Strasser Miseria Y Grandeza Del Hecho

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  • 7/21/2019 Strasser Miseria Y Grandeza Del Hecho

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    Miseria y grandeza del hechoUna meditacin fenomenolgica

    S. StrasserEl filsofo Edmundo Husserl surge en un momento clave de la historia. Y esto es

    lo que hace a su pensamiento tan ambiguo y tan difcil de interpretar. Como todos los grandesprofetas e innovadores (como Lutero, Rousseau, Kant, Pestalozzi), Husserl tiene dos caras: unavuelta hacia el pasado y otra orientada hacia el porvenir. Husserl tiene sus races en lastradiciones intelectuales del siglo XIX, pero inaugura la renovacin del siglo XX. Encontramosen l relaciones con el positivismo y con el neokantismo y, sin embargo, es l quien pone fin aldominio de estas dos escuelas filosficas en Alemania. Est profundamente convencido de laimportancia de la investigacin cientfica para la humanidad, pero al mismo tiempo es el crticodesplantado de la vida cientfica de su poca. Hasta su ltima publicacin, titulada Die Krisisder Europischen Wissenschaften und die transzendentale Phnomenologie[1] denuncia lospeligros que amenazan a la investigacin moderna al mismo tiempo que exalta la idea de una

    ciencia autntica, basada sobre una filosofa autntica. Toda la primera parte de la obra estdedicada a una crtica severa del fisicalismo positivista. Husserl acomete contra el proyectomoderno de construir una naturaleza objetiva eliminando el sujeto para el cual la naturaleza esnaturaleza. Por medio de una reconstruccin histrica, Husserl patentiza la ingenuidad filosficaque se encuentra en el origen del objetivismo fisicalista.

    Quisiramos examinar, ante todo, esta idea Husserliana para pasar a unameditacin de naturaleza ms general. En una segunda parte de nuestra exposicin nospreguntaremos si la crtica de Husserl puede ser continuada y ampliada. Es propio de la fsicacontener presuposiciones tcitas o bien hay una ingenuidad positivista y pragmtica comn atodos los dominios de la epistme sistematizada?[2] Pero, por otra parte, es legtimoidentificar el esfuerzo terico de la humanidad con la Wissenschaft tal como la conocemos?Tendr la epistme el mismo carcter de necesidad que el esfuerzo terico en general?

    Finalmente, nos veremos confrontados con el misterio mismo de esta necesidad. Tendremosentonces que preguntarnos si no caemos en un contrasentido al hablar de un proyectonecesario.

    La construccin del hecho en fsica

    En las pginas iniciales de la Krisis, Husserl denuncia lo que llama la reduccinpositivista de la idea de ciencia[3]. Su ataque no se dirige al positivismo de Compte, Mach yAveharius, sino al neopositivismo. Alude a pensadores que, fascinados por el xito del mtodomatemtico en fsica, se basan sin vacilar en los enunciados cientficos; pensadores que ven enel anlisis de esos enunciados la nica tarea del filsofo. Segn ellos slo la ciencia estara encondiciones de construir un universo objetivo. Si los filsofos se resignaran a hacer una crtica

    puramente formal de los juicios cientficos descartaran todos los equvocos, descubriran todaslas tesis carentes de sentido, pondran fin de una vez para siempre a sus divergencias.

    Husserl muestra la ingenuidad filosfica de esta utopa develando sus motivosoriginarios. En la poca renacentista se inicia la aplicacin sistemtica del mtodo matemtico-geomtrico a la exploracin de la naturaleza. Cul es en ese momento la idea fundamental detal tentativa? Cules son los motivos profundos que engendraron el furor de formalizacinque, en el momento actual, hace estragos en Europa tanto como en Amrica? Por qu Galileopuso en movimiento esa empresa gigantesca que se podra llamar la matematizacin de lanaturaleza?

    Veamos cules son, segn Husserl, los motivos inconscientes de Galileo[4].

    El mundo nos es dado en la vida cotidiana bajo la forma de perspectivas,relativas todas a nuestra subjetividad individual. El mundo aparece entonces de maneradiferente a cada uno de nosotros, mientras que cada uno est convencido de que su manera dever es la verdadera. Desde hace mucho tiempo nos hemos dado cuenta de nuestrasdivergencias. Sin embargo, casi no nos inquietamos. Sabemos que no hay ms que un mundoy que las cosas son las mismas para todos, aunque nos aparezcan de manera diferente.Evidentemente la situacin se vuelve ms complicada cuando las divergencias ya no se refierena las perspectivas familiares de muebles, utensilios o casas, sino a las de los astros, meteorosy planetas. Pero, no hay en estas apariciones un contenido que debemos atribuir a laverdadera naturaleza? No poseemos un mtodo para describir de manera universalmenteevidente lo que pertenece a la realidad misma? Para nosotros, hijos del siglo XX, ya de suyoque el mtodo que nos permite hacer esta distincin es el mtodo geomtrico-matemtico.

