un in-diferentismo nat .dble de parte de muchosex-alumnos para con el Instituto Nacio-nal, como si poco les importara este plan-tel y no hubiesen lazos íntimos entre losque de él han salido y los que en él prose-guimos. Piensan tal vez que en este cole-gio no tienen nada más que hacer ó queles vendría mal formar una comunidad al-rededor suyo, en la que fuesen colabora-dores activos de él en la realización de susgrandes fines educativos?

Nosotros vemos con desagrado que detantos hijos como ha tenido el Institutoson minoría visible Pos que están pen-dientes de su vida, trabajan por su buennombre y le sirven con sincera voluntad.La juventud panameña no debe ser in-grata con el Intituto y tiene q' ver en él algo más q' un vasto teatro del cual se salelleno de impresiones hermosas. Este co-legio ha sido el centro más activo de cul-tura en nuestro país, el agente principalde difusión de luz espiritual entre noso-tros.

Pensar que no tenemos nada qué haceren el Instituto después que salimos de suregazo es un error puesto que su labor e-ducativa necesita del influjo que sus hi-jos tienen en la sociedad, como un colabo-rador eficaz. Los hombres que se han for-rado en sus aulas y que hoy vemos en lavida pública son el campo (le experimen-tación del Instituto, ellos son el argumen-to de los enemigos si son unos fracasados,y el motivo de orgullo y de satisfacciónsi son eficientes. El hombre que sale deeste colegio y no cumple como buen ciu-dadano sus deberes cívicos es un detrac-tor de la honra del plantel como el hijodeshonra con sus actos al hogar en quese crió.

En los colegios europeos y norteameri-canos los ex-alumnos tienen un poderosoinflujo en ellos, son unos celosos vigilan-tes de su buen nombre pues se considerancomo miebros de una familia forina-da por ellos y el plantel . Oh! que hermososería que tuviésemos aquí una comuni-dad parecida! Entre nosotros sucede pordesgracia lo contrario pues hasta hay ex-alumnos que poco se cuidan de honrar el

Instituto y de defenderlo de sus detrac-tores.

Nos toca ahora hacer público nuestrodescontento con muchos ex-alumnos dequienes nuestra revista no ha recibidomás que indiferencia . En el interior denuestras provincias no existe casi lugarde importancia en donde no se hallen hi-jos del Instituto y sin embargo de ellos nohemos recibido todavía la voz alentado-ra y cariñosa de los hermanos mayoresque lucharon primero que nosotros y quese hallan al frs. "1e de la batalla . Sólo elgesto simpático de un director de Escue-la Primaria nos vino como excepción pa-ra confirmar la regla.

Creemos haber entendido bien lo queesto significa: que hay un mal más quecombatir, que no existe el interés y elcariño que este colegio les merece. Quela razón de estar muy solos nosotros ennuestra lucha no es la escasez de hombressanos entre nuestros personajes, que noes la culpa de tantos ciudadanos que vi-ven sólo pendientes del sainete vergonzo-so de la política, sino el abandono de nues-1 .ros propios hermanos que un día partie-ron de aquí con el brío de los veinte a-ños, llenos de ilusiones y sanos propósi-tos pero que se olvidaron de este hogar yle volvieron la espalda.

Nosotros seremos menos ingratos cuan-do nos toque el turno y demostraremosque después de graduarnos no dejaremosde ser institutores ; que nuestra vanidadno llegará nunca a hacernos pensar quenada tenemos que aprender en él despuésque de él salimos. Que estaremos al tan-to de recibir siempre toda nianifestacióucultural de este colegio con cariño, comose lo merece el lugar en donde se han vi-vido los más risueños y provechosos díasde nuestra juventud.

EL I)IA DEL EX—ALUMNO

Enrique J. Sosa

Entre los muchos días que en Pana-má se han dedicado para conmemorar di-versos hechos, figura el del ex-alumno,cuya celebración tiene lugar el último sá-bado de Octubre de cada año. En dichodía se recuerda a todos los que ocuparon

Page 14: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

14

PRELUDIOS

un banco en las escuelas ; se reúnen enlos colegios gran número de jóvenes quese han lanzado ya en la vida pública y,en f.n, hay fiesta . Se enternecen los co-razones, se recuerdan aventuras estu-diantiles, travesuras de chiquillo, los re-glazos del maestro, los defectos del profe-sor y los ideales que se perseguían cuan-do ya eran jóvenes serios . Todo ésto suce-de el día del ex-alumno, el último sábadode Octubre de cada año. Pero he aquíque al siguiente día no se acuerdan de na-da absolutamente y han olvidado lo' q ' hi-cieron el anterior ; me refiero tanto a losex-alumnos como a los alumnos mismos.

Ahora bien, por qué una idea tan her-mosa, que puede ser origen de grandesactos, ha quedado en un marasmo tanvergonzoso y tiene una realización dema-siado fugaz? Examinemos detenidamen-te el asunto.

Cualquier joven que salga graduado deun colegio de la capital se arroja en lacorriente de la vida pública con unansia tal que no ve otra cosa que un afánde emplearse, de ganar dinero, de llamar-se hombre independiente. Y desde enton-ces se considera desligado por completodel colegio donde pasó su adolescencia,no determina a sus preceptores que loprepararon para la luchá po r la vida ymira desdeñosamente a los que lo reem-plazan en su puesto de estudiante.

Los nuevos ciudadanos, pues, viven para sí y por sí, sin pensar en ayudar asus semejantes, sin meditar un momentoen el bienestar de la patria, y no se unensino para formar centros de diversión,haciendo caso omiso de fines nobles yverdaderamente productivos. Actualmen-te, no recuerdo un sólo grupo de jóvenesque, no siendo estudiantes, persigan un1.'n digno de mención ; en cambio, cuántos centros carnavalescos existen, comen-zando por el que se hace llamar "nuestroprimer centro social " !.

Es la falta de unión sana, la falta debuena cordialidad y en general, la faltade sociabilidad verdadera entre la juven-tud panameña, lo que hace que toda rela-ción entre alumnos y ex-alumnos sea nula.

Decir juventud es decir estudiantes;así, pues, cuando existía la Federación deEstudiantes, podía decirse que allí esta-ba reunido lo más competente de la ju-ventud panameña ; allí se daban cita losjóvenes que aspiraban al progreso de lapatria . Pero después, muchos de ellos,ambiciosos, ardientes y tal vez mal acon .sejados, introdujeron en esta asiociaciónla política, que ocasionó el desastre .

