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“Soy Hermano Mayor”
LA LLEGADA DE UN NUEVO MIEMBRO A LA FAMILIA
“SOY HERMANO MAYOR”
Tras el nacimiento de nuestro primer hijo, como padres entregamos nuestra total atención a
sus deseos, logros, aventuras e intereses, actuamos y organizamos nuestro tiempo en función
de sus necesidades y nuestro principal objetivo es
garantizar su bienestar físico y emocional enfocando
profundamente nuestra mirada a cada detalle de sus
experiencias diarias.
Así mismo la familia entera, abuelos, tíos, primos, orientan
su atención hacia nuestro hijo disfrutando y siendo
cómplices de cada una de las aventuras que los unen con
ellos, deleitando su existir con las maravillas con las que día
a día nos sorprenden y llenan de color y significado
nuestras vidas.
Al cabo de un tiempo, en el que el niño ha sido hijo único y protagonista, y la atención no
ha sido compartida con nadie más, como familia nos enfrentamos a la llegada de un nuevo
miembro. ¿Seré hermano mayor? ¿Qué significa esto? ¿Ahora que va a pasar? ¿Cómo
debemos prepararnos?
Este momento reúne muchas emociones y es importante observar la situación desde la
mirada de nuestro hijo que hasta el momento ha sido único, con el fin de generar un
ambiente y un espacio positivo, generando estrategias que nos permitan fortalecer y
garantizar su bienestar emocional.
¿Qué exigirá el momento próximo?
Es importante reconocer la naturalidad de los sentimientos y pensamientos que muy
probablemente experimentará nuestro hijo mayor. Mirar la situación desde su perspectiva
nos ayudará a tener un panorama más claro de la presencia de algunas conductas;
respetarlas y abordarlas de manera positiva.
La organización del tiempo y la participación de aliados estratégicos nos permitirán
alimentar de manera positiva este momento.
¿Cómo prepararnos?
· Desde el periodo de gestación es importante compartir la gran noticia, siempre
transmitiendo seguridad a través de mensajes positivos con un rostro de felicidad por
el gran momento.
“Soy Hermano Mayor
· Disfrutar recreando en familia como serán nuestros planes desde el nacimiento del bebé de
manera positiva “tú serás el hermano mayor y me ayudarás a escoger su ropa”, “Que
divertido será que enseñes a tu hermano a dibujar porque tu lo haces muy bien” siempre
ofreciendo la idea de que será un protagonista muy importante en esta nueva experiencia.
· Fortalecer el diálogo, participar al hijo con comunicación positiva de lo que sucede y podría
suceder con el fin de que se sientan informados y este preparado para este momento, “En
poco tiempo nacerá tu hermanito, siempre vas a estar presente y estaremos unidos, mamá y
papá te aman con todo el corazón, somos una familia unida y muy feliz” y manifestarlo
igualmente a través de lenguaje corporal, expresiones no verbales que transmitan seguridad,
cariño y comprensión.
· Ir organizando rutinas y espacios en las que el hijo mayor pueda compartir de manera
significativa con otros miembros de la familia con el fin de ir preparándonos para el momento
del nacimiento, de esta manera se irá presentando de manera paulatina la transformación
en el ambiente. Si solía dormirse o bañarse siempre con la madre, el padre podrá tener un
mayor protagonismo en este espacio, manteniendo un equilibrio, la madre tampoco debe
retirarse completamente del escenario.
· Mantener siempre un ambiente cálido, tranquilo en el cual el niño se sienta seguro.
· Leer historias y cuentos infantiles relacionados con la llegada de un hermano bebé.
· Revisar juntos que otros amiguitos se encuentran próximos a tener también un hermanito.
· Si los padres tienen hermanos menores podemos compartir historias divertidas y positivas de
aquel momento.
· Debemos ser muy cuidadosos con la comunicación y el diálogo que tengamos entre adultos
en presencia de nuestros hijos, ya que muchas veces tenemos la errónea idea de que no
están escuchando o entendiendo, y esto posiblemente permite una interpretación muy
particular y sin darnos cuenta su comportamiento podría cambiar, sin tener una explicación o
causa aparente.