    Pero lo que es una trivialidad para nosotros no lo era en el tiempo de la invencin de ese

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    mtodo. Lo que ha llegado a ser trivial para nosotros, fue un descubrimiento asombroso paraGalileo Galilei.

    Para darnos cuenta de ellos sera necesario recorrer con Husserl el largo caminoque conduce desde la agrimensura y la geodesia concretas a la geometra pura, tal como laantigedad griega la conoca y la practicaba. Limitmonos a los resultados ms esenciales deeste anlisis notable.

    Para los primeros agrimensores el problema se planteaba de la siguientemanera: las cosas concretas que percibimos y manipulamos no son de ningn modo lasconfiguraciones ideales de la geometra. Las caracterizamos como teniendo cierta forma tpica,por ejemplo, la de un pino o una serpiente, pero somos incapaces de determinarlasexactamente y, lo que es peor an, las cosas cambian sin interrupcin y los rasgos que hemosconsiderado como tpicos se modifican igualmente. El brazo de un ro, por ejemplo, que tena laforma de una serpiente se vuelve casi recto. Despus de ser durante cierto tiempo el mismocurso de agua, terminar por reunirse con un ro mayor; su identidad relativa desaparecer porentero. Ahora bien, el problema del agrimensor consistir justamente en encontrar puntos demira independientes e invariables. Le ser necesario entonces introducir, en ese flujoheracliteano donde cada cosa puede fundirse en otra, un principio de orden que permitaidentificar de manera rigurosa esto, distinguindolo cuidadosamente de aquello.

    El punto de partida del primer gemetra ser entonces una aproximacin. Esverdad que no hay en el mundo nada concreto que sea una figura o un cuerpo geomtrico.Pero hay cosas que se parecen a ellos. Nos permiten o incluso nos invitan a formarnos ideasgeomtricas. Percibindolas podemos imaginar que vemos lneas rectas, superficies planas,crculos o esferas. Y en virtud de esto comenzamos a elaborar modelos. Es verdad que unaescuadra no es un tringulo ideal, en el sentido de la geometra euclidiana. Pero nos hacepensar en l. Quizs perfeccionndola podramos convertirla en una imagen cada vez ms fieldel tringulo.

    Desde ese momento la cuestin de la exactitud se convierte en un problematcnico. Se tratar de hacer ms recto lo que es ms o menos recto y ms redondo lo que es

    casi redondo. Gracias al progresivo perfeccionamiento tcnico nos aproximaremos cada vezms a las configuraciones ideales. Las figuras geomtricas, objetivos ideales de estaaproximacin tcnica, se convertirn entonces en figuras lmites de un progreso infinito.

    Finalmente el homo sapiensreemplazar la prctica real del homo faberpor unaprctica ideal. En el dominio del pensamiento ya no manejar los modelos, sino las figuraslmites de esos modelos. Las figuras ideales sern para l seres de razn adquiridos de unavez para siempre, de los que en adelante podr disponer libremente. Los seres de raznsern hitos abstractos absolutamente idnticos a s mismos y absolutamente distintos de todoslos otros. Desde el momento en que el hombre sepa servirse sistemticamente de ellos lageodesa se convertir en geometra.

    Todo esto es una tentativa de reconstruir el largo camino que la humanidad harecorrido para llegar a la constitucin de una geometra pura. Pero, en qu consiste la idea

    propia de Galileo? Su idea fundamenta es que, aplicando los mtodos matemtico-geomtricospodremos descartar el sujeto en la consideracin de la naturaleza; o sea que al contar y almedir, superamos la relatividad de la percepcin subjetiva. En todo lo que nos permite recurrira figuras lmite se hace posible una identificacin absoluta. Y al obrar rigurosamente en esesentido excluiremos las perspectivas subjetivas, tan desconcertantes para el astrnomo. Alhacer sistemticamente abstraccin del sujeto no retendremos nada ms que lo que pertenecea la naturaleza misma. Terminaremos as por hacernos una imagen puramente objetiva de larealidad.