Una tentativa de reorganizar la Fede-ración, es indudable que, para llevarla acabo, tiene que vencer muchas dificulta-des. entre otras, el mal sendero que per-sigue la juventud no estudiantil y aúngran parte de los estudiantes, la no muybuena reputación que dejó la antigua Fe-deración, y la oposición que pronto ha-rían los retrógrados, enemigos del pro-greso. Sí, muchos y penosos son los obs-táculos que habrá d,,e vencer ; pero laconstancia, la nobleza de fines y los me-dias honrados de que nos valdríamos pa-ra realzar esta obra, hacen muy posibledicha organización. Sin embargo, en vis-ta de los resultados que dió la anteriorsociedad, debemos proceder con más pru-dencia y apoyarnos en bases más fuer-tes. Estas bases ya están echadas en va-rios colegios de la capital . La SociedadCamena, d.c los Talleres Escuelas, La So-ciedad Bolívar, del Artes y Oficios y lasSociedades Cervantes y Minerva del Ins-tituto Nacional, constituirán, dentro demuy poco, un sólo grupo de estudiantesde toda especie.

Un paréntesis . Se notará en el pá-rrafo anterior la ausencia de sociedadesde la Escuela Profesional y de la Normalde Institutoras ; si he hecho abstenciónde ellas es porque no tengo conocimientode que en dichos planteles exista algunasociedad estudiantil, lo cual me causa ex-trañeza ya que esos colegios siempre hanformado parte importante en la represen-tación del estudiantado de Panamá.

Quizá haya disertado demas afilo acer-ca de este punto, que muchos encontra-rán sin ninguna relación con el día dex-alumno ; pero creo que una vez forma-da la Asociación de Estudiantes, sobreprincipios sólidos y dirigida por perso-nas capaces de mantenerse en el buen ca-mno, todos los que en un tiempo se lla-maron estudiantes se apresurarán a for

-mar parte de ella. Entonces se establece-r, una franca relación entre los alumnosy ex-alumnos, entonces la juventud de-sempeñará el papel que le correspondeen los destinos del país, un paso nacía elprogreso será el resultado de esta unióny se podrá decir, cuando exista esa Fe-deración, que el día del Ex-alumno na al-canzado el resultado que debe tener.

POR NUESTRAS RELACIONES CONCOSTA RICA

—V. V. Villarreal

El desarrollo extraordinario y el augeque hoy por hoy van adquiriendo las

Page 15: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

15

Menas Ibero-americanistas a cuyo seno en-tran por centenares adeptos pletóricos de energías y de ideales, amantes como son detodo lo que signifique unión, amor y pro-greso, parecen estrellarse contra la indi-ferencia que todos nuestros gobiernostienen hacia sus problemas internaciona-les, lo que implica desde luego negligen-cia diplomática, ya que no quiero suponerque sea ésta la voluntad irresoluta de di-chos gobiernos . Chile, Ecuador, Colombia,Perú, Panamá y Costa Rica parecenvanagloriarse de sus mezquinos liti-gios fronterizos ; las minúsculas Pru-sias de Amér'ica aumentan asom-brosamente sus presupuestos para sos-tener ejércitos y armadas, cuyo objetobaladí es preservarse contra el enemigoinmediato, su vecino ; los políticos en sumayoría, ahondan más el sentimiento na-cional, mal entendido en este caso, dege-nerando en odio a muerte, tal cual suce-de entre esos dos pueblos del Sur, herma-nos de raza, que se sacan los ojos por unmísero pedazo de tierra, coftrtando asínuestras aspiraciones más catas, suici-dando nuestro porvenir común.

Istmeños y ticos parece que vamos aolvidar también los principios supremosde Humanidad, que debemos tener pre-sente para seguir sin interrupción en elcarro glorioso del progrseo en que noshemos encaminado, dándole suma impor-tancia a un incidente provocado si no porintereses personales tal vez en serviciode intereses superiores, pero de todosmodos ajeno al sentir de la parte sana e i-dealista.

No haré un bosquejo histórico de nues-tro desgraciado incidente. Sentí en esostristes momentos mi ,entusiasmo y pa-triotismo, sobre todo cuando observabalos batallones de mi patria encaminarsevalientemente al lugar de la lucha.

De esa parte acá he reflexionado mu-cho sobre las causas que dieron origen aesa situación bélica entre dos países deuna misma raza, de un mismo idioma ycon idénticos problemas e idénticas aspi-raciones en el mañana ; y sostengo miopinión respecto a ese conflicto : 61 nofue motivado por el sentimiento verdade-ro de dos pueblos, sino por la impericia ypoco tacto diplomático de una y otra par-te .

Sin embargo, esa enemistad pasa decinco años y la falta de inteligencia en-tre Panamá y Costa Rica ha hecho impo-

sible una solución satisfactoria.Advierto que aún es tiempo para un

arreglo amistoso ; que nos sirva de ejem-plo tangible el problema del Sur, pues de-bemos evitar volver a mancharnos connuestra propia sangre en luchas fratici-das, mancillando así los nombres de aqué-llos que nos legaron patria.

Estas líneas van dirigidas con especia-lidad a los estudiantes e intelectuales, yal pueblo en general, desde el momntoq' se trata de un asunto trascendental, pa-ra el bienestar y sosiego de esta parte deAméntca, que diciendo verdad, ha sidotan sufrida.

Sólo impulsado por mis ideales de con-fraternidad entre nuestros pueblos her-manos lanzo este sentimiento puro y de-sinteresado, con la seguridad, eso sí, deque muchos co aparten conmigo ese sen-timiento y que de seguro lo exterioriza -rán, para de esa manera estimular a nues-tros gobiernos a que inicien de nuevo lasnegociaciones, y se busque y se traiga aistmeños y ticos la fraternidad y la pazde antes.

Estudiantes e Intelectuales paname-ños! La prensa es el medio más eficazque podéis tomar para emitir vuestras o-piniones al respecto, ya que es un deberineludible que cae sobre nuestros hom-bres, como panameños y como hispano-americanos . Haced uso de ella!

UN POCO DE JUSTICIA

—Jade] M. Duff C .

