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Análisis crítico sobre los fundamentos ideológicos de dos conceptos aparentemente sinónimos
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¿SOSTENIBILIDAD O SUSTENTABILIDAD?
Arq. Abel Salazar Vargas
Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Latina, Campus Heredia
[email protected] / [email protected]
RESUMEN:
Análisis crítico del enfoque de la sostenibilidad en la situación “socio-ambiental, local
y global,” señalándose, algunas de las implicaciones derivadas por sus usos
indiferenciados.
SUMMARY:
Critical analysis of the sustainability approach in the "socio-environmental”, local and
global situation, pointing out some of the implications for their undifferentiated uses.
Palabras claves : sustentabilidad, sostenibilidad, desarrollo sostenible, Crisis global, Calidad
de vida, globalización, neocolonización.
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Durante las últimas cuatro décadas y muy especialmente, en el último lustro, en el
hemisferio occidental y luego, en el global, los seres humanos hemos venido despertando,
estremecidos por nuestra propia perplejidad, ante la paradoja de que, muy poco de cuánto
hemos hecho, ha logrado revertir o, al menos mitigar nuestro impacto sobre el medio natural.
Los intentos en las organizaciones internacionales del más alto nivel, como las Naciones
Unidas, no han pasado de ser acuerdos, sin ninguna aplicabilidad, ni operatividad y estas
condiciones, parecen constituirse en un patrón constante, en una inmensa mayoría de
documentos y consensos, como el famoso informe de la ex primer ministro noruega:
“Nuestro futuro común” (Brundtland, Dra. Gro H., 1987-88), las Cumbres de la Tierra
(iniciadas en Río de Janeiro, Brazil en 1992), los Objetivos del Milenio, el Programa 21, el
Informe Pearce (1993) y muchos más, en los que se expone la grave situación, pero sin
contar con suficiente voluntad política o poder para implementar ninguna solución; más bien
lo que se ha conseguido, además de haber producido una impresionante proliferación de un
inoperante aparato burocrático mundial, ha sido, popularizar conceptos tan ambiguos como
el de la “sostenibilidad” o el de su contradictorio correlato, el “desarrollo sostenible”.
Es justamente, basado en mi experiencia y compromiso1 con la protección del ambiente que,
ante la necesidad de precisar y profundizar en el concepto de la sostenibilidad y sus
implicaciones (en comparación con su término homólogo, la sustentabilidad) que me propuse
el objeto del presente análisis, planteado no como la preservación de la rentabilidad del
sistema económico vigente, sino como el objetivo para asegurar una mejor calidad de vida, a
toda la población, con un impacto mínimo al ambiente, en el que se emplaza y desempeña…
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ABORDAJE TEÓRICO
Cómo se ha esbozado, durante las últimas décadas, se han realizado una importante
cantidad de estudios y propuestas sobre la situación socio-ambiental de la Tierra, pero con
pocas excepciones, la mayoría han tendido a ser fragmentarias o parciales, lo que no ha
contribuido al correcto dimensionamiento del problema; cuyo enfoque, necesariamente debe
ser holístico y su solución, abordado desde una participación transdisciplinaria; ya que como
todos sabemos, tiene múltiples y complejísimas vertientes. Incluso si sólo lo restringiéramos
a lo epistemológico, constataríamos su naturaleza exegética, dialéctica, semántica,
biológica, socioeconómica, ética, política, etc. y, a pesar de ello, en un reduccionismo
pasmoso, se le suele limitar, acríticamente, con esa camisa de fuerza con la que se le
identifica, como si fuera un conjuro mágico que, al invocarse, fuera suficiente para revertirlo y
solucionarlo todo. ¡Ésto no puede ser casualidad!