    Queda una dificultad. Gracias a las matemticas y a la geometra podemoscaptar la extensin y la cantidad de las cosas; sin embargo sus cualidades perceptibles se nosescapan. Ellas no se prestan a una aproximacin idealizante. Los colores, sonidos, gustos,olores, no tienen figuras lmite. Por lo tanto ser imposible identificarlos de manera rigurosa.

    Pero Galileo no retroceder ante esta dificultad. Ya los antiguos pitagricoshaban verificado la existencia de una relacin constante entre la longitud de una cuerda y laaltura del sonido que ella produce. Galileo ir ms lejos. Postular una interdependencia causaluniversal. Segn l, todo lo que coexiste est en virtud de este mismo hecho, coordenado porleyes causales. Ahora bien, los efectos de esta causalidad pueden ser determinados de maneramatemtica. El mtodo de aproximacin idealizante puede ser aplicado no slo a la realidadesttica sino tambin a sus cambios dinmicos.

    No sera posible una tal determinacin exacta respecto del mundo concreto ensu totalidad? Las matemticas han permitido xitos inesperados en el dominio de las formas.Por qu les escapara el dominio de los contenidos cualitativos? Acaso la naturaleza no es

    una totalidad? Por qu no sera determinable en todassus relaciones?

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    Tenemos en efecto, un mtodo matemtico-geomtrico y no dos. Ese mtodotiene una forma universal que comprende a priori todas las cualidades extensas y lasconfiguraciones reales y posibles. Lo que l no pudiera determinar de modo directo le seraaccesible de modo indirecto. Y es evidente que no hay contenidos cualitativos sin formas niformas sin cualidades. Por otra parte, hemos descubierto que todos los acaecimientos delcosmos dependen unos de otros en virtud de la causalidad universal. De ello se desprende que

    los contenidos cualitativos han de obedecer a leyes causales al igual que las formas.

    Una vez reconocidas estas tesis resulta tentador ir an ms lejos y formular unnuevo postulado. Se postular entonces que todo cambio de los contenidos cualitativos escausado, de una u otra manera,por un cambio de las formas.Notemos que este postulado esgratuito. No es ni evidente en s mismo, ni probado por nada. Sin embargo, en la actualidad loaceptamos sin ms. Consideramos como evidente que lo que percibimos subjetivamente comocolores, sonidos, temperaturas, pesos, son en realidad, oscilaciones del ter, vibraciones delaire, oscilaciones moleculares, efectos de la gravitacin, etc. Gracias a Galileo, el mundopercibido recibi un ndice matemtico. Ello ocurri en razn de haber encontrado Galileo unaforma apririca para la causalidad universal, idealiz la causalidad, por as decir. Al obrar deeste modo, Galileo revisti el mundo vivido con un ropaje nuevo que le siente muy bien. Perola tela de este ropaje est hecha de ideas. Es lo que olvidamos; segn Husserl messen wir so

    der Levenswelt... ein wohlpassendes Ideenkleid an. Sin embargo, desde el Renacimiento noshemos habituado cada vez ms a considerar este ropaje como la persona misma. Tomamos porla verdadera naturaleza, por la realidad objetiva, lo que es una construccin cientfica muyosada. He aqu los efectos del positivismo cientificista.

    La construccin del hecho en la epistme moderna

    Dejaremos ahora los anlisis de Husserl. Lo que nos ofrecen es una tentativanotable de reconstruir los orgenes del cientificismo y del logicismo modernos. Sin embargoesta reconstruccin no se refiere a la epistmemoderna en su totalidad. Husserl slo habla delas humanidades para reprocharles el haberse dejado arrastrar, a su vez, por el cientificismo.Es verdad que trata extensamente de la psicologa pero la examina desde un punto de vista por

    completo diferente. Sin embargo, al principio Husserl tiene en vista la Wissenchaft(ciencia) engeneral, o sea que comprende a la vez ciencias y humanidades. Cabra preguntarse si laepistmeen su totalidad no tiene un rastro caracterstico general. No habr formas tpicas,que reencontraremos en todos los dominios de la investigacin sistematizada?