Con cinco escasos lustros de vida, laRepública de Panamá ha logrado conquis-tar un buen nombre por su adelanto cul-tural, lo que se puede apreciar hoy día enel rincón más apartado de cada una delas nueve fracciones geográficas que com-ponen su territorio.

Este admirable adelanto que data des .de 1903 es producto de un continuo es-fuerzo que ha vencido mediante una inte-ligente organización en las diferentes ac-tividades. La luz de la instrucción públi-ca ha sido proyectada sobre nuestros pue-blos del interior iluminando su espíritu,ensanchando su órbita cultural y encami-nándolos por el sendero del progreso.

No obstante, existieron lugares dondela diversidad de costumbres, los mediosde vida y la variedad de razas no permi-tieron la influencia directa de los impul-sos progresistas y por lo tanto no presen-taron la visible aceleración de éxitos pal-pitantes sino hasta estos últimos años .

Page 16: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

16

PRELUDIOS

Tal ha sido la provincia de Pocas delToro que ha llegado a ocupar un puestodistinguido entre las provincias paname-ñas, por la riqueza de su suelo, por su de-sarrollo industrial y por su importanciaeconómica . Desde tiempos remotos estaprovincia ha sido objeto de innumerablescríticas, se la ha considerado como el en-te retrógrado del país, se la tiene comoun lugar de reclusión al cual van elemen-tos reprochables e indeseables de nuestrasociedad.

Qué error! Ojalá se convencieran lecto-res de que, arrullada por las ondas del Ca-ribe, situada en el extremo sur de la is-la del Drago, tenemos actualmente unap ntoresca ciudad moderna que bien pu-diéramos llamar la antesala de nues-tra República, donde los turistas ylos nacionales encuentran toda clase decomodidades.

llay también algunos que se admirandel reducido número de bocatoreños queestudian en el Instituto Nacional ; quizásla lejana situación de Bocas del Toro, quela obliga a tener una vida comercial casiindependiente de las demás provincias,la hacen pasar por desapercibida y casiinsignificante a los ojos del Interior-Pací-fico . Pero este hecho no causa tanta im-pres'ón como parece, si se considera queBocas del Toro tiene sus puertas abier-tas al comercio de los países del Atlántico y este comercio facilita a los jóvenesbocatoreños adquirir una preparaciónprofesional en los países extranjeros, co-mo venir a la capital a aumentar las fi-las del Magisterio Nacional, ó, como d'ceEugenio D 'ors "a ser un árbol más enuna alameda". A ésto se debe que en laEscuela de Artes y Oficios se encuentrenun gran número de estudiantes bocatore-ños que se esfuerzan en adquirir una pro-fesión que los conduzca por el camino dela independencia económica para así ase-gurar su b'enestar futuro de una maneramás lógica evitando que más tarde ten-gan que dedicarse a la empleomanía

Este hecho se justifica, pues, para quehaya progreso en nuestros pueblos, esmenester que se avalúen las actividadesde los hijos. No todos seremos pedagogos,abogadas, etc., porque la patria tambiénnecesita hombres de aspiraciones sanasque no estén contagiados por ese ambien-te palúdico de insubordinaciones . Si co-mentáramos las actuales situaciones de e-sa provincia analizando rigurosamente loshechos tal como se presentan, se vería,de una manera tan clara como la luz so-lar, que nos presenta un gran ejemplo dig-

no de aprecio, por todos los que aspirena ser útiles a sí mismos, a la sociedad enque viven y a la Patria entera.

A qué se deben los progresos de ella?Indudablemente a la agricultura, fuen-

te de riqueza de todos los pueblos de lafaz del mundo civilizado . Sí, todo se debea ella, tal como la rápida comunicacióncon los países del Atlántico, lo que abrelas puertas del comercio a los mercadosextranjeros, y no hay que dudar que estoinfluye en la perfección de la cultura deun pueblo . Todos estos factores impor-tantes manan de aquella fuente inagota-ble de riquezas : nuestros terrenos férti-les .

De Bocas del Toro, que es una de lasprovincias que se tienen como menos im-portantes de la República, han entradomillones de balboas al Tesoro Nacionalproducidos por nuestro esfuerzo en el de-sarrollo de la agricultura.

No cabe duda que sería justo que la ac-tual Asamblea Nacional tomara la inicia-tiva de transformar en ley el proyecto queapareció en años pasados, por medio delcual, se construye una carretera que unaesta provincia con la de Chiriquí, pues na-da sería tan magnífico, y ya los productoschiricanos tendrían salida a los mercadosextranjeros del Atlántico, ya se aumen-tarían enormemente nuestras actividadestanto como las de la provincia vecina, yentonces tendríamos el placer de ver a-vanzar la provincia chiricana con pasosgigantescos hacia el progreso.

JAM AQUEANDITO

(A cargo de Jam)

Mi amigo Each es un-tipazo que tienede cuando en cuando unas ocurrenciaschambonísimas . Vean ustedes : el otro díaandábamos p.soteanco las calles en sonde paseo, viéndolo todo y hablando de to-do, cuando nos pasó por el frente loa "da-ma primorosa" cuya cara fingía un rosalflorido . . .¡tal era el colorete que llevabaencimal . . . Y mi colega Each se detuvoa mirarla con un aire tragi-cómico dicien-do : "Está ni el Teatro Excelsior!!"

Quien no haya visto el frontispicio delTeatro Excelsior que corra a verlo antesque al dueño se le ocurra pintarlo de unsolo color . . ..

A propósito de teatros. En el Teatro El,DORADO se dan regularmente buenaspelículas, pero este bendito teatro me hahecho una tiradera . . . . Y a Each tam-

Page 17: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

I' R El, U 1) 109

17

bién se la hizo. Pues sí : compramos dosentradas para una función en que han aasesinar a Lincoln y salimos asesi-nados por revolucionarios. Nos quedamosesperando la segunda tanda, y qué tandanos dieron! . . . Naturalmente que esperé-bamos la salida de la gente que debía ha-ber ido a la primera tanda, pero nadie sa-bio Y cuando menos lo pensábamosya la segunda había terminado. Lapróxima vez nos colaremos en nombre dela Justicia . . .

A propósito de ELDORADO . . . Me pa-rece raro que para ir a ver una funcióncinematográfica sea necesario pasar untúnel peligrosísimo lleno de muje-res, chiquillos, gatos y perros Y lopeor es que no haya tan siquiera ur ven--talador para refrescarle a uno la entune-lada. Por que el otro día san con un res-friado "doradísimo" del calor luciferinoque allí hace, cuando está plagado de gentes que esperan una tanda. Veamos seño-res de ELDORADO ; o ponen unos venti-ladores eléctricos en el callejón opierden un cliente famosísimo!