La profundidad de sus raíces, es tal que, tendríamos que aventurarnos en el plano de lo
hipotético, para concluir que, entre muchísimas razones, la sobrevivencia de la especie
humana occidental, dentro del marco judeocristiano, evolucionó, a lo largo de los siglos,
como un sistemático dominio depredante sobre la naturaleza, a partir de actos
fundamentados, en el inconsciente colectivo mítico ancestral, en relatos, como el del
Génesis, en la Biblia Hebrea, en su capítulo 1 (28) al ordenársele al ser humano, dominar
cuanto existe:
Este pasaje, podría parecer intrascendente, por su condición ideológica; no obstante, el
mismo resume “gráficamente” la actitud instintiva e insaciable que ha descrito nuestra
“Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla y señoread sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
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agresiva relación con el planeta. La referencia de ese precepto bíblico sintetiza, en forma
taxativa, la actitud depredadora de casi todas las culturas. Este hecho simbólico, tiene una
significativa trascendencia, por cuanto es reforzado por una diferencia radical, entre los
precedentes y ese relato mítico, ya que a éste se la ha impreso una condición de historia
literal (Harpur, 2006, p. 138) o verdad axiomática que, por lo tanto, constituye una orden
divina al inconsciente colectivo: “¡Sometan cuánto existe!” ¡Sojuzguen! ¡Exterminen!
¡Exploten! ¡Dominen! ¡Avasallen!... Sin duda, sombríos sinónimos de los efectos (o defectos)
sobre todas las reservas de esta “nave interplanetaria” llamada Planeta Tierra, expoliada por
nuestro insaciable patrón de consumo. Una consecuencia implícita en dicha concepción,
desde una perspectiva onto-epistemológica (y axiológica,) es que establece la diferencia y
rompimiento tácito entre el ser humano, en su aspiración espiritual, con toda la Naturaleza.
Ésto es tan sutil que, en muy pocos de los estudios sobre el tema de la sostenibilidad, se
considera a la humanidad como parte de la biosfera o del ambiente, reflejándose en ellos, el
mismo postulado ideológico del mandato religioso, al que nos hemos referido, casi
anquilosado como un patrón genético, en la mente humana.
De la misma manera, con el devenir de los siglos, sin necesidad de mencionar tampoco etapas
específicas, como lo señala Panikkar (1966, p. 437) la dominación de unas culturas sobre
otras, establece una alteración sistemática de las manifestaciones culturales de los dominados,
como por ejemplo la transferencia de determinados conceptos que, son utilizados por éstos,
acríticamente, sin percibir la carga ideológica específica que contienen y que, perpetúa su
dependencia política, económica y tecnológica.
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VALORACIÓN FENOMENOLÓGICA DEL PANORAMA LOCAL
… Costa Rica nunca se ha podido, ni se podrá sustraer del modelo global dominante…
Es claro que, por muchísimas razones, en especial por nuestra dependencia ideológico-
técnica, importada o copiada de contextos de mayor avance y presencia transnacional, así
como nuestra débil capacidad de innovación, tendemos a apropiarnos de conceptos y
acciones, aparentemente inocuos, sin valorar que, no es posible segregar las implicaciones
políticas, inherentes a los mismos.
Adicionalmente, es particular y dramáticamente contrastante, en un país como el nuestro,
que se ufana de ser verde, sin ingredientes artificiales, (como lo plantean las campañas
internacionales del Instituto Costarricense de Turismo o, se infiere del proyecto de la
carbono-neutralidad en el 2021 impulsado por el gobierno,) cuando ni siquiera hemos
empezado a resolver los principales retos que, enfrentamos como nación del Tercer Mundo,
caracterizada por un lamentable rezago en la infraestructura pública, en la organización
político-geográfica, en una creciente asimetría socioeconómica que impacta el frágil
equilibrio ambiental y que, a pesar de la profusa legislación y del establecimiento de más de
un 25% del territorio nacional como parques nacionales y zonas protegidas; en la práctica,
tales políticas han sido insuficientes, tanto en recursos asignados, como en resultados. ¿Un
ejemplo? Los alarmantes niveles de pobreza, en algunas zonas como la Región Brunca, en
el sur de Costa Rica, amenazan gravemente la riquísima biodiversidad que, alcanza cerca
del 5% de la de todo el planeta, como se denuncia en el impactante documental: Quebrando
los huevos de oro (Honey, M. - CREST, 2010).
En forma casi sincrónica, en las últimas dos décadas han proliferado, localmente, toda clase
de programas, grupos, asociaciones, leyes, consejos, secretarías, ministerios, entre otros,
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con objetivos similares; pero con una importante limitación de sus alcances que, está
implícita en el sistema socio-económico dominante. Condición paradójica, porque sin
importar las gravísimas y complejas implicaciones, el crecimiento exponencial de la espiral
demográfico-consumista del capitalismo de mercado, conlleva el germen de su y nuestra
propia destrucción.