    Se responder quiz que lo que caracteriza a todas las ramas de la Wissenschaftmoderna es, precisamente, esa inclinacin hara la matematizacin y la formalizacin, cuyosefectos desconcertantes Husserl denuncia. Esta respuesta es correcta pero no exhaustiva. Unafenomenologa de la investigacin cientfica mostrara que la matematizacin slo es llevadahasta el punto en que parece ser til. Un botnico, por ejemplo, verificar que tal flor estdispuesta en sombrilla y que tal otra es corimbiforme. Pero no se le pregunte la frmulageomtrica de una sombrilla o de una corimba. No la conoce y se re de ello. Precisamente secontenta con esta tipologa intuitiva y global que Husserl considera como caracterstica de la

    edad preveomtrica de la humanidad. La situacin es anloga en otras ciencias y en todas lashumanidades. El socilogo hablar corrientemente de un grupo, el psiclogo de unaemocin, elhistoriador de un movimiento revolucionario y el hombre de letras de un estiloelegante. No se trata de dar las definiciones de estas nociones importantes o de encontrar lafrmula matemtica de ellas. Lo que cuenta es la relacin mutua entre los miembros de unacierta comunidad de investigacin. El descubrimiento es una mezcla de instinto y de mtodoexclama Husserl. Ahora bien, es el mtodo el que se adapta al instinto y no el instinto almtodo. Si el instinto juzga superflua la formalizacin ella no aparecer. La exactitud del fsicono es, pues, el rasgo significativo de todas las disciplinas; es ms bien la expresin msmanifiesta de un proyecto ms fundamental.

    Sin embargo, en toda teora sistematizada, se trate de ciencias o de

    humanidades, hay algo que hace pensar en el esfuerzo del agrimensor: es la tendencia aconstruir puntos de referencia rigurosamente idnticos en el flujo de los fenmenos. Gracias aesta tendencia fundamental, la epistmetiene una forma general que se encuentra en todossus dominios. Est basada sobre dos categoras: la de mtodoy la de hecho.

    Comencemos por un examen de la nocin de hecho. Para el hombre de la calleconocer ciertamente y conocer los hechos son dos expresiones rigurosamente sinnimas.Segn la opinin general, est basado sobre la verificacin de los hechos. Esta verificacincorresponder o a una sensacin, o a una percepcin, o a una observacin. Todos los buenosespritus repiten desde Bacon, que no hay ms conocimientos reales que los que reposan sobrelos hechos observados, exclama Augusto Comte y los neopositivistas ni piensan en abandonareste principio. Pero no es tan fcil decir qu es un hecho. Una cosa es segura: slo se trata dehecho fsico si hay coincidencia de una realidad concreta con una figura-lmite o una idea

    matemtica. Sin embargo, en el lenguaje del matemtico, una verdad establecida de hechocorrespondera a un juicio deducido rigurosamente de ciertos axiomas o de ciertos postulados.

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    Aqu hay divergencias notables entre los representantes de las diversas disciplinas. Laverificacin, efectuada por el botnico de que tal flor es umbeliforme no tendr ningn sentidocientfico para el fsico matemtico; el anatomista considerar como efusiones lricas lasdescripciones de su colega psiquiatra, etc. Parece, pues, que se hacen sentir considerablesdiferencias de nivel y de punto de vista.

    Sin embargo, en principio, todos los hechos responden a las mismas exigenciasfundamentales del espritu humano:

    Un hecho se refiere siempre a algo que es netamente discernible. Es intil insistiracerca de que no siempre el discernimiento se debe a una observacin. Lo que importa es queel hecho puede ser aislado, de cualquier manera que sea, de la situacin concreta o delcontexto abstracto del que forma parte. Pensemos, por ejemplo, en las investigaciones delhistoriador. Para l es un hecho que Napolen I naci en 1769: pero no considerar como laverificacin de un hecho la afirmacin de que Napolen fue el genio ms grande o el peorcriminal que haya producido Francia. De dnde proviene esta diferencia? La primeraverificacin se refiere a una relacin temporal aislada. La segunda afirmacin debera serpreparada por centenares de juicios previos para poder ser defendida como tesis explcita altrmino de una larga exposicin histrica. La opinin del historiador, segn la cual Napolen

    era un hroe sublime o un individuo vil, no podra ser separada de una cierta concepcin delhombre, de la sociedad, del mundo: ella forma parte de un contexto definido. No podra serpresentada por separado como una verificacin.