Los elementos se han revelado contramí en estos días . . . . Las carretas, los co-ches y los tranvías no saben como atro-pellarme. Pero no fuera nada que me co-gieran por el pescuezo y me llevaran ala corte divina, nó. Lo malo es que el o-tro día tuve la necesidad de ir al Bancolo más ligeramente posible, antes de q ' locerraran . . . Salí de mi casa, llegué a la A-venida Central, y . . _aquí es la cosal . .-un tranvía que pasaba : magnífica opor-tunidad! . . . . Pues corrí, lo alcancé, y meví en un dos por tres cantando gloria . Pe-ro cuando me recreaba pensando q ' iba allegar con tiempo de sobra a Catedral, elseñor tranvía se me fue bonitamente cam .-mo de Balboa, por lo q ' no le quedó a miexcelencia otra cosa que hacer que bajar-se del chéchere esa y encajonarse en elprimer vehículo que pasara, que afortu-nadamente no fue un coche . El primer ca-rro que pasó era particular . Elotro, estaba ocupado . En el otro iba unchombo con una chombita y el otroque pasó era una porquería con cuatroruedas manejada por un tipo más feo quePifio. Pero no hubo más remedio que ir-me allí, y llegué ;ah suerte míal . ..

. . .11egué —nadie se lo supone— justa-mente una hora antes de cerrarse el Ban-co : el reloj de mi casa estaba adelanta-

CHAMBO NADAS

(Each)

AclaraciónEn el último número de "PRELUDIOS "

apareó un cuento interiorano con ilus-tración gráfica del "lugar de los sucesos".

Ilemos recibido, al menos yo, quejaspor la oscuridad con que que se presentóesa interesante vista.

Para satisfacer a los curiosos he de de-cir en primer lugar que esa fotografíafue tomada de noche, la misma noche del"suceso" , siendo éste el motivo de eu po-ca claridad.

Abriendo bien los ojos (delante del gra-bado) se notará que a la izquierda, haciaarr-ba, r n poquitito después del palo depapaya, más adentro que el afluente delYare que se ve correr por el rinconcitoinferior izquierdo, está la segunda ramadel árbol q', naciendo del suelo, sigue máspara arriba, quedando, detrás de éste, elárbol donde estaba la tulivieja y del cualsólo se ve el tronco. El rancho se ve da-rísmament .e detrás del bosque que estáen el fon lo.

Lo (pu está en primer término algoasí como agua entre paredillas, no es si-no efectivamente agua entre pare-di r las y fue por allí por donde iban a salirhuyendo los cazadores, pero por suerteno salle; on huyendo nada, porque . québuen baño hubieran tomado!

Más allá se ve a Pablo parado encimade un poco de hierba, con los brazos cru-zados y si no lo distinguen es porque es-tá detrás del "barrigón" que está a la de-recha.

Por último, en la parte superior . aladerecha, un peco más arriba . . . másarriba más, después del puntitonegro, un poquito más arriba se v se ve ya no veo nada

ALGO SOBRE EL ESTILO EN I .O'iESCRITOS

—G. A . Brencs-

ste en nuestro días, cono en todo,los tiempos en que ha habido principian-tes literatos, la tendencia hacia el esti-lo enfático, poblado de imágenes lamino .sas y palabras poco usadas . Sería bien in-justo si sólo atribuyera a los que ceo:en-zau esta ridícula aficción sin decir contoda sinceridad que ese estilo es típicode la oratoria de la inmensa cantidad denuestros políticos, con bien conocidas y

Page 18: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

18

PRELUDIOS

respetables excepciones. El mal es comúna todos si generalizamos.

Esta manera de expresarse en los es-critos a que me refiero obedece induda-blemente a una deficiencia en el uso cas-tizo de la lengua y que poco se combateen las escuelas, pues en tanto que se a-prende en ellas definiciones gramaticales,clasificaciones y sutilezas que no ense-ñan a hablar bien, tropezamos a diestray siniestra con personas que palidecen dehorror cuando se les compromete a darlas gracias a unos amigos por algún re-galito de cumpleaños, porque se sientensiempre incapaces para hablar, porqueles faltan dotes oratorias, porque no sereconocen suficientemente preparados pa-ra improvfisar cuatro frases corteses y sencillas. En las conversaciones y en los es-critos más triviales encontramos una sor-prendente cantidad de barbarismos deconstrucción, que no son precisamente lasmodificaciones que la evolución lógica dellenguaje ya mostrando . Es simplemen-te una falta de pulcritud para expresarse,un descuido habitual, un hábito como loes el desaseo en el cuerpo . No nos preo-cupamos por hablar claramente y con co-rrección y cuando necesitamos exponernuestras ideas en un escrito o ante un pú-blico tropezamos con la gran dificultadde que no hallamos manera adecuada pa-ra hacerlo . Entonces es cuando se piensaque las frases dilatadas, los giros raros ylas figuras brillantes dan mérito a lo quese escribe y sólo se consigue que el lectoro el oyente sufra la tortura de seguir u-na pobrecita idea entre la hojarasca delas palabras y las trabazones de las reti-cencias inoportunas, exasperado por vo-cablos cultos y las imágenes aplastantes

El estilo elevado no se presta para todos los momentos ni se puede usar porquien no tiene dotes especiales, elocuen-c ' a y recursos literarios suficientes, Hasido bien empleado por pocos escritores yoradores, Bosuet, Castelar y otros hom-bres ilustres . Escribir con naturalidad,nitidez y soltura no es cosa fácil pero esel mejor de los estilos porque pone al al-cance de todas nuestras opiniones en élla pompa literaria, no distrae la atencióndel desarrollo de las ideas . Expresarsecon cultura no es valerse de expresionesrebuscadas, es decir con precisión y pure-za lo que deseamos comunicar. Los gran-des pensadores despreciaron los oropelesliterarios para darnos desnudo el frutode su mente, cuando más pusieron un po-tuito de ingenio en la forma para que nose desalienten los tantos .