En el país, a raíz de la proliferación de esas copiadas corrientes ambientalistas sostenibles,
en el plano institucional (oficial, académico, gremial, empresarial, etc.) especialmente a partir
del 2008, en las que algunos nos hemos visto, directamente involucrados1 y, por el mínimo
efecto de la difusión y aplicación de las prácticas ecológicas de los años setentas y
ochentas, (como si fuera una moda consecuente con su inconsistencia conceptual),
recurrentemente se ha venido usando el término de Arquitectura sostenible y bajo esta
iniciativa, se han venido organizando congresos, seminarios, cursos; publicado libros,
revistas, manuales; se han dictado políticas, se han promulgado leyes, establecido normas
éticas, certificaciones, entre muchas otras actividades, en medio de un sospechoso y
contradictorio despilfarro de recursos; sin embargo ante esto, pocos nos hemos puesto a
considerar que, por definición, esa expresión es un absurdo pleonasmo, producto de la
ignorancia o, de un peligroso interés global que, al confundir los términos, oculta la
verdadera situación existente… Aún más extraño resulta algo que todos los arquitectos
deberían conocer, puesto que una de las condiciones consustanciales al hecho
arquitectónico es, el principio del firmitas vitruviano, porque si la Arquitectura no se sostiene,
¡no puede existir!, por lo tanto, expresar Arquitectura Sostenible es una ridícula acepción
tautológica, como lo refiere el Pinilla (2013 p 35) en la Revista Arquitecto de la Sociedad
Colombiana de Arquitectos.
7
Evidentemente, el modelo socio-económico, se excusa estratégicamente, con políticas y
acciones publicitarias caracterizadas por etiquetas de este tipo, dignas de una campaña de
mercadeo globalizado, cuyo objetivo es incrementar el consumo, pero nunca mitigar la
hipertrofia del incontenible impacto socio-ambiental, cuyos efectos nos empujan, al borde del
colapso (cambio climático, aumento incontrolado de los gases de efecto invernadero y de las
megalópolis, la paulatina desaparición de la capa de ozono, de especies y áreas boscosas,
el deterioro del recurso hídrico y de las áreas cultivables, la inhabitabilidad e insalubridad de
extensas zonas en el mundo, la contaminación, el hambre, la pobreza, la escaza
productividad agrícola, la exclusión ambiental, la vulnerabilidad, la ingobernabilidad, la
desaparición patrimonial y de la identidad de millones, la desintegración social, la
desaparición del Estado de bienestar, entre muchos otros). Ante el crecimiento exponencial
de algunos de estos alarmantes indicadores y sus consecuencias potenciales, han surgido
toda clase de propuestas que apuestan por cambios dirigidos hacia un mayor y mejor
equilibrio entre las actividades antrópicas y el medio natural.
De esa emergente ideología, (¿desarrollo sostenible?) han nacido políticas que están
enfocadas e implementadas, por ejemplo, en las llamadas ¿ciudades sostenibles?,
¿ciudades ecológicas?, ¿eco-ciudades?, ¿ecópolis?, ¿eco-villas?, etc. Lo sorprendente de
toda esa sutil argumentación, es su aparente inocuidad, a pesar de sus loables metas, es el
producto de una especie de doble moral, como vimos antes, similar a la implícita en la
expresión arquitectura sostenible, porque la premisa en la que se basan, es completamente
inadmisible, por su inherente condición oximorónica o contradictio in terminis.
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¿SOSTENIBILIDAD O SUSTENTABILIDAD?
Es imperativo, antes de continuar, establecer una valoración comparativa entre los términos
sostenibilidad y sustentabilidad y para tal efecto, vamos a basarnos en los postulados de
Naredo (1996, p. 3) quien reseña el origen, uso y contenido del término sostenible, desde
una posición profundamente crítica, al citar a Norgaard, (EN: parra 9, Naredo, 1996, p 3): el
objetivo de la sostenibilidad se revela incompatible con el desarrollo de un sistema económico cuya
globalización origina, a la vez, la homogeneización cultural y la destrucción ambiental. La califica,
como la cultura del silencio que propició la retórica del desarrollo sostenible, una verdadera
corrupción de nuestro pensamiento, nuestras mentes y nuestro lenguaje (M’Mwereria - EN: parra
9, Naredo, 1996, p 3) y que es, justamente, esta corrupción mental la que ha impedido la
clarificación conceptual y la revisión crítica del statu quo que reclamarían los avances significativos
de la sostenibilidad global, pero que ésta, no será fruto de la eficiencia y del desarrollo económico,
sino que implica, sobre todo decisiones sobre equidad actual e intergeneracional (Naredo 1996,p3)
Coincidiendo con él, resulta evidente que, en lo esencial, la indefinición surge del empeño de
tratar de conciliar las metas del crecimiento (o desarrollo), con las nociones de sostenibilidad
y desarrollo sostenible, concluyendo que es imposible definirlo de manera operativa, con el nivel de
detalle y control que presupone la lógica de la Modernidad (Norgaard, 1994 - EN: parra 9,
Naredo, 1996, p 3) Y tal objetivo no se puede lograr, tampoco, puesto que el problema no es
sólo de orden económico, ni se resolverá aumentando la producción.