    Si el hecho es netamente discernible de su contexto es gracias a otro rasgocaracterstico: no cambia, no vara, no se modifica. Queda invariable porque est acabado,cumplido, terminado en el pasado. Las palabras hecho, factum, Tatsache, expresan todasellas esta misma idea de un acontecimiento que se ha desplegado en el pasado y cuyos efectospueden ser considerados como definitivos. Que Napolen haya nacido en 1769 y que ayer hayallovido, son cosas que todos pueden verificar (en francs constater). Y este verbo constaterderivado del latn constarese refiere originalmente a algo firme que ya no se mueve ms. Locontrario sera un ser que evoluciona, que se encuentra en estado de devenir, que no est

    todava acabado. Lo que est hecho est hecho, segn una locucin tpica; pero en tantoignoramos como termina un proceso, un acontecimiento, una accin, permanecemos indecisosy no procedemos a una verificacin. Que el boletn de calificaciones del nio X haya sidomediocre es un hecho. Nuestra opinin de que el nio est dotado para la msica no se refierea un hecho, porque ese talento est en plena evolucin, debe desarrollarse todava,manifestarse. Tal manifestacin, una vez acabada, podr ser considerada como un hecho yservir de argumento para probar el talento musical del nio.

    Se ve entonces que slo hablamos de un hecho en cuanto coexistimos demanera muy especial con los seres. Porque un hecho es un objeto (o una relacin objetiva) conel cual nos confrontamos. Nos colocamos frente a una cierta totalidad para poder distinguir ydeterminar hechos. Es pues, gracias a una situacin privilegiada que tal ser es un dato paranosotros. Donde la situacin es esencialmente diferente ya no es posible aislar datos.

    Supongamos que no somos espectadores confrontados con los objetos de nuestra curiosidadterica, sino egos que luchan con o contra un t. Entonces nosotros mismos, sin duda,formamos parte de una cierta totalidad. Mientras dure esa situacin seremos incapaces deverificar nada.

    Una vez ms es el historiador el que est bien colocado para darse cuenta deello. Por qu encuentra relativamente fcil escribir la crnica de las guerras pnicas, mientrasque le es casi imposible hacerse una idea clara y sensata de los acontecimientos polticoscontemporneos? Por qu sabemos enumerar con cierta seguridad a los grandes poetas delsiglo XVII mientras que nuestro juicio sobre los poetas actuales es incierto y vacilante? Porquenosotros yo y t- hacemos juntos la historia contempornea. Y es esto lo que nos impide elretroceso necesario para poder juzgar acerca de una totalidad de personas y deacontecimientos. Ahora bien, una cierta distancia interior parece ser una condicin deposibilidad para aplicar categoras histricas. Donde el retroceso es imposible, resulta difcilabrazar con la mirada una situacin, aislar los hechos y unirlos es una sntesis sistemtica.

    Entonces qu es un hecho? Es evidente que notiene nada que ver con una sensacin. Laafirmacin basada sobre puntos de vista sensualistas y atomistas ha sido abandonada desdehace largo tiempo por la psicologa misma. El hecho no corresponde tampoco a una percepcin.Ver una flor no es hacer una verificacin botnica. Es verdad que en ciertos casos el hecho esel producto de una observacin. Pero es necesario agregar que cada ciencia define lo queentiende por observacin en su propio dominio. Una observacin astronmica, por ejemplo,debe satisfacer exigencias distintas que una observacin zoolgica. A menudo el hecho no es elresultado directo de una observacin, sino que es deducido indirectamente a partir de ella.Tambin aqu los mtodos difieren sensiblemente: el ejemplo del anatomista y del psiquiatra lo

    prueba. Finalmente hay hechos que no pueden ser probados por observaciones, como loshechos matemticos.

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    Hay, sin embargo, otra categora con la que se puede vincular, de manera

    general, el concepto de hecho; es la categora de mtodo, de idea metdica o de ideaexperimental. Esta es una vieja verdad confirmada por testimonios nada sospechosos. Loshechos son la nica realidad que pueda dar la frmula a la idea experimental... verifica ClaudeBernard, y Augusto Comte exclama: Si contemplando los fenmenos no los vinculramos

    inmediatamente con ciertos principios, no solamente nos sera imposible combinar esasobservaciones aisladas... sino que... muy a menudo los hechos permaneceran inadvertidosbajo nuestros ojos. Parece, pues, quepara ver es preciso ya saber lo que se va a ver; parabuscar es preciso ya conocer lo que se busca: no es que un cierto Platn haba pretendido talcosa? O sea que con un poco de mala voluntad se podra decir que en ciencia el mtodo es loque sirve para verificar hechos y que inversamente el hecho es aquello que se establececonforme a los principios de un mtodo.Slo que esta frmula sera simplista. Aplicar un mtodo es seguir un cierto camino. Ahorabien, el que se decide a construir un camino determina de antemano, en forma ideal ohipottica, la meta de ese camino. La idea que l se hace del fino no es idntica con el proyectode alcanzar el fin de una manera definida. Adems, en el momento en que un mtodo esconcebido, la mera terica no es un hecho e incluso es dudoso que llego a serlo jams. En elterreno de la investigacin emprica esto equivaldra al acabamiento completo de la disciplina

    en cuestin. Por otra parte hay ciencias cuyo objetivo es infinito. Basta pensar en la geometra,que tiene la pretensin de construir a priori todas las configuraciones espaciales pensables.