En nuestras escuelas y colegios es unanecesidad el hacer constantes ejerciciosde expresión y corregir asiduamente lasconversaciones . En pueblos más avanza-dos como los europeos y norteamericanosse enseña a los niños a expresarse entresus compañeros agrupados, se les acos-tumbra a decir con precisión lo que pien-sa, se evita ese miedo a hablar delantede una congregación de personas que e-xiste entre nosotros. Si así habla el niñoo el muchacho, cuando tiene que escribirno encuentra dificultad . Los ejercicios decomposición, de narración y recitación de-ben ser mucho más frecuentes y más es-trictos. Nuestros maestros de escuela de-bieran preocuparse seriamente de este a-sunto.

El hábito de ordenar las ideas para u-na exposición cualquiera, oral o escrita, esmucho más común de lo que creemos y e-so proviene de que nunca se detiene a con-siderar la gran importancia y la necesi-dad de esta buena costumbre. De esto yde la falta de interés por el uso de un len-guaje correcto y natural, nace ese estilodetestable de que he hablado y a quienle rinden homenaje tantos y tantos orado-res políticos, tinterillos con ínfulas de le-trados, articulistas de baja categoría, ymuchos que se creen de superior talento.Desdichadamente tenemos modelos, per-judiciales por consiguiente, en ese estiloaltisonante y difícil como un escritor co-lombiano justamente célebre por sus e-xentricidades entre las que se halla suparticular gusto por las figuras violen-tas y las palabras extrañas . Si "el maes-tro" como le llaman algunos, con todo ysu raro talento comete los disparates quecontiene su prosa, y degenera a menudoen cursilería sus expresiones, qué tal re-sultarán los discípulos, que no han pica-do el cascarón todavía en literaturas?

Por otro lado tenemos otra plaga : losadjetivos calificativos . Yo por mi parteconfieso que sostengo una perenne luchacon estos señores porque me acosan a ca-da paso. Han sido mis perseguidores ca-da vez que he intentado escribir• dondequiera que enlazo cuatro palabras tropie-zo con uno y con dos ; me estorban encada frase. Tienen una especie de magne-tismo con los sustantivos . Por mi luchatenaz con ellos he podido librarme algo;le aconsejo a algunos amigos que no to-men a mal mis observaciones, que naganel ensayo y vean lo que cuesta despren-derse de esa turba de calificativos conque agobiamos a los pobrecitos sustanti-vos. Los periodds cargados de adjetivos

Page 19: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

20

PRELUDIOS

tiempo relativamente corto. ¿A qué se deberá, pues? La respuesta es muy senci-lla ; a cualquiera que tenga dos dedos defrente se le ocurre pensar que el contra-bando ha estado "jugando el garrote" sinDios y sin Santa María ; es el único cul-pable de la actual situación ; la vigilan-cia ha sido descuidada y el derecho de losindustriales burlado, Esa es la manera decorresponder a los esfuerzos de algunospueblos que gimen abatidos por la mise-ria. Es doloroso en extremo ver a los a-gricultores desmayarse trabajando con-fiados en la existencia de una ley que losprotege y que a última hora resulte quedicha ley no es más que un simple papelescrito. ¿A ésto se llama protección aquí?

Llegará, pues, la nueva zafra y nos encontrariamos con el problema dl año pa-sado ; terminará la cosecha de 1927 y lasituación seguirá lo mismo, o peor . Lamedida que se debe tomar es limitar laproducción del próximo año, como ha teni-do que hacer el Preeidente Machado enCuba, donde se ha señalado ha.-ta la fe-cha mínima en que deben comenzar losingenios sus labores. Se ha dado el casoen la Provincia de Oriente (Cuba) de te-ner que multar a dos fabricantes porquese pasaron del límite que el Ejecutivo lesmarcó. La multa es de cinco dólares porsaco demás que se produzca.

Resulta triplemente doloroso contem-plar los inmensos cañaverales que se pier-den en casi todas partes por falta de sa-1'da del azúcar. Si se aprovechara comose aprovecha en muchas partes del mundo el alcohol como combustible para loscarros, no importaría que el azúcar no sevendiera con la regularidad deseada, por-que los ingenios podrían hacer miel engrandes cantidades para la fabricacióndel alcohol, y así se aprovecharía la cañaque con tanto dolor se desperdicia hoy ennuestros campos, llenando de pesimismoy de escarmiento á todos los que la culti-van .

POR UNA GRAN INSTITUCION

(Amado Escartín)

Entre las labores benéficas que ha re-suelto hacer el Congreso Bolivariano reu-nido en esta capital, no ha mucho tiem-po, con el fin de conmemorar el reunidopor Bolívar en 1826, merece especial a-tención la resolución que pide a los go-biernos de las naciones americanas el es-tablecimiento de la Universidad Boliva-riana en nuestra ciudad .

Esta Universidad, que en un futuro nolejano se erguirá majestuosa en nuestroterruño, abriendo sus puertas para reci-bir en su seno a todos aquellos que as-piren a encontrar la fuente del saber, es-tá llamada más que ninguna otra institu-ción, y dada el carácter especial que tie-ne, a ayudar a fomentar la unión de lospueblos americanos . Y digo así, porqueel elemento estudiantil que acudirá a susaulas estará indudablemente formado porJóvenes de toda la América hispana, en-tre quienes se irá estableciendo una es-trecha relación, y cuyos ideales se fun-dirán en uno solo : el de Bolívar.

Me parece que una vez reunidoslos estudiantes de los pueblos hermanos,podríamos realizar sin el mayor esfuerzoposible dado el entusiasmo y anhelo queexiste en espíritu estudiantil de toda laAmérica, una Gran Confederación de Es-tudiantes Hispano-americanos.

La misión primordial que deben pro-ponerse los Estudiantes de la Universi-dad Bolivariana, confederados así en es-ta unión, es la de hacer más latente elideal hispano—amer:canista, teniendo u-na acepción más amplia del hispanoa-mericanismo ; una vez efectuada esta ta-rea, pasar a extirpar las viejas rencillaspor asuntos limítrofes ex i stentes entrevarias naciones de América, lucha que notiene razón de ser entre unas nacionesque se entienden, porque son de una mis-ma raza, porque tienen los mismos prin-cipios, la misma religión y las mismascostumbres, y en general, porque tienenunos mismos ideales.