El mismo Al Gore (Paramount Pictures, 2006) expresa tal contradicción, en su libro y
documental Una verdad incómoda: No podemos proteger adecuadamente al ambiente, sin poner en
peligro a la economía nacional y a nuestra industria del automóvil
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Yendo más allá de las inconsistencias conceptuales y operativas entre desarrollo y
sostenibilidad; entre la profusa bibliografía, sería una imperdonable omisión, no referirse a
Carlos Mario Yory (2004, p23) ya que en su fructífera obra, de manera lúcida, logra
establecer una importante diferencia entre la sostenibilidad y la sustentabilidad, asociándolas
con su etimología, significado y origen, relacionando a la primera como una denominación
europea en la medida que el trasfondo implícito, exige preservar el status quo, como aparece
en el Informe Pearce y que cito, según Yory, (2004, p 24) en un homónimo artículo (Salazar,
2013): que cada generación entregue a la siguiente un fondo de capital y un fondo total de recursos
naturales, al menos, igual del que ha recibido de la anterior. Lo que significa mantener el mismo
estado que ha provocado la crisis socio-ambiental, post industrial.
Así, aunque los dos criterios aludan al mismo objetivo, es decir, al equilibrio socio-ambiental
como pauta y patrón del desarrollo, el uso que se hace de ellos, varía según el enfoque del contexto
geográfico y, ¿por qué no? político, dónde se apliquen, (Yory, 2004, p 24) para América Latina,
de lo que se trata es de sustentar, sinónimo de alimentar, cuidar y, en alguna medida, hacer crecer en
el sentido de madurar (Yory, 2004, p 24) y a pesar de que sean conceptos muy cercanos y que
se suelen referir a las mismas inquietudes, por el trasfondo de su denominación de origen,
deberían utilizarse en concordancia y en nuestro caso, excluir de una vez por todas, el
término que aplaude las políticas que han dañado nuestro ambiente.
Para profundizar en estos planteamientos, recomendamos: Componentes y contenido de un
proyecto sustentable de ciudad a partir del concepto de Topofilia: una aproximación al
contexto urbano de América Latina (Yory, 2007, p. 19)
De manera concordante, la llamada construcción sostenible o construcción verde se ha
venido basando también, en presupuestos carentes de suficiente investigación y pruebas
para garantizar la inocuidad de sus componentes y procesos.
10
En el 2008, el Instituto Norteamericano de Acreditación (NCARB) en coordinación con el
Instituto Norteamericano de Arquitectos (2008), impartió una serie de seminarios con el título
The hidden risks of-green-buildings: (Odom, Scott, DuBose, 2008, parra. 1)
De la introducción resumo:
The great irony of building green is that the very concepts intended to enhance a building's
performance over its entire lifetime are many of the same things that make a building highly
susceptible to moisture and mold problems during its first few years of operation.
While green buildings have many positive benefits, there is also strong evidence to suggest a
direct correlation between new products/innovative design and building failures. Simply put,
departing from the tried and true often means increasing the risk of building failure.
Two strong characteristics of most green buildings are: 1) the use of innovative, locally-
produced products and 2) the implementation of new design, construction and operation
approaches that are intended to reduce energy usage and be environmentally sound…
Cuya traducción libre sería, más o menos así:
La gran ironía de la “construcción verde es que, los propios conceptos destinados a mejorar el
rendimiento de un edificio, a lo largo de toda su vida útil, son muchas de las mismas cosas
que hacen que, un edificio resulte altamente susceptible a los problemas de humedad y moho
durante sus primeros años de su operación.
