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Nuevo software: nuevo estrés?

Generar una cultura de manejo adecuado

del estrés No solo los problemas de obesidad y enfermedades del corazón son un importante costo para su empresa. También lo es el estrés -que por cierto se encuentra presente en los anteriores-. La creencia, presente todavía en algunas empresas, de que es necesario estresar a nuestros colaboradores para lograr los objetivos, está siendo desplazada por una cultura en la que se favorece la comunicación, la empatía, roles bien definidos y por qué no? Retos que nos estimulen, pero que podemos manejar y controlar.

La introducción de un nuevo software puede provocar altos niveles de estrés en su empresa

La gente estaba cansada de la lentitud e ineficiencia del sistema. No obstante, cuando se anunció la decisión de reemplazar el viejo software por un nuevo ERP, emociones y sentimientos encontrados se suscitaron: esperanza y grandes expectativas hacia el nuevo sistema se entremezclaron con cierta nostalgia y temor a lo desconocido. Como sucede frecuentemente, el optimismo inicial se vio ensombrecido cuando empezaron a surgir los problemas. El nuevo software tenía algunas “limitaciones” y hubo la necesidad de redefinir y replantear muchos de los requerimientos. Tomaría “un poco más de tiempo” que el concebido en el plan original. La tensión aumentaba a medida que se extendían los plazos. Las reuniones de trabajo se convirtieron en auténticos rings de boxeo, en donde unos a otros se culpaban de las promesas incumplidas, la falta de definición y las deficiencias del entrenamiento.

(Continúa en la p.2)

FEBRERO 2011

Nuevo software…(continúa)

Paz, no significa estar en un lugar donde no hay ruido, problemas o trabajo duro. Significa estar en el medio de estas cosas y permanecer

en calma en tu corazón

Anónimo

Cuando las personas aprenden a manejar el estrés, son capaces también de incrementar sus capacidades cognitivas y de relación. Mantenerse enfocados, con una visión clara y con capacidad de tomar decisiones, son algunas de las ventajas competitivas que pueden alcanzar.

Transforma tu estrés

Vivir bajo estrés forma parte hoy por hoy de nuestro estilo de vida. Enseñar a las personas a identificar la manera en que utilizan esta respuesta, así como estrategias que les permitan autorregularse, es uno de los objetivos de mi modelo.

El equipo de proyecto comenzó a sufrir estragos. Las jornadas de trabajo se prolongaban cada vez más y algunos de ellos comenzaron a experimentar fatiga y tensión muscular. Las elevadas dosis de café para “mantenerse despiertos” y la mala alimentación les provocaron a otros problemas digestivos. Hubo a quienes trabajar incluso los fines de semana, aunado a su nerviosismo e irritabilidad, les acarreó problemas familiares y hasta divorcios.

El proceso de implantación ha concluido: el nuevo sistema ha comenzado a operar recientemente. Pero la gente continúa en el proceso de adaptarse al nuevo sistema. Y es que a pesar de que han cambiado su forma de trabajar, para satisfacer los requerimientos del software (y no el software los de ellos), la promesa de trabajar mas eficientemente no ha sido cumplida.

Los horarios de trabajo no se han reducido y la información que genera el nuevo sistema todavía no es del todo confiable. Sigue siendo necesario capturar y revisar la información que ha sido capturada. La gente se pregunta si ha valido la pena el esfuerzo, pues el trabajo no cesa, ni la tensión y el estrés en la empresa.

¿Y usted tiene una historia similar a ésta?

Optimiza tu desempeño

Claudia Juárez, Stress Management & Peak

Performance Consultant

FEBRERO 2011

¿Afecta más el estrés a hombres o a mujeres?

El estrés afecta tanto a hombres como a mujeres, sin embargo de acuerdo a la APA (American Psychological Association) reaccionan de manera diferente, tanto física como emocionalmente. “Mientras que las mujeres tienden a reportar más reacciones físicas asociadas con el estrés, también son mejores en conectarse con otros, lo cual es una estrategia para manejar el estrés”.

Algunas diferencias

28% de las mujeres vs 20% de los hombres reportan altos niveles de estrés (8-10/10).

49% reporta que sus niveles de estrés han aumentado en los últimos años, vs 39% de los hombres.