La unión de los estudiantes Hispano-a-mericanos presentaría como último frutode sus esfuerzos "la América al mundocon un aspecto de majestad y grandeza,sin ejemplo en las naciones antiguas" . Yello sería tarea bastante fácil ya que endicha Universidad se establecerá una ofi-cina como centro de relación intelectualdel mundo, que ponga en contacto todoslos miembros de las otras facultades delintelecto, principalmente las de Américaprocurándose así todos los detalles sobreel desarrollo cultural y científico llevadoa efecto en los demás países.

Y cuando ésto se convierta en reali-dad podremos decir, sin temor a equivo-carnos, que la América hispana, guiadapor una juventud sana y pensadora, idea-lista, y amante del progreso, está en víasde prosperidad . En reunión de esta espe-cie llevaría a su más alto esplendor el idealde Bolívar ; fraterniazría para siempre lospueblos hermanos ; laAmérica se asome

Page 20: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

21

jaría a un organismo viviente en donde,si una célula enferma, todo el organismose afecta ; el mal de un pueblo sería el detodos, y también la dicha de uno, la feli-cidad de los demás.

El plan está, pues, en proyecto y la tác-tica que se ha de emplear deberá estarbien meditada, nos queda únicamente lle-var a la práctica cuando sea preciso la la-bor ardua y tenaz que nos han encomen-dado a la juventud americana.

ALGUIEN NOS OYE

Panamá, Oct . 30 de 1926.Señor DonErasmo A. Chambonnet,Administrador de "Preludios " ,Muy señor mío,

Anoche leí con interés la Revista "Pre-ludios " que Ud. administra y su lecturaha dejado en mí una impresión muy gra-ta. No crea que esto lo d,go a propósitodel artículo que Ud . tuvo la bondad de de-dicarle a mi Fábrica de Sombreros y quese lo he agradecido debdamente, nó . Esque me han agradado, sobremanera, al-gunas ideas que allí se exteriorizan conrespecto al porvenir de la patria.

Tienen Uds. el mérito de penar conabsoluta libertad . Muy jóvenes todavía,por ejemplo, se mantienen alejados de lapolítica, esta política nuestra que todo loeclipsa y que, sin ideales definidos, ha re-sultado negativa para la República.

Con respecto a las industrias es muynatural que esté completamente de acuer-do con lo que expresan Uds . Francamen-te, tiene más mérito el que invierte sucapital en algo que indirectamente ha deredundar en beneficio de todos y del paísprincipialmente, que el que compra unacasa o presta dinero y se contenta con loque le produzca esa inversión. DispenseUd. si yo, que dedico todas mis actividadesen el campo industral, afirmo lo anterior.

En la Revista "Preludios" se reflejael patriotismo de corazones jóvenes, an-siosos de hacer una patria, grande ypróspera y yo, que siempre he procuradomantenerme alejado de todos los prejui-cios y de todos los alardes de "patriote-ría" tan comunes entre nosotros, he leído,como le dije al comienzo, la interesanteRevista de Uds . y su lectura ha dejado enmi una impresión muy grata.

Sírvase aceptar esta carta corno un ertímulo para la labor que ustedes estánefectuando, estímulo que sólo tiene el mé-

rito de ser sincero y desinteresado.Consídereme su atento y seguro ser-

vidor,(fdo.) S. Lewis Jr.

LA FALTA DE INDUSTRIASNACIONALES

Como ya debemos saber todos nosotros,Panamá se encuentra entre los países máscivilizados de la América Latina ; sus be-llos edificios, sus sanitarias calles, la pró-diga Naturaleza que le brinda una exu-berante vegetación, y sobre todo la gran-diosa obra llevada a cabo por los rubiosdel Norte la ponen en un sitio envidiablepor las otras naciones de habla española.

Sin embargo, a esto pedazo de tierratan querido le hece falta lo principal, la in-dustria.

¿Cómo han progresado las potencias deInglaterra, Estados Unidos, y otras?

Debido esencialmente a las industrias.Cierto y bien sabido es que Panamá nocuenta con grandes montañas que le o-frezcan su hierro y metales en general;s n embargo, tenemos, de la agricultura,el café, cacao, tabaco, cocos, maíz, etc .,que perfectamente servirán para el desa-rroilo de la in wsiria..

Pero en esta nueva y pequeña Repú-blica, sus hijos no invierten sus capitalesen las fábricas, compañías, corporacicnes,etc ., sino que abren las puertas dondeedil el bienestar del país al extranjero;y dejan que el de afuera disfrute de losbien :, que le prestan nu eeiros produc-tos.

T e Compañía Fruyera de Rocas del To-ro, 'a Compañía Minera de Santiago deVeraguas y otras más, ¿en manos dequienes se encuentran?

;Oh! Esto es lamentable y triste, peropueda ser que ahora que vemos palpable-mente que las industrias nacionales pres-ten inmensos servicios no sólo al comer-c ante sino al mismo país, teniendo comoejemplo la "Fábrica Nacional de Sombre-ros", establecida hace pocos meses ennuestra capital, y que está prestando im-portantísimos servicios a la república ist-moña.

Procuremos adelantar nuestra Patriacon len i r a atrias neconal e s, Pues debe-

r ene l a industria es el princ'-c l adelanto c?.

país.

D. Sama —o A.(Alumno del IIo . Año de Liceo R .)

Page 21: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

22

PRELUDIOS

LATINISMO

—Enrique J. Sosa

A menudo oigo decir América Latina porreferirse al continente que en un tiempoperteneció a España y latino-americanospor designar a sus habitantes ; y son po-cos ya los que consideran como impro-pies tales palabras a pesar de las razonesque para demostrarlo han dado personascompetentes. Sin ir muy lejos, tuve el pla-cer de escuchar no ha mucho tiempo u-na conferencia del reverendo padre Fa-bo, referente a los vocablos Latinismo eHispanismo, la cual fue suficiente paraconvercerme de la impropiedad del pr-mero de ellos, tal era el peso de sus razo-nes ; pero por lo visto, o el numeroso au-ditorio que asistió a tal acto no tiene lamisma opinión que yo, o si la tiene, no lapone en práctica.

El constante uso del término Améri-ca—Latina, ha hecho que mi mente re-copile los conocimientos que me propor-cionó dacha (inferencia. Porque, general-mente, al decirse América Latina se refie-ren a las antiguas colonias españolas ha-ciendo exclusión del Brasil y de Haití.Ahora, si se quiere incluir a estas dosnacones, entonces es indiscutible la pro-piedad del término de que se trata.