Mientras que los edificios verdes tienen muchos beneficios positivos, también hay pruebas
sólidas que sugieren una correlación directa entre los nuevos productos / diseño innovador y
los fallos de la construcción. En pocas palabras, a partir de prueba y verdad, a menudo
significa aumentar el riesgo de construir un verdadero fracaso.
Dos fuertes características de la mayoría de los edificios verdes son las siguientes: 1) el uso
de productos innovadores, de producción local y 2) la aplicación de nuevos enfoques de
11
diseño, construcción y operación con que se pretende reducir el consumo de energía y
paralelamente, ser ambientalmente racional…
Esta información resulta impactante porque revela la infiltración de los tentáculos del
mercantilismo consumista que, con su Moda Verde induce a adquirir productos amigables
con el ambiente y energías limpias y en la realidad, muy pocos han sido probados e
investigados… Los sellitos verdes (Tipo Leed) se adquieren pagando, al igual que las
certificaciones y los servicios ambientales. Todo este esquema promovido, en el fondo, por
trasnacionales interesadas en “dar el salto” y aparecer como empresas comprometidas con
la sostenibilidad, no es más que una estrategia tipo quien daña, paga (y gana…) La gran
pregunta es, ¿cuántos de estos recursos, se destina a proteger, regenerar, investigar,
preservar, reutilizar, etc.?...
Ante todo esto, como profesionales (y desde nuestra organización gremial que, hace más de
un lustro, asumió el liderazgo y el histórico desafío de revertir, reordenar y establecer las
pautas para armonizar o mitigar su impacto como actividad productiva en el ambiente, en
nuestro país,) tenemos la obligación de contribuir a trasmitir coherencia ética en nuestro
mensaje, tanto en la acción, como en la educación que debe derivarse de nuestra
proyección y pensamiento, puesto que la Arquitectura, como una de las disciplinas con
mayor responsabilidad, en la construcción de la calidad de vida, para todos nuestros
pueblos, ineludiblemente debe estar basada en sólidos criterios, que garanticen la
sustentabilidad, como un derecho inalienable de y para todos, en términos de, la aplicación
de todas las iniciativas que contribuyan a reducir o eliminar la inequidad socio-ambiental que
caracteriza a todos los grupos humanos y culturas
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COMPLEJIDAD, ESTRATEGIA HOLÍSTICA Y CONCLUSIONES
La solución del problema del desequilibrio socio-ambiental es de tal complejidad que, debe
ser abordado de manera holística, con una participación transdisciplinaria. La situación
reviste tal gravedad e irreversibilidad que implicaría la suspensión de todos los derechos de
la población, porque no existe ninguna acción antrópica que, no tenga en mayor o menor
medida, un impacto en el ambiente…
Al responder las preguntas planteadas por Carlos Mario Yory, nos resulta evidente que el
actual modelo económico de mercado, por su voracidad expolianante de los recursos, no
puede responder a la demanda, ni a la satisfacción de necesidades de la población... En
otras palabras,
• “¿es factible que el actual modelo económico y su relación con la naturaleza, esté en capacidad
de brindar respuesta a las urgentes demandas de una población (en su gran mayoría pobres)
irrefrenablemente en aumento?” “¿Hasta dónde llega la capacidad portante de las ciudades?”
• El enfoque derivado del modelo capitalista de mercado (Sostenibilidad), supone la
imposibilidad de solucionar la crisis socio-ambiental, por sus inherentes
contradicciones ideológicas y estructurales y, no es un asunto de legalidad, ante tal
gravedad, es impostergable que el conocimiento, la experiencia y la responsabilidad
ética ineludible, dentro del marco de la Sustentabilidad, que tienen los arquitectos,
los planificadores y los urbanistas, sirva para aportar la visión y la técnica que toda
solución sociopolítica, a largo plazo, requiere, para que,...