    Con todo, es verdad que no se podra describir un hecho sin apelar a lacategora de mtodo. El mtodo es, por as decirlo, un camino que estamos en vas deconstruir para alcanzar una meta lejana. El hecho es entonces comparable a un lugar que, alpresenta, ha sido alcanzado por los obreros constructores. Hechos son todos los lugaressituados a la vera del camino metdico. Pero al mismo tiempo, los hechos son jalones quesirven para orientar a los constructores. Y es por esto que todo hecho facilita el descubrimientode un nuevo hecho. Una vez que la direccin metdica ha sido slidamente establecida, eltrabajo de los obreros constructores se transforma en una rutina.

    Corrijamos pues, aquella frmula. No es correcto decir que el mtodo ha sido inventado parafabricar hechos. Por el contrario, es absolutamente cierto que un hecho es lo que ha sidoestablecido segn las reglas de una idea metdica.

    La miseria del hecho

    Parece entonces que todo hecho corresponde a una regla convencional. No decimos que estaconvencin sea arbitraria. Por el contrario, es una tentativa seria y a veces ingeniosa parahacer coincidir la realidad con una idea directora. Pero ella es siempre artificio, construccin,creacin. Tomemos un hecho sociolgico y geogrfico: la ciudad de Nimega tiene 120.000habitantes. Para poder hacer esta verificacin es preciso trazar en alguna parte una lneaabstracta que separe la ciudad de las comunas vecinas. Ahora bien, este lmite es muydiscutible. Los habitantes del barrio Lent, por ejemplo, tienen carcter rural; sin embargo, se

    los cuenta entre los ciudadanos. Se terminar por finiquitar toda discusin declarando:necesitamos un lmite. Esto equivale a decir que necesitamos una regla convencional paraorientar nuestra teora pura (sociolgica, geogrfica), y aplicada (administrativa, jurdica,fiscal).

    A fortiori todo hecho psicolgico es un hecho construido; debe su existencia a unmtodo ms o menos reconocido. Los psiclogos que verifican que tal nio tiene un cociente deinteligencia de 00 se entienden. Conocen el valor relativo y la imperfeccin relativa del mtodoque sirvi para construir ese hecho. En consecuencia, se comprenden entre ellos. Esto lesbasta. Interrogado acerca de lo que era la inteligencia, Binet respondi: La inteligencia es loque mis tests miden. Por otra parte es claro que los sabios slo verificarn los mismos hechossi estn de acuerdo acerca de la idea metdica. Pensemos en un ejemplo ilustre. Los mdicos

    Freud y Adler trataban la misma clase de clientela y en la misma poca. Pero jams ocurri queFreud diagnosticara un complejo de inferioridad, ni que Adler descubriera un complejo deEdipo. Los hechos eran distintos porque las ideas metdicas diferan esencialmente.

    Se podra proceder a verificaciones anlogas en relacin con otras ramas de laepistme tanto ciencias como humanidades. Pero lo que acabamos de alegar basta paramostrar que todo hecho es una construccin del espritu humano. En consecuencia, si losrepresentantes de una disciplina hablan un lenguaje cientfico absolutamente unvoco es porquehan delimitado rigurosamente su universo del discurso. En el marco de este universo artificialtodo concuerda, precisamente porque est construido para concordar. Si los representantes deotra disciplina no se comprenden perfectamente entre ellos, es porque la delimitacin de suuniverso del discurso es insegura. Si los filsofos no se entienden en absoluto es porque, porprincipio, ellos no podran limitar su universo del discurso. En consecuencia los positivistas se

    equivocan cuando presentan a los sabios como filsofos modelos. Lo que es normal en ciencia,

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    sera una estrechez o una ceguera en filosofa. Husserl tena razn cuando deca que lo que elpositivismo propone equivaldra a la decapitacin de la filosofa.

