Stephen Hawking. El poder de la mente

El poder de la mente

Para el genial astrofísico inglés Stephen Hawking “el pensamiento es su instrumento más poderoso, además de otras muchas cosas: su trabajo, su diversión, su descanso, su pasión, su vida… Su silla de ruedas constituye una ventaja muy especial en la tarea de afrontar su mayor preocupación: el Universo en que vivimos, su origen, su funcionamiento y su final…., Hawking ha demostrado la capacidad que tiene la mente humana para sondear el Universo cuando en dicha tarea actúa un carácter infatigable impulsado por una absoluta libertad”.

(John Boslough. El Universo de Stephen Hawking)

Stephen William Hawking nació el 8 de enero de 1942 (300 años después de la muerte de Galileo) en Oxford, Inglaterra. Sus padres fueron Frank e Isabel Hawking, que tuvieron tres hijos: Stephen, Philippa y Mary, y adoptaron a un niño llamado Edward.

Cuando tenía ocho años, su familia se mudó a St. Albans, un pueblo a unos 20 kilómetros al norte de Londres. A la edad de once años, Stephen fue a St. Albans School y posteriormente al University College, Oxford donde durante tres años (1959-1962) estudia Física, cuyos estudios los concluye,

en 1962, galardonado con honores de primera clase en la especialidad de Ciencias Naturales. Pero lo que le atraía era la Cosmología, por lo que pasa a estudiar a la Universidad de Cambridge ,obteniendo su doctorado en Física Teórica y Cosmología, en 1966.

A los 12 años, en el jardín de su casa en St Alban y en 1962 durante su graduación en Oxford.

Tan sólo dos años más de vida

En plena flor de su juventud, Stephen comienza a sentir alguna variación en la agilidad de sus movimientos ,los cuales se vuelven torpes. Por insistencia de su madre, consulta al médico y después de varias pruebas le diagnostican, a comienzos de 1963, esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o enfermedad de Lou Gehrig, enfermedad poco común caracterizada por la degeneración

progresiva de las células del sistema nervioso encargadas del movimiento muscular voluntario. Los síntomas de su mal se agudizaron cuando en Persia, a donde viajó a pesar de conocer ya su mal, contrajo un virus. Se agravó tanto su salud que los médicos arriesgaron a pronosticarle dos años de vida como máximo.

El amor y la fama llegan a su vidaA pesar de tan duro percance por el que tuvo que pasar no perdió el optimismo y deseo de vivir y es en esos momentos que conoce a Jane Wilde de quien se enamora y con quien se casa en 1965. Con ella permanecerá hasta 1991 y tendrá sus tres hijos: Robert, Lucy y Timothy.

Stephen Hawking con su esposa Jane y su hijo Tim después de haber recibido su grado honorario en la Universidad de Cambridge.

Miembro de la Royal SocietyCuando Hawking se doctoró (1966) trabajó junto a Roger Penrose en la comprobación matemática del comienzo del tiempo. En esta época inició su labor docente como profesor adjunto de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica en Cambridge. Ha formulado teorías sobre la singularidad del Universo, del Big Bang -o la explosión original del Cosmos- y de los agujeros negros. En 1974, cuando contaba con 32 años, le fue conferido uno de los cargos honoríficos más importantes de Gran Bretaña: el ingreso en la Royal Society, institución científica de enorme prestigio en el mundo. Hawking se convertía en uno de los miembros más jóvenes que había tenido la mencionada sociedad. En esa ocasión, Alan Hodgkin, premio Nobel en Biología y Presidente de la sociedad, tuvo que acercarse a la silla de ruedas para que Hawking firmara el libro que lo acreditaba como miembro de la afamada institución.

Otra dura prueba

En 1985, encontrándose en The European Organization for Nuclear Research (CERN), Stephen sufrió un proceso agudo de neumonía que se le complicó tanto que los médicos llegaron a indicar a Jane, su esposa, que no valía la pena mantener la máquina de soporte vital encendida. A pesar de ello,

y conocedora del coraje y el tesón que siempre había mostrado Stephen, Jane decidió trasladarle al hospital de Addenbrooke (Cambridge) donde el Dr. Roger Greyle le efectuó una traqueotomía que salvaría su vida, pero que le privaría por el resto de sus días de la voz.