¡CULTURA Y NATURA, FORMEN UNA ARMÓNICA FIGURA! (Salazar, 2008)
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NOTA ACLARATORIA
A mediados del 2007, estando al frente de la Junta Directiva del Colegio de Arquitectos, con
un comprometido grupo de colegas y de ingenieros civiles, conformé la primera Comisión de
Desarrollo Sostenible, en el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica; la
que también fue la primera, en plantear la necesidad de estudiar y liderar los procesos que
redujeran eficientemente, el impacto de nuestra actividad, en el ambiente. Con ese grupo
primer grupo, en el Colegio de Arquitectos de Costa Rica, se fundó en enero del 2008, la
Asociación de Desarrollo Sostenible (Adesos-CR) de la que me correspondió ser su fundador y
primer presidente; sin embargo, sus objetivos, estuvieron profundamente influenciados por
las directrices y políticas del USGBC (Consejo Norteamericano de Construcción Verde,) por su
instrumento el LEED (Leadership in energy and environmental design) y, muy sutilmente
orientados a los intereses de una trasnacional de la industria del cemento, en el país.
El ingente esfuerzo que implicó adaptar los estatutos de la organización norteamericana a
los requisitos para poder inscribir nuestra asociación, por el estudio realizado durante más
de 25 años y por el hecho de que la ecuación no cerraba, me llevó a separarme, dos años
después e iniciar una profunda investigación sobre el uso de recursos locales, en el Pacífico
Norte de nuestro país, en una especie de cruzada o aventura de exploración e
experimentación, cuyo proceso y resultados aun no concluyen. Éste es un punto en el que
habrá que profundizar, ya que como ocurre con los términos, es muy poco lo que se ha
investigado y comprobado en relación con los recursos locales.
14
REFERENCIAS
1. Biblia Hebrea, Génesis, edición digital http://iglesia.net/biblia/libros/genesis.html
2. Brundtland, G.H. Our common Future Oxford, Oxford University Press. 1987
(Trad. en castellano, Nuestro futuro común, Madrid, Alianza Ed., 1988) También
en formato digital: (http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/42/427)
3. Documentos de las Naciones Unidas, sobre ambiente y sostenibilidad:
(http://www.un.org/Depts/dhl/spanish/resguids/specenvsp.htm )
4. Gore Al, Una Verdad Incómoda, documental, Paramount Pictures, 2006.
(https://vimeo.com/42156221)
5. Harpur, Patrick, El fuego secreto de los filósofos, Ed. Atalanta, España, 2006
6. Honey, Martha (Producción), Music, Charlene & Jordan, Peter (Dirección), CREST
(Center for Responsible Tourism), Cracking the golden egg, 2010.
http://responsibledevelopmentfront.com/?page_id=638)
7. Naredo, José Manuel . Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible,
Madrid, España, 1996 http://habitat.aq.upm.es/select-sost/aa1.html
8. Odon, David; Scott, Richard; DuBose, George , The hidden risk of green buildings, NCARB
(Instituto Norteamericano de Acreditación), 2008
-Se puede descargar una reseña sobre el mismo en: http://www.libertybuilding.com/wp-
content/uploads/2012/04/15267720-Florida-Engineering-Society-Article-Hidden-Risks-Of-
Green-Buildings.pdf
9. Panikkar, K.M. Asia y la dominación Occidental, Eud eba, Editorial Universitaria de
15
Buenos Aires, 1965.
10. Programa 21 de Naciones Unidas:
http://sostenibilidad.fongdcam.org/category/proyectos-actividades-y-
recursos/acuerdos-compromisos-y-cumbres-internacionales/
(http://www.thegef.org/gef/sites/thegef.org/files/publication/GEF.Contributions.to_.Agen
da.Spanish.pdf)
11. Odon, David; Scott, Richard & DuBose, George , The hidden risk of green buildings,
NCARB (Instituto Norteamericano de Acreditación), 2008
http://newsletters.agc.org/environment/2009/08/26/guest-article-the-hidden-risks-of-green-buildings-
why-building-problems-are-likely-in-hot-humid-climates/
12. Pinilla, Mauricio, Revista Arquitecto de Sociedad Colombiana de Arquitectos, Bogotá,
2013 http://www.sociedadcolombianadearquitectos.org/blog/?tag=revista-arquitecto-edicion-no-4
13. Salazar, Abel, Desarrollo Urbano Responsable, Ambiente y Vulnerabilidad, 2008
(Conferencia inaugural de la Bienal de Arquitectura, CADES, El Salvador)
14. Yory, Carlos Mario , Ciudad y Sustentabilidad Vol. 1-3, Editorial Universidad Piloto,
Bogotá, 2004
15. Yory, Carlos Mario , Sostenibilidad y Recomposición de la Ciudad, Editorial Universidad
Piloto, Bogotá, 2006