· Siempre demostrar un trato por igual, si lo invitamos a acompañarnos a comprar artículos
nuevos para el bebé debemos tener también un detalle con él, con el fin de que en ningún
momento se sienta desplazado.
¿Qué conductas pueden presentarse en nuestro hijo mayor?
“Soy Hermano Mayor” T
í
Es muy común escuchar comentarios como: “Utilice todas las estrategias que me recomendaron”,
“No sé qué vamos a hacer, se muestra muy sensible e irritable”.
Podríamos pensar que por intentar organizar el espacio y muy probablemente seguir
recomendaciones al pie de la letra, todo estará bajo control, pero esto dista un poco de la realidad,
ya que mientras estamos preparándonos para la llegada del bebé y disfrutamos de contar historias
y organizar espacios, el niño aun no siente físicamente el cambio hasta el día que se enfrenta
directamente con la situación.
Angustiarnos, exaltarnos, levantar el tono de voz o reflejar en nuestro rostro incomprensión ante
comportamientos reflejados frente a esta nueva situación, solo complicará la evolución. Debemos
sentirnos tranquilos y en lo posible crear espacios de diálogo con especialistas en el tema para ir
orientando el proceso.
ES posible destacar algunos comportamientos asociados a este momento, sin embargo cada niño
es un ser único y la manera de enfrentarse a la situación será diferente a la de otros niños y quizás a
la de otros hermanos:
· Sensibilidad e irritabilidad, es posible que muestre comportamiento de llanto incrementado y
por causas aparentemente irrelevantes.
· Necesidad de apoyo para ejecutar tareas que antes lograba realizar por sí mismo, como
alimentarse, vestirse, dormirse, entre otros.
· Deseo de volver al tetero o al pañal.
· Retroceso en el control de esfínteres.
· Inapetencia por los alimentos.
· Necesidad de estar cargado.
· Deseo de realizar rutinas según su voluntad.
· Solicitar que se le haga lo mismo que observa le hacen al bebé.
¿Cómo apoyar de manera positiva este proceso?
· Mantener siempre una actitud de apoyo y comprensión, mostrándonos dispuestos e
interesados en sus deseos y necesidades.
· Continuar las rutinas como anteriormente se venían realizando, no caer en la permisividad
en tareas cotidianas por evitar comportamiento de llanto.
“Soy Hermano Mayor”
· Crear espacios de reflexión constante en la medida que se presenten comportamientos no
adecuados, expresando nuestro profundo amor, sin embargo determinadas acciones no están
permitidas. "Yo entiendo lo que te pasa y te quiero mucho. Pero, ese no es el comportamiento
adecuado, no podemos permitirlo…”. Analizar juntos que actitudes positivas podría adquirir
para enfrentar determinada situación.
· Evitar desesperarse o recurrir al castigo físico, recriminando frente a otros, su comportamiento
no adecuado.
· Reforzar positivamente y elogiar su buen comportamiento, que lo distinguen como hermano
mayor.
· Reservar un tiempo especial para estar a solas con el hijo mayor. Pueden visitar juntos la
biblioteca o el supermercado, leer algunos cuentos más a la hora de acostarlo, hacer obras de
arte, cantar, bailar sus canciones favoritas, disfrazarse. El padre o abuelos pueden colaborar
encargándose del cuidado del bebé durante esos momentos.
· Compartir juntos en familia, destacando la importancia del rol de cada uno en el juego.
· El hermano mayor, es protagonista importante, puede elegir la ropa con que vestiremos al
bebé, aplicar la crema, preparar el tetero.
· Compartir con toda la familia y resaltar logros obtenidos por el hermano mayor, Ej: en clases
de futbol hizo un gol.
· Evitar comparaciones: ¿Cuando te vas a dormir? ¿Tu hermanito menor ya se duerme solo y tú?
Es importante tener en cuenta que poco a poco con nuestro apoyo todo se irá organizando, la
relación entre hermanos tiene su propio ciclo de desarrollo. Si el clima familiar es emocionalmente
estable y equilibrado, los celos puntuales, normalmente son superados y no presentan mayores
problemas.
Desde el momento del nacimiento y durante las primeras etapas de desarrollo se fortalecen
relaciones que perdurarán para el resto de la vida, es por esto que nuestra orientación en este
proceso es fundamental.