La técnica le permite sortear este desafíoCon una vida tan difícil, estoica y plena de voluntarismo quedaba por descontado que Stephen nuevamente vencería. Y así ocurrió. Walter Woltosz, un experto en informática de California, se decidió a diseñar y hacerle llegar un software de su creación que le permitiría volver a hablar por medio de un sintetizador. Este sintetizador ajustado por David Mason a la silla de ruedas en la que se encontraba

postrado le acompañaría el resto de su vida y gracias a lo cual Stephen continuaría con todas sus labores académicas y de investigación.Actualmente, Hawking ha sustituido su viejo sintetizador de voz por uno nuevo, con un acento inglés británico. El anterior poseía acento americano.Este nuevo dispositivo está montado, como el anterior, en su silla de ruedas, pudiendo procesar cualquier tipo o tamaño de texto (como puede ser el correo electrónico) y ofreciendo una mayor precisión.

Una mente brillanteLa carrera académica de Hakwing es asombrosamente brillante. Se inicia con la obtención, ocupando el primer puesto, como investigador y más tarde como docente en Gonville and Caius College, en Cambridge. En 1973 abandona el instituto de Astronomía, para unirse al Departamento de Matemáticas Aplicadas y Física

Teórica, también en Cambridge, y en 1977 es nombrado profesor de Física Gravitacional. En 1979 recibe el nombramiento de Profesor de la Cátedra Lucasiana de Matemáticas en Cambridge, Cátedra famosísima ocupada por mentes tan brillantes como las de Isaac Newton y Paul Adrien Dirac.Posee, además, doce graduaciones honorarias en instituciones tan prestigiosas como Oxford, Cambridge, Yale, Berkeley, Harvard, etc. Además, es Miembro de la US National Academy of Sciences.En1989 recibió una doble mención internacional: La Reina Elizabeth II lo nombró Companion of Honor y España le concedió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Vuelco en su vida sentimentalTras un largo matrimonio con Jane Wilde, Stephen se divorció de la que fuera su primera mujer en 1991 y se casó con Elaine Mason en 1995, de la que se divorció el 20 de Octubre de 2006.

Sueño hecho realidadAdemás de continuar con sus labores académicas y sociales, tal como visitar las asociaciones de enfermos de ELA, Stephen tuvo oportunidad, en abril del 2007, a los 65 años, de cumplir dos de sus sueños. En la NASA, ensu silla de ruedas, pero vistiendo esta vez el traje azul de esta institución, estaba

listo para subir a bordo del Boeing 727, en cuyo vuelo pudo experimentar la falta de fuerza gravitatoria. Horas antes de despegar Hawking declaró: “Como podéis imaginar, estoy muy emocionado. He estado en una silla de ruedas durante casi cuatro décadas y la oportunidad de estar en gravedad cero será maravillosa. Nos vemos en la gravedad cero". Al término del vuelo, en Cabo Cañaveral, el jefe de la misión, Noah McMahon, declaró: "Es un tipo muy fuerte, estuvo todo el rato sonriendo”. Pudo también con esta experiencia liberarse por unos breves momentos de su silla de ruedas en la cual ya lleva más de 40 años.

Cómo hablar de discapacidadStephen Hawking es consciente de sus padecimientos pero también de su sereno enfrentamiento ante la adversidad y lo que es más digno de admirar , cómo ha podido enfrentarla y domeñarla sin perder la humildad que caracteriza no al erudito sino al sabio. En una entrevista que le hiciera la BBC se le preguntó:-¿Por qué cree que le han dado fama como científico? ¿Cree que su discapacidad tiene relación con eso?Y Hawking respondió: -Estoy seguro de que mi discapacidad tiene relación con eso La gente está fascinada por el contraste entre mis facultades físicas muy limitadas, y la vasta naturaleza del universo que trato. Soy el arquetipo de un genio con discapacidad, o mejor dicho, un genio con discapacidades físicas, para ser más preciso. Por lo menos yo estoy obviamente con discapacidades físicas. Si yo soy un genio eso está más abierto a la duda.

Hawking en Oviedo (norte de España), abril del 2005, para abrir los actos del XXV aniversario de los Premios Príncipe de Asturias. Él había recibido, en 1989, el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, tanto por su labor científica como por el ejemplo de su respuesta a las adversidades en su lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).En su discurso de aquella oportunidad dijo:«Hay muy buenos programas científicos en la televisión, pero algunos sólo presentan las maravillas científicas como algo mágico, sin explicarlas o sin mostrar cómo encajan en el marco de la ciencia. Los productores de programas científicos para la televisión deberían comprender que tienen la responsabilidad de educar al público, y no solamente de entretenerlo».