En resumen tenemos que la palabra A-mérica puede ir unida : lo.) a latina, cuan-do se refiere a todo el continente excep-to Canadá, Estados Unidos y Jamaica.2o.) A Ibera, cuando comprende las anti-guas colonias españolas y el Brasil y 3o .)a Española o Hispana si se trata de lasterras colonizadas por los españoles.

Tia división anterior es clara e indiscu-tible ; sin embargo, continúan llamandolatina a la América Española, apoyándo-se en la gran inmigración italiana de laArgentina, que disminuye mucho la in-fluencia española en ese país, pero si seacepta ésto, tendremos que Panamá, consus 50000 jamaicanos vendría a ser la na-ción jamaico-panameña?

Así, pues, latina es un género que a-barca todos los países de esa raza, mien-tras que h spana es una especie ; por con-siguiente, tratar de reemplazar la especiepor el género es establecer una confusión.

Menos impropio que latina es el térmi-no ibero, por cuanto es casi nula la dife-rencia entre España y Portugal . Hablar dela Península Ibérica es hablar de dos na-ciones de una misma raza, de una mismahistoria y de unas mismas costumbres,cuya diferencia de idiomas ha sido el re-

sultado del estancamiento de uno de e-llos.

Por lo demás, el origen de esta frase,América Latina, procede de Francia quefue poderosa rival de España en tiemposde la colonización.

Por qué se ha difundido tanto esta fra-se? Porque Francia, madre de una litera-tura hermosa, que siempre va a la cabezaen cuestión de artes y de ciencias, quetiene una historia muy seductora, ha des-plegado tanta melosidad y tanta coquete-ría que no le ha sido difícil tarea el incul-car, éanto en españoles como en america-nos, todos los modismos que se le ha anto-jado. La idiosincrasia do los hispanos hafavorecido mucho la introduccion de estafrase ; la sed de lo nuevo, por esta vez, losllevó a un error. La novelería ibera no vióen "América Latina" sino algo más ocultoque la tan usada palabra "española", cre-yó que era progreso el cambio de palabray en fin, la ignorancia de las masas las o-bligó a seguir a los grandes paladines la-tinistas.

Se dirá que es una tontería preocuparsepor cosas tan baladíes como el cambio deuna palabra por otra ; pero recordemos que"pequeñas causas producen grandes efec-tos", y creo que ya estamos viendo lasconsecuencias de ello. Ya la generalidaddice latina por hispana ; tras de ésto ven-drá la pérdida completa del idioma cas-tellano, como está sucediendo ; y por últi-mo, el nombre y el recuerdo de Españamorirán ahogados en la ola de neologis-mos impropios e innecesarios.

POR EL DARIEN

--Amado Escartín-

Una manifestación de simpatía y unprofundo agradecimiento hacia los seño-res diputados que dieron su voto negativoal proyecto de ley que eliminaba la Pro-vincia del Darién, me hacen escribir es-tas líneas para que nos formemos un jui-cia razonado sobre el valor que en sí en-cierra esta provincia.

Si la Historia es la expresión fiel de loshechos, podemos recurrir a ella como úni-co árbitro para que justifique mi aseve-ración acerca de la realidad de los hechos.No hay duda de q' el Darién es una de lasregiones más ricas con que cuenta la Re-pública . Tiene una gran importancia queno es de ahora, sino que data desde lostiempos coloniales, pues desde entoncesviene siendo objeto de numerosos proyec-tos .

Page 22: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

PRELUDIOS

23

Durante el reinado de Felipe II se ex-ploró el Darién por el golfo de San Miguely el río Tuira con el propósito de ver sise hacía por allí un canal interoceánico.Esta obra que había sido juzgada yapracticable por unos ingenieros en la é-poca de Felipe II, fracasó debido a que elConsejo de Indias hizo ver al rey el granpeligro que corría España con la apertu-ra deeste canal de tráfico y al comerciode las demás naciones y logró apartar almonarca de la idea. de realizar la empresa,a la vez que obtuvo un decreto por el cualse sentenciaba a la pena de muerte atodo aquel que tuviera el propósito de u-nir los dos mares.

Más tarde, un escocés llamado Gui-llermo Paterson, oyó decir que la regióndel Darién era un vasto y propicio campodonde podían hacerse grandes negocios,y se decidió a formar una compañía conel propósito de explorar ese lugar . .i,sí, en1696 vino al Istmo comandando la pode-rosa Compañía Escocesa ; fundó en eseterritorio una colonia, obtuvo el princi-pio grandes provechos, pero desgraciada-mente, el mal clima del lugar hizo que lamayoría de los colonos fueran víctimasde la terrible fiebre amarilla y luego, laorden dictada por el rey de Inglaterra,Guillermo 111, que prohibía a todos sussúbditos que negociaran con los escoce-ses, paralizó por completo la actividad co-mercial de esta compañía a quien se augu-raba un brillante porvenir.

Una mirada hacia el pasado de esta re-gión nos haría ver con claridad que si nohubiese sido por circunstancias adversas,hoy día la Provincia del Darién estuvieraa la par de las demás regiones florecien-tes del país.

Por qué, pues, si sabemos que ese lu-gar encierra grandes tesoros, no nos ocu-pamos de hacerle valer a la vez que en-grandecerle y darle importancia? Por quesi su suelo es propicio para toda clase decultivos y de sus selvas se extraen toda cla-se de maderas, no le prestamos el apoyoy la ayuda necesarios para su adelantomaterial? Cuál es la causa de este egoís-mo que nos embarga?

Yo me atrevo a asegurar que esa pro-tección y esa ayuda no han sido presta-das aún por el silencio que han guardadosiempre los moradores de esa Provinciaque sufren sin alzar siquiera la voz paraque el resto de la República se dé cuentade sus necesidades, y por éso me hagoel porta-voz de ella. Ella necesi-ta muchas mejoras materiales para avan-zar hacia el progreso, tales como el esta-

blecimiento de una comunicación maríti-ma entre la capital y el Darién, la instala-ción de una líena telegráfica que la im-ponga rápidamente de los sucesos impor-tantes que pasan en todo el país, el sa-neamiento de sus poblaciones, la apertu-ra de mejores escuelas y en fin, muchasotras cosas que por ser tan numerosassería importuno enumerarlas.