    Grandeza del hecho

    Entonces, qu es la ciencia? De nuestros anlisis fenomenolgicos se desprende

    que la ciencia corresponde a un triple proyecto. Es evidente que la teora en general es unproyecto fundamental, que luego cada ciencia constituye un proyecto particular y que a su vezla idea metdica es tambin un proyecto subordinado. Cada proyecto particular corresponde auna eleccin fundamental: eleccin de entrar en el mundo con un estilo especial y al mismotiempo eleccin de s mismo como sujeto de ese mundo. Ahora bien, parece que todos losproyectos se equivalen. Hacer investigaciones tcnicas o enriquecerse, hacer carrera odivertirse, ninguna eleccin tendra ms sentido que otra. No discutiremos evidentemente elvalor tico de esta mxima. Pero podra ser que el esfuerzo terico general de la humanidadposeyera un carcter de necesidad tal que nos prohibiera considerarlo como un proyectoparticular cualquiera. Puede ser, incluso, que el hecho desempee un papel definido en elmarco de este esfuerzo.

    Reconozcamos ante todo que la investigacin del hecho no es una especialidadde la ciencia moderna. En todas partes donde hay una epistemepura o aplicada- hay tambinverificaciones. Esto vale tanto para la ciencia de los antiguos egipcios y chinos como para la delos griegos. En la antigedad los inventores descubran mtodos para orientarse en los viajes,para curar a los enfermos, para construir edificios, para observar a los astros: por lo tanto,verificaban o crean verificar. Husserl tiene razn al recordar que la primera medida delagrimensor consisti verosmilmente en el hecho de que introdujo una terminologa unvocapara designar las montaas, ros y ciudades de su pas. Al actuar as aisl, identific,proporcion hitos seguros.

    Por otra parte no podramos prescindir de los hechos en la vida precientfica.Estos hechos difieren mucho de los datos cientficos. Supongamos que encontramos al seor Xy ste nos disgusta; desde ese momento nos esforzamos por justificar nuestra antipata.

    Vamos a la bsqueda de hechos. Recordamos que X tena tal hbito molesto y que habacometido tal torpeza. Estos actos constituyen hechos a los que podramos apelar delante deotros. Y porque son intersubjetivamente vlidos tienen tambin cierto peso para nosotrosmismos. Nos sirven para motivar nuestra antipata.

    En ltima instancia, comenzamos a construir hechos desde que se empieza ahablar. Desde el momento en que nos servimos de un signo para designar siempre en el mismosentido objetos de la misma especie, aplicamos un mtodo primordial. El resultado de estemtodo ser la verificacin por otra parte muy elemental- de que todos los A son A.

    Es verdad y nuestro ejemplo lo muestra claramente- que la teora interesada dela vida cotidiana no podra ser comparada sin ms con la epistemepura. Es verdad tambinque el mtodo cientfico es mas asistemtico, ms racional, ms crtico que los procedimientosingenuos del Lebenswelt. Sin embargo, pese a estas diferencias importantes, no se podranegar la existencia del hecho precientfico.

    Se podra incluso sostener que el hecho cientfico presupone el hecho del mundovivido. Sin abstraccin no hay abstraccin terica, sin lenguaje no hay lenguaje erudito, sin elmtodo primordial de designacin no hay clasificacin cientfica. Surge de esto que laconstruccin del hecho responde a una necesidad originaria del espritu humano. Constituyeuna fase inevitable del acto por el cual el hombre constituye el mundo.

    Pues, como hemos tratado de mostrarlo en otra parte, lo que en fenomenologallamamos mundo tiene siempre la misma estructura elemental. Consiste en un ncleo deverdades establecidas de hecho (o lo que se considera como tal). Pero el ncleo de tacticidad

    tiene horizontes de no tacticidad. El horizonte es la realidad adivinada, vagamente anticipada,concebida de manera global y emotiva. Tiene siempre un timbre afectivo ms o menosmarcado mientras que el ncleo es la red de verificaciones consideradas como objetivas. Entrencleo y horizonte hay relaciones definidas que no podramos describir en este contexto.

    Si el espritu humano llega necesariamente a construir hechos, se impone lapregunta por el fundamento de esta necesidad. Desde el punto de vista filosfico sta es unacuestin decisiva. Hay que considerar el hecho como un paralogismo kantiano, es decir, comouna ilusin universal, necesaria, pero sin embargo denunciable? O bien, en el estilo delidealismo objetivo, hay que clasificarlo entre las fases necesarias del desarrollo de la raznabsoluta, fase que sera seguida, integrada y superada por las otras? O finalmente, el hechosera un producto del espritu-razn enemigo del alma, para hablar como Klages?