El 79% cita como fuente de estrés el dinero y la economía, y menos el trabajo (65%).

Entre el 30 y 40% de las mujeres mencionan reacciones físicas asociadas al estrés como dolor de

cabeza, ganas de llorar o indigestión vs 15-30% de los hombres.

Mujeres buscan más apoyo social Al parecer, las mujeres conceden más importancia que los hombres a mantener buenas relaciones familiares y amistosas, y a apoyarse en éstos en situaciones difíciles. Asimismo, se muestran más conscientes respecto de buenos hábitos para reducir el estrés, como dormir lo suficiente, alimentarse adecuadamente y hacer ejercicio que los hombres, aunque en ambos casos (mujeres y hombres) el grado en que perciben ser eficaces en estas prácticas, se encuentre por debajo de lo que consideran adecuado.

Ambos prefieren opciones sedentarias

Otra similitud (no tan afortunada) es que en ambos casos prefieren actividades sedentarias para relajarse como leer o ver televisión, en lugar de opciones más saludables como consultar un profesional de salud mental o hacer ejercicio, aunque en este caso, el estudio reporta una mayor inclinación de los hombres a realizar algún deporte como medida contra el estrés.

FEBRERO 2011

El impacto de nuestros pensamientos en nuestras reacciones en el trabajo

Buena parte de nuestro estrés cotidiano surge de anticipar las consecuencias negativas de un hecho o suponer falsamente algo. Conoce usted el impacto que tiene un pensamiento en nuestra conducta, o incluso en nuestra fisiología? Quizá pueda ilustrarle el siguiente caso.

Suena su teléfono. Es de la oficina de su jefe. Usted recuerda que quedó de enviarle una información, pero aún no la tiene lista y es muy importante. En realidad usted no tiene la certeza de si el jefe le está hablando por ese tema o no (en realidad es otro tema del que le quiere hablar), pero usted empieza a entrar en tensión (porque además su jefe es ciertamente una persona que pide resultados). Empieza a latir su corazón más rápido. Trata de llamar por otro teléfono a su asistente para que le proporcione esta información. La asistente (que además es nueva en la oficina) no tiene mucha idea de lo que usted le está solicitando y le pide que espere en lo que ella busca. Usted empieza a sentir un sudor frío. Cuando finalmente hablan (usted y su jefe) usted comienza a hablar en forma apresurada, nerviosa, diciendo incoherencias. Y en todo este asunto, a usted se le olvida felicitarle a él por su cumpleaños.

Como puede verse, anticiparse al motivo de la llamada, provoca una serie de comportamientos y reacciones – elevación de la frecuencia cardiaca, sudoración, disminución de la temperatura, angustia, comunicación desarticulada, olvido, etc.-

Todas estas reacciones forman parte de la respuesta al estrés, y el sujeto que las experimenta lo hace de forma inconsciente, automática.

Estando expuesto a este tipo de situaciones en el ámbito laboral y en la vida diaria, el

problema radica en que reaccionamos así ante la mayoría de los eventos cotidianos. El resultado? Ponemos a funcionar una y otra vez nuestros mecanismos de defensa, generando en nuestro organismo un desgaste innecesario.

De qué manera podemos evitar esto? Algunas sencillas recomendaciones.

1. Practicar ejercicios de respiración a lo largo del día, nos permite estar más relajados, y menos “reactivos”. Nos permite también tener mayor claridad en nuestros pensamientos. No obstante, respirar de manera incorrecta puede traer mayor ansiedad e incluso podemos llegar a hiperventilación.

2. Realizar un análisis de nuestra manera de

reaccionar en el pasado y emplearla en el futuro. Me sirvió angustiarme de esta manera? Deberé esperar en lo sucesivo a saber el motivo de llamada? Qué alternativas tengo en una situación como ésta?

3. Evidentemente, estar al día en el trabajo es una forma de contrarrestar la angustia.

Manejar sencillas técnicas para identificar y tratar estas formas de pensamiento, pueden ayudarnos a mejorar la forma en cómo nuestros colaboradores y nosotros mismos, respondemos ante las situaciones cotidianas, y ésta, es una de las mejores formas para ayudarnos a reducir el estrés!