La situación por la cual pasa esta pro-vincia me hace ver con una visual másamplia, que hay que prestarnos mutua a-yuda para realizar una obra común . Merecuerda las palabras de Dios (aceptandolas enseñanzas de la Historia Sagrada a-prendidas cuando niño) . No es bueno q 'el hombre esté sólo, hagámosle una ayudasemejante a él, demostrándonos con és-to q' el hombre aislado, aunque sea fuer-te y tenga una Inteligencia clara, nuncapodrá arribar ni afrontar los peligros yobstáculos que en su vida se le presenten,si no es ayudado por sus semejantes.

Abrámosle paso, pues, a esta joven pro-vincia que hoy se levanta! Guiémosla porel sendero del progreso . Prestémosle elapoyo necesario para su adelanto.

LA PARADOJA DE LA CULTURA

Julio R . Sosa—III Liceo A.

La cultura consiste según muchos indi-viduos, en la acumulación de conocimien-tos en la mente de una persona . Pero na-da más inexacto, porque si aceptamos loanterior, bastaría para ser culto, adqui-rir gran cantidad de ideas, aunque estassean opuestas a las que la conciencia o-frece.

Es indiscutible que la erudición estáíntimamente ligada con la cultura, y queinfluye mucho en la perfección de ella;pero no debe entenderse por eso que lacultura depende de la erudición y queésta es factor indispensable en aquélla.

La cultura consiste no tanto en acu-mul ar en nuestra mente teorías de laciencia, del arte o de la moral, como enquitar los obstáculos que impiden lanzaruna mirada penetrante y adquirir ciertaposición comprensiva sobre los fértilescampos de la literatura y del arte.

Lejos, pues, la cultura de ser un proce-so de acumulación es un previo procesode desintegración de los prejuicios, queestán depositados en nuestra alma a ma-nera de costra, debido a la ignorancia cincapacidad del individuo y que obstru-yen la claridad de las cosas y la exposi-ción de los pensamientos . Sólo después deesta operación, podrá nuestra mente ad-

Page 23: SOCIEDAD MINERVAbdigital.binal.ac.pa/.../preludios/prenov1926-2.pdf · PRELUDIOS 3 la Clásica Española y con resabios tropi-cales. Es en Ocú, pequeño pueblo de la pro-vincia de

24

PRELUDIOS

qu i rir nociones necesarias y formarse losconceptos . acerca del ambiente social.

Lo esencial, lo importante de la cultu-ra, es dar a la inteligencia la suficientecapacidad para juzgar sensatamente, a-preciar la verdad de las cosas y aplicar-las después, libres de todo prejuico . Lacultura hace al individuo expresarse co-rrectamente y de allí nacen las ideas; bienasimiladas, que después se convertiránen sentimientos ; entonces la persona pue-de ejercitar correctamente su nensamieu-te, reate onar ante un error, de acuerdocon las ideas que se . el infiltran continua-mente y vemos, entonces, los beneficiosque proporcionan una verdadera culturay los perjuicios que ocasiona una falsa e-ducación.

Es necesario forjar en los estudiantesel espíritu : hacer de él un aparato decomprens ón, de juicio ; hacer qne esossentimientos, esas ideas sensatas, se ex-presen sin temor y no se mantengan enuna reserva perjudicial . Estudiantes hayrepletos de nociones adquiridas en las au-las, que se encuentran confusos ante laidea de emitir un juicio claro y originalsobre cualquier asunto . Estos están máslejos de la cultura que el ser "ignorante",en el sentido muy común con que se apli-ca en nuestra patria . Toda su palabreríano les sirve para nada y sólo falsean lavisión de las cosas que de otra manar aresultarían hermosas y correctas.

Un ejemplo de la cultu r a más sana fuela que cultivó Sócrates, quien cuando que-ría infundir en uno de sus discípulos cier-ta noción, comenzaba por explicárselapartiendo de lo más elemental ; luego, me-diante su sistema de interrogaciones su-ces'vas, le iba llevando hasta term inar enla idea que deseaba inculcarle . La ideaalcanzada por esa manera, merced al re-ciocinio y al trabajo independiente de lamente del discípulo, se incorporaba defin'-tvamente y venía a aumentar, como untesoro, la inteligencia.

Con criterio sano, la cultura produceuna visión hermosa . Desgraciadamente,el concepto habitual (le ésta, no es unacultura correcta sano una paradoja per-judicial y falaz oue nos aleja más del semitalo verdadero de la palabra cuanto mástratamos de acercarnos a ella.

Para obtener la cultura en el más alto,grado es necesario q ' el individuo procedaa hacer una revisión de las ideas que ha u-sado antes, se libre de las noc i ones erra-das para adquirir otras más nuevas yniás vigorosas ; ésto ;junto con el criteriopropio, produce una visión amplia de

la vida, que influye en la armonía de laconducta.

Sólo así, se alcanza la verdadera cultu-ra!

Previsión

En una bastonería:Tengo también bastones de madera du-

ra . ¿I)esea usted comprar alguno?'--No gradas soy soltero.

Sangre fría

—tina vez me encontré con un león—dijo un explorador africano .— Como notenía armas de ninguna clase, apelé a unrecurso supremo : me senté y lo miré fi-jamente.

—¿Y?—preguntó la e(mpañía, ans ;o-sa .

--Me fué perfectamente . El león no semovió siquiera para tocarme.

—¡Qué raro! r. Y por qué habrá sido?¡Jem!—repuso el explorador .— Ahí

verá usted . . . A veces me inclino a creerque rué porque me senté en una ramade un árbol muy alto.

Audaz

Un caballero da 15 centésimos a un mu-chacho para que le eche una carta al co-rreo.

El muchacho va a un estanco y echa . lacarta sin el sello.

Cuando vuelve, entrega a su amo los 15céntimos, diciéndote:

—Tenga usted, señorito, los 15 cénti-mos del sello, que no me ha visto nadiecuando echaba la carta en el buzón.

Qué lástima

En el cementerio de un pueblo:"Aquí yace Juanito ItFalleció al mes de nacido.Tenía muy buen carácter y era muy

inteligente.Hubiera sido un hombre célebre "

Filósofo

El inspecto r de escuelas llega a un pue-blo y saluda al maestro con la consabidafrase:

—¿Cómo le va?Y el pedagogo, queriendo mostrarse

(lodo, contesta con énfasis:- RRegular, como decía Platón . . .