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    Volvamos a los anlisis de Husserl. En el mundo vivido las cosas concretas sonreconocidas y manipuladas por medio de una tipologa intuitiva y subjetiva; su identidad no esabsoluta, su ipseidad (ipso facto: inmediata por el mismo hecho) vara incluso en el curso deuna duracin restringida. Husserl opone este estado de cosas a la necesidad del gemetra deproceder a una identificacin rigurosa. Comparemos esta descripcin con nuestros propiosanlisis del fenmeno hecho. Hemos verificado que cada hecho es netamente discernible de

    todos los otros hechos, y a fortiori, de todo lo que no es facticidad. El hecho es, pues,rigurosamente idntico a s mismo y absolutamente nico. Corresponde a la definicin clsicade la unidad puesto que es indivisum in se et divisum ab alio. Adems el hecho es invariable,no cambia o no cambia ms. Finalmente, no podramos verificar hechos sin tomar una ciertadistancia. Es slo gracias a una distancia que podemos captar una totalidad en el marco de lacual los hechos sern determinados en funcin de sus relaciones mutuas.

    Ahora bien, parece que el hombre que constituye un mundo no podra prescindirde puntos de referencia. Estos puntos de referencia los quiere idnticos, nicos, invariables ytales que por sus relaciones mutuas constituyan una cierta totalidad. Evidentemente loshombres se engaan en lo que concierne a la identidad de sus puntos de apoyo: se hacenilusiones acerca de su inmutabilidad, olvidan con gusto que la totalidad de sus sistemasrespectivos slo es muy relativa. No por ello deja de ser verdad que lo que Husserl describe

    corresponde a una aspiracin fundamental y necesaria de la humanidad. El hombre no puededejar de construir puntos de referencia ideales. Y no podra construirlos sin que poseyeran esecarcter de identidad, de unicidad, de invariabilidad y de totalidad que hemos caracterizado.Esto equivale a decir que cada hecho o cada sistema de hechos- tiene la pretensin de ser unmicrocosmos de verdad. En este sentido que se debera hablar de la grandeza del hecho.Pero esta grandeza no se debe a la facticidad del hecho, sino al esfuerzo que culmina en suconstruccin. Ahora bien este esfuerzo no existe de hecho, sino necesariamente.

    Aqu tropezamos con una objecin de principio. No es contradictorio hablar deun esfuerzo necesario? Acaso esfuerzo no quiere decir concentracin libre y espontnea detodas las fuerzas? Y, por otra parte, acaso necesidad no es un sinnimo de coaccin?

    El filsofo no aceptar esta alternativa. Dir que hay un nivel antolgico dondenecesidad y libertad se confunden. En este nivel los trminos eleccin, proyecto, decisin,etc. son inutilizables. Pero es importante delimitar este dominio. Para mostrarlo basta volver alproblema que nos hemos planteado: la ciencia moderna, tal como la hemos descrito, es unproyecto humano como cualquier otro? Sin ninguna duda. Hacer ciencia, hacer el amor, jugar,son proyectos que se equivalen. Pero no se dir lo mismo respecto del esfuerzo terico engeneral. El hombre no es libre en cuanto a hacer o no hacer este esfuerzo. No es libre paraelegir la forma general de su teora. No es libre para no buscar la verdad. O ms bien la buscalibre y necesa-preciso para el hombre, de ellos surge que hay un sentido para el hombre queno es debido a una Sinngebung (donacin de sentido), humana. El hombre no es, pues, lamedida de la verdad; por el contrario, debe crecer para estar a la medida de la verdad. Lahistoria del individuo humano y la historia de la humanidad testimonian este esfuerzo decrecimiento. El historiador nos dir que el Ideenkleid(ropaje de ideas) de la episteme, tal como

    la conocemos, no es ms que una forma particular, imperfecta y fcilmente engaadora, que elesfuerzo terico ha revestido en el curso de la evolucin cultural europea. Pero esto no excluyeque la bsqueda de la verdad sea para el hombre un fin perseguido con una libertad entusiastay para hablar como Husserl- un telosnecesario.

    [1] La Crisis de las Ciencias europeas y la Fenomenologa Trascendental. Editado por Walter Biernel, La Haya,1954, abreviado: Krisis.

    [2] Sirvindome de un trmino husserliano, me tomo la libertad de traducir como epistmeel trmino Wissenschaft, quetiene una connotacin mucho ms amplia que el francs science.

    [3] Op. Cit. Pg. 3.[4] No discutiremos aqu los mritos histricos de las tesis de Husserl.